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La codicia de los mercados (el virus mutante) ? Parte III (página 10)

Enviado por Ricardo Lomoro


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El Departamento del Tesoro anunció el domingo un plan que provee hasta US$ 200.000 millones en capital fresco y nuevas líneas de crédito para los dos principales proveedores de fondos para préstamos hipotecarios, Fannie Mae y Freddie Mac, y puso a las dos compañías bajo el control de la Agencia Federal de Financiamiento de Viviendas, (FHFA). Henry Paulson, secretario del Tesoro, dijo que las decisiones incrementarán la disponibilidad de crédito para los compradores de casas.

El Tesoro también presentó planes para comprar un monto no especificado de valores respaldados por hipotecas emitidos por Fannie y Freddie, en un intento por reducir los costos de financiamiento para los consumidores. Pese a los profundos recortes de tasas por parte de la Reserva Federal, el costo de una hipoteca tradicional a 30 años con tasa fija se ha mantenido muy por encima del 6% por buena parte de los últimos meses.

Las medidas probablemente reducirán las tasas de interés para los consumidores y ayudarán a prevenir un deterioro de lo que ya se ha convertido en el peor declive inmobiliario en EEUU desde los años 30. Al menos a corto plazo, estas acciones atarán aún más al gobierno a la industria hipotecaria, dejando a los contribuyentes expuestos a las pérdidas ligadas a cesaciones de pagos que podrían ascender a miles de millones de dólares.

A largo plazo, Paulson busca reducir drásticamente el número de hipotecas y valores relacionados en poder de Fannie y Freddie, pero aclaró que el Congreso y los próximos gobiernos tendrán en sus manos la decisión de qué forma final asumirán las empresas.

Paulson señaló que el gobierno no tuvo más opción que apuntalar a Fannie y Freddie, dos compañías creadas por el Congreso para apoyar al mercado inmobiliario, pero en manos de accionistas privados. Los más de US$ 5 billones (millones de millones) de deuda y valores respaldados por hipotecas emitidos por las compañías son propiedad de bancos centrales y otros inversionistas en todo el mundo. "Un colapso de cualquiera de ellas podría causar grandes trastornos en nuestros mercados financieros, tanto local como globalmente", dijo Paulson.

James Lockhart, director de la FHFA, manifestó que el regulador asumió el control de las compañías debido a que su capacidad para asimilar grandes pérdidas estaba "en duda", debido a que no tenían gran cantidad de capital y eran incapaces de recaudar más dinero de fuentes privadas. El control será mantenido indefinidamente, mientras el regulador trata de restaurar la salud financiera de Fannie y Freddie.

Lockhart nombró a un nuevo presidente ejecutivo para cada compañía, pero dijo que espera mantener a la mayoría de los empleados en plantilla.

Herb Allison, que ha servido durante los últimos ocho años como presidente de la compañía de inversiones TIAA-CREF, reemplazará a Daniel Mudd en la presidencia ejecutiva de Fannie. El presidente de Freddie, Richard Syron, fue reemplazado por David Moffett, que ha sido el vicepresidente y director financiero de US Bancorp. El gobierno también eliminará los dividendos sobre acciones regulares y preferentes, ahorrándoles un total de US$ 2.000 millones al año a ambas compañías.

Para asegurar que las compañías no se queden sin capital, EEUU acordó adquirir de inmediato US$ 1.000 millones en acciones preferentes de cada compañía. El rendimiento anual de los dividendos de las acciones preferentes es del 10% y el gobierno tiene el derecho a comprar el 79,9% de las acciones regulares de la compañía "a un precio nominal". Además, el gobierno se mostró dispuesto a adquirir hasta US$ 100.000 millones en acciones preferentes de cada compañía, aunque ha dicho que no espera que necesiten tanto capital.

EEUU también anunció un acuerdo para, en caso de ser necesario, extender préstamos de corto plazo a Fannie, Freddie y los 12 bancos regionales de préstamos hipotecarios, cooperativas privadas creadas por el Congreso para ayudar a los bancos a financiar créditos hipotecarios. Los préstamos estarían respaldados por valores hipotecarios u otro colateral y tendrían un interés de 0,50% por encima de la tasa interbancaria londinense o Libor. Fannie y Freddie típicamente acceden a préstamos a una tasa inferior a la Libor, pero estos préstamos actuarían como una salvaguarda.

El gobierno tuvo que intervenir en el mercado hipotecario porque por ahora "los mercados privados no están dispuestos a proporcionar el capital" para hipotecas de vivienda a precios que el consumidor estadounidense se pueda permitir, dijo Susan Wachter, profesora de bienes raíces y finanzas de la Escuela de Negocios Wharton de la Universidad de Pensilvania. Sin el apoyo estatal, los precios de las viviendas caerían mucho más, exponiendo al país a mayores dificultades económicas, añadió Wachter.

La medida significa que el gobierno federal respaldará directamente la mayoría de las hipotecas en Estados Unidos que Fannie y Freddie poseen o garantizan, alrededor de US$ 5,3 billones, o casi la mitad de las hipotecas vigentes.

– El rescate no cura los males de la economía mundial (The Wall Street Journal – 7/9/08)

(Por E.S. Browning y Mark Gongloff)

Muchos inversionistas aplaudieron la decisión del gobierno estadounidense de rescatar a los gigantes hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac y algunos incluso predijeron un auge del mercado bursátil, al menos a corto plazo. Los analistas, sin embargo, cuestionaron si la medida es más que una cura temporal para los males que aquejan a la economía y los mercados financieros.

"Es el inicio de algo bueno, pero no es suficiente para hacernos saltar a las bolsas", dice Bruce McCain, director de estrategia de la división de gestión de inversiones de Key Private Bank. "Aún tenemos el problema de la desaceleración del crecimiento global, la cual está mostrando señales de estar afectando a las empresas estadounidenses. Desde un punto de vista de corto plazo, todavía hay mucho que hacer para mejorar la liquidez del sistema bancario".

Aunque el rescate del gobierno no ayuda a los inversionistas de Fannie y Freddie, cuyas acciones han perdido la mayor parte de su valor, los bonos estarían seguros y las agencias semiestatales evitarían un colapso. Si el rescate permite que las dos empresas dejen más dinero disponible para financiar hipotecas, eso podría reducir las tasas hipotecarias y facilitaría la compra de viviendas. El rescate, no obstante, probablemente no detendrá las ejecuciones hipotecarias ni borrará el gigantesco inventario de casas sin vender.

Lo que más preocupa a los inversionistas es que los problemas económicos de EEUU ya se han contagiado a Europa, Japón y el mundo en desarrollo. Incluso después del rescate, es probable que el deslizamiento hacia un bajón económico global continúe, con recesiones en algunos de los grandes países europeos y, posiblemente, EEUU

Un temor de los inversionistas es que el multimillonario costo del rescate incremente la deuda fiscal, lo que podría elevar el rendimiento de los bonos del Tesoro y, a su vez, aumentar las tasas de interés del mercado. El alza de las tasas dificulta el financiamiento tanto para las empresas como para las personas, golpeando el crecimiento económico y el precio de las acciones. El rendimiento de los bonos también afecta a las tasas hipotecarias, lo que implica que un mayor rendimiento podría anular algunas de las ventajas del rescate para los compradores de casas.

A algunos analistas les preocupa que, pese a que el rescate podría aliviar la crisis de crédito del país, también podría prolongarla. Esto fue lo que sucedió en Japón, donde los esfuerzos del gobierno por apuntalar a los bancos aquejaron al sistema financiero por años después de la explosión de la burbuja de los bienes raíces en 1990. "Todo lo que he visto hasta el momento está apuntando a que las cosas se muevan al estilo japonés", dijo Joshua Rosner, director gerente de Graham Fisher Co., una firma de investigación de servicios financieros.

Asimismo, crecen las señales de que la economía global se está deteriorando, más allá del rescate de Fannie y Freddie. Cuando los precios del petróleo, la gasolina y otras materias primas comenzaron a caer en julio, los inversionistas celebraron con la esperanza de que el descenso fortalecería el consumo y aceleraría la recuperación. Recientemente, cambiaron de parecer y ahora interpretan el desplome de los commodities como otro síntoma de las dificultades por las que atraviesa la economía global, junto al aumento del desempleo y de las ejecuciones inmobiliarias en EEUU y el debilitamiento del crecimiento de Europa a Asia.

Desde los máximos alcanzados hace un par de meses, los futuros del crudo han bajado 27%, los del cobre, 23% y los del maíz, 30%. En el caso de numerosas materias primas, incluyendo el petróleo, la tendencia se aceleró la semana pasada.

Los temores sobre la economía global contribuyeron al declive de 322,59 puntos del Promedio Industrial Dow Jones la semana pasada. El índice quedó en 11.220,96 puntos tras su mayor caída porcentual y por puntos en 10 semanas. El viernes, el Dow se encontraba un 21% por debajo de su récord de 14.164,53 puntos alcanzado en octubre del año pasado.

Debido a que las acciones han absorbido un gran castigo en las últimas jornadas, algunos inversionistas predicen una recuperación esta semana, alimentada por el rescate de Fannie y Freddie. La pregunta es si se trata de un repunte duradero.

