Comandante Jose Tomas Boves, Timonel en la Libertad del pueblo venezolano (página 16)
Enviado por León Morales
Y el Capitán Tulio delgado le dio la siguiente repuesta al Taita Boves en esos momentos de vida o muerte para los godos valencianos: "Comandante Boves, esos coño é madres que están cercados allí en Valencia por nuestras fuerzas militares están comiendo carne de burro, vaca y cabra salada y embarrilada en su conservación; por eso es que esos malditos han aguantado el asedio Taita Boves".
El Taita Boves le giró al Capitán Tulio Delgado la siguiente Orden: "Entonces, Tulio Delgado; si esa vaina es así como dices, proceda en lo inmediato a cortarle todo tipo de suministro que tratan de meternos por cualquier lado en Valencia; no me le dé cuartel alguno a esos carajos".
En esa oportunidad las fuerzas bovistas se replegaron hacia la Villa de Calabozo donde se reagruparon y aumentaron sus contingentes. Pero en ese segundo sitio a la ciudad de Valencia del Rey, émulo epónimo de la ciudad hispánica donde murió Rodrigo Díaz de Vivar "El Cid Campeador", en la cual el Comandante José Tomás Boves no les dio cuartel ni reposo a las huestes republicanas acantonadas allí.
La pérdida de la ciudad de La Nueva Valencia del Rey obligó al General Rafael Urdaneta Farías a retirarse con sus 1.000 hombres en dirección al Táchira, donde fueron auxiliados por tropas de la Unión Neogranadina.
Si supieras Yosmar del Valle, el Taita Boves en los momentos en que hacía su entrada triunfal a la recién capitulada plaza pudo notar un gran descontrol en las conductas de los oligarcas, mantuanos y godos, quienes despavoridamente corrían con sus familias, acólitos y allegados en dirección a las plazas caraqueñas de La Candelaria y San Francisco. En verdad aquello parecía el juicio final de Dante Alligheri; ya que el pueblo en armas se encontraba en las calles celebrando jubilosamente, bajo el bastón victorioso del comandante José Tomás Boves, el centauro y león de los llanos.
A pesar de los hechos vividos, el Taita Boves fue muy respetuoso y tolerante con la dignidad humana, dándole órdenes a los vecinos y moradores de la ciudad sobre el resguardo de sus enseres y bienes, respetando la propiedad bien adquirida, evitando que no fueran víctima del saqueo popular, respetando en ese caso, el juramento que realizó ante el Altísimo y Santísimo Sacramento del Altar, llegando a perdonarle las vidas a sus enemigos.
Yosmar, muchachos, niños, adultos; los saqueos son muy comunes y frecuentes en las guerras, y más cuando las masas son liberadas de la opresión a la cual han sido sometidas por años y si se quiere, por siglos, como le sucedió al pueblo venezolano en esos días de la guerra a muerte; allí se evitó que el pueblo saliera a las calles a tomar desquite en contra de sus opresores, en ese caso, los oligarcas.
Desde esos lejanos días quedaron en la memoria del pueblo valenciano y venezolano estas palabras de tinte popular:
"…Valencia, la tierra
De las mujeres bellas,
De las naranjas dulces,
Y de los hombres
Complacientes…"
Y esas palabras se debieron a que doña María Josefa Zabaleta, valiente mujer de la godarría valenciana salió a luchar en nombre de su casta en contra de las fuerzas del Comandante General José Tomás Boves. He allí el motivo de tan dulcineas palabras que ponen en descrédito la hombría de los valencianos oligarcas y explotadores de esos tiempos, y que aún repercute en la supuesta falta de hombría del hombre valenciano en nuestro tiempo.
Esa misma aristocracia del dinero fue la que en diciembre del año 1.830, con bombos y platillos salieron a las calles a celebrar la muerte del Libertador Simón Bolívar en la ciudad de Santa Marta en donde proliferaron palabras como estas: ¡Venezuela ha recobrado su soberanía!
¡Hemos recuperado a la República!
Esa oligarquía valenciana siempre ha sido soberbia y muy peligrosa, ya que en esos tiempos querían agasajar al Comandante Boves en muchas casas de ostentosas familias godas y mantuanas. En la casa del Dr. Miguel Peña, la cual se encontraba ubicada entre las calles Constitución y El Sol sirvieron exquisitos manjares y comidas en lindas bandejas de plata, y deliciosos vinos en costosísimas copas de vidrios.
Al normalizarse la tranquilidad y la vida social en la ciudad de La Nueva Valencia del Rey; el Taita Boves decidió muy gallardamente en invitar a todas las damas y a sus consortes de la alta sociedad valenciana a un baile de medianoche, con el fin de celebrar los acuerdos contraídos en la capitulación y rendición de dicha plaza. Siendo la misma muy concurrida, en donde las hermosas mujeres valencianas luciendo sus gustosos y bellos vestidos de confección sevillana, madrileña o andaluza; hicieron acto de presencia, gentilmente acompañadas por sus maridos, amantes encapillados y novios.
Ante tan eventual situación, el Comandante José Tomás Boves ataviado con un buen traje de gala, cortés, varonil y muy gentilmente, al compás de la danza y la contra danza bailó con algunas de aquellas ninfas salidas del vestal del Dios Apolo, como en sus mejores tiempos, mostrando dotes de una extraordinaria cultura y amplios conocimientos sobre el mundo clásico e intelectual de su época.
La fiesta comenzó a eso de la siete de la noche, estando la orquesta dirigida por el señor José María Melo quién arrancó con un VIGODON, en donde gallardamente se lució su hija bailando con el Dr. Francisco Silvestre Espejo.
Ante tal eventualidad, el Comandante Boves viendo a tan distinguido e ilustre político de la godarría valenciana bailando orondamente como si estuviera en su propia casa y mansión, jocosamente le gritó: ¡Caramba Dr. Espejo, usted sí que baila bien, ja, ja, ja!
Y el Dr. Espejo algo taciturno, le respondió con estas palabras: "Gracias, Su Excelencia; por usted habernos dado la luz de entendimiento en el día de hoy".
Y el Comandante Boves le respondió de la siguiente manera: "Ay Espejo; que usted con sus palabras y conducta como que tiene algo de jala bolín. Buen hombre, déjese de eso que le queda muy feo y menos a una persona como usted, de rancia categoría".
¿O es qué usted no tiene vergüenza ante estas esplendidas damas, Dr. Espejo?
Pero en un paréntesis del baile, el Mariscal de Campo y Capitán General de Venezuela Juan Manuel Cajigal y Niño dirigiéndose a las personas presentes en este baile les manifestó estas palabras: "Señores, señoras, damas y caballeros; ilustres invitados todos a esta fiesta de gala ordenada por nuestro Comandante General José Tomás Boves de la Iglesia, paso a informarles que hace varias semanas atrás, mejor dicho, el día 22 del mes de marzo de este año de 1.814, nuestro soberano Rey Fernando VII de Borbón fue restituido por las Cortes de Cádiz en el poder monárquico de España; desde donde nos llegan noticias alentadoras, ya que Napoleón Bonaparte, Emperador de Francia ha sido derrotado y derrocado".
Dr. Francisco Silvestre Espejo Caamaño
"Señores, señoras; todos estamos en la sagrada obligación de rendirle tributo y lealtad en esta Capitanía General a su majestad católica El Rey Fernando VII. Siendo de ahora en adelante nuestra principal tarea la pacificación de estas tierras para su mayor gloria".
Señores, señoras; demos una hurra al Altísimo, ya que también nos han informado que nuestro Rey a su regreso a España ha dicho estas palabras: "…La tal guerra de emancipación en nuestras colonias de ultramar, son simples discordias entre hermanos, causada por la ausencia del padre…".
De pronto intervino el Comandante Boves preguntándole lo siguiente al Mariscal Juan Manuel Cajigal y Niño: ¿Cree vuestra merced que el Rey Fernando VII respete la Constitución Liberal de Cádiz aprobada en 1.812, donde el Consejo de la Regencia le nombró como un delegado más de la soberanía popular, Su Excelencia?
"Entendiéndose que este Rey borbónico fue llevado al poder monárquico no porque haya muerto su padre el Rey Carlos IV, sino a través de un motín popular que se dio en muchas ciudades de España y muy especialmente en Asturias y Aranjuez en el año de 1.808, en aras de sacar a los franceses que invadieron a España y se hicieron con la corona allí"
¡Hostia, hombre!
