Los daños causados por la crisis ya abarcan "tres generaciones" (Parte I) (página 6)
Enviado por Ricardo Lomoro
El empobrecimiento conlleva dos movimientos simultáneos y de sentido inverso. En una dirección se debe contraer, recortar, resignar y modificar todo tipo de hábitos relacionados de un modo u otro con lo económico. Y en la otra dirección, se hace necesario aprender, inventar, permutar, incorporar, recorrer inusitados circuitos en busca de nuevas opciones de consumo, de obtención de ingresos o cualquier oportunidad de mejorar la situación. Al empobrecerse, no sólo se pierde todo lo que se pierde sino que, para evitar una mayor desestructurización, deben adoptarse nuevos criterios rectores de la organización económica familiar, lo cual no es otra cosa que un cambio cultural profundo. Se debe, ni más ni menos, aprender a ser pobre, proceso para el cual no existen en nuestra cultura comportamientos-guía a seguir. No hay en las sociedades modernas conocimientos disponibles que permitan a un individuo o familia que está cayendo saber desde un comienzo qué conviene hacer, por dónde empezar a ajustar, cómo racionalizar recursos que serán más tarde imprescindibles. El camino hacia la pobreza es un constante ensayo y error en el que cada error sale caro y lleva a perder un capital que ya será difícil recuperar.
En muchos casos la historia de la caída es una historia de pérdidas sucesivas: primero, para mantener el estilo de vida acostumbrado y, más tarde, para intentar hacer pie en medio de la debacle. Se hacen inversiones que fracasan, o se sacrifica un bien para salvar otro que a su vez también terminará perdiéndose Insuficiente información, nulo entrenamiento y ningún punto de apoyo para, al menos, no seguir cayendo
La sociedad actual es diferente de aquella que en el pasado imaginaron tantos inmigrantes y, más tarde, muchos de los que hoy se empobrecieron. ¿Qué perdura y qué se ha desvanecido de las creencias que postulaban a esa nación nueva y casi deshabitada como el escenario de una promesa de sociedad integrada, próspera y con equidad creciente? Imaginario de progreso colectivo cuyo consenso social residía en gran medida en la integración de dos ideas: la del país rico, la tierra naturalmente dotada -resabios de tiempos pasados donde la posesión de materias primas podía definir el grado de riqueza de un país- y la fe en la persistencia de una dinámica social distributiva que había originado ciertos grados de bienestar y equidad a partir de una movilidad social ascendente efectivamente producida, legislaciones sociales avanzadas, una participación importante de los trabajadores en el total de los ingresos, etcétera
La pauperización de la clase media es quizás la desmentida más cruda de la promesa originaria de progreso colectivo
No preguntamos si acaso las imágenes de la pauperización no conllevan una carga de culpabilización hacia las víctimas por su suerte, como si las causas de la pobreza estuvieran en gran medida en su propio accionar. No una culpabilización abierta, pero sí una cierta estigmatización, una discriminación encubierta al tratarlos, por ejemplo, como contingentes de población que han quedado a la vera de un camino inexorable, como resabios del pasado; en especial cuando se hace referencia al sector público, a las áreas menos dinámicas de la economía o a los jubilados. Una suerte de "costo" a ser pagado por la modernización o la estabilidad que beneficia al "país"; como si pudiéramos hablar en términos de "costos y precios" al referirnos a hombres y mujeres y como si la situación de un país pudiera ser realmente pensada en términos absolutos, sin tomar en cuenta las desigualdades internas, los "costos" que determinados sectores "pagan" y otros tipo de clivajes.
Esto nos lleva a preguntarnos acerca de nuestra tolerancia hacia la desigualdad ¿No nos estará empezando a parecer perfectamente normal que ante la pobreza, la vulnerabilidad social o la exclusión, cada cual deba arreglárselas por sus propios medios, sin contar con una red de resguardo provisto por el Estado y la sociedad? ¿Habremos comenzado a habituarnos a ser una sociedad más equitativa, sin que esto suscite cuestionamientos ni un profundo debate acerca de cuáles deberían ser los criterios de justicia rectores en la distribución de bienes y servicios en las distintas esferas de la vida social?
