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Causas del rezago económico del Ecuador (página 2)

Enviado por Fernando Cevallos


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Vale indicar que la vida durante la época de la colonia, tuvo mayor actividad en la sierra del territorio que actualmente conocemos como el Ecuador. Durante la Real Audiencia de Quito, aproximadamente el 90% de la población se concentro en la Sierra, siendo sus actividades principales la agricultura, ganadería, obrajes, etc. Debo indicar que la verdadera razón por la cual hubo mayor concurrencia en la Sierra fue por el hecho de existir una enorme cantidad de mano de obra disponible. Para el jesuita Mario Cicala, las frutas, la especie de granos, la variedad de las flores, el género de las hortalizas, la multiplicidad del pasto, la diversidad de las hierbas, es de sorprendente abundancia en la ciudad de Quito. Lo cierto es que la riqueza proporcionada por la naturaleza no fue correctamente utilizada, sumiendo al Ecuador en un Estado pobre y con escasas oportunidades.

Volviendo al tema que nos atañe, es importante mencionar que, mientras en algunos países Inglaterra, Holanda, y Alemania cambiaban radicalmente su forma de producción, de ser una sociedad feudalista a una sociedad capitalista, España aún conservaba las pautas y los valores de una sociedad eminentemente feudal. Lógicamente, dichos principios marcaron la vida colonial de nuestra actual Republica. La sociedad española estaba jerárquicamente estructurada, teniendo la nobleza el servicio de los súbditos quienes pagan impuestos y otras obligaciones para permitir a sus soberanos mantener un nivel de vida ostentoso y extravagante. Pues lógicamente, los colonizadores españoles implantaron dicho sistema jerarquizado, autoritario y perjudicial en las tierras americanas. Vale indicar en este párrafo, que la propia sociedad prehispánica, es decir, los aborígenes que vivieron en el Ecuador antes de la llegada de los españoles, también fueron víctimas del sufrimiento ocasionado por el poder absoluto ejercido por los caciques y soberanos Incas.

En definitiva, el color de la piel marcaba la procedencia y el estatus social de una persona. Esto significó que las personas de raza blanca inmediatamente adquirían la posición más privilegiada en la escala social, la misma que perduraba desde su nacimiento hasta el día de su muerte. Las actividades comerciales más importantes estaban reservadas para los españoles y sus descendientes. Así mismo las funciones públicas, religiosas, y sociales eran únicamente ostentadas por aquellos que ocupaban el escalón más alto dentro de la escala social. Los indígenas, negros, mulatos o criollos no tuvieron acceso a ninguno de estos cargos, y lo único que recibieron fue la carga tributaria y la influencia en materia lingüística, religiosa y cultural, exterminando completamente ciertas prácticas ancestrales que desarrollaban estos pueblos. El científico Alexander Von Humboldt, citado por Oswaldo Hurtado, llegó a mencionar que ""En América la piel más o menos blanca es lo que decide el rango que ocupa un hombre dentro de una sociedad.""

La República supuestamente se fundó en principios libertarios, democráticos y autónomos, pero el legado prehispánico y colonial fue más fuerte y provocó la creación de caudillos que por períodos que manejaban la hacienda pública y las instituciones gubernamentales en forma corrupta e irresponsable, en complicidad con las clases gobernantes y sin responder o ser fiscalizados por organismo o sociedad alguna.

Esta herencia de despotismo político ha gobernado la mayor parte de los años republicanos de la historia del Ecuador, caracterizado por el aparecimiento de varios líderes que protegían únicamente sus intereses y los de su reducido grupo social. Vale mencionar en este punto, que en la mayoría de los casos los grandes latifundistas, terratenientes y explotadores sociales, jamás trabajaron sus propias tierras. Siempre concertaban los servicios (con remuneración ínfima) para decenas de indios que labraban la tierra sin tener posibilidad alguna de mejorar sus condiciones de vida.

El resultado de esto fue, por un lado, la falta de inventiva por parte de los dueños de la tierra para fomentar el desarrollo de tecnología que permita aumentar y mejorar la producción de la tierra. En vista que los terratenientes no trabajaban sus propiedades, no tuvieron la mínima intención de las labores por medio del uso de tecnologías. Por otro lado, la baja producción estaba íntimamente ligada a la desaparición de cualquier forma de incentivos para con los indios, quienes no se interesaron en investigar y desarrollar nuevos procedimientos productivos, puesto que las tierras jamás serían de ellos. Los propietarios de las tierras tampoco pensaron que podían lograr una mejora en la productividad de sus cultivos implementando incentivos laborales, los cuales, por el contexto social e histórico de aquella época pudieron haber sido: otorgar vacaciones y descansos; proporcionar un salario; reducir la carga tributaria; etc.

Existieron contadísimas ocasiones en los cuales a los indígenas se les facilitaba una parcela de tierra, la cual terminaba siendo rellenada hasta el último centímetro cuadrado, logrando la maximización de los recursos disponibles y permitiendo tranzar, o comerciar (clandestinamente) con el excedente de la producción. Las mencionadas excepciones fueron realizadas por personas influenciadas por el pensamiento humanista desarrollado por Bartolomé de las Casas, reconocido apologista de los indios.

Los españoles intentaron establecer una nueva sociedad en América, pero su organización les presentó una serie de dilemas. El más importante era qué hacer con los habitantes originarios de las tierras conquistadas, a quienes llamaron indios. Este dilema tenía su origen en la discusión acerca de la naturaleza de los indios: si eran humanos o no.

La sociedad ecuatoriana colonial estaba jerárquicamente estructurada, siendo los españoles y sus descendientes, junto a la Iglesia Católica, quienes, aparte de poseer la mayor cantidad de tierras, tenían a su servicio una cantidad desproporcionada de sirvientes, los cuales muchas veces, superaron en cantidad numérica a los patronos a quienes tenían que atender, avivando la holgazanería de los amos e incitando el resentimiento de los siervos.

La Iglesia Católica controló e intervino en todas y cada una de las etapas educativas por las cuales los españoles o sus descendientes debían pasar. La sola idea de introducir nuevos pensamientos políticos, sociales o religiosos en la sociedad ecuatoriana era rechazada tanto por las autoridades religiosas como por los gobernantes. Las ideas contrarias a la fe católica fueron perseguidas, abolidas, prohibidas y aniquiladas. Las investigaciones, el conocimiento, la praxis de otras sociedades y grupos religiosos como los judíos o los musulmanes fueron objetadas y junto con aquella objeción, el mismísimo ingreso de dichos seres humanos a los territorios de lo que actualmente conocemos como el Ecuador.

La Iglesia Católica proporcionó el marco ideológico en el cual los españoles sustentaron sus prácticas discriminatorias. La Iglesia justificó, a nombre de Dios, toda clase de diferencia o desigualdad económica y social, argumentando que todo aquello que sucede en el mundo es voluntad divina. La pobreza era aceptada con resignación por parte de los indígenas, a quienes les hicieron creer que el Reino de los Cielos es de los humildes y pobres. Curioso adoctrinamiento si tomamos en cuenta la forma de vida de los colonizadores.

El historiador Robalino Dávila, citado por Osvaldo Hurtado, indica que ""las puertas de la colonia estaban vedadas a la inmigración de gente extraña, de libros y de ideas. Los habitantes no gozaban de la libertad de establecimiento, de comercio, y menos, naturalmente de conciencia ni de discusión [1]""

Toda institución humana necesita de un brazo ideológico y formativo, que sea estructurado, jerarquizado, y puesto a disposición de aquellos que ostentan el poder. En el caso ecuatoriano, la inauguración de universidades en Quito (de las primeras en América) sirvió principalmente para educar a los españoles y sus descendientes de conformidad a la cultura europea, católica, conservadora y especialmente en el estudio de filosofía; despreciando las ciencias exactas como las matemáticas, e ignorando por completo la química, la física, etc. Carreras como derecho, filosofía y teología eran las disponibles en los pensum de las escuelas superiores, las mismas que por su naturaleza no proporcionaban las herramientas o los conocimientos técnicos necesarios para lanzar al Ecuador hacia la era del desarrollo, la industria, el comercio y el progreso. Debido a ello, imperó en el Ecuador de aquella época (y actualmente también) una generalizada y peligrosa ausencia de conocimientos científicos, lo que produce una dependencia y subordinación a investigaciones, resultados y modelos de desarrollo dogmático y no científicos. La sociedad alta, la única que podía acceder a la educación, lo hacía muy poco. La educación como modelo de desarrollo social jamás estuvo en la agenda de los gobernantes. La oferta de mano de obra de personas sin educación era, y sigue siendo, sumamente elevada lo que origina una depreciación al valor real de la labor ejecutada.

Como resultado de la incomunicación de la sociedad colonial para con el resto de países, se privó a nuestra nación de la oportunidad de relacionarse con sociedades de mentalidad abierta y de conocimientos avanzados, las mismas que hubiesen sido un pilar clave en el progreso económico.

