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Identidad histórica, violentada y castrada… desarraigo social (página 2)


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9

El análisis se efectúa sobre la base de sanar vínculos patológicos ya establecidos en la sociedad civil, donde niños y niñas, que han sufrido el abuso, la marginalización, y la violencia castradora. Su contexto afectivo contenedor como lo es la familia y la comunidad, han incurrido en conductas donde pasan de victimas a otras donde se infringe la ley.

Ejercen la violencia implícita o explícita como forma de subsistencia. Requieren de una enseñanza inclusiva, sanadora, y en la cual puedan ver reflejados aquellos valores esenciales para reconstruir la democracia, o construirla desde sus experiencias. El respeto sus derechos, y por ende sea el espejo que refleje la importancia de fortalecer los vínculos comunitarios que subsistieron a un periodo de presion social y violencia política ocurrida en Chile durante la dictadura de 1973- y hasta nuestros días.

Reivindico la idea profunda del saber liberador, el proceso educativo en manos de docentes consecuentes, profesionales, justos, críticos, y empapados de su rol, ya sea mediático social, o el modelo ético y moral que refleje al niño, la niña, al joven, el devenir en su proyecto de vida.

Finalmente, el principal aporte será el modelo educativo, donde intento vincular los diversos aspectos curriculares con el contexto en el cual deberían desarrollarse la prevención e intervención de estos jóvenes.

Basado en un modelo que confluyen la educación en salud como forma de sanar los vínculos patológicos del cual provienen y como base la educación inclusiva luego de mantenerse varias generaciones marginales al sistema.

Cuando hablamos de inclusión permitimos el lenguaje crítico ya que aludimos a los marginales, sin embargo pese a las carencias en metodologías que tiene esta investigación, desde el punto de vista de la perfección académica, me permití el error ya que muestra el desfase social, las rupturas políticas, las emociones y las presiones que mantuvieron siempre vigente mis principios docentes.

Debo señalar que esta tesis no tiene correcciones ya que fue rechazada por Pablo Valdivieso, Director de psicología en la U. SEK sede Chile. Quien presta servicios a la Corporación de Peñalolen, a través de diversos proyectos de investigación, sin embargo nunca fue a conocer la realidad empírica del lugar de la investigación hecho imprescindible para evaluar investigaciones cualitativas. Tambien es conocida su relación con Paulina Aravena, Directora de educación en la comuna de Peñalolen, psicóloga de profesión, militante Democrata cristiana, y supuesta mujer del clan Alver.

La investigación cualitativa requiere de expertos metodológicos, trabajadores empíricos de los sufrimientos sociales, subjetivos mas que rigurosamente objetivos, sensibles mas que curiosamente científicos, en fin decir crear premisas en temas de educación son complejas y se requiere primero de liberar los prejuicios hacia la profesión docente; perseguida, prejuiciado, dolida, íntimamente rebelde, y rigurosamente emotiva.

Un recorrido abierto a diversas problemáticas sociales, todas ellas marcadas por el sufrimiento, el abandono, la patología, la espera…

II- Introducción.

Esta investigación ha sido elaborada desde una visión histórica, pedagógica, política, social. El tema central tiene como protagonistas a las niñas y niños del Colegio La Puerta de Peñalolen. Los vínculos familiares, institucionales y de diversas organizaciones públicas y privadas ligadas al Sename.

La información externa, tiene un aporte en mi trabajo comunitario, con diversas organizaciones de salud autónomas, compuesta de mujeres solidarias que habitan el espacio de la comuna de Peñalolen. Estas actividades, me permitieron, un trabajo de observación participante, en el ámbito de docencia en salud. La realidad de estos jóvenes y su entorno, permito observar en su vida cotidiana, sus representaciones míticas, sus rituales de contención en la pertenencia cultural. Además pude sentir, sus grandes carencias, y las diversas actitudes que son ejercidas a través de la violencia contra sus propios cuerpos, su psiquis o vínculos sociales.

El análisis, abarca las instituciones sociales dirigidas al sector social de menores, que se vinculan a la socialización, protección, y que se hacen cargo de la justicia, la educación, la inserción social.

El maltrato, el abandono, y las diversas formas de abuso que sufren miles de niños y niñas, en Chile, cuando nos enfrentamos a modernas y masivas formas de patologías sociales. En el ámbito institucional educativo, son la infracción a la ley de jóvenes con cifras alarmantes, vinculadas al consumo de drogas, la violencia intrafamiliar, la prostitución infantil, el embarazo adolescente, el trabajo infantil, el deterioro de la salud mental de profesores, y el aumento de victimas de la violencia al interior de los centros educativos.

El uso de la razón, la moral ciudadana y las ideologías contingentes liberales, que se nutrieron en la cotidianeidad de la vida civil, urbana y ciudadana, en ciclos anteriores de construcción en la identidad nacional, en el siglo XIX.

Así, como la acción posterior del estado benefactor como agente socializador e integrador de la identidad nacional desde los inicios del siglo XX. El deber soberano, tiene sus matices en la participación social y el poder que se vincula a las instituciones que ejercen la acción de cohesión nacional, así como de proteger e integrar a las clases más desposeídas, y los sectores más vulnerables.

Estos sectores, se enfrentaron o victimizaron, en una anulación significativa de roles institucionales, que se inicia a fines de la década de los años 70, y principios de los 80. En Chile, el discurso posterior, al cambio de estructura política, de los años noventa, desde la práctica de poder brutal, en la dictadura, a otra democrática con representatividad popular, desenmascaran las problemáticas históricas no resueltas, que presionan a través de diversas formas violentas, al interior de ellas. La identidad, se construye en la violencia callejera, ejercida como respuesta popular, organizada, el discurso legitimado, en la moral explicita.

Las violencias implícitas, al enfrentar instituciones asistenciales, en la soledad individual de carencias vitales, generaron las patologías del ánimo, dejando a los sujetos vulnerables, desarraigados y sin contención social. Marcada por las derrotas históricas, la identidad se polariza en infinitas respuestas emocionales sin contención, durante un período de ansiosas expectativas. La estructura, de las instituciones fiscales, cuya base social eran empleados, obreros, mujeres, estudiantes, profesores, campesinos, empleados de la salud, militantes de izquierda, intelectuales, mapuches. Construidas, al calor de la historia en varias generaciones.

El mercado interno, se dirigirá a la compra e importación de productos elaborados suntuarios, beneficiados con bajos aranceles. Para este proceso económico, se crea un marco jurídico posible, se abre una oferta de créditos bancarios, financieras, y grandes tiendas a bajos intereses, creando en la imagen del producto, la sensación en estética armonía, evasiva singularidad de posesión. Se crea la necesidad de consumo. El espacio de carencias, en contradicción con las ganas de morder la vida, plantarse en las calles, tomarse los espacios, resistir la violencia endógena. La Unidad Popular, había creado expectativas de participación, así como sentirse incluido en un proyecto país, como clase social legitimada. La pérdida, se vivió como un duelo, en la figura de muerte, tortura, exoneraciones, exilios, transformando las actitudes, dolidas en las emociones, y fortaleciéndose en el tiempo.

La situación, se torna cada vez más crítica, y las opciones de resistencia, los vinculan a una clandestina participación política, sindical, o a una patológica respuesta de evasión. La incrustada, determinación histórica, se mantiene contingente, ya que las expectativas no han sido satisfechas, ni en lo emocional, ni en lo económico. No dar, sentido cívico a los símbolos institucionales, o no dar el legítimo reconocimiento, a la importante lucha callejera popular, como la presión significativa, en la recuperación de la democracia, junto a la valoración, el costo humano, social y económico, que significo, para estos sectores.

El Gasto social, que debe hacer el Estado, es reducido al mínimo, ocasionando las carencias, en las instituciones, más representativas de servicios públicos, como son la salud, la educación, y la previsión social. Ante la escasa retribución monetaria, ocasionada por la sistemática privatización, de aquellas instituciones fiscales encargadas de las necesidades básicas, disminuyen las funciones de estado.

Las necesidades aumentan, y la calidad de vida de las personas más carentes, se deteriora, en un círculo infinito de confrontaciones, al interior de sus familias, en su comunidad, en las calles del país. Los sucesivos intentos de resistir, de sobrevivir y de reinventar sus referentes sociales, enfrentados a una realidad, sin significantes en el contexto simbólico, de un estado al cual se le temía, odiaba, o dolía, pero se anhelaba recuperar el despojo de su pertenencia.