Respondiendo inmediatamente el Mariscal de Campo Juan Manuel Cajigal y Niño bajo estos términos: "Mi apreciado Comandante Boves, su majestad católica es muy respetuoso de nuestros códigos y leyes porque aún tiene vigencia la Constitución Liberal de Cádiz del año 1.812. Ya que el pueblo español ha peleado heroicamente por su independencia en Zaragoza y Aranjuez, en donde osadamente nos impusieron a José Bonaparte como Rey de España…".
"Debo decirle que el absolutismo no tiene cabida en nuestro Reino. Comandante Boves, recuerde que usted es un soldado más del ejército de su majestad en estas colonias de ultramar".
El Taita Boves tomando de la mano a una bella musa valenciana, les dio órdenes a los músicos que siguieran tocando música de salón, diciéndole en voz baja estas palabras al Dr. Francisco Silvestre Espejo Caamaño: "Dr. Francisco Silvestre Espejo Caamaño, realmente me siento muy contento, pero muy contento que mi gran amigo el Teniente Coronel Rafael Riego y Núñez haya sido liberado de su cautiverio en las cárceles de Bayona en Francia".
"Pero, mire y siga usted con cuidado la vida de ese digno soldado español, mi amigo de la infancia. Él es un joven talentoso y valiente, seguro estoy que llegará a ser un gran oficial en el ejército real. Más sin embargo, yo no creo en nada en el Rey Fernando VII a quien conozco desde que era muy niño aún en mi Oviedo del alma".
Rúbrica del Tcnel. Rafael del Riego y Núñez
"A veces pienso que Juan Manuel Cajigal y Niño es un desvergonzado cuando habla de la constitución de 1.812. Seguro estoy yo, más tarde que nunca, que el Rey la desconocerá y es probable que implante el absolutismo, y la guerra continúe".
Ciertamente, el Comandante José Tomás Boves estaba en lo cierto, ya que el Rey Fernando VII el 4 de mayo de 1.814, tuvo la desfachatez de derogar la primera Constitución Liberal proclamada por las Cortes de Cádiz en el Reino de España en toda su historia. La misma Constitución que fue aprobada el 19 de marzo de 1.812, cuyas discusiones se habían hecho desde el 24 de septiembre de 1.810.
Don Francisco Silvestre Espejo Caamaño en su condición de abogado con mocedades graves, ensimismadas y fecundas, con sonora voz y un estilo abundante y enfático, le hizo la siguiente pregunta al Taita Boves: ¿Cree usted que eso suceda en España, Comandante Boves?
Respondiéndole El Taita Boves con estas palabras: "Mi querido Dr. Espejo, siga usted los eventos que se están dando en España con mucho detenimiento y verá que la historia me dará la razón. Yo estoy realmente convencido que así será".
José "Pepe Botella" Bonaparte, Rey de España
Y recuerde siempre Dr. Espejo, que esa constitución dice: "…la nación española, es la reunión de los españoles de ambos hemisferios…".
En eso interviene el Dr. Espejo y le hace un recuento de su vida al Comandante Boves con estas palabras: "Bueno, Comandante Boves; le diré que yo nací en el pueblo de Santa Lucía en donde fui cristianizado un 16 de abril de 1.758. Fueron mis padres Francisco Espejo de León y doña Bárbara Caamaño Bermúdez. Además, tengo tres hermanos: Francisco, Ramón y Micaela".
"Mis viejos eran muy trabajadores y por eso hicieron fortunas en estas tierras, como lo deben hacer esa gente con quién anda usted en estos momentos".
"Quiero decirle también que me gradué de bachiller en artes en la Real y Pontificia Universidad de Caracas; habiendo salido de ella, como licenciado en jurisprudencia y leyes; y sirviéndole a nuestro Rey, llegué a ser Oidor Honorario y Fiscal de la Real Audiencia de Caracas. Este es el motivo por el cual pienso que usted debe considerar mis servicios a la corona española".
Pero de pronto, como en una forma extraña y fuera de lo que se hablaba, el Comandante Boves se dirigió hacia el Dr. Francisco Silvestre Espejo Caamaño con estas maliciosas palabras:
"Caramba, caramba Dr. Espejo; me parece que usted como que anda muy equivocado conmigo; le repito nuevamente, déjese de guebonadas. Sus padres fueron unos vulgares ladrones, eso es lo que ellos fueron y no se me arreche porque lo achicharro ya".
"Mejor dicho, véale usted la carita que tiene el mulato Saturnino Sojo; con esa cara de diablo endemoniado que tiene, está que se lo come a usted en estos momentos, ja, ja, ja".
¿Quién es usted Dr. Espejo, para decirme con quien coño ando yo, nojoda?
"Esa gente que usted ve allí me ven como su salvador, a pesar de que no he nacido en estas tierras es como si ella misma me hubiera parido. Yo soy tan venezolano como ellos, no sé si usted lo es Dr. Espejo. Pero esa gente espera de mi muchas cosas, muchísimos de ellos no leen ni escriben en mi maldita lengua, que de hecho es lengua opresora y hasta ofensiva".
Yo les he prometido que construiremos un gran país, pero siguiendo siempre las palabras de mi paisano don Melchor Gaspar de Jovellanos, quién en su Informe sobre la Ley Agraria ante las cortes propuso lo siguiente: "… Se multipliquen las escuelas de primeras letras; (…) que no haya individuo por pobre o desvalido que sea, que no pueda recibir fácil y gratuitamente la instrucción…".
Dr. Francisco Espejo
"Ah caray, Dr. Espejo; usted es hombre de poco fiar, usted lo que es un grandísimo coño e madre; con esa guebonada de que le sirvió a esos reyes de España usted no me va a convencer".
"Yo veo en usted la extirpe grosera y asquerosa de los godos y oligarcas que deambulan por estas tierras desde hace más de tres siglos, temiendo que usted vaya a montar un ardid y trate de fugarse de esta casa. De ser así, le aconsejo que no lo haga por su bien y por su salud".
¿Y quiere que le diga por qué desconfío de usted, Dr. Espejo?
"Carajo, yo no le puedo tenerle confianza a alguien como usted, Dr. Espejo y menos a quién tuvo las santas bolas de irle a tocar la puerta a la casa de don José María España, allá en La Guaira y qué pá llevárselo preso; o es que usted no sabe que yo lo sé todo, nojoda, mandando y qué abrir las puertas en nombre de El Rey".
¿Pero a qué Rey se refería usted en esos momentos, carajo?
¿O es qué se le ha olvidado lo que usted le hizo a don José María España y Rodríguez?
¿O que usted fue quién jodió a doña Joaquina Sánchez de España cuando la llevó presa a la Casa de la Misericordia en Caracas?
¿Cómo es esa vaina qué ahorita quiere vustéd echársela de libertador de estas tierras, ah?
"Dr. Espejo, le sugiero que se deje de esas mariquerías y nos podamos entender muy bien. Porque si detecto que usted me quiere salir con una de sus vivezas, me lo achicharro aquí mismo y sin contemplación alguna; piense muy bien lo que le estoy diciendo, carajo".
"Coño Dr. Espejo, mire bien vustéd esto, nojoda; ese Rey español, el mismísimo Fernando VII, despótico y marico ha pretendido no pararle bolas a la Constitución de Cádiz aprobada por las Cortes el 31 de marzo de 1.812".
"Que vaina vale, y ese bastardo de la borbonería francesa nacido en España quiere descaradamente desconocer a La Pepa que es como llaman a la Constitución de Cádiz, la cual fue promulgada el 19 de marzo de 1.812, en el mismito día de San José. Esas son las velgas de la vida, Dr. Espejo".
"La verdad verdadera es que ese babieco es un cruel asesino y más si anda mariqueando con su marido Chamorro. Sí, ese Aguador de la Fuente del Berro es quién en realidad está mandando en España en estos momento, nojoda".
Don José Cristóbal Hurtado de Mendoza y Montilla,
Primer Presidente de la 1ª República Mantuana de 1.811
En eso el Dr. Espejo le responde al Comandante Boves con estas palabras: Caramba Comandante Boves. ¿Por qué usted dice que el Rey Fernando VII es un Manflórico Real?
