Hasta el 2043, la población china seguirá creciendo hasta alcanzar la catástrofe de 1550 millones, al límite de lo que los especialistas dicen que los recursos básicos disponibles podrían soportar. Aumentarán los problemas vinculados a recursos y medio ambiente, pero también disminuirá su "energía vital": para el 2050 el 27% de su población tendrá más de sesenta años. Entre tanto, deberá lidiar con una desigualdad, social y territorial, muy preocupante. Para el 2020 la población laboral de China superará los 900 millones, 300 millones más que el total de la población laboral de todos los países desarrollados. Generar empleo para esa masa, en pleno trance urbanizador, será uno de los grandes desafíos.
En educación, los chinos reciben como media menos de ocho años, el nivel de los americanos de hace un siglo, y menos de un 5% tiene educación superior, cuatro veces menos que en Europa. Con el 20% de la población mundial, China responde sólo del 1% del gasto mundial en educación. En sanidad y seguridad social: el 80% de los recursos se concentran en las ciudades. Se estima que la mitad de la población china no puede permitirse asistencia médica en caso de enfermedad. Sólo el 25% de la población urbana y el 10% de la rural disponen de algún tipo de seguro médico. 300 millones no tienen acceso a agua potable, y hay 120 millones de casos de hepatitis B.
El sistema político chino, un despotismo benevolente, deberá resolver una complicada reforma que disuelva el actual monopolio de poder, base de la actual estabilidad, e institucionalice alguna fórmula más pluralista. Pero sólo el 20% de la población china goza hoy de ese nivel de vida a partir del cual en Occidente (y en Japón, en Corea del Sur y en Taiwán, mucho más recientemente) se pudieron afirmar las llamadas democracias. Unido a la extrema debilidad de la sociedad civil, y al carácter chino, frecuentemente inmaduro en lo individual, todo eso da poderosos argumentos a la prudencia y el gradualismo. Ni su experiencia histórica ni su realidad interna sugieren agresivas aventuras exteriores imperiales.
Los datos son conocidos: somos más de 6.000 millones y seremos más de 9.000 millones a mediados de siglo, acercándonos a lo que se espera sea el "pico demográfico" y límite máximo de capacidad de carga del planeta. Sufrimos una crisis de civilización que se deriva de la relación entre esos dos aspectos de creciente población y desaforado consumo de recursos agotables. Un tercer aspecto, la nueva socialización y disponibilidad de las tecnologías de destrucción masiva, complica el recurso a la guerra, mediante el cual los humanos resolvíamos ese tipo de problemas a lo largo de la historia. Cuando la capacidad técnica de autodestrucción ya puede acabar con toda vida en el planeta, la desigualdad global y el imperialismo se hacen peligrosos. Como sugirió Einstein en los cincuenta, sin cambio de valores -y sin una nueva economía capaz de hacer unas cuentas realistas- no hay salida de esta crisis.
La actualidad de China tiene que ver directamente con esto. Todos los problemas de la crisis mundial están contenidos en ella. Su relación entre población y recursos es la más crítica. Los éxitos chinos de los últimos 30 años se han realizado sobre modelos en crisis, lo que contiene sospechas de que hay muchos desastres contenidos en ellos. La extraordinaria transformación que experimenta la China contemporánea tiene algo de esquizofrénico: aúna industrialización y desindustrialización, conjuga el desarrollismo con su crítica, el "enriquecerse es glorioso" con la preocupación por la armonía y la disolución de valores, y le obliga a experimentar con sus principales estrategias de modernización. La conciencia de que todo se puede torcer súbitamente es muy viva entre los dirigentes chinos, que perciben y definen su sistema como algo profundamente imperfecto y abierto al cambio (nada que ver con la URSS anterior a Gorbachov). Lo más esencial de la estrategia china de modernización, la urbanización (el mayor proceso de urbanización de la historia) y la apertura a la economía global, es objeto de debate.
En ningún lugar del mundo el modelo de desarrollo está más determinado por el dilema energético. La expansión desarrollista china evidencia la inviabilidad de la economía mundial inventada por Occidente. China tiene la proporción de tierra cultivable per cápita más crítica del mundo: menos de la mitad de la media mundial, ocho veces menos que en Estados Unidos y la mitad que en India. Con solo el 6% de la tierra cultivable del mundo, da de comer al 22% de la población mundial. Sus equilibrios son críticos e ilustran un dilema planetario. Ahí es donde aparece el otro gran dato de la actualidad de China: su demostrada capacidad de sobrevivir.
Sobre esa unidad y homogeneidad de China se inscribió la tradición civilizatoria, cultural y política, más longeva del planeta. Comparada con la de Occidente, la tradición china resalta por la ausencia de grandes rupturas y su continuidad. La continuidad civilizatoria y política de China, con sus altos y bajos, dispersiones y unificaciones, es única. La actual República Popular, es heredera de una tradición política continua de dos mil años y de una civilización de cuatro mil. Es como si en nuestros días existiera el imperio romano como entidad política, o como si el Egipto faraónico hubiera mantenido su identidad cultural. Y el ideólogo mas "formativo" de esa tradición, Confucio (551-479 A. de C.), es un coetáneo de Sócrates y Heródoto que en aquellos tiempos ya llamaba a respetar el orden superior de las antiguas tradiciones…
Una nación tan antigua y única en su demostrada capacidad de sobrevivir, que hoy resume y contiene, como ninguna, los dilemas existenciales de toda la humanidad, ¿puede ser observada con vehemencia y sin respeto?; ¿debe ser objeto de arrogante aleccionamiento, o sujeto de intercambio y observación?
"Asaltando la fortaleza" ("muralla" adentro)
China es hoy el gran mito. Pero también lo fue Japón en los ochenta. Y se esfumó.
Se desplomó por razones no económicas. China también puede toparse con dificultades sistémicas. Aunque está siendo gobernada de forma razonable y con sentido del largo plazo, no deja de ser una economía de mercado con un sistema político centralizado, un caso único. Pero aguanta.
China es el país que más contamina del mundo. En 2007, último dato disponible, emitió 1.800 millones de toneladas de CO2. El segundo y el tercer lugar lo ocupan EEUU, con 1.585 millones, y la UE con 1.036.
China ya no figura en la lista de países donde más se violan los derechos humanos, y que cada año elabora el Departamento de Estado de los Estados Unidos. ("EEUU borra a China de la lista de países que violan los derechos humanos" – ABC – 12/3/08)
¿Es China tan democrática como para que Obama haya establecido una nueva bipolaridad mundial en su último viaje al gran país asiático? (noviembre de 2009).
La reforma política es urgente en China, la supervivencia del Partido Comunista, del sistema y de toda su gran obra de modernización de medio siglo, dependen de ello, pero debe ser gradual y cuidadosa. Hacía muchos años que la autorizada voz de los expertos de la Escuela Superior del Partido, adjunta al Comité Central, el principal "think tank" del país, del que el actual Presidente, Hu Jintao, fue director (1993-2002), no se dejaba oír con un programa completo de reforma política. (El "gran plan quinquenal" de la democracia china – La Vanguardia – 13/3/08)
Un informe de 366 páginas, que propone una hoja de ruta para la democratización, incluido un calendario en tres etapas, hasta el año 2040, para su realización, ha sido su obra. Se llama, "Asaltando la fortaleza; informe sobre la investigación de la reforma del sistema político en China, tras el XVII Congreso". Entre sus autores, profesores de la Escuela como Wang Changjiang, de quien se conocen sus ideas sobre la compatibilidad de la democracia con un sistema de partido único, y Zhou Tianyong. Y con un prefacio del mismo Li Junru, el vicepresidente de la Escuela, dedicada a la formación de cuadros dirigentes.
Aunque en un discurso pronunciado en abril de 2006, en la Universidad de Yale, el Presidente Hu Jintao había manifestado: "Ausencia de democracia significa ausencia de modernización", la cosa no había ido mucho más allá de las declaraciones, de algunas medidas administrativas en el interior del Partido, y de tímidas iniciativas para dar un poco más papel a la Asamblea Nacional Popular.
"La reforma política", dice ahora el informe de la Escuela Superior del Partido, "es el camino inevitable para la estabilidad a largo plazo del Partido y del país" (…) "si dejamos de aplicarla a tiempo, nuestra reforma económica se colapsará en última instancia".
Subrayada su importancia, el informe establece también lo que son las condiciones básicas del éxito y los límites de una reforma política. En primer lugar, se trata de preservar el Partido Comunista; "la reforma política sólo puede realizarse si está dirigida, organizada y movilizada por el Partido Comunista Chino, que con 73 millones de afiliados, más de uno entre cada veinte chinos, es el mayor". "Una introducción rápida del sistema multipartidista, con pérdida de control del ejército y completa libertad de prensa, supondría desorden, divisiones e inestabilidad para el país".
