Responsable de la matanza de Tiananmen y artífice de la gran revolución china de fines del siglo XX, encarnada en la política de reforma: en torno a estos dos polos girará, sin duda, la valoración final que la Historia haga de la figura de Deng Xiaoping. En mi opinión, el tiempo hará que prevalezca la segunda valoración, la valoración del Deng que sacó a China de la pobreza y la situó en una senda de progreso y modernización.
(5) El peso de la tradición: el confucianismo-leninismo
La revolución china fue más una revolución nacionalista que una revolución comunista. El objetivo fundamental de los comunistas chinos que tomaron el poder en 1949 no era tanto construir una sociedad comunista como reconstituir la soberanía nacional de China, recuperar la unidad y terminar con su debilidad y con las agresiones exteriores que ésta había posibilitado.
La RPC, desde 1949 hasta nuestros días, no se puede comprender bien si no se tiene en cuenta su fuerte vinculación con las tradiciones culturales y sociales de China, conformadas a lo largo de varios siglos de historia. Una visión superficial de la China Popular, de su carácter revolucionario, "comunista", podría llevar a pensar que supuso una ruptura radical con la evolución anterior del país. No es así: por el contrario, el comunismo se fusionó en China con sus tradiciones milenarias.
El comunismo chino incorporó ingredientes tradicionales de la cultura china y, en concreto, de lo que constituye la médula de ésta desde hace muchos siglos: el confucianismo. Por otro lado, tomó del marxismo-leninismo fundamentalmente el segundo componente, el leninismo. El peso del marxismo, como ideología, como doctrina política, fue escaso.
El papel que han cumplido Mao y Deng ilustra otra de las características de la forma de gobierno confuciana, según la cual en la cima de la estructura de poder se halla un gobernante supremo, que ejerce con benevolencia y espíritu paternal la dirección de los grandes asuntos del país. El gobernante supremo es el centro del poder y está revestido de grandes atributos.
En una perspectiva confuciana, la victoria comunista de 1949 puede ser contemplada como el triunfo de una fuerza política que empezó desde unas bases muy limitadas, pero que poco a poco, gracias al ejemplo moral y al sacrificio de sus militantes, fue ganando el respeto y el apoyo del pueblo. El cargo de gobernante benévolo y supremo, que en la época imperial había sido ocupado por el emperador, y cuyo puesto había estado vacante durante los tiempos de crisis de la primera mitad del siglo XX, fue restablecido en la figura de Mao Tse-tung y, a partir de 1978, en la de Deng Xiaoping. Los cuadros del Partido Comunista asumieron la función rectora que antes había correspondido a los mandarines.
(6) El liderazgo del Partido Comunista
Como hemos señalado, el Partido Comunista ha sido la fuerza vertebradora y dirigente en la evolución de la RPC.
El papel de liderazgo social y moral ejercido por el Partido Comunista se ha erosionado sin duda con el paso del tiempo. La crisis de Tiananmen fue un duro golpe a su prestigio. El paso del tiempo ha afianzado la convicción de que se cometió un error en la forma de resolver esta crisis. La violencia utilizada fue probablemente innecesaria y el daño infligido a la imagen de China fue muy grave. La corrupción y el nepotismo han dañado también la imagen del Partido Comunista.
Sin embargo, a pesar de la erosión de su liderazgo, del deterioro originado por la corrupción y el nepotismo y del vacío ideológico, a pesar de todos estos factores resulta difícil imaginar un futuro de China en el que no tenga un papel determinante el Partido Comunista.
Pese a los errores cometidos en las cinco décadas largas durante las que ha gobernado, el Partido Comunista conserva activos de peso frente al pueblo chino.
La legitimidad del Partido Comunista se sustenta en dos factores, básicamente. Uno de ellos se puede calificar como "histórico": el Partido Comunista devolvió a China la unidad nacional, le permitió superar una larga crisis que se arrastraba desde mediados del siglo XIX, transformó a China en una potencia temida y respetada en la comunidad internacional, terminando con un largo período de agresiones exteriores.
El segundo factor está ligado a la etapa de reforma que ha caracterizado a China en los últimos 30 años. Desde que se abordó la política de reforma, el Partido está liderando un gran proceso de transformación económica que ha producido una mejora espectacular en las condiciones de vida de la población.
(7) La mayor revolución económica de la Historia
Como se indicaba al principio de este ARI, la reforma china ha provocado la mayor revolución económica de la Historia, en el sentido de que nunca hasta ahora un colectivo tan grande de población ha experimentado una progresión tan intensa de sus condiciones económicas y materiales de vida en un período de tiempo tan corto. China ha crecido a una tasa media anual cercana al 10% durante las tres décadas de reforma.
La perspectiva histórica mostrará, probablemente, que el fenómeno más importante del mundo de nuestros días es el ascenso de China. Gestionar ese ascenso y facilitar el acoplamiento de esta nueva China en el mundo es uno de los grandes retos de la comunidad internacional.
Este crecimiento se ha asentado se una serie de bases sólidas que previsiblemente seguirán estando presentes durante mucho tiempo, como: la abundancia de mano de obra; la alta tasa de ahorro; un modelo de crecimiento "abierto", orientado hacia el exterior, hacia la integración en la economía internacional; la liberalización del sistema económico; el papel de Hong Kong como gran centro de intermediación entre China y el resto del mundo; y un marco institucional favorable al crecimiento económico y los negocios.
De hecho, las previsiones más generalizadas apuntan al mantenimiento de una elevada tasa de crecimiento de la economía china, que en un plazo de tiempo relativamente corto se convertirá en la primera economía del mundo en tamaño.
(8) El cambio político: la democracia gradual
Según un tipo de análisis muy extendido, China ha registrado una profunda transformación económica, pero el sistema político, basado en la dictadura del Partido Comunista, no se ha modificado. En las versiones más extremas de este análisis, la situación política de China es muy poco diferente a la que existía hace 20 ó 30 años.
Este tipo de análisis ignora el enorme cambio que se ha producido en China en el marco de libertades de la población. Los ciudadanos chinos disfrutan hoy en día de un grado de libertades personales incomparablemente mayor que el que tenían hace 20 ó 30 años. Pueden viajar, cambiar de residencia y de trabajo, de una forma que hubiera sido inimaginable antes de la era de la reforma.
La referencia a tener en cuenta para comprender la transición política de China no es la transición política en la Unión Soviética, sino cómo se ha producido la transición económica en China. La reforma económica, que se inició hace 30 años, ha sido gradual, paulatina y sin rupturas. No ha habido big bang de la reforma (privatizaciones masivas o liberalizaciones bruscas de precios) como sí hubo en Europa del Este.
China fue liberalizando poco a poco su sistema económico. Se liberalizaron progresivamente los precios. Se permitió la propiedad privada en las empresas. Sin que se pueda identificar un momento en el que produce el cambio cualitativo, la economía china ha dejado de ser socialista para convertirse en una economía capitalista. China tiene todavía un fuerte intervencionismo estatal en la economía, de eso no hay duda, y las empresas estatales siguen desempeñando un papel clave. Pero no es una economía que se pueda considerar socialista: una parte mayoritaria de la producción se produce en condiciones de sector privado y se comercializa a precios libres, etc. Y la tendencia es hacia un creciente peso de los elementos privados en el sistema económico.
La libertad de expresión, la capacidad de crítica, también se ha ido expandiendo paulatinamente. Lo mismo que China fue avanzando en la reforma económica y un día se encontró con ya no era socialista sino capitalista, el marco de libertades, de crítica, de participación ciudadana irá avanzando y un día, quizá no muy lejano, China se encontrará con que, por fin, se puede considerar como una sociedad democrática.
Conclusión: El 1 de octubre de 2009 se celebra el 60 aniversario de la fundación de la República Popular China (RPC), con la que termina un largo período de inestabilidad y debilidad de China. En estas seis décadas China se ha transformado en una gran potencia mundial, protagonizando la que probablemente es la mayor transformación económica de la historia de la humanidad.
(Enrique Fanjul – Antiguo consejero comercial de la Embajada española en Pekín, antiguo presidente del Comité Empresarial Hispano-Chino y autor de tres libros sobre China)
– La vocación global de China a través de sus personalidades – (ARI) – (Real Instituto Elcano – 29/10/09)
(Por Augusto Soto – ARI 152/2009)
Tema: La creciente vocación global de China se manifiesta en la diplomacia viajera y formativa de su estrato dirigente, así como en la reflexión e influencia de variados personajes en el país y en el mundo, de nacionalidad china y de la órbita cultural china.
Resumen: Este análisis se propone, en primer lugar, constatar la actitud global de los dirigentes máximos y de la elite china. Segundo, identifica algunas célebres instituciones, estrategas y especialistas chinos que analizan las consecuencias de esa actitud global propia de la apertura lanzada por Pekín hace una generación. Tercero, explica el papel de influyentes personalidades del ámbito cultural chino en este proceso.