"Pensamos que el declive en los precios de los commodities refleja el débil crecimiento en EEUU y también a nivel global", dijo el economista de Lehman Brothers Zach Pandl. El banco neoyorquino espera que las pérdidas de empleos en EEUU y la caída en las ventas minoristas se extiendan hasta el primer trimestre del próximo año, marcando el primer declive trimestral en ventas minoristas desde 1991.

A algunos economistas les preocupa que la recesión sea más grave en Europa que en EEUU. Aunque buena parte de los países en desarrollo podría escapar una recesión, algunos pueden experimentar bruscas desaceleraciones, impulsando el desempleo y golpeando a los consumidores.

La caída en los precios de las materias primas está "teniendo consecuencias fundamentalmente negativas para las divisas y las economías emergentes", dijo Henry Herrmann, presidente ejecutivo del grupo de gestión de fondos Waddell & Reed. "En algunos lugares, hay que celebrar la caída de los precios, pero en otros lugares, el efecto no es tan bueno", agregó.

– El mayor rescate de la historia: EEUU respaldará los 4,2 billones de euros en hipotecas de Fannie y Freddie (El Confidencial – 8/9/08)

(Por R. J. Lapetra)

Es el fin de una era. El final de un sistema que engordó demasiado y terminó explotando. El Gobierno de EEUU respaldará con dinero público a las agencias semiestatales Fannie Mae y Freddie Mac para evitar el colapso del mercado hipotecario estadounidense y, por ende, de los bancos. Se trata del mayor rescate financiero de la historia, ya que ambas entidades garantizan o poseen en su balance préstamos hipotecarios por valor de 6 billones de dólares (4,2 billones de euros), el equivalente a prácticamente la mitad del sistema de préstamos para la compra de vivienda de EEUU. A partir de ahora, el Gobierno federal tomará el control de Fannie y Freddie suministrando líneas de liquidez continúas para que sigan funcionando y no acaben colapsando todo el sistema financiero, un riesgo que revoloteaba en los últimos meses sobre la cabeza de las autoridades estadounidenses y que les ha forzado a intervenir, a nacionalizar, el problema.

El secretario del Tesoro de EEUU, Henry Paulson, confirmó este domingo por la tarde que la operación de rescate, después de semanas de diseño junto al banco de inversión Morgan Stanley, la Reserva Federal (Fed) que preside Ben Bernanke y la nueva Agencia Federal de Financiación a la Vivienda (FHFA, por sus siglas en inglés) dirigida por James Lockhart, que será la encarga de gestionar a partir de ahora a Fannie y Freddie tras la destitución de toda la cúpula directiva de ambas compañías. La desconfianza generalizada sobre su actividad ha terminado acabando con las dos hipotecarias, pese a que sus niveles de capitalización estaban todavía por encima de lo exigido por el marco regulatorio del mercado. Fannie y Freddie mantenía un nivel conjunto de reservas de capital de 85.000 millones de dólares frente a la exigencia regulatoria de 72.000 millones, según comunicaron a la SEC al cierre del primer semestre.

Costará 300.000 millones de dólares a los contribuyentes

"Fannie Mae y Freddie Mac están tan interrelacionadas con el sistema financiero que el fracaso de cualquiera de ellas podría causar grandes trastornos en nuestros mercados financieros y en todo el mundo (…) Nuestra economía y nuestros mercados no se recuperan hasta que se corrija la situación del mercado hipotecario", explicó Paulson en un comunicado. El Departamento del Tesoro que él dirige ejecutará una inyección de capital millonaria para intentar revitalizarlas. Lockhart, que precisó que dicha línea de liquidez podría ascender a los 100.000 millones de dólares, se hará escalonadamente para que sea más efectiva. Las compañías quedarán bajo la figura de la "tutela legal", un estatus reconocido en el llamado Capítulo 11 de la ley de bancarrotas que permite a las empresas seguir operando mientras tratan de reestructurar sus pasivos y hacer frente en el futuro a sus deudores.

¿El coste total? Según William Poole, ex presidente de la Fed de Sant Louis, la intervención o nacionalización de estas dos agencias semipúblicas costará unos 300.000 millones de dólares en total a los contribuyentes estadounidenses. "No me sorprendería nada si las pérdidas totales alcanzan el 5% del total de sus obligaciones. No creo que sea nada descabellado", señaló Poole en declaraciones a Bloomberg Radio. También supondrá pérdidas millonarias para todos aquellos accionistas que tuviesen bonos, acciones ordinarias o preferentes. JPMorgan, el banco más grande de Wall Street y que protagonizó el rescate de Bear Stearns en marzo, reconoció provisiones de unos 600 millones de dólares recientemente como consecuencia de la depreciación de su inversión en Fannie y Freddie. Otra entidad conocida para el público español, y de muchísimo menor tamaño, también tendrá que hacer frente a pérdidas millonarias. Se trata de Sovereign Bank, participado al 25% por el Banco Santander de Emilio Botín, que encara unas pérdidas superiores a los 600 millones de dólares por su cartera de acciones en Fannie y Freddie.

Pero los grandes perjudicados del rescate y nacionalización hipotecaria serán los bancos centrales asiáticos -que durante años han dirigido sus reservas hacia la deuda treasurie de EEUU financiando su galopante déficit- y algunos fondos soberanos como el NIMB Noruego, que mantienen bonos o preferentes valoradas en decenas de miles de millones. En el marco de la "operación rescate", el Gobierno, a través del regulador federal bancario, trabajará sólo con las entidades de menor tamaño más afectadas, como puede ser el propio Sovereign Bank. En este caso, Santander dispondrá además de liquidez adicional en las próximas semanas una vez que cierre la venta del 32% del capital de Cepsa, valorado en unos 6.000 millones de euros, según se conoció en la tarde del viernes…

– Los mercados están de fiesta (BBCMundo – 8/9/08)

Las principales bolsas del mundo experimentaron un repunte este lunes, tras el anuncio de que el gobierno de Estados Unidos asumirá el control de Fannie Mae y Freddie Mac, las dos principales compañías hipotecarias del país.

Según los expertos, los inversionistas se mostraron confiados de que este rescate financiero, el mayor en la historia de EEUU, ayude a sostener el mercado inmobiliario local y eventualmente contribuya a solventar la crisis crediticia.

El índice FTSE de Londres -que había caído un 7% la semana pasada- cerró con un alza del 3,92%, y eso después de que un fallo técnico obligara a suspender las transacciones durante buena parte del día.

En Asia, el índice Nikkei de Japón cerró con 3,4%, mientras que el Hang Seng de Hong Kong subió un 4%.

Las bolsas clave de Singapur, Australia y Taiwan cerraron también en positivo.

En Europa el Dax-30 alemán acabó la jornada con un aumento del 2,22% y el Cac-40 francés, con una subida del 3,42%.

Por su parte, el índice Dow Jones de Nueva York, que la semana pasada había perdido un 4%, cerró con un incremento del 2,58%.

"Quizás podamos ver la luz al final del túnel en términos de la crisis crediticia", apuntó Graham Neale de la firma de corredores de bolsa Killick & Co.

Temores de quiebra

En una dramática intervención, el secretario del Tesoro de EEUU, Henry Paulson, anunció el plan de rescate de Fannie Mae y Freddie Mac este domingo, un día antes de la reapertura de los mercados.

El presidente estadounidense, George W. Bush, indicó que la situación de las dos compañías hipotecarias presentaba "un riesgo inaceptable" para la economía.

Cerca de la mitad de los créditos inmobiliarios otorgados en EEUU, por un valor de US$ 5,3 billones, corresponden a ambas empresas, que en el último año registraron pérdidas por un monto de US$ 14.000 millones, en especial debido a los créditos de alto riesgo de tipo subprime.

Los más recientes datos mostraron que cerca del 9% de los propietarios de viviendas en EEUU estaban retrasados en sus pagos o enfrentaban la posibilidad de perder sus casas.

El plan de rescate podría costarle al gobierno cerca de US$ 200.000 millones, ya que contempla una gran inyección de capital para que las dos gigantes financieras se mantengan solventes.

Acciones y bonos

En todo caso, es probable que el colapso de Fannie Mae y Freddie Mac hubiera provocado un congelamiento del mercado hipotecario estadounidense durante varios años y conducido a una caída aun más pronunciada en los precios de las viviendas.

Este lunes el precio de las acciones de ambas compañías cayó dramáticamente, ya que los términos del rescate se perciben como no favorables para los inversionistas.

Sin embargo, el valor de los bonos aumentó, lo que indica que podrían ofrecer préstamos más baratos y ayudar a aliviar la crisis crediticia.

La mayor parte de la deuda en bonos de ambas compañías estaba en manos de bancos asiáticos, que recientemente comenzaron a retirar sus inversiones.

El editor de temas económicos de la BBC, Robert Preston, señala que entidades de muchas partes del mundo están muy expuestas a la situación y, dado el mal momento que atraviesan los mercados, se hacía peligroso que persistieran dudas sobre la capacidad de las hipotecarias para cumplir con sus obligaciones.

En julio un plan aprobado por el Congreso le dio al gobierno estadounidense la autorización para ofrecer liquidez sin límites a las dos empresas y para comprar sus acciones, con el fin de mantenerlas a flote.