Se debe sumar a esto el poco interés de la clase alta colonial quiteña, quienes consideraban al trabajo como una actividad vergonzosa que únicamente debía ser realizada por personas de un estrato social inferior.

Podríamos resumir a la sociedad colonial, es decir, a su organización social y económica como un desastre total. Aquellos que financiaron las expediciones y los viajes de conquista y sometimiento, eran los acreedores que, velando por sus intereses, se hacían propietarios y merecedores de una recompensa bastante singular, la cual consistía en la encomienda. Dicha institución consistía en la asignación de una cantidad determinada de indígenas para un hombre blanco, el mismo que se comprometía a protegerlos, brindarles servicios religiosos y colaborar militarmente con la Corona española. Conocemos perfectamente que la palabra encomienda es una eufemismo para la esclavitud, sometimiento, opresión y sumisión a la cual fueron víctimas los indígenas. Inclusive, Fray Pedro de la Peña, citado por Osvaldo Hurtado [2], se quejó por la condición que ocupan los indios en las encomiendas, los mismos que son forzados a trabajar en obrajes, minas y otras ocupaciones similares. Esta no fue la única forma por la cual los españoles de apropiaron de manera ilícita y violenta de mano de obra barata. La institución de la mita o el mitaje fue una constante en el Ecuador hasta aproximadamente 1812. Por ella, una enorme cantidad de indígenas eran obligados a trabajar por largas horas en minas a cambio de una remuneración irrisoria. Vale mencionar que el mecanismo por el cual los españoles se apropiaban del oro, era inicialmente por medios coercitivos, posteriormente con la explotación de minas y de personas.

Como era de suponer, luego del sometimiento a los indígenas, los españoles hicieron todas las gestiones necesarias para apoderarse del recurso más apreciado en la sociedad latifundista, esto es, la tierra. La tierra era la principal fuente de riqueza y un identificador de la procedencia y el poder social, lo cual promueve el acaparamiento de largas cantidades de tierra por parte de la sociedad blanca. La Iglesia Católica incluso solicitaba la cesión a su favor de las tierras de aquellos que deseaban integrar el monasterio, sumado a las donaciones y favores realizados por la Iglesia Católica, ésta logró acaparar una suma gigante de oro y tierras, pasando a ser una entidad de corte financiero y crédito.

En el territorio colonizado, el Rey ejerció todas las funciones habidas y por haber. Fue el encargado de las funciones administrativas, judiciales, legislativas y hasta cierto punto eclasiásticas. El poder no fue compartido, la democracia fue inexistente y sobre estos principios se fue estructurando la sociedad colonial y la posterior ecuatoriana. El Consejo Real de Indias, integrado por personas ajenas a la realidad imperante en los sectores bajos de la sociedad, propició la instauración de políticas que privilegiaron a la clase blanca española.

Ante el escenario indicado en las líneas que anteceden se fundamentaron los pilares de lo que posteriormente sería la sociedad ecuatoriana. Una sociedad jararquizada por el color de la piel de sus miembros; una sociedad reacia al progreso, trabajo y tecnología; una sociedad con mentalidad conservadora y poco progresista; una sociedad excluyente, apartada, apática, indiferente, indolente y por demás despreocupada del desarrollo del prójimo, y de su nación.

  • II. Etapa Independentista y Republicana

Bajo el mando del Mariscal Antonio José de Sucre, el 24 de mayo de 1822, en las faldas del volcán Pichincha, los ejércitos patriotas sellaron de manera definitiva la Independencia del Ecuador. Dicha independencia tuvo sus antecedentes el 9 de Octubre de 1820, cuando la ciudad de Guayaquil proclama su emancipación de la Corona de España.

Durante el Congreso de Angostura de 1819, se pensó en la posibilidad de crear un gran Estado, integrado por los países que actualmente conocemos como Venezuela, Colombia, Panamá, Ecuador y pequeñas parcelas de otros territorios. No fue sino hasta el Congreso de Cúcuta de 1821 en el cual se redactó la Constitución que se iba a implementar en dichos territorios. El Ecuador formó parte de la Gran Colombia de 1822 hasta 1830, apenas ocho años.

Para Alberto Acosta, así como España supo aprovechar mecanismos e instituciones prehispánicas para asentar su gobierno, a partir de la Independencia, las oligarquías criollas supieron aprovechar mecanismos coloniales para garantizar y sobre todo, sacralizar su dominio. Los verdaderos ideólogos y precursores de la Independencia del Ecuador (y del resto de Latinoamérica) fueron aquellos que poseían gran cantidad de terrenos, propiedades y dinero, y se negaban a ceder espacios de poder con una Corona que estaba ubicada a centenares de kilómetros de distancia. Lo anteriormente dicho explica la razón por la cual luego de la noche del 10 de Agosto de 1809, una cantidad interesante de intelectuales y miembros de la alta sociedad quiteña fueron arrestados, apresados e inclusive fusilados por insubordinación.

Los valores culturales de los ecuatorianos no cambiaron mucho durante y después del dominio español. La sociedad continuaba siendo jerarquizada, la Iglesia Católica seguía controlando la educación y el conocimiento, la fuente de riqueza ecuatoriana era principalmente la agricultura. El desarrollo de la ciudad de Guayaquil, además de atraer pequeños conjuntos de extranjeros, produjo que la hegemonía demográfica de la Sierra se vea comprimida. La Costa ecuatoriana empezó a producir cacao (la pepa de oro), tabaco, madera y otros bienes que eran exportados a través del único puerto: Guayaquil. Por su parte, la sierra, siempre mayormente conservadora, organizó la producción de la agricultura y la ganadería, manteniendo el sistema del huasipungo.

Sin importar la independencia, las castas ecuatorianas (principalmente en la sierra) estuvieron claramente divididas: los españoles o sus descendientes mantuvieron en el poder en todas sus formas, tanto económico, como político. Ellos fueron los gobernantes, legisladores, juzgadores, administradores, grandes propietarios, etc. Los cargos mencionados en las líneas anteriores eran aspirados por los criollos, los mismos que al avistar la negativa de los españoles, se tuvieron que dedicar al comercio. En el último escalón de la sociedad ecuatoriana se encontraban los indígenas, olvidados por completo del poder político y relegados de sus tierras hacia pequeñas localidades en donde ejecutaban trabajos forzosos y riesgosos. La falta de incentivos laborales, la creación de impuestos especiales, las largas horas de trabajo y la ausencia absoluta del respeto y la consideración por la condición humana, produjeron que el indígena se confine en el uso de sustancias perjudiciales para su salud.

Todo ello sumado a la absurda creencia de que el orden económico, político y social provenían de disposiciones celestiales, y que la divina providencia determinaba el futuro de los seres terrenales, produjo en la mentalidad de las clases sociales pobres una actitud resignada y poco combativa en contra los cánones celestiales. La tergiversación de la verdad realizada por métodos y formas de proceder inhumanas, produjeron en el pensamiento del indígena la idea de que la pobreza era el único camino al paraíso y que por lo tanto, no existía la necesidad de realizar un esfuerzo mental o físico para mejorar sus condiciones y niveles de vida terrenal.

Para Alberto Acosta, con la independencia política del Ecuador accedió al poder una alianza sociopolítica conformada por la oligarquía terrateniente e importadora, con el respaldo de los restos del militarismo grancolombiano y del clero, que instrumentalizaron a su beneficio gran parte del poder colonial heredado. [3]

De lo anteriormente mencionado, se desprende que la clase política de inicios del republicanismo ecuatoriano jamás elaboró el tan necesario consenso nacional, y a cambio de ello, perpetró únicamente un compromiso entre los sectores dominantes y despóticos de la sociedad ecuatoriana, la misma que se apoderó del poder Estatal y sirvió sus intereses particulares.

La economía y la sociedad estaban principalmente sustentada por la hacienda. En este conjunto de tierras en donde esencialmente se llevan a cabo actividades agrícolas y ganaderas, estaban asentados los indígenas, quienes mantenían una relación laboral bastante abusadora, similar a la esclavitud, denominada concertaje. Por este trabajo, el indígena recibía una mísera cantidad de dinero, altos impuestos y contribuciones para el Estado y la Iglesia. Dicho estado de pobreza forzó a los indígenas a solicitar préstamos monetarios con altos intereses, lo que produjo la perpetuidad de la deuda, transferible de padres a hijos, y la perennidad del abuso, la explotación, la miseria, y el subdesarrollo.

Rafael Correa[4]menciona que existió un incipiente desarrollo de la base productiva, alcanzada con altos grados de explotación de la población indígena por medio de instituciones como las mitas, los obrajes y las encomiendas. Indica el citado autor, que la rudimentaria economía ecuatoriana, se vio arruinada al momento de la integración al comercio internacional, principalmente con el Imperio Británico, y esto determinó la condición primario-exportadora de las economías de los nuevos países.

