Comandante Jose Tomas Boves, Timonel en la Libertad del pueblo venezolano (página 11)
Enviado por León Morales
Coronel Antonio Nicolás Briceño "El Diablo"
¿A cuáles tiranos se refería él?
Ese degenerado y mal llamado patriota de la primera independencia mantuana redactó un documento en la ciudad de Cartagena de Indias en Nueva Granada que fue el preludió en el derramamiento de tanta sangre inocente en nuestra patria. Dicho instrumento fue el antecedente que tuvieron los emigrados venezolanos en Cartagena de Indias para justificar su invasión a Venezuela a través de la Campaña Admirable en 1.813, cuyos testigos presenciales fueron el Brigadier General Simón Bolívar, comandante militar de pueblo de Barrancas a orillas del Río Magdalena; y el Coronel Manuel Castillo, jefe militar de Pamplona.
El Coronel Antonio Nicolás Briceño escribió el 20 de marzo de 1.813, lo siguiente:
"…Como esta guerra se dirige en su primer y principal fin a destruir en Venezuela la raza maldita de los españoles europeos, en que van incluso los isleños, quedan por consiguiente excluidos de ser admitidos en la Expedición por patriotas y buenos que parezcan, puesto que no debe quedar uno solo vivo, y así por ningún motivo y sin excepción alguna serán rechazados. Tampoco se admitirán oficiales ingleses, sino a consentimiento de la mayor parte de la oficialidad, por ser aliados de los españoles…".
¿No sería acaso la Guerra a Muerte una declaración de exterminio en contra del pueblo llano de Venezuela?
Y tan salvaje genocida llevó a cabo su actitud criminal cuando en su avance con sus tropas hacia la ciudad de San Cristóbal en los andes venezolanos, hizo fusilar el 10 de abril de 1.813, a los únicos dos españoles que encontró a su paso; degollándoles macabramente, les envió en dos cajas una cabeza al Brigadier General Simón Bolívar y la otra al Coronel Manuel Castillo.
Claro está, inmediatamente recibió repuesta de los dos jefes antes mencionados; escribiéndole el Brigadier Simón Bolívar estas palabras:
"…He recibido el oficio de V. de 9 que me ha traído con un cajón anoche Jhp. Ma. Guerrero; y reservando contestar más detenidamente su contenido, advierto a V. que en lo delante de ningún modo podrá pasar por las armas, ni ejecutar otra sentencia grave contra ningún individuo sin pasarme antes el proceso, que precisamente ha de formársele para su sentencia con arreglo a las leyes y órdenes, del gobierno de la Unión de quién depende el ejército a que está incorporado…".
Ante una actitud como esa, por qué las masas irredentas no se iban a ir con hombres y guerreros de la talla del Comandante José Tomás Boves?
¿Por qué ese odio tan generalizado de tan extraño genocida, Antonio Nicolás Briceño?
Justamente en ese mismo día que redactaron el decreto de Guerra a Muerte en la ciudad de Trujillo el 15 de junio de ese mismo año, pasaron irremediablemente por las armas al Coronel Antonio Nicolás Briceño en el pueblo de Altamira de Cáceres de Barinas. Siendo tan así que ese asesino oligarca barinés antes de ir al paredón a rendir cuenta por sus viles crímenes, no quiso que los últimos sacramentos de extrema unción se los diese un sacerdote español, sino su paisano trujillano José Tadeo Montilla quien era el capellán del ejército del Comandante Tíscar; y quién minutos antes le había escrito una carta a su mujer doña María de los Dolores Xeréz y Aristigüieta, prima del Libertador Simón Bolívar, bajo estas letras:
Mí idolatrada Lola:
Casi al borde de la tumba te escribo estas líneas. Víctima de accidentes inesperados fui hecho prisionero y me encuentro en capilla para morir. ¿Debí estar siempre a tú lado, gozando de las caricias de una vida apacible y reposada? Tú eres asó inteligente para no creerlo así. La patria era esclava y en la noche de la esclavitud no hay paz, no hay honra, no hay amor, no hay vida. Perdóname sí te he hecho infeliz. Moriré orgulloso de mi conducta, sereno y altivo, anonadando a mis verdugos con el más insultante menosprecio.
En cuanto a ti, perdóname. Quedas pobre y en tierra extraña, pero nada puedo hacer en tú favor. Consuélate en tan grande infortunio. Educa a nuestra adorable Ignacita, dile que fui digno y que morí por la patria.
! Adiós ¡Mis últimos instantes son íntegros para ti. Muero Pronunciando tú nombre. ¡Adiós!
¿Y cómo tenía que morir tan cruel genocida de la guerra a muerte?
Muchachos de esta Mesa Redonda, caraá vale, algunos historiadores han llegado a afirmar que: "…Ni en boca de Alarico ni de Atila se había oído tan semejante grito de exterminio y muerte…".
Muchachos y muchachas, todos estudiantes de la Unidad Educativa "Nuestra Señora de Candelaria" en San Félix – Edo. Bolívar; de esa manera fue como casi todos los pueblos de Venezuela entraron en esa nefasta fase de la guerra a muerte; que llenaría de luto, sudor, sangre y muerte a innumerables familias venezolanas, neogranadinas y española.
Por un lado, el Comandante José Tomás Boves cabalgando con sus llaneros invencibles a todo tropel por las sabanas venezolanas enarbolando las banderas de la libertad, igualdad y justicia social. Por el otro lado, el General Simón Bolívar quien con sus 300 soldados espartanos neogranadinos trataba de darle a la guerra un perfil de guerra anticolonialista, pero siempre preservando las formas de dominación impuestas por su casta dominante, los mantuanos criollos venezolanos y los patricios neogranadinos; sinónimos de la mariconería goda combatiendo en la defensa de sus propios interés de clase.
Y en un tercer orden, el General Santiago Mariño auto proclamándose el jefe de los oligarcas orientales quienes tenía grandes desavenencias con los oligarcas centrales y andinos. Simón Bolívar en esos cruciales momentos de su vida, sobre el Comandante Boves enunció lo siguiente: "…Boves era la cólera de los cielos que fulminaba rayos contra la Patria…".
Presbítero Francisco Antonio Rosario
El Comandante Francisco José Cervériz le escribió desde el pueblo de Río Caribe al Capitán de Navío Juan Domingo de Monteverde y Ribas el 18 de junio de 1.813, estas letras "…No hay más, Señor, que un gobierno militar; pasar a todos estos pícaros (criollos) por las armas…".
Niños, pero el decreto de guerra a muerte dictado por el Libertador Simón Bolívar fue ejecutado con síntomas de mucha esquizofrenia, si se quiere de locura, por parte de su encarnizado enemigo en sus tiempos juveniles y ahora patriota encarnizado y leguleyo, además de ser firmante del Acta de la Independencia en aquel difícil y manifiesto 5 de julio de 1.811.
He aquí su apocalíptico nombre, Coronel Antonio Nicolás Briceño alias "El Diablo" quien rayando en su desesperación esquizofrénica y atentatoria en contra del derecho de gente les hizo a sus soldados el siguiente ofrecimiento:
"…Soldados el fin principal de esta guerra es exterminar en Venezuela a la maldita raza de los españoles de Europa, sin exceptuar a los canarios, todos los españoles son excluidos de esta expedición por buenos patriotas que parezcan, puesto que ninguno de ellos deben quedar con vidas; por eso ahora les ofrezco a ustedes que para obtener derecho a recompensa o a un grado en nuestro ejército bastará que presenten cierto número de cabezas de españoles, o de isleños canarios. El soldado que presente 20 cabezas será ascendido a Abanderado: 30 valdrán el grado de Teniente; 50 el de Capitán…".
El Corredactor del Decreto de Guerra a Muerte fue el presbítero trujillano Francisco Antonio Rosario conocido como el "Prelado de la Libertad" quién nació en el pueblo de Trujillo el 13 de junio de 1.761. He allí un claro ejemplo de cómo los sacerdotes se entrometen en los asuntos políticos y militares aplicando a su entero antojo y manera el santo oficio de la Inquisición a los más pendejos en tierra venezolana; como fue el caso de tan cruel, inhumano y asesino sacerdote, ahora inmaculado como un "excelso patriota" por los cronistas oficiales de su bien amada tierra andina.
En verdad, a la luz de los hechos mismos; en esta época el Coronel Antonio Nicolás Briceño hubiese sido juzgado por los tribunales internacionales como un criminal de guerra o de lesa humanidad; y de hecho y derecho sería confinado a prisión perpetua o condenado a muerte por tan infames vicisitudes.
