Son días difíciles para nuestros pueblos. Presionados por la recesión e inestabilidad mundial, no podemos depender solo en la marcha de nuestras economías. Juntos y de manera independiente debemos renovar la libertad en nuestro modo de vida. Ya hemos restaurado incentivos y oportunidades en nuestros mercados al reducir los excesivos impuestos y regulaciones. Al atenuar la pesada mano del gobierno, estamos demostrando nuestra fe en los hombres y mujeres de Gran Bretaña y de los Estados Unidos?.
Es importante tomar en cuenta que esa respuesta no solo reflejaba la coincidencia y simpatía existente entre los dos personajes, sino que además resumía la política que ya había aplicado Ronald Reagan desde los inicios de su gestión en 1981, para atenuar la pesada mano del gobierno, impuso una drástica reducción en el monto de los impuestos que debían pagar las empresas de los estratos económicos más altos.
Impuestos
Se llego a la conclusión que para rebajar los impuestos la tasa impositiva máxima se reduzca del 60 al 28 por ciento. Desde luego, esa acción estaba respaldada por la afirmación teórica de que al rebajar impuestos se estimula la actividad económica; teoría que fue originalmente formulada por el doctor Arthur Betz Laffer, quien desde 1972 año en el que obtuvo el título de Ph.D. en Economía– había pregonado que cuando los impuestos se han tornado demasiado altos, los empresarios dejan de sentir ese innato deseo por producir. Así, los impuestos muy altos no producirían más ingresos para el fisco, sino que en un extraño giro más bien generarían el efecto inverso.
En el año 1978 momento en el cual Reagan era gobernador y luego de muchos estudios se aprobó la denominada Proposición 13, que redujo drásticamente la tasa de impuesto predial. La proposición, desde luego, fue acogida gratamente por inversionistas y por propietarios, pero también recibió un amplio apoyo de la gente común que luego unos años más tarde respaldó a Reagan en su campaña presidencial de 1980.
Con Reagan en el poder una de sus primeras acciones, fue el nombramiento del doctor Laffer como su asesor económico. Sin embargo, Ronald Reagan se caracterizaba por ser un político a tiempo completo. Por lo tanto, cualquier estrategia de su gobierno primero tenía que ser destilada a través del filtro de la opinión pública.
Privatizaciones
Margaret Thatcher fue pionera en los principales experimentos de privatización. El primero fue la privatización de la Corporación Nacional de Transporte de Carga, una de las empresas más grandes del sector público, cuyo capital fue renovado en acciones que en un 82 por ciento fueron vendidas a los propios empleados de dicha Corporación.
Más adelante se llevo a cabo un segundo experimento, el cual consistió en la venta a los arrendatarios de una serie de edificios que se encontraban en la propiedad del Estado y cuya renta había permanecido congelada desde la II Guerra Mundial, no permitía cubrir ni siquiera los costos de mantenimiento. En este caso, los propios arrendatarios a quienes se les suprimió el subsidio y se les extendió el título de propietarios a un precio adecuado, también se convirtieron en fervorosos partidarios de la Primer Ministro y de las políticas privatizadoras de su
Gobierno.
La British Airport Authority (BAA), que era la institución pública encargada de operar los aeropuertos de Heathrow y Gatwick en Londres fue el lugar donde se realizo el tercer experimento en la cual se modificaron los estatutos de la empresa. Aunque fue privatizada la BAA continuó manejando con sus mismos y antiguos empleados, a pesar de lo cual una vez libre de las regulaciones y limitaciones burocráticas logró reducir en una tercera parte sus costos administrativos. Dando resultado a que más adelante se convirtió en una eficiente organización rentable y
Ronald Reagan impulso la privatización de las empresas estatales al ver el éxito de Margaret Thatcher. En Norteamérica el escenario era radicalmente diferente. Sin incluir las industrias de las fuerzas armadas en todas sus ramas, las empresas estatales de los Estados Unidos no constituyen monopolios legalmente estructurados, sino que son organizaciones subsidiadas por el Estado, pero que tienen que competir con empresas privadas que ofrecen los mismos bienes y servicios, especialmente en las áreas de educación, salud y seguridad social. Esta característica permite que los procesos de privatización puedan efectuarse sin necesidad de rematar la infraestructura de las empresas del Estado ni de concesionar las instalaciones de los servicios públicos, sino que solo se requiere suprimir subsidios.
Goteras
La economía del goteo o economía del chorreo, el cual se fundamenta en aquel el cual el dinero que se coloque en el segmento superior de la pirámide económica, tarde o temprano fluirá hacia los niveles inferiores.
A través de los distintos estudios se ha llegado a la conclusión que el método más eficiente para estimular el desarrollo y reactivar el crecimiento, es a través del dinero que el gobierno pueda transferir a los sectores empresariales. El gobierno, a su vez, puede transferir dinero a esos grupos a través de dos canales: reduciéndoles los impuestos o entregándoles subsidios. Pero desde la perspectiva política, el canal menos visible es el de subsidiar a empresas y a empresarios reduciendo el nivel de sus impuestos.
Analizando las acciones del gobierno, todo se basaba en estrategias, en su poder tenían una herramienta para detener la inflación y aumentar las tasas de interés. El mecanismo para que esa herramienta funcione adecuadamente se encuentra incorporado en los estatutos del Banco Federal de la Reserva de los Estados Unidos que era conocido bajo el diminutivo de Fed por la mayoría de economistas- que tiene la atribución de prestar dinero a los bancos privados que así lo soliciten. Para conceder esos préstamos, el Fed tiene 12 entidades bancarias que están distribuidas a lo largo de Norteamérica, pero todas ellas operan globalmente bajo una tasa de interés única, la cual es popularmente denominada tasa de descuento.
Tasas
En el año 1982 Reagan se dispuso a realizar un viaje para visitar a Margaret Thatcher a Europa, la tasa de interés que cobraba el Fed fluctuaba en alrededor del 10 por ciento, mientras que las tasas que efectivamente cobraban los bancos a sus clientes en ciertos casos la duplicaban hasta alcanzar el 20 por ciento. Cuando Reagan regresó a Norteamérica un par de semanas más tarde, constató que varios bancos luchaban abiertamente por obtener más préstamos del Fed. El objetivo de reducir la inflación, señalaban la necesidad de elevar la tasa de descuento.
Reagan era un hombre muy poderoso el cual era asesorado por el doctor Robert Mundell, nacido en Canadá en 1932, Ph.D. en Economía desde 1956 y premio Nobel en Economía en 1999. Mundell argumentaba que la inflación y la recesión son dos enfermedades separadas y que, en consecuencia, para curarlas también se requería usar las políticas económicas por separado. Su propuesta se resumía en la siguiente receta: utilizar una política monetaria contractiva para detener la inflación y, en paralelo, reducir impuestos para provocar una política fiscal expansiva e impedir la recesión.
Siete gordos
Los siete años gordos del neoliberalismo hechos que ocurrieron entre 1982 y 1989
Se alcanzo una bonanza que se reduce a las siguientes estadísticas:
En su primera etapa el Producto Interno Bruto creció 3.2 por ciento en promedio anual
Segundo la visible generación de nuevas fuentes de trabajo. La tasa de desempleo que en 1981 alcanzaba el 7.6 por ciento, para 1989 se había reducido al 5.5 por ciento.
Tercero, el nivel inflacionario decayó desde el 13.5 por ciento en 1980, hasta apenas el 4.1 por ciento en el último año del gobierno de Reagan.
Cuarto, la tasa de interés que entre 1981 y 1982 sobrepasó el 21 por ciento el nivel más alto en el Siglo XX paulatinamente fue bajando hasta colocarse en el 8 por ciento.
Quinto, el ingreso promedio por persona creció en dólares de valor constante desde US $ 10.716 en 1981, hasta US $ 13.071 en 1989. Es decir, el ingreso tuvo un incrementó en valor real de alrededor del 22 por ciento.
A pesar de los notables cambios, y las visibles mejoras cuando George Bush heredó de Reagan la presidencia, también heredó la obligación de pagar los intereses de la deuda. En el primer año de la presidencia de Bush, el Estado tuvo que desembolsar más de 1.000 dólares por cada uno de sus ciudadanos 241 billones de dólares solo para pagar intereses.
GOLFO
El deterioro de la economía norteamericana pasó a ser un suceso de segundo plano debido a otro hecho histórico "La Guerra del Golfo", esta fue transmitida en vivo por el canal CNN, esto ocurrió desde el 6 de agosto de 1990 hasta el 12 de febrero del 1991, se transmitió el traslado de 510.000 soldados el emplazamiento de 15 naves entre buques y portaviones, el despegue de 120 aviones desde la base de Dhahran en Arabia Saudita y de otros 90 desde la base de Incirlik en Turquía entre otros de los eventos más importantes; Adicionalmente a la transmisión se divulgaron unas estadísticas que indicaban que el 85% de las bombas lanzadas y televisadas impactaron a menos de 3 metros de sus blancos principales, también sabiéndose que solo 146 soldados norteamericanos habían muerto.