La complejidad de la situación china requiere del liderazgo de un partido fuerte y poderoso, y, en cualquier caso, el límite de todo el proceso debe ser la preservación de la estabilidad; "la estabilidad es de capital importancia para la modernización de China, la reforma política debe realizarse dentro de ciertos límites, de lo contrario ocasionaría inestabilidad política", afirma. Los tres límites básicos son; "el Partido tiene que controlar al ejército", "el Partido debe dirigir y controlar a los cuadros" y "el Partido debe controlar la prensa".
Sobre la libertad de prensa, el libro la presenta como, "una tendencia inevitable del desarrollo", pero advierte; "debemos ser muy cautos y sinceros sobre qué función debe desempeñar (…), mal enfocada, significaría el desorden de la opinión pública y, por consiguiente, sería adversa a la transformación". Al mismo tiempo, los autores consideran un problema la situación actual, en la que, "los medios de comunicación están subordinados al Partido y a los órganos del estado".
"Debemos respetar la autonomía de la prensa e introducir una ley de prensa que regule su comportamiento, prohibiendo al mismo tiempo la interferencia ilegal del Partido y de los departamentos del estado en su trabajo", dice. "Hay que dar pleno juego al papel supervisor de los medios, hay que fortalecer la objetividad y repercusión de los medios, cambiando su contenido". Actualmente, observa, está excesivamente centrado en la crónica oficial de dirigentes y logros, pero hay que ir, "hacia una cobertura más amplia de temas concernientes a la vida de la gente, a la denuncia de prácticas ilegales en el interior del partido y del gobierno, y a la expresión de diferentes opiniones en política"… (el desarrollo del plan quinquenal de la democracia continúa más adelante).
Toda una declaración de intenciones (escaza de compromisos y sin establecer un cronograma cierto): primero el tiempo económico, después el tiempo social y finalmente el tiempo político. Por ahora (y una "larga marcha" por delante), consumo "patriótico" y anestesia "epidural".
¿Cómo se puede "acertar" en el ejercicio del "arte del bien común", cuando todavía se está (y por un largo plazo) con la manipulación de las mentes?
Entre las razones "de Estado" que Washington podría tener para ser indulgente con China destaca la creciente importancia de las exportaciones norteamericanas a este país -algo que no se puede desdeñar en el actual escenario de recesión- pero sobre todo la colaboración de Pekín en los acuerdos para desnuclearizar Corea del Norte, otro viejo compañero en la lista negra.
Estos "funámbulos" de la "tierra plana" (¿pragmáticos?) no aciertan ni cuando rectifican. Cuesta encontrar un ejemplo, incluyendo los casos literarios, en que haya mayor contraste entre la solemnidad de las proclamaciones y la ridiculez de los actos.
Los capitalistas "filisteos" quieren hacer participar a China (si no lo han logrado ya) de la modalidad más prominente de corrupción legal que ha socavado las grandes corporaciones occidentales y derribado la economía global. Les guste o no (a los mercaderes y cambistas "fracasados") el sistema sencillamente no puede ser arreglado. Deshagámonos de él y estaremos todos mejor.
Las fallas del actual sistema -y los "global players" que viven de él- son dolorosamente obvias. Pese a que a estos ejecutivos les gusta considerarse líderes, en lo que se refiere a sus prácticas operativas (que resultaron meramente especulativas), muchos de estos no han demostrado nada de liderazgo. Por el contrario, han actuado como jugadores de azar, excepto cuando los juegos en los que participan están completamente inclinados a su favor.
En primer lugar, juegan con el dinero de otras personas, tanto el de los accionistas como los sustentos de sus empleados y la sostenibilidad de sus instituciones.
En segundo lugar, reciben dinero no tanto cuando ganan como cuando parece que están ganando, porque el precio de las acciones de su compañía ha subido y sus primas se han activado. En dicho juego, uno se asegura de tener las mejores cartas sobre la mesa mientras mantiene el resto escondido en la mano.
En tercer lugar, también ganan dinero cuando pierden, lo que se conoce como "paracaídas de oro" (paquetes de compensación por despido). ¡Menudos jugadores de apuestas! En cuarto lugar, algunos incluso ganan sólo por recibir naipes. Por ejemplo, cuando reciben una bonificación especial tras negociar una fusión, antes de que se sepa si funcionará. La mayoría de las fusiones no funcionan.
Y por último, además de todo esto, existen presidentes ejecutivos que ganan dinero solamente por no abandonar la mesa. Este pequeño truco es conocido como "bonificación por retención", recibir dinero por ¡seguir jugando!
El modelo "desesperado" que Occidente quiere exportar a Asia se puede resumir de la siguiente forma: "consumimos en exceso por placer, y así seguiremos haciéndolo sin solución de continuidad. Forma parte de nuestra naturaleza psicológica y, cómo no, de nuestra educación y de la sociedad en la que vivimos, cuyo concepto de felicidad pasa por los bienes materiales". Lo que ocurre es que esa tendencia ha llegado hoy a extremos altamente preocupantes: "a veces nos comportamos como una sociedad muerta de hambre que ingiere de todo de manera desmedida: tecnología, moda, comida, relaciones, espacios, información, espectáculos, recursos. Y, además, a gran velocidad, de un modo acrítico y en grandes cantidades. Al igual que una persona que padeciese bulimia, que no puede resistir su impulso al atracón, nuestro comportamiento colectivo se afana en vaciar las estanterías de las grandes superficies para encontrar aquello que, de una vez por todas, nos haga sentir bien". Pero eso no revela más que la fragilidad de una sociedad "que trata de compensar sus angustias vitales a través de la ingesta y compra masiva de cualquier producto. Nos comportamos como bebés ansiosos que tratan de aferrarse al chupete o al biberón".
Sin que dejen de asumir el papel de prestamistas de último recurso (lo de "último", es rigurosamente cierto), el Occidente des-capitalizado quiere (necesita urgentemente) que Asia adopte un comportamiento consumista de nuevo rico, que fue, justamente, lo que provocó (por pérdida de valores, y no sólo económicos) la quiebra del modelo de progreso occidental. Ni siquiera aquellos que han desarrollado una epidermis paquidérmica, podrán negar que ésta resulte, una "receta asquerosa".
Preguntas de ayer… secándose al sol (escritas desordenadamente, al hilo del vivir)
¿Por qué se tolera el "chantaje" cambiario?
¿Por qué se admite el "dumping" laboral (social), sanitario (de seguridad), ambiental (de control)?… (y sigue la lista).
¿Por qué se libera a China de sus "responsabilidades globales", cuando es el (próximo) segundo país en importancia económica del mundo?
¿Por qué se soporta que en China los derechos humanos universales "no estén disponibles" para todas las personas y todas las minorías?
¿Por qué se intenta "desesperadamente" que los Guerreros de Xaim se transformen en Ricitos de Oro (tan bien que estaban "quitecitos")?
¿Por qué quieren incitar a China a practicar el mismo "esquema Ponzi" que provocó el colapso financiero de Occidente?
¿Por qué se empuja a China a la adicción al "consumismo compulsivo"?
¿Por qué se induce a China a practicar el "capitalismo feroz"?
¿Por qué se seduce a China a participar de la "economía de casino"?
Alguno de estos "fundamentalistas" de la financierización, se ha puesto a pensar sobre los riesgos globales que podría acarrear una falla sistémica importante en "la máquina autorregulada en perfecto equilibrio" (sic) en un país con 1.300 millones de habitantes, "impidiendo que los recursos de una comunidad sean distribuidos… de forma eficiente" (sic)… "Citius, altius, fortius", es sólo un lema del Pekín olímpico.
Alguno de estos "talibanes" del libre mercado, se ha puesto a pensar ¿de dónde saldrá el "segundo planeta" necesario para abastecer de materias primas y recibir los "detritus" del nuevo ejército en la reserva del consumismo feroz?… O en su defecto ¿estará Occidente dispuesto a reducir su huella ecológica (50% o más) para dejar espacio a los postergados del mundo?… No hay un planeta B. Con "citius, altius, fortius", no se resuelve.
Recetas asquerosas: Pragmatismo por socialismo: "A mí no me importa si el gato es blanco o negro, lo único que me interesa es que cace ratones" (Deng Xiaoping) – Enriquecerse es glorioso – La tierra es plana – El mundo es infinito – La cultura del exceso (con más inconveniencia que descaro) – Llamar mercado a lo que sólo es un bazar especulativo…
O soy muy ignorante o testarudo o desconfiado (en mi caso, las tres cosas), o en esto hay algo que no cuadra. No se puede vivir como si no hubiera mañana.
La demorada "agonía" de EEUU (y su privatizada democracia modelo "Washington S.A."), no puede ser suplida por el "irresponsable" surgimiento de China (y su régimen autocrático modelo "socialismo de mercado").
En las próximas páginas intentaré abordar ciertos aspectos sobre los Derechos Humanos, el Medio Ambiente, la Economía y la Geoestrategia que, al menos, permiten mantener cierta "duda razonable" sobre la feliz resolución del "sudoku" chino. En vuestras manos queda (estimados y pacientes lectores), dar o quitar razones a mis especulaciones intelectuales…
Se abre el telón…
Derechos humanos (un quilombo "controlado"… ¿hasta cuándo?)
