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Comandante Jose Tomas Boves, Timonel en la Libertad del pueblo venezolano (página 12)

Enviado por León Morales


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¡Republicanos impertérritos! Que en el terrible campo de batalla vengasteis con tanta gloria las vejaciones de España:… Hoy la libertad, el honor y la religión insultada por la más despreciable, facción, os llaman con sus sagradas voces. Seguid a vuestro jefe, que os ha conducido siempre a la victoria y os ha dado la libertad".

            Cuartel General de Valencia, febrero 5 de 1.814.

Simón Bolívar

El Comandante José Tomás Boves cuando avanzaba sobre La Victoria en los valles de Aragua, las autoridades de Caracas el 11 de febrero de 1814, de acuerdo con la Municipalidad, convocaron a una asamblea en la iglesia de San Francisco, a fin de deliberar sobre la imperiosa necesidad de ceder las alhajas de la Iglesia con el objeto de contribuir a los recursos del gobierno mantuano en desgracia en esos momentos cruciales de la guerra a muerte.

Ese día concurrieron una multitud de vecinos y representantes de las diferentes asociaciones que hacían vida societaria en la ciudad de Caracas. Sometida la proposición del gobernador don Cristóbal Mendoza, fue aprobada por unanimidad y las joyas y demás ornamentos de la iglesia quedaron a disposición del Estado en esa ocasión. Sin embargo, los frailes comenzaron a usar procedimientos dilatorios para entregarlas.

El General en Jefe Simón Bolívar hizo citar sin excusa alguna al presbítero Domingo Blandín, recibiéndolo con estas palabras:

"…He sabido que ustedes no quieren entregar la plata de la Iglesia y si no se entrega en la hora, tomaré la providencia correspondiente. Es inteligencia que esta plata labrada que tienen ustedes y las demás iglesias la han donado nuestros antepasados y no otros; y así determino llevarla encajonada a Barcelona (Anzoátegui) y Cumaná (Sucre), para que ni Boves ni ningún otro español ladrón, ni Ud., ni los demás que siguen a Boves puedan disfrutarla…".

Las órdenes del Libertador  Simón Bolívar fueron cumplidas por los frailes, y una parte de la plata labrada se acuñó en monedas de la República. Pero, la mayor parte se perdió durante la Emigración a Oriente o se la robó el pirata italiano Giuseppe Bianchi. Pero el General Simón Bolívar desde su Cuartel General en Puerto Cabello y temiendo que las fuerzas bovistas se trasladaran hacía la ciudad de Valencia del Rey, siguiendo con mucho detenimiento los movimientos militares de don José Tomás Boves, don Juan Manuel Cajigal, don Francisco Rosete y don José Ceballos.

Antes de abandonar su puesto de comando en ese histórico puerto, le giró claras y precisas instrucciones a su primo segundo el Coronel José Leandro Palacios, de que pasara por las armas a todos los españoles y canarios quienes en esos momentos se encontraban prisioneros de guerra en las bóvedas y cárceles del puerto de La Guaira; orden que fue cabalmente cumplida en todas y en cada una de sus partes por el comandante de la plaza de La Guaira, y sin objeciones algunas.

Claro está, los republicanos estaban desorientados en su accionar militar; debido a que ellos menospreciaron al Comandante Boves. No entendiendo ellos, que dicho adalid asturiano dueños de las pampas venezolanas en su estrategia y táctica operaciones siempre le trató de cortar las fuentes productivas, creándoles problemas en cuanto a logística, alimentos y bestias para la guerra misma. Otros de los detalles de importancia, fue que el Taita Boves les fue recortando los territorios hasta encajonarlos en algunos sitios para librar los combates que le beneficiaron en sus avances hacia la conquista del poder político en estas tierras.

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Torreón de La Guaira en El Cardonal, camino a Macuto, en donde el Coronel José Leandro Palacios fusiló a los prisioneros españoles quienes estaban en los hospitales y bóvedas de La Guaira

Más sin embargo, el General Simón Bolívar hasta esos momentos creía que tenía consolidado a su ejército, esperando aumentar la capacidad operacional del Ejército Libertador de Oriente. Dictando el 24 de marzo de 1.814, la siguiente proclama: "…Los invencibles de Occidente, los destructores de Boves y los héroes de Oriente, tres ejércitos capaces ellos solos, de libertar a América entera…".

Era cierto, teníamos capacidad para liberar al continente americano en su totalidad; pero con el ejército de los llanos y del centro del país liderado por Boves dentro del Ejército Unido Libertador del Nuevo Mundo; que fue lo que entendió el General Bolívar en la isla de Jamaica en 1.815.

El Libertador Simón Bolívar dirigiéndose en una misiva al Dr. Narciso Coll y Prat, Arzobispo de Caracas y Venezuela, el 8 de febrero de 1.814, le expresa lo siguiente:

"…Asombrese más, V. S. Illma, al saber que Boves sacrifica indistintamente hombres y mujeres. No sólo por vengar a mi patria, sino por contener el torrente de sus destructores, estoy obligado a la severa medida que V. S. Illma. ha que exista de tales monstruos es uno menos que ha inmolado e inmolona centenares de víctimas…".

¿Por qué el General Simón Bolívar y Palacios le formula al Arzobispo Narciso Coll y Prat que no hay perdón para los asesinos?

¿A cuáles asesinos se refería él?

¿Quién fue el que inició la guerra a muerte en Venezuela?

¿Acaso fue el Comandante Boves?

¿Quiénes eran los mercenarios neogranadinos que vinieron con el General Simón Bolívar de Nueva Granada en el año 1.813?

¿A qué intereses obedecían ellos?

¿Acaso esos oligarcas neogranadinos no pertenecían a la casta más alta en Nueva Granada?

¿Por qué esos desnaturalizados se inscribieron en La Campaña Admirable, una vez realizada por ellos la Campaña del Alto Magdalena en Nueva Granada en 1.813?

¿Quiénes fueron en realidad los verdaderos asesinos del pueblo venezolano en esos tiempos?

¿Por qué hoy en día les seguimos rindiendo tributos a esos asesinos del ayer independentista?

¿Qué significa ese bolivarianismo a ultranza que hoy practicamos en Venezuela?

¿Quién es realmente el señor Nicolás Maduro Moros?

¿Será que ese miserable nació en el pueblo de Cúcuta en el Norte de Santander en la actual Colombia?

¿Por qué ese extraño adalid de la política venezolana expresa que es de origen judío sefardí?

¿No será que Venezuela ha caído en estos tiempos como en el ayer en manos de seres perversos que son parte del mercantilismo clientelar que produce la política en circunstancias tan adversas como as que vivimos hoy?

¿No será que estamos ante las puertas de un Estado neofascista bajo el disfraz de un socialismo agotado y caduco?

¿Qué papel juega el gobierno cubano y sus elites mercenarias bajo el escudo protector de una salud atrasada con manías y prácticas de chulerías en todas las instituciones venezolanas?

¿En donde se quedaron nuestros símbolos libertarios?

¿Cómo dejar atrás la muerte del General en Jefe Manuel Piar en San Félix en 1.817?

Mientras Venezuela exista como nación tiene una mancha en las páginas de su historia y eso pasa por los asesinatos del Comandante José Tomás Boves de la Iglesia, Generalísimo Ezequiel Zamora Correa, General en Jefe Matías Salazar, y las de los comandantes Fabricio Ojeda, Argimiro Gabaldón,  y Américo Silva; sin dejarse atrás, la del Capitán de Navío Manuel Ponte Rodríguez. Si esos hombres hubieran triunfado, el destino de la patria y de su pueblo fuera otro; no el de estar creando nuevas castas sociales con carácter de dominación pública, quienes de hecho y no de derecho han convertido la política en una industria que les da los recursos para enriquecerse extraídos de los propios erarios nacionales.

En aquellos lejanos días de la guerra a muerte, el Coronel José Leandro Palacios cumplió las órdenes del Libertador Simón Bolívar, bajo estos crueles términos:

"… 13 de febrero de 1.814.- En obediencia a orden expresa del Excmo.: señor General Libertador para que sean decapitados todos los presos españoles y canarios reclusos en las bóvedas de ese puerto, se ha comenzado la ejecución pasándose por las armas esta noche 100 de ellos".

14 de febrero.- "Ayer tarde fueron decapitados 150 hombres de los españoles y canarios encarcelados en las bóvedas de este puerto, y entre hoy y mañana lo será el resto de ellos".

