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El desencanto de Europa (impotencia, melancolía y suicidio económico) (página 11)

Enviado por Ricardo Lomoro


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Del total de presupuesto invertido en Infancia en 2013, el 65% fue a parar a Educación, principal área de inversión, seguida de Salud (18%), Prestaciones sociales (10%) y Bienestar Social (7%), aunque con comportamientos distintos. Educación y Salud aumentaron entre 2007 y 2010 para caer en 2013 a niveles previos, pero las prestaciones subieron levemente en todo el periodo por el aumento de niños que las necesitaban.

El "esfuerzo inversor" recayó sobre todo en las comunidades autónomas, que tienen las competencias, mientras que la Administración General del Estado contribuyó con algo menos del 1% de sus propios presupuestos. No obstante, la tendencia de los gobiernos regionales es a la baja, algo "preocupante" porque "significa que los recursos para la infancia son un porcentaje más pequeño de unos presupuestos que también se están reduciendo", según UNICEF.

"La pobreza infantil es un significativo indicador de en qué medida el Estado y la sociedad están protegiendo o no a los niños y garantizando sus derechos y su igualdad de oportunidades", explica el informe, que ofrece un "retrato desfavorable" de España, donde 2,3 millones de niños viven bajo el umbral de la pobreza y el número de familias con menores que tienen a todos los adultos en paro ha aumentado un 209%.

UNICEF incide en que "la pobreza está más extendida y es más severa y más intensa en la infancia que en el resto de la población, problema que se ha puesto en evidencia con la crisis", pero obedece también a "una tendencia previa y consolidada a largo plazo": la brecha de pobreza entre hogares con y sin niños se triplicó entre 2004 y 2012 hasta situarse en el 11,5%.

España no sólo invierte en infancia por debajo de la media de la Unión Europea, un 1,4% del Producto Interior Bruto (PIB) frente al 2,2% de la UE28, sino que además, es el segundo país comunitario, sólo por detrás de Grecia, en el que menos capacidad tiene el Estado para reducir la pobreza: sólo ha conseguido paliarla un 6,9% mediante transferencias sociales, frente al 32%, por ejemplo, de reducción que consiguió Irlanda.

UNICEF añade a este hecho "otro dato también llamativo": mientras el efecto reductor de la pobreza en los hogares con niños en España es de los más bajos de Europa, el efecto en el caso de los hogares sin niños no es muy distinto al del resto de países. "A pesar de los avances realizados desde el año 2003 al 2009 en el incremento de esta inversión social su eficacia sigue siendo muy limitada", dice el informe.

En opinión la Agencia de Naciones Unidas, una de las "mayores debilidades" de las políticas públicas españolas en relación con las familias y la infancia es la falta de esfuerzo en ayudas monetarias, el más bajo de la UE28. De hecho, España es uno de los únicos seis países de europeos que no tienen una ayuda universal por hijo a cargo, que son precisamente seis de los diez Estados que tienen una mayor tasa de pobreza infantil.

"De acuerdo a un estudio publicado en Reino Unido, la crisis económica ha provocado más de 10.000 suicidios en Europa y Norteamérica"… Recesión provocó 10.000 suicidios en EEUU, Canadá y Europa (BBCMundo – 12/6/14)

La investigación hecha pública por el British Journal of Psychiatry concluye que los suicidios "han incrementado marcadamente". También dice que algunas muertes pudieron evitarse, ya que en muchos países no aumentó la tasa de suicidios.

La Universidad de Oxford y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres analizaron datos de 24 países de Europa, Estados Unidos y Canadá. Según el estudio, los suicidios habían disminuido en Europa hasta 2007. Para 2009 incrementaron un 6,5%, un nivel que se sostuvo hasta 2011. En Canadá también bajaron hasta 2007, pero en 2008 volvieron a aumentar, con 240 suicidios más que el año anterior. En Estados Unidos la tendencia era al alza, pero la tasa se "aceleró" con la crisis económica, que sumó -según la investigación- 4.750 muertes.

Según el estudio, perder el trabajo, el embargo de la casa y las deudas son los principales factores de riesgo. Sin embargo, algunos países han evitado la tendencia. Suecia, Finlandia y Austria mantuvieron la tasa durante la recesión.

Para uno de los investigadores de la Universidad de Oxford implicado en la investigación, el doctor Aaron Reeves, "si el aumento de los suicidios es evitable es una de las cuestiones críticas para las políticas y las prácticas psiquiátricas".

"Las políticas importan", dijo Reeves a la BBC. "Existen evidencias de que la recesión provocó el incremento de los suicidios, pero sorprende que eso no haya ocurrido en todos los países". "Las decisiones son duras de tomar durante una recesión, pero uno de los quehaceres del gobierno es proveer apoyo y protección a los grupos vulnerables. Estos servicios ayudan a la gente que se lleva la peor parte de una crisis".

"En los últimos días, buena parte del discurso macro se ha centrado en lo que está sucediendo en Reino Unido, donde el gobernador de su banco central anticipó el pasado jueves que la primera subida de tipos de interés en años "podría producirse antes de lo esperado" debido a la positiva evolución de crecimiento y empleo en territorio inglés. Como telón de fondo, la situación del mercado inmobiliario local –con el término "burbuja" en boca de muchos analistas– y una preocupante expansión del crédito que ahora se quiere cercenar. Actuaría como contrapeso el enorme déficit por cuenta corriente, al que afectaría negativamente la apreciación de la libra"… Lecciones de la "paradoja británica": ha muerto la clase media (El Confidencial – 18/6/14)

Al calor de estas noticias, uno podría pensar que las Islas se encuentran en el mejor de los mundos y que, a fin de evitar males mayores, se toma una decisión que va a beneficiar a la mayoría de los residentes en aquel país. Nada más lejos de la realidad.

De materializarse -antes de final de año 2014 o a comienzos del 2015, como se prevé- pondrá de manifiesto que todo el ejercicio de represión financiera desarrollado por los supervisores durante esta crisis ha beneficiado casi exclusivamente a la economía financiera (más en la medida en que los bancos no han hecho circular el dinero) y a quienes tenían capacidad de ahorro (no por rentabilidad, sino por disponibilidad para comprar bienes en liquidación), sin que sus efectos se hayan trasladado de forma definitiva ni a la actividad real ni a un sector privado hiperendeudado.

Al contrario, la brecha entre ricos y pobres ha crecido exponencialmente. La sociedad se ha polarizado. Una afirmación taxativa, cierto, que podría admitir matizaciones, pero cuya proposición principal se ve refrendada por los siguientes ejemplos:

  • El 17/6 se conocieron los datos de coste de la vida en UK. Las casas suben, los activos financieros también, pero el colapso en los precios de alimentación, transporte y textil llevan a la inflación a su nivel más bajo en los últimos cuatro años y medio, un 1,5%. Desde 2009 Reino Unido no vivía seis meses consecutivos de precios por debajo del "target" del BoE del 2%. Según recoge Bloomberg de analistas especializados, son el exceso de oferta y la presión en renta disponible de los ciudadanos los que se encuentran detrás del mal dato. No hay que olvidar la sensibilidad de las rentas más bajas a estos tres componentes del IPC.

  • Lo extraño es que el dato haya podido pillar por sorpresa a alguien. No en vano, los resultados de dos de los "food retailers" señeros de Inglaterra, Tesco y Sainsbury's, anticipaban lo que finalmente ha sucedido cuando fueron dados a conocer a principios de junio. Ambos atribuyeron "su peor trimestre en décadas" a la guerra de precios en la que había entrado el sector y que situaba a los "discounters", las tiendas de barrio y las ofertas "online" como opción preferida de los consumidores. No sólo eso, anticipaban que la situación tenía un carácter más estructural de lo que podía parecer y que no sería reversible a corto plazo. Vaya, efecto riqueza generalizado, como que no.