Cuestión de "principios"
Una vez que un gobierno tiene a un pueblo a sus pies, una vez que se ha hecho con su conciencia, entonces es capaz de hacer con él lo que se le antoje. Cuando se atraviesa la barrera de la libertad individual, y se "usa" a una nación para unos objetivos concretos, ya sean ideológicos, religiosos, expansionistas, o con ánimo de lucrarse, entonces ya no estamos hablando de la política como "el arte del bien común", sino de la manipulación de las mentes.
El nazismo cayó en ese error. El comunismo también, así como el fascismo, u hoy en día el islamismo radical. Se podría añadir que la pérdida de valores de la sociedad occidental también adolece de esa alienación colectiva, de ese entontecimiento generalizado, que también sigue una estrategia, aunque en este caso en mi opinión no haya un Goebbels que la dirija, sino más bien somos todos nosotros los que nos la aplicamos.
Creo interesante traer a colación los once principios de la propaganda, elaborados y llevados a la práctica por el partido nazi, que sirvieron para que un pueblo entero retara al mundo. Es curioso, pero leyéndolos me siento incapaz de creer que el hombre aprenda de sus propios errores.
1. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.
2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. "Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan".
4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
5. Principio de la vulgarización. "Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar".
6. Principio de orquestación. "La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto, sin fisuras ni dudas". De aquí viene también la famosa frase: "Si una mentira se repite mil veces, acaba por convertirse en verdad".
7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
9. Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen al adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
10. Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea un mito nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa "como todo el mundo", creando una impresión de unanimidad.
¿Cuántos de estos principios son de aplicación corriente en China?
Estrenando una mentalidad de protección
"En los últimos cuatro meses, como consecuencia de los escándalos con la comida de perros y los juguetes de origen chino registrados en Estados Unidos, se ha llevado a cabo en China una gran campaña de seguridad alimentaria. La codicia de importadores y exportadores, y las presiones de mercado, dentro y fuera de China, para conseguir los costes más competitivos, conducen a utilizar todo tipo de productos dañinos en la confección de alimentos y artículos de amplio consumo"… China estrena protección social (La Vanguardia – 24/1/08 – Por Rafael Poch / Pekín)
Los escándalos fueron un duro golpe al prestigio de las exportaciones chinas e hicieron peligrar la condición de China como "fábrica del mundo", lo que determinó una reacción enérgica de las autoridades. La muerte de perros y gatos americanos ha resultado ser, así, un desencadenante de medidas alimentarias que beneficiarán a la población china. Según una encuesta publicada por la agencia "Xinhua", más del 60% de los encuestados expresan preocupación por temas de seguridad alimentaria en este país.
Una ley de seguridad alimentaria entregada en diciembre de 2007 a la Asamblea Nacional Popular prevé reforzar los controles de calidad de importaciones y exportaciones alimentarias. Establece un sistema de marcaje e identificación que responsabiliza a los productores de la veracidad de la información sobre ingredientes, aditivos y caducidad de los productos. También crea un sistema de devolución y compensación por productos defectuosos, que estimulará la capacidad de acción de las asociaciones de consumidores que florecen por todo el país.
El mismo propósito de protección social tiene la nueva Ley de Contrato Laboral que ha entrado en vigor el 1 de enero de 2008. El texto fortalece el papel de los sindicatos e incide en los derechos laborales. La Federación Pekinesa de Sindicatos ha publicado un modelo de convenio colectivo que aunque no es obligatorio para las empresas, marca una línea estándar. El modelo establece, por ejemplo, la jornada laboral de ocho horas diarias, con una hora para comida y descansos de 15 minutos por cada cuatro horas de trabajo, escalas de aumentos salariales, etc.
En sanidad, ámbito en el que China ha experimentado un alarmante retroceso durante los últimos 25 años de apertura de mercado, el nuevo objetivo general es disponer de un sistema de seguridad social universal para el año 2020. El Ministro de Sanidad Chen Zhu ha escrito, en un artículo publicado a inicios del año 2008, que, "los mecanismos de mercado no deben dominar el sistema sanitario", porque hacerlo conduciría a la desigualdad y al abandono de la china rural, donde vive la mayoría de la población china, y que el estado debe asumir el grueso de la financiación de la sanidad nacional. Esa tesis ha sido mantenida durante los últimos años por los representantes de la Organización Mundial de la Salud en China, en su diagnóstico sobre el pésimo estado de la sanidad aquí.
La tendencia de sostener a las instituciones médicas mediante la venta de medicamentos ha convertido a los pacientes chinos en víctimas del beneficio. En China la venta de medicinas supone el 44% de las facturas médicas, cuando en Europa la cifra es de alrededor del 15%. El coste de la sanidad, inabarcable para la mayoría de los chinos, es la principal preocupación de los ciudadanos, según una encuesta realizada entre más de 100.000 familias chinas de 31 provincias divulgada esta semana. El gobierno chino dice estar firmemente dispuesto a cambiar las cosas.
En agricultura, el gobierno dejó claro, también, otra medida de protección social, reafirmando su oposición a la privatización de tierra agraria y el mantenimiento del actual régimen mixto (colectivista/familiar), poco productivo pero fundamental para la estabilidad y la seguridad alimentaria básica de más de la mitad de la población china.
Según algunas estimaciones, en los últimos 25 años, 6,6 millones de hectáreas de tierra cultivable se han perdido en China a costa de la especulación y la urbanización. La estimación del importe de las indemnizaciones a precios de mercado durante todo ese periodo ascendería a medio billón de euros, de los que los campesinos afectados sólo recibieron el 10%. El resto, 450.000 millones de euros, fue a parar a los bolsillos de promotores, empresarios y funcionarios -estos últimos muchas veces emparentados con los anteriores- que se han enriquecido en el proceso.
Las diez prohibiciones del funcionario
Los funcionarios del Partido Comunista Chino deberán regirse por una lista de nuevas "diez prohibiciones" que la Comisión de Disciplina del Partido ha divulgado a todos los cuadros, en una reciente videoconferencia, según informaba la agencia oficial "Xinhua" (enero 2008) La lista expresa los complicados y voluntariosos propósitos "moralizadores" y anticorrupción, animados por el Presidente Hu Jintao. Su texto es el siguiente:
1 Utilización de diversas vías para obtener apoyos y ascensos, como efectuar visitas, enviar mensajes telefónicos, ofrecer banquetes y presentar regalos
2 Buscar la influencia de oficiales de rango superior para obtener la promoción
3 Distribuir folletos y ofrecer recuerdos sin autorización
4 Organizar actividades sociales con compañeros de promoción, colegas de trabajo, y compañeros de armas para formar clanes
5 Ofrecer mordidas en dinero, regalos y títulos financieros para comprar puestos gubernamentales
6 Aceptar sobornos o la participación en banquetes para obtener apoyos durante el ejercicio del cargo
7 Realizar actividades ilícitas en el ejercicio del cargo
8 Diseminar rumores, o utilizar cartas, pasquines y mensajes de teléfono o internet para calumniar
9 Usar intimidación o engaños para violar los derechos democráticos de los delegados o los miembros del comité
10 Prometer promociones
¿Cómo se dice "Big Brother" en chino?
"Sucedió el domingo en el Foro de Davos. Intervenía el Señor Wang Jianzhou, Presidente de CMCC, "China Mobile Communications Corporation". En China hay seiscientos millones de usuarios de móvil, uno de cada cinco en el mundo. Pues bien, la mitad de ellos son abonados de CMCC. El Señor Wang explicaba que su compañía no sólo conoce la identidad de sus abonados, sino también donde se encuentran en cada momento"… La sinceridad del Sr. Wang (La Vanguardia – 29/1/08 – Por Rafael Poch / Pekín. Corresponsal)
"No solo sabemos quién es usted, sino también dónde está", dijo Wang Jianzhou. A continuación se extendió sobre lo mucho que le gustaría a CMCC vender esos datos. Se le preguntó entonces, donde quedaba la privacidad, y respondió en tono tranquilizador; "podemos saber donde se encuentra cada uno, pero nunca divulgamos esa información… a menos que la policía lo pida".
En septiembre de 2004, el periodista Zhao Yan reveló un "secreto de estado": la fecha del inminente retiro del último de sus cargos del ex Presidente de China, Jiang Zemin. El interesado se enfadó al ver impresa una noticia con la que quería sorprender al país, y se desató una caza del periodista. Zhao desconectó su móvil y desapareció de Pekín.
Una semana más tarde, mientras cenaba en un restaurante de Shanghai, fue detenido por la policía, cinco minutos después de haber conectado su móvil… Se pasó tres años en la cárcel. Ese y centenares de casos similares confirman las palabras de Wang y también una realidad muy simple: con el móvil, "Big Brother" te puede localizar en cualquier momento. Como dice Jonathan Zittrain, un experto en ese ámbito, "con el móvil uno mismo paga la posibilidad de ser vigilado".