Gracias a esta muy bien televisada guerra el presidente en esos momentos George Bush obtuvo un 91% de aceptación entre los votantes; Un año luego de esto el presidente Bush estaba preparándose para su segunda campaña electoral confiado de su reelección por que la guerra del golfo tenia a los estado unidenses envueltos en un orgullo y pensamiento de que "es lo más importante que puede tener un pueblo" esta frase seria contrarrestada con otra en un pequeño letrero que decía "es la economía estúpido" ("it"s the economy ,stupid!") , estos letreros estaban situados en las oficinas de campaña del partido demócrata donde se lanzaba la candidatura de un político no muy conocido llamado Bill Clinton.
En poco tiempo el letrero se convirtió en el tema central de los demócratas alcanzando su objetivo el cual se vio reflejado en que Clinton obtuvo 370 votos más del doble que los 170 votos que obtuvo Bush y así se rompió con la costumbre de reelegir a los presidentes del partido republicano .
Se pensó que esa derrota -complementada con la dimisión de Margaret Thatcher un año antes- pondría fin a los gobiernos que promovían la "economía del goteo?. No obstante, la misma política retornaría ocho años después impulsada por otro republicano, George Bush Jr.
Tercer camino
Cuando Bill Clinton asumió la presidencia, el déficit fiscal de los Estados Unidos superaba los 290 billones de dólares, cifra que equivalía al 4.9 por ciento del PIB. Por definición, un déficit fiscal se produce cuando el gobierno gasta más que lo que recibe. Por lo tanto, desde la primera noche que dormía en la Casa Blanca, Bill Clinton tenía que enfrentar la disyuntiva de contrariar a quienes creían poder beneficiarse del gasto público o, alternativamente, a quienes creían que por culpa del gasto del Estado debían pagar más impuestos. Es decir, tendría que escoger entre uno de los dos grupos que juntos acoplan la totalidad del electorado. Pero Clinton como buen estratega político- aprovechó la disyuntiva para contentar a todos sin favorecer a nadie con las siguientes palabras:
"Hemos logrado colocarnos por encima de la estéril discusión que mantienen aquellos que consideran que el Gobierno es el enemigo con aquellos que consideran que el Gobierno es la respuesta. A ustedes, ciudadanos americanos, les digo que nosotros hemos encontrado un tercer camino."
Luego de esta declaración del presidente de los estados unidos todos especulaban que podría ser este "tercer camino" al cual se refería. En primer momento se supuso que el camino podía estar situado entre una posición intermedia entre la política fiscal propuesta por Keynes y la política monetaria propuesta por Friedman, pero esta suposición fue prontamente desechada
Una segunda interpretación fue avalada por Tony Blair, Primer Ministro de Inglaterra, quien en visita oficial en los Estados Unidos manifestó lo siguiente:
"El tercer camino nos conduce a una renovada y moderna democracia social. No es simplemente un compromiso entre izquierda y derecha, sino que toma valores esenciales y los aplica a un mundo cambiante; y logra hacerlo liberándose de ideologías caducas…El tercer camino práctica una economía que no es la de laissez-faire, pero tampoco la del Estado interventor.?
A partir del año 1993 del gobierno de Bill Clinton se ampliaron los cobros de los impuestos a los ingresos y a las rentas, mientras en paralelo se recortó el gasto fiscal, Así, cobrando más y gastando menos, el Presidente Clinton logró exhibir una partitura casi impecable: entregó un sólido superávit de 237 billones de dólares, en contraste al déficit de 290 billones que recibió en 1992. Esas buenas noticias fueron anunciadas por el propio Bill Clinton en su último reporte económico del año 2000, con las siguientes palabras:
"Hoy día la economía norteamericana es más fuerte que nunca. Estamos rebasando el período más largo de expansión económica en toda nuestra historia. Ahora tenemos la tasa de desempleo más pequeña en los últimos 30 años y la inflación ha llegado a su nivel más bajo desde 1965"
A pesar de que se logro evitar que las plagas que habían afectado a Europa del este y la recesión en Japón afectaran la economía norteamericana, empezando el año 2001 los adeptos a la "trickle down economics" reingresaban a la Casa Blanca; esta vez liderados por el Vicepresidente Dick Cheney, el mismo que 24 años atrás había recibido dibujada en una servilleta del restaurante "Two Continents", la curva con la cual Arthur Laffer le explicaba los mágicos recodos a seguir para aumentar los ingresos fiscales cobrando menos impuestos.
GLOBALIZACION
El reingreso de los partidarios de la "trickle down economics" fue el 20 de enero del 2001 ese día el presidente electo George Walker Bush leyó un discurso de inauguración a su periodo electoral el cual estaba lleno de agradecimientos al periodo anterior de gobierno y de la importancia histórica norteamericana, en la mitad de ese discurso solo dos líneas se refirieron a la economía del país diciendo estas palabras:
"Reduciremos los impuestos, para que la economía recobre su impulso y para incentivar la capacidad empresarial y los esfuerzos de los norteamericanos que trabajan"
Estas únicas 2 lineas referentes a la economía norteamericana lograban describir la "trickle down economics" que un día se dibujo en una servilleta para el vicepresidente Cheney sin embargo ya a un cuarto de siglo transcurrido de esa cena en el restaurante "two continents" en el horizonte había germinado un planeta más asequible, más abierto y más global.
La actual globalidad del mundo se torna más palpable por el gran tamaño de la economía estado unidense y sobre todo por el hecho que al pasar del tiempo su deuda había sido financiada y por financiada nos referimos a pospuesta empezando así el siglo XXI con una colosal deuda de 5.709 billones de dólares cifra superior a los 1.950 billones de dólares que adeudaban los países de Europa del este, Asia, África y América Latina en conjunto.
El peligro que la colosal magnitud de la deuda acumulada por los Estados Unidos conlleva para su estabilidad económica, actualmente esta siendo debatida en el mundo académico. Aquí nos abstenemos de participar en ese debate, porque nuestro único objetivo es tratar de encontrar los posibles orígenes de la actual situación económica de América Latina. No obstante es válido recalcar que la necesidad de financiar el casi permanente déficit fiscal de los Estados Unidos, ha incidido directamente y a través de las tasas de interés, sobre el elevado costo que la deuda externa ha infligido sobre América Latina.
Es válido también recalcar que la diferencia de estados unidos y latino América es que se pueden seguir acumulando deudas en su propia moneda sin afectar su exportación e importación. En norte América perduran los 3 déficits cuya coexistencia pueden desestabilizar cualquier otra economía: el déficit fiscal, el déficit comercial y el déficit financiero.
Actualmente el presidente Bush Jr. posee una popularidad más alta que la de su padre debido al éxito de los militares sobre los talibanes y Saddam Hussein en Irak así que su reelección parecía asegurada, sin embargo la constante presencia de estos 3 déficit y su efecto en la vida de los norteamericanos podrían permitirles a los demócratas volver al poder.
Un continente sin brújula
El subdesarrollo latinoamericano tal vez emane del hecho que, de los libros que han moldeado la conducta del ser humano, ninguno ha logrado penetrar en nuestro continente, de estos libros que merecen ser calificados de esta forma solo existen pocos entre los principales están, "Los Vedas" que fueron escritos por generaciones que vivieron hace 4.000 millones de años en lo que ahora es llamado La India cuyos preceptos fundan a el hinduismo, budismo y otras líneas de religión o filosofías de las cuales una cuarta parte de las personas del mundo se rigen.
También esta "las Analectas de Confucio" escrito hace 2.500 millones de años por los alumnos de Kong Fuzi; Sus proverbios han sido utilizados para justificar los frecuentes cambios en la sociedad china desde los tiempos milenarios. En tercer lugar esta "La Biblia" que se piensa que fue escrita hace 2.000 millones de años por diferentes personas pertenecientes a diferentes clases sociales y generaciones, esta se divide en dos partes Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento.
En cuarto lugar se encuentra "El Corán" que contiene los mandamientos de orden religiosa, filosófica y jurídica instituidos por "Ala" los cuales según la tradición fueron redactados por el Arcángel Gabriel al profeta Mahoma; El Corán no es un libro cualquiera, este debe leerse en rimas y mirando hacia la ciudad de la meca ubicada en lo que es ahora Arabia Saudita, el Corán logro unir bajo un mismo pensamiento o religión a los que ahora constituyen al mundo árabe. Otro de estos libros es "Las Riquezas de las Naciones" libro escrito entre 1766 y 1775 por el filosofo escocés Adam Smith, este demostró que la riqueza de las naciones no dependía de la explotación del campo y de los campesinos (como aseguraban los fisiócratas y la monarquía feudal) ni tampoco del apropia miento de los metales preciosos extraídos de tierras extrañas (que tutelaban los mercantilistas) sino de la organización social y productiva del ser humano.
En el sexto y más reciente lugar debe ubicarse "El Capital" de Carlos Marx, un libro escrito en 4 partes, la primera parte fue editada por su autor antes de su muerte en 1883. La segunda y la tercera parte fueron publicadas en 1885 y 1894 respectivamente, sobre la base de los manuscritos dejados por Marx en manos de una de sus hijas. Finalmente, debido a varias discrepancias sobre el verdadero significado de la última porción de los manuscritos, la versión oficial de la cuarta parte fue aprobada y publicada por el "Instituto Marxista de Berlín "recién en 1956.