Las motivaciones por las cuales la ciudad de Guayaquil vio en el mercado internacional una forma de importar y exportar, no se deben única y exclusivamente a los conflictos políticos entre las clases altas de las regiones costa y sierra. Las desastrosas comunicaciones viales, junto a los robos en las carreteras desalentaron la intención de emprender negocios comerciales entre las provincias. La inseguridad vial fue un factor determinante para paralizar cualquier intento de acción destinada a la comercialización de bienes.

El cacao experimentó un crecimiento fabuloso, mejorando la situación económica de los costeños productores y exportadores de cacao. Los metrópolis europeas, y los Estados Unidos experimentaban un crecimiento económico sostenido desde mediados del siglo XIX hasta la crisis económica internacional de 1873. La demanda de trabajo fue cómodamente resuelta: mano de obra barata. Este denominado ""boom cacaotero"" no fomentó la inversión de los capitales extranjeros en actividades productivas, sino que fueron destinados al consumo de bienes suntuarios, lujos y artículos pomposos que se conseguían únicamente a través de la importación de los mismos. En otras ocasiones, las pocas familias beneficiarias del boom cacaotero residían en países europeos. Rafael Correa menciona que ""era tal la opulencia de los productores y exportadores cacaoteros que sus familias, y ellos mismos, frecuentemente residían en Francia."" [5]

En lugar de invertir cierta cantidad de dinero en la exploración de mejores métodos de producción que reduzcan la explotación obrera y aumenten la producción, los productores de cacao conceptuaron (erróneamente) que la mejor forma de aumentar el ingreso por exportaciones de cacao, sería únicamente expandiendo la frontera agrícola. La falta de inversión en la investigación e industria marcaría al Ecuador, y a su pequeña producción, como un país sujeto a los vaivenes internacionales del mercado.

Para Alberto Acosta, los ingresos que se obtenían, lejos de propiciar un proceso de acumulación de capitales para el desarrollo de otras actividades productivas, fueron destinados a ampliar la misma producción rudimentaria de cacao, a financiar importaciones suntuarias de las élites y a engrosar la fuga de capitales. [6]Los excedentes monetarios producto del cacao se repatriaron a sus países de origen.

Con la consolidación en el ámbito internacional de un sistema capitalista, las industrias de las potencias occidentales vieron en los países menos desarrollados importantes lugares para la explotación de materia prima, junto al abuso laboral de una mano de obra barata que le permitiría reducir sus costos operativos y posicionar sus productos en otros mercados. La teoría del libre cambio se impuso no solamente en la mentalidad de los industriales internacionales, sino también en los criterios de los productores y exportadores de ""la pepa de oro.""

El menoscabo económico sufrido por la Iglesia Católica repercutió en beneficio de la sociedad costeña, puesto que el Estado renunció a su derecho de recolectar el famoso diezmo. Con la revocatoria de este gravamen, los productores lograron percibir mayores ingresos económicos con la venta de el producto, sin embargo, tal como lo mencioné en líneas anteriores, dichos capitales jamás sirvieron para dinamizar el mercado o la producción interna, retrasando el desarrollo del Ecuador, y por ende el nivel de vida de sus habitantes.

Esta época o etapa de la vida republicana, a la cual se la considera como el período primario-exportador tuvo gran importancia en la economía ecuatoriana hasta las primeras cuatro décadas del siglo XX. Insisto en indicar que una causa del regazo del desarrollo económico del Ecuador se debió al desinterés en producir en tiempos estándares, bajo nuevos métodos de trabajo más eficientes e innovadores. Posiblemente los cacaoteros pensaron que la rentabilidad o la utilidad que recibían como producto de sus ventas y exportaciones iban a ser un ingreso permanente, mas la historia demuestra que aquella hipótesis no fue así. A mediados del siglo XX, la cantidad de recursos utilizados para la producción del cacao en relación a la cantidad de fruta producida dejó mucho que desear; y ello sumado a las fluctuaciones del mercado internacional, agravaron aun más la crisis de la pepa de oro.

Causas Principales del Retraso Económico del Ecuador

  • I. Educación

  • II. Corrupción

  • III. Racismo

  • IV. Desempleo

  • V. Inseguridad Jurídica

  • VI. Deuda Externa

  • VII. Falta de Planificación

  • VIII. Servicios Públicos

  • I. Educación

Entre los factores del retraso o subdesarrollo del Ecuador no puedo dejar a un lado la falta de información o conocimientos de las personas en general. La educación especializada y generalizada a todos los sectores de la sociedad ecuatoriana no fue una constante. La educación es y seguirá siendo una de las bases fundamentales del desarrollo económico de un Estado. Los países avanzados han realizado fuertes inversiones para aumentar el volumen y la calidad de la educación. En el mundo industrializado, la adecuación de los estándares educativos a lo que cada país o grupo de interés considera estratégico es motivo de análisis y discusión permanente.

Se entiende por educación al proceso en el que una persona se ve influenciada a desarrollar y cultivar aptitudes, conocimientos, hábitos y conductas y así lograr un proceso de socialización para enfrentarse positivamente a un medio social e integrarse al mismo y para lograr un máximo desarrollo en su personalidad. La educación también implica una concienciación conductual y cultural.

Así mismo, la educación es una de las mejores herramientas para la distribución del ingreso, ya que el salario que se recibirá por un trabajo calificado, ya sea técnico o profesional, representará un nivel superior de ingresos, con lo que se disminuyen las diferencias entre clases sociales y por lo tanto el inconformismo de las clases menos favorecidas, que al representar una gran proporción dentro del total de la población se convierten en un caldo de cultivo para la formación y crecimiento de grupos rebeldes alzados en armas.

Debido a la poca cobertura de la educación, la demanda por los puestos de trabajo menos calificados es muy grande en comparación a la demanda por los trabajos que requieren de cierta calificación. Los puestos mencionados primero son subvalorados y por lo tanto su salario no corresponde al esfuerzo real que estos implican. Solo disminuyendo la oferta para dichos puestos lograremos que estos tengan la remuneración que se merecen.

El Ecuador se ha visto permanentemente enfrentado a factores perjudiciales que afectan negativamente el desarrollo de su capital humano. El analfabetismo, la deserción escolar, deficiente instalaciones educativas, profesores poco actualizados, material didáctico anticuado y antipedagógico. Estas ineficiencias educativas se han presentado con mayor gravedad en los sectores rurales e indígenas, siendo los más afectados dentro de éstos grupos, las mujeres.

El hecho que un ciudadano no pueda comprender o darse a entender por escrito significa una privación a la capacidad del intelecto que disminuye el valor del recurso humano disponible, lo cual lo destina a realizar labores de baja remuneración, condenando su futuro a la carencia de recursos para una adecuada subsistencia.

El liberalismo, propuesta política iniciada por Alfaro, cambio el modelo de educación del Ecuador. Durante la época liberal existió una oposición radical hacia la tesis conservadora instaurada por Gabriel García Moreno durante su período de influencia sobre el Estado ecuatoriano (1860 – 1875). Con la Revolución Liberal del 5 de Junio de 1895, Alfaro fue llevado a la ciudad de Guayaquil para que asuma la jefatura del gobierno, estableciendo un orden político disímil al que venía practicándose en el Ecuador. La educación, anteriormente controlada por la Iglesia Católica fue ""nacionalizada"" y manejada por las instituciones públicas.

La educación dejo de ser instrucción religiosa para transformare en una moral laica y humanista. Para Emmanuelle Sinnardet, "" la educación laica hablaba del Ecuador y de su realidad, fomentando el desarrollo nacional gracias a un mejor conocimiento de sus recursos. Sobre todo, debe crear en los estudiantes un sentimiento de identificación con la nación, el orgullo nacional, introduciendo en la vida escolar la celebración de los grandes acontecimientos nacionales así como valorando la acción de ecuatorianos ilustres. "" [7]

La educación laica se extiende inclusive sobre el propio período liberal. Se siguió con el modelo de educación secularizado. Sin embargo, no podemos dejar de admitir la influencia negativa de la crisis económica internacional en la falta de políticas educativas a largo plazo. Gobiernos inestables no pueden generar políticas educativas a largo plazo.

Con lo mencionado en el párrafo anterior hago referencia a la baja demanda del cacao en los mercados internacionales, cuya principal causa fue la Primera Guerra Mundial, arrasó con la economía ecuatoriana. Por la caída de las exportaciones cacaoteras sumado a una posterior recesión internacional con el cierre de los mercados internacionales en 1929, el modelo agroexportador nacional estaba destinado a sucumbir. La década de los años treinta fue caracterizada por una seria inestabilidad política, ausencia de políticas educativas a largo plazo, alternancia de gobiernos antipopulares y dictatoriales, etc.

