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Aspectos filosóficos de la Independencia en América Latina y la actual Revolución Bolivariana (página 2)


Partes: 1, 2

1.- La tomista, en las órdenes religiosas de los dominicos; La orden de predicadores, conocida también como orden dominicana y sus miembros como dominicos, es una orden mendicante de la Iglesia católica fundada por Domingo de Guzmán en Toulouse durante la Cruzada albigense y confirmada por el papa Honorio III el 22 de diciembre de1216. La orden alcanzó su mayor número de miembros durante la expansión del catolicismo en los territorios de América, África y Asia incorporados a las coronas de Portugal y de España, donde se reconoce la labor de personajes como Bartolomé de las Casas por su contribución temprana a la defensa de los derechos humanos fundamentada en el pensamiento de Tomas de Aquino, concepción religiosa de avanzada pues retomo el pensamiento filosófico aristotélico. Aristóteles, (en griego antiguo ???st?t????, Aristotéles) (384 a. C. – 322 a. C.) fue un conocedor de muchos campos: filósofo, lógico y científico de la Antigua Grecia cuyas ideas han ejercido una enorme influencia sobre la historia intelectual de Occidente por más de dos milenios.

2.- La influencia escotista en la orden franciscana, La Orden de San Francisco, cuyos miembros son más conocidos como franciscanos, es una orden religiosa mendicante católica fundada por Francisco de Asís en el año 1209. el escotismo es una corriente filosófica encuadrada en la tradición escolástica. Fue originada por Duns Escoto (1266-1308) (realista) quien, junto con Guillermo de Ockham, (nominalista) está considerado como uno de los más importantes filósofos medievales de la escolástica tardía.

Frente al tomismo, el escotismo subraya la primacía de la voluntad sobre el entendimiento, lo que aplicado a Dios y a la creación, supone "la contingencia radical del mundo. Este existe por un acto libre de la voluntad divina y podría perfectamente no haber existido o ser de un modo completamente distinto".

3.- A partir del siglo xvii, la influencia de Francisco Suárez (1448 – 1617), en la compañía de Jesús, cuyos miembros son comúnmente conocidos como jesuitas, es una orden religiosa de la Iglesia católica fundada en 1539 por Ignacio de Loyola, junto con Francisco Javier, el Beato Pedro Fabro, Diego Laínez, Alfonso Salmerón, Nicolás de Bobadilla, Simão Rodríguez, Juan Coduri, Pascasio Broët y Claudio Jayo en la ciudad de Roma, siendo aprobada por el Papa Pablo III en 1540. Francisco Suárez, considero que la metafísica era la ciencia de las esencias reales, pero se preocupo por todo con el ser real y no conceptual; Sobre el tema polémico de los universales, se esforzó por seguir un camino intermedio entre el realismo de Juan Duns Escoto y el nominalismo de Guillermo de Ockham. Su posición está un poco más cerca de nominalismo que la de Tomás de Aquino. A veces se le clasifica como un nominalista moderado, pero su admisión de precisión objetiva lo coloca con los realistas moderados. La única unidad verdadera y real en el mundo de las existencias es el individuo, al afirmar que el universal existe separado sería reducir las personas a meros accidentes de una forma indivisible.

4.- Otras grandes figuras de la tradición cristiana católica, fueron los seguidores de San Agustín de Hipona, en la orden de los agustinos.

En general, la temática que exportaron a la América las Órdenes religiosas fue, en su esencia, la misma que por entonces ocupaba la atención de los pensadores en la Península, tanto para España como para Portugal, y fueron también sus puntos de divergencias y de disputas sobre sutilezas los que se introdujeron en las colonias. Y como el siglo xvi se caracterizó en la Península tanto por la lucha a favor de la renovación de la escolástica como por la contradicción entre la escolástica y los intentos renacentistas que en España llegaron a producir pensadores del como Juan Luis Vives, (1492 – 1540) su obra "Tratado del socorro de los pobres", en la que analizó y sistematizó la organización de ayuda a los pobres y cómo debía hacerse. Fue por tanto el precursor de la organización futura de los servicios sociales en España, y por tanto, uno de los precursores de la intervención del Estado organizada y asistencial a los necesitados. Al continente recién descubierto trajeron los religiosos, junto con Aristóteles y Santo Tomás, las moderadas ideas humanistas de Vives.

En esencia, se dan en el Nuevo Mundo ideas tomistas, a lo largo de la dominación colonial hasta 1750, en que harán su entrada tendencias de la filosofía moderna, el pensamiento racionalista y empirista que dio lugar a las ideas políticas liberales las mismas corrientes e inquietudes que caracterizaban al pensamiento peninsular.

En los siglos xvi, xvii y la primera mitad del xviii encontraremos, de una parte, la filosofía escolástica propiamente dicha en sus diversas manifestaciones y, de otra, a lo largo del siglo xvi y como producto de las novedades renacentistas que inquietaban la vida intelectual en España y Portugal, llegarían a las costas de América formas más novedosas del pensar y del filosofar. Dentro de ellas se distinguen, la tendencia representada por la neoescolástica y otra del tipo más netamente humanista, renacentista e iluminista.

A todas las órdenes religiosas y centros de estudio les era común, un ánimo de apostolado y misionerismo, aunque, claro está, no todos entendieron esa actividad de la misma manera ni la realizaron con similares miras. Una cosa podía ser la intención individual de algunos religiosos piadosos y otra muy distinta fue la intención de los grandes intereses políticos y económicos de la Corona, los conquistadores, la Iglesia y las Órdenes religiosas.

Lo que no niega, por supuesto, que las ideas más o menos renovadoras fueran, en general, la expresión de la existencia real y legítima de una corriente de pensamiento vinculada a las luchas ideológicas entre criollos y peninsulares. En tanto que el siglo xvi reflejará en América, especialmente en Nueva España, los conflictos ideológicos que la lucha de clases en la Metrópoli promovía en el terreno de las ideas filosóficas y sociales, el siglo xvii, en cambio, será menos tolerante con los desvanes modernizantes y reducirá más el mito y la ilusión.

Por otro lado, el renacimiento naturalista, que en alguna medida logró expresarse en España y que dio figuras de la talla de Miguel Servet, al parecer no cruzó entonces el Atlántico, al menos en forma de corriente definida. Tal vez esto sea en parte explicable por el hecho de que en la propia España, a pesar del desarrollo que logró la escolástica en el terreno de la lógica, la metafísica, la moral y la jurisprudencia no estuvo estrechamente vinculada con el auge que tomaron la astronomía y la física y con los cambios que en ambas se habían introducido, es decir, con la línea de la Nueva Ciencia Scientia Nuova, manteniéndose más bien, en este aspecto, dentro de un estilo y método próximos al Medioevo.

No cabe afirmar, sin embargo, que aquellos que se trasladaron a América tuvieran una ignorancia total de esta corriente renacentista (la Historia natural y moral de las Indias de José de Acosta[5]y los estudios del doctor Francisco Hernández en México, médico de Felipe II, parecen negarlo), pero su reflejo como tal, no se hace observable en la producción de los frailes y sacerdotes que vivieron y produjeron sus obras en el nuevo continente durante el siglo xvi. Podemos afirmar que fue ante todo el Renacimiento de corte humanista, moral y teológico el que, con cierta timidez, llegó a las nuevas tierras.

