- Da Vinci y la filosofia de la vida
- Descartes, un apunte sobre el racionalismo con repercusiones actuales
- Juan Jacobo Rousseau y el Contrato social
- Kant, sobre la Ilustración
- Hegel, una mirada desde una perspectiva objetivista
- Augusto Comte: padre del positivismo
- Karl Marx y el humanismo proletario
- Schopenhauer, nihilismo cínico
- Friedrich Nietzsche, humanismo ateo
- Humanismo y existencialismo
- Kierkegaard y el concepto de la angustia
- Jean Paul Sartre, filosofía y existencialismo
- Karl Popper, falsacionista crítico
- Nicolás Gómez Dávila, pensador de lo implícito
- José Martí, humanismo latinoamericano
- Estanislao Zuleta, humanismo y autenticidad
- Conclusiónes
- Bibliografía
"Un pensador es un hombre cuyo destino consiste en representar simbólicamente su tiempo, por medio de sus intuiciones y conceptos personales. Entendiendo que la verdad no la construye él, sino la descubre en sí mismo; la verdad es el pensador mismo, es la esencia propia reducida a las palabras, el sentido de su personalidad vaciado en una doctrina y la verdad es inmutable para toda la vida, porque es idéntica a la vida". Oswaldo Spengler
La filosofía es una disciplina del pensamiento que pretende explicar el gran misterio de la vida y del mundo, a través de la racionalidad. Ella indaga sobre el sentido profundo del origen de las cosas. La palabra filosofía se remonta a la palabra filósofo. Su esencia es griega. Heidegger plantea: "sólo filosofamos cuando entablamos una conversación con los filósofos y para esto es necesario que discutamos con ellos punto por punto aquello de lo que ellos hablan".1 Ese es el propósito del presente escrito: discutir con aquellos que desde la aurora del renacimiento hasta nuestros días han hilado en el tiempo las teorías más importantes y han determinado el florecimiento de la modernidad. Por el contrario, Sartre sostiene que la "filosofía aparece para algunas personas como un entorno homogéneo: allí los pensamientos se elevan y mueren, allí los sistemas se construyen, allí, alternativamente, se derrumban. Otros toman la filosofía para una actitud específica de poder adoptar libremente en la voluntad. Todavía otros la ven como segmento resultado de la cultura. En nuestra opinión la filosofía no existe" [1]. La filosofía como actitud reflexiva pretende conocer por medio de la razón, las relaciones más profundas y permanentes de cada ser, busca su sentido. Si observamos la historia de la filosofía desde el viejo Thales hasta Popper, hallamos que cada pensador cree haber encontrado la verdad, y nosotros sin caer en dogmatismos y determinismos debemos tener el carácter suficiente para extraer de cada uno de ellos su aporte a la cultura del pensamiento universal. En tal sentido, el presente escrito pretende reseñar de cada uno de los filósofos post-renacentistas que han contribuido a confeccionar la arquitectura de la modernidad, sólo ese conocimiento superior que ha sido legado para ordenar nuestras vidas.
DA VINCI Y LA FILOSOFIA DE LA VIDA Nació el 15 de abril de 1452 en Archiano, cerca de Vinci y murió en Choux el 2, de mayo de 1519. Es el hombre más polifacético y genial que ha parido la humanidad. Fue pintor, escultor, dibujante, arquitecto, urbanista, ingeniero, proyectista, inventor y fundamentalmente pensador. Hijo natural, de madre soltera. Vivió una vida intensa con las preocupaciones más de orden científico que de otra naturaleza. Por eso su personalidad es deslumbrante y proteica. Siendo aún muy joven escribió: "Siento el deseo de hacer milagros", y los hizo. Son muchas las cosas que pasaron por su mente, incontables los proyectos que cristalizó con sus manos, hoy sólo podemos disfrutar de unos cuantos trabajos que se resisten al tiempo. Pero aún así, son verdaderas proezas. El maestro Leonardo Da Vinci vivió los primeros tiempos del renacimiento y fue tal vez el acontecimiento que marcó su carácter y le permitió agigantar sus cualidades y aptitudes. El renacimiento es el mayor movimiento cultural de todos los tiempos y creó las condiciones para el surgimiento de la modernidad. Se caracterizó por enfrentar las viejas formas del pensar medieval y rescatar los valores éticos, estéticos y el racionalismo del mundo grecorromano. Tuvo inicialmente como escenario Florencia y muy rápidamente recorrió la península Itálica y posteriormente invadió Europa, convirtiéndose en la gran cantera de los humanistas. Leonardo fue un hijo y a la vez uno de los progenitores del renacimiento. Por eso su trabajo fue duro y exigente. Marcado por un afán perfeccionista en la búsqueda de lo máximo, nunca se dió por satisfecho, sin copiar jamás, siguiendo sus intuiciones, huyendo de todo convencionalismo de cosas artificiales y de las frivolidades del entorno. Siempre que terminaba una tarea se proponía otra más exigente, más difícil. Fue un hombre universal que tuvo el valor de valerse de su propio entendimiento, como diría Kant, nunca estuvo marcado por la minoría de edad. Por el contrario, logró la ilustración en forma anticipada. Realizó incursiones en la literatura, se interesó vivamente por las matemáticas, realizó estudios de música, conoció los escritos de los grandes pensadores antiguos. Entre sus creaciones supremas se cuentan: La virgen de las rocas, la Gioconda; realizó importantes estudios sobre el planeta tierra, cartografías, estudios anatómicos. Su gran capacidad de observar y su excepcional inteligencia le permitieron teorizar sobre los campos de la dinámica, comprender el movimiento de las olas, las corrientes de aire, las vibraciones eléctricas. Y tal vez fueron algunas dificultades políticas de su tiempo lo que impidió que este coloso ocupara un lugar destacado en el pensamiento filosófico. "La filosofía es un modo de competencia, que es capaz de ver, es decir, de buscar algo con la mirada y poner a la vista y mantener en vista esto que aquella busca con la mirada" Heidegger
Ese fue Leonardo Da Vinci, un buscador, un pensador inquieto que con la mirada supo encontrar múltiples soluciones prácticas a los problemas de la humanidad. Aún así, su gran ambición fue volar, esa fue su gran obsesión. Por eso dedicó buena parte del tiempo al propósito de diseñar la máquina capaz de transportarlo por los aires. Pensando en eso, logro diseñar el submarino, el automóvil y una ciudad con avenidas subterráneas sin congestiones de tránsito. La obra y vida de Leonardo Da Vinci es una síntesis del hombre integral que necesita la humanidad, capaz de actuar, razonar y de sentir sin la ayuda del otro.