– Acciones de Lehman se desploman por temores sobre sus niveles de capital (The Wall Street Journal – 9/9/08)

(Por Jessica Papini y Geoffrey Rogow)

Las acciones de Lehman Brothers Holding Inc. (LEH) cayeron un 45% el martes a medida que aumentaba la preocupación entre los inversionistas frente a la capacidad del atribulado banco para recaudar el capital que necesita.

La acción cayó a US$ 7,79, su nivel más bajo desde 1998.

Curiosamente, el descenso de las acciones del banco tenía poco efecto sobre los acuerdos de canje por incumplimiento crediticio, o CDS, que se utilizan para tomar posiciones basadas en la capacidad crediticia de la compañía.

Durante la mañana, los CDS de Lehman se negociaban más o menos en línea con su valor de cierre del lunes, en alrededor de 340 puntos base.

El descenso en las acciones de Lehman ejercía presión sobre el mercado en general.

"El banco coreano no va a presentar una oferta. Absolutamente nada se ha cristalizado aún. No hubo una adquisición o inyección de capital", afirmó William Lefkowitz, estratega jefe de opciones en vFinance Investments. "Se está volviendo desesperante para ellos. A la gente le preocupa que no puedan vender ninguna división o recaudar capital en efectivo y que eso lleve a la bancarrota".

La acción de Lehman ha perdido más del 85% de su valor en lo que va de año, en tanto continúa la preocupación de que Lehman pueda sucumbir a los problemas en sus posiciones hipotecarias. Lehman incurrió en una pérdida de US$ 2.800 millones en el segundo trimestre, luego de registrar una ganancia de US$ 1.300 millones en el mismo período del año anterior, debido a reducciones contable del valor de sus activos hipotecarios.

– Los mercados bursátiles caen presionados por descenso de Lehman (The Wall Street Journal – 9/9/08)

Los principales índices bursátiles de Estados Unidos concluyeron la sesión del martes con bajas, tras registrar sólidas alzas el lunes, en tanto el desplome de las acciones de Lehman Brothers revivía la preocupación sobre la salud del sector financiero.

El Promedio Industrial Dow Jones perdió 280,01 puntos, o el 2,4%, 11230,73, tras avanzar 289 puntos en la sesión previa.

El índice Standard & Poor's 500 bajó 43,28 puntos, o el 3,4%, a 1224,51, luego de ganar 25 puntos el lunes. El Índice Compuesto Nasdaq, por su parte, cedió 59,95 puntos, o el 2,6%, a 2209,81.

El volumen de acciones negociadas fue alto.

Las acciones de Lehman Brothers, la menor de las cuatro firmas de corretaje más importantes de Wall Street, cayeron US$ 6,36, o un 44,95%, a US$ 7,79, a medida que crecían las preocupaciones sobre sus esfuerzos para recaudar capital. Las autoridades reguladoras coreanas pusieron fin el martes por la mañana a las esperanzas del que el banco estatal surcoreano Korea Development Bank invierta en Lehman. Los reguladores informaron que las conversaciones entre las dos partes habían concluido.

Un día después de que la noticia sobre el rescate de Fannie Mae y Freddie Mac por parte del Gobierno ayudara al Dow a ascender casi 290 puntos, la decisión del gobierno seguía siendo analizada por los inversionistas.

En el frente económico, la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios, o NAR, informó que su índice de ventas pendientes de viviendas usadas disminuyó en julio a una tasa anual del 3,2%. Varios analistas privados habían proyectado una caída del 2,1%.

American International Group, otra de las compañías que más preocupan dentro del sector financiero, registró los mayores descensos en el Dow al caer US$ 4,39, o el 19%, a US$ 18,37, su cierre más bajo desde el 24 de agosto de 1995 y su mayor descenso porcentual desde mayo de 1981.

Washington Mutual, una prestamista hipotecaria que al igual que Lehman está explorando vías para recaudar capital, perdió 82 centavos, o el 20%, a US$ 3,30, su cierre más bajo desde el 14 de julio.

Entre otras compañías financieras componentes del Dow, Citigroup bajó US$ 1,44, o el 7,09%, a US$ 18,88; American Express retrocedió US$ 2,28, o el 5,63%, a US$ 38,24 y JP Morgan cedió US$ 2,08, o el 5,01%, a US$ 39,47.

También dentro del Dow, General Electric perdió US$ 0,97, o el 3,33%, a US$ 28,12 y la petrolera Exxon Mobil retrocedió US$ 3,51, o el 4,57%, a US$ 73,26.

– Credit Suisse aconseja vender títulos bancarios en el rebote (Cinco Días – 10/9/08)

La banca europea sigue sin convencer. El excesivo endeudamiento tanto del sector como del consumidor, la sobrevaloración de los inmuebles, la amenaza de nuevas provisiones, el escaso margen de maniobra de los bancos centrales y unas valoraciones no lo suficientemente baratas son las principales pegas que encuentra Credit Suisse.

Estos expertos recuerdan, además, que la crisis actual que atraviesan Estados Unidos, el Reino Unido y partes de Europa amenaza con ser peor que la vivida a principios de la década de los 90 debido a la simultaneidad de la crisis crediticia y la crisis bancaria, algo no visto en los últimos 30 años.

Un repaso a la estadística tampoco ayuda a mantener una visión optimista. Según Credit Suisse, la cotización del sector bancario generalmente tiende a comportarse mejor que el mercado entre seis y 10 meses antes de que el sector inmobiliario toque fondo. Y estos ciclos bajistas generalmente duran cuatro años y medio. "Pensamos que acabar con el exceso de inventarios en EEUU llevará como mínimo dos años y medio. En el Reino Unido el sector inmobiliario todavía está sobrevalorado entre un 20% y un 30%, mientras que en Europa la desaceleración sólo lleva un año. Además, los bancos nunca han tenido tanta exposición a la propiedad y la construcción", explica Credit Suisse.

La evolución histórica del sector bancario refleja, además, que tiende a comportarse mejor que el mercado cuando los tipos de interés bajan de forma agresiva o bien cuando la curva de tipos se hace más pronunciada, dos características inexistentes en el momento actual.

Credit Suisse reconoce, sin embargo, que existen una serie de factores que deberían contribuir a la recuperación del sector por lo que, pese a todo, prefiere apostar por la banca antes que por los valores cíclicos.

En su opinión, a medida que los temores inflacionistas remitan, llegarán los recortes de tipos de interés, previsiblemente después del primer trimestre de 2009. Al mismo tiempo opina que la banca disfrutará de un aumento de márgenes por la menor competencia en la concesión de créditos, y ve fundamentales sólidos en países poco expuestos al apalancamiento. Dentro de Europa, sus apuestas preferidas están en Grecia, Bélgica, Alemania e Italia.

Incertidumbres sobre el sector

Provisiones – Amenaza. Las temidas provisiones son una de las mayores amenazas que penden sobre el sector financiero y Credit Suisse teme que se verán más. La firma estima que el total alcanzará los 1,3 billones de dólares (920.000 millones de euros), lo que implica que si se asume que los bancos tienen el 60% de estas pérdidas potenciales, el sector todavía sólo ha anunciado dos tercios de las pérdidas totales a asumir.

Preferencias – Excepciones. Ningún banco español ha logrado colarse entre los valores preferidos por Credit Suisse. Las lista con nombres y apellidos incluye a Alpha, National Bank of Greece, Intesa y United Oversees Bank. En cualquier caso sí reconoce que tanto Santander como BBVA cotizan con fuertes descuentos, del 18% y 27%, respecto a los bancos con los que compiten en Latinoamérica.

Valoración – Alta. Credit Suisse cuestiona la supuesta valoración atractiva de la banca. En su opinión el precio respecto al valor en libros es aún muy superior al registrado en crisis anteriores, mientras que la rentabilidad por dividendo puede resultar engañosa debido a las menores expectativas de retribución al accionista. Por otra parte, comenta que el fondo de comercio ha alcanzado una proporción en libros muy elevada.

– Lehman o el problema de ver las barbas del vecino pelar (El Confidencial – 10/9/08)

(Por S. McCoy)

Es lo que tiene. Cuando uno abre la caja de los truenos y adopta medidas excepcionales para determinadas compañías, como mal menor y ante la amenaza de un riesgo superior que puede poner en peligro la estabilidad del sistema, se expone a que ocurran cosas como las que acontecieron ayer con Lehman Brothers -que se dejó por el camino más del 40% de su capitalización bursátil-, que provocaron que el subsector de financieras del S&P500 se desplomara por encima del 5,5%, para convertirse así en el mayor contribuyente a la caída de un selectivo cuyas pérdidas alcanzaron el 3,5% bajo el peso adicional de las ventas de unas petroleras que sufrieron el nuevo ajuste a la baja del precio del crudo. Está visto, con esto del petróleo, que los dioses castigan a los inversores con sus deseos. Qué barbaridad.

El argumento formal para la caída no fue sino la ruptura de negociaciones entre el Korean Development Bank y el banco de inversión norteamericano, encuentros que tenían por objeto de incorporar al primero al capital del segundo. mediante una ampliación de capital que le permitiera restaurar sus ratios de solvencia y hacer frente a un plan estratégico en el que se contemplaba la venta de su gestora de fondos, Neuberger Berman, y los activos inmobiliarios comerciales de su cartera. Una noticia importante pero no tan dramática especialmente cuando, en las últimas dos semanas, la prensa se había dedicado a filtrar, un día sí y otro también, las últimas noticias relativas a las conversaciones sin que la reacción del mercado fuera tan extrema como ayer.

