Los nuevos pobres, de los países ricos II (un relato trágico de la crisis) (página 3)
Enviado por Ricardo Lomoro
Los mismos que vendieron los "productos financieros" de Madoff, los mismos que distribuyeron los "valores negociables" de Lehman, los mismos que intoxicaron a los incautos inversores con su sopa de letras (hedge funds, ETF, CDS, OTC, derivados, warrants, rehipotecas, participaciones preferentes, obligaciones convertibles, productos estructurados, contratos financieros atípicos…) inentendible, indigerible y letal.
Los mismos que apalancaron sus apuestas, en el casino de la bolsa, con el dinero ajeno y transformaron (por arte de magia especulativa y complicidad de los organismos de control) sus ganancias en privadas (bonus) y sus pérdidas en públicas (rescates).
Demasiados "modelos matemáticos" (simulación) y pocos modelos éticos y morales (testimonios). Un viaje a ninguna parte emprendido por una economía basada en burbujas (tecnológica, inmobiliaria, financiera…), humo, nubes, y apuestas de casino. Altísimos grados de manipulación especulativa en beneficio de selectas minorías inversionistas.
La única y verdadera "percepción" de los contribuyentes, que no de los mercados, es de una total falta de "solvencia" del sector financiero (la de "liquidez" se da por descartada), de los bancos centrales (controladores) y del sector gubernamental (legisladores).
¿Qué aumenta más la "prima de riesgo": los bancos quebrados, los gobiernos manirrotos (y corruptos), o la "inflexibilidad" del mercado de trabajo, la deuda proyectada de las pensiones, el gasto sanitario o educativo? Por favor, no jodamos, no sean cínicos e hipócritas (que va de suyo), sino además, crueles, siniestros, inhumanos, despiadados, insensibles, indiferentes y necios (hasta extremos criminales).
¿Por qué no compensar un poco (aunque sea un poco) los esfuerzos "históricos" que se piden a la población?
Tal vez sólo se trate de que los que van al casino "jueguen" con el dinero propio y no necesiten del dinero público (del estado de bienestar) para recuperarse (rescatarse) de las "malas manos" (¿is it clear enough?).
Wanted: banqueros y políticos (la ira de Dios). ¿Ha pedido perdón alguno de los miembros del "crimen (político-financiero) organizado"? ¿ha demostrado propósito de enmienda? ¿ha devuelto el dinero mal habido?… ¿Cuántos han sido imputados? ¿cuántos han sido juzgados? ¿cuántos han sido condenados por la justicia?
Si permanecen al "mando" las mismas "serpientes encantadoras de hombres"… deberemos dar por buena la socialización de la miseria… la involución permanente…
Algo en lo que creer (buscando otro destino posible)
Como decía Keynes: "cuando se supera lo previsto, ocurre lo imprevisto". Plagiando a Keynes: "en el largo plazo todos muertos"… sin crecimiento estamos todos muertos.
Austeridad… crecimiento… ¿y la eficiencia?… ¿a quién interesa? tanto del sector privado (bancos, empresas…), como el sector público (gobiernos, autonomías, ayuntamientos, empresas públicas…)… al final, siempre se "jode" el contribuyente.
Poner límites al gasto no significa dar por buenos todos los remedios del curandero (sospechoso de parcialidad, connivencia y complicidad).
El ajuste infinito nos lleva a una recesión de profundidad incalculable. Esta política como única opción viene impuesta desde los mismos centros de decisión en los que se gestó la crisis. La única manera de reducir la deuda de un país (que no sea mediante una moratoria) es conseguir que su economía crezca.
La "austeridad expansionista" es una falacia, como lo es la "economía de la filtración", como lo fue el "conservadurismo compasivo".
Se cree que tal reducción del déficit permitirá que el gobierno pida prestado dinero con costos menores de los que pudiera de otra forma conseguir, esto, consecuentemente, reduce las tasas de interés para los prestatarios privados, lo que a su vez debe impulsar la actividad económica. De esta forma se llega a la conclusión que la consolidación fiscal es el gran y soberbio camino a la recuperación económica.
Esta doctrina, que es la doctrina oficial de los países más desarrollados en la actualidad, contiene al menos cinco falacias importantes (en opinión de Robert Skidelsky, miembro de la Cámara de los Lores británica, profesor emérito de Economía Política en la Universidad Warwick), que pasan desapercibidas debido a que la narrativa es muy plausible
En primer lugar, los gobiernos, a diferencia de los particulares, no tienen que "pagar" sus deudas.
En segundo lugar, reducir deliberadamente el déficit no es el mejor camino para que un gobierno equilibre sus libros de contabilidad.
En tercer lugar, la deuda nacional no es una carga neta de las generaciones futuras.
En cuarto lugar, no hay ninguna conexión entre el tamaño de la deuda nacional y el precio que el gobierno debe pagar para financiarla.
Por último, los bajos costos de los préstamos para los gobiernos no reducen automáticamente el costo del capital para el sector privado.
No es un tema de flexibilización del mercado de trabajo lo que ayuda a la contratación, sino que las empresas contratarían más trabajadores si no hubiera tanta "incertidumbre". La liberalización del mercado de trabajo es a veces aprovechada para recortar sueldos, y esta política sólo agrava el problema en un contexto de crisis, ya que las personas no consumen.
Respecto a la flexibilidad laboral, Joseph Stiglitz (18/1/12) pone como ejemplo a EEUU, que con un mercado de trabajo desregulado "no resolvió el problema de esta crisis" y, de hecho, funcionó "peor durante la recesión que Alemania y otros países con más protección social".
El reputado economista, Premio Nobel de Economía en 2001, considera recomendable que Europa mejore la flexibilidad laboral, pero alerta de sus efectos perniciosos si se utiliza para bajar salarios.
Temas para la reflexión (y el cambio)
El colapso económico mundial de 2007-2008 desacreditó la economía de las "expectativas racionales" (a pesar de que sus "sumos sacerdotes" aún no lo reconocen) y trajo a Keynes y Hayek nuevamente a una contienda póstuma. Los problemas no han cambiado mucho desde que iniciaran su discusión en la Gran Depresión de la década de 1930. ¿Qué causa el colapso de las economías de mercado? ¿Cuál es la respuesta correcta a un colapso? ¿Cuál es la mejor manera de evitar colapsos futuros?
1. La idea de que los mercados se autorregulan recibió un golpe mortal en la reciente crisis financiera y se la debería enterrar de una vez por todas. Los mercados requieren que otras instituciones sociales los respalden.
2. Para el futuro previsible, la gobernancia democrática quizá se organice básicamente dentro de comunidades políticas nacionales. El estado nacional vive, si no del todo bien, y sigue siendo esencialmente la mejor alternativa. La búsqueda de gobernancia global es algo absurdo.
3. Prosperidad pluralista. Reconocer que la infraestructura institucional medular de la economía global debe construirse a nivel nacional libera a los países para desarrollar las instituciones que más les convienen.
4. Los países tienen derecho a proteger sus propias regulaciones e instituciones. Los principios previos pueden parecer inocuos. Pero conllevan fuertes implicancias que chocan con la opinión general de los defensores de la globalización.
5. Los países no tienen derecho a imponerles sus instituciones a los demás. Utilizar restricciones al comercio o a las finanzas transfronterizos para defender valores y regulaciones en casa es muy diferente de usarlas para imponer esos valores y regulaciones a otros países. Las reglas de la globalización no deberían obligar a norteamericanos o europeos a consumir bienes que son producidos con métodos que la mayoría de los ciudadanos en esos países consideran inaceptables.
6. Los acuerdos económicos internacionales deben establecer reglas para administrar la interacción entre instituciones nacionales. Basarse en los estados nacionales para que proporcionen las funciones de gobernancia esenciales de la economía mundial no implica que debamos abandonar las reglas internacionales.
7. Los países no democráticos no pueden contar con los mismos derechos y privilegios en el orden económico internacional que las democracias.
