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La codicia de los mercados (el virus mutante) ? Parte III (página 3)

Enviado por Ricardo Lomoro


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El desplome financiero ha acabado con la paciencia de los reguladores. El presidente de la Fed, Ben Bernanke, y el titular del Tesoro, Henry Paulson, dijeron ayer al Congreso que los supervisores, sobre todo la Fed, necesitan actualizar y aumentar su poder para atajar la crisis, devolver la normalidad al sistema financiero y aislar a la economía en caso de que una firma de Wall Street caiga. Así se lograría mayor disciplina en el mercado.

Las turbulencias en el sistema financiero estadounidense están lejos de encontrar su fin. Ayer el presidente de la Fed dijo que aunque sus esfuerzos hoy se concentran en ayudar a que el sector vuelva a la normalidad, "no es demasiado pronto para pensar en los pasos que se deben tomar para reducir la incidencia y severidad de futuras crisis". En un país en el que se rehúye de la supervisión y regulación, el cambio de tercio de las autoridades es muy notable.

En la misma línea que Bernanke, Paulson dijo al Congreso que cuando presentó el proyecto de nueva regulación para los mercados financieros pensó que éste podría ser desarrollado a largo plazo. Pero ya no. "El episodio de Bear Stearns y las turbulencias financieras han revelado que nuestro sistema regulatorio es anticuado y me han convencido de que tenemos que movernos mucho más deprisa para actualizarlo y mejorar la supervisión y la disciplina de mercado", explicó.

El presidente de la Fed aprovechó la oportunidad para reiterar la necesidad de que un solo regulador federal tenga poder para establecer los estándares de capitalización, liquidez y gestión de riesgos en las firmas de inversión.

Bernanke no pidió directamente estos poderes para la institución que él preside, aunque si herramientas para controlar la actual crisis porque no tienen todas las que le gustaría tener. El consenso político y el borrador de la nueva regulación de Paulson se inclinan a otorgar este poder extraordinario a la Fed en detrimento de la SEC.

Lo que el presidente de la autoridad monetaria pidió al Congreso que considerara es otorgar a la Fed y el Tesoro "nuevas herramientas para asegurar una liquidación ordenada de una institución sistemicamente importante que esté al borde de la bancarrota". Algo que la Fed no tuvo en el caso de Bear Stearns, lo que debilita al libre mercado.

Según el secretario del Tesoro, "para que haya una disciplina de mercado que controle el riesgo de forma efectiva, debe permitirse que las entidades financieras se caigan". Paulson admitió que hay muchas firmas cuya debacle causarían un impacto sistémico.

Paulson tuvo que dedicar parte de su intervención a calmar el nerviosismo causado alrededor de las hipotecarias Freddie Mac y Fannie Mae. Ambas cotizan en bolsa pero su objeto social está fijado por el Estado y es garantizar el acceso a la vivienda. Freddie y Fannie, garantizan y compran hipotecas y en su cartera tiene casi la mitad del mercado hipotecario del país, unos seis billones de dólares (el PIB de EEUU es de 14 billones). En lo que va de semana Freddie ha caído un 44,5% y Fannie un 30%.

Los analistas cuestionan la salud financiera de estas dos compañías clave para el mercado de la vivienda en EEUU. Creen que las perdidas que acumulan de 11.000 millones de dólares van a ampliarse por el aumento de los embargos y se especula con que necesiten una millonaria inyección de capital. Paulson dijo ayer que ambas están bien capitalizadas pero en el turno de preguntas Bernanke tuvo que reconocer que "su papel, que es vital, estaría mejor cubierto sin estuvieran mejor capitalizadas y mejor supervisadas". Preguntado sobre si habría posibilidad de que estas firmas desaten un riesgo sistémico, Bernanke se limitó a contestar que "la especulación no ayuda". Horas antes, el ex miembro de la Fed, William Poole, aseguraba que ambas son insolventes.

En sintonía

El presidente del comité financiero, el demócrata Barney Frank, estuvo ayer en sintonía con Bernanke y Paulson "Es evidente que estamos en una de las crisis económicas más serias en parte por lo inadecuado de las regulaciones". Frank, no obstante, dijo la actualización tomará tiempo.

Lehman sigue a merced de los rumores

La cotización de Lehman Brothers se precipitó ayer con el rumor de que Pimco, el mayor gestor de renta fija del mundo, estaba retirando sus fondos y no aceptaba a este banco para sus operaciones en el mercado de repos. Bill Gross, gestor de fondos de Pimco, apareció en televisión para negar ese extremo. "No estamos reduciendo nuestra exposición". "Seguimos trabajando con Lehman". La cotización se recuperó ligeramente. Los rumores que circulaban ayer en torno a esta firma eran similares a los que se oyeron cuando colapsó Bear Stearns. Con su intervención en la cadena CNBC, Gross dio una de cal y otra de arena porque, por un lado aseguró que gracias a la ventanilla de la Fed la insolvencia del banco no se puede cuestionar pero, por otro, manifestó sus dudas con respecto al futuro del modelo de negocio del banco. Muchos analistas se preguntan ahora cómo va a ganar dinero la entidad financiera que más productos estructurados apoyados en hipotecas ha suscrito.

– La Fed podría extender su programa de préstamos de emergencia a Wall Street (Libertad Digital – 11/7/08)

(Por M. Lamas)

El tiempo da y quita la razón. Los salvavidas de los bancos centrales para inyectar liquidez en el mercado no han servido absolutamente de nada para recuperar la estabilidad financiera, tal y como avanzó Libertad Digital. Así, se confirma que lo peor del credit crunch (restricción del crédito o falta de liquidez) aún estaba por llegar, pese al optimismo mostrado por algunos de los grandes gurús económicos.

Es más, tal y como adelantó este diario, la Fed se encuentra en estos momentos ante una disyuntiva histórica: Acudir al rescate de nuevas entidades financieras y grandes compañías que cotizan en Bolsa, ante la amenaza masiva de quiebras en el mercado estadounidense. De hecho, ya ha tenido lugar un proceso similar, puesto que la Reserva Federal ha puesto en marcha en los últimos meses diversos mecanismos en un intento desesperado por nacionalizar la mala deuda que acumulan los bancos norteamericanos.

Sobre todo, los gigantes hipotecarios de EEUU, cuyo riesgo de quiebra se ha disparado en el mercado de derivados (credit-default swaps), tal y como advierte LD. Ante este negro panorama, el presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke, y el secretario del Tesoro, Henry Paulson, han reiterado este jueves que los reguladores públicos del mercado financiero necesitan competencias adicionales para proteger a la economía de un posible colapso de una importante compañía de Wall Street. Y ello, apenas dos días después de anunciar la extensión de su programa de créditos de emergencia para apoyar a las empresas que cotizan en la Bolsa estadounidense.

Estas recomendaciones forman parte de un debate ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes sobre la manera de modernizar el sistema regulador del país, para responder mejor a crisis como las actuales del mercado inmobiliario o de crédito.

Según Bernanke, múltiples firmas están casi en la "bancarrota"

Tanto Bernanke como Paulson abogan, así, por nuevas medidas y procedimientos con los que el Gobierno pueda efectuar una liquidación "ordenada" de un banco de inversión en crisis, con el fin de evitar un posible contagio al sistema financiero y la economía en general. Precisamente, Fortis advertía hace escasas fechas del riesgo real de que el sistema financiero de EEUU se viera inmerso en el colapso en apenas unas semanas.

Tales procedimientos existen para la banca comercial, pero no para la de inversión, y unas normas claras habrían facilitado la disolución de la firma Bear Stearns, que fue adquirida finalmente por JPMorgan Chase. "A la luz del episodio de Bear Stearns, el Congreso podría analizar si se necesitan nuevas herramientas para asegurar una liquidación ordenada de firmas importantes que se encuentran en el abismo de la bancarrota", según Bernanke.

En concreto, Bernanke opina que las reformas en materia reguladora de bancos de inversión deben tener en cuenta la particularidad de este negocio y establecer una "supervisión consolidada" de esas entidades. La Reserva ha abierto un debate con otras agencias federales para reformar la regulación de las instituciones financieras a raíz del colapso de Bear Stearns y las turbulencias financieras provocadas por la crisis de las hipotecas de alto riesgo.

El Tesoro de EEUU estudia rescatar a Fannie Mae y Freddie Mac

Bernanke no se ha referido en sus declaraciones ante el Comité de Servicios Financieros sobre qué agencia federal debería tener más poder para proteger a la economía de las crisis financieras. El secretario del Tesoro, por su parte, que fue quien recientemente propuso esa reforma, afirma ante el Congreso que "está claro que algunas instituciones, si colapsan, pueden tener un impacto" en la economía y otras empresas, alerta.

De hecho, no se trata de ninguna posibilidad remota. El Tesoro de EEUU estudia ya la aplicación de diversos planes de contingencia para acudir al rescate de Fannie Mae y Freddie Mac (los gigantes hipotecarios de EEUU) en caso de que ambas entidades acaben en quiebra, según recoge el diario Wall Street Journal. Según esta información, los reguladores llevan estudiando esta posibilidad desde hace meses, dada la necesidad de capitalización que presentan los balances de ambas entidades, de cuya salud depende además directamente el mercado inmobiliario del país (copan el 80 por ciento de las hipotecas), y una parte sustancial del sector bancario.

