Los daños causados por la crisis ya abarcan "tres generaciones" (Parte I) (página 11)
Enviado por Ricardo Lomoro
El mundo se dirige a la paz. Falso también, pues esta paz que supuestamente está consiguiéndose se basa en estados policíacos agresivos y criminales, en condiciones laborales y sanitarias que en silencio aniquilan a millares de personas cada día, reprimen movimientos libertarios donde se presenten y aplastan a quienes osen levantarse en armas.
Fomentar la cultura del miedo y de la desconfianza ha sido otras de las misiones. Una profusa filmación de temas nazis y documentos acerca del nazismo es exhibida constantemente. A esta labor amedrentadora se unen con máxima eficiencia películas sin intención artística que modernizan el mundo medieval de los fantasmas, posesiones diabólicas y hechizos al servicio del Mal, combatido por ángeles protectores, exorcistas, héroes de pacotilla que luchan contra seres fatales: arañas venenosas, abejas asesinas, perros sanguinarios, tiburones gigantescos, animales prehistóricos que "renacieron", al igual que humanos muertos que reviven para asesinar. Abundan películas sobre aviones secuestrados o deteriorados, edificios en llamas, maremotos, marcianos belicosos, platillos voladores y toda parafernalia de desastres.
¿Por qué razón se inculca espanto y recelo? Max Mendizábal contesta: "Un individuo temeroso de la naturaleza, desconfiado de sus semejantes, receloso de su entorno, es más proclive a creer en los llamados fenómenos paranormales, en sucesos relatados por vulgares comerciantes de la comunicación; abandona el análisis de la realidad para dar cabida a rumores o a tratamientos anticientíficos, todo lo cual lo hace presa fácil de un sistema que así lo fuerza a enclaustrarse y a evitar su participación abierta en la sociedad, pues ha sido dominado por el miedo".
Por si algo de lo precedente llegase a fallar en caso de brotes insurgentes o de simples reclamos populares, se multiplicaron los presupuestos de los ejércitos y las policías. Con ello se consiguen varios objetivos: dar firmeza a gobiernos apátridas, imbuir en el ánimo colectivo temor por el gran poder de tales gobiernos; someter, más que a delincuentes, a organizaciones contestatarias; crear otra clase privilegiada, cuyo aporte a la humanidad es dañino, y finalmente, proporcionar pingües ganancias a los fabricantes de armas y de toda clase de implementos bélicos.
La intensificación en el uso de todo tipo de drogas es alentada por campañas publicitarias que aparentan lo contrario. Los drogadictos que aparecen en televisión son seres marginados, vagabundos o "niños de la calle", pero ningún medio de comunicación investiga o exhibe a quienes cuentan con recursos económicos para adquirir cocaína, esto es: funcionarios gubernamentales, altos jefes militares, artistas de cine o televisión, influyentes directores de diarios, poderosos financieros, ricos industriales y comerciantes, populares deportistas No es un secreto que diversos gobiernos han fomentado el comercio de drogas desde hace años, como ocurrió en México durante la crisis de 1968, en la cual abiertamente, con protección policíaca, se distribuía droga en las escuelas preparatorias a fin de debilitar y desacreditar el movimiento estudiantil.
La nueva cultura impuesta desde las cimas de la economía, por medio de una arrolladora avalancha de presiones ha obligado al ser humano a cambiar su conducta; la lucha de todos contra todos que ha sido desatada impele al egoísmo y aún a cometer actos violentos para acopiar, unos, lo indispensable para subsistir; otros, la mayor riqueza posible.
¿Cómo combatir este alud ciego de imposición de modos de vida a miles de millones de personas?
"1984" (en inglés Nineteen Eighty-Four) es el título de una novela de política ficción distópica escrita por George Orwell en 1948 y editada en 1949. En la novela el estado omnipresente obliga a cumplir las leyes y normas a los miembros del partido totalitario mediante el adoctrinamiento, la propaganda, el miedo y el castigo despiadado. La novela introdujo los conceptos del siempre presente y vigilante Gran Hermano, de la notoria habitación 101, de la ubicua policía del pensamiento y de la neolengua, adaptación del inglés en la que se reduce y se transforma el léxico -lo que no está en la lengua, no puede ser pensado.
Muchos comentaristas detectan paralelismos entre la sociedad actual y el mundo de 1984, sugiriendo que estamos comenzando a vivir en lo que se ha conocido como sociedad Orwelliana. El término Orwelliano se ha convertido en sinónimo de las sociedades u organizaciones que reproducen actitudes totalitarias y represoras como las representadas en la novela. La novela fue un éxito en términos de ventas y se ha convertido en uno de los más influyentes libros del siglo XX.
Se la considera como una de las obras cumbre de la trilogía de las antiutopías de principios del siglo XX (o la también llamada ciencia ficción distópica), junto a la novela de 1932, "Un mundo feliz" (A brave new world, en inglés), de Aldous Huxley; y "Fahrenheit 451", de Ray Bradbury.
En "1984" que Orwell ubicó en la Unión Soviética, se refinó en su contrario. Orwell vivía en el edificio 27B frente a la plaza Canonbury en Islington, North London. 59 años después de escribir su novela 1984, su casa en un radio de 180 metros se encuentra rodeada por 32 cámaras de vigilancia que graban cada movimiento que se produce.
Estas 32 cámaras son algunas de las 4,2 millones de cámaras diseminadas por todo Gran Bretaña, una cada catorce ciudadanos. Se calcula que en ese país se hallan el 20 % de todas las existentes en el mundo y que cada británico es grabado cada día alrededor de 300 veces.
Estamos llegando a un punto donde todo ciudadano es culpable por defecto y sus movimientos deben ser seguidos y analizados. El mundo que Orwell imaginó, poco a poco, para nuestra desgracia, se hace realidad.
Es difícil el combate en las actuales circunstancias porque todo es adverso: el alud neoliberal tiene de su lado a: ejércitos, policías, altas jerarquías religiosas, sistemas de producción importantes –industria, agricultura, servicios-, transportes, control de las mejores tierras de labranza y sistemas de irrigación, medios de comunicación impresos y electrónicos con tecnología sofisticada para detectar el más insignificante intento de rebeldía. Sin duda alguna, nunca antes sobre la Tierra hubo tal polaridad de poder, control y fuerza sobre miles de millones de seres humanos.
La humanidad ha sido afectada desde la cúspide del imperio mundial. Nadie se salva; desde los intelectuales hasta los rudimentarios; desde los niños hasta los ancianos, todo en aras de la globalización, la modernidad, el neoliberalismo, el fin de la historia.
La economía por la economía (en el nombre del mercado)
Había una jerarquía de señores y vasallos vinculados a través del vasallaje. Por el vasallaje, un vasallo se ofrecía a un señor, entablando un contrato en donde el vasallo debía obediencia y lealtad, y el señor debía protección. Ésta era la única manera de garantizar el orden. Los privilegios de la nobleza la obligaban a encargarse de que todo funcionase. Para ello recurrieron a acuerdos de dependencia mutua conocidos con el nombre de "relaciones feudo-vasalláticas", que podían ser de dos tipos:
Vasallaje. Es un pacto entre dos miembros de la nobleza de distinta categoría. El caballero de menor rango se convertía en vasallo del noble más poderoso por medio de la Ceremonia de Homenaje e Investidura. El vasallo prestaba homenaje al señor -humillándose ente él- y éste le investía dándole una espada, o bien un báculo si era religioso. El señor protegía al vasallo y le otorgaba un feudo (un castillo, un monasterio o un simple sueldo), a cambio, el vasallo le juraba fidelidad y estaba obligado a prestarle ayuda militar y consejo.
La figura de "vasallaje" que más me interesa destacar (y debatir, en su caso) es la "cumplida" por la Unión Europea con respecto a los Estados Unidos. Su papel de "partenaire" en la OTAN (que de ejército de liberación ha devenido en ejército de ocupación, además -para más "INRI"- con dinero propio). Su obediente "seguidismo" a los dictados de la Organización Mundial del Comercio, en función de los intereses de los Estados Unidos. Su "miedo escénico" de exigir al Reino Unido a optar por ser un miembro activo y completo de la Unión Europea o ser socio del NAFTA, ALCA, o Commonwealth Made in USA (el fin del "submarinismo"). Como último acto de "vasallaje", para abundar en el juicio (a septiembre de 2007), deseo destacar la "socialización" bancaria de las pérdidas de las entidades norteamericanas con respecto de las europeas, en la crisis de las "sub-prime".
Encomienda. Es un pacto entre los campesinos y el señor feudal. El señor acogía a los campesinos en su feudo, les proporcionaba una pequeña porción de tierra (manso) para que pudieran subsistir y les protegía si eran atacados. A cambio, el campesino se convertía en su siervo y pasaba a la doble jurisdicción del señor feudal: el Señorío Territorial, que obligaba al campesino a pagar una parte de sus rentas al noble; y el Señorío Jurisdiccional, que convertía al señor feudal en gobernante y juez del territorio en el que vivía el campesino.
La "servidumbre" de doble jurisdicción (mileurista y señora) más destacable es el "invento" laboral (consumista y feminista) por el cual las empresas se han asegurado disponer de "dos empleados por el precio de uno" (y además, en precario). Con lo que antes se pagaba a un trabajador, ahora disponen de ese trabajador (o de otro pobre mileurista) y su mujer (o la mujer de otro pobre mileurista), para hacer el doble de tarea al costo de una o una tarea a la mitad del costo original (tanto monta, monta tanto). Y además, las mujeres se sienten "liberadas" (¡Vaya absurdo!).
