Comandante Jose Tomas Boves, Timonel en la Libertad del pueblo venezolano (página 7)
Enviado por León Morales
En una ocasión, el joven José Tomás uniformado con su traje de Oficial de Marina de la Corona española, dirigiéndose a un humilde transeúnte del pueblo le preguntó: ¿Qué vaina es esa que traen de América y que veo lo compran como si fuera oro?
Y el transeúnte le respondió de esta manera: "Caramba joven, usted no sabe nada de negocios; fíjate que eso es cacao es una exquisitez y es algo delicioso, vale todo un Potosí".
"Mira jovencito, aquellos mercaderes son españoles nacidos en tierras de ultramar, son de Venezuela. Ellos aquí viven comprando títulos de nobleza, que allá en sus tierras le valen un mundo, pero que aquí no valen un coño, hostia".
¡Y no sea tan quisquilloso, nojoda!
Don Melchor Gaspar de Jovellanos
"Pero, nuestro Rey los tiene abobados, eso es lo que son esos carajos, coño; unos perfectos bobos. Mira a aquel babieco de mierda, lo llaman el Conde de Mixares y a aquel otro pajuo llamado el Conde de Tovar, Chaval. Esos bichos son pura mierda a granel. Ellos dicen y que son caraqueños, ja, ja, ja".
"Y te diré chaval que por ahí anda un botarata de mucho real a quién llaman Simón Bolívar; ese como que si es un gran cacao venezolano; ya que está muy buchón de riquezas, plata y oro. Parece que llegó a la casa de los Palacios y que son familiares de él, eso cuenta la gente por ahí".
En ese momento, José Tomás Boves le dijo al transeúnte lo siguiente: "Sabes lo que son esos parias, unos marqueses de cacao; porque siempre están embarrados de mierda, ja, ja, ja. Me cago en la puta madre de todos ellos".
Amigos y amiguitos aquí presentes; creo que a mí me toca dilucidar una etapa histórica en la vida del joven adolescente José Thomás Boves de la Iglesia quien a la edad de 21 años obtiene su licencia de Piloto Primero, eso sería por allá por el año de 1.803, siguiendo él las debidas instrucciones de don Lorenzo García Jove quien le enrola con el cargo de Piloto Primero en el buque mercante "Ligero". Cuyos armadores eran los dueños de la Casa Comercial Plat y Portal; siendo don Lorenzo García Jove y su hermano don Joaquín García Jove sus agentes y representantes comerciales en Venezuela quienes hicieron los preparativos para que dicha nave partiera del puerto cantábrico del Musel, cuya derrota era con destino a las costas de barlovento con rumbo a Puerto Cabello en la Capitanía General de Venezuela en las costas de sotavento.
El pelirrojo o roxiu de José Thomás Boves vistiendo gallardamente la chaquetilla azul de botones de ancla y ostentando los dorados galones de su jerarquía e investidura naval, y llevando a bordo a don Vicente Caldero como su Segundo Piloto; comandando ambos una tripulación compuesta por marinos catalanes y gallegos a quienes antes de zarpar arengó con estas palabras, q1ue son las mismas que se encuentran en la entrada del Alma Mater de nuestra Armada Nacional, como lo es la Escuela Naval de Venezuela en la Meseta de Mamo en Catia la Mar – Edo. Vargas:
NAVIGARE NECESSE EST
"…Oficiales y marineros,
Todo asturiano vive
Y muere cara al mar,
Vivir no es necesario,
Sólo es necesario
Navegar…".
El Oficial de la Real Marina Mercante José Thomás Boves de la Iglesia fue un hombre libre pensador quién en sus afanes y deseos de aventurarse hacia las tierras más allende al mar océano. Él lo hizo con el fin de ayudar económicamente a su adorada madre doña Manuela de la Iglesia y a sus queridas hermanas doña Teresa y doña Josefa, a su vez luchar y poner en práctica sus ideas liberales en estas tierras españolas de ultramar.
Plazoleta Independencia en Puerto Cabello
Según el agrarista don Ángel Herrera Guevara descendiente del Comandante José Tomás Boves de la Iglesia, nos informó que el Oficial de Marina don Vicente Caldero era natural de la ciudad de TORTOSA en la Provincia de Tarragona, la cual está situada a orillas del Río Ebro, en el mismito inicio de su delta, el cual da al Mar Mediterráneo.
Este pueblo está en la cordillera costera catalana en donde hay un cabo que apunta hacia el mismísimo Mar Mediterráneo, desde el golfo de San Jorge. Su nombre proviene de la antigua y conocida ciudad romana llamada "DERTOSA".
Antigua Aduana de Puerto Cabello
Cabe decir, que durante la dominación árabe en España. Esa ciudad llegó a ser la capital de una taifa independiente que más luego fue conquistada por el Rey Berenguer IV en 1.148, de nuestra era.
Caramba vale, la despedida de don José Thomás Boves con su familia fue triste y sí se quiere muy melancólica, emotiva y dura, entre llanto y sollozos, abrazos y besos, y con la virtual esperanza de regresar algún día al lar familiar cargado de glorias, riquezas y títulos que pudieran enaltecer la hidalguía y el blasón familiar de los Boves de la Iglesia ante las cortes y la realeza española opresora del pueblo asturiano.
Hay que sacar a relucir que el asturiano don Joaquín García Jove, connotado miembro de la francmasonería española venía en la nao "Ligero" como armador de la firma comercial Plat y Portal, a fin de hacerse cargo de la misma en los puertos de Puerto Cabello y La Guaira.
Acordado el día de partida por la firma Plat y Portal, zarpó la nao "Ligero" del puerto del Musel, dando las velas al viento y con la proa orientada hacia el océano Atlántico bordearon el Cabo de Finisterre con derrota hacia las islas Canarias, navegando más de 700 leguas marinas y después de varias semanas de navegación recalan y atracan en el puerto de Santa Cruz de Tenerife; en donde se abastecieron de sal, provisiones, víveres, carne y pescado salado, agua y vino y demás enseres necesarios para continuar la travesía hacia tierra firme en la Capitanía General de Venezuela.
Centenario afro-descendiente del pueblo de Chuspa
En espera de su real libertad y justicia social, año 2.009
Aprovechándose las taciturnas y calientes aguas del golfo de Guinea o Gulf Streams se hacen a la mar nuevamente con derrota en su bitácora de viaje hacia el occidente pasando entre las islas de La Gomera y El Hierro, dejándose atrás en el horizonte al archipiélago canario con rumbo a Puerto Cabello, lugar cercano a la ciudad de La Nueva Valencia del Rey.
La travesía se hizo con una navegación tranquila y con viento en popa, si se quiere muy serena, avistándose pocas semanas después las Antillas Menores de Guadalupe, Martinica, Dominica, San Vicente, Barbados y Trinidad, navegando hacia las islas de Margarita, Coche y Cubagua, de donde se divisaban las costas de Paria y Araya. En su curso la nao pasó frente a las islas de La Orchila, La Blanquilla, Los Testigos y Los Hermanos.
En aguas de la mar arriba a barlovento bordearon a Cabo Codera, entrando en sotavento o aguas de la mar abajo; pasando frente a las costas de Chuspa, Todasana, La Sabana, Naiguatá, Caraballeda y La Guaira; navegando frente a Cabo Blanco con rumbo a Chichiriviche o puerto de El Flechado, en las cercanías de Puerto Carayaca.
Puerto Cabello en tiempos remotos
Al fin se divisaban las costas de Puerto Cabello, ciudad marítima de tierra firme en la provincia de Venezuela situada al fondo del Golfo Triste, entre 31 grados y 13 minutos de longitud del meridiano de la isla del Hierro y 10 grados 15 minutos de latitud septentrional en la América Austral, recalando la nave con velas abajo por la ensenada de Patanemo hasta su arribo a tan cuartelario y amurallado puerto. Divisando las defensas de Punta Brava, los muros de Hornabeque, el castillo de San Felipe, las baterías del Caballero, Campo Santo y Carenero, la desarticulada muralla hasta los baluartes de El Príncipe y La Princesa y los muros artillados de La Estacada, y frente a ellos observaron al siempre vigilante el Fortín Solano.