Y el Taita Boves le contesta en estos términos: "Hostia, Dr. Espejo, oiga usted. Allá en Madrid, sí, el pueblo de esa ciudad sabe perfectamente que ese asqueroso Rey nunca ha cogió a su mujer María Antonia de Borbón; ya que ese carajo es muy descarado. Mire usted bien, él no tiene poder ni honra y mucho menos moral, nojoda".
"Dr. Espejo, ese tipo, ese bicho real es tan marico que por allá le llaman Narizotas o Cara é Mierda, y eso es lo que es ese coñísimo e madre; y es tan así, que el mismísimo degenerado vive buscando maridos en los lupanares y bajos fondos de la ciudad de Madrid, ja, ja, ja, ja".
"Coño, Dr. Espejo; he sabido que ese maldito Rey de los borbones franceses enquistado en mi patria, España, ha implantado la Inquisición, la misma que abolió Napoleón Bonaparte, asesinando a cientos de masones de pensamiento liberal. He allí a su Rey; el mismito que usted juró defender en 1.810, allá en Caracas".
Sin embargo, a pesar de la amabilidad del Taita Boves hacia los presentes en ese baile, se observaban que las miradas de las mujeres mantuanas había un ápice de tristeza y melancolía, teniendo muchas de ellas rastros de lágrimas en sus ojos, notándose muy exhaustas en el momento del cotejo danceril. Mientras que en las afueras del recinto festivo, los hijos de las espesuras llaneras esperaban taciturnamente por una oportunidad de placer y alegría, después de haber salidos airosos y victoriosos en tantas jornadas de luchas y combates en los diferentes escenarios de guerra en el centro de Venezuela.
Más luego el Comandante Boves notando el estado impaciente de sus soldados, al querer ellos participar en tan denodada fiesta, le gritó a los invitados presentes en la fiesta, lo siguiente: ¡Fuera estos músicos de mierda; fuera de aquí músicos pendejos!
¡Y que ahora toquen los míos, para que baile mi gente y que toquen el Piquirico hasta más no dar, ja, ja, ja!
Inmediatamente, en el baile se produce una algarabía, la situación se tornaba muy crítica y preocupante, ya que el francmasón y Coronel Juan de Escalona y Oviedo disfrazado de fraile logró escaparse de la ciudad en compañía del Dr. Miguel Peña, actuando como unos vulgares y viles traidores de su casta social; fugándose ambos en la oscuridad de la noche del 12 de julio de 1.814, con destino a Caracas, en donde el Coronel Juan de Escalona y Oviedo se mantuvo oculto por seis años más o menos.
El Coronel Juan de Escalona sobre la toma de Valencia escribió lo siguiente:
"… La tropa enemiga a la hora de la entrega estaban 3.000 dentro de la plaza, toda la caballería montada en la sabana del Morro, Corrales y en todas las entradas y salidas de la ciudad; la restante infantería en varias boca calles, plaza de la Candelaria y San Francisco; en las calles había un inmenso gentío de todas clases, que cometían robos, saqueos, muertes, heridas y toda especie de desorden: era un infierno la ciudad: Boves todo lo toleraba y nada remediaba. El titulado capitán general don Juan Manuel Cajigal era poco menos de cero en esta escena por más que él representaba a Boves su dignidad y medidas humanas de pacificación, pues siempre fue despreciado y últimamente desconocida su autoridad por aquel nuevo Pizarro…".
Pero, a la velocidad del rayo llegaron las postas y entraron al baile, informándole al Taita Boves la situación reinante en la recién capitulada plaza. El Comandante Boves se enfureció de tal manera que el salón de baile y banquete se estremeció con su estruendosa y arrecha voz de mando, bajo estas palabras:
"Templín, caguin, chigüín, se ajusticiará a todo godo malandrín
Que sea atrapado con las armas en las manos".
¡Párenme la música, párenme la música, nojoda!
¡Qué ya vamos a acabar con esta guachafita, ja, ja, ja!
"Señores y señoras; en este vil momento
Se han fugado los facciosos y enemigos
Juan de Escalona y Oviedo, Francisco Silvestre Espejo
Y Miguel Peña.
Rompiendo ellos, con su fuga,
Los tratados y acuerdos firmados
En la capitulación y rendición
De esta ciudad".
"Señores y señoras, espléndidas damas,
Honorables caballeros y nobles mantuanos,
De ahora en adelante, toda persona
Que vaya nombrado
Debe salir al lado de afuera
De este salón de baile…., uno por uno…,
Carajo…, para que sean todos pasados
Irremediablemente por las armas".
Las fugas de los mantuanos valencianos antes mencionados creó en el Comandante Boves una gran arrechera que casi era imposible de controlar, cuando la partera negra Sabina Cúrvelo, natural del pueblo de Chirimena, habiendo sido partera de la negra María Trinidad Bolívar, la extinta mujer del Comandante Boves, pudo divisar entre las damiselas una sirvienta de confianza del fugado Coronel Juan de Escalona, expresando estas palabras: ¡Taita Boves, una por una no es trampa. Aquí le traigo a la ama de servicios del bandido de Escalona, ja, ja, ja!
¡Véala toa, todita, Taita Boves!
"Mire Taita Boves, óigame bien; esa mujer sabe mucho de lo que ha pasao aquí. Yo la vide hablando con otra mujer sobre la escapada que se echó ese bicho encopetado, quién más bien parece un tremendo maricón. Ella sabe como fue la vaina, Taita".
El Comandante Boves muy irritado por lo sucedido llamó de inmediato a uno de sus tenientes: "Teniente Alirio Boscán agarre a esta infeliz y me le saca todo lo que sabe sobre la fuga de Miguel Peña y Juan de Escalona. Si no responde a nada, aplíquele lo que se acostumbra hacérsele a los enemigos del pueblo llano y no le ande usted parando a lo que los mantuanos y godos dicen de nosotros".
"Si esta muérgana se le pone dura, salga pronto de ella. Llévela a la casa de su amo y marido Escalona, y que le diga todo todito".
El Teniente Boscán se llevó a la sirvienta al lugar indicado y sin decirle nada le dio un tremendo chaparrazo por la cara, diciéndole después estas palabras: ¿Maldita, dime como fue que se escapó Escalona y quienes le ayudaron en esa vaina?
La dama de oficios serviciales e íntimos no fue capaz de manifestar palabras algunas en contra de su amo y señor; lo que produjo tremenda ira en el mulato Boscán. Este llamó a su presencia al Cabo Julián Basanta, ordenándole lo siguiente: "Cabo Basanta, llévese a esta inmunda mujer y sáquela de inmediato de mi vista, ya que ella prefiere serle más fiel a su amo que a nosotros que deseamos verla libre de esos canallas de mierda".
"Me le arranca la lengua para que nunca más hable y menos con papa Di_s en el cielo, y los pechos para que nunca más sean lambuceados por ese miserable mantuano de Escalona, y una vez que haya pelado bolas, la entierran debajo de la cama de ese tipo".
El Cabo Basanta le dijo a su jefe estas palabras: "Sus órdenes son como si fueran las del propio Taita Boves; esta señora no tiene vida y de esta no la salva ni el mismo Diablo, ja, ja, ja".
Los gritos de la sirvienta eran aterradores y en eso el Comandante Boves les dijo a las celebérrimas invitadas a la fiesta estas palabras: "Si me hablan de otra dama comprometida en esas fugas, lo más seguro es que su tormento será más peor que el que están oyendo de esa próxima difunta. Coño nojoda, como ustedes no sirven para nada, al menos recen unas plegarias tridentinas por ella, para ver si puede entrar al menos en el Purgatorio".
Tomás Benítez Capote
Debemos destacar, que el Coronel Juan de Escalona y Oviedo conjuntamente con Cristóbal Hurtado de Mendoza o Cristóbal Mendoza a secas y el Dr. Juan Germán Roscio formaron parte del triunvirato mantuano que elaboró el Acta de la Independencia el 5 de julio de 1.811. Documento histórico que estuvo oculto por los oligarcas valencianos en la ciudad de La Nueva Valencia del Rey hasta 1.908. Con relación a esta historia narraremos un relato contado por el ya fallecido nonagenario tarmero don Tomás Benítez Capote quién en una ocasión y en una de esas tertulias sancocheras en el cementerio del pueblo de Tarmas en la Parroquia Carayaca le contó al afro-tarmero y difunto don Práxedes León estos relatos: "Práxedes, primeramente quiero decirte que esas tierras en donde está ubicado actualmente el cementerio de Tarmas fueron donadas por el súbdito alemán George Kienzler Kabis en 1.877. Sobre la base de un asesinato que se dio en esos tiempos cuando Felipa Rengifo y su amante que era un negro quién había sido esclavo en la Hacienda Curiana mataron a Lorenzo Rodríguez".