DESCARTES, UN APUNTE SOBRE EL RACIONALISMO CON REPERCUSIONES ACTUALES El pensador francés René Descartes, nació en La Haya en1596, vivió una vida errante con el afán de conocer Europa y de probar fortuna. Entre 1625 y 1628 vivió en París. En 1628 se traslada a Holanda donde encontró un clima de tranquilidad para sus reflexiones, en 1649 permanece en Suecia hasta 1650, fecha en la que fallece, víctima de una pulmonía. Descartes aprende la cábala, era amigo de la magia y de la astrología. En la primera época aprende la cultura del renacentista, cultura que termina rechazando cuando evoluciona su pensamiento científico. Él es un personaje extraño, nace en una familia pudiente. Además de filósofo fue matemático, físico, militar, abogado, es decir un hombre de mundo dedicado a las ciencias, las letras y la filosofía, que interpretó las inquietudes del renacimiento y formuló su propio sistema construtivista de filosofar. Desde muy joven se obsesionó por la búsqueda de las verdades y se propuso derrotar la penumbra oscurantista de la escolástica. En tal sentido, fue uno de sus propósitos establecer distinción entre lo verdadero y lo falso, intentando la conquista de certezas inapelables. Por eso, abandonó el academicismo propio de las universidades de su época para dedicarse a buscar la ciencia en el gran libro del mundo. Fue infatigable en la búsqueda de conocimientos seguros y fiables, sobre la naturaleza de los hombres y del universo. Por eso, recomendaba no confiar en los libros medievales, mucho menos en lo que nos dicen los sentidos. Igual que Platón sólo reconocía la razón como fuente de conocimiento. De esta forma, después de muchas meditaciones en profunda soledad, Descartes construyó su propuesta racionalista. "Salgo a vagar por el mundo como un filósofo enmascarado, la ciencia está enmascarada y es mi obligación quitarle esa máscara. Esa máscara es el paradigma renacentista, la máscara es la magia, la cábala y la astrología". En 1628 escribe Las reglas para la dirección del espíritu, un texto en el cual él cree haber encontrado la sabiduría universal y ese método es el matemático. En 1633 escribe el tratado del mundo. Su gran preocupación fue la construcción de un método científico, seguro y exacto. En ese sentido presenta su libro "Discurso del método". Es un relato, una descripción del método que él recomienda. Es también una autobiografía de su periplo intelectual. En el discurso del método se revela su filosofía racionalista, es el mundo de la razón poderosa. Por eso se le considera padre de la filosofía moderna. También como el fundador del idealismo moderno. Según él, la ciencia, y el hombre van hacia el progreso sin límites. Su deseo era establecer una filosofía plenamente autónoma o libre de todo dogmatismo o prejuicio. Él creía que todos podemos hacer ciencia si utilizamos la razón para un mejor vivir en una sociedad más armónica. El método cartesiano está expuesto, principalmente en sus obras: Discurso del método y Las reglas para la dirección del espíritu. El método propuesto por Descartes rechaza la magia, la cábala, la astrología y llega a la matesis universal, es decir, la matemática como la clave para entender el mundo, es decir, para hacer ciencia. La matemática representa un modelo de conocimiento por su grado de exactitud y evidencia. En esta ciencia se basa en proposiciones exactas que nos permiten discernir entre la verdad y el error. Con Descartes aparece la ciencia moderna, un mundo inventado, construido bajo el criterio de la razón ordenadora. De ahí el interés de sus reglas para la dirección del espíritu y las del método. "…así en lugar de ese gran número de preceptos de que se compone la lógica, creí que me bastaría los cuatro siguientes, a condición de que tomaría una firme y constante resolución de no dejar de observarlos ni una sola vez[2]". Reglas del método cartesiano - No debemos admitir nada como verdad sin haberlo demostrado. - Dividir el problema hasta lograr su comprensión, en tantas partes como sea posible. - Dudar hasta llegar a conclusiones fiables con ideas claras y distintas. - Conducir ordenadamente los pensamientos, desde lo más simple a lo más complicado. - Realizar enumeraciones integrales y revisiones tan completas que nos permitan estar seguros de no haber omitido nada. El propósito de estas reglas es proporcionarnos un conocimiento claro y distinto. Descartes entiende por idea clara aquella que se presenta y manifiesta a un espíritu atento. Por ejemplo, la idea de dolor es clara cuando se da por intuición. Una idea es distinta cuando no solamente la intuimos, sino que podemos expresarla, analizarla y reconocer sus partes. Es decir, cuando tenemos la capacidad de comprender y expresar las causas, sus motivos y efectos. Por eso, para Descartes una idea puede ser clara sin ser distinta, pero no puede ser distinta sin ser clara. La racionalidad cartesiana no tiene certezas, está fundamentada en la duda, en la contradicción. Por eso, propone una deducción hecha de intuiciones que, mediante ideas claras y distintas, añade nuevos descubrimientos y contribuye al logro de un nuevo descubrimiento. Estas fueron, sin duda alguna, ideas contundentes y brillantes en aquella selva oscurantista generada por la edad media. La racionabilidad se apoderó del mundo y Descartes se convirtió en el progenitor del pensamiento moderno y el abuelo de la ciencia y tecnología que le han permitido al mundo avanzar. "Concluir que esa concepción o ese juicio es verdadero. Por lo demás, no sólo he aprendido hoy lo que debo evitar para no errar, sino también lo que debo hacer para llegar al conocimiento de la verdad. Pues estoy seguro que llegaré a alcanzarlo, si tengo bastante mi atención sobre las cosas que concibo perfectamente, separándolas de las que considero confusas y oscuras: de todo lo cual me cuidaré mucho en adelante[3]" Hoy el sistema cartesiano está amenazado por un nuevo oscurantismo – La globalización– en el que sobresale el pensador Frederick August Hayet, padre del neoconservadurismo, corriente que ha sido denominada neo-liberalismo, que es una reafirmación en la fe individualista, fe en mercado como orden espontáneo, fe en el gran capital y rechazo a toda forma de racionalidad económica o social democracia. El neoconservadurismo de Hayet propone eliminar la razón como forma de ordenar la sociedad y la economía. En Colombia los discípulos de esta corriente de pensamiento han sumido al país en una profunda crisis: privatizaciones, desmonte del estado interventor, recorte de las políticas sociales, aumento del pie de fuerza, aumento de pobreza, miseria y exclusión. En efecto el neoconservadurismo es un sistema cerrado y para el beneficio del gran capital, dando origen a sociedades seudo democráticas. Está es la expresión triunfante de una filosofía que en el terreno económico se le conoce como capitalismo salvaje y que responde al nuevo orden económico internacional. Se ha pretendido presentar esta nueva política como motor de desarrollo. Porque genera condiciones ideales para la acumulación de capital. Recordemos, Descartes es el punto de partida de una nueva época, él representa el nuevo mundo que gira alrededor del sujeto hombre. Lo moderno es antropocéntrico y la razón es el tribunal de verificación de la verdad. El neoconservadurismo, por el contrario representa la fuerza global del capital, su interés es elevar las ganancias a través del mercado y la ciencia es sólo un instrumento para cumplir sus fines. El método utilizado por Descartes es conocido con el nombre de la duda metódica, consiste en dudar de todas las cosas con la esperanza de encontrar principios fundamentales y universales. Por eso para él un conocimiento es verdadero si resiste la crítica.
JUAN JACOBO ROUSSEAU Y EL CONTRATO SOCIAL Filósofo suizo-francés, nació en Ginebra el 28 de junio de 1712. Hijo de un relojero protestante, fue confiado a la edad de diez años al cuidado de uno de sus tíos por cuanto, su padre le tocó huir del país. Estudió geometría, era un aficionado a la lectura y a la escritura de sermones y comedias. Vivió una vida errante y azarosa, ganó un premio por publicar el libro Discurso sobre las ciencias y las artes. Afirmó que el hombre es bueno por naturaleza pero la sociedad lo corrompe; por tanto, es necesario regresar al estado de naturaleza. Desde el estado de naturaleza los hombres hacen un contrato tácito que da origen a la sociedad y el Estado, de tal manera que el sujeto es anterior a estos. También teorizó sobre el origen de la desigualdad entre los hombres. Cansado y enfermo aceptó la posada ofrecida por el marqués de Girardin en un pabellón del castillo de Ermenonville, en donde murió el 2 de julio de 1778, víctima de apoplejía. Juan Jacobo Rousseau es la personalidad más destacada del siglo de la Ilustración y la de mayor influencia en la historia de las ideas políticas. Vivió una época que presagiaba grandes cambios y transformaciones culturales, políticas y sociales en Europa. Fue impulsador de una nueva filosofía fundamentada en el humanismo que proclamaba la primacía de las emociones y los sentimientos sobre la razón, afirmó que el instinto es superior al intelecto. Contrario a quienes habían presentado a la Razón como el mejor remedio contra todas las injusticias y caían en análisis lógicos y puramente conceptuales, Rousseau fue mucho más allá y trató de convencer a sus contemporáneos de que vivieran según los principios de la naturaleza. Rousseau escribió sobre los más diversos temas: filosofía, política, música, botánica, ciencias, arte. Siendo las más conocidas y estudiadas: Discurso acerca del origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres (1754), Emilio o de la educación (1782), y El contrato social (1762). En este último plantea que lo que determina al Estado es el acuerdo de voluntades, que es por un lado individual y por otro, colectivo. Los hombres se reúnen, deliberan con su razón y deciden hacer un contrato que es un acuerdo para que haya un gobierno construido por ellos; que establezca el orden por medio de leyes. El Estado lo construyen los hombres, es un orden artificial, por eso el principio de la democracia es la voluntad de las mayorías, pero las minorías también tienen derecho hacer valer su voluntad y deben al mismo tiempo aceptar la voluntad de la mayoría. El pueblo es el único soberano, por ello no puede ceder su soberanía al gobierno o al monarca, ni subdividirla. Por lo tanto, el gobierno, el parlamento y los magistrados deben estar bajo la soberanía del pueblo. El pueblo es el soberano y sólo él puede modificar la Constitución y la ley que él mismo se ha dado. Por estas ideas, expuestas en El contrato Social, Rousseau es considerado el padre de la democracia moderna, primero en teorizar en beneficio del pueblo y la soberanía popular. Su tesis: "El hombre ha nacido libre y en todas partes se halla entre cadenas", argumenta que el hombre es libre por naturaleza, ya que en la naturaleza nadie tiene autoridad sobre sus semejantes, es la fuerza de unos y la cobardía de otros lo que hace posible que unos vivan como esclavos y otros como amos. Para Rousseau, la libertad es individual con respecto a la sociedad y se realiza a través de la sociedad. La influencia de las tesis de Rousseau en la posteridad de la humanidad ha sido incuestionable en la formulación de los derechos del hombre, de las revoluciones norteamericana y francesa, son producciones rusonianas: "Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos…". Hoy los hombres en el mundo se dividen entre los demócratas y los antidemócratas. En forma categórica señaló: "No hay gobierno tan expuesto a las guerras civiles y las agitaciones intestinas como el democrático o popular, porque no hay ningún otro que tienda tan fuerte y continuamente a cambiar de forma, ni que exija más vigilancia y más valor para ser mantenido en la suya"[4]. Juan Jacobo Rousseau nos recuerda el largo camino que debemos recorrer los colombianos en la búsqueda de una democracia más madura, sólida, incluyente, que haga frente a las tempestades que agitan la construcción de nuestra nacionalidad. Los problemas agudos que atraviesa el país son el resultado de la compleja construcción hacia la democracia más incluyente y participativa que haga posible, no una nación sin conflictos, sino un pueblo maduro para tener mejores conflictos, como diría el filosofo colombiano Estanislao Zuleta.