Análisis: El informe de 2009 editado por el Consejo Europeo para las Relaciones Internacionales, titulado A Power Audit of EU-China Relations, indica que Europa encuentra dificultades a la hora de comprometer (engage) políticamente a China. Esta constatación se manifiesta igualmente en barreras al acceso a altos burócratas y al proceso decisorio de Pekín necesario para que distintos proyectos chino-europeos solucionen problemas in situ.
Esta opacidad en cualquier caso contrasta con la actitud de apertura global, a su propio ritmo, seguida por la elite china. En los últimos años una activa diplomacia viajera se ha comprometido en el exterior en la firma de numerosísimos contratos y acuerdos bilaterales y multilaterales. Además, los viajes han servido al aparato exterior para afinar su estrategia. Esta actitud, iniciada en la era de Deng Xiaoping, igualmente ha inspirado a emprendedores, empresarios y a diversos conglomerados a disponer de una estrategia exterior.
De igual modo, en años recientes han surgido nuevos espacios de intercambio e influencia y se han potenciado una serie de think tanks y centros educacionales, locales e internacionales, en el gigante asiático, en los que trabajan connotados analistas y estrategas chinos. Los miembros de estos colectivos asisten a los más diversos diálogos y foros internacionales, interesados más que nunca en analizar las consecuencias de la expansión internacional del país-continente.
Además, en estas últimas tres décadas se han popularizado las reflexiones de personalidades chinas y asiáticas particularmente interesadas en el futuro de China continental y en sus relaciones exteriores. Estas reflexiones igualmente son de significado estratégico porque crean corrientes de opinión en la "aldea global".
La actitud global de la elite
En la última década se han ampliado los espacios y el número y rango de personas que inciden en la formación de ideas para la adopción de políticas estratégicas adoptadas por el Partido y el Estado chinos. Igualmente, en este período se ha potenciado la influencia de centros decisorios de grandes empresas y célebres think tanks que colaboran con instituciones homólogas a nivel internacional.
Pekín entiende que una estrategia de desarrollo nacional está más unida que nunca a la realidad global y a la política internacional. Y esta percepción se agudiza porque incluye las oportunidades que ofrece la actual crisis financiera mundial. En ésta, muchas economías asociadas a China necesitan de su cooperación (así como a la inversa). Como se sabe, a fines de esta década las prioridades clave para Pekín incluyen identificar y asegurar fuentes y suministro de energía, encontrar mercados abiertos donde vender sus productos y buscar oportunidades de inversión para sus excedentes financieros. En 2009 sus reservas en divisas, las mayores del mundo, son vistas con un creciente interés global.
Paralelamente, las oportunidades que ve China se identifican, discuten y afinan en las más variadas ocasiones. El Foro de Davos (donde España este año estuvo infrarrepresentada) es una de ellas. Estas ocasiones son especialmente importantes para el actual liderato chino del Comité Permanente del Politburó, hecho de historias de vida que, con excepciones, en su etapa formativa apenas tuvo contacto externo.
En lo institucional la vocación exterior la recoge explícitamente una de las enmiendas de la Constitución adoptadas por la Asamblea Popular Nacional en 2004, que concede mayor protagonismo diplomático al presidente (responsabilidad que en este caso recae en Hu Jintao). Igualmente viajan las otras figuras del Comité Permanente del Politburó.
En sus giras por el exterior los líderes ejercen una colegialidad más o menos análoga a la que practican en la política nacional. Desde 2002 son nueve los miembros del actual Comité Permanente del Politburó (antes eran media docena). Las visitas las pueden encabezar, alternadamente, Hu Jintao o el primer ministro Wen Jiabao, pero también otros líderes que han incidido en importantes acuerdos. El ejemplo más reciente de este tipo en el espacio de la UE fue la ejecutiva visita hecha en junio a Madrid por el líder He Guoquiang. He catalizó una serie de contactos técnicos y políticos que desembocaron en el acuerdo firmado a inicios de septiembre de 2009 y por el que la tercera operadora china, Unicom, ingresó con una novedosa fórmula en el capital de Telefónica.
En los siguientes escalones del Partido y del Estado (particularmente en los ministerios) destacan los efectos del proceso de globalización que fueron los 14 años de negociaciones para ingresar a la OMC y concluidas en 2001. Ese proceso coadyuvó a formar a una nueva generación de técnicos y negociadores.
Como es sabido, la especialización de los líderes se centra en los ámbitos de la ingeniería, de la economía, de la administración, del derecho y de la ciencia política, campos de conocimiento de un porcentaje importante de los dos últimos Comités Permanentes del Politburó en la última década. Para entender su grado de internacionalización prácticamente da igual que de los 25 miembros del decimoséptimo Politburó actual los especializados en las ingenierías hayan bajado en su representación en comparación con los dirigentes especializados en derecho y ciencia política, más representados en el decimosexto Politburó. Al fin y al cabo, con cualquier especialidad el intercambio con el exterior que se promueve desde esa misma instancia es inevitable. De notable relevancia es la administración, campo en el que la Escuela Central del Partido tiene convenios para formar personal con un puñado de países occidentales (entre ellos con España, desde 2006).
En sus contactos internacionales destacan las redes que mantiene el personal de las industrias estratégicas, como las del sector energético. En primer lugar se sitúa la acción de la elite ingeniera del Ministerio del Petróleo, que por tradición tiene peso político. Esa importancia se remonta a cuando este colectivo abogó por la apertura al mundo antes que la expresase oficialmente Deng Xiaoping en 1978. Entonces expusieron el simple argumento de que proponerse una economía en expansión moderna requería de una tecnología puntera que sólo tenía EE UU y que urgía obtener.
En general, la influencia del lobby petrolero, que actualmente incluye a las empresas gigantes como Sinopec y CNOOC, se fortaleció nuevamente después de que China se transformase en claro importador de petróleo a inicios de la década pasada. Son estrategas que trabajan con el "síndrome de la escasez" y con la directriz de la no dependencia externa, claves en la conciencia política de los dirigentes. Por tanto, cuentan con especial margen para ser escuchados.
Ciertamente, fuera del Estado y del Partido, aunque no muy distantes de ellos si logran un extraordinario éxito, China cuenta con emprendedores cuya elite está por definición compuesta por grandes estrategas. Aquí se sitúan las máximas personalidades del mundo digital y del software, como Pony Ma, fundador de la compañía Tencent, que desde hace un lustro ha operado como el mayor buscador y proveedor de servicios de entretenimiento y mensajería, revolucionando las posibilidades de Internet en China. Y por esta misma razón aún con un margen de expansión exterior.
Instituciones, estrategas y especialistas
En la vocación global de China cuentan los análisis de este proceso. Y quienes ejercen esta reflexión se han transformado a su vez en una generación internacionalizada. Un espacio de recepción de análisis con resonancia política es la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino. Como es sabido, no se trata de un think tank, pero en los últimos años han dado allí su opinión reconocidos profesionales cosmopolitas, varios de ellos profesores y conferenciantes internacionales. El gremio de los profesores es importante por la clásica relación maestro-alumno y por la sólida red de vínculos que genera.
Una instancia relevante es el Instituto Chino de Estudios Internacionales (CIIS), un think tank gubernamental clave. Entre sus miembros se da una interesante síntesis entre política, diplomacia y academia y la renovada aspiración china por influir en el exterior. Destaca su presidente, Ma Zhengang, quien es justamente miembro del Décimo Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino y co-presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Partido Comunista. Desde hace años, Ma dicta cursos y participa en foros internacionales. Entre sus participaciones más recientes en los últimos tres años sobresalen el Trialogue21 (enfocado a las relaciones entre China, Europa y EEUU) y el Seminario Global de Salzburgo (en el que participará en diciembre de este año). En España, Ma ha participado en foros organizados por la Fundación Botín, en 2006, y por OPEX en Pekín, en 2007.
En otro flanco y con una larga tradición, la Academia China de Ciencias Sociales y la Universidad de Pekín generan estudios y diagnósticos de la situación del país en las más variadas especialidades. Entre los actores que particularmente tiene la Academia destacan las figuras "puente". Esto es, personalidades polifacéticas en la investigación y en la administración y que viajan a menudo. Una figura es la del ex subdirector para América Latina y hoy para Europa, Jiang Shixue. Jiang ha tejido una relevante red de contactos con América Latina, con España (entre otros centros, con el Real Instituto Elcano) y con los principales think tanks latinoamericanos y norteamericanos dedicados a Iberoamérica.
Igualmente se capta el pulso de la economía, de las estrategias económicas, de los proyectos empresariales (e incluso de los geoestratégicos) en el espacio de formación y debate que es la Escuela de Negocios China-Europa (CEIBS) en Shanghai. La CEIBS, pese a contar con una decisiva iniciativa y capitales europeos, con los años ha entrado en aquel fructífero sincretismo que ha dado como resultado que se la pueda considerar de ambos mundos. Destacan los foros organizados allí y en otras ciudades. El más reciente fue el Octavo Foro China Europa celebrado en Tianjín en abril de este año y con la asistencia de altos cargos chinos y de personalidades europeas.