Niños de la Mesa Redonda: ¿Saben ustedes a ciencia cierta qué fue lo que le pasó a ese miserable godo oligarca, representante del mantuanaje criollo venezolano de su tiempo y época?
Bueno, el muy zángano de "El Diablo" andaba en sus fechorías por los lados del pueblo de San Cristóbal en los Andes tachirenses; desde donde le escribió una carta al General Simón Bolívar con sangre de los españoles fusilados.
Al maldito "Diablo" Briceño se le acabaron sus tropelías y mamaguebadas sangrientas, cuando con un pequeño contingente de soldados se adentró por los lados de Barinas en donde fue hecho prisionero en las montañas de San Camilo por el isleño de Canarias y Comandante José Yánez; quién en lo inmediato en Barinas y "gracias a Di_s" ordenó su fusilamiento el 15 de junio de 1.813.
Las viejas crónicas de esos tiempos de guerra a muerte registraban relatos populares que eran parte de la jodedera de los venezolanos a través de los tiempos y que aún en nuestra época se conservan. En los momentos en que iban a ejecutar al Coronel Antonio Nicolás Briceño "El Diablo", el Comandante Yánez en son de burla dirigiéndose a ese godo oligarca andino de mierda y jocosamente ante sus soldados, le expresó lo siguiente: ¡Anjaá muérgano, ahora no andes con rodeos ni con mamaguebadas conmigo!
¡Tú no te la dabas de arrecho y que mandando a quitar cabezas para ascender a tus hombres!
¿Y que arrechote eres, al escribir con la sangre de nuestra gente tus cartas al marico de Bolívar, ja, ja, ja?
¡Bueno Antonio Nicolás, encomienda tu alma al mismísimo Diablo, que para sus cortes celestiales vas a ir dentro de un ratico, no más!
El Comandante Yánez mandó a buscar un traje de sacristán y unos cachos con uno de sus soldados, dándole la siguiente orden: "Usted en este momento me viste a este cobarde que ve allí en víspera de ser fusilado por nosotros y le pone esos cachos de vaca; ya que ese bastardo cuando niño andaba disfrazado y que de Lucifer; para andar asustando a la gente y resulta que ahora le ha salido el mismísimo Diablo, ja, ja, ja".
¡Sí señor, el propio Diablo, a este que ves aquí, a Yánez, ja, ja, ja!
¿Por qué no te disfrazas de Diablo ahora, peazo de marico, ah?
Niños, ese desgraciado de Antonio Nicolás Briceño fue uno de los culpables de que en nuestra patria se enseñoreara la muerte en todas sus dimensiones; ya que quienes morían en esas acciones de armas eran todos venezolanos y muy pocos españoles. A raíz de estos sucesos, el capitán de navío Juan Domingo de Monteverde y Ribas en repuesta al decreto de guerra a muerte dictado por Su Excelencia El Libertador Simón Bolívar en 1.813, quién soberanamente dictó la trágica y sangrienta orden:
"…De acuerdo con las leyes de guerra de Indias en vigencia, que condenan a muerte a cuantos se pronuncien contra la autoridad del Rey, serán pasados a cuchillo cuantos se resistan en lo venidero con las armas y serán juzgados como reos y condenados de acuerdo a las Leyes de Indias, los promotores de nuevas rebeliones…".
Más sin embargo, en ese mismo mes y año de 1.813, el Comandante José Tomás Boves de la Iglesia en el sitio de La Arpita, lugar muy cercano al pueblo de Santa María de Ipire logra derrotar a las fuerzas oligárquicas mantuanas que operaban bajo las inmediatas órdenes del Comandante José Esteban Castro, destacándose entre sus combatientes, el Teniente Coronel José Antonio Franco Ribas, hijo ilustre del pueblo de Angostura, hoy Ciudad Bolívar.
Pero, en la isla de Margarita hubo una sublevación en contra de don Pascual Martínez, gobernador de esa provincia impuesto por el Capitán de Navío Juan Domingo de Monteverde y Ribas. Allí en esa insular tierra venezolana, en nombre de los oligarcas margariteños tomó el mando el joven José Rafael Guevara, restableciendo la república prostituyente bajo la conducción del General Juan Bautista Arismendi Subero, margariteño de origen vasco navarro quien con una gran fuerza naval bloqueó a Cumaná en donde fusilaron a 47 hombres del ejército del bizarro Coronel Eusebio Antoñanzas.
Este jefe español salió herido en ese combate fue trasladado a duras penas a la isla de Curazao en donde falleció. El Comandante Boves sobre la muerte del afamado Coronel Eusebio de Antoñanzas pronunció estas palabras a sus soldados: "La puta madre, en verdad don Eusebio fue mi amigo personal, fue un valiente jefe y gracias a él estoy metido en estas lides, en su memoria me dedicaré con todo mi corazón a luchar porque este pueblo en verdad sea libre del yugo de los mantuanos criollos y del coloniaje español".
Juana Ramírez, "La Avanzadora"
Caramba vale, de esa manera fue como el Comandante José Tomás Boves llegó a convertirse en la encarnación de la insurrección popular en Venezuela. Justamente, entre los meses de Agosto y septiembre de 1.813, se levantan los esclavos en los valles del sur de Caracas y destruyen las poblaciones de Santa Lucía, Santa Teresa del Tuy y San Casimiro, siendo rechazados por las fuerzas republicanas comandadas por el oligarca Fernando Montilla.
Sin embargo, el Coronel Manuel Carlos Miguel Piar y Gómez al frente de 900 hombres del arma de caballería avanzó hacia la Provincia de Barcelona, entrando por la vía de la villa de Aragua con dirección al puerto de San Lorenzo. Pero, en las cercanías se encontraba el Comandante José Tomás Boves con un ejército más numeroso y mejor dotado en armas y municiones, quien lo obligó a retroceder hacia el pueblo de San Judas Tadeo de Maturín. Cabe decir, que de las avanzadas del impertérrito Coronel Manuel Carlos Piar en Aragua de Barcelona fue derrotado el Comandante Manuel Freites.
Coronel Manuel Carlos Piar Gómez
Posteriormente, las fuerzas bovistas atacaron a las fuerzas republicanas en el pueblo de Cachipo, a donde lograron entrar después de una hora de fieros y empedernidos combates, decidiendo el Coronel Manuel Carlos Piar entrar en combate con sus escuadrones de caballería el 1º de julio del año 1.813, en contra del ejército del Comandante José Tomás Boves el cual estaba comandado por su lugarteniente el Coronel Francisco Tomás Morales Alonso quien estratégicamente se fortificó en el convento del pueblo, sobre cuyos muros no pudieron traspasar las metrallas de las fuerzas piaristas.
A tal efecto, el Coronel Manuel Carlos Piar sin decidir la batalla prefirió retirarse hacia el pueblo de San Judas Tadeo de Maturín. Muchachos de la Mesa Redonda, el Coronel Francisco Tomás Morales Guédez en su parte al Taita Boves le dijo esto: "…Después de dos horas de reñido combate, el General Piar tuvo que abandonar su empresa, dejando en nuestro poder sus armas, y 82 muertos en las calles y casas…".
Juana Ramírez "La Avanzadora"
Heroína de la guerra de la independencia
El Comandante Judas José Tadeo Monagas Burgos en su parte de guerra indicó lo siguiente: "…A los cuatro días nos batimos y después de varios encuentros se hizo fuerte Boves dentro del Convento y no pudiéndolo asaltar nos retiramos, quitándole como 1.300 caballos…".
En esta acción de armas combatió la heroína Juana Ramírez, conocida a través de la historia como "La Avanzadora". Ella fue plaza del Batallón "Batería de Mujeres". Específicamente en el arma de artillería, destacándose como combatiente de la vanguardia en el ejército piarista.
Hay viejos relatos de antiguos ancianos que vivían por los lados de El Brillante en la Parroquia Maiquetía, como los narrados por el señor Lino Aranguren Bravo quién falleció a los 99 años en su casa de habitación en las cercanías del puerto de La Guaira en el año 1.999. Además, de ser el hijo menor del General Lino Aranguren Castro, Ilustre Prócer de la Federación quién sobre Juana Ramírez le contó a su sobrino nieto León Manuel Morales estos relatos: "Mi tío Francisco Aranguren Castro quién vivía por los lados de Plan de Manzano en la carretera vieja de Caracas a La Guaira hace muchos años atrás y en los tiempos en que gobernaba el General Juan Vicente Gómez en nuestra patria, me hizo referencia que en una oportunidad que Juana Ramírez estuvo bajo las inmediatas órdenes del General Manuel Carlos Piar y Gómez en las acciones militares que se dieron en el oriente del país, en los tiempos de la independencia".