KANT, SOBRE LA ILUSTRACIÓN EMMANUEL KANT nació en 1724 en la ciudad de Konigsberg, al este de Prusia, hijo de un artesano. Venía de un hogar severamente cristiano. Fue profesor universitario de lógica y metafísica, apasionado por la filosofía, las ciencias naturales, la cosmogonía, la geografía, la física y sobre todo la astronomía. Vivió toda su vida en su ciudad natal sin salir de ella un solo día, dos años antes de morir perdió la memoria y la inteligencia y se postró en una terrible depresión mental y física. Murió en 1804, a los 80. Kant estudió a Descartes, Spinoza, Locke, Berkeley y Hume. Por eso llegó a la conclusión de que tanto los racionalistas como los empiristas tenían la razón, pero ambos se equivocan al intentar resolver el problema fundamental de la filosofía. Fue un hombre sabio, riguroso, disciplinado y muy metódico. Se interesó por las cuestiones científicas. El pensamiento kantiano es una síntesis de todos los movimientos filosóficos, religiosos, sociales, científicos y políticos de la premodernidad. Del racionalismo concluyó las ideas a priori (sin referencia en la experiencia), del empirismo tomó la necesidad de partir de la experiencia para hacer la verdadera ciencia. Del protestantismo cristiano recibió la doctrina del libre examen que es la conciencia autónoma. De la ilustración retomó la lucha por una sociedad mejor, libre y sin influencia de la iglesia. Kant es considerado el progenitor del Idealismo alemán y el rasgo característico de su filosofía es la conciliación del materialismo aristotélico con el idealismo platónico. Él denominó su filosofía como: Idealismo trascendental, cuya esencia radica en negar la posibilidad del conocimiento objetivo. Para Kant, lo único que se puede conocer de los fenómenos son sus manifestaciones externas. Según Kant, la ética y la moralidad no dependen de ninguna causa exterior, ni de sentimientos, ni de ninguna autoridad. La moral es una ley que representa el mandato del deber por el deber mismo y de obligatorio cumplimiento. Su filosofía es también conocida como criticismo y considerada como una posición intermedia entre el escepticismo y el dogmatismo filosófico. Pero su característica esencial es la desconfianza hacia todo tipo de conocimiento absoluto. Por eso, es reflexivo y crítico. La filosofía de Kant da origen al agnosticismo moderno. Kant es el filósofo más importante de la nueva ilustración, intentó deducir imperativos universales (válidos) a partir de la razón. Él divide lo que es falso y lo que es verdadero a la luz de la razón. Esta innovación marca el comienzo de la modernidad bajo el dominio de postulados universales y la supremacía de la ciencia. Kant, en su ensayo: ¿Qué es la ilustración?, valga la redundancia, nos ilustra sobre la importancia de aprender a valernos de nuestro propio entendimiento. Y nos define la ilustración con una proposición categórica: "La ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad7". Nos recuerda que el hombre, en su estado de pupilo, no ha logrado sobreponerse a la tutela que incluso él mismo se ha asignado. Porque no reconoce sus propias capacidades para auto dirigirse y transformar. "Crítica de la razón pura" es la obra más conocida de Kant; En ella él hace una crítica de la ciencia y se pregunta: ¿qué es el conocimiento científico?, ¿Cuál es su estructura? , ¿Qué son los juicios sintéticos a priori?, ¿Es posible la metafísica como ciencia? Y concluye que sólo hay verdadera ciencia cuando hay juicios sintéticos a priori, es decir, que abarquen los sentidos y la razón. Kant niega la posibilidad de la metafísica como ciencia. Porque por la vía de la razón el hombre no puede llegar a sensibilidad o a la experiencia de sí mismo, de Dios y del mundo. Debemos recordar a Kant como uno de los grandes racionalistas que haya tenido la humanidad. Él definió la racionalidad diciendo que consistía esencialmente en tres principios: El primero es "pensar por sí mismo". Uno puede pensar por sí mismo si es capaz de argumentar y demostrar sin repetir las ideas de otros. El segundo principio, "pensar en el lugar del otro", es reconocer que el otro puede tener razón y ver hasta qué punto yo puedo aprender de él. El tercer principio, "ser consecuente", quiere decir que debemos defender nuestras ideas, nuestros principios, pero sin caer en la terquedad irracional. Así pues, Kant cierra un período de la historia de la filosofía que había comenzado con Descartes y da inicio otro más fecundo el Idealismo trascendental.
HEGEL, UNA MIRADA DESDE UNA PERSPECTIVA OBJETIVISTA George Wilhelm Friedrich Hegel nace en Stuttgar, Alemania, 1776. Realizó estudios de teología a los 18 años. Murió de cólera en 1831, cuando era rector de la Universidad de Berlín. Todos los sistemas filosóficos anteriores a Hegel intentaron fijar criterios irrebatibles para que el hombre pueda conocer y comprender el mundo. Así procedieron Descartes, Spinoza, Hume y Kant. Por eso, refutó muchas de las tesis de Kant, Fichte y Schelling. Partió de proposiciones dialécticas de la esencia y fenómeno para rechazar la doctrina kantiana de la incognoscibilidad de la "cosa en sí". Enterró el mecanicismo racionalista de Descartes y creó la filosofía de la concatenación universal de las cosas y los fenómenos de la naturaleza. Hegel partió del subjetivismo primario y absoluto al objetivismo. Por estas razones, su doctrina se denomina Idealismo Objetivo. Para Hegel, en la naturaleza no existe nada infranqueable para el conocimiento. La esencia del universo se puede conocer por medio de la audacia del conocimiento. El punto de partida de la filosofía de Hegel es la identidad del ser y del pensar, es la base de la sustancia del mundo, desde un principio se halla la diferencia entre lo objetivo y lo subjetivo. Si bien dicha diferencia sólo existe en el pensamiento, la unidad y la diferencia entre el ser y el pensar, entre el objeto y el pensamiento, es la expresión necesaria de la esencia de su pensamiento, de modo que se bifurca, se divide en subjetivo y objetivo. El pensamiento aliena su ser en forma de materia, naturaleza, que es el ser otro de ese pensamiento como existencia objetiva, esto es lo que se denomina Idea absoluta. La filosofía de Hegel pretende resolver el problema del dualismo que se ha discutido a lo largo de la historia del pensamiento occidental. Hegel piensa que es posible superar dicha contradicción entre lo subjetivo y lo objetivo, lo real y lo ideal, la naturaleza y el pensamiento, lo racional y lo empírico, lo espiritual y lo material, entre Dios y el mundo. Todas ellas son realidades que se nos presentan como contrapuestas; lo que hace Hegel es crear un sistema unitario que englobe todo lo que existe, es decir, aceptar la existencia de las dos caras de la misma moneda. Hegel intenta la concilación total entre lo subjetivo y lo objetivo, aglutinando ambos bajo el concepto. Según esto la razón es el principio del mundo. El pensamiento y la razón son para Hegel la esencia absoluta de la naturaleza del hombre y de la historia universal, esencia independiente del hombre y de la humanidad. Por lo tanto, la tesis de Hegel: "todo lo real es racional y todo lo racional es real". Lo real no es todo lo que existe, sino únicamente lo más importante, lo esencial e históricamente necesario. Sólo la realidad (necesidad) es racional únicamente mientras se mantienen las circunstancias que condicionan su necesidad, esto significa que los ideales humanos no son simples sueños irrealizables, son algo que se cumple en la realidad. El pensamiento refleja la realidad objetiva, en la medida que es un reflejo acertado se puede hablar de una concepción racional. Para Hegel no es el pensamiento lo que refleja el ser, sino que el ser es la encarnación del pensamiento, del concepto, de la idea. La idea es razón y realidad. El conocimiento empieza con la experiencia sensible, de ahí pasa a la percepción y luego pasa al entendimiento volviéndose fenómeno en la conciencia. Las partes fundamentales del sistema filosófico de Hegel son la lógica, la filosofía del derecho, la filosofía de la naturaleza, la filosofía del espíritu, la filosofía de la religión, la filosofía de la historia. Con Hegel se inician los grandes megaproyectos ordenadores del mundo, la sociedad y la vida. Por eso, su filosofía es ante todo un método para entender el curso de la historia. La lógica es la parte más importante de su sistema. Por ello, termina creando la lógica dialéctica, él creó el término tríada: tesis, antítesis y síntesis. Subrayó que la contradicción no se puede entender como una anomalía, como un defecto de la cosa, es la relación de un mundo condicionado por la existencia de contrarios y todo automovimiento representa un avance. La obra de Hegel ejerció una gran influencia en la política y sobre todo en las corrientes ideológicas como el marxismo, el fascismo, el nazismo y diversos sistemas dogmáticos y dictatoriales, que encontraron en sus tesis los fundamentos de sus argumentos: toda tesis tiene su antítesis y de ambas surge una síntesis. - La tesis, que es una afirmación de una razón o razonamiento argumentado. - La antítesis, que es la negación de la afirmación o la razón presentada. - La síntesis, que es el resultado o conclusión. Hegel representa el eslabón final de la cadena de pensadores clásicos, idealistas alemanes y el cimiento del pensamiento contemporáneo. Fue considerado en su tiempo el más grande pensador, por su universal dominio del saber; sorprendía por sus conocimientos sobre la naturaleza, la historia, la metafísica. Su filosofía desarrolla el método dialéctico que admite la contradicción. Es representado en forma de la citada tríada: tesis, antítesis y síntesis.
