Globalización y el nuevo orden internacional: las sociedadades de la información
Enviado por Bibiana Apolonia del Brutto
- Las conceptualizaciones sobre la globalización
- Globalización en América Latina
- Sociedades más comunicadas e interrelacionadas en la era de la internet
- ¿Falsas promesas o retos escatológicos?
- Notas
INTRODUCCIÓN / RESUMEN
En este pequeño ensayo realizaremos una síntesis apretada de las connotaciones y efectos de la globalización económica, las derivaciones que aparecen por una utopía informática que iguala al mundo en las posibilidades de comunicaciones y posteriormente nos abocamos a los obstáculos que se registran en las sociedades para llegar a esta denominación generalizable de sociedades de la información. Finalizamos con las consecuencias que derivan de las preparaciones para la Cumbre de la Sociedad de la Información en Ginebra del 2003 de manera general para América Latina, (sin ahondar en ningún país en particular) haciendo la salvedad que cada país de esta región posee especificidades que los diferencia a uno de otro en lo referente a su situación de desarrollo de las TIC.
En los trabajos existentes sobre la aplicación y usos de las tecnologías de información y comunicación suele no realizarse la relación entre efectos de la globalización y la entrada a las sociedades de la información y/o del conocimiento, sino que se la presenta como una relación biunívoca y como un hecho dado. Los efectos de la globalización y la mala distribución de las tecnologías de información y comunicación en usos sociales parece ser un efecto más de los ajustes en el mundo como consecuencia de la aplicación de políticas económicas derivando en polarizaciones tales como las situaciones entre inforicos e infopobres. En estas explicaciones suelen ser olvidados los problemas que históricamente han acarreado las divisiones del mundo, entre los ricos del Norte y los pobres del Sur por los efectos anteriores a la mundialización y/o globalización. Los países del Norte ricos y con accesos sin límites a las sociedades de la información y los del Sur con limitaciones y condenados de por vida a los inaccesos a estas tecnologías como a otras son producto de las malas políticas aplicadas como a las injerencias de los organismos que hoy en día las impulsan, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, etc. Los inaccesos en los países del Tercer y Cuarto Mundo por efecto de las defectuosas distribuciones en los ingresos resultan una consecuencia obvia en las inequidades de la distribución de las tecnologías en operaciones de redes. Inaccesos que recuerdan a otras diferencias entre países y que no son específicas por el énfasis puesto en la construcción de las denominadas Sociedades de la Información.
Resulta necesario establecer estudios particulares sobre la distribución de los accesos de las tecnologías de información y comunicación según las identidades y políticas que se dan cada uno de los países, que varían justamente según los posicionamientos políticos con respecto al libre comercio; a las políticas de alfabetización informática, a la existencia de redes educativas y la disponibilidad de los gobiernos por la distribución equitativa de sus PBI internos, así como a la existencia o no de proyectos políticos nacionales. Entre los numerosos temas por los que pasa hoy día las competencias a la entrada en las Sociedades de la Información se encuentra "el trabajo", tema complejo que incluye la modernización con la Internet en las organizaciones privadas y las públicas.
En este pequeño ensayo realizaremos una síntesis apretada de las connotaciones y efectos de la globalización económica, las derivaciones que aparecen por una utopía informática que iguala al mundo en las posibilidades de comunicaciones y posteriormente nos abocamos a los obstáculos que se registran en las sociedades para llegar a esta denominación generalizable de sociedades de la información. Finalizamos con las consecuencias que derivan de las preparaciones para la Cumbre de la Sociedad de la Información en Ginebra del 2003 de manera general para América Latina, (sin ahondar en ningún país en particular) haciendo la salvedad que cada país de esta región posee especificidades que los diferencia a uno de otro en lo referente a su situación de desarrollo de las TIC.
Las conceptualizaciones sobre la globalización
La globalización ha sido construida como un concepto que refiere a la discusión sobre la organización económica entre países, pero además a la organización política, social y cultural. Durante el último cuarto de siglo XX se expandió como un hecho natural al que se adaptaron gobiernos, sistemas económicos y políticos. Textos, disertantes, medios de comunicación difundieron un pensamiento social y cultural sobre la globalización que afecta a las comunicaciones en las relaciones interpersonales como a las informaciones, a las difusiones, y especialmente a las culturas en las comunicaciones masivas y a las mediadas por ordenadores.
El término apunta a la idea que las "sociedades cohesionadas y aisladas con economías domésticas ya no se sostienen y que es necesario impulsar y sostener economías y sociedades globales". Las consecuencias de este pensamiento que se ha tornado unívoco y monista son múltiples. Una de ellas ha sido la traslación lineal a partir de la década de los 70, pero de forma acentuada en los años 90, la transformación cualitativa del capitalismo que opera y operó de manera semejante en todos los países. Otra derivación es el énfasis puesto en una relación de interdependencia con un nuevo capitalismo mas allá de los estados nacionales.
Desde la perspectiva del análisis social las concepciones globalizacionistas se sustentan en un desarrollo ad infinitum de las burguesías, que éstas se tornaron intercontinentales, y el capitalismo es visualizado como un sistema económico que posee mecanismos in eternum que van mas allá de las personas, o de los sujetos sociales.
Aquello que se define como globalización puede caracterizarse por las siguientes características generales:
El creciente significado y dominio de la estructura financiera, que lleva a la categorización de las finanzas como forma superestructural de análisis de los fenómenos.
La importancia atribuida a la estructura del saber, del conocimiento, como un factor de producción.
La velocidad y el cambio de la noción de tiempo y espacio por el uso de las tecnologías de información y comunicación, y su transnacionalización, con el énfasis puesto en el factor conocimiento, a la vez que una dependencia de las innovaciones tecnológicas pero con monopolios en su difusión y reproducción, especialmente de los Estados Unidos.
Un ascenso del papel de las corporaciones transnacionales en conjunto con bancos transnacionales que poseen cada vez mayor injerencia en gobiernos, políticas y perspectivas de sociedades.
Conjuntamente al deterioro y desbarranque del Estado–Nación se produjo la des regulación de las economías, por lo que el poder político se ve cada vez mas atado a decisiones globales.
Una creciente intervención y papel destacado de organismos internacionales que van de las Naciones Unidas como organismo de contralor global, a organismos dependientes de los Estados Unidos, como son el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el continuo crecimiento y papel de organizaciones multilaterales.
La desvalorización del trabajo en los estados como consecuencia de diferentes formas de la circulación del capital y la adopción de los métodos flexibles en la organización del trabajo, por lo que se da una creciente desvalorización de lo que antes se denominó el movimiento obrero y la sustitución por masas de trabajadores desocupados/as; un aumento de las migraciones internacionales y la transformación de las culturas que adoptan formas homogéneas en función de la globalización comunicacional y la ostigación por el consumo.
La globalización se presentó en los inicios del siglo XXI como una teoría sustentada en la libertad del capital, en la concepción de una sociedad de clases sin clases, en que el trabajo y trabajadores/as asisten perplejos a los dictados económicos del capital al que deberán aceptar sin protestas. Al mismo tiempo se presenta una conciencia represora hacia la opinión pública internacional, por lo que se constituyó una visión y una opinión la "sociedad del sin trabajo". Ello significa que se dirime una conciencia colectiva del fracaso tanto en sujetos sociales, como en sociedades acerca del desempleo estructural, de la falta de disponibilidad y flexibilidad a que se ven sometidos/as millones de desempleados/as. Polarizándose al igual que los países las estructuras sociales de éstos, en las que se imbrican órdenes económicos, políticos y militares, produciendo elites de poder, que se asimilan a dictados cada vez más totalitarios en las políticas de sus estados.