Personalidades "puente" en la CEIBS han sido Liu Ji, presidente honorario de la institución, autor de la famosa teoría de "las tres representaciones" y cercano al ex líder Jiang Zemin. En Liu destacan sus juicios sobre el Estado de bienestar. Esa preocupación le hace una personalidad que ayuda a entender mejor la imperfecta separación, hecha por algunos observadores, entre la "coalición populista" y la "coalición elitista" en la elite del Partido y de la que tanto se ha hablado en la primera mitad de la administración de Hu Jintao. También en los últimos años ha aportado con su reflexión en la CEIBS el profesor Feng Shaolei, decano de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de Área de la Universidad Normal del Este de China, asesor de la ciudad de Shanghai, y cuyos intereses de estudio, además de Eurasia, incluyen la histórica transición de regímenes políticos en la Europa meridional.
El perfil de las personalidades estratégicas
Luego hay otro nivel. Es el de la reflexión influyente de los intelectuales chinos y asiáticos del ámbito cultural chino. Aprecian que les concierne el presente y el futuro del país-continente. Con su quehacer contribuyen a retroalimentar la vocación global de China.
Uno de ellos es Zhang Wei-Wei, ex intérprete de Deng Xiaoping y de otros líderes, investigador del Centro para Estudios Asiáticos en Ginebra y profesor visitante en las universidades de Fudan, en Shanghai, y en la Universidad Tsinghua, en Pekín, alma mater de Hu Jintao. Zhang ha visitado más de 100 países en distintos proyectos y es especialista en relaciones Beijing-Taipei, lo que lo convierte en un consultor particularmente posicionado.
Con un perfil con similitudes y diferencias también destaca, entre varios otros, Minxin Pei, director del Programa de China del Carnegie Endowment for International Peace, institución con sede central en Washington y con oficinas en Pekín. Ciertamente Pei tiene el privilegio de estar en el centro del análisis de las relaciones chino-norteamericanas y de la interacción entre personajes estratégicos. Pero tanto o más importante aún, Pei destaca por su versión hipercrítica del estado de cosas en China. Aunque es leído en Zhongnanhai, sus más ácidas apreciaciones no trascienden en sus entrevistas oficiales en China, como por ejemplo se puede apreciar en sus declaraciones recogidas por la agencia oficial Xinhua. Pei tiene relación con instituciones dedicadas al estudio de China en Barcelona.
Igualmente, en EEUU destaca la figura del pensador neoconfuciano Tu Weiming, nacido en Kunming. Su perfil se acerca más a la figura de un pensador de la China de ultramar que a la del perfil del emigrado a Oriente u Occidente. Tu es profesor en Harvard y ha sido uno de los ocho intelectuales invitados por el gobierno de Singapur para desarrollar el currículo escolar de ética confuciana. Es importante considerar además el renacimiento oficial en China de la figura de Confucio (recuérdese también el impulso que Pekín ha dado a la apertura de los Centros Confucio en los cinco continentes en esta década). Tu también fue nombrado en 2001 por Naciones Unidas como miembro del Grupo de Personas Eminentes para facilitar el Diálogo de Civilizaciones, foro del cual España ha sido co-impulsor. Por tanto, se le puede entender como un pensador de carácter estratégico de acuerdo a los parámetros de la agenda internacional del período post 11-S.
En ultramar también destacan los dirigentes ilustrados del mundo cultural de origen chino. El más relevante ha sido el ex primer ministro de Singapur, Lee Kuan Yew, célebre por vincular con China a políticos, empresarios e intelectuales singapurenses y asiáticos. También lo es por divulgar el prestigio de China utilizando el argumento explicativo de los "valores asiáticos" en la primera mitad de la década de los años 90. En verdad, Lee puede ser considerado como precursor cercano del concepto de "ascenso pacífico", acuñado por Zheng Bijian en Pekín (luego denominado "desarrollo pacífico").
Relacionado con Lee se sitúan otros intelectuales de ultramar. Aquí encaja el también servidor público singapurense, Kishore Mahbubani, ex ministro de Exteriores y decano y catedrático de Práctica Política en la Escuela Lee Kuan Yew de Política de la Universidad Nacional de Singapur. Es autor del controvertido libro, El nuevo hemisferio asiático: el irresistible traspaso del poder mundial a Oriente. En Mahbubani interesa su cercanía al campo cultural chino (aunque descienda de indios), y por los lazos políticos con China, que él ha contribuido a reforzar en los últimos años tras tres décadas como diplomático. Por supuesto, interesa su reflexión sobre China. Mahbubani participa en una serie de foros internacionales que en Occidente incluyen, entre otros, al Foro de Davos y la Conferencia de Seguridad Anual de Múnich. Mahbubani se refiere a menudo a un Occidente "que sólo se escucha a sí mismo".
Otro plano es el de las personalidades externas a China continental, pero cuya reflexión e influencia se refiere en gran medida a ella. Son los investigadores y estrategas taiwaneses que perciben que el poder de la economía china "arrastra" en el medio plazo a todos los demás aspectos de su vida nacional. Por tanto, inevitablemente, al reflexionar sobre la isla están previendo escenarios futuros, y por ello, al fin y al cabo, cabe prever que intentan pensar como pensarían sus contrapartes de China continental. Interesante es que en parte de ese proceso reflexivo también intervienen sus contrapartes del continente. Un nexo de relación se da entre el Consejo Chino de Estudios de Política Avanzada, presidido por Andrew N.D. Yang, en Taipei, la Academia China de Ciencias Sociales y otros principales centros y think tanks del continente.
Conclusiones: Como recuerda Mahbubani, una estrategia para China debiera ser patrimonio de todos los países con una estrategia global. En el caso particular de España, desde 2005 el vínculo con China se califica por ambas partes como "asociación estratégica integral".
Pero excepto en los destinos individuales de un número impreciso, creciente, pero aún limitado de personas (tanto a nivel oficial como de la sociedad civil), en el caso español queda todavía mucho margen antes de que se pueda hablar de una generación de estrechos y estables contactos con una parte de la amplia elite que juega un gran papel en cada nuevo ciclo político, social o cultural. Generalmente, por parte española, muchos vínculos que han sido estrechos los desdibuja el tiempo por cambios de destino, misión, mercado o especialidad.
Tan importante como esos vínculos importa interactuar cada vez que es posible con los líderes chinos en las más altas instancias internacionales (como en Davos, en el G-20), y de manera sostenida con los analistas y pensadores chinos en el exterior y con sus congéneres de ultramar. Muchas veces, las apreciaciones sobre estrategias que está adoptando Pekín pueden aclararse aún más en estos diálogos. Además, conviene recordar que los espacios informales cuentan tanto como los formales.
A medio camino entre la formalidad y la informalidad, por otra parte, parece razonable aprovechar los aspectos más dinámicos que ofrece la Expo de Shanghai 2010. Por un lado, con la Expo se arriesga la miniaturización de la imagen al coincidirse en la "cacofonía" que supone que cada país promueva lo propio junto a otros a la vez. Así, tan efectivo como proyectar imagen, productos y credibilidad es utilizar la ocasión para actualizar redes de contacto y generar otras.
Siempre pensando en el largo plazo, procede interiorizarse de los proyectos actuales y de futuro que tengan en mente los emprendedores chinos, actualizar el conocimiento de las figuras emergentes en áreas estratégicas. Y éstas también incluyen los campos de la cultura y de las comunicaciones debido al más reciente énfasis que Pekín ha decidido dar a su soft power.
La República Popular China llega a su 60 aniversario viviendo su momento más complejo desde su fundación. Esto significa recordar que el país es más pragmático, más ecléctico y más global que nunca.
(Augusto Soto – Consultor y profesor en ESADE)
De la hemeroteca reciente (se privilegia el orden cronológico sobre el temático)
Alguien voló sobre el nido de cuco
"En su informe "Modernización de China 2008", la Academia de Ciencias de China, considerada como el organismo de investigación más importante del país, utilizó la analogía de la "paloma de la paz" para concebir el anteproyecto de un nuevo orden mundial"… – China y su "paloma de la paz" (BBCMundo.com – 30/1/08)
El especialista en China de la BBC, Shirong Chen, dice que el uso del famoso símbolo va acorde con las intenciones chinas de insistir en su desarrollo pacífico. Sin embargo, al mismo tiempo Shirong subraya que China quiere tener un papel de mayor liderazgo en el mundo y, con ese fin, busca desarrollar algunas organizaciones clave en la región asiática.
En el esquema de los expertos chinos, la Organización de las Naciones Unidas representa la cabeza de la paloma, que estaría conectada con la futura Unión Asiática.
China espera que la isla de Hainan sea la sede de ese bloque convirtiéndola en una zona de libre mercado para todos los países del continente. El Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) constituye el ala derecha, mientras que la izquierda es el propuesto Foro de Cooperación Económica Asia-Europa, que sustituiría a la actual cumbre Europa-Asia. El resto del cuerpo de la paloma lo completan las regiones de América del Sur, Oceanía, y África.