Dice Dani Rodrik (profesor de Economía Política en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard y autor de One Economics, Many Recipes: Globalization, Institutions, and Economic Growth), que estos son los principios que los arquitectos del próximo orden económico global deberían aceptar. Más importante aún, deberían comprender la máxima paradoja que cada uno de estos principios resalta: la globalización funciona mejor cuando no se la empuja demasiado lejos…
Por lo tanto, deberíamos aceptar que los países puedan propugnar reglas nacionales -políticas fiscales, regulaciones financieras, normas laborales o leyes de salud y seguridad de los consumidores- y que puedan hacerlo levantando barreras en la frontera si fuera necesario, cuando el comercio ostensiblemente amenaza las prácticas domésticas que cuentan con un amplio respaldo popular. Si los impulsores de la globalización tienen razón, el clamor por protección no cundirá por falta de evidencia o apoyo. Si están equivocados, habrá una válvula de seguridad destinada a asegurar que los valores en pugna -los beneficios de economías abiertas frente a los réditos derivados de implementar regulaciones domésticas- sean escuchados de manera apropiada en los debates públicos.
Nunca se debe pensar que un aumento de las desigualdades sociales es el precio inevitable del crecimiento acelerado, y no se debe considerar que las condiciones más igualitarias en materia de educación, salud y género, sean reformas de "segunda etapa". Una estrategia de desarrollo que promueva primero el crecimiento y después se ocupe de la miseria no es sostenible. Las políticas orientadas a lograr una redistribución más eficiente no tienen por qué obstaculizar el crecimiento en sí.
La teoría de la ventaja comparativa, planteada dos siglos atrás por el economista británico David Ricardo, postula que los países prosperan concentrándose en lo que hacen mejor y comerciando con otros países que tienen fortalezas diferentes. Pero en medio del aumento pronunciado en las importaciones baratas en la última década, algunos economistas prominentes han puesto en entredicho ese punto de vista.
En un artículo de 2004, Paul Samuelson, difunto ganador del premio Nobel, argumentó que aunque el comercio puede beneficiar a algunos estadounidenses, lo hace "diezmando" los salarios de obreros fabriles. Alan Blinder, economista de la Universidad de Princeton y ex vicepresidente de la junta de la Reserva Federal -otrora adalid del libre comercio– ha argumentado en años recientes que la creciente tercerización por parte de firmas de EEUU a países de bajos salarios pone en riesgo millones de empleos estadounidenses.
Michael Spence, economista de la Universidad de Nueva York galardonado con el Nobel, dijo que el reciente descubrimiento refleja cómo las teorías prevalentes sobre el comercio son insuficientes para comprender el ritmo desenfrenado de China y otras economías en vía de desarrollo. Y como el mundo nunca ha experimentado el crecimiento tan rápido de países tan grandes, la historia no sirve mucho de guía. "No es que podamos mirar al pasado y preguntarnos qué ocurrió la última vez que pasó esto, porque no hubo una última vez", agregó…
Marx tenía razón cuando sostuvo que cuando la globalización y la intermediación financiera se desbocan, y la redistribución de los ingresos y la riqueza del trabajo al capital se limitan, pueden provocar la autodestrucción del capitalismo. Pero sólo la tenía en parte porque su opinión de que el socialismo era un sistema económico mejor que el capitalismo resultó ser totalmente errónea.
Examinando un futuro en el que el mercado permea todas las esquinas de la vida, Marx escribió en el Manifiesto Comunista: "todo lo que es sólido se desvanece en el aire". Para alguien que vivió en la Inglaterra victoriana temprana -el Manifiesto fue publicado en 1848- era una observación asombrosamente visionaria. En esa época, nada parecía más sólido que la sociedad en cuyos márgenes vivía Marx.
Un siglo y medio más tarde, vivimos en el mundo que él anticipó, en el cual la vida de todos es experimental y provisional, y la ruina súbita puede llegar en cualquier momento. Un pequeño puñado de gente ha acumulado vastas riquezas pero incluso eso tiene una cualidad de evanescente, casi fantasmal…
Post data para europeos: Europa: ¿museo vacío? (un errático comportamiento condicionado por la tensión entre lo que puede hacer y se le permite hacer)
Llevo 33 años viajando por Europa… los 15 primeros como "turista", y los 23 últimos como "vecino". Cada viaje me entusiasma más. Cada viaje me incita al siguiente.
Llevo 20 años estudiando sobre asuntos económicos europeos. En el año 1998 publiqué mi primer Ensayo: "Globalización económica (el imperio de la mediocridad)", con especial mención sobre su impacto y consecuencias en la Unión Europea, y desde allí, diversos Ensayos y Papers han continuado la saga.
La Unión Europea me parece el proyecto "comunitario" más importante del mundo desde el punto de vista económico, social, cultural y político. Admirable y envidiable.
Aunque tengo la ciudadanía europea desde hace 19 años, aún me considero un "invitado" extranjero, por lo que todos mis juicios de valor son realizados con el máximo respeto, la mayor discreción y el más profundo agradecimiento.
Creo que para opinar sobre un país, hay que residir (o haber permanecido varios años) en él. He leído infinidad de artículos periodísticos (incluso de brillantes analistas, prestigiosos académicos o laureados escritores), con enormes errores de apreciación, desconocimiento, simplificaciones y tópicos. Me resulta curioso observar los fallos que comenten los "corresponsales extranjeros" cuando se refieren a mi país de origen (Argentina). Lo mismo ocurre cuando leo notas sobre España en algún periódico de Buenos Aires. La realidad hay que "vivirla" para contarla. Lo demás, son "novelas".
Con estas explicaciones y disculpas, pasemos a la "Post data para europeos":
¿Desea Europa que su único futuro sea el de un "museo vacío"? ¿Una "Eurolandia"? ¿Una Unión de casinos y casas de apuestas? ¿Un "jardín animado" para "relajo" de déspotas árabes, mafiosos rusos, dictadores africanos o latinoamericanos? ¿Un paraíso fiscal para refugio de narco fortunas, petro fortunas, oligarco fortunas…?
Si no pareciera deseable (y admisible) ese "zafio" destino, e interesara recuperar importancia económica, prestigio social y respeto político, lo podría hacer asemejándose a China. ¿Podrían los europeos (en aras de la competitividad) hacerse chinos? ¿Trabajar como chinos, cobrar como chinos, vivir como chinos?
Si Europa no quiere (o puede) ser China, ¿por qué le regala su mercado interior y la deja competir "en pie de igualdad" (debería decir, "desigualdad") con las empresas nacionales? ¿Por qué "aplana la tierra" europea, en beneficio de terceros países?
La Unión Europea nunca (repito, nunca) podrá ser como China. Su población no se lo permitiría (y me congratulo). No se puede hacer regresar a un pueblo a las cavernas "voluntariamente". Ni siquiera con la profunda crisis (la mayor desde el fin de la guerra mundial) que estamos padeciendo. Ni siquiera con un paro del 10% en la eurozona, ni siquiera con un paro juvenil del 50%. Difícil resulta parar el reloj de la historia, pero hacerlo retroceder es imposible.
En el caso hipotético (lamentable) que la "manada" europea se dejara llevar al matadero laboral, cuál sería el límite (el fondo del abismo). ¿China? ¿Pakistán? ¿Vietnam? ¿Camboya? La "carrera de los pobres" nunca se acaba. El fondo abisal, tampoco.
Si la meta de los europeos fuera: "elevarse a la dignidad de hombres libres, no ser ya los mismos que antes encorvados bajo un yugo mucho más duro mientras más distantes estaban del centro de poder, mirados con indiferencia, vejados por la codicia y destruidos por la ignorancia"… ¿podrían contar con la ayuda de otros países para ello?
A finales de la década de los 80, las economías desarrolladas ayudaron a evitar la quiebra de varios países latinoamericanos y otros emergentes mediante la compra de los llamados "bonos Brady" (llamados así por John Brady, secretario del Tesoro norteamericano por entonces). Eran títulos de deuda que permitieron a economías como Brasil salir del abismo fiscal en su momento. Ahora la historia se repite. Pero a la inversa: serían los emergentes los que acudirían en ayuda de los desarrollados para evitar su "default". Brasil, Rusia, India, China y la recién incorporada al club, Sudáfrica, serían los que se deberían ofrecer para salvar a una Europa al borde del desagüe mediante la compra de deuda del Fondo de Europeo de Estabilidad Financiera o de mayores aportaciones al Fondo Monetario Internacional. ¿Saldrían los nuevos ricos al rescate de los viejos?
