La FSA va a estudiar las alegaciones de las distintas partes en las próximas semanas, y al comienzo de 2009 publicará sus conclusiones sobre buenas prácticas en la fijación de los bonus en Reino Unido. En el área internacional, Héctor Sants dice que "la FSA está asumiendo un papel prominente en las discusiones (sobre prácticas de remuneración). Para que sea efectiva, la acción en este terreno debe ser lanzada internacionalmente". Muchos de los bancos que regula la FSA tienen negocios por todo el mundo o son subsidiarias de entidades extranjeras, lo que justifica ese enfoque global.
El desplome de los beneficios de la banca y las nuevas prácticas retributivas van a hacer que, según cálculos del Centro de Investigación Económica (Cebr), los bancos de la City (sector financiero británico) paguen 3.500 millones de libras en bonus por el cumplimiento de objetivos en el ejercicio 2008, un 60% menos que en 2007.
Llegan las rebajas
La crisis avanza a pasos de gigante y toca cada vez con mayor virulencia al sector financiero. Los bancos, ahogados en pérdidas millonarias, provisiones gigantes y en plena búsqueda de capital para reforzarse, han empezado a meter la tijera a los salarios variables de sus ejecutivos, tan criticados durante la crisis.
Según la FSA, los bonus deben pagarse a plazos y no totalmente en metálico
Barclays anunció ayer que elimina la retribución variable de sus ejecutivos con cargo a 2008. UBS había aclarado ya que tampoco abonará bonus a su cúpula directiva este año, y que el nuevo modelo de compensaciones premiará también la creación de valor. Siete altos ejecutivos de Goldman Sachs, incluido su consejero delegado, habrían renunciado también a los bonus.
El alemán Deutsche Bank fue el primero en el que sus altos directivos se desprendieron de este pago. La salida de los Gobiernos al rescate de algunas grandes entidades ha impulsado la moderación en los salarios, lo que no significa que en el futuro no se premie a los buenos ejecutivos. Los accionistas tendrán mucho que decir sobre este punto.
– Merrill Lynch: la economía global está en recesión (Cinco Días – 19/11/08)
La economía global está claramente en recesión y tardará algún tiempo en recuperarse, según muestra la encuesta de gestores de fondos de Merrill Lynch. El sondeo refleja que el 84% de los gerentes de fondos ahora piensa que el mundo está en recesión, un aumento desde 69% en octubre y 44% en septiembre. Al mismo tiempo, el 67% dijo que la economía global se debilitaría en los próximos 12 meses. Sólo el 22% consideraba que mejoraría.
La encuesta fue elaborada entre el 7 y el 13 de noviembre, un período en el que las acciones globales se han desplomado un 13%, el petróleo se derrumbó un 30% y el índice de las principales materias primas del mundo se hundió 14%.
Como resultado, los gestores de fondos se vuelcan a activos defensivos como acciones de empresas de servicios públicos, títulos gubernamentales, y efectivo, dijo el sondeo mensual de noviembre. Los inversores se refugiaron en acciones defensivas como farmacéuticas, productos de consumo masivo, telecomunicaciones y servicios públicos.
A nivel regional, los inversores también mostraron su preferencia por acciones estadounidenses debido a una mejor calidad en el potencial de las utilidades.
A pesar del tono desfavorable general del informe, hubo algunas señales de aliento para los más optimistas. El porcentaje de gestores con ponderación inferior al promedio de mercado en acciones cayó a 54% desde 62% en octubre, por ejemplo, mientras que aquellos con ponderación superior al promedio de mercado en bonos, descendió a 37% desde 46%.
La fuga de las acciones de mercados emergentes también parecía haberse estabilizado, con un 30% inferior al promedio de mercado contra 36% el mes previo.
– Trichet cree que el mundo asiste a la peor crisis desde la II Guerra Mundial (Cinco Días – 19/11/08)
"He visto muchas crisis y muy difíciles; es la primera vez que el corazón de las finanzas de los países industrializados está en juego", dijo Trichet en una entrevista con la cadena Sky News que aparece colgada en su página web. "Es nueva y es la primera desde la II Guerra Mundial", insistió el presidente del BCE, y admitió que hay un sistema financiero global que "ha tenido muchos defectos".
No obstante, Trichet se mostró optimista de que la crisis financiera será superada a través de una cooperación global, si bien no quiso decir cuánto tiempo llevará este proceso. Los problemas se resolverán "sólo con los esfuerzos conjuntos de las autoridades", insistió el presidente, y puntualizó que las potencias financieras están "todas en el mismo barco".
Preguntado sobre la posibilidad de que el Reino Unido entre en la zona del euro, Trichet dijo que es un asunto que debe decidir la población británica, si bien resaltó que el país siempre será bienvenido a sumarse a la moneda única en cualquier momento. "Somos totalmente unánimes, en cuanto el Gobierno y la población lo decidan", afirmó.
"Hay muchas ventajas -dijo- asociadas con la finalización del mercado único. No estamos en un mercado único si hay distintas monedas". La semana pasada, la zona del euro entró por primera vez en recesión desde la creación de la moneda única en 1999. Pero el euro se mantiene fuerte frente a la libra esterlina, que en los últimos seis meses ha perdido un 15% frente al euro.
– El pánico a la recesión deja las Bolsas sin defensa alguna (Cinco Días – 20/11/08)
(Por N. Salobral)
El profit warning de Basf, los malos datos económicos de EEUU y la imparable caída de la banca dejaron ayer al Ibex, que cedió el 3,74%, y al resto de los índices muy cerca de los mínimos. La recesión domina el mercado, y el cierre muy negativo de Wall Street, con pérdidas del 6,1% en el S&P, hacen temer hoy lo peor.
Desolación ante la situación económica. Ese es el permanente estado de ánimo del mercado, que se reflejó ayer una vez más en fuertes descensos para la Bolsa europea y estadounidense. La jornada fue un nuevo capítulo dentro del cúmulo de desastres que encaja cada día el mercado, hasta el punto de dejar a los principales índices europeos a las puertas de los mínimos anuales. Basf, la mayor compañía química del mundo, anunció una rebaja en su producción y un recorte en su previsión de resultados para este año, lo que le costó un 13,6% de su valor en Bolsa y, de paso, una caída del 4,9% para el Dax alemán. El Ibex perdió el 3,74%, con un escaso volumen de negocio de 3.534,4 millones de euros, mientras que el Euro Stoxx 50 cayó el 3,9%, el FTSE, el 4,8% y el Cac, el 4%.
La banca vivió otra jornada aciaga, con recortes del 13,2% para Fortis, del 13,3% para Barclays y del 11,2% para BNP Paribas. Santander perdió el 9,98% y fue el principal lastre para el Ibex, que también acusó los descensos de Banesto (-6,56%) y BBVA (-5,45%). El índice sectorial de la banca europea retrocedió ayer el 7,43% y suma una caída del 14,4% en tres días, ante la inquietud por las necesidades de capitalización.
En Estados Unidos, el índice bancario cotiza en mínimos históricos, una adversidad que se suma a la mala salud de la industria del automóvil, pendiente de unas ayudas públicas que no terminan de llegar. General Motors, todo un símbolo de la quiebra, cotiza al nivel de hace 66 años. El índice S&P perdió el 6,12%, mientras que el Dow Jones se dejó el 5,07% y el Nasdaq, el 6,12%.
Junto a las malas noticias empresariales, la macroeconomía también hizo su aportación negativa. El IPC de EEUU descendió en octubre el 1%, su mayor caída desde 1947, en gran medida por el abaratamiento del petróleo.
El dato, más allá del precio de los carburantes, pone de manifiesto la debilidad del consumo en la mayor economía del mundo, que fue detonante para la última bajada de tipos. De hecho, la Fed reconoce, según las minutas de su última reunión que se conocieron ayer, que incluso después de ese recorte, "los riesgos sobre el crecimiento económico se mantendrían"
Además, el mercado inmobiliario estadounidense sigue sin levantar cabeza. La construcción de casas nuevas en EEUU descendió en octubre el 4,5%, a su nivel más bajo desde la Segunda Guerra Mundial. El sector inmobiliario de EEUU atraviesa su peor momento desde 1992 y no tocará fondo hasta el próximo año. Aun así, no todo son malas noticias en EEUU. La encuesta entre gestores de Merrill Lynch revela que es allí donde se esperan los mejores resultados para los próximos doce meses.
– La crisis vuelve a atacar los mercados de acciones y bonos con inusitada violencia (The Wall Street Journal – 20/11/08)
(Por Serena Ng, Liz Rappaport y Lingling Wei)
Los mercados de acciones y bonos alcanzaron ayer sus niveles más bajos desde el inicio de la crisis de crédito, luego de que las preocupaciones por el aumento de las cesaciones de pago impulsaran una ola de ventas que atacó a las firmas financieras con particular virulencia. Las acciones llegaron a su nivel más bajo de los últimos cinco años y medio mientras que los bonos corporativos e inmobiliarios alcanzaron sus mínimos de los últimos 20 años.