Lo único que falta es el derecho de "pernada", pero si uno piensa en el "acoso sexual laboral", ya todo queda, "atado y bien atado". O sea.
La sociedad estaba organizada de manera estamental, en los llamados estamentos u "ordines": nobleza, clero y campesinado (los hombres que guerreaban, los que rezaban y los que trabajaban, según la fórmula de la época):
Nobleza feudal. Los "bellatores" o guerreros, era la Nobleza, en ella distinguimos: La alta nobleza (marqueses, condes y duques) poseía grandes feudos; y la baja nobleza o caballeros (barones, infanzones, hidalgos ), con feudos pequeños, eran vasallos de los más poderosos.
El primer nivel de la baja nobleza actual está representado por los CEOs (Chief Executive Officer), entrepeneurs, banqueros (mejor dicho "bancarios", banqueros ya no quedan), agentes de bolsa, intermediarios financieros, operadores de fondos de cobertura (hedge funds), operadores de capital riesgo, operadores de fondos de inversión y otros miembros de la jungla animada (economía de casino).
El segundo nivel de la baja nobleza actual está representado por los gerentes de esas firmas, que se sienten importantes "limpiando" el camino (casi digo, "barriendo" la alfombra) para que pasen (y cacen) los miembros de la alta nobleza. Estos "caballeros", con pequeños feudos, casi nunca (o nunca) pasarán de vasallos de los más poderosos. Pero viven de su perfume. Creen que "deciden" cuando, a lo sumo, sólo "ejecutan". A veces con "paredón" y "lápida" incluidos.
Clero feudal. Los "oratores" o clérigos, eran la Iglesia: algunos formaban una élite poderosa llamada alto clero (abades, obispos), y otros más humildes (curas de pueblo o monjes) estaban subordinados a su autoridad.
Quien mejor que los "think tank", para representar la élite (supuestamente) pensante, (supuestamente) poderosa, de los "orates" en la era del mercado. Un think tank es una institución investigadora u otro tipo de organización que ofrece consejos e ideas sobre asuntos de política, comercio o interés militar. El nombre proviene del inglés, por la abundancia de estas instituciones en Estados Unidos, y significa "depósito de ideas". Algunos medios en español utilizan la expresión "usina de ideas" para referirse a los think tank. A menudo están relacionados con laboratorios militares, empresas privadas, instituciones académicas o de otro tipo. Normalmente se trata de organizaciones en las que trabajan varios teóricos e intelectuales multidisciplinares que elaboran análisis o recomendaciones políticas. Un think tank tiene estatus legal de institución privada (normalmente en forma de fundación no comercial). Los think tanks defienden diversas ideas. Sus trabajos tienen habitualmente un peso importante en la política, particularmente en Estados Unidos.
(Pequeño listado de cercanías) The American Enterprise Institute for Public Policy Research, The Aspen Institute, The Atlas Economic Research Foundation, The Brookings Institution, Carnegie Council on Ethics and International Affairs, The Carter Center, Cato Institute, The Center for Strategic and International Studies (CSIS), The Century Foundation, The Committee for Economic Development, The Economic Policy Institute, The Economic Strategy Institute, The Heritage Foundation, Hoover Institution, The Hudson Institute – Herman Kahn Center, The Independent Institute, Institute for Advanced Study, Institute for International Economics, Institute for Policy Studies, Institute for the Future, Joint Center for Political and Economic Studies, National Bureau of Economic Research, Population Council, RAND, The Reason Foundation, Russell Sage Foundation, Social Science Research Council, World Policy Institute – New School University, World Resources Institute, Worldwatch Institute (Selección de Think-tanks de los Estados Unidos de América – Noviembre de 2000 – The Information Resource Center – Embajada de los Estados Unidos de América en España)
(Si mi "vocación" ecologista no me traiciona, excluiría de la "sospechosa" lista de "cabezas borradoras" al Worldwatch Institute. Los demás, merecen figurar entre los "sospechosos habituales". Algunos, como: Heritage, Cato, RAND, entre los "asesinos natos".)
Pueblo llano. Los "laboratores" o trabajadores, era el pueblo llano, por tanto, los más numerosos, y generalmente estaban sometidos a los otros estamentos. Estaban compuestos por campesinos, siervos de los señores feudales, que eran los más numerosos y por artesanos, que eran escasos y vivían en las pocas ciudades que había. Si dependían del rey ("realengo") y no del señor feudal, prosperaban más.
¡Como ahora! El pueblo llano. Algunos, se salvan, un poquito: los "artesanos" actuales podrían ser los "analistas simbólicos" de Jeremy Rifkin, los "zombis" de la "era del acceso". El resto, mierda, mierda. Contratos basura. Trabajadores de "usar y tirar". Salario del miedo. Precarización eterna. Ejército en la reserva. "Cajeros" de McDonald"s "Reponedores" de Wal-Mart (o imitadores, cada vez más numerosos).
Ni siquiera el "Contrato Social" del medioevo se cumple. Antes, la "encomienda" era un pacto entre los campesinos y el señor feudal. El señor acogía a los campesinos en su feudo, les proporcionaba una pequeña porción de tierra (manso) para que pudieran subsistir y pasaba a la doble jurisdicción del señor feudal. Ahora, la única "encomienda" que existe es "encomendarse" a Dios. Los señores (grandes empresas transnacionales) acogen a los campesinos (trabajadores) en su feudo (empresa) por un "mínimo" de subsistencia y un "máximo" de precariedad (hipócritamente llamada "flexibilidad" laboral, cuando no, cínicamente, reformas "estructurales" del mercado de trabajo, o, en el colmo del sarcasmo, "modernización" laboral), sin ningún tipo de "protección" (social, en caso de despido; policial, en casas y calles), cuando son "atacados" por los ladrones (de guante blanco o de capucha).
¿Qué empleo? El que venga. ¿Por cuánto? Por lo que sea y como sea. La desesperación de los que temen perderlo, obligan a aceptar lo inaceptable. En todo el mundo se impone el "modelo Wal-Mart". La empresa número uno de los Estados Unidos prohíbe los sindicatos y estira los horarios sin pagar horas extras. El mercado exporta su lucrativo ejemplo. Cuanto más dolidos están los países, más fácil resulta convertir el derecho laboral en papel mojado.
El campesino lo era por herencia, y rara vez tenía oportunidad de ascender de nivel. El noble lo era generalmente por herencia, aunque en ocasiones podía alguien ennoblecerse como soldado de fortuna, después de una victoriosa carrera de armas. El clero, por su parte, era reclutado por cooptación. Todo esto le daba al sistema feudal una extraordinaria estabilidad, en donde había "un lugar para cada hombre, y cada hombre en su lugar", al tiempo que una extraordinaria flexibilidad, porque permitía al poder político atomizarse a través de toda Europa, desde España hasta Polonia
En un informe de 210 páginas, Human Rights Watch afirma que aunque Wal-Mart no es la única empresa en EEUU que se opone a la organización sindical, sí se destaca por sus agresivas estrategias antisindicales.
HRW dice que Wal-Mart utiliza lo que denomina "un arsenal de sofisticadas tácticas" para impedir que sus empleados formen un sindicato. Esto incluye, por ejemplo, la instrucción expresa a los gerentes de que prevengan intentos de sindicalización, prohibiendo conversaciones sobre sindicatos en los locales de la firma.
En un caso se llegó a cambiar de lugar las cámaras de seguridad para controlar que los empleados no se reunieran. La organización de DD.HH. también denunció que Wal-Mart utiliza sesiones de capacitación para "adoctrinar" a los empleados sobre las desventajas que acarrearía formar un sindicato.
Por años, las organizaciones de trabajadores han intentado derrotar las políticas de antisindicalismo en los lugares de trabajo de Wal-Mart, pero hasta ahora no han tenido éxito.
La enorme flexibilidad del "feudalismo" como sistema social permitió el desarrollo de dos procesos que se retroalimentaron mutuamente favoreciendo su rápida expansión. Por una parte, al asignarle un lugar a cada persona dentro del sistema, permitió la expulsión de todos aquellos para quienes no había lugar, enviándolos como colonos y aventureros a tierras no ganadas para la Cristiandad Occidental, expandiendo brutalmente sus límites. Por la otra, al asegurar un cierto orden y estabilidad social para el mundo agrario, difuminando las guerras hasta convertirlas en una especie de rumor sordo de la época, permitió el inicio de la concentración de riquezas que llevaría a la vuelta de poco tiempo al resurgimiento económico de Europa Occidental. Irónicamente, ambos procesos terminarían por minar las bases del feudalismo, y llevarlo hacia su destrucción.
En mi versión (lectura) "conspirativa" de la historia creo que este aspecto: la enorme "flexibilidad" del feudalismo como sistema social es lo que más ha "tentado" a los "estrategas geopolíticos" (algunos de los "think tank" mencionados, u otros que no he nombrado -por no figurar en la lista (casi escribo, nómina) de la Embajada de los Estados Unidos en España- pero de los que no me olvido (¡Vaya si no me olvido!), como el Club Bilderberg, la Trilateral Commission, el Council on Foreign Relation, el lobby judío, los "dogmáticos" del poder blando (sin abandonar el poder duro), los "profetas" de las guerras preventivas, los "fiscales" de la justicia duradera, los "inquisidores" del eje del mal, los "descubridores" de la Tierra plana, los "devotos" del conservadurismo compasivo, las "usinas" del librecambio, los "pastores" de la globalización, los "promotores" de la financierización, la desregulación y la privatización, para retroceder el calendario, para dar vuelta el reloj de arena, para "volver a empezar".