Doña Ana Joaquina Peña de González Guinánd,
Mujer de Francisco González Guinánd
"Sí, eso fue por allí por donde está la escuela de nuestro pueblo, por donde iba el camino a Curiana. Resulta que Felipa era tía del poeta Pío Rengifo y estaba casada con el negro Lorenzo Rodríguez. Ambos eran los padrinos de bautizo de Pío Rengifo quien nació en este pueblo el 4 de marzo de 1.864".
"Felipa Rengifo era hermana de la madre de Pío Rengifo; de doña Juana Bautista Rengifo. Ambas eran negras naturales del pueblo de Naiguatá. Pero la muérgana de Felipa le daba cacho a Lorenzo y más luego lo asesinaron, y lo descuartizaron; arrastrando su cadáver hacia el Alto del Horno o de La Renca, en la cual moraba una india que era coja de un pie, de allí proviene el nombre de ese lugar".
"El alemán Georg Kienzler Kabis en compañía de su hijo Manuel Modesto Kienzler Belsinger descubrieron el cadáver, el cual se lo estaban comiendo unas báquiras; y de esa forma ese alemán de los fundadores de La Colonia Tovar decidió donar ese lote de tierras para que todos los muertos sean pasados por el pueblo con rumbo a su descanso eterno".
Magdalena Hidalgo Arias de Rangel
"Práxedes, fíjate como son las cosas de la vida vale, resulta que a principios de la segunda década del siglo XX, siendo yo un muchacho grande con los pantalones cortos aún oí de algunos ancianos, eso sí, con mucho asombro. Yo creo que entre ellos estaba el Comisario Pedro Hidalgo Lozano, el mismísimo padre de la señora Magdalena Hidalgo de Rangel, nieta de Juan Ramón Arias".
"Ellos decían que el Acta de la Independencia de Venezuela apareció en la ciudad de Valencia en el año 1.907, en una de las casas de los más grandes aristócratas de esa ciudad. Según allí y que había una reunión de pura gente vitoqueada y de mucho caché, y de pronto pusieron a una niña a tocar música de esa que esa que uno, la gente del pueblo pobre no entiende y no comprende, ¡ellos y que la llaman clásica!, en verdad yo no sé qué es eso vale".
"A mí me parece música de estúpidos y flojos, porque a ellos los godos no les gusta joderse en las faenas del campo y menos de la agricultura, porque esa vaina es para hombres, vale; seguro estoy, que nunca veremos a esos zánganos con una chicura o con un pico en las manos sembrando carautas, ñames o ocumos".
General en Jefe Antonio Guzmán Blanco
"El Padre del Pacto Social y de la Tracalería"
"Lo cierto del caso, fue que esa niñita no alcanzaba a llegar al teclado del piano y resulta que un rico pendejo de esos que están allí, miembro de la godarría valenciana, le colocó una silla y sobre ella una serie de libros viejos, y encima sentaron a la niña para que le tocase a esos muérganos y jala bolas de turno, todos vividores de los gobiernos de Antonio Guzmán Blanco (el Ilustre Manganzón Americano) y Joaquín Sinforiano de Jesús Crespo Torres (el "Héroe del Deber Mal Cumplido"), ambos ladrones de oficio".
Al terminar la niña de complacer con su genio a esos pajuos e imbéciles oligarcas, algo extrañado resurgió entre los presentes, un ministro godo guzmancista llamado Francisco González Guinánd y Baldó (nieto del francmasón y traidor Miguel Peña), notando que uno de los libros que estaban en la silla era muy raro y antiguo, tomándolo en sus corruptas manos, exaltadamente exclamó: ¡Ah caray, amigos y amigas, todos aquí presente en esta velada de música clásica!
¿Qué es lo que están viendo mis casi desgastados ojos en estos momentos?
Expresando después estas palabras: "Señores, si les digo lo que les voy a decir ahora no me lo van a creer; este libro es el Acta de la Independencia de Venezuela; la mismita que fue redactada el 5 de Julio y que más luego fue firmada el 7 de julio de 1.811".
Cónfiro vale, y pensar que ocho días después de la misma firma del Acta de Independencia, unos realistas grandes carajos se rebelaron en la ciudad de La Nueva Valencia del Rey y de la Anunciación; enviando el Congreso Nacional por disposición del triunvirato formado por Cristóbal Mendoza, Juan de Escalona y Baltasar Padrón quienes le dieron órdenes al Marqués Francisco Rodríguez del Toro e Ibarra y su hermano el General Fernando Rodríguez del Toro e Ibarra a que reprimieran militarmente a los valencianos realistas comprometidos en esa asonada.
El viejo General Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez tuvo que tomar una decisión firme y férrea, destituyendo de toda responsabilidad al General Fernando Rodríguez del Toro e Ibarra; dirigiendo él mismo las operaciones militares tomó la ciudad después de cruentos combates, en donde tuvo 300 muertos y 1.500 heridos.
El viejo Tomás Benítez Capote continuando con sus relatos, expresó estas palabras: "En verdad chico, nuestros abuelos y padres hablaban con orgullo de la independencia de nuestro país; pero no sabían que la génesis de nuestra nación estaba escondida en manos de los godos valencianos, los mismos que mataron al General Ezequiel Zamora".
Realmente, era muy raro que ese documento apareciese 101 años después de haber sido firmado por aquellos próceres del pasado; con razón el gobierno de España no nos quería reconocer como nación, porque ese Acta representa los intereses de los ricos de siempre y de todos los tiempos; ayer los intereses de los mantuanos, después a los oligarcas liberales y conservadores, y en esos momentos a los banqueros aduladores y jala bolas de turnos, a lo que en nuestros días llamamos oportunistas de oficios. Esa Acta no representaba los intereses de los pobres venezolanos, porque allí no aparece ningún pobre, ni esclavo firmándola; es sabido que mi país quedará sumido en tiempos difíciles y de dificultades; queriendo decirle a mis paisanos que estuvimos por 101 años sin partida de nacimiento, así son las vainas de la vida, vale.
La verdad es que entendiéndose las palabras de ese anciano tarmero hoy en la transición eterna, fue cómo pudimos comprender que los escuálidos aristocráticos de hoy en sus afanes golpistas de esta manera fue como al oligarca y golpista Dr. Enrique Tejera París se le pudo encontrar entre sus documentos que estaba implícito desconocer todas las constituciones que a lo largo de toda nuestra historia ha tenido el país. Acogiéndose y apegándose ellos, (los escuálidos) en la Constitución de 1.811.
¿Qué ironías del destino?
Pero continuándose con los sucesos vividos en la capitulación y rendición de la ciudad de Valencia del Rey, el Dr. Francisco Silvestre Espejo Caamaño como participante de la fuga tuvo menor suerte, ya que fue capturado el día 14 del mes de julio; desde un balcón de la casa de los Malpica, el Taita Boves veía como lo llevaban como reo del pueblo entre dos piquetes de sus mejores soldados, expresando entre dientes: ¡Ayayay, hasta hoy te duró la luz Espejo!
El zambo José Leonardo Chirino
El afro-indiano cimarrón de la sierra coriana
En eso el Taita Boves le dijo al Comandante Sebastián de la Calzada, estas palabras: "Sebastián, me cago en la puta madre de estos malditos mantuanos. Fíjate bien, lo que son las vainas de la vida, amigo; en esa gente no se puede creer vale, porque son traidores por naturaleza propia. Coño fíjate, que los he tratado bien y mira como me han salido esos muérganos, carajo".
"Sebastián, aguáitame bien a ese vagabundo que ves allí; sí a ese mismo, a ese gran carajo de Francisco Espejo. Resulta, que el muy bandido ahora quiere ser Libertador de Venezuela. Pero, antes usted orondamente adoraba al Rey Carlos IV y después a su hijo Fernando VII, y hasta una jaladita de bolas le echó al Rey José "Pepe Botella" Bonaparte".
