La República de Platón: análisis edificante del libro segundo
Enviado por Simón Royo Hernández
ACERCA DEL TÍTULO DE LA OBRA.
El título de La República con el que se conoce esta obra, no corresponde al original griego de Politeia la traducción correcta sería «Sobre el Estado» o «Del régimen de gobierno de la ciudad-estado (polis)». Pero a partir de la traducción latina como Res publica, empleado por Cicerón en su tratado sobre el mismo tema, vino a dar en La República en castellano.
La obra que conocemos como La Política de Aristóteles no ha seguido mejor suerte, ya que teniendo por título Politiká, lo que indica simplemente «libros de tema político» o «sobre las cosas relativas a la polis», también fue vertida al latín como Res publica, dándosele en castellano el título que conocemos; (inadecuación que se repite en su obra Politeia athenaion, vertida al castellano como «República de los atenienses o Constitución de los atenienses» cuando se habría de entitular como: «Del Estado ateniense»). Pero en Aristóteles se añade una complicación más al emplear éste la palabra politeia para designar una determinada forma de gobierno.
Puesto que se trata en tales libros de los primeros textos completos que tenemos sobre lo que hoy se denomina ciencia política y existe una determinada forma de gobierno y un tipo de organización política, entre otros, al que llamamos «República», las traducciones tradicionales son totalmente inadecuadas. Mejor título pensamos que sería para todas ellas el primero que apuntamos, esto es, «Sobre el Estado», que apunta completamente a la esencia de la investigación política, que no es otra que el análisis de las formas de gobierno y de convivencia, y remite al lector hacia la certera idea de que se encuentra frente a verdaderos tratados de ciencia política.
La obra platónica que nos ocupa lleva por subtítulo peri dikaiou, quedando su título completo como sigue: «Del Estado o sobre la justicia». Lo cual quiere decir que para Platón la cuestión del buen gobierno es inseparable de la cuestión de la justicia. No es por tanto John Rawls el inventor de semejante formulación, ni mucho menos su mejor representante, como lo es más bien el caso que nos ocupa.
Teniendo presente lo antedicho, hay no obstante que señalar, que el título por el que se conocen estas obras está tan arraigado y resulta tan difícil conseguir su sustitución, que seguimos a la mayoría de los especialistas en dejar clara la incorrección y mantener sin embargo al mencionarlas, los títulos tradicionales de las mismas.
RECAPITULACIÓN DEL LIBRO I:
El Libro I de La República comienza con una discusión preliminar sobre la vejez (Rep.I,328c) y la riqueza, lo que conduce a los dialogantes hacia el tema de la justicia y el gobierno, comenzando las propuestas de definición de la primera. Se comienza por la de Céfalo que afirma que la justicia es la devolución de lo que se debe (Rep.I,331c), le sigue Polemarco declarando que la justicia consiste en el beneficio a los amigos y el perjuicio a los enemigos, y en tercer lugar surge la opinión de Trasímaco que, en consonancia con Calicles en el Gorgias (Gorg.484a) indica que la justicia es lo que conviene al más fuerte (Rep.I,338c), siendo por tanto la injusticia la verdadera excelencia y sabiduría (Rep.I,348c), posición que más adelante replanteará Adimanto (Rep.II,362d), hermano de Platón. Las tres posturas son refutadas por Sócrates que propone como alternativa considerar que la justicia es la excelencia del alma (Rep.I,353e), lo que lleva la discusión hacia un final aporético, debido a que se ha estado discutiendo acerca de las cualidades de la justicia, de si devolver lo debido, hacer bien a los amigos y mal a los enemigos o desplegar a rienda suelta el propio poder sin restringirlo ni reprimirlo, son cosas justas, en lugar de responder a la pregunta ¿qué es la justicia?. Por eso termina el diálogo diciendo Sócrates que no sabe qué es la justicia, con lo que termina el libro primero (Rep.I, 354c), un verdadero diálogo socrático compuesto con anterioridad al resto de la obra.
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