AUGUSTO COMTE: PADRE DEL POSITIVISMO
Nació en 1798 y falleció en París. Augusto Comte es el fundador del positivismo9, él recogió el sentir de los pensadores de su tiempo de volver la espalda a las abstracciones metafísicas y poner su mirada en la tierra, es decir, en las ciencias naturales.
Su obra más importante: "Curso de filosofía positiva", publicado en seis volúmenes. Por filosofía positiva, hay que entender la doctrina filosófica que investiga, que indaga y ofrece conocimientos de lo concreto, lo real, lo objetivo, lo que es cierto, útil y demostrable por el hombre. El positivismo es una corriente filosófica que menosprecia el saber escolástico, teológico, metafísico y toda especulación sobre natural. Comte prescinde del espíritu y convierte la tríada dialéctica en una síntesis nominalista y empirista.
Esta nueva filosofía se apoya en las ciencias positivas como la física, la química, la matemática, la biología, porque ellas aportan conocimientos, para que el hombre pueda conocer y dominar la naturaleza. Es decir, conocimientos útiles que le proporcionen bienestar. El fundamento de esta filosofía es el idealismo, afirma que el mundo está regido por ideas positivas o negativas, y el progreso de la humanidad depende del progreso intelectual de sus integrantes.
El positivismo es la filosofía de las ciencias positivas. Por tanto, la sociología es la ciencia más importante. Esta debe preparar las estrategias para el progreso de la sociedad, reglamentar las leyes para el buen funcionamiento de las instituciones. Para esta filosofía la ciencia es la nueva religión, se debe enseñar en la búsqueda de la autoridad y el buen gobierno, el cual debe proteger la propiedad privada y la familia como institución fundamental.
Lo interesante de su doctrina es que es presentada en tres etapas para el desarrollo del pensamiento y el conocimiento. Comte piensa que la humanidad ha pasado por tres estadios. El primero, teológico, en el cual todos los fenómenos son explicados a partir de referencias míticas y supersticiosas. El segundo estadio, metafísico, en el cual el pensamiento recurre a explicaciones del más allá de lo tangible y el tercero y último, el positivo, que rechaza toda conjetura sobrenatural y aterriza las cosas a la observación empírica y racionalidad práctica.
El culto de esta nueva filosofía es el trabajo y los templos son las fábricas, empresas, el campo, los laboratorios. Los nuevos obispos son los políticos, los científicos y los industriales. Los seguidores del positivismo plantean que se debe proscribir toda educación que no tenga como fin mejorar la existencia humana. La investigación debe regirse por necesidades concretas y la función del Estado es la salvación del hombre de la pobreza económica y de la miseria moral.
Para el positivismo el nuevo Dios es el gran ser: la Humanidad. Por eso, el hombre es divinizado. Vivir para los demás es la norma moral más importante, es decir, el altruismo, la solidaridad y la generosidad. El positivismo es enemigo del egoísmo y del individualismo.
La sociología es un sistema coherente de proposiciones que se refieren a los problemas de orden social y cuyos temas centrales son: las clases sociales, la familia, la movilidad social, el Estado, la comunidad, el campo, la ciudad, la burocracia, las migraciones, la industria, el ocio, la cultura, la sociedad, la técnica, el arte, las normas. Él describe: "el estudio positivo del conjunto de leyes fundamentales propias de los fenómenos sociales"10. Ella se vale de conocimientos que proporcionan ciencias sociales como la política, la antropología, la sicología, la historia, la geografía. Su mayor preocupación es la convivencia humana. En síntesis, la sociología se la define como la ciencia que estudia el comportamiento social de los grupos humanos.
KARL MARX Y ELHUMANISMO PROLETARIO
Carlos Marx nació el 5 de mayo de 1818, en la pequeña ciudad alemana de Tréveris. Hijo de un profesor de derecho. En 1835 ingresó a la Universidad de Bonn, a la Facultad de Derecho. Unos años después se trasladó a la Universidad de Berlín, donde se relacionó con jóvenes seguidores de la filosofía de Hegel, de la que fue su más profundo crítico. Poseía una sólida formación intelectual, era de temperamento fuerte, detestaba el humanitarismo y el romanticismo.
El 14 de marzo de 1883 dejó de existir el más grande pensador humanista de todos los tiempos. Su teoría fue recogida por su entrañable amigo Federico Engels. Su obra es una profunda reflexión en torno al porvenir de la humanidad, su gran propósito fue encontrar explicaciones científicas en torno a la desigualdad entre los hombres y su mayor aspiración crear un sistema que superara las desigualdades sociales y económicas.
Marx heredó lo mejor de los grandes pensadores de la antigüedad, de la filosofía clásica alemana, de la economía política inglesa y de las teorías del socialismo francés. De la filosofía clásica alemana extrajo la formulación de la dialéctica; estudiando los economistas ingleses descubrió la plusvalía y del análisis de los socialistas utópicos franceses concluyó su teoría sobre el modo de producción comunista.
Marx trabajó noche y día sin descanso, con verdadera pasión, despreciando la miseria que le acosó. Nunca desmayó a pesar de la muerte de tres de sus hijos. Tampoco las enfermedades, la calumnia, la infamia, ni la cárcel y mucho menos el destierro lograron doblegar su carácter. Fue un pensador que revolucionó el pensamiento, la sociedad y la ciencia.
A la filosofía de Marx se la denomina materialismo histórico y materialismo dialéctico. Él observó que todos los filósofos que le anteceden tenían como única preocupación el análisis y la interpretación. Por eso propone que la tarea del filósofo no debe ser la de simple intérprete del mundo, sino la de transformarlo.
Uno de sus grandes trabajos intelectuales, "El manifiesto comunista", fue escrito en 1847 con la colaboración de Federico Engels a petición de la liga de los justos, sociedad secreta que luchaba en contra de la explotación de los trabajadores. El objetivo de este documento es exponer en forma breve las ideas, principios y valores de los comunistas. Es también una denuncia contra el orden burgués y expone las estrategias para liquidar el capitalismo11.
Pero sin duda alguna su mayor obra es El Capital, donde no sólo realiza un análisis del sistema capitalista desde el punto de vista económico, sino también una síntesis de su proyecto social: la revolución socialista.
Fue un infatigable lector, estudió a todos los filósofos de su tiempo y anteriores a él. Escribió más de un centenar de obras.
Las principales tesis de Marx:
1. "No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia".
2. "El pensamiento y el conocimiento son producto del cerebro humano y el mismo hombre es un producto de la naturaleza".
3. "La fuerza motriz de la historia es la lucha de clases".
4. "La plusvalía es la ley que mueve el modo de producción capitalista".
5. "La necesidad y el trabajo son las leyes de la sociedad socialista".
6. "Es la base material o infraestructura económica lo que determina la superestructura o ideología dominante".
7. "La religión es el opio del pueblo".