La dura lucha, que libraron varias generaciones de chilenos, en los diversos escenarios sociales, durante la época de la Dictadura militar, tenía expectativas de recuperar los símbolos institucionales. Los referentes culturales se potenciaron, inmersos en un lenguaje de proclamas, demandas, alianzas ideológicas y porvenir imaginado. Esta entrega amorosa, se desconcierta frente a una burocracia intacta, ya que, frente a sus ojos, desfilan canales posibles de habitar, manteniéndose al margen del sistema, provocando su represión.

Hoy, luego de la confluencia de miles de emociones que traspasaron las barreras ideológicas, sociales, religiosas, y militantes, vemos un escenario complejo, de nuevos movimientos sociales de construcción callejera y que provienen de la sobre vivencia de miles de personas que hicieron de la vuelta democrática expectativas con referentes sociales ideológicos de tipo reivindicativo, enfrentados con un estado inmerso en discursos político-militantes de tipo gestor o mediador de procesos de compleja conciencia en la gestión, pero que no reconoce el discurso, ni la historia ni los héroes ni las nuevas ideologías basadas en la anulación de la militancia social. La experiencia emocional, de poder transformar las representaciones simbólicas, más dolidas, en las zonas urbanas de mayor resistencia cultural. Los mapuches que son un símbolo cultural permiten visualizar esta percepción social.()

Algunos sectores marginales, que habían sido la vanguardia de conciencia popular, luchas callejeras y pulsión mesiánica, se vuelcan a prácticas ilícitas, como el narcotráfico, agresiones a sectores medios-altos, llamados ahora "los cuicos", además de una delincuencia organizada, enfrentada en grupos de poder territorial.

Existen otros grupos que sobreviven en una economía marginal, ambulante, en trabajo flexible, pero lo claro es al interior de la cultura popular se han gestado tensiones irreparables, y una violencia que ha mantenido la trayectoria de la desesperanza, fortaleciendo una identidad polarizada del núcleo histórico: "La Identidad reúne elementos caracterológicos de la personalidad, cómo el sujeto interviene (…) cómo intenta establecer sus vínculos. Adquiridos por imitación, por identificación, (El conjunto de estos elementos identifica a los miembros de un grupo, señala la tendencia de agruparse tanto para integrarse en algunos como para distinguirse de otros (…)"

La vinculación del Estado, se limita a la evaluación externa, dineros en infraestructura, material de apoyo didáctico, y proyectos mal gestionados, sin involucrar a la comunidad educativa, nunca llevados a cabo. La violencia, ejercida por jóvenes que infringen la ley vigente, es la respuesta a la castración significativa del poder imaginario, de sus familias de origen, que en la lógica occidental del poder, asumen la educación moral, y la protección inicial del sujeto. El desarraigo de su comunidad, en un territorio común. La oferta de integración social, ha estigmatizado en el discurso del poder, a sectores de la población chilena, que han cedido a la marginalización histórica y la inclusión contingente. La intención política de conducir una serie de conductas desde la jerarquía del poder, económico global, la organización vincular del estado nacional, deambulados por estos jóvenes, y las instituciones encargadas de su vigilancia. Lo teórico racional, resulta coherente, cuando se mezclan los conceptos de inclusión, e incoherentes cuando se legitiman responsabilidades, que nos demuestran los síntomas de una encarnada crisis educativa. Surge, un prototipo de sobre-vivencia docente, que se adapta al sistema desde una participación complaciente. Los planes impuestos, los requerimientos administrativos y la vigilancia permanente del discurso educativo, al interior de la sala de clases, en las reuniones profesionales, en su trato con los apoderados y en sus desempeños funcionarios.

Lo paradójico, de esta situación, al interior del Colegio La Puerta de Peñalolen el año 2005, es la falta de un real equipo de gestión, de contención fuera de la sala, sin profesionales de orientación, la castración del dialogo y el ejercicio por decir lo menos, de una dirección de poder estratégico, que ha asumido la tarea pedagógica, psicológica, de contención, la red de vínculos en una actitud totalitaria. Esto, ha desencadenado el desencanto, el vacío afectivo y la apatía de los profesores, la deserción de los jóvenes más vulnerables, la expulsión de aquellos que se enfrentan a su autoridad, sean profesores o alumnos.

El vacío educativo, la deserción de profesores, que han adquirido la experiencia, y la exclusión de alumnos que tienen el perfil inicial, de exclusión y violencia, han reforzado el poder, que sustenta la derecha extrema. Se han activado, los dispositivos de reacción, en desmedro a la más requerida de las formas cualitativas en el proceso educativo, el trabajo en equipo y la posibilidad del cambio en el discurso, la flexibilización del currículo en un trabajo docente horizontal, el aporte desde la experiencia pedagógica.

La investigación

III. La pulsión urbana convulsiona.

3.0. La Educación, base moral, en la construcción de identidad civil – laica. Siglos, XIX – XX:

En el año 1854, las escuelas normales formadora de maestros pedagógicos primarios eran dos, con una matrícula de 150 alumnos. Construidas por filántropos, viajeros esporádicos al viejo continente donde aprendieron el valor de la educación que los ilustrados franceses, pregonaban en los espacios urbanos de Paris, Londres, entre otras urbes de consolidado poder económico.

En Chile el preceptor educativo, en siglo XIX, estaba legitimado en la cultura conservadora. Un modelo social, católico oligárquico, con sujetos convencidos de su supremacía moral, manteniendo las distancias sociales de poder, originado en la Colonia. Los preceptores, fueron desde su origen filántropos, de gran sensibilidad social. Se desplazaban entre un espacio rural de la hacienda, hasta la entrega de algunas categorías conceptuales o gramaticales, del lenguaje urbano.

El poder católico, no tolera las nuevas aperturas políticas laicas y da la pelea desde la tribuna del dogma enraizado en las masas populares, subyugadas a la dominación moral. La tensión política, al interior del país, a comienzos del siglo XX, tiene un escenario religioso desde lo administrativo, político y regulación de conductas morales. La iglesia católica se había encargado de los pobres y de los mestizos en general manteniendo la educación relegada a solo algunos sectores, excluidas las mujeres. El control de hospitales, hospicios de moribundos, y manejo de los nacimientos, matrimonios y muertes, se fortalecía desde el discurso moral.

Un orden social de por sí, moralizador, autoritario, clasista, y castrador. De exclusión económica y social, fue la génesis histórica de la docencia. La dicotomía, se vio reflejada en la integración a un estado de derecho ciudadano, que requería la participación en el modelo político, económico, y social. Esta premisa, refleja las funciones ideológicas, en la historia de Chile, que han sido plasmadas en el discurso, en la conformación política, desde modelos externos, cuyo poder económico, en la integración global, a través de propuestas políticas de reformas sociales, van dirigidas al sector salud, educación.

La instrucción, tiene componentes de socialización urbana, en temas de higiene, manualidades, referentes de poder simbólico, traspaso cultural hegemónico viril y va dirigido a sectores de cierta responsabilidad en el espacio público, urbano y rural tales como capataces, mayordomos o encargados de la comercialización, de productos agrarios.

La acción política, de moralizar a las masas a través de la instrucción pública, no fue un suceso coyuntural, sino que dio origen a nuevas formas de relacionarse desde tensiones sociales, religiosas, económicas, sociales, laborales y del como participar en el espacio público.

En 1888, la revista económica señalaba: "El Estado tiene la obligación de enseñar a los individuos que lo componen, a fin de ponerles en aptitud de llenar las funciones que les corresponden en la sociedad; que esta enseñanza debe ser también industrial y artística (en el sentido de las artes útiles) a fin de poner a los individuos en condiciones de contribuir a la nutrición, riqueza y preponderancia de la Nación" .

La claridad teórica, de análisis occidental racional, que poseían los nuevos intelectuales republicanos, del siglo XIX y comienzos del XX. Influenciados por literatura importada desde Europa, permite dar una interpretación lógica, a los acontecimientos posteriores a las guerras por la independencia monárquica peninsular. La tradición política moderna y de inclusión social, consideraba la perspectiva de integración al mercado mundial, iniciada ha fines del siglo XIX. "Los gobiernos conservadores de Bulnes y (…) Montt, echaron las bases del sistema nacional de educación, en la década de los 80 del siglo XIX, los gobiernos liberales harían su parte, porque tenían razones ideológicas y políticas, no sólo para ampliar, sino para reformar la educación".

