Descargar

Participación política de jóvenes y elección racional


Partes: 1, 2, 3

    1. Abstract
    2. Aclarando conceptos: ciencia política, elección racional, participación política, partidos políticos y jóvenes
    3. Los jóvenes y el partido liberal colombiano
    4. Los jóvenes y la elección racional: saliendo de los lugares comunes
    5. Conclusiones
    6. Bibliografía
    7. Anexos

    Abstract

    El objetivo de esta monografía es brindarle una respuesta, desde el enfoque de la Elección Racional, a la pregunta: ¿Cuál es el interés de unos jóvenes por participar al interior del Partido Liberal Colombiano?, para así superar los lugares comunes, estableciendo una mirada alternativa a las que muestran a los jóvenes como sujetos heterónomos, victimizados y siempre asaltados en su buena fe.

    La hipótesis que se pretendió demostrar es que los jóvenes se vinculan al PLC por que éste les ofrece incentivos y de esta manera sus beneficios son mayores que los costos en que incurren. Sin embargo, algunos jóvenes participan cuando los costos en que incurren son mayores que los beneficios que reciben, lo que se explica mediante el fenómeno de la Paradoja del Voto.

    Metodológicamente, se utilizó como instrumento de recolección de la información la entrevista abierta de 30 preguntas, a una muestra no probabilística, seleccionada a conveniencia, de 30 jóvenes universitarios entre 18 y 26 años de edad, que participan al interior del Partido Liberal Colombiano en Bogotá.

    En la primera parte de esta monografía se hace una exposición de los supuestos básicos del enfoque de la Elección Racional y del fenómeno de la Paradoja del Voto. Además se describen las categorías de análisis que se utilizan, a saber: la participación política, los partidos políticos y los jóvenes.

    En la segunda parte se hace una caracterización de la muestra con la que se trabajó. Además, se explica la forma en que los jóvenes están relacionados con el PLC.

    La tercera parte es el resultado del análisis de la información a partir de la aplicación del enfoque teórico escogido. Todo esto apoyado en la información recogida en el trabajo de campo.

    El último capítulo está constituido por las conclusiones a las que se llegó después de todo el trabajo realizado, y por las propuestas y lineamientos para posibles estudios posteriores.

    Palabras Clave:

    Elección Racional, Paradoja del Voto, Elecciones, Conducta Electoral, Participación, Participación Política, Participación Juvenil, Jóvenes, Jóvenes Bogotanos, Bogotá, Partido Liberal Colombiano, Anthony Downs, Carole Jean Uhlaner.

    INTRODUCCIÓN

    En las visiones propias de la sociología y de la psicología, se describen las formas de participación política juvenil actual como poco o nada institucionalizadas, por fuera de organizaciones gubernamentales, y en las que se reivindica la organización horizontal y la preferencia a adherirse a grupos de pares o movimientos menos rígidos y sin una jerarquización (Serna, 1998). Además, en este tipo de visiones se supone un escaso apego de las generaciones jóvenes a las formas políticas democráticas vigentes (Rodríguez y Dabezies, 1990:263).

    Paradójicamente, hoy se observa cómo al interior de los partidos políticos los jóvenes siguen ejerciendo formas de participación propias de la democracia. Un ejemplo de ello sucede en el Partido Liberal, que en la historia de los partidos políticos colombianos se ha constituido como el "partido de la mayoría ya que muchas reformas políticas, incluso la Constitución de 1991, son de corte liberal y porque en la contienda electoral pocas veces ha fracasado" (Gilhodes, 1996:64). Incluso, se podría pensar que el Partido Liberal Colombiano, en la llamada "crisis de los partidos", es el único que medianamente ha logrado mantenerse en la escena política en comparación con su tradicional contendor, el Partido Conservador; y no ha sufrido tan evidentes altibajos tanto en su estructura interna como en su accionar público.

    Ante este panorama, son muchas las preguntas que surgen frente a las limitaciones de conclusiones apresuradas y superficiales que impiden una explicación satisfactoria del fenómeno de la participación política de jóvenes en partidos políticos. Por esto el objetivo central de este intento, es el de superar los lugares comunes a partir de la evidencia empírica, para establecer un punto de partida alternativo a las miradas que muestran a los jóvenes como sujetos heterónomos, victimizados y siempre asaltados en su buena fe, apelando al enfoque de la Elección Racional.

    Para lograr este objetivo, se realiza un análisis desde el individualismo metodológico, haciendo uso de la entrevista abierta de 30 preguntas, como instrumento de recolección de la información. Esto para medir la participación activa de cada uno de los individuos en la evaluación de sus propias acciones, de su experiencia subjetiva y del significado que cada persona le da.

    Para el análisis de la información se usó el programa SPSS, que permitió un riguroso análisis de las variables y también la comparación de las respuestas dadas con las características sociodemográficas de los sujetos entrevistados. Vale la pena aclarar, de antemano, que el siguiente es un ejercicio aproximativo, que no pretende constituir una versión radicalmente purista del enfoque de la Elección Racional, por la complejidad y las diferentes interpretaciones que existen del mismo.

    Las entrevistas fueron aplicadas a una muestra de 30 jóvenes estudiantes universitarios que participan al interior del Partido Liberal Colombiano (en adelante PLC), entre los 18 y los 26 años de edad. Esta es una muestra no probabilística, determinada a conveniencia, seleccionada bajo los criterios enunciados. Ya que no fue posible acceder a la base de datos del PLC por cuestiones de seguridad y confidencialidad de la información, algunos de los entrevistados se contactaron a través de Andrés Vásquez, miembro del PLC, y los demás, gracias a los datos suministrados por las mismas personas que se iban entrevistando.