¿Godofredo de Bouillon, Guy de Lusignan, Reinaldo de Châtillon, Ricardo Corazón de León, Bonifacio de Montferrato, Alejo IV Ángelo, "cabalgando" por las autopistas de la información?
¿"Todos para uno", olvidando la segunda parte: "uno para todos"?
¿Expulsión para todos aquéllos para quienes no hay lugar?
¿Asegurar un cierto orden, sólo en los alrededores del poder?
¿Difuminar las guerras hasta convertirlas en una especie de rumor sordo de la época?
Todo ello -una vez más- para "maximizar" (y asegurar) la concentración de riquezas.
¡Bienvenida "Nueva" Edad Media!…
George Orwell (ya citado) dijo en uno de sus libros que todos los animales son iguales, "pero algunos lo son más que otros". Libres, fraternos iguales no. Pues eso.
Pobreza y Caridad. La pobreza durante la edad media fue un problema ético que se tenía que corregir, empezando por la caridad. El planteamiento doctrinal desde el punto de vista económico fue que la caridad es perjudicial porque cualquier tipo de medida de caridad impide que los individuos asuman sus responsabilidades y provoca la ociosidad, con lo que, finalmente, lo que ocurre es que se acentúa e incrementa la pobreza:
La pobreza fue esencialmente un problema moral. Objetivo: aliviar la pobreza. Lo que hay que hacer es eliminar este problema mediante la caridad que es moralmente positiva.
La pobreza no generaba una gran presión social: las relaciones feudales garantizaban el sustento de los vasallos y siervos, los vínculos a la tierra o a los gremios generan ingresos de subsistencia.
(Por ello) La pobreza no es un problema de desempleo, sino que es fruto de desgracias personales (vejez, orfandad, enfermedad), antes que de causas económicas, que el individuo no controla y provocan desempleo involuntario.
Cuando se rompe el modo de producción feudal (cercado de fincas, desplazamiento de mano de obra a la ciudad, etc.) empieza a tener más sentido la crítica clásica a la caridad.
Otra "malvada" coincidencia que se intenta (debería escribir, logra) reproducir (debería escribir, retrotraer) de (a) la edad media es la "privatización" de la pobreza.
La pobreza es un problema ético, que se tiene que "corregir" por la caridad La pobreza es un problema moral, que se debe "aliviar" mediante la caridad . La pobreza no es un problema de desempleo (?), sino fruto de desgracias personales (vejez, orfandad, enfermedad), antes que a causas económicas, que el individuo no controla y provocan desempleo "involuntario" (?).
Si parece escrito ayer, por alguno de los "think tank" neoliberales, y no hace 9 siglos. ¡Joder!
La pobreza es un problema "individual" y no "social". El Estado no es responsable de la pobreza de sus ciudadanos, por lo que no debe procurar resolverla. La empresa no es responsable de la pobreza de la sociedad, por lo que el empleo o desempleo, la remuneración y los costos sociales no deben afectar los objetivos de rentabilidad, ni "provocar" el castigo de los inversores en la cotización bursátil.
La sociedad (en su conjunto) no debe sentir ningún tipo de culpa o responsabilidad (y por supuesto no debe cuestionarse su comportamiento) por la pobreza de alguno de sus individuos.
La pobreza es una derrota sin culpable social. El único culpable es el pobre. Que, además, se jode por pobre.
La caridad o la beneficencia es una actitud "voluntaria" de los "conservadores compasivos" (como Bush) que la realizan o no según se le canten las (casi escribo, pelotas o cojones). Bill y Melinda Gates, Warren Buffet, Carlos Slim (cuando tenga tiempo)
Mientras se "crea" la cultura de la caridad, lo único que les falta es reponer la "reencarnación", como en la India, así, de paso, los pobres encuentran consuelo (y resignación) con su destino por 12 generaciones (que estimo, al menos, en 300 años). Todo un logro. Con ello los "analistas" de Wall Street podrían certificar unos resultados "en línea" con lo esperado. El fin de los "profit warnings". O sea.
La renta feudal, en terminología del materialismo histórico, es el mecanismo de coerción extraeconómica por el que los estamentos o clases privilegiadas (nobleza y clero) obtienen el excedente de la producción del campesinado en el modo de producción feudal.
La renta feudal puede obtenerse en forma de prestaciones de trabajo ("corveas francesas" o "sernas castellanas", que el siervo tiene que cumplir en la reserva señorial), en especie (porcentajes sobre la cosecha, como el diezmo a pagar a la Iglesia) o dinero (de muy escasa circulación durante la Alta Edad Media). En cualquier caso, la justificación para el cobro no es tanto la propiedad de la tierra, que es un término muy confuso, en un mundo como el feudal en que todos los agentes disponen de algún derecho sobre ella, sino de la posición social predominante de nobleza y clero, justificada ideológicamente (orden social perfecto de "oratores", "bellatores" y "laboratores") y mantenida por la violencia constante de las invasiones, guerras y situación de frontera.
Mientras que el interés económico del siervo (o cualquier forma jurídica de campesino sometido a régimen señorial) es aumentar la producción en su propio beneficio, el interés del señor es intentar impedir la existencia de ese beneficio, localizando cualquier forma de excedente productivo para situar un impuesto, carga feudal o derecho señorial de cualquier tipo sobre él (bien sea por derecho de paso, pontazgo, portazgo, monopolio señorial de molino, tienda, taberna, roturación, utilización de bosques, montes, prados, dehesas, ríos, caza…), en un etcétera que no tiene más límite que la imaginación y la capacidad de ejercer la coerción extraeconómica, puesto que no se basa en ningún tipo de mercado libre que recompense a cada factor de la producción como en el capitalismo.
La renta feudal no se acumula en forma de capital, sino que se atesora o se consume. Cualquiera de los dos usos que se dé, contribuye al mantenimiento del predominio social de los detentadores de la renta, y dificulta la acumulación originaria de capital que necesita el capitalismo. No obstante, la redistribución de la renta feudal, mediante el consumo suntuario, hacia la burguesía urbana de artesanos o mercaderes, permite que en ese espacio urbano y en las rutas del comercio a larga distancia nazca un capitalismo incipiente durante la Baja Edad Media.
El ocaso de la Edad Media. El final de la Edad Media llega con el final del sistema feudal. Los caballeros feudales empezaron a ser técnicamente superados por el desarrollo de técnicas militares como el arco de tiro largo, arma que los ingleses usaron para barrer a los franceses en la Batalla de Agincourt, en 1415, o la pica, usada por la infantería de mercenarios suizos. Estos mercenarios se volvieron la pesadilla de los caballeros, ya que no peleaban por ideales ni honor, sino por dinero, el cual estaba a disposición de los burgueses, y no de los señores feudales, los que de esta manera pudieron armar sus propios ejércitos. Todo esto llevó al decaimiento de la era medieval.
La Iglesia Católica, disminuye su poder debido a la Reforma Protestante, además de las nuevas ideas religiosas que trajo la burguesía. La muestra de ello está en el fermento de las herejías a partir del siglo XII (cátaros, valdenses, husismo, wycliffismo, etcétera), en concepciones teológicas que intentaban rebajar el misticismo e imprimir mayor racionalidad al Catolicismo (como por ejemplo Tomás de Aquino o Guillermo de Ockham), y en la seguidilla de desórdenes en la Iglesia que culminaron en el cisma de Occidente y en la mencionada Reforma Protestante.
Disminuido el poder de estos dos grupos, en beneficio de los reyes y la burguesía, el derrumbe de la sociedad medieval era cuestión de tiempo. Aunque la mayor parte de la población siguió siendo campesina, y la servidumbre existió aún durante bastante tiempo, lo cierto es que ahora las novedades culturales, económicas, sociales, políticas, intelectuales o religiosas ya no provenían del castillo o el monasterio, sino de la ciudad. La mentalidad teocéntrica se cambió por una antropocéntrica, lo que dio un paso importante y fundamental para la aparición de la Edad Moderna.
¿Habrá "ocaso", esta vez, de la "Nueva" Edad Media?
Por el momento, al menos, las "técnicas militares" más "efectivas" están en poder de los señores feudales. Otra cosa son las más "efectistas", que están en poder del "eje del mal" (según Bush).
Por el momento, al menos, los "mercenarios" más efectivos están bajo el control de los señores feudales. Otra cosa son los "soldados de Alá", que cuestan mucho menos, y hacen más daño. Además, van al Cielo (según Bin Laden).
Los "burgueses" de momento, siguen aliados -lamentablemente- de los señores feudales. No se vislumbra cambio.
La Iglesia, de momento, continúa disminuyendo su poder. No se vislumbra cambio.
La mentalidad geocéntrica no existe. La mentalidad antropocéntrica tampoco. De la universalidad a la particularidad. No hay más mentalidad. Regreso a la particularización en nombre de la globalización. La economía por la economía (en el nombre del mercado). Una economía que se devora a sí misma.
Lo único que queda es la teoría de las "miasmas" (otra vez la edad media).
(Miasma: Efluvio maligno que se desprende de cuerpos enfermos, materiales corruptos o aguas estancadas y que se consideraba antes del descubrimiento de los microbios, como agente causante de las infecciones y epidemias.)
Como dice el tango: "La vida es una milonga ", pero ahora, con canto gregoriano. Un" altra volta.
La verdad casi siempre incómoda. ¿Capisce?