Una sociedad puede crecer en lo económico, y a la par no sólo no disminuir las desigualdades, sino más aún, puede producirse simultáneamente un aumento de la pobreza y de la inequidad en la distribución de los ingresos"…
Recorriendo el relato sobre la nueva pobreza en la Argentina (según lo publicado por Alberto Minujin y Gabriel Kessler), espero y deseo que muchos lectores se hayan visto reflejados en su situación particular, aunque pertenezcan -aún y por poco tiempo– a la "sociedad de los conformes" (Europa, Estados Unidos o Japón).
Cuando mi padre me decía en la remota y lejana Argentina de los "sueños" (allí por 1955): si tú estudias y terminas la escuela primaria, no tendrás que trabajar de peón en la agricultura; si estudias y terminas la escuela secundaria, no tendrás que trabajar de peón en la construcción; y si estudias y terminas la universidad, tendrás la vida asegurada. Ese hijo de inmigrantes italianos, sabía bien lo que era ser peón. Lo llevaba en los genes. En esa época y en esa circunstancia, estuvo acertado. En esa época y en esa circunstancia, salvo en casos excepcionales, los hijos estaban "llamados" a tener un éxito económico mayor que el de sus padres. El ascensor social funcionaba.
En la actualidad, en la "sumergente" Argentina, en la "satisfecha" Europa, en el "incuestionable" Estados Unidos o en el "opaco" Japón, salvo casos excepcionales, los hijos están "llamados" a tener unos ingresos inferiores a los de sus padres, para similar profesión. El ascensor social está: "out of order".
Este último párrafo corresponde al Paper La clase media y su proceso de movilidad social descendente – Parte I: De "clase media" a "nuevos pobres", publicado el 15/8/2007. Creo que ahora, vivido y padecido los últimos cinco años de crisis moral, financiera, económica y social (en ese orden), en alguno de los países anteriormente llamados "avanzados", debería "rectificar" (actualizar) y escribir:
En la actualidad, en la "sumergente" Argentina (que sigue en lo mismo), en la "perpleja" Europa (que no sale del pasmo y complejo de inferioridad), en el "deficitario" Estados Unidos (dependiente del crédito de su principal proveedor -y rival imperial- para mantener su adicción al consumo y la deuda) o en el "sonámbulo" Japón (que parece haber optado por las megainyecciones de liquidez al estilo americano, para seguir empujando la soga), salvo casos excepcionales, los hijos están "llamados" a tener unos ingresos inferiores a los de sus padres, para similar profesión. El ascensor social está: "out of order". And so on
En el Ensayo: El "factor" Bernanke: otro "Maestro" que se cae del tabernáculo (Hagiografía -no autorizada- del heterodoxo "socializador" de las pérdidas del sistema financiero) – (Parte II), publicado en Junio de 2013, decía:
(Apartado 10) – Canción triste de Main Street (el Día de la víctima)
Los apóstatas de Keynes (se justifican diciendo que la víctima lo provocó) (escrito en febrero de 2012)
Como viejo keynesiano (desde la época en que, los pocos que "habíamos", éramos considerados unos "apestados" de la ciencia económica), me sorprende (repugna, resulta un término más ajustado), que haya tantos "filisteos" falsificando (jurando en vano), la "Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero".
Una leyenda urbana sostiene que los niños y los viejos son los únicos que dicen los que piensan… De ser cierta la fábula, creo que los niños tienen la ventaja que les otorga el tiempo, para rectificar sus errores, cosa que los viejos no tienen
Por lo cual, a mis 66 años, con las disculpas del caso, y sin tiempo para rectificar mis errores, me animo a retar a los grandes bonetes de la economía (luego podrán leer algunas de sus opiniones), que alientan la expansión monetaria ilimitada (que fluya el dinero, después veremos cómo se recoge ), en nombre de la demanda, travestidos de keynesianismo. Grandes simuladores: nos mean la cabeza y los diarios dicen "llueve".
¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?, era el título de una película, que me sirve para encabezar mi crítica: ¿Por qué hablan de incentivar la demanda (consumidor) cuando quieren decir socorrer a los deudores (banca y gobierno)?
