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Los “nuevos” pobres, de los países ricos II (un relato trágico de la crisis) (página 2)

Enviado por Ricardo Lomoro


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Pero eso no bastaría, afirma Pampillón, ya que las reformas deberían dirigirse, como apuntaba Schwartz, al núcleo de las prestaciones del Estado social, las pensiones, la sanidad y la educación. "Hemos de hacer muchas cosas en ese campo, porque ¿qué sentido tiene que un peruano que está trabajando de cajero en un hipermercado tenga que pagar con sus impuestos la educación de los ricos? ¿Por qué tiene ese hombre que financiar la matrícula universitaria del nieto de Botín, por poner un caso?". Por supuesto, señala Pampillón, en asuntos como la sanidad hemos de ir hacia el copago. "La hora de médico de la sanidad pública es muy cara, y si pones incentivos para que la gente sólo vaya cuando tiene que ir, se reducirá el número de horas por médico y con ello el coste de la sanidad". Schwartz coincide en la necesidad de la medida, subrayando que "en Alemania se pagan diez euros todos los trimestres para ir al médico general y los franceses pagan cuando van al médico, aunque luego se lo devuelvan. Así evitas abusos".

Pero el asunto no debería agotarse en las reformas para abaratar costes. "Tiene que darse en la sociedad un cambio cultural que nos haga ser conscientes", asegura Schwartz, "de que debemos responsabilizarnos de nosotros mismos en lugar de esperar que el Estado venga a resolvernos los problemas". Como afirma Pampillón, "cada vez hay más gente que entiende que debe pagarse su sanidad, su educación y la de sus hijos y sus fondos de pensiones. Lo cual es muy positivo, además, porque la intervención del Estado para resolver estos problemas tiene un coste de intermediación tremendo".

Pero si todos estos cambios se llevan a efecto, como ya está ocurriendo en países como Holanda o Gran Bretaña, donde los gobiernos están acometiendo reformas severas, nos encontraremos también con un nuevo panorama político. Entre otras cosas, asegura Francisco Herrero, Científico titular en el Instituto de Políticas y Bienes Públicos (CSIC) y autor de La ideología y la práctica. La diferencia de valores entre izquierda y derecha (Libros de la Catarata), porque estaremos tocando la más importante de las bases ideológicas de la izquierda parlamentaria, el Estado de bienestar. "Hablamos de la construcción de un modelo de estado que fue creado gracias a la izquierda y que está en el núcleo de su ideología. El Estado social garantiza a través de la redistribución los valores de igualdad comunidad y libertad que la izquierda defiende", por lo que se trata también de una exigencia a la que difícilmente van a renunciar las formaciones socialdemócratas.

Pero además de la defensa ideológica, también está la electoral. "Si la izquierda parlamentaria favorece los recortes, es más que posible que parte de sus bases se alejen de ellos. Máxime cuando los recursos que proporciona el Estado del bienestar suelen ir destinados a sus electores, esto es, a esas clases populares que suelen resultar favorecidas en respecto de las prestaciones sanitarias, educativas, etc. Si hay reformas profundas, es lógico pensar que ese apoyo popular a la izquierda puede deteriorarse, salvo que logren convencer a sus electores de que, aun siendo necesarios los recortes, van a defender un núcleo en pensiones, educación, y sanidad, y que están haciendo las reformas justo para preservar ese núcleo".

En otro caso, lo más probable es que las tensiones políticas vayan en aumento. Cuando la derecha ha hecho las reformas, como parece que será el caso a partir de las próximas elecciones generales, suele encontrarse con mayor oposición social que cuando las hicieron los partidos socialdemócratas. Y a esa probable contestación social se le va a sumar el desafecto de una población, que como se ha visto en las movilizaciones del 15-M comienza a no creer en el sistema, por lo que el aumento de la tensión política parece inevitable, asegura Juan Carlos Monedero, profesor de Ciencia Política de la Universidad Complutense. Si bien Herrero cree que, "a pesar de todos los recortes que se han dado en el Estado del bienestar, las desigualdades no están aumentando demasiado (hay países con Gran Bretaña donde sí ha ocurrido, pero en otros países se ha dado en grado menor, como en Francia o Alemania) y está por verse que aumenten los próximos años", para Monedero es claro que el choque social va a existir y va a ser de notable intensidad. "Estamos en un instante en que el capitalismo, que está en crisis, ha de decidir el camino que va a seguir, optando por reinventar el modelo, o por recuperar la tasa de ganancia empresarial sobre las espaldas de la gente.

La élite económica puede entender el salario como un ingreso social, manteniendo así los elementos del estado social, o puede optar por mantener la tasa de beneficios reduciendo los salarios al máximo y desmantelando las prestaciones sociales, ahorrando así costes a las empresas en manos de obra y de impuestos". Para Monedero, esta segunda posibilidad, que es la más probable, "nos llevaría a una situación de dualización, forjando una sociedad tipo China que no es acorde con lo que han sido los estándares y patrones europeos" e implicaría cambios políticos de notables dimensiones. En ese caso, los partidos de la izquierda socialdemócrata perderían el apoyo social que poseen, "y dado que hablamos de formaciones que están paralizadas por su propia lógica institucional, la gente saldría a la calle, como está haciendo ya, a decir, que si los partidos no les entienden, tendrán que buscarse alguien que les entienda". Es decir, que acabaríamos por vivir dos legalidades, la institucional y la de la calle. La gente está cansada de esta retórica económica que se ha convertido en un arcano ininteligible. No entiende lo que se les dice, pero saben que se están quedando sin trabajo y sin casa. Por eso, concluyen Monedero, "esto no ha hecho más que empezar". Un buen ejemplo está en Madrid, pero también en Atenas. "Allí tienen que privatizar medio país para pagar el rescate. ¿Y qué van a hacer? ¿Le van a vender el Panteón a McDonalds? Para Monedero, "esta divergencia entre política institucional y realidad nos está dirigiendo a un contexto muy similar al que vivió la Europa de entreguerras".

Las cuentas se cuadran por el lado más débil de la sociedad (el Bienestar del Estado)

– El año de la austeridad impostada (Libertad Digital – 26/12/11) Lectura recomendada

(Por Juan Ramón Rallo)

Si 2009 fue el año en que los Gobiernos trataron de suplir con ingentes programas de gasto público el crédito privado que acababa de desaparecer y 2010 el año en que los Gobiernos empezaron a ver al lobo de la deuda las orejas de la suspensión de pagos, 2011 ha sido el año en que los Gobiernos trataron de convencer a todos los ahorradores de que implantarían cuantos planes de ajuste fueran necesarios para salvaguardar su solvencia.

El mercado de capitales dio con la puerta en las narices a países manirrotos, marginales y de tamaño controlable como Grecia, Irlanda o Portugal. Conforme se iban sucediendo los meses, cada vez iba siendo más evidente que el tiempo se les agotaba a economías más importantes, como las de España, Italia, Bélgica e incluso Francia. El contagio era inevitable, pues la exposición del sistema bancario europeo, y particularmente del francés, a las deudas española e italiana superaba con mucho las pérdidas que era capaz de absorber… y que los distintos Estados eran capaces de tapar.

No era momento, pues, de andarse con bromas: había que proceder con urgencia a sanear las finanzas públicas y a liberalizar el sector privado para impulsar la creación de riqueza. Y, claro, la gravedad de la coyuntura, junto al discurso profrugalidad de nuestros políticos, ha llevado a pensar a la multitud que, en efecto, en 2011 nuestros mandatarios comenzaron a apretarse el cinturón. ¿Qué otra alternativa tenían? Pues la que han tomado: seguir mangoneando como siempre. En 2011 los Estados de la Eurozona -todos- han gastado más dinero del que se fundieron en 2007, el último año de las falsas vacas gordas, con los erarios a rebosar.

¿Austeridad? El único que de verdad está siendo austero en la presente crisis es el sector privado, que, allá donde le han dejado, no ha tenido más remedio que redimensionarse y cuadrar sus cuentas. Los Estados, sin embargo, han continuado exhibiendo un comportamiento marcadamente irresponsable, que han tratado de camuflar monetizando deuda (como ha sucedido en EEUU y Reino Unido) o prometiendo en solemnes y repetidas cumbres que ya han aprendido la lección y que, esta vez sí, dejarán de gastar más de lo que ingresan.