Las políticas pedagógicas olvidaron de la importancia de la educación pública general en la creación de un sentimiento nacional y utilitario para la cohesión social. No puede escapar de nuestro análisis el hecho que la historia, geografía, cívica, literatura activan el nacionalismo, la solidaridad nacional, el Ecuador por encima del ""yo"", lo que permite construir una nación unida, fortalecida por una identidad común dentro de la amalgama de culturas y nacionalidades coexistentes. A esto se suele denominar ""cohesión social"".

En el Ecuador, actualmente es notorio percatarnos de que la población tiene más oportunidades de estudiar en los primeros niveles. La mayoría accede a la educación básica, pero una fracción de ella llega al bachillerato, y aún menos culminan la universidad. Las familias más pobres tienen menores oportunidades de lograr que sus hijos culminen sus estudios. Es evidente que la educación logra tener una cobertura mucho mayor que los servicios de salud, en vista que pueden cubrir una cantidad más numerosa de personas. Sin embargo, existen fuertes desigualdades regionales entre el campo y la ciudad; así como en los sectores pobres de los acomodados.

No puedo dejar de mencionar que uno de los factores más críticos y lamentables, consiste en la oferta de la calidad de educación. La amplitud en la oferta de educación del Ecuador se ve tristemente contrastada con la pésima calidad de dicha oferta. Los salones o edificaciones se encuentran en mal estado, los instrumentos o herramientas de estudio están ausentes, no existen laboratorios o computadoras; y además de ello, existe una fuerte desmotivación de los profesores. Todo eso produce que la oferta educativa del Ecuador se encuentre por debajo de los desafíos que impone el mundo actual.

El mal uso de los fondos públicos, el tráfico de influencias, los sobornos, extorsiones, nepotismos, impunidad, sumado a un nivel elevado de tolerancia de corrupción, han llevado al Ecuador a verse sumergido, por su propia responsabilidad, en el profundo, oscuro y nefasto océano de la corrupción. La corrupción produce en última instancia el sostenimiento de una estructura putrefacta y caduca que a su vez engendra estructuras sociales apartadas y desvinculadas.

Generalmente los actos de corrupción son conocidos por la sociedad luego de investigaciones que son divulgadas en medios de comunicación social que generan escándalo y rechazo por parte de la mayor parte de la sociedad. Es por ello la importancia de una prensa responsable, investigadora, profesional e imparcial. La falta de honestidad y moralidad de los medios de comunicación puede desmembrar información valiosa que debe ser conocida por toda la sociedad, es por ello que la prensa debe ser un ente autónomo, reflexivo y consecuente con los intereses nacionales y no personales o particulares.

Sociólogos han establecido que existen distintos niveles de percepción de la corrupción. En primer lugar, existe la corrupción ""blanca"", la misma que es considerada como inofensiva ante los intereses generales de la población. En segundo lugar, tenemos a la corrupción ""gris"", la cual es practicada por un alto sector de la sociedad y que aparentemente no perjudica a la sociedad en su conjunto. Finalmente, existe la corrupción ""negra"" la misma que es rechazada tanto por minorías como por mayorías sociales, pues perjudican al total de la población. La corrupción ""negra"" suele ser la receta perfecta para producir un escándalo nacional, cuyos principales ingredientes son: cuantiosa cantidad de dinero, altos funcionarios, familias vinculadas, etc. Esta clase de corrupción ha producido un rechazo casi general de la sociedad hacia la práctica y el ejercicio de la política; sin embargo no podemos dejar de mencionar que ciertas personas con mentes ilícitas y corruptas han encontrado en la función pública un medio para enriquecerse y beneficiarse.

Xavier Zavala Egas menciona que ""en el fondo la corrupción puede convertirse en un problema cultural, el marco formativo y conductual predominante en nuestras sociedades, en unas más y en otras menos, es el individualismo, el consumismo, la carencia de valores, el afán por el poder, la codicia, un exitismo económico reflejado en un "tanto tienes tanto vales" y el débil compromiso con lo público y con el bien común, llegando así a la asfixiante y frustrante situación actual."" [8]

La corrupción aparece en el momento en que se ligan el corruptor con el corrupto, cuyo medio consiste en violentar las normas jurídicas existentes para favorecer intereses particulares o grupales, con el fin último de enriquecerse injustificada e ilegalmente. No obstante, también existe corrupción cuando los ciudadanos presenciamos o conocemos que una persona saque provecho de un hecho ilegal e inmoral, y no hacemos algo para combatir dicha degeneración social. Existe complicidad, confabulación y hasta culpabilidad cuando el nivel de tolerancia a la corrupción es elevado y admiramos al corrupto al cual le damos el calificativo de ""vivo"", sin entender que su propia existencia es funesta, inservible y nefasta para los intereses generales de una nación, y que un corrupto o sus actos sirven exclusivamente de ejemplo de putrefacción e inmundicia institucional, moral y humana.

La corrupción aumenta en los regímenes dictatoriales debido a la falta de organismos controladores que examinen las actuaciones de los funcionarios públicos. En dichos regímenes, el poder es vertical y tanto los medios y las instituciones públicas o privadas sirven a los intereses de aquellos que ocupan el estrato más elevado en de la pirámide gubernamental.

Teóricamente los cambios de gobernantes dentro de un sistema democrático, el esquema republicano sugerido por Montesquie de separación de poderes, la creación y puesta en funcionamiento de instituciones de control como la Contraloría General del Estado, junto a la libertad de opinión e información, deberían fortalecer el sistema democrático y participativo que permita combatir la corrupción. Sin embargo, tristemente, la realidad actual demuestra que la corrupción judicial del sistema de administración de justicia, autoriza a los cometedores de delitos a permanecer libres sin pagar su pena.

Cabe mencionar que la iniciativa de crear organismos e instituciones que ejerzan un control sobre el descompuesto ordenamiento administrativo del Ecuador provino del presidente Isidro Ayora trayendo en 1926 a la famosa Misión Kemmerer la cual estaba encargada en realizar un análisis profundo de las instituciones ecuatorianas y formular recomendaciones que impidan el cometimiento de perjuicios contra la administración publica. Por ello, entre sus recomendaciones contra la creación de un Banco Central, una Superintendencia de Bancos, una Dirección General de Aduanas, etc. La intención de los organismos de control era y sigue siendo evitar que el uso de los recursos públicos sean despilfarrados.

  • III. Racismo

Nunca ha sido motivo de profundo estudio o análisis el tema del racismo en la sociedad ecuatoriana. Este pensamiento de que existen personas con caracteres biológicos superiores y que sus rasgos físicos los transforman en mejores que otros, ha sido una constante en la historia de la Colonia y la República del Ecuador.

El motivo de la segregación de un grupo hacia otro se fundamenta principalmente en causas de índole racial. La discriminación racial, esto es, el acto de agredir por cualquier medio físico o psicológico a una persona de otra raza, fue y sigue siendo permanentemente practicado por ciertos sectores sociales que han heredado prácticas absurdas, retrogradas y por demás perjudiciales, puesto que han impedido lograr la unión, el consenso y la tan necesaria cohesión social ecuatoriana mencionada en párrafos anteriores.

Las actitudes, el sistema de valores y creencias religiosas apoyaron la idea de la existencia de una raza o un grupo superior. Esta supuesta raza superior controlaba las instituciones políticas, religiosas y económicas, lo cual lo convertía en amo y señor de las tierras que anteriormente conformaron la colonia y la posterior República ecuatoriana. Se apoderaron así mismo de las instituciones del poder político.

El racismo no solamente tiene su origen en el color de la piel sino en factores culturales. Pueden ser tan racistas los blancos, los negros, los indios, los europeos, africanos, americanos y los asiáticos. El racismo por el color de la piel es sólo una manifestación de dominio social, cultural, económico y, generalmente, violento por parte de un grupo de diferentes que se sitúa históricamente por encima de los demás a través del ejercicio del poder.

Las causas del racismo en el ser humano son un asunto complejo en el sentido de que no pueden ser analizadas de manera lineal o aislada. No existe la causa única que nos dé la respuesta a todas nuestras interrogantes. El ser humano, como una especie natural más, ha creado sus propios mecanismos sociales de convivencia y sus propios sistemas de valores.

Como manifestación clara del racismo, la segregación y la discriminación deben distinguirse desde un punto de vista analítico. La primera mantiene al grupo discriminado a distancia y le reserva espacios propios, que únicamente pueden abandonar en determinadas condiciones, más o menos restrictivas; la segunda le impone un trato diferenciado en diversos ámbitos de la vida social, en la que él participa, de una manera que puede llegar a humillarlo. En la práctica, segregación y discriminación pueden combinarse, como sucedía hasta hace poco tiempo en el Ecuador, en donde el apartheid con llevaba también una organización económica de la producción que convertía a los indios y negros en un grupo socialmente dominado, además de segregado.