15 de febrero.- "Ayer tarde fueron decapitados 247 españoles y canarios, y sólo quedan en el hospital 20 enfermos, y en las bóvedas 108 criollos".

16 de febrero.- "Hoy se han decapitado los españoles y canarios que estaban enfermos en el hospital, último resto de los comprendidos en la orden de S. E…".

En realidad se cometió un vil crimen en contra de españoles y canarios heridos quienes habían sido excelentes padres de familias adaptados a la vida  social, política y económica en esta sagrada tierra guaireña. Los 518 españoles y canarios fueron fusilados en el paraje en donde otrora época estuvo situado el castillo de El Cantón en El Cardonal. Sus asesinos fueron los siguientes oligarcas guaireños: Nicolás Lamas, Francisco Javier Martínez y Zacarías Navarro.

Hay historias de transmisión oral que referían lo siguiente: "El General Simón Bolívar para justificar sus agresiones de clase en contra de los más desposeídos de la sociedad venezolana en esos tiempos de la guerra social, trataba a sus enemigos de manera despectiva y hasta irreverente. En sus proclamas y documentos manifiesta que los "tenderos y bodegueros", "pequeños comerciantes" y "capataces de hatos y haciendas" formaban parte de la gente más soez de las castas sociales más golpeadas por el mantuanismo y la nobleza criolla venezolana".

Inclusive, el mismísimo General Simón Bolívar a las expropiaciones que hacían sus enemigos de clase, los llamaba robos y asesinatos. Y a sus comandantes los llamaba "jefezuelos y salteadores" de pacotillas y caminos; y a las masas organizadas en milicias populares bajo el comando de grandes líderes y jefes reconocidos, las identificaba como "partida de bandidos". Sin embargo, él manifestó en el mes de febrero de 1.814, estas palabras: "…Los bandidos han logrado lo que ejércitos disciplinados no habían obtenido…".

¿Esos no son los mismos términos que usan los halcones del imperialismo norteamericano y sus aliados de la OTAN y la Comunidad Económica Europea, en contra de los países que luchan por su soberanía, dignidad y autodeterminación en nuestro Planeta Tierra?

En el Movimiento Bolivariano de Luchas Populares (MBLP) diferimos en cuanto a los planteamientos que hizo el Dr. Juan Bosch cuando manifiesta que la guerra social que se dio en Venezuela en esos tiempos no tuvo un carácter político, tenemos que acotar que si lo tiene porque estuvimos pasando de la lucha de castas a la lucha de clase. Ya que dos formas de luchas estaban presente en el imaginario de la población en esa época, los oprimidos y explotados tratando de liberarse del yugo mantuano y de las políticas opresoras fiscales impuesta por los monarcas españoles de la dinastía borbónica a través de sus representantes en Venezuela y sus colonias en América Latina y el Caribe insular.

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General en Jefe Simón Bolívar

Y el genocidio de la Guerra a Muerte

Dirigiendo nuestros pensamientos a ese pasado lleno de muertes e incertidumbre, remontémonos a los sucesos que se dieron en el puerto de La Guaira en esos tiempos de la Guerra a Muerte. Dicen que en los momentos de la matanza de nuestros bisabuelos y tatarabuelos a causa de ese maldito decreto de guerra a muerte dictado para esa entonces por el oligarca Simón Bolívar, que aquellos genocidas del ayer se jactaban y vanagloriaban de tales cosas, de la siguiente manera:

Don Nicolás Lamas le dijo a sus conmilitones y vagabundos como él, lo siguiente: ¡Jacinto, agarra a esos grandes carajos y les desbarata la cabeza con un peñón, hasta que el cerebro se les derrita en la tierra guaireña!

Y Jacinto cumplía las órdenes sin decir nada al respecto. Y de esa misma manera, don Francisco Javier Martínez les dijo a sus hombres estas palabras: "Coño de la madre Alberto, agarra mi cuchillo y me descabeza a esos carajos, fríele las cabezas en aceite, para que esos muérganos cojan escarmiento y vean que la vaina es en serio, nojoda".

            Don Zacarías Navarro le gritó con altísima voz a Feliciano ordenándole lo siguiente: "Carajo Feliciano, ya hemos mandado para el infierno a un montón de come gofios y papas arrugadas, ja, ja, ja. Mejor dicho, a esos isleños de mierda, ja, ja, ja. Feliciano, agárrate un poco de carajos de esos y me los fusila de inmediato, luego los amarra a las colas de los caballos y me los arrastra por toda La Guaira, para que ellos vean que las órdenes del General Simón Bolívar y de su primo el Coronel Leandro Palacios se cumplen a cabalidad y sin mucha guebonadas, ja, ja, ja".

En una de esa, el Coronel Leandro Palacios vio que don José Ventura Santana llevaba bajo protección y con salvoconducto a don Antonio Oramas, y arrechamente le grito: ¿Qué mariquera es esa, ah. José Ventura?

¿Adónde llevas a Antonio?

¿Qué pretendes hacer con él?

"José Ventura, dame a ese carajo para escoñetarlo ya, dámelo vale".

A tal efecto, don José Ventura Santana muy contrariado le dijo estas palabras al Coronel Leandro Palacios:

"Leandro, este hombre va a vivir, porque así lo dispusieron el General Simón Bolívar y el General Juan Bautista Arismendi Subero. Así que déjame tranquilo y el camino abierto para dejar que este ser se vaya a una de las Antillas con su  honorable familia".

Don Antonio Oramas fue uno de los ancestros del pintor y francmasón caraqueño don Alirio Oramas. El mismo que descubrió para el mundo del arte a Feliciano Carvallo, el naiguatero inmortal de la pintura ingenua venezolana. Doña Isabel Bengochea de Oramas falleció a los pocos días, ya que ella creía que esos oligarcas asesinos habían matado a su esposo.

Estimado lector o lectora de este trabajo de investigación histórica; al Comandante José Tomás Boves de la Iglesia siempre se le ha atacado y criticado su forma de actuar en los tiempos de la guerra a muerte, los oligarcas mantuanos actuando como los judíos sobre el supuesto genocidio en su contra que propicio Adolfo Hitler en los tiempos de la II Guerra Mundial, en donde ambos grupos humanos fueron las víctimas.                           

Sin embargo, los judíos sionistas han propiciado el genocidio más grande que se haya hecho en contra de la humanidad, como ha sido el exterminio del pueblo palestino en Zabra y Chatila en el Líbano desde 1.948; en los bombardeos en contra de HAMAS y los palestinos de Gaza hace algo más de un año atrás, en donde hay muchísimos prisioneros y hasta ministros de Hamas en las prisiones fascista de Israel, de los cuales algunos son venezolanos por nacimiento. Inclusive, lo más grotesco ha sido la construcción de ese inmenso muro que separa a los hermanos palestinos de Gaza y Cisjordania con relación a los que están en Jerusalén oriental;  cuyo fin sionista es el de ir avanzando en las construcciones de nuevos asentamientos sionistas en esas tierras milenarias del dátil y el olivo; en donde manaba el pan, la miel y la leche.

Al Comandante Boves se le juzga porque les aplicó "El Piquirico" a esos godos de mierda valencianos en 1.814. Pero los generales Simón Bolívar y Juan Bautista Arismendi Subero y el Coronel José Leandro Palacios asesinaron a inofensivos enfermos españoles y canarios enclaustrados en los hospitales de La Guaira, en esos duros días de la no sé si llamada guerra de la independencia.

¿Quién más malo que el Diablo?

¿Quién más malo entre Simón Bolívar o José Tomás Boves?

El escritor R.J. Lovera De Sola en su trabajo titulado: "Rafael Fauquié Frente al Laberinto de Venezuela", página 41, Revista Nacional de Cultura (CONAC), Año LIV, Abril/Mayo/Junio 1.993. Nº 289, reza lo siguiente:

"…Por ello "ilusiones y fracaso; sueños sueños… chocan contra la realidad". "Eso es lo que explica que en el pasado los viejos señores de la guerra suceden a los viejos señores de la tierra". Por ello pervive el guerrero y no el hombre de trabajo. Más el fantasma de Boves, que el ser o el decir ser. Vivimos aún, aquellos que Herrera Luque denominó, en uno de sus libros, la sopa de Boves: "O te lo tomas o te jode". Pervive el hombre de la violencia Boves, Páez, Guzmán o Gómez, que las virtudes de nuestra escasa élite…".

