Aspectos filosóficos de la Independencia en América Latina y la actual Revolución Bolivariana
Enviado por Ricardo Adán MOLINA MEZA
- Del encubrimiento y "Conquista"
- Conquista de México
- Conquista de Centroamérica
- Conquista de Sur América
- Concepciones Filosóficas de la Colonia
- Luchas de Independencia
- El ciclo bolivariano
- Las Revoluciones de nuestra América
- Los logros de Hugo Rafael Chávez Frías y la Revolución en la República Bolivariana de Venezuela
- Bibliografía
Como es conocido las ideas filosóficas pretenden ser universales, pero lo cierto, es que la filosofía como toda las demás actividades humanas tienen un origen histórico social, y responden a exigencias y necesidades de época y lugar.
Las condiciones históricas y sociales hacen que las actividades y las ideas filosóficas surjan en relación mutua con otras actividades; tales como las actividades económicas, políticas, culturales, religiosas, artísticas, etc. De allí que no se puede hacer historia de la filosofía prescindiendo de la matriz histórica social y cultural que le da origen, es decir; del modo del cómo se produce los bienes vitales de la población, y cuál es la relación de la población con ese modo de producción, que aspectos e instrumentos jurídicos, políticos determinan esas relaciones entre los seres humanos en la producción de bienes y servicios. Esto es, en última instancia el lugar que ocupa el hombre y la mujer en ese modo de producción, en el soporte económico; y cuáles son las formas ideológicas que le dan sustento a esa formación económica social.
Tenemos y participamos de la historia de la filosofía a partir de nuestro origen, y en nuestro caso a través de la conformación de la organización y particularidades del Estado. Así, para entender el presente histórico, es preciso conocer el proceso por el cual se ha llegado a él. De alguna forma, el pasado continúa en lo que tiene de valioso en el presente. De allí que aunque la filosofía se presenta como ideas universales, ajenas a las particularidades históricas y de lugar, lo cierto es que los filósofos tienen patria; y la filosofía presenta sesgos nacionales, puesto que por exigencias de valor axiológico de los pueblos ponen el interés en determinados temas y respuestas filosóficas. Es legitimo entonces, hablar de una historia de las ideas de nuestra América, que es lo que intentaremos descifrar con nuestro tema en esta V Cátedra Simón Bolívar 2013, "Simón Bolívar y Hugo Rafael Chávez, dos hombres un solo sueño".
Deberé de destacar que para realizar esta comunicación citare el importante trabajo de investigación en la obra de El pensamiento filosófico latinoamericano, del Caribe y "latino"(1300 – 2000) un texto de 1,111 páginas, que más que un libro es el inicio de un movimiento filosófico continental, editado por Enrique Dussel, Carmen Bohórquez, y Eduardo Mendieta, publicado por el Centro de cooperación regional para la educación de adultos de América Latina y el Caribe, CREFALC, y la Editorial Siglo XXI, México, 2009. Así como, otros textos relacionados a las luchas de resistencia indígena, a los procesos de luchas de Independencia, y a los procesos de lucha generados en los Movimientos de Liberación que oportunamente serán citados.
Del encubrimiento y "Conquista"
La historia y el proceso de desarrollo social en nuestra América es relativamente joven, de allí que deberé partir desde las condiciones que generaron la presencia europea del llamado descubrimiento y la posterior conquista.
En la América precolombina se desarrollaron cientos de culturas y decenas de civilizaciones originarias a lo largo de todo el continente. Las consideradas altas culturas precolombinas surgieron en Mesoamérica y los Andes. De Norte a Sur podemos nombrar las culturas Mexica, Maya, Muisca, Cañaris, Moche, Nazca, Tiahuanaco e Inca, entre otras. Todas ellas elaboraron complejos sistemas de organización política y social, y cultural, son notables aun por lo que queda de su cultura, en las tradiciones culturales artísticas y religiosas. De estas, algunos investigadores han realizado indagaciones filosóficas; así, por ejemplo: En el Pensamiento Filosófico Náhuatl, Miguel León Portilla; en el P. F. Maya, Miguel Hernández Díaz; P. F. Tojolabal, Carlos Lenkersdorf; el P. F. Quechua, Josef Estermann; el P. F. Mapuche, Ricardo Salas Astrain; y el P.F. Guaraní, Bartomeu Melia; todas estas investigaciones identifican la grandeza en la organización de lo social, y los problemas que se plantearon los pueblos originarios, su concepción cíclica del tiempo, el sentido de la vida, corresponden al pensamiento filosófico de los pueblos originarios, en primera época, del pensamiento Latinoamericano, según lo identifica la obra de Dussel, Bohórquez y Mendieta.