    Este trabajo es de carácter explicativo porque está dirigido a establecer el qué y el por qué de un fenómeno; es decir, su posible causa: por qué unos jóvenes participan al interior del PLC, desde la perspectiva del enfoque de Elección Racional.

    También es deductivo, en la medida en que la explicación que se da parte de unas proposiones ya validadas por la teoría escogida para comprobar una hipótesis. Teniendo en cuenta que una de las principales críticas a este enfoque está dirigida a su carácter limitado por la naturaleza del ser humano, y que el análisis costo – beneficio se realiza en la "intimidad" de cada individuo, lo que hace imposible observar y medir confiablemente, es aplicado bajo el supuesto de que lo expresado por los jóvenes fue lo que realmente pensaron y sintieron. Ya lo decía Hobbes (1651) en el Leviatán:

    "…la constitución individual y la educación particular varían de tal modo y son tan fáciles de sustraer a nuestro conocimiento que los caracteres del corazón humano, borrosos y encubiertos, como están, por el disimulo, la falacia, la ficción y las erróneas doctrinas, resultan únicamente legibles para quien investiga los corazones. Y aunque, a veces, por las acciones de los hombres descubrimos sus designios, dejar de compararlos con nuestros propios anhelos y de advertir todas las circunstancias que pueden alterarlos, equivale a descifrar sin clave y exponerse al error…" (1984:4)

    En la primera parte de esta monografía, ACLARANDO CONCEPTOS, se hace una exposición de los supuestos básicos del enfoque de la Elección Racional desarrollados por Downs, Olson y Ulhaner, principalmente. Además se describen las categorías de análisis que se utilizan: la participación política, los partidos políticos y los jóvenes.

    En la segunda parte, LOS JÓVENES Y EL PARTIDO LIBERAL COLOMBIANO, se hace una caracterización de la muestra con la que se trabajó en cuanto el sexo, la edad, el estrato socioeconómico y la religión profesada. Además, se explica la forma en que los jóvenes están relacionados con el PLC, a partir de su tiempo de afiliación al partido, los cargos que ocupan, las funciones que desempeñan y las actividades del partido en que participan o han participado. Todo esto apoyado en la información suministrada por el trabajo de campo.

    La tercera parte, JÓVENES Y ELECCIÓN RACIONAL: SALIENDO DE LOS LUGARES COMUNES, es el resultado del análisis de la información a partir de la aplicación del enfoque de Elección Racional y del fenómeno de la Paradoja de Voto, apoyada en la información obtenida por medio de las entrevistas realizadas.

    El último capítulo está constituido por las conclusiones a las que se llegó después del trabajo realizado, y por las propuestas y lineamientos para posibles estudios posteriores.

    1. ACLARANDO CONCEPTOS: CIENCIA POLÍTICA, ELECCIÓN RACIONAL, PARTICIPACIÓN POLÍTICA, PARTIDOS POLÍTICOS Y JÓVENES

    La Ciencia Política como disciplina académica tiene un origen relativamente reciente. Sin embargo, el estudio de la política se ha desarrollado desde la antigüedad. Por ser los primeros en dejar un registro, se sabe que los griegos se preocuparon por la reflexión de los asuntos de los que ella se ocupa; incluso por hacer un intento sistemático de estudio, como es el caso de Aristóteles. El interés por la política ha evolucionado a través de la historia gracias al desarrollo teórico que diferentes autores han llevado a acabo.

    Es en el siglo XX cuando el estudio de la política pasa de ser un arte (saber) a considerarse como una ciencia (conjunto sistemático de proposiciones generales sobre la realidad), por la necesidad no sólo de observar, comprender y describir; sino de explicar, analizar y hasta predecir y controlar (estableciendo relaciones del tipo si "X", luego probablemente "Y"), creando proposiciones verificables empíricamente.

    Pese a su origen interdisciplinario y su permanente relación con la filosofía, el derecho, la historia, la antropología, la psicología, la sociología y la economía; es en Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial cuando la Ciencia Política inicia su consolidación como disciplina independiente y se da paso a su profesionalización.

    Con la revolución conductista, los avances liderados desde la universidad de Michigan y la incorporación de modelos matemáticos y de herramientas estadísticas, se dio un avance sin precedentes de la estructura teórica y de las estrategias y técnicas metodológicas para el análisis político.

    Siguiendo la definición de David Easton (1992:224) se ha establecido tradicionalmente que la Ciencia Política, como producción organizada de conocimiento, estudia la asignación terminante de valores en una sociedad. Sin embargo, según Shepsle y Bonchek (1997:13) esta definición resulta excluyente, pues existen otros fenómenos que se podrían definir como políticos, y en consecuencia se debe ampliar la definición para entender todas aquellas interacciones interpersonales: maniobras, engaños, estrategias, cooperaciones; entre otras formas de relación, que a su vez nutren las relaciones al interior de un grupo, o que definen las relaciones entre grupos.