Donde dije digo (y lo mantengo)
Del Ensayo "Al margen de la globalización" – Problemas globales – Soluciones pendientes – (Dramaturgias y olvidos), publicado en octubre de 2000
Anexo II – Convocatoria a la juventud – Entre la rebelión y la utopía
Aunque no tengamos la fuerza del poder, mantengamos la fuerza de la crítica.
Intentemos un permanente "paukenschlag" (golpe de timbal). Llamemos la atención. Manifestemos nuestra disconformidad, nuestro malestar, nuestra oposición, nuestra bronca.
Hemos reservado un conjunto de citas que pueden ser oportunas, adecuadas e… inspiradoras de esta convocatoria.
Parte del discurso de Salvador Allende (por radio) en el momento de su derrocamiento:
"Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza, la historia es nuestra y la hacen los pueblos"… (septiembre 1973)
Del libro de Günter Grass (Mi siglo – 1999):
"A veces, aunque con retraso de decenios, incluso ganan los que tiran piedras"…
Del libro de Alexandr Solzhenitsyn (Rusia, bajo los escombros – 1998):
"El gobierno está convencido de que está bien parado sobre sus piernas, los apparatchiks, muchos más numerosos hoy que en el viejo Comité Central, piensan que no los echaran, que a lo sumo será cuestión de barajar y dar de nuevo… ¿Y la suerte de millares de jóvenes que no saben a dónde ir ni qué hacer? (conozco casos de jóvenes candidatos a la Academia de Ciencias que están en la calle)…
…¿Quién puede servir de ejemplo a nuestra juventud? ¿De quién ha de sentirse orgullosa? ¿Somos así realmente nosotros, tal como nos conocemos en el transcurso de los siglos? ¿Acaso la divisa "ser el más rico" corresponde a nuestra tradición ancestral? ¿La carrera desenfrenada que se ha apoderado de todos los espíritus para alcanzar el "éxito personal", el "triunfo a toda costa", es un rasgo nuestro característico? Durante siglos se burlaron de nosotros porque no lo poseíamos.
¿Será posible que frente a esta nueva provocación abandonemos el alma de nuestros hijos sin decir una palabra? ¡Los apartaran de nosotros, que nadie lo dude! ¡Ya estamos perdiendo una generación detrás de otra!"…
Del libro de Ernesto Sábato (Antes del fin – 1998):
…"La dura realidad es una desoladora confusión de hermosos ideales y torpes realizaciones, pero siempre habrá algunos empecinados, héroes, santos y artistas, que en sus vidas y en sus obras alcanzan pedazos de Absoluto, que nos ayudan a soportar las repugnantes relatividades…
…Nada queda por ser respetado. ¿Qué podemos hacer frente a la inmoralidad de quienes nos someten?
Los jóvenes lo sufren: ya no quieren tener hijos. No cabe escepticismo mayor. La anorexia, la bulimia, la drogadicción y la violencia son otros de los signos de este tiempo de angustia ante el desprecio por la vida de quienes nos mandan…
La sacralización de la inteligencia nos ha empujado al borde del precipicio, y el logos, una vez que hubo dominado el mundo, en vano pretendió responder a lo que sólo se sostiene como enigma o como llanto. Hemos llegado a la ignorancia a través de la razón.
El humanismo occidental está en quiebra, y el fin de siglo nos encuentra incapaces de preguntarnos por la vida y por el hombre.
No se pasa de lo posible a lo real sino de lo imposible a lo verdadero (Marta Zambrano).
Muchas utopías han sido futuras realidades.
En tiempos de triunfalismos falsos, la verdadera resistencia es la que combate por valores que se consideran perdidos.
Vivimos un tiempo en el que el porvenir parece dilapidado. Pero si el peligro se ha vuelto nuestro destino común, debemos responder ante quienes reclaman nuestro cuidado.
Una salida es promover… una rebelión de brazos caídos que derrumbe este modo de vivir donde los bancos han reemplazado a los templos…
…Por el contrario, creo que es desde una actitud anarcocristiana que habremos de encaminar la vida.
El obstáculo no impide la historia; el hombre sólo cabe en la utopía.
Sólo quienes sean capaces de encarnar la utopía serán aptos para el combate decisivo, el de recuperar cuanto de humanidad hemos perdido"…
Del libro de Cornelius Castoriadis (El avance de la insignificancia – 1997):
…"¿Qué se requiere? Teniendo en cuenta la crisis ecológica, la extremada desigualdad de la repartición de las riquezas entre países ricos y países pobres, la casi-imposibilidad del sistema de continuar su actual carrera, lo que se requiere es una nueva creación imaginaria de una importancia inexistente en el pasado, una creación que ubicara en el centro de la vida humana otras significaciones que no sean la expansión de la producción y del consumo, que plantearan objetivos de vida diferentes, que pudieran ser reconocidos por los seres humanos como algo que vale la pena. Esto exigiría evidentemente una reorganización de las instituciones sociales, relaciones de trabajo, relaciones económicas, políticas, culturales. Ahora bien, esta orientación se halla sumamente lejos de lo que piensan, y tal vez de lo que desean los humanos actualmente. Esta es la inmensa dificultad con la que debemos enfrentarnos. Deberíamos querer una sociedad en la que los valores económicos dejaran de ser centrales (o únicos), en la que la economía fuese ubicada en su lugar como simple medio de la vida humana y no como fin último y en la cual, en consecuencia, renunciáramos a esta carrera loca hacia un consumo cada vez mayor. Esto no solamente es necesario para evitar la destrucción definitiva del medio ambiente planetario, sino también y, sobre todo, lo es para salir de la miseria psíquica y moral de los humanos contemporáneos. Sería necesario, pues, que de aquí en adelante, los seres humanos (ahora hablo de los países ricos) acepten un nivel de vida decente pero sobrio, y renuncien a la idea de que el objetivo central de su vida es que su consumo aumente de 2 a 3% por año. Para que acepten esto, sería necesario que otra cosa diera sentido a su vida. Se sabe, yo sé, que puede ser esa otra cosa, pero evidentemente eso no sirve para nada si la gran mayoría de la gente no lo acepta y no hace lo necesario para que se lleve a cabo. Esa otra cosa es el desarrollo de los seres humanos, en lugar del desarrollo de los objetos de consumo"…
Del libro de Michel Onfray (Política del rebelde – 1999):
…"El hombre blanco, adulto, occidental, cristiano, heterosexual, casado, que dispone de un capital cultural de un volumen de bienes materiales codificados, aparece como modelo al que se le reserva la posesión y el uso de esa violencia social autorizada y legitimada. Aquéllos sobre los que se ejerce esa violencia, constituyen frecuentemente su contradicción: las mujeres, la gente de color, los jóvenes, los adolescentes o los viejos, los musulmanes, los homosexuales, los incultos, los iletrados, los pobres, los discapacitados físicos o mentales, y los que yo llamaría de manera general, los célibes, para inscribir bajo esta rúbrica a todos los que asumen fundamental y visceralmente su parte de soledad, su identidad como individuos soberanos y rebeldes, solares y solitarios…
…Querer una política libertaria es invertir las perspectivas: someter la economía a la política, pero también poner la política al servicio de la ética, hacer que prime la ética de la convicción sobre la ética de la responsabilidad, luego reducir las estructuras a la única función de máquinas al servicio de los individuos, y no a la inversa… El feudalismo atacado mediante la democracia y la igualdad a través del ciudadano, la industrialización cuestionada por el socialismo y la democracia, a través del trabajador, no esperaban otra cosa que el capitalismo criticado según el principio libidinal y libertario, a través del individuo, cuya fecha de nacimiento es indiscutiblemente mayo del "68.
…¿Entonces? Entonces se trata de terminar mayo del "68 Terminar en el sentido de perfeccionar, pues. ¿Qué significa esto? Conferirle a esta nueva individualidad una forma, un contenido, medios, oportunidades de pulirse, de florecer y de manifestarse, de ir más allá de las geografías en las que se quedó… La revolución a la manera de un golpe de estado ha muerto, viva la revolución a la manera libertaria, molecular… Debemos pensar en el devenir revolucionario de los individuos, única ética libertaria a la vuelta del milenio…
Diferir, es volver imposible, darle oportunidades a lo improbable. El devenir revolucionario del individuo se inscribe en el momento presente y sólo en él"…
Del libro de Alain Touraine (¿Cómo salir del neoliberalismo? – 1999):
…"El partido que tomo es el de querer que los hombres piensen y que sean protagonistas de su propia historia, luchando tanto contra la dominación material que padecen como con la explicación que de sus conductas se suele dar, y ello en nombre de lógicas materiales supuestamente superiores a cualquier otra forma de acción social…Hay que rechazar obligatoriamente todo discurso que intente convencernos de nuestra impotencia… ¿Hasta cuándo escucharemos y hablaremos este lenguaje que va en detrimento de nuestra sensibilidad y de nuestros mismos actos?… ¿Dejaremos que este siglo termine con los nuevos movimientos y esperanzas confiscados por esos discursos que mantienen a la sociedad presa del pasado?
…Debemos salir, y estamos a punto de hacerlo, de un momento de transición liberal. Pero esta salida no se producirá si nos dirigimos hacia atrás, ni hacia abajo, ni hacia arriba. No puede producirse más que si caminamos hacia adelante, hacia la reconstrucción de nuestra capacidad de acción política, lo que pasa, primeramente, por la formación de nuevos movimientos sociales"
Del libro de Francois Furet (El pasado de una ilusión – 1995):
…"Es la hora de una bohemia intelectual dividida entre el odio a sí mismo y el culto a sí mismo, que incluye la inculpación de la sociedad presente, más que la invocación de una sociedad modelo. La tentativa episódica de un encuentro con los batallones obreros de las fábricas no representa sino la supervivencia del pasado en el presente: los estudiantes encuentran la puerta cerrada.