Este panorama se presenta como crítico en los países del Tercer y Cuarto Mundo, que en vez de propender al desarrollo han aumentado la miseria en las poblaciones. Tanto en los años 80 pero especialmente en los 90 ha existido una explosión del aumento del narcotráfico internacional que está coligado al aumento de la prostitución, el tráfico de mujeres y de niños/as; de formas de esclavitud; la existencia de un mercado de órganos humanos e infantes, un panorama que se retrotrae a las épocas de la explotación primitiva. Al que se agrega, especialmente el cambio de la geopolítica y geoestratégica mundial, con énfasis en el 11 de septiembre del 2001, pero no solo a causa de éste, y con la amenaza de las doctrinas de la seguridad por combate al terrorismo que conlleva nuevamente las formas de invasión y dominio postcolonial, en amplios territorios del planeta (1).
A fines de la década de los noventa comenzaron las protestas por tanta ignominia con la aparición del movimiento de "resistencia global a la aplicación de las teorías de la globalización". En Seattle primero, Barcelona, Génova, Florencia posteriormente y en América Latina esencialmente en Porto Alegre, Brasil, que se constituyó en la alternativa política, económica, social de la contracultura de la globalización, sin olvidar los cambios de Argentina en diciembre del 2001. Contracultura que se basa paradójicamente en el soporte de redes efectuadas mediante la Internet sin cuya existencia no hubiese existido.
La globalización es un proceso en construcción y conformación social, es decir que afecta a los cambios de las estructuras societales, en cambio la globalidad es la forma que van adquiriendo las sociedades. Ambos momentos están interrelacionados y constituyen una dialéctica que permite explicar el proceso globalidad/globalización como el conjunto de profundas transformaciones estructurales en la producción material, la estructura social, el sistema de dominación y el mundo sociocultural del modo de producción capitalista. Sin embargo podemos decir que trastocó los modos de producción socialista también.
De esta forma puede comprenderse que las reacciones a la globalización son procesos globales, que no es exactamente la palabra lo que está en cuestionamiento sino los efectos de un tipo de sustento con respecto al capital, basado esencialmente en el financiero y las consecuencias en la vida de las personas por las miserabilidades reinantes por todos lados. En el que el desarrollo de las nuevas tecnologías han dado primacía a las concepciones de estrategias militares, como forma de dominio que abarcan una geografía global. En apariencia y especialmente después del año 2000 en que se produjo la caída de las inversiones tecnológicas en los ámbitos bursátiles, asistimos ya a mediados del 2003 a un ajuste de la aplicación de las tecnologías de información y comunicación no sólo en las redes económicas y sus concatenaciones de privatización de todos los sectores denominados sociales, sino en un constante espionaje, direccionalidad y disciplinamientos mundiales.
Suelen plantearse paradojas entre una globalización rica y otra pobre, coincidiendo esta dicotomía con los paradigmas de vida ejecutados por los países ricos, a los que debieran asimilarse los pobres. Una antigua polarización que proviene de las épocas de la consolidación de la revolución industrial, el desarrollo de los estados, la aplicación de políticas económicas y especialmente los modos en que se manifestó el gran capital para producir durante todo el siglo XX una consolidación económica, política, militar y tecnológica. La situación de los países no desarrollados estuvo y está en puntos de partida diferenciados no asimilables a las ortodoxias de la globalización, como tampoco lo estuvo con respecto al progreso y a la industrialización.
Las reacciones anti-globalización han captado las diferencias o las barreras y/o los muros de la tan divulgada y abierta globalización:
El muro del proteccionismo, consistente en la liberalización del comercio, que permite a la ciudadela rica competir por los dólares anuales subsidiados, solamente para competir y crecer entre ellos. El famoso ALCA (Asociación para el Libre Comercio) para la América Latina.
El muro a los flujos migratorios que derivó en xenofobias a lo ancho del mundo, en búsquedas de mejores condiciones de vida de personas que no pueden realizarse y/o autorealizarse en sus lugares de origen y que deriva cada vez más en políticas organizadas por el control a las inmigraciones.
Los muros de las finanzas, que engendraron formas mafiosas de reinsertar capitales, evadir normativas en países, incentivar los capitales privados y desestructurar los capitales públicos, con la consolidación de las calificadoras de riesgo y la reproducción de los negocios especulativos.
El muro de la impunidad, hacia la violencia, el hambre, las muertes, la generación de guerras y la permanente impasividad con respecto al abandono mundial de niños/niñas sin alimentación, educación, salud y posibilidades de vida.
La generación de guerras, que no comenzaron con los acontecimientos del 11 de septiembre del 2001, sino que son una continuidad de las políticas neocoloniales, exacerbadas hoy día por la necesidad de explotación de recursos estratégicos.
La globalización devino en el fortalecimiento del país más rico sobre la tierra, los Estados Unidos de Norteamérica. La base de ese poderío es el dólar y el Pentágono. La fuerza del Pentágono deviene del dólar que a su vez lo sustenta. Estados Unidos que posee la economía más grande del mundo que ha demostrado su poder económico y militar durante los años 90, cuando el padre del actual presidente estadounidense al bombardear Irak en 1991 denominó El Nuevo Orden Mundial, y que otros pensadores denominaron la Tercera Guerra Mundial o Guerra en el Tercer Mundo (2). Sobre el tema una de los más eficientes análisis es la hipótesis de Andre Gunder Frank que se basa en lo siguiente:
La prosperidad y el bienestar del pueblo norteamericano se basan principalmente en una situación internacional, así como ocurrió con Gran Bretaña en el siglo XIX. Esta prosperidad lejos de poseer un carácter excepcional se apoya en los pilares del dólar como divisa mundial que ese país imprime a voluntad y el Pentágono con sus inigualadas posibilidades militares. El tercer pilar es la ideología alimentada por las vías gubernamentales, educacionales y mediáticas. Cada uno sustenta al otro: los dólares mantienen al Pentágono, sus bases en más de ochenta países y el despliegue de sus contingentes militares. El gasto militar es la causa principal de los déficit norteamericano, el presupuesto y en el balance comercial, y a la inversa la fuerza del Pentágono contribuye a sustentar la confianza global del dólar. Sin embargo cualesquier declinación del dólar compromete la capacidad de Estados Unidos para mantener y desplegar su aparato militar. Un desastre militar debilitaría la confianza en el dólar y con ello su valor.
La depresión mundial ya se ha instalado, los Estados Unidos son por ahora los menos afectados seguidos por Canadá y Europa occidental. Ello es así debido a la situación privilegiada de la economía norteamericana que ha utilizado en su propio beneficio los infortunios del resto del mundo, gracias al privilegio de imprimir la divisa mundial con la que puede comprar la producción internacional a precios deprimidos y luego recibir los mismos dólares desde el extranjero, invertidos en valores de Wall Street y del Tesoro estadounidense. Desde mediados de los años 80 vienen cayendo los precios internacionales y los artículos de consumo y en los últimos años los industriales. En numerosos países de alta inflación en términos de monedas nacionales (países latinoamericanos y de Europa Oriental por ejemplo) y su devaluación respecto de la divisa mundial, el dólar, constituyó una deflación abaratando sus exportaciones medidas en la moneda estadounidense. De esta forma se beneficiaron los consumidores, proveedores e inversores de Estados Unidos, los utilizadores de dólares, que para los norteamericanos no posee ningún costo. El bien norteamericano coincidió con dicha expansión, especialmente en el período Clinton (1992-2000). A la vez en otros países durante los años 90 la producción cayó más de la mitad en Rusia y Europa Oriental; disminuyeron las expectativas de vida; aumentó la mortalidad infantil; la ebriedad; el crimen y el suicidio. En otros países como Argentina, significó la total destrucción económica.