¿Coño nojoda, como cambian las cosas, vale?
"Ese bicho agazapado fue el mismo que le puso precio a la cabeza del negro José Leonardo Chirino en el pueblo de Santa Ana de Coro, después persiguió y asesinó a los mártires guaireños Manuel Gual y Curbelo y José María España, y seguidamente le puso precio a la cabeza del General Francisco de Miranda".
"Sebastián, bichos como ese no pueden querer a este empobrecido pueblo venezolano, ese es uno de sus más conocidos enemigos; manda que lo pongan en las manos de uno de mis más crueles verdugos, para que respete al pueblo pobre de Venezuela, nojoda, porque sólo los pobres podrán liberar a los pobre, nojoda".
¿Hasta cuando yo voy a seguir con estas palabras?
Dr. Francisco Espejo
En la medida que iban leyendo el listado en el salón de baile se acrecentaba la incertidumbre en los allí presentes; encabezando la lista por el propio Dr. Francisco Silvestre Espejo Caamaño quien era seguido de cerca por el Teniente Coronel Félix Uzcátegui Briceño, Teniente Coronel Manuel París, Alcover, los Ibarrolaburu, los Codecido, José Ignacio Landaeta, Santiago Llamas, los hermanos Peña, 48 ciudadanos y más de 60 jefes y soldados quienes fueron fusilados en la plaza mayor de la ciudad.
La orden de ajusticiamiento de los mantuanos oligarcas valencianos produjo un tremendo desbarajuste de inconmensurable consecuencias en las mujeres de la alta alcurnia valenciana. El salón de baile parecía más bien un centro fúnebre de lamentos e incontrolables lloriqueos, hasta que el Taita Boves tomando el control de la tertulia a todo pulmón gritó: ¡Carajo…, aquí se vino fue a bailar, nojoda!
El soldado bovista Antonio Pérez a susurra dijo estas palabras: ¡Cónchale, esta música será conocida en la historia de estas tierras como: el "Pasillo del Comandante Boves", así será, carajo!
"A bailar el Piquirico, carajo;
Dijo el Comandante Boves en Valencia, año 1.814"
El Comandante Boves haciendo un paréntesis en el baile recibió al emisario del Arzobispo de Caracas don Narciso Coll y Prat quién el 11 de julio de ese año le informaba sobre la fuga de Simón Bolívar y su cohorte de jalas bolas hacia las tierras que va en el camino de Petare hacia oriente, y a su vez le solicitaba que se viniese pronto a Caracas a establecer su gobierno político militar.
Y de pronto el Taita Boves gritó en la sala de baile estas palabras: ¡Aquí no se vino a lloriquear, coño!
¡Muchachos, tóquenme "El Piquirico", nojoda!
En verdad, ese Arzobispo era un hombre muy ambiguo; bueno, homosexual de oficio al fin. Ya que le tiraba un tiro a la revolución y otro a la contrarrevolución. Así son ellos cuando les tocan sus intereses de clase, porque están imbuidos a través de la historia en un fanatismo clerical y muy fatuo.
El Comandante Boves muy contento por lo que pasaba en Caracas le dijo a uno de sus oficiales estas palabras: "Tito, en Caracas están pasando cosas muy buenas, ya el bandido de Bolívar anda en apuros y desbandadas hacia el oriente de Venezuela".
"Chepino que le ponga orden allá y que trate de capturarlo, para pasarlo por las armas sin contemplación alguna, de verdad que no le tengo misericordia ni consideración a ese sujeto. Pero si tiene algo de cierto, que es valiente y dificultoso para derrotarlo. Bolívar no es un hombre fácil".
"Tito, envía un posta y dile que a paso rápido vaya a Caracas y de mis instrucciones sin tapujos, y que me vigilen bien a ese Arzobispo. Yo no me confío del él, si se pone raro lo encapillan, si colabora trátenlo con cuidado".
Seguidamente, sus guerreros entraron a los salones y bailaron toda la noche con las mujeres mantuanas un alegre sarao y otras musiquitas de nuestra propia tierra al ritmo del Piquirico, el cual al compás de la descarga de fusilería de los chopos andariegos llenos de justicia social colectiva, cantaban los músicos con estas letras musicales:
Cuando yo quiero que
El perico vaya a misa,
Yo quiero que me lave
Y me planche la camisa.
Ay, mi perico,
Dame la pata
Para ponerte
Las alpargatas.
En unos de esos momentos espectaculares de la fiesta, intervino el negro Liborio Apascacio Moffi quien había sido esclavo traído desde la isla de Trinidad al pueblo de Guiria y a su vez fue liberado por el Taita Boves de las manos de los oligarcas orientales, diciéndole estas palabras a tan digno representante de la negritud venezolana: ¡Cónchale, negro Liborio Moffi!
¿Tú no andas en barraganería con la negra Asunción, mira que yo lo sé todo, nojoda?
Negro Liborio, la verdad es que tú no eres un negro bruto vale: ¿Dime carajo, que vaina es esa que tiene en las manos?
¿Dímelo pues?
Camino antiguo de Petare
Y este le respondió al Taita bajo estas palabras: "Caraá, Taita Boves: hace pocos años atrás yo anduve con el Capitán Manuel Gual y Curbelo, por allá por La Guaira, en la vaina esa que ellos les tenían montado o le iban a echar al hijo de puta Rey de España en estas tierras. Yo creo mi Taita, que eso fue por allá por 1.797".
"Ya que yo pertenecía al grupo que tenía por jefe al negro y Sargento Lorenzo Acosta. Mire Taita, yo sé que vustéd le tiene harta arrechera a ese Rey maricón a quien llaman y que Fernando VII".
"En verdad Taita, estas letras la cantábamos todos los negros guaireños y barloventeños, y la llamábamos La Carmañola Americana. Y que en esta fiesta le cae muy bien a estos muérganos oligarcas valencianos".
Taita Boves, de esta forma era como la cantábamos:
Yo que soy un sin camisa
Un baile tengo que dar
Y en lugar de guitarras
Cañones sonaran.
Bailen los sin camisas
Y viva el son, y viva el son.
Bailen los sin camisas
Y viva el son del cañón.
Si alguno quiere saber
Por qué estoy descamisado,
Porque con los tributos
El Rey me ha desnudado.
Cuando por la libertad
Algún pueblo ha peleado,
No hay ejemplo ninguno
De haber sido humillado.
Seremos todos iguales
Y no habrá otras distinciones,
Que el talento, la virtud
Y las grandes acciones.
El Comandante Boves dirigiéndose nuevamente al negro Liborio, le dijo estas palabras: "Coño Liborio, ustedes deben aprender a no despepitarse mucho hablando guebonadas ante esos mantuanos de mierda, ya que esos degenerados y degeneradas nunca les van a perdonar a ustedes que se les hayan alzaos y mucho menos haberle golpeado con gran arrechera sus propios intereses. Para que entiendas mejor, negro; el haberse escapado y abandonado sus haciendas".
"Liborio, hijo mío; esta guerra la hacemos para que ustedes puedan construir una verdadera nación en donde estén los que nunca han estado, y para que recuperen sus nombres y apellidos y se puedan quitar para siempre el yugo de llevar el de esos malditos esclavistas. Algún día las cosas volverán a su verdadero ritmo, pero ustedes nunca más deben apellidarse Bolívar, Tovar, Toro, Palacios, Blanco, y ese coro de mamaguebadas".
Liborio, un día el asqueroso Rey Carlos IV de Borbón en su trono español sobre los habitantes de esta tierra americana dictó una Real Célula en la que expresaba lo siguiente: "…Que no era conveniente ilustrar a los Americanos…".
Hay que destacar, que un valeroso soldado del ejército nacional venezolano, de la misma extirpe llanera barinesa llamado Hugo Rafael Chávez Frías, con el grado de Teniente Coronel insurgió militarmente el 4 de febrero de 1.992, en contra del orden de cosas establecidos por el Pacto de Punto Fijo. Y quién hoy ocupa la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela a partir de 1.999, por mandato de los descendientes de aquellos bravíos soldados del Taita Boves en los tiempos de la guerra social entre 1.812 y 1.814. Logrando establecer la masificación de la educación a todos los niveles, clases sociales y edades y acabando con ese viejo y antiguo mito borbónico de que los pueblos de Nuestra América Siempre Rebelde no se ilustrasen en la búsqueda del conocimiento.