La incorporación de los nuevos territorios al extremo norte del país, luego de la Guerra del Pacifico, requerían un proceso de chilenización, donde coexistían personas de diverso origen étnico, social y cultural. Los vencidos de la guerra o sus descendientes, divididos en su memoria de origen, se desplegaron en sometimiento pasivo. El proceso de incorporación territorial tuvo un carácter represivo, anulador y reproductor de la ideología dominante (): "En la medida en que una ideología transforma la estructura psíquica de los hombres no sólo se reproduce sino que (…) se convierte en fuerza activa, potencia material a través de una especie de hombres que han sido de tal manera concretamente transformados y que actúan de un modo contradictorio y en el sentido de tal transformación"

Las leyes románicas católicas colonialistas, reguladoras de trabajo obrero, poseían un criterio simbólico de legitimidad, que otorgaran las mínimas condiciones de integración a la vida urbana. Sin embargo para una población, que debía lidiar con una zona azotada por un clima y relieve de máximo rigor, como lo fue el desierto de Atacama, que en sus entrañas, mantenían el oro blanco, se mantenían la crudeza de la esclavitud en el trabajo y consumo de sobre-vivencia.

La estrategia de incorporación, de la población civil extranjera, se suma a las grandes oleadas de personas rurales a las ciudades. Fue liderada por las fuerzas armadas y de orden, quienes poseían una simbólica presencia, de autoridad y poder determinada por la visión vencedora de la guerra.

La ocupación, de nuevos puestos al mando del control social, que pretendía regular conducta e implantar, la idea de ser "chileno" bajo estado de sitio. Los territorios anexados, por el triunfo de la guerra, poseían una gran riqueza mineral, que en el mercado europeo, seria apetecidos para los países industrializados, quienes debían sustentar una gran explosión demográfica, derivada del auge del proceso industrial. La consecuencia de una gran demanda por el salitre, en zonas industrializadas de Europa, implica el desarrollo de una industria salitrera, en Chile. La creación de una infraestructura aduanera, de red vial, ferroviaria, marítima y costera, tuvo su centro de poder, en la región de Valparaíso, polo de desarrollo económico, construido con capital extranjero, cuyos socios criollos serán la Oligarquía chilena, antiguos hacendados del siglo XVIII. La ganancia del salitre, otorga un gran desarrollo capitalista, causando una gran explosión demográfica, en las principales ciudades portuarias de Chile, que deben adecuarse a las demandas de un mercado de consumo masivo e infraestructura.

En esta lucha por el poder, los derechos civiles, y en particular la educación como principal aliada frente a los nuevos desafíos económicos, sociales y políticos. Las alianzas comerciales, quedan establecidas entre capitales extranjeros, deseosos de materias primas y la clase política chilena, de mayor poder que serian los descendientes criollos españoles, poseedores de una estructura consolidada, en la Hacienda y el control institucional del estado, que proporciona las facilidades para invertir, exportar, y establecer el uso de una mano de obra barata.

La emigración de obreros, a la zona del salitre, desde el centro del país, en especial desde las zonas rurales, fueron hombres solos, analfabetos. Estos hombres, que sucumben ante la fiebre del oro blanco, y la euforia de poseer un capital que les otorgara cierto reconocimiento social, insospechado ante su condición marginal de mestizo, indígena o campesino pobre Los capitales ingleses, se trasladan, al sur del mundo, proporcionando una explosión económica, sin precedentes hasta ese momento, en la historia chilena republicana. La acumulación del poder, en las masas de obreros del salitre, se hace latente en el discurso sindical, que de poco se apropia de la realidad. Frente al poder conservador sufren la represión más cruel nunca sentida. En variadas matanzas acontecidas en la zona del salitre, se funda un discurso de justicia social, que habían pronunciado acciones de huelgas: "Desde que consolidó hacia 1830 "República Autoritaria",los demócratas han sido muchas veces reprimidos, exonerados, relegados y desterrados cuando no fusilados, en tanto que los "rotos" sufrieron durante décadas castigos infamantes en inhumanos: (…) las reiteradas matanzas obreras y sociales que jalonan tristemente la historia del Siglo XX: Valparaíso 1903, Iquique 1907, Puerto Natales 1919, San Gregorio 1921, Ranquil 1934, Santiago 1946, (…)"

La urbe de la zona centro del país, acoge a los obreros sobrevivientes del trabajo extractivo del salitre, dando paso a una masa cesante, que mantenía en la memoria el discurso de la justicia. Esta población, consumidora de la industria comercial chilena, adquiere el poder económico, como mercado demandante, de servicios básicos. La incorporación de Chile, al mercado mundial implica el poseer y aplicar políticas públicas sociales establecidas en modelos de control urbano ya comprobados.

La instrucción, la formación de sujetos por un poder que, censura, castiga, prohíbe, ordena, tienen como fin la conversión moral. Se someten a la protección social del Gobierno, bajo la amenaza del castigo físico, la exclusión, el abandono, la marginalidad: "A comienzos del siglo XIX, ciertas personas vienen a inmiscuirse en la vida de otros, de su salud, de su alimentación, de la vivienda. Tras esta función confusa surgieron personajes, instituciones, saberes. Una higiene pública, inspectores, (…)".

Las estrategias de relacionarse con sujetos considerados amorales, mantienen sus límites en la participación civil. Es en este, punto que el sujeto, enfrenta a nuevas tensiones, en la institución educativa considerando que la legitimación en el ejercicio del poder institucional esta en crisis, como también el surgimiento de nuevas identidades sociales de los sujetos estudiantes, quienes con los nuevos alcances de la multi-culturalidad, él quiebre de la legitimación del estado de derecho.

La búsqueda, de nuevos grupos que sustenten la participación social y su resistencia que en muchos aspectos tensiona a la escuela: La carrera funcionaria estatal, y la incorporación al mundo profesional universitario, facilitado por la inclusión de extranjeros ilustres como Andrés Bello, fue el ascenso de sujetos libres, e independientes, protegidos y cohesionados, en la institucionalidad estatal. Este escenario, marca nuevas alianzas, así como quiebres fundamentales en los poderes simbólicos desde antiguas jerarquías dogmáticas sacras. El maestro, nuevo empleado publico, incorporado a un proyecto país democrático, tendrá un papel prioritario en este siglo XX. Los inicios docentes, son una disciplinada participación de significado social, como el papel del instructor, educador enérgico, moralizador. La moralidad, avanza con los pasos del sujeto y sus significantes emocionales, desde ahí se construyen, determina, cree, o se rebela: "El hombre es ya adulto de razón (…) hasta el punto en que el desarrollo de la razón común ha contribuido al desarrollo de la conciencia colectiva (…) después de emancipada la razón, y cuando el método seguro la guía en el reconocimiento de la verdad (…) la divergencia entre el llamado progreso material y el progreso moral es tan manifiesta, que tiene motivos de razón para dudar de la realidad de la civilización contemporánea"

La estructura, educativa moderna, ha sido, una herramienta eficaz para integrar sectores marginados del modelo económico, mano de obra analfabeta, en su condición de pobreza, ruralidad o desamparo. El modelo educativo, que se incorpora en Chile, será el británico, legitimando la rigurosidad en los métodos, que derivan en castigos físicos, sicológicos. La presión social, que mantiene al margen, mujeres, indígenas, minusválidos, y extranjeros de áreas andinas: "El maestro censura y prohíbe (…) permite pensar la operación fundamental del poder como un acto de palabras: enunciación de la ley, discurso de la prohibición, la manifestación del poder reviste la forma pura de "no deber" (…) haciendo del poder la instancia del no, sé esta abocando a una doble subjetivación: el poder del lado en el que se ejerce, es concebido como una especie de gran Sujeto absoluto real, imaginario o jurídico.(…)".

La escuela, se convierte en el eje central e histórico del protagonismo mediador, entre clases hegemónicas y clases emergentes urbanas, el soporte ideológico del currículo deseado como instructor y guía del modelo vigente. Las necesidades básicas, de una población que depende del estado, y la empresa privada, en salud, vivienda, deben hacer frente a nuevas conductas sociales, de convivencia. La regulación moral de conductas, y la incorporación de una población masiva obrera, rural, analfabeta, en los núcleos urbanos que se ven invadidos y expuestos a grupos marginados por ellos mismos.