Los ámbitos donde se ejerce la discriminación racial son numerosos. De este modo, el negarse a ceder espacios de poder a un grupo racializado, o al imponerles restricciones que los desmotivan, al exigirles un precio mayor en igualdad de circunstancias, al orientarlos hacia determinadas zonas, entre otras prácticas, pueden ocasionar, y han ocasionado un descalabro en la sociedad ecuatoriana.

El racismo está íntimamente relacionado con la explotación y dominación, y con la eterna división de grupos en: blancos, criollos, mestizos e indios. Estas divisiones que tienen origen en el periodo colonial, no hace otra cosa más que remarcar la desigualdad social en la que viven los diversos grupos indígenas, negros, etc. Por ello, una de las formas de combatir seriamente al racismo es instalando políticas Estatales que protejan los intereses de todos sus habitantes, y que involucren a toda la sociedad a participar activamente, fomentando que se respeten no sólo los derechos sino también que se dignifique el papel de los grupos indígenas, negros y a los política y socialmente excluidos.

Además de las mencionadas políticas Estatales, la lucha contra el racismo, debe comenzar desde la casa y la escuela; pasando a ser parte de los valores que se deben enseñar a los menores de edad. Las enseñanzas, ejemploz y valores recibidos cuando se es pequeño, influencian por el resto de la vida.No podemos permitir que los comportamiento racistas y discriminatorios se repitan en una sociedad como la ecuatoriana. La democracia participativa es un gran arma para luchar contra la discriminación, sexismo y racismo.

  • IV. Desempleo

En teoría el crecimiento de la economía de un Estado tiene que llevar a sus habitantes a una mejoría en los niveles para poder cubrir sus necesidades, sean básicas o elementales.

El desempleo en el Ecuador ha sido estadísticamente propuesto como bajo. Sin embargo, esto se debe a que las personas o familiares completamente pobres no pueden darse el lujo de no trabajar (en cualquier oficio) puesto que aquello los privaría de poder ingerir alimentos y continuar viviendo. A estos ""oficios informales"" se los ha denominado ""subempleo"". El subempleo es caracterizado por ser un trabajo de índole precario, sin la necesitada estabilidad laboral y que por lo general tiene una remuneración bastante baja. Este comportamiento es aceptado, teniendo en consideración las necesidades humanas de supervivencia, que producen una capacidad de adaptación y enfrentamiento a las crisis que ha sufrido el Ecuador. De conformidad a los datos del INEC, actualmente, el subempleo en el Ecuador pasó de 51,9%, a 51,3%, tomando como base Marzo 2009 a Marzo 2010.

Más allá de la perspectiva eminentemente laboral, debo indicar que el desempleo puede producir en una persona un sentimiento de rechazo, inferioridad, y exclusión, alterando seriamente su psiquis y condenando a dicha persona a vivir en un estado mental depresivo. Por ello es necesario indicar que el bienestar laboral y pecuniario, suelen ser factores influyentes en la salud mental de un trabajador. Es decir, la prosperidad económica de una sociedad, esto es, sus habitantes, está ligada con el bienestar mental y social. Bajo esta premisa, se entiende que el desempleo tiene un efecto económico y un efecto colectivo.

De conformidad a los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), la cifra de la paralización forzada total del Ecuador se encuentra actualmente en un 9,1% en el primer semestre de lo que va del año. Analizando el desempleo en las tres ciudades principales del Ecuador, notamos que la cifra del desempleo en la ciudad de Guayaquil bajó de 14% a 12,3%; en la capital de la provincia del Azuay también se redujo, pasando de 4,9% a 3,7%. Únicamente la ciudad de Quito demuestra un incremento del nivel del desempleo pasando de 7% a 7.1%.

  • V. Inseguridad Jurídica

La seguridad jurídica es un principio Universal del Derecho, íntimamente relacionado con el concepto de justicia. Por seguridad jurídica se entiende y fundamenta en la ´´certeza y conocimiento del derecho´´ tanto en lo relacionado con su publicidad como en la aplicación de la norma jurídica expresa. La seguridad jurídica representa lo que se conoce, o puede conocerse, lo previsto negado, mandado y permitido por la normativa jurídica, respecto a todas las personas que habitan en un territorio determinado.

En el sentido etimológico, la palabra seguridad deriva de la palabra latina “securitas´´ que significa estar seguros de algo. El Estado, a través de sus instituciones y organismos, es decir, como regulador de las relaciones que se realizan en la sociedad, establece las disposiciones legales a seguir, y además tiene la obligación de establecer un ámbito general de "seguridad jurídica" al ejercer el poder político, jurídico y legislativo.

El bienestar económico y jurídico que logre ofrecer un país a sus habitantes, no sólo depende de los planes que el gobierno de turno haya diseñado para alcanzar dicho propósito, existen también una serie de factores esenciales, inclusive de tipo subjetivo, que deben ser tomados en cuenta al momento de plantearse esta aspiración.

La seguridad jurídica es en el fondo la garantía que tiene todo individuo o institución, la cual es otorgada por el Estado, de tal modo que los habitantes, sus propiedades y derechos no serán violentados por nadie, o que, si esto último ocurre, le serán asegurados por la sociedad, la protección y reparación de los derechos, en medio de un proceso justo. Por lo tanto, la seguridad jurídica es la potestad que tenemos los ciudadanos de tal modo que no se vulneren nuestros derechos.

Analistas indican que la seguridad jurídica es condición principal para lograr la inversión en el país. Estudiosos de políticas sociales y económicas reconocen la necesidad de establecer reglas claras y estables para atraer a proyectos, empresas y por ende desarrollo al Ecuador.

En mi opinión, la seguridad jurídica se ve fuertemente afectada cuando existe profusión de leyes contradictorias y desorden normativo. Del mismo modo, existe inseguridad jurídica cuando concurre la lentitud de la administración de la justicia. Cabe indicar que mejorar el sistema de administración de justicia y evitar la abundancia de leyes y disposiciones legales contradictorias e inservibles es una labor que toma un tiempo considerable y cuyos resultados, lamentablemente, no pueden ser evidenciados en forma inmediata.

En el Ecuador, a través de su historia se ha detectado una fuente directa de inseguridad jurídica, por causa de la injerencia en el ámbito judicial de intereses ajenos, particulares, privados, los cuales han sido auspiciados principalmente por grupos de carácter políticos o económicos.

Del mismo modo, la Seguridad Jurídica tiene una trascendencia adicional la cual consiste en cambiar la imagen del Ecuador, y transformar su imagen de ser un país no apto para el desarrollo, quebrantado, impreciso en sus políticas e inseguro para la inversión y el desarrollo, y proyectarlo como el mejor país de Latinoamérica en donde el estado de derecho, junto a su sistema judicial brille por su honradez y celeridad. Los inversionistas nacionales o extranjeros se sentirán seriamente atraídos, lo cual convertirá al Ecuador en un referente de desarrollo a nivel regional.

Una vez que se instaure en la sociedad ecuatoriana y en su sistema judicial la tan necesaria Seguridad Jurídica, podremos los ciudadanos sentir la denominada “Certeza del derecho´´, la cual es definida como la previsibilidad que todo ciudadano reconoce de las consecuencias jurídicas de sus propios actos y acciones. Tomando las palabras de de Cesare Beccaria, la certeza del derecho permite que el ciudadano o habitante de un Estado pueda “juzgar por sí mismo cuál será el éxito de su libertad´´. En el Derecho ecuatoriano, es decir, el sistema Continental, la certeza del derecho nace en virtud de la publicidad de las normas y del principio de legalidad, y del sistema de fuentes del derecho debidamente legitimado. Desde la perspetiva de la aplicación se fundamenta únicamente en los tribunales de justicia, por medio de la figura de cosa juzgada.

La profesionalización de la gerencia pública y la administración de justicia, más que un deber del Estado, constituye una necesidad trascendental para alcanzar el progreso del Ecuador, ya que el desempeño del oficio estatal o de un sector del sistema por parte de órganos funcionarios idóneos, siempre se traduce en un beneficio para la población. Por lo tanto, la realización del desarrollo y de la justicia se logra única y exclusivamente cuando la norma administrativa y jurídica es aplicada correcta y equitativamente por los órganos administrativos o judiciales, a quienes les ha sido encomendada la labor de impartirla.

Manuel Simón Egaña indica que la seguridad jurídica, vista como un valor al cual aspira el Derecho en su conjunto, depende fundamentalmente de la existencia de organismos eficaces encargados de su aplicación. Por tal razón, el diseño de un ordenamiento jurídico, que en abstracto supone la posibilidad de otorgar soluciones a los conflictos de intereses que se puedan suscitar entre los miembros de la colectividad, aún cuando se considere que sus normas son técnicamente perfectas, no puede pensarse en ello como en el requisito único para alcanzar la seguridad jurídica, resulta primordial la existencia de un elemento de tipo subjetivo, es decir, personas capaces encargadas de su estudio y aplicabilidad al caso concreto.