En los momentos en que don José Thomás Boves arribaba a Puerto Cabello se encontró que esta ciudad se erguía sobre una playa arenosa, árida y erizada de rocas, de calor sofocante; con una rada descubierta completamente y continuamente batida por las olas encrespadas, donde habían numerosos escollos sobre sotavento, prolongándose hasta la desembocadura del Río Tocuyo. Cabe decir, que la navegación a vela desde Puerto Cabello a La Guaira se hacía en 15 días más o menos, el cual distaba la distancia en 32 leguas aproximadamente. El nombre de Puerto Cabello le venía en honor a un borburateño de origen español llamado ALONSO CABELLO quien llegó a ser el primero de los españoles en establecerse en esos predios en la época de la conquista.
Alonso Cabello fue un usurero y filibustero quién en sus tracalerías cotidianas trató de negociar en los tiempos de la conquista española con las autoridades establecidas en Coro. El secuestró al judío sefardí Justo Desque quién era el Teniente Gobernador y al Alcalde y Capitán Lope de Benavides, y quienes fueron las máximas autoridades en el puerto de Borburata, en la cual demandaron rescate por sus secuestrados; petición que les fue negada y en la cual tuvieron que dejar en libertad a sus secuestrados.
¿Qué nombre tan fatal le pusieron a Puerto Cabello?
¿Qué orígenes tan nefastos tiene ese vital puerto venezolano?
Puerto Cabello era un Tenientazgo bajo la jurisdicción del Real Ayuntamiento de la ciudad de La Nueva Valencia del Rey y de la Anunciación; la cual formaba parte de la Capitanía General de Venezuela, estando bajo su jurisdicción los siguientes poblados: Pueblo de la Inmaculada Concepción del valle de Goaigoaza, Borburata y Patanemo.
Puerto Cabello a finales del siglo XIX
La ciudad era un suburbio de calles alineadas, las casas eran pocas cosas y las edificaciones presentaban un aspecto lleno de tristeza. En sus afueras había un recinto apropiado para jugar pelota, la cual presumimos sea la pelota vasca, el cual era un juego muy entretenido y había como especie de un circo donde se montaban peleas de gallos. El matadero del pueblo estaba en las afueras de la ciudad, muy cerca de los pantanos.
Su población estaba por el orden de las 4.000 personas; de los cuales 1.000 de ellas eran europeas, 2.000 indígenas y 100 entre mulatos, esclavos y negros libertos. La ciudad era gobernada por un coronel. Cabe decir, que este puerto tenía una salina y un comercio muy activo.
Puerto Cabello era lugar era insalubre con una población de ocho mil habitantes más o menos viviendo en la total pobreza y pestilencia; ya que allí pululaban enfermedades contagiosas como la fiebre amarilla, tisis, sífilis, gonorrea, paludismo, difteria, cólera, lupus, viruela y malaria. Males endémicos y epidémicos aquellos que fueron muy comunes y fáciles de contraer, y que diezmaron a la población por siglos; ya que en muchos casos eran traídas por los marinos que provenían de los diferentes puertos venezolanos y extranjeros conocidos en aquellos tiempos.
Otros de los males allí existentes era la prostitución practicada por la mayoría de las mujeres que hacían vida nocturna en esos parajes y predios, al igual que la homosexualidad que era muy creciente y clandestina; el contrabando era atroz, además de ser practicado por las familias más pudientes de esos territorios y sus zonas adyacentes. Y no debemos dejar atrás la práctica de la usura y la estafa, como la evasión en el pago de los derechos o impuestos fiscales por parte de los terratenientes y hacendados, en esas costas de Sotavento.
Calle Los Lanceros, Puerto Cabello
¿O es qué acaso en esta República Bolivariana de hoy no persisten esas mismas calamidades y males; dejados de los 40 años de la IV República?
Esos males endémicos o epidémicos de salud pública y social se dieron debido a la desidia y al abandono a que sometieron al pueblo en ese vital bastión de la Capitanía General de Venezuela en cuanto a lo administrativo, social, político, religioso y militar se refiere.
Puerto Cabello unía los caminos que iban a la villa de San Carlos de Austria en los llanos de Cojedes y a los pueblos de Nueva Segovia de Barquisimeto, Nuestra Señora de la Concepción de El Tocuyo y Santa Ana de Coro, y a pueblos intermediarios, como la ciudad de Nueva Valencia del Rey y los valles de Aragua, y los llanos hacia el sur; pasando inclusive por las zonas cacaoteras de Turiamo hasta Borburata.
Cónchale vale, las autoridades españolas encargadas de la defensa de tan fortificado y amurallado puerto eran una cuerda de "Sargentones" borrachos, parias, ladrones déspotas y miserables, alcanzando muchos de ellos cargos y grados militares dentro del ejército imperial español.
Esos "Sargentones Grandes Carajos" eran los encargados de la custodia y resguardo de dichas costas, convirtiéndose ellos, en vulgares serviles de las autoridades reales y eclesiásticas, al igual que los demás miembros de la oligarquía dominante en esos parajes, dueños y amos absolutos de los terrenos aledaños a dicha histórica bahía, mantuanos de tradición y costumbres quienes usaron métodos arbitrarios y autoritarios en beneficio de las políticas económicas de las castas más dominantes, dueñas de las vidas y riquezas en estas provincias.
Hay que destacar, que los mantuanos de Puerto Cabello tenían su centro de poder en la Hacienda "San Esteban"; justo por donde se encontraba el antiguo camino que iba hacia la ciudad de La Nueva Valencia del Rey y de la Anunciación.
Puerto Cabello a finales del siglo XIX
Pero entre los presentes en la Mesa Redonda tomó la palabra el joven Lenin Rafael Peña Noguera, cursante de estudios en Relaciones Industriales en la Universidad de Oriente (UDO) quién a continuación le hizo la siguiente pregunta a su padre Rafael Ángel Peña García: ¿Podría usted papá, señalar a uno de eso sargentones sinvergüenzas quienes hicieron vida en Puerto Cabello al arribo de don José Tomás Boves de la Iglesia?
Y este le respondió sin pelos en la lengua con estas palabras: "Como no, hijo; en la memoria popular de nuestro pueblo y en las de nuestros padres y abuelos quedaron para la posteridad los relatos de uno de esos siniestros personajes".
Ya que este país aún es gobernado por sargentos y compadres; uno de esos raros especímenes y vulgares sargentones fue el Sargento Antonio de Mata Guzmán quién era natural de Jaén en España en donde nació en 1.769 y fue traído a estas tierras una vez liberado como reo o preso de mala calaña en los galeotes en Ceuta, norte del África. Ese gran carajo vino a Venezuela como un vulgar jala mecate del Capitán General Manuel de Guevara y Vasconcelos en abril de 1.799. Se presenta en el Ayuntamiento de Caracas una querella entre el asturiano don Joaquín García Jove y don Francisco Miranda sobre un cargamento de añil en 1.800. En donde el señor Jove manifestó que simplemente él era un asalariado y no el dueño de la empresa que pretendía recargarle en el juicio incoado en su contra.
Dr. Francisco Herrera Luque
Autor de la obra "Boves, El Urogallo
Eso nos indica que desde esa época empezaban los problemas con los pocos asturianos que había en nuestra tierra. Justamente, el 10 de junio de 1.803, en el mismo momento en que don José Thomás Boves arriba a Puerto Cabello, don Antonio de Mata Guzmán fue nombrado Sargento 1º de Granaderos del Batallón de Infantería de la Reina, amancebándose con la prostituta doña Josefa Águeda García a quien popularmente en los bajos fondos porteños conocían con el sonado remoquete de "La Tiñosa".
El General Antonio Guzmán Blanco
Confesándose ante El Diablo
Hay que destacar, que el historiador y psiquiatra Dr. Francisco Herrera Luque la nombra mucho en sus libros de historia fabulada de Venezuela, ya que de esa prole proviene don Antonio Leocadio Guzmán García, delincuente y corrupto por antonomasia, fundador del periódico "El Venezolano" y del Partido Liberal, hoy Acción Democrática (AD) o Un Nuevo Tiempo (UNT).