¿Por qué no reivindicamos a aquellos muertos del pueblo venezolano llevados al suplicio final por los caprichos de quienes hoy llamamos padres de la patria?          

En verdad, viendo bien esos males de una guerra que no se justificaba por parte del bando mantuano, más sin embargo, por parte de las castas más pobres sí; ya que reclamaban sus justos derechos a la libertad y a la igualdad social. La guerra a muerte es un invento del Libertador Simón Bolívar con el fin de frenar los movimientos de liberación que se estaban dando en todo el territorio nacional; ese fue un vil acto genocida, suicida, desesperado y frenético, cobarde y asesino.

Finalmente, los sectores populares siempre fueron traicionados por algunos guerreros que salieron de sus propias filas y después se congraciaron con los sectores dominantes. Simón Bolívar no escapó de los tentáculos de la hidra que él mismo había creado, cuando en una ocasión dijo estas palabras: "…Con mi nombre se quiere hacer… el bien y el mal, y muchos lo invocan como texto de sus disparates…".

Don Carlos Manuel de Céspedes, el padre de la patria cubana e ilustre francmasón; quién en la Damajagua diera el Grito de Yara  el 10 de octubre de 1.868, escribió sobre el Libertador Simón Bolívar lo siguiente: "…Bolívar es un astro esplendoroso que refleja su sobrenaturales resplandores en el horizonte de la libertad americana: como iluminándonos la áspera vía de la regeneración…".

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Papa Juan Pablo II

Extinto jefe del Estado Pontificio del Vaticano

El Mayor General Carlos Manuel de Céspedes desde su puesto de Venerable Maestro de la Respetable Logia Simbólica "Buena Fe de Manzanillo" creó el comité partidario por la independencia de Cuba en octubre de 1.867. Al año siguiente fue Venerable Maestro de la Respetable Logia Simbólica "Estrella Tropical de Jiguani", siendo después Venerable Maestro de la Respetable Logia Simbólica "Independencia", el 29 de septiembre de 1.870.

Carlos Manuel de Céspedes y sus partidarios dentro de la hermandad francmasónica, siempre estuvieron inspirados en las ideas del Libertador Simón Bolívar; llevándola a cabo bajo la sabia conducción del Coronel José Francisco Lemus, a través de las conspiraciones de "Los Soles y Rayos de Bolívar" en 1.823. Con claros y manifiestos antecedentes en la conspiración de La Escalera en 1.812. Y con el correr del tiempo, en la conspiración de la Mina de la Rosa Cubana en 1.843.                                                                                

En ese proceso libertario de la patria cubana, la sangre venezolana vertía sus lauros de glorias a través del francmasón cubano de extirpe venezolana, Mayor General Antonio Maceo, quién fue herido en combate en 26 ocasiones. Sin embargo,  en su accionar independentista siempre arengó a sus soldados mambises bajo estos términos: "…El que intente apoderarse de Cuba, recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la lucha…".

Niños, todos esos infelices asesinados por el Coronel José Leandro Palacios fueron sepultados no muy cristianamente en fosas comunes en la orilla de la playa. Justamente, fueron sembrados en el camino que iba hacia el pueblo de San Bartolomé de Macuto, desde Punta de Mulatos en La Guaira.

¿No creen ustedes niños que esos crímenes de lesa patria atentaron en contra de la integridad del pueblo venezolano en su conjunto?

¿No será que las clases dominantes representadas por la jerarquía de la iglesia católica bajo la dirección del golpista, terrorista y fascista del Cardenal José Ignacio Velasco García, los directivos de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) bajo la conducción del coyote Carlos Ortega Carvajal y los altos representantes de FEDECAMARAS bajo el liderazgo del neocolonialista español Carlos Fernández, conjuntamente con algunos sectores militares y policiales trabajaron sostenidamente con la Central de Inteligencia Americana (CIA) para llevarnos a una dictadura fascista, o quizás vayan al magnicidio del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, presidente de la República Bolivariana de Venezuela y Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional?

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Comandante José Tomás Boves

El Titano de los mantuanos godos de La Victoria en 1.814

¿No será qué esa iglesia católica es la misma que existe en España, a la cual el presidente Rodríguez Zapatero como buen masón que es, invocando el laicismo en las escuelas públicas y privadas los sacó de la educación española?

Holbach, sobre el carácter de la ideología dominante del oscurantismo clerical imperante de la jerarquía de la iglesia católica, en su obra "El buen sentido, o ideas naturales, opuestas a las ideas sobrenaturales" escribió lo siguiente:

"… Al parecer la religión sólo ha sido inventada parra sojuzgar a los pueblos y entregarlos al poder de sus señores absolutos. Si los hombres se sienten atrozmente desgraciados sobre la tierra se les tapa la boca, asustándolos con el Dios del cielo; se clavan sus ojos en el cielo para que no vean las verdaderas causas de sus sufrimientos y no se les ocurra luchar contra ellas recurriendo a los medios que la naturaleza pone a disposición de los hombres…".

¿No será la misma iglesia que el Papa Juan Pablo II bajo el manto del opudeismo trató de que se entrometiera en los asuntos políticos, económicos, sociales y culturales de los estados nacionales?

¿No será qué el Papa Benedicto XVI aplicará las políticas más reaccionarias que tiene la Sagrada Congregación de la Fe o antiguo Santo Oficio de la Inquisición en contra de los pueblos e instituciones que adverasen sus doctrinas y credos?

Estos sucesos conllevaron al General en Jefe Simón Bolívar a trasladarse a la ciudad de Valencia del Rey en donde estableció su Cuartel General. Realmente, el historiador José Manuel Siso Martínez en su libro de "Historia de Venezuela", en la cual estudiaron nuestros padres y abuelos, en una de sus partes sobre estos episodios dice estas palabras: "… La ruptura de los diques sociales era con evidentes perjuicios para la clase dominante y los gobernadores españoles supieron explotar hábilmente estos odios incubados…".

Carajo, yo creo que esa acción recrudeció aún más la guerra y la llevó a que fuera aún más sangrienta, en donde se observaba que no habían esperanzas algunas de paz o de acuerdos entre los bandos en conflictos, es por esto que en esta Mesa Redonda tenemos que decir estas palabras: ¡1.814, Año terrible, de sangre y fuego, de prueba y valor!

En enero del año 1.814, se produjeron alzamientos de los esclavos y negros libertos en los valles del Tuy y en gran parte de los llanos; los cuales estaban bajo el mando del pulpero y oficial bovista don Francisco Rosete, quienes ocuparon al pueblo de Ocumare del Tuy y pasaron por las armas a los oligarcas de esos predios.                                                                                                                        

Nuevamente tomó la palabra el joven Lenin Rafael Peña Noguera y le hizo esta pregunta al amigo Víctor Juvenal Aguinagalde: Profesor Aguinagalde, como es de su conocimiento, el 12 de febrero los jóvenes celebramos el día de la juventud, pero yo quisiera que usted nos explique con palabras llenas del más fervoroso sentir patriótico: ¿Qué fue los que en verdad pasó en ese glorioso día?

Bueno, Lenin Rafael; te voy a dar la repuesta en el estilo como homéricamente nos los narró don Eduardo Blanco en su poética, épica é histórica obra "Venezuela Heroica" y como ahora lo narramos los hombres de nuestro presente, a través de este Palabreo Popular General en Jefe "Manuel Carlos Piar" y del Movimiento Bolivariano de Luchas Populares (MBLP) en estos cruciales días de crisis por la cual está atravesando nuestra empobrecida nación rica. Es esta la historia:                        

 Resulta, que el Comandante Boves se encontraba con una columna de sus hombres en la Villa de San Luís de Cura bajo su mando, otra columna la envió bajo las órdenes del Coronel Francisco Tomás Morales Guédez, ex-pulpero del pueblo de Píritu, la cual tenían que avanzar hacia Caracas por la vía de La Victoria, y una tercera columna al mando del pulpero Francisco Rosete, cuyo objetivo era marchar hacia los valles del Tuy. Sin embargo, un cuerpo de caballería comandado por el Coronel Francisco Tomás Morales Guédez aceleradamente se fue acercando hacia el pueblo de La Victoria, con el fin de cortar las comunicaciones que tenían el General de División José Félix Ribas y Herrera y el General Simón Bolívar entre los pueblos de Santiago de León de Caracas y la Nueva Valencia del Rey.