Así pues, por mucho que se haya querido ligar la recaída en la recesión a partir de la segunda mitad del año a los programas de austeridad pública, semejante argumento carece de toda base. No sólo no ha habido austeridad alguna (el gasto se ha recortado en unos rubros… y se ha incrementado en otros), es que los auténticos problemas de la economía mundial tienen que ver con la enorme incertidumbre sobre la solvencia a largo plazo de nuestras economías. Si no hay un crecimiento sostenible (que no se logra, desde luego, inflando transitoriamente ciertas partidas de gasto) acompañado de un aumento del ahorro nacional (también, aunque no sólo, en el sector público), corremos el riesgo cierto de un derrumbe del sistema bancario, que a su vez podría llevarse por delante parte del sistema monetario internacional.

Mientras esas incógnitas no se despejen -y durante este año no han hecho más que complicarse- no habrá posibilidad de que nos recuperemos. Europa continuará al borde de la implosión y el resto del mundo, si no sabe qué será de Europa -pieza clave en el comercio, en la división del trabajo y en las inversiones internacionales-, tampoco podrá avanzar sobre terreno demasiado firme. Para algunos, la solución pasa no por hacer los deberes y actuar de manera diligente, sino por huir un poco más hacia adelante, a la espera de toparnos con el abismo; es decir, por monetizar deuda.

Pero, a este respecto, recordemos la situación en la que estábamos a comienzos de 2011: tras la intensa monetización de deuda de la Reserva Federal de mediados de 2010 (Quantitative Easing 2), empezamos el año con el precio de las materias primas desbocado, de ahí que éstas fueran vistas cada vez más como una amenaza mayor para el crecimiento mundial. La razón del encarecimiento no era casual: durante la década pasada se gestó un cuello de botella en la provisión de commodities que hace que, cuando el nivel agregado de gasto aumenta significativamente, los precios de las mismas se disparen y la economía se resienta. Pasó hasta mediados de 2008 (justo antes de la quiebra de Lehman Brothers) y volvió a suceder a principios de 2011, cuando la situación parecía (falsamente) estabilizada merced a unos cuantiosísimos volúmenes de gasto estatal. Pero no podemos hacer pasar un camello por el ojo de una aguja, y si tratamos de mantener el gasto total de nuestras economías en unos niveles artificialmente altos gracias a la deuda monetizada por los bancos privados o por el banco central (y desligados, por tanto, de la producción de bienes y servicios que debería dar lugar a esos gastos), la inflación de materias primas volverá a manifestarse y a ahogarnos: justo lo que ha acaecido, el gasto privado ha vuelto a hundirse para contrarrestar el cuello de botella.

En definitiva, ni monetizar deuda es la solución a los problemas de solvencia del Estado -la monetización sólo pospone el problema del ajuste a cambio de una distorsionadora inflación interna y externa-, ni asumir compromisos que no vayan acompañados de hechos sirve para calmar a unos ahorradores que han perdido toda su confianza en la clase gobernante. El problema en estos momentos, pues, sigue siendo muy parecido -aunque se han hecho avances- al que teníamos cuando estalló la crisis, pero empeorado por toda la montaña de deuda pública que los Estados han colocado a unos bancos extremamente debilitados por el desastre inmobiliario anterior y que han utilizado para tratar de estabilizar el insostenible nivel de gasto agregado de la época burbujil. Justo lo contrario a lo que interesadamente se nos ha vendido desde numerosos medios de comunicación.

Por ello, 2011 ha sido el año de la palabrería y el de la mascarada antiausteridad, en un sistema financiero que ha vuelto a resquebrajarse por la irresponsabilidad fiscal de los Estados. Todo apunta a que 2012 será, por necesidad, el año de los hechos: para bien o para mal.

La deuda interna: las obligaciones contraídas por los sistemas de jubilación para la población actual alcanzan los 30 billones de euros

Desde hace más de dos años, el tema central en la economía mundial es la crisis de deuda en Europa. Los países de la UE han emitido cientos de miles de bonos en los últimos años y los mercados ahora dudan de que vayan a ser capaces de hacer frente a sus obligaciones de pago. Sin embargo, existe una deuda oculta de la que se habla mucho menos pero que amenaza por igual a las economías europeas: las pensiones"… Los estados europeos deben en pensiones cinco veces más que en bonos (Libertad Digital – 21/1/12)

Las obligaciones contraídas por los estados del Viejo Continente en materia de prestaciones de jubilación suman 30 billones de euros. Esto supone, según Bloomberg, cinco veces más que la cantidad de bonos en circulación. Normalmente, no cuenta como deuda, porque no se emite, ni hay mercados ni existen inversores. Sin embargo, la obligación de pago es similar a la que existe con una letra o un bono del Tesoro: el Estado se ha comprometido a abonar esas pensiones y no puede dejar de hacerlo.

De hecho, desde un punto de vista político, es más fácil para cualquier Gobierno decretar un impago de la deuda (pese a las catastróficas consecuencias que tiene, como estamos viendo en Grecia) que anunciar un recorte drástico en las pensiones. Por eso, a la hora de valorar el estado de las finanzas europea no sólo hay que mirar a las subastas de los tesoros nacionales: existe una carga mucho más pesada sobre sus espaldas y nadie sabe si sus ingresos futuros podrán soportarlo.

La teoría dice que las pensiones de la Seguridad Social (o sus equivalentes en los demás países de la UE) se paga con las contribuciones de los trabajadores presentes. Mientras, la deuda y el resto del gasto salen de los impuestos. Sin embargo, está claro que si alguna vez no hay cotizaciones suficientes, entonces el dinero de las pensiones comenzará a llegar también de los impuestos.

Los medios recuerdan cada cierto tiempo que los riesgos de los sistemas de pensiones en Europa están asociados al aumento en la esperanza de vida, así como a la falta de nacimientos. Cada vez hay más mayores de 65 años y menos trabajadores. En la década de los 60, podía haber 30 o 40 cotizantes por jubilado; ahora hay 3-4 y la tendencia es a que la ratio siga cayendo.

Todo esto ha quedado claro en un informe del Banco Central Europeo (BCE) publicado a principios de 2012 y en el que se utilizan los datos de un estudio realizado un par de años antes en los Veintisiete países de la UE. Según sus cálculos, en 2060 el gasto en términos reales habrá aumentado un 25% y supondrá el 14% del PIB europeo.

En estos momentos, el Viejo Continente tienen ya la mayor proporción de población de más de 60 años del mundo y esa tendencia se acentuará. El 35% de sus habitantes en 2050 estará por encima de esa edad, frente al 22% en el resto del planeta. A mitad del siglo XXI, habrá unos 350 millones de personas en la OCDE que pertenecerán a la Tercera Edad, cuando en 1970 apenas sumaban 85 millones. Y la esperanza de vida en Europa aumenta a una velocidad de cinco horas al días (algo bueno, pero que debe hacernos reflexionar).

En España, la situación es especialmente preocupante. Según podemos ver en el siguiente gráfico, nuestro país será el segundo con un mayor incremento en la población de más de 60 años en 2050. Sólo Eslovaquia nos supera.

edu.red

A esta dramática situación se une otra circunstancia de la que se habla en raras ocasiones. Nuestros políticos tienen un horizonte temporal de cuatro años y es complicado que adopten medidas impopulares o de cambio radical en un tema tan sensible como las pensiones. Diversos analistas económicos, han abogado en numerosas ocasiones por cambiar un sistema de reparto como el actual por uno de capitalización (en el que cada trabajador va llenando su propia bolsa). No es algo que pueda hacerse de un día para otro, porque los actuales jubilados tienen que cobrar sus pagas, pero cuanto antes se empiece la transición, sería mejor para todos, sostienen.

Sin embargo, es casi imposible que los actuales gobernantes tomen esta decisión, que llevaría aparejada la tradicional cantinela sobre la privatización de las pensiones. Sólo Suecia se ha decantado, con éxito, por una transición hacia un sistema en el que la capitalización tenga un peso relevante.