Las rebajas en las anotaciones ascienden a 1,6 billones de dólares

Según un reciente estudio de la entidad de inversión Bridgewater Associates, las pérdidas y la necesidad de ampliar capital apenas ha dado comienzo. Así, según este informe, las entidades financieras retienen en sus balances un importante volumen de activos cuyo valor no es real. En concreto, dicha firma estima que la rebaja (writedowns) en la valoración de activos podría alcanzar una cifra astronómica: 1,6 billones de dólares. De momento, tan sólo ha salido a la luz una parte de estas devaluaciones. Es más, anotaciones por valor de otros 26,6 billones de dólares podrían también estar en riesgo, en caso de aplicar el valor actual de mercado.

Según dicho documento, "tenemos grandes dudas de que las instituciones financieras sean capaces de obtener suficiente capital para cubrir las pérdidas. Lo cual empeorará la falta de liquidez o restricción del crédito", según recoge en un reciente artículo el diario Sonntagszeitung. Bridgewater Associates es el segundo mayor fondo de cobertura crediticia del mundo.

Nueva subprime: Tarjetas de crédito, préstamos comerciales…

Las pérdidas esperadas se extienden a una amplia gama de productos crediticios, tales como hipotecas, tarjetas de crédito o meros préstamos comerciales, tal y como adelantó LD. La mayoría de estas pérdidas se concentrarían en EEUU. Bridgewater considera que, hasta el momento, las entidades financieras tan sólo han reconocido rebajas de activos por valor de 400.000 millones de dólares (la mayoría por parte de UBS).

De este modo, la compañía prevé que las mayores pérdidas en el futuro se concentrarán en EEUU, pudiendo afectar a entidades tales como Citigroup, Bank of America o JP Morgan Chase, entre muchas otras de menor tamaño.

– Las gemelas que pueden dar la puntilla a la crisis (El Confidencial – 11/7/08)

(Por S. McCoy)

Lo que está ocurriendo en los Estados Unidos es de una importancia excepcional. Sólo la vorágine diaria en la que nos desenvolvemos nos impide apreciar su verdadera dimensión. Se trata de un mercado financiero en estado de excepción como consecuencia de la implantación de un conjunto de medidas extraordinarias que persiguen que la situación no se descontrole aún más. Un sistema intervenido por unas autoridades que, por más que tratan de poner diques al violento cauce que, con su desidia, ayudaron a engordar, se ven impotentes ante la fortaleza de una corriente que amenaza con llevarse el conjunto de su negociado por delante. Sí, soy todavía pesimista. Y con noticias como las conocidas a lo largo de esta semana sobre las dos principales agencias hipotecarias pseudo gubernamentales, Freddie Mac y Fannie Mae, todavía más. Estas instituciones son capitales para mantener el herido inmobiliario a flote a la espera de tiempos mejores. Y están muy tocadas. Y, lo que es peor, el mercado lo sabe. Tendremos noticias no muy tarde sobre ellas que generarán momentos de pánico. Será la oportunidad. Sean pacientes entre tanto.

En esencia, Fannie Mae y Freddie Mac actúan como garantes de la solvencia del mercado hipotecario norteamericano a través de una labor de intermediación según la cual compran hipotecas, las empaquetan, les prestan su rating y se las venden al mercado que las adquiere con la tranquilidad que dicha aparente, que no real, garantía estatal otorga. Su papel ha ido ganando relevancia con el paso del tiempo y, si en 1990 apenas respaldaban el 4,7% de la deuda hipotecaria norteamericana, y a finales de 2006, el 12,9%, en la actualidad entre las dos garantizan o son titulares de casi la mitad de las hipotecas en vigor en aquél país. Es la consecuencia inmediata de la muerte del mercado hipotecario estadounidense que ha llevado a que ambas compañías hayan dado soporte a más del 80% de las hipotecas constituidas en aquél país desde el inicio de la crisis hace ahora doce meses. La consecuencia no se ha hecho esperar: las llamadas GSEs o Goverment Sponsored Entreprises se han convertido en unos hedge funds terriblemente apalancados y con pura exposición hipotecaria. En efecto: los recursos propios apenas son un 5% del total de su deuda emitida, en un momento en el que las ejecuciones de activos residenciales aumentan, los precios de las casas continúan cayendo y las pérdidas en el balance se acumulan. No es de extrañar que no sólo la bolsa sino también el mercado de deuda, les estén dando la espalda, poniendo en riesgo su solvencia y elevando el coste de su financiación para adquirir nuevas hipotecas al doble de lo que pagaban hace un año.

Un panorama sombrío para el que sólo se presenta, dada la situación del mercado residencial estadounidense, una solución realista: el rescate. El debate que está sobre la mesa ahora en Estados Unidos es quién puede llevarlo a cabo cuando hay tan pocos argumentos que hagan interesante la inversión, dada su escasa visibilidad a corto y medio plazo. Parece que la única alternativa es una intervención pública (directa mediante inyección de fondos o líneas de crédito; indirecta, a través del reaseguramiento o la apertura de la ventana de descuento como ya hizo la FED con los brokers) que asegure su supervivencia. Una obligación moral, en este caso sí, que se derivaría de que fueron las propias autoridades las que modificaron al alza su capacidad operativa con objeto de que pudieran dar contrapartida al mercado el pasado mes de enero. Un colapso de las GSEs provocaría menos hipotecas, caída de la demanda de pisos, precios más bajos, mayores dificultades para hacer frente a las hipotecas ya concedidas, un incremento de los impagos, más pisos en manos de los bancos y vuelta a empezar. Casi nada. Como señalan numerosos analistas de aquél país, el impacto que una situación de este tipo podría tener sobre el conjunto del sistema haría que la intervención de Bear Stearns pareciera un chiste a su lado. Ya en abril S&P´s cuantificó el riesgo en un billón de los nuestros (millón de millones) de dólares y subrayó que podría afectar a su visión sobre la propia solvencia de Estados Unidos. Casi nada. No quiero ni pensar a dónde se podría ir el dólar si esto ocurriera (argumento defensivo, por cierto, que podría incentivar la entrada de un fondo soberano con moneda ligada a la divisa estadounidense). Tal y como anticipaba ayer Bloomberg a última hora, no les pueden dejar caer.

Pese a que el Secretario del Tesoro estadounidense, Henry Paulson, considera a Freddie y Fannie como bien capitalizadas a los niveles actuales, al menos desde el punto de vista regulatorio, hay algunos que han decidido ponerse la venda antes de la herida. Así la Administración Bush, según informaba el WSJ ayer, habría elaborado un plan de contingencia para el caso en que lo inevitable, como tiende a ocurrir, acabe produciéndose. Mientras, ex miembros de la Reserva Federal, como Poole, apuntan ya directamente al corazón del problema al señalar, de forma justificada a mí entender, que ambas sociedades son, en la práctica, insolventes. ¿Qué va a determinar que el estallido se produzca o no finalmente? La evolución del mercado inmobiliario, uno de los elementos, junto con el desapalancamiento, que hay que vigilar para encontrar un punto de inflexión en esta crisis. Pues bien, pese a que algunos columnistas como John Berry de Bloomberg defienden que lo peor ha podido pasar ya, lo cierto es que el número de ejecuciones hipotecarias sube a un ritmo de 70.000 casas al mes mientras que el de impagados crece a un ritmo tres veces y media superior en lo que es ya el peor entorno inmobiliario desde la década de los 30. La cosa no pinta demasiado bien, desde luego. Al menos de momento. Claro que cuando se han tomado tantas medidas y la situación no mejora es precisamente el tiempo el que apremia. No obstante, cuando el estado de sitio es lo que prevalece, cualquier iniciativa se puede tomar para salvaguardar el orden. Y es exactamente lo que va a ocurrir. Nos vamos a divertir. Buen fin de semana a todos.

– Claves: Fannie Mae y Freddy Mac (BBCMundo – 11/7/08)

Los gigantes hipotecarios Freddie Mac y Fannie Mae, cuyas acciones perdieron casi la mitad de su valor en la bolsa de Nueva York, se encuentran en el corazón del mercado de la vivienda de Estados Unidos.

Sus acciones se hundieron debido a los temores de que el gobierno de EEUU se vea obligado a intervenir las dos empresas.

¿Qué clase de empresas son Fannie Mae y Freddie Mac?

Ambas son compañías cuya propiedad -por mandato del Congreso de EEUU-, está en manos de accionistas, y tienen como fin proporcionar financiamiento al mercado de la vivienda.

Fannie Mae es la abreviación de la Federal National Mortgage Association. Freddie Mac es la abreviación de la Federal Home Loan Mortgage Corporation.

Fannie Mae fue fundada en 1938, en momentos en que millones de familias no tenían la posibilidad de ser propietarios, o enfrentaban la posibilidad de perder su vivienda, todo debido a la falta de recursos destinados a la financiación de hipotecas.

Fannie Mae fue un organismo gubernamental hasta 1968.

Freddie Mac fue creada en 1970.

¿Qué hacen estas dos compañías?

Estas empresas no prestan directamente a los compradores de vivienda, sino que compran las hipotecas aprobadas por las entidades que prestan el dinero, y luego las venden a inversionistas.