Es necesario también apuntar que el eco del renacimiento español se hizo sentir, sobre todo, en Nueva España, donde vivieron y actuaron las figuras novomundistas más destacadas de la escolástica humanista y de la Philosophia Christi. Lo que no quita que, en alguna medida, los religiosos colonizadores de otras tierras hicieran llegar algo de las nuevas inquietudes. Asi mismo de la nueva España llegaron profesores hacia europa, como es el caso de Antonio Rubio con su Lógica Mexicana, con la que estudio Rene Descartes. En Perú estuvieron presentes las ideas de Erasmo y Vives y también se comenta de un auto condenatorio de alguien que tenía un libro de Erasmo.(Bondy Salazar) José Acosta, quien hizo sentir su acción en varias de las regiones colonizadas por la recién llegada cultura, tuvo sus devates con la neoescolástica, ocupando una posición intermedia entre la antigua escolástica y los nuevos rumbos del pensamiento.(Edmundo O"Gorman).

Al territorio del Río de la Plata su primer Adelantado, Pedro de Mendoza, llegó en 1536 con un libro de Erasmo. Y se sabe que no fue el único; en las postrimerías del siglo xvi se tienen noticias de la entrada de ejemplares de Erasmo y Vives. (Bondy Salazar) Es también significativo que las ideas de Erasmo fueran debatidas en la Universidad de Santo Domingo.

En Nueva España, que llegó a llamarse, quizás con justeza, la "Atenas del Nuevo Mundo", descolló toda una serie de figuras influidas por las tendencias humanistas del Renacimiento. El aire renacentista está presente en los primeros obispos de Nueva España, Fray Julián Garcés, Don Vasco de Quiroga, Fray Bartolomé de Las Casas y Fray Juan de Zumárraga. Pero también impregna la obra de hombres como Francisco Cervantes de Salazar, comentador de los Diálogos de Luis Vives e introductor de ellos en la Universidad, y de quien además tradujo al español la obra el Camino para la sabiduría, en la cual ya se encuentra un desprendimiento de las ideas religiosas para dar espacio a las concepciones humanistas.

El Renacimiento también se sintio en la escolástica renovada, unida a la escolástica tradicional, entre algunos de los primeros profesores de filosofía y teología en México. Tal es el caso de Fray Alonso de la Veracruz, sacerdote agustino, catedrático de Sagradas Escrituras y Teología en la Universidad de México y autor del primer libro de filosofía publicado en América en 1554 "Reconocimiento Recognitio Summularum,y Dialéctica Resolutio" y de Tomás de Mercado, dominico, rector de la Universidad de México, traductor de Aristóteles y autor de unos Comentarios a Pedro Hispano, en cuyo prólogo llega a afirmar que su propósito es "exponer esta disciplina de modo que sea útil y provechosa a todos y espulgarla de todo el falso oropel de sus defectos, volviéndola a su nativa luz y esplendor". Y se sabe que hasta el propio Hernán Cortés y Bernal Díaz del Castillo no eran indiferentes a las nuevas ideas.

También en Nueva España, donde la imprenta había sido introducida desde 1538, se editaron a partir de 1577, obras de los clásicos de Ovidio, Cicerón, Virgilio. (Mendes Plancarte, Historia de la Filosofía en México 1943. P. 32) Además se editaron obras de algunos humanistas europeos del Renacimiento.

Luchas de Independencia

Con las luchas de independencia hispanoamericana la mayor parte de las colonias españolas lograron su independencia en el primer cuarto del siglo XIX. Pero es importante el caso de Haití.

Antes de la llegada de los europeos, Haití estaba habitada por las etnias arawak, caribes y taínos estas fueron sometidas y diezmadas por contagio de enfermedades al entrar en contacto con los europeos. A comienzos del siglo XVII, debido al auge que había adquirido el comercio informal de los colonos criollos de la isla, y que iba en contra del monopolio que pretendía la metrópoli española, el gobernador español Antonio de Osorio ordenó entre 1605 y 1606 la despoblación de las bandas septentrional y occidental de la isla con el fin de frenar las práctica comerciales ilegales. En 1697, España cedió a Francia esa parte de la isla por el Tratado de Ryswick, (Tratado de Paz, y de intercambio territorios entre Inglaterra, Francia y España), constituyéndose el Saint Domingue francés.

En noviembre de1791, decenas de miles de esclavos se sublevaron ante los malos tratos en las plantaciones de caña. El largo proceso emancipador tuvo por protagonista a François Dominique Toussaint-Louverture (La Española, 20 de mayo de 1743 – Fuerte de Joux, 7 de abril de 1803), quien entre 1793 y 1802 dirigió la revolución haitiana con sagacidad, enfrentando a españoles, ingleses y franceses, hasta su captura, destierro y muerte en Francia en 1803.

En 1803, Jean Jacques Dessalines venció definitivamente a las tropas francesas en la batalla de Vertierres y en 1804 declaró la independencia de Haití, y se proclamo emperador. Después de la derrota de los franceses, Haití fue obligado a pagar una indemnización a la antigua metrópoli a cambio del reconocimiento de su independencia, que se concretó hasta 1838. El gobierno francés indujo un bloqueo contra la producción del azúcar haitiano, de modo que la economía de la pequeña república se vio muy perjudicada.

Las concepciones filosóficas que de algún modo orientaron o dieron sustento teórico a las luchas de independencia corresponden a la tercera época de la filosofía ante la modernidad madura de mediados del siglo XVII al XVIII, Carmen Bohórquez sostiene en su artículo Filosofía de la independencia, publicado en Pensamiento Filosófico Latinoamericano del Caribe y "latino", que las características principales de los pensadores latinoamericanos de ese periodo fue la elaboración de ideas filosóficas a partir de la praxis cotidiana.

Se dio una importante toma de conciencia de la recuperación del ejercicio de la soberanía en todas las regiones por parte de las élites criollas, ante el dominio peninsular.

Así mismo aparecieron un importante tercer tipo de actores propiamente populares como el de José Gervasio Artigas (1764 – 1850) en las Provincias Orientales del Plata que tuvo una actuación destacada en la organización de las luchas independentistas y en el predominio de las ideas republicanas y democráticas sobre las monárquicas. Luchó sucesivamente contra el Imperio español y el Reino Unido de Portugal, Brasil y contra los llamados unitarios instalados en Buenos Aires y Montevideo.

Miguel Hidalgo y Costilla (1753 – 1811), José María Morelos y Pavón (1765 – 1815 ) en México. Aquí debemos comprender entonces que las teorías se articulaban en la práctica política, ante la situación a las que tenían que enfrentarse y en relación con los aspectos económicos, sociales y, de manera muy particular, con el acentuado racismo que se mezclaba en todos estos ámbitos del quehacer de la América colonial. Hidalgo fue educado por Jesuitas y resintió la expulsión por Carlos III de estos, en 1767, Morelos fue alumno de Hidalgo en el seminario de Valladolid (hoy Morelia).

El movimiento indígena en la Nueva España encontró espacio a sus protestas con las luchas de independencia de las cuales el indígena Maya Canek (1730 – 1761), en Yucatán se había revelado contra el dominio español en 1760.

Otra alzamiento indígena importantes fue la rebelión de José Gabriel Condorcanqui Noguera (1738-1781) —conocido como Túpac Amaru II—, descendiente de la última aristocracia indígena en el virreinato de Perú en 1780, este movimiento emancipatorio en el Sur Lideró la denominada "Gran rebelión" que se desarrolló en el Virreinato del Río de la Plata y el Virreinato del Perú, pertenecientes al Reino de España, rebelión iniciada el 4 de noviembre de 1780 con la captura y posterior ejecución del corregidor Antonio de Arriaga.

