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Comandante Jose Tomas Boves, Timonel en la Libertad del pueblo venezolano (página 9)

Enviado por León Morales


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 "…La llegada de Monteverde a Caracas significaría no sólo la muerte de la República Federal de Venezuela, sino además un golpe duro, aunque no necesariamente fatal, para la clase dominante del país, los orgullosos mantuanos, que habían declarado la independencia; pues con Monteverde entraron en el palacio de los capitanes generales los llamados "blancos de orilla", pequeños comerciantes y gente que ejercía "oficios baxos", como decían los mantuanos; los canarios, los pardos, los zambos y los negros libres, es decir, toda la gente del pueblo que había sufrido el desprecio y el odio del mantuanismo…".

"…Monteverde no autorizó crueldades, aunque no podía dejar en libertad a los personajes republicanos; pero los mantuanos de Venezuela no podían perdonar que él abriera las puertas del palacio del Gobierno al pueblo, y como en toda la América española quienes estaban escribiendo la historia eran los servidores de la clase dominante. Monteverde ha estado figurando hasta ahora como o la encarnación del crimen, el realista sin entrañas, el español salvaje. Y nada de eso es cierto. Lo cierto es que Monteverde fue el primer jefe de la democracia social de Venezuela a él le tocó iniciar un capítulo en la historia del país, y lo hizo sin maldad; cada vez que pudo hacerlo, salvó vidas y aún bienes…".  

Verdaderamente no importa el lugar de nacimiento de quienes enarbolan las banderas de la igualdad, la libertad y la justicia social; porque eso es parte del Internacionalismo Proletario, y que el Comandante Ernesto "Che" Guevara elevó con estas palabras ante la Organización de la Naciones Unidas (ONU) el 11 de febrero de 1.964:

"… He nacido en la Argentina; no es un secreto para nadie. Soy cubano y también soy argentino y, si no se ofenden las ilustrísimas señorías de Latinoamérica, me siento tan patriota de Latinoamérica, de cualquier país de Latinoamérica, como el que más y, en el momento en que fuera necesario estaría dispuesto a entregar mi vida por la liberación de cualquiera de los países de Latinoamérica, sin pedirle nada a nadie, sin exigir nada, sin explotar a nadie…".

Luego ante estos eventos de resquebrajamiento en la real unidad de los mantuanos godos y oligarcas, don José Tomás Boves decide trasladarse a la Villa de Calabozo con carta de presentación de don Lorenzo García Jove, su patrono y protector y a su entrañable amigo don Juan Corrales a quien le notificó las alarmantes noticias que se decían sobre el avance de las fuerzas realistas al mando del Capitán de Navío Juan Domingo de Monteverde y Ribas.

¿Pero, qué vaina vale?

Una vez que don José Tomás Boves se entrevista amigablemente con don Juan Corrales y éste le presenta a su bella hija Inés Corrales, de quien quedó prendado por su belleza y don de mujer de gran extirpe llanera; es detenido nuevamente por los patricios y mantuanos de esa comarca llanera, quienes a su vez estaban liderados por el leguleyo don José Ignacio Briceño quien llegó a ser el comisionado por la villa de Calabozo en el Congreso Constituyente que se dio en Caracas en 1.811. Además, de ser hermano del Coronel Antonio Nicolás Briceño llamado "El Diablo".

Interrumpiendo el relato el joven Bachiller en Ciencias Gustavo León le preguntó en la Mesa Redonda a José Viñoles, lo siguiente: Bueno Viñoles, cuéntanos: ¿Qué fue en verdad lo que pasó en la villa de Calabozo con esa detención de don José Tomás Boves?

Muy bien, muy bien Gustavito; resulta que el joven caraqueño Teniente Pedro Aldao le tenía una profunda y gran arrechera a don José Tomás Boves. Ya que ese vagabundo mantuano era el comandante militar en el pueblo de San Fernando de Apure y su hermano Manuel Aldao fue el comisionado que nombró el Generalísimo Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez para que entablaran con el Capitán de Navío Juan Domingo de Monteverde y Ribas los acuerdos relativos a la Capitulación de San Mateo en 1.812.

Ahora bien, el patiquincito de Pedro Aldao alimentó con sus intrigas a José Ignacio Briceño en contra de don José Tomás Boves, quien dejándose arrastrar por las mismas lo sentenció al último suplicio de la pena capital. Castigo este que no se llevó a efecto gracias  a la oportuna actuación de don Juan Vicente Delgado, Teniente de Justicia de la Villa de Nuestra Señora de la Candelaria y de Todos los Santos de Calabozo, quién le conmutó la pena de muerte por enrolamiento como soldado de primera línea en el "Ejército Independentista Mantuano", el cual se encontraba apostado en los valles de Aragua bajo la conducción del Generalísimo Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez.

Ante esta imposición de los oligarcas calaboceños, don José Tomás Boves prefirió permanecer en prisión, ya que no creía en las luchas que libraban los republicanos prostituyentistas de la1ª República mantuana. Lo cierto del caso, es que él fue salvajemente golpeado en sus oficinas en Calabozo por un tal Juan Escalona quién acompañado de sus secuaces mantuanos y godos oligarcas calaboceños, descaradamente lo vejó, abofeteó y lo maniató robándole todas sus pertenencias y bienes le quemó sus almacenes.

Don José Tomás Boves se le resistió a Juan Escalona, diciéndole estas palabras: ¿Qué carajo le pasa a usted conmigo, Escalona?

¿Es qué usted no me va a respetar, Escalona, ah?

El Oficial Escalona amargamente le dijo a Boves lo siguiente: "Amigo Boves, yo vengo aquí apoyado por el chivo que más mea, por el propio Bolívar. Así que usted se calla y se me queda tranquilito como el agua en una totuma; porque lo voy a joder bien jodido".

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Ntra. Sra. de la Candelaria  y de todos los Santos de Calabozo

Boves muy molesto le respondió de esta manera: "A tú madre es a quién tú vas joder, maldito bastardo mantuano".

El oficial independentista mantuano don Juan Escalona había sido comisionado por el propio General Simón Bolívar a que se dirigiese al pueblo de Todos los Santos de Calabozo en procura de hombres, pertrechos, caballos y fondos, quién verdaderamente en contra de don José Tomás Boves midió muy mal sus propias acciones en ese pueblo llanero.

En eso intervino el indio Juan de los Reyes Vargas quién viendo el acto de injusticia cometido en contra del pulpero José Tomás Boves quién arrechamente le dijo estas palabras al oficial don Juan Escalona:

Escalona, no te basta lo que le has hecho a ese hombre, déjalo tranquilo, que él no se ha metido contigo, vale. Yo conozco a Boves muy bien conocido y sé lo que es capaz de hacerte muy pronto, dale sus pertenencias y pídele disculpas, carajo".

"Coño Escalona, hazlo por tú familia y por ti. No te equivoques Escalona, porque te puede salir muy mal la jugada, vale".

Don Juan Escalona le manifestó al indio Juan de los  Reyes Vargas, lo siguiente:

"Mira indio de mierda, piérdete de mi vista, ya; ante que te meta unos latigazos para que te acomodes. No ves que este gran carajo que estás defendiendo es un vulgar español enemigo nuestro, coño".

Pero don José Tomás Boves al caminar hacia prisión, dijo estas palabras: ¡Hay Escalona, tú no sabes lo que te espera culebra rastrera

De inmediato interviene en la Mesa Redonda el niño Carlos Aponte y le pregunta a su abuelo Víctor Juvenal Aguinagalde lo siguiente:

Abuelo, si don José Tomás Boves decide quedarse en prisión y no participa en el ejército patriota del General Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez, entonces: ¿Por qué él tomó esa actitud y qué le pudo haber pasado después?

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Alumno Carlos Aponte

Carlitos, esos señores se ensañaron contra don José Tomás Boves confiscándole sus bienes, siendo nefastamente azotado en vergüenza pública por las manos del verdugo Sebastián Liendo en la Plaza Mayor de aquel heroico poblado, frente a la mirada triste y desoladora de su adorada e idolatrada amante y mujer, doña Inés Corrales, su gran amor de siempre.

Mira Carlitos, ese cruento y vil atropello violador del derecho universal del ciudadano y de gentes, lleno de la mayor injusticia posible y ante la mirada sombría de los calaboceños quienes llegaron a ver en ese reo del mantuanaje el arrebato y la cólera de toda su síntesis histórica, como esclavos que eran en las sabanas venezolanas.