Su hijo el General en Jefe y Dr. Antonio Leocadio Guzmán Blanco mal llamado "El Ilustre Americano" es nieto de ese sargentón español de Antonio de Mata Guzmán.
¿Y quién más corrupto que el General Antonio Guzmán Blanco, ahora en el Panteón Nacional, nojoda?
¿Qué bolas, vale?
¿Cómo se le ocurrió al Comandante Hugo Rafael Chávez Frías en meter a ese tipo en el Panteón Nacional en el año 1.999?
Antonio Guzmán Blanco era tan ladrón que en Francia casó a sus hijas con una serie de príncipes borbónicos y bonapartistas quebrados. Él los alimentaba con dinero del erario nacional, por el sólo hecho de vincularlas con los descendientes de Napoleón Bonaparte. Y así son las cosas en este país, cuando el Manganzoncito" de Guzmán Blanco vio caer su Autocracia, se fue de Venezuela con su familia en 1.887, sucediendo la siguiente anécdota en su casa de Antímano:
En la casa del General Guzmán Blanco en ese día había un gran alboroto y algarabía, ya que un grupo de peones estaban recogiendo todas las cosas que esa distinguida familia se iba a llevar a Europa. Diciéndoles Manganzoncito estas palabras a sus peones: ¡Cuidado con los Corot, cuidado con los Corot!
Cuadro del pintor Jean Baptiste Camille Corot
En eso uno de los peones le preguntó al otro, esto: ¿Qué está diciendo el General Guzmán, vale?
Y el otro le respondió en estos términos: "Coño vale, que tengas cuidado con los corotos, nojoda".
Realmente, el General Antonio Guzmán Blanco se estaba refiriendo a una serie de cuadros originales de su propiedad que habían sido pintados por él célebre pintor francés JEAN BAPTISTE CAMILLE COROT quien nació en 1.796. Y es a partir de esos momentos, es cuando a cualquier vaina o a toda cosa solemos llamar "coroto". De allí proviene el origen mismo de la palabra. Bueno vale, voy a continuar con esta otra parte del relato, en esos tiempos el incipiente capitalismo europeo daba origen a las clases dominantes internas en estas colonias españolas, inglesas, holandesas, francesas y portuguesas en América.
General Antonio Guzmán Blanco
"El Ilustre Manganzón Americano"
Poco tiempo después, ellos entraron en profundas contradicciones con sus metrópolis y esto fue debido a las relaciones que les llegó a imponer las dominaciones imperiales a sus colonias, producto de la revolución industrial. Ahora bien, apreciados niños, jóvenes y adultos reunidos en esta cálida Mesa Redonda. Quiero decirles, que don José Thomás Boves fue un hombre muy querido por sus superiores y subalternos, gozaba del más amplio respeto en la marinería a sus inmediatas órdenes.
Las ganancias de sus sueldos obtenidas como fruto de su trabajo, les enviaba a su madre doña Manuela de la Iglesia y a sus hermanas Teresa y Josefa en la ciudad de Oviedo en la provincia de Asturias; y la cual hacía a través de la firma Plat y Portal en el puerto de La Coruña, provincia de Galicia. Quedándose él con lo necesario para vivir en ese extraño y lúgubre puerto de sotavento en tierras de Venezuela.
Don José Thomás Boves poco a poco fue notando que los mantuanos criollos en la provincia de Caracas y en sus alrededores insurgían constantemente en contra de las políticas económicas del Rey Fernando VII. Apreciando que las luchas en estos pueblos de la América meridional fueron similares o parecidas en parte a las que se dieron en esos tiempos en España.
Comprendiendo además, que los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad enarbolados en la Revolución Francesa habían hecho eco en estos pueblos sedientos de justicia social; y que eso sólo fue posible a través de los navíos de la ilustración de donde salieron las ideas de redención social que a bien proclamaron los mártires guaireños don Manuel Gual y Curbelo y don José María España en estas tierras de la América Meridional.
Pero, quiero que recuerden para siempre que la Capitanía General de Venezuela fue creada con el fin de pacificar estas tierras en el año 1.777. Ya que las empresas militares diseñadas para someter a los "Grandes Cacaos" o "Mantuanos Criollos" fueron muy dificultosas y entrabadas en esos tiempos coloniales. Los descendientes de los "Amos del Valle" lograron arrancarle el poder comercial y naviero que llegó a desarrollar la Real Compañía Guipuzcoana y de Ultramar en tierras y en los mares de esta Capitanía General; la cual comenzó sus operaciones comerciales y fiscales en Venezuela a partir del año 1.728, hasta su fusión con la Real Compañía de Filipinas en 1.785.
De esta forma fue como se estableció una estrategia económica que logró sobrevivir hasta comienzos del siglo XX, especialmente con la llegada al poder de los generales en jefe Cipriano Castro Ruiz y Juan Vicente Gómez Chacón. Carajo vale, el Comandante Fidel Castro Ruz en su condición de presidente de la República de Cuba, sobre esos hechos coloniales del pasado en nuestra América caribeña manifestó estas palabras:
"…Los criollos eran los dueños de la propiedad urbana y rural y los godos, dueños del comercio y detentadores del poder político…….. En un principio los criollos dominaban a los negros esclavos, guiaban a los blancos de orilla e influían, poderosamente, en el resto de las masas populares, nacidas en el país…".
A continuación, el profesor Víctor Juvenal Aguinagalde le hizo la siguiente pregunta al T. S. U. en Educación Osvaldo León.
Osvaldo, carajo vale. Yo quiero que tú le digas a los niños lo siguiente: ¿Cuáles eran los rasgos físicos y patológicos de don José Thomás Boves en su arribo a Puerto Cabello?
A la verga primo; bueno, en ese tiempo al cual hacemos referencias, decían los abuelos de nuestros abuelos que don José Thomás Boves era catire o rubio, bajo y fuerte, cuerpo de talla hercúlea y mediana estatura, poderosamente musculoso y ágil, hombros y pecho anchos, y de una espalda que salía o surgía una tremenda cabeza, frente amplia, chata, espaciosa, y oscura, ojos profundos y una mirada dura y muy penetrante, sus ojos eran de un color azul e inquietos, y tristes como los de un tigre, de mirada magnética, sus cabellos y barba eran de color amarillo rojizo, parecido al trigo, fosas nasales abiertas.
Él era taciturno, frío, infatigable e incansable, ágil, astuto, audaz, atrevido, osado y desconfiado, de espíritu aventurero forjado en las duras y rudas faenas del mar, de personalidad recia; era un consumado lector, teniendo una escritura bella, parecida a la de un escribano público y muy acorde con la gramática de su tiempo y época, de modales cultos y lenguaje correcto, de gallarda presencia y extraña hermosura varonil, desprendido de los bienes materiales, generoso con sus compañeros. Él creía profundamente en el nexo que debe existir en el pueblo, entre el hombre y su inmenso amor por la tierra donde vive y nace.
Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz
Al fin, don José Thomás Boves decidió radicarse en Puerto Cabello, y navegando hacia el puerto de La Guaira a su arribo al mismo, deja vacante su cargo de piloto en el buque mercante "Ligero". Siendo reemplazado a bordo por el Oficial Vicente Caldero, de quien se despide con un fuerte y emotivo abrazo de hermanos, deseándose ambos suerte, pronto regreso y un hasta luego de hermanos, desembarcando con la mirada puesta en un nuevo amanecer y en un rumbo que de hecho cambiaría su vida para siempre y lo llevaría a entrar por la puerta grande en la historia de los pueblos.
Don Vicente Caldero realizó varias navegaciones entre Venezuela y España, haciendo mucho dinero en sus viajes a los puertos de la América hispánica logró comprar una falucha de cabotaje, para más luego casarse con su paisana doña María Griñó, viuda y madre de Ramón Cabrera, primer Conde de Morella y tres veces laureado de San Fernando, por haber sido antes seminarista y a quién el Obispo de su Diócesis sabiamente aconsejó de no recibirse u ordenarse como presbítero, debido a lo violento de su carácter.