La prosperidad norteamericana está basada en la deuda interna de sus empresas y los consumidores (tarjetas de crédito, hipotecas, etc.) Los Estados Unidos de Norteamérica se hallan sobreendeudados con poseedores extranjeros de títulos del Tesoro, valores de Wall Street y otros haberes (3).
Globalización en América Latina
El impulso que tendió a la adopción de las políticas neoliberales en la América Latina y por consiguiente las formas de globalización adoptadas hasta el presente, es diferente a las del pasado. En primer lugar por la importancia otorgada al capital y especialmente al flujo de mercaderías así como al reparto del mundo según países, ya fuere en exportadores de recursos primarios y/o manufactureros o industriales. La colonización y la conquista imprimieron formas capitalistas pero también feudales de relacionamiento en toda la América Latina, posteriormente a las independencias cada país adoptó su especificidad en cuanto a relaciones comerciales con las metrópolis y sus propias formas de gobiernos.
La plasmación de la sociedad industrial se efectivizó de manera asincrónica en todos los países de la América Latina y hubo disparidades de crecimientos según centros y periferias en lo interno de los propios países como en la América Latina en su conjunto. El punto en común con el siglo XIX, la finalización del siglo XX y comienzos del XXI es que el origen de la capitalización se realiza en los países centrales y en las periferias en función de reproducción de las desigualdades y que el comercio más importante se realiza por medio de grandes empresas tanto en Europa, Norteamérica y Asia. Pero esta es una desigualdad histórica en las regiones que han sido colonizadas y las clases dominantes al igual que en el pasado están ligadas mediante inversiones, el propio comercio, las rentas, las operaciones bursátiles, los pagos de intereses. También el Estado-Nación es el organismo idóneo y el instrumento para organizar la expansión global mediante tratados comerciales, subsidios, controles laborales, intervenciones militares, expuestas hoy día por la promoción de la doctrina del libre comercio, el famoso ALCA, Asociación para el Libre Comercio para toda la América Latina.
Las diferencias con épocas pasadas son que las transferencias de riquezas a través de las fronteras nacionales, fronteras diluidas por otra parte, se dan mediante los movimientos financieros y éstos se realizan mediante redes organizativas en gran escala, y mediante las redes electrónicas, o las nuevas tecnologías. Las redes electrónicas se asientan e incrustan en las formaciones sociales anteriores a la globalización a la vez que en formaciones nuevas derivadas del enriquecimiento del flujo de los movimientos financieros.
De manera que las nuevas tecnologías están imbricadas tanto en los países centrales como en los periféricos a las formaciones de clases existentes antes y después de la globalización. O lo que es lo mismo, las nuevas tecnologías están incrustadas en las clases pre existentes en los territorios, se imbrican a redes reproduciendo dicha estructura de clases, y también los Estados-Nación reproduciendo a su vez las formas de gobernabilidad. De ninguna manera estamos expresando que la formación de clases se da de manera lineal e idéntica en cada período histórico, por el contrario con la globalización se han modificado tanto en la cúspide de la pirámide como en su base demográfica. No hay por tanto independencia ni en los países centrales ni en los periféricos, o actores autónomos de las estructuras de poder en las sociedades que actualmente basan su poder en el conocimiento. En cuanto a la referencia a la velocidad con que se mueve el capital ello está ligado a los flujos y reflujos que en las últimas décadas ha tenido el movimiento financiero, o el capital. La velocidad ha beneficiado a grupos en tanto controladores de los movimientos de capital al permitírseles a dichos individuos un mayor acceso para las transferencias del capital. Los beneficios se encuentran en las desregulaciones que otorgan mayor autonomía a los Estados-Naciones centrales (Norteamérica, Europa occidental, Japón) pero no a los estados periféricos que sufren los efectos de dichas desregulaciones. La recolección, el procesamiento y el análisis de la información se extraen de fuentes que las trabajan en diferentes regiones. En el Tercer Mundo aumentó el proceso de importación del trabajo industrial intensivo, mientras que en ellos se deterioró dicho trabajo.
Las consecuencias distributivas de la globalización no pueden separarse de los modelos de propiedad y de control de las instituciones, de la estructura de clases y del Estado (4). El ascenso de las clases globalizadoras ha provocado profundas crisis sociales en el Tercer y Cuarto Mundo que afectan a los trabajadores asalariados, a empleados, a trabajadores rurales y por cuenta propia ya que el crecimiento y penetración de las políticas globalizadoras han engendrado un aumento significativo de la desigualdad entre la minoría que tiene el lazo globalizador y los que están siendo explotados por ella. La profundización en la desigualdad del ingreso entre las clases sociales es una consecuencia directa de la globalización. Las desigualdades que son muchas tienen diferentes bases, una de ellas son los ingresos gubernamentales por impuestos que afectan a los sueldos de asalariados a la vez que declinan continuamente los porcentajes recaudados que vienen de los capitales multinacionales. Esto tiene su causa en las alianzas (postcoloniales, de carácter financiero, tradicionales y mafiosas) que producen excepciones legales manejados por corporaciones de abogados y otros que manipulan las salidas de capitales para los refugios impositivos, por lo general islas caribeñas. También se encuentran los decrecientes subsidios estatales o programas de gasto, (en un lenguaje adaptado a las políticas económicas neoliberales, cuando son programas de inversión), que son los derechos corporativos en la forma de préstamos con bajos intereses, incentivos a la exportación, subsidios para construcción de infraestructura, investigación y desarrollo que han estado acompañados de reducciones en las transferencias sociales a los salarios y a la población trabajadora. Mientras y paradójicamente, crecen los subsidios estatales al capital corporativo multinacional declinan los salarios a trabajadores, aumenta la desocupación, decrecen las posibilidades de pagos a pensionados, a familias de bajos ingresos, a enfermos, a jefes y jefas de hogares (5).
Estas desigualdades se deben a factores estructurales, a las crecientes concentraciones y centralización de la propiedad por medio de fusiones, compras, join ventures y a la integración del Estado y la elite corporativa globalizada. En los sectores medios y bajos crece el número de personas sin coberturas médicas, obreros/as sin sindicatos, la fuerza laboral temporal o la flexibilización laboral, el trabajo en negro, las maquilas, que implican grandes masas sin beneficios sociales, sin coberturas médicas, sin vacaciones, sin tiempo de ocio, y ya sin acceso a la alimentación básica.
Las desigualdades son especialmente producto de la adopción de las políticas neoliberales que impregnaron a la América Latina a partir de los años setenta con un enfático papel del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, y en la actualidad la Organización Mundial de Comercio, políticas a las que se las denomina gruesamente adaptativas al Consenso de Washington. Esta ideología neoliberal imperante y reproducida por toda la América Latina, sustentadora de la desigualdad y de variados procesos se expande a través de medidas económicas pero ya asimiladas como "culturas vigentes en los comportamientos cotidianos" y de difícil erradicación y/ o cambio. La retórica de las recomendaciones de los organismos internacionales y multilaterales son lenguajes que tienden a la simulación en tanto preocupaciones por la pobreza, por las descripciones tanto cuantitativas como cualitativas de las degradaciones de multitudes, de los énfasis en el desarrollo con equidad, no obstante no dejan de recalcar al individuo como unidad básica de análisis y de acudir a la responsabilidad individual de manera de ocultar el centralismo de la concentración del poder institucional, el problema del poder y la desigualdad económica. A la vez se trasladan responsabilidades a las familias, como por ejemplo en la educación, de la que los estados tratan de desembarazarse y sumergirse en la mercantilización educativa (6).