Coronel Manuel Carlos Piar y Gómez
Cuando el General Piar vio a tan imbatible heroína en acción, fue de la siguiente manera: "Estando el General Piar en su centro de operaciones observa que dentro del campo de batalla aparece una mujer a pie entre los muertos, heridos y combatientes; y a su vez precisa que un alto oficial de su ejército estaba herido de muerte, y la enseña patria que llevaba entre sus brazos y manos, casi de inmediato caía al suelo".
Mostrando él su preocupación como el jefe de más graduación que había en ese campo de batalla al ver caer a tan egregio abanderado a tierra, quedando sorprendido cuando entre la polvareda y el crujir de los sables y cañones surge la figura impertérrita de Juana Ramírez "La Avanzadora"; quién moviéndose en el teatro de operaciones tomó heroicamente con su mano izquierda de manos del moribundo oficial del ejército patrio nuestra bandera nacional, diciendo estas palabras con su voz estruendosa: "… ¡Podemos caer en el combate, pero la bandera nacional no puede quedar mancillada, ni jamás caer en el suelo, y menos en manos de nuestros enemigos declarados!…".
Juana Ramírez con su mano derecha tomó el sable de un oficial enemigo muerto en combate y entre las balas enemigas gritó en el campo del honor: ¡Viva la Patria, la victoria nos pertenece!
¿Qué gallardía y acto de valentía por parte de esa gran mujer venezolana?
El Comandante Boves fue suplantado de su mando por el Capitán Garrote en el mes de agosto de 1.813, según instrucciones de sus superiores. El Coronel Manuel Carlos Piar ocupó al pueblo de Barcelona "La Nueva" el 19 de agosto de 1.813. La cual había sido abandonada por el Mariscal de Campo Juan Manuel Cajigal, quien apresuradamente logró huir hacia las sabanas guariqueñas, cruzando el Río Orinoco se refugió en Guayana, dejando en su avanzada al Comandante José Tomás Boves.
Capitán José Gregorio Monagas
Las fuerzas del Comandante José Tomás Boves derrotan en la segunda Batalla de Cachipo a las tropas comandadas por el Comandante Antonio María Freites y los hermanos José Tadeo y José Gregorio Monagas Burgos el 11 de septiembre de 1.813. Dándose después de la batalla una Junta de Guerra de carácter soberano con participación popular en donde el Taita José Tomás Boves fue ratificado nuevamente como jefe absoluto y supremo del ejército de los llanos. En donde tomó la sabía decisión de avanzar con sus tropas hacia la Villa de Calabozo con el fin de desalojar a las fuerzas republicanas que desde allí operaban bajo el mando del General Simón Bolívar, para de esa manera poder aumentar el grueso de su ejército.
Los viejos contadores de cuentos e historias en los pueblos guariqueños de El Sombrero y San Rafael de Orituco sobre el Comandante Boves narraban estas historias que son parte de la guerra a muerte entre los bandos en pugnas. Los mantuanos oligarcas y godos por tratar de conquistar el poder político, y los descamisados y escoñetados que peleaban por su real liberación e independencia del yugo mantuano; he aquí parte de esos relatos históricos.
Dirigiéndose al Sargento Toribio Blanco, le dijo lo siguiente:
Coño, Toribio Blanco, nojada: ¿Cómo es esa vaina de que hombres esclavizados por esos malditos mantuanos godos en sus plantaciones de caña de azúcar de Tocoragua, en la selva cercana a Orituco en Lezama, como en sus haciendas y hatos de ganados en estas tierras llaneras de San Joseph y San Francisco de Tiznados, andan de mayordomos de sus propios esclavistas?
Y el Sargento Toribio Blanco en verdad no le tenía repuesta alguna al Taita Boves sobre la pregunta que le hizo, contestándole de esta manera: "Taita Boves, en verdad no podré nunca comprender a esos negros como yo; esa es la pura verdad, Taita".
El Comandante Boves le siguió hablando a Toribio con palabras muy fuertes pero con un gran contenido liberador: "Toribio, esa vaina no me la calo yo. Si, hijos míos, no me la calo más, gústele a quien no le guste; pero no me la calo. Si esos mayordomos andan en esas vainas jodiendo a su propia gente, entonces yo al captúralos los paso de inmediato e irremediablemente por las armas, sin misericordia alguna, Toribio".
"Porque quién jode a sus hermanos de casta es un maldito arrastrado hacia la defensa de los intereses de sus propios esclavistas; y si hay un godo oligarca que ande en esas guebonadas, me lo mandan para las propias pailas del mismísimo infierno, ya; pero, ya".
"Carajo Toribio; ustedes son los únicos y verdaderos ejecutores de mis órdenes; así que vayan y convenzan a sus hombres y mujeres en estos momentos, y a quienes se encuentren en esas viles situaciones, de estarse arrastrando como serpientes a quienes fueron sus amos hasta el día de ayer, Toribio".
"Sargento Toribio Blanco, en caso contrario de que esa gente no los quiera oír o no quieran deponer su actitud; me los ejecuta de inmediato y sin tirar un tiro. Mejor dicho, me los descogotan de un solo tajo con sus colas de gallos. Toribio, esas son mis palabras y mis órdenes, y se cumplen rápidamente, carajo".
Toribio Blanco muy agradecido por las palabras del Comandante Boves le respondió de la siguiente manera: "Comandante Boves; al salir de aquí iré a cumplir con sus ordenes, sin miramiento alguno; quién trate de ir en contra de las mismas, lo pasaré por el filo de esta lanza sin contemplación alguna, ja, ja, ja".
En eso el Comandante Boves al ver al Sargento 1º Toribio Blanco dirigirse hacia su caballo a acatar su mandato, le hizo esta pregunta: Carajo, Toribio Blanco. ¿No estarían tus padres esclavizados por ese bastardo cura de mierda llamado Antonio Blanco?
El Sargento Toribio Blanco le respondió afirmativamente bajo estos términos: "Si Taita, ese mismo bicho es quién esclavizó a mis padres y familia. Pero el muy muérgano salió muy maluco por el rabo. Si Taita, él fue quién jodió a mis padres y abuelos; y yo recuerdo que hace algunos años atrás, los mayordomos se les alzaron con los indios en el hato de El Alcornocal y le jodieron el ganado que ese bicho tenía".
Y el Comandante Boves le manifestó lo subsiguiente: "Bueno Toribio, ya sabes lo que tienes que hacer con ese bastardo cura; no le dé ni la ñapa, y mucho menos melcocha; me lo mandas para donde ya te dije, sin que le des un Kirie Eleison y menos un Miserere Mei".
En lo inmediato tomó la palabra el niño Carlos Aponte Carreño en la Mesa Redonda, haciéndole la siguiente pregunta al microbúsero José Abigail Medina Díaz conocido como el popular "Cuchillo".
Mira Cuchillo, cuéntanos: ¿Qué otras batallas libró el Comandante Boves en los llanos venezolanos después de la gloriosa Batalla de Cachipo?
Carajo, al fin ustedes me tomaron en cuentas, me tenían olvidado porque a lo mejor creían que yo no sabía nada sobre la vida del Taita Boves, pero se equivocan. Para ti Carlitos, voy a continuar con esta historia, presta su debida atención, por favor.
Mira Carlitos, el Comandante José Tomás Boves avanzaba con sus fuerzas hacia los llanos de Calabozo, venía procedente desde Barcelona "La Nueva", siendo avistados sus escuadrones de caballería por los postas del General Simón Bolívar quién le había ordenado al Teniente Coronel Tomás Montilla al mando de una columna de 600 hombres se adelantara para detener el avance del Taita Boves.
Pero, este a su vez encargó al Teniente Coronel Carlos Santiago Padrón se adelantase hacia las sabanas de Mosquiteros en territorio del Guárico; con el fin interceptar, neutralizar y atacar a los escuadrones de caballería del Taita Boves; batiéndose con heroísmo denodado en esta acción de armas el Capitán José Antonio Anzoátegui Hernández conocido como "El Rezongón".
Carajo Carlitos, El Taita Boves fue informado del avance del Teniente Coronel Tomás Montilla hacia los caños de Santa Catalina, como también sobre la avanzada del Teniente Coronel Carlos Padrón quien tenía claras y precisas instrucciones de entrar en combate.