Por ahora muchas palabras (porzac) y pocos hechos (money). Todo en condicional y condicionado: "los BRICS ya se han ofrecido a acudir en ayuda de Europa para evitar su quiebra a cambio de aumentar su poder económico y político"… (ABC.es – 24/10/11)
Satisfacción por el mal ajeno. "El viejo paradigma en el que los tipos inteligentes de Europa y EEUU nos daban el sermón, levantaban un dedo y nos decían: "Esto es lo que has hecho mal", se terminó", opina Rajiv Kumar, economista formado en la Universidad de Oxford y que es secretario general de la Federación de Cámaras Indias de Comercio e Industria.
"El secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, dijo que no está en los planes de la Reserva Federal estadounidense (la Fed, su banco central) aportar dinero para ayudarle a superar su crisis de deuda. A pesar de que Estados Unidos teme un contagio, el Gobierno no está dispuesto a aportar recursos a un fondo que reforzara, a su vez, la capacidad del Fondo Monetario Internacional (FMI) para mitigar la crisis de financiación de los países periféricos del euro, incluida España. "Las informaciones en la prensa sobre lo que puede hacer la Fed no son acertadas", afirmó Geithner en una rueda de prensa"… (Agencias – Berlín – 6/12/11)
Mientras… (la grandeur, ¡ay la grandeur!):
La UE es el primer donante a escala mundial, más de 53.000 millones de euros al año.
La UE (países miembros) es el primer contribuyente de las Naciones Unidas.
La UE (países miembros) es el primer contribuyente del FMI.
Si EEUU dice que no pone un "puto duro" más en el FMI (¡yo no fui!), si los BRICS (a brac), los latinoamericanos (nuevos) ricos (commodities dependientes de China), los déspotas petroleros árabes, los mafiosos rusos y los socialistas de mercado chinos se niegan a contribuir en el salvataje (¡el problema es vuestro!)… a qué seguir sosteniendo el librecambio… a qué seguir fingiendo con las ayudas al desarrollo… por qué no empezar por nosotros mismos… por qué no vivir con lo nuestro.
Ante tanta "insolidaridad internacional" (en economía nadie tiene amigos, tiene intereses), tal vez haya llegado la hora de replantearse esas ayudas y contribuciones (hay que empezar por casa). Tampoco la "solidaridad" entre los países miembros de la eurozona es para emocionar al prójimo (todo sea dicho). Por lo cual, cada uno, tanto a nivel europeo, como a nivel comunitario deberá salir de la crisis por sus propios medios. "Que cada palo aguante su vela", vamos.
Y si de empezar por casa (europea) se trata, habrá que hacer de la necesidad virtud. Habrá que generar fondos para el desarrollo. ¿De dónde, si no hay "un puto duro" (sic)?
¿Cómo conseguir recursos para el crecimiento de la economía, en medio de una crisis brutal, de un sistema de "ahorro fiscal compulsivo", con los "vigilantes de los bonos" acechando y exigiendo, y Alemania dirigiendo la clínica de desintoxicación?…
Del giro del negocio… me explico:
Como les dije antes, no hay que opinar sobre aquellos países en donde no se vive (o se ha vivido), por lo que utilizaré algunos ejemplos de cabotaje (España) que es el lugar donde me toca ser y padecer (que con eso, tengo bastante). El lector deberá buscar las semejanzas con su propio país y experiencia, si procede. Agreguen lo que quieran, descarten lo que les parezca… y a debatir las ideas, que es de lo que se trata.
Algunas medidas (casi sin costo fiscal) que pueden dinamizar rápidamente la economía:
– Normativa laboral/sanitaria:
· crear el contrato laboral (único) de empleo estable con remuneración flexible.
. eliminar la negociación y los convenios colectivos de trabajo.
. establecer los convenios laborales por empresa.
· eliminar las horas extras.
· eliminar el empleo público vitalicio.
· dividir el horario de la administración pública.
· igualar las remuneraciones masculinas y femeninas.
· eliminar el subsidio por desempleo.
· transformar los sistemas jubilatorios de capitalización en lugar de reparto.
· privatizar la seguridad social; se mantiene como optativo el régimen público.
· privatizar (al menos la gestión) de la sanidad; el objetivo es 100% privado con asociación libre al seguro médico.
· establecer el salario social.
· aquellos que cobren el salario social deben prestar un servicio social sustitutorio.
· desarrollar la economía social.
– Medidas de regulación económica:
· desregular actividades comerciales y de servicios (al máximo).
· limitar el comercio internacional (no europeo) a un máximo equivalente al 10 del PIB (si no hay represalias).
· dividir las grandes empresas que controlan más del 10% del mercado.
· control de las multinacionales.
· control de los movimientos financieros.
· no autorizar fusiones de grandes empresas que no mantengan su dotación de personal.
· estimular las inversiones extranjeras en actividades nuevas y no en operaciones existentes ya consolidadas.
· perseguir el blanqueo de dinero (cierre de bancos, encarcelamiento de directores, etc.).
· mayor control de la economía subterránea.
· mayor control de la evasión fiscal (grandes fortunas y grandes empresas).
· prohibir la transferencia de divisas a paraísos fiscales.
Algunas medidas (con costo y/o ahorro fiscal) que pueden dinamizar la economía:
– Acción de gobierno:
· inversión (competitiva) en infraestructuras y comunicaciones.
· privatizar empresas públicas (al máximo).
· privatizar servicios públicos (al máximo).
· eliminar subsidios agrícolas a grandes propietarios.
· eliminar subsidios a grandes empresas.
· aumentar subsidios (a la producción/ocupación de mano de obra) a pequeños agricultores.
· aumentar subsidios (a la inversión/ocupación de mano de obra) a las pymes.
· premiar (fiscalmente) a las empresas que formen personal.
· encarecer consumo de materias primas (no renovables).
· subvencionar la investigación y desarrollo, tecnología de procesos, reducción de la contaminación.
· ampliar inversión pública en investigación y desarrollo, educación, y obras públicas generadoras de trabajo.
· promover la creación de empleos con créditos a bajo interés.
· alentar (incentivar) el desarrollo de nuevas tecnologías.
· reducción del aparato estatal (al máximo).
· lucha contra la burocracia (al máximo).
· administración única.
· ventanilla única y mínimo plazo para la creación de empresas (24 horas).
· presupuesto base cero.
– Normativa ambiental y de salud pública:
· impulsar una legislación (100%) protectora del medio ambiente.
· impulsar una legislación (100%) protectora del consumidor.
– Política arancelaria:
· establecer aranceles (a la importación) compensatorios del nivel salarial europeo.
· establecer aranceles (a la importación) compensatorios del nivel de la seguridad social europeo.
· establecer aranceles (a la importación) compensatorios del nivel de seguridad ambiental y sanitario europeo.
· impuesto progresivo a las rentas (igualar escalas europeas) a la baja.
· limitar exenciones impositivas (igualar conceptos y escalas europeas).
· elevar el IVA para bienes de lujo.
· impuesto a las operaciones de divisas y créditos en el extranjero.
· gravamen ecotasa.
· desalentar (fiscalmente) mayores diferencias salariales de 10 a 1 en la estructura empresarial.
· eliminar el impuesto a las rentas de los asalariados con ingresos menores de 60.000 E.
· liberar de impuesto a las rentas a los autónomos, emprendedores, que empleen más de 2 personas con contratos fijos.
· disminuir el impuesto a las rentas de las pymes.
Estas propuestas -que quedan abiertas al debate– no excluyen otras acciones de saneamiento- y que independientemente del curso que siga España (Europa) convendría contemplar y asumir.
Hagamos un repaso:
· ampliar la participación política de los ciudadanos. De ser necesario llegar al voto universal y obligatorio.
· listas electorales abiertas.
· elecciones internas en los partidos políticos.
· no financiamiento público de los partidos políticos.
· no financiamiento público de los sindicatos y asociaciones patronales.
· ley de financiamiento privado de los partidos políticos.
. ley de huelgas.
.eliminación de los liberados sindicales.
· auditoría pública de los orígenes y aplicaciones de fondos de los partidos políticos.