El sujeto, se aglutina en torno a la dicotomía de las nuevas clases, los referentes políticos, la participación crítica, desde un paradigma racional, el cual que será la respuesta a la lógica capitalista de comienzos del siglo XX. Se produce una tensión, entre esta nueva forma de poder social, y un sujeto, que vive el proceso de nacionalización ciudadana. Este paradigma clásico, derivado del proceso de industrialización, requería una educación acorde a un funcionamiento, capitalista industrial, hecho vigente en el segundo decenio del siglo XX. En medio de un incipiente, desarrollo industrial, que trasforma la jerarquía social chilena clásica, de oligarquías terratenientes criollas, ha otra de ascenso social, que como vía casi exclusiva, era la obtención de dinero. Las instituciones estatales, mantienen un drástico modelo de instrucción, importado desde Inglaterra, de contención formal. Las nuevas alianzas de poder, se fueron configurando en torno a un estado- nación, que ordena, castiga, educa e incorpora a un mundo simbólico capitalista, en cual la distribución del poder, se cristaliza en ofertas y demandas del mercado: "Todas las determinaciones sociales-económicas-políticas (poder, jerarquía, división de clases, especialización y, en nuestros tiempos modernos, tecno-burocratización del trabajo) y todas las determinaciones culturales convergen y sé sinergisan para encarcelar al conocimiento en un multi-determinismo de imperativos, normas, prohibiciones, rigideces, bloqueos"

La acción sindical, los movimientos sociales, inician su protagonismo de contrapoder, sustentadas en variadas teorías ideológicas provenientes del viejo mundo europeo. Especialmente marxistas, y anarquistas republicanos que luchaban en la Guerra Civil española, influyen en las acciones urbanas de presión política y social. La cultura urbana, se enfrenta en discursos de gran poder. La abstracción de la identidad y la práctica cotidiana con nuevos referentes y representaciones: "En los sujetos (…) se va produciendo una participación cada vez más autónoma en diversas propuestas políticas de contingencia social, en torno a los problemas y tensiones que comienzan a experimentar en su autonomía social.

Este es el punto, en el desarrollo de la tensión, donde se van desencadenando las representaciones, inconscientes, de la memoria. El escenario emocional, donde se ligan las actitudes y las historias de vida, son las estructuras naturales de asociación. Las familias marginales, conviven en conventillos, ubicados en antiguas casas coloniales, del centro de la ciudad. El tiempo sincrónico, de la memoria, cuyo origen esta marcado por los movimientos sociales, se enfrenta entonces a esta fuerza subjetiva de moral ciudadana. Sin embargo, surge al interior de los movimientos sociales, la confrontación o la conjunción de polarizadas emociones ideológicas, conformando grupos de referentes sociales: La movilidad de ideologías urbanas, se posesiona de una identidad legitimada en el espacio público.

En la memoria, los mitos que fortalecen una nueva moral libertaria, antagonista al poder autoritario. La memoria obrera, se transforma en la bandera de lucha ideológica, con un discurso reivindicativo, a lo largo del tiempo. La convivencia, desde un estado de derecho, requería el reconocimiento de derechos ciudadanos, cediendo en esta incorporación social el espacio públicos, prohibidos desde la colonia a los mestizos. Se van extremando los métodos de control, vigilancia y castigo ante lo que se consideraban muchedumbres salvajes.

Los funcionarios laicos del estado, van ejerciendo en la práctica una carrera funcionaria legitimada desde su acción moralizadora, teniendo como referentes institucionales, los modelos estatales, especialmente de Francia, Inglaterra y Estados Unidos. Los discursos políticos de la época, señalan la importancia que le otorgan entonces, a la educación masiva, como estrategia de incorporación moral, formando un tipo de persona adecuada al sistema. Surgen nuevas clases sociales, que desde los sectores populares adquieren liderazgo como lo son los empleados públicos, gran fuerza burocrática, imponiendo su ideología laica al poder católico oligárquico. Los movimientos sociales, que incorporan nuevas ideologías con referentes populares coinciden con los triunfos revolucionarios de tipo socialistas de Europa del este, en especial Rusia. Se trasladan los discursos políticos, de la primera internacional socialista, liderada por Rusia, luego del triunfo de la Revolución en 1917, que llama a los proletarios y obreros industriales a conformar un nuevo poder social, que confronte a las clases políticas gobernantes. Esta amenaza latente para el capitalismo, rebota en nuestro país, abriendo nuevas alianzas y flexibilizando la incorporación de sectores laicos que poseían capitales e intereses comunes con la burguesía liberal, aunque conservando las diferencias

La fragmentación, de su mundo simbólico, ordenado en comunidades participativas, o en movimientos sociales con contenido sensitivo, en afectos desencadenados en la conformación de un mundo compartido, en las necesidades urgentes de sobre vivencia, donde van estructurando la identidad comunitaria. En sus libertades civiles, participa o se margina. La participación civil, estuvo condicionada al poder que cedía al estado jerarquizado en instituciones fiscales, educativas de control militar y policial: "El individuo está pues condicionado por el poder, (…) al objeto de situar las falsas premisas de nuestra civilización y racionalidad, desvelando cómo el "conócete a ti mismo" desplazó en su transmisión a través del pensamiento cristiano al "cuida de ti mismo", (…) Mediante un mecanismo similar, la confesión y la penitencia consiguen interiorizar en el individuo la creencia a ciegas en una verdad absoluta, el sentido del deber y la disciplina; para el pensamiento cristiano no basta creer sino que es necesario demostrar que se cree y aceptar institucionalmente la autoridad."

La individualización y reafirmación del "YO", se hizo a través de la legitimidad del otro hacia el sujeto, en la apropiación del espacio urbano, del siglo XX, como parte de una identidad construida en lo social, desde la moralidad del poder oligárquico católico. Se integra una cultura estigmatizada y vivenciada en símbolos comunitarios de alianzas sociales "Mientras el hombre se hacía a sí mismo en público, realizaba su naturaleza en el dominio privado (…) en forma conjunta, lo público y lo privado, crearon aquello que hoy podría denominarse como un "universo" de relaciones sociales".

El discurso critico, contingente, en circunstancias visibles de explotación, con extensas horas de trabajo, escasas condiciones para satisfacer las necesidades más urgentes. Los sindicatos, de orientación reivindicativa, unidos en discursos concretos:

"Las ideas cooperativistas y mutualistas, la creencia en el progreso y en la "Regeneración del pueblo", a través de la cooperación, la instrucción y el ahorro, finalmente, la afirmación de un cierto orgullo de artesanos y obreros honestos, constituían el cimiento ideológico de una basta franja de trabajadores aglutinados en mutuales, cooperativas, sociedades filarmónicas y otras entidades"

Las mutuales, se crean en función de estas necesidades laborales, que fomentan la posibilidad de autonomía y proyección de mejorar la calidad de vida, manteniendo conciencia de gremio, como también la individualización frente a las decisiones que afectaran sus vidas futuras. Consideran, diversos grupos de laicos, inmersos en la estructura estatal, intelectual, ayuda y protección a los más vulnerables. Actúan, paralelos al estado, o en alianzas estratégicas, con fondos privados, destinados a la protección de niños, deambulando por las calles, que han sufrido el abandono, vinculados a la pobreza. Se construyen, diversos albergues, en los cuales se entregan alimentos, ropa y una formación laica, que entrega herramientas integrales de superación individual. Se crean escuelas, supervisando su proceso educativo. La incorporación a la educación, de trabajadores asalariados, para el manejo de nuevas tecnologías, y una industria nacional incipiente.

La creación, de escuelas normales, que preparan a educadores, será la principal herramienta, para asegurar eficacia formadora. Las mujeres, se incorporan a la vida pública, en esta apertura social laica. Especialmente, se concentra, su participación profesional, en el área educativa, salud, y organismos estatales, como secretarias. Las mujeres educadoras, desplazan su sensibilidad maternal cultural, a la praxis educativa. Se destacan grandes intelectuales, ligadas al área educativa, como Gabriela Mistral, Amanda Labarca, entre otras. Al involucrarse en temas educativos, las mujeres indirectamente participan de reformas en relación con las políticas publicas, sin embargo en estos temas "de hombres", no tendrán cobertura suficiente. Este hecho, además de la presión social, de mantenerlas al margen del poder institucional, ocasiono, la organización de los primeros grupos feministas, donde se discutían temas como la igualdad de derechos entre sexos.

El año 1939, surge un núcleo de mujeres, en el Liceo laico, Manuel de Salas: docentes, intelectuales, artistas, viajeras al viejo continente, casadas, viudas, solteras. Estas mujeres fundan el Movimiento de Emancipación de la mujer (MENCH), promovieron la celebración del día de la mujer el 8 de marzo, en conmemoración de la inmolación de mujeres obreras en Nueva York. Esta fecha se hará oficial con Salvador Allende. En las instituciones educativas, se permitía el organizar y dirigir las instituciones educativas, pero no tuvieron participación en las políticas publicas, salvo indirectamente. Esta actitud social, del poder viril, ocasiona el sometimiento inconsciente de la mujer, quien proyecta la institución educativa inicial como una organización domestica, donde los alumnos serán, los hijos, el padre el estado.