Sin embargo, la intervención de Fannie Mae y Freddie Mac ha supuesto un punto y aparte en la mentalidad de los inversores de Estados Unidos y, por ende, de todo el mundo financiero internacional. El mensaje que el Tesoro y la Reserva Federal, en el caso Bear Stearns, han lanzado al mercado no puede ser más unívoco: estamos ahí para evitar que el colapso de una entidad se lleve tras de sí, a través de la exposición directa a la misma o el riesgo de contrapartida, el sistema financiero como las fichas de un dominó. El riesgo moral como excusa, válida por otra parte desde esa óptica, para garantizar el normal funcionamiento de la economía financiera. De acuerdo, hasta ahí la parte positiva de tan arriesgada y arbitraria proposición, en tanto en cuanto la repercusión de un acontecimiento de ese tipo es cuantificable objetivamente por lo que respecta a la firma afectada, pero los efectos de la onda expansiva que provoca sólo pueden ser susceptible de estimación más o menos cercana, dada la globalización de la economía financiera. A favor de los ejecutores está su teórica mayor capacidad de aproximación.

No hay rosa sin espinas. Por supuesto. Pero hay veces también en que la flor brota en medio de un zarzal y uno tiene que medir muy bien si, el daño que le pueden causar los intentos por cogerla, le compensa. Lo que hicieron, ya en el mes de marzo con Bear Stearns y a lo largo del fin de semana con las agencias hipotecarias, las autoridades del mayor mercado financiero fue tomar decisiones extraordinarias sin tener en cuenta todas y cada una de las consecuencias que, de su actuación, se podían derivar. En la medida en que parecían querer decir que si una compañía emblemática entra en una espiral de desconfianza, y ayer fueron dos porque habría que añadir a la lista a la aseguradora AIG que se dejó casi un 20% por el camino, la solución puede venir en forma de una nueva intervención que deje a los accionistas ordinarios con el coxis al albur de las ventoleras y su inversión a valor simbólico residual; a los preferentes, sin el dividendo al que eran acreedores; y a los titulares de activos de renta fija con la duda de si finalmente van a poder recuperar su exposición o no, no es de extrañar, ante esa perspectiva, que ayer hubiera carreras por salir del valor. Cuando las barbas de tu vecino veas pelar…

Si no eres parte de la solución, eres parte del problema, dice el aforismo cuya procedencia geográfica me siento incapaz de identificar. Pero cuando los causantes, tanto en el origen por omisión como en la resolución por acción, de gran parte del desaguisado financiero que caracteriza la crisis actual son los que determinan el precio del dinero, principal activo con el negocia la banca, y las reglas en el uso del mismo por parte de las instituciones, el prescindir de ellos se convierte en una quimera de imposible concreción. Sin embargo, lo que no se pueden empeñar, ni el ámbito político ni el monetario, es en hacer las cosas más complicadas de lo que ya son creando expectativas de ensoñación bursátil que al día siguiente muestran su rostro más duro. Alguno tendrá que ser el primero en caer por ley natural. Puede que sea Lehman o no. Pero la solución de esta crisis pasa porque así ocurra. Lo contrario ya lo conocemos y, al menos de momento, funciona más bien mal. A los hechos me remito.

– Buffett muestra preocupación por quiebras de los bancos (The Wall Street Journal – 10/9/08)

(Por Damian Paletta)

Berkshire Hathaway Inc., el holding controlado por el inversionista Warren Buffett, instruyó a una de sus subsidiarias a dejar de asegurar depósitos bancarios por encima del nivel garantizado por el gobierno federal, propinando un nuevo golpe a la industria de los servicios financieros.

La subsidiaria, Kansas Bankers Surety Co., está notificando a unos 1.500 bancos en más de 30 estados que ya no ofrecerá los llamados "bonos de garantía sobre depósitos bancarios". KBS es una entre un puñado de firmas que ofrecen este tipo de seguro, que es un gran atractivo para los bancos que tratan de captar clientela adinerada.

Dos fuentes cercanas indicaron que la orden emanó el lunes del propio Buffett, presidente ejecutivo de Berkshire Hathaway. Chuck Towle, vicepresidente de KBS, rehusó comentar sobre la decisión. "Trabajaremos con cada banco y arreglaremos detalles con ellos", se limitó a decir Towle, quien no confirmó que la orden proviniera de Buffett. Buffett no quiso referirse al tema.

Once bancos han quebrado este año en Estados Unidos. Ocho lo han hecho desde el 11 de julio, una concentración no vista desde la crisis de ahorros y préstamos de fines de los años 80 y principios de los 90. El gobierno garantiza depósitos de hasta US$ 100.000 en la mayoría de las cuentas. La salida de Buffett de este mercado es una señal de la preocupación que existe por la posibilidad de futuras quiebras bancarias.

– Auguran 200 quiebras de bancos en USA en los próximos meses (Urgente24 – 10/9/08)

El moribundo mercado de la vivienda de USA necesitará de otros 2 a 3 años para recuperarse, mientras que entre 100 y 200 bancos del país podrían colapsar el próximo año, dijo Michael Spence, premio Nobel de Economía, en conferencia en Singapur, según la agencia Reuters.

Michael Spence dijo que el excedente de viviendas y una débil demanda de las consumidores, en medio de la turbulencia de los mercados financieros y una alta inflación, son un lastre para el mercado de la vivienda estadounidense, que experimenta su peor caída desde la Gran Depresión en los años 1930.

"Va a tomar cierto tiempo para encontrar una solución al sistema, probablemente un par de años", dijo Spence, quien ganó el premio Nobel en el 2001.

El laureado economista dijo que espera que "100 a 200 bancos" colapsen en USA el próximo año porque muchos no están bien capitalizados y el Gobierno estadounidense dejará que caigan los más pequeños sin intervenir.

"Si uno hace una presunción razonable sobre el valor de los activos que ellos tienen, es menos que los pasivos, de manera que están en bancarrota", dijo.

La caída del sector vivienda estadounidense ha causado graves grietas a los mercados financieros globales, luego de que el incumplimiento de los préstamos hipotecarios, que fueron empaquetados y revendidos por muchos bancos como deuda de riesgo, acabó con la liquidez de los mercados a nivel mundial.

En la última debacle, el Gobierno de USA asumió el control de los gigantes de financiamiento hipotecario Fannie Mae y Freddie Mac, que han sufrido pérdidas combinadas por casi US$ 14.000 millones en los últimos 4 trimestres y cuyas deudas están colocadas en muchos bancos centrales del mundo.

La medida, destinada a evitar que se profundice la turbulencia del mercado, representó lo que podría ser el mayor rescate financiero del Gobierno en la historia del país.

Fannie y Freddie poseen o garantizan cerca de la mitad de los US$ 12 billones de la deuda hipotecaria de USA.

Spence dijo que el Gobierno actuó correctamente al intervenir a Fannie y Freddie porque así redujo el riesgo de un mayor endurecimiento del crédito en los mercados, pero que ahora necesita colocar rápidamente dinero en esas compañías para que puedan seguir comprando hipotecas.

Pero agregó que las firmas y el Gobierno no deberían comprometerse en compras "irresponsables" de casas sobrevaluadas.

"Lo que realmente necesitamos es financiar compras legítimas de casas y negocios que quieran obtener préstamos", dijo.

Nueve bancos estadounidenses han quebrado en lo que va del año y la Corporación Federal de Garantías de Depósitos dijo que el número de bancos con problemas en USA nidos subió un 30% a 117 instituciones en el segundo trimestre

– Lehman adelanta negociaciones para ponerse a la venta (The Wall Street Journal – 12/9/08)

(Por Matthew Karnitschnig, Carrick Mollenkamp, Susanne Craig y Annalena Lobb)

Lehman Brothers Holdings Inc. se está ofreciendo en venta a compradores potenciales, incluyendo a Bank of America Corp., reveló ayer una fuente al tanto.

La Reserva Federal de EEUU (Fed) y el Departamento del Tesoro han estado trabajando con Lehman para ayudar a resolver la situación del banco, incluyendo hablar con compradores potenciales de la firma, de acuerdo con personas familiares con la situación.Se espera que cualquier resolución no implique un rescate al estilo del que el gobierno desplegó para salvar al banco de inversión Bear Stearns Cos. y a los gigantes hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac. Un acuerdo podría ser cerrado antes de la apertura de los mercados asiáticos el lunes, aunque mucho podría cambiar hasta entonces.

La necesidad de ser adquirida se intensificó luego de que las acciones de Lehman cayeran 42% en la sesión del jueves, creando nuevas dudas sobre su habilidad para negociar con otras firmas de Wall Street y a la vez retener a sus mejores talentos.

Sin embargo, los compradores potenciales aún se mantienen aprehensivos sobre la salud financiera de Lehman y esperan un apoyo más abierto del gobierno.

Lehman no respondió de inmediato a un pedido para que comentara sobre el tema.