    De este modo, podemos considerar dos tipos de política: una macro y una micro. Dentro de la primera se encuentran todas las relaciones macro de poder que definen la vida de los grandes conglomerados sociales; es decir, todas las relaciones relativas al reparto terminante de valores en una sociedad; y la segunda que incluye todas aquellas relaciones puntuales que caracterizan las formas de agrupación más pequeñas como la familia, la escuela, la universidad, la empresa, el trabajo, la iglesia, etc. Entonces, por Ciencia Política se entenderá el estudio de lo que Shepsle y Bonchek (1997:13) definen como las "Capital P Politics" y las "Small p Politics".

    Siguiendo a autores como Shepsle y Bonchek, la Ciencia Política como ciencia social, en la necesidad de explicar fenómenos, ha dado un giro hacia las ciencias naturales en cuanto a su metodología y a su estilo de trabajo. En el último siglo, se ha pasado de un "contar cuentos" (storytelling) – caracterizado por una mera comprensión del fenómeno estudiado – a explicar y analizar hechos concretos. Para hacer una producción organizada de conocimiento sobre la realidad, basada en un conjunto sistemático de proposiciones generales, es decir, hacer ciencia, es necesario valerse de procedimientos, técnicas y metodologías.

    Así, muchos de los enfoques que se usan actualmente en Ciencia Política han superado la interpretación para buscar explicaciones causales de fenómenos sociales. Se han utilizado diversos modelos y métodos; pero paradójicamente, los más novedosos desarrollos teóricos en la Ciencia Política contemporánea se han producido desde los modelos y los métodos importados de la psicología y de la economía, especialmente en el análisis de temas políticos que parten del individualismo metodológico (Batlle, 1992:14).

    Uno de estos enfoques es el de la Teoría de Elección Racional (en adelante, TER) que parte del supuesto de que los seres humanos son por naturaleza egoístas, maximizadores y racionales, en cualquiera de las esferas en que se desenvuelvan (Almond, 2001:132). Este enfoque fue aplicado primero por economistas, entre ellos Anthony Downs, quien introdujo en la Ciencia Política los modelos espaciales y hace en su obra Teoría Económica de la Democracia una aplicación del análisis político espacial al comportamiento electoral de partidos políticos y votantes.

    La TER consiste en interpretar, con la ayuda de un principio abstracto ya validado, fenómenos políticos: "si un actor opta por una acción determinada, lo hace porque esa alternativa es la que mayor utilidad le proporciona para alcanzar algún objetivo que tiene en mente". Esta se apoya en el individualismo metodológico pues destaca la importancia de las acciones o elecciones individuales.

    Es justamente este enfoque, el que nos permitirá brindar una explicación realista y factual del comportamiento político de los jóvenes como actores libres y autónomos; ante la ausencia de una explicación alternativa satisfactoria, separada de las visiones tradicionales que se han generado frente al tema, como entre otras, la sociológica y la psicológica.

    El objeto de este estudio resulta de interés para la comunidad académica en general, porque amplía las explicaciones sobre el comportamiento político de los jóvenes – tema muy poco estudiado desde esta perspectiva –, y en particular porque es novedoso por la aplicación de las herramientas de un enfoque poco explorado hasta el momento. Aunque la Ciencia Política ha trabajado el tema del comportamiento político, y especialmente la participación política de los jóvenes; se debe tener en cuenta que en la revisión bibliográfica previa al trabajo no se encontraron aproximaciones de este tipo.

    A través de este intento se busca ofrecer una explicación desde la TER al siguiente interrogante: ¿Cuál es el interés de unos jóvenes en participar al interior del Partido Liberal Colombiano? Este cuestionamiento surge de la ambigüedad que presentan los desarrollos teóricos de las visiones tradicionales sobre los jóvenes y la realidad observada a diario, en la que se encuentran jóvenes que hacen parte de la esfera política tradicional, ocupando cargos públicos, adscritos a movimientos y partidos políticos.

    A la luz de lo anterior y clarificando que el interés de este trabajo es dar una explicación desde la TER a la participación política de los jóvenes en el PLC; en este apartado, se brinda en primer lugar una explicación del enfoque aplicado y luego se hace una exposición de las categorías de análisis relativas a la dinámica trabajada, a saber: participación política, partidos políticos y jóvenes.

    1.1. Teoría de Elección Racional (TER)

    A continuación se hará una revisión de los supuestos básicos de la TER que se aplican para intentar explicar el interés de los jóvenes por participar al interior del PLC, esto con el ánimo de dar una visión realista a esta dinámica; pues se considera que los jóvenes, como cualquier otro individuo, son actores racionales que actúan intencional, estratégica e instrumentalmente, motivados sobre la base de sus propias metas, ambiciones y necesidades.

    Un primer supuesto es el de la racionalidad. Según este axioma cada individuo es un actor racional y maximizador, que elige correcta y eficazmente los medios alternativos que le permiten alcanzar sus fines con arreglo a la información que dispone. Persigue sus fines con el mínimo empleo de recursos escasos y sólo emprende acciones en las que los ingresos exceden los costes (Downs, 1973:5), es decir, busca maximizar su utilidad.

    Racional equivale a decir eficiente (1992:96), buscar la máxima utilidad. El individuo sabe cual es su máxima utilidad comparando las utilidades resultantes de cada alternativa de acción que tiene para cumplir un objetivo, y escoge la alternativa donde la utilidad es mayor. Las utilidades resultantes (U) se obtienen luego de hacer un cálculo costo – beneficio (C/B) de cada una de las alternativas, teniendo en cuenta la probabilidad de incurrir en costos (p2) y la probabilidad de que los beneficios esperados (p1) se obtengan (pB1 – p2C1 = U1).