  • Por si hubiera alguna duda de cuál es la realidad en la que se desenvuelve una parte sustancial de la población británica, un artículo publicado en la edición online del Financial Times del 16/6, se hace eco de un estudio elaborado por un "think tank" local e independiente en el que se afirma que las condiciones de vida del 20% de los habitantes de Inglaterra con menos recursos son las peores de toda Europa occidental, mientras que el 1% más rico lo es mucho más que en cualquier otro estado de la OCDE. Cosas de la City.

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  • Esto de la City es importante ya que buena parte del mencionado efecto riqueza se está concentrando en Londres y sus alrededores, mientras que el resto del país está a verlas venir. La emergencia de la actividad financiera, la atracción de fortunas de otras partes del mundo y los bajos tipos de interés han generado una bonanza en la capital que, al menos en el ámbito inmobiliario, no es compartido en la misma medida por el resto de las regionesPese a los buenos datos estadísticos, la actividad industrial y de servicios del centro y norte de su territorio no participa ni mucho menos de tal euforia. Y, aunque es verdad que se crea empleo, es de baja calidad y con magros salarios.

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Son apenas cuatro pinceladas de lo que podríamos llamar la "paradoja británica", cuyas circunstancias son fácilmente extrapolables a buena parte de las economías desarrolladas. Las finanzas vuelan, mientras se produce una destrucción masiva de la clase media europea, esa a la que se vendió un sueño de prosperidad construido sobre crédito que se ha transformado en pesadilla, a la que se presiona vía impuesto, tasas y contribuciones por ser la vía más rápida para captar recursos para las arcas públicas y cuya renta disponible es el instrumento preferido de devaluación interna de muchos Gobiernos. La misma que ahora va a ver cómo se incrementan sus costes de financiación sin haberle dado tiempo a sacar la cabeza del hoyo en el que se encuentra. 

Es verdad, el elemento demográfico es, sin duda, esencial para aventurar el potencial de riqueza de un país. Pero es este segmento social el que con su consumo, inversión e iniciativa construye las bases firmes sobre las que ha de consolidar su futuro. Sin ella, el retroceso económico y social será inimaginable. Al tiempo. La gran conquista de buena parte del siglo XX en muchas naciones, desmantelada en una década por quienes estaban llamados a protegerla: políticos y supervisores. Esta es la sociedad de locos en la que vivimos. Y que estamos obligados a cambiar. O, al menos, a intentarlo.

"El número de ni-nis crece en más de 200.000 desde el estallido de la crisis, hasta representar el 20% de los jóvenes de entre 16 y 24 años. España encabeza las tasas de desempleo en el mundo desarrollado, pero el drama del paro es aún más acuciante si cabe entre los jóvenes, con una tasa de paro próxima al 55% en el primer trimestre de 2014, según la última Encuesta de Población Activa (EPA)"… "Generación ni-ni": el 20% de los jóvenes españoles ni estudia ni trabaja (Libertad Digital – 18/6/14)

Sin embargo, dentro de este ámbito destaca muy especialmente el volumen de jóvenes que ni estudia ni trabaja, los también conocidos como ni-nis. Su número supera las 850.000 residentes comprendidos entre los 16 y los 24 años, equivalente al 20% de la población de esa franja de edad, lo cual supone un aumento de entre seis y siete puntos extra desde que estalló la actual crisis, tal y como analiza el economista Florentino Felgueroso, director de la Cátedra Capital Humano y Empleo de FEDEA.

Dicho aumento se debe, sobre todo, a la sustancial destrucción de empleo que se produjo en ese tramo de edad, ya que la crisis se llevó por delante el 65% de los puestos de trabajo (960.000 ocupados) entre el primer trimestre de 2008 y de 2014…

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Una enmienda a la totalidad (del Ifo a List): debate entre "germanófilos"

A modo de final, voy a intentar un debate (imaginario) con dos académicos a los que tengo en especial consideración. A ambos les "duele" Europa (a mí también). Ambos son "admiradores" de Alemania (yo también). Con los debidos respetos, vamos a ello.

La Unión Europea se mueve en una excelsa mediocridad. En medio de una irrelevancia social absoluta. Los líderes europeos lo único que han logrado acelerar es la pausada decadencia de Europa. Han cambiado "calidad de vida" (del ciudadano europeo) por "obediencia debida" (a los banqueros y grandes corporaciones).

Estos "ilustres ignorantes" solo se interesan por mantener el "statu quo" (en beneficio de la casta política, la burocracia europea, los bancos y grandes corporaciones) y, en su desesperado intento por "empujar la soga", solicitan la "prórroga de la prórroga", una mayor "flexibilidad" de la disciplina fiscal (anteriormente comprometida por ellos mismos), "mutualizar" la deuda, o intercambiar cromos como si jugaran al Monopoly.

Borran con el codo lo que escriben con la mano. El eterno "pasteleo" europeo. Por eso las cosas se paralizan. Algunas pruebas recientes del cinismo y frivolidad, con el que indocumentados resuelven (comprometen) nuestro destino:

"La Unión Europea "hará uso de toda la flexibilidad prevista (en el Pacto de Estabilidad)", según el borrador del documento que tienen previsto aprobar los jefes de gobierno en la cumbre europea de esta semana (26 y 27 de junio)"… La UE aplicará con flexibilidad el Pacto de Estabilidad (Cinco Días – 23/6/14)

El texto ha sido elaborado por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, tras su consulta con las capitales. Y formará la base de "la agenda estratégica para la Unión en tiempos de cambios" que el Consejo pretende imponer al futuro presidente de la Comisión Europea.

La oferta de Bruselas parece destinada a Francia e Italia que, junto a otros gobiernos socialistas, tienen previsto reclamar durante la cumbre una relajación de los objetivos de déficit y deuda exigidos a los países. Tanto el primer ministro italiano, Matteo Renzi, como el presidente francés, François Hollande, han supeditado a esa relajación su apoyo para que un miembro del Partido Popular Europeo vuelva a presidir la Comisión cuando José Manuel Barroso deje el cargo el próximo 30 de octubre.

Alemania se mostró ayer dispuesta a aceptar esa transacción siempre y cuando no se modifique el Pacto de estabilidad. "Es una cuestión de cómo aplicarlo", señaló en Berlín el portavoz de la canciller, Angela Merkel. "Se trata de evaluar el caso individual de cada país", añadió el mismo portavoz en lo que el gesto más claro hasta ahora de la canciller hacia las demandas de París y Roma. Los miembros socialistas de la coalición de Merkel ya se habían mostrado favorables a una reinterpretación del Pacto permita a los países mantener la inversión pública a cambio de reformas estructurales.

La batalla sobre esa reinterpretación se ha cruzado en la elección del sucesor de Barroso, que será el encargado de aplicarla. El PPE, que ganó las elecciones del 25 de mayo al Parlamento Europeo, insiste en que la presidencia debe ocuparla su aspirante, el ex primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker. El Gobierno británico se opone frontalmente a ese nombramiento y parece decidido a intentar frenarlo durante la primera reunión de la cumbre, que tendrá lugar el jueves en Ypres (Bélgica), en conmemoración del 100 aniversario de la I Guerra Mundial. Cameron parece aislado pero Londres no descarta una salida airosa in extremis, que podría pasar por aplazar unos días la decisión sobre la Comisión.

La guerra entre David Cameron y Jean-Claude Juncker, dos pesos fuertes del centroderecha europeo con visiones muy distintas sobre la UE, baja a las cloacas. "The Telegrap", tradicional periódico británico de ideología conservadora y con fuertes lazos con el partido "torie" del primer ministro inglés, sorprende con el siguiente titular: "Preocupación en los líderes de la UE por el alcoholismo de Jean-Claude Juncker". Según el "Telegraph", el estilo de vida del luxemburgués es un problema, ya que, según dicen fuentes del Parlamento Europeo que no se identifican, "toma coñac para desayunar" entre otras cosas. (Vozpópuli – 27/6/14)

Según el periódico londinense, los supuestos problemas de Juncker con el alcohol han protagonizado discusiones políticas "al más alto nivel" entre los líderes europeos. "Su consumo de alcohol ha aumentado desde las últimas elecciones parlamentarias", dice un diplomático en Bruselas, algo que habría confirmado otra fuente sin especificar de la Comisión Europea. También lo describen como fumador compulsivo teniendo en cuenta su comportamiento en las reuniones de este mismo jueves. Incluso querría cambiar las normas para que se pueda fumar en los edificios de Bruselas.