Bank of America, que sostiene conversaciones preliminares para un acuerdo, parecía ser la mejor esperanza de Lehman el jueves por la tarde. El banco sólo concretaría la operación si es animado por el gobierno federal, ya que por el momento tiene las manos llenas digiriendo a la firma hipotecaria Countrywide Financial Corp.

Aún así, personas involucradas en las negociaciones aseguraron el jueves que es demasiado pronto para decir qué forma tomaría una venta, si es que se llega a concretar.

Sin el apoyo explícito del gobierno, otros compradores potenciales no han mostrado interés en absorber a Lehman y su balance de US$ 600.000 millones.

Por ejemplo, Goldman Sachs no está lanzando una oferta por la empresa, dice una fuente. Tampoco se cree que participen otras firmas de renombre, incluyendo al banco francés BNP Paribas SA, el británico HSBC Holdings PLC, el alemán Deutsche Bank AG y el español Banco Santander SA.

Un banco que podría estar interesado sería Barclays PLC, el tercero del Reino Unido, el cual ha estado ansioso por expandir su franquicia de banca de inversión alrededor del mundo.

Después de ganar terreno en la tarde de ayer, la acción de Lehman volvió a retroceder antes de que cerrara el mercado, terminando el día con una caída de US$ 3,03, a US$ 4,22.

La Presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, dijo el jueves que el impacto de Lehman Brothers en los mercados de crédito tendría que ser evaluado antes de que el gobierno federal organizara un paquete de rescate.

Pelosi agregó que la pregunta clave para cualquier institución financiera sería su impacto sobre el mercado de crédito, los mercados financieros más amplios y sobre los consumidores en general.

Pelosi no respondió directamente sobre si el gobierno debería intervenir para rescatar a Lehman Brothers del colapso.

Frente a la sede principal del banco, en Manhattan, los empleados en su hora de almuerzo o aquellos que salían a fumar, discutían el futuro de la compañía. Muchos sonaban aturdidos.

"Se acabó, a menos de que alguien nos compre en las próximas 24 horas, se acabó", dijo un joven que hablaba por celular y que prefirió no revelar su nombre.

En un local de comida rápida al otro lado de la calle, la gente que esperaba en fila comentaba el desplome en el precio de la acción de Lehman y los titulares más recientes de la cadena de noticias CNBC.

Afuera del lugar, un grupo de tres hombres con carnés de Lehman que caminaban en dirección a la sede del banco hablaban sobre las consecuencias para otras firmas de Wall Street.

"¿Dónde se detiene todo esto?", preguntó uno de ellos mientras regresaba a su oficina.

– Al rescate de Lehman Brothers (BBCMundo – 13/9/08)

El Banco de la Reserva Federal de Nueva York mantuvo una reunión de emergencia con algunos líderes políticos y del sector financiero para discutir el futuro del banco de inversiones Lehman Brothers.

Uno de los asistentes al encuentro de alto nivel fue el secretario del Tesoro estadounidense, Henry Paulson.

La compañía anunció recientemente que -en medio de la crisis que azota los mercados internacionales- ha sufrido pérdidas masivas

El precio de sus acciones ha caído más de 99% desde febrero del año pasado.

Los ejecutivos de la entidad bancaria se enfrentan a una carrera contrarreloj, pues tienen plazo hasta el domingo en la noche para encontrar a un nuevo propietario.

El especialista en temas financieros de la BBC, Robert Peston, dijo que el Banco de America es el principal candidato para adquirir a Lehman. Sin embargo, Barclays podría jugar un papel clave en su rescate.

Consecuencias

Banqueros cercanos a Lehman señalaron que de no llegar a un acuerdo, las consecuencias podrían ser devastadoras para el banco.

"Si no se consigue una solución para el momento que Asia comience sus operaciones financieras el lunes, las repercusiones serán desastrosas", le dijo un banquero de alta jerarquía a la BBC.

Por otra parte, nuestro especialista dijo que el Tesoro de Estados Unidos está trabajando asiduamente, detrás de vestidores, para facilitar la adquisición del banco.

Peston dijo que Barclays ha participado en las negociaciones para comprar a Lehman en su totalidad o una parte de la empresa. Sin embargo, una solución casera, de la mano del Banco de América, es lo que se vislumbra más claramente.

El fondo de gerencia de negocios de Lehman, que se encuentra en relativamente buenas condiciones, podría venderse separadamente.

Lehman anunció la más grande pérdida de su historia el miércoles y los inversionistas se mantienen incrédulos de los planes del banco para fortalecer sus finanzas.

Las acciones de Lehman cayeron 13,5% para cerrar en US$ 3,65 en la bolsa de Nueva York. El descenso que se registró el jueves fue de alrededor de 40%.

– Lehman Brothers (1844-2008) (El Confidencial – 13/9/08)

(Por Eduardo Segovia / Elena Herrero-Beaumont)

El silencio que reina en algunos departamentos de Lehman Brothers es helador. "Los directores de Tesorería en Nueva York ya han optado por no ir a trabajar", dijeron a El Confidencial fuentes próximas al banco de inversión. "No hay negocio, nadie quiere contratar con ellos". El trágico panorama de estos días es radicalmente diferente a la efervescencia que vivía hace poco más de medio año el banco de inversión más antiguo de los Estados Unidos. Efervescencia como culmen de un crecimiento imbatible que ha caracterizado a la entidad a lo largo de sus 164 años de existencia.

El batacazo de esta semana ha sido especialmente doloroso para un banco que no ha hecho más que crecer y superar con éxito obstáculos imposibles desde que nació como tienda de ultramarinos en la Alabama de 1844. Hasta hace poco más de un mes, Lehman era la cuarta financiera más grande de Wall Street por valor de mercado. Ha sobrevivido a todas las crisis económicas de los siglos XIX, XX y XXI, y ha sabido aprovechar los profundos cambios que ha experimentado la economía norteamericana durante todo este tiempo para impulsar con éxito su negocio financiero.

En el 2007 y por cuarto año consecutivo, la "Financiera más Admirada" según la revista Fortune, registró niveles récord en su beneficio neto por acción; en el 2006, ocupó el primer puesto en el ranking anual de Barron"s 500 -que mide el rendimiento de las corporaciones más importantes de Estados Unidos y Canadá-; y en el 2005, Standard & Poor"s, la agencia de calificación de riesgo, subió el rating de la deuda de Lehman a largo plazo de A a A+, citando la efectiva diversificación de sus ganancias y la buena gestión del riesgo.

Pero la euforia ha sido la principal enemiga de la previsión. Mientras otros bancos se anticipaban al tsunami financiero que estalló en el verano del 2007, Lehman seguía disfrutando de la abundancia acumulada en el transcurso de casi dos siglos de victoria. Tras el esplendor, sin embargo, los activos basura se multiplicaban como un cáncer. Lo acontecido esta semana ha sido la crónica de casi una muerte anunciada. Casi.

Buscando desesperadamente a un comprador

Este fin de semana será crucial para la salvación o la quiebra de Lehman. La Reserva Federal y el Tesoro de EEUU comenzaron el jueves a buscar a contrarreloj un comprador para el banco ante el derrumbe de su cotización en bolsa. Los nombres que más suenan son los de Bank of America (sólo o con varios fondos) y Barclays, pero parece que está costando bastante más encontrar a alguien dispuesto a "comerse el marrón" que en el caso de Bear Stearns, comprado por JP Morgan con la mediación de la Fed en marzo.

Lehman Brothers, que estaba en el ojo del huracán desde hace semanas (y que el lunes veía dimitir a su histórico máximo responsable en Europa y Asia, Jeremy Isaacs), se hundió un 45% el miércoles tras anunciar el fracaso de las conversaciones para dar entrada en su capital a la entidad coreana KDB, que era la gran esperanza de salvación del banco.

El derrumbe se interrumpió el miércoles pasado pese a anunciar unas escalofriantes pérdidas trimestrales de 3.900 millones de dólares. Sin embargo, el mercado acogió inicialmente con optimismo el anuncio de una batería de medidas para enderezar su rumbo: recorte del dividendo por un importe de 450 millones, la venta masiva de activos tóxicos inmobiliarios y la de algunas unidades como la gestora Neuberger Berman, que cuenta con el 70% de los 280.000 millones de dólares de patrimonio gestionado del banco.

Pero la alegría duraba poco. El jueves volvía a desplomarse más del 40% después de que Moody"s anunciaba que rebajaría su rating si no encontraba un socio financiero más fuerte. Además, su rival Merrill Lynch echaba más leña al fuego diciendo que Lehman podía venderse por el precio de una acción. La situación estaba fuera de control, lo que obligaba a las autoridades a tomar cartas en el asunto para buscar un comprador. Y en ésas estamos.

¿De dónde viene la crisis? El problema es la elevada exposición inmobiliaria del banco, sobre todo en el sector comercial -32.600 millones de dólares- y menos en el residencial -17.200 millones-. Casi toda esta exposición son créditos y activos (edificios, participación en centros comerciales, etc.), no derivados de crédito, ni titulizaciones, ni CDOs. Aunque la mayor parte de esos créditos no son morosos, Lehman tiene que valorarlos al precio de mercado (el famoso mark to market) y en muchos casos el tipo de interés al que se concedieron esos préstamos es inferior al coste de financiación actual del banco. En el tercer trimestre, las provisiones por esta valoración fueron de 6.400 millones de dólares, que se comieron todo el beneficio ordinario y provocaron esas pérdidas de 3.900 millones.