Ellas garantizan o son dueñas del cerca de la mitad del mercado hipotecario de EEUU, que en total asciende a US$ 12 billones.

Casi todos los prestamistas hipotecarios de EEUU, desde enormes instituciones financieras como Citigroup, hasta bancos pequeños, locales, dependen de Fannie Mae y Freddie Mac.

Los prestamistas se dirigen a Freddie Mac y Fannie Mae para obtener los fondos que necesitan y atender la demanda de hipotecas inmobiliarias.

Las entidades hipotecarias se dirigen a Freddie Mac y Fannie Mae para obtener los fondos que necesitan para satisfacer la demanda de los consumidores de préstamos hipotecarios.

Mediante la vinculación de los prestamistas hipotecarios con los inversores, las dos empresas mantienen disponible el suministro de dinero a un costo más bajo.

¿Por qué están en problemas?

Fannie Mae y Freddie Mac han sufrido enormes pérdidas debido a que el mercado de la vivienda en EEUU ha experimentado un fuerte aumento de la morosidad en los pagos, por lo que han aumentado los embargos.

Para cubrir estas pérdidas, las dos empresas han estado recaudando fondos, pero los inversionistas temen no ser capaces de conseguir la cantidad de dinero suficiente como para cubrir sus pasivos.

Si los propietarios de las viviendas no pagan sus préstamos hipotecarios, ellas deben responder.

¿Qué podría ocurrir si entran en bancarrota?

Los mercados asumen que el contribuyente adquiriría la carga de todas sus hipotecas porque las dos empresas apuntalan todo el mercado hipotecario de EEUU.

Si se derrumbaran, se agravaría la situación del sistema financiero estadounidense y otras entidades financieras podrían sufrir mayores pérdidas.

También se dificultaría la concesión de hipotecas y éstas serían más costosas.

El secretario del tesoro de EEUU, Henry Paulson, dijo que la tarea principal del gobierno es respaldar a Fannie Mae y Freddie Mac, y que, de producirse una intervención, ambas empresas mantendrían su actual estructura.

– ¿Armagedón?: Rescatar los gigantes hipotecarios de EEUU triplicaría el déficit público (Libertad Digital – 11/7/08)

(Por M. Lamas)

El Gobierno de EEUU se plantea asumir el control de los gigantes hipotecarios del país (Fannie Mae y Freddie Mac). Su nacionalización dejaría sin valor alguno las acciones de ambas entidades, y además conllevaría el desembolso de casi 1 billón de dólares por parte de los contribuyentes, según el peor escenario (Armagedón) contemplado por la agencia de calificación Standard & Poor´s. Los expertos coinciden en que ambas compañías son "insolventes".

Y el pánico estalló, pese a que los análisis vaticinaban los peores augurios desde hace meses. Los tambores de quiebra se dispararon en los ámbitos financieros especializados de la primera potencia mundial durante las últimas jornadas.

Hasta tal punto está en duda la solvencia de los gigantes hipotecarios norteamericanos, que la Reserva Federal reconocía abiertamente este jueves la posibilidad de poner en práctica un plan de contingencia para acudir al rescate de ciertas compañías cotizadas "al borde de la quiebra", con el fin de evitar el "colapso" de Wall Street, tal y como avanzó este diario.

Pese a ello, el secretario del Tesoro de EEUU, Henry Paulson, ha lanzado un mensaje de calma a los mercados al asegurar que el Gobierno quiere que los gigantes hipotecarios sigan adelante con su labor. "Nuestro objetivo es respaldar a Fannie Mae y Freddie Mac en su estado actual mientras llevan adelante su importante misión", señala Paulson en un comunicado. Sin embargo, el mensaje no ha tranquilizado a los inversores y las bolsas han registrado importantes caídas.

Ambas entidades, que cuentan con el respaldo gubernamental para la emisión de hipotecas, copan casi el 80 por ciento de los préstamos hipotecarios que se conceden en la actualidad en EEUU. Casi el doble que en 2007. Fannie Mae y Freddie Mac acumulan un capital próximo a los 83.000 millones de dólares, mientras que su deuda supera casi los 5 billones.

Su elevada exposición a la crisis inmobiliaria que sufre el país ha disparado la incertidumbre bursátil acerca de la posible quiebra de ambas compañías, tal y como avanzó LD. William Poole, el ex presidente de la Reserva Federal de Sant Louis, afirmaba a Bloomberg que la situación de ambas entidades es de clara "insolvencia".

EEUU estudia planes de contingencia

Hasta tal punto esto es así, que el Tesoro de EEUU estudiaba desde hace meses la posibilidad de poner en práctica diversos planes de contingencia para acudir al rescate de Fannie Mae y Freddie Mac en caso de quiebra. Y es que, las cuantiosas pérdidas por la rebaja a aplicar en el valor de las anotaciones (writedowns) de los balances obligan a ambas compañías a ampliar su capital. Y ello, en un momento en el que, precisamente, el capital privado no estaría dispuesto a asumir tales riesgos.

De este modo, el Gobierno de EEUU se encuentra ante una disyuntiva: Acudir o no al rescate de ambas entidades. Según los analistas, la Administración norteamericana no dejará caer a Fannie y Freddie, debido a los enormes efectos colaterales que provocaría sobre el sistema financiero y la economía estadounidense e, incluso, mundial.

Las consecuencias de la quiebra "serían mucho peores que la caída del banco de inversión Bear Stearns", según Sean Egan, director de calificaciones crediticias de Egan Jones. "Sumiría a la economía en la depresión", según recoge la revista Fortune. Tan sólo Freddie tendría que ampliar capital por valor de 7.000 millones de dólares en los próximos dos trimestres debido a la acumulación de writedowns y pérdidas.

Sin embargo, su valor en el mercado apenas alcanza los 8.700 millones de dólares, tras el desplome bursátil de las últimas jornadas. Este jueves las acciones de ambas compañías habían perdido más de un 80 por ciento en lo que va de año, al tiempo que la cotización caía cerca de un 50 por ciento al cierre de esta edición.

"Nivel crítico de capital"

Pese a todo, Fannie Mae y Freddie Mac deberían registrar unas pérdidas de 77.000 millones de dólares antes de que el Gobierno norteamericano se viera obligado a acudir al rescate financiero de ambas compañías, según las estimaciones de Fox-Pitt Kelton and Friedman, Billings, Ramsey & Co analistas, informa Bloomberg.

La tutela gubernamental se activaría en caso de que las empresas cayeran por debajo del denominado "nivel crítico de capital", que se sitúa en el 2,5 por ciento de los activos más el 0,45 por ciento del balance de obligaciones, basadas, principalmente, en valores hipotecarios garantizados. Para que algo así suceda, el precio de la vivienda tendría que registrar una caída próxima al 40 por ciento a nivel nacional, al tiempo que la morosidad tendría que ascender a un nivel próximo al 10 ó 12 por ciento en las hipotecas contratadas en 2006 y 2007, respectivamente, según los analistas consultados por dicha agencia. Algo "muy poco probable".

En este sentido, algunos análisis a los que ha tenido acceso LD, sitúan ya la caída del precio de la vivienda en EEUU próxima al 20 por ciento interanual.

En todo caso, y ante la necesidad de tener que acudir al rescate de ambos gigantes hipotecarios, existen diversos escenarios, según los expertos. Según un informe de Standard & Poor´s del pasado mes de abril, aunque un escenario de Armegedón (el peor posible) es "poco probable", la mera posibilidad de quiebra supone una amenaza para la economía estadounidense mucho mayor que el derrumbe de cualquier banco de inversión (en referencia a Bear Stearns).

Pese a ello, en caso de que se cumpliera el peor de los escenarios posibles (es decir, el rescate financiero) el coste directo para los contribuyentes estadounidenses podrá ascender a cerca de 1 billón de dólares. De este modo, tan sólo esta decisión dispararía casi por tres el déficit presupuestario estadounidense previsto para 2008 (400.000 millones de dólares, casi el 3 por ciento de su PIB).

Efectos sobre la deuda de EEUU

Llegados a este punto, al agencia de calificación se vería obligada, incluso, a degradar el rating de solvencia (indicador de riesgo país) de EEUU, con las implicaciones que ello conllevaría sobre la calidad de la deuda pública del Gobierno estadounidense.

Mientras, la revista Times señala este viernes que en caso de que la Administración se vea obligada a intervenir y avalar la deuda hipotecaria de ambas entidades, garantizar la solvencia de los 5 billones de dólares que acumulan tales compañías duplicaría el monto de la deuda pública estadounidense.

En este sentido, entidades financieras de la talla de Fortis o Royal Bank of Scotland (RBS) advertían hace escasa fechas del riesgo de "colapso". En concreto, RBS aconsejaba a sus clientes prepararse para un "crash en el mercado mundial de crédito", según recogía el diario británico Telegraph.

– Tambalean bancos hipotecarios (BBCMundo – 12/7/08)

Uno de los principales bancos hipotecarios de Estados Unidos es intervenido por el gobierno mientras caen las acciones de otros dos. Los reguladores financieros tomaron control de todos los bienes del banco Indy-Mac de California tras su colapso.

Las autoridades temieron que la institución no hubiera podido enfrentar el continuo retiro de fondos de los inversionistas presionados por la crisis crediticia. Indy-Mac había estado luchando para recaudar fondos y mantenerse a flote en uno de los estados más impactados por la caída en el mercado inmobiliario.