    Un segundo supuesto es el del egoísmo. Según este axioma, todo individuo busca su propio interés, el cual puede ser entendido en términos materiales y no materiales (1973:29). No va en contravía de la generosidad, el altruismo, el servicio a los demás, entre otros, pues estos muchas veces son una fuente de beneficios personales (como ganar méritos, reconocimiento, entre otros) (1973:40). John C. Calhoun definió acertadamente el axioma del egoísmo:

    "La constitución de nuestra naturaleza, que nos hace sentir con mayor intensidad lo que nos afecta directamente que lo que nos afecta indirectamente a través de los demás, conduce necesariamente a conflictos entre los individuos. En consecuencia, cada cual se preocupa de su seguridad o felicidad más que de la seguridad y felicidad de los demás; en caso de conflicto entre ambas situaciones, lo más probable es que se sacrifiquen los intereses de los demás a los propios" (citado por Downs, 1973:29)

    Aunque lo que se analiza en el caso de este trabajo es la conducta individual de los jóvenes, se pueden tomar algunos elementos del desarrollo teórico sobre acción colectiva bajo la TER, realizado por Mancur Olson para complementar este estudio. El supuesto de Olson (1992b:204) es que un actor racional que haga parte de un grupo que tiene como objetivo lograr un bien colectivo, seguramente no contribuirá a su obtención, pues es mejor para él no incurrir en costos ya que lo puede obtener gratis porque otras personas trabajarán por su consecución, a esto es lo que él denomina la lógica del free rider, es decir, el "colinchado", el que "vive de gorra".

    La única forma, continúa Olson (1992a:61), en que el individuo racional se sentirá motivado a actuar colectivamente (es decir, a contribuir con la obtención del bien colectivo) es a base de incentivos selectivos que pueden ser positivos y/o negativos y se aplican selectivamente a los individuos según contribuyan o no a procurar el bien colectivo.

    El individuo entonces, puede recibir no sólo un beneficio personal, resultado de habérsele aplicado un incentivo selectivo positivo, sino que recibiría el beneficio colectivo (o bien colectivo). Teniendo en cuenta los supuestos básicos de la elección racional, cada individuo hace un cálculo costo – beneficio, incluyendo el bien colectivo y la probabilidad de que este se haga efectivo (p’Bc + p"Bi – Ci = Ui).

    Todo lo anterior lleva a pensar por qué un individuo racional invertiría en los deberes ciudadanos cuando el efecto de cada inversión individual probablemente será trivial y poco importante. Y esto conduce inmediatamente a lo que sería la Paradoja del Voto, elemento que ayuda a explicar por qué unos jóvenes participan al interior del PLC cuando los costos en que incurren por hacerlo, superan los beneficios que reciben.

    La cuestión radica en que los ciudadanos racionales votarán siempre que los beneficios esperados por su comportamiento (derivados de que el partido preferido por el votante salga elegido) superen los costes en los que se incurriría (transporte, tiempo, dinero, información y otros), considerando además, la probabilidad de que su voto sea pivotal, es decir, pB > C. Sin embargo, como la probabilidad de que el voto determine la elección, incluso en elecciones muy competidas, tiende a cero; es decir, es mínima, seguramente los ciudadanos racionales mayoritariamente se abstendrán (Downs, 1973:282).

    La paradoja está en que en cualquier tipo de elección o en cualquier país, millones de personas acuden a las urnas a depositar su voto. El mismo Downs advierte esta situación y dice que los ciudadanos votarán por el valor del voto per se, y, por ejemplo, por los beneficios que la continuidad de la democracia les proporcionaría (1973:283). Otros factores que contribuyen al rendimiento que el ciudadano obtiene de la votación son: la cuantía de su diferencial de partido, es decir, la intensidad de su deseo de ver ganar a un partido en lugar de otro, y la decisión de los demás votantes, es decir, el ciudadano valora no sólo los costes y los beneficios, sino también anticipa las decisiones de los demás individuos: entre más alto sea el número de votantes que el individuo espera que se abstenga, más racional es para él votar (1973:288). Según Uhlaner (1993:69), la forma en que se podría representar las proposiciones de Downs es:

    el ciudadano decide votar si pB + D > C de otro modo se abstiene

    Donde p es la probabilidad de que el voto sea pivotal, B es la diferencia en la utilidad del votante si un candidato gana sobre otro (diferencial de partido), C son los costos de votar y D mide las contribuciones positivas a la utilidad del individuo (es decir, la satisfacción del acto de votar en sí mismo, independientemente del resultado de la elección).

    Esta variable D puede tomar diversas formas, propuestas por diferentes autores: preservar la democracia (como lo propone Downs), gratificación psicológica, responsabilidad social, deber ciudadano, sentimiento cívico, de patriotismo, expresión de creencias y preferencias políticas, gusto por votar, apoyo al sistema, además puede tener en cuenta la decisión de los demás votantes, lo que introduce un componente estratégico.

    Como se observa, Downs analiza el comportamiento de los individuos como ciudadanos racionales que ejercen la mínima forma de participación política: el voto. Sin embargo, en este trabajo se quiere dar una explicación desde el mismo enfoque a la pregunta: ¿Cuál es el interés de unos jóvenes en participar al interior del PLC?. El fenómeno de la Paradoja del Voto, como se dijo antes, ayuda a explicar por qué esto ocurre cuando los costos en que incurren los jóvenes por vincularse al PLC superan los beneficios que reciben. De este modo, se descifra lo que cada variable que compone la ecuación significa para cada joven. Entonces se entenderá que:

    el joven decide participar al interior del Partido Liberal Colombiano si

    pB + D > C

    de otro modo no lo hace.