Las prisas por salvar Lehman responden al desplome de la cotización y al riesgo de que los clientes huyan del banco y de que sus acreedores le corten el crédito. Y, al igual que ocurría con Bear Stearns, la participación del Tesoro y la Fed en la operación trata de evitar un efecto dominó que arrastre al conjunto del sistema financiero por su exposición directa a Lehman o por el riesgo de contrapartida en su operativa como broker. Aunque su situación de liquidez es más sólida que la de Bear, como certifica Standard & Poor"s (tiene 40.000 millones en caja), la espiral en la que ha entrado le aboca sin remedio a la venta.

El gobierno no puede salir al rescate

El problema es que Lehman no puede ser rescatado directamente por el Gobierno, por dos razones: primero, porque Bush acaba de gastarse 140.000 millones de dólares (como mínimo, porque seguramente será mucho más) en salvar a Fannie Mae y Freddie Mac, con una economía al borde de la recesión y con un déficit público galopante; y segundo, porque en este caso no hay un interés social de salvar el mercado hipotecario que justifique una medida tan intervencionista y contraria a la cultura norteamericana.

Así que la única opción es repetir la jugada de Bear Stearns. Aunque el valor de Lehman tras el derrumbe en bolsa apenas supera los 2.000 millones de dólares, los potenciales compradores quieren que el Gobierno les dé una garantía contra potenciales pérdidas derivadas de la operación, al igual que hizo entonces con JP Morgan (en aquel caso, el Ejecutivo se comprometió a absorber pérdidas potenciales de hasta 29.000 millones). Y ése parece ser el principal escollo para alcanzar un acuerdo: aunque no sea el comprador, la Administración Federal es muy reticente a conceder este tipo de avales por el peligroso mensaje que está lanzando de que va a rescatar a cualquier entidad con problemas.

Las contrapartidas son el riesgo moral de estas operaciones -las autoridades salvan a los bancos que se han hinchado a ganar dinero con prácticas excesivamente arriesgadas-, así como los daños para los accionistas -cuyos títulos ya no valen prácticamente nada- y los titulares de bonos -que no saben su podrán recuperar su dinero-.

Según el Wall Street Journal, el objetivo de las autoridades norteamericanas es anunciar un acuerdo antes de la apertura asiática del lunes (en la madrugada del domingo al lunes en Europa). Estas prisas reducen notablemente el número de potenciales compradores, puesto que quedan excluidos los bancos con grandes diferencias horarias como los japoneses (se ha hablado de Nomura) o que tienen que obtener una aprobación de su regulador para una operación de este tipo.

Las entidades con tamaño y capacidad suficientes para absorber Lehman son un grupo muy reducido. En EEUU, aparte de Bank of America, aparece Goldman Sachs, que desmintió estar interesado el jueves. En Europa sólo el británico Barclays aparece en las quinielas, puesto que BNP Paribas, HSBC, Deutsche Bank -que ayer cerró la compra de Postbank- y Santander no parecen tener interés. Si no se encuentra un comprador individual, el Tesoro y la Fed podrían optar por trocear Lehman y venderlo en pedazos a un consorcio, al estilo de ABN Amro: banca de inversión, gestión de activos y negocio inmobiliario (a precios de ganga, claro).

El Financial Times anunciaba ayer por la tarde que un consorcio formado por Bank of America, el fondo de capital riesgo JC Flowers (que ya intentó comprar Northern Rock) y el fondo soberano chino CIC estudia presentar una oferta. En todo caso, todos los expertos insisten en que la clave está en que el Gobierno ofrezca algún tipo de protección contra posibles pérdidas.

– Bank Of America compra a Merrill Lynch por US$ 44.000 millones (The Wall Street Journal – 14/9/08)

(Por Matthew Karnitschnig, Carrick Mollenkamp y Dan Fitzpatrick)

En un acelerado esfuerzo por capear la tormenta que está afectando al sistema financiero estadounidense, Merrill Lynch & Co. llegó a un acuerdo durante la noche del domingo para venderse a Bank of America por cerca de US$ 44.000 millones, según fuentes al tanto.

Tal acuerdo, el cual se forjó a lo largo de 48 horas de negociaciones frenéticas, podría cambiar la cara de la banca estadounidense instantáneamente, convirtiendo al principal gigante del sector en una organización mucho mayor.

Impulsado por su presidente ejecutivo Kenneth Lewis, Bank of America ya ha llevado a cabo decenas de adquisiciones grandes y pequeñas, incluyendo la compra de la alicaída firma hipotecaria Countrywide Financial Corp. a principios del año. Al agregar a Merrill Lynch, controlaría la mayor fuerza de corredores de acciones del país así como un respetable banco de inversión.

Una combinación crearía un banco de largo alcance, involucrado en casi todos los rincones del sistema financiero, desde las tarjetas de crédito y préstamos automotrices a salidas a bolsa, asesoría de fusiones y gestión de fondos.

También mostraría cómo la crisis del crédito ha creado oportunidades para los compradores bien posicionados. A US$ 44.000 millones, cerca de US$ 29 la acción, Merrill sería vendido a cerca de dos tercios de su valor hace un año y a la mitad de su punto más alto alcanzado a principios de 2007.

Bank of America y Merrill Lynch no hicieron comentarios al respecto.

Merrill le daría a Bank of America fortaleza en todo en mundo, incluyendo mercados emergentes como India. Merrill también es fuerte en financiamiento, un área que Bank of America identificó la semana pasada en una conferencia de inversionistas cómo un lugar en el que degustaría ser más agresivo.

Un acuerdo sería más dramático si se tiene en cuenta que Merrill, luego de la llegada de su presidente ejecutivo John Thain, hizo más que cualquiera de los otros gigantes para protegerse de la crisis que comenzó el año anterior. Recaudó grandes cantidades de capital, se deshizo de activos tóxicos y vendió grandes participaciones, como la que tenía en el gigante de información financiera Bloomberg. El que Merrill haya optado por ponerse en venta subraya la severidad de la crisis.

– Lehman, hacia la bancarrota (BBCMundo – 15/9/08)

edu.red

El sistema financiero de Estados Unidos sufrió varios golpes en una dramática jornada nocturna este domingo en que la casa matriz de uno de los principales bancos estadounidenses, Lehman Brothers, anunció que se declarará en bancarrota.

Además, la mayor empresa de corredores bursátiles del mundo, Merrill Lynch, será adquirida por el Bank of America por unos US$ 50.000 millones, y se informó que la principal aseguradora mundial, American International Group, AIG, está en la búsqueda de US$ 40.000 millones de fondos de emergencia de la Reserva Federal.

Mientras, un grupo de diez bancos internacionales anunció este domingo un programa de préstamos de US$ 70.000 millones para empresas con problemas y hacer frente a la crisis de crédito que amenaza la estabilidad del sistema financiero mundial.

El anuncio se produjo para hacer frente a las consecuencias de la quiebra de Lehman Brothers, abrumado por sus pérdidas en el sector hipotecario, después de que fracasaran las conversaciones para intentar encontrar un comprador.

La firma reportó pérdidas de US$ 7.000 millones relacionadas con inversiones hipotecarias.

Los dos potenciales compradores que había hasta ahora parecen haberse retirado de las conversaciones para rescatar a Lehman Brothers, el cuarto banco de inversiones más grande de EEUU.

La casa matriz, Lehman Brothers Holdings, Inc., explicó que planea acogerse a la protección por bancarrota, pero la presentación al Capítulo 11 no incluirá sus operaciones de correduría/corredor y otras actividades.

La quiebra del banco estadounidense podría provocar una severa conmoción del sistema financiero global.

Aporte millonario

En un comunicado, diez bancos internacionales, entre ellos el Bank of America, Barclays, Deutsche Bank y UBS, indicaron que cada uno aportará US$ 7.000 millones al fondo para hacer frente a la crisis crediticia.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, dijo este domingo que apoyaba las acciones de los participantes del mercado para fortalecer y realzar la industria financiera.

"Aprecio particularmente los esfuerzos de los participantes del mercado que se aunaron este fin de semana e iniciaron una serie de pasos para facilitar la organización y la estabilidad en nuestro nuestros mercados financieros…", dijo Paulson en una declaración.

Los bancos participantes podrán recibir una inyección de liquidez de hasta un máximo de un tercio del valor total del fondo, según el comunicado, que indica que otras entidades financieras podrían sumarse y expandir el valor del fondo.

La solución inicial para Lehman Brothers, que incluía la venta de sus activos rentables al grupo británico Barclays, no prosperó este domingo después de que los compradores se retiraran ante la negativa del Tesoro a darle respaldo financiero a la operación.

El Tesoro de Estados Unidos, que en marzo pasado salió en defensa del banco Bear Stearns y que hace una semana intervino a favor de las hipotecarias Freddie Mac y Fannie Mae, rechazó hacer lo mismo a favor de Lehman Brothers al considerar que ello haría que los bancos reclamaran siempre el respaldo del estado en estas situaciones, según informó la agencia de noticias EFE.

Lehman Brothers emplea a unas 25.000 personas en todo el mundo.