Caen las acciones

El fracaso del banco sucedió el día en que las acciones de otras dos instituciones de crédito hipotecario cayeron a casi la mitad de sus valores. Fannie Mae y Freddie Mac poseen o garantizan la mitad de las deudas hipotecarias en Estados Unidos. Que dos instituciones financieras tan grandes quiebren sería casi impensable y provocaría un caos en la economía estadounidense.

Las acciones se desplomaron el viernes en Wall Street tras los temores de los inversionistas de que se les acabarían los fondos por los miles de clientes que dejaron de pagar sus mensualidades. El presidente se reunió en la mañana con sus altos consejeros financieros y declaró que "se trabaja sobre el problema con mucha intensidad". El secretario del Tesoro Henry Paulson también prometió apoyar a las dos instituciones en dificultades. "Hoy, nuestra principal prioridad es apoyar a Fannie Mae y Freddie Mac tan como existen a medida que desempeñan su importante misión", declaró Paulson.

Las acciones de los dos bancos se recuperaron más tarde después de que el director de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijo que podría poner fondos a disposición de las dos empresas en caso de tener una crisis de liquidez.

– Paulson desiste de intervenir las hipotecarias en crisis (El País – 12/7/08)

(Por S. Pozzi)

Wall Street tembló ayer al ver cómo los títulos de las entidades hipotecarias semipúblicas Fannie Mae y Freddie Mac volvían a desplomarse. El secretario del Tesoro, Henry Paulson, dejó claro que no se plantea una intervención para hacerse con su control, aunque garantizó que las respaldará para que sigan cumpliendo su misión, que calificó de "vital".

Fannie y Freddie garantizan la mitad de los créditos concedidos en EEUU para la compra de la vivienda, un mercado estimado en 12 billones de dólares. En el parqué dudan de la solvencia de las dos entidades, y presionan al Gobierno para que salga a su rescate cuanto antes. El Dow Jones reaccionó con fuertes caídas, que al cierre se quedaron en el 1,14%; Freddie cedió el 6,25% y Fannie, un espectacular 23%. Paulson trató la cuestión por la que atraviesan las dos entidades con el presidente George Bush, quien dijo que tanto el Tesoro como la Reserva Federal "trabajan duro" para evitar su colapso.

– EEUU aumentará temporalmente la línea de crédito para sus dos principales hipotecarias (Cinco Días – 14/7/08)

El secretario del Tesoro estadounidense, Robert Paulson, anunció hoy el incremento temporal de la línea de crédito para las dos principales hipotecarias del país, Fannie Mae y Freddie Mac, como medida previa a la solicitud que se espera presente la administración Bush para que el Congreso apruebe "un paquete de rescate", como apunta el diario estadounidense The New York Times, por el que se concedería al Gobierno la autoridad necesaria para comprar miles de millones de dólares en reservas y prestar dinero a ambas compañías para que cubran sus necesidades a corto plazo.

"Fannie Mae y Freddie Mac juegan un papel fundamental en nuestro sistema hipotecario, y deben seguir haciéndolo en su calidad actual de empresas controladas por accionistas", declaró hoy Paulson. "El apoyo que prestan al mercado es particularmente importante, sobre todo mientras resolvemos la situación hipotecaria actual", añadió.

El plan pide específicamente al Congreso que conceda al Gobierno la autoridad necesaria, durante los dos próximos años, para comprar una cantidad no especificada de dichas reservas. Además, como ha señalado el propio Paulson, se ampliará la línea de crédito que ambas compañías tienen respecto del Tesoro, y actualmente estimada en 2.225 millones de dólares para cada una, establecidas ambas hace 40 años, cuando su deuda era mucho menor de la que se estima ahora -800.000 millones de dólares en el caso de Fannie; 740.000 millones de dólares en lo que respecta a Freddie.

La línea de crédito que el Tesoro concede a las compañías es considerada por el mercado estadounidense como una señal de que ambas empresas serían "rescatadas" por el Gobierno si alguna vez se encontraran afectadas por severos problemas económicos. Se trata de un sistema de "garantía implícita", tal y como indica el Times cuya existencia ha sido negada varias ocasiones por los altos funcionarios de la economía estadounidense.

Ahora, no sólo se acepta la realidad de este sistema, sino que además varios funcionarios del Tesoro y de la Reserva Federal Estadounidense (FED) hablan de un "endurecimiento" de esta garantía, y todo ello después de que el propio Paulson saliera el viernes al paso de las informaciones publicadas en la prensa estadounidense respecto a un posible "plan de contingencia" del Gobierno que colocaría a las dos entidades bajo la tutela de la Administración e implicaría que las potenciales pérdidas de las dos compañías repercutirían en los contribuyentes.

El plan que pretende adoptar ahora la administración Bush estipula además una petición adicional al Congreso para que aumente el límite de la deuda nacional, según informaron fuentes cercanas al plan al diario estadounidense. Del mismo modo, se solicitará a la cámara que conceda a la FED un papel más relevante a la hora de determinar "el colchón de capital" con el que cada compañía hipotecaria debería contar.

– EEUU sale a apagar el incendio provocado por la crisis de confianza en gigantes hipotecarios (The Wall Street Journal – 14/7/08)

(Por Michael Corkery, James Hagerty, Liz Rappaport, Deborah Solomon y Sudeep Reddy)

En un intento por apuntalar la confianza en los gigantes semiestatales de hipotecas Fannie Mae y Freddie Mac, el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal estadounidense (Fed) anunciaron un paquete de medidas que deja en claro el respaldo del gobierno a ambas entidades.

En un comunicado divulgado antes de la apertura de los mercados el lunes y de una anticipada subasta de deuda de Freddie Mac, el Departamento del Tesoro señaló que planea solicitar al Congreso la aprobación de un aumento temporal de una línea de crédito para ambas compañías. También anunció que buscará obtener una autorización temporal para adquirir una participación accionaria en cualquiera de las dos compañías "en caso de ser necesario". El plan también contempla "un rol de asesoría" para la Fed en el proceso para establecer los requisitos de capital y otros temas para Fannie y Freddie.

La Fed, por su parte, otorgó al Banco de la Reserva Federal de Nueva York facultades para prestar dinero a las entidades si se estima necesario. La medida les otorga a Fannie y Freddie acceso a los fondos de la ventanilla de descuento.

En su conjunto, el paquete constituye un intento de parte del gobierno para hacer todo lo que esté a su alcance sin tener que intervenir en las entidades. El objetivo es enviar a los inversionistas una clara señal de su respaldo a Fannie y Freddie y su fe en sus perspectivas de largo plazo.

Para gran parte del mundo, el mayor impacto de la crisis de Fannie y Freddie puede ser un mayor deterioro de la confianza en los mercados globales de capital y en la posibilidad de que la economía estadounidense y el dólar se puedan recuperar en el corto plazo.

Los bancos centrales e instituciones financieras de Asia, por ejemplo, son grandes tenedores de deuda estadounidense y se cree que poseen sustanciosas porciones de deuda de Fannie Mae y Freddie Mac. Según los últimos datos del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, los extranjeros poseían un 21,4%, o US$ 1,3 billones (millones de millones) del total de la deuda circulante a largo plazo emitida por el gobierno estadounidense hasta junio del año pasado. China y Japón eran con holgura los mayores inversionistas en estos valores.

Las medidas del gobierno buscan romper lo que algunos economistas denominan un círculo vicioso que agobia al mercado inmobiliario.

Todo empieza con una oferta excesiva de viviendas que hace que los precios se precipiten. La caída en los precios causa más ejecuciones hipotecarias, a medida que aumentan las dificultades de los propietarios para refinanciar sus préstamos o vender sus casas. Los bancos son reticentes a prestar en un momento en que el valor de las viviendas se sigue hundiendo y los impagos siguen subiendo. Eso, a su vez, perjudica la demanda por bienes raíces, que se traduce en nuevas caídas de precios y más cesaciones de pagos.

Este círculo vicioso, que empezó con los deudores de créditos hipotecarios de alto riesgo o subprime, ha crecido mucho más allá de ese pequeño segmento y ahora abarca a las hipotecas que no son de alto riesgo, el principal sustento de los activos hipotecarios de Fannie y Freddie. Por ahora, las pérdidas crediticias de ambas empresas han sido relativamente pequeñas en comparación a su tamaño. En el primer trimestre, Fannie Mae reportó US$ 728 millones en pérdidas sobre préstamos individuales que resultaron impagos y que están en el proceso de ejecución. Eso representa una mera fracción de los US$ 5,2 billones en hipotecas que Fannie Mae posee o garantiza. Sin embargo, las compañías están sufriendo una crisis de confianza porque no está claro cuán grandes llegarán a ser las pérdidas relacionadas al crédito. Mucho dependerá de hasta dónde caigan los precios de las viviendas."El derrumbe en los precios inmobiliarios está en la raíz de todos nuestros problemas económicos y financieros", dice Mark Zandi, economista jefe de Moody's Economy.com y autor de un nuevo libro sobre la debacle de las hipotecas subprime.