El General Simón Bolívar desde su Cuartel General en la ciudad de Valencia del Rey arengó a las tropas del General José Félix Ribas y Herrera el día 8 de febrero de ese mismo año con la siguiente proclama:

"…Hoy la libertad, el Honor y la Religión insultada por la más despreciable facción, os llaman con sus sagradas voces. Seguid a vuestro Jefe, que os ha conducido siempre a la Victoria, y os ha dado la Libertad…".

¿A cuál religión han insultado las tropas del Comandante Boves?

¿No será la misma religión católica que hoy ofende al pueblo venezolano que ahora es bolivariano?

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Comandante Hugo Chávez Frías

Tales acciones políticas y militares obligaron al General José Félix Ribas y Herrera a salir de la capital de la República y marchar con sus fuerzas hacia el pueblo de La Victoria; adonde arribó el 10 de febrero de 1.814. Allí reforzó a su ejército con un grupo de estudiantes de la Universidad de Caracas y del Seminario Tridentino.

El Coronel Francisco Tomás Morales Guédez ataca a las ocho de la mañana con 2.500 hombres de caballería, 900 de infantería y algunas piezas de artillería ocupando el camino del Calvario, el camino de San Mateo y El Pantanero, tratando de cercar a las fuerzas republicanas acantonadas en La Victoria el 12 de febrero de 1.814.

En donde el General José Félix Ribas y Herrera con 1.500 infantes y 5 piezas de artillería defendía la plaza a todo trance, y con clara entonación de voz lanzó esta arenga a sus soldados; todos salidos de las fuerzas oligárquicas, ya que ser seminarista en esos tiempos solo lo podían alcanzar los hijos del mantuanismo prostituyentista:

"… Soldados; lo que tanto hemos deseado va a realizarse hoy: He ahí a Boves. Cinco veces mayor es el Ejército que trae a combatiros; pero aún me parece escaso para disputarnos la victoria. Defendéis del furor de los tiranos la vida de vuestros hijos, el honor de vuestras esposas, el suelo de la patria; mostradles vuestra omnipotencia en esta jornada que ha de ser memorable, ni aún podemos optar entre vencer o morir; necesario es vencer…".

¡Viva la Patria!

Cuando el General José Félix Ribas y Herrera les lanzaba esa arenga a sus soldados, en la cual les decía: "…ni aún podemos optar entre vencer o morir; necesario es vencer…".

                   

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Batalla de La Victoria, 12 de febrero de 1.814

Esa era la orden que tan valeroso militar de origen canario dio entre las fuerzas mantuanas y godas de nuestra primera independencia les daba a los últimos bastiones de las castas dominantes existentes en su casi diezmado y derrotado ejército juvenil. Ya que a los oligarcas no les era permitido morir en el campo del honor en manos de las fuerzas liberadoras del Comandante José Tomás Boves quién era el genuino representante de las castas más asediadas, esclavizadas, golpeadas y explotadas por esos parias aristócratas, quienes con tan efusivas palabras tenían que sobrevivir a la muerte misma en esos cruciales momentos; para  tratar de seguir imponiendo sus políticas de dominación y explotación aún cuando la derrota o la victoria los acechaba.                                                                                                         

Por eso sobrevivieron y hasta hoy siguen ejecutando sus viles políticas a través de la globalización y el neoliberalismo; cuando en estos tiempos de la V República le rendimos culto a un sector de aquellos jóvenes de ambos bandos en pugna por el control del poder político en estas tierras; y quienes combatieron en la batalla de La Victoria, el 12 de febrero de 1.814.Ya que en las diferentes programaciones que se hacen protocolarmente en ese día a través de los años y días, solo enaltecemos a quienes peleaban por continuar con la opresión y la explotación desmedida de las castas más golpeadas de esos tiempos. De esa manera como seguimos reconociendo a los enemigos desmedidos del pueblo en ese remoto ayer de nuestra historia. 

Mientras, que a los jóvenes que estaban al lado de los comandantes Boves y Morales se ven como si fueran unos manifiestos defensores de la causa realista española. Hecho este, que no fue así; ya que el Rey Fernando VII retornó a España en marzo de 1.814, en donde tuvo que reconocer la Constitución Liberal de Cádiz. A pesar de que tres años después la violó descaradamente para imponer el absolutismo borbónico.

Ese absolutismo tiránico y despótico lo vivimos hace pocos años atrás, cuando en una cumbre Iberoamericana estando el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías en Valparaíso–Chile en el uso de palabra, en el momento en que realizaba su exposición sobre las políticas intervencionistas en nuestro país por parte del fascista Aznar; y de manera intempestiva se levantó el Rey Juan Carlos de Borbón y Parma, diciéndole estas palabras: ¿Es qué no te vas a callar?

Esos fueron los motivos por las cuales los escuadrones de caballería del Taita Boves hicieron temblar a ese prócero solar de La Victoria en los valles de Aragua, debido a que esa juventud goda representaba los reales intereses del Rey Fernando VII de Borbón y Parma.

¿Qué casualidad e ironía del destino, entre ambos Reyes borbónicos?

Ellos en esos momentos se creían los genuinos representantes de la oligarquía aragüeña, que desde las polvaredas galopantes y zigzagueantes de los centauros del pueblo creían ver renacer como un trueno apocalíptico la figura de don José Tomás Boves y sus huestes cimarronas quienes cabalgaban con ansias de hambre y sed social en contra del yugo opresor acantonado en La Victoria, por parte de los jóvenes seminaristas al mando del General José Félix Ribas y Herrera. En ese combate las fuerzas bovistas hacían crecer energúmenamente la efigie guerrera del Taita Boves, quien con su osadía personificaba las luchas del pueblo venezolano por su liberación nacional, como único elemento unificador de aquellas castas oprimidas por los dueños de los medios de producción, había ansias de venganza total, había llegado la hora de vencer a los enemigos del pueblo en tan heroico terreno.

En La Victoria se peleó casa por casa, calle por calle,  y a cuchillo y muerte. Nuestra imberbe juventud se desangraba al crujir de los sables, bayonetas y lanzas. El General José Félix Ribas y Herrera con jefes de las  tallas de los tenientes coroneles Luís María Rivas Dávila, Carlos Soublette, Tomás Montilla, Jugo y Maza se batían con honor en nombre de la casta social privilegiada a la cual pertenecían.

En La Victoria corría esta célebre frase: ¡quién más malo que Boves!

El Comandante Boves para poder dar esa batalla reunió el mayor número de jinetes salidos de los campos venezolanos, quienes brotaban como la cepa de la hierba misma, al igual que sus caballos que como fieras acosadas por la esclavitud mantuana emergían desde los caños, ríos y esteros.

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General de División José Félix Ribas y Herrera

El Taita Boves no estuvo personalmente en el sitio de La Victoria en ese día 12 de febrero de 1.814. Ya que  en  ese año de la Patria Boba había recibido un lanzazo en la 1ª Batalla de La Puerta. En Villa de Cura había cierta preocupación sobre los movimientos que hacían las fuerzas bovistas en esa región aragüeña; y entre la godarría de ese cantón surgió la figura de doña Consuelo Fernández quién enterándose de lo que iba a suceder en el pueblo de La Victoria, le dijo a uno de sus criados estas palabras: "Lisandro, ven acá en este momento, para que me hagas un mandao por los lados de La Victoria".

El mulato Lisandro Peñalver enérgicamente se acercó a su señora, diciendo estas palabras: ¡Ordene usted, señora Consuelo!

Y Ella le respondió de esta manera: "Carajo, Lisandro; tomé usted la mejor bestia que encuentre en mi caballeriza y a galope rápido se me va al pueblo de La Victoria y me le dice al General José Félix Ribas que el Comandante Boves está en este pueblo apertrechándose en municiones y armas, como en bestias y hombres para atacarlos en el menor tiempo posible".

"Dígale también, que le han ordenado al Comandante Morales que los acose hasta que las fuerzas del Comandante Boves lleguen a ese lugar y los pasen por las armas a todos. Ayer el Comandante Boves giró órdenes a sus comandantes de que en la toma de La Victoria no quede vivo nadie, ni siquiera el gato y mucho menos los perros".

"Vaya pues, Lisandro; hágalo por su ama, la patria y Bolívar; vaya pues".