Los bancos, las firmas de corretaje y las aseguradoras, grandes tenedores de estos bonos, figuran entre los grandes damnificados. Citigroup Inc., por ejemplo, perdió casi un cuarto de su valor bursátil, sufriendo la mayor caída de su acción en una jornada. La acción de la aseguradora Hartford Financial Services Group se derrumbó 29%.
El Promedio Industrial Dow Jones perdió 427,47 puntos, un 5%, para quedar en 7.997,28 puntos, su nivel más bajo desde el 31 de marzo de 2003. El índice acumula una pérdida de 43,5% desde su récord alcanzado hace poco más de un año. La última caída prácticamente borra todas las ganancias generadas durante el último ciclo alcista del mercado.
Durante el apogeo bursátil, las empresas financieras fueron el principal sector del mercado, representando una quinta parte de su valor total. Tras los descensos de ayer, las empresas de finanzas pasaron a ser el quinto sector de la bolsa, detrás de las de consumo, con una discreta proporción de 12% del valor del mercado.
"La mayor parte del mercado tiene sólo una transacción que ejecutar y es vender. Es un cóctel tóxico cuando todos los que tomaron dinero prestado tienen que cerrar sus posiciones y vender activos", dice Thomas Priore, presidente ejecutivo de ICP Capital, una firma especializada en inversiones en renta fija de Nueva York. Priore cuenta que hace poco se reunió con cerca de 80 inversionistas en Europa "y casi de lo único que hablan es de la magnitud de sus retiros" (de fondos). Eso ha hecho que los gestores de fondos en todo el mundo tengan que vender activos para recaudar el capital que necesitan para pagarles a los inversionistas.
Los inversionistas han soportado varias semanas de malas noticias sobre la economía y los últimos días no han ofrecido mucho alivio. Los máximos ejecutivos de las automotrices estadounidenses soportaron dos días de auténticos interrogatorios por parte de los legisladores que parecen poco proclives a rescatar a la industria. Ayer, asimismo, las minutas de la Reserva Federal mostraron que el banco central espera que la recesión por la que atraviesa la economía estadounidense se prolongue hasta mediados del año próximo y tal vez más.
Según ciertos parámetros, los bonos fueron incluso más vapuleados que las acciones. Los temores relacionados a la desaceleración de la economía y la decisión del gobierno de EEUU de desechar su plan de compra de activos tóxicos de los bancos impulsó la venta masiva. El daño incluso perturbó al mayor refugio del mundo: los bonos del Tesoro de EEUU, un mercado de US$ 4,5 billones (millones de millones).
Los activos más golpeados fueron los bonos de centros comerciales, edificios de oficinas y otras propiedades. Esto arrastró las acciones de fondos de bienes raíces, bancos y aseguradoras que poseen estos valores.
Los bonos emitidos por los gigantes hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac se debilitaron y el retorno de su deuda a dos años trepó a 1,8 puntos porcentuales por encima del bono del Tesoro a dos años, una brecha más amplia que la que existía cuando ambas compañías pasaron a ser controladas por el gobierno en septiembre.
Las bajas implacables en los bonos "chatarra" han llevado los retornos de estos valores de riesgo a más de 20% en promedio sobre los rendimientos de los bonos del Tesoro equivalentes, lo que constituye un récord. Muchos fondos de cobertura se han visto obligados por sus inversionistas a vender bonos chatarra y deuda corporativa para hacer frente a demandas de cobertura suplementaria, y no parece que vayan a tener un respiro en el futuro cercano.
En tanto, el costo de asegurar una amplia gama de deuda corporativa con grado de inversión ahora se encuentra por encima de los niveles alcanzados en los días después de que Lehman Brothers colapsara a mediados de septiembre. Incluso Berkshire Hathaway, el conglomerado ligado al inversionista Warren Buffett y considerado una de las compañías más sólidas de EEUU, fue castigada por el mercado debido a que el costo de proteger las obligaciones del gigante de los seguros se fue a las nubes.
"Las ventas engendran más ventas a medida que nos acercamos a los últimos 45 sangrientos días de 2008. Cualquiera que necesite efectivo se predispone a ser descuartizado en este mercado", dice Geoffrey Gwin, presidente de Group G Capital Partners, un fondo de cobertura de crédito de Nueva York.
Algunas de las caídas más pronunciadas tienen su origen en la decisión de la semana pasada del Departamento del Tesoro de cancelar sus planes para comprar activos tóxicos de las instituciones financieras. Eso desestabilizó parte del mercado hipotecario, dado que los inversionistas esperaban que el plan ayudara a apuntalar los valores ligados a hipotecas comerciales y residenciales. Henry Paulson, secretario del Tesoro, justificó el cambio de rumbo, señalando en una entrevista que colocar capital en las instituciones financieras "tiene más potencia, pero entonces esas instituciones aún se ven atascadas con esos activos. Van a tener que hacer rebajas contables, venderlos con el tiempo, asumir pérdidas".
El Tesoro de EEUU trabaja con la Reserva Federal para desarrollar una nueva línea de crédito para inversionistas que quieran comprar esos valores respaldados por tarjetas de crédito, préstamos automotrices e hipotecas.
Un programa así permitiría a los inversionistas "pedir prestado contra hipotecas de alta calidad", y crear un mercado para los activos en problemas, dijo. Poniéndose a tono con la más reciente caída en el mercado de bonos, el índice de acciones Standard & Poor's 500 cayó 52,54 puntos para ubicarse en 806,58 unidades, sólo 30 puntos por encima de su nivel de octubre de 2002.
– El Nikkei se desploma un 7% contagiado por el temor en los mercados (Cinco Días – 20/11/08)
El índice Nikkei de la bolsa de Tokio cerró hoy con una pérdida del 6,9%, su mayor descenso diario en un mes, arrastrado por las exportadoras ante la firmeza del yen y por los temores en el resto de los mercados sobre el impacto de la crisis global en los resultados corporativos.
En concreto, el selectivo perdió 579,18 puntos, hasta cerrar en las 7.703,04 unidades, el nivel más bajo desde el 28 de octubre, el día en que sufrió su mayor recorte de los últimos 26 años. Con el porcentaje de hoy, el Nikkei lleva un 9% en pérdidas esta semana y alrededor de un 10% en lo que va de mes.
El índice Topix, que agrupa a todos los valores de la primera sección, cedió por su parte 45,15 puntos, o el 5,45 por ciento, hasta los 782,28 enteros.
Las acciones de Mitsubishi UFJ Financial Grup y de otros grandes bancos cayeron después de que los títulos de Citigroup Inc. perdieran un 23% y tocaran su nivel más bajo en 13 años por las dudas de los analistas sobre las perspectivas de supervivencia del gigante estadounidense de las finanzas.
– Las bolsas rusas suspendidas otra vez (El Confidencial – 20/11/08)
Las bolsas rusas MICEX y RTS ha sido suspendidas (y ya son varias veces en los últimos meses) cuando estaba apunto de perder más de un 8%. Los indicadores del país siberiano abrieron hoy a la baja, con descensos del 7,54 y 5,11%, respectivamente, arrastradas por los malos resultados en los parqués internacionales.
Poco después de iniciadas las operaciones, el índice MICEX caía hasta los 516,045 puntos, mientras que el RTS se situaba en los 574,87 enteros. Las mayores bajadas en la RTS, que se negocia en dólares, correspondían a las acciones de la petrolera Lukoil (10,9 por ciento) y del Sberbank (5,7 por ciento).
– El arsenal de la Fed para fomentar el crecimiento (The Wall Street Jurnal – 24/11/08)
(Por Jon Hilsenrath)
La Reserva Federal de Estados Unidos ha llegado a un punto de inflexión.
La economía se sigue deteriorando y el banco central prácticamente ya ha agotado la principal herramienta a su disposición, la tasa de interés a corto plazo. Su meta para la tasa de fondos federales (la tasa a la cual los bancos se prestan entre ellos), ha sido rebajada desde 5,25% a 1% en poco más de un año. Últimamente, la tasa real de los fondos federales con frecuencia es inferior a la meta de 1%.
La economía, sin embargo, necesita ayuda adicional. Eso significa que las autoridades de la Fed probablemente le den su visto bueno al plan de estímulo fiscal que los asesores económicos del presidente electo, Barack Obama, están desarrollando. La Fed, en todo caso, no se ha quedado sin municiones. La entidad evalúa extender nuevas líneas de crédito, nuevos recortes de las tasas de corto plazo y compras de deuda de largo plazo como bonos del Tesoro o la deuda de los gigantes hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac para impulsar a los mercados y la economía.
Los economistas debaten desde hace mucho tiempo cuál es la mejor estrategia para que el banco central apuntale la economía cuando las tasas de interés ya se encuentran en un nivel muy bajo.
Japón enfrentó las mismas dificultades a principios de la década. Uno de los principales estudiosos sobre el tema es Ben Bernanke, quien presentó sus hallazgos en discursos y ensayos que datan de entre 2002 y 2004, cuando la Fed empezaba a considerar este problema. "Las conclusiones que alcanzó en ese entonces todavía son válidas", dice Brian Sack, de Macroeconomic Advisers LLC, un ex economista de la Fed que es autor de un estudio en conjunto con Bernanke.