Encabezó el mayor movimiento de corte indigenista e independentista en el Virreinato del Perú. Fue el primero en pedir la libertad de toda América de cualquier dependencia, tanto de España como de su monarca, implicando esto no sólo la mera separación política sino la eliminación de diversas formas de explotación indígena (mita minera, reparto de mercancías, obrajes), de los corregimientos, alcabalas y aduanas (14 de noviembre de 1780). Además decretó la abolición de la esclavitud negra por primera vez en América (16 de noviembre de 1780). Su movimiento constituyó un punto de inflexión, debido al cual las autoridades coloniales eliminaron a la ya escasa clase indígena noble y acrecentaron la represión contra lo andino, por el temor de que algo así volviera a repetirse.

Tupac Amaru II fue capturado y el 18 de mayo de 1781, en evento público en la Plaza de Armas de Cuzco, se cumplió la sentencia de ejecución de él, su familia, y sus seguidores. Los prisioneros fueron sacados de sus calabozos, metidos en zurrones (un tipo de costal hecho de cuero de ganado) y arrastrados por caballos todos a la vez, uno tras otro, hasta llegar a la plaza. Ya al pie del cadalso, Túpac Amaru II fue obligado, tal y como señalaba la sentencia, a presenciar la tortura y asesinato de sus aliados y amigos, su tío, sus dos hijos mayores y finalmente su esposa, en ese orden. Después, al igual que hicieron con varios de sus lugartenientes, con su tío y su hijo mayor, le cortaron la lengua.

Luego se intentó descuartizarlo vivo, atando cada una de sus extremidades a sendos caballos para que estos tirasen de aquellas y las arrancaran. Al ser la acción infructuosa sus verdugos optaron por decapitarlo y posteriormente despedazarlo. Su cabeza fue colocada en una lanza exhibida en Cuzco y Tinta, sus brazos en Tungasuca y Carabaya, y sus piernas en Livitaca (actual provincia de Chumbivilcas) y en Santa Rosa (actual provincia de Melgar, Puno). De igual forma despedazaron los cuerpos de su familia y seguidores, y los enviaron a otros pueblos y ciudades.

C. Bohórquez, sostiene la tesis de que la punta de lanza del movimiento de la independencia fueron promovidos por los jesuitas, quienes fueron víctimas de las reformas liberales borbónicas al ser expulsados de territorio español por Carlos III; jesuitas y franciscanos alentaron a muchos patriotas, al mismo tiempo que el bajo clero, que tenía contacto con todos los estratos de la población a lo largo de todo el continente. Esta tesis en valida, como queda demostrado en el caso de Hidalgo y de los independentistas centroamericanos, y en buena parte de los independentistas en Sur América.

La independencia centroamericana tomó impulso luego de la ocupación francesa de1808 en España. Esta creó un caos político en la península ibérica que terminó con la formación de diferentes grupos de resistencia popular mejor conocidas como Juntas. Estas crearon un gobierno español de facto que tenía su centro político en la isla de León en Cádiz; así, promulgaron la Constitución de 1812 la cual tuvo un efecto directo en toda América.

El primer movimiento independentista en Centroamérica se dio el 5 de noviembre de 1811, cuando una conspiración encabezada por los curas José Matías Delgado y Nicolás Aguilar intentó apoderarse de las armas que existían en la guarnición de San Salvador. A este movimiento le siguieron revueltas en Nicaragua, la conjuración de Belén en Guatemala y otros movimientos de enero de 1814.

En diciembre de 1811 las hermanas María Feliciana de los Ángeles Miranda y su hermana Manuela Miranda, de Sensuntepeque organizaron a la población y se sublevaron, ante la administración española. Las hermanas Miranda, fueron capturadas y recluidas a trabajos sin paga en la casa del párroco de San Vicente Dr. Manuel Antonio Molina y Cañas, (posteriormente firmante del Acta de Independencia de septiembre de 1821); y a sufrir azotes, María de los Ángeles Miranda murió flagelada en marzo de 1812. Carlos Cañas Dinarte, afirma que en archivos de Madrid, se encuentra datos de un médico de la armada española asentado en San Vicente de Austria y Lorenzana, que trato y medico a Miranda del maltrato del verdugo, y que murió en marzo de 1812. En el registro del médico aparece su nombre como "F. Miranda".

El periodo de lucha de 1811 y 1814 fueron violentos y se acentúa el cruel asesinato por el "cuerpo de voluntarios de Fernando VII", del regidor de San Salvador el médico Dr. Santiago José Celis (1782 – 1814), asesinado a golpes en la cárcel de San Salvador. El segundo alcalde Pedro Pablo Castillo, se batió a duelo en 1814 y elimino a Gregorio Zaldaña, jefe militar y miembro del "Cuerpo de Voluntarios de Fernando VII". Castillo escapo a Jamaica en donde se dice se cambio nombre y no se volvió a saber de él.

La Independencia de Centroamérica incorpora los actuales países de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica, la firma del Acta de Independencia del 15 de septiembre de 1821. Comprendía la Capitanía que estaba conformada, en ese entonces, por la Provincia de Guatemala, Chiapas, Comayagua, San Salvador y la Provincia de Nicaragua y Costa Rica. La suscripción del documento trajo como consecuencia la independencia del Gobierno Español.

A diferencia de los demás países americanos, la Independencia de Centroamérica en 1821 fue un proceso relativamente pacífico. Dejando en el poder al mismo representante del monarca español, Gavino Gainza. El movimiento independentista centroamericano, tomó como patrón la independencia de los Estados Unidos, y la revolución francesa, que terminó con desigualdades y privilegios a la aristocracia. Además de ser influenciado por las ideas del reformismo ilustrado español, y de la ilustración racionalista europea. Pero es de destacar que las reformas liberales borbónicas impulsadas en todo el siglo XVIII, generaron desacuerdos entre los criollos y peninsulares, puesto que les sometía a mayores controles comerciales propios de las ideas del despotismo ilustrado. Situación que obligo a que la élite criolla hegemonizara el proceso político, con actores políticos tales como:

José Antonio Rojas (1732-1816) en Santiago de Chile,

Antonio Nariño (1765-1823) en Santa Fe de Bogotá,

José Baquijano y Carrillo (1751-1818) y Pablo de Olivado (1725-1802) en Lima,

Manuel Belgrano (1770- 1820) en Buenos Aires,

José Sanz (1756-1814) en Caracas,

Y muchos más que habría que nombrar (véanse Picón Salas, M., 1990, pp. 185-198; Halperin D.T., 1969, pp. 74 ss.)

La independencia de las colonias latino americanas mostrará así su propia originalidad teórica en el transcurso de los acontecimientos. Su filosofía política se referirá a la doctrina jurídica de la tradición castellana y a la expuesta por Francisco Suárez en articulación con los enciclopedistas, todo lo que estallará particularmente desde la expulsión de los jesuitas en 1767. Son teorías filosóficas que fueron llevadas a la práctica por los discípulos de las universidades coloniales en el contexto distinto del europeo metropolitano, principalmente con la incorporación del pensamiento y sentir indígena, y la ausencia de una aristocracia que no logro consolidar en las mentalidades indígenas y criollas.

No podemos seguir repitiendo que la independencia sea un simple efecto causado por las doctrinas ilustradas francesas en Europa por lo sucedido en la independencia de la Unión Norteamericana.