Entre los 6 libros el de Marx es el que ha logrado captar el mayor número de seguidores, pero desde una perspectiva económica el libro más relevante es "Las Riquezas de las Naciones" cambiando así la frase con que iniciamos por:
"El subdesarrollo latinoamericano tal vez emane del hecho que el pensamiento de Adam Smith jamás ha logrado penetrar en nuestro continente"
AUSENCIA
Adam Smith comenzó a escribir La riqueza de las Naciones a su retorno al pueblo de Kirkcaldy en Escocia luego de haber escoltado al joven Duque de Buccleugh cuya familia hubiese persuadido al profesor Smith para que trabaje temporalmente en calidad de tutor particular; Adam Smith no perdió su tiempo y aprovechó esa oportunidad para conocer e intercambiar ideas con varios de los más reconocidos filósofos y escritores de la época, de los cuales muchos estaban inmersos en el mundo de la política que se vivía en los tiempos previos a la revolución francesa , entre estos están Pierre Samuel Dupont de Nemours y su libro "Fisiocracia o constitución natural del gobierno más ventajoso para el género humano" , El Duque de La Rochefoucald, autor de "Reflexiones o sentencias y máximas morales", François Quesnay y su "Tabla Económica", Anne Robert Jacques Turgot, autor de "Reflexiones en la formación y la distribución de las riquezas", quien además fue el primer Ministro de finanzas que tuvo Luis XVI, el último Rey de Francia y François Marie Arouet, también conocido con el apodo de Voltaire, autor de las Cartas Filosóficas, libro escrito en 1734.
Quizás fueron las conversaciones y libros de estas figuras del ámbito político lo que hicieron que Adam Smith reforzara lo que ya venía latente en su cabeza, de que la estructura productiva, la organización de clases y el sistema de gobierno de una nación, no son tres procesos independientes, sino que cada uno de ellos necesariamente se incrusta en los otros dos, sobre esta idea Smith escribió 5 libros. La riqueza de las Naciones esta escrita en un lenguaje ameno y sus mil cincuenta y un páginas pueden ser leídas de un solo tirón. En pocos meses la obra se convirtió en lo que hoy llamaríamos un "best seller".
Fue necesario que transcurra la mitad del Siglo XX, para que la obra de Adam Smith finalmente alcance suelo latinoamericano. Recién en 1958, en la ciudad de México se publica una edición de" La riqueza de las Naciones"; Pero para 1958, el pensamiento económico latinoamericano ya se había tornado inmune a cualquier semilla doctrinaria, todo giraba en torno a la controversia que intentaba calcular la raíz y la razón de la dependencia de nuestros países, la tesis que aseguraba que en el mundo occidental coexisten dos tipos de países: los que están en el centro produciendo y vendiendo bienes industrializados; y los que se encuentran en la periferia, cultivando, cosechando y extrayendo recursos de la naturaleza asumía que los países de América Latina formaban parte de la periferia. Sobre la base de ese contraste, se argumentaba que los países de la periferia debían tratar de duplicar la organización productiva de los del centro. Inspirados en esto la CEPAL empezó a instalar industrias en nuestros países cuyos productos eran importados por América latina, la idea se popularizo y se expandió por toda Latinoamérica.
EL MODELO
El modelo cepalino fue exhibido por toda América latina con la promesa que se había encontrado la manera de salir del subdesarrollo, en aquel entonces la mitad de nuestros gobernantes tenían origen militar y la otra mitad origen civil, el único objetivo de "el modelo" o "modelo sustitutivo de importaciones" como fue llamado luego, es como su nombre lo indica sustituir o suprimir algunos de los productos industrializados importados desde el centro; antes de ensamblar el Modelo se debían resolver tres aspectos: el primero, precisar que productos podían sustituirse; el segundo, construir un escenario que permita industrializar esos productos; y, el tercero, asignar a cada país las industrias que le correspondía instalar.
El 10 de junio de 1958, se fundó el MCCA, cuyo objetivo era el integrar en un solo mercado a los pequeños países de América Central. Dos años después, en Montevideo, se creó la ALALC que pretendía unificar los mercados de América del Sur y México. En complemento, a lo largo de las décadas de los 60 y 70, se fueron creando una serie de entidades y oficinas de carácter local y regional que, teórica y oficialmente, debían promover la integración de América Latina; Pasada la efervescencia inicial comenzaron a surgir ideologías egoístas de querer ganar más que el país vecino y así el proyecto de unir a latino América en un solo mercado se desvaneció.
INCOGNITA
Ante este fracaso de unir a los países surgió la incógnita que hasta el día de hoy no ha sido resuelta ¿son los países latinoamericanos desunidos por ser subdesarrollados? O ¿son subdesarrollados por estar desunidos? Esta pregunta que surgió antes de 1982 no tuvo respuesta o si la tuvo se mantuvo invalidada por la urgencia de resolver la deuda que exploto un poco después ese año. Era la primera vez que todos los países simultáneamente presentaban la misma crisis económica y por esto se vio como solución una acción en conjunto de todos los afectados dado que sus acreedores ya habían formado un consorcio para cobrar unidos todos sus préstamos.
La propuesta de anteponer un consorcio sindicato o club fue desechada por los mismos deudores en la reunión de panamá el 24 de marzo de 1983, la desunión de los países empezó a sentirse los meses luego de esta reunión cuando se hizo efectivo el tiempo de empezar a pagar las deudas que requerían de los dólares que el modelo de sustitución de importaciones no había logrado generar, aun que el objetivo del modelo no era generar los dólares si no prescindir de ellos.
Además, desde antes de 1983, el esquema cepalino ya había sido rebautizado con el nombre de "Modelo de crecimiento hacia adentro" palabras que resumían la intención de ahorrar dólares consumiendo con preferencia lo que se produzca dentro del continente. Ante esa realidad, a partir de 1986 la brújula del desarrollo latinoamericano pareció girar sobre su propio eje. Esta vez, en lugar de mirar hacia adentro se puso de moda hablar del "Modelo de crecimiento hacia afuera"; Inspirados en la nueva consigna de exportar para pagar, el 29 de julio de 1986, los presidentes de Brasil y Argentina se reunieron en Buenos Aires para crear una alianza comercial "El Mercosur" que "permita encontrar soluciones innovadoras que superen los modelos tradicionales" muriendo al fin luego de 3 décadas el modelo Cepalino.
SEPELIO
La muerte del modelo Cepalino puso a los miembros del CEPAL ante un dilema: cambiar o morir. Ante este dilema eligieron cambiar para no morir, con esta consigna ya en mente se empezó a escuchar por los pasillos de las oficinas del CEPAL que en lugar de importar menos eras preferible exportar más y que en vez de aumentar el ahorro era mejor aumentar el ingreso . Tras el sepelio del tradicional Modelo Cepalino, es obvio, también tenía que ser enterrado su principal mano ejecutora: la respetable ALALC. Este hecho y el nacimiento del Mercosur, abrieron camino a una nutrida cadena de acuerdos y alianzas comerciales bilaterales, trilaterales y multilaterales, a lo largo y a lo ancho de las tres Américas.
Existen muchas cumbres o citas que se realizaron encaminadas a la construcción de un solo mercado congregando a todos los consumidores de las tres Américas las cuales pasarían a integrar una zona de libre comercio que se bautizo con las siglas ALCA, sin embargo este ente aun tiene que superar su principal adversario los TLC (tratados de libre comercio). Según las estadísticas realizadas el ALCA llegaría a ser el mercado mas grande del mundo pero si no se cumple que en la práctica logren conformar un solo mercado, deberán tener la capacidad real para, entre ellos, producir y consumir, comprar y vender, exportar e importar el ALCA no llegara a ser el mercado más grande del mundo.
PARADOJA
Así, al empezar el Siglo XXI Latinoamérica afronta una visible paradoja. Por un lado, el ruido y oleaje provocados desde 1956 por el fracasado afán de crear una zona de libre comercio, han impedido que Adam Smith pueda atracar en nuestras costas e impulsar nuestro desarrollo. Pero, por otro lado, la ausencia de Smith ha restringido las oportunidades de Latinoamérica para alcanzar ese nivel básico de riqueza y de consumo necesarios para competir en un mundo irreversiblemente globalizado.
Subdesarrollo de los trópicos
En nuestro continente hoy existen 2.124 entidades regionales y nacionales cuyo principal objetivo es apoyar el "desarrollo" de América Latina. Sin embargo, ninguna de ellas ha logrado definir cuál es el significado que tiene la palabra "desarrollo". Se encargó a dos renombradas cofradías de profesionales en ciencias económicas, para que realizaran un estudio encaminado a investigar las fuentes que generan el desarrollo de los países, con este estudio se creía que por fin se lograría definir qué significado tiene el "desarrollo" para los países subdesarrollados. El documento contiene más de cien páginas, pero algunos latinoamericanos quizá dejaron de leerlo antes de llegar a la segunda página, debido a que en la primera inesperadamente se declara que: "En este informe… no hemos considerado pertinente incluir los problemas del ahorro óptimo ni el desarrollo de los países atrasados."