…La historia vuelve a ser ese túnel en el que el hombre se lanza, a ciegas, sin saber adónde lo conducirán sus acciones, incierto de su destino, desposeído de la ilusoria seguridad de una ciencia que dé cuenta de sus actos pasados. Privado de Dios, el individuo democrático ve tambalearse sobre sus bases, en este fin de siglo, a la diosa historia: ésta es una zozobra que tendrá que conjurar… A esta amenaza de la incertidumbre se añade en el ánimo del hombre la inquietud de un porvenir cerrado. El hombre está habituado a proyectar sobre la sociedad esperanzas ilimitadas, pues la sociedad le promete que será libre como todos, e igual a todos. Pero aún es necesario, para que esas promesas cobren su sentido pleno, que el hombre pueda un día rebasar el horizonte del capitalismo, trascender el universo en que existen ricos y pobres… Ahora bien, el fin del comunismo le hace regresar, por el contrario, al interior de la antinomia fundamental de la democracia burguesa. Entonces redescubre, como si fuera ayer, los términos complementarios y contradictorios de la ecuación liberal: los derechos del hombre y el mercado; y con ello compromete el fundamento de lo que ha constituido el mesianismo revolucionario desde hace dos siglos. La idea de "otra" sociedad se ha vuelto algo imposible de pensar y, por lo demás, nadie ofrece sobre el tema, en el mundo de hoy, ni siquiera el esbozo de un concepto nuevo. De modo que henos aquí, condenados a vivir en el modo en que vivimos… Pero el fin del mundo soviético no modifica en nada la exigencia democrática de otra sociedad, y por esta misma razón se puede apostar a que esta enorme quiebra continuará gozando, en la opinión del mundo, de circunstancias atenuantes, y tal vez, incluso, un día volverá a ser admirada. No digo que dada la forma en que ha muerto, la idea comunista pueda renacer. No cabe duda que la revolución proletaria, la ciencia marxista-leninista, la elección ideológica de un partido, de un territorio y de un imperio han agotado sus posibilidades con la Unión Soviética. Pero la desaparición de esas figuras familiares de nuestro siglo pone punto final a una época, más no agota el repertorio de la democracia"…
Hemos deseado apelar a estas citas para demostrarles, para cuestionar y cuestionarles, para convocarles: si bien la historia es de nuestra responsabilidad (la de los de mayor edad), el futuro es de la vuestra (la de los jóvenes). Podrán echarnos -con toda razón- las culpas del pasado, pero eso no los liberará de asumir las del futuro como propias.
Hoy, vuestros pasos "son" el futuro. Todos los días con vuestra acción o inacción están edificando el mañana. Un mañana igual -o aún peor- al presente: vulgar, mediocre, consumista, despolitizado, privatizado, insolidario. U otro diferente -a riesgo de equivocarse- a lo visto y vivido: desafiante, crítico, idealista, ético, estético, creativo, imaginativo, humanista, deliberativo.
¿Asumen hacer la historia? ¿O la compraran hecha en los grandes almacenes?
¿Rompen con el pasado? ¿O esperan -resignadamente- heredar las migajas de vuestros padres?
¿Sueñan con "salvarse" individualmente? ¿O consideran que sólo pueden salvarse "en racimo"?
¿Están dispuestos a "consumir" menos? ¿O sólo "hacen cola" para consumir más?
¿Aceptarían ser "más pobres" para que otros lo sean menos? ¿O sólo les interesa "ser el más rico"?
¿Están dispuestos a manifestarse? ¿O seguirán hundidos en el escepticismo, la indiferencia, la anorexia, la bulimia y la drogadicción?
¿Continuarán canalizando todas sus energías y pasiones en la guerra del fútbol? ¿O aceptarán que hay ideales más nobles y abarcativos por los que "dejarse la piel"?
¿Se conformarán haciendo zapping y espiando por la cerradura del "Gran Hermano"? ¿O asumirán la utopía de combatir por los valores que se consideran perdidos?
Allende nos entusiasma con la posibilidad de "hacer la historia"…
Grass nos revela que "incluso ganan los que tiran piedras"…
Solzhenitsyn nos pregunta si "alcanzar el éxito personal", "el triunfo a toda costa", es nuestro rasgo característico…
Sábato renueva nuestra fe señalando que "muchas utopías han sido futuras realidades"…
Castoriadis nos propone "una creación que ubique en el centro de la vida humana otras significaciones que no sean la expansión de la producción y del consumo, que plantearan objetivos de vida diferentes"…
Onfray nos induce a "someter la economía a la política, pero también poner la política al servicio de la ética"…
Touraine toma el partido de "querer que todos los hombres piensen y que sean protagonistas de su propia historia"…
Furet nos alienta con la posibilidad de "que el hombre pueda un día rebasar el horizonte del capitalismo, trascender el universo en que existen ricos y pobres"…
¿Qué hacer entonces?
¿Más de lo mismo? ¿Resignación y pesebre? ¿Idiotas útiles del enriquecimiento ajeno? ¿Espectadores silenciosos del pálido final? ¿Náufragos de la sociedad de consumo? ¿Víctimas del darwinismo económico? ¿Damnificados de la riada especulativa de la financierización global?…
Como vimos en el Capítulo 9 (Como si fuéramos los últimos), el iceberg ya zarpó de la Antártida (con un tamaño de casi 300 kilómetros de longitud); y el Titanic ya lo ha hecho de Wall Street (con una economía simbólica que cada día moviliza U$S 1.500.000.000.000), como señalamos en el Capítulo 6 (¿Y el dinero dónde está?). El "siniestro" -más pronto que tarde- está anunciado.
¿Ustedes creen que hay botes para todos? ¿Ustedes creen que serán los llamados a subirse a ellos?
¿Y entonces a qué esperar?
No miren al costado pensando que el asunto es con los otros. Que ustedes podrán salvarse. Que ustedes llegarán a "estrellas" del ciber-negocio, del mundo del espectáculo, del circo deportivo y que nunca se bajarán del jet particular. Algunos lo serán. Pero probablemente ninguno de ellos sea de los lectores de este ensayo. Los demás -todos o casi todos, entre los que nos incluimos- están al margen de la globalización. Son -somos- excluidos. Ignorados. Números. Consumidores. Ejército en la reserva. Espectadores… Con suerte, comparsas, cortesanos, lacayos,…bufones, muñecos de trapo, juguetes con la cuerda rota,…
¿Quién puede liderar el cambio?
¿Serán algunos de los miembros de las 500 familias más ricas del mundo?
¿Serán algunos de los directores de las 500 firmas más importantes del mundo?
¿Serán los dirigentes políticos sometidos al poder financiero de las 500 familias y las 500 empresas?
¿Serán los intelectuales dependientes y favorecidos por el sistema?
¿Serán los medios de opinión cautivados por el corporativismo?
¿Serán los Organismos Internacionales (FMI, BM, OMC,…) burocráticos y subordinados a la banca internacional?
¿Serán los líderes espirituales de una jerarquía escorada a la derecha, o de un fundamentalismo inquisitorio?
Cuando una sociedad llega al final de una línea evolutiva, a menudo hay confusión en cuanto a qué es verdad y qué es ritual. El resultado puede ser desastroso. Uno de los episodios más famosos de este tipo es el comentario de María Antonieta, "¡Que coman brioche!", un bon mot lleno de sutileza y dicho con ingenio. La Reina no habló de tortas. Esa broma habría sido demasiado vulgar. Mientras el pueblo exigía pan en el patio, frente a los salones de Versalles, les recomendó que probaran el mejor de los panes, blanco, liviano, lleno de huevo y mantequilla. La mayoría de esas personas ni siquiera sabían que era brioche. Pero María Antonieta no se dirigía a ellas. Apartando la vista de las ventanas, que daban hacia la realidad, la Reina se dirigió a los admiradores que compartían con ella los ritos de la vida palaciega.
¿Quién puede servir de ejemplo a nuestra juventud? (pregunta Solzhenitsyn)
Siempre habrá algunos empecinados, héroes, santos y artistas, que en sus vidas y en sus obras alcanzan pedazos de Absoluto, que nos ayudan a soportar las repugnantes relatividades (contesta Sábato)
Entre la rebelión y la utopía
No hay liderazgos. Tampoco hay ideales. Un largo desierto de pensamiento único…De pensamiento cero.
Sólo algunos retazos. Más críticas que propuestas.
Con muy pocos,… demasiado pocos para iluminar el camino…
Solos ante el peligro. Huérfanos de historia. Hipotecados de futuro.
Los jóvenes tendrán que trazar la línea entre lo que deben hacer los mercados y lo que debe hacer el gobierno.
Habrá que movilizarse, -Seattle, Washington, Bolonia, son esperanzadores-; despertar cada vez mayor conciencia sobre los efectos "nefastos" de la globalización; asumir una actitud anarcocristiana (Sábato); tratar de terminar mayo del ´68 (Onfray); tirar piedras (Grass).
Habrá que renunciar al consumismo. Habrá que orientar el consumo a los intereses de la causa (no a los programas del FMI, no a la contaminación, no a la deuda, no a las instituciones globales reservadas).