En un contexto histórico regional nos encontramos con los movimientos de independentistas a lo largo de todo el continente, comenzando por el de Haití en 1804; el de Ecuador en 1809; de Argentina, Colombia y México en 1810; de Venezuela en 1811; de Perú, Centroamérica en 1821, Chile 1821; de Brasil en 1822; Bolivia en 1825; del Caribe con el de la República Dominicana en 1844, y, al final, el de Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898.

Todos ellos podrían ser organizados en cinco ciclos emancipatorios: los tres primeros guardan una cierta similitud; son ciclos:

1) "sanmartiniano" (en el Plata, Chile y Perú),

2) "bolivariano" (en la Gran Colombia),

3) "hidalguense" (en México y Centroamérica),

4) "lusoamericano o brasileño"

5) "caribeño" (que comenzando con el indicado de Haití, bajo la influencia de la revolución francesa, se prolonga durante todo el siglo XIX hasta la independencia en 1898 de Cuba y Puerto Rico, seguido en el siglo XX por antiguas colonias de los imperios inglés, francés. holandés y danés).

El ciclo bolivariano

Carmen Bohórquez identifica el proceso de emancipación como sigue: "El proceso de la emancipación en la Gran Colombia imaginada por Simón Bolívar cuenta, entre los primeros pensadores que participaron del mismo, con el jesuita peruano Juan Pablo de Viscardo y Guzmán (1748 – 1798) jesuita y escritor criollo. Precursor de la Independencia hispanoamericana, fue autor de la célebre "Carta a los españoles americanos", documento publicado por primera vez en 1799, donde instaba a los hispanoamericanos a independizarse de la corona española, exponiendo una serie de argumentos que justificaban tal decisión. Ha sido reconocido por los historiadores, como el "primer precursor ideológico de la independencia americana". Y Sebastián Francisco de Miranda Rodríguez, y Simón Bolívar, el Libertador de América; como Juan Germán Roscio (1763-1821); Antonio José de Sucre y Alcalá, llamado el Gran Mariscal de Ayacucho —todos ellos de Venezuela—, y Antonio Nariño (1765 – 1823), de Colombia. Hablar de la filosofía de la independencia significa remitirse a los escritos, cartas y proclamas que dejaron los próceres. Nos remitiremos brevemente, en primer lugar, a Pablo Viscardo (1748-1798), a Francisco Miranda (1750-1816) y a Simón Bolívar (1783-1830). Francisco de Miranda promueve la independencia desde su estadía en Inglaterra en el año de 1799. El venezolano publica en francés y en español en 1801 la "Carta a los españoles americanos", del jesuita peruano Juan Pablo de Viscardo, quien la escribió en 1792 en el exilio italiano, pero que nunca la pudo publicar en vida. " la Carta no fue publicada ni hecha llegar por Viscardo a los ingleses; más aun, en ella no se pide ayuda a Inglaterra ni a ninguna otra potencia, por lo que el documento constituye fundamentalmente una exhortación directa a los americanos, una apelación a su conciencia y a sus propias fuerzas" (Bohórquez, C., en "Prólogo", Antepara, J.M., 1974).

La carta es el primer discurso emancipador y anticolonial. El autor se dirige a sus hermanos y compatriotas americanos. En ella hay un análisis profundo y crítico de la realidad político-económica y social de las colonias hispanoamericanas. Esta situación es producto —nos dice el jesuita— de tres siglos de dependencia, dominación y vicios atribuidos a la metrópoli en estas tierras; tres siglos que Viscardo resume así:

Aunque nuestra historia de tres siglos acá, relativamente a las causas y efectos más dignos de nuestra atención, sea tan uniforme y tan notoria que se podría reducir a estas cuatro palabras: ingratitud, injusticia, servidumbre y desolación, conviene, sin embargo, que la consideremos aquí con un poco de lentitud (Viscardo y Guzmán, J.P., Carta a los españoles americanos [1792], 1974, p. 51).

El autor en su carta hace un reclamo por la igualdad y por la propiedad común a la que tienen derecho los habitantes americanos. Podemos decir que estas ideas son utilizadas por el autor con el propósito de crear una conciencia que sea crítica de la situación en que vivían los más desposeídos por el régimen colonial.

España nos destierra de todo el mundo antiguo, separándonos de una sociedad a la cual estamos unidos con los lazos más estrechos; añadiendo a esta usurpación sin ejemplo de nuestra libertad personal, la otra igualmente importante de la propiedad de nuestros bienes (Ibíd., p. 53).

A Viscardo le debemos las primeras críticas a una política colonialista como la que ejercía España en aquellos tiempos. Pueden resumirse en tres:

1) Oposición a la justificación ilegítima de un gobierno absolutista y tiránico;

2) Una crítica al monopolio comercial español, que tiene intereses mercantilistas, impidiendo la libertad de comercio, y

3) Una crítica a la mala educación que mantiene en la ignorancia a los americanos y que justifica a la vez la conservación de un régimen absolutista y tiránico, como lo era el colonial:

Desde que los hombres comenzaron a unirse en sociedad para su más grande bien, nosotros somos los únicos a quienes el gobierno obliga a comprar lo que necesitamos a los precios más altos, y a vender nuestras producciones a los precios más bajos […] Los impuestos del gobierno, las gratificaciones al ministerio, la avaricia de los mercaderes, a ejercer el desconcierto del más desenfrenado monopolio, caminando todos en la misma línea, y la necesidad haciéndose sentir: el comprador no tiene elección. Y como para suplir estas necesidades esta tiranía mercantil podría forzarnos a usar de nuestra industria, el gobierno se encargó de encadenarla […) ¡Qué diferencia no hay entre aquella situación momentánea de los españoles y la nuestra de tres siglos acá! Privados de todas las ventajas del gobierno, no hemos experimentado de su parte sino los más horribles desórdenes y los más graves vicios […] hemos sido entregados al orgullo, a la injusticia, a la rapacidad de los ministros tan avaros, por lo menos, como los favoritos de Carlos V […] La pretensión de la corte de España de una ciega obediencia a sus leyes contrarias, está fundada principalmente sobre la ignorancia, que procura alimentar y entretener acerca de los derechos inalienables del hombre y de los deberes tan indispensables de todo gobierno. Ella ha conseguido persuadir al pueblo [de] que es un delito el razonar sobre los asuntos que importen más a cada individuo y, por consiguiente, que es una obligación continua la de extinguir la preciosa antorcha que nos dio el Creador para alumbrarnos y conducirnos. Pero a pesar de los progresos de una doctrina tan funesta, toda la historia de España testifica constantemente contra su verdad y legitimidad (Ibíd. pp. 53 y 54).

Viscardo finalizará su carta haciendo un llamado a todos los americanos para que unan sus fuerzas y logren la emancipación de la patria. Desea que lo hagan como una gran familia unida contra el yugo español. Anhela que logren un comercio libre con otras naciones del mundo, para levantarse y crecer de manera equitativa. Esto nos permite afirmar que pensamiento de Viscardo está vinculado a la idea de la integración de todos los americanos para que formen una gran nación:

¡Qué agradable y sensible espectáculo presentarán las costas de América, cubiertas de hombres de todas las naciones, cambiando las producciones de sus países por las nuestras! ¡Cuántos, huyendo de la opresión o de la miseria, vendrán a enriquecernos con su industria, con sus conocimientos, y a reparar nuestra población debilitada! De esta manera la América reunirá las extremidades de la tierra, y sus habitantes serán atados por el interés común de una sola grande familia de hermanos (Ibíd., p. 58).