Pero a pesar de esto el documento contiene una importante enseñanza los problemas de los países atrasados pueden no ser pertinentes ni relevantes para las instituciones de los países desarrollados. En consecuencia, el buscar una salida al subdesarrollo de América Latina es una tarea obligatoria solo para los latinoamericanos.
En la búsqueda de esta salida nos encontramos con tres teorías importantes, la Teoría de la Dependencia en la izquierda; la Teoría de la Evolución en la mitad; y la Teoría de los Trópicos en la derecha.
TEORIA DE LA DEPENDENCIA
Esta teoría se basa en el dogma que asegura que el desarrollo del primer mundo nace, crece y vive gracias al subdesarrollo del tercer mundo, en ese contexto, el vocablo "tercer" no expresa un orden numérico, sino que implica una marginación impuesta por parte de otros dos, en otros casos se prefiere usar términos tales como "países en desarrollo", "países emergentes", "países rezagados", "países en vías de crecimiento", entre otros.
TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN
Esta teoría intenta equiparar el desarrollo económico de las naciones con el desarrollo y evolución de las especies. Bajo esa óptica, los países subdesarrollados necesariamente tendrán que recorrer el mismo proceso de evolución histórica que ya han recorrido los países desarrollados.
Esta teoría enseña cómo se debe actuar en dos circunstancias específicas desvío o retraso. Desvío del sendero natural que lo conduce a su evolución el cual se solucionará con la corrección de la oferta identificadas con las políticas de tipo fiscal, y en caso de retraso en relación a la distancia ya recorrida por otros países que, desde un punto histórico y geopolítico son sus contemporáneos se solucionará con la regulación de demanda identificadas con las políticas de tipo monetario.
Así, la Teoría de la Evolución esboza una pincelada optimista en el horizonte del mundo subdesarrollado: todos nuestros países, tarde o temprano, alcanzarán el nivel de desarrollo que actualmente ya han alcanzado los países del Primer Mundo.
TEORIA DE LOS TROPICOS
Esta teoría se basa en la afirmación de que los latinoamericanos son subdesarrollados por que están ubicados en la zona tropical esta teoría ha sido apoyada por el banco interamericano de desarrollo (BID) a pesar de su soberbia estupidez y humilde simpleza este banco en 1998 publica "Naturaleza, Desarrollo y Distribución en América Latina. La evidencia del papel de la Geografía, el Clima y los Recursos Naturales", este documento se respalda a raíz de la crisis de pagos de 1994 la cual proporcionó la innegable evidencia de que los mecanismos de ajuste económico impuestos por los organismos internacionales habían fracasado.
Así, apareció un nuevo diagnóstico que el atraso de América Latina en realidad se debe al hecho que "el subdesarrollo se encuentra en la sangre ibérica que han heredado los latinoamericanos". Este nuevo diagnostico se respaldar en hipótesis, para lo cual se seleccionaron las tres siguientes:
"Hipótesis 1: Las condiciones tropicales reducen la eficiencia de los trabajadores y sus salarios".
"Hipótesis 2: En el trópico… los recursos naturales constituyen tragaderos de capital".
"Hipótesis 3: En los trópicos… la volatilidad económica lidera el bajo crecimiento y la disparidad de ingreso".
Una segunda interpretación es formulada por Jeffrey Sachs en el documento Subdesarrollo Tropical, en el cual argumenta que el subdesarrollo no se origina en "el clima" de los trópicos como apadrina el BID, sino en "su geografía".
Una tercera variante de la Teoría de los Trópicos, afirma que el subdesarrollo no se origina en "el clima" ni en "la geografía", sino en "la cultura" de la gente que vive en los trópicos. Esta variante es apoyada por varios profesores de la Universidad de Harvard , esto argumenta que el nivel de la riqueza o de la pobreza de un país, se encuentra directamente conectado con el nivel de su cultura, donde la palabra „cultura? incluye una variedad casi infinita de valores y conceptos éticos, sociales, administrativos, religiosos históricos, políticos, convencionales, institucionales, etc.
TEORIA Y PRÁCTICA
Aunque se pudiera encontrar algo de verdad o falsedad en estas tres teorías lo cierto es que ninguna ha podido encontrar el camino que lleve al desarrollo de América Latina, además que cualquiera de las tres teorías nos condena al subdesarrollo ya que la Teoría de la Dependencia, porque no se puede borrar la historia ya escrita de la conquista, sumisión y coloniaje que enmarcan el nacimiento de nuestros países; condenados bajo la Teoría de la Evolución, porque es imposible transmutar el universal y eterno proceso evolutivo; y, condenados bajo la Teoría de los Trópicos, porque ni el clima, ni la geografía, ni la longitud del planeta pueden ser dominados por el accionar humano. Y por si fuera poco aun permanece inexplorado el pensamiento del fundador de la economía como ciencia social: Adam Smith.
El libro del desarrollo
El progreso económico de las naciones, según Adam Smith, no se basa en su localización geográfica, ni en los procesos evolutivos, ni tampoco en las características tropicales como vimos que afirman las diversas teorías que hasta hoy han liderado el pensamiento económico de América Latina sino en el esfuerzo que realicen todos y cada uno de sus habitantes.
La frase resumida con que comienza el libro de Adam Smith "la riqueza de las naciones" dice se puede afirmar que la riqueza de una nación depende de tres factores: del eficiente uso de sus recursos naturales y humanos, de un amplio intercambio de sus productos y de una equitativa distribución del ingreso.
LO QUE NO DIJO
Es necesario señalar que existen tres grandes mitos que suelen ser falsamente atribuidos a Smith: primero, la política del "dejar hacer, dejar pasar"; segundo, la existencia de "la mano invisible"; y tercero, la defensa del "capitalismo". Jean Claude Marie Vincent de Gournay uno de los comerciantes más adinerados de Francia fue nombrado Intendente de Comercio por el penúltimo rey de Francia, Luis XV, cargo con el que intentó derogar bajo la consigna del "laissez passer" o traducido como dejar pasar.
En Latinoamérica la consigna ha sido atribuida a Smith, tanto por algunos de los que se consideran sus partidarios como por los que se consideran sus adversarios. Ambos grupos aseguran que la frase "dejar hacer, dejar pasar" demuestra que él el fundador de la ciencia económica era radicalmente contrario a cualquier regulación por parte del Estado.
Pero ninguno de los dos grupos tiene razón. En ninguna de las páginas de "La riqueza de las naciones" o de la "Teoría de los sentimientos morales", su otra gran obra Smith menciona, transcribe, convoca o hace algún tipo de deferencia a la consigna del "laissez faire, laissez passer"; consigna que, además, coexistía con el entorno de la doctrina mercantilista, a la cual fue precisamente Smith quien combatió y sepultó.
LA MANO INVISIBLE
La mano libre es la metáfora más usada en la argumentación económica, tal vez superada solo por aquella otra famosa metáfora del "libre juego entre oferta y demanda. Esta frase viene de un fragmento del libro de Adam Smith que dice así: "Ninguno por lo general se propone originariamente promover el interés público…. Cuando prefiere la industria doméstica a la extranjera, sólo medita su propia seguridad, y cuando dirige la primera de forma que su producto sea el mayor valor posible, sólo piensa en su ganancia propia; pero en este y en muchos otros casos es conducido, como por una mano invisible, a promover un fin que nunca tuvo parte en su intención."
Desde luego, lo que suele resaltarse es la posibilidad de que la "mano invisible" logre transformar parte de las ganancias del comerciante y del productor en ganancias para el resto de la población; posibilidad que no podría ser negada ni siquiera por el más radical adversario de la economía de mercado.
LA DEFENSA DEL "CAPITALISMO"
Adam Smith murió en 1790 a la edad de 67 años. Medio siglo después, en 1840, Carlos Marx declaraba que "el capitalismo vino al mundo chorreando lodo y sangre por todos sus poros", Desde entonces la palabra "capitalismo" ha recibido numerosos calificativos, la reseña más sencilla y por tanto la más clara, es la que define el Diccionario Cassell: "Capitalismo.- Sistema económico que utiliza capital para producir riqueza"; Otra definición esta dada por Diccionario de la Lengua Española: "Capitalismo.- Régimen económico fundado en el predominio del capital como elemento de producción y creador de riqueza".
el capitalismo -bajo cualquiera de sus muchas definiciones e interpretaciones- es un sistema económico que gira únicamente alrededor del factor capital. Mientras que en el pensamiento de Smith, el sistema económico gira alrededor de varios factores, una de sus fraes dice:
"Un jardinero, que cultiva su propio huerto con sus mismas manos, reúne en su persona los tres distintos caracteres de propietario, colono y jornalero, y sus productos le pagan la renta del primero, las ganancias del segundo y los salarios del tercero"
LO QUE DIJO
Desde sus escritos:
• Peleó por los ideales de libertad, igualdad y fraternidad que inspiraron la toma de la Bastilla y del Palacio de Versalles.