Los especialistas sugieren que cuando un teléfono móvil se conecta a la red, nada impide a la policía de cualquier país hacer uso de esa posibilidad. Independientemente de si existe una ley o no, es un puro trámite. Y lo mismo ocurre con Internet. La diferencia es que a los funcionarios y tecnócratas chinos eso no les parece "feo" y pueden permitirse el lujo de ser sinceros. Respecto al usuario. En China, quienes no confían en el estado desconectan el móvil, tal como hizo el periodista Zhao Yan cuando supo que iban a por él.
Viejos conocidos (una mano lava la otra)
"China ya no figura en la lista de países donde más se violan los derechos humanos, y que cada año elabora el Departamento de Estado de los Estados Unidos. En cambio han entrado en la lista correspondiente a 2007 Siria, Uzbekistán y Sudán"… EEUU borra a China de la lista de países que violan los derechos humanos (ABC – 12/3/08 – Por Anna Grau – Corresponsal / Nueva York)
No hubo explicación oficial de por qué China sale de la lista cuando el informe distaba mucho de serle favorable y denunciaba un "pobre" cumplimiento de los derechos humanos a lo largo de 2007. Simplemente se manifestaba la esperanza de que ser la anfitriona de los Juegos Olímpicos en 2008 ayudara a mejorar la situación.
De momento lo que mejoraron los Juegos Olímpicos fue la visibilidad de abusos como los que China comete en Tibet, la persistencia de las ejecuciones sumarias y hasta de los campos de reeducación y castigo. Pero el Departamento de Estado norteamericano ha confiado en que la situación vaya a mejor y que el desarrollo económico oxigene el político.
Entre las razones "de Estado" que Washington podría tener para ser indulgente con China destaca la creciente importancia de las exportaciones norteamericanas a este país -algo que no se puede desdeñar en el actual escenario de recesión- pero sobre todo la colaboración de Pekín en los acuerdos para desnuclearizar Corea del Norte, otro viejo compañero en la lista negra. La misma lógica explicaría la inclusión de Siria, cuyas relaciones con Estados Unidos se han deteriorado notablemente en los últimos meses.
El "asalto a la fortaleza" (continuación)
"La Escuela Superior del Partido publica un plan de reforma política con treinta años de perspectiva por delante. Hace 80 años, la URSS estrenó los planes quinquenales de desarrollo económico. China está rumiando ahora su propio "gran plan quinquenal" de la democratización. Con una perspectiva de treinta años por delante.
Reforma del partido y de la Asamblea
En materia de reforma del Partido, el informe dice que los delegados, jefes de comités y cuadros de todos los niveles, "deben ser nombrados desde abajo en lugar de desde arriba, elegidos en campañas con competencia y con posibilidad de ser depuestos en cualquier momento".
Sobre el sistema seudoparlamentario, se debe reducir el tamaño de la Asamblea Nacional Popular (APN), desde los actuales 3000 diputados a unos 450, elegidos en comicios competitivos. También hay que profesionalizar a los diputados, dotarles de inmunidad y establecer medidas para potenciar la función de control del ejecutivo. Los departamentos de control y supervisión del estado, deben estar bajo el liderazgo de la ANP y no del gobierno.
Actualmente, entre el 40% y el 60% de los diputados del sistema chino, son funcionarios del ejecutivo y del poder judicial, que es una emanación del anterior. Con esta estructura, resulta imposible que, "los vigilados sean los vigilantes", por lo que hay que afirmar la incompatibilidad del cargo de diputado con la pertenencia al ejecutivo, dice. Respecto a la organización del debate parlamentario, suena insólita la afirmación de que; "debemos aprender del debate parlamentario en Occidente y construir un sistema correspondiente para mejorar el trabajo del Congreso Popular".
En materia religiosa, se habla de potenciar "el papel positivo de la religión". La fe política y la creencia religiosa de un individuo no son contradictorias, dice. "Preservando la fe política común del socialismo con características chinas, debemos respetar y proteger la libertad ciudadana de creencias religiosas. La política debe separarse de la religión, y la religión no debe interferir en política, pero al mismo tiempo tenemos que desarrollar la función básica de la religión y hacer que contribuya lo máximos a la armonía social".
Escepticismo: de lo popular a lo oficial
Pese a lo que se pueda deducir del informe mediático occidental sobre éste país, la sociedad china no hierve en deseos y anhelos de democracia. Más allá de un reducido y socialmente aislado sector de disidentes, el programa de democratización a la occidental tiene muy pocos partidarios en China.
Curiosamente, el escepticismo ante ese programa es particularmente vivo entre los intelectuales y buena parte de la clase urbana china. Se teme el sufragio universal porque convertiría a los despreciados e ignorantes campesinos -mayoría aplastante de la población- en un sector decisivo. China es "demasiado pobre", "demasiado poblada", "demasiado ignorante", "demasiado anárquica", y "demasiado feudal", como para que la democracia sea realizable sin grandes catástrofes, se escucha con inusitada frecuencia en el país.
En los ochenta, el propio Deng Xiaoping advirtió que la adopción de la separación de poderes, significaría en China la guerra permanente entre ellos… En resumen; el autoritarismo se alimenta de un profundo pesimismo, de la elite política y de la capa más favorecida de la sociedad, sobre la capacidad democrática y madurez cívica de los chinos.
A ello se suma una firme y general voluntad de disfrutar de lo conseguido -la actual prosperidad- y desmarcarse de la vida, miserable y dura, del pasado maoísta. También, por supuesto, justificación de una elite políticamente conservadora, corrupta y celosa de su privilegio de monopolio del poder.
Miedo atávico a la "revolución cultural"
Por otro lado, la democracia, evoca, frecuentemente, el miedo a su última expresión histórica desencadenada en China: la "revolución cultural" -que fue, entre otras cosas, una "democracia" dentro del maoísmo, con permiso para zurrar a los que mandaban y vengarse de todas las afrentas-. Miedo también a los desórdenes que el movimiento de 1989, aplastado en sangre, apuntó. Por eso, es muy significativo que la Escuela Superior del Partido, que fue muy activa en ese campo hasta 1989, vuelva ahora a manejar programas de reforma política.
Su referencia al subdesarrollo cívico de China está bien presente en las páginas del informe. "El desarrollo social económico y cultural del país todavía es bastante retrasado y accidentado, mientras que la capacidad de participación política no es grande", se lee. "El sistema político tradicional de poder supercentralizado, aun tiene una gran inercia. Además, el país está en una transición en la que la estabilidad social y política es condición para la reforma política. Eso requiere que la reforma sea llevada a cabo gradualmente, con un plan y una supervisión", prosigue. Por eso, dice, "creemos que, por los menos, serán necesarios sesenta años para la transformación de China, desde una economía de planificación tradicional, a una economía de mercado moderna, y desde una democracia de bajo nivel y estado de derecho, a una con alto nivel de democracia política".
Estos "sesenta años", comienzan en 1979. Según el plan en tres fases que el estudio contempla, a partir del 2011 se comenzarán a establecer mecanismos de control del ejecutivo. Desde el 2017 hasta el 2020, la principal tarea será, "la construcción de una sociedad civil moderna, haciendo grandes esfuerzos en desarrollar organizaciones ciudadanas y religiosas que son buenas para la sociedad".
La reforma política, parte de la modernización
En todo momento, los autores conciben la reforma política como parte de la modernización, como la otra pata de la reforma económica. "Hasta el 2020, la reforma verá avances paralelos de los sistemas que impiden tanto el desarrollo económico como la reforma del sistema político democrático. Esas reformas garantizarán el cumplimiento de la sociedad medianamente acomodada ("xiaokang"), un término confucionista que describe, lo que en Occidente se entiende como una "sociedad de clases medias"…
Hace 80 años, la URSS estrenó los planes quinquenales de desarrollo económico. China está rumiando ahora su propio "gran plan quinquenal" de la democratización. Con una perspectiva de treinta años por delante.
Los riesgos de China (entre el terremoto y el milagro)
"Sin lugar a dudas, una de las temáticas más de moda y en continuo crecimiento en oferta de fondos de los últimos años es la de la Bolsa china. El gran país asiático se ha convertido en el símbolo de la revolución de las economías emergentes en la última década y una inmensa mayoría de analistas está de acuerdo en que China está llamada a ser la otra gran potencia que dispute el liderato a los Estados Unidos, la mayor economía mundial del momento. Cuando el producto interior bruto (PIB) chino se encuentra en camino de superar al alemán en términos nominales para colocarse como tercera economía mundial, sólo tras Japón y Estados Unidos, han comenzado a crecer las dudas sobre un aspecto que muchos analistas parece que no han venido proporcionando la importancia que merece, el político"… Los riesgos de China (Cinco Días – 19/5/08 – Por Juan Manuel Vicente Casadevall)
Las revueltas del Tíbet con sus efectos colaterales con anterioridad a la celebración de los juegos olímpicos, las informaciones sobre los intolerables niveles de contaminación en determinados ríos, lagos y regiones del país y los elevados niveles de corrupción denunciados por variados organismos internacionales se han juntado en los últimos tiempos para recordarnos que, si bien la revolución económica sigue a plena marcha y se antoja un proceso irreversible en el medio y largo plazo, la revolución política todavía sigue pendiente.