En el resto, la solución vendrá de la mano de recortes en las pensiones. Con la excusa de hacer sostenible el sistema, los políticos reducirán la cuantía de las prestaciones o harán más difícil acceder a las mismas. En España, ya vimos hace unos meses cómo se retrasaba la edad de jubilación a los 67 años y se ampliaba la base de cálculo (de 15 a 25 años, para reducir las prestaciones). Las previsiones de los estudios oficiales nos dicen que para 2060, la pensión en Francia supondrá sólo un 48% del salario medio, cuando ahora es del 63%. Y posiblemente la edad legal de jubilación estará alrededor de los 75 años.

Ningún político lo llamará así, pero esto es una quiebra en toda regla del sistema de pensiones. Cuando los trabajadores actuales comenzaron su vida laboral, les prometieron unas condiciones y se las cambian a mitad de la partida. La quiebra no es completa, pero incluye una quita obligatoria; también esto es muy parecido a lo que está haciendo Grecia con sus bonos, no pagar parte de sus promesas y obligar a sus acreedores a aceptar un descuento.

El Libro Blanco de la "depresión" de las pensiones (eurocinismo)

– La UE establece planes para conseguir unas pensiones adecuadas, seguras y sostenibles (Europa – Press Releases – 16/2/12)

Bruselas, 16 de febrero de 2012. En la actualidad, las pensiones constituyen la principal fuente de ingresos de aproximadamente una cuarta parte de la población de la UE y, más adelante, los jóvenes europeos también acabarán dependiendo de las pensiones. A menos que Europa proporcione unas pensiones dignas, ahora y en el futuro, millones de ciudadanos se verán abocados a la pobreza en la vejez. Europa también está envejeciendo, ya que las personas viven más tiempo y nacen menos niños. A partir del próximo año, la población activa de la UE también empezará a disminuir. Las pensiones cada vez ejercen más presión financiera en los presupuestos nacionales, en particular con el factor añadido de la crisis financiera y económica. Para respaldar estos esfuerzos, la Comisión Europea ha publicado un Libro Blanco relativo a unas pensiones adecuadas, seguras y sostenibles. En él se examina de qué manera la UE y los Estados miembros pueden trabajar para combatir los principales problemas por los que atraviesan los sistemas de pensiones. Se presentan una serie de iniciativas: para contribuir a crear las condiciones adecuadas para que, quienes puedan, sigan trabajando, de manera que se alcance un mayor equilibrio entre el tiempo de trabajo y el tiempo de jubilación; para garantizar que las personas que se desplazan a otro país puedan conservar sus derechos de pensión; y para ayudar a los ciudadanos a ahorrar más, velar por que se cumplan las promesas en materia de pensiones y garantizar que los ciudadanos obtengan lo que esperan en el momento de su jubilación.

En la presentación, en Bruselas, del Libro Blanco a la prensa, László Andor, Comisario de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión de la UE, ha afirmado: "Garantizar unas pensiones adecuadas para el futuro es posible, si cumplimos hasta el final nuestros compromisos de reforma. Ya estamos notando el impacto del envejecimiento; los nacidos del boom de natalidad se están jubilando y cada vez son menos los jóvenes que se incorporan al mercado laboral. Pero aún no es demasiado tarde para superar estos retos". El Comisario ha añadido que aumentar la edad de jubilación es importante y ha afirmado que una encuesta reciente del Eurobarómetro ha puesto de manifiesto que muchos europeos seguirían en el mercado de trabajo después incluso de la edad en la que podrían cobrar una pensión si las condiciones fueran adecuadas.

El Libro Blanco, que coincide con 2012, Año Europeo del Envejecimiento Activo y de la Solidaridad Intergeneracional, se basa en los resultados de una amplia consulta que se puso en marcha en julio de 2010. Aborda diferentes ámbitos políticos y está plenamente en consonancia con el Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento 2012 de la Comisión. Las medidas a nivel europeo apoyarán y complementarán las reformas nacionales en materia de pensiones. El Libro Blanco propone, en particular:

• Crear mejores oportunidades para los trabajadores de más edad, instando a los interlocutores sociales a adaptar los lugares de trabajo y las prácticas de los mercados laborales y recurriendo al Fondo Social Europeo para que los trabajadores de más edad puedan acceder al empleo. Capacitar a las personas para que trabajen más tiempo es uno de los componentes centrales de 2012, Año Europeo del Envejecimiento Activo y de la Solidaridad Intergeneracional.

• Constituir planes privados de jubilación complementarios animando a los interlocutores sociales a crearlos y a los Estados miembros a optimizar los incentivos fiscales y de otro tipo.

• Mejorar la seguridad de los planes de pensiones complementarios, por ejemplo mediante la revisión de la Directiva sobre fondos de pensiones de empleo y la mejora de la información al consumidor.

• Hacer que los planes de pensiones complementarios sean compatibles con la movilidad, protegiendo, a través de la legislación, los derechos de pensión de los ciudadanos que se desplazan e impulsando el establecimiento de servicios de rastreo de pensiones en toda la UE. De este modo es posible proporcionar a los ciudadanos información sobre sus derechos de pensión y previsiones sobre sus ingresos tras la jubilación.

• Animar a los Estados miembros a que fomenten la prolongación de la vida laboral, vinculando la edad de jubilación a la esperanza de vida, restringiendo el acceso a la jubilación anticipada y eliminando las diferencias que existen entre hombres y mujeres en materia de pensiones.

• Seguir con el seguimiento de la adecuación, la sostenibilidad y la seguridad de las pensiones y apoyar las reformas de los Estados miembros en materia de pensiones.

Contexto

Los pensionistas constituyen una parte significativa y en rápido crecimiento de la población de la UE (ciento veinte millones o el 24 %), en particular debido a que los nacidos del boom de natalidad empiezan a alcanzar la edad de jubilación y el número de trabajadores en la edad laboral principal está descendiendo. En 2008, por cada ciudadano de la UE de sesenta y cinco años o más había cuatro personas en edad de trabajar (15-64 años). De aquí a 2060, esta relación bajará a dos personas en edad de trabajar por cada ciudadano de sesenta y cinco años o más. El impacto del envejecimiento demográfico se ha visto agravado aún más por la crisis económica. Las pensiones ya representan un porcentaje muy alto del gasto público: una media del 10 % del PIB en la actualidad, que posiblemente llegue hasta el 12,5 % en 2060. No obstante, el gasto en pensiones públicas, que va del 6 % del PIB en Irlanda al 15 % en Italia, pone de manifiesto que, si bien los países afrontan problemas demográficos similares, la situación varía bastante de un país a otro. La crisis afecta a los planes de pensiones basados en un sistema de reparto a través de la caída del empleo y el consiguiente descenso de las cotizaciones, mientras que los planes de capitalización se ven afectados por la caída del valor de los activos y la bajada del rendimiento.

Aunque los sistemas de pensiones son en gran medida competencia de los Estados miembros, la UE puede contribuir con legislación sobre las cuestiones que afectan al funcionamiento del mercado interior, con ayuda financiera para que los trabajadores de más edad puedan permanecer en el mercado laboral, con coordinación de políticas y con aprendizaje mutuo. Las reformas de los sistemas de pensiones se evalúan en el marco de la estrategia Europa 2020. En 2011, dieciséis Estados miembros recibieron una recomendación específica relativa a las pensiones, y otros cinco firmaron reformas en materia de pensiones como parte de sus Memorandos de Acuerdo (más información en el anexo III del Libro Blanco).

– Citizens' summary White Paper on Pensions – EU proposal explained

What"s the issue?

How to ensure the adequacy of pensions in ageing societies without putting public finances under too much strain? Today there are roughly 4 people of working age for every person of retirement age – a 4 to 1 ratio. In 50 years' time, the ratio will be only 2 to 1 ¡V a dramatic shift, and a major challenge for pensions as there will be more people of pension age and fewer workers to help support them. But with the right response, adequate pensions can be secured for the future.

What"s being proposed?

* The EU pensions white paper suggests measures to help EU countries ensure adequate pensions in an affordable and sustainable way, by:

– encouraging people to stay in work longer and save more for their retirement

– enhancing the safety and cost-effectiveness of such savings.

Who will benefit and how?

* Potentially all European citizens ¡V as they plan for and receive their pension.