El editor de negocios de la BBC, Robert Peston, dice que la decisión de Barclays de no realizar un acuerdo con Lehman es un enorme obstáculo para los esfuerzos de rescate.

– Terremoto en Wall Street: Lehman anuncia su quiebra y Bank of America compra Merrill Lynch (Cinco Días – 15/9/08)

El sector financiero que ve la luz hoy no es el mismo que se despidió de los mercados el viernes. Lehman Brothers instará hoy su quiebra y Merrill Lynch cerró a altas horas de la madrugada su venta a Bank of America por 50.000 millones de dólares (34.725 millones de euros) para evitar la misma suerte que Lehman. AIG, la mayor aseguradora del mundo, buscaba también la manera de capear una crisis que está cambiando a Wall Street aceleradamente y que obligó anoche a la Reserva Federal a ampliar los avales que acepta en su ventanilla de descuento. Los operadores se prepararon el domingo para un día difícil en los mercados que empezaba con fuertes caídas en Asia y una fuerte depreciación del dólar.

(Por Ana B. Nieto / Nueva York)

Pocos fin de semana han sido tan dramáticos y tan dignos de recordarse en la historia financiera como el que hace apenas unas horas se acabó en Nueva York.

Lehman Brothers agotaba el domingo sus posibilidades de supervivencia. El banco, dirigido por Richard Fuld se quedó sin compradores y en la madrugada del lunes confirmó que presentará por la mañana la quiebra. Ni el británico Barclays, ni Bank of America respondieron a la llamada de las autoridades americanas que mediaron, sin éxito, para cerrar la compra parcial o total de esta institución de 158 años de antigüedad.

El banco, que emplea a unas 25.000 personas en todo el mundo, se había puesto en venta fines de la semana pasada y a contrarreloj. La Reserva Federal, la SEC y el Tesoro mediaron para hacer posible una transacción que salvara a una firma agobiada por los peores resultados de su historia y una cartera de activos inmobiliarios comerciales que han hundido la confianza en el banco.

Las autoridades económicas asumieron este papel de mediadores, y fueron ellos los que llevaron a los bancos a la mesa de negociaciones durante todo el fin de semana, después de dejar claro que no se iba a dedicar más dinero público a evitar el colapso de una firma de Wall Street. No después de Bear Stearns en marzo ni la reciente intervención en Fannie Mae y Freddie Mac. Esta falta de apoyo financiero público disuadió a los posibles compradores de cerrar la operación.

El destino de Lehman ha puesto en guardia y a la defensiva a Merrill Lynch, un gigante de la banca con unos 60.000 empleados en todo el mundo. Merrill era, presumiblemente, el siguiente banco en sufrir la intensa presión de sus cuentas en un ambiente en el que la desconfianza se ha hecho fuerte. La semana pasada el valor de Merrill perdió un 36% en el mercado y antes de que la depreciación fuera mayor, el consejero delegado de Merrill, John Thain, orquestó este fin de semana la venta de la entidad a Bank of America.

Thain se aproximó a Morgan Stanley y otros bancos europeos pero ayer en las primeras horas de la madrugada en Nueva York Bank of America confirmaba que compraba la entidad. Tras una negociación de 48 horas, Kenneth Lewis, el consejero delegado de Bank of America, cerró un acuerdo valorado en 50.000 millones de dólares en acciones y cuyos detalles se darán a conocer a medio día.

Bank of America, la única entidad comercial verdaderamente nacional en EE UU y con sucursales de costa a costa, se convierte así en un gigante global, y refuerza así su división de banca de inversión e intermediación con uno de los bancos más ubicuo del mundo. El impacto sobre las plantillas es desconocido pero esta ola de fusiones, absorciones va a pasar una severa factura a Nueva York, una ciudad que depende en muy buena medida del sector financiero.

Las reuniones que durante este fin de semana han mantenido los responsables de la banca de inversión y las autoridades federales en la sede de la Reserva Federal de Nueva York han ayudado a crear un clima de relativa cooperación entre los bancos y aunque ninguno de ellos quiso tomar parte en un fondo de estabilización para los activos malos de Lehman, si han acordado la creación de un programa para asegurar que, en caso de necesidad, el crédito fluya. En total, son 10 bancos, JP Morgan, Goldman Sachs, Morgan Stanley, Barclays, Bank of America, Merrill Lynch, Credit Suisse, UBS y Deutsche Bank, quienes han creado un fondo dotado de 70.000 millones de dólares (unos 48.500 millones de euros) que permita hacer frente a las necesidades de la banca.

A últimas horas de la noche en la costa este de EE UU la Reserva Federal comunicó que ampliaba el tipo de aval que utilizaba para el uso de su ventanilla de descuento, la herramienta con la que inyecta liquidez a la banca comercial y que fue ampliada a la de inversión tras la debacle de Bear Stearns en marzo.

Mientras tanto, otra firma que igual que Merrill Lynch ha visto como esta semana su valor en bolsa ha perdido un 45%, está buscando soluciones para recapitalizarse. AIG, la mayor aseguradora del mundo planea desprenderse de algunos de sus negocios e incluso acudir a la Reserva Federal en busca de una ayuda que no está claro que la autoridad monetaria pueda ofrecer.

Los operadores de bolsa, especialmente los intermediarios del mercado de derivados se sumaron ayer domingo al inusual momento dramático que se vive en Wall Street. Muchos de ellos volvieron a las oficinas para posicionar sus carteras para hacer frente al que se prevé que sea un difícil lunes. Los operadores del mercado de derivados tomaron posiciones para la eventualidad de que Lehman quebrara. Estos empleados se cruzaron con los coches negros de los consejeros delegados de la banca de inversión (salvo Richard Fuld, de Lehman Brothers) que se reunían en las oficinas de la Fed en la zona sur de Manhattan en uno de los más complicados y transformadores fines de semana de la historia financiera.

– Lehman Brothers se declara en quiebra (Negocios – 15/9/08)

El banco de inversiones Lehman Brothers, el cuarto en EEUU, se declaró hoy en quiebra en una iniciativa que aunque se consideraba ya inevitable tendrá importantes consecuencias para el sistema financiero del país.

Lehman indicó en un comunicado que presentará la documentación necesaria para declararse en quiebra ante el tribunal de Quiebras del Distrito Sur de Nueva York.

Se trata de la quiebra más importante en EEUU desde 1990, cuando presentó la misma declaración Drexler Burnham Lambert, especialista en "bonos basura".

Lehman Brothers, que operaba desde hace 158 años, se convierte en el tercer banco de inversión que desaparece o cambia de manos en seis meses en EEUU, después de que en marzo Bear Stearns obligara a intervenir al Departamento del Tesoro y anoche Bank of America comprara Merrill Lynch por cerca de 50.000 millones de dólares.

Según indicó el atribulado banco, ninguna de sus subsidiarias dedicadas a la intermediación de Bolsa quedará incluida en la declaración de bancarrota y continuarán operando con normalidad.

Según la firma, la declaración de quiebra se produce para proteger sus activos y maximizar su valor.

La quiebra de Lehman se consideraba segura después de que el domingo fracasaran las conversaciones entre las autoridades económicas de EEUU y representantes de las principales entidades financieras para encontrar un comprador.

La situación precipitó no sólo la compra de Merrill Lynch, por unos 44.000 millones de dólares en una operación que dará como resultado un "megagigante" bancario, sino también una serie de iniciativas privadas y públicas para intentar proteger el sistema financiero de las consecuencias de la quiebra…

– Dow cierra 500 puntos a la baja, su peor caída en siete (The Wall Street Journal – 15/9/08)

Los principales índices bursátiles estadounidenses concluyeron el lunes con pronunciados descensos, en una sesión que vio como se evaporaba una de la instituciones más venerables de Wall Street mientras que otra decidía fusionarse para sobrevivir.

El Promedio Industrial Dow Jones cayó 504,48 puntos, o el 4,4%, a 10917,51, su peor descenso porcentual en un día desde el 2002. El índice Standard & Poor's 500 cayó 57,89 puntos, o el 4,6%, a 1193,81, su primer cierre por debajo del nivel de 1200 desde octubre del 2005, y el Índice Compuesto Nasdaq cedió 81,36 puntos, o el 3,6%, a 2179,70. El volumen de acciones negociadas en la Bolsa de Nueva York superó los 8.000 millones…

El Dow se vio afectado en gran medida por el desplome de más del 60% en las acciones de American International Group. La aseguradora está tratando de lograr un "préstamo puente" que la ayude a evitar una rebaja de calificación crediticia luego que Standard & Poor's amenazara el viernes con tomar esa medida. Las acciones de AIG cerraron con un descenso de US$ 7,38, o el 60,79%, a US$ 4,76.

Bank of America, otro componente del Dow, cayó US$ 7,19, o el 21,31%, a US$ 26,55. El banco era uno de los interesados en adquirir a Lehman, pero desistió de su intento luego que quedara en claro que la Reserva Federal no garantizaría la financiación de una adquisición como lo hizo en el caso de Bear Stearns en marzo pasado. En su lugar, Bank of America selló un acuerdo para adquirir Merrill Lynch. La junta directiva de Merrill aprobó la oferta de Bank of America por US$ 29 la acción, lo que valoraría la firma en US$ 50.000 millones. Las acciones de Merrill concluyeron con pocos cambios en US$ 17,06.