A continuación, algunos pasos que las autoridades de la Fed deberían evaluar en su próxima reunión, programada para mediados de diciembre:
Actuar con rapidez: Algunos economistas argumentan que, con las tasas de interés tan bajas, la Fed debería conservar sus municiones y no anunciar nuevos recortes, a menos que sea absolutamente necesario. En un discurso reciente en el Instituto Cato, el vicepresidente de la Fed, Donald Kohn, sugirió justamente lo contrario. Si EEUU corre el riesgo de ser presa de un entorno de bajas tasas de interés, crecimiento estancado y una caída abrupta de los precios al consumidor, como el que caracterizó a Japón en los años 90, la mejor estrategia es actuar enérgicamente, dijo Kohn. "Si consideramos tal posibilidad, deberemos ser muy agresivos con nuestra política monetaria, lo más agresivos posibles".
Kohn agregó que cree la posibilidad de que EEUU caiga en una deflación parecida a la de Japón es pequeña, pero que el creciente riesgo de que ello ocurra sugiere que la Fed podría rápidamente llevar las tasas de los fondos federales hacia cero.
Macroeconomic Advisers anticipa un recorte de 0,5% en la próxima reunión de diciembre y posiblemente otra reducción en enero que podría llevar la tasa cerca de cero poco después de que Obama asuma la presidencia.
Nuevas líneas de crédito: Aunque la Fed sólo puede bajar las tasas hasta cierto límite, tiene menos restricciones sobre las líneas de crédito que puede otorgar. Desde fines de agosto, el valor de los activos en manos de la Fed ha crecido de menos de US$ 900.000 millones a más que US$ 2 billones (millones de millones). La Fed ha esencialmente creado efectivo y lo ha usado para financiar una enorme lista de líneas de crédito, incluyendo un programa para intervenir en el mercado de financiamiento de corto plazo al comprar papeles comerciales de empresas privadas, uno para rescatar préstamos de la aseguradora American International Group Inc. y otro para inyectar dólares en instituciones financieras fuera de EEUU a través de otros bancos centrales.
Tasas largas: La Fed podría intentar reducir las tasas a largo plazo, lo que podría disminuir los costos de todo, desde las hipotecas a 30 años hasta la financiación de automóviles y los bonos corporativos a mediano plazo.
"Las tasas que vencen a plazo más largo son las que más importan para la actividad económica", dice Vincent Reinhart, ex economista de la Fed. La Fed lo podría hacer mediante la compra de bonos del Tesoro o deuda de Fannie Mae y Freddie Mac de largo plazo. Las compras elevarían el precio de esta deuda y, en consecuencia, reducirían sus rendimientos.
Comunicación efectiva: La Fed podría tratar de influir sobre las tasas de largo plazo al prometer mantener bajas las tasas de interés a corto plazo por un período prolongado.
La Fed dio un paso similar en 2003, cuando se comprometió a mantener las tasas de interés bajas por "un período considerable". Se trató de una medida polémica, que posiblemente ayudó a disparar el período de especulación hipotecaria posterior.
Una manera de evitar que se repita el último episodio sería condicionar dicho compromiso con las tasas bajas al ofrecer, por ejemplo, una promesa más explícita de volver a aumentarlas después de que se estabilicen los mercados.
– Ondas concéntricas: la tempestad se extiende a la banca comercial (El Confidencial – 24/11/08)
Nadie está a salvo. La tempestad financiera ha saltado de la banca de inversión -arrasada en septiembre y octubre a raíz de la quiebra de Lehman Brothers- al segmento que hasta ahora estaba a salvo: la banca comercial norteamericana. El que hasta hace dos años fuera el mayor banco del mundo, el creador del concepto de holding financiero, el mismísimo Citigroup, ha tenido que ser rescatado por el Gobierno de forma urgente para evitar una quiebra de consecuencias cataclísmicas para el sistema financiero internacional.
Hasta ahora, los grandes vencedores de la crisis habían sido los grandes holdings financieros -entidades que combinan la banca comercial con la de inversión- como JP Morgan, Bank of America o el propio Citi, ya que su negocio tradicional de depósitos y financiación del consumo les ofrecía un colchón contra las fuertes pérdidas del área de banca de inversión.
Pero, mientras los dos primeros habían salido reforzados hasta ahora -JP Morgan compró a precio de saldo Bear Stearns y Wahington Mutual, y Bank of America se quedó con Merril Lynch-, Citi se encontraba en una situación mucho más delicada: Citi había caído al quinto puesto de la banca norteamericana por capitalización y ha presentado pérdidas durante cuatro trimestresconsecutivos por un total de 20.000 millones de dólares.
La puntilla llegó la semana pasada, cuando la cotización del banco se hundió literalmente (un 60% la semana pasada y un 83% en lo que va de año) por la desconfianza del mercado en la capacidad de Citi para salir adelante en solitario pese al anuncio de 52.000 despidos y un recorte de costes de 2.000 millones de dólares al trimestre. Este derrumbe había desatado el temor a una retirada masiva de depósitos que habría provocado la quiebra de una entidad con un balance de 2 billones de dólares y operaciones en más de 100 países.
65.000 millones en nuevo capital
Así, después de un fin de semana de intensas negociaciones entre el Tesoro, la Fed, la Aseguradora Federal de Depósitos (FDIC) y Citi, se ha aprobado el mayor rescate de la historia si sumamos todas las medidas: 65.000 millones de dólares en inyecciones y avales por importe de otros 306.000 millones.
La primera cifra comprende varias magnitudes: 20.000 millones de inyección directa de capital, a cambio de los cuales el Tesoro recibirá acciones preferentes de la firma al 8% de interés; otros 7.000 millones en preferentes como pago por la garantía de 306.000 millones, de los cuales 3.500 millones se contabilizan como capital del banco; 25.000 millones de otra inyección de capital que ya recibió el mes pasado dentro del plan de rescate de la banca (TARP); y 16.000 millones de capital que queda liberado con las garantías recibidas hoy.
Las garantías citadas son una especie de aval contra pérdidas por 306.000 millones de dólares en préstamos y títulos que figuran en el balance de Citigroup (activos tóxicos). Los términos del rescate contemplan que el banco cubrirá los primeros 29.000 millones de pérdidas y, a partir de esa cantidad, el Gobierno se hará cargo del 90% de las pérdidas y Citi, del 10% restante.
El Tier 1 sube al 9%
El rescate prohíbe al banco que pague un dividendo trimestral superior a 1 centavo por acción en los próximos tres años, frente a los 16 centavos del último trimestre. La consecuencia de todas estas medidas es un reforzamiento de los ratios de capital de Citi, de forma que el Tier 1 supera el 9% gracias al apoyo gubernamental.
Este rescate ha sido diseñado cuidadosamente para que no sea similar al de la aseguradora AIG o los de las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac. Así, no se trata de un préstamo participativo (como el de AIG), ni tampoco hay exigencias de cambio de los principales responsables del banco. Al contrario, el polémico Vikram Pandit -que sustituyó a Chuck Prince en la presidencia con el estallido de la crisis- seguirá en su puesto y mantendrá sus planes para intentar salvar el banco.
– Las acciones de Citigroup se disparan más de un 50% tras conocerse rescate de Gobierno (El Confidencial – 24/11/08)
Las acciones del grupo bancario estadounidense Citigroup subían hoy más del 50 por ciento después de conocerse que el Gobierno de EEUU le inyectará 20.000 millones de dólares para asegurar su estabilidad en los mercados.
Pocos minutos después de abrir los mercados en Wall Street, las acciones de Citi subían el 52,5 por ciento y se situaban en 5,66 dólares por título, 1,89 dólares más que al cierre del viernes. En las operaciones electrónicas previas a la apertura de los mercados, los títulos del que fuera el mayor banco estadounidense subían hasta el 61,01 por ciento y se colocaban a 6,07 dólares.
Tras una intensa negociación en Washington que terminó en la madrugada, el Gobierno de EEUU se ha comprometido a proteger eventuales pérdidas de Citigroup por un monto de 306.000 millones de dólares en préstamos y valores respaldados por bienes raíces, inmobiliarios y comerciales y otros activos del banco, que seguirán perteneciendo al balance de esa institución. Además, el Departamento del Tesoro invertirá 20.000 millones de dólares en Citi por medio del plan de rescate de activos a cambio de acciones preferenciales.
La pasada semana el valor de la acción de Citigroup cayó el 60,3%, pues debido a una crisis de confianza de los inversores pasó de 9,52 a 3,77 dólares, mientras que hace un año esos títulos llegaron a cotizar 31,70 dólares.
Ese grupo bancario, que asegura que sus condiciones financieras son sólidas, tiene operaciones en más de un centenar de países, cuenta con activos superiores a los dos billones de dólares y emplea a 350.000 personas. La pasada semana, medios de prensa indicaron que Citigroup planea despedir a 50.000 empleados en los próximos meses, que se sumarían a los 10.000 despidos anunciados por la entidad el pasado 16 de octubre.
Citigroup perdió 10.421 millones de dólares en los primeros nueve meses del año, de los que 2.815 correspondieron al tercer trimestre, cuando continuó con sus anotaciones multimillonarias para amortizar sus inversiones incobrables en deuda hipotecaria. Las pérdidas acumuladas por Citigroup en los nueve primeros meses del año contrastan con los 13.450 millones de dólares que ganó en igual periodo de 2007.