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Coronel Carlos Soublette

Lisandro jineteando a gran velocidad llegó al pueblo de La Victoria y en lo inmediato se dirigió al Cuartel General del propio General José Félix Ribas y Herrera quién en ese momento se encontraba reunido con su estado mayor. Ante tal situación, el General Ribas notando que hasta su guardia personal había llegado el mulato Lisandro Peñalver, le hizo la siguiente pregunta al jefe de sus escoltas: ¿Cómo ha osado llegar hasta mí ese joven mulato, Lisímaco?

Y Lisímaco le respondió a su jefe con estas palabras: "Mi General Ribas, este mulato se llama Lisandro Peñalver y les trae noticias de doña Consuelo Fernández desde villa de Cura. Según sus propias palabras, tienen carácter confidencial, ya que las informaciones solo las puede recibir usted, solamente usted, General Ribas".

El General Ribas le ordenó a Lisímaco, lo siguiente: "Está bien, Lisímaco; dile a ese mulato que pase a mi carpa para que hablemos sobre las buenas nuevas que nos trae".

Lisandro Peñalver entró a la carpa a solas con el General Ribas y de inmediato comenzó a contarle lo siguiente: "General Ribas, mi ama doña Consuelo me mandó a informarle que en villa de Cura está listo un ejército al mando del Comandante José Tomás Boves. Que ya están preparados para venir a La Victoria a destrozarlos, y que sus órdenes son de acabar con todo lo que huele a vivo en este poblado; y para ello ha designado al Coronel Francisco Tomás Morales para que los acose hasta que llegue él y los pase a todos a cuchillo".

"Ella le mandó a notificar y me lo dijo muy calladito en el oído que le mande una misiva al Coronel Vicente Campo Elías para que venga en su ayuda y de esa forma poder salvar la situación".

Y finalmente, ella pegó un grito diciendo: ¡Viva la Patria! ¡Viva Bolívar! ¡Viva la Libertad!

El General Ribas le ordenó lo siguiente a Lisandro Peñalver: "Lisandro regrese nuevamente a villa de Cura y dele las gracias por sus informaciones a doña Consuelo Fernández; y dígale que aquí defenderemos hasta la muerte este pueblo y que por nada del mundo nos dejaremos vencer por el bastardo Boves; y que tomaremos en cuenta sus apreciaciones sobre el Coronel Vicente Campo Elías. Lisandro, vaya con mucho cuidado a Villa de Cura, ya que los enemigos tienen apostados muchos espías y lo pueden apresar en uno de esos parajes".

Lisandro Peñalver al pasitrote iba en su caballo de regreso a Villa de Cura, cuando intempestivamente fue interceptado por una patrulla bovista que hacía su recorrido en busca de datos e informaciones sobre la godarría mantuana en los pueblos de San Mateo, Turmero y La Victoria. Uno de los soldados bovista lo reconoció bajo estos términos: ¡Ah, carajo; si este es Lisandro!

¡Muchachos, este gran carajo es el jala mecate de doña Consuelo Fernández, la goda esa que está en villa de Cura!

De pronto otro de los soldados bovistas lo llamó diciéndole lo siguiente: "Coño, Lisandro; tú como que estás metió en un tremendo peo. Ayayay, Lisandro, tú no sabes lo que te espera, vale".

Lisandro Peñalver fue hecho prisionero y de inmediato fue amarrado y llevado ante la presencia del Comandante Boves en su Cuartel General en villa de Cura. El Taita Boves al ver a su patrulla trayendo un mulato amarrado le hizo la siguiente pregunta a uno de sus cazadores: ¿Por qué tienen a ese hombre amarrado de esa manera, Cabo Antolino Meleán?

El Cabo Antolino Meleán le respondió de esta forma: "Mi Taita Boves, a este gran carajo lo agarramos en una actitud sospechosa por las cercanías del pueblo de La Victoria y según sus palabras es sirviente de la goda doña Consuelo Fernández aquí en Villa de Cura".

"Ay carajo, Cabo Antolino; yo no quiero pensar que este carajo andaba por esos lados alertando a alguien. Míralo bien, Antolino; ese tipo ya está guateado; hazme el favor y te lo llevas por allá en donde está aquel almendrón y me le das una conseja de quince vergajazos por ese culo, hasta que te diga que andaba haciendo cerca del pueblo de La Victoria, este maldito muérgano".

Antolino se llevó al mulato Lisandro Peñalver y lo amarró en el almendrón; bajándole los calzones y tirando a un lado la colcha que llevaba encima, y con gran arrechera le quitó el sombrero de cogollo, diciéndole estas palabras: "Carajo, Lisandro; mejor es que me digas que estabas haciendo por allá en La Victoria y así te evitas unos vergajazos; dímelo ya, vale. No me digas que andabas barloventeando por allí".

Lisandro Peñalver empezó a sentir escalofrió y sudaba como si tuviera una gran calentura en todo su cuerpo. El susto lo embargaba segundo a segundo, el miedo comenzó a traicionarlo tratando de hacerse el duro no quiso revelar nada.

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Doña Consuelo Fernández

El Cabo Antolino de pronto le dijo estas palabras: "Coño, Lisandro, estoy perdiendo la paciencia y te voy a pelar bien pelado; si eso es lo que tú quieres, ¡entonces prepárate porque de esta no te salva ni el mismo Diosito!

¡Vamos, Lisandro; comienzas a echar paja, pues!

El mulato Lisandro Peñalver comenzó a lloriquear y no quería decir nada; hasta que el Cabo Antolino Meleán sintiéndose evadido por su reo, levantó la verga de toro y con gran fuerza la arrojó sobre la nalga derecha de Lisandro, diciéndole estas palabras: "Toma malparido, pá que no le andes sirviendo como un guebón a los godos mantuanos, peazo de pajuo".

Y entre vergazo y vergazo se le pasó la mano al Cabo Antolino Meleán, quién a su entero antojo comenzó a pegarle por todos lados a Lisandro, hasta que este reo cayó al piso con las nalgas ensangrentadas, balbuceando algunas palabras como estas: "Ay Di_s mío, sácame de esta vaina en donde estoy metió en este momento. Esa vaina me pasó por andarle llevando cuentos de doña Consuelo Fernández al General Ribas en La Victoria. Sí, eso fue lo que me pasó".

Seguidamente, el Cabo Antolino Meleán pudo sacarle toda la información a Lisandro; y más luego se dirigió adonde se encontraba el Taita Boves en esos momentos, quién estaba degustando un peazo de carne de res asada. Y el Comandante Boves dirigiéndose al Cabo Meleán le preguntó lo siguiente: Dígame una vaina, Cabo Meleán: ¿Qué le sacaste al bobilandio de Lisandro?

Y él le dio la siguiente repuesta: "Taita Boves, con la pela que le di a ese guebón; no se aguantó y me dijo todo todito; ya que nadie resiste cien latigazos míos, pero nadie Taita".

Y el Comandante Boves, le manifestó lo siguiente: "Así es que me gusta que se jodan a todos nuestros enemigos, sean chiquitos o muy grandotes. Ya veo que se te pasó la mano Melean; dime qué fue lo que ese carajo te dijo apreciado amigo mío. Tú más que nadie debes recordar que te liberé de tus antiguos amos en San Gerónimo de Guayabal; no lo debes olvidar jamás, Meleán".

Y el Cabo Antolino Meleán comenzó a contar con lujo de detalles todo lo que le había manifestado el mulato Lisandro Peñalver bajo estas palabras: "Taita Boves, según parece ese hombre le llevó una información al General Ribas en La Victoria sobre los planes que usted tiene para atacar a los mantuanos allá. La situación se nos va a poner difícil, ya que pidieron refuerzos y van a resistir hasta lo último. Es cierto, que las notas se las envió doña Consuelo Fernández; como usted podrá ver, la vaina se le ha puesto dura allá al Coronel Francisco Tomás Morales".

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Campanario de la Iglesia

De Nuestra Señora de Guadalupe de La Victoria

El Comandante Boves agarró un jarrón y con tremenda arrechera lo lanzó contra el suelo, diciendo estas palabras: ¿Qué coño e madre se ha creído que es usted en esta vaina, señora Consuelo Fernández, ah?

¡Nojoda, que venga inmediatamente ante mí el quinterón Temístocles Berroterán, quién es Sargento de mi guardia personal; díganle que se me acerque en lo inmediato!

A la velocidad del rayo llegó el Sargento Berroterán ante el Taita Boves, expresando lo siguiente: ¡Aquí estoy Taita Boves; para servirle y a sus órdenes!