Los desencuentros entre los conservadores británicos y Juncker, que tiene el respaldo de la CDU de Angela Merkel, vienen siendo una constante en los últimos meses. El europeísmo de Juncker choca con la posición torie, que prevé un referéndum en 2017 para que los británicos decidan si quieren seguir o no en la Unión Europea. En privado y en público, Cameron ha manifestado su rechazo a Juncker por considerarlo un político de la "vieja guardia", que se opone a las reformas que él apoya para la UE. Para evitar la elección del luxemburgués, el jefe de Gobierno británico emprendió una intensa actividad diplomática, con llamadas telefónicas a sus colegas y un viaje a Suecia para hablar con su colega sueco, Fredrik Reinfeldt; el primer ministro holandés, Mark Rutte, y la canciller alemana.

Cameron defiende que es competencia del Consejo Europeo la elección del presidente de la CE y considera que el Parlamento Europeo no debe tratar de imponer su voluntad. Pese al rechazo de Cameron, Juncker cuenta con amplio respaldo entre los países de la UE y es candidato del ganador de las elecciones europeas de mayo, el Partido Popular Europeo (PPE)…

"Decisión tomada. El Consejo Europeo propone a Jean-Claude Juncker como el próximo presidente de la Comisión Europea", aseguró el 27/6 Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, en un mensaje en la red social Twitter.

La decisión no ha sido por unanimidad sino por mayoría cualificada, ya que Reino Unido y Hungría se oponen a la candidatura del luxemburgués, que recibió 26 votos a favor y 2 en contra. El primer ministro británico ha asegurado en Twitter que los Jefes de Estado y de Gobierno que podrían "lamentar el nuevo sistema para elegir presidente de la Comisión".

En medio de una cumbre bronca, los líderes europeos (incluso sus aliados más íntimos) dieron la espalda a Cameron, que reconoció el descalabro y a renglón seguido aseguró que la designación de Juncker "hace más difícil" mantener a Reino Unido en la UE, un digno colofón al reguero de amenazas, ultimátums e incluso golpes bajos que han elevado la tensión a niveles insoportables durante las últimas semanas.

Ese fracaso británico marca un antes y un después en las relaciones, habitualmente espinosas, entre Reino Unido y la UE. Cameron forzó un voto sin precedentes en el Consejo Europeo y trató de dramatizar con ese golpe de teatro su firme oposición, una especie de remate final a la deriva euroescéptica que viene protagonizando su partido -y su país- desde su victoria en las elecciones británicas de 2010. No hubo sorpresas. Nadie le siguió, con la única excepción de Hungría.

En fin, que la Reina Isabel ("God Save The Queen"), tendrá un compañero de "desayunos con alcohol". Juncker beberá coñac (según "dicen" los ingleses) y "Su Graciosa Majestad" ginebra (como "saben" los ingleses). Mientras, la orquesta seguirá tocando en la cubierta del Titanic.

Luego de estos "peanuts" (de ratas y de cloacas), dejo la palabra a los "académicos". Más adelante, vuelvo al "Speakers" Corner".

El futuro económico de Europa Jesús Fernández Villaverde – Conferencia ICADE – 4/6/14) (Algunos párrafos de la Conferencia)

De lo que quería hablar hoy es sobre el futuro económico de Europa…

(Entre mis muchos vicios y secretos escondidos, quizás uno de los más curiosos es mi interés por la historia alemana. ¿Por qué? Bueno, pues por muchos motivos. Yo siempre he explicado que en España nos hemos dividido muchas veces entre grandes germanófilos y grandes francófilos; en mi caso yo siempre he sido más de los alemanes que de los franceses. Segundo, porque a mí me gusta la música clásica, y es muy difícil escuchar a Bach o a Brahms o a Beethoven por las mañanas y no preguntarse por las tardes acerca de los grandes problemas de la historia alemana. Y uno de los temas principales de la historiografía alemana es la idea del sonderweg, de lo que llaman en Alemania el "camino especial". ¿A qué viene esto? Bueno, básicamente lo que preocupa a los historiadores alemanes es hasta qué punto Alemania ha sido o no un país distinto, o realmente Alemania ha sido un caso más en Europa con unas circunstancias muy similares a otras naciones)

En una economía moderna constantemente se crean nuevos productos, pues antiguamente teníamos el video y luego llega el DVD y luego llega el streaming por internet. Esto hace que constantemente haya productos antiguos, que haya sectores de la industria que van desapareciendo; esto es muy doloroso para todos aquellos que se quedan sin trabajo. Cuando la economía agregada crece es fácil mover gente de esos sectores que van desapareciendo y ponerlos en sectores que están creciendo. Cuando estás atascado es muy difícil, porque cada euro que gano yo de más es un euro que gana alguien de menos. Esto hace que las discusiones políticas se hagan mucho más agrias porque no hay más dinero

La política del estancamiento es muy, muy, muy corrosiva y lo que ocurre en Europa en estos momentos es que estamos peleándonos por el mismo pastel en una economía que tiene una frontera tecnológica que sigue creciendo…

Alemania (esto es muy interesante): su productividad no crece. No existen datos para Alemania antes de 1970 en la Penn World Table. La productividad alemana no crece, no crece en absoluto. Entonces uno dice, ¿y por qué los alemanes están exportando como locos? ¿Cómo puede ser posible que a los alemanes les vaya tan bien? Porque si uno ve los salarios en Alemania, el único motivo por el que Alemania sigue exportando muy bien es porque desde 1990 sus salarios reales no han crecido; básicamente lo que le han dicho a los trabajadores alemanes es: "miren, a cambio de que no crezcan los salarios, el empleo en Alemania se va a mantener y vamos a seguir teniendo exportaciones". Pero no me parece que esto sea una solución; la solución tendría que ser lo que sucede en Estados Unidos y en el Reino Unido. Estados Unidos y el Reino Unido son más productivos, siguen siendo capaces de producir más cosas con los mismos factores, año detrás de año. ¿Qué es lo que ocurre en los países anglosajones que su productividad crece y la nuestra no? Porque al final del día la productividad es lo único que te permite crecer en el largo plazo…

¿Qué explicaciones existen sobre esto?

Las principales son las que figuran en el cuadro anexo.

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El agotamiento del proyecto europeo. Creo que nos hemos metido en un proyecto de la Unión Europea que quizás tenía sentido cuando estábamos hablando de siete países europeos con el Tratado original de Roma; no tiene mucho sentido tal como está diseñada ahora Europa, con veintitantos miembros.

La crisis del euro. Lo único que quería decir aquí es que lo que he estado contando no es la crisis del euro, lo que he estado narrando es algo mucho más profundo; la crisis del euro es simplemente el epifenómeno de algo mucho más grave, que subyace a todos los problemas que hemos tenido.

Particularmente, creo que uno de los principales problemas que tenemos es que Europa ha sido capturada por los grupos de presión y por una serie de rigideces de política económica. Un ejemplo perfecto de esto son los taxistas de París: ahora hay una nueva App para el iPhone, quizás alguno la utilice, que se llama Uber, que te permite llamar a un coche y entonces te sientas en él. Los taxistas de Paris han hecho una gran manifestación, han bloqueado Paris por tres días y han intentado que Francia prohíba esta aplicación. Entonces es simplemente la protección de un grupo de presión, no les apetece perder trabajo y que se dedica a bloquear el país. Otros grupos de presión son más sofisticados, llaman a Moncloa y dicen, oye, mira, que necesitamos que en el siguiente Boletín Oficial del Estado ocurra esto, y como son más importantes lo solucionan sin tener que salir a la calle, que siempre queda muy feo.

Europa en estos momentos está completamente dominada por unos grupos de presión que impide el crecimiento económico. Y, ¿cómo se resuelve esto? Particularmente con decisión o, como decía "the Iron Lady", no sé si recuerdan, "this lady is not for turning". Hay que hacerlo sí o sí. Cuando tú tienes unos grupos de presión, como ocurre en estos momentos en Europa continental, que han tomado completamente el control de la sociedad, hay que luchar contra ellos.