Esta idea de unión también estará presente en Miranda cuando se refiera a Colombia, y en Simón

Bolívar cuando establezca su proyecto de la República de la Gran Colombia e intente organizar el

Congreso de Panamá.

Francisco de Miranda retoma las ideas del jesuita Viscardo y lucha por alcanzar la independencia. Sabe que puede caerse en una anarquía sin límites en el momento en que debiera reinar la paz al finalizar cualquier revolución. Teme el desorden. No olvidemos que Miranda, de carrera militar, participa en Europa en varios movimientos revolucionarios. Por eso era necesario tener un proyecto político cuando se llegara a la independencia del yugo español. En su primer bosquejo de un gobierno provisorio de 1801, deja ver una estructura de organización político-social similar a la de la antigua colonia, conformada por comicios, cabildos, ayuntamientos, asambleas, milicia, clero y otros estamentos, con participación no igualitaria, es decir, con exclusión de parte del pueblo que indica ya una restricción a la soberanía: "Los miembros no podrán ser menores de 25 años de edad, y deberán ser propietarios de no menos de diez árpenles de tierra. Los indios y gentes de color serán dispensados, por el momento, de cumplir esta última condición" (Miranda, S.E de, Planes de. gobierno [1801], 1974, pp. 13-19).

En este gobierno provisorio, el autor plantea transformación de las leyes del antiguo régimen, que implica la abolición de aquellas que considera que son las más perjudiciales para la población:

Serán abolidas ipso facto las siguientes leyes:

1 Todo impuesto o tasa personal, tanto para los indios como para el resto de los ciudadanos.

2 Todos los derechos sobre las importaciones y exportaciones del país. Sólo subsistirá un derecho del 5% sobre las importaciones y del 2% sobre las exportaciones. Se permite la entrada de todo tipo de manufacturas y mercadería.

3 Todas las leyes que se relacionan con el odioso Tribunal de la Inquisición. Dado que la tolerancia religiosa es un principio del derecho natural, ésta será practicada. El pueblo americano reconoce siempre a la católica romana como su religión nacional (Ibíd…, p. 14).

Poco después proyecta un nuevo plan de tipo federal republicano. Ahora, hay varias características que lo hacen muy diferente del anterior, como la conformación de comicios, cuerpos municipales, asambleas provinciales, un cuerpo legislativo, un poder ejecutivo y uno judicial, cada uno con derechos y obligaciones. Miranda tiene en mente la idea de una soberanía popular. Los cargos de alto rango en su proyecto de gobierno federal estaban al alcance de todos los ciudadanos, pero ¿quiénes eran ciudadanos para Miranda?

Nos dice:

1] Todos los nacidos en el país de padre y madre libres. 2] Todos los extranjeros afincados y casados en el país que hayan presentado juramento de lealtad al nuevo gobierno, o que, siendo solteros, hayan participado en dos campañas por la independencia americana. En caso contrario, permanecerán en la clase de los extranjeros. Sin embargo, la legislatura podrá, en ciertos casos, acordar esos derechos a quienes [se considere] conveniente (Ibíd., pp. 15-16).

Para tomar parte en los comicios, los ciudadanos deberían cumplir con dos requisitos: 1] tener diez arpentes de tierra como mínimo y más de 21 años de edad. Aquí Miranda le da un nuevo matiz constitucional a la noción de soberanía popular porque no se queda simplemente con la intención de no excluir a los más desfavorecidos del régimen (indígenas y afroamericanos) en la participación de los comicios, sino que, además, obliga al gobierno de manera tajante a que proporcione la tierra necesaria para su subsistencia: "El gobierno cuidará de distribuir a cada indio (que no posea propiedad suficiente) diez arpentes[6]de tierra si es casado y cinco si es soltero" (Ibíd., p. 16). Una diferencia que no estaba estipulada en el primer bosquejo de gobierno.

En la Proclama a los habitantes del continente americano, firmada el 2 de agosto de 1806, en el desembarco en La Vela de Coro, Venezuela, se puede ver nuevamente una evolución en las ideas del patriota. Es un discurso más articulado, donde se exponen los puntos necesarios para empezar con orden y disciplina la actividad de un estado independiente, joven y descolonizado, con una real soberanía. Las notas más significativas de este proyecto son la soberanía popular y la igualdad de todos los ciudadanos.

Los dos precursores de la independencia apuestan por una soberanía popular. Simón Bolívar, sin embargo, adoptará una posición más escéptica, y defenderá un gobierno unitario y fuerte, debido a los fracasos de los primeros gobiernos federales. Éstos han provocado el aumento de la discordia y la fragmentación de los estados descolonizados, que al final, como una tempestad arrastrará al mismo Bolívar. Por ello resalta la dificultad del ejercicio directo de esta soberanía federal, de regiones autónomas, por creer que se carece de las virtudes políticas necesarias para lograr un gobierno plenamente republicano, lejano del paternalismo monárquico. Había que lograr progresivamente el paso de la monarquía hispana a una república de iguales.

Lo que debilitó más el gobierno de Venezuela, para Bolívar, fue la forma federal que adoptó, autorizando que se abriera el camino a la anarquía. Tal era el verdadero estado de la confederación. Cada provincia se gobernaba independientemente opuestas a las otras; y a ejemplo de éstas, cada ciudad pretendía iguales facultades alegando la práctica de aquellas, y la teoría de que todos los hombres y todos los pueblos gozan de la prerrogativa de instituir a su antojo el gobierno que les acomode protestaba en 1812 (véase Bolívar, S., Manifiesto de Cartagena, 2008, p. 10).

Expresa el Libertador, además, que los ciudadanos de América siempre han estado dependiendo de un gobierno absolutista y paternalista, lo que significa que nunca han sido libres, por lo tanto no están preparados para serlo aún de una manera repentina y abrupta. Nos dice Bolívar:

El sistema federal, bien que sea el más perfecto y más capaz de proporcionar la felicidad humana en sociedad, es, no obstante, el más opuesto a los intereses de nuestros nacientes estados: generalmente hablando todavía nuestros conciudadanos no se hallan en aptitud de ejercer por sí mismos y ampliamente sus derechos; porque carecen de las virtudes políticas que caracterizan al verdadero republicano; virtudes que no se adquieren en los gobiernos absolutos, en donde se desconocen los derechos y los deberes del ciudadano (ídem).

En el mismo discurso, el Libertador se inclina por un gobierno centralizado como la mejor opción para los venezolanos en aquel momento. Varios años después lo reafirmará ya como estadista, en El discurso de Angostura del 15 de febrero de 1819, cuando expresa:

Horrorizado de la divergencia que ha reinado […] es necesaria] la reunión de todos los estados de Venezuela en una república sola e indivisible. Esta medida, en mi opinión, urgente, vital, redentora, es de tal naturaleza que sin ella el futuro de nuestra regeneración será la muerte (Bolívar, S., 2008, p. 1104).

Se nos dice al respecto que, "en tales condiciones, Bolívar va a proponer, en 1819, una constitución democrática y republicana, unitaria y centralizada" (Minguet, C., 1993, p. 8) Ahora bien, Bolívar critica la noción autonomía regional llevada a la práctica por los primeros gobiernos federalistas porque divide, no une, ya que, desde el momento en que el poder del estado recae en una soberanía fragmentada, ésta se divide en entidades independientes que tienen auto legislación política y jurídica. Son factores que impiden la verdadera libertad de ejercer un poder común sobre todos los ciudadanos; en ese sentido, la libertad y el poder centralizado no están reñidos con el orden y la justicia. Ésta es la conclusión de Bolívar.