Al fin acabamos con el analfabetismo a nivel nacional a través de las Misiones Robinsón, Ribas y Sucre; aunado a las misiones Identidad, Barrio Adentro I y II, Vuelvan Caras, Guaicaipuro, Piar, José Gregorio Hernández, entre otras. Siendo ese el principio de la práctica mirandina propuesta al Generalísimo Francisco de Miranda por el General José Félix Ribas en 1.812, cuando le dijo: "…General Miranda, imponga la Dictadura Revolucionaria…".
La Dictadura Revolucionaria no es otra cosa que la Dictadura del Proletariado y por ello es necesario recordar para siempre al Comandante José Tomás Boves de la Iglesia, por ser quién le dio forma a nuevas formas de luchas a través de una táctica revolucionaria que nació bajo el Proyecto Liberador de nuestro padre Guaicaipuro en sus gestas por nuestra libertad y defensa de nuestra soberanía.
Hoy nuestra táctica revolucionaria sufre los avatares de la Enfermedad Infantil del Izquierdismo atacada por Lenin en la II Internacional en 1.922; en la cual sectores "y que revolucionarios" trataron de frenar el avance de la clase obrera por su propia emancipación, y que hoy se traduce en los V columnistas enquistados en nuestro proceso bolivariano y revolucionario. Hoy tenemos que recordar con más fuerza al Comandante Boves, dándolo a conocer dentro de su gran dimensión humana y sin tapujo alguno. Ya que defenderlo es nuestro sagrado deber; y de no ser así, es seguir transmitiendo formas de dominación dentro del marco de la esclavitud del pensamiento, como tal.
En el libro "CHE, Sierra Adentro", Tercera Edición, publicada por Editorial Fuentes, Caracas 1.976, hay un apéndice dentro de la portada que en relación al Comandante Ernesto "Ché" Guevara reza lo siguiente: "…La gente de la sierra habla de las cosas que pasaron, de las veces que vieron al Ché y de lo que le vieron hacer y decir, y mientras cuentan, la historia se vuelve a vivir…".
¿Y con el Taita Boves no estaría pasando lo mismo hoy en día?
¿Quizás no estaríamos viviendo el mismo drama e historia del pasado?
¿Qué sería lo que le pasó al General Manuel Piar en la interpretación de las luchas de castas en la Venezuela de su tiempo?
¿No sería que el General Manuel Piar terminó dándole la razón al Comandante Boves sobre la guerra social que lideró en los tiempos de la guerra a muerte?
Pero, continuemos con los sucesos que vivieron los oligarcas y godos en esos días difíciles para el mantuanismo criollo valenciano en 1.814. Carajo vale, de esa forma fue como el ángel de la muerte se enseñoreó sobre la Plaza Mayor de la ciudad de La Nueva Valencia del Rey, el 15 de junio de 1.814. Sin embargo, sobre esta histórica fiesta desde esos tiempos hasta nuestros días hay infinidades de detractores de la historiografía escuálida y mantuana oligárquica, quienes tratando de enlodar la figura hegemónica del Comandante José Tomás Boves escribieron en su contra estas pírricas letras:
"… En la noche siguiente a su entrada a Valencia (10 de julio), Boves reunió todas las mujeres en un sarao, y, entre tanto, hizo recoger los hombres, que había tomado precauciones para que no se escaparan, y sacándolos fuera de la población los alanceaba como toros sin auxilio espiritual. Solamente el Doctor Espejo (Gobernador político) logró la distinción de ser fusilado y tener tiempo para confesarse. Las damas del baile se bebían las lágrimas y temblaban al oír las pisadas de las partidas de caballería, temiendo lo que sucedió, mientras que Boves con un látigo en la mano les hacía danzar El Piquirico y otros sonetos de la tierra a que era muy aficionado, sin que la malicia que ellos inspiran fuese capaz de ablandar aquel corazón de hierro. Duró la matanza algunas horas…".
¡Qué vil infamia de la oligarquía mantuana valenciana!
El Dr. Francisco Silvestre Espejo Caamaño fue fusilado sin formula de juicio en la mañana del 16 de julio de 1.814, muerte que sirvió de escarmiento a quienes pretendían seguir explotando al pueblo venezolano a través de la esclavitud de los hacendados de esa época. Sin embargo su capellán militar, el presbítero José Ambrosio de las Llamozas y quién a su vez le sirvió de cronista escribió sobre esos sucesos lo siguiente:
"… Lo de Valencia fue una noche de San Bartolomé, donde se mata a los hombres y se veja a las mujeres. Durante varias noches que duró el tormento, a los hombres se alancean, como hacen los matadores con los toros en los ruedos. Boves, en su furor de cómitre, agita el látigo y hace que las damas bailen el "periquito", un son de la época, mientras sus esposos son cazados con las largas lanzas. Es un holocausto satánico e necesario… A las damas que habitaban la residencia del gobernador, las ataron a la cama y con un filoso cuchillo les cortaron los pezones, en un éxtasis de alaridos de lujuria y violación…".
Como una estela fulgurante en horas de la noche, El Taita José Tomas Boves reunido con sus hombres en aquel majestuoso salón, recinto de los oligarcas allí detenidos con sus mujeres y amante, llamó al negro Pío Ladera y al zambo Juan Tortoza, diciéndole estas palabras: "Caramba muchachos, vayan a donde están mis baúles y sáquenme un documento muy viejito que está allí y que hace algunos años traje de España. Mira Pío, tú de vainas sabes leer, pero lees nojoda, porque esta guerra la estamos haciendo es para que aquí en estas tierras no hayan brutos".
"Bueno Pío, usted llega allá y busca entre esos papeles un documento que pude copiar a manos en España, donde un vascongado llamado Lope de Aguirre hace como trescientos años estuvo por aquí, proveniente del Perú. Vayan pues, y tráiganme esa vaina".
En eso el negro Cantalicio a escondidas dijo: "Ave María Purísima, ese tirano Lope de Aguirre como que era hijo del mismo demonio; por ahí dicen que hasta mató a su propia hija, zape gato, ni haragato".
El Taita José Tomás Boves había oído las palabras del negro Cantalicio y le ripostó con estas palabras: "Cantalicio, Cantalicio; a ese a quien en estas tierras llamaron Lope de Aguirre, ese era un hombre sediento de ser liberado por sí mismo; así como ustedes lo buscan a través de la guerra que hacemos. Lope de Aguirre también la buscó, coño vale".
Y fue justamente en estas tierras en donde casi lo logra, ya que la mayor parte de su vida la pasó guerreando en el Perú, como un vulgar esclavo en los ejércitos de los Pizarro y Almagro.
Rey Felipe II, "El Choro que repartió las tierras de Venezuela
A sus genocidas mercenarios"
En eso llega el negro Pío con la carta donde Lope de Aguirre se le rebela al Rey Felipe II, diciéndole al Comandante Boves:"Taita, Taita Boves. Este es el papel que usted me pidió".
Y el Comandante Boves le respondió: "Anjaá, así es como se cumplen las órdenes Pío; gracias por tú trabajo realizado".
Carajo, ese muérgano llamado y que el Rey Felipe II, tratando de taparear sus mariconadas, un día le dijo a un grupo de sus inmediatos jalas bolas quienes venían a joder a sus antepasados en estas tierras, con estas palabras: "…miren ustedes, yo no los mando para allá a colonizar, sino a evangelizar…".
"Ja, ja, ja, muchachos; oiga esas palabras y reténganlas en sus memorias; esos carajos ya habían jodido a esa gente, le habían quitado sus tierras y lo más preciado de todo ser, su libertad. Ya que ellos trataban a los indios bajo el término de SIN-DI_S".
"Por eso es que estamos luchando Pío, y ahora es cuando tenemos que ganarles esta guerra a los mantuanos, y a quienes se parezcan a ellos. Por eso esta guerra es a muerte, como a bien lo expresara el mantuanito mariconeado de Simón Bolívar en el año 1.813".
"Bueno muchachos, ahora les voy a leer las letras de Lope de Aguirre, a quien los oligarcas de estas tierras desde tiempos antiguos le llaman EL TIRANO; quizás a mí o a ustedes en los postreros tiempos nos tilden con las mismas palabras o con peores decires, tal vez lleguen a manifestar que somos bandidos o delincuentes: es por ello que esta guerra tenemos que ganarla, porque si la perdemos nos jodemos todos y pudiésemos ser esclavos de esos muérganos godos por uno o dos siglos más".