Las periferias se definen habitualmente en términos negativos y en comparaciones con los países centrales son regiones y países que no controlan en el ámbito local el proceso de acumulación de la riqueza que consecuentemente se ve influenciado por limitaciones externas. El ejercicio de nuevas formas de dominio monopolistas ejercido por el sistema de los centros es el que explica la creciente polarización y desigualdad entre los pueblos, ya que la lógica de esta globalización consiste en la organización del apartheid a escala global (7). Según Samir Amin, la globalización es igual a imperialismo, que en estas épocas es expansión capitalista bajo otras formas, partiendo de la hipótesis que el imperialismo no es una "fase" del capitalismo como tampoco la más avanzada. La conquista imperialista europea fue ejecutada en dos fases y estamos entrando en una tercera, dice el pensador. La primera fase se organizó a partir de la Conquista de las Américas dentro del marco del sistema mercantilista que preexistía en Europa en esos tiempos. El resultado de aquella empresa fue la destrucción de civilizaciones indias y su hispanización, o simplemente el genocidio total sobre el cual se construyeron los Estados Unidos. La segunda fase de devastación imperialista se basó en la revolución industrial y quedó manifestada en el control colonial ejercido sobre Asia y África; se escondía detrás de esto la apertura de mercados, como por ejemplo el mercado del opio impuesto por los puritanos ingleses a los chinos y la toma de los recursos naturales del planeta. La tercera fase de expansión imperialista se produjo con la caída del sistema soviético y los regímenes populistas-nacionalistas del Tercer Mundo. Los objetivos del capital dominante siguen siendo semejantes a los de la primera y segunda fase, el control sobre la expansión de los mercados, el saqueo de los recursos naturales del planeta, la sobre explotación de las reservas del trabajo en la periferia, aunque las condiciones son diferentes a las que caracterizaron al período anterior imperialista.
El discurso ideológico diseñado por una Tríada: EE.UU., Canadá, la Unión Europea y Japón se fundamentan ahora en la obligación de intervenir en la "defensa de la democracia", "los derechos de los pueblos" y "el humanitarismo". Los Estados Unidos están llevando a la práctica una estrategia diseñada para asegurar mediante una demostración de fuerza militar al resto de los socios que conforman dicha Tríada (8). Lo hemos visto en Kosovo en 1999, en Afganistán en el 2002, en Irak en el 2003 en la expansión tecnológica militar también sustentada en la investigación y desarrollo sobre las tecnologías. Y asistimos hoy impávidos ante semejantes discursos de claridad, transparencia, calificación de situaciones y Estados canallas, etc. Con el Golpe de Estado mediático y del control del recurso petrolífero en Venezuela, como la agresión/invasión con desinfectantes químicos en Colombia. Así como oscuros y satánicos enroques con tráfico de armas, apoyos mercenarios, y la vulneración a los derechos humanos con la desaparición forzosa de personas en el mismo país, al igual que otros de toda la América Latina.
El Tercer y Cuarto Mundo con diferentes fases de industrialización, de competitividad y diferencias políticas poseen diversas y distintas estrategias de desarrollo. África y el mundo árabe e islámico quedaron atrapados en una división del trabajo en la que siguen siendo exportadores de materias primas, incluso algunas regiones aún no han entrado en la era industrial y también sus industrias son frágiles, vulnerables y poco competitivas. Las diferencias se manifiestan además en el crecimiento de masas pobres y excluidas. No existen progresos en pos de la integración regional inter-africana o ínter árabe, aunque existan países ricos exportadores de petróleo, algunos con exportación de productos agrícolas, y de productos mineros, con poblaciones pequeñas como países pobres o muy pobres a los que les resultará muy difícil integrarse a la configuración del sistema mundial. La diferencia de estos países con otros, como ser algunos de la América Latina reside tanto en las diferencias políticas como en la cercanía con América del Norte, y las estrategias de comercialización impuestas en los últimos años. No obstante todas las situaciones están incluidas al sistema global económico diseñados por los Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá y Japón. En todas las regiones periféricas se ha impuesto un modo homogeneizante de producción que coincide con el famoso "fin del trabajo" y con las nuevas sociedades interconectadas a la vez que se apuesta en la recomposición de la vida social mediante la interacción de diversos proyectos, por oposición a la sociedad industrial fordiana. En todo el mundo y al interior de los países se reproducen estados de riquezas con poblaciones que disfrutan de las comodidades de las nuevas sociedades de proyectos un "primer mundo", y un "segundo y tercer mundo" el de las periferias de trabajadores explotados, de trabajadores desocupados y de pobres excluidos. Las perspectivas de reacomodación son distintas tanto en los centros como en las periferias ya que incluye las crisis del sistema neoliberal por las que está dirigido en la actualidad (9).
El término globalización fue de los más usados en la última década, su significado depende de quién lo use y para qué lo use. No obstante parece existir acuerdos en que la globalización tiene que ver con la integración de los mercados por un lado y por otro con las fronteras; y posee tres rasgos que son básicos: el mercado de las materias primas, el comercio; el mercado del trabajo, con la migración y el mercado de capitales. Los tres rasgos son comunes y variantes en toda la América Latina, el problema estriba no tanto en los volúmenes del comercio, las migraciones o los flujos de capitales sino en cómo se mueven los capitales de un lugar a otro sin intervención estatal que los detenga, o que se ensamble en ese flujo de capitales.
No son ciertas las necesidades de aperturas para obtener beneficios en crecimientos ya que toda la década de los noventa fue una experimentación en este sentido, así como no son ciertas las postulaciones que las aperturas traen aparejadas mayores igualdades sino por el contrario han acarreado mayores inequidades. Ocurre que América Latina posee otros lenguajes con respecto a lo que se considera globalización para los países del Norte y otros lenguajes para el imaginario anticapitalista. América Latina tuvo un pensamiento único que fue la lucha anticolonial que se hizo efectivo no sólo en la resistencia concreta de la Conquista sino en el siglo XX durante los años 60 y 70. Un discurso que como suele decir el sociólogo peruano Aníbal Quijano se hundió y fue derrotado. En los últimos años la denominada lucha antiglobalización en consonancia con la resistencia mundial es una vuelta a las memorias a los debates iniciados por aquellos años. Esos debates también fueron denominados formas de conocimientos y conformación de un diferente pensamiento crítico en pos de alternativas de movilización y acción frente al neoliberalismo decadente; consistentes en mirarse la Indoamérica con otros ojos diferentes a los del eurocentrismo, con la perspectiva cognitiva de la singularidad y no del universalismo, sin embargo el colonialismo cognitivo fue mas fuerte que dichas miradas. Los Estados dejaron de sonar como fuentes de sustentación de lo nacional y las mentalidades fueron cooptadas por otras inteligencias, por otros paradigmas educativos, por otras formas de categorizar, sistematizar, comunicar la teoría sobre la práctica.
Las llamadas resistencias a la globalización neoliberal hasta la fecha efectuadas en Porto Alegre, Brasil y especialmente el último encuentro, el Foro Social Mundial del 2003 que coincidió con el ataque de Estados Unidos a Irak, han puesto el acento en la internacionalización de la resistencia hacia las políticas neoliberales de ajustes y de guerras. Estos foros que han sido encuentros de multitudes de organizaciones de variadas y multifacéticas orientaciones fueron el resultado de las computadoras y de la Internet unidas "en redes de resistencia", del teléfono y de las redes de transporte. Este último Foro como los anteriores no fue un intento de cambiar los gobiernos sino a "las sociedades", como una respuesta de base amplia a las dictaduras y al deterioro de las democracias representativas, a la ausencia de los diálogos entre electores y elegidos, y al cuestionamiento a las decisiones de tanta impunidad por acuerdos con programas y medidas del globalismo neoliberal. Los Foros ponen el acento en la movilización, la participación y la vigilancia de las sociedades hacia los continuos acuerdos de gobiernos con el Fondo Monetario Internacional por las continuidades de las deudas externas, los deteriores de la educación, salud, seguridad social, la justicia, la criminalidad, el tráfico de armas y otros.