El Taita Boves le ordenó lo siguiente:

"Sargento Temístocles, usted me degolla a ese infeliz que está allí cabizbajo, producto de la tremenda paliza que le acaban de dar; me pasa a Lisandro Peñalver para las moradas celestiales y su cuerpo lo deja al aire libre para que se lo coman los gavilanes. Y a Consuelo Fernández me la hace presa y la pasa inmediatamente por las armas. Mejor dicho, me la fusilan delante de su propia familia y sin clemencia alguna".

El Sargento Berroterán se acercó a la casa de doña Consuelo Fernández, diciéndole estas palabras: "Doña Consuelo, usted queda detenida por orden del Comandante General José Tomás Boves. Tenga la bondad de acompañarme a la plaza mayor, que allá le esperan grandes sorpresas".

Doña Consuelo Fernández tomó una manta y se la puso encima de sus hombros, y en su mano derecha se colocó un rosario, que lo rezaba por el futuro descanso de su alma; ya que ella presentía para adonde la llevaban y que iban a hacer en esos momentos con ella.

Al llegar a la Plaza Mayor de Villa de Cura, estando en paz con su alma pudo oír la sentencia que dictaron en su contra, debido a la pronta colaboración que le prestó al General Ribas en La Victoria. Su ejecutor puso frente a ella un pelotón de fusilamiento, en donde le presentaron la cabeza aún sangrante del mulato Lisandro Peñalver; manifestándole estas palabras: "Doña Consuelo Fernández, como podrá ver usted ante sus bellos ojos, la cabeza de su sirviente Lisandro Peñalver. Doña Consuelo, el cantó más  rápido que un gallo y sus palabras la llevaran a usted a enfrentar este pelotón de fusilamiento".

"Ante esto, en este momento tengo el sagradísimo deber de manifestarle, que usted será pasada por las armas sin derecho a nada, goda de mierda, mantuana del estiércol; espero que una vez muerta, se vaya pá las mismitas pailas del infierno".

Seguidamente, el Sargento Berroterán le dio la siguiente orden al pelotón de fusilamiento:¡Cargar armas! ¡Apunten! ¡Fuego!

La valiente dama villacureña enfrentando a la muerte y postrer aliento, a todo pulmón gritó estas palabras: ¡Viva Bolívar! ¡Viva la Patria! ¡Viva la Libertad!

El Taita Boves al ver sucumbir a esa alta representante de la godarría aragüeña, les dijo a sus soldados estas palabras: ¿De qué carajo le sirvió ser goda a esa caraja de mierda, nojoda?

¿Para morir parándole bolas al guebón de Bolívar, ah?

"Muchachos, allí está en rigor mortis doña Consuelo Fernández; la oligarca mantuana que fingiendo estar de mi lado salió como luz mañanera a echarme paja ante el General Ribas, quién no es querido ni por el mantuanismo ni por nadie, al cual le sirve como un esclavo en las moliendas de caña en los trapiches. Pobre Consuelo, que Di_s tenga misericordia de ella y la mande para donde tiene que estar,  al infierno, carajo".

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General en Jefe Simón Bolívar

Más sin embargo, el General Simón Bolívar en una ocasión dijo: "…Esta patria es caribe, no boba…".  

En verdad, las  fuerzas mantuanas se salvaron de la derrota de vainas; ya que la caballería del Coronel Francisco Tomás Morales Guédez les atacó en nueve oportunidades. Claro está, siendo siempre rechazados con grandes pérdidas en ambos bandos. En un momento crítico y muy difícil del combate, el Coronel Mariano Montilla algo preocupado por la inminente derrota, dirigiéndose al General José Félix Ribas y Herrera le hace la siguiente pregunta: ¿Qué vamos hacer ahora, mi General de División?

Y el General José Félix Ribas y Herrera conocedor de las capacidades y del temperamento de los jefes enemigos, por ser todos de la misma raza, le respondió a su ilustre subalterno con estas palabras: "…Coronel Montilla…., no tenemos que desesperarnos amigo mío; antes de desaparecer por completo, podemos resistir todavía dos asaltos como este…".

Pero, en una de esas arrecheras del Taita Boves quién siguiendo las acciones militares desde su lecho de herido con uno de sus ordenanzas le mandó a decir al Coronel Francisco Tomás Morales Guédez lo siguiente: "Coronel Morales, si no es posible romper las líneas de los republicanos; entonces pase por encima de esos grandes carajos; arróllelos con la caballería y rématelos con la infantería, siempre apoyándose en la artillería; ríndame usted, esa plaza; lo más rápido posible, nojoda".  

Ante esta situación, desde el campanario de la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, un vigía baja a todo galope y presentándosele al General José Félix Ribas y Herrera le anuncia lo siguiente: "Mi General, a lo lejos he podido divisar una columna de polvo y puedo notar que son soldados nuestros que vienen en nuestro auxilio por el camino de San Mateo".

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El General José Félix Ribas y Herrera

En la Batalla de la Victoria en 1.812

Y el General Ribas algo exhortado exclamó: ¿Quién será ese impertérrito jefe quien prontamente viene en nuestro auxilio?

Y el vigía le manifestó lo siguiente: "Mi General de División, las postas me informan que esa columna de caballería viene comandada por el vencedor de Mosquiteros. Mejor dicho, por el Coronel Vicente Campos Elías quien a su mando trae un grueso como de 200 hombres más o menos".

A finales de la tarde, como a eso de las cinco horas, justo cuando el sol comenzaba a ocultarse en el ocaso y gracias a la oportuna aparición del Coronel Vicente Campo Elías quien a toda marcha acudía en socorro de los republicanos en La Victoria; quienes a duras penas se salvaban de una clara y determinante derrota militar.

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Batalla de La Victoria en 1.814

El bizarro Coronel Vicente Campo Elías con un contingente de 200 hombres embistió estoicamente a las fuerzas bovistas; prefiriendo el Coronel Francisco Tomás Morales Alonso en retirarse del frente de batalla a todo tropel, antes de sufrir una cruenta derrota. Obteniendo el General José Félix Ribas y Herrera en este caso una pírrica pero feliz victoria en nombre de los sectores más oligárquicos, usureros y esclavistas de la sociedad venezolana.

La Batalla de La Victoria fue el émulo bisoño y  juvenil de hombres y mujeres de las tallas de quienes allí combatieron en su plena juventud; quienes con su disponibilidad, entrega, abnegación y heroísmo lucharon en ambos Ejércitos.

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Putísima dama goda y oligárquica

Del mantuanaje caraqueño

Por vez primera en nuestra lesa historia patria, las castas se miraban de frente a frente y de bis a bis en el campo del honor. Allí combatieron seminaristas y estudiantes, indios y negros, esclavos y mulatos, mestizos y zambos, blancos de orilla y españoles, llaneros, campesinos, artesanos, labradores, mantuanos, entre otros.

Carajo vale, todos eran venezolanos; siendo digno recordar esta heroica gesta militar como una de las acciones de armas más grandes en los anales épicos de nuestra moldeada e incipiente historia militar. Allí los republicanos prostituyentistas temblaron ante el tropel galopante de 8.000 guerreros dirigidos por el Taita Boves.        

Esa era la invasión de los oprimidos del campo, las haciendas y las praderas en contra de sus viles opresores, era el caudal de las masas harapientas clamando venganza, libertad y justicia social; fueron estos los temores que tuvieron los oligarcas hacia este nuevo mesías y libertador, quien resurgía del seno de las masas mismas; el nuevo Espartaco de las luchas sociales y populares que se daban en esos tiempos en Venezuela, como lo llegó a ser el Comandante General José Tomás Boves de la Iglesia.           

El ejército republicano mantuano en la Batalla de La Victoria tuvo 100 muertos y 300 heridos entre oficiales y soldados; cayendo en esta acción de armas el intrépido Coronel Luís María Rivas Dávila, egregio comandante del Batallón "Soberbios Dragones de Caracas" quien casi moribundo por la herida sufrida en combate, en el momento en que le fue extraída la bala exclamó estas palabras:  

"…Llevadla a mi esposa y díganle que la conserve y se acuerde que a ella debo el momento más glorioso de mi vida, aquel en que he perecido defendiendo la causa de mi suelo…".

"Muero contento, viva la República"

En esta batalla participaron valientemente los siguientes oficiales del ejército republicano, Dr. Carlos Arvelo, hijo del pueblo de Guigue quien trabajó como médico cirujano, Manuel Aldao y el Coronel Manuel Ayala Soriano. Además, allí resultó herido en combate el Oficial Manuel María España Peña, hijo de don Joaquín España con doña Bárbara Peña, siendo a su vez nieto de don José María España, el mártir guaireño de la conspiración de Gual y España en 1.797.