· reglamentación y control de los gastos electorales, duración de campaña, medios, etc..
· eliminar la posibilidad de reelección por más de un período.
· reducción máxima de la administración pública (a nivel comunitario, nacional, provincial y local).
· reducción del gasto público (a nivel comunitario, nacional, provincial y local).
· redistribución del gasto público (más inversión y menos gasto corriente).
· crear un sistema de jubilación por capitalización.
· dejar al criterio del trabajador la opción jubilatoria pública o privada, sin duplicación de aporte.
· pasar la sanidad pública a gestión privada (con auditoria operativa del sector público+colegio médico+usarios+organizaciones de consumidores).
· dejar a criterio del trabajador la opción sanitaria pública o privada, sin duplicación de aporte.
· eliminar todo régimen preferente jubilatorio y sanitario para funcionarios.
· administración única (+ventanilla única).
· no subvencionar a las grandes empresas.
· no subvencionar a las grandes extensiones agropecuarias.
· eliminar el subsidio por desempleo y crear el salario social.
· establecer prestación social sustitutoria para quienes cobren el salario social.
· el pago de bajas por enfermedad, invalidez y similares, así como su control quedará a cargo de la empresa o asociaciones empresarias privadas.
· desregular al máximo las actividades comerciales y servicios.
· privatizar las empresas públicas (nacionales, provinciales y locales).
· exigir referéndum al sector afectado para crear cualquier nuevo servicio o empresa pública con directo cargo y costo a los involucrados (no, al presupuesto nacional).
· procurar la corresponsabilidad fiscal. Quien gasta – recauda.
· establecer un sistema permanente de consulta al ciudadano, tendiendo a establecer una democracia directa (empezando por los gobiernos locales, luego los provinciales, y finalmente los nacionales).
· eliminar todo tipo de posibilidad de beneficio judicial a la hora de ejercer acción legal sobre políticos, funcionarios, empresarios, banqueros y otros sospechosos de desigualdad ante la ley.
· aumentar penas y eliminar fianza o excarcelación por delitos económicos.
· aumentar penas y eliminar fianza o excarcelación por cohecho, malversación de fondos públicos, prevaricato, uso de información privilegiada, incumplimiento del deber de funcionario público, alteración del precio de las cosas, dolo, fraude, incompetencia manifiesta y culposa.
· elevar el nivel de normas de protección del medio ambiente y de la salud pública.
· crear la ecotasa.
· eliminar el impuesto al trabajo para salarios bajos y medios y autónomos.
· igualar la remuneración del hombre y la mujer (para similar tarea).
· ampliar las inversiones en infraestructuras y comunicaciones.
· ampliar inversiones en educación.
· ampliar inversiones en investigación y desarrollo, tecnología de procesos, reducción de la contaminación.
· eliminar las oficinas públicas de empleo.
· eliminar los cursos públicos o subvencionados de formación ocupacional.
· subvencionar la formación en las empresas con compromiso de contratación.
· crear nuevas formas de contratación (por ejemplo: empleo fijo con remuneración variable o empleo fijo con despido pactado -empresa/trabajador).
· utilizar todas las fórmulas (públicas y privadas) para crear empleo efectivo.
· eliminar la Política Agraria Común (PAC).
· primar la producción y anular todo tipo de cupos, cuotas, stock de intervención o similares.
Este conjunto de medidas -abierto a debate-, tiene por objeto, comenzar a poner "en cintura" a España (Europa). El país (región), ha ido incorporando tejido adiposo, a consecuencia de 50 años de social democracia y temor al comunismo. Parte de esas "vitaminas" ya no son necesarias. Existe el riesgo de colesterol, vitaminosis, e inclusive de trombosis.
Hay que "aggiornar" al estado del bienestar. Intentar que el ciudadano asuma la responsabilidad de sí mismo. Darle libertad y responsabilidad.
En este proceso de trasvasamiento de iniciativas y riesgos al sector privado el gobierno pierde cometido y por consiguiente contenido.
En España (Europa) falta ciudadano y sobra gobierno. Hay una dejación de responsabilidades individuales. Podría decir -si se me permite- que existe una inmadurez personal y un estado paternalista plenipotente.
Más de lo mismo es imposible. Más allá de razones ideológicas -que he intentado no utilizar- y de razones históricas, existe una estricta lógica económica que se torna incontrastable.
– el envejecimiento y longevidad de la población hace difícil de continuar un sistema jubilatorio de reparto con una relación activos/pasivos de 2 a 1. De continuarse el sistema actual sólo podrá hacerse -hasta su quiebra- disminuyendo los haberes jubilatorios o apelando a fondos presupuestarios ajenos al sistema y que generaran déficit público o disminuirán otras inversiones prioritarias.
– el sistema sanitario, en general -sea público o privado-, cada vez requiere mayores fondos. Los avances de la medicina, la tecnología aplicada (tomografía computada, scanner, resonancia magnética, medicina nuclear, trasplantes, genética, prótesis, etc.) y el envejecimiento de la población potencian un gasto que supera en muchos países europeos el 10% del PIB. También existen, las llamadas, enfermedades sociales (alcoholismo, tabaquismo, drogadicción, sida), que aumentan el gasto en forma exponencial y finalmente la provisión de medicinas gratuitas o subvencionadas, llevan la factura sanitaria a niveles insostenibles, y que sólo se contienen en detrimento de la calidad del servicio (masificación, listas de espera, fallos médicos, etc.).
– el sistema de subsidio de desempleo, las oficinas de empleo y los cursos de formación ocupacional, son abusivos, contraproducentes, clientelares, placebos, denigrantes, inútiles, incontrolables insostenibles.
El subsidio de desempleo, si bien ayuda -en la emergencia- al parado, se torna muchas veces una fuente de fraude, ingreso complementario, clientelismo político, evasión de responsabilidades por parte del perceptor, y disculpas con cargo al presupuesto de una inacción gubernamental para crear empleo. Cuanto menos -en bastantes casos- se torna un sistema desalentador de la búsqueda de trabajo.
Las Oficinas Nacionales de Empleo -en principio y por lo visto- sólo sirven para proveer de empleo a los propios funcionarios ahí ocupados. Un enorme aparato burocrático que no busca empleo, que no controla a los que cobran el subsidio de desempleo, y que sólo registra estadísticamente el drama humano de los que por sus oficinas pasan.
Finalmente los cursos de formación ocupacional -según lo constatado- son totalmente inútiles para los parados. Sólo resultan provechosos para los burócratas que los programan, para los sindicatos y asociaciones empresarias que se quedan con buena parte de los subsidios -¿cómplices silenciosos?- y para las empresas de formación subcontratadas.
En España (Europa) existe, lo que podríamos llamar, una "industria del paro", con un mendicante beneficiario, el trabajador, un mendaz aprovechador, algunos empresarios, y un sátrapa funcional, el gobierno.
Amparada en el estado del bienestar se ha generado una masa funcionarial que alcanza el nivel comunitario, nacional, provincial y local. La marea humana de burócratas se "come" la mayor parte del gasto público. O sea que "ella se lo guisa y ella se lo come".
La patrimonialización del estado ha permitido a los partidos políticos hacer del aparato gubernamental y empresas oficiales su "botín de guerra" prebendatario y clientelar. Empleo vitalicio, horario mínimo continuo, sistema jubilatorio y asistencial independiente, licencias varias y sin control, ventajas de todo tipo, fondos reservados y viáticos, despachos y parque móvil, tarjetas de crédito sin límite de gasto, pasajes libres de costo, choferes, secretarias, y en su caso custodios, hacen de estos personajes una casta privilegiada que dispara con "pólvora del Rey".
Con lo anterior hemos formado las cuatro patas que garantizan la cantera electoral de cualquier gobierno. El voto del miedo. El voto clientelar. El voto cautivo.
Si cambia el gobierno van a rebajar la jubilación. Si cambia el gobierno van a cobrar las medicinas, o peor aún, van a privatizar la jubilación y la sanidad. Si cambia el gobierno quitan o disminuyen el subsidio de desempleo. Si cambia el gobierno van a reducir el sector público.