El último motivo que quería resaltar es la reorganización de la economía mundial. Se ha transformado la economía mundial de una manera fundamental. Ahora la innovación, las cosas nuevas, la organización de las cadenas de valor añadido mundial, están en muy buena medida en Asia y los europeos no nos hemos dado cuenta, y no nos hemos dado cuenta de verdad. No, no estoy diciendo que pongamos la tele de repente y digamos, ay, los chinos, fenomenal, los coreanos… No, de verdad, interiorizarnos de que la economía mundial se ha reorganizado y que hay que competir en una situación mundial muy diferente.

Europa está en una encrucijada muy grande. Me sorprende que la gente no haya terminado de entender esto y ese es el único motivo por el que tenemos partidos extremistas, porque el europeo medio no entiende lo de la productividad total de los factores, no entiende lo del crecimiento del PIB, pero entiende que su vida no está mejorando y que su nivel de bienestar retrocede. Y entonces se enfada y termina votando a gente que son extremistas y muy peligrosos y lo que tenemos que estar absolutamente seguros es que no debemos permitir que las condiciones sociales de Europa lleve a esta gente a ganar elecciones. ¿Y cómo se consigue esto?

Hayek, el famoso economista, decía que él era un old whig. Whig era uno de los partidos británicos ingleses del siglo XVIII y a lo que se refería era a lo que quizás en estos días se llame el liberalismo clásico. Uno de los grandes iconos del liberalismo clásico es Edmund Burke, al que yo siempre he leído con mucho detalle y mucho cariño, y una de las cosas más importantes que dice Edmund Burke en sus reflexiones sobre la revolución en Francia es que un Estado sin la capacidad de reformarse es un Estado condenado al colapso. Lo que Burke ve es que la monarquía en Francia fue incapaz de reformarse en el siglo XVIII como se reformó la monarquía británica, y esto lleva a la revolución en Francia. Y la revolución en Francia lo primero que trae es guerra, destrucción y pérdida de bienestar.

Exactamente igual que los británicos y los franceses se encontraban en 1789, ese es el dilema y la encrucijada que tenemos ahora en Europa: podemos reformar para volver a poder dar bienestar a nuestros ciudadanos o podemos no reformar. Si reformamos nos irá bien, como a los suecos; si no reformamos, nos irá muy mal. Y el susto que nos pegamos hace ocho días con las elecciones se va a multiplicar y cada vez iremos a peor.

(Jesús Fernández-Villaverde es catedrático de Economía en la Universidad de Pennsylvania desde 2007, Kennen Fellow in International Economics en la Universidad de Princeton, miembro del National Bureau of Economic Research (NBER) e investigador en el Centre for Economic Policy Research. Con anterioridad fue profesor visitante en las Universidades de Nueva York, Duke y Yale)

– Los escollos al libre comercio (Project Syndicate – 24/6/14)

Múnich.- El Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión (ATCI), que al presente es objeto de intensas negociaciones entre la Unión Europea y Estados Unidos, está causando una gran conmoción. De hecho, dada la magnitud de las dos economías, que en conjunto representan más del 50% del PIB mundial y un tercio de los flujos mundiales de comercio, lo que se encuentra en juego es mucho. Con el fin de garantizar que el ATCI beneficie a los consumidores de ambos lados del Atlántico, aquellos que negocian deben reconocer y evitar varias trampas clave – algunas más evidentes que otras.

Los acuerdos comerciales bilaterales han ido ganando tracción últimamente. Por ejemplo, la UE y Canadá concluyeron recientemente un Acuerdo Económico y Comercial Global, que probablemente se convierta en la base para el ATCI.

Esto no es sorprendente, dado el reiterado fracaso de los intentos de llegar a un acuerdo global a través de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Las negociaciones de la Ronda de Doha de la OMC fueron un fracaso, y el acuerdo alcanzado en Bali el año pasado, a pesar de anunciarse como un éxito, hace muy poco que acelerar la recaudación de aranceles aduaneros.

En la situación actual, el miedo ante una insuficiente protección del consumidor, distorsionada por los intereses creados, está dominando el debate respecto al ATCI. Considere el desacuerdo sobre el tratamiento diferenciado que se dispensa al pollo. En EEUU, la carne de pollo se lava en agua tratada con cloro; en Europa, los pollos se rellenan con antibióticos mientras se encuentran vivos. En un esfuerzo que se puede describir solamente como absurdo, los productores europeos están tratando de convencer a sus clientes que el primer método es menos conveniente para los consumidores.

En realidad, la protección del consumidor en EEUU es considerablemente mejor y más estricta en comparación a la que se tiene en la UE, donde, a raíz de la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en el asunto Cassis de Dijon, el estándar mínimo aplicable a todos los países se establece a través del país con el nivel más bajo en cada caso. Por el contrario, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU. hace cumplir los más altos estándares para los productos, lo que significa que, en el marco del ATCI, los consumidores europeos tendrían acceso a productos de mayor calidad a precios más bajos.

El principal beneficio de la facilitación del comercio es que permite que los países se especialicen en las áreas en las cuales tienen mayores capacidades. Como Ralph Ossa mostró en un documento de trabajo preparado para la Oficina Nacional de Investigación Económica de EEUU, si Alemania no tuviese acceso a los mercados internacionales, el nivel de vida que tuviese sería la mitad del que ahora tiene. El ATCI, según información proporcionada por Gabriel Felbermayr del Instituto IFO de investigación económica, podría mejorar el nivel de vida de Alemania en un 3 a un 5%.

Sin embargo, estos beneficios están lejos de estar garantizados. Uno de los riesgos principales de la facilitación del comercio es una desviación del comercio – es decir, una reducción de los aranceles aduaneros entre dos países lleva a que los consumidores eviten los productos más baratos procedentes de terceros países. Si el ahorro del consumidor no compensa la disminución en los ingresos aduaneros de los países, el resultado final sería una reducción en el bienestar.

Para evitar tal resultado se requiere de disposiciones que permitan la participación de un conjunto más amplio de países, que incluya especialmente a China y Rusia, en el proceso de facilitación del comercio en igualdad de condiciones. De hecho, la construcción de una especie de "OTAN económica" que excluya a potencias como Rusia y China no sería aconsejable, tanto económica como políticamente. En lugar de ello, estos países deberían ser incluidos en el proceso de negociación.

Otro posible riesgo es el concerniente a la protección de las inversiones. En la situación actual, es aceptable que la UE asuma responsabilidad cuando sus propias medidas de salud y de protección del medio ambiente funcionan, en los hechos, como barreras comerciales. Las Directivas de la UE que instituyen límites máximos para las emisiones de CO2, por ejemplo, son en realidad un tipo de política industrial destinada a proteger a los automóviles pequeños franceses e italianos. La protección de las inversiones limitaría este tipo de abusos.

Sin embargo, no es aceptable que la UE ofrezca protección a los inversores extranjeros con relación a la incapacidad que tiene un país europeo en cuento a cumplir con sus obligaciones, en especial en lo que se refiere al servicio de su deuda. Tal medida, como Norbert Häring de Handelsblattrecientemente señaló, transformaría al ATCI en un mecanismo de mutualización de la responsabilidad dentro de la UE.

Las garantías a las inversiones que tengan un alcance en toda la UE reducirían artificialmente la tasa de interés a la cual un país de la UE, de manera individual, podría pedir prestado y por lo tanto, alentaría a que estos países asuman más deuda, suspendiendo, en los hechos, el mecanismo de auto corrección de los mercados de capitales. Esto llevaría a la siguiente escena del desastre de la deuda europea, con consecuencias que serían muy superiores a los beneficios que ofrece el ATCI.

El ATCI, sin duda, tiene un gran potencial para impulsar el desempeño económico a ambos lados del Atlántico. Pero, ello no significará nada si se permite que el acuerdo sirva como puerta trasera para la mutualización de la deuda europea a través de lo que se aproximaría, en los hechos, a lo que son los Eurobonos.