Una cosa es cierta, a esa revolución política pendiente tendrá que enfrentarse la sociedad china más pronto que tarde. Como siempre sucede desde el punto de la inversión financiera, acertar con el momento o timing de la misma será un asunto clave. Cabe la posibilidad incluso de que el actual sistema político nos sorprenda y sea capaz de adaptarse y perpetuarse durante mucho más tiempo del esperado, pero desde luego parece altamente improbable teniendo en cuenta el nivel de desarrollo que está alcanzando la sociedad del gigante asiático y su elevado y creciente grado de internacionalización.
Aquellos con la mejor información interna de lo que acontece en el país y la habilidad para detectar los signos y hechos que anuncien el comienzo de dicha crisis serán obviamente los mejor situados. Parece razonable deducir que el inicio, o en su peor caso, estallido de una crisis política, tendría un efecto negativo muy fuerte en las valoraciones de los activos bursátiles de aquel país.
Esto es especialmente evidente si tenemos en cuenta que sólo noticias referentes a tensiones inflacionistas que puedan indicar sobrecalentamiento de la economía o datos filtrados sobre la poca solidez del sistema bancario chino son capaces de mandar los índices bursátiles chinos un 15% o un 20% abajo en cuestión de unas pocas semanas.
"Los terremotos que desde el lunes 12 de mayo asolan la provincia china de Sichuan y lo que no sabemos de otras zonas del oeste del país están mostrando al mundo una realidad del milagro chino que muchos no quieren o no queríamos ver. Y es que tras los rascacielos en Pekín o Shanghai, detrás de los Juegos Olímpicos y de los cerca de 300 millones de almas que habitan en el epicentro del milagro, nada menos que mil millones de personas sobreviven en la China real… Pero esa China no es la que vemos en los telediarios, ni la que elogiamos desde la intelectualidad económica occidental. No lo es para una inmensa mayoría de chinos"… El miedo de China entre el terremoto y el milagro (ABC – 21/5/08 – Por Ángel Expósito Mora – Director de ABC)
Se calcula que 100 millones de personas forman la categoría de "ricos". Obviamente, como comentó un famoso bodeguero español, "si consiguiéramos colocar una botella de vino en cada una de esas familias, una vez al año, reventaríamos nuestra producción y el mercado mundial". Esta es una de las claves de lo que está pasando porque junto a estos millonarios coexisten otros casi 300 millones de personas en la rica costa Este y provincias cercanas. El problema explota cuando se piensa en los otros más de mil millones que subsisten entre ese Oriente hasta el Hindukush o desde la Mongolia Interior del norte hasta el Tíbet al sur; por no hablar de la paupérrima Jiangxi o de la ya devastada y hasta hace una semana productiva Sichuan.
Los derechos humanos en China, por ser diplomáticos, dejan mucho que desear, a pesar de su inclusión en la Constitución. Y si no existen para la generalidad de los chinos, qué decir para las mujeres. Ser mujer en China, en la China real que no la milagrera, es un horror. Conviene recordarlo en este Occidente donde la igualdad se ha convertido, por suerte, en una bandera. No hay mayor vergüenza para la Humanidad que pensar en los millares de niñas recién nacidas ahogadas, sí, sí, ahogadas en cualquiera de los miles de pantanos del país.
Es más; preguntémonos: ¿cómo se nos ha podido olvidar tan rápidamente lo que pasó en la plaza de Tiananmen el 4 de junio de 1989? ¿Qué fue de los miles de estudiantes tiroteados en los alrededores de aquel lugar? Caminar hoy por esa inmensa explanada entre los vendedores de agua embotellada por ellos mismos y entre cientos de soldados marchando por parejas, marcialmente, deteniéndose cada diez pasos, es toda una experiencia. Y el colmo: ¿cómo puede ser que anualmente sean sentenciadas a muerte más de 10.000 personas y no digamos nada?
Todo inmenso, a lo grande. El problema es que, en ese mismo sentido, la fuerza sigue siendo igual. ¿Quién manda sobre quién: el Ejército chino sobre el Partido Comunista o el PCC sobre las Fuerzas Armadas? Lo más lógico es pensar en la retroalimentación, porque si pensamos en el enemigo de ese gigantesco Ejército, concluiremos que los malos no están fuera, sino dentro. Y es que se trata de unas Fuerzas Armadas pensadas para el interior, dispuestas a marchar al Tíbet y controlar los accesos a miles de kilómetros o preparados para ser filmados lanzándose en paracaídas sobre Sichuan, como si los efectos de un terremoto se paliaran con un destacamento de paracaidistas en un informativo de televisión.
En China, la antigua división maoísta entre chinos agrícolas y no agrícolas se sustituye poco a poco por la que clasifica a los habitantes entre biológicos y no biológicos o, lo que sería lo mismo, entre los que habitan en la China profunda y los que viven en el milagro. Pero lo cierto es que incluso los que llegan a las inmensas selvas de rascacielos también sufren lo suyo. O si no, investiguemos en los sistemas de producción de los polígonos industriales que cercan las capitales y, más en concreto, en la inmigración que desde el interior malvive y se humilla en guetos urbanos de millones de personas.
Basta recorrer cualquier capital de la China profunda para sorprenderse de los cientos de coches blindados y con cristales tintados importados de Alemania que circulan entre bicicletas cochambrosas y autobuses atestados. Son los vehículos oficiales, pero también los coches de "los hijos de los rojos". Porque allí, la gente normal y corriente, los mil millones que cité anteriormente, denominan "hijos de los rojos" a los descendientes de los cargos del partido. Ellos sí tienen derecho al apartamento en el rascacielos, al visado para salir al extranjero, a la matrícula universitaria y a la propiedad privada.
Por no hablar del control que bajo una falsa libertad religiosa llevan a cabo los delegados del partido. Visitar el principal templo budista de Pekín ayuda a poner en su sitio la mezcla entre la fascinación del turista occidental, el cinismo del controlador y la devoción de quienes se atreven a orar entre el incienso. Otro ejemplo son las pagodas oficiales, como la de Nanchang, donde una planta es templo, otra sala de exposiciones, y la principal, museo de Mao. En el fondo, lo que subyace es el miedo del aparato a que la religión sirva al pueblo como lo hizo en Polonia.
Y todo lo anterior a la vez que los soldados se afanan por oler los frascos de los turistas como método "científico" para detectar epidemias; al tiempo que las limpiadoras apartan las escupideras de los hoteles de cinco estrellas o de los edificios oficiales; que cerca de 20.000 censores navegan por internet para cancelar páginas y que la estadounidense Wal-Mart no para de abrir centros comerciales.
Como deduce el ensayista francés Guy Sorman, el problema está en el miedo, porque los chinos tienen miedo, y los que han sobrevivido a los casi 100.000 muertos del terremoto de Sichuan, más aún.
Mientras unos jóvenes, urbanos, se hacen consumistas…
"El dragón rojo sigue siendo un país de extremos: la vieja y la nueva China, la urbana y la rural, la de los pobres y la de los multimillonarios, pero la distancia entre ambos cabos no tardará mucho en reducirse, si se tiene en cuenta el ritmo de crecimiento de la clase media"… La clase media crece rápido en China (Negocio – 14/6/08 – Por Isabel Rodríguez)
Durante el año 2007, las autoridades anunciaban que esta clase social había alcanzado a 80 millones de personas, tras añadir 15 millones en los últimos dos años. Cerca del 6,15% de la población es considerada clase media por el Gobierno y se espera que llegue al 40% dentro de 20 años, según la Academia de Ciencias Sociales de China.
¿Pero quien forma parte de este estamento? La oficina nacional de estadísticas china considera que una familia pertenece a la clase media si percibe unos ingresos anuales de entre 7.792 y 65.790 dólares. Más allá de esta clasificación oficial, se puede crear un perfil del chino de clase media como el de un profesional urbano del sector de comercio, servicios, producción o inmobiliario.
"Es un nuevo rico. Vive en la costa este. Es empresario y compra viviendas, coches, artículos de consumo y de lujo y viaja", esboza el director del Centro de Estudios Internacionales e Interculturales de la Universidad Autónoma de Barcelona, Sean Golden, que recuerda que "un millón de turistas chinos pasaron por París el año pasado".
Los integrantes de este grupo son, además, personas mucho más jóvenes que sus iguales de países desarrollados, ya que el 70% de ellos tiene entre 21 y 38 años, según el estudio La nueva clase media china del ex director del instituto chileno-chino de cultura Chihon Ley.
Aunque gastan más que sus padres, según Ley, ahorran de media el 25% de sus ingresos. Necesitan hacerlo para su jubilación. La política de un solo hijo por familia produjo una pirámide invertida en la que ese hijo, en principio, debe mantener a sus abuelos.
Pero, aunque sigan pensando en el futuro, los chinos se han vuelto más consumistas. Están abrazando nuevos hábitos y adquieren con voracidad bienes que hasta ahora no estaban a su alcance, eran imposibles de conseguir o estaban prohibidos. Los televisores en color, la cerveza, los teléfonos móviles o los ordenadores personales son los productos más demandados por un consumidor que no suele recurrir al crédito al consumo.