En grandes números, entre jubilados, parados y funcionaros públicos "temerosos" más algunos usuarios (fuera de esos tres sectores) de la sanidad reunimos fácilmente un 50/60% del electorado y si a ello agregamos los familiares de los "agraviados" -influenciados o influenciables- tenemos una cantera que asegura la perpetuación de la demagogia. Muy mal lo tiene que hacer un partido político en ejercicio del gobierno para no ser -¿democráticamente?- reelecto.
Estas pequeñas muestras -que no las únicas- confirman la necesidad de cambio; demuestran que el infarto -casi podríamos hablar de muerte súbita- está a la vuelta de la esquina, y que el riesgo de una rebelión fiscal es el mal más benigno con que puede reaccionar el cuerpo social español (europeo).
Primero hay que asumir la realidad (por aquello de que es la única verdad), luego hay que explicarla (a todos los involucrados), entonces vendrá el debate (con luz y taquígrafos), el posible acuerdo consensuado, las reformas necesarias, las prioridades correspondientes y un acomodamiento de las necesidades -ilimitadas- a los bienes disponibles -limitados-.
No deben ser los políticos los que "decidan" como se reparte el pan y la sal. Sino los que hagan -mandatarios- lo que el pueblo elija, opte, resuelva. Es hora que los políticos vuelvan a ser "representantes". Que sean servidores públicos y dejen de servirse de lo público.
Antes que el sistema quiebre, antes que estalle la rebelión social, los políticos, los empresarios cortesanos, y todo el aparato clientelar deberá acomodar el bocado de su ambición al pastel de los recursos.
Tal vez la historia no se repita, pero bueno es mirar un poco hacia atrás para proyectar el futuro.
La economía no debe hacerse sobre los ancianos, los enfermos, los parados, los pobres, los estudiantes, el medio ambiente, los servicios públicos, las infraestructuras, y la cultura.
La economía debe hacerse en la burocracia, el gasto corriente, los contratos del estado, la corrupción, el clientelismo, el electoralismo, las subvenciones a poderosos, la demagogia, la incapacidad, el despilfarro, el mesianismo, el afán de notoriedad, los gabinetes de imagen y las encuestas de intención de voto.
Los ciudadanos españoles (europeos) deben asumir su responsabilidad. Dejar de tomar la "sopa boba" de los subsidios. Abandonar su actitud "estabular" dependiente del gasto público. No continuar con una actitud pusilánime y un silencio mendicante que les lleva a conceder poco menos que el "derecho de pernada" a sus gobernantes. Deben disentir, deben participar, deben votar. Y si es necesario deben rebelarse como lo hicieron tantas veces -para bien- a lo largo de la historia.
Con esperanza y sin miedo, los jóvenes deben reclamar -exigir- lo que es suyo: derecho al trabajo, derecho a la educación, equidad, libertad, democracia, cuidado del planeta, sanidad, vivienda, seguridad, honestidad, ética, responsabilidad, identidad cultural, justicia, solidaridad, información, comunicación, arte. Abandonar el rol suicida social de la indiferencia, apagar el walkman, y si es posible la televisión, dejar de alcoholizarse o drogarse y recuperar el idealismo, la combatitividad y hasta la utopía. Ser sujetos y no consumidores. Hacer la historia y no verla por televisión.
Interpretando a Francois Furet podríamos concluir: ni el fin del comunismo, ni la globalización económica modifican en nada la exigencia democrática de otra sociedad…
La desaparición de ciertas figuras familiares de nuestro siglo sólo pone punto final a una época, mas no agota el repertorio de la democracia…
Estas propuestas (reflexiones) fueron escritas a principios del año 1998. Corresponden al Capítulo XIV (Tendencias – Propuestas) del Ensayo "Globalización Económica (el imperio de la mediocridad)", antes mencionado.
Es lamentable constatar su vigencia. Una evidencia, deplorable, de lo poco o nada que se ha hecho por mejorar el funcionamiento de la economía española (en particular) y europea (en general) en los últimos 14 años. Un tiempo perdido entre burbujas y medianoche.
Un bailo in maschera (verdades, mentiras y consecuencias)
El naufragio del Costa Concordia (15/1/12) es una metáfora de Europa. Y el Capitán Schettino, de los gobernantes que conducen nuestro destino. Así nos va…
El programa oculto (reformas estructurales, flexibilidad, competitividad). Que Europa tenga el despertador dormido no quiere decir que se deba dar por buena (tolerar) la alternativa (salida) que implique el desguace laboral, social, y cultural europeo. Es difícil imaginar un regreso al crecimiento (desarrollo) abdicando totalmente del estado de bienestar europeo.
Hace falta reducir el déficit, pero también hay que crecer. Adoptar el principio de rigidez fiscal "todos a la vez", en lugar de acelerar con políticas de estímulo, pone en riesgo mantener una crisis en cámara lenta, camino del estancamiento, la recesión, una década perdida (un cuarto de siglo, si agregamos los 14 malgastados, antes de antes).
Habrá que atender la disparidad en las posiciones exteriores netas de los países de la Eurozona y por extensión de la Unión Europea. La corrección de estos desequilibrios es una condición necesaria para favorecer el crecimiento y para proporcionar una solución efectiva al atasco fundamental del proceso de integración en Europa: la enorme deuda externa de algunos de sus países miembros y la desigual distribución geográfica del ahorro en un contexto de segmentación de los mercados financieros. La eliminación de estos desequilibrios sigue siendo tan prioritaria como lo era antes de la crisis.
Ya no hay política, sólo crisis, ya no hay economía, sólo crisis. Los políticos debieran temer las crisis, pero, en realidad, más parece que las adoren. Las crisis constituyen un auténtico paño de lágrimas en la desgracia. La crisis está siendo, cada vez más, el único tema de conversación, la gran excusa para hacer lo que se supone que hay que hacer. Esto es, para gobernar sin asumir responsabilidades, con derecho a esperar la más amplia de las comprensiones, incluso una sonrisa de complicidad de los afectados por decisiones tan dolorosas como discutibles, que naturalmente ha habido que tomar… a causa de la crisis.
La crisis, esa gran máscara, detrás de la cual se oculta la "siniestra" intención (política, económica y financiera) de los "amos del universo", de llevar al límite de las fuerzas (desesperación) al trabajador europeo para que acepte condiciones laborales "competitivas" con las empresas localizadas en los países emergentes. En una palabra: "subdesarrollar" a Europa (si quieren pueden agregar a EEUU, tanto monta, monta tanto), para "aplanar la tierra", para que pueda seguir el juego (the game goes on), para que no termine la fiesta (the party goes on).
Socializar la miseria
"La indecisión de los políticos, su pánico ante la toma de decisiones de calado como sería imponer una reestructuración de la deuda para que los mercados paguen parte de la factura por reflotar a Grecia, Irlanda y Portugal, hace que crezca el temor a que los rescates se vayan diluyendo en el tiempo… Y terminen siendo financiados con cargo al bolsillo del europeo de a pie"… La UE condena al europeo de a pie a pagar las deudas de Grecia, Irlanda y Portugal (El Economista – 10/6/11)
Fuentes comunitarias descuentan que la deuda pública de estos tres países será gradualmente absorbida por el fondo europeo de rescate y por el Banco Central Europeo (BCE). Luego, los dirigentes la condonarán y, como alguien tiene que pagar al mercado, la endosarán a sus contribuyentes: yo, político, invito; tú, ciudadano, pagas.
Si la realidad confirma esta tesis, prepárese a desembolsar, al menos, 1.000 euros por cabeza. Viva la Europa social que -a imagen y semejanza de los extintos regímenes comunistas- socializa la miseria, como diría el célebre primer ministro británico Winston Churchill.
Hasta la primavera de 2011 aún se creía que los rescates de estos tres países servían para que la UE ganara tiempo para orquestar una quita ordenada que no provocara una estampida de pánico en los mercados, capaz de tumbar a economías como la de España o la de Italia, demasiado grandes para dejarlas caer porque aniquilarían al euro y a la recuperación económica mundial; pero también demasiado grandes como para poder rescatarlas.