Según la Academia de Ciencias de China, se espera que el país se convierta en la segunda potencia del mundo para 2030 en base a su "fuerza nacional objetiva". El informe define el término como "un componente básico de la fuerza nacional en su totalidad y la suma de los verdaderos activos y la capacidad objetiva de mantener la supervivencia y el desarrollo de una nación". En ese marco, el documento señala que China subió al tercer puesto en 2004, situándose sólo por detrás de Estados Unidos y Japón.
Ahora, falta ver cuál será la reacción de otros países poderosos del continente como Japón e India a las más recientes revelaciones de las ambiciones políticas chinas.
Más allá del informe es indudable que, impulsada por su extraordinario crecimiento económico, China sigue encaminada a recuperar gran parte de su antigua supremacía en toda Asia, reafirmándose como el más probable reto para Estados Unidos en la categoría de superpotencia mundial.
La "paloma de la paz" busca nido en tierras extrañas (y alimento para los "pichones")
"El Gobierno chino está estudiando un plan para estimular a sus empresas a adquirir terrenos de cultivo en regiones en desarrollo como Latinoamérica y África y asegurarse así el suministro de cereales en medio de un déficit de dimensiones globales. La publicación "Revista China de Negocios Siglo XXI" informó hoy de que el Ministerio de Agricultura anunció que departamentos gubernamentales están negociando políticas para estimular la compra y alquiler de tierras en el exterior destinadas a la producción de cereales, y cita varios ejemplos en África"… China estudia comprar tierras de cultivo en Latinoamérica y África para asegurarse el suministro de cereales (La Vanguardia – 9/5/08)
Li Zhengdong, director del Departamento de Cooperación Internacional de esta cartera, señaló que "hasta ahora el ministerio no ha decidido ninguna medida concreta", porque está supeditada a una macropolítica de carácter estatal, pero su aprobación es inminente.
Este plan fue confirmado por un funcionario anónimo cercano al grupo de trabajo a los corresponsales del diario británico "Financial Times" en China, una fuente que señaló que, de llevarse a cabo, la adquisición de terrenos sería en América Latina y África, aunque esperan cierta resistencia internacional.
Según el director Li, la iniciativa no es nueva, ya que en 2003 el Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) propuso esta estrategia destinada a adquirir terrenos agrícolas y forestales e intereses pesqueros en el extranjero.
Empresas estatales chinas como bancos y petroleras empezaron a aplicar este plan en los últimos años, pero la subida del precio del cereal en todo el mundo, debido al encarecimiento del crudo y de la que en parte se culpa al aumento de consumo en China, está obligando a Pekín a volver a analizar esta estrategia.
En China el precio del cereal aumentó un 25 por ciento en los tres primeros meses del año en medio de una subida generalizada de la inflación (8%) que en el país asiático es sinónimo de revueltas.
Con un 40 por ciento del campesinado global, China cuenta con tan solo un 9 por ciento de la tierra arable del planeta (menos de un 13 por ciento de su territorio), por lo que se ve obligada a importar, por ejemplo, un 60 por ciento de la soja que consume.
De llevarse a cabo esta estrategia, los cultivos prioritarios en el exterior serían la soja, el plátano y aceites vegetales y comestibles.
La revista china citó algunos de los proyectos agrícolas que China llevó a cabo en África en los últimos años, como el de la Administración de Agricultura de la provincia de Hubei (centro de China) en Mozambique, cuando en 2005 compró 1.000 hectáreas donde se cultivan arroz y maíz con una inversión de 10 millones de dólares (6,4 millones de euros).
En otro proyecto similar, la provincia de Shaanxi (centro) está invirtiendo 71 millones de dólares en Camerún para cultivar 5.000 hectáreas de arroz y establecer una planta de elaboración de este grano con el apoyo de los ministerios chinos de Comercio y Agricultura.
Los funcionarios que participan en el proyecto señalan que los obstáculos a los que se enfrenta China con este proyecto son, además de una fuerte oposición por parte de los gobiernos extranjeros, la falta de experiencia de sus empresarios y la inestabilidad política de los países en desarrollo en los que tienen pensado invertir.
"Una gigantesca réplica de la Ciudad Prohibida domina las alturas de la turbulenta capital de Nigeria. En Lagos, la mole imperial no hace las funciones de museo, como en Pekín. Es, por el contrario, un centro comercial donde se venden todo tipo de manufacturas "made in China". Hasta aquí la anécdota. El dato es que los intercambios comerciales entre el África Subsahariana y China crecen a un ritmo del 50% anual desde hace una década, con una balanza cada vez más desequilibrada a favor de oriente"… China "invade" el África Subsahariana (El Confidencial – 16/6/08 – Por Ángel Villarino. Bangkok)
"China construye carreteras, edificios, ferrovías, puertos, instalaciones petroquímicas y cuarteles militares: está sacando petróleo, cultivando tierras agrícolas, talando árboles y ofreciendo productos y servicios", ilustra Robert I. Rotberg, analista de la World Peace Foundation. La presencia asiática filtra cada vez más en la vida cotidiana de los africanos. Durante el año 2007, Pekín subvencionó programas para aprender mandarín a los funcionarios y hombres de negocios nigerianos. Meses después implementó la misma estrategia en Angola.
La invasión de productos chinos es apabullante. En Sudáfrica, el 90% de las camisetas que se comercializan tienen etiqueta asiática. Mientras que en Sierra Leona, nación devastada por las guerras, una compañía con sede en Shanghai está creando el primer hotel de lujo del país. En Zambia, Pekín ha invertido cerca de 170 millones de dólares en el sector minero, especialmente para la extracción de cobre, metal necesario para su pujante maquinaria industrial. En Uganda, las farmacéuticas asiáticas han instalado laboratorios, comercializado cientos de medicamentos más baratos que los exportados por las compañías occidentales, patentado un nuevo remedio contra la malaria y levantado una enorme fábrica de mosquiteras que es ya líder de ventas en el país. En países como Zambia se han registrado manifestaciones masivas y revueltas para protestar ante la "invasión china".
La inversión directa de China en África abarca todos los sectores y supera ya los 11.700 millones de dólares anuales. El flujo comercial, aunque desequilibrado, circula en doble sentido. Junto con India, país que también ha irrumpido con fuerza en la escena africana, China compra ya alrededor de una cuarta parta de las exportaciones africanas. "Las compañías chinas e indias son la vanguardia de la integración de las economías africanas en el mercado global. Pekín está haciendo muchos esfuerzos para animar el proceso. El año pasado, por ejemplo, eliminó los impuestos en 190 productos procedentes de los 25 países menos desarrollados de África", resume el economista Harry G. Broadman.
Los esfuerzos del gigante asiático por acercarse a África tienen, como no, aspectos políticos. Según análisis como el de Mark Leonard, autor de What Does China think?, el modelo chino se está planteando como una alternativa a la vía del libre mercado occidental que, encabezada por Estados Unidos, ha sido el único modelo para los países africanos desde la implosión de la Unión Soviética."Para los gobiernos africanos el crecimiento de China significa que ya no tienen que elegir entre la asimilación a las reglas de Occidente y el aislamiento", escribió el ensayista.
Entre otras cosas, China financia y monitorea la creación de cinco "Zonas Económicas Especiales" en África, a imagen y semejanza de los experimentos con el libre comercio llevados a cabo en el sur del país durante la primera fase de su aventura capitalista a finales de los años 70.
En noviembre de 2006, el PCCh organizó una cumbre de países africanos en Pekín, celebración que preparó a conciencia engalanando la ciudad y cerrando miles de fábricas para mejorar la atmósfera y contener la polución. El presidente Hu Jintao prometió duplicar la ayuda a los países africanos en 2009, cancelo la deuda de 32 naciones y ofreció 10 mil millones de dólares en créditos blandos para poner en marcha negocios, formar personal, crear hospitales y escuelas.
En la misma cumbre, China cerró doscientos tratos comerciales con quince países diferentes, disparando hasta los 42 mil millones de dólares el volumen de intercambio comercial con África y desplazando así a Estados Unidos como el primer socio comercial del continente.
"Al principio nos concentramos en algunos sectores, como agricultura, petróleo y pesca. Ahora es posible ver inversiones chinas en manufactureras, electrónicas, incluso turismo, telecomunicaciones y construcción. Nuestra entrada es cada vez más ancha", analizó Yang Guang, director del Instituto de Estudios Africanos de la Academia de Ciencias Sociales china.
Según los datos que maneja Guang, en el año 2008 había 800 empresas chinas invirtiendo en África, de las cuales unas 100 son públicas. En torno a 80.000 chinos se han desplazado a África en consecuencia al incremento de esta presencia económica. Muchos viven en gigantescos cuarteles amurallados donde mantienen su estilo de vida sin mezclarse con las poblaciones locales.