Los problemas de Fannie y Freddie ya empiezan a repercutir en los mercados de deuda. Los bonos del Tesoro estadounidense son ampliamente considerados como la inversión de menor riesgo. No obstante, a medida que se acumulan las dificultades financieras, algunos inversionistas empiezan a evaluar el riesgo de un evento antes inconcebible: una cesación de pagos por parte del gobierno estadounidense. Los bonos del Tesoro estadounidense llevan una calificación de triple A, la máxima a la cual se puede aspirar, y tienen el respaldo de las empresas y los contribuyentes del país. Así que dicha posibilidad es difícil de imaginar. Sin embargo, un vistazo al mercado de los seguros contra la cesación de pagos, instrumentos financieros derivados llamados en inglés de credit default swap, o CDS, sugiere que los inversionistas creen que pueden ganar dinero si aumenta la percepción de que el peor de los escenarios es factible. La semana pasada, se duplicó el precio de un CDS que se activa si el bono del Tesoro de EEUU a diez años cae en cesación de pagos. Actualmente, un inversionista tendrá de pagar US$ 35.050 al año para asegurar un total de US$ 10 millones en bonos del Tesoro de EEUU, mucho más que su auge anterior de US$ 28.677, alcanzado en marzo.

– Dolor para el dólar (El Confidencial – 14/7/08)

(Por Rubén J. Lapetra)

Y reaparece la crisis financiera, cuando parecía que la liquidez volvía a regresar. Cuando se observaban visos de normalización en los mercados de crédito, la desconfianza financiera vuelve a campar a sus anchas. Fannie Mae y Freddie Mac han desatado el último terremoto, ante las amplias posibilidades de que el Estado tenga que salir en su rescate. EEUU ya ha tenido que tomar el control de la hipotecaria IndyMac, otra entidad hipotecaria que se ha quedado corta de liquidez. El prólogo lo escribieron los SIV (Special Investments Vehicles), el primer capítulo los hedge funds, el segundo las hipotecarias, el tercero, los bancos, el cuarto, las monolines; el quinto, otra vez las hipotecarias y después vendrá algún otro banco.

La siguiente víctima de la actual crisis financiera va a ser el dólar estadounidense, sobre el que se cierne unos nubarrones de desconfianza. Cuando la Reserva Federal (Fed) parecía que tenía claras las cosas, un camino que seguir, ha vuelto a dejar a todos estupefactos desandando el camino andado y abriendo otra vez la puerta a los rescates de instituciones financieras. Lo de IndyMac sucede al episodio terrorífico del Bear Stearns y a las superrebajas monetarias (del 5,25% al 2%) realizadas durante la crisis. Además, el viernes, la Fed abrió el grifo de la ventana descuento -esa fórmula de financiación de emergencia para bancos comerciales, primero, y de inversión, después- a las agencias semiestatales Freddie Mac y Fannie Mae.

En consecuencia, con el sector privado de las finanzas hecho unos zorros, se avecina un nuevo golpe para EEUU en esta crisis. El enésimo proceso de caída del dólar estadounidense. George W. Bush inició su mandato con una balanza de pagos en equilibrio y saneada, crecimiento económico y un dólar en cotas de 0,82 dólares por euro. Ocho años después va dejar tras de sí un déficit de un billón de dólares, el PIB al borde de la recesión y la emblemática moneda en 1,6 dólares por euro, a la mitad de su valor. En ese periodo, el precio del petróleo -denominado en dólares- se ha salido de órbita, pasando de apenas 20 dólares a más de 140.

El punto de partida semanal es de 159 centavos de dólar. Los inversores, ante la nueva ola de desconfianza surgida en el sector hipotecario de EEUU y las amplias posibilidades de que se tenga que utilizar dinero público para su rescate, huirán de todo lo que huela a dólar. Sí. No hay ahora mismo nada que sostenga los flujos de inversión extranjeros hacia las arcas del Tesoro que dirige Hank Paulson, el ex jefe de Goldman Sachs. Tanto éste como Ben Bernanke, responsable de la Fed, han asegurado que mirarán para otro lado ante la próxima caída de instituciones financieras para asegurar la disciplina del sistema. Han faltado a su palabra con IndyMac, pero puede que no les quede más remedio que cumplirla con otras sociedades de menor tamaño.

El dólar sufrirá como nunca en esta crisis en las próximas semanas, salvo los bancos centrales (Fed, BCE, Canadá, Australia, Japón…) se alineen para contener una turbulencia sobre la divisa. Puede que se necesite incluso, la ayuda de China y su ya decisivo banco central. La divisa estadounidense ha pasado en el último año de 1,36 a los 1,59 dólares actuales, que supone una depreciación del 17% aproximadamente. Una caída muy dura que están sufriendo casi todos los agentes de mercado. Y puede venir más. En el mercado ya se barajan apuesta de 1,7 y 1,8 dólares para este verano, un tipo de cambio que puede ser demoledor para los exportadores europeos. Y, además, traerá consigo nuevos ascensos de los precios del crudo. Según cálculos de Barclays Capital, la correlación entre los movimientos del euro/dólar y el crudo es la más alta desde la introducción de la moneda única. Por cada subida o caída del 10% del petróleo se traslada un movimiento del 1% para el tipo de cambio; al contrario, el efecto divisa es menor: por cada 1% de vaivén entre las dos monedas se traslada un impacto del 1,2% al oro negro. Estadística dixit.

– La banca de inversión y las tecnológicas provocan una caída del 0,4% en Wall Street (Cinco Días – 14/7/08)

(Por M. Iñiguez)

El Dow Jones cayó un 0,4% tras el retroceso de las firmas financieras y de las hipotecarias Freddie Mac y Fannie Mae, que ahora cuentan con la ayuda del Departamento del Tesoro y de la Reserva Federal de EEUU para afrontar la crisis. El alivio inicial sobre el rescate de las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac duró poco. El Dow Jones terminó perdiendo otros 45 puntos y encadena una caída del 20% desde sus máximos de octubre. Por su parte, el S&P 500 retrocedió un 0,90%, mientras que el tecnológico Nasdaq 100 cayó un 1,17%.

Sin duda alguna, las dos hipotecarias Freddie Mac y Fannie Mae estuvieron en el ojo del huracán durante toda la sesión. Sus títulos, que subían en torno a un 20% tras la campanada de inicio, acabaron perdiendo un 8,2% y un 5%, respectivamente. El banco Indymac, especializado en créditos de alto y medio riesgo, también estuvo en el punto de mira de los inversores. El viernes pasado, la Administración de Bush se vio obligada a nacionalizarlo por sus problemas de liquidez. Sus títulos se hundieron un 57% y provocaron un efecto que golpeó, principalmente, a los bancos regionales.

National City, el mayor banco de Ohio, terminó perdiendo un 14%, tras estar suspendido temporalmente de cotización. Zions Bancorporation cayó más de un 23% y Huntington Bank un 17,2%. Pero una de las caídas que más preocupó a los economistas fue la de Washington Mutual. Los títulos de la principal caja de ahorros y préstamos de Estados Unidos se hundieron un 34% al cierre…

– La SEC estrecha el cerco a los rumores (Negocios14/7/08)

Misión: acabar con la manipulación de los precios en la bolsa.

Los malintencionados rumores lanzados al mercado para que unos pocos obtengan beneficios se han acabado. Al menos es lo que pretenden los mayores reguladores de Wall Street, que han iniciado una investigación sobre la difusión de informaciones falsas con el fin de manipular los precios.

Las turbulencias vividas la semana pasada, donde el sector bancario e hipotecario en EEUU fue un hervidero de este tipo de noticias, han acelerado la decisión tomada el domingo por la comisión del mercado de valores estadounidense Securities Exchange Comission (SEC, en sus siglas en inglés). "Los operadores saben que hay información falsa en el mercado. Tienen que pensárselo dos veces antes de realizar cualquier movimiento", señaló el director de la oficina de inspecciones de la SEC, Lori Richards. "Es importante que las empresas sean conscientes de la supervisión y cumplan con sus obligaciones para prevenir que se viole la ley del mercado de valores", dijo Richards.

Las investigaciones tendrán como objetivo ver qué políticas han puesto en marcha las empresas para prevenir la transmisión de información falsa. La intención es poner fin a los rumores maliciosos sin obstaculizar el natural intercambio de información en el mercado. Desde el colapso sufrido por Bear Stearns a principios de año, los altos ejecutivos de Wall Street han rogado a los reguladores que investigaran cómo los especuladores cortoplacistas lanzan informaciones falsas para beneficiarse de ellas.

Un ejemplo claro fue el vivido la semana pasada por Lehman Brothers. Varios rumores que apuntaban a que dos importantes clientes habían dejado de hacer negocios con la firma, hundieron su cotización un 20%. Poco después, ambos clientes negaron por completo la información. La SEC no lo va a tener fácil. Los rumores han sido parte del engranaje de la fábrica de Wall Street desde su nacimiento y demostrar que son falsos es misión casi imposible, sobre todo en la era de la tecnología de la información y de noticias 24 horas.

– Los fondos soberanos, con más dinero para comprar bancos gracias al crudo (Negocios – 14/7/08)

(Por Gema Velasco)

Sea cual sea la referencia que se tome, la que se utiliza en EEUU, el crudo de Texas (WTI), la que se usa en Europa, el Brent, o el barril de crudo de la OPEP, la cifra es la misma: en un año, el precio del petróleo se ha duplicado, ha crecido más de un 100% para colocarse en una horquilla de entre 140 y 146 dólares por barril. Y el fin de la carrera alcista parece lejos de acabar.