(Hans-Werner Sinn, Professor of Economics and Public Finance at the University of Munich, is President of the Ifo Institute for Economic Research and serves on the German economy ministry"s Advisory Council. He is the author of Can Germany be Saved?)

Regreso al "Speakers" Corner" (del Ifo a List)

(…) La historia ofrece ejemplos de naciones que han sucumbido porque no supieron resolver a tiempo la gran misión de asegurar su independencia intelectual, económica y política, estableciendo manufacturas propias y un vigoroso estamento industrial y mercantil (…). Friedrich List, Sistema nacional de economía política, 1841

(Friedrich List, uno de los economistas alemanes más destacados del siglo XIX, fue un acérrimo crítico de la "teoría dominante" de Adam Smith, particularmente en materia de librecambio. Una de sus principales aportaciones al pensamiento económico es su planteamiento de una estrategia alternativa e integral para el desarrollo económico, en una concepción diferente de la política de comercio exterior)

Toda Europa ha fracasado a la hora de enfrentar la crisis financiera que se auto infligió, en un "seguidismo estúpido", por querer jugar a la bolsa y la banca, "mano a mano" con los EEUU (sin la picardía, la falta de escrúpulos, y la facilidad para repartir la mierda de los productos tóxicos por el mundo mundial, que tienen los americanos).

No supieron reducir la probabilidad de pérdidas catastróficas capaces de sacudir el sistema. Tampoco comprendieron la naturaleza escurridiza del riesgo. Antes de la crisis financiera, muchos bancos europeos creían que habían evaluado correctamente los peligros de las hipotecas de alto riesgo y provisionado suficiente dinero para absorber pérdidas. Los errores de cálculo fueron garrafales.

Los únicos europeos que pueden jugar en ese "casino" son los ingleses (el submarino de los Estados Unidos en Europa) y ya han dado suficientes pruebas (un día sí y otro también) de quien son "aliados incondicionales" (USA) y de quien son meros "socios comerciales" (UE, a la que USAN), mientras se puedan aprovechar del libre movimiento de capitales. ¡A ver si se enteran "pardillos" de la Comunidad Europea!

Por supuesto, el mercado de los derivados sigue siendo enorme: 692 billones de dólares en contratos, según el Banco de Acuerdos Internacionales (BIS en sus siglas en inglés). Es diez veces el Producto Interior Bruto global.

La banca en la sombra mueve en el mundo 51 billones de euros y sus activos representan el 24% de los activos financieros y el 117% del PIB de las economías avanzadas, según los datos del Financial Stability Board (FSB).

La industria de los fondos de cobertura superó en mayo (2014) por primera vez en la historia la barrera de los US$ 3 billones (millones de millones), según datos de una firma de análisis, gracias a que nuevas asignaciones y desempeños positivos llevaron el importe total a un nuevo récord.

No obstante, las autoridades han tomado relativamente pocas medidas para abordar el problema. La próxima crisis puede estar a la vuelta de la esquina y la UE sigue inerme.

Siendo esto peligroso, lo más grave continúa siendo la crisis económica, la falta de crecimiento, de empleo, de ingresos, de futuro, de esperanza. Aquí la falta de respuesta de la Unión Europea es clamorosa.

En el debate acerca de este problema se han abordado muchas de sus repercusiones, como la menor cohesión social, el aumento de los barrios marginales, la explotación de la mano de obra y el debilitamiento de las clases medias. Pero hay un efecto que ha merecido relativamente poca atención: el desempleo juvenil y el subempleo en general.

Desde el inicio de la crisis económica global, el desempleo juvenil ha aumentado de manera importante. En los países desarrollados, un 18% de las personas de entre 18 y 24 años se encuentran sin empleo. Si bien la tasa de desempleo juvenil en Alemania sigue siendo relativamente baja (9%), es de un 20% en el Reino Unido y más de un 50% en España y Grecia. En contraste, sólo un 10% de los jóvenes de Asia del Este y un 9% de Asia del Sur están sin empleo.

No obstante, las autoridades han tomado relativamente pocas medidas para abordar el problema. Hoy la Unión Europea se arriesga padecer lo que la Organización Mundial del Trabajo ha llamado una "generación perdida".

Sea cual sea el factor principal que subyazca al alto desempleo juvenil, no hay duda de que la desigualdad del ingreso exacerba el problema. En pocas palabras, muchos empleos (en especial los más lucrativos) están al alcance casi exclusivamente de jóvenes procedentes de entornos pudientes.

Por ejemplo, en el Reino Unido solo un 7% de los niños y jóvenes van a escuelas privadas, pero cerca de la mitad de los directores ejecutivos del país y dos tercios de sus médicos han sido educados en ese sistema. Se estima que esta tendencia continuará y que la próxima generación de doctores habrá nacido en familias pertenecientes al 20% más rico de la población.

La desigualdad se agrava si los procedimientos de contratación vienen inherentemente sesgados. Si bien en teoría las empresas reconocen el valor de reunir talentos procedentes de una diversidad de medios, tienden a contratar candidatos con habilidades, experiencias y cualificaciones similares. Incluso si una persona con una formación o experiencia de trabajo diferente se las arregla para entrar en contacto directo con quienes seleccionan personal, debe superar la percepción de que representa una opción más riesgosa.

Si el estatus financiero sigue siendo un determinante clave para sus oportunidades, los jóvenes de entornos más pobres se irán desanimando progresivamente, lo que puede elevar el grado de conflictividad social. A menos que todos los jóvenes cuenten con perspectivas legítimas de mejorar su situación social y económica, seguirá ampliándose la brecha entre ricos y pobres y creándose un círculo vicioso del que será cada vez más difícil salir.

En un Ensayo anterior, Los daños ocultos del librecambioLa doble vida de la economía global (Unión Europea: Apertura y Vulnerabilidad – ¿Es posible imaginar un futuro diferente al pasado reciente?) (¿Puede la economía salir del armario?), publicado en abril del 2002, decía:

Con la globalización las empresas descubrieron que pueden producir en cualquier lugar del mundo, con mano de obra barata, precariedad laboral y posibilidades de evadir reglas. Rápido y barato. Ningún peso ni deberes para la empresa. Así, hay verdaderas zonas francas en el mundo, donde se trabaja sin derechos, sin descanso ni seguridad alguna. Y el patrón no tiene cara. Son los costados más oscuros del capitalismo globalizado.

Los estados son impotentes ante los mercados y el poder de las corporaciones. Los gobiernos han quedado reducidos a meros lacayos serviles de las multinacionales, lo que incluye al gobierno de George W. Bush, con un vergonzoso servilismo ante las multinacionales energéticas.

En el ensayo que presentamos tratamos de demostrar que la apertura comercial puede generar un alto grado de vulnerabilidad. La balanza externa puede presentar un factor negativo para el crecimiento económico.

Esos son los daños ocultos del librecambio. El alto costo de un régimen que nos lleva a pensar en el librecambio de los idiotas.

Una alucinación del desarrollo -la globalización de la libertad de mercado- que, entre la flexibilidad y la incertidumbre, opta por el miedo a ser uno mismo.

La doble vida de la globalización nos plantea un caso de vulnerabilidad económica: Unión Europea versus Estados Unidos. Podríamos sospechar si no estamos ante una situación de desigualdades provocadas.

¿Si una mayor apertura a los flujos financieros y comerciales, hacen a la Unión Europea más vulnerable a las perturbaciones externas; no se presentaría una situación asemejable a la de cobayas del neoliberalismo?

¿Ante la falsa globalización de la libertad de mercado, que nos imponen los fascistas económicos, es posible proyectar un futuro diferente al pasado reciente?

¿Puede imaginarse un cambio de paradigma?

¿Puede la economía salir del armario?

¿Sera posible que nos devuelvan el cerebro?

¿Se animara Europa a quitarse el burka que la niega, somete, condiciona y castra desde finales de la Segunda Guerra Mundial y, sin solución de continuidad, desde el fin de la Guerra Fría?