– El Gobierno EEUU tendrá participación 7,8% en Citi (The Wall Street Journal – 24/11/08)
El director general de finanzas de Citigroup Inc., Gary Crittenden, dijo que el plan del Gobierno estadounidense para comprar acciones de Citi lo limitaría a una participación del 7,8% en el banco. "Su propiedad está limitada a ese nivel, por lo que yo no pensaría en ningún caso en una nacionalización", dijo el lunes Crittenden en una entrevista con CNBC.
El domingo por la tarde, el Gobierno federal acordó rescatar a Citigroup al ayudarlo a absorber potenciales pérdidas de miles de millones de dólares por activos tóxicos en su hoja balance y al inyectar capital nuevo a la compañía.
Crittenden reiteró que Citi absorberá los primeros US$ 29.000 millones de pérdidas en créditos que se deriven de un total cercano a US$ 306.000 millones en activos con problemas y estimó que después de esas pérdidas el Gobierno asumiría el 90% de los activos restantes y Citi asumiría el 10%. "Creemos que ese es un acontecimiento muy remoto", dijo el ejecutivo.
Crittenden señaló que el acuerdo "destaca que Citi tiene la fortaleza para ser proactivo. No pienso que hayamos ganado o perdido en este proceso, sino que pienso que incrementamos la confianza en que la compañía tiene la fortaleza para hacer lo necesario en este ambiente".
Hace unos instantes, las acciones de Citi subían un 57,03% a US$ 5,92.
– Obama confirma a su equipo económico (The Wall Street Journal – 24/11/08)
(Por Henry J. Pulizzi)
El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que el país debe actuar de manera "rápida y audaz" para hacer frente a una crisis económica de "proporciones históricas".
Obama, quien emitió las declaraciones durante una conferencia de prensa en Chicago, dio a conocer al equipo que encabezará su respuesta a la crisis, al confirmar que el presidente del banco de la Reserva Federal de Nueva York, Tim Geithner, será nominado para que reemplace a Henry Paulson como secretario del Departamento del Tesoro. Además, Obama indicó que el ex secretario del Tesoro Larry Summers dirigirá su Consejo Económico Nacional.
El mandatario electo agregó que su Gobierno respetará todos los compromisos asumidos por la Casa Blanca para enfrentar la crisis e hizo un llamado a que el Congreso apruebe un "agresivo" plan de estímulo económico en enero.
Sin embargo, el presidente electo no especificó el tamaño de su propuesta de estímulo, y no dio indicios si rechazará los recortes de impuestos del Gobierno de Bush o si dejará que expiren el 2011.
El presidente electo añadió que el estímulo debiera ser lo suficientemente grande como para reactivar la economía. "Espero que entre en vigencia de inmediato", dijo Obama. "Va a ser de proporciones y el alcance que sean necesarios para encauzar nuevamente la economía". "No podemos desperdiciar un minuto", dijo Obama. "Es probable que la economía empeore antes de mejorar. La recuperación total no sucederá de inmediato".
"Si vamos a contribuir a pagar parte de los gastos que son absolutamente necesarios a fin de hacer que nuestra economía retome su cauce, que aquellos que están en posición de pagar un poco más lo hagan", dijo. "Si eso se hace mediante la revocación del recorte de impuestos de (el Gobierno de) Bush o porque no se renuevan es algo que me recomendará mi equipo económico".
– Los pronósticos se cumplen: Geithner, secretario del Tesoro y Summers jefe del Consejo (El Confidencial – 24/11/08)
El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, anunció este lunes los nombres que compondrán su equipo económico. Cumpliendo con las quinielas, el presidente de la Reserva Federal de Nueva York, Timothy Geithner, será el nuevo secretario del Tesoro, mientras que el ex secretario del Tesoro, Larry Summers, se convierte en el nuevo jefe del Consejo Económico Nacional.
De esta manera, el nuevo presidente da su primer paso de gigante para plantar cara a la crisis financiera del país ya que los nombres que se han conocido hoy serán los encargados de intentar salvar la delicada situación y luchar contra la profunda recesión que se espera a partir de 2009. Obama comunicaba su decisión en Chicago mientras Wall Street permanecía a la expectativa de sus planes específicos para el estímulo económico y el problema del desempleo.
A sus 47 años, Geithner, conocido defensor del libre mercado y el equilibrio presupuestario, se convierte en el hombre encargado de sustituir al Henry Paulson al frente de la economía de Estados Unidos, mientras que Summers, de 53, se hará cargo del Consejo Económico Nacional y se perfila también como el sucesor del presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, cuando éste abandone el cargo en enero 2010.
El próximo director del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca es hijo de dos economistas y sobrino de dos Premios Nobel en economía. Obama anunció, además, que Christina Romer, una prestigiosa economista de la Universidad de California en Berkeley que respaldó su candidatura presidencial será la directora del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca. Además, Melody Barnes, que ya forma parte del equipo de transición de Obama, será la directora del Consejo de Política Doméstica y Heather Higginbottom, la subdirectora.
Obama recordó, en una rueda de prensa en Chicago, que Geithner ocupó también distintos puestos de responsabilidad en el Tesoro y el Fondo Monetario Internacional. "Tim Geithner ofrece no sólo una amplia experiencia en el diseño de políticas económicas y la gestión de los mercados financieros, sino un conocimiento sin precedentes de la actual crisis económica", dijo el próximo presidente estadounidense, que asumirá el poder tras la ceremonia de toma de posesión del 20 de enero.
Destacó que el que será su secretario del Tesoro sabrá desde el primer día en el cargo dónde fallaron los mercados y tendrá "una clara visión" de los pasos necesarios para revivirlos. Obama hizo hincapié, también, en la experiencia internacional de Geithner quien trabajó en Asia, estudió chino y japonés y entiende "el lenguaje de los mercados internacionales", en momentos en los que la crisis con epicentro en EEUU tiene ya alcance global.
El próximo inquilino de la Casa Blanca alabó también la trayectoria de Summers, ex secretario del Tesoro durante la presidencia de Bill Clinton (1993-2001), así como ex presidente de la Universidad de Harvard. "Al igual que Tim, Larry Summers, aporta una singular combinación de habilidad, intelecto y experiencia al papel que desempeñará en nuestra Administración", apuntó Obama.
Destacó que Summers fue un "arquitecto central" de las políticas que condujeron al periodo más largo de expansión en la historia estadounidense durante la década de los 90 con "superávit récord, crecientes ingresos familiares y (la creación de) más de 20 millones de nuevos empleos". El próximo director del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca es hijo de dos economistas y sobrino de dos Premios Nobel en economía.
El presidente electo dijo que las últimas noticias han dejado todavía más claro que EEUU afronta una crisis económica de "proporciones históricas". "Si no actuamos con rapidez y de forma enérgica, la mayoría de los expertos creen que podríamos perder millones de puestos de trabajo el próximo año", añadió Obama. Apuntó que el equipo económico recién anunciado goza de "un criterio sensato e ideas frescas".
Insistió, además, que la primera tarea del equipo recién nombrado deberá dar forma a un nuevo paquete de estímulo económico, aunque no precisó una cifra concreta. Además, explicó que la aprobación del citado paquete debería ser la prioridad del próximo Congreso cuando retome las sesiones el 6 de enero.
– Después del rescate, Citigroup siente la presión de realizar cambios drásticos (The Wall Street Journal – 25/11/08)
(Por David Enrich y Deborah Solomon)
El rescate de Citigroup Inc. por parte del gobierno estadounidense revirtió el peligroso declive de la acción del gigante financiero, pero crece la presión para que sus ejecutivos anuncien nuevas medidas para estabilizar al banco.
Las acciones de la compañía estadounidense subieron 58% después de que el gobierno anunciara el domingo por la noche un acuerdo para inyectar US$ 20.000 millones en Citigroup y absorber hasta US$ 249.000 millones en pérdidas potenciales relacionadas a créditos hipotecarios y valores en poder del banco.
Los ejecutivos de Citigroup reconocieron el lunes que el gobierno dejó claro durante las negociaciones que esperan que la empresa continúe reduciendo su apetito por el riesgo y evalúe medidas enérgicas, incluyendo una escisión.
Gary Crittenden, el director financiero de Citigroup, señaló en una entrevista que el banco no tiene "ideas preconcebidas" sobre su amplio abanico de negocios en todo el mundo y está dispuesto a realizar cambios drásticos. "Las partes constitutivas podrían cambiar", dijo. "Estamos buscando todo el tiempo para ver si existen distintas combinaciones posibles, tanto de compra como de venta, que tengan sentido para la organización", dijo. Crittenden rehusó referirse a los escenarios que se están contemplando. Fuentes cercanas han manifestado que se han analizado potenciales fusiones con otras instituciones financieras o la venta de negocios importantes.
"Se ha suspendido la ejecución, pero no hay ningún indulto", dijo una fuente cercana en alusión al plan de rescate. "Nadie se engaña respecto a eso".
El viernes, el presidente ejecutivo de Citigroup, Vikram Pandit, catalogó al modelo de Citigroup como "fantástico", negando informes de que estaba contemplando grandes cambios como la venta total o parcial de la compañía.