Los ciudadanos que reclaman seguridad jurídica argumentan que el incumplimiento de la ley y la consecuente imprevisibilidad hacen ilusoria cualquier pretensión de desarrollo en el Ecuador. El estado de derecho es planteado así como una condición imprescindible para el progreso económico. Un sistema seguro no es bueno por el solo hecho de que sea estable y garantice derechos adquiridos, sino porque lo que está garantizando son derechos adquiridos compatibles con el interés general.

  • VI. Deuda Externa

Se entiende que la deuda externa es el resultado total de las deudas que tiene una nación deudora, a favor de otros Estados u organismos internacionales. Generalmente, y en los últimos sesenta años, podemos decir que la deuda externa suele darse con el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, en calidad de organismos acreedores. Cuando un país deudor recae en mora, es decir, cuando existe una problemática para cancelar y pagar sus deudas, sufre repercusiones en su desarrollo comercial, económico e incluso en la independencia territorial o política de sus instituciones.

Actualmente los acreedores se clasifican en bilaterales o multilaterales. Los bilaterales generalmente son los países que poseen mayor cantidad de recursos económicos tales como Italia, Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania, Japón, Canadá y Rusia, los cuales son conocidos en el concierto internacional como ""El Grupo de los 8"".

Los Instituciones Financieras Internacionales (IFIs) encuentran sus representantes en el Fondo Monetario Internacional [9](FMI) y el Banco Mundial [10]BM).

La década de los años setenta será recordada como aquella en donde la facilidad para conseguir préstamos monetarios internacionales era una constante y en donde la ubicación o colocación de aquellos recursos no le importaba a nadie. Inclusive, se llegó a pagar

En el Ecuador, la deuda empezó a existir inclusive antes de la formación, constitución o realización de lo que actualmente conocemos como República del Ecuador ya que adquirimos una deuda con el propósito de independizarnos del yugo español, la cual logro ser cancelada en 1979, en decir, 149 años después de haber logrado la independencia.

Para lograr la independencia de España, los pueblos latinoamericanos requerían de armamento, equipos, uniformes y muchos otros artículos que debían adquirir en el exterior, para lo cual se contrataron préstamos en Europa, en países como Gran Bretaña, que tenían claros intereses comerciales para debilitar la presencia española en América. De esta manera los préstamos conseguidos legitimaron a las nacientes repúblicas, aún antes de ser reconocidas políticamente y contribuyeron al logro de dicho reconocimiento.

De 1830 a 1854, el país vivió en moratoria con el mercado financiero internacional. En los primeros 65 años transcurridos desde su conformación como república independiente, sirvió su deuda apenas 16 años. Realizando enormes sacrificios pago los intereses hasta 1869. En falta con sus acreedores el Ecuador vivió hasta mayo de 1893, cuando volvió a servir la deuda hasta julio del año siguiente. Razón por la cual durante mucho tiempo del siglo pasado nuestro país no fue objeto de crédito de la banca internacional. Esta situación hizo que Eloy Alfaro considerara la deuda inglesa como "Gordiana", es decir insoluble.

En el año de 1976, gracias a la bonanza petrolera que vivía el Ecuador, y después de más de muchos años de la contratación inicial de la deuda, el Ecuador termina de cancelar la deuda inglesa.

En la década de los 70, el auge petrolero introdujo un cambio substancial en la estructura económica y social del país que, lo cual permite que desde 1972, la producción y comercialización externa del petróleo tomen el impulso suficiente para hacer pensar que el Ecuador transitaba por la senda del progreso y del desarrollo. Las condiciones del mercado internacional de aquel entonces, permitieron que se desarrolle una notable mejora en los términos del intercambio dado el constante incremento del precio del crudo en el mercado mundial, el cual, entre 1972 y 1980 ascendió de 2.5 a 35.2 dólares el barril, destacándose en este lapso la variación de 1979 debido a la crisis del Golfo Pérsico.

Estos dos factores permitieron al Estado disponer de una substancial e inusitada fuente de recursos. Además, la escalada de los ingresos petroleros permitió fortalecer las reservas internacionales y por ende la capacidad de compra del país. Adicionalmente, este contexto aparentemente favorable le permitió al país convertirse en un atractivo sujeto de crédito, dándose inicio a un importante endeudamiento externo a partir de 1976.

El esquema económico, sustentado en el ingreso de divisas vía petróleo y deuda externa, se encaminó básicamente al mantenimiento del modelo de sustitución de importaciones basado en el otorgamiento de subsidios y en la fijación de precios claves como el tipo de cambio y la tasa de interés, en niveles inferiores a los de mercado. La tasa de interés real alcanzó valores negativos, afectando el ahorro interno. Para suplir la brecha de ahorro doméstico y el déficit en cuenta corriente de balanza de pagos las autoridades acudieron a un agresivo endeudamiento externo, aprovechando la coyuntura de liberalidad en la concesión de préstamos por parte de la banca internacional, fenómeno vinculado la reciclaje de los petrodólares.

Desde el punto de vista de política fiscal, los ingresos petroleros permitieron incrementar ostensiblemente los gastos gubernamentales y, junto con el papel paternalista asumido por el Estado, el sector público amplió su participación en diferentes campos con un crecimiento burocrático desmedido. La solvencia de las finanzas públicas facilitó un esquema de desarrollo proteccionista que no logró necesariamente un mejoramiento de las rentas de acuerdo al dinamismo que iban adquiriendo ciertos sectores productivos.

Los años ochenta se inician con cambios importantes de orden político y económico que determinaron una nueva estrategia en la aplicación de los programas de gobierno. Estos son: el retorno en 1979 al régimen democrático y, el agravamiento de los desequilibrios económicos que venían acumulándose desde la década anterior.

A esto se sumó un contexto internacional desfavorable, caracterizado por: 1) la moratoria de la deuda externa mexicana y la imposibilidad de pago de los compromisos financieros adquiridos por parte de los países en desarrollo, que determinaron el cierre del financiamiento externo para América Latina; 2) la elevación de las tasas de interés en el mercado internacional, lo cual aumentó más aún, en los años posteriores, el servicio de la deuda externa a niveles preocupantes; 3) la contracción del comercio internacional debido a la baja en los precios y demanda de productos primarios y, a restricciones al comercio por parte de Estados Unidos; y 4) el debilitamiento del mercado petrolero.

Posteriormente a la crisis de 1982 la banca privada internacional y los organismos financieros internacional para evitar el colapso del sistema financiero internacional privado desplegaron mecanismos de préstamos que consistían en la concertación de paquetes de refinanciamiento anuales, junto con la provisión de nuevos créditos conocidos como "dinero fresco" destinados a cubrir el pago de intereses y la aplicación de estrictos programas de ajuste que serían supervisados por el Fondo Monetario Internacional como condición previa a la suscripción de nuevos acuerdos de reprogramación.

En 1983 el gobierno del Dr. Oswaldo Hurtado impulsa la sucretización o estatización de la deuda privada, mecanismo mediante el cual el Banco Central asumió frente al exterior, las obligaciones contraídas en dólares por los empresarios privados y, a cambio, éstos se comprometieron a pagar su equivalente en sucres al Instituto Emisor, a tasas de interés bajas, y en cuanto al tipo de cambio, se establecía una paridad fija, comprometiéndose el Banco Central a asumir la diferencia cambiaria entre esa paridad de 1983 y la que exista en le lapso de cancelación de los préstamos. Esta medida representó la más grande transferencia de recurso del Estado al sector privado, realizado en medio de una de las más graves crisis económicas de nuestra historia. En el gobierno de León Febres Cordero, el plazo de pago en sucres al Banco Central se amplió de tres a siete años, mientras el sucre seguía perdiendo su valor, el subsidio concedido era más representativo.

En octubre de 1985 se lanzó el llamado Plan Baker, una primera iniciativa oficial norteamericana que reconocía explícitamente la necesidad de aplicar programas de ajuste que no descuiden los objetivos de crecimiento, con este plan aparecen esquemas multianuales de refinanciación de la deuda. El Ecuador fue uno de los primeros beneficiarios al suscribir en diciembre de 1985 el Acuerdo Multianual de Refinanciamiento (MYRA), a través de este convenio se reprogramaron a doce años plazo y con tasa de Interés menores, los vencimientos comprendidos entre 1985 y 1989. En el siguiente año el Banco Central del Ecuador firmó el llamado Convenio de Consolidación, mediante el cual se refinanció la deuda externa sucretizada y asumida por el Banco Central en 1983 en el gobierno de Hurtado.

La violenta baja en el precio del petróleo en 1986 y el terremoto de marzo de 1987, determinaron que el Ecuador empiece a acumular atrasos del principal e intereses sobre la deuda externa bancaria, lo que significó la restricción de nuevos desembolsos externos por la suspensión del servicio de la deuda externa, hecho que incidió en la caída de su valor de mercado secundario y posteriormente en la aplicación del proceso de conversión de deuda externa por inversión.