Así y todo, China es el hogar de 1.300 millones de personas. De ellas, un 10% de la población ya es "rica", otro 8% está "medianamente acomodada", pero queda un 82% de la población que es pobre, indica Golden. El coloso asiático "ha sacado de la miseria a 500 millones de personas en poco tiempo, pero sigue siendo un país en vías de desarrollo. Su PIB per cápita corresponde a los niveles de Angola o del Congo", explica.
… miles de familias del sur de China buscan a sus hijos
"Zheng Chunzhong y Liang Xianglong, acuden a la cita con 45 minutos de retraso. En el trayecto desde la vecina Dongguan, los dos hombres nos han venido anunciando por teléfono sucesivos cambios en la hora y el lugar del encuentro; primero junto al mercado, a las seis, luego en la plaza principal, a las nueve. Finalmente acuden, a las siete, a una cafetería. A veces la poli les sigue, dicen. ¿Son delincuentes? No, están buscando a sus hijos"… En busca de nuestros hijos (La Vanguardia – 16/6/08 – Por Rafael Poch / Loaobu – Corresponsal)
Zheng perdió a su hijo, Shalong, en 2003. El niño tenía tres años, jugaba con otro niño fuera de la modesta tienda de alimentos de su padre, pasó una mujer, le llamó, se lo llevó y nunca más se supo. Han pasado cinco años. "Seguramente si lo viera, ya no lo reconocería", dice Zheng, que habla con entereza. Su compañero Liang, cabizbajo y taciturno, perdió a su hijo Di, el año pasado. "Iba al mercado de compras y lo dejé en la entrada esperando, cuando volví ya no estaba", dice con pesar. También tenía tres años y se nota que aun no lo ha digerido.
Sólo en ese mercado de Liaobu, una fea e industriosa localidad de la provincia de Cantón, 2600 kilómetros al sur de Pekín, han desaparecido siete niños en los últimos años. En la provincia, de más de 70 millones de habitantes, primera región exportadora de China, con una enorme población de 19 millones de emigrantes, los niños desaparecen "a millares", dicen Zheng y Liang. Sólo en Dongguan, capital mundial de la industria del calzado, hay "80 casos conocidos y 600 estimados". En Liaobu dos niños se perdieron hace dos días, "nos enteramos por la tele", dicen.
La situación está lejos de ser un problema local. En Cantón desaparecen niños de emigrantes en ciudades, en Yunnan, otra provincia meridional, los desaparecidos son hijos de emigrantes, pero también hay casos en el campo, en Guizhou son niños de familias campesinas… Los niños se venden en Shantou, una ciudad portuaria de Cantón, capital mundial de la industria juguetera. "Todo el mundo lo sabe", dicen estos padres, que han conseguido coordinar a 140 familias de la provincia víctimas del más terrible de los robos.
Los compradores son campesinos de los pueblos de los alrededores de Shantou, que pagan entre 30.000 y 40.000 yuanes (3000 / 4000 euros) por niño, dicen. En algunos pueblos hay hasta cincuenta niños robados y cuando los padres se presentan a buscarlos la gente de esos pueblos no les deja entrar, explican. "Todo el mundo lo sabe", repiten.
¿Qué hace la policía? ¿por qué no se actúa? ¿qué dicen los medios de comunicación? Poco a poco las preguntas y las respuestas, lo que se dice y lo que se sugiere, van dibujando una situación compleja y dramática.
La política de planificación familiar parece fuera de todo control administrativo, todo se tapa con dinero y corruptelas, y toda la sociedad, incluidas las administraciones, se acaban amoldando; hay un mercado de empadronamiento de niños, en el que las niñas pagan 200 yuanes (20 euros) y los niños que han superado la cuota, 2000 o 3000.
En ese sistema se sitúa el mercado de niños robados; para familias que ya tienen varias hijas y quieren un varón, o que ya tienen un varón y quieren dos. En ese caso, los registros de esos niños se pagan "mucho más caros". La policía está completamente desbordada y, o bien se amolda y se suma al negocio, o bien pasa de todo y hace la vista gorda: es un problema irresoluble, sin una enorme represión, un típico dilema chino.
Y China, sí, tiene mercado de niños, pero también tiene centenares de otros problemas tan tremendos como ese; infanticidio femenino, trabajo esclavo, mafia, corrupción, generalización de la falsificación de documentos, tráfico de mujeres… Este es un país rico en miserias, y el resultado de ésta miseria concreta es que nadie hace nada, la prensa no menciona el tema, y la policía se cruza de brazos o se encoge de hombros. Hasta el punto de que cuando los padres se intentan organizar para buscar a sus hijos, se les pone trabas y cuando intentan hablar con la prensa se les tacha de "alborotadores".
Hay también un claro componente social. El 90% de los niños robados son varones, el 80% hijos de emigrantes, un colectivo con pocos derechos. "Si fuéramos gente poderosa, la actitud sería diferente", dicen los padres.
Soluciones habitacionales (aferrados a su "casa clavo")
"En poco más de tres semanas, la antorcha olímpica enfilará la avenida Dianmen de Pekín camino al Nido de Pájaro, donde debe efectuar una entrada triunfal para dar el pistoletazo de salida a los Juegos Olímpicos. La ruta ha quedado libre de viejos edificios, una antigua muralla de la ciudad ha sido acondicionada para la ocasión y las aceras han comenzado a ser adornadas con flores. Antes del 8 de agosto, esta calle del corazón de Pekín debería ser un vergel de armonía. Pero una pequeña vivienda de aspecto cochambroso y con un mostrador abierto a la calle, desde donde se venden frutos secos y refrescos, amenaza con estropear la foto. Sus dueños, la familia Yu, se niegan a apartarse para que las excavadoras se lleven por delante la que ha sido su hogar y negocio durante décadas"… La "casa clavo" de los Yu. (El Mundo – 16/7/08 – Por Aritz Parra desde Shanghai)
Las autoridades les dieron de plazo perentorio. En la notificación que les han pegado en la pared, dicen que la familia interrumpe un proyecto medioambiental, uno de los tantos que se han puesto en marcha para poner guapa a la ciudad de Pekín. Pero de momento nadie osa a sacarlos a la fuerza, quizás porque los periodistas y los curiosos ya hacen la ronda y un altercado en pleno corazón de la capital Olímpica es lo último que quieren los líderes del país.
El caso es que los Yu siguen firmes, aferrados a su "casa-clavo". El término viene del mandarín "dingzihu", que es uno de esos neologismos acuñados por el sarcasmo que abunda entre los internautas chinos. Así se apoda a las casas o edificios que pelean hasta el último momento, tratando de obtener mejores compensaciones por la expropiación.
La mayoría de las veces, la partida está perdida desde el principio. Pelean contra un Goliat (poderosas empresas inmobiliarias o el mismísimo Estado), pero en el mejor de los casos, su "no nos moverán" sólo retrasa lo inevitable: que en su terreno se levante un nuevo centro comercial o que se extienda una nueva carretera.
Las "casas-clavo" han surgido así como fenómeno paralelo al desarrollo de las últimas tres décadas, a ese proceso frenético de barrer todo lo viejo para construir la nueva China. El carácter "chai", de demolición, pintado en rojo sobre las fachadas se ha convertido así en todo un símbolo que anuncia la llegada de los bulldozer.
Los Yu son sólo los últimos. Desde que la capital china se comenzó a preparar para sus Juegos Olímpicos, hace ya ocho años, 1,5 millones de pekineses han sido desplazados de sus hogares, según el Centro por el derecho a la vivienda y contra los desalojos (Cohre, por sus siglas en inglés), que hizo públicos estos resultados como parte de un informe titulado "Un mundo, ¿el sueño de quién?". El eslogan de los JJOO de Pekín 2008 es "Un mundo, un sueño".
De acuerdo al informe, la decisión del Comité Olímpico Internacional (CIO) de premiar a China con los Juegos Olímpicos funcionó como catalizador para el aumento de desalojos forzados y desplazamientos de ciudadanos en Pekín. "El COI tiene la responsabilidad de admitir que las violaciones de derechos humanos no ha mejorado en China debido a los Juegos Olímpicos, y de hecho, en algunas áreas, como en particular los derechos de la vivienda, se han deteriorado", señalo Salih Booker, director ejecutivo de la organización con sede en Ginebra.
Las expropiaciones que se han efectuado en Pekín han permitido a las autoridades municipales disponer de espacio para las principales instalaciones olímpicas, acometer medidas de "embellecimiento" de la ciudad de cara al turismo y llevar a cabo otra serie de proyectos urbanos y de infraestructura relacionados con los Juegos Olímpicos. La media anual de desplazados, dice el Cohre, fue 2,3 veces mayor durante el periodo preolímpico (165.000 personas al año), que de 1991 a 1999, cuando hubo una media anual de 70.000 desplazados.