El rescate de Citigroup propulsó un alza de los mercados. El Promedio Industrial Dow Jones subió 396,97 puntos, un 4,9%, para cerrar en 8.443,39. El indicador ha trepado 11,8% desde el jueves. El cierre de ayer fue el más alto desde el 14 de noviembre, pero el Dow Jones todavía está un 40% por debajo de su máximo histórico registrado en octubre de 2007.
El rescate de Citigroup constituye el último de una serie reciente de intervenciones estatales en la banca. Aunque provocó un repunte de los mercados, por el alivio de los inversionistas de que uno de los mayores bancos del mundo había sorteado un precipicio, algunos banqueros e inversionistas temen que la calma sea efímera y que se siente el precedente para otros rescates gubernamentales de bancos.
El rescate de Citigroup ilustra la voluntad del gobierno de Estados Unidos de ir en auxilio de las grandes instituciones y sugiere que podría realizar nuevas inyecciones de capital en otras entidades. De todos modos, todavía abundan las dudas acerca de la salud del sistema financiero estadounidense sobre todo en relación a los precios reales de los activos tóxicos y el alcance de las pérdidas futuras.
"Hay muchos agujeros negros y eso no ha cambiado", dijo Nancy Bush, de NAB Research LLC de Annandale, Nueva Jersey. La pronunciada caída en los precios de las acciones de muchos bancos regionales pone de manifiesto la incertidumbre sobre sus balances y la "falta de confianza en los bancos", asevera.
Los bancos ya han visto las pérdidas relacionadas a sus carteras de préstamos duplicarse en los últimos dos años, según Robert Patten de Morgan Keegan & Co. Las pérdidas promedio del sistema en los próximos cinco trimestres ascenderán a más del 5,8% de la cartera de préstamos, dos veces el nivel experimentado durante la crisis de crédito de principios de los años 70, según los cálculos de FIG Partners.
En el caso de Citigroup, la intervención gubernamental alivia la presión inmediata sobre la empresa, pero no la sitúa exactamente en el camino de la rentabilidad. La magnitud del rescate, en el que el gobierno respaldará activos del orden de los US$ 306.000 millones, parece contradecir las repetidas declaraciones de Pandit de que la compañía gozaba de una salud rebosante pese al derrumbe de su acción.
Fuentes cercanas informan que los ejecutivos del banco se percataron a mediados de la semana pasada que el desplome de la acción, que perdió el 60% de su valor durante esos días, ponía en riesgo la viabilidad de la compañía. Un ejecutivo lo calificó como "una experiencia cercana a la muerte".
Pandit ahora está bajo intensa presión por parte de empleados, directivos, inversionistas, clientes y reguladores para tomar los pasos necesarios para estabilizar la compañía.
– Intervención del gobierno genera dudas sobre su estrategia (The Wall Street – 25/11/08)
(Por Damian Paletta y Deborah Solomon)
El rescate de Citigroup Inc. está generando confusión acerca de la estrategia del gobierno del presidente George W. Bush para estabilizar los mercados.
Luego de intentar apuntalar el sistema financiero con un amplio plan para inyectar capital, durante el fin de semana el gobierno volvió a su antigua estrategia de enfrentar la crisis caso a caso.
El rescate de Citigroup se produce tan sólo días después de que el secretario del Tesoro, Henry Paulson, asegurara que los programas de rescate lanzados hasta ahora habían eliminado los peligros de que una gran institución financiera se viniera abajo.
No es el único cambio de parecer. La semana pasada, Paulson dio a entender que no solicitaría el permiso del Congreso para utilizar el segundo tramo de los fondos del paquete de rescate aprobado hace unas semanas. El lunes, sin embargo, funcionarios del gobierno enviaron señales de que se estaban acercando a hacer justamente eso. El Tesoro no estaba "listo para hacer el pedido la semana pasada", afirmó el vocero de la Casa Blanca Tony Fratto. "No creyeron que hubiera llegado el momento de hacerlo. Pero puede que llegue en el futuro", señaló.
"Creo que parte de lo que hemos visto es confusión por parte del mercado, a veces sobre cuál sería la dirección general", señaló el presidente electo Barack Obama en una conferencia de prensa el lunes. "Y queremos asegurarnos de que estamos aportando tanta claridad como sea posible", agregó.
Obama, sin embargo, no quiso definir cuál sería la estrategia de su gobierno, y eso representa otra fuente de confusión para el mercado en la actualidad. El rescate de Citigroup se produce con un vacío de poder en Washington como telón de fondo. La mayoría de los legisladores se encuentra repartida por todo el país mientras que faltan dos meses para que Obama y su equipo económico asuman el mando.
"El gran enemigo de los mercados de capital es la incertidumbre y este grado de falta de transparencia es potencialmente peligroso", afirma Robert Reich, economista de la Universidad de California en Berkeley y ex secretario de Trabajo durante la presidencia de Bill Clinton. "A ello hay que sumar el hecho de que nadie está realmente a cargo y así se obtiene una receta de alta incertidumbre", agregó.
Algunos funcionarios involucrados en el rescate de Citigroup tienen esperanzas de que finalmente hayan acertado al crear un modelo que se pueda usar en otros rescates, en caso de ser necesario. Afirman que la decisión de garantizar US$ 306.000 millones en activos en problemas -algo que ocurre por primera vez en todos los rescates implementados- ayudará a deshacerse de los vendedores al descubierto que lideraron la ofensiva que derrumbó a las acciones de Citigroup la semana pasada. Aseguran, asimismo, que su meta principal actualmente es reforzar la confianza en las instituciones y que el esfuerzo del domingo pareció, por lo menos el lunes, haber cumplido ese objetivo.
"No creo que nadie esté ansioso por repetir este proceso, pero veremos qué tal funciona", afirmó el Contralor de la Moneda, John Dugan, el principal regulador de los bancos nacionales. "Creo que fue un esfuerzo bien diseñado para tratar de abordar el asunto de forma efectiva".
De todos modos, el rescate de Citigroup ha alimentado las críticas que acusan al gobierno del presidente George W. Bush de estar dispuesto a hacer cualquier cosa para salvar a los bancos más grandes, mientras deja caer a los bancos más pequeños, los consumidores y las compañías pequeñas.
Algunos, por ejemplo, cuestionan por qué no se tomaron pasos similares para ayudar al banco de Cleveland National City Corp. el mes pasado, en vez de obligar a caer en manos de PNC Financial Services Group Inc.
"Lo que Paulson y su equipo están haciendo es criminal", afirmó el representante republicano Darrell Issa, de California, en una entrevista el lunes. Issa, uno de los 171 representantes que votaron en contra del paquete de rescate de US$ 700.000 millones en octubre, dijo que el Tesoro estaba eligiendo ganadores y perdedores en la industria bancaria. Otros señalan que el rescate de Citigroup envía la señal de que el gobierno intervendrá siempre con tal de prevenir el colapso de un banco importante.
– La Fed lanza programas para incentivar créditos de consumo (The Wall Street Journal – 25/11/08)
(Por Brian Blackstone)
La Reserva Federal de Estados Unidos intensificó el martes sus esfuerzos para respaldar a los mercados de crédito a través de nuevos programas destinados a incentivar el crédito de consumo y el mercado de valores respaldados por hipotecas.
Bajo el programa de créditos para valores respaldados por activos, o TALF, la Fed extenderá hasta US$ 200.000 millones en créditos sin garantía personal a tenedores de valores respaldados por activos garantizados por créditos a pequeñas empresas y consumidores. El Departamento del Tesoro entregará US$ 20.000 millones en fondos bajo el programa de rescate financiero conocido como TARP, a fin de apoyar la iniciativa.
"El TALF está diseñado para aumentar la disponibilidad de créditos y respaldar la actividad económica al facilitar las nuevas emisiones de valores respaldados por activos de pequeñas empresas y consumidores con diferenciales de tasas de interés más normales", indicó la Fed.
La Fed señaló además que comprará hasta US$ 100.000 millones en deuda de agencias a través de una serie de subastas competitivas a partir de la próxima semana. La Fed también comprará hasta US$ 500.000 millones en valores respaldados por hipotecas garantizados por agencias, con el objetivo de iniciar ese programa a fin de año. La Fed destinará 600.000 millones a comprar activos hipotecarios y reactivar el crédito al consumo
– Fed, Bernanke, activos hipotecarios, consumo, crisis, EEUU (El Confidencial – 25/11/08)
La Reserva Federal de EEUU (Fed) anunció hoy una batería de medidas encaminadas a "descongelar" el crédito a los consumidores, hogares y pequeñas empresas, entre las que se contempla la inversión de 600.000 millones de dólares (462.489 millones de euros) en la compra de activos hipotecarios, así como una línea de crédito de hasta 200.000 millones de dólares (153.806 millones de euros) para la concesión de préstamos al consumo y a pequeñas empresas.
En concreto, la institución presidida por Ben S. Bernanke destinará 100.000 millones de dólares (77.081 millones de euros) a la compra de "obligaciones directas" de Fannie Mae, Freddie Mac y Federal Home Loan Banks, mientras que invertirá hasta medio billón de dólares adicionales (385.056 millones de euros) en la adquisición de activos respaldados por hipotecas de Fannie, Freddie y Ginnie Mae.