Podemos ver, entonces, que se ejerce cierta visión teórico-política sobre el estado futuro independiente se fueron fraguando partir de la praxis histórica. El concepto soberanía popular fue evolucionando debido al cambio que sufrió en el pensamiento de los distintos próceres: Viscardo, Francisco de Miranda y Simón Bolívar. En los dos primeros casos, se concebía la soberanía popular como incluyente (formando parte de la comunidad de indígenas y afroamericanos, que conformaban el grueso de la población). Para Bolívar, a diferencia de los dos anteriores, al hacer una crítica al federalismo, ésta se extendía de alguna manera a la noción de soberanía popular, que podría en ciertos casos promover la división y la pérdida de fuerza."

Las Revoluciones de nuestra América

Analizar la historia contemporánea de Nuestra América desde una visión y un análisis crítico que tiene como punto de partida la participación popular en las luchas por la segunda independencia, la participación y las manifestaciones populares junto a sus principales líderes; hasta el proceso de la integración actual que se viene dando después del terrorismo de Estado y las políticas neoliberales, implica reconocer los avances a partir de los gobiernos del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías en la Republica Bolivariana de Venezuela.

El comienzo de esta lucha por la segunda independencia la encontramos desde finales del siglo XIX y a lo largo del siglo XX; cuando el esfuerzo de los criollos, indígenas y población en general fue invisibilisada y limitada por los interese trasnacionales, el caso más emblemático de estas, es la que sucede con Panamá separándose de Colombia por intereses norteamericanos con el objetivo geopolítico y económico de poder concretar la construcción de un Canal Interoceánico bajo su exclusivo control. Situación que dio lugar al desplazamiento naval de Estados Unidos en la región.

Luego, encontramos tres movimientos políticos que marcaron y que pueden periodizar la historia de nuestro continente de una manera diferente a la impuestas por la visión europea; el surgimiento de gobiernos burgueses nacionalistas con una importante presencia de lo popular como fueron los casos de Lázaro Cárdenas en México, Getulio Vargas en Brasil y Perón en Argentina.

En la segunda mitad del siglo donde las consecuencias de la Guerra Fría y las políticas de la Doctrina de Seguridad Nacional hicieron estragos, paralelamente desde lo social con la persecución de movimientos guerrilleros que habían surgido después de la Revolución Cubana y de trabajadores, lo político como la instrumentación del terrorismo de estado y lo económico, con la implementación del neo-liberalismo.

Las revoluciones que marcan cortes estructurales e importantes cambios en la historia de nuestro continente fueron la Revolución Mexicana, que se inició en 1910 con un gran participación de los campesinos, pero liderada por la burguesía nacionalista, liberal y democrática que encabezaba Francisco Madero.

La segunda Revolución, es la Cubana, y que a nuestro parecer marca un antes y un después en la historia del continente, un revolución que no sólo logro concentrar un gran apoyo de todo el pueblo cubano, sino que además logro terminar con la dictadura militar de Batista, además de soportar los permanentes embates del imperialismo norteamericano que siguen hasta hoy en día.

La tercera revolución es la Sandinista en Nicaragua, que no sólo logro terminar con la larga y dinástica dictadura militar en el país, sino que además surgió en un contexto regional donde las políticas del terrorismo de Estado impuestas por Estados Unidos hacían estragos en la sociedad, en la economía y en la política de nuestro continente.

Pero dentro de los que fueron estas tres grandes e importantes revoluciones no podemos dejar de lado el significado que tuvo la Revolución en Bolivia a mediados de siglo, una revolución que contó con una gran participación del movimiento obrero minero. El proceso revolucionario de El Salvador que culmino con los Acuerdos de Paz que modificaron la estructura del Ejército de El Salvador, y la formación de nuevas instituciones como la Policía Nacional Civil, Procuraduría de Derechos Humanos, y controles que garanticen la trasparencia electoral, y participación ciudadana.

Estas revoluciones marcaron cambios esenciales en nuestra historia, y hoy están presente, al igual que otras importantes luchas, en la vida y en lo cotidiano de la región que busca encaminarse hacia la unidad política y social basada en la consolidación democrática a pesar de los permanentes embates golpistas y anti-democráticos.

Un camino que comenzó en los 70 con el pensamiento de Salvador Allende, quién planteaba una revolución socialista por la vía democrática, y que en aquel momento no pudo consolidarse, pero que hoy en día vuelve a plantearse con el proceso revolucionado del gobierno del Comandante Hugo Rafael Chávez.

Los logros de Hugo Rafael Chávez Frías y la Revolución en la República Bolivariana de Venezuela

Mientras que el presidente de Venezuela Hugo Chávez estaba luchando por salvar su vida en Cuba, la prensa liberal de ambos lados del Atlántico (por ejemplo el diario "El País") no ha dejado de machacar a su gobierno. La importancia de su reciente victoria (12 puntos por delante de su competidor, en Octubre de 2012), aún no ha sido adecuadamente analizada en base a los datos y evidencias disponibles. Es importante destacar que Chávez gano la elección estando enfermo de cáncer, siendo crucificado por los medios de comunicación locales e internacionales y, algo menos conocido, en un escenario electoral extremadamente sesgado hacia las clases media y alta, donde han existido barreras geográficas y dificultades de acceso (al no disponer de tarjetas de identificación) para las personas de clase trabajadora.

Uno de los factores principales de la popularidad del gobierno de Chávez y de su aplastante victoria y reedición de resultados en octubre de 2012, ha sido la reducción de la pobreza. Este hecho ha sido posible porque el gobierno retomó el control de la empresa petrolera nacional PDVSA, utilizando los abundantes ingresos petroleros no para beneficio de una pequeña clase de rentistas, como ocurrió con los gobiernos anteriores, sino para construir infraestructuras que hacían falta e invertir en servicios sociales que los venezolanos necesitaban con urgencia. Durante los últimos diez años, el gobierno ha aumentado el gasto social en un 60,6%, (772.000 millones de dólares).

La pobreza no se define únicamente por la falta de ingresos así como la salud no se define tampoco por la ausencia de enfermedad. Ambos factores están correlacionados y ambos tienen una naturaleza multifactorial, es decir, están determinados por un amplio conjunto de procesos sociales. Para realizar una evaluación lo más objetiva posible de los logros reales alcanzados por la Revolución Bolivariana de Venezuela durante los últimos 13 años, es indispensable revisar algunos de los principales datos disponibles sobre los determinantes sociales de la salud y la pobreza como son la educación, la desigualdad, el empleo, los ingresos, la atención sanitaria, la seguridad alimentaria y los servicios y protección social.

Con respecto a los indicadores sobre determinantes sociales de la equidad en salud, Venezuela es hoy el país de la región con el nivel más bajo de desigualdad (medida según el Coeficiente de Gini), habiendo reducido la desigualdad en un 54% y la pobreza en un 44%. La pobreza ha pasado del 70,8% (1996) al 21% (2010) y la pobreza extrema se redujo del 40% (1996) a un nivel tan bajo como el 7,3% (2010). Cerca de 20 millones de personas se han beneficiado de los programas de lucha contra la pobreza, las llamadas "Misiones". Hasta el momento, 2,1 millones de personas mayores o ancianas han recibido pensiones de vejez, es decir, el 66% de la población, mientras que antes del actual gobierno sólo 387.000 personas recibieron pensiones.