* This White Paper presents a number of policy initiatives through which the EU can support national policy makers in their efforts to secure adequate pensions for the future.

Why does action have to be to be taken by the EU?

* Pensions are increasingly a matter of common concern in the EU ¡V because of the central importance of pensions for Europe¡¦s social and economic success, and the fact that pension policies in one country can have effect on other countries.

* The whole EU has an interest in helping every single member country to reform their pension system and retirement practices successfully.

* Coordinated EU action is needed to ensure people do not lose their pension rights when moving to another EU country, to ensure consumers fully benefit from the internal market by ensuring they have good competition and choice between pension products and to maintain stability of public finances and the EU economy.

* The public consultation on pensions has shown that action on pensions is expected from the EU.

What exactly will change?

* EU policies will offer more comprehensive and better coordinated support for national pension and retirement reforms that encourage and enable people to earn adequate, sustainable and safe pension entitlements by working longer and increasing their complementary retirement savings in a cost-effective manner.

When is the proposal likely to come into effect?

* The proposals will be discussed in 2012-2013. Legislation would only take effect some years later.

Reino Unido: privatizando, privatizando… a ver cuándo privatizan 10, Downing Street

"Varias regiones británicas abren a las empresas privadas la provisión de servicios públicos reservados hasta ahora a la policía"… Reino Unido "privatiza" parte de su policía (Libertad Digital – 14/3/12)

El 2 de marzo de 2012, el periódico británico The Guardian anunció que dos regiones inglesas han iniciado los trámites para "privatizar" parte de sus fuerzas policiales. Según desveló el rotativo, las autoridades policiales de West Midlands y Surrey han invitado a G4S y otras empresas privadas de seguridad a pujar por diversos servicios hasta ahora reservados al sector público.

Se tratará del mayor contrato de privatización policial hasta la fecha, con un montante de 1.500 millones de libras esterlinas (1.793 millones de euros), que podría elevarse hasta 3.500 millones (4.184 millones de euros) en función de la magnitud definitiva de la operación, durante los próximos diez años.

Es un salto de gigante respecto al reciente precedente de Lincolnshire, donde la policía ha contratado los servicios de G4S por valor de 200 millones de libras (239 millones de euros). En virtud de ese contrato, la empresa privada construirá y gestionará, por vez primera, una comisaría de policía, incorporando en el proceso a 900 trabajadores procedentes del sector público. Aunque a menor escala, otras regiones, entre las que destacan Cleveland, Cheshire, Avon y Somerset, están contemplando igualmente ofrecer algunos de sus servicios policiales al sector privado.

Por su parte, la ministra del interior, Theresa May, después de recortar en un 20% los fondos a la policía para los próximos cuatro años -hasta 2014-15-, ha afirmado que el programa de "cooperación empresarial" en West Midlands y Surrey empezará en primavera. La iniciativa tiene el pleno respaldo del Gobierno de coalición liderado por Cameron.

Los dos impulsores de la iniciativa son el jefe de policía de las West Midlans, Chris Sims, y Mark Rowley, que hasta hace poco ocupaba el mismo cargo en Surrey. Tras una "discusión robusta y franca" mantenida el mes pasado, las autoridades policiales dieron luz verde a la privatización con 11 votos a favor y 5 en contra. Un portavoz de la autoridad policial de las West Midlands afirmó: "La combinación con el sector privado se dirige a transformar totalmente la forma en que la fuerza actualmente trabaja, mejorando el servicio ofrecido al público".

En términos similares se ha expresado la Asociación de Oficiales Jefes de Policía. Peter Fahy, jefe de policía de Greater Manchester, al norte de las West Midlands, ha asegurado que es necesario un cambio "radical y fundamental" para poder hacer frente al "desafío enorme de los recortes financieros".

El excomisario de la policía metropolitana, Sir Ian Blair, considera por su parte que la iniciativa representa una oportunidad para que los cuerpos policiales "puedan modernizar sus presupuestos como lo haría cualquier otra institución, a saber: reduciendo los costes unitarios". Sir Ian puntualiza, además, que defensores y detractores yerran al clasificar esta medida de "privatización" pues, en efecto, lo que se ofrece es contratar empresas privadas para desempeñar ciertas labores del sector público, sin que éste deje de ser el responsable último del servicio.

La "lista no exhaustiva" de actividades que se ofrecen al sector privado es la siguiente:

• Servicio de garantía: gestionar el rendimiento, mantener los estándares profesionales, asegurar el acatamiento, gestionar riesgos, ofrecer servicios legales.

• Traer a los delincuentes ante la Justicia: investigar crímenes, detener sospechosos, disposición no judicial, desarrollo de casos, dar apoyo a la acusación.

• Gestionar incidencias: dar respuesta a incidencias, gestionar las escenas de incidencias, investigar incidencias, dar apoyo a víctimas y testigos.

• Servicio de liderazgo: dar apoyo a los líderes de la organización para desarrollar estrategias, políticas y planes, gestionar el cambio y gestionar la asociación.

• Gestionar actuaciones públicas: patrullar los vecindarios, gestionar las relaciones públicas, gestionar las relaciones con clientes, informar sobre las actuaciones, gestionar las instalaciones.

• Proteger al público: tratar con los individuos de alto riesgo, mejorar las comunidades, proteger a las personas vulnerables, desarticular las redes criminales, gestionar las operaciones planificadas, proteger lugares vulnerables, gestionar la matriculación, gestionar la seguridad en carretera.

• Apoyo a servicios operativos: gestión de tareas, gestión forense, ofrecer servicios especializados, recopilar información policial, gestionar propiedades y pruebas, gestionar inteligencia.

El texto precisa que "no todas estas actividades serán incluidas necesariamente en la magnitud final, y que cada fuerza policial seleccionará algunas actividades de entre estas áreas donde vean las mejores oportunidades para la transformación".

Los planes de la policía de las West Midlands contemplan el despido de 2.764 trabajadores durante los próximos tres años. Sin embargo, no se pretende que la privatización cubra los recientes cortes presupuestarios y no se prevé que se noten los ahorros antes de 2014.

Patrullando los vecindarios sin patrullar las calles

Como era de esperar, los detractores de los recortes presupuestarios y de las privatizaciones han puesto el grito en el cielo. Uno de sus principales temores es que agentes privados patrullen por las calles y efectúen detenciones sin responder ante nadie, a diferencia de la policía pública.

Curiosamente, aunque el mencionado contrato de 26 páginas incluye en su "lista no exhaustiva" la posibilidad de contratar el servicio de "patrullar los vecindarios" a las empresas privadas, el Gobierno ha negado que éstas vayan a patrullar las calles. Si bien es cierto que el contrato también aclara que cada cuerpo policial podrá elegir qué servicios de los enumerados decide contratar al sector privado. En este sentido, la jefa de policía de Surrey, Lynne Owens, ha asegurado: "Cualquier insinuación de que una empresa del sector privado patrullará las calles de Surrey es simplemente un disparate. No sería más aceptable para el público que para mí".

El FMI que proclama la "austeridad suave", advierte sobre el "riesgo que la gente viva más de lo esperado" (el impacto financiero de la longevidad)

"El Fondo Monetario Internacional ha presentado hoy los capítulos analíticos de su Informe de Estabilidad Financiera (GFSR, por sus siglas en inglés) donde la organización reconoce que "si el promedio de vida aumentara para el año 2050 tres años más de lo previsto hoy, los costes de envejecimiento "que ya son enormes" aumentarían un 50 por ciento""… FMI: Los costes del envejecimiento podrían crecer un 50 por ciento antes de 2050 (El Economista – 11/4/12)

Según la organización, para neutralizar los efectos financieros del riesgo de longevidad, es necesario "combinar aumentos de la edad de jubilación (obligatoria o voluntaria) y de las contribuciones a los planes de jubilación con recortes de las prestaciones futuras".

En un ejemplo, el FMI muestra que en el caso de los planes privados de pensiones de Estados Unidos, un aumento de tres años en la media de vida podría elevar los pasivos jubilatorios alrededor de un 9 por ciento. Es decir, las empresas que organizan los planes de pensiones tendrían que "multiplicar varias veces" sus contribuciones anuales normales, en términos generales, para poder afrontar esos costes adicionales.