"Los diferenciales respecto a la deuda de las agencias de garantía hipotecaria esponsorizadas por el Gobierno (GSE) y sobre las hipotecas garantizadas por estas entidades se habían ampliado considerablemente. Esta medida se adopta para reducir el coste e incrementar la disponibilidad de créditos para la compra de viviendas, que a su vez debería contribuir a sustentar el mercado inmobiliario y promover una mejoría en las condiciones de los mercados financieros en general", explicó el banco central estadounidense.
Asimismo, la Fed precisó que la compra de obligaciones de las GSE se desarrollará mediante subastas competitivas entre los bancos elegibles de la Fed ("primary dealers") que comenzarán la semana próxima. Por su parte, la adquisición de activos respaldados por hipotecas será dirigida por gestores de activos seleccionados mediante un proceso competitivo y se espera poder comenzar a llevarlas a cabo antes de finales de 2008. A este respecto, la Fed apuntó que ambas operaciones previsiblemente serán llevadas a cabo durante los trimestres venideros.
Por otro lado, la institución presidida por Bernanke informó de la creación de una nueva línea de crédito temporal encaminada a respaldar nuevas emisiones de titulizaciones de activos con el ánimo de contribuir a que los partícipes del mercado puedan satisfacer las necesidades de crédito de los hogares y de las pequeñas empresas.
De este modo, la Reserva Federal de Nueva York prestará hasta 200.000 millones de dólares (153.806 millones de euros) a los tenedores de determinados valores respaldados por activos (ABS) con la máxima calificación crediticia (AAA) que tengan el respaldo de préstamos al consumo o a pequeñas empresas, nuevos o recientemente concedidos.
En concreto, la Fed de Nueva York prestará una cantidad igual al valor de mercado del ABS a la que se restará una penalización ("haircut"). Asimismo, el Departamento del Tesoro proporcionará una garantía de 20.000 millones de dólares (15.366 millones de euros) a la Fed de Nueva York en relación con esta línea de crédito y que procederá del plan de rescate financiero.
"La emisión de nuevos ABS descendió de manera precipitada en septiembre y se paralizó en octubre. Al mismo tiempo, los diferenciales sobre los tramos AAA de estos ABS se dispararon hasta niveles muy por encima del rango histórico, reflejando unas primas de riesgo inusualmente elevadas", señaló la Fed.
– La anatomía del pánico que llevó a Morgan Stanley al borde de la quiebra (The Wall Street Journal – 27/11/08)
Cómo especuladores y rivales derrumbaron la acción del banco
(Por Susan Pulliam, Liz Rappaport, Aaron Lucchetti, Jenny Strasburg y Tom McGinty)
Dos días después de que Lehman Brothers Holdings se declarara en bancarrota, se diseminó un rumor explosivo: otra gran firma de Wall Street, Morgan Stanley, también estaba al borde de la quiebra. En aquel 17 de septiembre se decía que Deutsche Bank AG le había cancelado una línea de crédito de US$ 25.000 millones al banco de inversión.
La información era falsa, pero el rumor ayudó a desencadenar una ola de apuestas contra Morgan Stanley. Su presidente ejecutivo, John Mack, se quejó amargamente de que operadores codiciosos estaban sembrando el pánico. Pero faltaba una información esencial: ¿Quién, exactamente, estaba detrás de esas transacciones?
Registros de las operaciones examinados por The Wall Street Journal ofrecen ahora una respuesta parcial. Esos documentos revelan que algunas de las mayores firmas de Wall Street (Merrill Lynch & Co., Citigroup Inc., Deutsche Bank y UBS AG) estaban apostando a lo grande contra Morgan Stanley. La estrategia de esas firmas se basaba en utilizar complejos instrumentos financieros llamados CDS (por sus siglas en inglés de Credit-Default Swaps), un tipo de seguro contra la cesación de pagos.
Un examen de esas transacciones realizado por WSJ también revela que los CDS jugaron un rol importante en empeorar el panorama pesimista del mercado sobre Morgan Stanley, lo que, a su vez, llevó la los operadores a invertir contra las acciones de la firma, vendiéndolas al descubierto. La correlación entre las transacciones con CDS y la venta al descubierto aceleró la caída del banco.
Este relato ha sido elaborado a partir de la revisión de las transacciones y más de 70 entrevistas con ejecutivos de Wall Street, operadores, corredores, gestores de fondos de cobertura, investigadores y reguladores.
Durante años, la venta de CDS ha sido una mina de oro para Wall Street. Pero, irónicamente, en aquellos tumultuosos días de septiembre, el mercado de CDS se volvió contra Morgan Stanley. Se convirtió en un barómetro muy visible del pánico de 2008, alimentando la crisis que acabó provocando una intervención del gobierno.
Otras firmas también estaban negociando CDS de Morgan el 17 de septiembre: Royal Bank of Canada, Swiss Re y varios fondos de cobertura.
La presión también se intensificó en otro frente: hubo un aumento en las ventas al descubierto -apuestas contra las acciones de Morgan- por parte de grandes fondos de cobertura. Al final del día, la acción de Morgan había caído 24% y las autoridades temían que los inversionistas rapaces estuvieran con la mira puesta en los bancos de inversión.
Ese tipo de transacción, que ya había derrumbado a Bear Stearns Cos. y Lehman, hizo que las acciones de Citigroup se desplomaran 60% la semana pasada, llevando al banco a un nuevo rescate gubernamental.
Origen del caos
Los inversionistas todavía están intentando descubrir lo que causó el caos en el mercado a mediados de septiembre y si los CDS o las acciones de Morgan Stanley fueron negociados de manera ilícita. El fiscal general de Nueva York, Andrew Cuomo, la oficina de la fiscalía general de Estados Unidos en Manhattan y la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) están investigando si hubo manipulación del mercado por parte de corredores que supuestamente divulgaron falsos rumores para lucrar con sus apuestas. Las investigaciones también buscan verificar si los operadores compraron CDS a altos precios para provocar temores respecto a la estabilidad de Morgan y de esa forma lucrar en otras inversiones, y si las transacciones involucraron cotizaciones falsas, según fuentes al tanto.
Todavía no ha surgido públicamente ninguna prueba de que ninguna firma haya hecho nada ilegal en relación a las acciones o CDS de Morgan Stanley. La mayor parte de las firmas afirma que compró los CDS para protegerse contra posibles pérdidas con varios tipos de negocios que estaban haciendo con Morgan. Algunas aseguran que sus inversiones en CDS fueron pequeñas frente a todas las transacciones de ese tipo que se hicieron ese día.
Probar que el precio de cualquier papel fue manipulado es extraordinariamente difícil. El mercado de CDS no es nada transparente: las transacciones se hacen por teléfono e email, sin cotizaciones de precios públicas. Erik Sirri, un director de mercados de la SEC, afirma que el mercado de canjes es vulnerable a la manipulación. "Las transacciones de bajo volumen en un mercado relativamente pequeño pueden ser usadas para (…) sugerir que un crédito es considerado débil por el mercado", testificó el mes pasado ante el Congreso de EEUU. Sirri dijo que la SEC temía que las transacciones con CDS estuviesen causando inversiones contra las acciones.
Morgan había empezado septiembre en buena forma. En los dos primeros trimestres fiscales, terminados el 31 de mayo, había registrado ganancia. Al contrario de Lehman, no estaba muy expuesto a las hipotecas residenciales de alto riesgo, aunque era vulnerable a los mercados de inmuebles comerciales y de préstamos apalancados. Mack sabía que la ganancia del tercer trimestre sería mayor de lo esperado.
El 14 de septiembre, mientras Lehman se preparaba para pedir la protección por bancarrota, Mack les dijo a sus empleados mediante un informe interno que Morgan "estaba posicionada para salir victoriosa en este desafiante entorno". El día siguiente, la firma consiguió algunos nuevos clientes de fondos de cobertura que habían huido de Lehman.
Sin embargo, los rumores persistían, con los operadores preocupados por qué firma de Wall Street sería la siguiente en caer. La conversación entre los fondos de cobertura, según algunos operadores, era que Morgan Stanley tenía US$ 200.000 millones en riesgo debido a sus transacciones con American International Group Inc., la aseguradora que entonces se encontraba al borde de la quiebra. Eso no era verdad. Morgan le informó a la SEC que su exposición a AIG era "irrelevante".
Algunos corredores de J.P. Morgan Chase & Co. estaban sugiriendo a clientes de Morgan que era arriesgado conservar cuentas en esa firma, según fuentes al tanto. Mack se quejó a James Dimon, presidente ejecutivo de J.P. Morgan, que puso fin a esas habladurías, según esas fuentes. Deutsche Bank, UBS y Credit Suisse también ofrecieron sus servicios a los fondos de cobertura atendidos por Morgan, según fuentes al tanto.
El 16 de septiembre, las acciones de Morgan Stanley cayeron abruptamente durante el día, aunque repuntaron más tarde. Algunos fondos de cobertura sacaron activos de la firma, preocupados por la posibilidad de que Morgan pudiera seguir los pasos de Lehman hacia la corte de bancarrota, con el riesgo de inmovilizar los activos de los clientes. En un esfuerzo por calmar los temores, Morgan Stanley publicó su ganancia esa tarde a las 4:10, un día antes de lo previsto.