SCHOPENHAUER, NIHILISMO CÍNICO
Arthur Schopenhauer, filósofo alemán, representante del pesimismo; brillante, polifacético, sombrío, nihilista, cínico y suspicaz. Nació en Dantzing en 1788 y murió en Francfort en 1860. Fue comerciante en la juventud y se dedicó a la filosofía después de la muerte de su padre. Criticó la tesis de Hegel y de los grandes idealistas alemanes. Porque para él, la filosofía no debe dedicarse a temas abstractos sino de la experiencia.
Su obra fundamental, "El mundo como representación y como voluntad". El mundo para Schopenhauer, al igual que para Kant, es fenoménico: apariencia. El mundo en cuanto a manifestación es sólo un conjunto de representaciones. Pero ( no todo es apariencia) también captamos nuestra propia realidad, la de nuestro yo, que se presenta como voluntad de vivir, como querer. Si las cosas por ser fenómenos no son accesibles en sí, podemos vivirlas y por medio de nuestra voluntad nos ponemos en contacto con el mundo de las cosas en sí. Esta vivencia es más intensa que la intuición y la representación sensible del conocimiento.
Pero la voluntad que se manifiesta en el querer, en el aspirar a algo, no siempre está satisfecha y esto produce dolor. La única salvación es la anulación de la voluntad. Schopenhauer encontró en su pesimismo una salida en el arte, en la contemplación desinteresada para fundirse en él y perder el interés por la vida. Por eso defendió la doctrina budista de la ausencia del deseo como medio para calmar la voluntad.
"El amor, las mujeres y la muerte" es su obra más popular y ha gozado durante casi un siglo de especial demanda. Sus tesis son provocadoras, polémicas, sobre todo sus juicios en contra de las mujeres, a las que aborreció y menospreció por considerarlas inferiores:
"El hombre puede con facilidad engendrar más de cien hijos en un año, tiene otras tantas mujeres a su disposición; la mujer por el contrario aunque tuviera tantos otros hombres sólo puede dar a luz a un hijo cada año. Por eso el hombre siempre anda en busca de mujeres12".
"Las mujeres son largas de cabellera y cortas de inteligencia".
"Las mujeres piensan que los hombres han venido al mundo para ganar dinero y ellas para gastarlo".
"Casarse es perder la mitad de los derechos y duplicar los deberes".
"El hombre es un ser para la muerte".
FRIEDRICH NIETZSCHE, HUMANISMO ATEO
Filósofo y escritor alemán, nació en Rocken -Sajonia- en 1844. Hijo de un pastor luterano, recibió una excelente educación en temas de filosofía, filología, teología, artes en general, literatura, etc. Escribió poemas, compuso música, tocaba a la perfección el piano. Su gran talento le permitió ejercer la docencia universitaria sin haber logrado el doctorado. Se entusiasmó con las tesis de Schopenhauer, influencia que lo llevó a la contemplación trágica. Murió en 1900 a causa de una grave enfermedad -la sífilis– que había contraído a raíz de una fugaz relación con una prostituta.
Nietszche es fundador del irracionalismo moderno y uno de los más destacados pensadores vitalistas. Fue fundamentalmente un crítico profundo de los valores de la cultura cristiana. Poseía una vasta cultura clásica. Fue apasionado y subyugador con sus argumentos en la predica del amoralismo como necesidad de un hombre libre y nuevo.
Nietszche profesó un humanismo ateo. Es sucesor y heredero de las tesis filosóficas de Arthur Schopenhauer, aunque más cruel, más guerrero, más orgulloso y aristocrático. Él considera que hay que combatir la debilidad con la dureza a fín de alcanzar la verdadera grandeza. Cree que es posible modelar al hombre del futuro por medio de la disciplina, el trabajo y el esfuerzo de la voluntad.
Plantea que "es necesario que los hombres superiores hagan guerras para eliminar a los mediocres". No es partidario de la democracia, porque según él, la plebe no tiene la suficiente formación para gobernarse. Para él la miseria de una nación es menos importante que el sufrimiento de un gran hombre.
Atacó las tesis éticas de Hegel, las de Kant, las de los filósofos utilitaristas, porque considera que están dirigidas a hombres débiles, enfermizos, fracasados y miserables. Para Nietzsche, el principal valor es la voluntad de dominio, que excluye la compasión, que es la causa del mal13.
Profesó un desprecio casi enfermizo –misoginia- por las mujeres, mantuvo con ellas relaciones inhibidas, distantes y faltas de compromiso. Las injurió con severidad en el más popular de sus libros: Así habla Zarathustra. Dice que las mujeres no merecen la amistad de los hombres y plantea que deben ser asumidas como simple objetos de propiedad masculina.
Nietszche es nihilista. Considera que Dios es un estorbo para la realización del superhombre. Porque la teología pregona una moral de esclavos. Por eso proclamó la muerte de Dios, el fin del orden establecido y de la familia. Según él, al hombre le corresponde dirigirse hacia el superhombre, mediante la transformación de sí mismo y del mundo, para lograrlo debe trasmutar todos los valores.
Algunas de sus tesis:
"Dios ha muerto y si Dios ha muerto, no existe otro mundo, sólo existe nuestro mundo, el terrenal, esa es la única realidad". ( Así habló Zarathustra ).
"Conozco mi suerte. Alguna vez irá unido mi nombre al recuerdo de algo gigantesco, de una crisis como jamás la había habido en la tierra, de la más profunda colisión de conciencia". ( Ecce Homo ).
"Yo no soy un hombre, soy dinamita". ( Ecce Homo).
"¡Qué le importa la verdad a la mujer!… su gran arte es la mentira, su máxima preocupación son la apariencia y la belleza". ( Más allá del bien y del Mal).
" Sed fieles a la tierra, no escuchéis a aquellos que os ofrecen las esperanzas celestiales". ( Humano demasiado humano).
" El Dios de la cruz es una maldición de la vida, la gran maldición, la grande e intima corrupción, la gran infamia de la humanidad". (El Anticristo).
El existencialismo14 es una corriente del pensamiento contemporáneo cuyo eje de reflexión es la existencia humana. Surge en mitad del siglo XIX y se consolida en la primera mitad del siglo XX. En general es una reacción "existencial" contra la abstracción y el teoricismo de Hegel.
El tema central de los pensadores existencialistas es el hombre concreto, sus problemas, sus angustias, el absurdo de la vida, la muerte, el dolor y la nada. Este pensamiento se vio sacudido intelectualmente por las dos guerras mundiales. Por eso, ante todo es una filosofía rebelde contra el racionalismo historicista -de Hegel- y proclama abiertamente la importancia de lo vital por encima de lo intelectual, lo subjetivo e individual sobre las generalizaciones y abstracciones teóricas.
Los existencialistas creen que la grandeza del hombre está en autorrealizarse, autodescubrirse. No acepta que el hombre sea un objeto de la acción dialéctica o un simple ente del destino. Los existencialistas ateos consideran que el hombre es el ser de mayor evolución biológica y moral, y los teístas creen lo mismo, con la diferencia que piensan que el hombre es el milagro más grande de la creación.
Sin duda el gran mérito de las corrientes existencialistas radica en haber devuelto a la filosofía el interés por el hombre concreto, por la persona humana, que volatiza el idealismo clásico, degrada el positivismo, cosifica el tecnicismo y el tecnocratismo.
Existencialismo es una filosofía pesimista que reacciona contra la filosofía clásica alemana. El hombre no es una esencia, algo hecho, es existencia. Por eso, él mismo se hace. La esencia está representada por ideas generales y abstractas que nos permiten definir las cosas. En ese sentido, tanto los clásicos griegos como los modernos les interesaba sólo saber qué es el ser, qué es el espíritu; qué es el valor y qué es la belleza, etc.
Los existencialistas contemporáneos reaccionan contra ese "esencialismo" y proclaman su interés por el hombre concreto, de carne y hueso. Son considerados representantes del existencialismo: San Agustín, Fedor Dostoievski, Soren Kierkegaard, Miguel de Unamuno, Gabriel Marcel, Carlos Jasper, Martín Heidegger, Albert Camus, José Ortega y Gasset, León Chestov.
Tesis del existencialismo:
- La filosofía debe partir del estudio del ser concreto y no de la idea.
- Las manifestaciones del espíritu son más relevantes que las de la materia.
- El hombre es un ser inacabado y en continuo proceso de superación.
- La filosofía debe atender los problemas humanos y renunciar a las especulaciones científicas.
- El hombre no tiene una naturaleza innata y está condenado a ser libre.
- Existir es crear tu propia existencia.
- El hombre es el único ser que sabe que existe.