Y de esos mismos verdugos quienes llevaban al suplicio y al tormento inclemente a don José Tomás Boves, confundiendo a los pobres y desamparados de este país con las máximas de Libertad, Igualdad y Fraternidad, las mismas que usan los masones de pensamiento progresistas en sus luchas por la liberación del ser humano de toda opresión y esclavitud

Carlitos, la actitud racista y explotadora de los mantuanos criollos fue lo que engendró odios profundos en contra de ellos mismo y hacia los de su propia casta. Ya que los pobres de nuestra patria buscaron su liberación definitiva aumentando su contingente humano en relación con la población goda y oligárquica venezolana.

En los sucesos de la 1ª y 2ª República entre los años 1.812 y 1.814, podemos notar que había una juventud mantuana realista que queremos hacer ver hoy que eran patriotas ante los mismos sectores que ellos despojaron de su libertad en aquellos días. La burocracia ha llevado a muchos de nuestros camaradas y compatriotas a tener igual comportamiento que esos individuos de ese ayer algo remoto para nosotros; ya que sus conductas tienen claros y manifiestos perfiles fascista, racistas y anticomunistas en donde le damos toda razón los camaradas de la Misión Boves quienes son parte de la corriente histórica de Nuestra América Siempre Rebelde.

Sin embargo, mi amigo Angel Carillo en su Columna "Desde mi Tribuna" en el Semanario "Las Verdades de Miguel", Nº 123, del 30 de noviembre al 6 de diciembre del 2.007 y titulada "El Urogallo" y "El Piquirico" expresa lo siguiente:

"…La rebelión que se personaliza en Boves deja raíces profundas en Venezuela. La Federación y la figura de Zamora son, guardando las distancias y el momento histórico, un revivir de ese sentimiento igualitario del pueblo venezolano, que en cada movimiento de masa pretende, como es lógico, integrarse e imponer una política democrática total, y no de pequeñas oligarquías alejadas de sus problemas y extrañas a sus propios sentimientos. Integración esta que, a fuerza de luchas y de sangre, ha logrado, al menos, formar la heterogénea e igualitaria sociedad venezolana actual. Desde esos tiempos se inicia el sentimiento, casi constante, de que ningún hombre ni partido desee que se les titule como conservador o de derechas, por más que la realidad demuestre lo contrario…".

¿Por qué ahora están enfrentados los sectores oligárquicos de la burguesía capitalista liberal (Mendoza-Zuloaga) y la burguesía corporativa capitalista fascista (Vollmer-Cisneros-Carter-Chávez)?

¿Por qué los militares fascistas del gobierno chavistas se autodefinen como revolucionarios de izquierda?

¿Cuáles son sus reales intereses de clase y que ocultan detrás de esas máscaras de seudo revolucionarios chavistas?

¿No serán rostros deshumanizados imbuidos de la doctrina social nacionalista hitleriana?

¿No serán los mejores intérpretes del pensamiento fascista del Duce Benito Mussolini?

¿Por qué el aparato militar tiene sus cuadros castrenses de confianza en casi todas las estructuras del estado venezolano?

¿Hacia adonde camina ésta mal llamada Revolución Bolivariana o Chavista?

¿No será que tenemos que construir urgentemente una tercera opción que en verdad sea revolucionaria y no chavista?

Carlitos, muchachos todos; a partir de esos momentos, todos los rincones de la inmensidad de nuestros llanos retumbaron al oírse los gritos y la voz tronante, cabalística y apocalípticamente pronunciadas en boca de don José Tomás Boves de la Iglesia, cuando a los cuatros vientos gritó estas palabras:

"Ya verán las lágrimas

Que les va a costar

Tamaña injusticia,

Los mantuanos me rechazan

 Y las castas me aplaudirán".

Con todo lo que le hicieron a don José Tomás Boves sus más preclaros enemigos, cometieron uno de sus más grandes errores históricos cuando le conmutaron la pena a prisión perpetua con trabajo a ración y sin sueldo alguno. Aquella expresión de don José Tomás Boves era el grito incólume de rebeldía del pueblo venezolano en los albores mismos de la Guerra a Muerte.  De esa manera, fue como la tempestad irrita de las castas empobrecidas se condensaban sobre las llanuras del insurgente pueblo guariqueño. De esa forma, comenzaba a andar en el tiempo un nuevo ídolo de las masas empobrecidas y esclavizadas.

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El historiador colombiano don Indalecio Liévano Aguirre en su obra "Bolívar", editada por la presidencia de la República de Venezuela a través de la Academia Nacional de la Historia en Caracas – 1.998, en sus páginas y 158 y 159, copiamos lo siguiente:

"…Cuando en 1.810 estalló el movimiento revolucionario en Caracas, Boves, convicto en Calabozo, comprendió claramente que la causa republicana estaba pérdida a menos que se modificara radicalmente la actitud vacilante del Gobierno republicano, y al llegar a Calabozo, después de un corto viaje hasta San Carlos, así lo manifestó a todos, sin disimular los peligros que corría la nación y los errores de sus mandatarios. Esta actitud, favorable indudablemente a la causa patriótica, fue interpretada por los gobernantes de la provincia y por los enviados del gobierno central como contraria a la seguridad pública, y fundándose en el origen español de Boves le acusaron de traidor y alarmista y le hicieron reducir a prisión.

Entre los muros de la cárcel de Calabozo, el alma de Boves se envenenó de odio contra los republicanos, y en el terrible silencio de los días que pasó en ella, este hombre fiero, ayer condenado por los españoles y hoy por los patriotas, se convirtió en un desesperado silencioso y cruel, cuyos sombríos rencores sólo se saciarían con terribles espectáculos de sangre y de muerte. Los instintos de esta naturaleza, que en la desgracia habían adquirido un temple de extraña ferocidad, tal vez se hubieran ahogado entre las estrechas paredes de la cárcel, sin el inesperado acontecimiento que libertó a Boves en el momento en que sus rencores le azotaban más implacablemente. Después de la toma de San Calos, Monteverde destacó a  con la misión de apoderarse de los llanos, y éste, tras rápidos triunfos, llegó a Calabozo, venció a la pequeña guarnición, abrió las cárceles y llamó a todos los convictos a sus fuerzas, contando con el odio de los mismos por las autoridades republicanas, responsables de su prisión. De esta manera Boves se incorporó a los ejércitos españoles y entró en la guerra americana, sintiendo en medio de las batallas, cuando peleaban en la primera fila de las tropas del cruel Antoñanzas, un placer salvaje al ver caer moribundos, ante el empuje de su caballo y de su lanza, a los hijos de la primera república de Venezuela…".

En verdad, este miserable escritor neogranadino ha escrito sobre el Comandante Boves bajo el espíritu de un oligarca de sentimiento conservador, negador de la historia y de sus leyes. Ya que el Taita Boves no fue quién comenzara la guerra americana en contra de la monarquía española o de la ocupación francesa a España; sino en la guerra civil que hubo entre venezolanos en esos duros años de esa extraña gesta independentista, que de hecho, vista por sus cronistas y relatores tiene un alto sentido burgués

¿A qué ejército tenía que incorporarse el Comandante Boves?           

¿Acaso no es justo que lo haya hecho con los patas en el suelo o los más escoñetados del pueblo venezolano?

¿Quiénes eran en realidad el blanco de orilla José Antonio Páez y Herrera, el mulato Francisco Infante y el negro Rojas?

 ¿No habrían sido oficiales del ejército bovista?

Sir Francis Bacon sobre la doctrina de los ídolos expuso estas palabras: "… Los ídolos de la especie se fundan en la misma naturaleza humana; es decir: en la especie y en el linaje de los hombres…".

Don José Tomás Boves, sintetizaba la pujanza del pueblo en procura de su libertad en esa naciente 1ª República. Don Liborio Llovera lo conoció en vida en la ocasión en que lo golpearon y vejaron en la Villa de Todos los Santos de Calabozo, siendo estas sus palabras: "…De regular grueso y estatura, rubio, y no mal parecido, avasallaba a cuantos le rodeaban por su actitud resuelta aún en los momentos más difíciles…".                          