Dadas las circunstancias, la organización plantea tres posibles respuestas para hacer frente a este riesgo de longevidad. Primero, los gobiernos deben reconocer el riesgo de longevidad al que los exponen los planes de prestaciones definidas para sus propios empleados y los sistemas de seguridad social para las personas de edad avanzada.

En segundo lugar, el riesgo debe estar debidamente distribuido entre los particulares, los organizadores de los planes de pensiones y el gobierno. Por último, se puede recurrir a los mercados de capital para transferir el riesgo de longevidad de los planes de pensiones a quienes tienen más capacidad para gestionarlo. El FMI a través del GSFR pone de relieve una serie de instrumentos en este mercado creciente, y distintas posibilidades para mejorar su funcionamiento.

"El organismo internacional sostiene que es necesario retrasar la edad de retiro de forma acorde a la longevidad para mantener el sistema"… El FMI pide elevar la edad de jubilación y un mayor recorte de las pensiones (Negocios.com – 11/4/12)

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha alertado del riesgo financiero que supone el envejecimiento de la población, por lo que ha incidido en la importancia de combinar el "aumento en la edad de jubilación y de las contribuciones a los planes" de pensiones con "recortes de las prestaciones futuras".

En el capítulo "El impacto financiero del riesgo de longevidad" del Informe sobre la Estabilidad Financiera Mundial (GFSR por sus siglas en inglés), el FMI considera "esencial" permitir que la edad de jubilación aumente a la par de la longevidad esperada, algo que podría ser impuesto por los gobiernos o realizarse mediante la oferta de incentivos a los particulares para que posterguen su jubilación.

La institución dirigida por Christine Lagarde destaca que retrasar la edad de jubilación prolonga el período de acumulación de recursos jubilatorios y acorta el período de uso de los mismos. "La divulgación de información más completa sobre la longevidad y su impacto financiero contribuiría a aclarar mejor las consecuencias", agrega.

"Es importante que las entidades que ofrecen pensiones puedan actuar con flexibilidad: si no es posible incrementar las contribuciones o subir la edad de jubilación, posiblemente haya que recortar las prestaciones", advierte.

Por otro lado, el FMI avisa de que si el promedio de vida para 2050 aumentara tres años más de lo que se espera actualmente, "los costes del envejecimiento, que ya son enormes, podrían aumentar 50%".

La institución considera que una longevidad inesperada más allá de lo que recogen las previsiones constituye "un riesgo financiero" para los gobiernos y las entidades que ofrecen prestaciones definidas, que tendrán que pagar más de lo esperado en pensiones y prestaciones de la seguridad social.

Así, reconoce que, aunque los Gobiernos y las entidades del sector privado que ofrecen pensiones se han estado preparando para las consecuencias financieras del envejecimiento de la población, se han basado en proyecciones demográficas de base que en el pasado han subestimado constantemente cuántos años vive la gente. Por su parte, los particulares se exponen al riesgo financiero de agotar los recursos jubilatorios.

Además, añade que el riesgo debe estar debidamente distribuido entre los particulares, los organizadores de los planes de pensiones y el gobierno, y sugiere que la posibilidad de recurrir a los mercados de capital para transferir el riesgo de longevidad de los planes de pensiones a quienes tienen más capacidad para gestionarlo.

Antes situación, el FMI reclama que se aborden con tiempos estos riesgos para evitar "efectos negativos profundos en los balances, ya debilitados, de los sectores público y privado, exacerbando su vulnerabilidad a otros shocks y afectando posiblemente su estabilidad financiera".

Asimismo, incide en que prestar atención al envejecimiento de la población y al riesgo de longevidad adicional forma parte del conjunto de reformas necesarias para restaurar la confianza en la viabilidad de los balances del sector público y del sector privado.

"Reconocer y mitigar mejor el riesgo de longevidad es un proceso que debe ponerse en marcha ahora. Las medidas tardarán años en dar fruto y será más difícil abordar debidamente esta cuestión si se posterga la acción correctiva", recalca.

Otro de los grandes servicios públicos próximos a la poda (¿o guillotina?) europea

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En el Informe Health Consumer Index 2009, realizado en Bruselas por Health Consumer Powerhouse, el principal think-tank (laboratorio de ideas) europeo de la materia, analiza todas las variables que influyen en la calidad de la oferta sanitaria. De esta manera, se estudian los derechos de información de los pacientes, la integración en las nuevas tecnologías, las listas de espera, el éxito de determinados tratamientos, la amplitud del sistema y los servicios farmacéuticos.

Pues bien, en la clasificación general, el sistema público de salud de España ocupa el puesto 22, entre Portugal y Croacia, con 630 puntos sobre un máximo de 1.000. Mientras, Holanda saca 863 puntos y Dinamarca 819 (ver arriba tabla completa).

Finalmente, llegamos a la última de las "ballenas blancas" a abatir: la educación pública

Según los últimos datos disponibles a nivel europeo, de 2007, el gasto por alumno en la UE-27 era de 6.251 euros de media al año. España superaba ampliamente esa cifra, con 6.773 euros. Alemania o Finlandia, dos países mucho más ricos y con resultados sensiblemente superiores en PISA, gastaban 6.752 y 6,682 euros respectivamente. Y Estonia, el país del este más exitoso en el examen de la OCDE, apenas llegaba a los 3.675 euros (aunque los utilizaba mejor que España).

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Gasto por alumno 2007

Cuando se habla del gasto en educación, una variable que se maneja habitualmente es la de alumnos por clase y por profesor. También aquí España presenta cifras similares a las de los países de la UE. En los colegios públicos de primaria, por ejemplo, el número de niños por clase es de 19,8, frente al 21,7 de Alemania o los 28 de Japón (uno de los grandes triunfadores de PISA). Y en los institutos, la cifra de 23,5 es también inferior a la de estos dos países (24,6 para el europeo y 32,9 para el asiático).

Esta tendencia se mantiene en el ratio alumnos por profesor. En esta cuestión, por ejemplo, España tiene una cifra sensiblemente inferior a la de Finlandia, el mejor país europeo para PISA. En educación secundaria, la relación en las escuelas hispanas es de 9,3 alumnos por maestro, mientras que la media de la OCDE es de 13,5 y la de los institutos finlandeses es de 16,6.

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Alumnos por clase

Los sueldos de los profesores

Existe una variable que depende en gran parte del gasto y que tiene una influencia directa en los resultados de los alumnos. Todos los informes internacionales coinciden en que la calidad del profesorado es clave para mejorar el conjunto del sistema educativo. Es más, muchos autores defienden que es la variable más importante. El problema es que, de nuevo, en esta cuestión no es relevante sólo el cuánto, sino el cómo.

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Retribución profesores en 2009 (en euros convertidos según Paridad Poder Adquisitivo)

El Informe PISA, que elabora la OCDE y que mide el resultado de los alumnos de secundaria de las principales economías del mundo, destaca que "existe una débil relación entre recursos educacionales y rendimiento de los estudiantes". Andreas Schleicher, jefe de analistas de PISA, atribuye sólo un 10% del total de la variación en las notas al dinero gastado por las autoridades.

La conclusión que se saca es que un nivel mínimo de gasto es imprescindible. Evidentemente, es muy difícil dar una educación de calidad con 200 euros al año por alumno. Pero una vez alcanzado ese mínimo (algo que todos los países europeos han conseguido), los incrementos del presupuesto no tienen por qué ser buenos. Lo importante sería dónde poner el dinero y no el gasto total.

En el siguiente gráfico, puede verse como países con un enorme gasto por alumno, como Luxemburgo o Noruega, sacan peores notas que Finlandia, Corea o Estonia, que soportan un coste muy inferior. España, mientras, tiene un gasto similar al de la mayoría de los países de su entorno (algo mayor que Francia o Alemania, por ejemplo), pero está en los últimos puestos en cuanto a resultados.