Por qué fingen por qué son tan hipócritas por qué después de tantos años de monetarismo (dogma con el empobrecieron a generaciones enteras de trabajadores), ahora se disfrazan de keynesianos (aparentando alentar la ocupación y la demanda).
Pero como antes se coge al mentiroso que al cojo, no sólo juran en vano (filisteos), sino que falsifican los postulados del keynesianismo. Para justificar el exceso de gasto público (que en este caso está directamente vinculado al salvataje del sector financiero), se amparan en el desempleo y la demanda, pero sin resolver lo uno, ni alentar lo otro.
Para la teoría keynesiana, el empleo total depende de la demanda total y el paro es el resultado de una falta de demanda total. La demanda efectiva se manifiesta en el gasto de la renta, si aumenta la renta de una comunidad también aumentará su consumo, pero éste menos que aquella. Por lo tanto, para que haya una demanda suficiente para mantener el nivel de empleo, se debe verificar un nivel de inversión equivalente a la diferencia entre la renta y el consumo. Por ello podemos decir que la inflexibilidad de salarios no es el único factor que desencadena el desempleo, aun cuando exista competencia perfecta en los mercados y todos los precios milagrosamente se ajustaran instantáneamente, las decisiones de los inversores influirán sobre la demanda efectiva y por último en el nivel de empleo.
Keynes recomendó la intervención del estado para impedir la caída de la demanda, aumentando el gasto público o reduciendo impuestos a las empresas y las familias.
¿Cuánto de esto han hecho los apóstatas del keynesianismo? ¿Ha crecido el empleo? ¿Ha aumentado la demanda? Sólo han utilizado el dinero público (recursos y endeudamiento) para tapar los agujeros de la banca e incentivar la especulación bursátil.
¿Exageración? ¿Interpretación conspirativa de la historia? Por favor, tomen nota:
El 46,5% de los norteamericanos vive al límite de sus posibilidades financieras
"Sólo el 24,9% de los norteamericanos podrían conseguir 2.000 dólares en 30 días, según un estudio publicado por el National Bureau of Economic Research. Annamaria Lusardi de la George Washington School of Business, Daniel J. Schneider de Princeton University y Peter Tufano de la Harvard Business School preguntaron: "¿Cuánto confía usted en que podría conseguir 2.000 dólares si surgiese una necesidad inesperada durante el mes que viene?" Un 24,9% afirmó estar seguro de que podría, un 25,1% dijo que probablemente podría, un 22,2% dijo que probablemente no y un 27,9% que seguro que no"… Casi la mitad de los estadounidenses vive al día (Libertad Digital – 26/5/11)
Quiz show (el dilema): mentiras con importancia
Si el QE1, QE Lite, QE2 (y los que están por venir), hubieran realmente incentivado el empleo ¿ustedes creen que únicamente el 24,9% de los norteamericanos podrían conseguir 2.000 dólares en 30 días?
Antes Bush (con Paulson), ahora Obama (con Geithner) y siempre Bernanke, han hecho todo lo posible para transformar a los Estados Unidos en un país del Tercer mundo. Y lo han logrado, vaya si lo han logrado. Eso sí, en el nombre de Keynes. Que hipócritas.
"Restablecer los equilibrios financieros a expensas de los equilibrios sociales no es un planteamiento creíble a largo plazo"…
"El "acerto" de que la falta de ocupación que caracteriza una depresión se debe a la negativa de los obreros a aceptar una rebaja en el salario nominal, no se apoya en hechos"…
"El que la mano de obra esté dispuesta a aceptar menores salarios no es, por fuerza, un remedio a la desocupación"…
Estos son algunos de los postulados de Keynes "falsarios saltimbanquis", a ver como los conjugan. Entre tanto, si se animan, pueden irnos explicando, cuándo y cómo la expansión monetaria ilimitada logrará recuperar el empleo (y con ello la demanda proclamada). Les dejo algunas preguntas (sin respuesta, aún) como guía para iniciados:
1. ¿Ha culminado la destrucción de empleo?