Desplazando al gigante imprescindible (la conquista china)
"China se convirtió en el mayor mercado de exportaciones japonesas, según nuevas cifras del mes de julio dadas a conocer en Tokio. Es la primera vez -desde la Segunda Guerra Mundial– que China pasa a ser el principal cliente de Japón"… China, el principal mercado de Japón (BBCMundo – 21/8/08 – Por Andrew Walker)
Esta es otra señal del creciente peso de China, y en general de otras naciones emergentes, en la economía mundial.
China logró superar a Estados Unidos como el primer destino de las exportaciones japonesas. Las ventas dirigidas a la débil economía estadounidense disminuyeron, en especial la exportación de vehículos. Sin embargo, la demanda en China ha continuado creciendo.
Para algunos economistas, esto ha sido sólo un estímulo temporal vinculado a las Olimpiadas de Pekín que se debilitará cuando finalicen los juegos. Pero aún así, China tiende a convertirse en un mercado cada vez más importante para Japón y para muchos otros países. Una parte importante de este comercio consiste en el envío de piezas o partes a China, para que posteriormente sean ensambladas.
EEUU ya no es el gigante imprescindible
El declive industrial de Estados Unidos indica que la nación autónoma de la inmediata posguerra se ha convertido en el centro de un sistema cuya vocación es consumir más que producir. El país es esencial para el mundo no por su producción, sino por su consumo, que en 2006 representó el 70% del PIB, frente al 61% en Reino Unido, el 59% en Italia o el 55% en Japón, Alemania, Francia y Canadá.
Mientras que en 1929 el 44,5% de la producción industrial mundial estaba en EEUU, en comparación con el 11,6% de Alemania, el 9,3% de Gran Bretaña y el 2,4% de Japón, hoy su producto industrial es inferior al de la UE y Japón. El sector manufacturero en EEUU ha perdido 3,7 millones de empleos en los últimos siete años. Las manufacturas representan hoy el 10% de los puestos de trabajo y el 12% del PIB, aunque supone el 50% del gasto en I+D.
En los 40 años posteriores a la II Guerra Mundial, el mayor empleador de EEUU era General Motors; hoy es la cadena de supermercados de descuento Wal-Mart, que contrata a sus empleados por salarios muy bajos y con empleos temporales o precarios.
Los servicios financieros, en cambio, han crecido dos veces más rápido que la industria manufacturera en los últimos 20 años, lo que ha agudizado lo que el ex primer ministro francés Michel Rocard llama el "divorcio entre capitalismo y economía de mercado", es decir, el desvío de la liquidez hacia lo inmaterial y lo especulativo.
La actividad financiera puede generar grandes beneficios, pero son muchos los economistas que advierten que una tasa de beneficio elevada en actividades con escaso potencial tecnológico e industrial conduce a la improductividad. En Estados Unidos, los beneficios de los servicios financieros fueron el 47% de los beneficios corporativos totales antes de impuestos en 2007.
Ese modelo productivo explica, entre otras cosas, el escaso interés mostrado por EEUU en moderar su consumo energético. A lo largo de su historia, europeos, japoneses, chinos o indios, por ejemplo, han tenido que luchar contra el agotamiento del suelo y la escasez de los recursos naturales. En Estados Unidos, en cambio, una población liberada del pasado descubrió una naturaleza aparentemente inagotable.
Según escribe Emmanuel Todd en su libro "Después del imperio", en EEUU la economía dejó de ser una disciplina que estudia la asignación óptima de unos recursos escasos para convertirse en "la religión de un dinamismo desinteresado por la noción del equilibrio".
Lo que parece inevitable es que el siglo XXI ya no será otro "siglo americano" debido al surgimiento de un nuevo orden multipolar, no necesariamente más equilibrado o democrático. El experimento de capitalismo autoritario que tiene lugar de manera notable en China y en la Rusia de Vladimir Putin demuestra que el capitalismo liberal no es la única forma de capitalismo posible. Probablemente la gran lucha ideológica del siglo XXI se librará en torno a las distintas versiones del capitalismo.
Algunos analistas creen que el llamado "consenso de Washington" pronto será reemplazado en buena parte del mundo en desarrollo por un "consenso de Pekín" basado en el desarrollo liderado por el Estado y en la ausencia de libertades públicas y derechos democráticos.
El autoritarismo parece inherente a los "petroestados", que se independizan económicamente de sus ciudadanos al no necesitar de sus impuestos para financiarse. Desde 1999, los ingresos anuales de los países de la OPEP se han cuadruplicado, hasta los 670.000 millones de dólares en 2007. En 2007, el consumo mundial de crudo fue de 86 millones de barriles diarios, un 13% más que en 1999.
A 100 dólares el barril, el valor de las reservas probadas de crudo de los países exportadores de petróleo es de 104 billones de dólares, una cifra equivalente al valor conjunto de todas las acciones y bonos cotizados en las bolsas del mundo. Unos 48 billones pertenecen a los países miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudí, Qatar, Omán, Kuwait, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos). Los demás países de la OPEP poseen 44 billones y los no miembros (Canadá, Noruega, México y Rusia), 12 billones.
India y China, por otra parte, están regresando al papel económico que tuvieron hasta el siglo XVIII, lo que quiere decir que, al menos en términos económicos, el mundo multipolar ya ha comenzado. Y a los términos económicos tarde o temprano les siguen, por lo general, los políticos y militares.
Aunque China está a décadas de distancia de tener una flota de portaaviones y submarinos nucleares como los que permiten a EEUU proyectar su poder globalmente, el gigante asiático está aumentando su gasto militar a un ritmo del 16% anual. Su presupuesto de defensa es de 59.000 millones de dólares (un 1,4% del PIB), una fracción del de EEUU (4,6% del PIB), pero suficiente para derribar, como hizo en enero de 2007, uno de sus satélites en órbita a 800 kilómetros de altura con un misil, lo que amenaza con desencadenar una carrera armamentista en el espacio.
Una docena de países ya son capaces de poner satélites en órbita, lo que quiere decir que también tienen capacidad para derribarlos. Un ataque a gran escala a la red internacional de satélites haría colapsar las telecomunicaciones globales, lo que arrastraría al sistema financiero y a la economía mundial.
La nueva multipolaridad de la globalización es evidente en los países emergentes, que en los últimos cuatro años han acumulado un superávit por cuenta corriente de 2,5 billones de dólares y que este año excederá los 625.000 millones, una suma que ha estado financiando los déficits gemelos de EEUU y que ahora les permitirá estimular sus economías con políticas contracíclicas.
En 2007, los países en desarrollo representaron el 52% del crecimiento mundial, frente al 37% de los años 90. Su proporción del PIB mundial es hoy del 29%, cuando en 1995 era del 18%. En el año 2007 China representó el 17,8% del crecimiento global, frente al 14,6% de EEUU. Las empresas de los Brics (Brasil, Rusia, India y China) absorbieron durante ese año el 39% del capital de las salidas a Bolsa mundiales.
El 75% de las reservas mundiales de divisas, de seis billones de dólares (a mediados de 2008), están en sus manos. Sus fondos soberanos tienen otros 2,5 billones más en sus arcas. La capitalización de sus bolsas es de 17,8 billones, frente a los 2,2 de 2000. La de las bolsas de EEUU es de 17,5 billones.
El consumo de los 17 mayores países en desarrollo equivalía al 48% de EEUU en 2000; en 2008 es del 65% y en 2017 podría superarlo. El comercio mundial está cambiando como resultado: en 2000, EEUU importaba el 20% de los bienes y servicios del mundo; en 2000, sólo el 14%, mientras que en los países emergentes esas cifras han ido del 33% al 40,6%. Las exportaciones chinas a EEUU sólo representan el 8% de su PIB, las de India el 4%, las de Brasil el 3% y las de Rusia el 1%.
En África, Irán o Asia central, China no sólo está comprando materias primas: está desplegando un ejército de ingenieros para construir infraestructuras y está empeñada en un programa de inversiones estratégicas en defensa y el sector financiero, llenando todos los vacíos de poder que encuentra a su paso, sobre todo en Siberia, donde Rusia, cuya población disminuye a pasos acelerados (tendrá la misma población que Turquía en 2025) no puede contener el empuje demográfico chino. El experto en geopolítica indio Paragh Khanna sostiene en su libro "El segundo mundo" que Rusia tendrá que decidir en un futuro cercano convertirse en un aliado estratégico de la UE o en un "petroestado vasallo de China".
En el sureste asiático, donde vive una diáspora de origen chino de 35 millones de personas, el "Imperio del Centro" ha construido una "esfera de co-prosperidad" que eventualmente podría crear su propio fondo monetario internacional y una moneda única para aislarse de las crisis financieras occidentales. Malasia y Tailandia aún realizan ejercicios militares conjuntos y maniobras navales con EEUU, pero al mismo tiempo han firmado acuerdos militares con China, incluyendo el Tratado de Amistad y Cooperación, un pacto de no agresión de los países de la zona.