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Las pensiones con depresión (no solo fusilan el Estado de Bienestar, sino que "denuncian" el Contrato Social)

""Puede no parecerlo, pero los actuales jubilados están viviendo lo que podría ser la edad de oro para las pensiones y los pensionistas". Así comienza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) su informe sobre las pensiones de 2012, en el que constata que, con las últimas reformas introducidas en la mayor parte de países desarrollados, las futuras generaciones de jubilados percibirán unas pensiones públicas entre un 20 y un 25% más bajas que ahora. La OCDE ofrece dos recetas para asegurar que la brecha de ingresos sea lo menor posible: fomentar el retraso en la edad de jubilación "incluso más allá de los 67 años" y fomentar los planes privados de pensiones"… Los jubilados del futuro cobrarán pensiones un 25% más bajas (Negocios.com – 12/6/12)

El futuro para los actuales trabajadores pasa por "trabajar más antes de jubilarse y recibir menores" rentas. Sus cálculos indican que los que se incorporen ahora al mercado laboral pueden aspirar a que, cuando se jubilen tras "una carrera completa a la edad legal de retiro", perciban una pensión que será la mitad de sus ingresos. En la actualidad, ese porcentaje alcanza el 85% de media en España, uno de los países donde los jubilados tienen una pensión más alta respecto a sus últimos ingresos como trabajador, sólo superada por Grecia, Luxemburgo, Turquía y Austria.

Para evitar el empobrecimiento de los futuros jubilados, la OCDE recomienda fomentar los planes privados de pensiones hasta el punto de que señala que lo ideal sería "hacerlos obligatorios", aunque constata la oposición de muchos países a hacerlo. Como alternativa, aboga por que la inclusión en estos planes sea "automática" aunque con la posibilidad de que, pasado un tiempo, los trabajadores puedan descolgarse.

El problema es que la caída en las Bolsas puede dar al traste con las aspiraciones a una jubilación dorada. Entre 2007 y 2011, los fondos de pensiones se han devaluado un 1,6% anual de media, un porcentaje que se acerca al 4% en España, una caída sólo superada por Islandia y Australia. Incluso entre 2001 y 2010, la ganancia media para los países de la OCDE se limita al 0,1% anual (en España han caído casi un 1,5%).

El aumento de la edad de retiro y su vinculación a la esperanza de vida es otra tendencia imparable. En 13 de la treintena de países miembros se han introducido ya reformas para fijar la edad legal de jubilación en 67 años. República Checa, Irlanda y Reino Unido llegarán a los 68, y Dinamarca e Italia, a los 69.

El Estado del Bienestar de la Globalización (¡Bravo!… ¡Así, se entiende todo!)

"La crisis está haciendo tambalearse el futuro del Estado del Bienestar en Europa, hasta el punto de que el 52% de los ciudadanos europeos en activo teme no disponer de recursos suficientes para jubilarse. España lidera el ránking con un 73% de españoles "preocupados" o "muy preocupados" por esta posibilidad, según una encuesta de ámbito europeo realizada por el grupo ING"… El 73% de los españoles teme no contar con recursos suficientes en su jubilación (Expansión – 21/8/12)

El porcentaje de españoles inquietos es muy superior al de otros países vecinos, como Italia o Francia, que muestran tasas del 65% y el 63%, respectivamente; porcentajes que, no obstante, son muy significativos e ilustran los estragos causados por la crisis en la confianza y las expectativas de los ciudadanos.

Que España, Francia e Italia sobresalgan en su temor hacia el futuro no es casualidad: son los países europeos con menor implantación de planes de pensiones privados. De hecho, mientras que la media europea de ciudadanos que cuentan con planes privados es del 40%, en España e Italia este porcentaje se reduce al 29%, mientras que en Francia es del 32%, sensiblemente inferior también al promedio.

Con independencia de los planes de pensiones no obligatorios, el 61% de los europeos cuenta con ahorros a largo plazo, con Luxemburgo al frente del ránking (un 82%) y España (52%) y Rumanía (51%) a la cola. Sin embargo, en la mayor parte de los Estados europeos, los ciudadanos no esperan poder ahorrar en los próximos tres meses. Italia y España son los países con peores perspectivas en este sentido.

Por todo ello, los europeos creen de forma generalizada que su nivel de vida durante la jubilación será inferior a la de los actuales pensionistas, un dato especialmente alto en España, mientras que los austriacos son los únicos que creen que vivirán mejor.

El economista sénior de ING, Ian Bright, autor principal de la encuesta, dice que "las reformas en Italia y España para aumentar la edad de jubilación y recortar otros beneficios públicos podría estar alimentando la incomodidad sobre la preparación para la jubilación en esos países, especialmente entre los jóvenes", y no sólo con relación a las condiciones individuales de cada uno, sino con respecto a la situación general de la sociedad.

¿Trabajar hasta los ochenta? (los abuelos "repartidores" de Telepizza)

"Alemania comenzó a aplicar la jubilación a los 67 años a partir de enero de 2012, una medida insuficiente, asegún Wolfang Clement. El que fuera ministro de Economía alemán entre 2002 y 2005 propone que la edad de jubilación sea libre "al menos hasta los 80 años" para que "quien quiera, pueda seguir trabajando a esa edad""… Un ex ministro alemán propone ampliar la edad de jubilación de forma voluntaria hasta los 80 años (Expansión – 21/8/12)

Según informa elmundo.es, Clement propone este medida para combatir el cambio demográfico al que se enfrenta Alemania.

"Deberíamos lanzar señales que estimulen la continuidad laboral más allá de los 70 años", propone el ex ministro. Él mismo, a sus 72 años de edad, sigue en activo y trabaja en el ámbito del lobby energético.

"Tenemos que enfrentarnos al hecho de que es necesario que los alemanes trabajemos durante más años. Es la consecuencia lógica del cambio demográfico. Con jubilarnos a los 67 no alcanzamos. Quien quiera y pueda debe seguir trabajando hasta los 75 e incluso hasta los 80", señala.

Con Clement como ministro de Economía, el ex canciller alemán Gerhard Schröder llevó a cabo una serie de reformas denominada Agenda 2010. Dichas reformas fueron muy criticadas por la opinión pública, que consideraba que las medidas adoptadas por el ejecutivo alemán mermaban el estado de bienestar germano.

Desde el Gobierno, no obstante, siempre se defendió que la Agenda 2010 lo que pretendía era precisamente la sostenibilidad de ese estado de bienestar.

Dos años después las reformas económicas adoptadas por Clement y Schröder son la base de la actual prosperidad del país germano, él país de la zona euro que mejor está aguantando la crisis.

Fräulein Angela promueve el "Estado del Malestar" (la "chinificación" de Europa)

"La canciller alemana, Angela Merkel, ha advertido de que Europa tendrá que "trabajar muy duro" para mantener el más espléndido Estado de Bienestar del mundo y la competitividad global"… Angela Merkel advierte sobre el coste del Estado de Bienestar (El Economista – 17/12/12)

En una entrevista con "Financial Times", Merkel ha explicado que la clave para que Europa sobreviva al desafío de la globalización es invertir más en investigación y educación, y ajustar los impuestos y el mercado de trabajo para restaurar la competitividad.

"Si Europa hoy cuenta con el 7% de la población mundial, produce el 25% de la riqueza mundial y tiene que financiar el 50% del gasto social global, es obvio que habrá que trabajar muy duro para mantener su prosperidad y estilo de vida", ha argumentado Merkel.

"Todos nosotros tenemos que dejar de gastar más de lo que ganamos cada año", ha continuado.

En la misma entrevista, Merkel niega que las discrepancias con el presidente de Francia, François Hollande, pongan en peligro el eje franco-alemán como "motor" de la integración en Europa. "Aunque representamos a diferentes países y tendencias políticas, siempre encontramos soluciones", afirmó la canciller.

Merkel también explica que su experiencia durante el colapso de la Alemania comunista ha teñido sus ideas políticas. "En la República Democrática Alemana y en todo el sistema socialista fuimos testigos de una economía que no era ya competitiva y que negaba a la gente prosperidad, llevando finalmente a una gran inestabilidad", rememora. "Me preocupa que mucha que gente en Europa asume que, junto con EEUU, Europa supone el único marco de referencia para el mundo, que es tradicionalmente fuerte y que el mundo se fija en nosotros", manifiesta.

"Han surgido otros modelos, como China, India, Japón, Brasil, y se les unirán otros países que trabajan duro y están demostrando ser innovadores", advierte Merkel.