No dejamos pasar la existencia de "censuras" al denominado pensamiento critico como expresa el profesor mexicano Pablo González Casanova, las censuras consisten en evitar que se expresen y construyan día a día medidas colectivas que subviertan al orden neoliberal. Los males y las mentiras acarreadas por el neoliberalismo y el globalismo son diagnosticadas constantemente hace dos décadas, pero no basta con denunciar las políticas paupérrimas, depredadoras, las malas decisiones, sino que hay que recurrir a las causas y los factores históricos que las determinaron y que condujeron a estas políticas de guerras generalizadas, autodestructivas, de proliferación de armas nucleares y bioquímicas, de odios y rencores entre pueblos. El debilitamiento del pensamiento teórico de la América Latina que señaló Emir Sader corresponde al pensamiento de los nichos académicos, de los partidos políticos, y de los organismos internacionales. Sin embargo un pensamiento de acción se trasladó a los movimientos sociales a fines del siglo XX, movimientos que coinciden con las viejas reivindicaciones de los movimientos de campesinos, de obreros de comienzos del mismo siglo (10).
Sociedades más comunicadas e interrelacionadas en la era de la Internet
El avance producido por las nuevas tecnologías supuso hasta el año 2000 transformaciones técnicas y económicas más importantes que las producidas por la Revolución Industrial, pero justamente a partir de aquel año comenzaron a transparentarse las ausencias de consecuencias sociales en dicha transformación. La situación social fue y es la referencia a "la ausencia de trabajo" la creciente situación de desempleo por todas las regiones del mundo, personas que en edad activa no encuentran lugar en la estructura de trabajo de sus sociedades. Aquello que se dio en denominar la "nueva economía" generó grupos privilegiados, pero para las mayorías el recorte relativo de los salarios los obliga a trabajar más horas o a buscar empleos adicionales. Durante toda la década de los noventa la brecha entre los salarios se disparó tanto en la Unión Europea como en los Estados Unidos y en los países de América Latina. Las remuneraciones a los ejecutivos aumentaron mientras que los sectores asalariados, que son por lo general capas medias, ganan menos y trabajan más. Este es el paradigma del neoliberalismo de la Internet: trabajar más para ganar menos. Estas fueron las consecuencias del boom de la nueva economía, sinónimo de reducción de impuestos a las empresas y a los más pudientes, privatizaciones, reducción del tamaño de las empresas y externalización de la mano de obra a través de subcontratos u otros procedimientos. Nueva economía es desregulación de las empresas y tratados de libre comercio sin respeto por las normas sociales de cada región y/o país y con explosivas cotizaciones bursátiles. El contexto tecnológico con contenidos sociales fue dejado de lado hasta entrado el año 2003.
Algunos de estos aspectos fueron tomados en cuenta por los hacedores y escribas sobre la mundialización, Thomas Friedman uno de los principales editorialistas del New York Times decía en 1999 que el triunfo del capitalismo había llevado como consecuencia el triunfo de las democracias en el mundo, la democratización de las tecnologías derivada de la democratización financiera podía hacer que el mundo entero pudiese acceder a computadoras, los teléfonos y las cadenas de televisión para que la humanidad pudiese permanecer comunicada entre sí. La convergencia de las fuerzas tecnológicas habría de subvertir a las jerarquías piramidales y la Internet con una nueva arquitectura democrática llevaría a una competencia perfecta. Una vez finalizada la turbación que provocó el Estado Benefactor antes y después de la II Guerra Mundial la globalización por fin regularía mercados y/o se ocuparía de los desheredados de todas las épocas (11). Una vez más la posición estaba basada en la demonización al Estado de bienestar con las consiguientes olas de desregulación y privatización. Las políticas científicas y tecnológicas en dicho esquema en lugar de perfilarse como participativas y en la preocupación por el bien común serían instrumentadas al servicio de los intereses privados de las empresas industriales, agroalimentarias y terciarias. El derecho a la propiedad intelectual fue el instrumento clave para facilitar esta evolución y dio como resultado la mercantilización y la privatización creciente de los conocimientos. Los sistemas educativos y de formación fueron sometidos a los imperativos de la economía. Y la nueva sociedad, como sociedad de la información que representa el porvenir fue confiscada por las grandes empresas privadas: Microsoft, Cisco, Intel, IBM, Ericson, Nokia, Time Warner, Walt Disney, CNN, Bertelsmann, Murdoch, etc. Esta nueva sociedad o la Sociedad de la Información está creando una nueva política, una gobernación directa, mundial, sin Estado.
No fueron dejados de lado sin embargo los contenidos en cuanto a la revolución de las comunicaciones, a la ideología técnica que dio origen a un "modelo de sociedad". afectando a todos los sistemas de información ya automatizados. El sistema concretizado de la "aldea global" dominó distancias, dio lugar a la proliferación de las palabras con los paquetes de noticias a la vez que hizo notar que "el nuevo rendimiento técnico" ponía en situación de fragilidad a las economías. El nuevo sistema técnico de la Internet no tornó más tranquilizadoras a las interacciones humanas, como tampoco dio lugar a nuevas inteligencias. Las conexiones múltiples son un progreso, que duda cabe, pero se hizo necesario "aprender" con el uso de las nuevas tecnologías, a leer con las pantallas, a discutir e intercambiar ideas y posiciones en los chats, en las comunidades virtuales, aprender a bajar música, a escuchar a la radio en combinaciones con la Internet. De esta forma fue creciendo no un sistema de conocimiento sino un espacio de comunicación que es un espacio de expresiones y un mercado de informaciones del que como se sabe hacen uso las generaciones más jóvenes en todo el mundo. A tal efecto se hace necesario recordar qué significó la contracultura para las generaciones jóvenes en los años 60: un movimiento de protesta de juventud que desempeñó un papel decisivo en las grandes revueltas estudiantiles; el movimiento hippie como las distintas ramificaciones que nacieron con lo que se denominó movimientos alternativos.
Aquel movimiento de la contracultura desapareció a mediados de los años 70 pero los valores se propagaron y han influido hasta hoy en las maneras de "estar en el mundo" de muchos adultos. Las prácticas de la contracultura pasaron por la ruptura con el mundo, los viajes iniciáticos a la manera de monjes mendicantes budistas, la vida en comunidades, el deseo de la igualdad de influencia libertaria, la adhesión a una cultura de la no-violencia siguiendo algunos postulados de Gandhi, la construcción de una existencia en una comunidad mundial pacífica, etc. Estas ideas prendieron en el movimiento de jóvenes ligados a la Internet como búsqueda de una sociedad más fraternal, más comunicante, más pacífica. El mundo de la Internet en este sentido se convirtió en el mundo underground y en un lugar en que su práctica permite abandonar el "mundo corriente". Pero esta nueva contracultura a diferencia de la de los años 60 no reniega del neoliberalismo, como tampoco efectúa ningún énfasis en la revolución política, pero hace del culto a la Internet un modelo a seguir por todas las generaciones, una revolución permanente en la que los jóvenes son los que determinan la dirección del movimiento.
Se ha querido ver en este modelo un paradigma que no necesita ni de la Historia, ni del Estado, ni de políticos, al fin se ha querido ver en la tecnología digital "una fuerza natural que atraiga a la gente a una mayor armonía mundial" (12).