Unos días antes el Comandante Boves se encontraba en las proximidades del pueblo de Angostura (hoy Ciudad Bolívar) en donde logró acantonar 4.000 mil jinetes, quién montado en su caballo ANTINOO arengó a sus hombres y estando al frente de ellos inició su prodigiosa marcha hacía los linderos de los llanos, siguiendo el camino de El Calvario con dirección al pueblo de Calabozo. La leyenda decía lo siguiente: "…que el caballo de Boves solo lo podía montar él o el Diablo…".
El Teniente Coronel Carlos Padrón se empeñó en librar combate el 21 de septiembre de 1.813. Pues El Taita Boves seguía su marcha con el grueso de sus hombres hacia la Villa de Calabozo el 22 de septiembre, librando combate en el sitio de La Corona, cerca del pueblo de Santa María de Ipire, en donde derrota a los capitanes José Tadeo y José Gregorio Monagas Burgos; ocupando más luego a la Villa de Calabozo, en donde irremediablemente fueron pasados por las armas los godos y mantuanos que en esos predios calaboceños pudo encontrar.
El Comandante José Tomas Boves dirigiéndose hacia la Villa de San Luís de Cura entró en batalla el 23 de septiembre al este de Nutrias en el caño de Santa Catalina, en donde salieron derrotados los teniente coroneles Tomás Montilla y Carlos Padrón, pereciendo heroicamente en el campo del honor este último jefe republicano, en donde perdieron dos tercios de su ejército.
Carajo vale, los republicanos se replegaron hacia los valles de Aragua. Pero el Taita Boves herido en combate había tomado la Villa de Calabozo. El Comandante Vicente Campo Elías en su marcha hacia la Villa de San Luís de Cura incorporó al resto de sus soldados escapados en la Batalla del caño de Santa Catalina, los cuales incorporó a su ejército.
Los venerables ancianos nuestros que recibieron de sus padres las historias de vida del Taita Boves, contaban que tan querido guerrero no era asturiano sino venezolano. Algo así, como el Comandante Ché Guevara, que para el pueblo cubano no es argentino, sino cubano de nacimiento. Ellos alegaban que el Comandante Boves echado en una hamaca y rodeado por sus combatientes, bajo resplandor de las hogueras que calentaban sus cuerpos del frío nocturno y de las brazas que asaban las carnes en varas que devoraban, y bajo el resguardo y mirada entristecida de los 600 prisioneros capturados en Santa Catalina, bajo su estentórea y fuerte voz, tomando en sus manos un papel arrugado lleno de odio de castas y que conocemos como el decreto de guerra a muerte, firmado y ejecutado por el General Simón Bolívar, dijo estas palabras: ¡El gran carajo de Bolívar, él mismo se puso el título de Libertador…Y a estos pendejos les dice que viene en nombre del Congreso de Colombia!
¡Por qué nosotros tenemos que depender de esa gente, carajo?
Y dirigiéndose a los prisioneros mantuanos de la godarría venezolana, les dijo lo siguiente: "Si el marico afrancesado de Bolívar viene con esas guebonadas en contra de nuestro pueblo, entonces la guerra si será a muerte. El cara de verga ese se está pasando de mentiroso haciéndonos ver que el peo es con España, no vale".
"El peo de su maldita guerra es con nosotros y ustedes, cuerda de pajuos allí retenidos por mis valientes hombres. Es casi seguro, que serán pronto pasados irremediablemente pasados por las armas, y la gran culpa la tiene su maldito y que Libertador Bolívar, ja, ja, ja".
¿Y qué coño tiene que ver ese maldito Congreso de Colombia con nosotros, nojoda?
Pasando después El Taita Boves a la Villa de San Luís de Cura, la cual ocupó militarmente, confiscándole los bienes y propiedades a los oligarcas de ese heroico poblado en los llanos de Aragua. El General Simón Bolívar en su persecución envió al Comandante Vicente Campo Elías quién estaba al mando del Batallón "Barlovento", secundado por el Teniente Coronel Miguel Uztariz.
Carlitos, figúrate estas palabras satánicas escritas por los godos del pasado quienes ayer satanizaron al Comandantes Boves con esta historia. Creyendo ellos, que lo iban a desarraigar del corazón del pueblo que siempre le siguió hasta la muerte, como hoy sus descendientes siguen al Comandante Hugo Chávez Frías, veamos estas infamias y mentiras, esa es la verdad mismísima Carlitos:
"… De pronto…! Un joven implora por la vida de su anciano padre… Boves lo hace llevar ante su presencia… Impresionado por la actitud arrogante y valiente de ese muchacho, le pregunta: ¿…Hasta dónde eres capaz de suplicar por su vida…? No importa lo que usted me pida, por mi padre soy capaz de todo… ¿… Si te dejas cortar las orejas sin gemir si quiera un suspiro de dolor, le perdono la vida a tú viejo…? Y con la frialdad de un hijo que ama a su padre, cierra los ojos, mientras el verdugo saca su filoso machete y mulita la primera oreja… Boves está atento de oír si quiera un gesto de dolor, y con su dedo en la boca ordena el silencio de sus hombres… pero el joven aguanta con una impresionante frialdad, mientras la sangre caliente recorre su cuello… Boves ordena continuar el suplicio, para que el bárbaro mutile la otra oreja… y nuevamente el joven da muestras de una valentía sublime, que hizo reaccionar a los propios llaneros, quienes muestran en sus rostros señales de compasión… Ante tal espectáculo, Boves se da la vuelta y se dirige a su caballo, al momento que ordena… Mátenlos a todos..! Cuando unos de sus colaboradores le pregunta… ¿… Por qué matar al muchacho si pasó la prueba…? Boves le responde: Por eso mismo… demostró una valentía que mañana se convertirá en una venganza que nos devorará…".
¿Crees tú que esas guebonadas que escriben los historiadores oligarcas sean verdaderas, Carlitos?
Coronel Vicente Campo Elías
De pronto en la Mesa Redonda tomo la palabra el Oficial de Marina Mercante León Manuel Morales, manifestándole a los presentes estas palabras: "Dispense que les interrumpa la narración histórica hecha por el popular "Cuchillo", pero quería contarle algo que es muy importante para mi familia y mis hijos aquí presente; es que en esos días en que el Comandante José Tomás Boves estuvo en la Villa de San Luís de Cura, la cual fue fundada por el abuelo del General Simón Bolívar, en ese caso por Juan Vicente Bolívar y Villegas".
"En verdad, allí nació mi bisabuela Emeteria Morales, cuyos padres eran originarios de los pueblos de Chaguaramas y Calabozo. Lo cierto del caso fue que la madre de mi bisabuela contrajo matrimonio en la Iglesia de ese pueblo y quiero decirles que el padrino de su matrimonio fue el propio El Taita Boves, a petición de mi antepasado el Comandante Francisco Tomás Morales Alonso quien con el correr de los años llegó a ser Capitán General de Canarias, ya que él estaba casado con doña Josefa Bermúdez, hermana de los Bermúdez que pelearon en la guerra de la independencia".
Coronel José Tadeo Monagas
Ahora bien, producto de la guerra a muerte, la familia Morales se trasladó hacia el pueblo de San Diego de los Altos en el actual Edo. Miranda, en donde nació mi abuelo maternal Manuel Morales a finales del siglo XIX. Él fue un arpista tuyero de gran tradición musical, popularmente conocido en el pueblo de Carayaca como: "El Brujo de Carayaca".
Al igual que el Dr. Héctor Higinio Simoza Alarcón, célebre médico natural del pueblo de Caripito en el Edo. Anzoátegui y excelente jugador de dominó conocido popularmente como "El Tigre de Carayaca".
Mi abuelo Manuel Morales se llamaba Adelo Rafael Morales. Pero él fue quien desde el pueblo de Guiria en el Edo. Sucre se trajo a Caracas al negro Cruz Crescencio Mejías, popularmente llamado "Petróleo Cruo". Eso sucedió entre las décadas de los años treinta y cuarenta, quien llegara a ser un personaje de leyenda en su época, el Robín Hood de su tiempo.
Perdona esta plumita "Cuchillo", puedes continuar con las acciones de armas que libró El Taita Boves en esos años; tienes tú la palabra, adelante caro amigo. Bueno, continuando con la historia que me pidió Carlitos, quiero decirles que los soldados del Comandante José Tomás Boves una vez obtenidas las victorias por sus invencibles armas, cantaban en sus campamentos esta cuarteta:
"…Está del valiente Boves
La victoria Enamoraá,
Siempre la lleva en la lanza
A donde quiere que va…..".