Mediados de 2013 era la fecha a partir de la cual se descontaba que empezaría el proceso de reestructuración de la deuda. Para entonces habría culminado el proceso de consolidación y recapitalización de los bancos europeos, que ya estarían en condiciones de asumir las pérdidas de una rebaja del valor de sus títulos de deuda griega, irlandesa y lusa. Otra posibilidad es que el sector privado cargara con la mitad de la pérdida, y el público con la otra mitad.
También en 2013 debería estar listo un mecanismo europeo de resolución de crisis bancaria. Mecanismo que facilitaría la quiebra controlada de los bancos víctimas del proceso. Lo que abarataría la contribución de los estados al proceso y evitaría la reedición del impopular y todavía en curso proceso de ayudas públicas para evitar el colapso del sistema financiero.
Pero tanto, tanto en el sector bancario como entre los legisladores comunitarios cunde la impresión de que el marco armonizado y coordinado de gestión de crisis bancarias aún tardará mucho en estar listo porque un verdadero sistema común implicaría, entre otras muchas cuestiones, aproximar múltiples aspectos de los derechos nacionales sobre sociedades y quiebras para gestionar de forma coherente la voladura controlada de entidades que operan en más de un país.
Y crece la incredulidad a que los políticos, que no se atreven a desencadenar ahora una reestructuración, se atrevan en 2013. Se piensa que los responsables públicos insisten demasiado en que una quita sería la solución de último recurso como para juzgar que se trata de una amenaza creíble.
Otro argumento es que para que una posible reestructuración sea creíble, los políticos deberían fijar un límite de pérdidas a partir del cual darían carpetazo a los programas de rescate, admitirían su fracaso y negociarían quitas. No parece ser el caso con Grecia, a la que después de ofrecerle préstamos por 110.000 millones de euros en primavera de 2010, ahora se baraja añadir otros 60.000 millones.
El tiempo dará y quitará razones. Y mostrará si Europa da el paso y permite que Estados y bancos de verdad puedan quebrar. Lo que serviría de escarmiento e incitaría a ser más responsables a los políticos y a los mercados que con tanta despreocupación los financiaron.
Por más compleja que sea la realidad, son relativamente fáciles las cuentas para hacerse una idea del impacto sobre nuestras carteras de la solidaridad con nuestros vecinos. Según Eurostat, Irlanda cerró 2010 con un producto interior bruto (PIB) de 153.939 millones de euros, y una deuda del 96,2% del PIB: 148.074 millones. El PIB de Grecia se situó en los 230.173 millones, y su deuda en el 142,8%: 328.588 millones. Portugal registró un PIB de 172.546 millones, y una deuda pública del 93%: 160.470 millones.
Sanear estos países no significa pagar hasta el último céntimo. El mercado recuperaría la confianza y volvería a financiarlos con intereses abordables si la deuda se limitara a alrededor del 60% del PIB, umbral a partir del cual las reglas de la UE consideran que comienzan los problemas.
Para que la actual deuda irlandesa (148.074 millones de euros, el 96,2% del PIB) se sitúe en el 60% del PIB (92.363,4 millones), habría que hacer desaparecer 55.710,6 millones. Para que la deuda griega (328.588 millones, el 142,8% de su PIB) baje al 60% del PIB (138.103,8 millones), deben esfumarse 190.484,2 millones. Para que la deuda portuguesa (160.470 millones, el 93% del PIB) mengüe hasta el 60% del PIB (103.527,6 millones), habría que desembolsar 56.942,4 millones.
La suma de las cantidades a devolver se elevaría a 303.137,2 millones de euros.
Según Eurostat, la población en 2010 de los 17 países del euro es de casi 331 millones de personas. Si le restamos la población de las rescatadas (4.467.854 irlandeses, 11.305.118 griegos y 10.637.713 lusos), quedan unos 304,5 millones de europeos para repartirse los 303.137,2 millones de euros. Resultado de la división: 995,46 euros por cabeza.
"Los problemas relacionados con la deuda y la financiación vuelven a aflorar con virulencia cuatro años después del estallido de la crisis. Italia, España, Portugal, Francia, Reino Unido… la práctica totalidad de países se ha visto obligado a volver a aplicar dolorosos recortes. La debilidad económica de los países de la zona euro no se está traduciendo en una caída de precios, lo que puede mermar aún más el consumo de los hogares"… Una Europa asfixiada recurre a la tijera para escapar de la crisis (Cinco Días – 13/8/11)
España
El Gobierno celebrará el 19 de agosto (2011) un decisivo Consejo de Ministros extraordinario en el que se aprobarán nuevas medidas de calado para reducir el déficit de una economía a la que solo la intervención del Banco Central Europeo el pasado domingo ha aliviado su ahogo. El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, explicó recientemente que en tanto en esta reunión como en el otro Consejo extraordinario, siete días más tarde, "probablemente" se incluya un decreto ley que contemple la reforma del sistema del gasto farmacéutico, así como una modificación en el Impuesto de Sociedades, que ya adelantó la vicepresidente del Gobierno, Elena Salgado, el pasado domingo. Además, Jáuregui ha dicho que puede incorporarse "alguna otra medida de carácter económico que pueda tener carácter de decreto ley", entre ellas alguna relacionada con el empleo. Todas estas medidas se suman a las que el Gobierno ya ha venido aplicando desde mayo de 2010.
A medida que pasan los días se van conociendo ejemplos de la asfixia económica que empieza a asaltar a las administraciones públicas. El diario El País explicó hoy que Defensa renegocia una deuda de 26.000 millones que no puede pagar. Para ello, pretende alargar cinco años hasta 2030 el plazo para abonar tanques, aviones y fragatas. El Ministerio necesita 2.500 millones al año para atender sus compromisos. La Junta de Castilla-La Mancha, por su parte, adeuda 125 millones que asegura no puede pagar a las farmacias de la región, lo que ha llevado a éstas a la huelga.
Italia
Italia, en todo caso, ha logrado suplantar a España en el punto de mira de los mercados. Y así, el otrora reticente primer ministro Silvio Berlusconi se ha visto obligado ayer a presentar el viernes un draconiano plan de ajuste que prevé ahorrar 45.000 millones de euros en dos años con el fin de lograr el equilibrio presupuestario en 2013. Para ello, elevará los impuestos a las rentas más altas y recortará los fondos a ayuntamientos y regiones.
Este nuevo paquete se añade al ya aprobado en julio que estima un ahorro de 79.000 millones. Entre las medidas adoptadas, se encuentra una reducción de los fondos para las administraciones locales y regionales de 9.500 millones en dos años. Berlusconi también exigirá un esfuerzo importante a sus ciudadanos, con una subida del IVA que no fue precisada (en la actualidad se encuentra en el 20%), y anunció la inminente aplicación del llamado "impuesto solidario", que gravará las rentas más altas. Este consistirá en un aumento del 5% en los impuestos para quienes ganen más de 90.000 euros anuales, y de un 10% para quienes superen los 150.000, con el que prevé recaudar 8.000 millones. Además, aumentará el tipo que grava las rentas de capital, excepto los títulos del Estado, del 12,5% al 20%.
Portugal
Gobierno portugués, por su parte, anunció ayer su decisión de adelantar para octubre la subida del IVA a la luz y el gas que estaba prevista para 2012. La decisión de elevar el impuesto del 6% al 23% supone una recaudación suplementaria de 100 millones de euros y ayudará el país a cumplir el objetivo de reducir su déficit fiscal del 9,1% del PIB hasta el 5,9% a finales de año. Las familias con menos recursos, sin embargo, podrán beneficiarse de una "tarifa social" que todavía no está detallada.
Francia
Estos planes se anticipan al que presentará el Gobierno francés el día 24 de agosto. El crecimiento del PIB de la segunda potencia de la zona euro se estancó en el segundo trimestre. Y así, el Ejecutivo de Nicolas Sarkozy, el mismo que el domingo felicitaba a España e Italia por las medidas adoptadas, ha visto en cuatro días cómo se ha convertido en el nuevo objetivo de los mercados. Su déficit del 7% a finales de 2010 y una deuda de más del 80% sobre el PIB han aparecido, casi de repente, como un serio problema para la zona euro, a lo que hay que sumar el dato de crecimiento nulo en el segundo trimestre conocido hoy. Los problemas se le amontonan a Nicolás Sarkozy, que ha tenido que interrumpir sus vacaciones para afrontar la situación y pedir a sus responsables económicos y financieros nuevas medidas para lograr alcanzar el objetivo de déficit: del 5,7% este año y del 4,6% en 2012. Entre ellas se incluirá la supresión de diversas exenciones fiscales. La reducción de algunos beneficios fiscales ya se aplicó en 2010 y con ella se logró recaudar 10.000 millones adicionales.