A partir de ese momento las autoridades reales de la Corona española nombran a don José Tomás Boves comandante de una lancha armada y artillada que se encontraba apostada en ese puerto, la cual estaba destinada al Resguardo Marítimo de los emporios comerciales de España en aguas de sotavento y barlovento en jurisdicción de la antigua Capitanía General de Venezuela.
En este Palabreo Popular General en Jefe "Manuel Carlos Piar" y en el Movimiento Bolivariano de Luchas Populares (MBLP) estimamos que entre 1804 y 1.806, existían logias masónicas en Puerto Cabello y a ellas concurrían todos los oficiales destacados en el apostadero naval de ese puerto. Estando entre ellos, el joven asturiano don José Tomás Boves de la Iglesia.
Nos atrevemos a decir, que él fue un miembro muy reconocido de la Orden Francmasónica, y que más adelante podremos corroborar en esta historia fascinante; debido a que Boves fue el primer personaje tomado en serio como actor principal en las primeras novelas históricas que se escribieron en Venezuela.
La misión de José Thomás Boves fue impedir por todos los medios posibles en estas tierras los delitos de contrabando y evasión de los impuestos de Alcabala, Estancos, Anata, Media Anata, Quinto Real, Diezmo, Patente de Corzo o Avería, Tafías, Lanzas, Sal, Almojarifazgo, Penas de Cámaras, Tarifas, Timbre Fiscal, Estanco de Tabaco, la Armada y Armadillo.
Vicios que eran muy comunes en las familias mantuanas quienes en sus afanes de riquezas mal habida llegaron a extender patentes de corso a filibusteros, piratas y corsarios para que ejercieran el contrabando del cacao, tabaco, café, añil, cueros y otros productos que en ganas les vinieran con las casas comerciales en las posesiones holandesas de las islas de Curazao, Bonaire y Aruba; como en las colonias inglesas y francesas de Saint Thomás, Guadalupe, Martinica o Trinidad, en el mar Caribe.
Realmente, en los tiempos en que el joven José Tomás Boves llega a Puerto Cabello se encuentra que en las montañas de esas zonas había miles de negros cimarrones luchando desde sus cumbes en pro de la libertad de sus castas. Y fue de esa forma fue como él se hizo amigo del Dr. Gaspar Juliacs quien era médico egresado de la facultad de medicina de la Universidad de Montpellier en Francia y de quien Boves en una ocasión señaló estas palabras: "El Dr. Gaspar Juliacs es un hombre de ideas profunda, proveniente de la Francia revolucionaria".
Simbología Masónica
El Dr. Gaspar Juliacs estuvo comprometido en un intento de asesinato que se dio en el mes de enero de 1.797. El cual se suscitó en la plaza de Puerto Cabello, cuyo mentor principal fue el Teniente de Cura castrense y presbítero don Domingo Arráez.
Estos suceso estuvieron relacionados con una misiva escrita por el inglés Pablo Hamilton en la isla de Granada, quién pretendió armar una escuadra con la intención clara y manifiesta de invadir a Puerto Cabello. En esa conspiración estuvieron involucrados Manuel de los Santos, Josef Delgado y el inglés Scheins Brans. Manifestaban algunos cronistas que el cura Arráez trató de acabar con la vida de Josef Delgado y de su esposa, cuando el Dr. Juliacs les suministró veneno; quién dio fe de su responsabilidad en esos intentos de asesinatos.
Notando ellos, que no habían logrado sus propósitos, lo mandaron a asesinar con el negro Juan Francisco Liendo "El Guaireño"; quién en esos oscuros hechos estuvo acompañado por sus secuaces don Pedro Antonio Pulido y don Juan Pablo Villalobos Pardo. Los convictos en ese defenestrado crimen usaron algunas gotas de un veneno conocido como: Láudano líquido. Que mas luego colocaron en el vino que iban a tomar las personas que se salvaron de ser envenenados ese día.
Finalmente, el Dr. Juan Germán Roscio descubrió que el tal Pablo Hamilton no existía; sino que ese maquiavélico personaje era el mismo Presbítero Arráez, quién extrañamente se escudaba detrás de ese nombre. En aquellos tiempos, don Anselme Michel de Gisors presagiando los planes y fines de las castas más oprimidas y avasalladas por el mantuanaje de Venezuela, en esa conspiración predijo lo siguiente: "…Por ello se puede llegar a la conclusión de que este país no está tan alejado – como se cree – de una sacudida y puede ser que solamente esperen una oportunidad propicia…".
El joven Gustavo León un poco inquietado por el tema que se estaba hablando hizo la siguiente pregunta a su padre Osvaldo León conocido en los predios revolucionarios como "El Rojo" quién es natural de Maracaibo – Edo. Zulia, y descendiente de españoles de la Provincia de León.
Papá, en verdad este debate es muy interesante y si se quiere apasionante. Pero te quiero preguntar y espero nos las responda con el corazón abierto: ¿Dime cuáles fueron esas familias que se dedicaron a amasar fortunas con tan infames e inmorales vicios?
Y él le respondió a su hijo, de la siguiente forma: "Carajo Gustavito, esos bichos del ayer, son los mismos de hoy".
¿O es qué acaso tú no lees la prensa, vale?
Esos malditos oligarcas fueron unos contrabandistas muy compulsivos, ya que negociaban sus productos agrícolas y pecuarios con los monopolios comerciales en las Antillas sin licencia alguna. Esa vaina la venían concibiendo desde los tiempos que los guipuzcoanos arribaron a Venezuela a partir de 1.720 y sus descendientes y sucesores aún lo continúan haciendo hasta nuestros días, evadiendo siempre las rentas fiscales y toda legislación que se oriente sobre esos fines específicos.
Felipillo González
Presidente del Reino de España
Coño vale, voy a ir nombrando a una serie de familias godas del pasado y que hoy son parte de la burguesía venezolana en nuestro tiempo, mezcladas con los ancestros de los conquistadores y grandes cacaos del pasado, entre ellas se destacan los siguientes linajes de la godarría de Coro, Barquisimeto, Valencia y Puerto Cabello: Tellería, Espinoza, Prince, Fortique, Echeverría, Lebrun, Moratinos, Espejo, Celli, Lauría, Escalona, Salóm, Escovar, Flores, Curiel, Beaujoun, Navas, Espinola, Álamo, Mendoza, Goiticoa, Aguerrevere, Zuloaga, Iturriza, Machado, Freyre, Michelena, Guruceaga, Peña, Castillo, Anzola, Lara, Dao, Guzmán, Capriles, Chirinos, Tovar, Adams, Ponte, Ponce, etc, etc, etc. Y demás familias unidas a los mantuanos aristócratas de la ciudad de Santa Ana de Coro y sus zonas adyacentes y circundantes.
Todos ellos, descendientes de conquistadores y comerciantes de esclavos, colonizadores, de vagabundos y clericales ensotanados, piratas, filibusteros y corsarios, contrabandistas y evasores de impuestos reales, factores vascos y judíos sefardíes provenientes todos desde las islas de Saint Marteen y Curazao, y quienes llegaron a almacenar ostentosas e inmensas fortunas. Producto de los constantes saqueos y abusos cometidos en contra de los sectores y castas más empobrecidas del pueblo venezolano en esos tiempos; vicios y delitos de lesa patria creados por el imperante sistema colonial español en tierras de Venezuela y que aún persisten hasta nuestros días.
Los esclavistas, contrabandistas y usureros de las ciudades de Puerto Cabello, La Nueva Valencia del Rey y Santa Ana de Coro dieron origen a una clase social que se formó alrededor del comercio exterior y de las operaciones mercantiles que a mansalva y en contra del pueblo realizaron las casas extranjeras con sus empréstitos y practicas codiciosas; dedicándose a la exportación del cacao, café, añil, cueros, como a la importación de baratijas y mercaderías.
Dr. Arturo Uslar Pietri
"Padre del Humanismo Renacentista"
Quedando los hacendados y comerciantes a merced de los usureros y en las manos de los capitalistas extranjeros, franceses, ingleses, alemanes, judíos, norteamericanos, italianos, entre otros. Yendo esas prácticas menesterosas en menoscabo de la soberanía nacional.