KIERKEGAARD Y EL CONCEPTO DE LA ANGUSTIA
Soren Kierkegaard nació en Copenhague, 1813. Fue el último de una gran familia de siete hijos. Era raquítico, jorobado, de temperamento melancólico y muy reflexivo. Murió en la misma ciudad al año de 1855, de cuarenta y tres años de edad, víctima de un ataque de parálisis.
Su padre era un hombre sombrío y melancólico, atormentado por un sentimiento de culpa y preso de un excesivo temor a Dios. Por eso, la educación recibida de su progenitor fue dura y exigente, dominada por la conciencia de austeridad, del deber y el temor al pecado; lo que él mismo llamaría "educación insensata" que reforzara su timidez y melancolía.
Su vida estuvo siempre dominada y atormentada por el temor a Dios. A los dieciséis años se comprometió con Regina Olsen, una joven de catorce, quién le enseñó a ser poeta y escritor. Pero su timidez no le permitió mantener el compromiso, lo que ocasionó una ruptura dolorosa que va a marcar toda su vida; este acontecimiento dejará una profunda huella en su conciencia de pensador que reforzó su soledad y melancolía. Su salud siempre fue precaria y antes de cumplir 21 años vio morir a cinco de sus hermanos.
Kierkegaard vivió a principios del siglo XIX, en el apogeo de la burguesía liberal, cuando la filosofía había culminado en el idealismo clásico. Kierkegaard asistió a las clases de Hegel, que era el máximo maestro de su tiempo; escucho sus brillantes exposiciones sobre la dialéctica, la fenomenología del espíritu absoluto etc.
Pero toda esa concepción racional y perfecta del mundo le pareció falsa, no se acomodaba a la imperfección y a la miseria del mundo real. Por eso atacó violentamente la filosofía de Hegel y a todos los representantes del idealismo clásico alemán, a quienes calificó de burgueses "satisfechos" que ignoraban la realidad, el desarraigo, la esclavitud que producen las maquinas, la amargura, el dolor, y la vida.
Fue un escritor de poderosa palabra, teólogo y filósofo. Vivió en Alemania algunos años, hombre de un innegable genio a pesar de su triste y sensitivo existencialismo. Su nuclear "concepto de la angustia" impresionó a todos sus seguidores, entre otros a Miguel de Unamuno, quien aprendió el idioma danés para leerle en su propio idioma.
Hizo de su vida un acto al servicio de la fe y se definió el mismo como filosofo religioso que defendería la autenticidad de la iglesia. Definió su existencialismo como un acto de conciencia, que hace el hombre por comprenderse y aceptarse tal como es; existencialismo es la necesidad de pensar en las contradicciones de la vida, en los problemas fundamentales que le aquejan, como el dolor, la muerte y sobre todo, el sentido que tiene la vida.
Kierkegaard pregonó el irracionalismo, afirmó que el pensamiento no puede alcanzar nunca la realidad; lo que se piensa no existe realmente, es sólo algo posible. El pensamiento es abstracto y la existencia es concreta, son dos cosas absolutamente opuestas y no hay transición de lo uno a lo otro.
Según Kierkegaard, Dios no es un objeto de demostración lógica. Es un postulado sin el cual nuestra personalidad no puede resistir las contradicciones y sufrimientos de la vida. Él concibe la fe cristiana como una religión pesimista, unida a la conciencia del pecado y dirigida a la negación del conocimiento científico racional.
Principales tesis:
- En la vida del hombre hay tres etapas: estética, goce del presente; la ética, conciencia del deber consigo mismo y por último la religiosa, relación del hombre con Dios.
- La angustia es la consecuencia del pecado original[5].
- Vivimos en un universo hecho libremente por Dios, pero nos entretenemos en el uso de nuestra razón.
- El hombre debe salir libremente de su estado y no dejarse absorber por la angustia.
- La eternidad es más importante que el tiempo, y el pecado es peor que el sufrimiento.
- La ética cristiana sólo es realizable en la eternidad.
- La existencia es individual y personal.
JEAN PAUL SARTRE, FILOSOFÍA Y EXISTENCIALISMO
Sartre nació 1905 en París y murió en la misma ciudad en 1980. Realizó estudios en la Escuela Normal Superior. Fue profesor de filosofía, en centros de enseñanza media. Hombre público, siempre en la brecha asumiendo posiciones ante los avatares de la vida.
Sartre es el más célebre representante del existencialismo francés. Su filosofía ha sido calificada de existencialismo ateo, porque prescinde en forma total de Dios y de toda trascendencia, para quedarse en la pura inmanencia del ser como persona. Por eso, su doctrina va a tener grandes consecuencias éticas, antropológicas, en la época actual, no sólo en el pensamiento sino en las formas de vida.
Fue admirado como el gran filósofo existencialista de la segunda mitad del siglo XX, y también, por la densidad de su prosa literaria, en especial por el teatro, su pasión literaria. Como filósofo, reflexionó sobre la soledad, la amargura, el fracaso, la muerte. Por eso es uno de los pensadores más comentados del siglo. Su fama la obtuvo no sólo disertando sobre filosofía sino también como literato.
Sartre, como todos los existencialistas, es el producto de la influencia de Kierkegaard, de Husser y también de Heidegger, de quién él se proclama su continuador, aunque el mismo Heidegger rechazó tal afirmación.
Sartre parte del análisis del ser, desde la existencia. En el análisis del mundo distingue dos modos de ser: ser en sí y el ser para sí. El ser en sí no es ni activo ni pasivo, ni afirmativo, ni negativo, sino que reposa en sí, es compacto y rígido. No tiene relación alguna con otros entes, se halla fuera del tiempo. Es decir, ser en sí es lo que es.
El para sí es el ser específicamente humano, por el cual el hombre conoce y es libre. Sin embargo, el hombre como ente también es un ser en sí -su cuerpo, su yo, sus costumbres-, por lo tanto, el hombre alberga dentro de sí, la nada. Lo esencial del para sí es su existencia. Para Sartre la existencia es anterior a la esencia; las esencias y teorías son construidas por el hombre después de la existencia como respuesta a ella.
Algunas consecuencias del pensamiento de Sartre serían la negación de todo valor y objetivos de la vida. Por eso su afirmación: la vida humana no tiene ningún sentido. Se observó, a sí mismo, una marcada preferencia por las relaciones tempestuosas, como el homosexualismo radical, a pesar de su vida al lado de Simone de Beauvoir, compañera y amante de toda su vida. Defendió a los homosexuales y a los drogadictos. La descripción de estos conflictos y vicisitudes aparecen en sus obras literarias.
El punto de partida de la filosofía de Sartre es el absurdo, que oscila entre el ser y la nada16, entre la vida y la muerte. He ahí el motivo de la angustia. Logró radiografiar en sus libros el estado de ánimo del hombre europeo que se encuentra con los despojos de la guerra, la aniquilación física que aplasta todo optimismo y recuerda al hombre el sinsentido que tiene la vida.
Sartre define al hombre como una pasión inútil, pero él no se resigna a ser nada. Por eso busca desesperadamente una forma de afianzarse, de autorrealizarse y lo intenta por tres caminos que podemos llamar: primero, tendencia a la nada, segundo, tendencia al otro y tercero, tendencia al ser. Según Sartre el hombre está condenado a la libertad. Pero esa libertad es absurda porque ha sido dada sin su consentimiento, y porque además es incapaz de llegar al objetivo que se propone.
El hombre fracasa en la búsqueda del ser por medio de la conciencia y de la libertad. Entonces, trata de apropiarse a través del "otro", pretendiendo convertirse en Dios, que sería la realización del imposible metafísico del ser y no ser al mismo tiempo. Porque Dios no existe, con esto llega Sartre a fundamentar una moral sin preceptos, ni deberes, es decir, una inmoralidad total, expresada en la proposición "Si Dios no existe, todo está permitido".
Ello significa que no hay valores fijos, ni eternos, que no hay normas preestablecidas. El hombre tiene que elegirlas, crearlas de acuerdo con sus convicciones personales. En este aspecto la filosofía de Sartre trata de ser optimista en la medida en que el hombre es responsable de la construcción de su propio proyecto de vida.
KARL POPPER, FALSACIONISTA CRÍTICO
Karl Raimund Popper nació el 28 de julio de 1902 en Viena. Hijo de un abogado ilustrado de la gran burguesía vienesa, creció en medio de los libros y la música. Murió el 17 de septiembre de 1994 en Croydon, Inglaterra, siempre en la búsqueda sin término en el compromiso con el saber y en procura de una nueva sociedad no radical.
Considerado como el más grande de los filósofos del siglo XX. Sus reflexiones contribuyeron en forma directa al renacimiento del liberalismo político, al romper con la perspectiva hegeliana, y como consecuencia liquidar las ideas fundamentalistas. Refutó las teorías marxistas y el psicoanálisis, por considerarlos ideologías no científicas.