El sistema financiero estadounidense fue sacudido luego que Lehman Brothers solicitara protección por bancarrota después de que Bank of America y Barclays PLC decidieran no cerrar un acuerdo con la firma de Wall Street. Las acciones de Lehman perdieron US$ 3,44, o el 94%, a US$ 0,21 centavos. "Esto no tiene precedentes", afirmó Anthony Conroy, jefe de negociación de renta variable de BNY ConvergEx. "El Wall Street que conocíamos desapareció y el grado de cambios y el paso en que está cambiando" es impactante.

También dentro del Dow, las acciones de General Electric continuaron su retroceso del viernes y cayeron US$ 2,15, o el 8,04%, a US$ 24,60, debido a la preocupación sobre las operaciones de servicios financieros de la firma. Entre otros componentes del Dow, Alcoa perdió US$ 1,74, o el 6,07%, a US$ 26,93; American Express cedió US$ 3,47, o el 8,91%, a US$ 35,48; Citigroup bajó US$ 2,72; o el 15,41%, a US$ 15,24; General Motors retrocedió US$ 1,57, o el 12,07%, a US$ 11,44 y JP Morgan perdió US$ 4,17, o el 10,13%, para cerrar en US$ 37,00.

– Lehman en bancarrota: ¿qué se dice? (BBCMundo – 15/9/08)

¿Qué dicen los expertos sobre la caída del cuarto banco de inversión del mundo, Lehman Brothers?

ALAN GREENSPAN, EX DIRECTOR DE LA RESERVA FEDERAL DE EEUU

"Veremos el fracaso de otras compañías financieras importantes. Pero esto no será necesariamente un problema.

Depende de cómo se maneje la situación y de cómo se lleven a cabo las liquidaciones.

Asimismo, no deberíamos tratar de proteger a todas las instituciones. Los cambios en el mundo financiero traen ganadores y perdedores".

PETER KENNY, KNIGHT EQUITY MARKETS

"El sistema financiero de EEUU está viendo que las placas tectónicas bajo sus cimientos están moviéndose como nunca antes.

Es un mundo financiero nuevo al borde de una completa reorganización".

PETER MORICI, UNIVERSIDAD DE MARYLAND

"Para los directivos de Lehman será difícil igualar las compensaciones generosas de otras firmas, tendrán que ajustarlas a niveles más realistas. Se necesita aplicar esquemas responsables para recomponer Wall Street.

Las compensaciones basadas en el desempeño de los empleados en Lehman y en todo Wall Street -que pagan bonos millonarios cuando los banqueros aciertan pero que pasa las pérdidas a los accionistas cuando les va mal- generaron la desestabilización del sistema hipotecario y provocaron una crisis crediticia y la casi desaparición de bancos y agentes financieros".

TERRI SMITH, DIRECTOR EJECUTIVO TULLET PREBON

"Ya pasó el momento del pánico. Estos son ciertamente eventos sísmicos. Creo que las medidas que se han tomado hasta ahora han sido las más inteligentes que hemos visto, como dejar caer a Lehman debido a sus fallos, pero a la vez sosteniendo a la siguiente empresa en la cadena, Merrills".

JON MOULTON, ALCHEMY PARTNERS

"AIG fue hasta hace poco la compañía de seguros más importante del mundo. Le proporciona a los bancos un capital de más de cien mil millones de dólares. Ahora también está en problemas. Estos tiempos son inauditos. Todo esto podría indicarnos cuál es el punto que está fallando".

– Hacia un nuevo orden financiero (Cinco Días – 16/9/08)

(Por Ana B. Nieto / Nueva York)

Lehman puso fin ayer a 158 años de historia al instar su quiebra ante un juzgado tras truncarse su posible venta el domingo. El deterioro de la situación forzó a Merrill Lynch a entablar unas meteóricas conversaciones con Bank of America para cerrar la suya la pasada madrugada. El modelo de entidad de corretaje independiente se cuestiona en un día histórico que además tuvo que digerir la crisis abierta en AIG.

Los empleados de la sede de Lehman Brothers en Manhattan salían ayer del edificio con sus efectos personales pocas horas después de que los abogados presentaran la quiebra ante el juzgado de James Peck, en Manhattan. Lehman, un banco que emplea a 25.000 personas en todo el mundo y ha estado dirigido por Richard Fuld desde 1994, presentaba al juez una documentación en la que se daba cuenta de una deuda de más de 613.000 millones de dólares y activos valorados en 639.000 millones.

Las magnitudes convierten a Lehman, el banco de inversión y firma de corretaje más pequeña de Wall Street, en el protagonista de la mayor quiebra de la historia.

El ambiente era de tristeza y enfado entre unos empleados que han perdido buena parte de sus ahorros, salarios y trabajos con la rápida caída de una empresa que hasta hace una semana defendía sus liquidez y viabilidad, pero que no pudo venderse este fin de semana ni siquiera con la mediación de la Reserva Federal (Fed), la SEC y el Tesoro.

La negativa a proveer de ayudas públicas a los posibles compradores, Bank of America y Barclays, arruinó esta operación de salvamento. Ayer, en rueda de prensa, Henry Paulson, secretario del Tesoro, afirmaba que la circunstancias del rescate de Bear Stearns en marzo, donde sí hubo dinero público, eran distintas que las de Lehman, aunque evitó dar las razones de ello.

La quiebra de Lehman se está viviendo en unas horas dramáticas, que ya han cambiado al sector en solo un fin de semana, y ha desencadenado una cadena de efectos que al cierre de esta edición no habían cesado, pero que incluía la sorprendente y meteórica venta de Merrill Lynch a Bank of America.

AIG pide una ayuda de carácter extraordinario a la Reserva Federal y a su regulador

El eslabón más débil de esta cadena financiera y la entidad más vigilada por la banca mundial era ayer AIG, una aseguradora que ha visto cómo su capitalización se ha ido evaporando en las últimas semanas y que ayer trataba de llegar a un acuerdo con la Reserva Federal y con el Gobierno del Estado de Nueva York (su regulador) para facilitar el acceso a 20.000 millones de dólares de capital proveniente de sus subsidiarias.

Con ese capital y 20.000 millones más derivados de la inmediata venta de activos, AIG quería solucionar sus problemas de liquidez, dificultades que según el Gobernador de Nueva York, David Patterson, le impiden conducir sus operaciones diarias. AIG negociaba con la Reserva Federal de Nueva York un préstamo por valor de 20.000 millones que se avalaría con los activos que quiere poner a la venta. Está por ver que la Reserva, una institución que no tiene ninguna autoridad sobre las aseguradoras, conceda el crédito. Para estudiarlo, la Fed ha contratado a Morgan Stanley y al bufete de abogados Wachtell, Lipton, Rosen & Katz. Mientras, ayer, casi al cierre de mercado, el Gobierno instó a JPMorgan y a Goldman Sachs que lideraran la creación de un fondo de unos 75.000 millones de dólares del que pudiera tomar prestada la aseguradora. Tanto AIG como un nerviosísimo mercado estaban a la espera de recibir el crítico veredicto de las agencias de rating y la posibilidad de encontrar financiación para evitar la bancarrota.

La incertidumbre hizo que su valor se desplomara un 60,8% en Bolsa.

Lehman, por su parte, tiene ante si la liquidación ordenada del negocio. El grupo comunicó ayer que aún está tratando de vender su gestora de capital, incluida la firma Neuberger Berman, su joya. De momento, esta gestora está funcionando con la normalidad que se podía en un día histórico y convulso como pocos para Wall Street.

Mientras, los empleados de Merrill Lynch se habían desayunado con la noticia de que su banco había sido vendido a Bank of America a 29 dólares la acción, es decir con una prima del 70% sobre su cierre del viernes. En total, el banco que tenía en su logo el toro, el símbolo de los mejores tiempos para la inversión, se ha vendido por 50.000 millones de dólares.

El consejero delegado de Merrill, John Thain, puso así fin a la independencia de un banco de inversión y firma de corretaje con 98 años de historia. Según el propio Thain, la venta fue una consecuencia de la rápida caída de Lehman y la vulnerabilidad de su firma tras la desaparición de la de Fuld. En una rueda de prensa junto con Ken Lewis, presidente de Bank of America, Thain afirmaba que no era así como había imaginado que iba a rescatar a Merrill Lynch cuando fue elevado al puesto de máxima responsabilidad hace menos de un año. No obstante, dijo que las dos entidades cuadran bien y recordó que este es "el momento más difícil que he vivido en los 30 años que llevo en el sector".

Muchos de los empleados estaban en estado de shock pero también muy ocupados en un día en el que la quiebra de Lehman ponía en cuestión el valor de los activos inmobiliarios comerciales de toda la banca y presión en el mercado de los derivados donde Lehman es uno de los mayores jugadores. El temor es que una liquidación desordenada de los activos inmobiliarios de Lehman ejerza más presión sobre el valor de las carteras de otras firmas con activos similares y que éstas se vean abocadas a reajustar a la baja, de nuevo, el precio de lo que poseen. De momento, las gestoras Pimco, Vanguard y Franklin, se encontraban entre las firmas que podrían acumular más pérdidas por su exposición a la deuda de Lehman, algo que se reflejará en los fondos de pensiones de muchos inversores.

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