2. ¿Cuál es el techo de la tasa de paro?
3. ¿Cuándo se empezará a crear empleo?
4. ¿Qué pueden aportar los distintos sectores económicos?
5. ¿Qué tipo de empleo se va a crear?
6. ¿Qué salida tienen los jóvenes?
7. ¿Cómo y cuándo se resolverá la situación de los hogares más endeudados?
8. ¿Cuál será el futuro de la protección social?
9. ¿Cuándo y cómo se restablecerán las líneas de crédito para la inversión empresarial?
Mientras espero (esperamos) respuesta de parte de estos tahúres de la geometría variable, o, al menos, que comience a funcionar el desatascador de la crisis (QE1, QE Lita, QE2 ), sin esperanza y con miedo, observo a los líderes del G-8 (mayo 2011) reuniéndose con Mark Zuckerberg (el niño multimillonario que invento el "anestésico virtual" conocido como Facebook). ¿Por favor Zuck, cuéntanos, dinos qué va a pasar?
"La destrucción de empleo, el repunte del precio de los productos básicos, el encarecimiento de la gasolina y, por su fuera poco, los ajustes impulsados por el gobierno para reconducir sus cuentas públicas que, en última instancia, inciden sobre todos los ciudadanos. Toda una suma de factores que reducen cada vez más la riqueza de los hogares y, como muchos coinciden, hacen plantearse si la clase media está en peligro de extinción". (Por Michael Snyder – Business Insider – El Economista – 4/5/11)
The Family Watch (los "daños colaterales" de la crisis, con nombres y apellidos)
Del Paper Las pensiones con depresión, publicado en Mayo de 2013:
Sueños estancados (la sociedad destrozada por la avaricia desenfrenada de una dirigencia sin "neuronas espejo": actualización de la Hemeroteca (enero 2012 – enero 2013)
A continuación se presenta un recorrido (específico) de cabotaje, para destacar algunos dramas personales, más allá de las cifras. Las historias de los "daños colaterales", con nombres y apellidos. Las personas que están "al otro lado del espejo" de la socialización de las pérdidas del sector financiero. "Distorsiones urbanas", de la Ciudad Desnuda.
1961. En mi juventud, la noche de los jueves en televisión, era la noche de "La Ciudad Desnuda" ("Naked City", 1958/63), un clásico policial de extraordinaria popularidad que presentaba el inusual ingrediente de su filmación en escenarios reales de New York, lo que le imprimía un "feeling" de cruda realidad infrecuente en las series de la época.
Pero la estrella era la propia New York donde, como el narrador indicaba al comienzo y al final de cada episodio, "Hay ocho millones de historias en la ciudad desnuda…".
Estaba basada en una historia de Mark Hellinger que se convirtió en una película de 1948 también llamada "La Ciudad Desnuda", protagonizada por Barry Fitzgerald y Howard Duff y dirigida por Jules Dassin.
"Hay ocho millones de historias en la ciudad desnuda y ésta ha sido una de ellas", dice el narrador al final de La ciudad desnuda, una película de 1948 que transcurre en Nueva York. Con esta última frase del filme, los ciudadanos se convierten en metáforas, "ocho millones de historias", una transubstanciación inversa: pasan de ser de carne y hueso a convertirse en historias, y de muchas historias singulares se transforman en una enorme ciudad desnuda, una gran idea. Se trata de una idea que se remonta a la República de Platón en la que Sócrates establece un paralelismo entre los diferentes componentes psicológicos del individuo y cómo estos se van sumando, y los diferentes tipos de ciudadanos y cómo ellos constituyen su ciudad ideal, y que llega hasta Milton Glaser, que mostró Nueva York a través de la tipografía y de los símbolos.