La actitud inconsciente, se hará explicita, priorizando las emociones, frente al discurso legalista, ordenador y de normativas invisibles del discurso estatal. El reconocimiento, a esta tarea será incluso, en grandes grupos de intelectuales, y se condecora a la maestra poetisa, Gabriela Mistral, cuyos escritos políticos en la educación serán, por décadas silenciados

La escuela moderna laica, será el escenario donde participan maestros salidos de las escuelas normales, cuya moral centraba la esencia formadora del uso de la razón, los derechos civiles, y el control social: "En el mismo movimiento de imposición cultural dominante, la expansión de la escuela implicaba brindar a los sectores populares un conjunto de herramientas (lectura, escritura, cálculo, etc.) que permitían un desarrollo personal y social muy significativo. (..) Un sector de los docentes asumiera esta tarea como un componente importante de una orientación democrática y progresista."

El sujeto en crisis, de representaciones significativas en nuevos escenarios discursivos, busca referentes culturales que lo identifique con el otro, similitudes o espejos que le asignen nuevas categorías. Los discursos abstractos, de creencias y temores infundados, por la palabra enérgica católica, patronal, que en el nuevo espacio educativo, renace con fuerza ante la sumisión del conglomerado social que busca un espacio en la urbe.

La herencia de la Modernidad europea racional, el peso de la historia, la religión, y las ideas que aún en los más reaccionarios de las instituciones se resisten a dejar el poder, desde la ya conocida formula de conciencia civil y sumisión al estado: "(..) El papel que la educación cumple en el proceso de constitución de la nación, al poner de relieve el hecho de que el porvenir de la patria depende de lo que se enseñe en las aulas. Esta íntima relación educación-nación, es quizás una de las ideas más arraigadas en la tradición letrada latinoamericana y puede rastrearse en el pensamiento de casi todos los líderes intelectuales desde los procesos de emancipación hasta el presente."

La más influyente es la institución escolar, quien será la encargada de mediar poderes, desde donde surgen, las principales contradicciones que desembocan en la tensión permanente que por décadas y el conjunto de actores que la conforman: "Los Aparatos Represivos de Estado (ARE: gobierno, administración, policía, ejército, tribunales,), que funcionan predominantemente mediante la violencia, los AIE mediante procedimientos más sutiles lo que los hace más eficaces para asegurar la dominación de clase. De ahí que el sistema escolar no solamente transmita diversas habilidades y destrezas respondiendo a la división social del trabajo, sino que, además, adoctrina a los que pasan por él haciendo que interioricen las normas y valores de la clase dominante, hacen posible su sometimiento ideológico"

El moldear a un ser humano, para la vida en la ciudad, incorporándolo a la sociedad, en síntesis un ciudadano, capaz de participar en el mundo del capitalismo y la democracia Liberal: "La expansión escolar que tuvo lugar particularmente en los comienzos de la modernización capitalista,(…) reproducía el orden ideológicamente dominante (…) representaba una modificación sustancial de las pautas particularistas tradicionales, que dominaban los procesos de socialización pre-industriales, basados en la familia y la Iglesia." La reproducción moral, aceptada en consenso, por los grupos de poder político, limita y estigmatiza los roles de género, de edades, de capacidades. Crea, una simbólica jerarquía, basada en los saberes adquiridos, según las capacidades de raza, de condición social y de cultura.

El sujeto, comienza a fragmentar los discursos, la instrumentalización de su participación política, lo condiciona desde su origen. El país, convulsiona ante acciones y se apodera en el sujeto la conciencia de la resistencia, la sumisión fatalista del destino predispuesto, la flagelación del no- pertenecer, pero además queda el sentir de la memoria la conciencia de clase e identidad social: "(…) La representación de los iguales a la representación de los otros, pasa por la construcción de espacios en los que se incluye un ambiente, un habla, una gestualidad y un vestuario adecuados para cada actor en la puesta en escena de la identidad. (..) En la primera mitad del siglo XX se modificó el sistema de representación de la identidad nacional, (…) los desplazamientos que a lo largo del período de formación de las nacionalidades realizó la imaginación letrada al momento de producir imágenes que, al pretender ser representativas de la nacionalidad, debían ser al mismo tiempo (…) un lugar de inclusión del otro."

Los profesores, defensores sociales, que poseían en su trayectoria la responsabilidad social significativa, desde lo legítimo, lo formador y el símbolo paterno de control, asumen la sensibilidad social llevada al máximo de paternalismo frente a las demandas propias y de clase: "De las propuestas de Piaget o de Kohlberg: la educación moral en la escuela sólo será efectiva si ésta se convierte en una «comunidad justa», organizada democráticamente y basada en valores como la responsabilidad compartida y el respeto mutuo. Por el contrario, una educación moral entendida como «transmisión de valores» o, incluso, limitada a la «discusión» en el aula de conflictos o dilemas morales, pero al margen de lo que acontece fuera de ella, tiene escasas posibilidades de promover una verdadera autonomía moral."

Las alianzas políticas se mantienen, relacionadas en ámbitos educativos, desde estudiantes, profesores, trabajadores, intelectuales, como lo son las experiencias de articulación de sectores vulnerables al sistema económico vigente Las estructuras de poder de un capital industrial, cuya existencia significativa era un poderoso dogma dominado por la Iglesia Católica: "Durante siglos la religión no ha soportado que se relatara su historia, al igual que hoy en día no lo soportan las escuelas de racionalidad. La existencia del poder se basa sencillamente en el rechazo hacia él (…), el poder necesita ejercer su autoridad, necesita sojuzgar y someter al individuo (…)"

El Estado Laico aglutina y lidera un cambio estructural occidental, particularmente en las organizaciones democráticas de América Latina, surge luego de fuertes luchas por la entrega del poder en ámbitos civiles, y por ende educativo, desde una concepción de hombre racional, capaz de ejercer autonomía en su espacio público y privado.

3.1. Los Profesores, su memoria cultural institucional. Significante histórico irrenunciable

Los profesores, en particular, han creado representaciones de resistencia, dando lugar a nuevos prejuicios políticos, en los vacíos ideológicos que los nuevos requerimientos propuestos considerados muy teóricos, débiles, fragmentos de una memoria histórica, que los mantuvo unidos. La reforma educativa actual, se ha impuesto sin considerar la tarea docente, o haciendo caso omiso a la experiencia, siendo a ellos a quienes, se les asignan las mayores responsabilidades de ejecución reformadora, así como los fracasos: "Si como resultado del análisis de las circunstancias históricas, sociales y políticas, aceptamos que la profesionalidad docente emana de las propuestas del discurso experto y de los estamentos centrales, nos encontramos con un "profesional" docente cuya capacidad autónoma no es tal en la medida en que se pueda ejercer semejante autonomía sólo en el ámbito estrecho de los medios, sin su alcance a la discusión sobre los fines, y que básicamente actúa como un consumidor del conocimiento profesional, no de su creador (..)".

Los docentes, se han propuesto desde una representación de significantes morales educativos, a mantener ciertas conductas de integración, justicia y equidad, pese a la vigilancia permanente al interior de las instituciones educativas. Con discursos subliminales, o análisis explícitos de las diversas realidades de sus alumnos. Los cumplimientos laborales y profesionales que no se han establecido en la Reforma como reivindicación legitima, deteriorando aun más su calidad de vida, obviando los discursos gremiales contingentes que aluden reivindicaciones de casi dos decenios democráticos. Los comportamientos dados en la memoria histórica, de una persistente derrota gremial común, para ser una actitud individual de temor y resistencia simbólica: "La pluralidad de estos movimientos tendería a caracterizarse por practicas particularistas, reactivas, defensivas frente a la crisis, y sus Identidades también tenderían al menos inicialmente a encerrarse sobre si mismas, desconectándose en un primer momento de las lógicas abstractas. (…)"

En la memoria, se depositó, la euforia del triunfo contra la dictadura militar, que cada vez se debilita, para convertirse en la derrota política y social, donde se esperan cambios estructurales, ya que las organizaciones naturales comunitarias han sido mantenidas bajo fuerte control y el desarrollo en continuidad histórica, se hizo bajo el alero de financiamiento externo, de ONGs, y de personas que ahora buscan un espacio laboral, político y social desde la estructura estatal. Las instituciones, en un proyecto político democrático, asumen intactas las vigentes en dictadura, salvo algunos cambios con la mirada persistente de una derecha que devela las apropiaciones de dinero e influencia. Se crean similares condiciones a lo menos simbólicas de un gobierno al, cual solo le interesa apoderarse de las riquezas, y figurar en el modelo económico externo, mascara sustituta de justicia, en un discurso demagógico. Las modificaciones al modelo Neoliberal, impuesto por los militares y cuyas ideas centrales provenían de la clase económica que usufructo del, como lo ha sido la derecha, tuvo leves cambios desde la institución, permitiendo crear una consolidación requerida por el mundo Globalizado.