• Argumentaba sobre la conveniencia de liberar las colonias que Inglaterra mantenía al otro lado del Atlántico.
• Smith respalda la conveniencia de liberar del coloniaje a Norteamérica. Pero su respaldo no se basa en ninguna emoción anti-imperialista o en alguna moral pacifista. Tampoco constituye una apología al "laissez faire", a la "mano invisible" o al "capitalismo".
• Sus argumentos se centran exclusivamente en un objetivo: el beneficio económico de los habitantes de su propio país, Inglaterra.
En un mundo globalizado
Los problemas que Adam Smith enfoca en "La riqueza de las naciones" se relacionan, desde luego, con las circunstancias prevalecientes en la época en que vivió. Se resume la obra de Smith con el siguiente párrafo:
"Trata del principio universal de toda riqueza, que es el trabajo productivo del hombre, de las rentas de la tierra y de las ganancias de los fondos que se emplean en todas las negociaciones de una sociedad, habla de las producciones rudas del campo, de las manufacturadas, de sus comparaciones y valores intrínsecos y extrínsecos, de la relación y proporción que tienen con el signo, o moneda que constituye la riqueza nominal, de los progresos de las Naciones, de sus causas y de las de su decadencia, de los sistemas mercantil y agricultor, de las obras y establecimientos públicos, de los gastos del Estado, de las expensas del Soberano y de los fondos que deben sufragar a todas ellas."
Utilizando un lenguaje más moderno, se podría interpretar que Adam Smith afirma que las políticas del desarrollo económico en cualquier país deben tratar de alcanzar tres objetivos: una tasa de crecimiento del producto superior al crecimiento de la población, un adecuado índice de rentabilidad y estabilidad financiera; y, un reparto eficiente y equitativo del ingreso entre los diversos sectores de la población. Así, es en la obra de Smith donde se debería buscar aquel sendero que podría guiarnos hasta alcanzar el desarrollo de nuestro continente. Sin embargo, es inevitable que surja por lo menos una pregunta: ¿Es posible sobreponer en el escenario económico y social de la América Latina del Siglo XXI, una doctrina que fue meditada y escrita en la Europa del Siglo XVIII?
Transitando al Siglo XXI
Hasta la segunda guerra mundial, la economía latinoamericana se había basado en la producción agrícola y en la explotación de materias primas y minerales del subsuelo. Sin embargo, esa rudimentaria actividad le había permitido alcanzar un nivel de bienestar económico similar al de los países que actualmente conforman el industrializado primer mundo.
En el transcurso de apenas cinco años, casi todas las colonias lograron liberarse del control político de sus imperios con el fin de la segunda guerra mundial: India de Inglaterra; Filipinas de los Estados Unidos; Indonesia de Holanda; Corea del Japón; Vietnam de Francia; el norte de África de Italia y Francia; otras partes de África de España y Bélgica; y el Oriente Medio de Inglaterra y Francia.
Una vez liberadas, reorientaron su actividad económica en función de su posición geográfica y geológica que las capacitaba para cultivar y explotar de manera espontánea la mayoría de los productos, materias primas y minerales que también se originaban en suelo latinoamericano.
Una incipiente globalización incito a las ex colonias y a Latinoamérica frente a frente, en la competencia de post guerra por captar y conservar los mercados de consumo de
los países industrializados.
En la guerra por capturar mercados, solo existen dos armas de combate: calidad
y precios. La única arma de combate para la obtención de mercados era la manipulación de precios, tratándose de la oferta los productos agrícolas, materias primas y minerales subyacentes. Aunque, para poder participar en una guerra de precios, el país que vende tendrá que aceptar menos dólares aunque entregue una mayor cantidad de productos.
En efecto, para que el país pueda exportar el gobierno debe devaluar. Así, el productor local obtendrá una cantidad igual o mayor de moneda nacional aunque al país ingresen menos dólares.
Cuando devaluar es una política utilizada al mismo tiempo por países que exportan los mismos productos como en el caso de Latinoamérica y las colonias liberadas desde toda su producción tendrá que venderse en un precio más bajo. Así, poco después de haber finalizado la II Guerra Mundial, se hizo evidente que los países de América Latina tenían que entregar más toneladas de azúcar, arroz, café, cacao, cobre, carne, estaño o banano, para recibir el mismo automóvil o el mismo tractor. Ese abaratamiento de los productos primarios y el efecto inverso en favor de los productos industrializados, obligó a concluir que parte del subdesarrollo del Tercer Mundo, se debía al avance del Primer Mundo.
El gobierno podía exonerar impuestos y podía conceder abundantes y subsidiadas líneas de crédito que el Estado podía ofrecer para incentivar la inversión e instalación de esas nuevas fábricas. Estas dos fuentes que generaban un visible déficit fiscal que los gobiernos tenían la obligación de financiar.
Los abundantes petrodólares depositados en las bodegas de la banca internacional no existían, el financiamiento no podía surgir de la deuda externa sino que tenía que buscarse en el ahorro interno o, más fácil, en el sótano del banco central donde suele guardarse una maquinita para imprimir billetes después de la batalla del Yom Kipur en 1973.
En 1917 y 1931 fue instalada esa maquinita denominada "" Patrón Oro"" que crearon los bancos centrales en Latinoamérica, el gobierno la utilizaba para imprimir billetes en moneda nacional y en una cantidad equivalente que al oro, en metal o divisas el país guardaba como reserva monetaria. El calificativo de divisa fue coronado sobre la libra Esterlina hasta que fue sustituida por el dólar al finalizar la II Guerra Mundial.
El sistema funcionó adecuadamente mientras la cantidad de oro y divisas en poder del banco central, resultaba suficiente para cubrir las transacciones diarias de compra y venta. Sin embargo, financiar la instalación de nuevas fábricas y generar nuevas fuentes de empleo, requería de una maquinita que pudiese imprimir billetes a un ritmo más veloz.
Pero en aquellos tiempos era un acto altamente inflacionario e inconstitucional apelar a la velocidad del Banco Central para imprimir billetes.
Tratando de cambiar esa opinión, los técnicos de la CEPAL ensamblaron una serie de argumentos que intentaban demostrar que la inflación no se origina en el exceso de dinero impreso por la banca central, sino en las propias estructuras del país.
Esos argumentos eventualmente se recogieron en una sola envoltura teórica denominada ""Escuela Estructuralista".
Su creación suele ser asignada al economista Celso Furtado, quien en 1957 recoge ese concepto en un documento titulado "" Desequilibrio externo en las estructuras subdesarrolladas"", afirma que tanto el crecimiento como la inflación dependen de dos factores: la infraestructura física y las organizaciones financieras. Es decir están subordinados a las estructuras físicas e institucionales que en el país prevalezcan.
A pesar del peso intelectual de los partidarios de la Escuela Estructuralista su tesis resultaba demasiado compleja frente a la transparente sencillez de la tesis de su escuela rival: la Escuela Monetarista, para la cual la inflación se produce única y exclusivamente por un exceso en la emisión monetaria. Por lo tanto, para detener la inflación lo único que debía hacerse era encerrar con siete llaves en el sótano del Banco Central a la maquinita de hacer billetes.
La controversia entre estas dos escuelas fue nula cuando apareció una tercera hipótesis proveniente de Londres llamada "" Curva de phillips"" en honor al profesor Alban William Housego Phillips. Esta aseguraba que la inflación se originaba por el mayor número de trabajadores que encontraban empleo.
El profesor Phillips
Entre sus alumnos el profesor Phillips tenía la reputación de ser un investigador serio
y riguroso. Por eso, cuando en 1958 publicó un trabajo estadístico en el cual demostraba que, durante casi un siglo, el nivel de desempleo en Inglaterra se había movido en dirección inversa al nivel de los precios, inmediatamente quedó sembrada la idea de que desempleo e inflación son como los dos platos de una misma balanza y que, en consecuencia, si el uno baja el otro tiene que subir.
En el mundo académico se expandió la idea de que la Curva tenía validez en cualquier periodo y en cualquier país. En consecuencia, así se deducía, para controlar la inflación se debía incrementar el desempleo. Y viceversa.
En América del Norte
La exitosa campaña del candidato Richard Nixon por captar la presidencia de los Estados Unidos en 1968, se había basado en la clásica promesa de lograr una aceptable tasa de crecimiento controlando al mismo tiempo la tasa de inflación. Sin embargo, una vez electo, descubrió que un muy antiguo déficit comercial conspiraba contra su promesa.
Ese déficit se había generado por el hecho de que algunos países de Europa y Asia prohibidos de producir armamentos, se concentraron en la manufactura civil. La diferencia en los precios, como es obvio, incentivaba al mundo a comprar barato en Alemania, Japón e Italia, para vender caro en Estados Unidos. Así, Norteamérica compraba más pero vendía menos. Es decir, adolecía de un déficit comercial.