Don José Gil Fortoul, en el Volumen I de su Historia Constitucional de Venezuela, tomo IX, editado por Editorial Cumbre S.A. en México, D.F. 4ª Edición, 1.979, en su página 369, hay una cita que reza lo siguiente:

"… (17) Boves era blanco de piel; pero no fuera extraño que, aparte el deseo de vengarse contra los blancos criollos que le habían condenado a muerte, le moviese igualmente cierta confusa heredada propensión a simpatizar con los pardos, sintiéndose también mestizo, como la mayoría española, de orígenes diversos, de godo, de ibero, de africano, y de quién sabe qué más…".

¿A cuál confusa se refería el historiador oligarca José Gil Fortoul en relación al Comandante Boves?

¿No será que el confundido en los anales de la historia venezolana es el propio Dr. José Gil Fortoul?

     

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Comandante Boves

En el MBLP consideramos, que los confundidos siempre han sido los enemigos del pueblo a través de la historia y del tiempo. Allí se notó que el Comandante Boves nunca estuvo confundido; ya que él tenía muy claros sus principios sobre la clase social a la cual pertenecía y defendía a ultranza.

Los que se han confundido son los miembros de la burguesía nacional, que de hecho es parasitaria, golpista, fascista y mala intencionada, y eso es lo que en esos tiempos representaban los mantuanos criollos y que hoy están representados por una oposición recalcitrante y desenfocada del propio contexto histórico que vive el pueblo venezolano en esta coyuntura histórica.

Don Constancio Franco sobre el Comandante Boves expresó lo siguiente: "…Tenía modales bruscos e imperativos, una voz fuerte y bronca: hablaba poco y no sonreía sino en presencia de una gran catástrofe, de un grave peligro o de una suprema desgracia…".

Carlitos, como Di_s nunca olvida a su pueblo y a sus buenos hijos; debo decirte que en esos momentos, siguiendo instrucciones del Capitán de Navío Juan Domingo de Monteverde y Ribas y como segundo del Brigadier José Ceballos quién se desplazaba desde el pueblo de San Carlos de Austria hacia la Villa de Calabozo una fuerza realista al mando del Teniente Coronel Eusebio Antoñanzas quién era nativo de Calahorra en España.

Previamente, él había reclutado jinetes en los pueblos de San Juan Bautista de El Pao, San Francisco de Tiznados y Guardatinajas, y quien a tambor batiente y después de cuatro horas de sangrientos combates tomó la plaza de Calabozo el 21 de mayo de 1.812. En la cual en ese día fueron pasados irremediablemente por las armas el Teniente de Justicia Juan Vicente Delgado, José Revenga y Remigio López; y otros oligarcas moradores en ese pujante corredor llanero.

Cónchale Carlitos, si tú te portas bien con alguien en  tu mundana o profana vida, nunca esperes que te vayan a retribuir el bien en lo inmediato, ya que eso te llega cuando tú menos lo pienses. Así son las cosas, y así sucedió en esta parte histórica relacionada con la vida de don José Tomás Boves,  la cual te voy a contar en estos momentos:

Meses atrás, don José Tomás Boves se había portado muy bien con doña Lucía Antoñanzas de Carvallo, hermana de don Eusebio Antoñanzas, a quien se le presentó un problema económico de su mayor gravedad, siendo en ese duro momento auxiliada por él. Ella le contó a su hermano quien fue el cristiano que la ayudó a solventar su problema, en ese caso don José Tomás Boves.

¿Cuál sería la sorpresa que recibiría don José Tomás Boves en esos momentos, Carlitos?

Carajo vale, don Eusebio Antoñanzas en señal de agradecimiento y debido a la encomiable ayuda que le prestó don José Tomás Boves a su querida hermana, decidió darle su libertad al igual  que a todos los canarios que se encontraban presos en la villa de Calabozo. Quienes se alistaron en el ejército de don Eusebio Antoñanzas, y en marcha rápida se desplazaron hacia  el pueblo de San Juan de los Morros, el cual ocuparon el 23 de mayo de 1.812, en nombre del Capitán de Navío Juan Domingo de Monteverde y Ribas.

Esto es lo que hace que José Tomás Boves deje su rol de comerciante, quién como pulpero progresista y revolucionario que fue en los llanos guariqueños se alistó en el ejército que comandaba el Capitán de Navío Juan Domingo de Monteverde y Ribas. Ya que su tatarabuelo en las islas Canarias era el bisabuelo del General José Félix Ribas y Herrera

El Brigadier General don Juan Domingo de Monteverde y Ribas nació en San Cristóbal de La Laguna en la isla de Tenerife en el archipiélago canario el  2 de abril de 1.773 y era hijo de don Estanislao Monteverde Lugo y doña Francisca Ribas. Y con el correr de los años, después de haber sido Capitán General en Venezuela y Puerto Rico, falleció en San Fernando de Cádiz el 15 de septiembre de 1.832.

Ahora bien, el niño Lenin Yasser Morales Tussentt toma la palabra y le hace la siguiente pregunta al Licenciado  Jimmy Palazzo Jiménez:

Cuéntanos Jimmy: ¿Cómo fue que don José Tomás Boves comenzó su vida militar en Venezuela?

En verdad Lenin Yasser; don Eusebio Antoñanzas antes de continuar su marcha hacia el pueblo de San Juan de los Morros, en ese mismo día 23 de mayo de 1.812, estando reunidas sus tropas, con una gran arenga le dijo a sus hombres allí formados las siguientes palabras: "Muchachos, yo sé de los esfuerzos que ustedes hacen por mantener sus vidas, propiedades y hasta el de resguardar a sus familias de los ataques de los mantuanos venezolanos".

"A partir de hoy, en el pueblo de San Juan de los Morros,  23 de mayo de 1.812, les nombraré a un oficial formado primeramente en España como Guardiamarina Real y que ahora nombro Capitán de Urbanos y Milicias Ciudadanas, a quién ustedes obedecerán y cumplirán a cabalidad con las órdenes que a bien él les dicte, y que son como si yo mismo se las estuviese dando".  

Continuando con sus palabras, de pronto llamó a don José Tomás Boves y le dijo estas palabras: "Capitán José Tomás Boves, por el conocimiento que usted tiene del llano y de su propia gente; usted tiene la responsabilidad a partir de hoy, de conformar unas milicias ciudadanas que tendrán el sagrado deber de combatir de manera irregular a las fuerzas militares de los patiquines en Venezuela".

"Capitán Boves, recuerde siempre que usted cuenta con mi total apoyo y no escatime esfuerzos en joder a esa gente, extermínelos si es necesario; conviértase pues en líder de esta gente, que sé que lo estiman y aprecian mucho en estas tierras".

José Thomás Boves dirigiéndose a sus guerreros, les dijo estas palabras: "…Mi guerra es con la chusma afrancesada que comandan los señoritos de la capital y particularmente Bolívar, a los cuales tenemos que exterminarlos.

Y más luego les gritó esta consigna con alto contenido revolucionario: ¡Guerra a los blancos explotadores del pardo y del indio! ¡Las tierras de los blancos para los pardos!

Inmediatamente, el Capitán Boves a la cabeza de un escuadrón de caballería persiguió a un grupo de republicanos constitúyentistas quienes habían huido llano adentro. Logrando en esa hazaña heroica apresar a los esclavistas y usureros don Andrés Narvarte y don Domingo Alzurú. Acción en donde también fue detenido el anciano don Diego García en su hato de ganado en el sur de la Villa de Calabozo, quien por haber atentado en contra del pueblo que es el verdadero soberano fue pasado irremediablemente por las armas.

¿Por qué don Eusebio de Antoñanzas ascendió a José Tomás Boves de un solo tajo a Capitán?

El grado de Capitán que le fue dado a José Tomás Boves por parte de don Eusebio Antoñanzas se debió a que él le vio cierto aires de caudillo a quién había liberado de las garras mantuanas casi al borde de la muerte misma. Ya que desde los tiempos de la conquista hasta la época de la primera independencia, un capitán era un súbdito leal beneficiado con una gracia de merced, la cual era una facultad dada por los Reyes españoles a sus primeros capitanes o adelantados en aquellos lejanos días de la conquista.

Aquellos viejos militares llenos de hidalguía llegaron a prestar importantes servicios en las campañas militares y navales que desarrollaron los monarcas españoles en aquellos lejanos tiempos; los que sobrevivieron en esas guerras europeas y española, fueron beneficiados como capitanes y adelantados en la conquista de América.