El Comandante Boves en los momentos previos a las acciones de armas que iba a cometer con sus tropas y oficiales, conversaba con sus soldados amenamente, indicándole la importancia del combate que iban a librar, en la cual salían vencedores o derrotados o quizás algunos morirían en la acometida.
Y en esta ocasión, dirigiéndose al Sargento Macario Mayora, natural de Puerto Maya, les dijo a él y a sus hombres estas imperecederas palabras: "Joder Macario, joder; con la guerra popular que estamos librando, es como ustedes podrán realmente poder liberarse de sus antiguos amos los oligarcas mantuanos, quienes de principios y de hecho son esclavistas y opresores, y como es del conocimiento de todos ustedes son los que los están jodiendo en estos momentos".
"Ya que el gobierno monárquico español lo que tiene en Venezuela es como a unos 50 guebones que en fuerza numérica nunca alcanzarían a enfrentarse en el campo de batalla a ustedes, nojoda. Es por ello que esta dura pelea que hacen es por su liberación definitiva".
"Putas, no es que ustedes quieran o anhelan la guerra, sino porque esos mantuanos oligarcas de mierda están empeñados en luchar solo por sus reales intereses de casta dominante que es, y porque desean obtener el poder político de España a través de la falsa independentista que ellos enarbolan en la amplia geografía venezolana y que nadie les cree en estos momentos".
"Hermanos de luchas, por eso yo siempre les recalco que la liberación del pueblo venezolano tiene que ser obra del mismo pueblo; de esa manera derrotaremos a los godos mantuanos y luego a la España del malvado Rey Fernando VII".
Pueblo de San Joseph de Carayaca
Muchachitos, jóvenes y amigos todos, ahora resulta que el Comandante Vicente Campo Elías quien era español al servicio del Ejército Republicano Prostituyentista es informado por su vanguardia en el pueblo de El Sombrero sobre el avance de una columna del ejército ¡y qué patriota! al mando de los teniente coroneles José María Maya y José Manuel Torres y del Capitán Manuel Cedeño Hernández. El Comandante Vicente Campo Elías contramarchó hasta el sitio de la Laguna de Montero en donde se reunieron ambas fuerzas republicanas. En eso se levantó el niño Leonardo Manuel Morales Tussentt quien aún no había intervenido y le hizo la siguiente pregunta a "Cuchillo": oye "Cuchillo", explícanos muy bien: ¿Cómo fue que se dio la Batalla de Mosquiteros?
Alumno Leonardo Manuel Morales Tussentt
Bueno Leonardito, te felicito por ser esta tú primera pregunta en la Mesa Redonda; pero te quiero decir que los patriotas mantuanos continuaron su marcha a paso forzado hasta que el 14 del mes de octubre llegaron a la sabana de Mosquitero, la cual se encuentra surcada por un caño que lleva el mismo nombre y el mismo está muy cercano al pueblo de El Calvario.
Los mantuanos oligarcas trajeron a muchos esclavizados de Tocoragua quienes murieron en esta contienda militar. Sin embargo, el Comandante Boves dirigiéndose al pardo Vicente Aquino, le indicó lo siguiente: "Vicente, por mi catalejo puedo observar que entre las tropas del mal llamado Coronel Vicente Campo Elías, vienen nuestros hermanos negros; quizás engañados por ese miserable español, que nada tiene que ofrecerle a esa pobre gente, vale".
"Vicente, nada se puede hacer; ya que ellos tomaron el vil camino de la esclavitud, negándose a ser libres de verdad. Ellos quieren continuar sirviéndoles a sus amos; que desgracia para esos miserables, que desgracia, Vicente Aquino".
"Vicente, en nosotros está los principios de la libertad y de la igualdad para todos. Así que prepara a tus hombres, porque vamos a pelear con fuerza; para que esos carajos entiendan que ser libre es primero que ser prisionero de sus propias vidas".
"Que la libertad nace en nuestros pensamientos y que desde allí aprendimos a ser consciente de las acciones por las cuales luchamos, hasta estar dispuesto en ir al suplicio final".
"Vicente Aquino, la verdad es parte de la razón misma; ya que la esclavitud es la forma más irracional de joder y escoñetar al ser humano. Abanderado Vicente Aquino, vamos a cargar la bayoneta y que el Dios de Milonga y Toribio Blanco nos lleve por los senderos de la victoria y la libertad".
Coño vale, El Taita Boves en la margen opuesta de ese riachuelo desplegó 2.500 hombres; entre los cuales 500 de ellos pertenecían al arma de infantería. Pero el bizarro Comandante Vicente Campo Elías apoyado por 2 piezas de artillería se lanzó desaforadamente al combate. Pero el Comandante Boves con una gran soberbia carga dos de sus escuadrones de caballería logrando romperle el ala izquierda a ese ejército republicano.
Carajo, debo reconocer y tiene que ser así, que los teniente coroneles José María Maya y José Manuel Torres, como también el Capitán Manuel Cedeño Hernández le echaron un cerro de bolas a la vaina. Esos carajo, pese a que estaban en ese ejército enemigo del pueblo tenían coraje; eso hay que reconocérselo, ya que cargaron con valor y ímpetu en contra de los escuadrones de caballería del Taita Boves.
En ese nefasto día para las fuerzas del Comandante Boves, su enemigo declarado el Coronel Vicente Campo Elías en nombre del General en Jefe Simón Bolívar ordenó el descabezamiento de 400 prisioneros llaneros de raza negra, todos bajos las banderas del ejército del Taita Boves a los que había hecho prisioneros.
Lanceros bovistas en una carga de caballería
El Comandante Boves expresó estas palabras: "Bueno vale, eso nos pasó por estar agueboneados y depositando confianza en gente baturra como Boada, mis muchachos han sido asesinados por un maldito español que para mostrar su jaladera de mecate al mismísimo Bolívar, fue capaz de fusilar a su madre y padre, y demás familiares y amigos españoles".
¿Qué bastardo es el miserable de Campo Elías?
"Muchachos, a ese es el hombre que tenemos que acabar en los próximos días, de entre nuestros muertos nos levantaremos y lo perseguiremos hasta desaparecerlo para siempre de la faz de la tierra, a Campo Elías y a la gente que lo acompaña en esta vaina, vamos a darle guerra sin cuartel".
"Y a Boada le espera una muerte dura y bien jodida. Ya él verá lo que le espera; cuando me lo agarren por allí, me lo traen que yo mismo lo desollaré vivo, él no está muy lejos de aquí. Que bolas tiene ese hombre cuando se pasó al mantuanismo, la esclavitud es un mal que está en nuestras mentes si no pensamos en ser libres. Pero, libres en verdad".
"Y yo qué le había depositado una gran confianza a Boada, pobre de él. Pero, al General Bolívar lo voy a poner a bailar fandango, a ese me lo encuentro en el camino en cualquier instante, y es que le tengo unas ganas".
Claro está, don José Tomás Boves acompañado de su lugarteniente Francisco Tomás Morales Guédez decidieron retirarse del campo de batalla con 40 de sus hombres hacía el pueblo de San Gerónimo de Guayabal, cerca de la desembocadura del Río Guárico en el Río Apure; a fin de reagrupar a sus diezmados escuadrones de caballería, para poder volver luego a la carga; declarándole la guerra a muerte en ese bastión llanero a los oligarcas y mantuanos criollos.
Por el bando patriota prostituyentista en la acción de armas que se dio en el caño de Mosquitero murieron las siguientes godos oligarcas: Joaquín Delgado (antiguo Alférez Real), Eduardo Arana, Feliciano López, los hermanos Félix y don Manuel Rodríguez, José López Ravelo, Nicolás Parpacén, José Valero y Antonio Velásquez.
En la marcha el Comandante Francisco Tomás Morales Alonso le dijo estas palabras al Taita Boves: "Comandante Boves sabía usted, que en las sabanas de Mosquiteros se encontraba el muy sinvergüenza y republicano de don Guillermo Zarrasqueta. Sí…, el mismito gran carajo quien fuera Alcalde del pueblo de San Sebastián de los Reyes. Yo creo que usted le conoce muy bien, don José Tomás".
En eso el Comandante Boves, muy sobre saltadamente expresó estas palabras: ¿Qué está usted diciendo, Comandante Morales?
¿Qué él muy muérgano de Guillermo Zarrasqueta estaba allí, Comandante Morales?
Y éste le respondió en estos términos: ¡Si, Comandante Boves; ese gran carajo estaba de Ayudante Mayor de Campo en el Batallón "Barlovento", ja, ja, ja!