Habrá que manifestar el rechazo. Habrá que utilizar las mismas herramientas del sistema (Internet, medios masivos de comunicación,..) para difundir el mensaje, para concientizar, para convocar,.. para combatir.
Habrá que pasar por sobre los partidos políticos, por sobre los gobiernos, y -ojalá que no- de ser necesario por sobre las organizaciones sindicales.
La causa unificadora: "por la justicia global"; los motivos movilizadores: "la pobreza, la protección del medio ambiente; la denuncia contra las grandes corporaciones",…
Hay que denunciar, boicotear, afectar allí donde más duele (o sea, en el bolsillo) a los enemigos de los trabajadores, de los pobres, y del hábitat.
Hay que desenmascarar la colusión de intereses entre los fabricantes de armas y el tráfico (¿ilegal?) de ellas en los países pobres.
Hay que desenmascarar la colusión de intereses entre los grandes laboratorios de especialidades farmacéuticas, los organismos que la combaten (DEA y otros), los gobiernos (funcionarios, jueces, políticos,…) y los traficantes de drogas.
Hay que desenmascarar a los bancos que se benefician con el blanqueo de dinero y los paraísos fiscales.
Hay que desenmascarar a las bolsas de valores que aplican fondos provenientes del blanqueo de dinero y los paraísos fiscales.
Hay que desenmascarar a las grandes empresas transnacionales que atentan contra el medio ambiente y la sanidad alimentaria.
La lista continúa…Tráfico de inmigrantes, crimen organizado, especulación financiera, tráfico de influencias, corrupción, uso de información privilegiada, monopolio,…
Si desean, pueden agregar: Antrax, Rusia tiene el mayor arsenal de esta terrible arma biológica. SIDA: hay evidencias de que forma parte del arsenal de EEUU. Ébola: en 1976 murieron 500 personas en Zaire. Se sospecha que fue una prueba (tal vez de terroristas japoneses). Botulismo: Irak lo utilizó en la guerra del Golfo y contra los kurdos.
Rusia (1980) tenía 25.000 científicos trabajando en el tema. La mayoría (hoy) están disponibles para trabajar para terceros.
Hay 16 países con programas bacteriológicos.
En la próxima década puede resolverse un ataque programado (afecta al enemigo y no a la propia tropa). Se pueden crear enfermedades totalmente nuevas. Masas distintivas genéticas, permiten clasificar grupos o razas específicas. Armas biológicas que pueden seleccionar a sus víctimas…
Hay mucho para hacer,… el tiempo apremia.
Iniciemos la marcha… La marcha hacia el único imperio de validez universal: "El imperio de la justicia".
Para iniciar esa larga marcha los jóvenes deberían despojarse de viejos atavíos heredados (individualismo, consumismo, hedonismo, despolitización…), y también de nuevas evasiones autogeneradas (drogas, alcohol, promiscuidad,…).
Deberán cambiar la actitud crítica contra sus padres (que son responsables de la situación, pero no tanto), por una actitud reivindicativa para con el sistema (que es responsable de la situación, pero mucho más).
Deberían dejar de suicidarse socialmente y pasar a la acción cívica combativa.
Reconstruir la sociedad. Reconstruir la resistencia. Reconstruir la libertad.
Gritar un "¡Basta ya!" al sistema capitalista global. A la economía financiera. A la economía darwiniana.
Asumir la resistencia pasiva, y de ser necesario pasar a la resistencia activa.
Se juegan su futuro. Se juegan su vida. ¿Por qué dejar que lo resuelvan otros? ¿Por qué no hacer -al menos- el intento de cambiar la sociedad?
¿Quién dijo que no hay salidas? ¿Quién dice que no hay alternativas?
Empiecen como Gandhi… Apaguen el televisor, dejen de consumir, anulen las tarjetas de crédito, devuelvan los teléfonos móviles, retiren los depósitos bancarios, dejen la droga, dejen el alcohol,… (resistencia pasiva).
Si quieren pasar a un nivel superior comiencen a colaborar -voluntariado- con las ONGs (auténticas), Greenpeace, Amnistía Internacional, Cáritas, Manos Unidas, Médicos sin frontera, World Watch,… (acción cívica).
Otra etapa podría ser la del boicot a las empresas y productos que no tengan un comportamiento ético, social, ecológico, sanitario,…Dejar de comprar sus productos, dejar de utilizar sus servicios, cancelar la prestación, anular la cuenta, apagar el aparato,… (resistencia activa).
No hay banco en el mundo que pueda resistir una fuga importante de depósitos (¿30%?).
No hay empresa en el mundo que pueda resistir una baja importante en sus ventas (¿30?).
(Recordar casos de Shell -plataforma submarina en el Mar del Norte-; Coca-Cola -productos con dioxina en Bélgica-).
No hay bolsa de valores en el mundo cuyas acciones no se vean afectadas por disminuciones de ventas o depósitos, y resultados de esa importancia.
¿Por qué no utilizar ese poder? El simple, particular, y libre ejercicio del poder del consumidor. Condicionar el consumo, orientar el consumo, limitar el consumo, o en el extremo…dejar de consumir.
Es más fácil -y romántico- que esto lo puedan hacer jóvenes anárquicos, que mayores hipotecados.
Imaginemos campañas mundiales (para eso está Internet, por ejemplo; luego se apuntarían la televisión, la radio, los periódicos y revistas, que siempre están "a verlas caer"), para no consumir productos de empresas que atentan contra el medio ambiente; que incumplen disposiciones de sanidad alimentaria; que despiden personal; que no cumplen con las normativas de seguridad laboral; que incurren en prácticas delictivas (corrupción, cohecho,…); que tienen inversiones en paraísos fiscales;… o para no utilizar servicios de entidades financieras que realizan inversiones especulativas; que blanquean dinero; que colaboran con la evasión fiscal;…
A todo ello podríamos agregar -aunque en ese caso necesitarían la colaboración de los mayores- el golpe final y definitivo al sistema político y económico: la rebelión fiscal.
¡No pagar más impuestos!
Se cae el sistema. Fin del espectáculo. Se cierra el circo.
Sin impuestos se paraliza el aparato circulatorio. El cuerpo político se colapsa.
Si ustedes creen -o creían- que el pobre consumidor carecía de poder, esperamos haberles dado algunas pistas de todo lo contrario.
El poder del consumidor está intacto. Y más fuerte que nunca. A más consumo -lamentablemente- más poder -afortunadamente-.
Éste es el "talón de Aquiles" del sistema capitalista.
Ahí debe dirigirse la flecha.
¿Cómo podrían parar un proceso semejante?
¿Con el ejército de la OTAN? (Furriel del Pentágono)
¿Con el ejército de los EEUU? (disparando desde 5.000 metros de altura)
¿Cómo nos podrían "obligar" a consumir?
¿Cómo podrían "evitar" un boicot?
En cuanto la juventud diga "basta", se le unirán los obreros, los campesinos,…y luego -milagrosamente- se sumarán los políticos (que tienen "buen olfato" para ponerse a la cabeza de la manifestación, salir en la foto, y arañar algunos votos, que de eso se trata),… después llegarán -jadeando- los empresarios y los financieros (por aquello de "darle estabilidad a los mercados", ustedes saben)…
Si con todo ello no alcanza para cambiar el sistema, siempre quedan las piedras,… las barricadas,…en fin, la conclusión de mayo ´68.
Si nuestra experiencia sirve de algo, estimamos que antes,… mucho antes, los poderes fácticos "descubrirán" otra Nueva Economía", que incorporará muchas de las reivindicaciones.
Excomulgarán a los "profetas" del libre cambio (íbamos a decir "lapidarán", ¿por qué será?), y abrazarán (se convertirán) a la "nueva" economía del bienestar.
Que de eso se trata.
Nos ilusiona concluir este ensayo con dos frases, que aparecen pintadas en alguna pared de La Habana (película Buena Vista Social Club – Win Wenders – 1999):
"Creemos en los sueños"
"La revolución es eterna"…
Reiteramos nuestra dedicatoria:
"A la naturaleza que ha perdido su futuro"
"A los trabajadores que han perdido sus derechos"
"A todos los "desposeídos"…de cualquier especie"
…………..
"A las víctimas del futuro"
Oda elemental:
"No nos robaran los sueños"
"La verdad es un virus"
"Saber el bien que no se hace, y el mal que se hace"
Reiteración de un llamamiento desesperado (ante el riesgo de una tercera generación perdida: padres, hijos y nietos)
(Mi convocatoria a la rebelión de los jóvenes, ha sido permanente. Sirva como referencia, lo escrito a principios del año 2007, cuando muchos -aun- permanecían anestesiados)
Del Paper- Desempleo juvenil: de la inactividad al desaliento – ¿Qué están esperando? (Convocatoria a la rebelión de la "sociedad de los conformes"), publicado el 15/3/07
Convocatoria a la rebelión de la "sociedad de los conformes"
En su libro "Antes del fin" (Memorias), Ernesto Sábato, 1998, Grupo Editorial Planeta, nos dice:
"Quizá, por mi formación anarquista, he sido siempre una especie de francotirador solitario, perteneciendo a esa clase de escritores que, como señaló Camus: "Uno no puede ponerse del lado de quienes hacen la historia, sino al servicio de quienes la padecen". El escritor debe ser testigo insobornable de su tiempo, con coraje para decir la verdad, y levantarse contra todo oficialismo que, enceguecido por sus intereses, pierde de vista la sacralidad de la persona humana. Debe prepararse para asumir lo que la etimología de la palabra testigo le advierte: para el martirologio. Es arduo el camino que le espera: los poderosos lo calificarán de comunista por reclamar justicia para los desvalidos y los hambrientos; los comunistas lo tildarán de reaccionario por exigir libertad y respeto por la persona. En esa tremenda dualidad vivirá el desgarro y lastimado, pero deberá sostenerse con uñas y dientes.