La utopía de la expansión de la Internet fue hasta la crisis del 2000 a escala del comercio electrónico mundial, pero ahora se dirime como un sistema de comunicación internacional política. El problema es que la medida del tiempo de la transmisión de la accesibilidad esta regulada por los países del Norte ricos, y no por los del Sur pobres y que se afianza una cultura y una racionalidad en detrimento de otras. Aunque las tecnologías multipliquen las posibilidades de intercambio no implica esto mismo que exista mayor comunicaciones humanas ya que toda comunicación hoy día aparece mediada por la "especialización", o por la intermediación que no necesariamente respeta ni responde a culturas de acercamiento entre pueblos, entre ideas diferentes. El escenario de la guerra en el 2003 es el ejemplo más elocuente de esta superposición y nivelación para abajo como lo expresó la Escuela de Frankfurt (13).
"La transformación de lo que se ha dado en llamar globalización es una transformación del sistema productivo y del sistema comunicativo y constituye un nuevo paradigma socio-técnico denominado informacionalismo", dice Manuel Castells. El informacionalismo es el sistema en que la competitividad, la productividad, la riqueza, la comunicación y el poder se basan fundamentalmente en la capacidad tecnológica y organizativa de procesar información y generar conocimientos específicos para la realización de los objetivos e intereses de los distintos actores económicos y sociales. El informacionalismo recibe su nombre porque las tecnologías de información y comunicación permiten un desarrollo de producción y generación de conocimiento en tiempo real, con capacidad de retracción y aumentan exponencialmente la capacidad de procesar información y generar conocimiento. El nuevo sistema productivo surgió a partir de la dinámica económica, cultural, política de las sociedades pero la forma que ha adoptado y en la que se está desarrollando requiere la infraestructura tecnológica desarrollada a partir de las tecnologías de información y comunicación de base microelectrónica y esto hace al sistema, distinto (14).
Esta pequeña síntesis de la extensa temática sobre las sociedades de la información escrito por Manuel Castells nos ubica nuevamente en una polarización incómoda, las sociedades no se definen por su grado de adaptación al sistema socio tecnológico, ni siquiera es este un indicador de progreso, por el contrario las sociedades se definen por la adopción de sistemas, modalidades, proyectos, con respecto a lo económico, a lo histórico, a lo político, a lo cultural. La convergencia entre redes telemáticas y redes informáticas permite intercambiar informaciones, compartir saberes, comunicarse entre todo el planeta, pero los bienes intercambiados son "servicios". Las tecnologías de información y comunicación, TIC, son una fuente de mayor intensificación del trabajo más que de enriquecimiento profesional. Los nuevos sistemas de información permiten efectuar más trabajo en menos tiempo y su utilización reclama constantemente competencias polivalentes, iniciativas, trabajo en común, pero requieren una mayor -formación- por parte de trabajadores/as, que a su vez tienen que disponer de tiempo para aprender y efectuar tareas cada vez más polivalentes. Son las grandes corporaciones, empresas de las comunicaciones, empresas de marketing, publicidad, y/o derivadas de los servicios las que más utilizan estas tecnologías, no son en cambio, en las áreas deprimidas por los efectos de las desregulaciones, privatizaciones, desindustrialización y/o las pequeñas empresas productivas. La homologación a los estilos de trabajo de las grandes corporaciones está refiriendo a una acentuación con otras modalidades de los sistemas tayloristas, aumento de competencias y calificación del personal, sistemas autoritarios jerarquizados, anulación de los encuentros cara a cara por reuniones, trabajo en red pero con mayores grados de alienación sin diálogos interhumanos, con trabajadores/as que funcionan en círculos concéntricos hipercalificados, autónomos y móviles, con salarios elevados y fondos de pensión en el centro, pero el resto son asalariados con calificaciones consideradas inútiles, con trabajo delimitado, y en las periferias de los centros tanto de empresas como de bloques de países, trabajadores desechables, con horarios flexibles, salarios muy bajos y contratos eventuales.
Aunque sin duda existen otras formas de acceder a la información dichas formas no implican conocimiento per se, es sabido que las comunicaciones intranet dejan de lado a las instituciones sindicales, y también que cada día son mayores las empresas y organismos estatales que deben nutrir de correos electrónicos a asalariados/as. El correo electrónico permite la información instantánea de cualesquier acción discutible en una empresa, analizar sus consecuencias, favorecer los intercambios, conseguir la opinión del mayor número posible de personas durante las negociaciones, sin embargo la vida asociativa y la colectiva no puede ser dirimida por la Internet sino por las relaciones cara a cara (15).
¿Falsas promesas o retos escatológicos?
En 1977 la empresa estadounidense IBM iniciaba la salida a la crisis petrolera de la época sin nombrar las hambrunas en Sri Lanka con el camino para los grandes países industriales con la siguiente frase: "La historia de la humanidad es descripta habitualmente en términos de edad. En general, hoy se admite que iniciamos una nueva era, una etapa pos industrial en la cual la capacidad de utilizar la información se tornó decisiva… Esta nueva edad se denomina desde ahora, edad de la información" (16). La ambigüedad que rodea al concepto de sociedad de la información continua hasta nuestros días, el término remite a la asimilación de la información con el dato, con el recuento estadístico y a visualizar únicamente la existencia de la información si hay un dispositivo técnico, por ello la insistencia en los usos meramente instrumentales del concepto. En la historia de las ideas la concepción implica sepultar "la ideología" que apareció en la segunda mitad del siglo XX. La primera mención recuerda Armand Mattelart, se realizó en 1955 en Milán, Italia, en un congreso que promovía la Libertad por la Cultura cuyo tema central fue: "El futuro de la Libertad". Entre los participantes se encontraban Friedrich A. von Hayeck, el sociólogo francés Raimond Aron, como también los estadounidenses Daniel Bell, Seymour Lipset y Edward Shils. En dicha reunión se postuló el final de las ideologías en los análisis sociológicos pero también de la lucha de clases, de los intelectuales contestatarios y el final del compromiso, promoviendo a su vez uno nuevo, el "compromiso con la intelectualidad liberal occidental". Unos años antes, en 1940 y desde el campo organizacional el filósofo estadounidense James Burnham de origen trotzkista, vaticinaba el ascenso de los organization men portadores de una nueva sociedad y de la managerial society con la convergencia de los regímenes capitalista y comunista. En los años 60 Daniel Bell publicó El fin de las ideologías y en 1973 El advenimiento de la sociedad pos industrial con el que refuerza su tesis del fin de las ideologías y predice el ascenso de elites cuyo poder residirá en la "nueva tecnología intelectual", orientada hacia la toma de decisiones mediante la preeminencia "de la comunidad carismática universitaria, desinteresada y sin ideología". Una sociedad jerarquizada, regida por un Estado providencial, centralizador y planificador del cambio (17). Ya a fines de los años 80 y en los 90 el sociólogo inglés Anthony Giddens propuso La Tercera Vía como opción política al neoliberalismo que coincide con ciertas propuestas de Manuel Castells en cuanto a la entrada en un camino societario indicado por los modos de producción de la microelectrónica.