¡Honor y gloria eterna a los caídos en la Batalla de La Victoria!

El Taita Boves es nuevamente derrotado por el Coronel Vicente Campo Elías en el sitio de Pantanero el 13 de febrero de 1.814. Quién lo obliga a desplazarse hacia su Cuartel General en la Villa de Calabozo. Encontrándose en esos momentos el Taita Boves en la Villa de San Luís de Cura y levantando el General Simón Bolívar su Cuartel General en la ciudad de Valencia del Rey, estableciéndolo en la villa de San Mateo en los valles de Aragua, el 20 de febrero de 1.814.

Después de haber avanzado desde la ciudad de La Nueva Valencia del Rey con 1.500 infantes, 600 jinetes y algunas piezas de artillería con el fin de cerrarle el paso al valiente asturiano don José Tomás Boves. Esta sería la primera vez en su vida militar en que ambos jefes iban a enfrentarse en el campo de batalla. Decidiendo el General Simón Bolívar atraer al Comandante José Tomás Boves hacia la cordillera, ya que en las llanuras y a campo abierto El Taita  Boves era superior, mientras que entre las espesuras de las montañas mismas era fácil de derrotar, ya que él había sido formado para el abordaje de buques en la Escuela Náutica de Asturias.

El niño Lenin Yasser Morales Tussentt tomando la palabra le realizó esta pregunta a Rafael Peña García "El Gordo":

Mira Rafael Peña, como es de nuestro conocimiento, ahora en la vida del Taita Boves se acercan las dos batallas que él libró en San Mateo; entonces, esperamos tú nos explique esto: ¿Cómo fueron qué se dieron esas acciones de armas en el valle de Aragua?

Como te voy a decir, Lenin Yasser; el Taita Boves una vez restablecido de las heridas sufridas en la 1ª batalla de La Puerta, como él pudo reorganizó sus columnas hasta llevarla a 7.000 hombres, las cuales algo más de la mitad pertenecían al arma de infantería.

Pero el Taita Boves desde su puesto de mando en su Cuartel General se dirigió a sus soldados, diciéndole estas elocuentes palabras: "Solo busco pacificar a este país y solo lo podré lograr es con ustedes, con las castas más desposeídas. Pero para lograrlo tenemos que estar unificado como un solo pueblo, para después acabar con el faccioso de Bolívar y los blancos criollos y peninsulares. Para de esta manera devolverle la felicidad a este bello y heroico pueblo".

"Carajo, pero una vez pacificadas estas tierras me retiro a la vida privada a dedicarme a mi familia y a la labranza".

Lo curioso de la toma del mayorazgo o casa de la hacienda de la familia Bolívar en las alturas de San Mateo por parte del Comandante Boves fue una tarea difícil y muy arriesgada. Primeramente, porque dicho lugar era una fortaleza militar; y en segundo lugar, porque allí estaba enquistada la más rancia familia colonial, símbolo del mantuanaje oligárquico aragüeño y venezolano.

El General José Félix Ribas y Herrera había derrotado en el pueblo de Charallave al Comandante Francisco Rosete el 20 de febrero de 1.814. Lo que conllevó a que el General Simón Bolívar saliera desde la ciudad de Valencia con rumbo al pueblo de San Mateo en aras de defender sus propiedades y organizar sus posiciones de ataques en su hacienda y mayorazgo.

El General Simón Bolívar había concentrado sus fuerzas en las orillas de la quebrada de Pipe hasta las inmediaciones del trapiche en el ingenio de la hacienda en las alturas de San Mateo; protegiéndose además la casa de habitación de la familia Bolívar, la cual se encontraba situada entre dos colinas circundantes con los valles de Aragua y el mar en dirección norte.   

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El Comandante José Tomás Boves

Dirigiendo la 2ª Batalla de La Puerta

Las defensas alcanzaban el Cerro Guey y las filas de los Cucharos. Al sur con las colinas denominadas Cuesta de la Cruz, Punta del Monte y Lobato, pasando por allí el Río Aragua, teniendo en sus cercanías el teatro de operaciones y a los pueblos de La Victoria, El Consejo, Turmero, como a las cercanías de Maracay.

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Oficial Manuel Cedeño Hernández

El General Bolívar en su táctica buscaba contener a las fuerzas del Comandante Boves en San Mateo, mientras le llegaban refuerzos, bestias, pertrechos y alimentos, a través del General Santiago Mariño Carry desde el oriente del país. Allí el Libertador Simón Bolívar concentró entre 2.800 y 3.000 hombres a quienes distribuyó en 8 batallones de infantería y 5 escuadrones de caballería.

Pero, el plan que trazó el General Simón Bolívar aparentemente le daba resultados satisfactorios, ya que se había atrincherado con sus fuerzas en la hacienda de su propiedad y en los alrededores del pueblo de San Mateo en donde organizó una posición defensiva, en cuya derecha se encontraba el sevillano español y Coronel Manuel Villapol quien se apoyaba en el cerro de El Calvario y estaba constituida por 3 batallones.

En el centro se encontraba el propio Libertador Simón Bolívar con 3 batallones de primera línea y con 3 de reserva dirigidos por él mismo, los cuales se quedaron en el sitio de Cantarrana. A la izquierda se encontraba el asesino y traidor Teniente Coronel Manuel Gorgoza Lechuga, comandante de las tropas de exterminio de un batallón que se encontraba apostado en el trapiche y en la casa alta del Ingenio.

Este connotado oficial era nativo de la Parroquia de Chuiquinquirá de Trujillo en los Andes venezolanos en donde nació el 27 de febrero de 1.796, estando primigeniamente al servicio del ejército español como jefe del Batallón de "Exterminio de Conciliadores, Desertores, Delatores, Judas, Traidores, Bandidos y Delincuentes" se pasó a las filas del ejército mantuano y oligarca al mando del Brigadier General Simón Bolívar o llamado Ejército Libertador, siendo parte de su vanguardia.

La caballería estaba cercana al centro. En los albores del 25 de febrero de 1.814, aparecieron las fuerzas del Taita Boves ocupando al pueblo de Cagua, encontrándose entre los prisioneros el Dr. Arvelo Larriva. Luego siguieron su derrotero entrando por el camino hacia el pueblo Turmero buscando siempre las cercanías de la hacienda propiedad de la familia Bolívar en donde fueron recibidos por una nutrida descarga de la artillería republicana. El Oficial Pedro Buroz Tovar con tan solo 17 años de edad murió en las acciones que se dieron el 27 de febrero de 1.814, en las cercanías de San Mateo.

El joven mantuano Pedro Buroz Tovar era hijo del español don Evaristo Buroz y de la caraqueña Josefa Antonia Tovar Ramírez quien a su vez era pariente cercana del General Carlos Soublette Jerez y Aristigüieta.

Más sin embargo, el Taita Boves le dirigió estas palabras a sus soldados: "…Mañana será el último día…".

Y con su éstertontera voz les gritó a sus soldados este bando: "…Mañana os haréis matar a todos, o yo me encargo de cortaros la cabeza si no quedáis definitivamente victoriosos…".

Nuevamente El Taita Boves volvió atacar en las primeras horas del día 28 de febrero con sus primeras avanzadas; cargando con la columna principal contra la derecha. Mientras que el Coronel Francisco Tomás Morales Guédez lo hacía contra el centro y otra pequeña columna contra el ala izquierda. En esta acción militar, cerca de Punta del Monte cae herido mortalmente su caballo ANTINOO. Hecho que con lágrimas en los ojos llevó al Taita Boves a abrazarlo fuertemente en señal de despedida, por ser este animal su fiel amigo y compañero en infinidades de combates. Este combate duro 10 horas aproximadamente.

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General Simón Bolívar y Palacios

El Capitán Juan José Rondón Delgadillo fue derrotado  por el General José Félix Ribas en las cercanías de los pueblos de Charallave y San Francisco de Yare, el 29 de febrero de 1.814. Decidiendo a partir de ese momento en ingresar a las filas del ejército del Comandante José Tomás Boves; combatiendo en contra del General Simón Bolívar y Palacios en el Río San Mateo.