    Donde p es la percepción del joven sobre su probabilidad en influir en las acciones y decisiones del PLC y/o de que sea determinante en el resultado de las elecciones; B son los beneficios (individuales y colectivos) que el joven obtiene derivados de que el PLC gane las elecciones; D son las contribuciones positivas a la utilidad del joven; es decir, la satisfacción de participar al interior del PLC, independientemente de que el partido gane o no las elecciones, y C son los costos en los que el joven incurre por participar al interior del PLC.

    A la luz de la TER, lo que se pretende demostrar con este trabajo es que los jóvenes se vinculan a un partido político porque este les ofrece incentivos positivos, y de esta manera sus beneficios serán mayores que los costos en que tienen que incurrir. No obstante, no se puede descartar que algunos jóvenes participan cuando los costos en que incurren son mayores que los beneficios que reciben, esto se explica por medio del fenómeno de la Paradoja del Voto.

    1.2. Participación Política

    Es necesario definir el término participación política, ya que el hecho de estar vinculado de una manera u otra a un partido implica necesariamente una forma de participación política. Para entenderla, es pertinente aclarar antes que la palabra participación proviene del latín participare que significa tomar o tener parte en algo.

    En la discusión teórica acerca de la conceptualización de la participación política se destacan diversas definiciones. En esta monografía se entiende la participación política y sus expresiones en el contexto de una democracia. Es así como el término participación política es utilizado para designar toda una serie de actividades: el acto del voto, la militancia en un partido político, la participación en manifestaciones, la contribución dada a una cierta agrupación política, la discusión de sucesos políticos, la participación en un comicio o en una reunión sectorial, el apoyo dado a un determinado candidato en el curso de una campaña electoral, la presión ejercida sobre un dirigente político, la difusión de información política, etc. (Sani, 2000:1137).

    Según Rivero (1997:209), la participación política consiste básicamente en un tipo de actividad orientada a influir sobre el gobierno mediante el ejercicio de los derechos políticos. La articulación de esta influencia, continúa Rivero, puede tomar la forma central de la elección de los gobernantes o encarnarse en diversas actividades orientadas a influir en las decisiones políticas de los mismos: la discusión política cotidiana y el seguimiento de la vida política, la participación en campañas electorales, el voto, la presión sobre los representantes políticos, la militancia en grupos, asociaciones, ONGs y grupos de interés, la participación en manifestaciones legales, y por último la desobediencia civil y hasta la revuelta (estas últimas formas denominadas participación no convencional) (1997:228).

    Pese a que las diferentes definiciones de participación política y las formas que toma en una democracia, prácticamente contienen los mismos elementos; la propuesta por McClosky (1974:625) será la que se tomará como guía de este estudio:

    "Actividades voluntarias mediante las cuales los miembros de una sociedad, participan en la selección de sus gobernantes y, directa o indirectamente, en la elaboración de la política gubernamental {…} Estas actividades abarcan el ejercicio del voto, la búsqueda de información, la discusión y el proselitismo, la asistencia a reuniones, la aportación económica y la comunicación con los representantes. Las formas más activas de participación en una incluyen afiliación formal a un partido, persuasión y recogida de votos, preparación de discursos y escritos, trabajo en las campañas electorales y presentación de candidaturas a los cargos públicos y del partido".

    Según el mismo autor (1974:627), la participación es un fenómeno que depende de muchas variables de distinto peso relativo, que se pueden reunir en varios grupos: el entorno social (educación, ocupación, ingresos, edad, raza, religión, sexo, vivienda), las variables psicológicas (sentimientos, responsabilidad, éxito, prestigio, reconocimiento) y el entorno político (sistema de partidos, campañas electorales, legislación, coyuntura, ideologías, conocimiento de los asuntos políticos).

    1.3. Partidos Políticos

    Teniendo claro lo que se entenderá por participación política, es necesario definir el concepto de partido político por ser una institución en la que se expresan varias formas de participación política, específicamente la vinculación y la acción de los jóvenes, en este caso.

    La palabra partido proviene del latín partitus, participio pasivo de partir. El término partidos políticos "surgió en el siglo XIX con el desarrollo de las instituciones representativas y la extensión del sufragio en Europa y Estados Unidos. Designaba a organizaciones cuya finalidad era apoderarse del gobierno en la contienda electoral con otro u otros partidos" (Schlesinger, 1974:636). Como la de participación política, la noción de partidos políticos ha tenido diversas acepciones a lo largo de su desarrollo teórico desde sus funciones, desde lo normativo (el deber ser), o desde lo descriptivo (lo que es). Esta última visión, la descriptiva; será la asumida por este estudio.

    De este modo se entenderá el partido político en función de la captura del poder (Schlesinger, 1975:636). Son varios autores los que han tomado esta visión para definirlos. Ostrogorsky (citado por Oñate, 1997:252), por ejemplo; los define como grupos de ciudadanos organizados para lograr un fin político. Otra definición es la propuesta por LaPalombara y Weiner (citados por Oñate, 1997:253) quienes definen los partidos políticos como organizaciones que están localmente articuladas, que interactúan con y buscan el apoyo electoral del público, que juegan un papel directo y sustantivo en el reclutamiento de los dirigentes políticos y que están orientadas a la conquista y el mantenimiento del poder, bien solas o mediante coaliciones con otras".