Inclusive, ese grado militar era comprado por algunos nobles o pardos que llegaban a la península Ibérica en busca de fortunas y glorias militares para mejorar sus statu de vida. Tal es el caso, del Generalísimo Francisco de Miranda y Rodríguez quién compró el grado de Capitán del Ejército Real en España, habiendo sido designado como oficial mercenario al Regimiento de la Princesa con base en los dominios españoles de Ceuta y Melilla en el norte del África.

Los capitanes españoles y portugueses al servicio de la corona española vinieron como adelantados con órdenes expresas de instaurar la esclavitud, avasallar pueblos, apropiarse de las tierras y de sus riquezas naturales y no naturales, imponer las instituciones políticas de España y transculturizar a los pueblos sometidos con una nueva religión o creencia con profundos signos enmarcados dentro de la ideología de dominación, siempre en el nombre de El Rey.

Hay que destacar, que las grandes falsas de nuestra historia republicana, bien sean en la IV como en la V República, es que aún esos calificativos de capitanes los seguimos usando para designar a los líderes naturales en nuestros pueblos originarios, quienes bajo el titulo de capitán en algunos casos atentan en contra de sus propios pueblos y comunidades.

Consideramos, que esa denominación debe ser eliminada para siempre de nuestros vocablos; que tiene que ser de hecho y derecho, debido a que los gduapotos de cualquier comunidad o pueblo originario deben rechazar de una vez por todas el uso de ese nefasto término avasallador y explotador; ya que los jefes de nuestros pueblos originarios no pueden erigirse como máximas autoridades bajo el crisol de las mismas instituciones que crearon y trajeron desde España aquellos genocidas que incursionaron en contra de nuestras civilizaciones y culturas en el siglo XVI. Ya que en la España neoliberal y capitalista del presente, nos llaman despectivamente como SUDACAS.

 Las antiguas crónicas que se conocen en el pueblo de Calabozo refieren a que el mantuano oligarca y godo de don Diego García siempre fue un esclavista cruel y perverso. Ante tal situación, el Comandante Boves llamó a su presencia en su Cuartel General al Cabo Guilevaldo Pérez, dándole las siguientes órdenes: "Guilevaldo, Guilevaldo; allí tienes en tú presencia al malvado y malcriado anciano Diego García; pareciera que él ya sabe lo que le espera por sus maldades y atrocidades cometidas en su vida terrenal en contra de mi pueblo y tú Guilevaldo eres parte de mi pueblo".

Inmediatamente el Cabo Guilevaldo Pérez dirigiéndose el Comandante Boves le preguntó lo siguiente: ¿Qué hago con este viejo maricón, Taita Boves?

Y el Taita Boves le manifestó a Guilevaldo lo siguiente:

"Guilevaldo, no ves que este viejo zamarro de guebón nada tiene; figúrate que los mantuanos de Calabozo lo llaman: Hacete, Hacete el Guebón, ja, ja, ja".

"Guilevaldo, a ese arrastrado oligarca mójalo allí en el aljibe, mójalo todo durante una hora y cuando esté temblando del frío, le das una gran patada por el culo y ya sabes lo que tienes que hacer con él. Guilevaldo, rápido, saca de mi vista a ese marrano de mierda, ja, ja, ja".

Luego el Cabo Guilevaldo Pérez llamó al soldado Josefo Echarry, dictándole la orden siguiente: "Josefo, por órdenes del Taita Boves, dale pase a la eternidad al chochito de Diego García; siempre dándole para que rece esas oraciones que ellos rezan en sus iglesias; cuidadito se te escapa ese gran carajo, mira que es muy vivo, lo llaman hacete el guebón, ja, ja, ja".

El soldado Josefo Echarry le contestó a su superior lo siguiente: "Cabo Guilevaldo, no se preocupe, yo me encargo de este godo maldito; a mí no se me escapa este miserable. Mire usted, que el muy zángano está bastante guateado, está que se caga. Él sabe lo que le espera conmigo, ja, ja, ja".

Y de manera violenta, el soldado Josefo Echarry le dio dos palos por la espalda al viejo Diego García y levantándolo por los pelos de la cabeza a la altura de su cara, le dijo estas palabras: ¡Viejo vagabundo, plasta de mierda mantuana. Híncate de rodilla ya, muérgano, híncate!

¡Ya se te va acabar la guachafita, peazo de guebón, ja, ja, ja!

"Vamos, vamos; no te me vayas a poner a lloriquear asqueroso hombre, no andabas por ahí dándotela de arrechón. Diego, vamos pues, comienzas a rezar un Padre Nuestro ya, por el amorcito de Di_os; vamos pues".

Don Diego García burbujeando las palabras parecía rezar la oración pedida por su captor, pero no se le entendía nada, ya que él sabía cuál sería su verdadero destino; en eso el soldado Josefo Echarry lo ripostó con estas palabras: "Ah, ya terminaste de rezar el Padre Nuestro, que bueno vale, ya tienes parte de tus penas perdonadas. Ahora viejito inmundo y asqueroso, acompáñalo con un Ave María".

"Vamos pues, no me hagas perder la paciencia, porque si no te voy a dar una gran pela con esa verga de toro que está allí colgada, será más arrecha que la que te haya dado alguna vez en tu vida tu propio padre. Así que a rezar pues, el Ave María, rapidito pues".

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          Las castas más pobres en la Guerra a Muerte

                                   Combatiendo al lado de El Taita Boves

            Una vez que don Diego García terminó de rezar el Ave María, el soldado Josefo Echarry le dijo lo siguiente: ¡Ajá, ya rezaste el Ave María, que bueno vale, ya te han perdonado los ángeles la otra parte de tu pena capital, ja, ja, ja!

"Diego, por el amor de Di_os, hay una pena que no te podemos perdonar y es la que tú has cometido en contra de nuestra gente, por eso desde ya te condeno a la pena de muerte, a ser fusilado, ya tú le distes tú alma al Criador de todas las cosas, ahora yo tú cuerpo se lo enviaré a los zamuros para que te coman todo, todito; y no dejen nada de ti, ja, ja, ja".

¡Ay, Di_s mío!

¿No sabes lo que te espera peazo de marrano oligarca de mierda?

Y de esa forma fue pasado por las armas el godo de don Diego García, por su osadía de estar enfrentando al ejército del Comandante Boves en el pueblo de Todos los Santos de Calabozo. Por esa acción de armas, don José Tomás Boves fue nombrado Comandante General de los llanos de Calabozo, según despacho emanado por instrucciones del Capitán de Navío Juan Domingo de Monteverde y Ribas, desde su Cuartel General en la ciudad de La Nueva Valencia del Rey. Este conocido jefe español era natural de San Cristóbal de La Laguna en la isla de Tenerife en el Archipiélago Canario en donde nació el 2 de abril de 1.773, siendo sus padres: Don Estanislao Monteverde de Lugo y doña Francisca Ribas.

Cabe destacar, que dicha designación fue muy bien recibida por todo el pueblo calaboceño. De esta manera, el vencedor del indio Nicolás Guardajúmos comenzaba a entrar en la historia como un el más grande jefe y conductor de masas que haya hecho armas en Venezuela en todo su proceso histórico. Hay procederes del Comandante Boves que lo hacen un ser interesante en esa guerra social que se dio en Venezuela en esos tiempos. Ya que él comprendió que los bienes y las riquezas de los mantuanos criollos, como sus haciendas y hatos tenían que ser confiscados por el pueblo en armas, para más luego ser distribuidos equitativamente en todos sus hombres y mujeres, como estimulo en sus justas luchas.

Boves es el líder de los humildes y desheredados de la tierra misma, es el padre del igualitarismo social; atacando a los enemigos de las castas más jodidas en todos los escenarios de luchas, es probable que dentro de su furia popular hubiese una sed de venganza en contra de los sectores detentadores del poder económico y político, pero no se puede negar que estaban en su legítimo derecho a  ejercer la rebelión popular armada en toda la geografía nacional.

¿Es qué acaso 300 años de explotación, opresión y esclavitud no justifican la rebelión social que se dio entre los años 1.813 y 1.814?