Mantener el orden social, y de pactos posteriores a los surgidos durante la dictadura militar, las coaliciones políticas de centro izquierda, se adjudican la representatividad y en nombre de aquellos símbolos humanos más sentidos donde la muerte ha marcado la sombría identidad de zonas pobres, y ha dejado la sensación de una reivindicación necesaria, publica y democrática. Se impone la práctica de desarticular los movimientos más radicalizados y con mayor peso ideológico. Se sufre, una sistemática represión social, del estado democrático, en contra del movimiento que resurge al interior de ellas frente a reivindicaciones contingentes. Las malas gestiones militares, la escasa inversión de infraestructura, la flexibilización del trabajo, entre otras.

La educación, ha sido descentralizada a corporaciones semiprivadas, donde se mantenían bajo control, las escuelas básicas y liceos de enseñanza media: "(…) Estamos actualmente en un período de restauración neo-conservadora. Pero esta revolución conservadora asume una forma sin precedentes: no hay, como en tiempos anteriores ningún intento de invocar a un pasado idealizado mediante la exaltación de la tierra, la sangre, (…) para justificar su restauración reclama una relación con el progreso, la razón y la ciencia, la economía, en verdad (…)"

Las reivindicaciones exigidas al estado democrático, se ven limitadas a las deudas históricas, la estructura laboral, los despidos, marcados por una fuerte ideología sacada de antiguas luchas, o memorias de represión, torturas, asesinatos a profesores luchadores sindicales, pidiendo tímidamente justicia, como anclaje y condición necesaria, en el proceso educativo institucional: "El Informe de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura. (..) dolorosa erupción de memoria social, surgida de más de 28.000 recuerdos de torturas vividas en casi 1.200 recintos bajo control militar o policial, nos ha tornado vívida la deuda pendiente en materia de verdad y justicia, así como ha ratificado, una vez más, que el olvido no se impone por decreto. Esta vez, todos han debido inclinarse ante la fuerza y verdad que emana de esos recuerdos. Ya nadie, salvo los más culpables, podrá seguir negando que en Chile, utilizando banalmente el nombre de la Patria, se torturó y se violaron los derechos civiles y humanos de un enorme número de chilenos, a quienes se consideró y trató, no como ciudadanos, sino como ‘enemigo interno."

La presión social, ejercida por los profesores, se ve limitada por la sólida marca del modelo, que mantiene intactas, las directivas de los establecimientos educativos, que no logra revertir las descentralizaciones y la defensa de la educación publica. Más bien la promueve, y se mantiene al margen de las decisiones que las corporaciones hacen con respecto a los fondos económicos que gestionan al interior de ellas. La función subsidiaria del estado. Además podemos señalar, esa presión subyacente de otorgar flexibilizaciones profesionales. La histórica carrera universitaria, con la posibilidad de estudiar, reduciendo a solo cuatro semestres, y bajo condiciones flexibles, y escasa supervisión pedagógica. Los Grupos de poder bestial, legitiman a los grupos directivos de las escuelas, que aun hoy día ejercen el control al interior de las instituciones educativas. La impunidad, mantiene las diversas manifestaciones de control represivo, luego de ofrecer los títulos profesionales sin haber estudiado en un proceso de formación docente, sino más bien responder a la dura violencia contra profesores, alumnos apoderados, y comunidad entera.

Se puede ejercer docencia, aun no teniendo una practica supervisada, evaluada y observada por instancias educativas de trayectoria profesional: "La singularidad, solo se define en relación con los otros, a la vez la materia prima del lazo vincular y social es libidinal e integra en sus vaivenes la dialéctica irreductible del conflicto entre las pulsiones de vida y las de muerte. (…) Produce Sujetos y vínculos. Estos, a la vez, son los constructores de la cultura, en una dinámica que despliega la tensión entre lo instituido y lo instituyente, entre la tendencia a la permanencia y la posibilidad creadora."

La vinculación de la cultura, son los lazos sociales que se fortalecen desde lo singular, en cada una de las acciones que determinan las elecciones cotidianas, proponiendo el que hacer de los grupos sociales dinámicos, interrelacionados. Los cruces sociales posibilitan nuevas construcciones subliminales del entorno directo, que el sujeto determina como propios, cada experiencia vinculada al otro, recrea una experiencia cultural que en forma inconsciente teje la estructura legitimada en la identidad.

La castración del vínculo subjetivo del sujeto con la cultura, es la que implica la renuncia, la expulsión, el destierro, la tensión del despojo. La posibilidad de la duda, del saber que no se sabe, promueve la actividad del pensamiento, cuando esto se obstaculiza, un destino posible es la alineación del pensamiento. Las intenciones que fluyeron en intensas tareas de sectores de derecha que en alianza con la dictadura militar, se encargaron de desestructurar al estado chileno.

Se hace realidad en el descabezamiento político primero de los sindicatos de trabajadores, que ocasiona la perdida de su fuente laboral, junto con exonerar, encarcelar, exiliar o desaparecer a miles de trabajadores en las distintas áreas publicas, industriales, educativas, de salud, municipales.

La persistencia de la memoria gremial, ha consolidado una identidad que ya solo emerge en la evocación de la historia. Esto implica, que la identidad, sea un concepto propio y real, que es dinámico, y que aglutina en torno a prácticas rituales, que dan sentido a los mitos de origen. Sin embargo, la desconstrucción desde el poder, crea la sensación inconsciente, del deterioro en la pertenencia, en un espacio simbólico, que da sentido a los lenguajes, los vínculos, las permanencias.

El retorno simultáneo, a nuevas formas de poder estatal, sobre los profesores trajo además nuevas movilizaciones, aunque tímidas desde los dirigentes, quienes comparten esta mascara de mostrarse por un lado eficiente ante el mundo y por otra reivindicar muy por debajo de la respuesta esperada desde los profesores el desmantelamiento de la educación pública.

Esta dinámica se inmoviliza frente a discursos ambiguos de sectores gremiales de docentes guiados por dos grandes ideologías, donde dadas las condiciones de memoria persistente, aun se viven los referentes de izquierda representados por el partido comunista cuya hegemonía tiene que ver con esta memoria social de fuerte carga ideológica. Por otro lado, una derecha que conserva presencia docente gremial ambigua, que intenta fortalecer su contrapoder, ejerciendo presión muy tímida al interior del colegio de profesores.

Las carencias económicas o el discurso de actuar, como respuesta a los acontecimientos en intentos de quebrar la participación docente, pero unida frente a las demandas o denuncias del estado. Se fue haciendo presente, su tendencia política, alienada a significantes, solo con sentido de memoria histórica, de un glorioso pasado que se enfrenta a la dictadura: "Al aceptar que la institución escolar dialoga con una serie de referentes externos (demandas sociales, exigencias del mundo laboral y productivo, requerimientos ministeriales en términos de resultados de aprendizajes y del marco curricular) y que la posición que asumen los docentes adscribe a parámetros de profesionalidad creciente, adquiere sentido profundizar en el modo como se superan dichas tensiones y, por ende, como se desarrolla el currículo en el conjunto de prácticas para responder a los desafíos establecidos por las políticas educativas".

El poder docente, solo se hace presente en tímidos cambios al currículo propuesto, intensificando un discurso subliminal, en especial el área humanista, que quien sufre la mayor ausencia de vínculos de contención social. Estas posteriores acciones provenían de los grandes triunfos, y de una derecha docente que acumulaba los deseos de romper las vinculaciones democráticas, autonomía docente y dispersándose estratégicamente, dando la sensación de abandonar la pelea docente por la hegemonía social. Su forma de resistir, se expresa entonces en una actitud de marginalidad, frente a los acontecimientos, institucionales y alejarse de referentes clásicos de vinculación, se crean mundos paralelos entre el sujeto docente, la institución, el estado, los antiguos aliados sociales como obreros y estudiantes, y además se crean fuertes tensiones frente a modificaciones.

Se fortalece una respuesta civil desde la marginalidad, la cual será utilizada luego como legítimamente manejada desde la política clásica y desgastada democrática chilena en exilio. Esta institución social se encontraría conjugada en diversos aspectos: "(…) El registro de la representación y la composición de sus signos podrían pensarse como orden del ser sustancializado en una abstracción: lógica inmediatamente identitaria. (…) las diferencias y sus particularidades serían subsumidas, o solo reconocidas en una operación discursiva que tacha sus singularidades"

La representación y la identidad de ese sujeto están remitidas a un supuesto: el sujeto compuesto en la representación política, es un sujeto atrapado por el imaginario moderno, y por la memoria colectiva en torno al respeto de las libertades individuales. La soberanía legitima de la representación, y aun más las luchas callejeras urbanas, que se habían consolidado como espacio de reivindicación social, que la dictadura logra desarticular apoyada por los sectores de derecha. Un sujeto resignado, a una práctica fragmentada-fragmentadora, solo reconocible en la dialéctica desesperada de una delegación constante, incapaz de instituir una praxis transformadora.