Pero su desarrollo cultural, político y económico, fue abruptamente interrumpido por la llegada de los europeos, hacia 1492. Enrique Dussel sostiene que estas regiones del mundo habían sido ya cartografiadas por otras culturas y hay evidencia que los chinos hacia 1421-1423; el almirante chino Zheng He, famoso por sus expediciones navales, habría alcanzado la costa americana en 1421, al mando de una flota cinco veces más grande que la de Colón. (Dussel, Enrique China 1421- 1800 Razones para Cuestionar el Eurocentrismo, ARCHIPIELAGO, Pensamiento 2003, p. 6 – 11 )
El arribo de los europeos a tierras americanas (1492) supuso la licitud autorizada por el Vaticano mediante las bulas papales, de Alejandro VI (Rodrigo Borgia, 1431 – 1503) este repartió el mundo conocido en esa época entre España y Portugal, dos potencias europeas que contaban con la capacidad de conquista y dominio del mundo desde Europa.
Por medio de las bulas papales, promulgadas en 1493, un año después del exitoso primer viaje de 1492 de Cristóbal Colon (1451 – 1506) concedió a los Reyes Católicos (Fernando II de Aragón e Isabel I la católica de Castilla y León) el derecho de gobernar todos los territorios que se descubriesen ubicados desde el Polo Ártico a 100 leguas al occidente de Cabo Verde. El Rey Juan II, de Portugal al enterarse de este acuerdo, protestaron ante el Papa, y este aprobó una nueva división que estipuló una nueva línea trazada a 370 leguas del archipiélago de Cabo Verde. Resolución que fue aprobada en el Tratado de Tordesillas, (hoy Valladolid) el 7 de junio de 1494.
Los europeos se vieron en la necesidad de buscar nuevas rutas para establecer el comercio con oriente ante la derrota de las Guerras Santas, llamadas también Cruzadas, que se dieron entre el XI al XIII, ocho intentos autorizados por el Vaticano para recuperar tierra sagrada (Jerusalén) ubicada en territorio musulmán. Pero la recuperación de Constantinopla por los árabes, en 1453; restringió las vías del comercio entre el occidente europeo, y la India, China.
Cristóbal Colon, después de siete años de buscar apoyo a su proyecto, que le permitiera rodear el mundo para llegar a la India, ante el Rey Juan II de Portugal desde 1485, éste no sustento la empresa naval; pero, Colon obtuvo apoyo a su proyecto con los reyes de Castilla y Aragón en las negociaciones de las Capitulaciones de Santa Fe del 17 de abril de 1492. A este proyecto, solo le faltaba la autorización del Papa para dar inicio a aquella empresa que solo podía otorgar el Vaticano.
La razón de ser de este otorgamiento "legal internacional pontificio", del dominio sobre los territorios y poblaciones indígenas de nuevos territorios a los Reyes Católicos, se fundamentó en la teoría de la época medieval sobre el poder del Papa; que consideraba a éste el dominio del mundo "Dominus Mundi", en cuanto sucesor de Pedro, Vicario de Cristo y cabeza visible de la Iglesia Universal. De modo que, podía entregar en "encomienda" a los príncipes cristianos, Reyes Católicos, hijos fieles de la iglesia las tierras de los indígenas "infieles", para que mediante su "encomendación" fueran estos evangelizados y reducidos a la "cristiandad". De ahí que sus tierras desde el ámbito del Derecho Común, eran consideradas como bienes sin dueño "res nullius", cuyo dominio se podía adquirir, conforme a los principios del Derecho romano por "invención", "por consentimiento" o por "encomendación" siempre que hubiere un soberano, al que se le pudiera referir la titularidad de dicho bien, como era el caso del otorgamiento del Romano Pontífice a los reyes de Castilla y Aragón.
A los arreglos de licitud de repartimiento, siguieron los de dominación a los pobladores con el "Requerimiento" [1]leído a los indígenas y utilizado por primera vez por el conquistador Pedrarias Ávila en la región de la actual Panamá y por Martín Fernández de Enciso, en la región de la actual Colombia. El documento conocido como Requerimiento fue elaborado por el jurista español Juan López de Palacios Rubio (1450 – 1524), y entre otras cosas decía:
"A vosotros los indios de este pueblo, os hacemos saber, que hay un Dios, y un Papa, y un Rey de Castilla, a quien este Papa os ha dado por esclavos, y por tanto os requerimos, que le vengáis a dar obediencia y a nosotros en su nombre, so pena que os haremos guerra a sangre y fuego" (Láscaris, Constantino. Historia de las Ideas en Centro América Edit. Universitaria Centroamericana EDUCA San José 1982 p.84.).
La división del mundo otorgada por el Papa, en tanto máxima autoridad representante de Dios en la tierra era incuestionable, así dio inicio el sometimiento de las principales cultural de esta región del mundo, llegando Diego de Velásquez a Cuba en 1511 y posteriormente encomendando nuevas expediciones hacia el sur a Francisco Hernández de Córdoba en 1517, Juan de Grijalva en 1518 y Hernán Cortez en 1519.