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La firma de la Constitución Oligárquica de 1.811

                                                                        

El Comandante Boves no creía en halagos ni en protocolos; ya que él era informal en su manera de ser, de gran arrojo y muy carismático en sus decisiones y órdenes, con gran poder de convocatoria creó un ejército a su mando en donde concurrieron esclavizados, libertos, cimarrones, capataces, peones de los hatos y haciendas, pescadores, artesanos, pulperos y miles de personas pertenecientes a las diferentes castas consideradas por los españoles peninsulares y criollas como castas inferiores.

En verdad, pudiésemos decir que el padre de la inclusión social es el Taita Boves, ya que la gran mayoría de nuestros antepasados estaban segregados por raza y condición social, que se tradujo con mucha fuerza en los esclavizados y en los blancos de orilla provenientes de las islas Canarias o en sus descendientes.

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Don Simón Rodríguez

Maestro Inmortal de Simón Bolívar"

El Comandante Boves llamó a uno de sus ordenanzas y le dio esta orden en la Villa de Todos los Santos de Calabozo: "Teniente Mauricio Funes, váyase con 30 de sus mejores hombres y me le arranca las rejas a todas las casas, al igual que a las iglesias que encuentre en el camino; ya que necesitamos esos fierros para hacer lanzas, espadas y cuchillos; porque de ahora en adelante los mantuanos de estas tierras van a conocer al verdadero ejército del pueblo en armas que voy a conducir en pro de su propia libertad. Vaya pues Teniente y cúmplame la orden".

"Ah, y recuerde Funes, bien esto que le estoy diciendo ahora; quién se le oponga a usted en lo que va a cumplir me lo fusila de inmediato y sin contemplación alguna, nojoda".

El Teniente Funes salió al trote con sus hombres a cumplir la orden y en el trayecto pudo observar como fusilaban a 87 de los miserable godos mantuanos calaboceños enemigos del pueblo pobre de Venezuela. Al cabalgar el Oficial José Tomás Boves con sus lanceros por las sabanas guariqueñas, la gente se hacía la siguiente pregunta: ¿Qué vaina es esa?

¿Quién es ese que está liderando a esa gente en armas?

Los más versados respondían: ¡Carajo vale, si ese es el pulpero José Tomás!

¿No será ese el pulpero que jodimos en Calabozo?

¡Coño a correr, que es José Tomás Boves y viene por todos nosotros!

Carajo, Lenin Yasser; por allá por el litoral guaireño, hace muchos años ya, el afro-tarmero Juan de Jesús León Mayora le contó a nuestro amigo León Manuel Morales esta historia.

"Mira León Manuel, mi abuelo Ángel María Mayora me decía que la Constitución de 1.811, no sirvió para un carajo, vale; porque parecía que nacía independiente. Pero su espíritu fue tan esclavista como el de todos sus firmantes. Ya que hasta 1.830, formó como dos generaciones de mancebos de la tierra o criollos mestizos, producto de la unión de españoles e indios y quienes a su vez se mezclaron con los africanos y los pardos".

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Lya Brenke de Díaz

Carajo vale, luego las mezclas dieron parte a los mulatos y zambos que en este litoral guaireño había que jode, vale. Pero también vinieron en esos cruces los tercerones, cuarterones y quinterones y todas esas vainas genéticamente produjeron los "Tente en el Aire", los "Pelo e Yodo" y los "Bachacos"; así era el pueblo venezolano en los tiempos del Taita José Tomás Boves.

En una oportunidad uno de los maestros que tuve en mis mocedades infantiles y juveniles, creo que de apellido Calderón, nos contaba que donde hoy vive la hija de Lya Brenke, la cual era la casa de comercio del alemán Míster Teodoro Brenke quién se vino por los lados del pueblo de Tarmas después de haber combatido por Alemania en la 1ª Guerra Mundial. Ya que antes de él comprarla aquí en el pueblo de Tarmas, funcionó allí una escuelita para varones y ese recordado maestro nos dijo que en una oportunidad el maestro don Simón Rodríguez sobre esa vaina racial, dijo estas palabras: "…Sobre la imagen macilenta del indio se impusieron dos imperios: uno, de blancos europeos y otro, de negros africanos..

Caramba chico, justo en los momentos en que el Comandante José Tomás Boves se levantaba en armas, mi papá me contaba que a mediados del mes de junio de 1.812, la situación política en la 1ª República de Venezuela. Si se quiere era muy crítica, ya que el Generalísimo Francisco de Miranda en su ánimo de aumentar sus contingentes los amenazó con la aplicación de la ley marcial si estos se desertaban de su ejército, solicitando el reclutamiento de todos los hombres desde los 15 hasta los 55 años de edad.

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Almirante Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez

"El Hiram de la independencia Hispanoamericana"

Carajo vale, pero la cámara de representantes formada por los mantuanos criollos quiso aumentar en 1000 hombres más el ejército del General Francisco de Miranda.

¡Pero mira lo qué son las vainas, León Manuel!

Ellos les ofrecían a mis antepasados los esclavos su libertad, pero cuatro años después de haber estado prestando servicios  dentro de las filas del ejército oligarca. Eso sí, si se distinguían en combate. Pero como siempre son las vainas, vale. Resulta, que los oligarcas y godos caraqueños entorpecieron la labor independentista del General Francisco de Miranda, por el sólo hecho de no pertenecer a su casta social.  Y todo por el hecho de que el Precursor nombró como gobernador de Caracas al General José Félix Ribas y Herrera quien por su denodado radicalismo era muy temido por los mantuanos.

Cónchale vale; hay que ver que los godos, oligarcas, españoles y canarios le temían al General José Félix Ribas, ya que ellos consideraban que tan exime general estaba vinculado a la casta de los pardos, por sus orígenes canarios, ya que él valientemente había dirigido algunas asonadas populares y  militares,  en contra de los grandes cacaos.

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Don Miguel José Sanz y Marvéz

Maestro del Libertador Simón Bolívar

Fíjate, que el mismito Coronel Simón Bolívar fue un francmasón traidor; ya que en esos tiempos había traicionado a su maestro, al Hiram de la independencia Hispanoamericana. Nada más y nada menos que al más grande de los francmasones de este continente como lo fue el Generalísimo Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez, el más universal de nuestros héroes del ayer. Su traición fue comentada por el Capitán de Navío Juan Domingo de Monteverde y Ribas en sus escritos al Rey de España que hizo a través de don Bernardo Muros, su secretario.                                                            

La misiva fue escrita y de una vez entregada el General Francisco de Miranda a las autoridades españolas en el puerto de La Guaira en 1.812, recibiendo el Coronel Simón Bolívar pasaporte para la isla de Curazao. Don Juan Domingo de Monteverde y Ribas era pariente del General en Jefe José Félix Ribas y Herrera, quién sobre esa vil y traicionera entrega expresó lo siguiente: "… debe satisfacerse el pedido del coronel Bolívar, como recompensa al servicio prestado al Rey de España con la entrega de Miranda…".  

Carajo vale: ¿No es esto un acto de vil traición cometido por el Coronel Simón Bolívar en contra del Generalísimo Francisco de Miranda y Rodríguez?

Hay un dato curioso que se dio en la Junta Ordinaria de la Academia Nacional de la Historia en febrero de 1.968, cuando el experto en genealogía David W. Fernández presentó un trabajo de investigación que fue leído por el académico don Ambrosio Perera Meléndez, fundador del Instituto Venezolano de Genealogía y quién ocupara para esa entonces la Silla "O" en dicho recinto histórico en Caracas, en donde demostraban el parentesco que existía entre el Libertador Simón Bolívar y el Capitán de Fragata Juan Domingo de Monteverde y Herrera. 

Nojoda, chico. Los negros libres de Barlovento en el valle del pueblo de Curiepe apoyados por los negros y esclavos de los pueblos de Chirimena, Chuspa, La Sabana, Naiguatá, Tarmas y Chichiriviche, se rebelaron en contra de sus amos en plena fiesta de San Juan bautista el 24 de Junio de ese mismo año.   Negándose todos ellos, a ser alistados en ese ejército de los "Grandes Cacaos" y "Amos del Valle". Allí los negros no le pararon bolas a las sugerencias que le hicieron los hacendados don Ignacio Galarraga y don José de las Llamozas.

En verdad vale, esa insurrección privó a Caracas de víveres y alimentos. Debo señalar, que los negros alzados estaban capitaneados por el español Gaspar González.

Mira León Manuel. Yo creo y así lo sostengo, que desde ese momento fue cuando comenzó la lucha en contra de las políticas de los blancos criollos, quienes en verdad eran los esclavistas de nuestros antepasados y que ahora nos los venden como los héroes de nuestra primera independencia.