El "austericidio" de Europa (das Fräulein Angie y los vigilantes de los bonos)
"La actitud de Europa de "quien algo quiere algo le cuesta" puede exacerbar los problemas del bloque, asfixiando el crecimiento que se necesita para conseguir el dinero para pagar la deuda"… La austeridad de Europa amenaza con matar al paciente (El Economista – 14/12/11)
Desde Atenas a Dublín, y en casi todos los puntos intermedios, los gobiernos están imponiendo recortes de gastos y aumentos de impuestos para convencer a los inversores de que son serios.
Así, la austeridad puede empujar al continente a una recesión y a una espiral de lamentables perspectivas de crecimiento que minarían los objetivos presupuestarios y que incrementarían la carga de la deuda.
"La historia de la contracción fiscal expansiva dice que si recortas, demuestras que eres serio y entonces el hada de la confianza llegará y empezará a fomentar la inversión privada", dijo Stephen Kinsella, profesor de economía en la Universidad de Limerick. Pero esta historia "es una mentira. No se recorta en el camino hacia el crecimiento".
A medida que la crisis se extiende como la pólvora a través del núcleo duro de la eurozona, llevando los costes de los préstamos a niveles insostenibles, los países dependen cada vez más de contundentes recortes presupuestarios, en lugar de difíciles reformas estructurales que llevan más tiempo, para obtener resultados.
El resultado es un incremento de las colas del paro, de negocios cerrados y servicios públicos sobrecargados.
En las calles de Atenas y Dublín, la pobreza se ha incrementado notablemente con más y más personas sin hogar, acurrucadas en los portales. En España, se han cerrado servicios de urgencias y en Italia, las tiendas están luchando por salir adelante.
"El consumo ha estado bajando de forma bastante sostenida desde el invierno de 2008. Normalmente, en una crisis, comienza con la ropa de hombre y pasa a la ropa de mujer y de niños. Esta vez, ha golpeado todos a la vez", dijo Attilio Lebole, jefe de Textura, una mayorista media de ropa con sede en Florencia. "La demanda está cayendo, no hay duda al respecto. Sólo los extranjeros siguen comprando".
A pesar de tener un déficit presupuestario estimado para este año de un 3,8% del PIB, por debajo de la media europea del 4%, Italia ha estado acumulando austeridad desde el verano, destruyendo sus ya escasas perspectivas de crecimiento y luego respondiendo con aún más austeridad para compensar a un crecimiento más débil.
Las sombrías perspectivas de crecimiento de Italia y una incapacidad para aprobar reformas que promuevan el crecimiento han sido las razones clave dadas por las agencias de rating para degradar el país, no el deterioro del déficit.
"Italia está pagando un precio muy alto por dar credibilidad al esfuerzo de Alemania de una mayor disciplina fiscal en la eurozona", dijo Nicolás Spiro, director de Spiro Sovereign Strategy.
En los días previos al euro, la devaluación de la divisa era la vía rápida para volver a colocar en el camino adecuado a las economías recalentadas. Lo que se necesita ahora es una "devaluación interna" para conseguir bajar salarios y precios nacionales. Pero si todo el mundo está recortando, ¿de dónde vendrá la demanda?
Se suponía que el crecimiento global era el ingrediente secreto que mantenía a la economía irlandesa funcionando mientras recortaba los ingresos familiares -han bajado alrededor de un 16% hasta ahora y siguen cayendo-, pero la propagación de las medidas de austeridad por toda la zona euro ha mermado sus perspectivas de crecimiento y obligado a Dublín a recortar aún más.
Presentado como un modelo para otras naciones endeudadas, la ironía es que la historia de la recuperación de Irlanda parece que va estropearse a medida que otros siguen su ejemplo.
En España, el nuevo Gobierno del Partido Popular confía en que una reforma en el mercado de trabajo, que desvincularía los salarios de la inflación, así como medidas para ayuda a nuevos empresarios, estimulará el crecimiento, a pesar de dolorosos recortes.
Pero los analistas no están convencidos y dicen que inevitables medidas de austeridad necesarias para cumplir difíciles objetivos de déficit público en 2012 servirán para recortar aún más el crecimiento.
Un sondeo de Reuters el 24 de noviembre (2011) mostró que la economía no crecerá en absoluto en 2012. Otros, como el de la Fundación de las Cajas de Ahorro (FUNCAS), vaticinan un retroceso económico para el país del 0,5% como consecuencia de las inminentes medidas de austeridad.
Ángel Laborda, jefe de investigación de FUNCAS, dijo que los objetivos de déficit eran tan duros que en el corto plazo el gobierno no iba a tener espacio para estimular la economía y crear empleo. "No hay margen fiscal para hacerlo", afirmó.
Cómo será la cosa, para que hasta el FMI, se oponga a la consolidación extrema
"Olivier Blanchard lo admite públicamente: la situación en España e Italia no es buena. Sin embargo, el economista jefe del Fondo Monetario Internacional considera que los esfuerzos que están haciendo les permitirán estabilizar la situación. Dicho esto, ha señalado que los mercados son "esquizofrénicos" y si Madrid o Roma necesitan dar más credibilidad a sus reformas, pueden acudir al organismo para que haga una supervisión externa"… El FMI advierte de que la austeridad extrema es contraproducente en España (El País – 14/12/11)
Blanchard ha hecho estos comentarios en el marco de un coloquio organizado por el Council in Foreign Relations en Nueva York. A su lado estaba el economista jefe de Moody's, Nark Zandi, y el profesor en economía y asuntos internacionales Richard Clarida. El funcionario ha vuelto a repetir que la consolidación fiscal, "una forma bonita de decir austeridad", debería ser un proceso creíble a medio plazo para "no matar el crecimiento".
"Esto es un maratón", ha precisado. Una afirmación que hizo extensible a los casos de España e Italia, al señalar que "pedirles una consolidación extrema es contraproducente". Además, ha insistido en el hecho de que la situación española no es por un caso de "irresponsabilidad fiscal", sino principalmente por el colapso de su mercado inmobiliario. "Todo el mundo está de acuerdo en que debe haber ajuste, pero no hay que ir muy rápido".
Este proceso en algunos países llevará entre 10 y 20 años. Blanchard ha afirmado, por este motivo, que se siente preocupado con "las posiciones extremas" que adoptan algunos gobiernos en el debate sobre lo que debe hacerse para contentar a los mercados, que ha señalado quieren a la vez consolidación y crecimiento. Ese equilibrio, ha reiterado, se conseguirá con políticas que permitan a países como España e Italia acudir al mercado y obtener préstamos a costes razonables.
Zandi ha explicado que los modelos de su agencia de calificación señalan que España puede permitirse un tipo de interés de hasta el 6% en los bonos a diez años, del 5% en el caso de Italia. Junto a los planes de austeridad, los participantes en el coloquio coincidieron al decir que el mercado necesita saber también que el Banco Central Europeo actuará si es necesario. Liquidez que se puede inyectar también en un mix con el FMI.
Lo que se asume es que Europa está en una fase de recesión "modesta", como ha indicado Clarida. Pero si Europa no logra contener la crisis de la deuda soberana en el corto plazo, Blanchard ha advertido de que será inevitable que haga de lastre en la economía global. Y aunque se logre poner la situación bajo control, ha anticipado que el año que viene "no será bonito" en Europa por el efecto del saneado de la banca y del ajuste fiscal en la economía.
¿Quién debe marcar los "tiempos" de la austeridad: los mercados, la lógica o la justicia?