De no ser así, la historia de los tiempos venideros tendrá toda la razón de acusarlo por haber traicionado lo más preciado de la condición humana"
Sin llegar a la "estatura" intelectual del "Maestro", ni siquiera "usurpando" la categoría de escritor; aceptando mis limitaciones de entendimiento y el humilde oficio de "testigo de cargo" al hilo del vivir (alguna vez me auto titulé "escribidor" o "preguntero", y fue mucho), he intentado seguir sus "enseñanzas", respetar sus "postulados" y hacerme "uno con el prójimo". Otra cosa es ver si lo he logrado
Ustedes eligen
Formar parte del porcentaje descendente de jóvenes empleados o luchar.
Formar parte del porcentaje creciente de jóvenes desempleados o luchar.
Seguir compartiendo la persistencia de la pobreza entre casi el 56 por ciento de los trabajadores jóvenes o luchar.
Formar parte de los jóvenes desempleados (85 millones), o de los jóvenes trabajadores pobres (300 millones a nivel de US$ 2 al día), o de los jóvenes desalentados (estimado grosso modo en 20 millones), o luchar.
Formar parte de más de la tercera parte de la población juvenil que sufre de un déficit de oportunidades de trabajo decente o luchar.
Conseguir un puesto de trabajo donde las condiciones laborales tienden a estar por debajo de lo que se considera "decente y productivo" o luchar.
Estar más expuestos a largas jornadas de trabajo, a contratos temporales o informales con bajos salarios, una protección social escasa o inexistente, y a no tener voz en el trabajo o luchar.
Aceptar la sensación de vulnerabilidad, inutilidad y ociosidad que la incapacidad de encontrar trabajo genera o luchar.
Continuar aceptando que la posibilidad de estar desempleado triplique a la de los adultos o luchar.
Ser uno de cada tres integrantes de la población juvenil mundial (de 1,1 mil millones de personas entre 15 y 24 años) que está buscando trabajo sin éxito o luchar.
Ser de los jóvenes desempleados que conforman casi la mitad (43,7 por ciento) del total de los desempleados del mundo, a pesar que son sólo 25 por ciento de la población en edad de trabajar o luchar.
Ser alguno de los 125 millones de jóvenes trabajadores pobres (lo que significa que más del 20 por ciento de los jóvenes empleados vivían en un hogar donde había menos de US$ 1 al día por persona en el 2005) o luchar.
Seguir tolerando que se les ignore en las estrategias nacionales para reducir la pobreza y en la promoción del desarrollo sostenible o luchar.
Prolongar el desaliento y la vulnerabilidad que produce el estar desempleado por un largo tiempo, así como el difícil proceso de reintegrarse a la fuerza laboral, con el peligro de sentirse inútil y de distanciarse de la sociedad o luchar.
Formar parte del porcentaje de los jóvenes que se retirarán del mercado de trabajo y ni siquiera buscarán trabajo más o luchar.
Formar parte del porcentaje de jóvenes que ni trabajan ni estudian, inutilizando una buena parte del potencial laboral de la población o luchar.
Soportar una posición de debilidad no solamente como trabajadores, sino también como agentes de cambio; no poder ejercer sus derechos de ciudadanos porque tienen derechos limitados como trabajadores o no tienen derechos; no poder darle a sus hijos y dependientes un mejor futuro porque no ganan lo suficiente para levantarse de la pobreza junto con su familia; no poder esperar una seguridad de ingreso a medida que ejercen porque no tienen acceso a la protección social o luchar.
Consentir que la vulnerabilidad de los jóvenes en el mercado de trabajo pueda resultar en la pérdida de su autoestima, la exclusión social, el empobrecimiento, el ocio, la potencial atracción hacia actividades ilegales y finalmente sentimientos de frustración con su situación y al apuntamiento de sus frustraciones a la sociedad que las creó o luchar.
Formar parte de los jóvenes que trabajan en condiciones insatisfactorias, determinadas por cualquier número de características cualitativas (horas, remuneración inadecuada, mal uso de sus habilidades, falta de seguridad, falta de beneficios ), y caer bajo la muy amplia categorización de "jóvenes subempleados" y, por lo tanto constituir una parte de los jóvenes que caen dentro del déficit de oportunidades de trabajo decente o luchar.
Ser alguno de los jóvenes trabajadores pobres -125 millones de jóvenes al nivel de US$ 1 al día en 2005, o 22,7 por ciento de los jóvenes empleados- quienes debido al rendimiento remunerativo inadecuado de su trabajo fácilmente clasificarían como jóvenes que no tienen oportunidades de trabajo decente o luchar.
Regresar a la Edad Media "entonando" la "Oda al despido libre" según la música del Club de Bilderberg, la Trilateral Commission, el Council of Foreign Relations o el Foro Económico Mundial (Davos) y la letra de la OCDE, el FMI, el BM, o la OMC o luchar.
Aceptar la hipocresía (incluida en la música y letra de la Oda al despido libre) de que una legislación de protección del empleo menos estricta facilita el que los empresarios contraten a más trabajadores, mejorando las oportunidades laborales de aquellos grupos que tienen dificultades de acceso al mercado laboral, tales como los jóvenes o las mujeres o luchar.
Consentir la falsedad (incluida en la música y letra de la Oda al despido libre) de la necesidad de incrementar la "flexibilidad laboral" y el uso de horarios laborales "no normalizados", incluidos el aumento del empleo a tiempo parcial, el trabajo fuera de los horarios laborales usuales y horarios laborales variables o luchar.
Tolerar la ficción (incluida en la música y letra de la Oda al despido libre) de que las políticas de estimulación en el mercado laboral serían más eficaces si se atacasen los obstáculos a la demanda, por ejemplo, creando un entorno de apoyo a la política macroeconómica, estimulando la competencia en el mercado de bienes o flexibilizando las normativas de empleo excesivamente rígidas o luchar.
Soportar la afrenta (incluida en la música y letra de la Oda al despido libre) de que una forma de fomentar la motivación laboral consiste, simplemente, en recortar las prestaciones y su duración o luchar.
Admitir las medidas (incluidas en la música y letra de la Oda al despido libre) que potencien horarios de trabajo flexible y el trabajo a tiempo parcial -aplicados mediante convenios entre empresarios y trabajadores- en la "ridícula fantasía" de que pueden contribuir a crear una mayor elección para los trabajadores en relación con los horarios laborales y a promover la participación de ciertos grupos, tales como los padres jóvenes o los viejos trabajadores o luchar.
Conformarse con el dogma (incluido en la música y letra de la Oda al despido libre) de que una legislación demasiado estricta obstaculizará la movilidad laboral, reducirá la eficacia dinámica de la economía y restringirá la creación de empleo o luchar.
Transigir con la doctrina de la "flexiseguridad" (incluida en la música y letra de la Oda al despido libre) como un enfoque que facilita la contratación y el despido al tiempo que proporciona servicios de reinserción laboral eficaces y rentas de ayuda a quienes pierden su empleo o luchar.
Resignarse a que las negociaciones salariales tanto centralizadas como descentralizadas (incluidas en la música y letra de la Oda al despido libre) dan mejores resultados en términos de empleo que las negociaciones a escala sectorial o luchar.
Aceptar que el crecimiento económico mundial no se traduzca en la generación de empleos de calidad necesarios para avanzar en la reducción de la pobreza o luchar.
Admitir que la mitad de los trabajadores no obtengan suficientes ingresos para superar, ellos y sus familias, el umbral de la pobreza, que se cifra en dos dólares de los Estados Unidos al día o luchar.
Consentir que la cuestión de la seguridad en el empleo y de los ingresos de los trabajadores del mundo no haya sido una prioridad en el momento de diseñar las políticas o luchar.
Tolerar que para millones de trabajadores, los nuevos empleos apenas proporcionen ingresos que permitan superar el nivel de pobreza, o bien se encuentren muy por debajo de lo que cabría calificar de trabajo satisfactorio y productivo o luchar.
Convivir con la inseguridad personal que genera la relocalización o luchar.
Admitir el argumento de que la globalización traerá beneficios a largo y corto plazo para todos, mientras se acaba de perder el trabajo a causa de la globalización o luchar.
Aceptar que los mediáticos gurúes les impongan las tendencias decidiendo por ustedes cómo tienen que vestirse, dónde invertir, qué y dónde comer, cómo deben vivir, pensar, sentir y votar o luchar.
Resignarse a que el mercado -a través de la seducción publicitaria asociada a esa caja amplificadora que son los medios de comunicación– mande, asuma una verdad, imponga ideas y tendencias sobre cómo se debe pensar, sentir y vivir o luchar.
Ser cómplice (por acción u omisión) de la proyección de las tendencias actuales, que anticipan que para el año 2050 la humanidad estará usando dos veces el valor de los recursos naturales del planeta, en caso de que estos recursos siguieran existiendo o luchar.
Ser colaborador (por acción u omisión) en el robo de los recursos del planeta a nuestros descendientes, consumiendo mucho más de lo que podemos, o luchar.
Continuar con la actividad humana (por acción u omisión) que está desencadenando cambios sin precedentes en varios millones de años o luchar.
Acelerar (por acción u omisión) el cambio climático que podría reducir el crecimiento económico mundial en una quinta parte o luchar.