El comercio libre promueve el bienestar de los ricos, pero no necesariamente el bienestar social, que debería aplicarse a la gran mayoría de la población. No es de extrañar entonces que las compañías multinacionales y sus directores ejecutivos, con sus feudos industriales diseminados por todo el mundo, adhieran fervientemente al comercio libre.

El comercio internacional beneficia a unas pocas empresas multinacionales y a unas pocas familias propietarias, perjudicando o en el mejor de los casos dejando en igualdad de condiciones, al resto de las empresas y familias, cualquiera sea su lugar de radicación o residencia. Para mayor agravante -si cabe- el libre comercio -profetizado, publicitado e impuesto-, es solo una pantalla para la financierización de la economía, que es el objetivo buscado (y por lo que se constata, alcanzado).

Al impulso de la liberación del comercio se cuela el libre movimiento -fundamentalmente especulativo- de capitales, sin fronteras, limitaciones, ni controles, que es la única globalización verdadera.

En este dualismo económico que ha generado la globalización, la economía de mercado, la competencia mundial y el libre comercio, hay muy pocos que ganan mucho -muchísimo- y un resto enorme que transita la depresión silenciosa. Lo que se está intentando -aunque el discurso oficial sostenga lo contrario- es la perpetuación de las desigualdades superables, la negación de la posibilidad de tener oportunidades superiores a las nativas, de llegar a una sociedad más igualitaria…

El libre comercio perjudica seriamente a las economías de las naciones. Casi todos los problemas económicos con que se enfrenta la Unión Europea -déficit público, aumento del desempleo, retroceso de la clase media, excesiva competencia, creciente endeudamiento de las empresas y degradación del medio ambiente– pueden estar relacionados con la política del libre comercio (extra regional) que ha estado siguiendo en los últimos años.

¿Puede EEUU con tan poco, aunque parezca tanto, dictar las reglas de juego del comercio mundial? ¿O al menos del europeo?

¿Puede Alemania actuar de forma tan miope, si no hay algunos que se empeñan en ponerla detrás de un vidrio oscuro?

¿Puede Alemania condicionar el desarrollo de la Unión Europea porque ha cambiado de socio preferente? ¿Puede valer tan poco el precio de la traición?

¿Puede la Unión Europea seguir tragando lo que le echen?

¿Cuándo entenderá la Unión Europea que la prioridad estratégica de los EEUU ha pasado del Atlántico al Pacifico?

¿Para qué sirve continuar la estela de la globalización?

¿Quién se beneficia de la competitividad?

¿Mejoró el ritmo de crecimiento de la Unión Europea con el librecambio?

¿Quién dicta las reglas del pensamiento único?

¿Quién saca el mejor resultado con la aplicación de la economía de mercado?…

Conclusión

A modo de teorema (hipótesis, tesis y demostración)

El fin de la Guerra Fría, cede paso a la era de la globalización. El avance en alta tecnología (robótica, informática, comunicaciones y biotecnología) permite pasar de la sociedad industrial a la sociedad del conocimiento. La distribución internacional del trabajo no existe más. La aldea global deja la guerra sin frente. La discusión entre el modelo anglosajón y el modelo renano se diluye en una batalla de modelos heterodoxos, a los que lo único que les interesa es que el gato cace ratones. Capitalismo socialista. Autocracias capitalistas. Socialismo de libre mercado. Tercera vía. Capitalismo popular…Y cuanta sopa de letras nos permita el análisis combinatorio.

La economía se convierte en algo más importante que la ideología.

Triunfan aquellos que optaron por: el éxito individual, el beneficio a corto plazo, la financierización, la desregulación, la privatización, que utilizan la inmigración como un arma de disuasión para la mano de obra nacional, que consideran que la pobreza es un problema de las personas, que sostienen que la seguridad social no es favorable para el desarrollo económico, que privilegian la jerarquización de los salarios, que procuran una legislación fiscal que favorece el endeudamiento, que consideran mejor tener menos reglamentos y más abogados para hacer procesos, que prefieren la bolsa, que asumen que el poder en la empresa lo tiene el accionista, que entienden que el papel de la empresa en materia de educación y de formación profesional debe ser el menor posible…

Aceptan el papel de derrotados, y se someten, aquellos que: valoran el éxito colectivo, el consenso y el beneficio a largo plazo, no aceptan la inmigración como arma persuasiva, consideran que la pobreza es un problema de la nación, no aprueban aumentar tanto la jerarquización de los salarios, consideran el ahorro como una virtud nacional, prefieren tener reglamentos y entienden que el poder en la empresa se reparte entre los accionistas, dirección, banca y personal…

Es un hecho que a los ojos de la opinión mundial, el capitalismo renano, virtuoso, igualitario, prudente y discreto, carece de atractivos.

El capitalismo americano es el sueño rosado, del dinero fácil, de las fortunas súbitas, lúdico, mediático (o sea: publicitario, financiero y corrompido).

El modelo norteamericano sacrifica deliberadamente el futuro al presente.

Al modelo renano le queda por demostrar -nuevamente- que la protección social más generosa puede ir apareada con una economía más eficiente. Habrá que demostrar -nuevamente- que la inversión en el futuro es el verdadero círculo productivo, la primera fuente de riqueza. Quizás incluso el nuevo camino de la sabiduría.

En su libro, El mito del libre comercio, Rabi Batra, ya en 1993, nos decía: (refiriéndose a los EEUU)… Los hechos saltan a la vista, las pruebas son abrumadoras, el gran sueño americano de disfrutar de una mayor prosperidad en cada generación se ha frustrado. Incluso se habla de que la nación se está hundiendo en un pozo parecido al del Tercer Mundo, y entrando en un círculo vicioso de pobreza. Junto con el desconcierto de los medios de difusión, de los expertos y los políticos, que mientras se desarrolla el debate por el NAFTA, pocos comprenden que la causa real de esta debacle económica sin precedentes ha sido la política de comercio libre. Mientras tanto, la industria y los ingresos se sumergen cada vez más en lo que ya es un cenagal.

La disminución del salario real del trabajador de la producción que ha tenido lugar en veinte años, entre 1973 y 1992, es un fenómeno desconocido, ni siquiera visto durante la Gran Depresión, que duro una década. Un hecho insólito requiere una explicación singular, y lo único nuevo en la historia norteamericana ha sido el comercio libre…

El argumento convencional a favor del comercio libre es ingenuo y simplista. Los acólitos de la liberación hacen extravagantes conjeturas y sacan conclusiones incompletas…

La lógica que hay detrás del comercio libre…viene a ser como una asociación entre naciones, en las que cada una concentra sus esfuerzos en los sectores en los cuales posee la mayor ventaja (productividad laboral comparativa).

Teniendo en cuenta esto, cuanto mayor sea la especialización, mayor será la productividad de la asociación entre naciones. Pero cuanto más se especialice cada una, más tendrá que importar y pagar por ello con sus exportaciones. Por eso se dice que el comercio libre es la mejor política, porque con él se acrecienta al máximo el comercio internacional y por ende la especialización.

En consecuencia, cualquier política que restrinja el comercio inevitablemente reducirá la productividad mundial. De ahí que todas las formas de proteccionismo -aranceles, cuotas, subsidios, requisitos internos sobre el contenido de las importaciones y limitaciones voluntarias a la exportación, entre otras muchas medidas- sean perjudiciales para la prosperidad internacional.

En este sentido, el punto de vista convencional mantiene que el comercio crea dos tipos de beneficios. El que se obtiene del intercambio y el aumento de la productividad que se logra a través de la especialización.

¿Qué posibilidad de error habrá en este razonamiento?…

El comercio libre puede haber ayudado a los norteamericanos a incrementar la productividad por hora, pero debido a la caída de la demanda mundial de sus productos, sus salarios son más bajos que en 1973, y algunos aún más bajos que en 1950. Por otro lado, los socios comerciales de EEUU no solo producen más por hora, sino que han visto crecer sus salarios significativamente desde la década del setenta. Los economistas de EEUU no han logrado advertir las depredaciones que ha causado el comercio libre, porque se han concentrado exclusivamente en la productividad y han ignorado los ingresos. Siguen ocupados tratando de dar una explicación racional al statu quo. ¿Pero…qué es lo que pretendemos, una mayor productividad o mejores salarios?