Podemos pensar que la dinámica de la representación significa una renuncia anticipada, renuncia a intervenir en una lucha de fuerzas sociales que es la que posibilita la institución de los sujetos y, por lo tanto, no ser instituido en la sujeción de la representación: "Bernstein define la socialización como «el proceso por el que un niño adquiere una identidad cultural específica», Dé tal modo, que el ser biológico que antes era, deja paso a un «ser cultural específico» al dotarle de esa triple conciencia moral, cognitiva y afectiva. El proceso de socialización permite que el niño alcance esa identidad cultural transformándolo, así, en un ser social. (..) Este proceso actúa selectivamente, es una herramienta que mantiene el sistema de clases, la división social del trabajo, y crea una jerarquía de valores sociales que impone los límites psicológicos y sociológicos oportunos para que dicho sistema y dicha división se mantengan."

Es necesario conocer y reinventar nuevas estrategias de inclusión social a estas instituciones de servicio asistencial y formación educativa. El fin de entregar mayor calidad, equidad y protagonismo comunitario, reprodujeron las estructuras del Régimen Militar, que tuvo como respuesta social deslegitimación, la deserción, el desencanto o la marginación.

Las consecuencias, frente a esta problemática política-social fue una la alta demanda social frente a nuevos problemas de violencia entre actores enfrentados a nuevos contextos vacíos de ideologías, participación organizada autónoma, crisis afectiva, frente a un sistema Neoliberal, vacío de significante político militante. La agudización de la pobreza y la brecha social entre otras, no integran al sujeto activo en este caso al alumno, quien se relaciona con el profesor desde una postura de obediencia y sumisión frente al castigo o resultados finales. Las más sólidas iniciativas de generar la educación pasa por la memoria significativa que los profesores guardan en sus opciones, la resistencia a abandonar los modelos clásicos es en realidad la persistencia a legitimar la memoria colectiva, ahí se encuentra el carácter más significativo del imaginario social.

La presión política y social de varios sectores de la sociedad civil chilena e internacional, producen un nuevo cambio estructural en su forma más que en su contenido y se forman una coalición de partidos y organizaciones defensoras de los Derechos Humanos. A partir de los años noventa y con la apertura de la democracia, ocurren diversos fenómenos sociales de contención que entregan otro escenario político y social a las nuevas generaciones. La institución educativa, había sufrido grandes cambios, pero conservaba intacta la institución con la función social de instruir y educar para un sistema político que valora y legitima, como socializadora donde se institucionaliza y se educa con un alto grado de manipulación a través del ejercicio del castigo y la designación de todos los equipos directivos y de gestión. Se crea una brecha que favorece la exclusión, la deserción escolar, desencadenando una tensión al interior de la Institución que intenta legitimarse: "(…) La Escuela tiende a reproducir la estructura de la distribución social del capital cultural, (…) La acción pedagógica, adopta la forma de la autoexclusión, y contribuye al reconocimiento en la medida en que provoca un desconocimiento de los mecanismos que funcionan en su interior del saber 'legítimo' y a perpetuar la desigualdad social. La autonomía relativa de la Escuela (…) Le permite disimular y encubrir las funciones que realiza disimular su relación con la estructura de las relaciones de clase, así como la naturaleza arbitraria del poder (…)".

La participación de los profesores, en la democracia de los años noventa, es tímida, manteniéndose ligada a grupos de ideologías dogmáticas de izquierda y derecha, en un contexto de reivindicaciones salariales, pero que se mantiene al margen al margen, de la institución escolar. Los dirigentes políticos, se definirán desde un espacio descontextualizado, vacío de representaciones simbólicas significativas: "Para que el "nunca más" sea histórica y políticamente efectivo se requiere, en primer lugar, que la ciudadanía eduque y reeduque a los grupos e instituciones que, de hecho y por derecho ilegítimo, se han convertido en poderes fácticos que violan la soberanía ciudadana. En segundo lugar, se requiere que la ciudadanía se eduque a sí misma como poder soberano, para hacer posible no sólo la desaparición de las políticas de represión (…) para construir una sociedad más democrática, participativa y con una distribución más justa de las riquezas que produce (…)

Se manifiestan cada día mas, las agresiones que profesores y alumnos se enfrentan desde una institución que favorece dicha violencia, más para contribuir a fragmentar el poder docente de transformar la realidad desde un discurso legitimador de participación social. La intención, al parecer del gobierno democrático es desestructurar sus movimientos: "Bernstein apunta: «No es sólo el capital, en sentido económico estricto, lo que está sujeto a apropiación, manipulación y explotación, sino también el capital en la forma de sistemas simbólicos, a través de los cuales el hombre puede extender y cambiar los límites de su experiencia. (…)La clase dominante, como es lógico, no desea que dicho capital se le escape, ya que en él van incluidos los conocimientos científicos y todo el acervo cultural que, de caer en poder de la clase dominada, pondrían a ésta en vías de alcanzar su propia emancipación".

Las mayores pérdidas en los costos de su vida privada, emocional, política, e inserción social fue en barrios periféricos, las poblaciones donde la violencia fue descarnada. Es la transición democrática que conserva las bases constitucionales de la dictadura casi intactas. El ingreso de drogas duras como la pasta base a los sectores mas deprimidos sociales, la consolidación del trabajo flexible con apoyo institucional. La polarización, de los partidos más representativos, de un proyecto país, que ceden su poder y legitimidad, en alianzas políticas con nuevos discursos radicalizados en beneficios sociales de las mayorías, el ORDEN, y la contención social: "La crisis actual, (..), es una crisis estructural, cuya principal característica es la simultaneidad de las dificultades de funcionamiento en las instituciones responsables de la cohesión social (la crisis del Estado-Providencia), en las relaciones entre economía y sociedad (la crisis del trabajo) y en los modos de constitución de las identidades individuales y colectivas (crisis del sujeto)"

Las secuelas, de las formas de socialización, que quedan al desnudo, luego de la integración social de sectores excluidos y que seguirán excluidos. Las inversiones económicas serán en un escenario de participación internacional, acuerdos y negociaciones, solo se contienen los movimientos sociales, a través de acuerdos intangibles donde la memoria social será la pieza clave a la hora de legitimar el poder democrático, y llegar a un consenso moral: "El Sujeto que se ha serializado en la producción simbólica de la representación, en la rigidez de una Historia que ha borrado los detalles, para abocarse generosamente a las generalidades de un "sentido común", de lo ya pensado. Reproductor de un imaginario que, también ha sujetado, domesticado a la crítica, (…) al imperati de la realidad"

El sujeto atrapado, en la representación social, que significo su participación, en una coalición homogeneizada en el discurso de recuperar la democracia, que implica una libertad a ciegas, se encontraría encerrado, en una práctica social, que resaltan su condición de "sujeto libre".El círculo de la pobreza, luego de las alianzas políticas democráticas, sufrió un nuevo golpe al quedar su discurso imaginario del triunfo compartido con la clase política partidista, vació, sin referentes ideológicos más que su propia representación de la miseria: "Las mejoras salariales logradas por los profesores en varios países [en la década de 1990] no fueron suficientes para cerrar la brecha entre sus sueldos y los de otros asalariados con el mismo nivel educacional.(…) actualmente entre 25% y 50% menor que la de los demás profesionales (…) En los países donde la incidencia de la pobreza es mayor, una proporción elevada del total de profesores vive en hogares pobres o en situación de alta vulnerabilidad económica, lo que obstaculiza el logro de una enseñanza de mejor calidad, objetivo prioritario de las reformas educativas".

El logro de un país estructurado, en torno a un estado de derecho, significa para muchos el incomodo traspaso del poder a los sujetos sociales que por décadas habían sido dejados en absoluta indefinición. Estos Sujetos, tendrían un nuevo escenario simbólico de cambio que legitiman en el traspaso del poder, que subjetiva en la imagen virtual de la informática y los usos de la información, abiertas al masivo intercambio global entre sujetos: "Han variado las formas de dominación. (…) el disciplinamiento para controlar la conciencia de los ciudadanos a través de la alineación, (…) el mercado que promueve la multiplicación de los actos de consumo que destituyen la subjetividad. En la lógica del mercado la conciencia ya no es el objeto mas preciado para dominar sino que el terreno de dominación es la subjetividad consumidora"

Las autonomías individuales, se requieren para el dominio desde lo significativo, lo simbólico, donde se propicie una absoluta fragmentación, que permita entonces la dispersión social. Cuando se importan nuevas premisas o referentes de derecho e inclusión social, y a la vez el control de la participación, pensando en una coherente planificación, que va desde el enseñar, hasta proporcionar el escenario adecuado en la demanda laboral acorde a esa educación, se apuesta por la sumisión económica en una continuidad coherente de poder.