¿Y es qué acaso en nuestros días no siguen actuando con los mismos vicios a través de sus embajadas y de sus aliados enquistados en FEDECAMARAS, VENAMCHAM, C.T.V, Grupos Cisneros, Marturet, Wollmer, Tamayo, Blohm, Mendoza, Curiel, Mata, Armas, Otero, Zuloaga, Aguerrevere, Zubillaga, la Jerarquía de la Iglesia Católica, AD, COPEI, Primero Justicia, Bandera Roja, Causa R, Convergencia, MAS – Menos, Universidad Católica "Andrés Bello" (UCAB), Caroní Decide, Gente de la Prensa, Gente del Petróleo, Gente de la Marina, Mercante, Primero Bolívar, Proyecto "Vende" Venezuela, Alianza Bravo Pueblo, Primero Bolívar, PROVEA, CESAP, Queremos Elegir, Frente Institucional Militar (Ibáñez Matos), la Prensa Escuálida, entre otros.
Coño vale, esos carajos hoy forman parte de la actual aristocracia del dinero actuando como clase dominante continuadora de aquellos infames vicios, corruptelas y saqueos a los erarios del estado venezolano en todas las etapas de su transición histórica. Con el agravante que esos hijas e hijos malparidos de la godarría venezolana en estos tiempos de supuestos cambios políticos, económicos y sociales aún continúan con el constante saqueo en las arcas de nuestra tesorería nacional, yendo en detrimento de las grandes mayorías; quedando manifiesto en las constantes quiebras de la banca financiera nacional que se llevaron a cabo en los diferentes gobiernos de la IV República "Punto- Fijista" como en estos años de la V República "bolivariana y socialista".
En donde miles de venezolanos y venezolanas fueron vilmente estafados y desbancados sus ahorros y depósitos en los ya desaparecidos o aún existentes entidades bancarias, donde fueron intervenidos el Banco de los Trabajadores de Venezuela (B.T.V.), con el cual se le pagó la campaña electoral que llevó a "Felipillo González" a la presidencia de España en su primer gobierno democrático monárquico; Banco Ítalo Venezolano, Banco Consolidado, República, BANCOR, Venezuela, Empresarial, Andina, Maracaibo y la empresa aseguradora La Seguridad. Esta última fue propiedad del difunto escritor Arturo Uslar Pietri alias "El Péndejo", descendiente de mercenarios ingleses y corsos, y máximo representante del Humanismo Renacentista, negador del progreso y el desarrollo de los pueblos. Claro está, esos organismos financieros en esos tiempos fueron auxiliados por FOGADE con más de tres billones de bolívares.
La verdad fue que los verdaderos responsables de esa crisis financiera aún continúan disfrutando sus fortunas mal habidas en sus islas de la fantasía, tales como en Miami en U.S.A, Suiza y en algunas islas del Mar Caribe, como Las Bahamas y Nassau, Curazao, Aruba y Bonaire.
¿Y cómo olvidar el caso del Banco Latino, coño nojoda?
Lo cierto es que ese banco fue dirigido por el oligarca Pedro Tinoco quien tuvo una trayectoria hamponil en las finanzas públicas desde los tiempos en que llegó a ser Ministro de Hacienda durante el régimen del presidente Carlos Andrés Pérez Rodríguez, quién quizás haya sido uno de los magistrados más corruptos que haya pasado por toda la historia de Venezuela.
Teniente (Ej.) Jesse Chacón Escamillo 4F 1.992
Pero, en esta V República Bolivariana se han gestado infinitos hechos de corrupción, tales como los robos descarados y acostumbrados que se vivieron en el Fondo Único Social (F.U.S), planes Bolívar 2.000 y 2.001, Plan Zamora 2.000, MICABU y en la DIEX, con la licitación para el nuevo proceso de cedulación del país, todo esto gracias a la tribu de alcahuetes y ladrones pertenecientes a la banda de facinerosos que llegó a crear el traidor y vende patria de Luís Miquelena y heredó el vagabundo de Elías Jaua Milano.
¿Quizás el Teniente (EJB.) Jesse Chacón Escamillo no usó sus influencias para convertir a uno de sus hermanos en un acaudalado banquero?
¿Por qué Jesse Chacón fue destituido como Ministro del Poder Popular para las Ciencias y la Tecnología?
¿Ha qué se debió que tan afamado militar comprometido en la insurrección militar del 4F del año 1.992, hoy esté defenestrado de la política nacional?
¿Y qué fue lo que realmente pasó hace mucho tiempo atrás en el SENIAT con el Capitán (EJB) Jesús Vielma Mora, cuando se desempeñaba como Superintendente Recaudador Tributario nacional y ahora candidato a gobernador del Edo. Táchira?
Este digno oficial del ejército venezolano se atrevió atacar a los evasores de impuestos y a los contrabandistas aduanales de oficio, siendo víctima de las ofensas y acosos por parte de los sectores oligárquicos enquistados en las aduanas, puertos y aeropuertos de nuestra nación. Quienes aún tratan de evadir el pago de los impuestos que tienen que cancelarles al fisco nacional, producto de las altas ganancias obtenidas en sus empresas o centros de ganancias públicas o privadas.
¿Hasta cuando pudo el Capitán (EJB.) Jesús Vielma Mora mantener la moral revolucionaria bolivariana en esa institución fiscal del Estado venezolano?
¿Por qué fue defenestrado por la militancia del PSUV como candidato a la gobernación en las primarias anteriores en el PSUV del Edo. Táchira?
¡Ojala nunca llegue a caer en los planos de la corrupción administrativa!
En verdad, Venezuela sigue aún estando herida en el corazón, como una vez dijera el Generalísimo Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez. Quién en esos momentos se encontraba en el ocaso de su propia existencia y en la víspera de su entrega a las autoridades españolas en el puerto de La Guaira, por parte de sus subalternos: Miguel Peña, Manuel María de las Casas y Simón Bolívar, entre otros.
Generalísimo Francisco de Miranda
Los oficiales representantes de la godarría venezolana de la época, Carlos Soublette y Tomás Montilla, lo condujeron como el cordero celestial y reo de la propia oligarquía venezolana a las mazmorras españolas en aras de tratar de apagar el fuego sagrado de su corazón que aún prevalece y enciende nuestras mentes y que van más allá del pensamiento bolivariano que hoy enarbolan algunos descendientes de la aristocracia del dinero en nuestros días.
Pero, la vaina no fue fácil en aquellos tiempos, ya que don José Thomás Boves trató de erradicar esos delitos de lesa patria, como también el de acabar con los privilegios que en las instituciones coloniales tenían los "mantuanos ladrones y contrabandistas" en aquellos días de 1.805.
En verdad, todo aquel quien trata de poner orden y, practicar la justicia a plenitud y cabalidad se le enreda las cosas, y es por ello que el panorama se le tornó muy difícil, amargo, cruento e injusto a don José Thomás Boves durante su estadía en Puerto Cabello. Ya que los "Grandes Cacaos" demandaron y promovieron una averiguación en su contra ante las autoridades reales españolas acantonadas en ese cantón porteño, donde se le acusó de contrabandista y de ejercer la piratería.
Allí se notaba la clara confabulación que existían entre los dueños de los medios de producción y las autoridades locales en la ciudad de La Nueva Valencia del Rey y demás pueblos aledaños en contra de don José Thomás Boves de la Iglesia; quien solitariamente enarboló las banderas de la honestidad y la honradez aprendidas en su seno familiar y en el Real Instituto de Náutica y Pilotaje en Asturias.
Real Instituto de Náutica y Pilotaje de Asturias
En este caso especifico, el perseguidor se convirtió en perseguido; por esto siempre debemos recordar estas palabras del anciano agrarista Ángel Herrera Guevara, primo hermano del catiéño y dramaturgo José Ignacio Cabrujas Lofiego cuando en una oportunidad nos contaba estos relatos: "Yo tenía una sobrina que trabajaba en la Comandancia General del Ejército hace muchos años atrás, Yo creo que en los tiempos en que la presidía el General de División (Ej.) Gustavo Pardi Dávila quien con sus pardi-mariconerías fue un perseguidor implacable de los revolucionarios que se levantaron en armas contra los gobiernos adecos-copeyanos de turno en la década de los años sesenta.