"Reajuste y armonía"… ¿de la explotación laboral? (sindicatos esclavistas)
"¿Hasta cuándo va a seguir manteniendo China unas leyes laborales que fomentan el esclavismo con tal de mantener los costes de mano de obra por los suelos?", preguntan desde hace una década miles de ONG radicadas en países occidentales. "Hasta ayer", vienen a decir hoy las autoridades del país asiático, que han comenzado lo que ellos llaman un "proceso de reajuste y armonía" para mejorar las condiciones de vida de la población, especialmente en las fábricas de manufacturas baratas, allí donde se ha exhibido en los últimos años todo el catálogo de horrores de la explotación industrial"… Se acabó el chollo de la mano de obra china: llegan los sindicatos (El Confidencial – 13/9/08 – Por Ángel Villarino. Taipei – Taiwán)
La durante años inoperante Federación de Sindicatos China, una organización con 200 millones de afiliados controlada directamente por el Gobierno que monopoliza la actividad sindical, ha comenzado a presionar a las grandes empresas, sobre todo a las extranjeras, para abrirles camino abruptamente a todo tipo de sindicatos y organizaciones laborales.
Según la prensa económica norteamericana, a muchas multinacionales se les ha dado como fecha tope el 30 de septiembre de 2008 para organizar sus propios comités de empresa y sindicatos, con quienes a partir de esa fecha se tendrán que sentar a negociar. Si no lo aceptan, las firmas serán públicamente vilipendiadas, colocadas en listas negras o incluso abiertamente penalizadas por el Gobierno.
La preocupación crece entre los productores extranjeros, que ven cómo las condiciones de las que huyeron en sus países de origen se están reproduciendo aquí. Y es que poco a poco se va acabando el chollo de la mano de obra china, sobre todo en la costa. Quienes busquen hacer zapatillas por un euro tendrán que volver a montar sus fábricas en el interior del país o en terceras naciones.
Muchos ya lo están haciendo: la deslocalización que no cesa y la frase se ha convertido en el tópico de la temporada: "Vietnam es la nueva China, Camboya es el nuevo Vietnam, Laos es la nueva Camboya"… Otros productores, sencillamente, vuelven a casa.
Los empresarios extranjeros se quejan de que tienen poco tiempo para poner en marcha las medidas y dicen que no se aplica la misma vara de medir con las empresas de capital chino. Muchas multinacionales están subcontratando a pequeños fabricantes locales que tienen más facilidades para burlar las normativas. Y, de hecho, sospechan que es precisamente eso lo que espera que pase Pekín.
La buena noticia es que muchos obreros chinos verán cómo sus durísimas condiciones de trabajo empiezan a registrar mejoras consistentes y cómo aumentan sus salarios, algo que necesitan urgentemente ante la mordida implacable de la inflación.
Con todo, hay que decirlo por si acaso, las condiciones de trabajo siguen estando a años luz de los estándares europeos o norteamericanos. Los salarios son un 25% más bajos que en otros países en vías de desarrollo como México y se siguen registrando, aunque cada vez son más infrecuentes, casos de maltrato físico en las fábricas y explotación infantil.
Pura "mala leche"
Empezó siendo un problema local que afectaba a una sola marca de leche china. Sin embargo, la melamina tóxica ha saltado ya las fronteras del país asiático y no deja de crecer. Decenas de miles de niños han resultado afectados por el consumo de esta resina, que se utiliza en la fabricación de plásticos, a causa de los daños que provoca en su sistema urinario. Las autoridades europeas y otros países piden explicaciones a China, mientras se repiten las acusaciones contra sus autoridades por haber encubierto el escándalo y no tomar medidas hasta que ya era demasiado tarde.
"Dos semanas después de salir a la luz pública, el escándalo de la leche adulterada en China se ha cobrado la primera dimisión de un alto cargo del Gobierno. Se trata de Li Changjiang, el encargado de velar por la salubridad de los alimentos chinos desde su puesto como director de la Administración General para la Supervisión de la Calidad, Inspección y Cuarentena. Según informó ayer la agencia estatal de noticias Xinhua, Li Changjiang presentó su renuncia al Gobierno, que la aceptó de inmediato intentando paliar el nuevo fraude contra la salud pública que ha desatado el pánico en todo el país y ha vuelto a cuestionar el denostado sello de calidad "Made in China". La crisis de la leche china afecta ya a 53.000 niños y se cobra el primer alto cargo (ABC – 23/9/08 – Por Pablo M. Díez / Pekín)
Y es que ya son casi 53.000 los niños que se han visto afectados por tomar leche en polvo de la marca Sanlu, de los cuales el 80 por ciento tiene dos años o menos. Aunque la mayoría se ha recuperado tras recibir tratamiento médico, aún quedan en los hospitales cerca de 13.000 bebés, de los cuales 104 se hallan en estado grave al haber sufrido serias insuficiencias renales.
El motivo es la melamina que contenía la leche que habían ingerido, ya que esta peligrosa sustancia química, presente en plásticos, fertilizantes y colas, daña el riñón de los niños e incluso ha llegado a generarles piedras que han obstruido e infectado el tracto urinario.
"En su condición de "fábrica global", China está propagando por Asia y África el pánico por el escándalo de la leche adulterada. Algunos de los países que importaban productos lácteos chinos, como Japón, Corea del Sur, Taiwán, Singapur, Malasia, Vietnam, Birmania, Brunei, Bangladesh, Burundi, Gabón y Tanzania, han cerrado sus fronteras hasta que se aclare el fraude"… El pánico se extiende por Asia (ABC – 23/9/08 – Por P. M. Díez)
El veto ha sido total y sin fecha límite en lugares como Taiwán, mientras que el Gobierno japonés ha ordenado a 90.000 empresas que comprueben que sus importaciones procedentes de China no están contaminadas con la temida melamina.
Además, la compañía nipona Marudai Food ha retirado de las tiendas unos bollos elaborados con leche de la marca Yili, la segunda firma de China y también implicada en el fraude, y la empresa Nissin ha retirado algunos productos lácteos procedentes del gigante asiático.
En Singapur, que también ha endurecido sus controles, hasta se ha prohibido el popular caramelo de crema "Conejo blanco", ya que contenía melamina.
Mientras tanto, una niña de Hong Kong de tres años ha desarrollado una piedra en el riñón por, supuestamente, tomar durante 15 meses dos o tres vasos de leche de la marca Yili, uno de los patrocinadores de los Juegos Olímpicos de Pekín.
En la antigua colonia británica se están retirando de las tiendas latas de café Mr. Brown, botellas de leche Dutch Milk y algunos productos de la multinacional suiza Nestlé, como la leche Dairy Farm, al haberse detectado en ellos restos de melamina.
Sin embargo, la multinacional suiza aseguró el domingo en un comunicado que sus leches en polvo elaboradas en China no tienen peligro. Según la compañía, las autoridades sanitarias de Hong Kong han realizado varios análisis de la leche en cuestión sin detectarse ninguna contaminación.
El grupo holandés Friesland Foods también ha retirado tres productos lácteos de Hong Kong, Singapur y Macao.
"Los supermercados británicos Tesco retiran golosinas sospechosas.- EE UU extrema la vigilancia y la UE ofrece ayuda a China"… La alerta sobre caramelos chinos contaminados llega a Europa (El País – 25/9/08)
El Gobierno de Nueva Zelanda anunció hoy que en 24 horas retirará de las estanterías de los comercios todos los caramelos de origen chino de marca White Rabbit por su alta contaminación con melamina. Lo mismo ha comenzado a hacer la cadena de supermercados británica Tesco. La melamina es el componente químico responsable de la crisis de la leche contaminada que ha provocado la muerte de cuatro bebés en China y ha dejado a 53.000 menores afectados.
También Corea del Sur y Taiwán está retirando productos. Birmania ha anunciado la destrucción de 16 toneladas de productos lácteos de origen chino. Estados Unidos y Ecuador, por su parte, han comenzado a extremar los controles. La UE ofreció ayer a China asistencia técnica para ayudar a poner orden en el sector lácteo del país asiático, donde se sitúa el origen de esta contaminación alimentaria.
Reino Unido es por ahora el único país donde se ha localizado la venta de los caramelos White Rabbit. Las sucursales de Tesco han apartado las golosinas después de que trascendiese la presencia del dañino elemento causante de la crisis en el país asiático. No obstante, por el momento no se tiene conocimiento de ningún enfermo por haberlos consumido.