En Estados Unidos estaba moralmente prohibido de devaluar la moneda desde finales de la II Guerra Mundial cuando los piases victoriosos declararon que el dólar era ""La Divisa Internacional"". La alternativa es reducir la capacidad de gasto de la población para la cual se pueden elevar los impuestos. Asi, los mayores precios reducirían, la gente su capacidad de consumo y, por tanto, el déficit. Pero esta alternativa chocaba con la promesa de Nixon.
El 27 de enero de 1969 el presidente Nixon aseguró que su gobierno lograría que la economía crezca sin inflación y sin déficit, ejecutando una ""ENTONACIÓN TÉCNICA"" entre la política fiscal y la política monetaria.
La expresión textual que utilizó fue la de ""FINE TUNING"" que podría traducirse de varias formas, combinando el concepto fino con lo armónico. Pero la expresión ""ENTONACIÓN TÉCNICA? resulta más apropiada para describir la intención de combinar, de manera técnica y precisa, lo fiscal con lo monetario.
En The Economic Report of The President de 1969, el primer año del gobierno de Nixon, se escribió lo siguiente:
""Las estadísticas revelan la existencia de una relación bastante estrecha entre las subidas más rápidas de los precios y las tasas de desempleo más bajas… Es probable que se agudicen las presiones alcistas sobre precios y salarios cuando la economía opere en un nivel de elevada utilización de la mano de obra y el capital""
De esta manera, la Curva de Phillips y la supuesta relación bastante estrecha entre una inflación alta y un bajo desempleo, fue elevada a la categoría de dogma oficial.
La Curva, como tesis oficial y como axioma económico sobrevivió la presidencia de Nixon y continuó prevaleciendo a través de los gobiernos de Gerald Ford y Jimmy Carter, hasta los inicios del gobierno de Ronald Reagan.
El economista más influyente en el siglo XX fue John Maynard Keynes quien fue el autor de la frase "" Los políticos y los hombres de negocios son, sin conocerlo, esclavos de las ideas de algún economista muerto"". No obstante, con las ideas del economista Phillips más bien sucedió el fenómeno inverso: fueron revividas cuando convenía a Nixon y sepultadas cuando convenía a Reagan.
Un trato tan diverso a una misma idea, se justificaría si es que los dos políticos hubieran profesado ideologías opuestas o, por lo menos, diferentes filosofías. Pero Richard Nixon y Ronald Reagan coincidían en casi todo: los dos pertenecían a las filas del partido republicano; ambos habían nacido de familias de clase media, en pueblo chico y con apenas dos años de diferencia; la adolescencia y juventud de ambos transcurrieron en los tiempos de incertidumbre prevalecientes entre el fin de la primera gran guerra e inicios de la segunda; ambos habían logrado frustrar la reelección de gobiernos demócratas; y ambos tenían suficiente imaginación para autodefinirse como liberales-conservadores.
Las circunstancias que rodearon a los dos políticos, en efecto, fueron muy diferentes. Las circunstancias en las que Nixon llegó al poder requerían que el Estado intervenga, aunque sea a través del ""FINE TUNING"". Pero las circunstancias que rodeaban a
Reagan permitían que el Estado se limite a ""REDUCIR IMPUESTOS"".
En América del Sur
La Curva de Phillips invalidó la polémica mantenida hasta fines de los 60 entre estructuralistas y monetaristas sobre el origen de la inflación. En la década de los 70, la Curva ofreció un buen argumento para justificar el vertical incremento en la tasa de inflación que comenzó a trepar en paralelo y al mismo ritmo que el endeudamiento externo.
A lo largo del Siglo XX las tasas de inflación en América Latina rara vez habían llegado a superar el primer dígito, es decir, habían permanecido por debajo del 10 por ciento. Pero en 1974 la tasa de inflación promedio superó el 40 por ciento anual y, a partir de esa cifra, fue creciendo hasta 1990, año en que la inflación superó el mil por ciento.
En vista de que el proceso inflacionario ponía en peligro la relativa estabilidad que hasta principios de los 70 algunos de los pocos monetaristas que aún sobrevivían, empezaron a criticar el endeudamiento agresivo de sus gobiernos.
Pero el Profesor Phillips acudía a zanjar las discrepancias: si se podían crear fuentes de empleo a cambio de un aumento en la inflación resultaba antipatriótico oponerse a continuar adquiriendo deuda externa.
Así, desde la perspectiva oficial, la inflación y el desempleo dejaban de ser dos indeseables imperfecciones del mercado. La política económica consistía en mezclar un poco de inflación con un poco de desempleo, hasta obtener el cocktail adecuado.
La Curva no pudo sobrevivir hasta el Siglo XXI. La crisis de la deuda y la urgente necesidad de pagar intereses, puso al descubierto que en los países de América Latina, el desempleo y la inflación no son dos engendros que combaten entre sí ,sino que con el crecimiento del uno se alimenta al otro.
La estanflación desnudó las tres características más visibles del subdesarrollo: el creciente nivel de desempleo; el progresivo grado de inestabilidad y dependencia financiera; y la audaz concentración de la riqueza, agravada por la abierta desigualdad en la distribución del ingreso. Pero esas tienen su antídoto en el crecimiento, la estabilidad y la equidad, que son los tres pilares de la economía libre que propone Adam Smith.
Desempleo y crecimiento
Cuando Carlos IV ordena traducir al castellano La riqueza de las naciones, de la traducción se encarga el licenciado Josef Alonso Ortiz, quien escribe un prólogo en el cual resume el mensaje central de Adam Smith que afirma que la riqueza de un país se alimenta desde tres fuentes:
La primera fuente afirma: la suma del producto rudo del campo, más la producción manufacturada, más las utilidades del comercio y de las negociaciones del hombre.
La segunda fuente: se obtiene de las rentas y ganancias de los fondos con relación a la estabilidad del signo monetario o a su decadencia.
La tercera fuente, de la distribución de los fondos entre los gastos del soberano, la obra pública y el trabajo del hombre.
La misma síntesis podría expresarse en lenguaje del Siglo XXI, proclamando que el desarrollo se engendra por la unión de tres condiciones económicas: el crecimiento, la estabilidad y la equidad.
Crecimiento
Define el crecimiento de un país como un valor aritmético que se calcula al dividir la producción total de un año para el PIB del año anterior, donde la fracción que exceda a uno representa la tasa de crecimiento.
Entre los años de 1956 y 1960 el presidente brasilero Jugcelino Kubiyschek aplico un relato exitoso llamado ""Desenvolvimientismo"", que en español significa "" Desarrollismo"".
Método que se basa en "" Primero se debe dejar crecer el pastel para luego repartirlo"", creencia que requería un barómetro que parecía ser el PIB que mediría el tamaño del pastel y el tamaño que alcanzaría para repartirlo. Creencia que jamas se definio.
El desarrollismo consistía simplemente que si America Latina lograba crecer a una tasa superior al del primer mundo, eventualmente alcanzaría un nivel de calidad similar al de los países industrializados.
Ejemplo: En el año 2001 el PIB de Estados Unidos creció 1.7 por ciento, tasa superior a la del 0.2 por ciento obtenido por Perú y a la del 1.4 correspondiente a Colombia; pero inferior a la del 1.8 de Brasil, 2.7 de Venezuela, 2.8 de Panamá, 3.3 de Chile, 3.5 de Nicaragua, 3.6 de Costa Rica, 3.9 de Guatemala, 5,2 de Ecuador y el 5.4 por ciento del PIB de Honduras.
Al comparar las cifras claramente se visualizan cinco hechos:
1.- La tasa de crecimiento no tiene una relación directa con el tamaño de la economía
2.- Las tasas de crecimiento altas no son en modo alguno exclusivo de los países ricos, ni a la inversa.
3.- Se observan las tasas de crecimiento de un mismo país a lo largo de un mismo periodo, se debe concluir que el PIB logra mantener la misma dirección solo por un par de años. En la mayoría de los países del primer y tercer mundo, los años de crecimiento se mezclan sin ninguna secuencia con los años de estancamiento.
4.- La composición de las exportaciones básicas de América Latina y su crucial incidencia sobre el nivel de ingresos, determina que el crecimiento del PIB dependa más bien de las fuerzas de la naturaleza y de acontecimientos externos, que de la prudencia de las políticas internas.
5.- Después de las copiosas remesas de dólares que Latinoamérica ha transferido al primer mundo desde 1983, la actual diferencia entre los ingresos de los acreedores y de los deudores es tan amplia, que las fluctuaciones en el PIB ya no tienen relevancia.
Esas cinco realidades matemáticas invalidan la utilización de la tasa de variación del PIB como sinónimo del crecimiento de un país. En consecuencia surge una pregunta: ¿Que variable puede sustituir al PIB como termómetro del crecimiento económico de América Latina? Y la respuesta es: el nivel de empleo.
Argentina
Argentina es el país que ofrece el ejemplo más claro y contundente de la discordancia que puede existir entre el crecimiento del PIB y el desempleo. Se convirtió en la vedette de América Latina en los primeros años de la década de los 90, a raíz de que fue el primer país en cumplir a cabalidad todas las recetas de política económica recomendadas por los organismos internacionales, cuya matriz o representación se encuentra en Washington.