Resulta, que mi sobrina era secretaria en uno de esos despachos militares. Yo paso a creer que ella le trabajaba a un Oficial General de alta graduación. Pero a ella se le ocurrió ir al baño a orinar sin que su jefe lo notara.
¿Cuál sería sorpresa?
De pronto entraron dos oficiales; uno era un Mayor y el otro Teniente; ambos saludaron marcialmente a su superior y como el que tenía más grado presidía la comisión, le dijo estas palabras a su superior: "Mi General, vengo a decirle que las investigaciones que hemos realizado sobre el Coronel "Don Palote de la Mancha" dieron los resultados esperados, aquí están las pruebas, el hombre nos salió homosexual, carajo"
Casa del agrarista Ángel Herrera Guevara,
En el pueblo de Ntra. Sra. de la Candelaria de Tarmas
El General muy alborozado, dijo lo siguiente: ¿Qué…, ese coño e madre nos salió marico?
¡Coño no puede ser, nojoda, no lo puedo creer, vale…!
El Mayor le respondió en estos términos: "Mi General de División, tome usted en sus manos los recaudos y las pruebas aquí presente y procese este caso conforme a lo establecido en el Artículo 28 en nuestra Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas Nacionales".
Pero, lo que no sabían esos oficiales de ese "Ejército y que Forjador de Libertades" fue que la secretaria oyó detenidamente desde el baño todo lo que ellos hablaban; inclusive llegó hasta a sentir miedo, prefiriendo quedarse allí hasta que salieran todos de dicha oficina. Sin embargo, el General de División mostró un gran enfado y arrechera, diciéndoles al Mayor y al Teniente allí presentes, estas palabras: "Entréguenme el expediente ya, ahora mismo; que yo muy personalmente lo procesaré y les juro por mi santísima madre, que a ese Coronel lo voy a escoñetar, nojoda, de eso no hay dudas".
Una vez que los oficiales salieron de la oficina del General de División; este sigilosamente tomó el teléfono y llamó al ciudadano Coronel, bajo averiguación sumarial y con voz de marico estranochao, le dijo estas oscar-wildenianas palabras: "Hay loca te descubrieron, como te dejaste echar esa vaina, marica. No te preocupes que a ese Mayor y a ese tenientico, yo me los voy a echar al pico; ya verás, ellos no saben lo que yo soy capaz de hacerles, ja, ja, ja".
La secretaria al oír estas mariconericas palabras del General de División, le embargó un miedo mayor y no salió del baño, hasta tanto ese vulgar maricón no saliera de la oficina. Después de estar segura que no había sido avistada por nadie, salió del sitio en que se encontraba, pero con mucho y culillo.
Al día siguiente se acercó al General de División, su jefe, y le dijo estas palabras: "General, le presento mi renuncia porque en verdad he conseguido un trabajo mejor en estos momentos".
José Ignacio Cabrujas
El General de División sin pensarlo dos veces le dio las gracias y le deseó una mejor suerte en su nuevo destino, y en lo inmediato pidió que le enviasen un furrier de su entera confianza y complacencia sico-fálica. Sobre este hecho específico, nos decía el viejo Ángel Herrera Guevara estas palabras: "Cuando vayas a denunciar a un marico, ten cuidado que el que te esté oyendo no sea también marico, porque se va arrechar y te pueden echar una vaina".
El General de División (Ej.) Gustavo Pardi Dávila pertenecía a la Promoción "Caracas" egresada de la Escuela Militar de Venezuela en 1.944. Siendo su compañero de graduación el General de División (Ej.) Homero Ignacio Leal Torres. Cabe destacar, que ese degenerado merideño fue comandante del Comando de Elementos Orgánicos Conjuntos (CEOC) de las Fuerzas Armadas Nacionales, llegando a ser Ministro de la Defensa en la Administración Caldera.
Verdaderamente, los niños en la Mesa Redonda estaban inquietos, pidiéndole al Oficial de Marina Mercante León Manuel Morales que continuara él narrando los hechos vividos por el Oficial de la Marina de Su Majestad José Thomás Boves en Puerto Cabello quien continuó con estos apasionantes relatos: "Bueno, vale; don José Tomás Boves fue acusado de complicidad en el delito de contrabando, siendo luego encerrado en las bóvedas del Castillo de Puerto Cabello en donde estuvo confinado por dos años; cuyo único mal fue el de combatir de manera inquisitorial en contra de los manejos dolosos y mal habidos del mantuanaje existente en esas productivas tierras; conforme a las leyes españolas y a sus responsabilidades en defensa de los intereses de España en esa prospera y vital región, en jurisdicción del resguardo marítimo a su mando".
El agrarista ángel Herrera Guevara
Ante que hubiera una decisión judicial o sentencia en su contra, intercedieron por él, don Lorenzo García Jove y su hermano don Joaquín García Jove quienes se asesoraron y contrataron los servicios del doctor en leyes y jurisprudencia don Juan Germán Roscio, el hijo de una mestiza venezolana, claro defensor de doña Isabel María Páez, esposa de don Juan José Ochoa, a quien defendió en la ciudad de Valencia en contra de un dictamen que dio el Cabildo de esa ciudad en su contra, en donde la conminaban a usar alfombra para arrodillarse en la iglesia, ya que no pertenecía a la casta de los mantuanos y godos de ese lugar.
En verdad el joven José Tomás Boves se vio en una difícil situación anímica, debido a que en Asturias su hermana Teresa tenía tres meses preñada de un abacero; según misiva que le había enviado una misiva su madre doña Manuela de la Iglesia; llegando a pensar que lo que le enviaba en efectivo y en productos no era suficiente para mantener a su familia en España.
Oficial de Marina Mercante
León Manuel Morales, año 1.988
Lo que realmente jodió a José Tomás Boves fue haberle arado bolas a un contrabandista que había en Puerto Cabello llamado Manuelote. Quién lo conminó a que desguarneciera a las costas y no le para bolas a sus funciones de resguardo marítimo; dejando entrar un cargamento de seda que venía en una goleta a velas desde Curazao, y a una falupa cargada de queso que venía desde Aruba.
Indistintamente a través de ese comercio ilícito fue amasando fortuna y de esa manera conoció al zambo Roseliano, quién como pulpero le facilitó arreos de burros y mulas para llevar las mercaderías desde Borburata hasta La Cumbre; y desde allí el mismo zambo las llevabas hasta los valles de Aragua en donde la distribuía. Siendo ese uno de los motivos por la cual lo llevaron a prisión en esos años de la 1ª República mantuana independentista. Ante eso el Dr. Juan Germán Roscio asumió su defensa y emanó un libelo de demanda ante el Teniente de Justicia Mayor, ganándole el caso.
El Dr. Juan Germán Roscio fue un antiesclavista a ultranza debido a su condición de clase, ya que él era muy pobre y quién en carne propia llegó sufrió las vejaciones de los perjuicios de casta, llegando a manifestar lo siguiente: "…Todos los hombres nacieron libres, y todos son igualmente nobles, como formados de una misma masa y criados a imagen y semejanza de Dios…".
Con sus palabras los mantuanos se llenaron de "Horror y Asombro" y estas sirvieron para que los esclavos y pardos alimentaran su espíritu de pueblo subversivo, como lo tenemos que alimentar ahora en los albores del Siglo XXI y esas fueron las banderas que levantó don José Tomás Boves en la defensa de las castas más golpeadas por la indiferencia mantuana de su época y tiempo.
Sin embargo, el tribunal falló en su contra sentenciándole a la pena capital, pero gracias a la buena voluntad del Dr. Juan Germán Roscio y a la amistad que tenía con los jueces logró que se le conmutara la pena de muerte y que fuera conminado a pagar diez años de prisión como reo de la corona en la cárcel de la Villa de Calabozo en los llanos del Guárico de la Provincia de Caracas.