¿Qué ironías de la historia?  

Pero, el maestro Miguel José Sanz y el Comandante Lino de Clemente no pudieron pasar del pueblo de Guatire. Carajo vale, la fuerza rebelde de los negros barloventeños llegó a tener un contingente de 5.000 hombres; y en su marcha lograron apoderarse de los pueblos de Caucagua y Guatire. Ante estos hechos, el Dr. Narciso Coll y Prat en su condición de Arzobispo de Caracas, envió al presbítero Pedro de Echezuría, párroco de la iglesia del pueblo de Antímano, con el fin de tratar de contener a los alzados en armas, quién a través de sus conversaciones logró restablecer el orden  y la tranquilidad en esos parajes.                     

Lo más extraño de todo esto, fue el ardid magnicida que montaron los mantuanos criollos cuando designaron al Coronel de Zapadores Luís Santinelli,  al Comandante de Caballería Barón de Schomburgk, Auditor de Guerra José Lorenzo Márquez y al Comandante de Artillería Francisco de Paula Tinoco; quienes tenían órdenes precisas de asesinar al Generalísimo Francisco de Miranda y Rodríguez, en aras de nombrar un nuevo comandante que les defendiera sus intereses de clase.

Cabe destacar, que el Comandante Francisco de Paula Tinoco era ancestro del Dr. Pedro Tinoco, el inmaculado e ilustre banquero quien quebró el Banco Latino en la Administración del segundo gobierno del Dr. Rafael Caldera Rodríguez.

¡Hay que ver que los tiempos no han cambiado, vale!

Ahora bien, el Capitán de Navío Juan Domingo de Monteverde y Ribas en realidad no creía en los oficiales del ejército realista que integraban su fuerza militar, depositando él su confianza en sus paisanos canarios, quienes realmente estaban enraizados en estas tierras y eran parte de las castas de los blancos de orillas y de los pardos. Siendo muchos de ellos elevados en grandes cargos y grados militares y a quienes les repartió los bienes confiscados a los patriotas mantuanos descendientes de los "Grandes Cacaos". Los jefes militares nombrados por don Juan Domingo de Monteverde y Ribas no obedecían las órdenes emanadas de la Regencia en el Reino de España.

Tal es el caso, de don Pascual Martínez, quién recién nombrado gobernador de la isla de Margarita remitió a 50 oligarcas margariteños a las bóvedas del puerto de La Guaira bajo estas palabras: "…En mi isla no hay más Audiencia, ni más Capitán General, ni más Fernando VII que mi voluntad….".

De esa forma, don Pascual Martínez cumplía las órdenes de su superior inmediato y ponían en ejecución sus principios de acabar con la República de los oligarcas criollos venezolanos, y con las pretensiones de poder de los blancos peninsulares enviados a estas tierras por el Consejo de la Regencia en España.

  

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Mantuanos o  Grandes Cacaos

Pero, lo más curioso de todo esto, fue que el Cabildo de Caracas en un Memorial que le enviaron al Rey de España en fecha 03/12/1.812, le trazaron estas palabras:

"…La gente de color del Pueblo de Curiepe se resistió abiertamente a dar cumplimiento a la ley marcial. Los esclavos de casi  toda la parte oriental de esta capital se proclamaron libres, tomaron las armas no para defender la justa causa (la del Rey), sino sus intereses personales…".

Mira León Manuel, ese fue el preludio y anticipo de la guerra social que a partir de ese momento comenzó acaudillar El Taita José Tomás Boves. 

Nuevamente vuelve a intervenir el niño Lenin Yasser Morales Tussentt y le hace esta otra pregunta a  su padre Jimmy Alfonzo Palazzo Jiménez:

Mira Jimmy, deja la fumadera de tabaco y respóndeme esta pregunta; pero no como tío Simón, vale. Se acerca el año 1.813, respóndenos a todos los aquí presentes hoy, lo que te vamos a preguntar a continuación: ¿Cómo fue el accionar militar de don José Tomás Boves en esos años duros de la guerra a muerte?

Carajo Lenin Yasser, deja la jodedera y he aquí las repuestas que tú quieres vale; realmente la ira del Comandante Boves fue de tales dimensiones, que cuando los patriotas mantuanos por los lados de la ciudad de La Nueva Valencia del Rey pasaron por allí e hicieron prisionera a la negra María Trinidad Bolívar quien hacía vida marital con don José Tomás Boves, y a su vez era la madre de su hijo José Trinidad Bolívar, cuyos descendientes aún viven en esa ciudad al centro de nuestra patria.             

Quiero decirte, que esa pobre mujer fue vilmente asesinada por empalamiento; esa era una muerte horrible y parece mentira que a quienes hoy en nuestra historia patria llamamos "patriotas", hayan cometido tales desmanes y horrores en contra de nuestro pueblo y de sus antepasados. Tenemos que decirlo con la mayor arrechera del mundo, esa es una afrenta que no podemos perdonar en ninguna época y tiempo, en el pasado fueron asesinados nuestros bisabuelos y tatarabuelos en nombre de la libertad y la justicia social, y hoy le seguimos rindiendo tributos a sus asesinos, eso es anti historia y de de hecho es una actitud contrarrevolucionaria, si se quiere.

                                                                                                                                              

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Palacio Arzobispal de Caracas, época colonial

En eso el niño Lenin Yasser Morales Tussentt, le hizo esta nueva pregunta al licenciado Jimmy Alfonzo Palazzo Jiménez: "Cónchale Jimmy. La verdad es que la vaina era más delicada de lo que me yo imaginaba, si es así, entonces a los héroes de la libertad a quienes hemos adorado con un culto muy especial fueron unos verdaderos delincuentes y viles asesinos".

¿Cuéntanos cómo fue que mataron a esa infeliz mujer afro-venezolana llamada María Trinidad Bolívar, Jimmy?                                                                                 

Lenincito, esos aristócratas y oligarcas del ayer la mataron por empalamiento. Esa muerte medioeval consistía en meterle un palo afilado por el culo a cualquier cristiano que adversase o no sus políticas de dominación esclavistas mantuanas o peninsulares impuestas a los sectores más escoñetados de la sociedad venezolana en estas tierras.

Los españoles mantuanos  dueños de los medios e instrumentos de producción nacidos en tierras de ultramar o los peninsulares españoles venidos en funciones de gobierno y religión eran producto de la misma mierda española. Mejor dicho,  esos carajos sin tapujo en la lengua, les metían un palo con una punta afilada por el culo a sus víctimas hasta desgarrarles las entrañas. Esas vainas las aprendieron esos malditos muérganos de los curas y sus pléyades de obispos y papas mariconoides a través del Santo Oficio de la Inquisición.

Esos métodos de torturas y muerte fue aplicado en los tiempos de la conquista en la persona  de CHAIMA, jefe de la nación de los Tarmas en la aldea de las Adjuntas. Justamente, en donde se unen los ríos Guaire y San Pedro, lugar cercano al valle de Santiago de León de Caracas.

¿Y qué torturas están realizando los funcionarios policiales del Cuerpo de Investigaciones Científica, Policiales y Criminales (CICPIC) en la actualidad?

¿Qué será lo que está pasando en las cárceles  de Yare y el Rodeo I y II?

¿No será un boomerang el problema carcelario que viene desde los tiempos de la IV República y se ha vuelto en contra de la V República?

¿Cuál es el verdadero estado de salud del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías en sus constantes ir y venir a la isla de Cuba?

¿No se estaría repitiendo un momento cíclico una vez más en nuestra historia?

Pero, vamos a continuar relatando los hechos que hemos venido narrando y que tienen que ver con ese pasado en donde nuestra figura principal es el Comandante José Tomás Boves de la Iglesia. En verdad, esos hechos produjeron en el Comandante José Tomás Boves un odio irreverente y profundo en contra de las castas dominantes, jurando exterminar a quienes cometieron tan vil infamia.