Estudió matemáticas, música, física y sicología en la Universidad de Viena. Fue profesor universitario de filosofía, lógica y epistemología. Filósofo sistemático, "falsacionista crítico" en epistemología y "antiperfeccionista" en política. Su filosofía se basa en la idea de la existencia de tres mundos: el primero es la representación material; el segundo, el subjetivo y el tercero, constituido por el conocimiento objetivo.
Planteó: "Jamás podremos verificar la verdad de una teoría. Pero sí es posible, en cambio, falsearla; eso significa que las teorías científicas son contrastables, pero no demostrables".
Propone una nueva forma de organizar la sociedad, en la que se reconoce que no hay verdades totales y nuestra comprensión del mundo es intrínsecamente imperfecta. Según Popper, una sociedad perfecta es inalcanzable. Hoy las sociedades son mejores. Pero nada garantiza que lo sean en el futuro.
Si queremos conformar una sociedad razonable y democrática, dice: "Es indispensable que aprendamos a distinguir con claridad cuándo un conocimiento es científico y cuándo es sólo creencias o convicciones políticas o religiosas no fundamentadas". A esto llamó Popper "problema de la demarcación" y a ella dirigió gran parte de sus esfuerzos intelectuales.
Popper desarrolló las siguientes tesis.
1. "Las personas deberían escribir y hablar claramente, porque de este modo su discurso resulta más accesible a la crítica y a la falsación".
2. "Así como los científicos no deberían abandonar sus teorías ligeramente frente a cualquier observación aparentemente anómala y así como dichas teorías deberían ser sostenidas durante suficiente tiempo para poder ser probadas, así también la gente no debería dejarse arrastrar tanto por los vaivenes de la moda".
3. "Se requiere imaginación para producir una teoría capaz de desafiar otra teoría o grupo de teorías ya arraigadas".
4. "Nada del presente permite prever el futuro. Es absolutamente falso creer que el futuro está condicionado por el presente[6]".
5. "Las teorías no son nunca verificables empíricamente. Tradicionalmente, la respuesta de los filósofos es que lo verdadero es lo demostrable. Este sistema conduce al investigador a elegir observaciones favorables a su teoría".
6. "Científico es aquello cuya falsedad puede ser demostrada".
7. "Progresamos cuando estamos dispuestos a escuchar las críticas fundamentadas y aceptar las sugerencias razonables".
8. "Filósofo no es aquel que busca la verdad, sino el que destierra el error".
9. "El trabajo del científico consiste en proponer teorías y en contrastarlas".
10. "Si una teoría no puede ser falseable por la experiencia, no se le puede considerar como científica".
NICOLÁS GÓMEZ DÁVILA, PENSADOR DE LO IMPLÍCITO
Nació en 1913, Cajicá, creció en el seno de una familia adinerada y murió en 1994 en Santafé de Bogotá. Estudió en Francia con tutores benedictinos, nunca fue a una universidad. Dominó a la perfección 8 idiomas, incluyendo el latín y el griego. Regresó a Colombia siendo aún muy joven y se encerró en su mansión, marginándose de los círculos académicos; se enclaustró en su biblioteca durante 60 años los que dedicó a leer, a pensar, a reflexionar y a escribir.
Gómez Dávila, se fugó de su tiempo y de su país. Leyó con pasión: a Dante, Shekespeare, Descartes, Kant, Marcel Proust, Giovanni Papini y a todos los pensadores reaccionarios de la modernidad occidental. Tuvo una enorme biblioteca con más de 40 mil títulos, libros en casi todos los idiomas; desde los clásicos griegos hasta los grandes pensadores y escritores contemporáneos, que poblaron los rincones de su casa. Hoy sus escritos son motivo de profundos estudios por parte de intelectuales europeos que ven en Gómez Dávila un pensador coherente, profundo y consistente, a pesar de su marcado conservadurismo.
Escribió siete libros, de manera no convencional, la mayoría de sus escritos son frases punzantes, proposiciones densas, aforismos que él insiste en llamar escolios. Escolios a un texto implícito19, es el nombre de toda su obra, en la cual encontramos a demás de filosofía, literatura y una profunda visión teológica.
Para Gómez Dávila filosofar es dialogar con los grandes muertos. Es el más grande representante del llamado pensamiento reaccionario en América Latina, fue testigo ocular del derrumbe de las certezas de la modernidad, de las atrocidades de la Segunda Guerra mundial, de la guerra del Vietnam y de tantos otros acontecimientos que socavaron su confianza en el progreso ilimitado de la humanidad.
Gómez Dávila sintió aversión absoluta por los cambios revolucionarios, despreció la democracia, y toda forma de progreso expresado en la ilustración. Por eso su filosofía representa un regreso a los valores conservadurismo colonialista, escolástico. Él fue ante todo, un declarado enemigo de toda tendencia a la modernidad.
Leer a Gómez Dávila supone un gran esfuerzo histórico, filosófico, literario y estético. Su obra es la síntesis de más de dos mil años de civilización grecolatina. A pesar de su visión dogmática y reaccionaria, sus libros están ahí esperando la aguda crítica y sobre todo el reconocimiento para un autentico filósofo colombiano, ideólogo del pensamiento derechista.
Estos son algunos de las tesis o Escolios de Gómez Dávila:
1. "Demagogia es el vocablo de los demócratas".
2. "Nada más desagradable que la impertinencia de un ignorante".
3. "El imbécil sólo percibe el mundo actual".
4. "La política es la ciencia de las estructuras adecuadas a la convivencia de seres ignorantes".
5. "La vulgaridad consiste en pretender ser lo que no somos".
6. "La sociedad del futuro: una esclavitud sin amos".
7. "No reprobamos la democracia porque fomenta la igualdad. Si no porque favorece el ascenso de hombres inferiores".
8. "El filósofo importante siempre ha parecido superficial a sus colegas".
9. "La libertad no es la meta de la historia, sino la materia con la cual trabaja".
JOSÉMARTÍ, HUMANISMO LATINOAMERICANO
Nació el 28 de Enero de 1853 en la Habana. Desde muy joven se vinculó a la lucha por la liberación de Cuba del colonialismo español; por lo cual fue condenado a seis años de presidio cuando tenía sólo 16 años. Debido a su delicado estado de salud, a consecuencias de los trabajos forzados a que fue sometido en presión, en 1871 se le conmutó la pena por la de destierro.
En el destierro, estudió derecho, filosofía y letras. Gracias a su profunda vocación humanista, leyó a los clásicos del humanismo, propendió por lograr una sociedad democrática. A demás de pensador político, fue un notable poeta. Pero, por sus actividades conspirativas contra el colonialismo terminó duramente perseguido y encarcelado en múltiples ocasiones. Se refugió en Méjico, Guatemala, España y en Nueva York y desde allí prosiguió su infatigable actividad a favor de la causa por la liberación de su país del colonialismo español y neocolonialismo norteamericano.
Martí escribió: "Mis amigos saben como me salieron estos versos del corazón. Fue aquel invierno de angustia, en que por ignorancia, o por fe fanática, o por miedo, o por cortesía nos reunimos en Washington, bajo el águila temible representantes de los pueblos hispanoamericanos".
Yo soy un hombre sincero,
de donde crece la palma,
y antes de morir quiero
echar mis versos del alma20
…"ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber –puesto que entiendo y tengo ánimos con que realizarlo— de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy y haré, es para eso".
"Viví en el monstruo, y le conozco las entrañas: –y mi honda es la de David.20"
No me pongan en lo oscuro
a morir como un traidor:
yo soy bueno, y como bueno
Moriré de cara al sol22
El 19 de Mayo de 1895, muere en Cuba combatiendo contra el régimen colonial. Pero sus ideas humanistas y anti-imperialistas siguen vigentes, ellas han inspirado el pensamiento de los líderes revolucionarios de América Latina.
Martí llegó a la conclusión que: "Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido; es hacer a cada hombre un resumen del mundo viviente hasta el día en que vive; es ponerlo a nivel de su tiempo, para que flote sobre él y no dejarlo debajo de su tiempo; es preparar al hombre para la vida".
Con relación a cómo gobernar en América Latina decía: " Para gobernar bien y el buen gobierno en América no es el que sabe cómo se gobierna en alemán o en francés, sino el sabe con que elementos está hecho cada país de América"23.