La noción de sociedad de la información apareció en los programas de gobierno y en las instituciones internacionales, en la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) desde 1975 y cuatro años más tarde en toda Europa. En marzo de 1994 el vicepresidente de Estados Unidos, Albert Gore anunciaba su proyecto de inforutas: Global Information Infrastructure para la "gran familia humana" y en ese año comenzaba a utilizarse el concepto de "nueva economía". En febrero de 1995 los países más ricos del planeta, el Grupo de los 7 o G7, ratificaban su apoyo a la noción de Global society of information a la vez que decidían acelerar la liberalización de los mercados de telecomunicaciones. Ya en el año 2000 la Cumbre Europea de Lisboa, los Quince de la UE, deciden que en materia de desarrollo se apoya al desarrollo de la Internet. La cumbre del G8 en el año 2000 en Okinawa firma la "Carta sobre la Sociedad Global de la Información" en la que se comprometían a defender la propiedad intelectual y luchar contra el pirateo de programas, continuar con la liberalización de las telecomunicaciones, promover normas comunes y proteger al consumidor, formándose un grupo de expertos para proponer soluciones a la "fractura mundial en el ámbito de la información y el conocimiento". En Génova en julio del 2001 nuevamente el G8 impulsa al pacto creado en Okinawa y da lugar a: "un plan de acción sobre la manera con que los e-gobiernos podrán reforzar las democracias y el estado de derecho", a la vez va creciendo y es propugnada por el mismo G8 y las Naciones Unidad una "creciente sociedad civil global" (18).
La expresión sociedad civil se ha visto inundada en toda publicación electrónica, en papel y/o en reuniones de organizaciones no gubernamentales y gubernamentales en la UE, es de uso corriente en América Latina. Como expresión conceptual del coloniaje se observa por doquier que la misma sirve tanto para apoyar a enunciados de organismos multilaterales como para las reacciones anti-globalización, es harto frecuente su uso para los documentos anti- ALCA, y en las organizaciones no gubernamentales (19). El hecho es que se evita de esta forma tratar los cambios y conflictos derivados del desguace de los Estados-Nación, de las privatizaciones y desregulaciones sobre sus competencias y conformar una oposición a los Estados por parte de -organizaciones- que confrontan al interior de las sociedades y en los propios Estados por poderes de programas financiados en la lógica de la globalización y/o mundialización. En lo concerniente a la producción informatizada se opera desde la inexistencia de marcos históricos, de verdaderos ejercicios democráticos, con una noción de
Estado abstracto, se enfatizan las comunicaciones desterritorializadas y se pone en juego un discurso "público" que es el discurso de la globalización del mercado siempre opuesto a un Estado-Nación regulado. Se pierde de esta forma la posibilidad de la real negociación tanto dentro de los sectores de un Estado como las posibilidades de negociación entre Estados. La terminología que se utiliza por doquier es la de comunidades virtuales, el concepto iniciativo de Reinghold que facilita las sinergias de personas distantes en todo el planeta en pro de objetivos específicos y colaborativos (20).
La era del sistema técnico microelectrónico pone en escena un conflicto mayor de orden político y estratégico, mediante el financiamiento de los organismos internacionales y con una ideología asimilable a la globalización económica se habla por doquier de la crisis del crecimiento y de las dificultades de la gobernabilidad de las democracias occidentales y se impulsa que "las nuevas tecnologías" pueden resolver la crisis económica y el consenso político. A ello hay que agregar el proceso de desregulación de las redes financieras y de los sistemas de telecomunicaciones, con lo que se cierra el esquema neoliberal del mundo. El acuerdo de la Organización Mundial de Comercio (OMC) sobre la apertura de los mercados de telecomunicaciones a la competencia en 1998, favoreció las fusiones del sector. Como fue la de America On Line (AOL) con Time Warner en enero del 2000. En el 2001 en la cumbre de Génova el G8 no sólo propuso el apoyo a los e-goverments para los países pobres, para fortalecer la democracia y el Estado de derecho, sino fomentar la conexión a la Internet, promover iniciativas en materia de educación, alentar a las empresas a invertir en proyectos de desarrollo sustentable y crear contenidos locales explotando el software libre. La empresa Microsoft convocaba al mismo tiempo a los gerentes de las grandes firmas informáticas para convencer a las autoridades de los países en vías de desarrollo de los beneficios de lo digital. En el año en curso, en mayo del 2003, la misma empresa realizó la Cumbre Microsoft cuyo tema central fue: "Ayudemos a los gobiernos a desarrollar su potencial" (21).
El PNUD logró instalar a partir del año 2000 en el índice de Desarrollo Humano el grado de desarrollo de cada país con respecto a sus avances en las tecnologías de información y comunicación, con el que los gobiernos se asimilaban a los postulados internacionales reinantes. El objetivo fue incorporar un atributo cuantitativo para detectar las transformaciones del mapa de desarrollo esta vez mediante las redes tecnológicas, la medida incluía equipos telefónicos y la existencia o no de electricidad en los territorios.
La preparación para la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información de Ginebra en diciembre del 2003 promovida por la (IUT) la Unión Internacional de Telecomunicaciones (22), convocó tanto a organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo como a instituciones no gubernamentales de envergadura internacional, la UNESCO ubicó la lucha "por el acceso universal al ciberespacio" en el marco de una "infoética" y del respeto a la diversidad cultural, lingüística, para evitar que la globalización económica sea culturalmente empobrecedora, desigual e injusta (23) (24) En diciembre del 2002 la CEPAL y miembros de organismos gubernamentales latinoamericanos se reunieron en Santo Domingo, como ya lo había hecho Bamako, Bucarest, Tokio, allí se hicieron sentir las participaciones de la sociedad civil especialmente los documentos de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones, (APC) que cuenta con documentos y una activa militancia en varias temáticas relacionadas a la sociedad de la información como: derechos a la Internet, indígenas, género, y otras (25). En febrero del 2003 se creó la Oficina de la Sociedad Civil y las organizaciones no gubernamentales para asegurar los vínculos con la Oficina Gubernamental. De esta forma -aparecen representados- (en realidad no es representación pero la nominación recurre a ello) sectores universitarios, educativos, la comunidad científica y tecnológica, los medios de comunicación, los actores y creadores de cultura, las ciudades y poderes locales, los sindicatos, los legisladores, las ONG, los jóvenes, los grupos de género, los pueblos autóctonos, las personas discapacitadas, los movimientos sociales, las instituciones filantrópicas, los think-tanks, las asociaciones de multiactores, los grupos de África, Asia, América Latina, el Caribe, Europa, los países árabes (26).
La intención generalizada de este tipo de organizaciones ante la CMSI, Cumbre de la Sociedad de la Información, es la de reducir la injerencia de las organizaciones corporativas, empresariales, el Estado y el mercado. Las voces del sector privado empresarial ponen el acento en la flexibilidad, el espíritu competitivo de las empresas y comunicación, insisten en la limitación de los poderes públicos y la creación de entornos y contextos favorables a las inversiones, no diferente de las visiones pragmáticas y de mercado de la IUT. El tercer sector se opone a esta agenda y propone otra basada en el desarrollo sustentable; la necesidad de unir las experiencias digitales a la memoria de la apropiación social de las tecnologías anteriores, especialmente la radio; el énfasis puesto sobre la democracia digital, la transparencia y la participación; la alfabetización, la educación y la investigación; los derechos humanos; el conocimiento como patrimonio de la humanidad; la diversidad cultural y lingüística; la reducción de los costos de conexión; el software libre; la participación en el gobierno de la internet y otras instancias del ciberespacio. También reviste importancia las intenciones de ciertas representaciones gubernamentales que pretenden discutir en el foro de Ginebra 2003 sobre las tecnologías, las sociedades y las libertades individuales, así como "los accesos de conocimientos para todos/as".