    Sartori (1976:63), por su parte; los define como un grupo político que presenta a elecciones, y es capaz de colocar mediante elecciones, a sus candidatos en cargos públicos. Schlesinger (1974:636) dice que los partidos políticos son organizaciones políticas que, de modo activo y eficaz, toman parte en la contienda por los cargos electivos: "los grandes partidos políticos atraen participantes movidos por los estímulos más diversos. Algunos están interesados en la política; otros se interesan por la vida social del partido; otros por su ambición de poder o por las recompensas que dispensan los funcionarios públicos" (1974:637).

    La definición que se utilizará para este análisis, y que no excluye la visión de captura del poder, es la que propone Anthony Downs (1973:27) quien define al partido político como un equipo de personas que tratan de controlar el aparato del gobierno mediante el poder conseguido en unas elecciones constitucionalmente correctas. A la luz de esta definición, se puede establecer que efectivamente el PLC es un partido político; es pues, un "equipo de personas" que presenta a elecciones unos candidatos con el objetivo de "conseguir el poder" o influir en la toma de decisiones.

    Otro factor que se debe tener en cuenta a la hora de tratar el tema de los partidos políticos es el nivel de pertenencia a un partido político, es decir, la intensidad del compromiso asumido y de la participación de los individuos en las actividades de un partido. Borja (1997:13,17,910), distingue tres categorías que implican el diverso grado de vinculación entre los individuos y el partido.

    Estas son: simpatizante, quien se adhiere espontáneamente a un partido por afinidad con las ideas que éste postula, aunque sin llegar a vincularse a él por el acto formal de la afiliación; afiliado o miembro, quien está vinculado por lazos formales y disciplinarios a un partido aunque no haga activismo; y militante o activista, quien trabaja intensa y permanentemente a favor de su partido político, asiste regularmente a sus reuniones, ejecuta las consignas impartidas por los dirigentes, difunde su propaganda, busca adeptos, trabaja en las campañas electorales y participa en general en todas las tareas de los partidos políticos.

    Para efectos de este trabajo se debe considerar lo que en los Estatutos Reglamentarios del PLC se entiende por nivel de pertenencia: "pueden ser miembros del partido todos los colombianos por nacimiento o por adopción y las organizaciones políticas, sociales, culturales y académicas que acepten las ideas liberales socialdemócratas y los principios generales señalados en el preámbulo de los estatutos" (Estatutos Reglamentarios del PLC, Art. 5). Así mismo, el PLC hace una diferenciación entre los tipos de miembros:

    "los miembros del partido, dependiendo del tipo de obligaciones y papel que cumplen dentro del mismo, podrán ser simpatizantes y militantes. Adquiere el carácter de miembro simpatizante, el colombiano liberal que se identifique con las ideas y tesis del partido, las defienda y vote por los candidatos a cargos y corporaciones de elección popular que el partido avale. Son miembros militantes los liberales, afiliados y carnetizados, que participen regularmente en las actividades partidistas: elecciones internas, foros, congresos ideológicos, actos públicos, y que cumplan con las obligaciones establecidas en los Estatutos. No podrán ser miembros del partido quienes se encuentren incursos en las inhabilidades señaladas en el Código Disciplinario. Quienes hayan perdido la calidad de afiliado, por razón distinta a decisión del Tribunal Disciplinario, solo podrán recuperarla, según reglamentación expedida por la Dirección Nacional Liberal, al menos dos años después de su separación del partido. La Dirección Nacional Liberal reglamentará la afiliación al partido de los menores de dieciocho años" (Art. 6).

    Por otro lado, según los Estatutos Reglamentarios de la Organización Nacional de Juventudes Liberales

    "Son miembros simpatizantes todo aquel o aquella joven liberal que se identifique con las ideas y tesis de la organización nacional de juventudes, las defienda y apoye todos los procesos democráticos que las juventudes respalden" (Art. 8). Y "Son miembros militantes todas aquellas personas jóvenes que manifiesten mediante comunicación escrita al PLC su deseo, libre de coacción, de abrazar el ideario social demócrata, y serán carnetizados" (Art. 9).

    Comparando lo que propone la teoría, con la forma en que en los Estatutos Reglamentarios del PLC se entiende por nivel de pertenencia, se encuentra que la figura de miembros simpatizantes del PLC hace referencia a lo que Borja entiende por simpatizante, es decir, a la identificación del individuo con las ideas que el partido postula sin llegar a afiliarse formalmente y de esta manera puede votar o no por los candidatos que el PLC presente a elecciones. En cuanto a la figura de miembros militantes del PLC, ésta hace referencia a lo que el mismo autor entiende por militante o activista, lo que significa que el individuo participa comprometidamente en todas o la mayoría de las actividades partidarias, y en ese sentido, es identificado (en el caso del PLC está carnetizado y de esta manera se apega a las normas que el partido impone). Borja define un nivel intermedio, afiliado o miembro; no obstante, el PLC sólo reconoce los dos niveles enunciados.

    1.4. Jóvenes

    Ahora bien, como el objeto de estudio son los jóvenes que participan en los partidos políticos, es conveniente definir lo que se entiende por estos. Se presenta acá un debate sobre como definir al joven: ¿Cómo un grupo etáreo? ¿Cómo una etapa biológica? ¿Por sus características socioeconómicas, psicológicas y culturales? ¿Por su actitud frente a la vida y sus intereses? ¿Por su espíritu emprendedor y jovial?