En eso, El Taita Boves, manifestando su gran arrechera apuntó estas palabras: "Coño Comandante Morales; se me salvó ese godo peazo de basura de la oligarquía mantuana; pero seguro estoy, que en la próxima nos veremos las caras, porque nadie lo va a salvar de lo que le tengo preparado y le viene, carajo".
Irónicamente El Taita Boves manifestó estás palabras: ¡Zarrasqueta, Zarrasqueta, carajo; unos vergajazos por ese culo te esperan. Yo te estaré esperando en la bajadita, mal parido, ya verás, ja, ja, ja, ja!
Pero, como el Taita Boves era muy gracioso en sus momentos de tertulias, en una de esas cuando pasaban cerca de un ventorrillo que se encontraba en el camino y habiendo tomado algo de horchata, dirigiéndose al Comandante Morales le expuso estas palabras: "Carajo Morales, este pueblo hambriento me sigue a mí con amor y gran alegría, porque ellos quieren conquistar las tierras que siempre han tenido sus antiguos amos, los mantuanos. Si usted le ofrece un mendrugo de pan y un poco de aguardiente son capaces de acabar con el propio Di_os y su corte de ángeles, porque trescientos años de miseria los hace pensar más con el estomago que con la cabeza misma; por eso es que son masas llenas de hambre de justicia social".
"Comandante Morales, recuerde siempre que las masas no piensan, porque son masas y usted las puede mover para donde quiera, y hacer con ellas lo que en ganas les venga. El peligro está que nosotros nos convirtamos en ídolos de su propia destrucción; y eso si es grave de verdad; porque esas masas que usted ve allí reunidas alrededor mío son pueblo y ellos desde ahora en adelante tienen que escribir las nuevas páginas en la historia de esta patria, que pronto vamos a liberar del yugo mantuano criollo y de los españoles peninsulares, para que sus leyes nunca más se apliquen en estas tierras benditas por Di_s".
Bueno vale, el Coronel Vicente Campo Elías avanza hacia la Villa de Calabozo y nuevamente la vuelve a tomar, aplicando entre los habitantes de aquella modestia población llanera, el inclementemente y muy bolivariano decreto de guerra a muerte, gritándole a sus soldados a sonora y a entera voz estas palabras: ¡Qué nadie quede vivo!
Soldados;
"La raza maldita de los españoles debe desaparecer, después de matarlos a todos, me degollaría yo mismo, para no dejar vestigio de esa raza en Venezuela".
Hay que recordar, que El Taita Boves salió gravemente herido en esta batalla, retirándose en marcha forzada hacia el Apure. Fíjense ustedes esta vainota, el Coronel Vicente Campo Elías siendo español de nacimiento le profesaba un profundo odio a sus congéneres nacidos en las tierras de sus hispánicos orígenes. Ese gran carajo cometió en la Villa de Calabozo tantos crímenes, desmanes y atropellos, que llegó a fusilar tanta gente como a bien pudo y le vino en su perra gana.
Y por esa actitud tan soberbia y asesina de ese extraño héroe de nuestra primera independencia, hizo que la gran mayoría de los pobladores de esa villa se unieran al avasallante ejército popular, agrario e insurgente del Comandante José Tomás Boves.
Don José Tomás Boves aceptó el reto del General Simón Bolívar cuando en iguales términos dictó y promulgó su decreto de guerra a muerte; respondiéndole en el Bando Secreto y Hermético de San Gerónimo de Guayabal el 1º de noviembre de 1.813, bajo estas sus textuales palabras:
"…A los Mantuanos hay
Que castigarlos con la
Muerte…".
"…En la inteligencia
De que solo un Creo
Se les dará para que
Encomienden su alma
Al Creador…"
"…Y a los blancos fieles al Rey,
De hecho ya están condenados a muerte,
Como a todo aquel defensor de la Madre Patria,
O del republicanismo Mantuano…"
El Taita José Tomás Boves dirigiéndose a su fiel espaldero el indio Eulogio en su campamento en San Gerónimo de Guayabal le manifestó lo siguiente: "Tú verás como corren delante de mi toda esta cuerda de cobardes libertadores de pacotilla patriótica".
Castillo de San Carlos en La Guaira
Leonardito, hay algo que tengo que decirles a ustedes y es que el Comandante General de Calabozo y Oriente José Tomás Boves, mejor conocido como "El Taita", en los momentos en que siendo derrotado por sus enemigos fue cuando más demostró su valentía y heroísmo, ya que su condición de aventurero por instinto lo hacía más temible e impasible.
Él era implacable con sus subordinados porque no les aceptaba errores de ningún tipo, como de ninguna índole. Él era ebrio en la victoria y tolerante con los excesos de sus parciales, pero feroz hasta el delirio en contra de sus enemigos, debido a que mezclaba en su alma el ímpetu semisalvaje del llanero, astucia, audacia y fanatismo.
En verdad, que ahora toma la palabra el joven Anderson Juvenal Aguinagalde Monterola y le hace al amigo José Viñoles esta pregunta: Mira Viñoles: ¿Puedes tú hablarnos algo más sobre la personalidad del Comandante José Tomás Boves?
Caramba Anderson, sobre lo que he investigado sobre ese héroe popular debo decirte lo siguiente: "Don José Tomás Boves no era retórico, ya que él manejaba muy bien los números, no escribía con brillantez aún cuando había leído a los escritores clásicos griegos, italianos, españoles, ingleses, alemanes y franceses, de su tiempo y época, tales como: Carlos de Secondant o Barón de Montesquieu, François Marie Arouet "Voltaire"", Jean Jacques Rousseau, Quesnay, Denis Diderot, Buffon, Jean Le Rond D´Alembert, Spinoza, Hume, como a otros enciclopedistas de la ilustración francesa, quienes a través de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano llegaron a permitir que los pueblos del mundo expresaran sus opiniones sobre los tipos de gobiernos que deseaban tener en pro del beneficio de sus connacionales, enmarcándolas dentro de los principios de libertad e igualdad social".
Figúrate Anderson, que don José Tomás Boves con su aspecto revelaba su condición humanitaria; ya que él era de una franqueza brutal, como a bien decimos en nuestro país, "él era amigo de los amigos", y su carácter era como el frío toledano de su sable. Ya que en momentos de romerías era muy alegre, campechano y si se quiere, muy jodedor con sus guerreros.
La quebrada del Guamacho en La Guaira
Coño vale, esos rasgos psicológicos del Taita Boves contribuyeron que las masas harapientas a su mando aplastaran a los ejércitos oligarcas bajo los chasquidos ruidosos y candentosos producidos por los cascos de su imbatible caballería insurgente.
Pero, continuando con los relatos sobre la vida del Taita Boves en la Mesa Redonda, tomó la palabra el joven Gustavo León y le preguntó a su padre Osvaldo León "El Maracucho" lo siguiente: "Papá, la verdad es que la vida del Comandante Boves es apasionante y si se quiere es emocionante, pero te sugiero que continuemos con las acciones épicas de ese gran adalid de las masas llaneras del ayer, que en nada se parecen a las del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, nuestro actual Presidente de la República Bolivariana de Venezuela; quien también es llanero, vale".
Caramba Gustavito, tú tienes mucha razón, vamos a darle emoción a estos relatos históricos. El Comandante José Tomás Boves se reunió con su Estado Mayor, en donde analizaron con mucha profundidad en cuales condiciones se encontraban los godos mantuanos en la ciudad de Santiago de León de Caracas, en donde se dieron cuenta que el panorama político y militar les era muy favorable.
Capitán Juan José Rondón Delgadillo
Oficial del ejército del Taita Boves en 1.814
Producto de esos debates, El Taita Boves le giró claras órdenes y precisas instrucciones a su subalterno el Comandante Francisco Rosete, antiguo pulpero de Taguay, en las comarcas del Tuy, a fin de que desatara una ofensiva militar en los pueblos adyacentes a los valles del Tuy.
Específicamente, por los lados de Ocumare del Tuy, para así cortarle toda logística, correspondencia o ayuda militar que pudieran recibir los facciosos caraqueños. De igual manera, giró instrucciones de acosar sin tregua alguna a los enemigos del pueblo en armas en todas las tierras aledañas a Caracas.