"Es muy importante devolver algo de cordura al mercado", afirmó Colm Kelleher, el director general de finanzas de Morgan, en una teleconferencia con inversionistas. "Francamente, la situación se está poniendo fuera de control, y se están repitiendo rumores ridículos".
El analista de UBS Glenn Schorr le preguntó a Kelleher por el costo cada vez más alto de los seguros en el mercado de canjes para incumplimiento de deuda de Morgan Stanley. La protección para US$ 10 millones de deuda de Morgan Stanley había aumentado a US$ 727.900 por año, de US$ 221.000 el 10 de septiembre, según CMA DataVision.
"Cierta gente se está concentrando en los CDS como excusa para dar un vistazo a las acciones", respondió Kelleher, insinuando que los corredores que apuestan a los CDS también estaban vendiendo al descubierto acciones de Morgan Stanley, apostando a que el precio de los títulos caería.
Es imposible saber con certeza cuál era la motivación de los compradores de los CDS de Morgan Stanley. Estos compradores de CDS recibirían pagos si Morgan Stanley incumpliera sus pagos de bonos y préstamos. Algunos compradores, sin duda, poseían esos seguros del banco y simplemente trataban de protegerse contra una posible insolvencia. Pero los CDS también eran una buena forma de especular, para corredores que no tenían esos valores. El valor de los CDS aumenta ante el temor de impago. Así que los corredores que creían que los temores sobre Morgan Stanley podían intensificarse podían usar los CDS para intentar obtener una ganancia rápida.
En medio de la incertidumbre de ese 16 de septiembre, Millennium Partners LP, un fondo de cobertura con US$ 13.500 millones en activos, pidió sacar US$ 800 millones de los más de US$ 1.000 millones de activos que tenía en Morgan Stanley, según personas al tanto de las extracciones. Por separado, Millennium también había vendido al descubierto acciones de Morgan Stanley, parte de una serie de apuestas pesimistas sobre firmas financieras, afirmó una de estas personas. Además, el fondo de cobertura compró opciones de venta, que le daban el derecho de vender acciones de Morgan a un precio fijo en el futuro.
"Miren, tenemos que proteger nuestros activos", le aseguró Israel Englander, director de Millennium, a un ejecutivo de Morgan Stanley, según una persona al tanto de la conversación. "Esto no es personal". Esas apuestas a la caída de las acciones, pequeñas en comparación al tamaño total de Millennium, aumentaron en valor a medida que caían las acciones de Morgan.
En la mañana del 17 de septiembre, David "Tiger" Williams, presidente ejecutivo de Williams Trading LLC, que ofrece servicios de corretaje a fondos de cobertura, se enteró por uno de sus operadores que un fondo había movido una cuenta de corretaje de US$ 800 millones de Morgan Stanley a un rival. El operador, que estaba al teléfono con el director del fondo que había movido el dinero, preguntó por qué. Morgan Stanley iba a quebrar, respondió su cliente.
Al ser presionado para dar más detalles, el director del fondo repitió el rumor sobre que Deutsche Bank había retirado una línea de crédito de US$ 25.000 millones. Williams acudió a los teléfonos. Sus fuentes en el mercado le dijeron que creían que el dato era falso. Pero el daño ya estaba hecho.
Para las 7:10 de esa mañana, un corredor de Deutsche Bank cotizó la compra de protección sobre US$ 10 millones de deuda de Morgan Stanley en un precio de US$ 750.000. Para las 10 de la mañana, Citigroup y otros agentes bursátiles les cotizaban al precio de US$ 890.000. A medida que se extendió el rumor sobre Deutsche, las acciones de Morgan cayeron abruptamente, de US$ 26 a las 10 de la mañana a cerca de US$ 16 a las 11:30.
Antes del mediodía, los agentes bursátiles comenzaron a cotizar el costo de seguros sobre Morgan en "puntos por adelantado", que en la jerga de Wall Street se refiere a transacciones en que los compradores deben pagar por lo menos US$ 1 millón por adelantado, más una prima anual, para asegurar US$ 10 millones de deuda. En el caso de Morgan, algunos agentes bursátiles pedían más de US$ 2 millones por adelantado.
Durante el día, Merrill compró CDS para cubrir US$ 106,2 millones en deuda de Morgan Stanley, según los documentos de corretaje. Deutsche Bank compró CDS que cubrían US$ 50,6 millones; Swiss Re, US$ 40 millones; UBS y Citigroup, US$ 35 millones cada uno; Royal Bank of Canada, US$ 33 millones, y ACM Global Credit, un fondo de inversión operado por AllianceBernstein Holding, US$ 28 millones, según los documentos.
Al día siguiente, algunos de esos nombres habían vuelto al mercado. Merrill compró protección sobre otros US$ 43 millones de deuda de Morgan Stanley; Royal Bank of Canada, US$ 36 millones; y Citigroup, US$ 20,7 millones, indican los documentos. Ninguna de las firmas desea hacer comentarios sobre cuánto pagaron por los CDS, o si obtuvieron ganancias sobre las operaciones.
"La protección que compramos fue una simple cobertura, no fue motivada por ninguna valoración negativa de Morgan Stanley", afirma John Meyers, un vocero de AllianceBernstein. Un vocero del Royal Bank of Canada afirma que el banco compró los CDS para gestionar su "riesgo crediticio" de Morgan Stanley, y que no estaba "apostando en contra de Morgan Stanley y no realizó operaciones pesimistas sobre sus acciones".
Voceros de Deutsche Bank y Citigroup aseguran que sus operaciones de corretaje fueron relativamente pequeñas. Merrill, UBS y Swiss Re no quisieron comentar sobre las operaciones.
Durante el frenesí de corretaje el 17 de septiembre, John Mack había comenzado a mantener conversaciones sobre una fusión con Wachovia Corp. Cuatro días más tarde, Morgan Stanley cambió el curso y se convirtió en un holding bancario y obtuvo mayor acceso a fondos del gobierno. El mes pasado, tras levantar US$ 9.000 millones de un banco japonés, recibió una inyección de capital de US$ 10.000 millones del gobierno de EEUU.
– El miedo atenaza a Wall Street (Expansión – 1/12/08)
Después del rally alcista que protagonizó la semana pasada, la Bolsa de Nueva York cambia de signo y arranca el mes de diciembre con fuertes pérdidas. Las dudas de los inversores sobre el estado de salud de la primera economía del mundo quedan reflejadas en los números rojos de la apertura. Las citas clave del día serán el ISM manufacturero y las ventas de las cadenas minoristas.
La semana pasada los estadounidenses inauguraron el periodo de compras navideñas en el tradicional Black Friday posterior a la festividad del Día de Acción de Gracias. La delicada situación financiera de las familias en Estados Unidos ha quedado patente en los tres primeros días de compras, lo que hace presagiar que este año las cadenas minoristas no harán su mejor caja en el mes de diciembre.
La fiebre consumista típica de estos días es este año mucho más moderada. Según las cifras divulgadas hoy por la Federación Nacional de Comercio Minorista (NRF por sus siglas en inglés), el viernes pasado los estadounidenses se gastaron 10.600 millones de dólares, lo que supone un repunte del 3% respecto al año anterior. El alza se debe a la buena acogida que han tenido las promociones, ofertas y descuentos que las cadenas de distribución han puesto en marcha para atraer a la clientela.
Las previsiones de los expertos apuntan a que este año los consumidores gastarán en Navidades un 7,2% más que en 2007. No obstante, un 70% de los compradores solo adquirirán artículos rebajados. La NRF espera que las ventas de las empresas minoristas aumenten en este periodo un 2,2%, el peor porcentaje en seis años.
Estas cifras no han tenido una buena acogida entre los inversores, que sacan su dinero de Wall Street. En el tramo inicial de la negociación el Dow Jones de industriales se deja un 3,01%, hasta 8.503,42 puntos, mientras que el selectivo Standard&Poor´s 500 cae un 3,6%, hasta 864,01 puntos. El mercado tecnológico Nasdaq Composite recorta un 3,36%, hasta 1.483,91 puntos.
La semana pasada la principal bolsa del mundo aprovechó el parón festivo para coger fuerzas y recuperar parte del terreno perdido durante el mes de noviembre. Pese a las ganas compradoras de los inversores, Wall Street no logró maquillar los números rojos acumulados durante el último mes.
La revalorización de los mercados neoyorquinos se produjo en mitad de un verdadero aluvión de referencias macroeconómicas que dejaron entrever, una vez más, que la situación económica, lejos de arreglarse, va a peor en EEUU. La contracción del 5% registrada en el PIB del tercer trimestre y el fuerte recorte de los gastos y de los ingresos personales ponen en evidencia que el bolsillo de los estadounidenses todavía seguirá sufriendo durante un periodo largo de tiempo. Hoy los inversores esperan ansiosos a conocer el dato de actividad manufacturera (ISM) de noviembre y las cifras de gastos en construcción de octubre.