La teoría moderna de los beneficios que genera el libre comercio es mucho más sofisticada que la que se acaba de describir. Pero la idea básica es la misma. En lugar de la productividad comparativa de la mano de obra, la versión moderna pone el acento sobre los costos comparativos, los cuales están determinados por la productividad de varios factores -mano de obra, capital y recursos naturales– y sus ganancias. De hecho, la teoría moderna reconoce que el comercio puede afectar los salarios tanto a corto como a largo plazo. Pero otros factores se benefician tanto, que su provecho pesa más que la caída en los salarios. En consecuencia, el comercio libre hace prosperar a la nación, aun cuando pueda perjudicar a los trabajadores.

Esta idea puede descartarse fácilmente porque tiene escasa aplicación práctica. En 1991, los salarios de los empleados y de los trabajadores autónomos representaban el 82 por ciento del ingreso nacional de EEUU, y los ingresos del capital el 18 por ciento restante. Cualquier teoría que ignore los salarios y se concentre solamente en otros factores globales, como el bienestar social, el PNB real per cápita o el ingreso nacional, merece ser desechada. Seria simplemente absurda. ¿Cómo es posible considerar el ingreso de la mano de obra y de otras fuentes de la misma manera?

En una economía de una gran disparidad, como la de EEUU, solamente el 5 por ciento de la población obtiene un ingreso significativo del capital. Cuando los economistas afirman que el comercio beneficia a una nación, aunque posiblemente perjudique a sus trabajadores, lo que realmente quieren decir es que al menos los propietarios del capital salen ganando, o sea los ricos se hacen más ricos. No importan los trabajadores pobres, que constituyen el 80 por ciento de la fuerza laboral: al menos los ricos prosperan. Esto solo quiere decir que el comercio libre promueve el bienestar de los ricos, pero no necesariamente el bienestar social, que debería aplicarse a la gran mayoría de la población.

No debe extrañar entonces que las compañías multinacionales y sus directores ejecutivos, con sus feudos industriales diseminados por todo el mundo, adhieran fervientemente al comercio libre…

La mayoría de los economistas admiten que el comercio puede perjudicar temporalmente a algunos trabajadores, pero afirman que beneficia, sin lugar a duda, a los consumidores, ya que las importaciones hacen bajar los precios y ponen un límite a la inflación. Este argumento se lee tan a menudo en la prensa y en los libros de texto que pronto se termina por aceptarlo. Nada puede estar más alejado de la verdad. Es un concepto decididamente erróneo.

¿Acaso los consumidores son diferentes de los trabajadores? ¿No son la misma gente? Desde la apertura de la economía norteamericana al comercio libre en 1973, el 80 por ciento de la fuerza laboral ha soportado una brusca caída en los ingresos reales. ¿Acaso esta gente y sus familias no son también consumidores?

Lo que importa no son solo los precios, sino también los salarios. El comercio en efecto hace bajar la inflación, pero también puede reducir los salarios, y la pérdida salarial excede a la caída de la inflación. De ahí el brusco descenso en el nivel de vida en EEUU…

Otro argumento frecuente es que el comercio libre estimula a las industrias locales que compiten con las importaciones, que a causa de ello se ven obligadas a producir bienes de alta calidad a precios más bajos…El comercio indudablemente promueve la competencia, mientras que el proteccionismo puede retardarla. Pero existen otros recursos menos destructivos para estimular la rivalidad entre las empresas locales. El comercio no es el único camino, y esos otros recursos pueden ser muy superiores al comercio libre. El mérito intrínseco estriba en la idea de la competencia, no en la liberación del comercio…

Aquí podemos finalizar la cita. Ahora les propongo un juego: sustituyan el nombre de los EEUU por el de Unión Europea, actualicen -un poco las fechas- y verán ustedes como Ravi Batra escribió sobre historias del futuro, al menos para la situación de la Europa globalizada y librecambista.

Un párrafo sugerente -que respalda nuestra hipótesis, lamentablemente con demostración pendiente, como verán más adelante- es aquel que señalaba:…Al menos los ricos prosperan. Esto quiere decir que el comercio libre promueve el bienestar de los ricos, pero no necesariamente el bienestar social, que debería aplicarse a la gran mayoría de la población. No es de extrañar entonces que las compañías multinacionales y sus directores ejecutivos, con sus feudos industriales diseminados por todo el mundo, adhieran fervientemente al comercio libre…

Propuesta: (Decíamos ayer…) El comercio libre extraregional no beneficia al crecimiento económico de la Unión Europea. El proteccionismo competitivo -citando a Ravi Batra- es muy superior al comercio libre. El nuevo proteccionismo -citando a Hans-Peter Martin y Harald Schumann- debe tener como finalidad la protección del medio ambiente mediante la reducción del comercio internacional y mediante la diversificación de economías enteras, de tal forma que se reorienten hacia la máxima producción posible a escala local o nacional o regional, llegando al comercio internacional solo como última alternativa. Hay que romper el ciclo de más comercio internacional que constituye una amenaza para el medio ambiente, la justicia social y el empleo sostenible. La idea es generar un proteccionismo competitivo, no un proteccionismo monopólico. O sea, reemplazar la competencia externa actual por la competencia interna. Pasar del enriquecimiento de la corporación a la realización del individuo.

Parece difícil, en un mundo globalizado, que un país o región pueda crear una política pro-empleo eficaz y a largo plazo.

¿Podemos entonces imaginar acuerdos internacionales que no permitan esta perspectiva de vecino-mendigo?

Una vez más, las consideraciones políticas -niveles de desempleo que amenazan la estabilidad social- se convierten en el factor decisivo a la hora de afrontar los problemas económicos.

El capitalismo no es un sistema fácil de gobernar bajo las mejores condiciones, y las perturbadoras amenazas tecnológicas, el aumento de la interdependencia económica y la falta de consenso internacional en política económica no son evidentemente las mejores condiciones. Es probable que si todos los capitalismos adoptaran políticas con más visión de futuro e hicieran vigorosas campañas para conseguir pactos internacionales que exigieran mutuos frenos competitivos, las cosas podrían ser distintas. Pero la frustrante realidad es que no sabemos cómo dar cuerpo a la voluntad política necesaria para dicho esfuerzo.

La voluntad política de las masas, tan importante en el lejano pasado, se ha convertido en la tabla de salvación de hoy, tal vez en mayor medida del mañana.

Restablecer las condiciones de igualdad de oportunidades, volver a dar credibilidad a la movilidad social ascendente, se presentan por lo tanto esenciales, ya que permitirían recuperar el movimiento, hacer más claro el porvenir.

Se advierte con claridad que un proyecto semejante implica un retorno al estado, no solo como gestor precavido del presente sino como productor de futuro, como director del largo plazo.

La Unión Europea debe definir la clase de futuro que quiere construir. La Unión Europea debe apostar al futuro. Su hipoteca social (pensiones y sanidad) no puede lastrar a los jóvenes y futuras generaciones hasta tornarlas incapaces, ociosas o marginales. Si no, no habrá ni para los unos, ni para los otros. Sin olvidar el pasado hay que pensar en el futuro. Hay desafíos ajenos y propios, que, son razones suficientes, para procurar las transformaciones internas, sin la necesidad de seguir un sendero dependiente. Sin soberbia y sin humillación; con realismo y con equidad, la Unión Europea debe iniciar las acciones que permitan asegurar el acceso a toda la sociedad a los frutos del crecimiento, y de la inclusión e inserción en el proceso productivo.

El sugestivo proyecto de la Unión Europea debe tener por clave política el mantenimiento de la cohesión social.

Europa no puede, ni debe, competir internacionalmente en base a bajos salarios, desocupados, subempleados, cuentapropistas o trabajadores formales precarios, pero tampoco puede continuar el proceso de crecimiento económico sin empleo.