Los recursos financieros obtenidos en el exterior mediante los préstamos, jamás fueron destinados a las obras y proyectos que realmente necesita el Ecuador y que contribuyeran al desarrollo económico y social e sus habitantes. En la mayoría de los casos, los empréstitos beneficiaron a unos pocos, mientras la mayoría de la población se hundió cada vez más en la miseria y el subdesarrollo. Debió existir una prioridad en invertir dichos fondos en las actividades productivas que generan recursos para lograr pagar el financiamiento que se obtuvo, sin dejar de lado las obras sociales, que también son indispensables para la población desventajada.

Alberto Acosta menciona que el endeudamiento externo que sufrió el Ecuador, precisamente en el momento en que se descubrieron yacimientos de petróleo, fue experimentado por países de la región con sus propias particularidades. Los créditos financieros que en décadas anteriores estaban prácticamente vedados para los países subdesarrollados, en la década de los setenta estaban a un estirón de manos.

La facilidad de conseguir empréstitos del extranjero, ayudó a las clases sociales privilegiadas de los países solicitantes de créditos, a poder financiar el déficit por el cual estábamos atravesando. Es decir, el crecimiento económico atrajo grandes cantidades de capitales, que, en lugar de servir para proyectos que mejoren las bases estructurales de la economía, fueron utilizados para cancelar deudas anteriores, llevando al Ecuador a la obligatoriedad de tener que cubrir dichas prestaciones sin respaldo.

Además de los factores internacionales, es necesario efectuar un análisis retrospectivo de la crisis originada casa adentro, en donde sucedieron incidentes que profundizaron la crisis de la deuda externa, en cuanto a sus elevados niveles y su pésima utilización. A manera de ejemplo podemos mencionar las siguientes:

  • Inversiones efectuadas sin el análisis correspondiente.

  • Adopción de un sistema de vida y consumo similar al de los países desarrollados. Es decir, se consolidó un nivel de vida encaminada al consumo y la moda, lo cual indirectamente ""obligaba"" a un amplio sector de la sociedad a adquirir bienes y servicios, sin importar las deudas adquiridas para conseguirlas.

  • Gastos militares absurdamente elevados.

  • Fuga de capitales, junto a la dificultad en conseguir créditos para los sectores productivos (cuando no se tiene ""padrino"").

  • Incesante pago de intereses de los créditos de la banca internacional.

  • Incremento de las tasas de interés y reducción de los préstamos en la década de los 80 provocadas por la política económica del gobierno norteamericano, denominado ""reaganomics"", por el presidente Ronald Reagan.

  • VII. Planificación

Planificar consiste en la responsabilidad y deber patriota que tienen los funcionarios gubernamentales para estudiar de manera anticipada sus planes, proyectos, objetivos y acciones a realizar en beneficio de la sociedad entera. Las políticas estatales deben sustentar su accionar en algún método y lógica, que contemple los objetivos del Ecuador y que definan los procedimientos adecuados para lograr dichas metas.

Los planes son el elemento clave que para que un Gobierno obtenga los resultados esperados. La planificación permite conocer los recursos que necesitará para lograr los objetivos previamente trazados. Los miembros de la clase política o directiva, que desempeñen actividades en las instituciones y organismos y tomen decisiones congruentes con los objetivos y procedimientos escogidos. Asimismo, ayuda a fijar prioridades, permite concentrarse en las fortalezas del Plan de Desarrollo Nacional (Actualmente elaborado por la SENPLADES) , y ayuda a tratar los problemas de cambios en el entorno interno económico, y externo o en base a los mercados internacionales, entre otros factores.

No podemos negar que existen fuerzas o grupos opuestos al cambio que pueden afectar a la planificación y a su ejecución. La resistencia psicológica al cambio, y la oposición antipatriota han sido los peores enemigos del cambio positivo en el Ecuador. Sin embargo, con la correcta y suficiente información a la ciudadanía, el uso efectivo de los recursos, y la demostración de beneficiar al interés nacional, permiten que la ciudadanía apoye a las iniciativas estatales.

En la actualidad, existe la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (SENPLADES), la misma que tiene a su cargo la formulación, planificación y proyección de las políticas públicas que servirán para el desarrollo de los ecuatorianos.

Podemos decir que con la Constitución de la Política de la República, la planificación ha recuperado su espacio dentro de la organización de las políticas públicas estatales. Anteriormente, la planificación era nula, y el destino de la Patria estaba subordinado a los intereses de un reducido grupo político y económico, que tenía en sus manos el poder.

La planificación ha sido inclusive elevada a interés y política nacional, particularmente al estar contenida en disposiciones de orden constitucional, tal como lo indica el artículo 227 de la Carta Magna del Estado, la misma que indica que “La administración pública constituye un servicio a la colectividad que se rige por los principios de eficacia, eficiencia, calidad, jerarquía, desconcentración, descentralización, coordinación, participación, planificación, transparencia y evaluación. ´´ [11]

La planificación del desarrollo es fundamental para el cambio, para organizar la función pública, rescatar su eficiencia y legitimidad y orientar la actividad privada hacia objetivos nacionales. Solo la coordinación integral entre instituciones del Estado, gobierno central y organismos seccionales, viabiliza la redistribución de la riqueza que es indispensable para obtener una sociedad más justa, lo que se ha denominado el buen vivir, entendido como el desarrollo de capacidades humanas y convivencia en armonía con el medioambiente.

Como lo indique anteriormente, la SENPLADES es la encargada de llevar a cabo la planificación y el desarrollo del Estado. La SENPLADES promueve una planificación incluyente, que se plasma en los territorios por la vía de la desconcentración, la descentralización y la participación ciudadana. Para ello aporta herramientas técnicas útiles para fomentar servicios y políticas públicas para el buen vivir ciudadano. Esta visión integral de la planificación solo se logrará con la coordinación entre las instituciones del Estado y el gobierno central y los organismos seccionales. Es la única manera de viabilizar una adecuada distribución de la riqueza, indispensable para obtener una sociedad más justa y, por consecuencia, acercarse al buen vivir.

La SENPLADES tiene seis grandes objetivos por cumplir: 1. Lograr que el país cuente con un sistema articulado de planificación con principios, normas y mecanismos que permitan organizar la función pública y orientar la actividad privada para alcanzar los objetivos nacionales.2. Diseñar e implementar un sistema de planificación participativo, descentralizado, autorregulado y operativo, que brinde espacios adecuados para las iniciativas de desarrollo nacional y local.3. Formular el Plan Nacional de Desarrollo con objetivos, metas e indicadores que faciliten su monitoreo, evaluación y actualización.4. Promover la gestión por resultados, la rendición de cuentas a través del monitoreo y la evaluación de la gestión del sector público en relación a sus objetivos y metas planteadas.

5. Proveer de metodologías y herramientas de participación ciudadana en la elaboración de planes, programas, propuestas de reforma del Estado y ordenamiento territorial.

6. Coordinar las acciones de las distintas instituciones del Estado para alcanzar el cumplimiento de las metas y objetivos de Desarrollo Nacional.

  • VIII. Servicios Públicos

En mi opinión, la salud y educación constituyen dos de los servicios más importantes que deben ser proporcionados por el Estado, o entiéndase su Gobierno. Es importante resaltar que la cobertura y la calidad, entendido a estas como su distribución geográfica, junto a su eficiencia y calidad son los dos aspectos más importantes de análisis en lo relacionado a los servicios públicos.

Con respecto a la salud, en la actualidad las medidas más usadas para examinar el nivel de atención de salud, constituyen las camas hospitalarias y médicos por cada 10.000 habitantes. De esta forma, logramos tener una idea sobre la capacidad de atención médica oportuna y eficiente. Vale indicar que los servicios de salud en los últimos treinta años ha tenido un deterioro, en vista del crecimiento poblacional, unido a las políticas neoliberales que pusieron en segundo plano la salud, lo cual provocó que el Estado no tenga la capacidad necesaria de proporcionar un sistema de salud apropiado a las necesidades de la sociedad.

Esta débil cobertura de los servicios médicos o de salud, no solamente hace referencia a la baja cantidad de establecimientos hospitalarios o al número de médicos, puesto que la complejidad y dificultad de conseguir medicamentos por sus altos precios, y en vista que el Estado no facilita su adquisición, provoca la imposibilidad de atender las necesidades humanas de salud. Es extraoficialmente conocido (y practicado) que son los familiares y amigos cercanos de los enfermos, quienes deben proporcionar los medicamentos que serán utilizados por las instituciones de salud.