Conquista de México
La expedición de Hernán Cortez[2]llego a las costas de Yucatán, y de allí armaron expedición hasta Tenochtitlán, el gobernante amerindio Moctezuma Xocoyotzin (1466 – 29 de junio de 1520), fue hecho prisionero en noviembre de 1519, a pesar de la forma pacífica con la que éste recibió a los "enviados de los dioses", pues los indígenas aztecas, llegaron a creer que Hernán Cortez representaba a Quetzalcóatl.
Moctezuma capturado en noviembre de 1519, estuvo en prisión y en custodia de Hernán Cortez, durante ocho meses, hasta junio de 1520 cuando, según la versión de distintos autores españoles, el 29 de junio de 1520, en un intento de sofocar un tumulto violento de indígenas, "Moctezuma se asomó al balcón de su palacio, instando a sus seguidores a retirarse. La población contempló encolerizada la supuesta alianza del Moctezuma con los europeos, por lo que comenzaron a arrojarle piedras y flechas que lo hirieron mortalmente, falleciendo poco tiempo después del ataque a consecuencia de sus heridas".
Fray Diego Durán, el autor de Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, asegura, por sus informantes indígenas, que: después de que los españoles habían sido expulsados de la ciudad de Tenochtitlán 1520, "Moctezuma fue encontrado muerto, con una cadena alrededor en sus pies, y cinco puñaladas en el pecho". Según Durán, Moctezuma fue asesinado por haber perdido la autoridad ante los suyos, y por tanto, había dejado de ser de alguna utilidad para Hernán Cortez.
Situación similar vivió un año después Cuauhtémoc (1496 – 28 de febrero de 1525) primo de Moctezuma, y quien asumió la conducción y defensa de los Aztecas después de la expulsión de Hernán Cortez de Tenochtitlán, y del asesinato de Moctezuma.
Cuauhtémoc, se dio a la tarea de reorganizar al ejército mexica, reconstruyo la ciudad y la fortifico para la guerra contra los europeos, pues consideraba que éstos regresarían a pelear para apoderarse de Tenochtitlán.
Los europeos españoles regresaron un año después de haber sido expulsados, y con ellos venía un contingente de más de cien mil aliados indígenas, la mayoría de ellos tlaxcaltecas, históricamente enemigos de los mexicas. Tenochtitlán fue sitiada por los hombres de Cortez y los tlascaltecas de mayo a agosto de 1521, y el 13 de agosto de 1521, los europeos, capturaron a Cuauhtémoc en Tlatelolco, junto con su primo gobernante de Tacuba. Hecho prisionero Cuauhtémoc, narra Hernán Cortez, en su Tercera Carta de Relaciones:
"Llegóse a mí y díjome en su lengua, que ya él había hecho todo lo que de su parte era obligado para defenderse, y a los suyos hasta venir a aquel estado, que ahora hiciese de él lo que yo quisiese; y puso la mano en un puñal que yo tenía, diciéndome que le diese de puñaladas y le matase"
Posteriormente, Cuauhtémoc y su primo Tetlepanquetzaltzin, gobernante de Tacuba, fueron sometidos a tormentos, para que declararan donde estaba el tesoro mexica, los europeos suponían que éste había sido guardado por los mexicas. En los cuatro años que siguieron a la conquista y administración de los europeos, la desconfianza y los temores de Hernán Cortés a los indígenas y a sus mismos hombres, le llevaron a tomar decisiones indignas, y finalmente continuo el tormento y la muerte del último jefe azteca.
Primero fue el tormento, surgido de la codicia del oro: Bernal Díaz del Castillo, en su Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, narra detalladamente cómo la desconfianza entre los españoles, les condujo a someter violentamente a los indígenas.
"El oro que habían obtenido en total (83,200 castellanos) -equivalente a 1,861.6 libras de oro de 16 onzas- no era suficiente para repartir de forma satisfactoria entre toda la tropa europea, por lo que iniciaron supuestos, por parte de los mandos para obtener más oro". Algunos españoles sostenían que "después de la Batalla del Canal de los Toltecas, los aztecas habían recuperado el botín y lo habían echado a la laguna o lo habían robado los tlaxcaltecas o bien los propios soldados españoles".
De ahí que fueran los oficiales de la Real Hacienda, y sobre todo el tesorero Julián de Alderete, quien autorizo las torturas, y el tormento de líder de Tenochtitlán Cuauhtémoc y Tetlepanquetzaltzin, jefe da Tacuba.
De acuerdo a los libros de Díaz del Castillo, y López de Gómara, las acusaciones hechas a Hernán Cortés en su Juicio de Residencia, coinciden en que Cuauhtémoc, jefe de Tenochtitlán y su primo, fueron torturados bañando sus pies y manos con aceite, y posteriormente quemándoselos al ardiente fuego. Según Bernal Díaz, Cuauhtémoc confesó "que cuatro días antes que le capturara lo echaron en la laguna, así el oro, como las armas que habían quitado a los soldados españoles. A la postre fuimos a donde señaló Cuauhtémoc, …y de una alberca grande de agua sacamos un sol de oro como el que nos dio Moctezuma".