Esta evolución perjudica a muchas economías, pero beneficia a otras cuantas, como las que basan su riqueza en las exportaciones de crudo; las mismas que controlan los mayores fondos soberanos del mundo, esos temidos y opacos grandes inversores que desde 2007 mantienen en vilo a la comunidad financiera por su especial gusto por tomar participaciones significativas en bancos en dificultades de EEUU y Europa.

Más ricos que nunca

Unos fondos que ahora son más ricos que nunca. En total, según los datos que maneja el Banco Central Europeo (BCE) en un informe interno, estos inversores soberanos gestionan entre 2 y 3 billones de dólares (1,2 y 1,9 billones de euros), cifras que representan en torno a un 6% del PIB mundial. Los datos son orientativos porque sólo unos pocos dan información sobre su cartera. Y, además, en los últimos tiempos se ha aliado a ellos la escalada imparable del petróleo que les ha hecho más poderosos.

Los países productores de petróleo y materias primas, fundamentalmente Oriente Medio, son los que con más ahínco han desarrollado fondos soberanos que tienen como objetivo precisamente gestionar los ingresos procedentes de estas exportaciones. Nada menos que 12 de los 20 mayores inversores de este tipo pertenecen a gobiernos exportadores de crudo. Entre ellos está el más grande del mundo, el Abu Dhabi Investment Council, con unos activos de entre 400.000 y 800.000 millones de dólares, y controlado por el Gobierno de los Emiratos Árabes, país que este año arrojará un superávit comercial de 72.500 millones de dólares, un 60% más que en 2007, gracias al crudo, según las estimaciones del FMI.

En total, según el BCE, los vehículos de inversión de los gobiernos de estas naciones exportadoras controlan la mayor parte de los activos gestionados por estos fondos, entre 1,2 y 2 billones de dólares. Y los expertos y autoridades esperan que sigan creciendo gracias al aumento de ese superávit externo. Esta circunstancia alimentará aún más los recelos hacia este tipo de inversores. Muchos de ellos han manifestado de forma clara en los últimos tiempos su tendencia a tomar posiciones en las principales entidades financieras de EEUU y Europa. En total, los mayores fondos han invertido en lo que va de año en instituciones financieras y cinco grandes grupos bancarios internacionales más de 45.000 millones de dólares.

De entre los fondos de países exportadores destaca el mencionado Abu Dhabi con una inversión de 7.600 millones en Citigroup, el Kuwait Investment Authority con 3.400 millones en Merrill Lynch o el Investment Corporation de Dubai (también de Emiratos Árabes) con una inversión de 1.000 millones en Standard Chartered.

Su capacidad para hacerse fuertes en el sector bancario de los países desarrollados crece, y con ella la desconfianza que generan en las instituciones financieras. El BCE se ha unido al grupo de entidades preocupadas por el tema. La autoridad monetaria europea, en su informe sobre el impacto de los fondos soberanos en las finanzas globales, asegura que su capacidad para desestabilizar el sistema hace que sea "particularmente importante que estos inversores sean lo suficientemente transparentes sobre su tamaño, distribución de cartera y motivos de la inversión, a fin de aliviar las preocupaciones sobre potenciales distorsiones y reducir la incertidumbre en los mercados financieros"… Hoy por hoy, esa transparencia que demanda el BCE no existe.

edu.red

– Fannie, Freddie y tú (El País – 15/7/08)

(Por Paul Krugman)

Y ahora, la nueva etapa de nuestra aparentemente interminable crisis financiera. Esta vez ocupan los titulares Fannie Mae y Freddie Mac, con serias advertencias de quiebra inmediata. ¿Hasta qué punto debemos estar preocupados? No podemos dejar caer a Fannie y Freddie. Son más importantes que nunca para la economía

Pues bien, voy a ser la voz de la discordia: el temporal en torno a estas dos entidades hipotecarias se ha exagerado. Seguramente, Fannie y Freddie necesitarán que el Gobierno acuda al rescate. Pero, como ya está claro que ese rescate se va a hacer, sus problemas no tendrán consecuencias negativas para la economía. Además, aunque Fannie y Freddie son unas instituciones con problemas, no tienen la culpa del lío en el que nos encontramos.

He aquí los antecedentes: Fannie Mae -la Asociación Nacional Federal de Hipotecas- se creó en los años treinta para facilitar la adquisición de viviendas mediante la compra de las hipotecas a los bancos, con lo que se liberaba un dinero que podía utilizarse para hacer nuevos préstamos. Fannie y Freddie Mac, que hace prácticamente lo mismo, financian hoy la mayoría de los préstamos hipotecarios que se llevan a cabo en Estados Unidos.

Los argumentos contra Fannie y Freddie empiezan por su condición peculiar: aunque son compañías privadas, con accionistas y beneficios, son "empresas patrocinadas por el Gobierno", creadas por una ley federal, lo cual significa que gozan de privilegios especiales.

El más importante de estos privilegios está implícito: es la convicción de los inversores de que, si Fannie y Freddie están en peligro de quiebra, el Gobierno federal acudirá al rescate. Esta garantía implícita significa que los beneficios están privatizados pero las pérdidas están socializadas. Si a Fannie y Freddie les va bien, sus accionistas cobran los beneficios, pero si las cosas van mal, Washington paga la factura. Cara, ganan ellos, cruz, perdemos nosotros.

Estas apuestas marcadas pueden animar a correr riesgos peligrosos, porque los inconvenientes son problema de otros. El clásico ejemplo de cómo puede ocurrir eso es la crisis de las entidades de ahorro y préstamo en los años ochenta: los propietarios ofrecieron tipos de interés elevados para atraer numerosos depósitos garantizados por el Gobierno federal y luego, en definitiva, apostaron con ese dinero. Cuando muchas de sus apuestas salieron mal, las autoridades federales tuvieron que hacerse cargo. Arreglar la situación acabó costando a los contribuyentes más de 100.000 millones de dólares.

Pero hay que decir una cosa: Fannie y Freddie no tuvieron nada que ver con la explosión de préstamos de alto riesgo de hace unos años, una explosión al lado de la cual el desastre de las entidades de ahorro no fue nada. Es más, Fannie y Freddie, después de haber tenido un rápido crecimiento en los años noventa, desaparecieron casi por completo del escenario durante el apogeo de la burbuja inmobiliaria.

En parte se debió a que las autoridades, ante los escándalos de contabilidad en las compañías, establecieron límites provisionales para Fannie y Freddie que restringieron su capacidad de préstamo precisamente cuando los precios de las viviendas empezaban a dispararse. Además, tampoco emitían ninguna hipoteca basura, porque no pueden: la definición de un préstamo basura, o de alto riesgo, es precisamente un préstamo que no cumple el requisito, impuesto por ley, de que Fannie y Freddie sólo compran hipotecas emitidas a prestatarios que hayan dado unas entradas sustanciales y hayan aportado minuciosas pruebas documentales de sus ingresos.

Por tanto, fueran cuales fueran los malos incentivos creados por la garantía federal implícita, se han visto compensados por el hecho de que Fannie y Freddie tenían y tienen estrictamente regulados los riesgos que pueden asumir. Podría decirse que la experiencia de Fannie y Freddie prueba que la regulación funciona.

Ahora bien, en ese caso, ¿cómo han acabado en esta situación?

La respuesta está, en parte, en el enorme tamaño de la burbuja inmobiliaria y la dimensión de la caída de los precios que está produciéndose ahora que se ha pinchado esa burbuja. En Los Ángeles, Miami y otros lugares, cualquiera que pidiera prestado dinero para comprar una casa en el momento de apogeo del mercado tiene seguramente un capital negativo en este momento, aunque inicialmente diera una entrada del 20%. El resultado es el aumento de los impagos incluso en préstamos que se atienen a las directrices de Fannie y Freddie.

Además, a Fannie y Freddie, aunque tienen muy regulados sus préstamos, no se les ha exigido que aportasen suficiente capital, es decir, dinero recaudado mediante la venta de acciones, y no mediante los préstamos. Eso significa que la más mínima caída en el valor de sus activos puede dejarles en una situación complicada, con una deuda mayor de lo que poseen.

Es verdad que nos encontramos ante un verdadero escándalo político: ha habido advertencias repetidas de que la escasa capitalización de Fannie y Freddie representaba riesgos para los contribuyentes, pero los directivos de las dos compañías compraron el proceso político y contrataron sistemáticamente a personajes influyentes de ambos partidos. No obstante, las maquinaciones políticas de Fannie y Freddie, aunque eran peligrosas, no fueron un factor importante en la aparición de nuestros problemas actuales.

Pese a todo, ¿no llama la atención que los contribuyentes tengan que acabar rescatando estas instituciones? La verdad es que no. Estamos atravesando una grave crisis financiera y dichas crisis casi siempre acaban con algún tipo de rescate del sistema bancario por parte de los contribuyentes.

Y hay que dejar una cosa clara: no podemos dejar que Fannie y Freddie vayan a la quiebra. Con la caída de los préstamos basura, son hoy más importantes que nunca para el mercado de la vivienda y la economía en general.

(Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia. © 2008 New York Times News Service)

– La SEC restringe la venta al descubierto de acciones de Fannie Mae y Freddie Mac (The Wall Street Journal – 15/7/08)

(Por Kara Scannell)

La Comisión de Bolsa y Valores (SEC) anunció una medida de emergencia dirigida a reducir las ventas al descubierto que afectan a las firmas de corretaje de Wall Street así como a Fannie Mae y Freddie Mac e inmediatamente comenzará a considerar nuevas reglas para extender nuevos requerimientos al resto del mercado.

El presidente de la SEC, Christopher Cox, dijo que el regulador implementaría una orden de emergencia restringiendo la venta al descubierto de acciones de Fannie Mae y Freddie Mac, las alicaídas entidades semiestatales que poseen o respaldan más de la mitad de las hipotecas de EEUU. También sería aplicable a las acciones de Lehman Brothers, Goldman Sachs, Merrill Lynch y Morgan Stanley. La orden es a corto plazo y expirará en 30 días.

La medida probablemente limitará las ventas al descubierto para las dos entidades hipotecarias, las cuales han visto cómo se han hundido sus precios en las últimas semanas. Wall Street ha estado clamando para que la SEC tome medidas frente a la venta al descubierto, que para algunos está contribuyendo a la volatilidad del mercado y podría ser usada para manipular las acciones financieras.

Esto llega cuando la cantidad de acciones en circulación compradas al descubierto está en su nivel más alto para las acciones que cotizan en NYSE Euronext.

Vender al descubierto, una legítima estrategia bursátil para obtener ganancias de la caídas de los precios de las acciones, ha sido un tema controversial por mucho tiempo, por eso los cambios que abarquen a todo el mercado probablemente serán muy discutidos. Las compañías se han quejado de que los vendedores al descubierto le apuntan a sus acciones con el propósito de hacerlas caer, aunque les han dado crédito por identificar el valor de mercado real de las compañías.

Bajo las reglas actuales, un vendedor al descubierto debe localizar acciones para pedir prestadas, las cuales luego son reemplazadas con acciones compradas a un precio menor. Algunos observadores se han preocupado de que los vendedores pidieran prestadas las mismas acciones del mismo banco o institución financiera una y otra vez, e hicieran bajar sus precios.

Bajo la medida de emergencia, los vendedores tendrán que pedir prestadas las acciones y el banco o institución financiera luego lo sacaría del mercado y no dejaría que otros vendedores las usen para satisfacer sus requerimientos de que consigan acciones.

– El Dow cierra por debajo de 11.000 puntos (The Wall Street Journal – 15/7/08)

(Por Peter McKay)

Las acciones industriales cayeron a niveles que no se habían visto en dos años, pese a la mayor caída del petróleo en un sólo día desde la primera guerra del Golfo Pérsico, a medida que los temores de más colapsos bancarios y un crecimiento anémico continuaron rondando a los mercados.

El Promedio Industrial Dow Jones cayó 92,65 puntos, o 0,8% a 10.962,54, su primer cierre por debajo del nivel psicológicamente importante de los 11.000 puntos desde julio de 2006. El indicador fue afectado por un pronunciado declive de American Internacional Group, que cayó 8,5% y de Bank of America que descendió 8,1%. Citigroup cerró la sesión con una caída de 4,3%.

Otras mediciones sugirieron que la incertidumbre comienza a apoderarse de los pisos de negociación. Las acciones a la baja superaron a las que ganaron terreno en la Bolsa de Nueva York, mientras que 1.272 acciones tocaron sus puntos más bajos en los últimos 12 meses, frente a sólo 12 que alcanzaron su cenit en el mismo período.

Los mercados fueron altamente volátiles durante la sesión. Las acciones inicialmente cayeron a medida que los inversionistas continuaban concentrados en los riesgos del sector financiero. Pero el crudo cayó rápidamente en un período muy corto, ayudando a lanzar un alza. Pero las ganancias se desvanecieron por el debilitamiento de los fundamentos económicos y financieros.

El Índice Compuesto Nasdaq bajó 2,84 puntos, cerrando en 2.215,71, mientras que el S&P 500 cayó 13,39 a 1.214.91.

Los futuros de crudo cayeron US$ 6,44 su mayor baja en un día desde el 17 de enero de 1991, cuando EEUU y sus aliados comenzaron su campaña para sacar a las fuerzas de Irak de Kuwait. El martes, el petróleo cerró 4,4% a la baja a US$ 138,74 el barril en Nueva York.

Los comentarios de los principales funcionarios financieros y económicos parecieron alimentar el aire de incertidumbre sobre el mercado. El presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke hizo comentarios pesimistas sobre el panorama económico, los cuales fueron un factor para reducir el precio del petróleo.

– El optimismo de Bernanke apenas duró un mes (El Mundo – 15/7/08)

El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijo a mediados de junio que los problemas de la crisis estadounidense habían empezado a solventarse. Salvo el brusco aumento del desempleo, las turbulencias empezaban a calmarse y ya no era necesario bajar más los tipos de interés.

Craso error. Un mes después, Bernanke ha reconocido que los riesgos que acechan al crecimiento y a la inflación son mayores "de forma significativa".

En su comparecencia ante la comisión bancaria del Senado, el máximo responsable de política monetaria de Estados Unidos incidió otra vez más en las causas de todo el problema: las dificultades para solicitar créditos, el desplome inmobiliario, el debilitamiento del mercado laboral y el encarecimiento del petróleo, de los alimentos y de otras materias primas.

El Departamento del Tesoro de EEUU ha tenido que tomar la iniciativa para salvar del hundimiento a Fannie Mae y Freddie Mac, las dos mayores inmobiliarias del país, con las aportaciones que necesiten de fondos y préstamos.

"El crecimiento económico saludable depende del buen funcionamiento de los mercados financieros, por lo que ayudar a los mercados financieros a volver a un funcionamiento normal continuará siendo una prioridad máxima para la Reserva Federal", afirmó Bernanke.

No obstante, el presidente de la Fed admitió que la inflación se mantiene elevada y probablemente "subirá temporalmente en el corto plazo" para moderarse en 2009 y 2010 ante la ralentización económica, aunque reconoció que esta estimación se encuentra bajo una "inusual incertidumbre" ante la escalada de precios de la energía y de las materias primas, que de prolongarse, supondría un "importante riesgo" para los pronósticos del comité de mercado abierto de la Fed (FOMC).

Por otro lado, el máximo responsable de política monetaria en EEUU afirmó que la depreciación experimentada por el dólar en los mercados internacionales "puede haber contribuido algo" al encarecimiento del crudo, aunque señaló que es difícil cuantificar este efecto, puesto que el petróleo se ha encarecido considerablemente en todas las principales divisas, lo que en su opinión "sugiere que hay otros factores aparte del dólar, especialmente aquellos relacionados con cambios en la demanda global de petróleo, han sido los elementos fundamentales de este encarecimiento".

– Los mercados se recuperan de mano de las acciones financieras (The Wall Street Journal – 16/7/08)

(Por Peter McKay)

Una frenética recuperación de las acciones financieras y una segunda caída consecutiva de los precios del crudo impulsaron a las acciones el miércoles, a medida que los corredores y analistas sintieron confianza de que la ronda más reciente de temores crediticios ha terminado.

El Promedio Industrial Dow Jones saltó 276,74 puntos o 2,5% a 11.239,28 impulsado por grandes ganancias en sus componentes financieros. Bank of America tomó la delantera, subiendo 22,4% mientras que J.P. Morgan Chase avanzó 15,9% a medida que los inversionistas apostaron en anticipación del informe de ganancias del banco de inversión que será presentado antes de que se abra el mercado el jueves. El S&P 500 subió 2,5% a 1.245,36.

"Mucha gente ha buscado una oportunidad para comprar acciones financieras y esta fue una de ellas" dijo el estratega de S&P Alec Young. "Las noticias de estas compañías no van a ser buenas, pero tiene que verlas como relativas a las expectativas".

Los inversionistas también analizaron una conflictiva perspectiva inflacionaria, después que el Departamento de Trabajo reportara un sorprendente salto de 1,1% en los precios al consumidor en junio, el segundo mayor desde 1982. Sin embargo, el petróleo cayó por segundo día consecutivo, más de US$ 4 el barril en Nueva York, un factor que podría hacer que las presiones inflacionarias se calmen si se mantiene…

– El FBI investiga por fraude al banco norteamericano IndyMac (La Vanguardia16/7/08)

El FBI ha abierto una investigación por supuesto fraude a IndyMac, uno de los mayores prestamistas hipotecarios de Estados Unidos, apenas una semana después de que el Gobierno interviniera la entidad por problemas de solvencia.

En concreto, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por su sigla en inglés) investiga al banco, con sede en Pasadena, California, en conexión con préstamos hipotecarios que ha hecho a prestatarios considerados de "alto riesgo", informó hoy la cadena de noticias CNN.

El FBI no quiso revelar detalles sobre la investigación. La pesquisa de la agencia se centra en la compañía y no en empleados o responsables de la entidad, que fue intervenida el viernes por la Corporación Federal Aseguradora de Depósitos (FDIC, por su sigla en inglés), una agencia pública.