Merkel ya se mostró cautelosa en cuanto al futuro de Europa en la reunión del viernes en Bruselas, cuando dijo que el continente debe afrontar un proceso de transformación "muy difícil y doloroso" para subsanar la falta de disciplina fiscal durante años y la pérdida de competitividad.

Mutatis mutandis (¿quién se ha llevado mi queso?)

– Informe de la Comisión Europea – (El Confidencial – 19/12/12)

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En mi opinión, la "única" verdad es que los Estados no pidieron prestado para mejorar la educación, la sanidad, la cultura o cosas que beneficiaran a la población en general; pidieron para salvar al sistema bancario tras la crisis inmobiliaria. Y ahora se lo quieren hacer pagar a los contribuyentes con… "sangre, sudor y lágrimas". El sustento de la "austeridad proclamada" es una patraña. Una patraña matemática y económica.

No comment: el teorema es implacable

– Europa o el caos (El País – 25/1/13) Lectura recomendada

Un grupo de filósofos, escritores y periodistas alerta sobre los riesgos de deshacer la Europa soñada tras la Segunda Guerra Mundial. Vassilis Alexakis, Hans Christoph Buch, Juan Luis Cebrián, Umberto Eco, György Konrád, Julia Kristeva, Bernard-Henri Levy, Antonio Lobo Antunes, Claudio Magris, Salman Rushdie, Fernando Savater, Peter Schneider lanzan una clara advertencia: unión política o muerte. EL PAÍS, junto con otros tres diarios europeos, publica su manifiesto, que será presentado el 28 de enero (2013) en París.

La Europa acorde con el espíritu elogiado por Edmund Husserl en sus dos grandes conferencias pronunciadas en 1938 en Viena y Berlín, en vísperas de la catástrofe nazi.

Europa como voluntad y representación, como sueño y como construcción, esta Europa que pusieron en pie nuestros padres, esta Europa que supo transformarse en una idea nueva, que fue capaz de aportar a los pueblos que acababan de salir de la Segunda Guerra Mundial una paz, una prosperidad y una difusión de la democracia sin precedentes, pero que, ante nuestros propios ojos, está deshaciéndose una vez más.

Se deshace en Atenas, una de sus cunas, en medio de la indiferencia y el cinismo de sus naciones hermanas: hubo un tiempo, el del movimiento filohelénico de principios del siglo XIX, en el que desde Chateaubriand hasta el Byron de Missolonghi, desde Berlioz hasta Delacroix, desde Pushkin hasta el joven Victor Hugo, todos los artistas, poetas, grandes mentes de Europa, volaban en su auxilio y militaban en favor de su libertad. Hoy estamos lejos de eso; y da la impresión de que los herederos de aquellos grandes europeos, mientras los helenos libran una nueva batalla contra otra forma de decadencia y sujeción, no tienen nada mejor que hacer que reprenderles, estigmatizarlos, despreciarlos y -con el plan de rigor impuesto como programa de austeridad, que se les conmina a seguir- despojarles del principio de soberanía que, hace tanto tiempo, inventaron ellos mismos.

Se deshace en Roma, su otra cuna, su otro pedestal, la segunda matriz (la tercera es el espíritu de Jerusalén) de su moral y su saber, el otro lugar en el que se inventó esta distinción entre la ley y el derecho, entre el ser humano y el ciudadano, que constituye el origen del modelo democrático que tanto ha aportado, no solo a Europa, sino al mundo: esa fuente romana contaminada por los venenos de un berlusconismo que no acaba de desaparecer, esa capital espiritual y cultural a veces incluida, junto a España, Portugal, Grecia e Irlanda, en los famosos "PIIGS" a los que fustigan unas instituciones financieras sin conciencia ni memoria, ese país que enseñó a embellecer el mundo en Europa y que ahora parece, con razón o sin ella, el enfermo del continente. ¡Qué miseria! ¡Qué ridículo!

Se deshace en todas partes, de este a oeste, de norte a sur, con el ascenso de los populismos, los chauvinismos, las ideologías de exclusión y odio que Europa tenía precisamente como misión marginar, debilitar, y que vuelven vergonzosamente a levantar la cabeza. ¡Qué lejos está la época en la que, por las calles de Francia, en solidaridad con un estudiante insultado por el responsable de un partido de memoria tan escasa como sus ideas, se cantaba "todos somos judíos alemanes"! ¡Qué lejanos parecen hoy los movimientos solidarios, en Londres, Berlín, Roma, París, con los disidentes de aquella otra Europa que Milan Kundera llamaba la Europa cautiva y que parecía el corazón del continente! Y en cuanto a la pequeña internacional de espíritus libres que luchaban, hace 20 años, por esa alma europea que encarnaba Sarajevo, bajo las bombas y presa de una despiadada "limpieza étnica", ¿dónde está? ¿Por qué ya no se la oye?

Y además, Europa se viene abajo por culpa de esta interminable crisis del euro, que todos sentimos que no está resuelta en absoluto: ¿no es una quimera esa moneda única abstracta, flotante, que no está unida a unas economías, unos recursos ni unas fiscalidades convergentes? ¿No es evidente que las únicas monedas comunes que han funcionado (el marco después del Zollverein, la lira de la unidad italiana, el franco suizo, el dólar) son las que se apoyaban en un proyecto político común? ¿No existe una ley de hierro que dice que, para que haya una moneda única, tiene que haber un mínimo de presupuesto, reglas contables, principios de inversión, es decir, políticas compartidas?

El teorema es implacable.

Sin federación, no hay moneda que se sostenga.

Sin unidad política, la moneda dura unos cuantos decenios y después, aprovechando una guerra o una crisis, se disuelve.

En otras palabras, sin un serio avance de esta integración política, obligatoria según los tratados europeos pero que ningún responsable parece querer tomar en serio, sin un abandono de competencias por parte de los Estados nacionales, sin una franca derrota, por tanto, de esos "soberanistas" que empujan a sus ciudadanos al repliegue y la debacle, el euro se desintegrará como se habría desintegrado el dólar si los sudistas hubieran ganado, hace 150 años, la Guerra de Secesión.

Antes se decía: socialismo o barbarie.

Hoy debemos decir: unión política o barbarie.

Mejor dicho: federalismo o explosión y, en la locura de la explosión, regresión social, precariedad, desempleo disparado, miseria.

Mejor dicho: o Europa da un paso más, y decisivo, hacia la integración política, o sale de la Historia y se sume en el caos.

Ya no queda otra opción: o la unión política o la muerte.

Una muerte que podría adoptar muchas formas y dar varios rodeos.

Puede durar dos, tres, cinco, 10 años, y estar precedida de numerosas remisiones que den la sensación, una y otra vez, de que lo peor ha pasado.

Pero llegará. Europa saldrá de la Historia. De una u otra forma, si no se hace algo, desaparecerá. Esto ha dejado de ser una hipótesis, un vago temor, un trapo rojo que se agita ante los europeos recalcitrantes. Es una certeza. Un horizonte insuperable y fatal. Todo lo demás -trucos de magia de unos, pequeños acuerdos de otros, fondos de solidaridad por aquí, bancos de estabilización por allá- solo sirve para retrasar el fin y entretener al moribundo con la ilusión de una prórroga.

*Firmantes: Vassilis Alexakis, Hans Christoph Buch, Juan Luis Cebrián, Umberto Eco, György Konrád, Julia Kristeva, Bernard-Henri Levy, Antonio Lobo Antunes, Claudio Magris, Salman Rushdie, Fernando Savater y Peter Schneider.