El hecho quizás más importante de este movimiento global es la posibilidad de una construcción alternativa sobre la sociedad de la información que cada vez más penetra en los intersticios de la vida cotidiana e institucional de las sociedades. La problemática de la comunicación fue abordada con otro cariz en el Foro Social Mundial de Porto Alegre 2003 donde se lanzó el Observatorio Internacional de Medios de Comunicación, tendiente a promover e impulsar el derecho a la información de la ciudadanía global. Con respecto a los derechos de la Internet, nombramos los documentos de APC pero también es de destacar el trabajo que realiza la World Association for Christian Communication (WARC) de Londres, la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI) de Quito, Ecuador y la Asociación de Radios Comunitarias (AMARC) de Montreal; estas instituciones participaron en la campaña por "el derecho a la comunicación en la sociedad de la información" CRIS. Con estas se abre el juego de un movimiento global dentro de la globalización económica que brega por los bienes y derechos culturales de la humanidad, por la educación, la salud, el medio ambiente, el agua y que está en oposición a la liberalización del mercado.
* Para citar este artículo: Del Brutto, Bibiana Apolonia, 2003, Globalización y el nuevo orden internacional: las sociedadades de la información, Revista TEXTOS de la CiberSociedad, 3. Temática Variada. Disponible en http://www.cibersociedad.net
1. Este trabajo estaba rehaciéndose al comenzar la invasión/guerra a Irak a fines de marzo del 2003. Existe una copiosa bibliografía sobre los motivos de dicha invasión, de la que resaltamos la crisis de la economía financiera en los EE.UU., la crisis bursátil en el mismo país, Japón y algunos países europeos como Alemania; los intentos hegemónicos por la cooptación de las reservas petrolíferas en Irak, así como su relación con la crisis venezolana tanto en el intento del golpe de estado del 2001, como lo que fue llamado la crisis petrolera venezolana por la traición gerencial de la empresa petrolera semi nacional. PDVESA.
2. La expresión y categorización pertenece a: Andre Gunder Frank, en: Los zarpazos del Tigre de papel. En Revista Enfoques Alternativos. Año 2, número 13, abril 2003. Editada en Bs. As. Argentina.
3. Ídem.
4. En Petras, James: La globalización un análisis crítico. En: John Saxe- Fernández; James Petras; Henry Veltmeyer; Omar Nuñez: Globalización, Imperialismo y Clase Social. Lumen Humanitas. Bs. As. Argentina, 2001.
5. ídem op. Cit. Pag. 71.
6. Decía Pablo González Casanova que la política neoliberal no se aplica en todos los lugares de la misma forma depende de la correlación de fuerzas y de los motivos pragmáticos que persiga, como tampoco es inflexible en todos los lugares y todo el tiempo sino que cambia. El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional muestran la intención de acabar con la política neoliberal, pero lejos de eso lo que pretender es imponer nuevas medidas para el logro de los mismos propósitos de privatización y apropiación de las riquezas y el excedente de las empresas de producción, servicios, conocimiento y legitimación. También muestran la debilidad de sus argumentos y proposiciones que hoy muestran bajo el estilo "institucionalista" y con entusiastas proyectos destinados a crear "las instituciones necesarias para el pleno desarrollo de la economía de mercado". De Pablo González Casanova: Minimalismo. En Diario La Jornada, México, 7 de octubre 2000.
7. En Samir Amin: ¿Globalización o Apartheid a escala global?. Comité de Solidaridad con la Causa Árabe. Texto presentado en la Conferencia Mundial Contra el Racismo de Durban. Sudáfrica, 28 de agosto-1 de septiembre 2001. CSCAweb; septiembre 2001.
8. ídem.
9. ídem.
10. Pedro González Casanova: Los mecanismos de censura. Los retos del pensamiento critico. http://www.argenpress.info/nota.asp?num=004479 . En Argenpress Info. 11-008-03. Bs. As. Argentina.
11. Thomas Franck: Nuestro futuro según The New York Times; en El Dipló, Le Monde Diplomatique. Edición argentina. AÑO 1, Número 2, agosto 1999. Buenos Aires. Argentina.
12. Philippe Berton: El culto Internet. Citando a Nicholas Negroponte en "Ser Digital", Atlántida. Bs. As. 1995. En El Dipló, Le Monde Diplomatique. Año II, número 16, octubre 2000. Buenos Aires, Argentina.
13. Dominique Walton: En búsqueda de una comunicación humana. En El Dipló, Le Monde Diplomatique. Año 1, número 1, julio 1999. Buenos Aires, R. Argentina.
14. Castells, Manuel: La tesis de la globalización sostenible y el Estado. En: Globalización, identidad y Estado en América Latina, http://www.iigov.org/iigov/pnud/bibliote/resenas/tema6/resena0113.htm
15. Martine Bulard: "Los tiempos modernos" en la era Internet. En El Dipló. Le Monde Diplomatique. Año II, número 19. Enero 2001. Buenos Aires, Argentina.
16. Armand Mattelart: Cómo nació el mito de Internet. En El Dipló. Le Monde Diplomatique. Año II, número 14. Agosto 2000. Buenos Aires, Argentina. También A. Mattelart señala el mismo ejemplo en: Historia de la sociedad de la información. Paidós. Primera edición en Argentina, 2002.
17. Armand Mattelart: Cómo nació el mito de Internet. ob. cit.
18. Armand Mattelart, obras citadas en 10.
19. No es este el momento para dirimir la expresión sociedad civil, ya me he pronunciado sobre la misma en: La Argentina hace bien los deberes. Apuntes sobre las derivaciones culturales de la crisis. En: Los Guardianes del Dinero. Las políticas del FMI en la Argentina. Naum Minsburg. Coordinador. Grupo Editorial Norma. Buenos Aires, Argentina. 2003.
20. Un trabajo que aporta a la CMSI Cumbre de la Sociedad de la Información es: Araya, Rubén: "Conectividad social, reflexiones sobre los conceptos de comunidades virtuales y portales ciudadanos desde una visión social de Internet. En Porras, I. y Araya, R. (editores): e-democracia, retos y oportunidades para el fortalecimiento de la participación ciudadana y la democracia en la sociedad de la información". Colección tecnologías y sociedad, Universidad Bolivariana, Santiago, Chile. 2003. En: http://www.conectividadsocial.cl/doc/conectividadsocial.pdf
21. Armand Mattelart: La Clave del nuevo orden internacional. En El Dipló, Le Monde Diplomatique. Año V, número 50, agosto 2003. Buenos Aires, Argentina.
22. Los sitios de la Cumbre y espacios de discusión en América Latina: Sitio de la Cumbre: http://www.itu.int/wsis ; http://www.itu.int/wsis/index.html . Sitio del secretariado por la sociedad civil: http://www.geneva2003.org . Campaña CRIS: http://cris.comunica.org / y los archivos de su lista de discusión (http://comunica.org/mailman/listinfo/crisinfo_comunica.org ). ALAI: http://movimientos.org / y los archivos de su lista de discusión (http://listas.ecuanex.net.ec/listas/listinfo/alai-amlatina ). Documento de la Unión Europea sobre el proceso: http://www.itu.int/dms_pub/itu-s/md/02/wsispc1/c/S02-WSISPC1-C-0003!!PDF-S.pdf . Plataforma de redes ciudadanas: http://www.globalcn.org/es/accueil.ntd . Reunión de Quito organizada por ALAI: http://movimientos.org/foro_comunicacion
23. Armand Mattelart: cita en 14.
24. El portal de la UNESCO dedicado a los temas de la CMSI y sociedad de la información: http://portal.unesco.org/ci/ev.php?URL_ID=1657&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201&reload=1034690896
25. Cacus de América Latina y el Caribe para la CEMSI http://lac.derechos.apc.org/wsis/caucuslac . Documentos de APC sobre la Cumbre de la Sociedad de la Información: http://lac.derechos.apc.org/wsis/cdocs
26. Armand Mattelart, ob. cit.
Publicado originalmente en Textos de la CiberSociedad, ISSN 1577-3760, Nº. 3, 2004- http://www.cibersociedad.net/textos/articulo.php?art=14
Bibiana Apolonia Del Brutto