El cuadrilátero India-Japón-Australia-China ya comercia más entre sí que con la otra orilla del Pacífico y ha comenzado a extender sus redes en el Asia central, absorbiendo en su órbita a miniestados fallidos como Tayikistán o Uzbekistán e incluso al gigantesco y muy rico en petróleo Kazajastán. La Organización de Cooperación de Shanghai, que une en su seno a China y Rusia, podría incluso convertirse en una "OTAN del Este".
Con alrededor del 20% de la población mundial, China consume la mitad del cemento del mundo, el 30% del acero y el 25% del aluminio y desde 1999 ha multiplicado por 23 veces el cobre que consume. Hasta mediados de 2008, China no parecía haber acusado el frenazo de la economía norteamericana: sus exportaciones a EEUU sólo han caído un 5% en el último año, mientras que las que se dirigen a Brasil, India y Rusia han crecido un 60% y a los países de la OPEP un 45%. Más de la mitad de las exportaciones chinas van ahora a países emergentes.
Según datos oficiales del Gobierno chino, el comercio entre China y América Latina superó los 102.000 millones de dólares en 2007, un 46% más que el año anterior. El comercio de China con África, por su parte, alcanzó los 73.000 millones. Chile, Perú y Argentina exportaron a China alrededor del doble de lo que importaron de ella, pero México, Centroamérica y Colombia sufrieron grandes déficits comerciales con ese país.
Aunque nadie saldrá indemne de una recesión en EEUU, todos esos datos indican que ese país ha dejado de ser el único "gigante imprescindible" de la globalización.
Además, con "recochineo" (te vas a enterar…)
"No hace mucho, las autoridades chinas acudían a los encuentros estratégicos con EEUU sabiendo que recibirían alguna que otra reprimenda de las autoridades estadounidenses. Era frecuente que Washington les recriminase su mala gestión económica por aplicar subsidios estatales, regular excesivamente la inversión extranjera o mantener su moneda infravalorada y que les recomendase que su sistema económico se pareciese más al americano. Pero en las últimas semanas, el dedo acusador apunta justo en la dirección opuesta. Los funcionarios chinos han reprochado a EEUU su gestión económica mientras defienden la intensa regulación del coloso asiático"… China culpa a EEUU de la crisis económica mundial (Negocios – 18/6/08 – Por Edward Wong – NYT)
El país asiático está molesto por la aparente hipocresía de los americanos que intentan decirles qué deben hacer, cuando su sistema se encuentra estancado.
A mediados de 2008, las críticas se hicieron hecho más evidentes. Liu Mingkang, responsable de la comisión reguladora del mercado bancario acusó la "pervertida concepción" regulatoria de Washington y culpó a EEUU por la grave crisis hipotecaria que a punto estuvo de congelar los mercados occidentales de deudas.
El representante chino en la Organización Mundial del Comercio (OMC) hizo un llamamiento a EEUU para que cese la depreciación descontrolada del dólar antes de que la crisis vaya más lejos y continúe la escalada de precios del crudo y de los alimentos. Además, algunas autoridades chinas han criticado la "actitud discriminatoria" de EEUU hacia ciertas inversiones extranjeras.
Todos estos gestos reflejan una nueva autoconfianza por parte de China. El gigante asiático se mostró inusualmente audaz antes de los Juegos Olímpicos de agosto, vistos como un signo de la relevancia de China en el mundo.
"El primer ministro chino, Wen Jiabao, ha señalado que la economía del país ha mostrado signos positivos antes de lo esperado, en el primer trimestre del año, como consecuencia del plan de estímulo económico adoptado en noviembre pasado. Sin embargo, en una entrevista difundida por el diario oficial 'China Daily', Wen se mostró prudente. "China no puede salvar el mundo y tampoco puede sobrevivir sin el mundo. Lo que tenemos que hacer es todo lo posible para minimizar el impacto de esta crisis", ha dicho el primer ministro chino"… Palabras del Primer ministro del país – "China no puede salvar el mundo y tampoco puede sobrevivir sin el mundo" (El Mundo – 13/4/09)
El dirigente chino considera signos positivos que la demanda doméstica haya aumentado de forma sostenible y la inversión en activos fijos haya crecido a buen ritmo en el primer trimestre de 2009. Al mismo tiempo, las importaciones y exportaciones han registrado un cierto aumento mensual en ese periodo, a pesar de haberse reducido en tasa interanual. Estos indicadores son un síntoma de que algunos sectores y empresas chinas están en proceso de recuperación gradual.
El primer ministro chino agregó que algunas industrias, no especificadas, han registrado ingresos mensuales e interanuales en los tres primeros meses del año.
Como tercer signo de posible recuperación, Wen ha recordado que el índice de gerentes de compras y el de confianza empresarial de la industria manufacturera también se elevaron, lo que indica que la economía china ha empezado a estabilizarse y recuperarse en algunas áreas.
Y por último, la confianza en los mercados ha aumentado y la economía registró una cierta reactivación por primera vez en tres meses, con incrementos tanto en las bolsas como en los volúmenes de transacciones inmobiliarias.
A pesar de estas buenas noticias en medio de la depresión económica global, Wen ha reconocido que su país, tercera potencia económica del mundo por PIB, se enfrenta a graves dificultades debido a la contracción de la demanda externa de sus principales clientes: Estados Unidos, la Unión Europea y Japón.
Esta contracción ha supuesto un desastre para el sector manufacturero chino, motor del crecimiento del país durante tres décadas y que en los últimos meses ha registrado miles de cierres de empresas que han dejado en la calle a por lo menos 20 millones de personas. "No podemos dejar de estar vigilantes", ha advertido al referirse al avance y expansión de la crisis financiera internacional.
Debido a que esta recesión sin precedentes en las principales economías todavía no ha tocado fondo, "no podemos asegurar que la economía china se haya salvado de la crisis", ha dicho.
Durmiendo con el enemigo (el principal acreedor del peor deudor)
"Cuando en 1987 el grupo irlandés U2 cantaba With or with out you, China ocupaba el puesto número 11 en el mapa del Producto Interior Bruto (PIB) mundial, con 268.217,5 millones de dólares y un leve superávit por cuenta corriente de 300 millones de dólares. Veintidós años después, China es un gigante que ocupa el cuarto puesto en la economía del mundo con un PIB de 3,2 billones de dólares, y un superávit por cuenta corriente que ronda los 400.000 millones. Pero así como el gigante asiático se ha ganado un puesto entre los líderes de la economía mundial, también se ha creado una relación de dependencia con EEUU, y más en concreto con su divisa y con su mercado de deuda"… China, EEUU y el síndrome de U2 (Cinco Días – 4/5/09 – Por Miguel Rodríguez)
China tiene unas reservas en divisa extranjera de 1,95 billones de dólares, según los datos a cierre de marzo de 2009 del banco central del país. 744.000 millones de dólares están invertidos en deuda pública estadounidense, según los datos de febrero de 2009 del Departamento del Tesoro americano. Es decir, que cerca del 40% de las reservas en divisa extranjera de China dependen de la evolución del mercado de deuda americano -y del dólar, en consecuencia-, de la misma manera que China posee el 23% de la deuda emitida por EEUU. Eso sin contar con lo que el país ha invertido en renta fija privada de empresas como Freddie Mac o Fannie Mae, y que ronda los 400.000 millones de dólares.
Si más de un tercio del PIB de China está invertido en dólares y Estados Unidos transita por la peor crisis económica desde los años 30 del siglo XX, no es de extrañar que las autoridades del país asiático hayan mostrado en público su inquietud por el futuro de sus inversiones. En marzo de este año, el Gobierno chino propuso reemplazar al dólar como divisa de reserva mundial por una nueva moneda de referencia controlada por el Fondo Monetario Internacional. Algo así como convertir los actuales derechos especiales de giro del FMI en la divisa de reserva mundial. Los SDR son una suerte de moneda interna del organismo, sostenida por el dólar, el euro, el yen y la libra esterlina, que los países pueden utilizar como moneda de reserva y para pagos internacionales.
Pero ni Estados Unidos está dispuesto a ceder la hegemonía de su moneda en el mundo, ni realizar una transformación como esa es tan fácil. "China quiere diversificar sus reservas, pero para deshacer sus posiciones en dólares tendría que llegar a un pacto con Estados Unidos, y recibir el apoyo del FMI y del Banco Mundial", explica el profesor de Esade Robert Tornabell. "No es posible ahora mismo, un movimiento así provocaría el hundimiento del dólar y una depresión muy profunda a nivel mundial".
Es más, China, entre la espada y la pared, en estos momentos se ve obligada a comprar deuda de EEUU para mantener los precios al alza y evitar que sus inversiones pierdan valor. Así que es inimaginable una venta de activos en dólares que no sea consensuada y gradual. De lo contrario la estampida del mercado de deuda estadounidense podría ser catastrófica. "Sería un poco absurdo cargarte el 90% de tu inversión por salvar un 10%", sostiene José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney.