Tras el episodio de la tortura, Cuauhtémoc quedó enfermo, caminaba con dificultad, las heridas de su primo y gobernante de Tacuba fueron peores. El Doctor Cristóbal de Ojeda, fue quien curó las heridas a Cuauhtémoc, y años más tarde el médico declaró, durante el "Juicio de residencia a Hernán Cortez", que en el incidente se dio tormento a Cuauhtémoc "quemándole los pies y las manos". Posteriormente el jefe mexica fue repuesto en su papel de noble mexica, pero en condición de prisionero, cuyo prestigio y autoridad utilizó Cortés para el gobierno de las vecindades.
Cuatro años más tarde, Hernán Cortez sintiéndose vulnerable, ante una posible conspiración mexica, decidió ahorcar a Cuauhtémoc y al cacique de Tacuba. El 28 de febrero de 1525, en un lugar del estado de Campeche, habían pasado cuatro años de tormentos, y del fin del sitio y toma de Tenochtitlán.
Una vez sometida Tenochtitlán, continuaron la conquista hacia el nortes y al sur, llegando a Centroamérica.
Conquista de Centroamérica
La región centroamericana fue conquistada desde dos puntos; desde México, con el envío de Hernán Cortés de distintas expediciones conquistadoras a partir de 1523, y Panamá por iniciativa del gobernador Pedro Arias Dávila -Pedrarias[3]que fue el primero en enviar varias expediciones de exploración marítima desde 1516 aunque de conquista llegaron hasta 1524.
La conquista de los territorios centroamericanos fue más violenta que las conquistas previas de las islas antillanas y la de México, ya que en México el poder estaba estructurado y centralizado, y en la Antillas eran tribus débiles y dispersas. Pero en el istmo centroamericano no había un poder central, que una vez vencido entregase al resto de poderes, como sucedió en México; sino que existían muchas y muy variadas poblados organizados y difíciles de sojuzgar y controlar, estos poblados estaban extendidos por densas selvas y montañas, desde Yucatán hasta la península de Nicoya. A esto se añadió el descontrol y las diferencias entre distintas expediciones y facciones europeas, originándose cruentos enfrentamientos por litigios territoriales.
La primera expedición conquistadora fue la enviada por Hernán Cortés capitaneada por Pedro de Alvarado[4]y sus familiares Leonor, Diego, Gonzalo, Jorge, y Hernando. Partieron de México el 6 de diciembre de 1523 con 300 soldados, 160 caballos y numerosos aliados tlaxcaltecas, cholulas y mexicas. Se dirigieron hacia el sur siguiendo la ruta de los mercaderes aztecas pasando por el valle de Quezaltenango en donde las tropas castellanas se aliaron con los Cakchiqueles para luchar contra los quichés (viejos enemigos de los primeros), a los que vencieron en las cercanías de su capital, Utatlán, en la batalla de Pachah.
A la llegada de los europeos a Centroamérica, en 1524, los mayas del período clásico (alrededor del 800 d.n.e.) habían desaparecido. Sus descendientes (provenientes de Tula) se encontraban divididos en un buen número de señoríos o ciudades-estado como:
Utatlán o Q'umarkaj capital de los Ki'che',
Iximché capital de los Kakchikel,
Zaculeu o Saqulew capital de los Mames,
Mixco Viejo capital de los Pokomames,
Chuitinamit capital de los Tz'utujil.
Estos poblados luchaban constantemente entre sí, lo cual fue aprovechado por los españoles para lograr dividirlos y establecer una conquista aun más violenta.
Sin embargo las ciudades mayas Tayasal (capital de los Maya Itzá), y Zacpetén (capital de los Maya Ko'woj), ambas en Petén no fueron conquistadas. (Hernán Cortés intentó muchas veces conquistar Tayasal pero desistió en su camino a Honduras, debido a lo bien defendida que se encontraba). Los mayas en esta zona resistieron hasta 1697, por lo que fue una de las últimas culturas de América sometidas. Carmen Bohórquez se refiere al caso de Jacinto Canek, como uno de los principales centros de resistencia previo a las luchas de Independencia de la Corona española. (En El pensamiento filosófico latinoamericano, … pág.162) Canek, llamado también José Cecilio de los Santos, (1730 a 14 de diciembre de 1761) quien hacia 1761 establecida la capitanía de Yucatán, convoco a una rebelión indígena contra el dominio español, el 19 de noviembre de 1761, tras una festividad de la población Cisteil, en Yucatán, desde el atrio de la iglesia, llamo a los indígenas a levantarse contra los europeos: "Hijos míos muy amados: no se que esperáis para sacudir el pesado yugo y servidumbre trabajosa en que os ha puesto la sujeción a los españoles; yo he caminado por toda la provincia y registrado todos sus pueblos y considerando con atención que utilidad o beneficio nos trae la sujeción de España… no hallo otra cosa que una penosa servidumbre".