José Martí es un visionario, que pudo prever al igual que Simón Bolívar24 el papel que desempeñaría los Estados Unidos en continente Americano: "apoyo a las dictaduras militares a través del Plan Cóndor, entrenamiento del ejercito boliviano que liquidó al Che Guevara, apoyo a los sectores golpistas de derecha en Chile durante la dictadura del General augusto Pinochet, toma y usurpación del canal de Panamá, guerra a muerte contra el gobierno socialista de Cuba y de Nicaragua Sandinista, financiación de grupos paramilitares en el Salvador, invasión de Granada, Panamá y de Haití. Estos y otros acontecimientos protagonizados por los Estados Unidos confirman sus prevenciones25.
ESTANISLAO ZULETA, HUMANISMO Y AUTENTICIDAD
Nació en Medellín el 3 de febrero de 1935. Murió en Cali el 17 de febrero a los 55 años, rodeado de sus libros, la mayoría inéditos. Fue un autodidacta, fundamentalmente un maestro del verbo, por eso compartió su saber en forma oral, con estudiantes casi siempre universitarios y quienes llenaban los auditorios para escucharlo. Indagó sobre varios campos del saber como la economía clásica, la democracia participativa, la literatura, el psicoanálisis, el arte, la filosofía. Considerado en Colombia como el conferencista más hechizante y avasallador del siglo XX.
Zuleta crítico del academicismo, menospreció los títulos. Desde muy joven se identificó con Fernando González17, Platón, Enmanuel Kant, Karl Marx, Sigmund Freud, Fieodor Dostoyevski, León Tolstoi, Edgard Allan Poe, Miguel de Cervantes Saavedra, Juan W. Goethe, Friedrich Nietzsche, Franz Kafka, Thomás Mann, Jean Paul Sartre; autores que leyó apasionadamente, siendo aún adolescente, logrando una vasta cultura de la cual hizo gala. Podía hablar de ellos y de sus obras sin un plan previo, hecho que lo convirtió en un erudito muy temido por sus conservadores enemigos.
Criticó el dogmatismo, fustigó el autoritarismo y condenó todas las formas de represión. Su filosofía es una invitación a pensar con independencia de la ideología dominante, aceptar el debate, la discusión, el cuestionamiento de las ideas por medio de la razón y el diálogo como medio para la solución del conflicto.
Durante toda su vida fue un tozudo investigador y un notable humanista. Estuvo vinculado a diversas instituciones educativas de educación superior en el país, entre ellas; la Universidad de Bogotá: entre 1968-1970. Vicerrector, Académico de la Universidad Santiago de Cali 1969-1970. Profesor de tiempo completo en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Antioquia. Se vinculó como profesor de la Universidad del Valle en 1977, y en 1980 ésta universidad se le otorgó el título honoris causa en sicología.
Sus reflexiones pedagógicas lo llevaron a pensar que la tragedia educativa del país radica en enseñar sin filosofía, "El mayor desastre de la educación es formar al individuo en la disciplina del "hacer" y estudiar lo que no interesa, lo que no suscita el deseo y la necesidad de aprender". De hecho nuestro sistema educativo aún hoy sigue siendo obligatorio, rígido, heterónomo, sólo tiene como objetivo formar hombres para la competencia del mercado y eficientes para el industrialismo. Pero sin capacidad de pensar por si mismos, insolidarios e insensibles socialmente. El resultado, una sociedad cada vez más instrumentalizada con individuos alienados y deshumanizados.
El papel de la escuela ha de ser enseñar a pensar, pero enseñar a pensar mediante el debate, el diálogo. Ella debe educar a las personas a ser capaces de defender sus tesis y creencias presentando razones y teniendo en cuenta las razones de los demás. La escuela debe evitar "La dispersión y la atomización de los individuos en reñida competencia por puestos y posiciones que tiendan a generar una tónica paranoide colectiva, una vivencia celosa y persecutoria de la autoafirmación y la superación de los demás, ya que precisamente las condiciones objetivas de esa competencia implican que el éxito de unos sea correlativo del fracaso de los otros"18.
Hay dos maneras de pensar, una sosegada como Platón y otra a golpe de maza, como el pensador rodiniano. Ese fue Zuleta, un profesor entregado a la tensión de pensar porque según él: "Filósofo es el hombre que quiere saber" y "Nadie puede enseñar lo que no ama". Por eso fustigó a sus colegas y siempre fue un crítico del establecimiento educativo.
En su breve existencia, pero fecunda experiencia intelectual, nos deja una obra considerable, que apenas hoy sus discípulos y seguidores se han dado a la tarea de recopilar y publicar. Hay en el recuerdo de quienes lo acompañaron en vida una montaña de anécdotas, conceptos, circunstancias, destinadas inequívocamente a ser publicadas. Por eso, quienes no conocieron en vida al maestro Zuleta, esperan con ansiedad sus textos, los que aún permanecen ocultos.
Tal vez el mejor homenaje que podemos rendir a este gran pensador, comprometido con enseñar a pensar y con la construcción de una sociedad mejor, diferente a la que le correspondió vivir, sea leer su inolvidable texto "Sobre la idealización en la vida personal y colectiva". en el cual nos presenta una aguda crítica a la cultura, a la sociedad en su carácter represivo, violento y dogmático. Su título mismo nos señala el camino de su preocupación intelectual.
A manera de conclusión, recordemos que la historia no sólo está jalonada por importantes acontecimientos que afectan nuestra vida, sino también por importantes pensadores que de una o de otra manera contribuyen a la preparación de dichos acontecimientos.
Lo expuesto anteriormente nos permite reconocer a quince pensadores: Da Vinci, Descartes, Rousseau, Kant, Hegel, Comte, Marx Shopenhauer, Nietzsche, Kierkegaard, Sartre, Popper, Zuleta, Gómez Dávila y José Martí; quienes en sentido estricto han marcado profundamente el devenir de la postmodernidad, por la riqueza de su pensamiento y por la vigencia de muchas de sus tesis.
El presente escrito constituye un ensayo popular, través de la cual se sostiene una conversación con cada uno de estos filósofos, intentando abrir un diálogo con el lector. Se dan cita "Pensadores que repiensan, y que creen que lo que ha sido pensado nunca lo ha sido bastante" Valeri. Por tanto la filosofía sigue siendo un intento por explicar lo general a través de la reflexión racional y al igual que la ciencia mejorar la propia condición humana.
En estas quince lecciones se trata de hacer accesibles al mayor número de lectores las tesis más controvertidas, los conceptos de los pensadores que nos advierten que la filosofía es la racionalidad de la vida. Y como diría Zuleta: "Sólo con ese conocimiento puede el hombre ordenar sabiamente su vida personal y colectiva".
La filosofía antigua había tomado la realidad como punto de partida de su reflexión, y la medieval había tomado d Dios como referencia fundamental. La filosofía moderna se asentará en el terreno de la subjetividad, y las dudas planteadas sobre la posibilidad de un conocimiento objetivo y fiable, haran del problema del conocimiento el punto de partida para toda discusión.
Son muchos los acontecimientos que tienen lugar al finalizar la Edad Media, en lo social, político, económico, cultural y religioso. Pero son los nuevos pensadores los que abrirán a través del renacimiento las puertas de la modernidad y de la ciencia. Aspectos que determinan el desarrollo del humanismo, el interés por la investigación y sobre todo se pasa de la tutela de la fe a la independencia de la razón.
Tras la filosofía crítica de Kant, el idealismo alemán se convierte en la corriente predominante en Europa contienental, a través de Hegel. El existencialismo de Kierkegaard, tanto como el marxismo y el vitalismo de Nietzsche serán en buena medida, una reacción contra el idealismo hegeliano que, en cierto modo, consagra la identificación del yo trascendental kantiano con el Dios del cristianismo.
Gran Bretaña desarrolla el positivismo utilitarista con Bentham y J. S. Mill se inspira en los principios del empirismo, distinguiéndose del positivismo "idealista" francés de Augusto Comte. En ambos casos, se da una preocupación por lo social y por el bienestar de la humanidad. Por lo demás el desarrollo de la ciencia y sus continuos éxitos hacen tambalear los mismos cimentos de la filosofía que se ve sometida a duras críticas por parte de los defensores del pensamiento científico, que encuentran en la ciencia el paradigma del conocimiento verdadero.
CHATELET, Francois. Historia de la filosofía, tomo 3. Editorial Espasa Calpe.
CHEVALLIER. Los grandes textos políticos desde Maquiavelo hasta nuestros días. Editorial Aguilar.
COMTE. A. Discurso sobre la filosofía positiva. Editorial Aguilar.
DESCARTES, Rene. Discurso del método. Editorial Aguilar.
DESCARTES, Rene. Meditaciones metafísicas. Editorial Aguilar.
D. RUNES. Dagobert. Diccionario de filosofía. Editorial Aguilar.
GAARDER, J. El mundo de Sofía. Editorial Norma.
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Por Álvaro Mina Paz