El Taita Boves con buena voz y con un método de narración bien concebido comenzó a darle lectura a la antes mencionada carta del Capitán Lope de Aguirre, entre sus aguerridos hombres, haciendo referencias a los siguientes tópicos de la misma:
"… Rey Felipe, natural español, hijo de Carlos, invencible Lope de Aguirre, tú mínimo vasallo, cristiano viejo, de medianos padres, hijodalgo, natural vascongado, en el reino de España, en la villa de Oñate vecino, en mi mocedad pasé el mar Océano a las partes del Pirú, por valer más con la lanza en la mano, y por cumplir con la deuda que debe todo hombre de bien; y así, en veinte y cuatro años, te he hecho muchos servicios en el Pirú en conquistas de indios, y en poblar pueblos en tú servicio, especialmente en batallas y reencuentros que ha habido en tú nombre, siempre conforme a mis fuerzas y posibilidad, sin importunar a tus oficiales por paga, como parescerá por tus reales libros…".
"…aunque también creo que te deben de engañar los que te escriben desta tierra, como están lejos….".
"…he salido de hecho con mis compañeros, cuyos nombres después diré, de tú obediencia, y desnaturándonos de nuestras tierras, que es España, y hacerte en estas partes la más cruda guerra que nuestras fuerzas pudieren sustentar y sufrir; y esto, Rey y Señor, nos ha hecho hacer el no poder sufrir los grandes pechos, premios y castigos injustos que nos dan estos tus ministros que, por remediar a sus hijos y criados, nos han usurpado y robado nuestra fama, vida y honra, que es lástima,.."
"…Y no tengas en mucho el servicio que tus oidores te escriben haberte hecho, porque es muy gran fábula si llaman servicio haberte gastado ochocientos mil pesos de tú Real caja para sus vicios y maldades. Castígalos como a malos, que de cierto lo son….".
"…Por cierto lo tengo que van pocos Reyes al infierno, porque sois pocos; que si muchos fuésedes, ninguno podría ir al cielo, porque creo allá seríades peores que Lucifer…".
"…pues las lágrimas que allá echan delante tú Real persona, es para venir acá a mandar. Si quieres saber la vida que por acá tienen, es entender en mercaderías, procurar y adquirir bienes temporales, vender los Sacramentos de la Iglesia por prescio; enemigos de pobres, incaricativos, ambiciosos, glotones y soberbios; de manera que, por mínimo que sea un fraile, pretende mandar y gobernar todas estas tierras. Pon remedio, Rey y Señor, porque destas cosas y malos exemplos, no está imprimada ni fijada la fé en los naturales; y, más te digo, que si esta disolución destos frailes no se quita de aquí, no faltarán escándalos….".
"…tus oidores, tienen cada un año cuatro mil pesos de salario y ocho mil de costa, y al cabo de tres años tienen cada uno setenta mil pesos ahorrados, y heredamientos y posesiones…".
"…Pues los frailes, a ningún indio pobre quieren, absolver ni predicar; y están aposentados en los mejores repartimientos del Pirú, y la vida que tienen es áspera y peligrosa, porque cada una de ellos tiene por penitencia en sus cocinas una dozena de mozas y no muy viejas, y otros tantos muchachos que les vayan a pescar; pues a matar perdices y a traer fruta…".
"…Sabes que vemos en estas partes, excelente Rey y Señor, que conquistaste a Alemania con armas, y Alemania ha conquistado a España con vicios…".
"…pues nos han negado lo que de derecho se nos debía…".
"…Hijos de fieles en tierra vascongada, y rebelde hasta la muerte por tú ingratitud…".
Lope de Aguirre, el Peregrino.
Estimado lector de esta obra histórica, descendientes de aquellos bárbaros oligarcas, grandes cacaos, terratenientes y latifundistas del ayer, como a bien lo enmarca Lope de Aguirre en sus últimas letras escritas en tierra barquisimetana y en la víspera de su asesinato.
¿No serían nuestros enemigos de hoy?
¿No serán los mismos curas y sacerdotes, enemigos de los pobres, glotones y ladrones que él hace referencia?
En la Gazeta de Caracas Nº 76, correspondiente al día, lunes, 20 de junio de 1.814, Año 4º de la Independencia, se escribió un artículo titulado: "Táctica militar de Boves en los Llanos". En la cual se recogió lo siguiente:
"… Como los pueblos están cansados de la guerra, y desengañados de las falsedades y promesas de ese bandido, el medio de reclutar gente él, y sus nombrados comandantes, es llegar a un pueblo, incendiarlo, sacar todas sus mujeres y conducirlas al Quartel General. Sus mandos que se ocultan en los montes a la aproximación de cualquier partida de Boves, luego que saben que sus mujeres e hijos han sido conducidos al Quartel general se le presentan, y son otros tantos soldados…".
"…No tienen paga alguna; más todo soldado está autorizado para coger quanto encuentre en los pueblos y en el tránsito de sus marchas: el robo y el saqueo es permitido aún entre ellos mismos…".
¿Qué desfachatez de la prensa mantuana de la época, nojoda?
¿Y qué llamar bandido a un jefe de los quilates del Comandante José Tomás Boves?
¿Y qué sería el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías en estos instantes?
¿Quién más bandolero que el propio General en Jefe Simón Bolívar en esos tiempos?
¿No sería que el pueblo llano venezolano estaba practicando la violencia revolucionaria?
Los historiadores escuálidos de los tiempos de la Guerra a Muerte entre los años 1.813 y 1.814, sobre el Comandante Boves escribieron tan iguales barbaridades como estas:
"… La guerra social iniciada por Monteverde y desatada por partidas sin coordinación, estaba esperando un jefe como Boves para convertirse en lo que fue: el espanto suelto sobre la tierra de Venezuela, una fuerza incontenible y cohesionada que destruía cuanto hallaba a su paso. Los hombres de Boves no esperaban, vivaqueando en los campamentos, la orden de atacar las posiciones enemigas, sino que se movían como legiones de demonios para cazar republicanos, sobre todo si eran blancos, para violar mujeres, degollar niños, quemar casas después de haberlas desvalijado. La horda de Boves no respetaba nada, pero el jefe, José Tomás Boves, era impasible; no se le conocían excesos ni en el fumar ni en el beber ni en el trato con mujeres; al morir no disponía sino de su caballo y de una acreencia de trescientos pesos sobre un amigo a quien le había prestado esa cantidad.
La crueldad no era para Boves nada alarmante. A dos hermanos que se pasaron de las filas republicanas a las suyas, en el último sitio de Valencia, les hizo colocar cuernos en la frente para que parecieran toros y ordenó a su caballería llanera que corriera en círculo alrededor de ellos, que los lanceara y que arrastrara sus cuerpos amarrados a las colas de los caballos. Después de la toma de Valencia reunió en un baile a todas las damas de la ciudad las hizo bailar la noche entera a fuerza de latigazos mientras los maridos eran muertos a lanza, "como toros", según dice el Regente Heredia, a poca distancia del lugar del baile.
Para Boves no había lugar sagrado. En más de una ocasión metió su caballo hasta el altar de una iglesia y allí mismo, frente a los ídolos, hizo matar gente. A la hora de degollar, le daba lo mismo la tierra pelada que el piso de mármol de los templos.
Hubo pueblos, como San Joaquín y Santa Ana, donde todos los habitantes murieron degollados por órdenes de Boves. En la capilla del Carmen, en Barcelona, y en presencia de Boves —sin que él demostrara la menor emoción—, uno de los oficiales llaneros despedazó a una señorita que se había refugiado en el altar. La misma noche de ese día, Boves hizo reunir en una fiesta a las mujeres distinguidas de Barcelona y a las que se habían refugiado allí y las hizo bailar con los llaneros, que tenían la ropa cubierta de la sangre de los maridos, hermanos, novios y hasta hijos de esas señoras. A lo largo del baile, los músicos iban siendo decapitados uno a uno, con intervalos para que la música no se acabara temprano; de manera que al amanecer sólo quedaba un violinista, entonando su propio funeral antes de morir. Las señoras fueron obligadas a presenciar ese frío, lento y masivo asesinato. Los músicos decapitados fueron treinta…".