"La Policía china ha arrestado hoy en la provincia de Hebei (norte) al principal productor de 'proteína en polvo', una combinación química que, al ser agregada de forma masiva a la leche, ha causado la muerte de cuatro bebés y problemas renales a decenas de miles en el país. Según informa la agencia oficial Xinhua, Zhang Yujun, procedente de la comarca de Quzhou, produjo entre septiembre de 2007 y agosto de 2008 más de 600 toneladas de esta proteína en polvo, elaborada con melamina (químico empleado en la fabricación de plásticos y que, al agregarse a los alimentos, falsea su nivel real de proteínas, incrementándolo) y maltodextrina (carbohidrato derivado del almidón). De acuerdo con las autoridades de Hebei, Zhang empezó a fabricar los polvos en su granja y, posteriormente, pasó a comercializarlos utilizando un nombre falso, Zhang Haitao"… China anuncia el arresto del principal productor de polvo de melamina del país (El Mundo – 10/10/08)
"La Justicia china hizo pública hoy la condena a muerte de tres de los implicados en la venta de la leche adulterada con melamina, el producto químico que se cobró la vida de al menos seis bebés y causó secuelas a otros miles. Los tribunales, además, han condenado a cadena perpetua a Tian Wenhua, la presidenta del Grupo Sanlu, el mayor fabricante de leche en polvo hasta ahora, y que, pese a estar al corriente del escándalo durante meses, no tomó medidas. Los condenados a muerte son Zhang Yujun y Geng Jinping, a quien el Tribunal Intermedio del Pueblo de la localidad de Shijiazhuang (donde se encuentra la central del grupo lácteo Sanlu) ha encontrado culpables de haber adulterado y vendido la leche contaminada, según la agencia oficial Xinhua". Condenados a muerte tres de los veintiún acusados por adulterar leche con melamina en China (La Vanguardia – 22/1/09)
Mientras la crisis internacional aumenta el riesgo de inestabilidad social…
"La cúpula del Gobierno chino mantuvo una reunión en la que el presidente Hu Jintao alertó del riesgo de inestabilidad social debido al impacto de la crisis financiera en China, informó hoy el oficial "Diario del Pueblo". El Comité Central del Politburó del Partido Comunista de China (PCCh), la cúpula del Partido-Estado, mantuvo una reunión el viernes en la que Hu dio las claves para el próximo año: promover el crecimiento económico, mantener la estabilidad social y la capacidad de gobierno del PCCh"… Pekín, en alerta por el riesgo de inestabilidad social debido a la crisis (El Mundo – 24/1/09)
El consejero de Estado Ma Kai reconoció que su Gobierno se enfrenta a problemas sociales. "Debemos dar una gran importancia a los nuevos problemas sociales ante la crisis internacional", señaló Ma Kai, citado por la agencia oficial de noticias Xinhua.
Ma informó de que el Gobierno central ha instado a que los "departamentos de cartas y peticiones", donde se reciben las quejas del pueblo, "suavicen la comunicación con el público a través de misivas y visitas y traten las peticiones legales con cuidado".
Algunos expertos del Gobierno están alertando del creciente riesgo de conflictos sociales como consecuencia del aumento del desempleo en China, un riesgo que hasta ahora el Ejecutivo ha tratado con mano dura, censura y una campaña de detención de disidentes y activistas iniciada antes de los Juegos Olímpicos.
Los sociólogos de la Academia China de Ciencias Sociales (CASS, siglas en inglés), una institución adscrita al Ejecutivo chino, alertaron en diciembre de que los conflictos se van a intensificar.
El jueves, el Gobierno desveló los datos de crecimiento chino en 2008, con un 6,8% en el último trimestre que arrastró el promedio anual hasta un 9%, el más bajo desde 2001.
El día anterior el Ministerio de Recursos Humanos estimaba que casi 10 millones de obreros provenientes del campo que trabajaban en las manufacturas han perdido su trabajo por el cierre de las plantas, a lo que hay que añadir otros 8 millones de desempleados en las zonas urbanas.
La tasa oficial de desempleo "urbano" a finales de 2008 se situó en un 4,2%, el nivel más alto desde 2003, y eso teniendo en cuenta que el cómputo no incluye a los 200 millones de campesinos que se desplazaron a las ciudades en busca de trabajo en las últimas décadas, que no aparecen registrados oficialmente. Según un estudio de la CASS, si se incluye esa masa de inmigrantes, el índice real de paro en China se sitúa en la actualidad en un 9,4%.
Además del desempleo, la crisis está afectando a China con una desaceleración económica, un enorme riesgo de deflación en el actual trimestre y una cada vez mayor diferencia entre ricos y pobres.
…se buscan culpables (las relaciones peligrosas)
"La clase política china está ajustando las cuentas con los empresarios enriquecidos a quienes protegió durante el auge del "sistema de mercado socialista""… Ajuste de cuentas en China (BBCMundo – 9/3/09)
Huang Guangyu, hasta hace poco el hombre más rico de China, está ahora detenido, acusado de fraude y asociación para delinquir. El arresto, a fines de noviembre del año 2008, desencadenó especulaciones sobre la marcha del modelo económico chino.
"Millonarios ruedan mientras China se vuelca contra el capitalismo", anunció en un titular el Times de Londres el 1 de marzo de 2009. El corresponsal del diario mencionaba los casos similares de Huang y de otros millonarios, entre ellos Zhou Zhengyi, sentenciado a prisión en 2007, y Zhang Rongkun, condenado en junio pasado a 19 años de prisión.
Las autoridades también han retirado su protección a Zhang Yin, una de las mujeres más ricas del mundo, cuya empresa papelera se derrumbó debido a la crisis de las exportaciones.
Los dirigentes trataron de acallar los rumores durante las sesiones conjuntas del Congreso Popular y de la Conferencia Consultiva, pero sin mucho éxito, ya que el punto de mayor interés fue una reafirmación del centralismo político. El lunes 9 de marzo de 2009, el presidente del congreso chino, Wu Bangguo, dijo que "nunca copiaremos el sistema occidental de una rotación de partidos" políticos. Esto ha sido interpretado como una señal de que el Partido Comunista acentuará su control sobre los diferentes órganos del Estado, entre ellos las instituciones que supervisan la economía.
La coexistencia entre empresarios millonarios y burócratas comunistas ha sido uno de los aspectos más delicados de la política china desde la introducción del llamado "modelo de mercado socialista".
La apertura del comercio exterior y las gigantescas dimensiones del mercado local facilitaron el enriquecimiento de muchos empresarios privados, que debieron sus oportunidades al favor político Los primeros disfrutan del dinero y los segundos del poder, pero en todos los sistemas, en todas las épocas, ambos instrumentos han ido de la mano.
En diciembre, Huang Guangyu y su esposa, Du Juan, renunciaron a su empresa, la gigantesca tienda de aparatos domésticos y electrónicos Gome, cercenando así los lazos con sus protectores y padrinos políticos. La carrera de Huang, desde sus comienzos en un puesto de venta callejera, pasando por su enriquecimiento y culminando con su desgracia, refleja la incómoda relación entre la economía mixta (o "de mercado socialista") y el poder político comunista en China.
Apodado el Carnicero de los Precios, por los grandes descuentos en su cadena de tiendas, Huang era particularmente vulnerable por su gran visibilidad, en un ámbito donde la exhibición de la riqueza tiene un fuerte precio político.
Muchos millonarios chinos evitan la publicidad para no provocar los celos de los burócratas, siempre alertas por mordidas o coimas. La protección política no siempre es suficiente, porque los rivales de los padrinos saben cómo utilizar en su propio beneficio las irregularidades de los empresarios protegidos.
Ya había ocurrido a fines de 2006, cuando Huang Guangyu y su hermano, Huang Junquin, fueron interrogados por la policía sobre irregularidades con bienes raíces y préstamos hipotecarios. Esa investigación se disipó a las pocas semanas.
Ahora, ambos hermanos y también Du Juan, la esposa de Guangyu, han sido acusados de especular en forma fraudulenta con las acciones de una empresa supuestamente controlada por Junquin.
Las actuaciones de la policía y de la justicia no son un modelo de transparencia en China. Ninguna fuente oficial ha dado informaciones detalladas sobre las irregularidades supuestamente cometidas por los hermanos Huang y Du Juan. La policía contribuyó al desconcierto cuando un portavoz dijo a los periodistas que debían recabar información en el Ministerio de Seguridad Pública, dejando en claro con esto que se trataba de un tema que interesaba directamente a los dirigentes más empinados del país.
¿Justicia popular? (una prueba de inestabilidad social)
"Miles de trabajadores del noreste de China que temían perder su empleo en la fusión de su empresa acerera mataron al gerente encargado de la operación el pasado viernes. Dependiendo de las fuentes, la protesta fue secundada por entre 1.000 y 30.000 empleados que pusieron contra las cuerdas a la policía durante toda la jornada. No se disolvieron hasta entrada la noche, cuando las autoridades de la provincia de Jilin anularon los planes para que Jianlong, un grupo privado con sede en Pekín, obtuviese la mayoría del capital en el conglomerado público Tonghua"… Matan al jefe antes de que les despida – En una acería asesinan al gerente, que iba a suprimir 25.000 puestos ((El Mundo – 28/7/09)
Ambas empresas son pesos pesados en el primer productor y consumidor de acero del mundo, que desde hace varios años se ha propuesto reestructurar el sector para competir con grandes multinacionales. En el camino a la modernización, paquidermos estatales como Tonghua, que produce siete millones de toneladas de acero al año y da empleo a más de 30.000 personas, se verán absorbidos por otras como Jianlong, que poseen los incentivos y ayudas para modernizar las plantas y recortar el exceso de capacidad.
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