    Como se puede deducir, el concepto de joven está marcado por una fuerte polisemia, sus significados son variados y evocan imágenes muy diversas dependiendo de quien lo pronuncie y según el contexto en que se exprese. En la legislación colombiana se entiende por joven toda persona entre 14 y 26 años de edad (Ley 375 del 4 de julio de 1997, por la cual se expide la Ley de la Juventud, Art. 3). Esta definición no va en contravía con la forma en que en los estatutos del PLC se define al joven (Estatutos Reglamentarios de la Organización Nacional de Juventudes Liberales, Art. 10).

    No obstante, se restringió al objeto de estudio los jóvenes entre 18 y 26 años que participen al interior del PLC, que sean estudiantes universitarios en la ciudad de Bogotá, a razón de que es el grupo poblacional cuyas características pueden definir cualitativamente mejor a los jóvenes, pues desarrollan una actividad típica de estos.

    2. LOS JÓVENES Y EL PARTIDO LIBERAL COLOMBIANO

    A continuación se presenta una caracterización de la muestra en cuanto al sexo, la edad, el estrato socioeconómico y la religión que profesan. También se establece la forma en que los jóvenes se relacionan con el PLC, teniendo en cuenta su tiempo de vinculación, los cargos que ocupan al interior del partido, las funciones que desempeñan y las actividades en que participan o han participado.

    2.1. Caracterización de la Muestra

    Para analizar la información, es necesario iniciar con una caracterización de la muestra. El cuestionario fue aplicado a 30 jóvenes universitarios (11 mujeres y 19 hombres) que participan al interior del PLC en Bogotá, y que tienen entre 18 y 26 años de edad.

    En primer lugar, en la distribución por sexo, se encuentra que la mayoría de los entrevistados son hombres, que representan un 63.3%, frente a 36.7% de las mujeres. En cuanto a los rangos de edad, se tiene que un 23.3% de los entrevistados tiene entre 18 y 20 años, los jóvenes de 21 a 23 años representan un 36.7%, y los que tienen de 24 a 26 años de edad representan un 40.0% del total.

    En cuanto al estrato socioeconómico, el total de la muestra se concentró en los estratos 3,4,5,6, es decir, ninguna persona entrevistada pertenecía a los estratos 1 y 2; por tal razón, se agrupó en tres categorías, así: en la categoría "medio – bajo" que corresponde a los estratos 1, 2 y 3, se concentra el 30% de los entrevistados, la categoría "medio", que corresponde al estrato 4 representa el 46.7% de la muestra, y finalmente, en la categoría "alto" que contiene los estratos 5 y 6 se encuentra el 23.3%. A la pregunta sobre las creencias religiosas, el 80% de las personas respondió ser católico y el 20% restante dijo no profesar religión alguna.

    2.2. Los Jóvenes y su Relación con el Partido Liberal Colombiano

    Para establecer la relación entre los jóvenes y el PLC se tiene en cuenta elementos como el tiempo de vinculación al partido, el cargo que ocupan al interior del mismo, así como las funciones y las actividades que desempeñan, entre otros. Es así como se encuentra que de los 30 jóvenes entrevistados, el 23.3% está vinculado al PLC desde hace menos de 2 años, el 40% entre 2 y 4 años, y desde hace más de 4 años el 36.7%.

    Respecto al cargo que cada uno de los jóvenes ocupa en el PLC, el 100% de las personas entrevistadas son miembros de la Organización Nacional de Juventudes Liberales (ONJL) que es la figura del partido bajo la que se agrupan todos los jóvenes vinculados a él. De los 30 entrevistados, el 40% pertenece exclusivamente a la ONJL y el 60% restante, además de pertenecer a la ONJL, ocupa un cargo en el partido. Dos de las personas entrevistadas dijeron ocupar dos cargos en el partido; sin embargo, hay que tener en cuenta que hicieron alusión a un cargo que no corresponde a la estructura interna del PLC sino en representación de él, es decir, un cargo público.

    En total, son cuatro personas las que ocupan un cargo público: dos hombres y dos mujeres, la mayoría de estrato medio, entre los 24 y 26 años de edad. Entre otros de los cargos que mencionaron ocupar están: miembro de alguna Comisión del PLC, asesor de la Dirección Nacional del PLC, miembro del Instituto de Pensamiento Liberal (IPL) y vicepresidente del PLC.

    Tabla 1

    CARGO QUE OCUPA EN EL PLC

    CARGO

    FRECUENCIA

    %

    Miembro de alguna Comisión

    8

    40.0

    Asesor Dirección Nacional del PLC

    4

    20.0

    Cargo Público

    4

    20.0

    Miembro del IPL

    3

    15.0

    Vicepresidente del PLC

    1

    5.0

    TOTAL

    20

    100.0

    Fuente: Entrevistas realizadas a los jóvenes del PLC

    Son múltiples las funciones que los jóvenes desempeñan al interior del PLC, varios de ellos expresaron cumplir hasta con dos funciones. De esta manera, son más los jóvenes que participan en las actividades de la ONJL con el 37.2%, que en el cumplimiento de otras funciones. En seguida, con un 21%, cumplen la función de asesorar a la Dirección Nacional del PLC. Aquí se encuentra que son más las personas que cumplen esta función que las que ocupan el cargo de asesor de la Dirección Nacional del partido. Otras de las funciones que cumplen los jóvenes son las propias de la Comisión a la que pertenecen (16.3%), el desarrollo de proyectos sociales (9.3%), capacitaciones (7%), las propias del IPL (4.6%) y otras actividades (4.6%).