Como dice Cesar Vidal, sin la intención de agotar el tema, los hechos son los siguientes:
"El proyecto de presupuesto para 2013 anunciado este lunes por Barack Obama apunta a que los ricos tributen más, en un claro guiño a la clase media. Esto no puede sorprender ya que es esta franja de la población la que se ha visto más afectada en los últimos años. De hecho, un buen número pasó a engrosar el grupo de 47 millones de estadounidenses que viven bajo la línea de pobreza, según datos oficiales"… Las villas miseria de Estados Unidos, el país más rico del mundo (BBCMundo.com – 14/2/12)
"Millones de trabajadores alemanes, en su mayoría mujeres, podrían caer en la pobreza cuando se jubilen. Se trata de los 7 millones y medio de empleados en llamados minijobs, contratos precarios con un salario de 400 euros mensuales. 4,65 millones de estos precarios son mujeres, de las que más de tres millones carecen de otra fuente de ingresos. En el momento en que se jubilen, estas empleadas cobrarán pensiones cuyo valor actual no llega a los 200 euros mensuales"… Los "minijobs" abocarán a la pobreza a 4,6 millones de alemanas tras su jubilación (El País – 28/3/12)
"¿Están los mayores lastrando el futuro de las nuevas generaciones? El prestigioso economista británico John Kay, que dirige el grupo de asesores de David Cameron para reformar los mercados financieros, así lo cree. Es más, defiende en un crítico artículo que su generación (él nació en 1948) "debe devolver su buena suerte" a los más jóvenes"… "El único consuelo para las nuevas generaciones es que les vamos a dejar una casa" (El Economista – 28/3/12)
"Los cinco días de disturbios en Londres y otras ciudades británicas en agosto de 2011 tuvieron sus raíces, entre otros factores, en la pobreza, la desmotivación, la falta de oportunidades y la ausencia de un entorno familiar sano"… Estudio sobre los motines británicos encuentra "500.000 familias olvidadas" (BBCMundo – 28/3/12)
"Hace poco menos de seis años Irlanda podía presumir de ser la economía más activa de la Eurozona. Crecía por encima del 6% y tenía una de las mayores rentas per cápita de toda Europa. La inversión extranjera fijaba la mirada en el país antes que en ningún sitio debido al atractivo de su impuesto de sociedades, empresas de todo el mundo se establecían en masa en el país… Hasta que la crisis terminó por amedrentar al Tigre Celta"… El avance de Irlanda: de la construcción a la granja… cobrando un 65% menos (El Economista – 20/4/12)
"Cada día un pequeño empresario y un trabajador se quitan la vida agobiados por las deudas y la falta de expectativa para superar las dificultades" La crisis cercena vidas en Italia (El País – 21/4/12)
"Los Países Bajos, hasta ahora una de las economías más estables de Europa acaba de ver la caída de su gobierno como consecuencia del peso de la crisis y de los recortes y se enfrenta a un aumento de personas que viven al límite"… La pobreza que puso en jaque a un gobierno (BBCMundo – 24/4/12)
"Michael Brennan llegó a ganar hasta US$ 1.300 a la semana como carpintero instalando techos durante el auge de la construcción en Irlanda. Pero después de casi tres años sin un empleo estable, el hombre de 29 años está empezando de nuevo en un frigorífico donde trata de labrarse un nuevo, y menos lucrativo, futuro"… Irlanda apuesta el futuro de su economía a una transformación de su fuerza laboral (The Wall Street Journal – 27/4/12)
"La crisis ha disparado el abandono de niños en Grecia. Cada vez son más padres los que dejan a sus hijos a las puertas de una ONG infantil por no tener recursos para darles de comer"… Se dispara un 300% el abandono de niños en Grecia (Geceta.es – 4/5/12)
"Los riesgos derivados del empeño institucional por reducir la brecha digital lo más rápidamente posible ha ocasionado una serie de negativos efectos secundarios en los que no se había puesto el foco hasta ahora. Se trata de la elevada exposición de los niños a los aparatos tecnológicos. Los ordenadores acaban absorbiendo a los más pequeños restándoles tiempo para dormir, estudiar o socializarse" Los pobres (y por eso lo son) pasan mucho tiempo jugando con la consola (El Confidencial – 4/6/12)