Sin embargo, estando herido el Comandante Boves se retiró hacia el pueblo de Villa de Cura el 2 de marzo de 1.814, dejando una fuerza de observación en el lugar; notando el Brigadier General Simón Bolívar que el valiente asturiano no libraba combate alguno sino que tomaba como táctica el repliegue de sus fuerzas para mantenerlas intactas, ordenándole al Oficial Manuel Cedeño que realizase una operación fugaz; ya que el Taita Boves estaba protegido con muy poca escolta.

A tal efecto, el General Simón Bolívar puso al mando del joven Oficial Manuel Cedeño la cantidad de 20 hombres a fin de que penetraran en el Cuartel General del Comandante Boves y lo hicieran prisionero. Cuando los soldados de Manuel Cedeño estuvieron cerca del campamento bovista sintieron un miedo atroz al tratar de detenerlo, optando por no hacerlo. Ya que ellos eran soldados bovistas infiltrados dentro del ejército republicano mantuano; de manera que el plan orquestado por el General Simón Bolívar había fracasado en su totalidad, ya que su maléfica táctica estaba fuera del marco de su propia estrategia política y militar.

Pero, los oligarcas del ayer como los de hoy, publicaron en la Gaceta de Caracas una carta del mantuano Rafael Delgado, la cual estaba dirigida a un amigo sentimental de su alma encolerizada bajo estos términos:

"Victoria marzo 11 de 1.814".

Figúrese V., mi amigo, millares de ladrones reunidos"… a él (Boves) no le siguen más que los ladrones y no puede ser otra cosa porque los hombres de bien no pueden meterse a robar, quemar y asesinar…. Pero esto habría sido reconocerle más partidarios de lo conveniente:… "Casi solo una mitad de los mismos ladrones, aquellos más facinerosos están gustosos con él".

¿No serán estos los mismos elementos que usan los escuálidos y oligarcas de nuestro tiempo?

En verdad, es muy triste ver a los forjadores de la "primera independencia" hablando despectivamente de los sectores más desposeídos, como es el caso del oligarca Manuel Palacio Fajardo quién sobre el Comandante Boves proliferó las siguientes palabras: "… prometer a las escorias del pueblo las fortunas de las clases altas…".

¿O es qué acaso esas fortunas no son del pueblo que es el que ha sido explotado desde que los conquistadores españoles llegaron a estas tierras a explotarlas en nombre de Di_s, el Papa y el Rey de España?

Eso dentro de las luchas por la emancipación y redención del pueblo soberano de Venezuela no es otra cosa que la expropiación directa de lo que ellos los godos le han forjado y usufructuado, lo cual generó en una gran deuda social irreverente que aún no han sido canceladas por la burguesía nacional y las clases dominantes del país. Más sin embargo, el fascista ex-presidente Álvaro Uribe Vélez, antiguo alcalde de Medellín en la República de Colombia, sobre el Libertador Simón Bolívar expresó en una entrevista que le hicieran en una ocasión en su tierra natal estas palabras: "…el pensamiento bolivariano es el derecho aplicado con fuerza…".

Ese detalle está inmerso en el discurso que el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías pronunció en la Avenida Los Próceres aquel 4 de febrero de 1.999, donde les preguntaba a los generales y almirantes del alto mando militar en la histórica Avenida "Los Próceres" con una gran arrechera en su expresión lo siguiente: ¿Qué si ellos no robarían al ver a sus hijos y familiares al borde de la penumbra del hambre y la miseria?

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Comandante José Tomás Boves

Inclusive, igual aseveración le hizo en esa ocasión a su señora esposa María Isabel de Chávez, en el dado caso de que su hija Rosa Inés estuviese en la misma situación. La científica social chilena Marta Harnecker sobre los conceptos generales del materialismo histórico en relación a la ideología y las clases sociales, manifiesta lo siguiente:

…La "mentira piadosa" de la ideología tiene, por lo tanto, un doble uso: se ejerce sobre la conciencia de los explotados para hacerles aceptar como natural su condición de explotados; se ejerce sobre loe miembros de las clases dominantes para permitirles ejercer como natural su explotación y su dominación…

El Comandante José Tomás Boves como el General Ezequiel Zamora Correa en sus debidos tiempos como hoy en día el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, estuvieron y aún están en la posición correcta en cuanto a la cuántica aplicada a las ciencias sociales y no es otra cosa que resolver los problemas elementales del pueblo en lo inmediato, sin mucho rodeo burocrático y administrativo. Mejor dicho, sin mucho titubeo.

El Libertador Simón Bolívar para enfrentar al Comandante Boves en San Mateo preparó a su ejército de la siguiente manera:

Batallón o sitio de combate

Comandante

Observaciones

"Valerosos Cazadores"

Teniente Coronel Ramón García de Sena

Provenían de la Nueva Granada

"5º de la Unión Granadina"

Capitán Pedro Alcántara

Provenían de la Nueva Granada

1º Batallón "Brigada de Caracas"

Teniente Coronel Ignacio Ibarra

2º  Batallón "Brigada de Caracas"

Teniente Coronel José Jugo

Batallón "Defensores de Caracas"

Mayor Mariano Montilla

Batallón "Barlovento"

Coronel Vicente Campo Elías

Escuadrón "Soberbio Dragones de Caracas"

Capitán Mateo Salcedo

Baterías en Cantarrana

Coronel Lino de Clemente

Sus Ayudantes José Gregorio Camejo y José Trinidad Morán

Puesto de socorro en la casa y el trapiche de San Mateo

Capitán Antonio Ricaurte

Centro en el sitio de Cantarrana

General en Jefe Simón Bolívar

Más sin embargo, el General Simón Bolívar contraatacó empleando el Batallón "Barlovento" al mando del Coronel Vicente Campo Elías; al mismo tiempo que rechazaba al Coronel Francisco Tomás Morales Alonso con fuegos de artillería y fusilería. Desde la izquierda republicana el Teniente Coronel Manuel Gorgoza  Lechuga contraatacó a la derecha del ejército bovista.

  El Comandante Boves en Punta del Monte echando espuma por la boca de furor y con gran arrechera, después de 11 horas de combates mandó a tocar retirada hacia el Río Aragua; saliendo herido en un muslo en esta incursión hacía el ingenio de San Mateo. Teniendo que ser llevado a cuestas en una improvisada camilla hacia la villa de Cura de San Luís. Dándole la siguiente orden a sus guerreros: "Vámonos pues, que esta es una pelea de tigre contra burro amarrado".

En esta jornada militar cayeron en combate 213 efectivos del ejército republicano; destacándose los siguientes patriotas republicanos: Oficial Rafael Quintero, Oficial Fernando Adina. Saliendo gravemente heridos los tenientes coroneles Ignacio Ibarra y Antonio Flores, los capitanes Picón y Vera (plazas del Batallón "Barlovento"), Molina, Pedro Alcántara Montilla (plaza del Batallón de la Unión Granadina).

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Comandante José Tomás Boves

"El Genio de la Victoria Popular"

El General en Jefe  Simón Bolívar y Palacios tratando de cerrar a toda costa el avance telúrico del Comandante José Tomás Boves hacia Caracas, el 15 de marzo de 1814, empeñando diversos combates que produjeron cuantiosas pérdidas humanas y en logística a las fuerzas bovistas que trataban de sitiar a las fuerzas republicanas acantonadas en los alrededores del pueblo de San Mateo en tierras de Aragua, en donde el General Simón Bolívar trataba de lograr salir victorioso.

Las postas le informaban en su Cuartel General que la caballería del Comandante Boves se encontraba forrajeando en las cercanías de la laguna de Zuata; lo cual lo llevó a ejecutar un plan de operaciones militares dirigido por el Coronel Hermógenes Maza, quién tenía órdenes expresas de  sorprender a los jinetes llaneros con su líder asturiano a la cabeza, quienes a la banderola se acercaban a todo galope hacia las inmediaciones de San Mateo.

 El Coronel Hermógenes Maza se dirigió  con sus fuerzas rumbo a Villa de Cura, con el fin de tratar de engañar a la vanguardia enemiga, logrando que los mismos, torcieran su ruta hacia la laguna de Zuata. En donde los sorprendió certeramente, dispersándole su caballería, logró apoderarse de numerosas lanzas y demás armas de combate hiriendo y matando a muchos soldados bovistas. Claro está, la caballería del Taita Boves sufrió grandes pérdidas y daños. Mientras que las fuerzas del Coronel Maza sufrieron pocas bajas, lo que le produjo un regreso a la casa del ingenio de caña en la hacienda de San mateo, propiedad de la familia Bolívar y Ponte.

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