Los ¿efectos colaterales? de los "ahorros" en la sanidad pública de Cameron: entre 400 y 1.200 personas murieron por negligencias "espantosas" en cuatro años

"El primer ministro británico, David Cameron, ha pedido hoy disculpas públicas por las negligencias "verdaderamente espantosas" que se tradujeron en la muerte innecesaria de centenares de pacientes en uno de los hospitales públicos del Reino Unido. Su comparecencia ante la Cámara de los Comunes se ha producido poco después de la difusión de las conclusiones de una investigación sobre el maltrato sistemático a los pacientes de un centro sanitario de Staffordshire (centro de Inglaterra), privados en algunos casos incluso de agua y alimentos, y que se tradujo en una inusual y altísima tasa de bajas mortales entre 2005 y 2008"… Cameron pide perdón por el mayor escándalo sanitario en Reino Unido (El País – 7/2/13)

El personal del servicio de sanidad pública (NHS, en sus siglas inglesas), es decir, los médicos, enfermeras y gestores, deberá afrontar sanciones penales si encubren sus errores o los de sus colegas en el trato que dispensan al paciente, según las recomendaciones de la investigación dirigida por el abogado especialista en negligencias médicas Robert Francis. Las cifras de mortalidad registradas por el hospital en aquel periodo superaron las previsiones estadísticas entre 400 y 1.200 personas y, si bien resulta imposible establecer que habrían sobrevivido con mejor atención y tratamiento, sí se ha confirmado que cuando menos fueron víctimas de una gestión que primaba "la consecución de objetivos económicos por encima de la calidad del servicio".

El escándalo mayúsculo, que saltó a la palestra en 2009, ha sido objeto desde entonces de cinco investigaciones que se saldaron con una crítica a los patéticos estándares hospitalarios, el abandono voluntario de algunos de sus gestores y ninguna sanción expresa. Y ello a pesar del tremendo relato de los horrores de cómo las recepcionistas determinaban quién era o no aceptado para su ingreso, de la falta de formación de las enfermeras para usar los equipos o la inexperiencia de algunos médicos a los que se encomendaron pacientes en estado crítico. Tanta era la dejadez, que a veces la bandeja con el almuerzo o la cena era depositada fuera del alcance del paciente que yacía en la cama.

La presión de los familiares de esos pacientes maltratados, exigiendo un examen en profundidad del sistema para buscar soluciones y dirimir responsabilidades, ha forzado esta última encuesta oficial que el Partido Conservador prometió en su programa electoral y Cameron hizo efectiva en cuanto ocupó Downing Street. Su resultado, sin embargo, conforma un catálogo de nada menos que 290 recomendaciones que se resumiría en el establecimiento de un código más férreo de conducta, el reforzamiento de los controles del personal y, como explicó el primer ministro, la creación de un cuerpo de inspectores para velar por unos centros sanitarios "limpios seguros y en los que se cuide a los pacientes, no de meros espacios de gestión burocrática". Se apunta a los errores de gestión, desde los máximos responsables hasta la base, pero no habrá mayores consecuencias más allá de la severa censura.

Si bien es cierto que el caso no puede imputarse directa o únicamente a la mengua de los recursos económicos que el NHS viene encajando en los últimos años -porque el trato inhumano a aquellos pacientes carece de toda justificación- también debe subrayarse que ese contexto idílico que ambiciona Cameron aparece muy difícil en los actuales tiempos de recortes drásticos. Las recomendaciones con las que se ha saldado el veredicto sobre el hospital de Staffordshire, y que el Gobierno quiere aplicar en todos los centros del sistema, suponen un alivio para los responsables del Departamento de Sanidad, que temían la demanda de otra costosa reforma del NHS que finalmente no deberá ejecutarse. Porque esa declaración de buenas intenciones que contiene la enésima investigación del caso no se centra en la exigencia de un personal cualificado y suficiente numéricamente (lo cual significa inversión en la sanidad pública), sino que pone el acento en el comportamiento individual de cada trabajador independientemente de las condiciones laborales. Y estas, a tenor del gasto sanitario del próximo presupuesto del Gobierno, no parecen nada halagüeñas.

– La pandemia de la austeridad (Project Syndicate – 14/6/13) Lectura recomendada

(Por Isabel Ortiz – Matthew Cummins)

Nueva York.- En las reuniones de la primavera de este año del Fondo Monetario Internacional/Banco Mundial, celebradas en Washington, D.C., el FMI instó a los países europeos a relajar sus políticas de austeridad y centrarse en la inversión, abandonando la retórica del pasado, pero en los pasillos de esas dos instituciones multilaterales se habló de que se trataba de un doble rasero.

En realidad, la mayoría de los países están reduciendo el gasto público… con el apoyo del FMI. Así, pues, justo cuando algunos países septentrionales están empezando a poner en tela de juicio la prescripción de austeridad, sus homólogos meridionales (incluidos los países de la Europa meridional) están adoptando cada vez más medidas de ajuste fiscal.

Según las proyecciones del FMI, de los 119 gobiernos que están reduciendo sus presupuestos para 2013 (respecto del PIB), las tres cuartas partes son países en desarrollo (incluidos 21 de renta baja y 68 de renta media). La consolidación fiscal afecta a un 80 por ciento, aproximadamente, de los ciudadanos de los países en desarrollo y se espera que sus repercusiones se intensifiquen constantemente hasta 2015. Durante ese período, la magnitud de la contracción será importante, pues se espera que una cuarta parte, aproximadamente, de todos los países en desarrollo reduzcan el gasto por debajo de los niveles anteriores a la crisis.

Un examen de los debates sobre políticas de los 314 informes nacionales del FMI publicados desde 2010, como parte de una actualización completa del cambio mundial hacia la austeridad, muestra que donde más predominan muchas medidas de ajuste es en los países en desarrollo, cuyos ciudadanos son particularmente vulnerables a las consecuencias económicas y sociales de la austeridad…

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El bucle de las desgracias (cómo matar al paciente)

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Decíamos ayer… Promulgar nuevas medidas para impulsar el crecimiento o centrarse en reducir el déficit público (¿cómo se "pagan" mejor la "deuda" soberana y… la "deuda" social?)

De mi Paper: El dilema del 2012: Recortes o crecimiento (¿y por qué no, las dos cosas?) Parte II, publicado el 15/6/12

¿Volver a creer? (el arte de las nebulosas)

Cuando uno lee que para encontrar "alegrías" en la bolsa hay que olvidar las plazas de renombre: Venezuela, Mongolia y Panamá son los países con mejor evolución (Cinco Días – 1/1/12), no sabe si reír o llorar.

El índice principal de la Bolsa de Caracas (el único que hay) sube casi un 80% en lo que va de año, lo que convierte a este parqué en el más rentable del mundo, según el listado de plazas mundiales seguidas por Bloomberg.

La segunda de la lista está en un continente muy lejano, es Mongolia la que se lleva este honor. Con una inflación hasta cierto punto contenida (al menos según la estimación oficial y muy lejos de las subidas de mitad de década) y una tasa de crecimiento más que saludable, el índice MSE Top 20 ha vivido en 2011 en la cresta de la ola y ha experimentado una revalorización cercana al 47%.

Por último llega Panamá para cerrar el podio. Muy lejos de Venezuela, pero con una tasa que sería la envidia de cualquier país europeo, el mercado panameño ha seguido disfrutando de la estabilidad del país, del impacto del turismo y de la inversión exterior. ¿Resultado? Los inversores del índice general de la Bolsa de Panamá ganan un 30% en el año.

Entre las alegrías, muy poco más. La Bolsa de Islandia también cierra el año con ganancias, pero son mínimas, nada que ver con las revalorizaciones de Venezuela o Mongolia. Jamaica y Tanzania se llevan una subida anual superior al 10%, lo que no es poco dado el panorama, y algún índice sectorial de países también rompe la tendencia.

Creo que la "manada" debería seguir (también) a la bolsa de Zimbabue… puede dar la sorpresa (muchas alegrías)… les faltó decir.

¿Ustedes creen que es normal? ¿Ustedes creen que es serio? ¿Ustedes, finalmente, están dispuestos a "volver a creer" a estos "truhanes?

Pues estos "trileros" siguen orientando las inversiones, repartiendo el pan y la sal, dando cátedra, revelando la verdad absoluta, en definitiva… "arreando la manada".

Y lo peor es que son los mismos asesores, analistas, consejeros, gurús y escribas (mercenarios) que promovieron, facilitaron, gestaron, potenciaron, distribuyeron y centrifugaron la crisis financiera que aún (4 años después) padecemos.

Los mismos que vendieron esos lindos paquetitos de mierda (titulizaciones), "made in USA", a unos desprevenidos ahorristas europeos y asiáticos, que un día descubrieron que eran poseedores de una parte proporcional de créditos hipotecarios subprime (eufemismo que utilizaron para decir "incobrables") y habían perdido todos sus ahorros.

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