La FDIC mantendrá el control de la institución mientras decide si venderla o escindir sus activos. Sus planes son que el banco vuelva a estar pleno funcionamiento y en manos privados en unos meses.

IndyMac, que abrió el lunes sus puertas bajo el nombre de IndyMac Federal Bank, fue víctima de los problemas del sector hipotecario estadounidense. El banco sufrió fuertes pérdidas durante los últimos nueve meses debido al elevado índice de morosidad de sus prestatarios.

Sus clientes habían retirado 1.300 millones de dólares desde el 27 de junio ante las dudas sobre la solidez de las cuentas del banco, que tenía una cartera muy amplia de hipotecas de alto riesgo. Se trata del segundo mayor colapso de la banca en la historia de Estados Unidos.

Las investigaciones del FBI sobre posibles fraudes en el sector de las hipotecas de alto riesgo han aumentado en los últimos meses, a tal punto que el organismo ha hecho de ellas una de sus prioridades.

En abril estaba trabajando en 19 investigaciones y actualmente tiene ya sobre la mesa 21 dossiers de empresas relacionadas con el mercado hipotecario que podrían haber incurrido en fraude.

– "Una generación sin patrimonio" (BBCMundo – 17/7/08)

(Por José Baig)

El sistema funcionaba así: los inmigrantes llegaban al país, comenzaban a producir, compraban una casa y para el momento en que la terminaban de pagar, ya tenían un patrimonio para dejarle a sus hijos. Pero ese sistema ya empezó a colapsar por culpa de la actual crisis hipotecaria aquí en Estados Unidos y que ya se está sintiendo con fuerza en otros países.

"Si no actuamos ahora, toda una generación de latinos se va a quedar sin patrimonio", advierte Carol Ornelas, de la organización Visionary Homebuilders, que apoya a familias de escasos recursos para tener casa propia. Es decir, los que hoy pierdan sus casas en la crisis hipotecaria, no van a poder dejarle a sus hijos ni las viviendas ni los ahorros que invirtieron en ellas.

La situación afecta especialmente a los latinos porque este sector de la población recibió dos veces más préstamos caros y de alto riesgo -las famosas hipotecas sub-prime- que otros grupos. Alan Fisher, de la California Reinvestment Coalition, que facilita el acceso a créditos a familias pobres, asegura que "estos créditos de alto riesgo fueron comercializados intencionalmente entre trabajadores de escasos recursos". Las observaciones de estos expertos fueron hechas en el transcurso de un seminario sobre la crisis hipotecaria, en el marco de la Asamblea Anual del Consejo Nacional de la Raza, la organización latina más importante del país.

"Profunda crisis"

Los expertos presentes y los asistentes a la reunión confirmaron que las ejecuciones de las hipotecas ya comenzaron a afectar no solamente a familias, sino también a vecindarios y hasta ciudades enteras en todo el país. "Las hipotecas (sub-prime) se concedieron a pesar de que los prestamistas no tenían ninguna certeza de que los deudores iban a poder pagar", explicó Martin Gruenberg, directivo del Fondo de Garantía de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés).

Explicaron que muchas veces, los prestatarios convencieron a las familias de aceptar el crédito con la promesa de mensualidades muy bajas. Pero que pocas veces se explicaba que el costo iba a aumentar hasta niveles insostenibles en pocos años. 60% de las personas que enfrentan la ejecución de su vivienda se quejan de que hicieron toda la transacción en español de principio a fin, pero los documentos que firmaron estaban en inglés y sin traducción, según un informe de la California Reinvestment Coalition.

Para millones de personas, la posibilidad de tener una casa pagada en mensualidades bajas hizo realidad una de las principales aspiraciones del llamado sueño americano: tener una casa propia. Hoy se calcula que 1 de cada 12 créditos hipotecarios en todo el país van a terminar en ejecución, es decir, ante la imposibilidad de pagar, la gente va a devolverle las casas a los bancos. "Es una profunda crisis nacional", dijo Gruenberg.

"No hay luz al final del túnel"

Los especialistas explicaron que cuando una vivienda entra en ejecución, inmediatamente las casas de alrededor se deprecian porque baja su valor de mercado. Eso crea una reacción en cadena de casas que, al perder valor, son más baratas que la deuda que la familia tiene con el banco y, por lo tanto, ya no vale la pena seguir pagando.

La crisis ha tenido efecto también en la seguridad de algunos vecindarios y hasta en las finanzas de decenas de ciudades. "Muchas ciudades se van a declarar en bancarrota porque han dejado de cobrar impuestos sobre esas propiedades", explicó Ornelas. Agregó que "los esfuerzos actuales de la industria y del gobierno no están funcionando" para detener la crisis. "Este problema no se va a resolver fácilmente y, por ahora, no hay luz al final del túnel", dijo. Las organizaciones demandaron que los prestamistas comiencen a trabajar junto a sus deudores para buscar soluciones y que se apruebe una legislación federal que ponga freno a las prácticas abusivas de algunos bancos.

– Caruana alerta de que lo peor aún no ha llegado y que habrá "sorpresas" (ABC – 17/7/08)

El director general del departamento de mercados monetarios y de capital del Fondo Monetario Internacional (FMI), Jaime Caruana, aseguró ayer que las turbulencias financieras continuarán todavía "algunos meses", y alertó de que no se puede decir que lo peor ha pasado porque la situación sigue siendo "frágil" y puede haber "sorpresas".

El ex gobernador del Banco de España explicó que, de acuerdo con las estimaciones del FMI, las pérdidas totales de los bancos por la crisis ascenderán a un billón de dólares (630.000 millones de euros).

"Ha habido un proceso de ajuste ya importante pero que todavía no ha terminado. Ajustar los balances de las entidades de crédito y del sistema financiero lleva su tiempo y por lo tanto es prudente esperar que todavía en términos de la crisis financiera nos queda una temporada en la que la situación va a ser relativamente frágil como para que pueda haber sorpresas", dijo tras su comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara.

Caruana precisó que "ha habido una buena parte del ajuste que ha sucedido, pero las complicaciones que vienen de la situación de deterioro en la economía global y de las presiones inflacionistas están añadiendo tiempo al proceso de ajuste", afirmó.

– La inflación de EEUU llega al 5%, máximo nivel desde 1991 (El País – 17/7/08)

(Por Sandro Pozzi / Nueva York)

La inflación se desboca también en Estados Unidos. Los precios subieron en junio un 1,1%, el mayor incremento mensual en 26 años. Este fuerte repunte elevó la tasa anual al 5%, un nivel que no se veía desde mayo de 1991. La energía y los alimentos vuelven a ser los que trastocan el indicador general, pero incluso cuando se excluyen se observa que hay inflación dispersa por todos lados.

El precio de la energía subió un 6,6% en junio, impulsada por un alza del 10,1% en las gasolinas, del 4,9% en el gas natural y del 3,4% en los transportes. La bebida y los alimentos también subieron con fuerza, en torno a un 0,8%, más de lo que esperaban los analistas de Wall Street.

La inflación subyacente, que es la que sigue el banco central para guiar su política monetaria, subió tres décimas en el mes, el nivel más alto de los últimos dos años, lo que eleva la anual al 2,4%. Por su parte, Eurostat confirmó ayer que la inflación alcanzó una tasa anual del 4% en junio en la zona euro, el mayor incremento desde su creación.

– Los bancos se vuelven locos en Wall Street: firman la mayor subida en la historia del S&P´s (El Confidencial – 17/7/08)

(Por María Igartua)

El sector financiero se ha vuelto loco en Estados Unidos. La mayor parte de las entidades que cotizan en la bolsa de Nueva York han terminado con repuntes de dos dígitos que han llevado a acumular la mayor subida en la historia del Standard & Poor´s.

Tras una apertura bajista después de conocerse que el IPC en Estados Unidos ha alcanzado el 5% en el mes de junio, su nivel más alto desde 1991, los principales indicadores de Wall Street han rebotado con fuerza al calor de un nuevo desplome del precio del crudo, que encadena dos caídas consecutivas hasta los 134 dólares y con el sector financiero volando alto tras los buenos resultados trimestrales de Wells Fargo que han devuelto la confianza a los inversores.

De esta manera, el Dow Jones ha firmado un alza del 2,5%, al igual que el Standard & Poor´s, mientras que el Nasdaq ha acabado un 3,1% arriba.

El gran protagonista de la sesión ha sido, por tanto, el sector financiero. De hecho, en su conjunto han firmado la mayor subida de la historia del S&P´s 500 cerrando en total con un alza del 12%.

Los resultados presentados por el banco estadounidense Wells Fargo han contribuido a dicho baño de optimismo. Y es que a pesar de ganar un 23% menos en el segundo trimestre del año, ha batido las expectativas de Wall Street. Sus acciones han firmado un alza del 32% al cierre.

Por otro lado, cabe destacar el comportamiento tanto Fannie Mae como de Freddie Mac, que han rebotado con fuerza. Ambas compañías se han visto en el ojo del huracán después de que la Reserva Federal y el Departamento del Tesoro acudieran en su rescate para evitar su debacle bursátil y parece que las medidas adoptadas, que en un principio no convencieron a los inversores, comienzan a tener su efecto. Prueba de ello es que tanto Fannie como Freddie han terminado por encima del 30%.

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