Lo único cierto sobre las letras que escribieron esos muérganos del ayer, fueron estas palabras: sin embargo ese hombre era agradecido, y la gratitud es flor de virtudes que sólo se da donde hay otras virtudes. Al morir mandaba una horda de 19.000 llaneros…".
Continuando con nuestros relatos, decimos que en verdad esos godos valencianos del ayer son los mismos que hoy tratan de derrocar el gobierno legítimo presidido y liderado por el Comandante en Jefe Hugo Rafael Chávez Frías, y lo podemos visualizar con los hechos que se vivieron hace algunos años atrás cuando el General de Brigada (GN) Luís Felipe Acosta Carles en su condición de Comandante del Comando Regional Nº 2, de su estamento militar; en la ciudad de Valencia tomó medidas drásticas en contra de los godos y oligarcas acaparadores de alimentos y de productos de primera necesidad; en donde "y qué honorables damas de la godarría valenciana" arremetieron con fuerza y ofensas en contra de las medidas tomadas por el gobierno nacional en esos días de Revolución Bolivariana, olvidando ellos que la espada de Bolívar se mueve por América Latina.
El General de Brigada (GN) Luís Felipe Acosta Carles por su forma de ser actuó más bien como un militar de formación fascista; ya que un revolucionario socialista y bolivariano no puede dar órdenes que vayan en contra de la integridad de la gente como tal. Su accionar más bien nos indicó que en un futuro no muy lejano saltaría la talanquera hacia los caminos inciertos de la oposición aberrante y obstinada que existe en nuestro país; ya que él proviene de las familias más distinguidas y oligárquicas del llano guariqueño.
Continuando con nuestra historia bovista, explicamos lo siguiente: El Comandante José Tomás Boves le giró instrucciones al Comandante Sebastián de la Calzada, para que con un fuerte contingente de sus soldados persiguiera con su división al General Rafael Urdaneta Farías quien ya estaba en tierras del occidente de Venezuela.
Más sin embargo, el General Rafael Urdaneta Farías en esos cruciales momentos de su vida guerrera al servicio de la oligarquía venezolana dijo estas palabras:
"… Desde ese tiempo en adelante, las personas patriotas de los pueblos del tránsito, hombres, mujeres, niños, debían seguir a los cuerpos del ejército, so pena de ser asesinadas; con ellas huían también los indiferentes y hasta los realistas moderados…".
Notificándole al Coronel Francisco Tomás Morales Alonso que marchase con el grueso de su ejército hacia Aragua de Barcelona, optando el Taita Boves en marchar hacia Caracas. En verdad, sobre la rendición y capitulación de la ciudad de La Nueva Valencia del Rey y de la Anunciación, debemos dedicarle al glorioso ejercito del Comandante José Tomás Boves que tuvo en esa inolvidable acción de armas y muy en especial a los representantes de la negritud afro venezolana en su invencible ejército, un poema negroide del poeta jamaiquino George Campbell, titulado:
"SANTIFICADO"
"Santificado sea la cabeza blanca
De un niño negro,
Santificado sea el lino negro
De un niño negro.
Santificado sea
El dorado vellón
Que flotará en las ondas
De los vientos
Y se hará tenue como nubes
Que se dispensan.
Santificados sean
Cabeza de cabello chino
Mal calmo mal impersonal
Profundo florecer de lo maduro
Y lo tradicional.
Cabeza de gentes rubias
Claro rielar de los bienes
De mi especie;
Cabeza de indios,
Consentimientos de distancia
Y espacio y crepúsculo:
Cabezas de oro candeal,
Cabezas de gentes oscuras
Tan fuertes tan originales:
¡Todos de la tierra y el sol!
En este momento de la Mesa Redonda, tomó la palabra el niño Carlos Aponte Carreño, quien le preguntó al licenciado Jimmy Palazzo lo siguiente:
Bueno Jimmy, primeramente el Comandante Boves le envió un oficio al gobernador de la ciudad de Caracas, don Nepomuceno Quero, bajo estos términos: "Si a mi llegada a esa ciudad que será dentro de veinte días, encuentro un seudo-patriota, usted pagará con su cabeza".
Jimmy, Jimmy, como sabrás; El Taita Boves avanzó hacia Santiago de León de Caracas, cuéntanos: ¿Cómo fue su arribo a esa ciudad?
Carlitos, recuerda que en días pasados pasamos una semana por allá, claro está, esa no es la Caracas que estamos contando aquí; el cuento fue que en el trayecto hacia la mariana ciudad de Caracas se acercó un posta y le dio al Taita Boves la siguiente información: "Taita, Taita Boves; quiero hablar con usted en estos momentos, ya que le han enviado un notición de primera".
Dr. Miguel Peña
"Padre de la corrupción en Venezuela"
El Comandante Boves reconoció que el posta era el joven Saturnino Alemán, quién abordándolo le dijo: "Dime Saturnino, que me traes por ahí, dime, dime, rapidito vale".
Saturnino Alemán, le respondió al Taita Boves con estas palabras: "Taita Boves, en la cagazón que tuvieron los mantuanos al saber sobre su arribo a Caracas, uno de ellos llamado Vicente Salías fue capturado muy cerquita de la isla de Curazao. Pero fíjese usted, lo que son las ironías de la vida, Taita. Ese gran carajo fue capturado por nuestros hombres, quienes tripulan la goleta que lleva su magnánimo nombre Taita, denominada El Valiente Boves".
El Comandante Boves contento de la labor realizada por sus guerreros, le preguntó a Saturnino Alemán lo siguiente: ¿Qué hicieron con ese muérgano de Vicente Salías, Saturnino?
"Porque hay quienes me informaron que lo agarraron a bordo del Bergantín Correo de Gibraltar".
Y este le respondió con estas palabras: "Taita Boves, ese oligarca fue conducido preso al castillo de Puerto Cabello; conjuntamente con otros carajos que fueron tomados prisioneros en su compañía, donde fueron condenados a muerte. Esos bichitos fueron pasados por la armas sin contemplación alguna, Taita".
Dr. Don Narciso Coll y Prat
Arzobispo de Caracas y Venezuela
Pero, al muy pajuo lo dejaron expresar sus últimas palabras y estas fueron las que dijo ese maldito cuando lo teníamos encapillao: "… Dios omnipotente, si allá en el cielo admites a los españoles, renuncio al cielo…".
El Comandante Boves contento de la labor realizada por sus hombres, expresó esas palabras: "Ese bandido de Vicente Salías fue un vil representante de la godarría venezolana y sus últimas palabras son en contra de su propia casta; ya que ellos son los verdaderos representantes del poderío español en Venezuela. Ellos son los que han salido en defensa de Fernando VII en 1.808 y más luego en 1.810, ja, ja, ja".
¡Que Dios se apiade de su alma. Ese mismo parásito fue quién fue a las islas de Jamaica y Curazao a buscar armas para defender a tan bastardo Rey español, ja, ja, ja!
Don José Tomás Boves de la Iglesia en su condición de Comandante General del Ejército español y Gobernador e Intendente de las provincias de Cumaná y Barcelona llega al valle de Santiago de León de Caracas el 16 de julio de 1.814. En donde fue recibido y aclamado suntuosa y pomposamente con fuegos artificiales por todos los sectores de la sociedad caraqueña, donde había repiques de campanas y música sacra en todas las iglesias y templos de la ciudad en su honor. Hubo momentos en que el Taita Boves dirigiéndose a sus oficiales les dijo lo siguiente: "Caramba muchachos, se nos escapó el muy muérgano de Miguel Peña; nos han llegado noticias de él. Ya sabemos que se fue para la isla de Trinidad disfrazado de mujer, otros dicen que de cura. Bueno ese es un marico ensotanado, ja, ja, ja".
Lo cierto del caso, es que el Dr. Miguel Peña en realidad se fue a la isla de Trinidad, en donde se mantuvo hasta el año 1.821. A su regreso a Venezuela fue conminado por el Libertador Simón Bolívar a una negociación de armas en Londres; resultando que tan afamado delincuente y corrupto se robó nada más y nada menos que la bicoca de 200.000 mil pesos en onzas de oro; en la cual la onza estaba a 16 pesos. La actitud del padre de la corrupción en nuestro país fue reprobada por el propio General Simón Bolívar en 1.827.
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