Después de los acontecimientos en el que murieron numerosos soldados del ejército de la Capitanía General de Yucatán, y vecinos de la localidad de Cisteil, el líder maya cayó preso siendo conducido a Mérida (México) junto con otros rebeldes. Ahí, él y sus compañeros fueron ejecutados en la plaza pública el 14 de diciembre de 1761 -menos de un mes después de la alzada-, después de juicio sumario, acusados de rebelión y actos sacrílegos, ya que se dijo que Canek había tomado la indumentaria de la virgen de la iglesia de Cisteil para coronarse Rey de los Mayas, gesto que se había confirmado por las versiones de los testigos que fueron ajusticiados simultáneamente, previa confesión obtenida bajo suplicio. Justo Sierra O"Reilly en 1849 en su periódico "El Fénix" investigo y publico "…a Canek y los suyos se les hace pasar un suplicio de los mas horrorosos que se leen en la historia, quemándose su cadáver y arrojando al aire sus cenizas; sus ocho compañeros fueron ahorcados dos días después y otros cien infelices fueron condenados a sufrir durísimas penas de doscientos azotes y cortada de la oreja derecha"
En Guatemala, la conquista del reino del Quiche, Kikab Tanub era el gobernante del Quiche cuando los europeos llegaron e invadieron sus territorios, los del Quiche estaban en guerra con los Zutuhiles y los Mames. Kikab Tanub intento hacer establecer la paz con los Zutuhiles y los Mames para que se unieran y lucharan contra Pedro de Alvarado, pero estos no aceptaron, Kikab Tanub reducido a sus propios recursos se preparo para defenderse pero en esos preparativos enfermo y murió, le sucedió su nieto, Tecum Uman, quien se alisto y logro reunir más de 230,000 guerreros.
Mientras Pedro de Alvarado, al atravesar las provincias del Soconusco, tuvo varios encuentros militares. Dos combates muy encarnizados se dieron en las montañas de Santa Maria de Jesus y el segundo entre los ríos Samala y Olintepeque, en este lugar la masacre de indígena fue tanta que las aguas del rio se tiñeron de sangre.
Preocupados los indígenas del Xelahu, Quetzaltenango, con los terribles estragos y destrozos que les causaban los conquistadores se refugiaron en los montes, otros se entregaron a servir a los conquistadores. Otra batalla, se dio en las llanuras de Totonicapan y Utatlan, en ella Tecum Umán hirió al caballo que trasportaba a Pedro de Alvarado, pero este dio muerte al líder del reino del Quiche,Tecum Umán.
Vencidos por las arman los indígenas Oxiquieb y Belegetzi, apelaron a la destreza y al engaño, llamaron a Pedro de Alvarado a Utatlán –Quiche-, con promesas de paz; El conquistador acepto presentarse ante los señores de Utatlán, pero al ver sus fortificaciones, la actitud de los indígenas que habían sacado de ellas a las mujeres, y los niños, sospecharon que todo era una trampa, y se retiro a las llanuras; Alvarado mando a aprisionar a los reyes del quiche Oxiquieb y Belegetzi, a quienes torturo y asesino quemándolos, y posteriormente dio fuego a la ciudad de Utatlán.
Después del sometimiento Quiche, Pedro de Alvarado, en 1524 llegó a las riberas del río Paz y lo cruzó internándose en el territorio del Señorío de Cuzcatlán. Las primeras poblaciones a las que llegó fueron Mopicalco y Acatepec a las cuales llegó el 6 y 7 de junio respectivamente encontrándolas despobladas (según su Segunda Carta de Relación enviada a Hernán Cortés), Sin embargo Alvarado menciona que al llegar el contingente a esas poblaciones los indígenas los recibieron, y tomaron algunos como esclavos, a otros los mandó a que les trajesen comida pero no volvieron a la población.
Alvarado se trasladó a Acaxual (Acajutla) en donde los indígenas del señorio de Cuscatlán habían limpiado los caminos y esperaban recibirlo amistosamente, sin embargo al ser informados de las crueldades de Pedro de Alvarado, decidieron enfrentarlos; esta batalla de Acajutla se libró el 8 de junio de 1524, fue una cruenta batalla contra los cuzcatlecos. Los amerindios cuscatlecos resignados a la guerra "iban protegidos con corseletes de algodón con grosor de tres dedos, los cuales les quitaba agilidad, Alvarado y su contingente simuló una retirada, y luego volvió sobre el ejército de indígenas de Cuzcatlán causando grandes destrozos y resultando varios españoles heridos, incluido el mismo Pedro de Alvarado, fue herido por una flecha en el fémur, ésta le atravesó la pierna y se clavo en la silla de montar, quedando herido de gravedad y lisiado de por vida".