– Lo peor y lo mejor de la austeridad (Project Syndicate – 15/12/11)
(Por Jean Pisani-Ferry) Lectura recomendada
Bruselas.- En junio, fue Grecia. En agosto, fueron Francia, Italia, España y Portugal. En septiembre, fue nuevamente Grecia -y España-. En noviembre, fue el turno otra vez de Francia, antes de que le tocara a Italia una vez más en diciembre, esta vuelta de manera contundente. Todos los meses, a pesar de una perspectiva cada vez más oscura para el crecimiento económico, los países anuncian nuevos recortes de gastos y aumentos de impuestos con la esperanza de restablecer la confianza en los mercados de bonos. Sólo Alemania se destaca, al haber anunciado recientemente un recorte impositivo, si bien es cierto que fue modesto.
En otras palabras, mientras todos los indicadores apuntan a una caída económica seria en Europa, los diferenciales de tasas de interés actuales de la eurozona están provocando un giro hacia la austeridad. Parece una pavada: es preferible acelerar recortes del presupuesto que un incremento letal de las tasas de interés sobre la deuda pública, incluso si los recortes aumentan el riesgo de recesión. Pero existen advertencias.
Primero, si bien una austeridad indiscriminada puede ser la única opción para aquellos países de la eurozona que ya no tienen acceso a los mercados de capital, otros tienen más opciones en materia de políticas. La consolidación es necesaria, pero los gobiernos son responsables de su velocidad y su diseño.
Segundo, una estrategia fiscal sólida requiere establecer, sobre la base de presunciones económicas prudentes, un objetivo presupuestario ambicioso para el mediano plazo, determinando qué combinación de impuestos y recortes de gastos se necesita para lograrlo, y luego ajustándose al plan a lo largo de todas las fluctuaciones económicas. Esto permite que entren en juego los llamados "estabilizadores automáticos" -menores ingresos en una crisis, mayores ingresos en un momento de auge-, impidiendo que la economía se recaliente en el pico del ciclo comercial y ofreciendo estímulos cuando toca fondo.
Tercero, una consolidación precipitada no siempre es la mejor manera de tranquilizar a los mercados, que pueden preocuparse más por el crecimiento. Italia es un buen ejemplo. El déficit presupuestario del país este año, 4% del PBI, está muy por debajo del de España y Francia. De hecho, no fue el déficit del país el que finalmente llevó a los inversores a rechazar los bonos italianos, sino más bien un cóctel amenazador de deuda alta, crecimiento desesperadamente bajo y parálisis política. En una situación como ésta, abordar las cuestiones periféricas del déficit, en el mejor de los casos, es algo marginal. Los mercados exigen reformas que eleven las tasas de crecimiento de manera durable y una estrategia de consolidación fiscal que sea coherente con un mayor crecimiento potencial.
Cuarto, el costo de una austeridad apresurada es que generalmente se basa en correcciones inmediatas, como recortes del gasto indiscriminados y subas de impuestos que, se espera, generen ingresos en el corto plazo, pero que tienen un impacto económicamente negativo. Una consolidación inteligente, en cambio, debería minimizar el daño económico a corto plazo y fomentar el crecimiento a más largo plazo.
Los gobiernos saben esto muy bien. A fines de 2010, la mayoría de los países de la eurozona estaban esbozando recortes del gasto en sus programas de consolidación al mismo tiempo que preservaban las áreas más productivas, como la educación y la infraestructura. Es más, planeaban ampliar la base tributaria en lugar de aumentar las tasas.
Sin embargo, desde este verano (boreal), los gobiernos hicieron todo lo contrario. En lugar de concentrarse en el déficit, se centraron en medidas impositivas y, en su mayoría, aumentaron las tasas existentes. Esta es una mala señal para el crecimiento.
¿Qué deberían estar haciendo en cambio? La consolidación fiscal es inevitable, pero es un proceso a mediano plazo. En lugar de apresurarse a implementar recortes, los gobiernos de la eurozona antes deben restablecer su credibilidad a través de reglas y políticas consagradas en sus legislaciones nacionales, como decidieron recientemente los jefes de Estado y de Gobierno europeos.
Segundo, deberían diseñar e implementar consolidaciones inteligentes, aunque su diseño y su implementación demanden un poco más de tiempo. Esto implica encontrar el equilibrio óptimo entre recortes del gasto y aumentos de impuestos, e identificar las medidas menos perjudiciales en el mediano plazo. Hacerlo llevará tiempo, ideas y una voluntad de hierro.
(Jean Pisani-Ferry es director de Bruegel, un grupo de expertos en economía internacional, profesor de Economía en la Universidad Paris-Dauphine y miembro del Consejo de Análisis Económico del primer ministro francés. Copyright: Project Syndicate, 2011)
Los "recortes" han sido los protagonistas del año 2011 en la zona euro
El control del déficit y la reducción de la deuda han sido los ejes que han marcado una política económica en la que los ajustes se extendieron a todos los países de la eurozona, con España, Italia y Portugal a la cabeza"… Apretarse el cinturón, la receta de Europa para salir de la crisis (Cinco Días – 31/12/11)
La receta para aliviar la crisis de deuda ha sido unánime: apretarse el cinturón. Y lejos de decir adiós a esta corriente, lo que queda por venir será más de lo mismo, a tenor de las últimas medidas anunciadas en España y del resultado de la tan esperada cumbre de Bruselas de diciembre 2011 para refundar el euro, donde se apostó sin paños calientes por la austeridad y la disciplina fiscal, aun a pesar del riesgo colectivo de recaída en la recesión económica.
Si Grecia, Irlanda y Portugal eran a comienzos de 2011 los países en el ojo del huracán, pronto se sumaron España e Italia, que por su tamaño y volumen de deuda ponían en jaque al conjunto de la zona euro. La presión se trasladó incluso a Francia, hasta el mismo corazón de Europa, y desató una corriente de reformas, centradas en el recorte de gasto, para contener el ataque a la deuda pública.
Siguiendo la tesis de Angela Merkel, es decir, mano dura y disciplina fiscal, la cita europea del 9 de diciembre de 2011 lo dejó claro: habrá sanciones para quienes no cumplan con la regla de oro del equilibrio presupuestario.
España. Recortes de 8.900 millones para un déficit del 8%
El panorama que se presenta para España en los próximos meses es cuanto menos desolador. Acosado por cinco millones de parados y con la recesión a la vuelta de la esquina, el nuevo Ejecutivo de Mariano Rajoy afronta el objetivo de reducir el déficit hasta el 4,4% para 2012. Pero conseguirlo no será una tarea fácil y más tras conocerse el viernes que 2011 cerrará con una previsión de déficit del 8%, casi dos puntos más de lo estimado por el Gobierno anterior.
Los primeros pasos comenzaron a darse esta semana después de que el Consejo de Ministros anunciara un conjunto de recortes por valor de 8.900 millones de euros. Entre las iniciativas más importantes se encuentra además la subida del IRPF en las rentas del trabajo y del capital y del impuesto sobre bienes inmuebles, que dará ingresos de 6.200 millones de euros…
Portugal. Privatizaciones para liquidar el agujero presupuestario
"Emergencia nacional", esa es la expresión con la que el primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, definió el futuro de la economía lusa. Según las previsiones de la Comisión Europea, en 2012 se espera una contracción económica del 3% para el país vecino. Las reformas puestas en marcha por José Sócrates, que dimitió tras la imposibilidad de sacar adelante su programa de ajustes de 80.000 millones de euros, y Coelho no han sido suficientes.
En noviembre de 2011 un nuevo problema volvió a salir a flote y no ha hecho más que agravar la situación: un agujero presupuestario de 3.000 millones de euros. La consecuencia más inmediata fue un endurecimiento del programa de reformas.
El aumento del copago sanitario, la subida del IVA hasta el 23%, la eliminación de la paga extra a los funcionarios que cobren más de 1.000 euros, el recorte del salario de los empleados del sector público en un 5%, así como el aumento de la jornada laboral en el sector privado y el abaratamiento del despido son las últimas actuaciones del Ejecutivo para intentar remediar la coyuntura…
Italia. Acosada por una deuda equivalente al 120% del PIB
El 22 de diciembre de 2011 el Senado italiano dio luz verde al plan de ajuste presentado por Mario Monti. Días antes la Cámara de los Diputados había dicho sí a un programa que pretende ahorrar 30.000 millones de euros hasta 2014, 12.000 de ellos procederán de la reducción del gasto público y 18.000 millones, de la recaudación.
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