Don Francisco Rosete cumplió magistralmente la orden del Taita Boves, incautando los bienes de los oligarcas los repartió entre los hambrientos de los valles del Tuy; ya que en su misión tenía que marchar y tratar de entra al puerto de La Guaira a través de las montañas a fin de poder liberar a los españoles y canarios que se encontraban heridos y enfermos en los hospitales de dicho puerto, como a los demás prisioneros de guerra que los mantuanos criollos tenían encerrados en las mazmorras de los baluartes de La Vigía de Chacón y El Zamuro, atalaya de El Gavilán, cuartel San Carlos y el castillo de Torrequemada; el cual daba un parte de 600 españoles y canarios detenidos a la orden del Comandante José Leandro Palacios, quien muy desesperado esperaba instrucciones de su pariente, el General Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios.
El joven Juan José Rondón Delgadillo sirvió como mayordomo en el Hato "La Barrosa", propiedad de unos españoles cerca de su pueblo natal, Ospino, en las llanuras guariqueñas. Al pueblo de Ocumare en los valles del Tuy en donde residían los propietarios del Hato "La Borrosa" llegó un batallón insurgente al mando del valiente Coronel Francisco Rosete quien era viejo amigo de los propietarios del hato antes citado en 1.812.
En el cual durante una de sus visitas supo de la valentía del negro Rondón y sus condiciones para hacerse un buen soldado al servicio del pueblo en armas a quién generosamente invitó a ingresar en las filas de su ejército popular. Los viejos ancianos en los valles del Tuy contaban que el pulpero de origen canario don Francisco Rosete al ver al antiguo esclavizado Juan José Rondón Delgadillo, le expresó estas palabras: ¡Ah, carajo: si este mozo es hijo de mi viejo amigo Bernardo Rondón con Lucía Delgadillo!
Y habiendo probado al muchacho sus dotes de guerrero intachable lleno de una gran heroicidad, ante sus hombres le gritó estas palabras: "Juan José, desde hoy te nombro Capitán de un Escuadrón de mi Caballería. Muchacho, nunca olvides al pueblo de donde vos venís, y recuerda siempre el año 1.813, como el principio de tu carrera militar en defensa de los intereses del pueblo de Venezuela".
El Capitán Juan José Rondón Delgadillo inició sus primeras incursiones militares por los lados de Chaguaramos, luego siguió hacia Barcelona bajo la protección del Comandante José Manuel Torres a quien derrotó. El escritor e historiador Augusto Mijares sobre esas acciones militares realizadas por el Comandante Francisco Rosete, expresó en una de sus obras históricas estas palabras:
" … Un guerrillero no menos feroz que Boves, llamado Francisco Rosete, había tomado y saqueado a Ocumare del Tuy, muy cercano a la capital por el Sur, degolló sin distinción a hombres, mujeres y niños, y hasta en la iglesia sacrificó a los que allí se habían refugiado…".
En verdad esas nefastas expresiones en contra de quienes luchan contra la barbarie y la esclavitud le tildan de esa manera; pero mientras exista la miseria y la explotación, las masas siempre buscarán el líder fundamental que las saquen de esos males producto de las medidas esclavistas impuestas por los sectores de la burguesía nacional y de los grandes consorcios transnacionales.
General en Jefe José Antonio Páez y Herrera
"La mejor lanza del mundo" "El León de Payara"
"El Rey de los Araguatos"
El Taita Boves una vez reagrupadas sus fuerzas en más de 3000 hombres en el pueblo de San Gerónimo de Guayabal, acompañado del Coronel Francisco Tomás Morales atacan al Coronel Pedro Aldao en el hato de Gamero cerca de San Marcos en la entrada de la Villa de Todos los Santos de Calabozo el 2 de diciembre de 1.813.
El Taita Boves vuelve nuevamente a la carga el 8 de diciembre de 1.813, derrotando en la Batalla de San Marcos al intrépido Coronel Pedro Aldao quien valientemente murió en esa acción de armas. Además, allí combatió el soldado Julián Mellado Lineros nativo del pueblo de El Sombrero, en donde nació el 14 de septiembre de 1.790.
Carajo Gustavito, figúrate que ese jefe oligarca, si vale; ese mismo Coronel Pedro Aldao fue quien con sus intrigas ante el Dr. José Ignacio Briceño casi lleva a la pena de muerte al Comandante José Tomás Boves en la Villa de Calabozo. Lo que si no podemos olvidar, fue que desde ese mismo momento las masas descubren a ese fenómeno telúrico, al cual llamamos hoy en día en nuestra historia patria como don José Tomás Boves "El Taita". Tampoco podemos olvidar sus apocalípticas palabras ante el verdugo Sebastián en la Plaza Mayor de la Villa de Calabozo. Carajo vale, de esa manera el oligarca Coronel Pedro Aldao pagó su osadía y afrenta.
Don José Tomás Boves
Bueno vale, hay cosas que no nos gustan; pero así son las cosas de la guerra; figúrense que El Taita Boves remitió la cabeza del Coronel Pedro Aldao y la mandó a colocar en una escarpia en San Fernando de Apure, en donde ese jefe militar republicano había sido comandante militar.
Quiero decirles que la cabeza del Coronel Pedro Aldao permaneció en esa escarpia hasta el 8 de marzo de 1.818. Cuando el General José Antonio Páez y Herrera ordenó que fuese inhumada con los honores que a bien se merecía ese valiente soldado oligarca
Muy bien Gustavito, muy bien. Resulta, que el Comandante José Tomás Boves se dirigió con sus escuadrones de caballería hacia la Villa de Calabozo el 14 de diciembre de 1.813. La cual retomó nuevamente a punta de lanza y fuego cruzado en contra de las fuerzas republicanas apostadas en esa villa llanera; negándole el perdón a los vencidos y conminándolos a todos s a ser pasados por la pena capital.
Gustavito, de esa forma fue como los oligarcas calaboceños continuaban pagando con sus vidas al tratar de enfrentar a ese gran cimarrón de las estepas venezolanas, como lo fue El Taita Boves. Cabe decir, que en esa villa mandó a ejecutar a 38 miserables mantuanos y a petición de su amada doña Inés Corrales, hija del mantuano don Juan Corrales. Perdonándoles la vida a 32 asquerosos godos, regresando de esa manera la paz a esa enguerrillada ciudad.
El Comandante Boves para finales del mes de diciembre de 1.814, las fuerzas a su mando obligaron al General Santiago Mariño Carry a retirarse con sus tropas del pueblo de Calabozo. Ya que se esperaba de un momento a otro que serían desbaratadas por el pueblo en armas; debido a que en el pueblo de Guaicupa fueron muertos en combate cinco indios gayanos.
Pueblo de Charallave en 1.945
El Comandante José Tomás Boves según su criterio consideraba que los pulperos jugaban papeles protagónicos en los hechos y sucesos de pacificación que se estaban dando en estas tierras. Ya que él en carne propia vivió los oprobios que a diario cometían los oligarcas de este país en contra de las castas más desposeídas, las cuales buscaban liberarse del horror y la persecución mantuana.
Y de esa manera fueron aparecieron en el escenario histórico militar de Venezuela una serie de pulperos quienes lideraron por mucho tiempo nuestras luchas de redención social. No eran los galleros, ni los guapos aguardentosos, analfabetas o los guapos de esquinas; eran los hombres y mujeres del pueblo llano de nuestra patria, quienes a diario clamaban por su derecho a ser libres, a la redención y la igualdad social; desde esas pulperías salieron los verdaderos líderes de nuestros campos rurales quienes con sus armas en manos salieron a conquistar la libertad negada por más de 300 años de colonialismo español y mantuano criollo.
General en Jefe José Félix Ribas y Herrera
El Capitán Manuel Cedeño sigilosamente siguiendo a las fuerzas bovistas hacía los llanos de Cojedes el 11 de enero de 1.814, logra vencer a una división del Comandante Boves en aras de contrarrestar sus fuerzas y de esa manera preparar la llegada a los llanos centrales por parte del General Santiago Mariño.
El General Santiago Mariño Carry había salido con un ejército de 4.000 hombres desde Cumaná hacia el centro de Venezuela el 15 de enero de 1.814. Con el fin de reunirse con el General Simón Bolívar, a los cuales les pasó revista en el pueblo de Aragua de Barcelona. Constituyéndose el Estado Mayor de ese ejército en Camatagua bajo la inmediata jefatura del Coronel Mariano Montilla; partiendo desde allí un emisario bovista a informarle al Comandante José Tomás Boves que hostilizaban a las fuerzas del General Simón Bolívar en el sitio de San Marcos. Los comandantes don José Tomás Boves y don Francisco Tomás Morales con 3.000 hombres atacan al intrépido Coronel Pedro Aldao en el hato de Gamero. Justamente, en San Marcos a la entrada de Calabozo.