    En cuanto a las actividades del partido en las que los jóvenes participan, expresaron desarrollar desde 1 hasta 4 actividades. De esta forma, la actividad en la que más han participado es en el trabajo en campañas políticas en época electoral con un 25.6%, seguido por las actividades propias de la ONJL con un 16.7%. Otras de las actividades que los jóvenes han desempeñado al interior del PLC son académicas (11.2%), asesorar a la Dirección Nacional del PLC (8.9%), las propias de la Comisión (7.7%), representar al PLC en diferentes escenarios (5.5%), desarrollar proyectos sociales (3.3%), actividades nacionales del PLC (3.3%) y otras actividades (16.7%). Sólo una persona (1.1%) dijo no desarrollar o haber desarrollado actividad alguna por que su vinculación al PLC fue tan sólo hace año y medio y lo hizo por estrategia política para presentarse a las pasadas elecciones, es decir, ser avalado por el partido.

    De los 30 jóvenes entrevistados, sólo el 13.3% pertenece a una organización diferente al PLC. Solamente una de esas personas dijo pertenecer a 3 organizaciones y las restantes a una. Las organizaciones a las cuales esas personas pertenecen no son de índole electoral. Entre ellas se encuentran: la Asamblea Nacional de Jóvenes por la Paz, Tejedores de Sociedad, Redepaz, Planeta Paz y el Consejo Estudiantil Universitario.

    A la pregunta de si se considera liberal, el 100% de los jóvenes respondió afirmativamente. Se pidió que midieran el apego que sienten por el partido en una escala de 0 a 10 donde 0 era "ningún apego", 5 "indiferente" y 10 "un apego muy fuerte". Las respuestas se ubicaron entre 6 y 10, como lo muestra la Tabla 2:

    Tabla 2

    APEGO POR EL PLC

    CALIFICACIÓN

    FRECUENCIA

    %

    6

    1

    3.3

    8

    5

    16.7

    9

    6

    20.0

    9.5

    1

    3.3

    10

    17

    56.7

    TOTAL

    30

    100.0

    Fuente: Entrevistas realizadas a los jóvenes del PLC

    Como se puede observar, la mayoría de los jóvenes, el 56.7%, calificaron su apego como muy fuerte, es decir, con 10. El promedio de la medición del apego es de 9.3, lo que evidencia, en correspondencia con lo dicho anteriormente, como un apego muy fuerte de los jóvenes al PLC. Sin embargo, es importante comparar esto con el comportamiento electoral de los jóvenes en las pasadas elecciones locales, realizadas en octubre de 2003. En éste evento, tan sólo el 40% expresó haber votado por los candidatos que el PLC había presentado. Los demás votaron por Luis Eduardo Garzón a la Alcaldía y por la Lista Liberal al Concejo (23.3%), o simplemente no votaron (36.7%).

    Tabla 3

    PARTICIPACIÓN EN LAS PASADAS ELECCIONES

    CANDIDATOS

    FRECUENCIA

    %

    Sólo candidatos liberales

    12

    40.0

    Luis Edo. Garzón y Lista Liberal al Concejo

    7

    23.3

    No votó

    11

    36.7

    TOTAL

    30

    100.0

    Fuente: Entrevistas realizadas a los jóvenes del PLC

    Dentro de las razones que motivaron la abstención se encuentran: el ser menor de edad, ser jurado de mesa, estar trabajando en la logística de las campañas de los candidatos del PLC, no estar en la ciudad, entre otras. La razón para que varios de los jóvenes hayan votado por el candidato del Polo Independiente Democrático se debe a que el PLC, en el último período de la campaña electoral, decidió apoyar a dicho candidato. Resulta llamativa la distribución que se presenta en la comparación con el estrato socioeconómico: los jóvenes de estrato medio – bajo votaron mayoritariamente por Luis Eduardo Garzón a la Alcaldía y por la Lista Liberal al Concejo en un 13.3%; aquellos de estrato medio y alto por los candidatos liberales, en un 20% y 13.33%, respectivamente.

    Volviendo al apego que sienten por el PLC, la mayoría de los jóvenes, es decir el 54% expresó sentir apego al partido por identificación ideológica, seguido de la tradición familiar con 18.9%.

    Otras de las razones por las que los jóvenes se sienten apegados al PLC es porque sienten que son tenidos en cuenta (13.6%), también porque ven al PLC como una institución representativa, que está vigente y que siempre está presente en todas las elecciones (10.8%), y finalmente por el gusto que sienten por la política (2.7%). Fueron los hombres de 21 a 23 años de edad, de estrato medio – bajo, los cuales representan el 33.3% de la muestra, quienes nombraron la identificación ideológica como la razón principal por la que sienten un mayor apego al PLC.

    Tabla 4

    EXPLICACIÓN DEL APEGO

    RAZONES

    FRECUENCIA

    %

    Identificación ideológica

    20

    54.0

    Tradición familiar

    7

    18.9

    Jóvenes tenidos en cuenta

    5

    13.6

    Institución representativa, vigente y presente en todas las elecciones

    4

    10.8

    Gusto por la política

    1

    2.7

    TOTAL

    37

    100.0

    Fuente: Entrevistas realizadas a los jóvenes del PLC

    Partes: 1, 2, 3
    Página siguiente