Yo creo y así está registrado en los anales de la historia popular venezolana que don José Tomás Boves recibió despacho del Capitán de Navío Juan Domingo de Monteverde y Ribas quien lo ascendió al grado de Capitán dentro de su ejército el 6 de febrero de 1.813, dándole el mando de comandante de los partidos de Calabozo y San Fernando de Apure. Hay quienes dicen que un grupo muy reducido de mantuanos y godos de mierda en el pueblo de Calabozo hicieron una conjura en su contra; demostrando él sus dotes de líder innato del pueblo venezolano, y a quienes enfrentó de la siguiente forma:

"Carajo, vale; estos mantuanos del cipote no se que se han creído. En verdad uno no entiende a esos tipos; les voy a quemar el culo una vez que hayamos disparado nuestros cañones, y sobre ellos sentirán el peso de la justicia del pueblo. Ya lo verán".

Notando el Capitán José Tomás Boves que había cierto desaliento en su contra por parte de un sector de sus opresores, optó por llamar al mestizo Luciano Morales quién era nativo del mismo pueblo, ordenándole lo siguiente: "Luciano, usted va y me investiga quién es el que anda conspirando en mi contra y quienes le están apoyando en esa guebonada. Además, de las cosas que ellos piensan hacer en estos momentos".

El Sargento Luciano Morales se fue sigilosamente por los alrededores del pueblo de Calabozo, quién cantando como el carrao en la sabana, entre chanzas y diretes pudo al fin sacar la información que el Capitán Boves necesitaba en esos momentos. Dirigiéndose luego a su Cuartel General para darle la información debida.

El Capitán Boves al divisarlo en la distancia le gritó al Sargento Luciano Morales estas palabras: ¡Luciano, ah. Yo espero que me traigas buenas nuevas sobre esos individuos encopetados de Calabozo, ja, ja, ja, ja!

El Sargento Luciano Morales al estar cerca del Capitán Boves le proporcionó la siguiente información: "Capitán Boves, ja, ja, ja. El que anda echando vaina en su contra es el mojigato de Gil Antonio Parpacén. Él anda diciendo por ahí, que pá esa vaina está estudiando y qué leyes, y que pá joderlo a usted y a nosotros también. Ya que ellos no se van a dejar quitar nada y menos por un miserable como usted, Capitán Boves".

El Capitán José Tomás Boves se echó a reír a carcajadas y de inmediato le dijo a Luciano Morales, estas palabras: "Luciano, tome usted estas palabras como si fueran una orden mía, ya. Usted prepara una comisión con 20 hombres bien armados, no debe faltarles el cola de gallo; y lleven sus chopos  en sus faltriqueras con plomo y pólvora suficiente, y me hacen presos a esos grandes carajos en este momento. Vaya pues, Luciano, cumpla la orden, no me pierda un minuto más".

Luciano Morales preparó la comisión y se fue a la captura de esos malvados godos mantuanos criollos. Y en verdad, el joven Gil Antonio Parpacén al ver al mestizo Luciano Morales se echó una gran cagada, al igual que los que andaban con él. Ellos nunca pensaron sobre lo que les pasaría en esos cruciales momentos.

El Sargento Luciano Morales al ver a los conjurados cerca de él, les gritó: ¡Carajo, plastas de mierda mantuanos, dense por presos, ya. Usted, Gil Parpacén no se mueva, porque es hombre muerto, nojoda!

Todos los comprometidos fueron llevados ante la presencia del Capitán Boves, quién al ver al mantuano Gil Antonio Parpacén ante sus ojos, pronunció estas palabras: ¡Anjaá, mariquito de mierda; con que tú eras el que me quería matar con estos patiquincitos medio manflóricos!

¿Qué bolas tienes tú, vale?

"Luciano, agarre a todos esos bobos infelices y me los azota, dándole  a cada uno 200 vergajazos por la espalda y por el culo ante la mirada de todos en la plaza pública de Calabozo, para que vean que al pueblo se respeta. Y al guebón este de Gil Parpacén, me le dan una tremenda paliza y luego me lo remiten preso al castillo de Puerto Cabello, para que allá pele bolas y se lo coman los gusanos".

Lenin Yasser, en ese año de 1.813, al cual te referías en tú pregunta, don José Tomás Boves recibió muy claras y precisas instrucciones, en donde con 700 jinetes a su mando le ordenaban someter a la población de Espino, la cual se encontraba situada al sudeste de la villa de Calabozo, buscando más bien hacia los lados del Río Orinoco. Lar en donde algunos de sus hombres a su mando atacaron a las fuerzas del ejército republicano allí acantonadas.

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El Rio Padre o Orinoco en Casacoima

Caramba Lenin, es que los cronistas escuálidos y sus secuaces en la Academia de la Historia, Archivo Histórico de Miraflores, Sociedad Bolivariana de Venezuela y el Archivo General de la Nación, entre otras; siempre han tenido sus interlocutores para tratar de desprestigiar a los verdaderos hacedores de la patria, como a José Tomás Boves.

Hay que decir, que el escritor Enrique Castellanos, solo un muérgano como él, es uno de esos malparidos salidos desde las páginas mismas del pazguatismo histórico, cuando sobre esa época del Comandante Boves y sin fundamento alguno de peso se atrevió a señalar lo siguiente:

"… A su regreso de Angostura y al frente de su legión infernal, Boves, bajo el cobijo de una bandera negra, corta el hilo de la vida, echando a volar sobre los cielos del llano los cuervos negros de la infamia, permanentemente inflamados por el no menor rencor de la venganza…".

¿A cuál infamia te refieres antibovista y empedernido marico?

¿Cómo es eso de qué Boves no tenía una convicción ideológica, Enrique Castellanos?

El planteamiento hecho por el escritor Enrique Castellanos es muy parecido al que hizo el Libertador Simón Bolívar en esos tiempos, cuando le escribió al marico ensotanado y Arzobispo Narciso Coll y Prat estas palabras: "…Asómbrese más V. S. Ilustrísima al saber que Boves sacrifica indistintamente hombres y mujeres…".

¿No sería eso parte de la comunicación mediática mantuana de la época?

¿No sería que el Comandante Boves era un asiduo practicante radical del Federalismo idealizado por el precursor Francisco de Miranda y Rodríguez?

Motivo por el cual, don José Tomás Boves en su condición de Comandante General de Calabozo tuvo que actuar con dureza y rigor en contra de los conspiradores; ordenando la inmediata ejecución de los mantuanos oligarcas más comprometidos en ese vil acto de traición.

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Pío Rengifo, poeta tarmeño

*1.864  (Tarmas) +1.917 (Paracotos)

El Comandante José Tomás Boves se sacudió como un fenómeno telúrico en la vasta geografía llanera, bajo la siguiente arenga de gran contenido popular: ¡Guerra a los blancos explotadores de los esclavos negros, de los pardos y de los indios!

¡La tierra de los blancos para los pardos!                             

El Comandante José Tomás Boves viviendo muy de cerca  los sucesos que se avecinaban, se decidió en presentarle a las masas más empobrecidas un proyecto político, enfocado dentro de un sistema propiamente diseñado por él, donde las luchas agrarias y campesinas jugaban papeles protagónicos y determinante en la liberación de todas las castas subyugadas y esclavizadas por los sectores dominantes de la sociedad venezolana en esos tiempos, propiamente dicho, esa era una lucha de liberación nacional, vale.                                                                   

En eso con mucha determinación se para de su asiento el joven Lenin Rafael Peña Noguera y le pregunta al maracucho Osvaldo León: Maracucho, tú que te la pasas hablando de política, nosotros queremos que tú nos diga lo siguiente: ¿Cómo enmarcó el Comandante José Tomás Boves su Proyecto Político?

Una guebonaá, se ve que tú quieres aprender mucho, vale. Él lo enmarcó bajo estos puntos:

1º.- Libertad total de los esclavos.

2º.-Confiscación y reparto de todas las propiedades y bienes  de los  oligarcas y mantuanos criollos.

3º.-Distribución y reparto de las tierras.

4º.-Satisfacción en lo inmediato, de las más importantes  reivindicaciones populares.  

También quiero decirte, que el viejo poeta tarmero Pío Rengifo le contó en una ocasión por allá por  el año 1.900, al indio tarmero y maestro popular Juan Pablo Tortoza, lo consiguiente:  "Juan Pablo. Un día el Comandante Boves con sus aires de echador de vainas y buen mamador de gallos que era el Taita se dirigió al indio Crisanto y sacando un documento de sus macundales que él había traído desde España cuando joven a estas tierras".