En ese año y debido a una publicación del economista John Williamson el conjunto de recetas llegó a ser recogido dentro un solo paquete que fue bautizado con el nombre de ""Consenso de Washington"".
El ""Consenso"", se resume en las siguientes 10 propuestas:
disciplina fiscal
Redistribución del gasto público
reforma impositiva
liberación de intereses
tasas de cambio competitivas
liberación del comercio externo e interno
liberación de los flujos de fondos
privatizaciones
desregulaciones
derechos de propiedad garantizados.
Grzegorz Kolodko, profesor de economía de la Universidad de Yale y ex Ministro de Finanzas de Polonia logró resumir el „Consenso de Washington? dentro de una sola receta:
""Privatice tan rápido como pueda, liberalice tanto como sea posible y sea inflexible en los ajustes monetarios y fiscales""
Receta que fue puesta en práctica por el presidente argentino Carlos Menem y su ministro Domingo Cavallo, quienes habían llegado al poder el 6 de julio de 1989. La aplicación simultanea de las 10 propuestas desencadenó casi de inmediato varias y agradables secuelas: la inflación empezó a bajar y el consumo a subir; las tasas de interés se reducían mientras las inversiones se expandían; la demanda se ampliaba y las importaciones también; el gobierno gastaba más pero también recibía más.
El crecimiento del PIB logró alcanzar el 5 por ciento; la tasa de inflación se redujo a un solo dígito; el consumo y ciertas importaciones crecieron en más de un 10 por ciento; y, en 1993, el gobierno pudo inscribir en la contabilidad fiscal un histórico superávit de 3 mil millones de dólares. Menem y Cavallo ya eran mencionados como ejemplos de buen gobierno. El nombre de Argentina sonaba más que el de Chile.
Durante la época de los noventa hubo conferencias donde economistas deseaban alcanzar alguna trascendencia y tenían que consultar como orador central o economista argentino, quienes se nivelaron con los consultores de Washington en experiencia y conocimiento.
Durante esas conferencias, los expositores explayaban todos los mecanismos que se requería activar para lograr cumplir con el consejo de ""privatice tan rápido como pueda"".
La privatización de la empresa YPF(Yacimientos Petrolíferos Fiscales) gigantesca empresa petrolera estatal, continuó con la venta de las empresas estatales de electricidad, de gas natural, de agua potable, de teléfonos y telecomunicaciones, del transporte aéreo, del transporte urbano y del subterráneo, del transporte ferroviario y de las redes del ferrocarril, del agua de riego, del sistema y oficinas de correo, de los aeropuertos y de los puertos fluviales, de las carreteras y de los peajes, y de todas las demás empresas en las que el Estado tuviera algún tipo de inversión o participación.
Pero el entusiasmo decaía a causa de esa pesada sensación de sopor que suele presentarse después de almuerzo, para reanimar a la audiencia los expositores solían sacar de la manga una larga lista de simpáticas anécdotas.
La anécdota más famosa ocurriría en la última semana del año 2001, la que fue denominada por la prensa argentina ""la semana de los cinco presidentes"", en razón de que esos días ocuparon sucesivamente la Casa Rosada, sede oficial de la Presidencia de la República.
La otra parte de la receta, aquella que aconsejaba ser ""inflexible en los ajustes monetarios y fiscales"", también fue fielmente ingerida por el Gobierno en su primer año de gestión. Sin embargo, la metodología para poder ingerir la receta fue una creación propia de Cavallo.
La nueva metodología fue bautizada con el nombre de ""Ley de Convertibilidad"" en razón de que los pesos pasaban a ser legalmente convertibles a dólares a la tasa de uno por uno. Por intermedio de esa ley, se prohibía que el banco central pueda imprimir dinero por su propia voluntad. Para garantizar que la prohibición se cumpla, se escondió la ""maquinita de hacer billetes"" y en su lugar se colocó la así denominada, ""caja de conversión"". Dentro de ella se debía mantener un determinado número de billetes sin que importe si eran pesos o eran dólares.
Pero, por cada dólar que en ella se depositase de ella se debía extraer un peso y, a la inversa, si se quería extraer un dólar había que depositar un peso: la caja automáticamente transformaba los dólares en pesos y los pesos en dólares. Funcionaba de forma firme y eficiente.
La caja logró extirpar al monstruo de la inflación y al fantasma de la devaluación.
Algunos pesimistas continuaban lanzando dudas al aire; sospechaban que, ante la primera necesidad fiscal, el gobierno metería mano en la caja solo para sacar y no
para depositar; y, les afligía pensar que sembrar en la pampa pudiera tornarse más caro que cosechar en otras praderas. Pero sobre todo les angustiaba el recuerdo de una banca privada incapaz de sobrevivir sin los préstamos y sin la guía del Banco Central ahora transformado en una simple caja mecánica.
La angustia desapareció ante la certeza de que los acreedores acudieron con más préstamos cuando la argentina así lo solicito. Los acreedores prodigaron la entrega de nuevos préstamos al solícito gobierno. La deuda externa de Argentina que en 1991 era de 52 mil millones de dólares, se triplicó en apenas una década. Así, para el 2001, ya alcanzaba los 146 mil millones de dólares. La sensación de desarrollo y bienestar duró prácticamente hasta finalizar la década.
Las acuciosas y múltiples privatizaciones, la hermética caja de convertibilidad, la generosidad de la pampa argentina, el vigor de su gente, el fiel acatamiento del gobierno
a las recetas del Consenso y los abundantes préstamos externos, habían engendrado un sólido balance en los índices productivos y financieros, logrando una tasa de inflación igual a cero y una de las más altas tasas de crecimiento del PIB.
Desempleo
A principios de la década, en 1991, la tasa de desempleo en la Argentina era del 6.5 por ciento, una de las tasas más bajas de América Latina. Y también más baja que la registrada en los principales países del primer mundo: el 6.8 por ciento en los Estados Unidos; el 6.9 por ciento en Italia; el 8.8 por ciento en Inglaterra; y solo ligeramente superior a la tasa de desempleo del 6.3 por ciento registrada en Alemania.
Lamentablemente, en el transcurso de la década de los años 90 y en forma paralela a la digestión de las recetas del Consenso, la capacidad de la economía argentina para crear fuentes de trabajo se había hundido de manera vertical y constante. Ningún país del primero, segundo o tercer mundo, podría mantener desempleados a la cuarta parte de sus trabajadores sin entrar en una profunda crisis económica. Y así lo comprobó Argentina en el último mes del año 2001.
Milton Friedman, Premio Nobel de Economía, prominente y reconocido profesor universitario, autor de influyentes libros de política económica y asesor de varios gobiernos de los Estados Unidos, sobre la crisis de los años 30 escribió lo siguiente:
""La depresión que empezó a mediados de 1929 fue una catástrofe de dimensiones sin precedentes para los Estados Unidos. El desempleo alcanzó la cifra del 25 por ciento de la población activa. Para el resto del mundo la recesión no fue más suave. A medida que se extendía a otros países, la producción bajaba, el desempleo aumentaba, y el hambre y la miseria llegaban a todas partes. En Alemania, ayudó a Adolf Hitler a alcanzar el poder, allanando el camino de la Segunda Guerra Mundial. En el Japón reforzó la camarilla militar que se esforzaba en la creación de una zona de prosperidad en toda el Asia Oriental. En China condujo a cambios monetarios que aceleraron la última hiperinflación que sentenció la caída del régimen de Chiang Kai-shek e iba a conducir a los comunistas al poder"".
Así ayer y ahora, en países pequeños o países grandes, en el primer o tercer mundo, ha sido en el nivel de empleo donde se refleja el crecimiento económico o la profundidad de una crisis. No en la azarosa e imprevisible tasa de variación del PIB.
Si un país descubre que bajo su suelo se esconden grandes riquezas minerales en metálico o en aceite, pero no utiliza esa nueva riqueza para crear empleo, el país no habrá crecido. Aunque las estadísticas del PIB tengan números más grandes.
Emigrantes
El emigrante latino logra probar algo más: las estadísticas del PIB, paradójicamente, pueden crecer gracias al mayor desempleo. Es la primera vez en la historia que la emigración no significa un éxodo con diferencia entre el actual movimiento migratorio de América Latina. Los procesos migratorios anteriores si causaron éxodos, porque los viajeros emigraron sin dejar nada atrás y con la firme intención de jamás volver. Pero el típico emigrante latinoamericano cuando emprende el viaje lo hace solo por huir del desempleo y consigo lleva el firme deseo de retornar, porque sabe y siente que todos los suyos quedan atrás.
Esta característica determina que una importante porción de su recién conquistado salario, sea devuelta mensualmente a su país y a su familia. El dinero remitido por los emigrantes constituye una importante porción del PIB de varios países, el análisis del BID se realizó sin contabilizar los emigrantes argentinos, en virtud de que ellos tenían el privilegio de viajar a los Estados Unidos libremente y sin visa. Privilegio que fue confiscado a las doce de la noche del día miércoles 20 de febrero del 2002, en virtud de que la magnitud de la crisis Argentina hacía prever que muchos argentinos podrían usar dicho privilegio.