Luego el 13 de junio libró otra batalla en las cercanías de la población de Tacuzcalco; y el 17 de junio arribó a la ciudad de Cuzcatlán, por la gravedad de su herida abandono el territorio del señorío el 21 de julio de 1524 sin lograr la conquista del territorio del señorío
A raíz de esto Pedro de Alvarado envío a un grupo de hombres liderados por Gonzalo de Alvarado en 1525, este grupo fundó la primera villa de San Salvador (este era más un fuerte militar que una villa) en un lugar desconocido, está villa fue deshabitada el año siguiente debido a una revuelta indígena.
Entre diciembre y febrero de 1528 fue enviado Diego de Alvarado a conquistar el territorio de este Señorío lo cual logró; en abril 1528 después del genocidio de los amerindios Diego de Alvarado refundo la villa de San Salvador en lo que es actualmente el sitio arqueológico Ciudad Vieja, desde ahí se repartieron las poblaciones del Señorío a los capitanes del ejército conquistador en calidad de encomienda y para el 23 de noviembre de 1528, todos los pueblos pertenecientes a este señorío estaban en manos de los españoles.
Entre 1528 y 1540 se sucedieron varias manifestaciones de resistencia indígena siendo la más grande la del Peñón de Cinacantán, está sucedió entre finales de 1528 y principios de 1529, fue controlada por los españoles liderados por Diego de Alvarado. Para 1540 el territorio del señorío estaba sometido, estableciendo los europeos la colonización.
A finales de 1524 y principios de 1525 Pedrarias Dávila (conquistador de Panamá y Nicaragua) envió a Francisco Hernández de Córdoba a Honduras y este a su vez envió a Hernando de Soto hacia Olancho pasando por Nequepio (nombre con el que los indígenas Chorotegas conocían a este Señorío).
En Honduras la resistencia a los conquistadores destaca el líder indígena Lempira, asesinado en 1537, líder del pueblo lenca, luchó contra los españoles durante la década de 1530. En los documentos escritos durante la conquista española, es mencionado con el nombre de El Lempira. El nombre Lempira, según sostienen el historiador salvadoreño Jorge Lardé y Larín, proviene de la palabra Lempaera, que a su vez procede de dos vocablos de la lengua lenca: de lempa, que significa "señor" y de era, que significa "cerro o sierra". Así pues, Lempira, vendría a significar "Señor de la sierra" o "Señor del cerro".
Lempira fue comisionado por Entepica, cacique Lenca, de los poblados de cerro Cerquin y de la sierra de la neblina, para que organizara la resistencia a la penetración de las tropas españolas en 1537. Cuando los españoles llegaron a Cerquín, Lempira se alió con los lencas de los Cares y consiguió reunir un ejército de casi 30.000 hombres, procedentes de más de 200 poblados.
Otros grupos se alzaron también en armas en el valle de Comayagua, en Olancho. Los intentos españoles para derrotarles, dirigidos por Francisco de Montejo y su lugarteniente, Alonso de Cáceres, resultaron infructuosos antes de 1537.
En la versión tradicional, que se basa en la obra del cronista Antonio de Herrera y Tordesillas, Historia general de los hechos de los castellanos en las islas y en tierra firme del mar Océano. Herrera afirma que: "Lempira murió a traición, los españoles lo convencieron para que aceptara encontrarse con dos representantes de Alonso de Cáceres para negociar la paz, durante la reunión, un arcabucero disparó a Lempira poniendo fin a la vida del héroe Lenca".
Existe otra versión sobre la muerte de Lempira, encontrada en la Probanza de Méritos, un documento redactado en México en 1558 por Rodrigo Ruiz, que se encuentra en el Archivo General de Indias de Sevilla. Este documento trata del servicio de Rodrigo Ruiz en la conquista de Honduras con Francisco de Montejo, y afirma que: "Lempira, murió en combate con Ruiz en medio de una batalla y después, Ruiz le cortó la cabeza, como prueba fehaciente de la muerte de Lempira. El texto incluye como testigos a Alonso de Maldonado y Catalina de Montejo".
En el territorio de Nicaragua, y Costa Rica la situación es distinta. En 1522, Gil González Dávila parte de Panamá con 100 hombres iniciando la primera incursión al territorio de las actuales Nicaragua y Costa Rica. Andrés de Cereceda, tesorero real de la expedición, anoto en su relación los nombres de los caciques de los pueblos donde recogían oro. En el golfo de Nicoya, encontraron un pueblo muy numeroso de los visitados hasta el momento, el cual era gobernado por el cacique Chorotega. A partir de entonces las referencias lingüísticas se hicieron en base a este cacique, usando su nombre para englobar a un conjunto de pueblos en un mismo orden lingüístico y cultural a pesar de la separación física entre unos y otros. Los chorotegas son un grupo étnico de Nicaragua, Costa Rica y Honduras. Contaban con unos 750 poblados.
Más al norte encontraron otro pueblo numeroso y aguerrido, el grupo del cacique Niqueragua, o Nicarao. El oro conseguido (18,500 pesos) y la entrevista mantenida con este cacique supuso una de las grandes experiencias para el conquistador español. Tanto que a partir de entonces las crónicas hablarán no sólo de la lengua náhuatl sino también de la tierra de Nicarao. Los españoles terminaron adjudicándole ese nombre a la nueva provincia conquistada.