Diciéndole lo siguiente: "Mira indio Ñavarez, como buen exponente que eres de la raza Kari"ña o caribe en el oriente de Venezuela, oye esta perlita nada más y nada menos que te voy a leer ahorita; la cual fue escrita hace algunos años ya, por mi paisano don Melchor Gaspar de Jovellanos, a quien Di_os tenga en su inmensa gloria, estimado amigo".

He aquí sus palabras:

"…Si deseáis el bien de la Patria, abrid a todos sus hijos el derecho a la educación. Multiplicad las escuelas. Que no haya pueblo, que no haya ningún rincón por apartado que sea donde los niños de cualquier clase y condición carezcan de este beneficio…".

Pero, de pronto intervino el indio Juan Pablo Tortoza, comentándole al poeta Pío Rengifo estos relatos: "Bueno Pío, como tú te la echas y que de maestro, y nunca has enseñao a nadie. Pero viendo que tú conoces mucho de historia de Venezuela, te diré que en una ocasión el negro Hipólito Pantoja le dijo al Taita Boves sobre la enseñanza de gramática y las cuatros reglas".

"Taita Boves, coño Taita. Es cierto  lo que usted siempre nos dice, que esos mantuanos nos niegan el derecho a saber leer y a escribir; en pocas palabras, el derecho a los estudios o como dicen por allí los sabios y entendidos, las primeras letras, Taita".

"Taita, está bien. Nosotros no sabemos esas cosas, pero nosotros si sabemos del arte de curar; capar cochinos, gatos y toros, de sembrar la tierra y pescar, del tocar tambor y saberlo bailar, y de llamar a nuestros antepasados a través de la brujería, ja, ja, ja".

"Taita, esos mantuanos hijos de mierda no saben un coño de madre. Ellos lo que saben es mariquear y andar meneando el culo, pá eso es lo que sirven ellos, nojoda, Taita. Y sus mujeres lo que hacen es tortear con sus cucharas, entre ellas, ja, ja, ja".

Ahora bien, Lenin Rafael. El Comandante José Tomás Boves con su Proyecto Político fue un visionario de la guerra revolucionaria en Venezuela; el cual estaba bien dirigido a las castas más pobres de Venezuela en aquellos tiempos. Lo que en verdad él buscó en su temeraria vida insurreccional en contra de las castas godas y oligarquías más poderosas en Venezuela, fue el de tratar de eliminarlas físicamente de cambiar radicalmente las estructuras económicas y sociales que hasta ese momento ejercía el sector dominante y explotador; representado por los hacendados y latifundistas de turno y quienes a partir de esos momentos comenzaron a darle forma y origen a la actual burguesía nacional.

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Enseña que usaron los mantuanos oligarcas independentista

Como símbolo de la Guerra a Muerte en 1.813

Quienes a través de los conflictos de clase en contra de la monarquía española siempre respondieron y fortalecieron los intereses de los patricios independentistas, ahora en la 2ª República prostituyente; en donde no llegaron a cambiar en nada los modos y relaciones de producción capitalista existente en estas provincias; las cuales estaban en armas unidas a los diferentes bandos en pugna por el control del poder político, económico y social en aquella Venezuela del ayer.

Pero, también tengo que decirles que, el Comandante José Tomás Boves llegó a odiar con vehemencia al sistema social en el cual había vivido, conocido y sufrido en España; como en estas tierras de Indias, naciéndole su afán por destruir dicho sistema u orden de cosas, bien fuera en el terreno político como en lo económico, para de esa forma tratar de poder construir un nuevo modelo de sociedad en donde imperara la justicia y la igualdad social en todas sus dimensiones.

Además, Lenin Rafael. Él buscó  con  su accionar militar eliminar a todos los blancos poseedores de las riquezas y de las tierras en forma mal habida; con el fin de distribuirlas entre el pardaje, casta social formada por la mayoría de los pobladores de aquella devastada Venezuela.

Ahora bien, él buscaba suprimir al grupo privilegiado existente en aras de la igualdad social. Motivo este que de manera vehemente lo llevó al uso de la vía armada y violenta como única salida y exigencia valida que tuvo el pueblo venezolano en aquellos aciagos días de nuestra historia republicana, en aras de tratar de librarse de la opresión mantuana.

El Proyecto Político del Comandante José Tomás Boves fue el fermento de un estallido social genuinamente revolucionario; convirtiéndolo en la figura más prominente de los años 1.813 y 1.814, debido a que él fue la mente de los resentidos sociales capaces de tener proyección política y militar en esa fase de nuestra historia nacional.

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Soldados mambises en la guerra de independencia cubana

               En contra de España a finales del siglo XIX

Don José Tomás Boves de la Iglesia fue el máximo líder de una Revolución Social que produjo más de cien mil muertos en esa cruenta guerra civil entre venezolanos y que fue a causa de la rapacidad mantuana de aquellos días.

El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz pronunció  un discurso el 1° de mayo del 2.000, ante una gran multitud reunida en la ciudad de La Habana, sobre lo que es y significa una revolución verdadera, bajo estas palabras:

"… Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratados y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosa fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio, es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas. Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia…".

¿O es qué acaso no fue esto lo que hizo el Comandante José Tomás Boves durante su vida?

El Comandante José Tomás Boves a través de su Ideario Político Militar llegó a despertar la conciencia de las masas más empobrecidas y explotadas. Contribuyendo a acelerar en esos casos,  el proceso igualitario en el seno de las mismas; siendo acogido por los sectores populares como su legítimo héroe y libertador.

Don José Tomás Boves siempre estuvo a la altura de los compromisos que contrajo en beneficio del pueblo venezolano; llegando a ser un comerciante muy prospero y acaudalado insurgió como un verdadero líder revolucionario poniéndose al frente del movimiento de masas hasta el último minuto de su heroica vida. Ya que él tenía todos los dotes temperamentales del guerrero organizado, valiente y leal a sus principios filosóficos y doctrinales.

Amigos míos, sin temores algunos hacía la burguesía nacional, al gran capital financiero y tecnológico transnacional de nuestros día; debemos decirles, que sus nuevas formas o modelo de explotación capitalista a través del proceso de globalización económica y de sus políticas neoliberales; vamos a entrar en grandes conflictos de clase en el terreno político, económico, social, religioso, y  si se quiere, en el plano militar. Ya que sus políticas hambreadoras han ido llenando al mundo de tantos excluidos sociales; quienes desde ya han venido levantando sus voces de protestas en las ciudades de Seattle y Atlanta en los Estados Unidos de América (USA), como en Ottawa en Canadá, Grecia, España, Francia, y sucesivamente.

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Escudo Real de Gijón en Asturias

Hoy por hoy, tenemos nuevas formas de colonialismo y esclavitud que nos pudieran llevar a una confrontación entre naciones pobres y subdesarrolladas en contra de las más ricas y desarrolladas del planeta; quedando en estos casos las luchas de liberación nacional a un lado para dar paso a luchas de liberación continental.

Agraristas y campesinos, venezolanos todos; don José Tomás Boves fue para nosotros el primer luchador agrario que tuvo este país, hoy viviendo una de las más profundas crisis de toda su historia.

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Don José Tomás Boves no era español ni venezolano; él era la expresión real del pueblo venezolano; era el espíritu compenetrado de los mulatos, zambos, negros, mestizos, esclavos, indios, blancos de orillas y de los pardos en general; como también, de aquellos hombres y mujeres criados en nuestras sabanas, esteros y llanos, acostumbrados todos a la sobriedad y a  la  violencia; él era el redentor del pueblo en armas.  

    Ahora bien, el escritor y eminentísimo francmasón venezolano don Ramón Díaz Sánchez, en defensa de su clase social y de las clases dominantes de nuestra patria, sobre el proceso de guerra a muerte desatado por los mantuanos de la godarría venezolana en 1.813, subrayó lo siguiente en su obra titulada: "Guerra a Muerte, Guerra a Vida":

"…Yánez, Zuazola, Antoñanzas, Tíscar, Boves. El oprobio y la muerte danzaban entre las marejadas de un pueblo todavía sin conciencia de su destino, y ese pueblo desenfrenado, esclavo de sus instintos y aherrojado por una educación de tres siglos, en la arcilla integral con la que el guerrero estadista la había de esculpir la imagen de la República…".

Realmente, esas palabras son una falacia para la historia escrita con páginas de sangre por el siempre heroico pueblo venezolano.

¿Qué vil infamia y desfachatez?             

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La pasión bolivariana

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