La disyuntiva es mayor, porque a China comercialmente le interesa que el dólar esté caro, porque favorece la competitividad de sus exportaciones. Pero cualquier movimiento para diversificar sus reservas afectará negativamente al billete verde. "Ellos mismos son los que mueven el mercado", afirma Antonio Villarroya, estratega de tipos de Merrill Lynch. Difícil coyuntura, por tanto, la de China (I can't live… with or without you, que cantaban los irlandeses U2).
Pero Geithner, intenta tranquilizar a los acreedores (que ríen por no llorar…)
"El secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, de visita oficial en Pekín, ha defendido la seguridad de la deuda pública estadounidense adquirida por China y la fortaleza del dólar. Su intervención ha provocado risas entre los asistentes a su conferencia en la Universidad de Pekín"… Geithner provoca carcajadas en Pekín: "Los fondos chinos están muy seguros" (Libertad Digital – 1/6/09)
Geithner defendió en su discurso la voluntad de la Administración norteamericana de reducir el déficit público a pesar de las últimas partidas de gasto aprobadas para superar la crisis económica y financiera. Geithner insistió en que la Administración de Barack Obama defenderá un dólar fuerte, cuestión fundamental para China, país que cuenta con importantes reservas en dólares.
En marzo de 2009, China seguía siendo el principal poseedor de deuda pública estadounidense, con 768.000 millones de dólares (unos 540 millones de euros), según datos oficiales, pero algunos analistas consideran que el total de las inversiones chinas vinculadas al dólar podrían duplicar esta cifra, hasta casi los 2 billones de dólares.
"Los fondos chinos están muy seguros", afirmó Geithner durante su intervención en la Universidad de Pekín. Esta respuesta provocó la risa entre los estudiantes del público, un claro síntoma del escepticismo que provoca entre la población. Muchos critican incluso el absurdo que supone que un país en vías de desarrollo como China invierta su dinero en deuda de un país extranjero en lugar de en mejorar el nivel de vida de sus propios ciudadanos.
Geithner insistió también en la intención de la Administración Obama de recortar el déficit público y prometió un gasto futuro "muy disciplinado" y barajó incluso la posibilidad de incluir normativa del tipo si vas paga (pay-as-you-go), fórmula empleada para definir los proyectos que deben incluir la financiación en la propia ley que apruebe el Congreso.
"Tenemos los mercados de inversión libre de riesgo más profundos y más líquidos del mundo. Estamos comprometidos con la rebaja del déficit público a un nivel sostenible", dijo. "Creemos en un dólar fuerte (…) y vamos a asegurarnos de que reparamos y reformamos el sistema financiero para mantener la confianza", agregó.
El responsable estadounidense también abogó por un papel más relevante de China en instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI). "China es demasiado importante para la economía global como para no tener un sillón fijo en la mesa internacional", afirmó.
En cualquier caso, Geithner defendió la necesidad de reformas para no volver al modelo anterior ni en Estados Unidos ni en China. Ambos deben cambiar sus estrategias de crecimiento, ya que los consumidores americanos deben ahora pagar sus deudas tras años viviendo por encima de sus posibilidades.
Para China, que, según Geithner, está "en una fuerte y envidiable posición", eso significa reducir su dependencia del crecimiento orientado a la exportación. "Las compras de los consumidores estadounidense no pueden ser tan determinantes como fórmula de crecimiento como lo han sido en el pasado", dijo. "En China (…) el crecimiento sostenible requerirá un giro sustancial desde la demanda externa a la interna y de la inversión en crecimiento intensivo en exportación al crecimiento basado en el consumo", explicó.
Mientras Geithner aconseja a los chinos, gastar más… Yu Yongding, un ex asesor del Banco Central de China aconseja a los americanos, ahorrar más (o sea…)
"Otra crisis financiera mundial podría ser desencadenada como consecuencia de una pérdida de confianza en el dólar, a menos que EEUU no ahorre más, según Yu Yongding, un ex asesor del Banco Central de China"… China alerta de una nueva crisis financiera "inevitable" si EEUU no ahorra más (Libertad Digital – 2/6/09)
El ex asesor del Banco Central de China alertó de la llegada de una nueva crisis financiera mundial "inevitable", como resultado de la pérdida de confianza en el dólar. Para evitar tal proceso, EEUU tendrá que ahorrar mucho más, advirtió.
Es "muy natural" que todo el mundo esté preocupado por el creciente gasto público y déficit fiscal que está aplicando el Gobierno de EEUU, añadió.
Por ello, Yu solicitó que "Geithner muestre sus cálculos" (reducir el déficit público hasta el 3% del PIB a medio plazo), para saber "cómo el Gobierno de EEUU puede lograr este objetivo". La primera potencia mundial precisa aumentar su tasa de ahorro y reducir su déficit por cuenta corriente (déficit exterior) o una nueva "crisis financiera provocada por una crisis del dólar podría ser inevitable", indicó el académico.
Wen Jiabao (que no se confía de Geithner) diversifica sus reservas y sale de compras en las "Rebajas"
"Deberíamos acelerar la puesta en práctica de nuestra estrategia exterior y combinar el uso de las reservas de divisas con la salida al exterior de nuestras compañías", declaró el premier chino ante algunos diplomáticos del país a última hora del lunes"… China utilizará sus reservas en divisas (Expansión – 22/7/09 – Por Jamil Anderlini / FT)
Wen afirmó que Beijing también pretende que las empresas del país aumenten el nivel de exportaciones globales. La estrategia de "salida" es un eslogan para fomentar la inversión y las adquisiciones en el extranjero por parte de grupos industriales estatales como PetroChina, Chinalco, China Telecom y Bank of China.
Qu Hongbin, economista jefe para China de HSBC, aseguró que "ésta es la primera vez que asistimos a declaraciones oficiales sobre este tipo de iniciativas, que fomentan la compra de activos extranjeros por parte de sus empresas". Las inversiones directas al exterior de carácter no financiero aumentaron el año pasado hasta los 40.700 millones de dólares (28.600 millones de euros) frente a los 143 millones de dólares registrados en 2002.
Aunque Wen no especificó qué parte de los 2,1 billones de reservas se destinaría a las empresas, Qu Hongbin explicó que la iniciativa forma parte de una estrategia para reducir su dependencia del dólar estadounidense como divisa de reserva. En su opinión, "ésta es una diversificación de reservas. En lugar de acumular reservas en divisas y activos financieros a corto plazo, el Gobierno quiere que el país opte por activos corporativos a más largo plazo".
Los grupos estatales, sobre todo los que pertenecen a los sectores de recursos naturales, ya han empezado la búsqueda de empresas extranjeras y activos que estén en venta debido a la crisis global. China Investment Corp, el fondo de riqueza soberana valorado en 200.000 millones de dólares, ha comprado participaciones en empresas extranjeras y se ha hecho con una participación del 1,1 % de la británica Diageo.
En una entrevista publicada por un periódico estatal, el presidente del Banco de Desarrollo de China aseguró que las inversiones en el exterior de su país se acelerarían, pero estarían centradas en economías en desarrollo ricas en recursos. "Todos dicen que deberíamos acudir a los mercados occidentales a comprar activos a buen precio", explicó Chen Yuan. "Creo que en lugar de ir a Wall Street, lo mejor es dirigirnos a países con recursos energéticos y naturales", añadió.
Análisis – Primer plano: Opiniones importantes (lecturas recomendadas)
– Hay que reequilibrar las relaciones EU-China (El País – 21/6/09)
(Por Kenneth Rogoff)
A medida que la economía mundial se estabiliza, existe el riesgo creciente de que EEUU y China regresen a los patrones económicos previos a la crisis, lo que supondría un riesgo para ellos y para el resto del mundo. A pesar de la retórica de los funcionarios chinos sobre la necesidad de una nueva moneda mundial que reemplace al dólar y los coqueteos de los legisladores estadounidenses con las cláusulas Buy American (que atemorizan a todos, no sólo a los chinos), nadie querrá hacer olas en un barco que está por naufragar. Así pues, China sigue teniendo un superávit comercial gigantesco y EEUU sigue gastando y pidiendo préstamos.
No hay duda de que la estabilidad a corto plazo parece muy atractiva en estos momentos. No obstante, si las relaciones comerciales y de deuda entre China y EEUU simplemente se reanudan a partir de donde se quedaron, ¿qué evitará que vuelva a darse la misma dinámica insostenible que acabamos de presenciar? Después de todo, los enormes préstamos solicitados por EEUU en el extranjero fueron claramente un factor clave que contribuyó a crear el reciente caos financiero, mientras que la excesiva dependencia de China del crecimiento impulsado por las exportaciones la ha hecho muy vulnerable a una caída brusca de la demanda global.
Los gigantescos estímulos fiscales en ambos países han servido para evitar temporalmente más daños, pero ¿dónde están los cambios que se necesitan? En estos momentos ¿no sería mejor aceptar más ajustes mediante un crecimiento poscrisis más lento que tendernos una trampa que nos llevaría a una crisis mayor?