Es realmente poco lo que se sabe de Nicarao, la mayor parte de lo cual se ha formado y ha llegado hasta la actualidad gracias a la tradición popular. Nicarao o Niqueragua, llamado Nicaragua fue el jefe amerindio más importante de los niquiranos, siendo considerado como el más poderoso Cacique de la región del Pacífico de Nicaragua y Costa Rica al momento de la llegada de la expedición de conquista al mando del capitán y explorador español Gil González Dávila, en 1522.
Su figura, como se conoce comúnmente, es recordada por el gesto amistoso que mostró ante Gil González Dávila en 1523, al mando de los primeros conquistadores españoles que entrando por el sur. Se encontró con el cacique y su pueblo a orillas del Lago Cocibolca (La Mar Dulce), recibiéndolos éste con agrado, teniendo un breve intercambio cultural (los indígenas les mostraban a los españoles sus creencias religiosas, costumbres y conocimiento de la región) y permitiendo que muchos de los miembros de su tribu acogieran el bautismo y con ello el Cristianismo. Nicarao mismo, supuestamente recibió la propuesta de parte de los conquistadores de someterse al Rey de España y convertirse al Catolicismo.
Luego de este encuentro, otro jefe indígena llamado Diriangén de los dirianes, Diriangén, Dirian (de las selvas altas), gen (señor), que en lengua náhuatl (de los niquirianos, sus enconados rivales) corresponde a Diriatzin, (Señor de los Dirianes, de las selvas altas), fue un cacique amerindio de Nicaragua, cuyos dominios se extendían desde la Meseta de los Pueblos Diriamba, hasta la región del istmo de Rivas, en los límites del señorío del cacique Nicarao. Posiblemente pertenecía a uno de los grupos de cultura y habla chorotega que habitaban la región en ese territorio en constantes luchas tribales con los nicaraos, Diriangén vino a ver a los españoles. Al principio los trató con cautela y luego los atacó, obligándolos a retirarse.
El diálogo de Nicarao y el conquistador González, por medio de lenguas o traductores, fue recogido por el Cronista de Indias Pedro Mártir de Anglería de origen italiano, éste tomó la información de las cartas del mismo conquistador como del testimonio de su tesorero real, Andrés de Cereceda, uno de cinco testigos de ese diálogo. En el diálogo se expresa la cosmovisión y pensamiento de los nicaraos. Según el cronista, entre otras cosas, Nicarao preguntó a González:
¿Ha escuchado hablar de un gran diluvio que acabo con la humanidad? ¿Volverá Dios a inundar la tierra?
¿Qué sucede después de la muerte?
¿Cómo se mueven el Sol, la Luna y las Estrellas?
¿A qué distancia se encuentran?
¿Cuándo dejaran de brillar?
Las respuestas de los europeos, como fue de esperar, se suscribieron en las expresiones religiosas de su tiempo. Y atrajo a los indígenas las respuestas a lo que sucede después de la vida.
Conquista de Sur América
Sometidos los pueblos indígenas de México y Centroamérica, la conquista se extendió con mayor fuerza en Sur América; así Sebastián de Belalcázar, Gonzalo Jiménez de Quesada y Nicolás de Federmann, derrotaron a los jefes de la Confederación Muisca, la mayor unión de tribus de Suramérica en el Altiplano Cundiboyacense, dando muerte a Sagipa, el último de los zipas de Bacatá en 1538 y a Aquiminzaque, el último zaque de Hunza asesinado en 1541. También asesinaron al último Iraca Sogamoso, máximo sacerdote de la religión muisca. Una rebelión tardía de los muiscas en 1542 no pudo evitar ya el control español.
El sometimiento del actual territorio colombiano abrió el camino para que los españoles se enfrentaran al poderosos Imperio inca que regía en una extensión que va desde gran parte del actual Ecuador hasta el norte de Chile. Los españoles aprovecharon una disputa de secesión del poder en la guerra civil inca de 1532 en donde salió triunfador el Inca Atahualpa quien se reunió con el conquistador Francisco Pizarro en Cajamarca. Pero Pizarro se volvió en contra del monarca y lo hizo prisionero, lo que le ganó la simpatía de los pueblos sometidos por los Incas. El monarca fue ejecutado en 1533.
Como resultado Atahualpa fue apresado en un palacio de Cajamarca; según Guaman Poma de Ayala estuvo sumergido en depresión porque lo separaron de mujer, y los suyos. Cuentan que no comía, ni dormía. En prisión Atahualpa organizó a espaldas de los españoles dos ejércitos, uno bajo el mando de Chalcuchímac para que fuese a Cajamarca a liberarlo y el otro bajo el mando de Quisquis para que tomase Cuzco y eliminara cualquier vestigio de Huáscar. Sin embargo, el historiador Luis Andrade Reimers asegura que ni fue hecho prisionero ni, peor aún, entregó rescate alguno para su liberación, pues la relación numérica de efectivos de desventaja para los españoles hacía imposible semejante situación. Atahualpa planificaba la reconstrucción del Tahuantinsuyo, después de los años de guerra, por lo que intentó establecer relaciones de mutuo beneficio para los dos imperios, el suyo y el ultramarino de los españoles.