Las cifras ponen al desnudo la existencia de un retorcido sendero: el mayor desempleo genera una mayor migración; la mayor migración genera mayores remesas; las mayores remesas agradan al PIB.
La contabilidad del PIB se incrementa gracias al desempleo; paradoja que una vez más invalida el uso de la tasa de variación del PIB como sinónimo de crecimiento económico.
Predicción
""Sea cual fuere el suelo, el clima o la extensión de territorio de cualquiera nación, la abundancia o la escasez de su surtido o abastecimiento anual, no puede menos de depender… de dos circunstancias: la primera por la pericia, destreza y juicio con que se aplique su trabajo; y la segunda por la proporción que se guarde en el número de los que se emplean""
Adam Smith.
En otras palabras y según Smith, el crecimiento económico de un país no depende de sus circunstancias históricas, geográficas o climáticas, sino del número de la gente que trabaja y de su pericia, experiencia y educación.
Desde la perspectiva de Smith, entonces, la política económica no debería tener como brújula el caminar „hacia adentro ""o hacia fuera"", ni tampoco tratar de favorecer el ""lado de la oferta"" o el ""lado de la demanda"", sino el priorizar la creación de fuentes de trabajo y la educación de la gente. Deberíamos tratar de prever ante todo si es que esas políticas favorecen o no la generación de empleo para eliminar aranceles, incrementar o reducir impuestos, drenar o bombear dinero, obstaculizar o ampliar el comercio, liberar o controlar las tasas de intereses, y regular el superávit o el déficit.
El crecimiento de un país no depende del valor contable que alcance el PIB, sino del número de sus trabajadores que se encuentren trabajando. Y no es necesario ""primero lograr que el pastel crezca, para después repartirlo"", porque todos y cada uno de los latinoamericanos pueden producir su propio pastel, sino aquí entonces allá.
Por lo tanto, entre los tres principales objetivos que tiene el desarrollo económico (crecimiento, estabilidad y equidad) es el crecimiento el que más fácilmente puede ser contabilizado: basta contar el número de sus habitantes que tienen empleo.
El Euro: breve historia
EL euro comienza a nacer en una pequeña celda de prisión en la Isla de Ventotene, en el invierno de 1941, donde estaba recluido Altiero Spinelli, quien había sido arrestado, por haber participado en un movimiento clandestino formado para derrocar al gobierno fascista de Benito Mussolini. Los largos años de encarcelamiento ofrecieron a Spinelli la oportunidad de meditar que la tragedia en que se encontraba inmersa Europa.
Spinelli quería que Europa fuera un continente férreamente unido, no por un gobierno, ni por un partido político, ni por un trazado territorial, ni por una bandera, sino por una moneda.
Antes de que termine 1991, los gobiernos del continente se reuníeron en Maastricht, para analizar la necesidad de adoptar una moneda común y un solo Banco Central para toda Europa: el Banco Central Europeo que, desde luego, tendría su casa matriz en Frankfurt, el corazón financiero del continente.
El Tratado de Maastricht recoge las condiciones que debían cumplir los países europeos para ingresar a la Unión y que se resumen en: un déficit fiscal que no exceda el 3 por ciento del PIB; una deuda estatal que no exceda el 60 por ciento del PIB; una moneda nacional que no se haya devaluado en los últimos dos años; y, una tasa de inflación que no exceda 1.5 puntos por sobre la tasa media de los tres países con la inflación más baja. Las condiciones del Tratado tenían que cumplirse –como en efecto se cumplieron- antes de que finalice el Siglo XX.
Los posteriores eventos son bastante conocidos: el 1 de enero de 1999 se estableció el valor definitivo del euro en términos de la moneda de cada uno de los 12 países participantes. El 1 de enero del 2002 se puso en circulación las monedas y billetes del euro; y, el 1 de julio del 2002, se retiraron del mercado europeo todas las restantes monedas domésticas.
El Dólar: breve historia
Fue precisamente la moneda de papel lo que ayudó a financiar la revolución y liberación de Norteamérica. En 1751, Benjamín Franklin viaja a Londres para solicitar a los miembros del Parlamento Inglés que permitiesen a sus colonias de América imprimir moneda, ya que así podrían dejar de depender de los envíos de las libras esterlinas que llegaban tarde, mal o nunca. La petición de Franklin fue diplomáticamente escuchada. Sin embargo Franklin era un hombre práctico y, antes de retornar a Norteamérica, adquirió la mejor imprenta que su profesión de físico le aconsejaba. Pocos años después, esa imprenta demostró su eficacia al imprimir todos los billetes „continental? requeridos para pagar los gastos de la revolución y liberación de los Estados Unidos.
George Washington, quien propone y logra que Estados Unidos con decreto legal suscrito el 4 de abril de 1792 adopte como moneda propia al daler mexicano, que pronto comienza a ser denominado „dollar? bajo la fonética de la lengua inglesa. La adopción del dólar cumplió una doble función: eliminó la práctica de imprimir moneda indiscriminadamente; y, logró que el mundo se enterará que los Estados Unidos se habían convertido en una nación unida, soberana e independiente.
La emisión de dólares sin respaldo deterioró su cotización frente a otras monedas del Primer Mundo; la inflación mundial, un suceso desconocido hasta ese entonces, amenazó con aprisionar a todo el mundo occidental; se facilitó el financiar e inflar la deuda del tercer mundo; y, la disciplina monetaria quedó sujeta a la voluntad de los gobiernos de turno. Europa ordenó dar vida al dólar, ya dejó de utilizarlo. Mientras que en América Latina que lo único que hizo fue bautizarlo la metamorfosis que transformó al dólar de plata, en dólar de oro y en dólar de papel, continua en el dólar de tinta con la que se contabiliza nuestra creciente deuda externa.
El Peso Latino
Al comenzar el Siglo XXI, en los 19 países de América Latina el dinero circula con 11 nombres distintos: Peso en Argentina, Chile, Colombia, Cuba, México, República Dominicana y Uruguay; Colón en Costa Rica y El Salvador; Boliviano en Bolivia; Real en Brasil; Quetzal en Guatemala; Lempira en Honduras; Córdoba en Nicaragua; Guaraní en Paraguay; Nuevo Sol en Perú; Bolívar en Venezuela; y, Dólar en Ecuador y Panamá.
El dinero es aceptado como medio de pago por los otros países excepto del dolar , ni tampoco es valorado en el mercado de capitales, ni siquiera es admitido en pago por los acreedores de la deuda externa. Así, aunque todos los países latinoamericanos han creado su propio dinero, ninguno ha logrado crear una moneda.
Enseñanzas
La historia del euro comienza por la decisión de 12 naciones de compartir una moneda única. El euro nos enseña que las metas continentales pueden ser igual de aplicables en países de diferente tamaño. Los países latinoamericanos comparten el mismo continente, y el beneficio es que todos hablamos el mismo idioma poseemos casi la misma mezcla étnica; conocemos las mismas religiones; somos parte de la misma historia; gozamos un entorno geográfico semejante; moldeamos expresiones culturales paralelas; entendemos las mismas pautas artísticas entre otros elementos importantes en nuestra actualidad.
El patriotismo de Latinoamérica posee símbolos bandera, himno, y una historia que retumba en cada uno de las ciudades y pueblos de cada país. Es importante destacar que los países de América Latina decidan compartir una misma moneda: el peso latino
Un atajo
Es importante tomar en cuenta que en la creación del peso latino, se requiere transitar por al menos uno de los siguientes tres senderos alternativos: el primero, que es el más tradicional, requeriría decretar una zona comercial en la cual la única moneda de pago sería el peso latino; el segundo sendero demandaría que, como en el caso del euro, los países participantes fijen ciertas metas económicas a las que todos tendrían que someterse; y, el tercer sendero, consistiría en encontrar un atajo que evite tener que recorrer los dos senderos anteriores. América Latina ha venido intentando recorrer el primer camino, el de la integración. Pero todos los esfuerzos, ya lo vimos, se han diluido en innumerables citas cumbres, conferencias y seminarios de jerarquía internacional, en cuyos archivos se conservan atesoradas algunas piezas de brillante oratoria diplomáticamente inocua.
A pesar de que en cada país existe una moneda distinta en la América Latina actual el dólar es utilizado para pagar al menos lo siguiente: la totalidad de la deuda externa; más de las nueve décimas partes de las reservas en divisas; más de las cuatro quintas partes del comercio con el exterior; alrededor del 85 por ciento de las inversiones externas; y, casi todos los contratos mercantiles y financieros de largo plazo. Desde luego, podríamos adoptar el dólar como dinero propio aunque solo Sea temporalmente generaría varios costos, algunos de los cuales han sido bastante publicitados. Con todo esto vendría el deterioro en la capacidad de controlar las tasas de interés; y, el ocaso del Banco Central en su función de Prestamista doméstico.
Pero a pesar de que el dólar traería muchos beneficios el patrocinio más trascendental, desde luego, se genera en la meditada esperanza de que la creación del peso latino abrirá de par en par las puertas de la unidad de América Latina.
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