En un paréntesis del juicio, don Juan Germán Roscio le dijo estas palabras a José Thomás Boves: "Mire usted, mi caro amigo José Thomás; lo estoy defendiendo porque usted es una persona vinculada a mis amigos Lorenzo y Joaquín García Jove, tan asturianos como vuestra merced. Pero yo le aconsejaría que fuera mejor que usted se dedique a la ganadería y al comercio en estas tierras, porque de pendejo nada tiene usted".
"Sé que le va a ir bien, de eso estoy muy seguro, siga mis consejos; porque en estas tierras hay muy pocas personas preparadas para los hechos históricos que se nos avecinan; ya que por ahí anda el General Francisco de Miranda con sus afanes revolucionarios; échele bolas a la vaina y conságrese a la libertad de estas tierras".
Dr. Juan Germán Roscio
Defensor del Taita José Tomás Boves
"José Tomás, es bueno que usted ayude con su preparación militar y política a acabar con estas pendejadas; ya que los males que nos joden son las falsas máximas de los mantuanos criollos, la deificación de nuestros tiranos españoles y no españoles con poder comercial, religioso y político, y de aquellos que siendo esclavos bendicen a la esclavitud. Vaya pues, y libérelos; es la orden que hoy le doy, José Tomás".
Y José Tomás Boves dirigiéndose a su defensor le dijo estas palabras: "Entonces, Dr. Roscio. Eso quiere decir que la vaina está bien jodida en Venezuela con esos malditos mantuanos de la porquería. Bueno, yo me iré a acatar lo que usted me ha dicho; eso sí, me haré el güevara en los llanos hasta esperar la oportunidad para comenzar una lucha que en verdad libere al pueblo venezolano de esos carajos, unos nacidos aquí y otros allá en España".
Pulpería de José Tomás Boves en Calabozo
"Dr. Roscio, déjeme esa vaina a mí que yo me encargo de eso; ya va a ver usted la deserción que le voy a producir a quienes viven en todo momento traicionando a este humilde y modesto pueblo. Ya que esos carajos tienen una conducta reprobada, tan igual a la que tenían los patricios en la Roma antigua".
"Dr. Roscio, recuerde que ser patricio es sinónimo de ser marico enmantillado. Así serán conocidos esos carajos en la medida en que pasen los años sobre esta tierra y a su pueblo, a los cuales quiero mucho como si fuera la mía. A ella me debo y a ella me entregaré de cuerpo y alma".
Viéndolo bien, vale: ¿Cómo creen ustedes que el Dr. Juan Germán Roscio, el hijo preclaro del pueblo de San José de Tiznados y uno de los más grandes tribunos venezolanos de todos los tiempos, iba a defender a un supuesto delincuente como Boves?
¿Verdad, qué no?
Carajo, allí tienen los resultados que ustedes querían; don José Tomás Boves se dedica en la Villa de Calabozo al comercio de mercería convirtiéndose en un prospero pulpero en esos bellos parajes de la llanura venezolana. A su negocio le puso el nombre de Pulpería "La Asturiana", la cual se convirtió en un centro donde toda la gente de las diferentes castas sociales golpeadas por el mantuanismo criollo recurría a tener sobradas noticias sobre lo que acaecía en tierras de Venezuela. Específicamente, en los llanos y en el centro de nuestro país.
Don José Tomás Boves entendió los sucesos del 19 de abril de 1.810, con mucha exactitud; él sabía que allí se disputarían el poder político tres factores en pugna; los oligarcas herederos de los antiguos conquistadores; los descendientes de los factores vascos; el pardaje y los más desasistidos de las castas empobrecidas de la época. A raíz de los sucesos de la firma del Acta de Independencia en 1.811, Boves se atrevió a señalar estas palabras en defensa de sus propios firmantes:
"…Que el manto del Sagrado Corazón de Jesús, proteja de por vida a los independentistas y a todos los que estén a favor de esa noble causa, y a todos los que se opongan a ella que se pudran en los más oscuros rincones del infierno…".
¿No será que tanto en los tiempos de la Independencia, la Guerra Federal y la Revolución Bolivariana siempre hemos creído en la buena fe de sus conductores?
¿No sería que don José Tomás Boves no vislumbraba la traición de algunos de la gran mayoría de los firmantes del Acta de Independencia en 1.811?
¿Qué fue lo que le hizo cambiar de actitud en esos momentos?
¿Por qué se rebeló de manera inclemente en contra del mantuanaje criollo?
Pero, fíjense ustedes; que tan seria fue la vaina que estamos contando ahorita; ya que los "estúpidos ilustrados que escriben la historia en este país", desde sus oficinas en la Academia Nacional de la Historia, la Sociedad Bolivariana de Venezuela y en las fundaciones que a diario se inventan, llámense Bigott, Polar o Boulton inventaron una extraña carta que supuestamente le escribió su hermana Teresa Boves de la Iglesia, madre de su sobrino Rafael de la Iglesia, en la cual ésta honorable dama para poder cubrir las deudas de la familia se había entregado a un abacero por amor y dinero; ya que supuestamente el dinero que enviaba don José Tomás Boves desde América no les era suficiente para cubrir los gastos y el sustento de la familia.
Carajo chico, que forma de querer desprestigiar a una persona honrada y trabajadora, esa vaina no puede seguir continuando en este país, y es por ello que tenemos que reivindicar la figura de este adalid del proceso revolucionario venezolano. Motivo este, por la cual que debemos decir las cosas fríamente y tal cual cómo sucedieron. Porque tenemos el deber histórico de desenmascarar a los enemigos del pueblo en toda su historia y época, abarcando a quienes hoy se disfrazan bajo el manto de un "bolivarianismo irracional y fundamentalista" lleno de estupideces discutidas en el Sambil o en los restaurantes de Parque Central en la ciudad de Caracas.
Comandante Ché Guevara
Por supuestos ideólogos traficantes de los erarios nacionales, quienes hoy se enaltecen de ser parte de los gobiernos locales, regionales y hasta en el nacional mismo; formando elites en las diferentes estructuras e instituciones del estado venezolano que a su vez atentan a través del burocratismo en contra de los sectores más golpeados de la sociedad venezolana.
Siendo necesario interpretar las palabras que en una ocasión dijera el Comandante Ernesto "Che" Guevara:
"… Este tipo de lucha nos da la oportunidad de convertirnos en revolucionarios, el escalón más alto de la especie humana, pero también nos permite graduarnos de hombres; los que no pueden alcanzar ninguno de estos dos estadios deben decirlo y dejar la lucha…".
Don José Tomás Boves en un principio no tenía con certeza claridad sobre lo que le depararía la historia misma; esa es la mera realidad de las cosas. Siendo tan así, que su defensor don Juan Germán Roscio en sus percepciones sobre "Las confesiones de un pecador arrepentido" y viviendo en carne propia lo que hacían las autoridades españolas y sus lacayos del mantuanismo criollo, hizo las siguientes aseveraciones:
"…Alárguese al oprimido una mano socorredora que la saque de la esclavitud. Venga un libertador, que la levante del cieno en que le tiene sumergido la tiranía. Préstesele el auxilio de las luces, y las armas, para que se disipe las tinieblas de la ignorancia, y rompa las coyundas con que tira el carro de la servidumbre. Hágasele conocer la alta dignidad del hombre libre, el antiguo lustre de su prosapia; y obrar como quién es, sin necesidad de los torpes y miserables subsidios de la fábula…".
Sin darse cuentas, don Juan Germán Roscio quién había sido un claro defensor de las políticas realistas españolas, viendo las vicisitudes de su pueblo escoñetado optó por declararse enemigo de esas políticas y es de esa forma como asumió la defensa del más grande liberador de las masas en Venezuela, como lo fuera en vida el Comandante José Tomás Boves.
Don José Tomás Boves hizo innumerables amigos y amistades en la Villa de Calabozo donde estableció excelentes relaciones con muchas familias llaneras en esos parajes; habituándose al trabajo rudo, duro y de rigor, el cual era una exigencia de la llanura misma a todos sus pobladores y genuinos habitantes. Decidiendo él radicarse definitivamente en ese heroico poblado.