La educación es un determinante clave de la salud y la pobreza donde el gobierno bolivariano ha puesto un especial énfasis, asignando a ella más del 6% del PIB. La UNESCO ha reconocido que en Venezuela el analfabetismo ha sido eliminado y que es el tercer país de la región cuya población en mayor medida lee. Desde la guardería hasta la universidad, la educación es gratuita: el 72% de los niños asisten a guarderías públicas, el 85% de los niños en edad escolar asisten a la escuela, y hay miles de escuelas nuevas o restauradas (entre las que se incluyen 10 nuevas universidades). Por lo que hace a la proporción de estudiantes universitarios, el país se ubica en el segundo lugar de América Latina y en el quinto lugar del mundo. De hecho, 1 de cada 3 venezolanos está inscrito en algún programa educativo. También es un gran logro el hecho de que Venezuela esté ahora mismo al nivel de Finlandia como el 5º país del mundo cuya población se siente más feliz.

Antes del primer gobierno de Chávez en 1998, el 21% de la población estaba desnutrida, ahora Venezuela ha establecido una red de distribución de alimentos subsidiados con tiendas de comestibles y supermercados. Mientras que en 1980 se importaron el 90% de los alimentos, hoy el porcentaje es menor al 30%. La Misión Agro-Venezuela ha entregado 454.238 créditos a productores rurales, y en el año 2012 han recibido créditos 39.000 productores rurales. Cinco millones de venezolanos reciben comida gratis, cuatro millones de los cuales son niños y niñas en las escuelas y 6.000 comedores alimentan a 900.000 personas. La reforma agraria y las políticas para ayudar a los productores agrícolas han aumentado la oferta interna de alimentos. El resultado de todas esas medidas de seguridad alimentaria es que la desnutrición es hoy tan sólo de un 5%, y que la desnutrición infantil, que alcanzó el 7,7% en 1990, hoy es del 2,9%.

Por lo que hace a la atención sanitaria y la salud pública, algunos de los datos más importantes son los siguientes:

* La mortalidad infantil se redujo de 25 por 1.000 (1990) a sólo 13 por 1.000 (2010);

* Un impresionante 96% de la población tiene acceso ahora a agua limpia (una de las metas de la revolución);

* En 1998, había 18 médicos por cada 10.000 habitantes mientras que en la actualidad son 58 por cada 10.000, y el sistema de salud pública dispone de 95.000 médicos;

* Los gobiernos anteriores construyeron 5.081 clínicas a lo largo de cuatro décadas, mientras que en tan sólo 13 años el Gobierno Bolivariano construyó 13.721 (un aumento del 169,6%);

* Barrio Adentro (es decir, el programa de atención primaria que recibe la ayuda de más de 8.300 médicos cubanos), con sus 7.000 clínicas, ha ofrecido 500 millones de consultas y ha salvado aproximadamente 1,4 millones de vidas;

* En el año 2011 tan sólo, 67.000 venezolanos recibieron medicamentos gratuitos de alto costo para tratar 139 patologías como el cáncer, la hepatitis, la osteoporosis, la esquizofrenia entre otras; en la actualidad hay 34 centros de tratamiento de adicciones;

* A lo largo de 6 años, 19.840 personas sin hogar han sido atendidas a través de un programa especial, y prácticamente no hay niños que vivan en las calles;

* Venezuela tiene ahora la mayor unidad de cuidados intensivos de la región;

* Una red de farmacias públicas vende medicamentos subsidiados en 127 tiendas, realizando ahorros que estiman entre el 34-40%;

* 51.000 personas han recibido tratamiento especializado para la visión en Cuba, y el programa de atención oftalmológica "Misión Milagro" ha devuelto la vista a 1,5 millones de venezolanos.

Un ejemplo de cómo el gobierno ha tratado de responder de la mejor manera posible a las necesidades reales de las personas es la situación que se produjo en 2011, cuando las fuertes lluvias tropicales dejaron a 100.000 personas sin hogar. La población fue inmediatamente protegida en forma temporal en todo tipo de edificios públicos y hoteles, y en sólo un año y medio el gobierno construyó 250.000 viviendas. El gobierno obviamente no ha erradicado todos los males sociales, pero sus habitantes se dan cuenta de que, a pesar de las deficiencias y errores cometidos, el gobierno está a su lado y trata de utilizar sus recursos para satisfacer sus necesidades. Como parte de este esquema, también se encuentra la intensa participación política de la democracia venezolana, la cual incluye 30.000 consejos comunales que determinan las necesidades sociales y los problemas locales, permitiendo que las personas sean los verdaderos protagonistas de los cambios que reclaman.

La economía venezolana tiene una baja deuda, y reservas de petróleo y de ahorros muy elevados; sin embargo, los economistas occidentales que se oponían al presidente Chávez, y hoy a Nicolás Maduro repiten hasta la saciedad que la economía venezolana no es "sostenible" y predicen su desaparición cuando los ingresos petroleros se acaben. Curiosamente, no lanzan esas nefastas predicciones sobre economías petroleras como Canadá o Arabia Saudita. Claro está, debido a sus intereses ideológicos, ignoran que la reserva petrolera de Venezuela (500 millones de barriles de petróleo) es la más grande del mundo y consideran que la inversión social de la renta petrolera, o bien es una pérdida o bien es un empeño inútil. Sin embargo, durante estos últimos 13 años, el gobierno bolivariano ha estado construyendo una infraestructura industrial y agrícola que 40 años de gobiernos anteriores habían olvidado, y su economía continua siendo fuerte incluso ante la crisis financiera global.

Un indicio de la creciente diversificación de la economía es el hecho de que ahora el Estado obtiene casi tantos ingresos de la recaudación de impuestos como por la venta de petróleo, ya que ha reforzado su capacidad para la recaudación de impuestos y la redistribución de la riqueza. En tan sólo una década, el Estado obtuvo 251.694 millones de dólares en impuestos, es decir, más que sus ingresos anuales por el petróleo. Entre los hitos económicos de estos últimos diez años cabe incluir la reducción del desempleo del 11,3% al 7,7%, la duplicación en el número de personas que reciben beneficios del seguro social, el hecho de que la deuda pública se ha reducido del 20,7% al 14,3% del PIB, y el florecimiento de cooperativas que han fortalecido a las economías locales endógenas. Más en general, la economía venezolana ha crecido un 47,4% en diez años, es decir, un 4,3% anual. Muchos son los países europeos que verían con envidia cifras como esas.

Algunos de los economistas que durante años han estudiado detalladamente la economía venezolana han señalado que: "Las predicciones de colapso económico, la balanza de pagos o la crisis de la deuda y otros pronósticos sombríos, así como muchas de las previsiones económicas realizadas, han demostrado ser erróneas… el actual crecimiento económico de Venezuela es sostenible y podría continuar al ritmo actual o incluso superior durante muchos años"[7].

Según fuentes como el Global Finance y el CIA World Factbook, la economía venezolana presenta los siguientes indicadores: la tasa de desempleo es del 8%, la deuda pública del gobierno es el 45,5% del PIB (mientras que la de la Unión Europea es del 82,5%), y existe un crecimiento real del PIB (el PIB per cápita es de 13.070 dólares).