El Taita Boves puso en marcha un grueso de su invencible ejército, compuesto por 4.000 de sus mejores guerreros, siendo la mayor parte del arma de caballería, en aras de neutralizarlos. Ante los avances de las fuerzas bovistas, adelantó hacia los valles del Tuy un ejército comandado por el General de División José Félix Ribas y Herrera, quien destrozó a las fuerzas que estaban al mando de don Francisco Rosete en Charallave. Sin embargo, el pulpero don Francisco Rosete reagrupó a sus fuerzas y a los pocos días libró combate contra el General Juan Bautista Arismendi Subero a quien logra derrotar.
Don Francisco Rosete aligera su marcha alcanzando al General José Félix Ribas y Herrera quien nuevamente vuelve a derrotarlo en el campo del honor.
Ahora bien, el niño Jimmy Palazzo le hace la siguiente pregunta al señor Pedro Bolívar: "Pedrito, la vaina se está poniendo buena, ahora es cuando la guerra a muerte se recrudece más, y nos viene a la mente la 1ª Batalla de La Puerta que se dio el 3 de febrero de 1.814".
¿Cuéntanos como se dio esa batalla, Pedrito?
Caramba Jimmyto, el Comandante Boves en esta batalla se planteó un ataque en donde aplicó una táctica relacionada en el uso de la fuerza de la defensa, en la cual magistralmente combinó el uso del fuego de sus armas, recursos humanos y de su caballería con relación al terreno donde se iba a librar tan memorable acción de armas; en donde con sus fuerzas vivas de retaguardia ejecutó una serie de contraataques, una vez que la caballería distrajo al enemigo hacia sus dominios. Dándole luego accionar a la infantería y a la artillería.
Asalto al Congreso Nacional en 1.848
Jimmyto, Jimmyto; como siempre dijo el Coronel Juan José Rondón Delgadillo cuando tuvo la gentileza de acompañar en combate al Comandante Boves en sus luchas libertarias. He allí sus palabras: "…zamuro no cae en trampa, ni come maíz amarillo…".
Bueno Jimmyto, el General Simón Bolívar sabía que el Taita Boves se trasladaría con sus fuerzas a través de La Puerta del Llano, entre el Guárico y los valles de Aragua; de manera que comisionó al Comandante Vicente Campo Elías a detener por cualquier medio posible el avance del asturiano invencible.
Ya que consideraban que esas posiciones eran fáciles de defender y que de esa manera evitarían que el Comandante Boves pudiera continuar su marcha hacia el pueblo de La Victoria. Allí se batió el tocuyano Subteniente José Trinidad Morán con la fiereza propia de un godo irredento mantuano con deseos de arremeter en contra del pueblo soberano de Venezuela.
Dr. Santos Michelena
Carajo vale, esa batalla se dio de esta manera; resulta que el Teniente Coronel Vicente Campo Elías al mando de 3.000 soldados republicanos avanzaba desde la ciudad de La Nueva Valencia del Rey y de la Anunciación con una columna integrada por los batallones "Quinto de La Unión" al mando de Francisco Yépez y "Valerosos Cazadores" bajo la conducción del Teniente Coronel Miguel Uztariz, 2 escuadrones de caballería y 2 piezas de artillería.
En esta memorable acción de armas, participó el Coronel Mariano Montilla, quien a sus inmediatas órdenes tuvo a los jóvenes Lázaro Olivo, Vicente Michelena y Santos Michelena (este último fue miembro de la francmasonería guaireña en la Logia "Unanimidad" Nº 3 en La Guaira; tan honorable tribuno del pueblo murió asesinado en el asalto al Congreso Nacional en 1.848. Según el antropólogo francmasón Abilio Oliveira Simao, dicho legislador aparece en una Tenida de esa casi bicentenaria Logia, tres días antes de su muerte).
El General Santiago Mariño como estratega de la guerra a muerte en esos años de la Patria Boba, notando que la 2ª República estaba en pico de zamuro el 23 de enero de 1.814, quiso ganar adeptos para sus fuerzas militares tratando de convencer a los españoles y canarios como a los venezolanos que formaban parte del ejército del Comandante Boves; promulgando un indulto a favor de los nacidos en estas tierras para que se pasaran a las filas republicanas del mantuanismo criollo en armas; el cual hizo bajo los siguientes términos:
"…Tales son sus operaciones (…) que en el circulo de menos de un mes pisa la provincia de Caracas, la cual ocupaban casi todos los facciosos al mando del tirano Boves, que vergonzosamente van desapareciendo a proporción de lo que se adelanta en nuestras marchas…".
Consideramos, que el General en Jefe Santiago Mariño Carry está desubicado desde el punto de vista militar y político en esos momentos. Ya que El Taita Boves estaba más fuerte que nunca en relación a los contingentes humanos que cada día aumentaban sus tropas y los cuales estaban sedientos de libertad en contra de sus opresores y antiguos amos. El Dr. Luís Pérez Guevara en su trabajo histórico titulado: "El Ayer de la Princesa", publicado en febrero de 1998, sobre esos días cruciales en la guerra a muerte, describió lo siguiente:
"…Se vivía el mes de Febrero de 1.814. Año aciago por demás para los patriotas. El Libertador Simón Bolívar, que hacía grandes esfuerzos, en el centro, por salvar la República, llama al General Santiago Marino en su auxilio. Este que se encontraba en Aragua de Barcelona, inmediatamente se pone en contacto con los Generales Manuel Piar y Pedro Zaraza, y deciden acudir en ayuda. Mariño y Pedro Zaraza, parten a cumplir su objetivo, dejando a Piar, quien lo haría días después. Al llegar a Valle de la Pascua. Mariño deja a Zaraza comandando al Cantón de Chaguaramas, con la misión de conseguir caballos y ganados, que Piar pasaría buscando para abastecer al ejército del centro, mandato que se le hacía fácil cumplir al "taita", por ser Chaguaramas rica en caballos y ganados y por gozar Zaraza de mucho aprecio e influencia en la zona…".
Carajo vale, ciertamente como ya se dijo en una ocasión; ellos estaban del conocimiento que desde la Villa de Calabozo, el Taita José Tomás Boves se desplazaba con más de 3.400 soldados del arma de caballería, el 1º de febrero de 1.814. Sin embargo, los patriotas mantuanos cometieron un grave error, ya que desplazaron sus fuerzas hacia el Abra de La Puerta del llano aragüeño, ubicada entre la Villa de San Luís de Cura y los Morros de San Juan. Coño vale, estableciéndose en la quebrada que lleva el mismo nombre del sitio. El Comandante Boves atacó con 3.000 de sus soldados de caballería y con 500 hombres del arma de infantería, en la víspera del 3 de febrero de 1.814.
Iglesia de Villa de Cura
El ataque fue rechazado por el Teniente Coronel Vicente Campo Elías quien le ordenó al Batallón "Quinto de La Unión" que persiguiera a la caballería bovista que antes había atacado, pero la caballería del Taita Boves se volvió con una fuerte carga de caballería contra sus perseguidores y los destrozó en el combate.
En verdad, el Comandante Vicente Campo Elías ante el acoso y amedrentamiento por parte del ejército popular y emancipador al mando del Taita Boves, no le quedó más camino que retirarse a todo galope con sus diezmadas fuerzas hacia el paso de La Cabrera en los valles de Aragua; resultando herido en este combate, el bizarro Coronel Justo Briceño.
El Libertador Simón Bolívar ante el avance incontenible del Comandante José Tomás Boves de la Iglesia con mucha preocupación y cautela dirigiéndose a los habitantes de la Provincia de Caracas les envió la presente proclama:
SIMON BOLÍVAR
Libertador de Venezuela, General en Jefe de sus Ejércitos y Miembro de la Orden de Libertadores.
Habitantes de la Provincia de Caracas:
Un jefe de bandidos, conocido por su atrocidad, el perverso Boves, ha podido penetrar hasta la Villa de Cura, reuniendo esas cuadrillas de salteadores esparcidos en los caminos de los Llanos. Ejércitos disciplinados no han podido avasallarnos, y sólo han combatido para su oprobio; ¿y una irrupción de viles asesinos podría, pueblos generosos, envilecer vuestro indómito brío ¿Podrán ser alguna vez infamados esos venezolanos invencibles, terror de la España, honor de la América, admiración del mundo No, vuestra indignación exaltada vuela ya con una noble cólera, a castigar tantos ultrajes. Armaos en el instante, pueblos todos; que un ladrón no puede desolar no deshonrar impunemente; corred a presentaros en la Victoria y Valencia, inflamados de ese valor sublime que os dio el imperio de Venezuela.
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