Una vez cumplida su condena viaja llano adentro dedicándose al comercio del ganado caballar y vacuno, del tabaco, cacao, café y añil, y de otras mercaderías entre las villas, aldeas, caseríos, villorrios, pueblos y demás centros poblados en la amplia geografía llanera.
En sus constantes viajes visitó a los pueblos de San Carlos de Austria, Tinaquillo, Tinaco, El Pao, Turen, Agua Blanca, Onoto, San Juan de los Morros, San Sebastián de los Reyes, La Puerta, villa de San Luís de Cura, Cagua, Camaguán, San Gerónimo de Guayabal, Corozopando, Cazorla, Chaguaramas, Parapara, Ortiz, Tucupido, Valle de la Pascua, Santa María de Ipire, Pariaguán, El Chaparro, San Juan de Espino, San Francisco de Tiznados, Altamira, Iguana, Las Mercedes del Llano, Apure, Apurito, Arichuna, Cabruta, Caicara del Orinoco, La Urbana, Parmana, Moitaco, Mapire, Capanaparo, Arauca, Guachara, Puerto Píritu, los llanos del Apure, Aragua y valles del Tuy.
Iglesia de Parapara
Los hacendados y comerciantes llaneros entre los años 1.806 y 1.808, veían decaer sus negocios; ya que sus caravanas estaban a merced y eran azotadas por una serie de bandoleros, criminales y salteadores de caminos en sus rutas comerciales hacia las costas de Píritu, Cumaná, Guiria y Trinidad. Destacándose entre esos famosos bandidos el indio Nicolás Guardajúmos, de origen Chaima y nativo del pueblo de los Ángeles, antigua misión de indios situada al sur de la villa de Calabozo en donde nació entre los años 1.780 y 1.782, aproximadamente, pero no muy seguro.
Pero el niño Carlitos Aponte Carreño, le hizo la siguiente pregunta al joven Lenin Rafael Peña Noguera:
Lenin Rafael, si tú investigaste algo sobre la vida de don José Tomás Boves, yo quiero que tú me digas lo siguiente: ¿Quién fue el indio Nicolás Guardajúmos?
¿Y qué pasó con él?
Mira Carlitos, oye bien lo que te voy a decir, en mi familia sobre ese personaje investigué lo siguiente: "El indio Nicolás Guardajúmos y su tío Chepe Bune fueron los más famosos salteadores de caminos que existieron en las sabanas guariqueñas. Es tan así que esos carajos llegaron a sembrar el terror y la muerte en esos sitios, llegando sus aventuras hasta Aragua de Barcelona".
Figúrate Carlitos, hasta donde llegó la fama del indio Nicolás Guardajúmos que en esa época se recitaba este adagio: ¿Quién más malo que Guardajúmos?
Carlitos, el nombre del indio Nicolás Guardahúmos o Guardajúmos era Juan Nicolás Ochoa. Sin embargo, hay otra versión de que este personaje nació en el pueblo de San Felipe en tierras de Yaracuy, por allá por el año 1.767. Aunque hay quienes sostienen que nació entre los años 1.780 y 1.782. Habiendo sido llevado muy niño por su madre al hato de don Vicente Rodríguez en donde se crió y adquirió las destrezas propias del llano, siendo avecindado en la Misión de Nuestra Señora de los Ángeles. En verdad, ese carajo fue tan malo que para confundir a sus enemigos y evitar ser perseguido herraba el casquillo de las herraduras de los caballos al revés.
General Jacinto Lara Meléndez
Pero, las sinverguenzuras del indio Nicolás Guardajúmos y su tío Chepe Bune se acabaron cuando don José Tomás Boves se hizo amigo del joven Juan Jacinto Lara Meléndez (primo hermano del General Pedro León Torres), cinco años mayor que él y a quién conoció en uno de eso viajes de negocios que hicieron juntos por el camino de Barcelona con destino a la isla de Trinidad.
Lo cierto del caso, fue que Nicolás Guardajúmos se hacía invisible porque se convertía en un árbol convertido en humo, de allí es que proviene su seudónimo de Guardahúmos o Guardajúmos.
Carlitos, Juan Jacinto Lara Meléndez nació en el pueblo de Nuestra Señora de la Madre de Dios de Carora un 28 de mayo de 1.778, convirtiéndose en llanero por adopción y dedicándose desde su adolescencia al comercio. Además, él era primo hermano del General Pedro León Torres, quién después llegó a ser prócer de la independencia, muriendo este último en la memorable batalla de Bomboná.
General Pedro León Torres
Muchachos, un día don Juan Jacinto Lara Meléndez y don José Tomás Boves prepararon una caravana bien armada y protegida contra los bandoleros que acechaban los caminos del Guárico, preparando sus arreos de mulas y burros partieron desde la Villa de Calabozo tomando la ruta de Píritu hacia Aragua de Barcelona. Ya que iban con el fin de hacer negocios en Guiria y Trinidad.
La caravana realizó la travesía sin tropiezo ni novedad alguna. Una vez hecho los negocios en Trinidad y Guiria y cargados de mercancías deciden regresa a la villa de Calabozo por la ruta conocida en esos tiempos.
Pero, después de un largo trajinar en el trayecto y pasando por las adyacencias de Puerto Píritu en la depresión del Río Unare, fueron sorprendidos por una horda de forajidos; era el indio Nicolás Guardajúmos quien andaba en sus correrías bandoleriles y estaba en esta oportunidad acompañado por su inseparable tío Chepe Bune.
¿Y ustedes saben que pasó allí, carajo?
Bueno, yo se lo voy a decir; don José Tomás Boves mostrando su valor y montado en su brioso corcel persiguió a los bandidos y criminales que los habían atacado en el trayecto, dándole alcance en el camino de Guardatinajas, espada en mano se abalanzó sobre el líder de los salteadores de camino, hiriéndole de muerte en el sitio de Guariquito.
¿Y cuál sería su sorpresa?
Caramba, era nada más y nada menos que el indio Nicolás Guardajúmos a quien don José Tomás Boves le dijo estas palabras: "Carajo Guardajúmos, se te acabó la guebonada y echadera de vainas en estos llanos del Guárico desde 1.786. Prepárate porque te voy a llevar amarrado al pueblo de Calabozo para que te den lo que te mereces, peazo de muérgano. Porque eso es lo que eres tú, un pobre ladronzuelo, ladrón de tú propio pueblo y raza, nojoda. No mereces vivir, ya verás lo que te espera".
Don Juan Jacinto Lara Meléndez en su acometida logró hacer prisionero al indio Chepe Bune, quien con su sobrino Nicolás Guardajúmos fueron llevados amarrados hacia la villa de Calabozo. De esa forma fue como don José Tomás Boves y don Juan Jacinto Lara Meléndez llevaron la paz y la tranquilidad a los llanos del Guárico y demás comarcas aledañas. A su arribo al pueblo de Calabozo, los pobladores de dicha villa no creían lo que veían sus propios ojos, muchos se preguntaban: ¿Quiénes son esos hombres que traen amarrados a esos indios?
¿Qué es lo que está pasando con esos forasteros?
Pero de entre la multitud, alguien gritó: "Carajo, sí esos indios son Guardajúmos y su tío Chepe Bune. Al fin se les acabó la echadera de vainas en estos llanos; démosles gracias a Di_os y a don José Tomás Boves y a su amigo don Jacinto Lara, quienes acabaron con las andanzas de esos bichos".
Inmediatamente, se hizo presente el Teniente de Justicia con su ilustre comitiva en la Plaza Mayor de la Villa de Todos los Santos de Calabozo, diciéndoles a los miembros de la caravana estas palabras: "Don José Tomás Boves y don Jacinto Lara, ustedes se hacen merecedores de los más grandes elogios que en este momento el pueblo calaboceño les brinda, ya que les estamos altamente agradecidos al librarnos de estos feroces criminales a quienes desde ya les espera la pena capital. Carajo amigos, siéntanse en esta villa como si estuvieran en sus propias casas".
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