De la mano de la salud transita la seguridad social. Una manera de enfrentar los enormes gastos que se derivan de los servicios y la operación de la salud, es creando un sistema de seguridad en salud. Los servicios de seguridad social pública en el Ecuador se remontan a la década del treinta del siglo pasado, puesto que en 1938 se creó el actual Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Los objetivos fundamentales del IESS consiste en efectuar un aseguramiento del trabajador para asegurarle un fondo de pensiones para las jubilaciones, y también para proporcionarle un seguro médico. Poco a poco, el IESS fue tomando otras atribuciones o responsabilidades adicionales, tales como los fondos de cesantía, créditos (hipotecarios principalmente) los mismos que ya tienen algunos años de funcionamiento. Sin embargo el seguro social ecuatoriano graves problemas financieros y de cobertura del servicio en vista de la enorme o desbordada cantidad de demanda de servicio, junto a su falta de inversión o correcta administración.

El problema financiero radica principalmente en dos causas claramente definidas. En primer lugar, las políticas de salarios tendieron a efectuar un congelamiento del salario mínimo (o básico) y aumentar las compensaciones, por lo que el monto total del aporte al seguro se mantuvo permanentemente bajo. En segundo lugar, las obligaciones legales patronales rara vez eran realizadas. En efecto, la Ley indica que los aportes deben ser pagados en partes iguales, siendo el aporte de los empleados descontados de sus salarios, y los aportes de los empleadores eran rara vez depositados o tardíamente realizados.

Vale mencionar que el IESS no ha estado ajeno del debate político. Durante la Administración del derechista Sixto Durán-Ballén, y con el propósito de llevar a cabo la ""modernización total"" del sistema de Seguridad Social, se pretendió privatizar dicha institución. En 1995 la población se pronunció mayoritariamente en una consulta popular por el mantenimiento del carácter ""público"" y una abierta oposición a su privatización. Un segundo análisis tuvo en 1998 cuando en la Asamblea Constituyente se debatió sobre la necesidad de privatizar al IESS, postura que fue apoyada por los partidos de derecha y conservadores del Ecuador, y rechazado por la ciudadanía en general.

Vale mencionar que, a pesar de los enormes problemas de salud y seguridad social, han existido mejoras considerables en la provisión de los mencionados servicios en la sociedad ecuatoriana. Aquello lo podemos ratificar al indicar que tanto la ""esperanza de vida al nacer"" o la Tasa de Mortalidad Infantil ha tenido un desarrollo favorable.

Otro de los servicios de vital importancia para el desarrollo humano constituye examinar la disponibilidad de uno de los bienes que causa el mayor bienestar en la sociedad, y esta es la vivienda. El Censo de Población y de la Vivienda llevado a cabo en el año del 2001, demostró que en el Ecuador existían aproximadamente tres y medio millones de viviendas, de las cuales 2.8 millones eran particulares; esto significa que el resto eran hosterías, hoteles, residenciales, cuarteles de las Fuerzas Armadas, conventos, etc.). En provincias como Manabí y Esmeraldas se identificó que habitaban un promedio de cinco personas por cada vivienda, mientras que en Galápagos o Pichincha, existía el promedio era inferior a cuatro. Generalmente, estos índices se presentan con mayor incidencia en las zonas rurales, las mismas que son donde existe mayor carencia de servicios básicos (electricidad, agua potable, alcantarillado).

Conclusiones

El Ecuador ha sufrido, soportado y aguantado una inmensa cantidad de adversidades ocasionadas principalmente por su clase política inexperta, carentes de un sentimiento de patriotismo, y ansiosa en saciar necesidades privadas y particulares, dejando a un lado los intereses de la colectividad.

Se ha demostrado que desde tiempos anteriores al sistema incaico, las formas de organización de la sociedad en el territorio que actualmente se conoce como Ecuador, ha sido principalmente gobernado por un jefe autoritario y dictatorial, ostentaron de los poderes políticos, militares y religiosos, centralizando el poder en todas sus formas y ajenos a las necesidades de sus súbditos. Las disputas por obtener el poder total ocasionaron la guerra entre los descendientes de Huayna Capac, amo del Tahuantinsuyo. Sus hijos Huáscar y Atahualpa produjeron una sangrienta guerra, de la cual salió victorioso el último de éstos. Sin embargo, no pudo ejercer su poder sobre las tierras de la cual era la máxima autoridad en vista que una nueva sociedad, los españoles, venían a ocasionar uno de los genocidios y etnocidios más crueles, extensos territorialmente y duraderos en términos de tiempo, que ha conocido la humanidad.

Es notable también que durante los últimos siglos de la historia de nuestra Patria, sus actores principales, es decir, sus protagonistas (políticos, notables, empresarios, religiosos) han pertenecido a la descendencia española, que supo explotar sistemáticamente a los indígenas, ocasionando una conflictiva relación social entre clases diferentes y disímiles. Dichas diferencias poco han cambiado en los últimos años, y han permitido el mantenimiento de una nueva estructura de racismo, discriminación y segregación en los niveles sociales, educativos, entre otros.

Por ello, es evidente que en la actualidad existe un ""neo-ecua-colonialismo"" , entendido a este como el mantenimiento de la estructura colonial en la sociedad de hoy. Esto significa que el poder político, social, económico y cultural continúa en manos y ostentación de aquellos que gobernaron la vida del Ecuador en su etapa colonial. Sus prácticas de segregación han sido modificadas, pero su brutal resultado sigue siendo el mismo: pobreza, miseria, exclusión. Es ineludible, impostergable y obligatorio que realicemos un cambio positivo en nuestra mentalidad, y entender que el problema social del Ecuador radica fundamentalmente en la organización de su sociedad y en las relaciones que durante siglos han mantenido los habitantes de esta Patria. No será posible mejorar la condición material de nuestro país, salvo el caso que mejoremos la condición humana nuestra.

La mejora de las relaciones sociales permitirá al Ecuador aprovechar la capacidad intelectual y laboral de nuestros compatriotas, ocasionando la tan necesaria cohesión y unificación social, que permita al Ecuador articularse en una causa común: cruzada contra la pobreza, guerra contra la injusticia, exclusión de la corrupción, y combate frontal contra la desigualdad.

Los conocimientos, capacidades, aptitudes, talentos y competencias deben ser destinados al desarrollo de actividades de desarrollo humano y económico, planificando con antelación el perfeccionamiento de dichas empresas, en la cual se logre armonizar el desarrollo humano, el crecimiento económico y el cuidado al medio ambiente, que permita a generaciones futuras disfrutar de un Ecuador justo, solidario, libre y progresista.

Bibliografía

  • Constitución Política de la República del Ecuador

  • Alberto Acosta – Historia Económica del Ecuador.

  • Osvaldo Hurtado – El Poder Político en el Ecuador

  • Osvaldo Hurtado – Las costumbre de los ecuatorianos

  • Enrique Ayala Mora – Historia del Ecuador

  • Rafael Correa Delgado – Ecuador: de Banana Republic, a NO republica.

  • Pablo Lucio Paredes – Ecuador: De no republica, a no republica.

  • Pablo Ospina Peralta – Manual de Realidad Nacional.

 

 

 

Autor:

Fernando Javier Cevallos Salazar

UNIVERSIDAD DE ESPECIALIDADES

ESPÍRITU SANTO

TRABAJO DE SEMINARIO DE FIN DE CARRERA PREVIA LA OBTENCIÓN DEL TÍTULO DE:

LICENCIADO EN POLÍTICA Y GOBIERNO.

Agosto del 2010.

[1] Osvaldo Hurtado. Las Costumbres de los Ecuatorianos. Editorial Planeta. 2007.

[2] El Poder Pol?tico en el Ecuador

[3] Alberto Acosta. Breve historia econ?mica del Ecuador. P?g. 24. Corporaci?n Editora Nacional. 2006.

[4] Rafael Correa. De Banana Republic, a No Republica. Random House Mondadori. 2009.

[5] Ibidem.

[6] Ibidem.

[7] Emmanuelle Sinnardet. Instituto Franc?s de Estudios Andinos. ??Naci?n y educaci?n en el Ecuador de los a?os treinta y cuarenta??. Revista ?conos.

[8] http://www.clad.org/documentos/otros-documentos/corrupcion-politica-el-caso-del-ecuador

[9] La decisi?n de establecer el Fondo Monetario Internacional (FMI) se adopt? en una conferencia celebrada en Bretton Woods (EEUU) en julio de 1944. El FMI inici? oficialmente su existencia el 27 de diciembre de 1945, con la firma de su Convenio Constitutivo. Sus operaciones financieras se iniciaron el 1ro de marzo de 1947.

[10] Organismo especializado y adscrito a la Organizaci?n de Naciones Unidas (ONU) cuya labor principal consiste en otorgar asistencia financiera y t?cnica en beneficio de los pa?ses menos desarrollados. Busca reducir la pobreza mediante pr?stamos monetarios a con un inter?s bajo, as? como aportar con conocimiens t?cnicos, etc. Est? integrado por 186 pa?ses miembros. Fue creado en el a?o de 1944 y su sede principal se encuentra en Washington, Estados Unidos.

[11] Constituci?n Pol?tica de la Rep?blica del Ecuador.

Partes: 1, 2
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