En prisión, Atahualpa ofreció a cambio de su liberación llenar dos habitaciones de plata y una de oro "hasta donde alcanzara su mano", los españoles aceptaron y de inmediato se mandó la orden a todo el imperio inca de que enviasen la mayor cantidad posible de oro y plata hacia Cajamarca. Después de cumplir su parte los españoles lo sentenciaron a muerte por idolatría, fratricidio, poligamia, incesto y lo acusaron de ocultar un tesoro.
Fue ejecutado el 25 de julio de 1533. La noticia de su muerte indigno a los incas sobrevivientes, muchas etnias dominadas por los incas se sublevaron e intentaron recuperar su independencia.
Las demostraciones de resistencia y de guerra contra el invasor se reflejaron en los principales poblados de amerindios, así por ejemplo en el imperio Inca Túpac Amaru (1545 – 1572) llamado posteriormente Túpac Amaru I, presento resistencia hasta su captura cuando por atender a su mujer que dio a luz no pudo seguir Túpac avanzaba lentamente en su huida debido a que su mujer estaba a punto de dar a luz. Después de una marcha de 50 millas vieron una fogata alrededor de las nueve de la noche. Encontraron al Uari Inca Túpac Amaru y a su mujer calentándose entre sí. Les aseguraron que no se les produciría ningún daño y asegurarían su rendición.
Túpac Amaru fue apresado. El juicio del Uari Inca comenzó un par de días más tarde, fue condenado por el asesinato de los sacerdotes en Urcos. Fue sentenciado a la decapitación. Un testigo ocular del día de la ejecución, el 24 de noviembre de 1572, lo recordaba montado en una mula con las manos atadas a su espalda y una soga alrededor del cuello. Otros testigos dijeron que había gran cantidad de personas y que el Uari Inca estaba rodeado por cientos de guardias con lanzas. Frente a la catedral, en la plaza central de Cuzco, un patíbulo había sido erigido. Se dice que había entre diez mil a quince mil personas presentes.
Túpac Amaru subió al patíbulo acompañado por el obispo de Cuzco. Mientras lo hacía, se dice en las fuentes que "una multitud de indios [sic], que llenaron completamente la plaza, vieron el lamentable espectáculo de que su señor e Inca iba a morir, ensordecieron los cielos, haciéndolos reverberar con sus llantos y lamentos" (Murúa 271).
Como es relatado por Baltasar de Ocampa y fray Gabriel de Oviedo, prior de los dominicos en Cuzco, ambos testigos oculares, el inca levantó su mano para silenciar a las multitudes, y sus últimas palabras fueron:
"Ilustre Pachacamac, atestigua como mis enemigos derraman mi sangre"
Años anteriores, Pedro de Valdivia, autorizado por Pizarro, penetró el territorio del actual Chile. El cacique Michimalonco trató de detenerlo infructuosamente después de que el conquistador tomó posesión del valle de Copiapó en 1540. El 11 de septiembre de 1541 Michimalonco destruyó a la ciudad de Santiago fundada por Valdivia. Pronto los conquistadores dominaron el norte de Chile y se dirigieron hacia el sur. En 1553 se alzó el pueblo Mapuche liderados por Lautaro y Caupolicán en combate causaron la muerte de Valdivia. Los mapuches no serían fácilmente derrotados y conservarían una férrea resistencia aún hasta después de 1820.
Establecidas las condiciones de dominación política administrativa formaron las primeras formas administrativas creada por los españoles, debido a las grandes distancias de sus posesiones en América, la Corona Española creó los siguientes virreinatos como las principales autoridades regionales:
1.- Virreinato de Nueva España (1535-1821). En un comienzo abarcaba desde Alaska hasta Costa Rica y Filipinas.
2.- Virreinato del Perú (1542-1824)
3.- Virreinato de Nueva Granada (1717-1723, 1739-1819).
4.- Virreinato del Río de la Plata (1776-1811).
Los Virreinatos estaban divididos en Capitanías, así:
1.- Capitanía General de Santo Domingo (1526)
2.- Capitanía General de Guatemala (1540)
3.- Capitanía General de Chile (1541)
4.- Capitanía General de Yucatán (1565)
5.- Capitanía General de Puerto Rico (1592)
6.- Capitanía General de Cuba (1607)
7.- Capitanía General de Venezuela (1777)
Concepciones Filosóficas de la Colonia
A lo largo de la dominación colonial se destacaron dentro de las posturas académicas tres corrientes ideológicas, fundamentalmente religiosas:
Página siguiente |