Es cierto que tanto la Administración estadounidense como el liderazgo chino han hecho algunas propuestas inteligentes de cambio. Pero ¿son sinceras sus intenciones? El secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, ha sugerido un replanteamiento profundo del sistema financiero, y los líderes chinos están empezando a tomar medidas para mejorar la red de seguridad social del país.
Estas medidas deberían contribuir en gran medida a que las balanzas comerciales de EEUU y China se sitúen en niveles más sostenibles. Una mayor reglamentación financiera en EEUU significa que los consumidores no podrán pedir préstamos con tanta facilidad y endeudarse excesivamente con hipotecas y tarjetas de crédito. Por otra parte, los consumidores chinos podrían empezar a gastas más de sus ingresos si pudieran preocuparse un poco menos por tener que ahorrar para la atención de la salud, la educación de sus hijos y sus jubilaciones.
No obstante, hay razones para preocuparse. Ahora que el mundo parece estar saliendo de su horrible crisis financiera, es parte de la naturaleza humana caer en la complacencia, y la política interna sobre las relaciones comerciales y financieras EEUU-China está muy arraigada. Da miedo pensar en las lecciones que el sector financiero estadounidense extraerá si tras el rescate multibillonario sólo hay reformas superficiales e ineficaces. Y ¿prevalecerán acaso los intereses exportadores de la costa china en las decisiones de política de tipos de cambio a expensas de los consumidores pobres del interior del país?
Otro motivo de inquietud es que la recuperación global todavía es frágil. Los líderes estadounidenses y chinos han combatido la crisis no sólo con estímulos fiscales enormes, sino también con una profunda intervención en los mercados crediticios. Esa extraordinaria generosidad fiscal, a costa de los contribuyentes, no puede continuar indefinidamente.
El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, ha advertido, con razón, que este enorme estímulo fiscal temporal es una "inyección de azúcar" que a final de cuentas pasará sin que haya reformas profundas. Como he sostenido anteriormente, el resultado final de los rescates financieros y la expansión fiscal será casi seguramente un aumento de los intereses y de los impuestos y, muy posiblemente, inflación.
Para bien o para mal, quizá no sea posible retroceder en el tiempo. Parece que finalmente los consumidores estadounidenses, cuya glotonería contribuyó a alimentar el crecimiento en todo el mundo durante más de una década, se pondrán a dieta. Además de las condiciones más estrictas para los préstamos, la caída de los precios de las casas y las tasas elevadas de desempleo seguirán limitando el gasto de los consumidores estadounidenses.
Francamente, unas tasas más altas de ahorro personal en EEUU no serían algo malo. Seguramente ayudarían a reducir el riesgo de que se repitiera pronto la crisis financiera. Los candidatos obvios para sustituirlos serían los consumidores de China y otros países asiáticos, cuyas economías combinadas son más que iguales a la de EEUU. Pero ¿están dispuestos los Gobiernos asiáticos a abandonar su paradigma mercantilista? Fuera de Japón, los encargados del diseño de políticas en Asia ciertamente no parecen estar dispuestos a apreciar el tipo de cambio.
Desde el principio de esta década, al menos unos cuantos economistas (entre ellos, yo) habían advertido que era necesario controlar los desequilibrios comerciales y de cuenta corriente a nivel mundial para reducir la posibilidad de una crisis financiera grave. EEUU y China no son los únicos responsables de esos desequilibrios, pero su relación ciertamente está en el centro de ellos.
Antes de la crisis hubo mucha palabrería, incluyendo reuniones de alto nivel organizadas por el Fondo Monetario Internacional, pero muy poca acción. Ahora, los riesgos se han desbordado a todo el mundo. Esperemos que esta vez haya más que palabras. Si, por el contrario, los encargados de las políticas en EEUU y China ceden a la tentación de volver a los desequilibrios anteriores a la crisis, las raíces de la próxima crecerán como el bambú. Y ésas no serían buenas noticias para EEUU, para China ni para nadie más.
(Kenneth Rogoff es profesor de la Universidad de Harvard y fue economista en jefe del FMI. © Project Syndicate, 2009)
– Soros ve a China como el gran ganador de la crisis (Cinco Días – 30/6/09)
El multimillonario inversor George Soros auguró hoy que el temor a la inflación elevará los tipos de interés y ahogará el crecimiento, una vez que la economía se haya recuperado de una crisis de la que China será la gran beneficiada.
"El miedo a que se dispare la inflación forzará a la Reserva Federal a subir los tipos, lo que reprimirá el crecimiento y llevará a estanflación (combinación de estancamiento económico y altos precios)", aventuró hoy Soros en un foro organizado en Nueva York por The Wall Street Journal y la escuela de negocios IESE.
Sin embargo esa opción es "la mejor", pues "la alternativa sería una deflación que sólo empeoraría el abrumador peso de nuestra deuda", señaló Soros, convencido de que la economía crecerá "a trompicones", alternando avances y paradas.
"Aunque lo peor de la recesión ya ha pasado, tantos años de excesos requieren un tiempo para recuperarse", afirmó el inversor sin atreverse a señalar cuánto se dilatará ese proceso, ya que, añadió con humor, "mi teoría es que el futuro es impredecible".
Para Soros, la situación económica actual es "un vaso que se puede ver medio lleno y medio vacío, por lo que no es el momento de tener una firme convicción de nada" a la hora de invertir.
El gran error que se cometió con la burbuja financiera fue, a su juicio, creer que los mercados podrían arreglar solos la situación.
"Las burbujas no se pueden prevenir, pero sí se puede controlar su crecimiento", según Soros, para lo que abogó por un papel más activo de los reguladores, tratando siempre de que éstos mantengan su independencia de las fuerzas políticas.
El conocido inversor recordó que "en los viejos tiempos, el banco central enviaba cartas a las entidades diciendo que no se invirtiera más en el mercado inmobiliario porque estaba muy inflado o recomendaciones de ese estilo. Eso es lo que se necesita ahora".
"No se puede esperar de los partícipes que se resistan a una burbuja, lo previsible es que se incorporen a ella, así que se necesita una fuerza exterior -la regulación- que contrarreste esa atracción", explicó.
En ese sentido, puso como ejemplo China y su "capitalismo de estado", que le ha permitido que su sistema financiero haya quedado "prácticamente intacto" por la crisis internacional.
"Veo a China como gran beneficiario del derrumbe del sistema financiero internacional", ya que "no temen a la nacionalización de los bancos, porque ya están nacionalizados", y "estimulan sus exportaciones financiándolas", al tiempo que "sospecho que están diversificando sus reservas en divisas extranjeras y apostando por materias primas".
Soros, quien dijo que él también invertiría en bienes tangibles más que en divisas, concluyó que "el poder e influencia de China va a aumentar mucho más rápido de lo que se creía"…
– China y Rusia en la crisis (La Vanguardia – 22/8/09)
(Por Rafael Poch)
Pasividad en Moscú, reflejos en Pekín. Una comparación en la respuesta al gran parón económico global
En todo el mundo la actual crisis, además de crear problemas, ha abierto oportunidades para cambios importantes. Es lo que normalmente se define con la expresión, "la crisis como oportunidad".
Por ejemplo, a nivel mundial se podría aprovechar la crisis para encarar una transición energética sostenible y afirmar un consenso más eficaz y decidido contra el calentamiento global – esa es la verdadera y decisiva oportunidad. En el sector del automóvil la crisis se podría aprovechar para llevar a cabo una reconversión que impulsara el coche eléctrico.
En la esfera financiera se podría utilizar la ocasión para ilegalizar la "banca de inversiones" y los paraísos fiscales, etc., etc. Lo mismo podemos decir sobre los países. En España, por ejemplo, la crisis podría ser aprovechada para acabar con la degradación especulativa del litoral, con el "sector ladrillo"- aunque el actual plan de recuperación gubernamental más bien insiste en alimentar el desastre, tirando más dinero en nuevas carreteras, asfaltos y alumbrados, innecesarios para paliar la crisis del sector, sin rastro de una visión estratégica a medio y largo plazo….
Vamos a examinar este tema en el caso de Rusia y de China, comparando lo que se ha visto en ambos países desde que estalló la crisis. El resultado es un panorama bien diferente y contrastado, que podría ser la apostilla al documento "Rusia y China comparadas" que se repartió para esta sesión… (sólo se reproduce la parte sobre China).
En China
1) Veamos ahora la situación en China. Lo más extraordinario de China es que la política anti crisis comenzó antes de la crisis. De alguna manera, desde que yo llegué a China en 2002, ya estaba en marcha un cambio de rumbo de dirección keynesiana. ¿Por qué?; porque el sistema chino vio venir muchos de los problemas de la economía global, entre ellos el peligro de la extrema dependencia del país de la exportación, lo que la dejaba completamente expuesta a los bandazos de un brusca caída de la demanda, como ha ocurrido.
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