En el 2011, la economía venezolana desafió a la mayoría de pronósticos con un crecimiento del 4,2%, con un aumento del 5,6% en el primer semestre de 2012. La razón entre deuda y PIB se halla claramente por debajo de la de los EE.UU. y el Reino Unido, y es más sólida que la de los países europeos; la tasa de inflación, un problema endémico durante muchas décadas, ha caído en el último trimestre del 2012 a un mínimo del 13,7% en los últimos cuatro años. Incluso The Wall Street Journal ha señalado que el intercambio de acciones de Venezuela es con mucho la bolsa que mejores resultados tiene en el mundo (alcanzándose un máximo histórico en octubre de 2012), a la vez que los bonos de Venezuela se hallan entre quienes tienen mejores resultados en los mercados emergentes.

La victoria de Hugo Chávez, en octubre tuvo un impacto en todo el mundo siendo reconocido por haber liderado un cambio radical, no sólo en su propio país, sino en el conjunto de América Latina donde han sido elegidos gobiernos progresistas que han remodelado el orden global. Su victoria fue aún más significativa si se tiene en cuenta la enorme ayuda financiera y estratégica que las agencias de Estados Unidos y sus aliados ofrecieron a los partidos de la oposición y a los medios de comunicación.

Desde 2002, Washington canalizó 100 millones de dólares a los grupos de oposición en Venezuela siendo distribuidos tan sólo en 2012 año electoral entre 40 y 50 millones de dólares[8]Sin embargo, el pueblo venezolano pasó por alto el aluvión de propaganda desatada contra el presidente por unos medios de comunicación que en un 95% son de propiedad privada y claramente anti-Chávez.

La ola de cambio progresista en la región ha comenzado a construir la infraestructura para lograr por vez primera que haya una Latinoamérica realmente independiente a través de organizaciones que permitan su integración política y económica como son el Banco del Sur, CELAC, ALBA, Petrosur, Petrocaribe, UNASUR, MERCOSUR y TELESUR. Estas instituciones están mostrando al resto del mundo que en el siglo XXI existen alternativas económicas y sociales de tipo global. Siguiendo un modelo de desarrollo diferente al del capitalismo mundial global y en fuerte contraste con Europa, los niveles de deuda en América Latina son bajos y siguen cayendo.

Los cambios que tienen lugar en Venezuela no son por tanto entes abstractos o intangibles. El gobierno del fallecido presidente Chávez ha mejorado significativamente las condiciones reales de vida de los venezolanos que se han comprometido en un dinámico proceso de participación política a lograrlo. Este nuevo modelo de desarrollo socialista con Nicolás Maduro ha tenido un impacto espectacular en toda América Latina, incluyendo en los últimos tiempos a Colombia y a gobiernos progresistas de centro-izquierda que ahora son mayoritarios en la región y que ven en Venezuela el catalizador que ha traído más democracia, soberanía nacional y progreso social y económico a la región.

Ninguna retórica neoliberal, por masiva que ésta sea, puede negar todos esos hechos. Decenas de expertos pueden seguir debatiendo obstinadamente hasta el fin de la historia si la Revolución Bolivariana es o no es socialista, ya sea ésta revolucionaria o reformista (es probable que sea ambas cosas a la vez). A final de cuentas, sin embargo, logros tan substanciales como los señalados son innegables. Eso es lo que enfurece a sus oponentes, tanto dentro como fuera de Venezuela y, particularmente, a los países neocolonialistas. Un semanario "objetivo" y "empírico" como The Economist no dará a conocer estos datos, prefiere predecir una vez más el inminente colapso de la economía venezolana. Por su parte, en España, el periódico El País prefiere que Moisés Naim, uno de los diseñadores del Caracazo (la masacre de 3.000 personas en Caracas que protestaban por las medidas de austeridad impuestas de 1989) y ministro de Hacienda del anterior gobierno, siga escribiendo sin pausa y de forma obsesiva contra la economía de Venezuela. Sin embargo, ninguno de ellos puede poner en duda que el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidad sitúa ya a Venezuela en el lugar número 61 de entre 176 países, habiendo subido 7 lugares en apenas una década. Y esa es una razón más por la que la Revolución Bolivariana de Chávez sobrevivirá al líder socialista de Venezuela.

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ROSA MIRIAM ELIZALDE, LUIS BÁEZ (2005, La Habana, Cuba). Chávez Nuestro. Editorial Abril. ISBN 959-210-331-3.

 

 

Autor:

Ricardo Adán Molina Meza

Universidad de El Salvador

[1] El Requerimiento, o Requerimiento de Palacios Rubios, fue un texto creado en las Leyes de Burgos que anunciaba y autorizaba por mandato divino la conquista de las tierras y sometimiento de aquellos pueblos indígenas que se negaran a ser evangelizados. Por medio de este pregón estandarizado en idioma español el conquistador debía informar a los indígenas de que “Dios, creador de los primeros hombres, había elegido a San Pedro y a sus sucesores de Roma como monarcas del mundo, superiores en autoridad a todos los príncipes de la Tierra”. Un Papa posterior, Alejandro VI, había conferido la posesión de los indios al rey de Castilla. Por consiguiente, los indios recibían la orden de reconocer su autoridad y quedar como sus súbditos cristianos. Toda negativa o toda tardanza en aceptar estas demandas entrañarían la guerra inmediata (Guerra Justa), haciéndoles reos de muerte o de esclavización como rebeldes. La lectura terminaba con la amenaza de tomar los bienes de los oyentes, y de esclavizar a sus mujeres e hijos, y hacerles "todos los males y daños que pudiere" si no cumplían con este mandato o requerimiento.

[2] Hernán Cortés Monroy Pizarro Altamirano (Medellín, Corona de Castilla, 1485 –Castilleja de la Cuesta, Sevilla, 2 de diciembre 1547), conquistador español del imperio azteca (hoy el centro de México). I marqués del Valle de Oaxaca, gobernador y capitán general de la Nueva España.

[3] Pedro Arias Dávila, conocido también como Pedrarias (Segovia, 1468 – León Viejo,1531) fue un noble, político y militar castellano destacado por su participación en América, donde alcanzó los cargos de gobernador y capitán general de Castilla del Oro, y gobernador de Nicaragua (1528-1531).

[4] Pedro de Alvarado y Contreras (Badajoz, Extremadura (España), 1485 -Guadalajara, Nueva España, 4 de julio de 1541) fue un adelantado y conquistador español que participó en la conquista de Cuba, en la exploración por Juan de Grijalva de las costas de Yucatán y del Golfo de México, y en la conquista de México dirigida por Hernán Cortés. Puede considerársele como conquistador de gran parte de América Central (El Salvador, Honduras y Guatemala) y pudo haberlo sido también del Perú, pero renunció a ello tras enfrentarse primero, y negociar después, con Diego de Almagro.

[5] José de Acosta (Medina del Campo, 1540 – Valladolid, 1600) fue un jesuita, antropólogo y naturalista español que desempeñó importantes misiones en América desde que en 1571 viajo al Perú sosteniendo que los indígenas americanos habrían llegado a América a través de Siberia.

[6] El arpende es una unidad de longitud y una unidad de superficie. Es una unidad de medida francesa anterior al sistema métrico basado en el actus romano 1 arpende = 180 pies franceses (de aproximadamente 32 centímetros) = aproximadamente 192 pies ingleses = aproximadamente 58,47 metros.

[7] Weisbrot, Mark and Johnston, Jake. “Venezuela’s Economic Recovery: Is It Sustainable?” Center for Economic and Policy Research, Washington, D.C., September 2012.

[8] Golinger, Eva. “US$20 million for the Venezuelan Opposition in 2012”, http://www.chavezcode.com/2011/08/us-20-million-for-venezuelan-opposition.html

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