La consolidación del proceso de descentralización en la educación, y por ende de la privatización de esta, le otorga al estado democrático, una función administrativa, centrado en las normativas de supervisión, apoyo técnico y redistributiva de los recursos. Las corporaciones de educación, están libres en relación a la labor docente, responsable de la formación educativa. Esto ha implicado, el completo abandono de los profesores, sometidos a la flexibilización del trabajo, las regalías políticas ofrecidas por ciertos conglomerados políticos, haciendo casi intocables a las direcciones de cada establecimiento.

Los profesores, según las competencias administrativas se rigen por el Estatuto de los Profesionales de la educación, aprobado en julio de 1991. Esto bajo la administración municipal, se supone recuperan la carrera funcionaria, sin embargo, las corporaciones son organismos semi-privadas. Por lo tanto también están reguladas por el Código del trabajo, esto condiciona a los requerimientos administrativos, lo que en la práctica somete a las medidas muchas veces autoritarias, de parte de funcionarios corporativos designados por simpatías políticas, manteniéndose así la coerción represiva, y la falta de autonomía docente. Las actitudes subjetivas de comportamientos democráticos, resumidos en los objetivos transversales, han encontrado en las escuelas un gran conflicto de poder, ya que no han contado con la participación de los equipos de gestión, debido a su férrea posesión del poder autoritario.

La calidad en la educación, ha sido el eje de las nuevas políticas educativas siendo un concepto mediado por resultados cuantitativos así como también la percepción de una entrega equitativa a todos los sectores de la sociedad, desde un discurso global: "Si se habla de calidad de la educación en un lenguaje corriente, no especializado, lo que acude a la mente no son los porcentajes de logro de los objetivos educativos, sino que surge otra inquietud, que está referida a los objetivos educativos en sí mismos (..) El término calidad está relacionado con el problema de sí lo que se aprende en la escuela es (o no es) aprendizaje de calidad, si se adecua o no a las necesidades personales y sociales."

Desde el mundo del conocimiento se responde a una lógica de formación sistemática e inclusión social laboral. El aprendizaje técnico de logros finales en estándares homogéneos curriculares sin contextos sociales e históricos en procesos educativos, crea un tecnicismo instructivo que ignora los contextos sociales: "En estos modelos, como el de Tyler (1949), esta, implícito el interés por el control del aprendizaje del alumno, de modo que, al final (…), es un interés fundamental por el control del ambiente mediante la acción de acuerdo con reglas básicas en leyes con fundamento empírico (…)."

En la escuela, tienen cabida todas las adscripciones, las culturas, las ideologías, las creencias y los valores que componen nuestra sociedad. Ésta, es la única garantía, que permite augurar una organización social, un modo de convivencia, realmente democrático en el que la diferencia no se convierta en una excusa para la discriminación, en un recurso para ejercer la violencia de unos contra otros.

La presencia de instituciones estatales tradicionales, como referentes educativos o de salud en la comuna, se han visto envueltas como protagonistas o como receptoras, de este clima violento que repercute en la entrega del conocimiento. La integración de actores, a la práctica social que han diversificado, su identidad y su practica cultural, a un proyecto país democrático:

"Las secuelas de las formas de socialización (…) luego de la integración social de sectores excluidos y que seguirán excluidos,las inversiones económicas serán en un escenario de participación internacional, acuerdos negociaciones, solo se contienen los movimientos sociales, a través de acuerdos intangibles donde la memoria social será la pieza clave a la hora de legitimar el poder democrático, y llegar al consenso de la moral social."

La presión política y social, de varios sectores de la sociedad civil chilena e internacional, producen un nuevo cambio estructural en su forma más que en su contenido y se forman una coalición de partidos y organizaciones defensoras de los Derechos Humanos. La construcción discursiva de la representación apela a una racionalidad analítica liquidadora, configurada inmediatamente en verdad absoluta. Esta verdad, en sus proyecciones visuales, capta, muestra, describe, cuantifica, y genera un conocimiento explicativo, completo, descubridor de la esencia agazapada o escondida en la apariencia distorsionadora de la falsa conciencia: "La Identificación (…) podrá operar como forma de inclusión en la dispersión. Dispersos con el derrumbe de las imágenes de emancipación de masas, con la rutinizacion de la política, con la persistencia de grados importantes de exclusión social y con la tendencia ritualizante en el consumo, podrán ser caldo de cultivo para la aparición de sucedáneos de identidad para la juventud que tiene la identidad segmentada"

Se siente abandonado además por el universo solidario que con el retorno de la democracia, deja dar aportes concretos en los sectores pobres del país. La supervisión es parte de un modelo positivista empírico, así como también la preocupación por la educación con calidad que surge en el seno del poder norteamericano: "El interés en la calidad de la educación surgió por primera vez en Estados Unidos en 1983, cuando como consecuencia del informe "A Nation at Risk" de la Comisión Nacional de Excelencia en Educación, creada por el presidente Reagan, se abrió el debate acerca de la calidad de la educación. El informe señalaba que el estado de la educación en ese país había puesto en peligro la competitividad e integración de la sociedad norteamericana y que, por lo tanto, era necesario introducir medidas que produjeran cambios con el propósito de revertir la situación."

Los significantes vacíos, despojados de la esencia de unificación ciudadana y territorialidad, pasan a convertirse en los símbolos de estructuras legitimadas con la marginalidad y la exclusión del mundo político y la ciudadanía. El lenguaje se polariza, la identidad se transforma en sentido del poder local: La identidad social de origen, o la construcción de esta, en contextos sociales y educativos diversos. El enfoque de la calidad en educación como un multisistema cultural al cual se trasforma desde los grupos de poder que ejercen la directiva institucional hasta el currículo inmerso en la diversidad cultural y contexto social: "Toda vez que la desconcentración no ha llegado hasta la escuela, es pues que si no se logra definir el ámbito de la escuela como unidad educativa donde se gestione el currículo de nada servirán los grandes temas de la educación."

El currículo, manifiesta la necesidad de incorporar, temas dejados arbitrariamente de lado, por el gobierno democrático, es una reforma en la gestión educativa democrática. La gestión escolar es la principal responsable de una política de convivencia escolar, es decir, de la creación de un ambiente democrático y participativo en los establecimientos educativos para una resolución pacífica y dialogada de los conflictos y de los problemas de disciplina, que hoy se viven en las escuelas y liceos del país. Esto implica abordar el tema de la convivencia escolar desde una normativa positiva en la cual todos los integrantes de la comunidad alumnos, profesores y apoderados son sujetos portadores de derechos y obligaciones. Las reformas en educación y salud, que pretenden presionar desde su proyecto, para ser legitimadas, por las bases sociales, a fuerza de participar como usuario pasivo. La estrategia de esta nueva democracia neoliberal. Una actitud democrática, centralizada, fragmentada a otra de autonomía sectorial. El desarrollo de proyectos, no supervisados, ni evaluados en manos de un abanico de profesionales proyectistas, militantes desde una ejecución intromisoria a la lógica comunitaria estructurada en torno a una identidad cultural histórica: "Las políticas sociales se relacionan ahora más fácilmente con las políticas económicas; se reconsidera la educación como un factor importante para superar la pobreza y se modifica el rol del Estado para que realice acciones directas (…) y para que aumente su capacidad de fiscalizar y de generar los incentivos adecuados."

El aumento, de la Deuda Externa y el paso al Neoliberalismo en zonas fragmentadas de poder civil y en especial a aquellas cuya educación cívica estaba bajo un fuerte referente autoritario, desarrolla una estrategia de control social sistemático estructural, que estuvo dirigida desde el poder central estatal y ejecutado a través de las instituciones sociales históricas, de asistencia y formación. La identidad particular, de los sujetos al calor de nuevas generaciones, ha generando un distanciamiento dramático con las instituciones que desde la memoria social, habían fortalecido vínculos afectivos de gran contención, vínculos de sobrevivencia, de legitimación ancestral comunitaria, donde se otorga el poder vía participación de los vínculos invisibles entretejidos en lo cotidiano de caminar en un mismo suelo, y bajo unos símbolos que dan sentido a la existencia social. El proceso que revive, las relaciones que se crean, en una identidad que determina las causalidades, establece en muchos aspectos esenciales. La construcción emocional, que emerge en un colectivo de pares, compartiendo una mirada profunda desde sus mitos originarios.

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