Encubrir (por acción u omisión) el riesgo de que hasta 200 millones de personas puedan convertirse en refugiadas en la medida que sus hogares sean golpeados por las sequías o las inundaciones o luchar.
Seguir bailando en la cubierta del Titanic hasta que choque con el iceberg, creyendo que los botes salvavidas alcanzaran para alguien más que los ricos y los hijos de los ricos o luchar.
Ser hijos de la televisión, entrenados para contemplar la vida en lugar de hacerla, y encogerse de hombros o luchar
Convencerse de que la servidumbre es vuestro destino y la impotencia vuestra naturaleza: admitir de que "no se puede" decir, "no se puede" hacer, "no se puede" ser o luchar.
Dicen los que saben
(Ernesto Sábato, op. cit.): "No quiero morirme sin decirles estas palabras. Tengo fe en ustedes. Les he escrito hechos muy duros, durante largo tiempo no sabía si volverles a hablar de lo que está pasando en el mundo. El peligro en que nos encontramos todos los hombres, ricos y pobres.
Esto es lo que ellos no saben, los hombres del poder. No saben que sus hijos también están en esta pobre situación.
No podemos hundirnos en la depresión, porque es de alguna manera, un lujo que no pueden darse los padres de los chiquitos que se mueren de hambre. Y no es posible que nos encerremos cada vez con más seguridades en nuestros hogares.
Tenemos que abrirnos al mundo. No considerar que el desastre está afuera, sino que arde como una fogata en el propio comedor de nuestras casas. Es la vida y nuestra tierra las que están en peligro
Sí, muchachos, la vida del mundo hay que tomarla como la tarea propia y salir a defenderla. Es nuestra misión.
No cabe pensar que los gobiernos se van a ocupar. Los gobiernos han olvidado, casi podría decirse que el mundo entero, que su fin es promover el bien común.
La solidaridad adquiere entonces un lugar decisivo en este mundo acéfalo que excluye a los diferentes. Cuando nos hagamos responsables del dolor del otro, nuestro compromiso nos dará un sentido que nos colocará por encima de la fatalidad de la historia.
Pero antes habremos de aceptar que hemos fracasado. De lo contrario volveremos a ser arrastrados por los profetas de la televisión, por los que buscan la salvación en la panacea del hiperdesarrollo. El consumo no es un sustituto del paraíso.
La situación es muy grave y nos afecta a todos. Pero, aun así, hay quienes se esfuerzan para no traicionar los nobles valores. Millones de seres en el mundo sobreviven heroicamente en la miseria. Ellos son los mártires"
(Günter Grass, Mi siglo, 1999, Alfaguara): "1932. Tenía que ocurrir algo. En cualquier caso, las cosas no podían seguir así, con decretos de urgencia y elecciones continuas. Sin embargo, en principio, hasta hoy no ha cambiado mucho. Bueno, estar sin trabajo entonces y parado ahora no es exactamente lo mismo. En aquella época no se decía "estoy sin trabajo", sino "voy a que me estampillen". Por alguna razón, eso parecía más activo. La verdad es que nadie quería reconocer que no tenía trabajo. Se consideraba una vergüenza. En cualquier caso, cuando en el colegio o en la catequesis me preguntaba el reverendo Watzek, yo decía: "Mi padre va a que lo estampillen", mientras que mi nieto dice ahora tranquilamente: "Vivo del subsidio". Es verdad, cuando Brüning estaba en el poder, eran unos seis millones, pero ahora estamos otra vez en cinco, bien contados. Por eso hoy se escatima el dinero y se compra sólo lo más necesario. En principio, las cosas no han cambiado. Sólo que en el treinta y dos, cuando llevaba ya tres inviernos yendo a que lo estampillaran, a Padre hacía tiempo que lo estaban descontando, y le reducían la asistencia social cada dos por tres. Tres marcos con cincuenta a la semana cada vez. Y como mis hermanos iban los dos a que los estampillaran, y sólo mi hermana Erike, vendedora en Tietz, traía a casa un verdadero salario, Madre no llegaba a reunir siquiera doscientos marcos semanales para la casa. Eso no bastaba en absoluto, pero en nuestra vecindad ocurría lo mismo en todas partes. ¡Ay de quien agarraba la gripe o lo que fuera! Solo por el certificado había que apoquinar cincuenta pfennigs. Echar medias suelas a los zapatos abría un agujero en las finanzas. El carbón comprimido costaba unos dos marcos el quintal. Sin embargo, en las cuencas los montones aumentaban. Naturalmente, estaban vigilados, estrictamente además, con alambre de espino y perros. Y el colmo eran las patatas de invierno. Tenía que ocurrir algo, porque el sistema entero estaba podrido. En principio, hoy ocurre lo mismo. También las esperas en la oficina de empleo
Bueno, las cosas no son ahora tan malas, aunque pueden empeorar. En cualquier caso, entonces había algo así como el servicio social para los llamados desempleados de la beneficencia. En nuestro caso, en Remscheid, tenían que apencar en la presa, construyendo caminos. Padre también, porque vivíamos de la beneficencia. En aquella época, como los caballos eran demasiado caros, enganchaban a unos veinte hombres a una apisonadora de no sé cuántos quintales y, a la voz de "¡arre!", arrancaban. A mí no me dejaban ir a mirar, porque Padre, que en otro tiempo fue maquinista jefe, se avergonzaba ante su hijo. Sin embargo, en casa lo oía llorar cuando en la oscuridad, estaba echado junto a Madre. Ella no lloraba, pero al final, poco antes de la toma del poder, no hacía más que decir: "Peor no puede ser". Una cosa así no puede pasarnos hoy, he dicho a mi nieto, para tranquilizarlo, cuando se dedica como siempre a hablar mal de todo.
-Tienes razón -me respondió el rapaz-, por muy mal que esté lo del trabajo, las acciones en la Bolsa no hacen más que subir".
(Me cuelo entre los que saben -perdón por la petulancia- para pedirles una reflexión)
Como bien conocen los jóvenes de los pueblos tradicionalistas, la única manera de que no te quemen las brasas es pisarlas con tal firmeza y contundencia que no haya transpiración. Cuando una manada de leones sale de cacería enseguida percibe que su mejor presa es aquélla que da muestras de vacilación y debilidad. Los perros salvajes siempre atacan a aquel que más teme hacerles frente.
Tal vez, al final, sólo se trate de optar entre la Visa o la Vida.
Tal vez, al final, sólo se trate de optar entre la Vida o la Bolsa.
Por favor, no fracasen como nosotros, no dejen de hacer lo que tienen que hacer
Los nadies
Sueñan las pulgas en comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy ni mañana, ni nuca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tiene cara, sino brazos.
Que no tiene nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.
(De "El libro de los abrazos", Eduardo Galeano, diciembre de 1989, regalo de mi hija Julia, la futura madre de mi primer nieto, en la Navidad del 2006)
Gracias, Julia, por dejarme volar contigo
Esperando el estallido social (la hora de los "justos")
(Con un nieto en "conciencia" y otro por llegar, trascurridos tres años desde el Paper sobre Desempleo Juvenil, volvía a la carga, con la ilusión, deseos, y esperanza que los jóvenes se rebelaran ante el despreciable futuro que le ofrecían los "global players")
Del Ensayo Esperando la rebelión de los "ni-ni" (ni estudian ni trabajan): Los "babylosers" – De la "Generación Peter Pan" a la "Generación Cero": el becarismo rampante, publicado en febrero de 2010
Ya sé; no me digás, tenés razón: la vida es una herida absurda (*)
(*) (De la letra del Tango "La última curda" de Cátulo Castillo y Aníbal Troilo)
"Me resulta tan odioso seguir como conducir". Nietzsche
Estimado joven amigo: No tengo la menor autoridad para sermonear a nadie (apenas soy, un millonario en fracasos) y aunque la tuviera, no la desearía utilizar (intento ser liberal hasta el renunciamiento personal). Por otra parte, tampoco puedo dirigirme a mis contemporáneos (los que no se han dado por "vencidos", disfrutan del hedonismo pasivo de última instancia, mientras duren las migajas). Por supuesto, poco interesan mis pensamientos a nivel académico, por incómodos y fuera de contexto (fui expulsado de las Escuelas de Negocios, por antiglobalizador, desde antes que ese término trascendiera al gran público, o por intentar enseñar ética, a los que sólo se preparaban para matar).
Así y todo, por el mérito de haber trabajado para ti (sí, al menos para los que aún leen, por supuesto) desde el año 1998, estudiando, documentando y escribiendo sobre temas de economía para facilitar la difusión, el entendimiento y el debate de ideas desde una óptica "políticamente incorrecta", además de dejar un amplio archivo de Informes y Hemeroteca para que "no se olvide lo inolvidable", permíteme compartir contigo esta "confesión".
El 54% de los miembros de tu generación ("de los ciudadanos de 18 a 34 años", según los analistas, que no ahorran en sarcasmos, al llamarlos ciudadanos), no tiene proyectos ni ilusión. No aciertan a vislumbrar una salida airosa, ni combatir este estado de cosas. No tienen prisa para hacerse mayores.
El virus del desánimo está minando la naturaleza vitalista y combativa de la gente joven. Mientras tanto, el discurso consumista ha resultado una trampa para tantos jóvenes audaces que creyeron en el maná crediticio y el crecimiento económico sin fin.
Vivir peor que sus padres Podemos estar asistiendo al primer proceso masivo de descenso social desde los tiempos de la Revolución francesa.
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