En materia empresarial el sector automovilístico vuelve a estar en el candelero. Por un lado, General Motors recibe el respaldo de los inversores y sube más de un 4% en bolsa. En Wall Street esperan que los esfuerzos de la compañía por convencer al Gobierno de la necesidad de inyectar más dinero en la industria del motor den resultado. Ayer la directiva del gigante de Detroit se reunió para revisar y reestructurar el plan que presentará la semana que viene en el Congreso para conseguir los 12.000 millones de dólares que reclama para poder hacer frente a la crisis.
Su rival Ford repunta más de un 5,5% después de anunciar que está revisando las opciones sobre su división Volvo. Entre las posibilidades que baraja la compañía se incluye la posible venta de esta unidad, algo que los inversores ven con buenos ojos.
En el sector bancario hoy todas las miradas se dirigen a Citigroup que cede un 10,62% después de cerrar la compra de Itínere, por la que pagará a Sacyr Vallehermoso 7.887 millones de euros, (2.874 millones más 5.013 millones de deuda neta). La operación implicará el lanzamiento por parte de Citi de opa sobre el 100% de Itínere a 3,96 euros por acción.
– Robert Rubin defiende su papel en Citigroup (The Wall Street Journal – 1/12/08)
Asegura que su rol es de asesoría y que no tiene responsabilidades
(Por Ken Brown y David Enrich)
Robert Rubin, quien ha sido blanco de duras críticas por su papel en el semicolapso de Citigroup Inc., dijo que los problemas del banco se deben a la crisis del sistema financiero y no a sus errores. El ex secretario del Tesoro aseguró que tuvo un rol periférico en la gestión de las principales operaciones de Citi, pese a ser uno de sus ejecutivos mejor remunerados.
"Nadie estaba preparado para esto", dijo Rubin en una entrevista en la que aludió al ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, como ejemplo de otra persona cuya reputación ha sido injustamente mancillada por la crisis.
Rubin, asesor y director de Citigroup, reconoció su papel en la decisión de la junta directiva del banco de estimular la toma de riesgos en 2004 y 2005 pese a que en público advertía que los inversionistas estaban asumiendo riesgos excesivos. Añadió que si los ejecutivos hubiesen ejecutado el plan adecuadamente, las pérdidas de Citi habrían sido menores.
La crisis ha colocado al ex secretario del Tesoro en la incómoda posición de tener que justificar los US$ 115 millones que ha recibido como salario en el banco desde 1999, sin incluir opciones sobre acciones, y, al mismo tiempo, explicar las pérdidas de US$ 20.000 millones en las que ha incurrido Citigroup durante el último año y un rescate estatal de por lo menos US$ 45.000 millones.
El sueldo de Rubin lo transforma en uno de los ejecutivos mejor pagados de Wall Street y en una figura controvertida para los accionistas de Citi e incluso algunos directivos, quienes cuestionan si sus limitadas responsabilidades justifican un sueldo de tal envergadura.
"A pesar de que no tiene responsabilidades operativas, todavía tiene una responsabilidad fiduciaria como miembro de la junta directiva", señaló William Smith, un gestor de fondos de Nueva York y frecuente crítico de la cúpula ejecutiva y junta directiva de Citi. "Ha sido recompensado como un empleado operativo mientras hace alarde de no tener responsabilidad operativa", agrega.
Rubin señala que su salario se justifica y que incluso puede acceder a empleos mejor remunerados. "Apuesto a que no ha pasado ni un sólo año en el cual no haya podido ir a trabajar a otra parte y ganar más", afirmó. Rubin rechazó su bonificación el año pasado.
Desde el momento en que llegó a Citigroup en octubre de 1999, poco después de dejar su cargo como secretario del Tesoro, el ex presidente ejecutivo de Goldman Sachs Group Inc. dejó en claro que no quería gestionar ningún negocio del banco. En la entrevista, Rubin especificó que su trabajo consistía en reunirse con clientes y asesorar al banco "como una persona independiente y con una amplia experiencia".
Desde 1999, Citi ha tropezado con una crisis tras otra, primero con los reguladores y luego con los inversionistas que lo acusaron de carecer de una buena estrategia y de alcanzar un tamaño demasiado grande.
Desde el inicio de la crisis inmobiliaria, Citigroup ha hecho frente a la peor crisis de su historia. Aparte de recibir US$ 25.000 millones como parte de un rescate del sistema financiero, el banco obtuvo una inyección de US$ 20.000 millones adicionales y la promesa de que el gobierno asumirá la mayor parte de las pérdidas producidas por los US$ 306 billones (millones de millones) en activos en los libros de la empresa. Rubin manifestó que la responsabilidad de eludir los problemas que afligen a Citi recae sobre los directivos a cargo de la gestión de riesgo. "La junta directiva no puede hacerse cargo de la gestión de riesgo de una compañía", dijo. "La junta directiva como un todo carece del conocimiento detallado" de las operaciones, agregó.
Rubin, de todos modos, se involucró a fondo en la decisión de aumentar el nivel de riesgo del banco tomada entre fines de 2004 y comienzos de 2005 con el fin de apuntalar las ganancias, dicen fuentes cercanas. Rubin, señalan, destacó cómo los rivales de Citigroup estaban asumiendo mayores riesgos y cosechando mayores ganancias. "Sabía lo que era un CDO", dice Rubin, en alusión a las obligaciones de deuda colateralizada, los instrumentos ligados a los créditos hipotecarios y otras clases de deuda que causaron buena parte de las pérdidas del banco.
Rubin cuenta que la decisión de aumentar el riesgo se produjo después de una presentación de una consultora que señaló que el banco había comprometido una menor parte de su capital en la toma de riesgos que sus competidores. "Había margen para hacer más, suponiendo que se hiciera inteligentemente y tomando en cuenta los riesgos y beneficios".
La decisión de aumentar el nivel de riesgo es señalada como una de las grandes responsables de los problemas de Citigroup, incluyendo el aumento de los CDO en su cartera en medio de señales de que el mercado inmobiliario estaba decayendo. Rubin pone en duda la veracidad de esas críticas. "No fue un punto determinante", dijo. "Desconozco lo que hubiera pasado si la decisión hubiese sido otra".
– Wall Street abre diciembre con un nuevo desplome (Expansión – 1/12/08)
(Por F. R. Checa)
Las entidades bancarias volvieron a ser las más perjudicadas en un nuevo desplome bursátil de la bolsa de Nueva York, después de unas previsiones de los analistas que auguran unos meses muy complicados para el sector de las tarjetas de crédito. Además, otros sectores como el automovilístico, el de los semiconductores o el petrolero se sumaron a la fuerte corrección. Ni siquiera Bernanke logró aplacar el derrumbe a pesar de anunciar que más bajadas de tipos son aún factibles. Las caídas superaron el 7% y dejaron en nada el fuerte rally protagonizado la semana pasada.
De este modo, los tres principales índices se desplomaron al cierre ante la cantidad de datos adversos. El Dow Jones se derrumbó un 7,71%, hasta los 8.147 puntos, el selectivo S&P 500 cayó un 8,93%, hasta los 816 puntos y el Nasdaq tecnológico se desplomó un 8,95%, hasta los 1.398 puntos.
Mal comenzó el último mes del año Wall Street, después del rally alcista completado la semana pasada y que no encontró continuidad en el día de hoy. Varios sectores impidieron los avances en el parqué neoyorquino y son los que lastraron con mayor fuerza a los indicadores.
La actualidad situó de nuevo al sector del motor, que mañana deberá presentar al Congreso su plan de viabilidad para poder acceder a los 25.000 millones de ayuda estatal que estiman necesarios para mantener su actividad operativa y no declararse en bancarrota, posibilidad más que efectiva si no llegan a buen puerto las conversaciones. Por ello, las acciones de General Motors retrocedieron un 13% en el Dow Jones, a la espera de que se conozca el desenlace final de sus negociaciones con el gobierno para obtener esa inyección de liquidez.
Sin embargo, la cotización de Ford es de las pocas que cotizó en positivo durante gran parte de la sesión, gracias al anuncio que ha efectuado el fabricante sobre una posible venta de Volvo para poder recoger más liquidez que rebaje la presión de los números rojos en su balance financiero. Al final, perdió fuerza y acabó con una pérdida del 6%
El sector del crédito sufrirá aún más
Por su parte, el sector financiero fue uno de los grandes damnificados de la jornada tras la estimación realizada por la prestigiosa analista de la firma Oppenheimer, Meredith Withney, de que el sector del crédito recortará sus líneas en 2.000 millones de dólares en el próximo año y medio. La aversión al riesgo y el cambio en las regulaciones son las razones que ha esgrimido la experta en el sector financiero, circunstancia que afectará al gasto de los consumidores estadounidenses.
No hay que olvidar que el mercado de tarjetas de crédito es muy importante en el país americano ya que es el principal proveedor de liquidez a los consumidores, después de sus salarios laborales. Todos los bancos registran con fuertes pérdidas estos vaticinios. Citigroup se dejó un 17%, Bank of America un 14%, JPMorgan un 13%. La firma de tarjetas de crédito reconvertida recientemente en banco comercial para poder acceder a las ayudas del Tesoro, American Express, también se dejó un 13%, mientras que Visa y Mastercard perdieron otro 7%.
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