Ahí está la clave del problema europeo. Resolver el dilema -planteado por Viviane Forrester- entre desocupación o pobreza.

En nuestra opinión, el modelo renano debe afirmarse y no resquebrajarse.

La empresa como comunidad de trabajo, producto de la concurrencia de intereses entre el capital y el trabajo debe mantenerse donde se tenga, procurarse donde sea posible, y propugnarse donde esté pendiente.

Reconvertir el modelo renano no quiere decir dejarse arrastrar por la riada del Yangtse chino, ni mantener relaciones inadecuadas con EEUU.

Un capitalismo productivo del tipo renano evitara los defectos del capitalismo socialista chino y los excesos del capitalismo neoliberal norteamericano.

Ni un estado del bienestar esclerótico, ni un estado del malestar cancerígeno.

Existe una enorme senda intermedia donde la Unión Europea puede transitar modernizando sus estructuras -que es justo y necesario- sin destruir su sistema de bienestar -que también resulta ser justo y necesario-.

Apretando el acelerador cuando se puede, utilizando el freno cuando es prudente, pero no conduciendo con la vista fija en el retrovisor, la Unión Europea debe encontrar su propio camino.

EEUU tiene su propio camino y le deseamos la mejor de las suertes.

Japón está intentando redefinir el suyo y también le deseamos suerte.

La Unión Europea debe encontrar el propio. Nuestra propuesta es que lo haga con independencia y soberanía. Respetando, pero no necesariamente imitando a otros, salvo en aquellos casos en que se demuestre que es condición necesaria y suficiente. Y por supuesto exigiendo de parte de la comunidad internacional el debido respeto a su razón de estado.

La Unión Europea no tiene por qué aceptar -contra sus intereses- recetas de EEUU (las más), Japon (las menos), el FMI, la OMC, y el conjunto de organismos internacionales o ideólogos influenciados o influenciables por las empresas multinacionales.

Si la Unión Europea se respeta a sí misma, encontrara -espontáneamente- el respeto de los otros países. Para eso se necesita más Europa y no menos, más decisión, más cohesión, más dinámica, más representatividad, más autoestima, más seguridad en sí misma, y no menos…

Hipótesis: (A pesar de la fatiga, la incertidumbre y la decepción…) El comercio internacional solo beneficia a unas pocas empresas multinacionales y a unas pocas familias propietarias, perjudicando o en el mejor de los casos dejando en igualdad de condiciones, al resto de las empresas y familias cualquiera sea su lugar de radicación o residencia. Para mayor agravante -si cabe- el libre comercio -profetizado, publicitado e impuesto-, solo es una pantalla para la financierización de la economía, que es el objetivo buscado (y por lo que consta, alcanzado).

A impulso de la liberación del comercio se cuela el libre movimiento -fundamentalmente especulativo- de capitales, sin fronteras, limitaciones, ni controles, que es la única globalización verdadera.

En este dualismo económico que ha generado la globalización, la economía de mercado, la competencia mundial y el libre comercio, hay muy pocos que ganan mucho -muchísimo- y un resto enorme que transita la depresión silenciosa.

Tesis: (Si se hace cuando hay que hacerlo, entonces, más vale hacerlo de prisa – Macbeth) El libre comercio perjudica seriamente a las economías de las naciones. Casi todos los problemas económicos con los que se enfrenta la Unión Europea -déficit público, aumento del desempleo, retroceso de la clase media, excesiva competencia, creciente endeudamiento de las empresas y degradación del medio ambiente- pueden estar relacionados con la política de libre comercio (extraregional) que ha estado siguiendo en los últimos años.

La idea de comercio libre se ha convertido en un mito. Abogar por la no intervención es estar con el progreso, la prosperidad y la paz; lo contrario significa desafiar a Wall Street, provocar la ira de los economistas, de los analistas políticos y de gran parte de la prensa. De hecho la idea hoy se acepta como dogma económico en todo el mundo.

Cuando la liberación del comercio promueve la industria, eleva la productividad en su conjunto, así como el nivel de vida; pero cuando promueve los servicios a expensas de la industria, la productividad y los ingresos reales disminuyen. La industria y no el comercio, es la principal fuente de prosperidad; la historia reciente y pasada lo confirma de manera determinante. Es evidente que desde la década de los setenta, los servicios han superado a la industria dentro de los países desarrollados. Como consecuencia de ello, el panorama económico en su conjunto ha sufrido una profunda transformación. La liberación del comercio ha resultado ser la causa de esta transformación.

La estrategia de liberación / competitividad / degradación -históricamente- respondería a la siguiente secuencia:

  • 1) El paso de la era industrial a la era de los servicios (luego, del conocimiento, finalmente, del entretenimiento).

La estrategia comercial/competitiva de EEUU supera a la de Japón, primero, y a la de Alemania, después (para el caso, asimilable a la U. E., en su conjunto).

La economía del espectáculo supera a la economía industrial.

  • 2) El paso de la economía productiva a la economía especulativa (financiera).

EEUU contagia a Japón, primero, y a Alemania, después (para el caso, asimilable a la U. E., en su conjunto).

La financierización y la virtualidad superan a la economía real.

La economía se basa cada vez más sobre capital conceptual, en lugar de capital físico.

  • 3) Las empresas multinacionales (que son las mismas), y que están en un lado y en otro obligan a la liberación / flexibilización / privatización / desregulación / deflación competitiva / empobrecimiento y precariedad laboral (todo se reduce a señales e interpretaciones del mercado; que son ellos mismos).

EEUU (sede de la mayoría de las empresas multinacionales) infecta la economía mundial internacionalizando las mercancías, los capitales y los conocimientos. La trampa de la globalización.

Al internacionalizarse los mercados, empieza la batalla de todos contra todos.

Un comercio sin normas. Una competencia despiadada y sin final.

Paradójicamente, se inicia la era de las desigualdades. El ganador se lleva todo.

El mercado y solo el mercado manda. Una sociedad de trabajadores sin trabajo.

El miedo al mañana, la angustia y la inseguridad, impulsan esta nueva era.

Trabajador de usar y tirar, disponible en el momento justo, y por el tiempo necesario, flexibilizado, excluido, padeciendo de los modernos procedimientos de reducción, desplazamiento y reorganización.

Demostración: (Sin esperanza y sin miedo)

Algunos datos a modo de anticipo (la información corresponde al Paper de abril/2002):

  • El comercio mundial de bienes tangibles está dominado por Europa Occidental con algo menos de la mitad, Asia (principalmente Japon) participa con un 22% y EEUU con un 15%.

  • Las cifras de ventas de las 200 mayores empresas multinacionales equivale a una tercera parte del Producto Nacional Bruto Mundial.

  • Las empresas multinacionales controlan un 70% del comercio mundial.

  • Las 350 empresas más grandes del mundo acaparan el 40% del comercio mundial de mercancías.

  • Las 500 empresas más grandes del mundo controlan dos terceras partes del comercio mundial.

  • El intercambio cautivo entre las grandes empresas multinacionales es el 40% del total.

  • Se estima que el 92% de las exportaciones y el 77% de las importaciones de los EEUU ocurrieron dentro de las corporaciones mundiales.

  • El 20% más rico de la población mundial gana 60 veces más que el 20% más pobre.

  • 358 millonarios son en conjunto tan ricos como 2500 millones de personas.

  • En EEUU el 1% de las familias más ricas eran propietarias de casi el 40% de la riqueza de la nación en 1989 y el 20% de las más ricas del 80% de la riqueza de la nación.

  • La quinta parte más rica de EEUU, Europa Occidental y Asia Oriental, genera las tres cuartas partes de la producción mundial y el 80% del valor del comercio mundial.

  • Las 500 empresas más grandes de los EEUU tienen activos totales que equivalen a alrededor del 160% del Producto Bruto Interno estadounidense, mientras que el valor de mercado combinado (anterior a la crisis bursátil) de US$ 9.9 bollones, supera dicho PBI. Ese valor de mercado hacia 1998 había crecido un 121% en tan solo 3 años.

  • Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12
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