"Actualmente, no hay duda de que la inteligencia se hereda: es más probable que los adultos inteligentes tengan hijos inteligentes. Sin embargo, en los años 70, sugerir que el coeficiente intelectual (CI) podía heredarse era una herejía intelectual, que podía castigarse con el equivalente a la hoguera"… La inteligencia se hereda, siempre y cuando la familia no sea pobre (The Wall Street Journal – 1/7/12)
"Esas fueron las palabras que un ex empleado de France Télécom dedicó a su empresa antes de morir. Como él, 35 trabajadores de la compañía se quitaron la vida en dos años"… "Estoy de más; el suicidio es mi única solución" (Gaceta.es – 9/7/12)
"A la vera de una tranquila calle de un suburbio de Berlín, un cartel con una flecha apunta hacia un sendero que se abre paso entre los árboles. El cartel dice "Babywiege", en español: cuna"… Polémica en Europa por cunas para abandonar bebés (BBCMundo – 10/7/12)
"Una vez que los tenderos desarman sus puestos, los mercadillos de Madrid muestran su realidad más cruda. Basta con que los vendedores de frutas, verduras y ropa se suban a sus coches para que aparezcan, entre los desechos, hombres y mujeres con bolsas de plástico en busca de algún alimento que todavía se pueda comer"… "Tener que apañarme en la calle me da vergüenza" (El País – 12/7/12)
"Cada vez son más. Una muchedumbre silenciosa y a menudo inadvertida. Son las víctimas de la pobreza. Crece en una crisis sin fondo y se instala en una normalidad quebradiza. El paro, que ya lacera a 5,6 millones de personas, es un filo que se estrecha. Las facturas siguen, los subsidios se recortan; se agotan al igual que los ahorros, y el empleo no aparece. El techo peligra. O desaparece"… Pobre puede ser cualquiera, o casi (El País – 13/7/12)
"Últimamente, los ancianos y los jóvenes regresan al hogar familiar tras pasar años en residencias o viviendo emancipados, respectivamente. Los primeros, vuelven porque deben mantener a toda la familia con sus pensiones; los segundos, porque no encuentran un trabajo"… El 40% de los mayores ayuda económicamente a sus familiares – La crisis invierte el término "dependencia": los ancianos pasan a ser sostén de los jóvenes (Vozpópuli – 18/8/12)
"A pesar de que es una de los millones de jóvenes españoles desempleados, Silvia Martín, de 22 años, se consuela sabiendo que su banco todavía la respalda. No se trata de una institución de crédito, sino más bien de un banco de tiempo cuyos cerca de 400 miembros intercambian sus servicios por hora"… Para los españoles sin trabajo, el tiempo equivale a dinero (The Wall Street Journal – 27/8/12)
"Los jóvenes londinenses en paro deberán trabajar de forma obligatoria y no remunerada durante tres meses para poder reclamar el subsidio social, según un nuevo proyecto del alcalde de la ciudad, Boris Johnson, informa hoy el diario The Guardian"… Los jóvenes londinenses en paro deberán trabajar tres meses gratis para cobrar el subsidio (Cinco Días – 29/8/12)
"La fundación internacional Save the Children, famosa por sus esfuerzos para combatir el hambre en África, pidió por primera vez fondos para abordar la pobreza infantil en Reino Unido"… ONG famosa por combatir el hambre en África se preocupa por la pobreza en Reino Unido (BBCMundo – 5/9/12)
"La responsable de Incidencia Política de la división española de Save The Children, Yolanda Román, asegura que en España sería factible una campaña similar a la que ha puesto en marcha la filial británica de la organización, ya que los índices de pobreza infantil son "altamente alarmantes" y "viendo la situación actual, no pueden más que empeorar""… España, a un paso de una acción contra la pobreza infantil como la de Reino Unido (ABC – 6/9/12)
"Cerca de 75 millones de jóvenes están desempleados, una cifra que no deja de crecer desde que estalló la crisis, y que evidencia el principal reto al que se enfrentan tanto los países desarrollados como los emergentes"… Los jóvenes de todo el mundo configuran el eslabón más débil en la crisis económica (Vozpópuli – 9/9/12)
"España es uno de los países de la OCDE donde hay más jóvenes que ni estudian ni trabajan, los conocidos como ni-nis. Concretamente, el 23,7% de los chicos y chicas entre 15 y 29 años no está ni empleado ni recibe ningún tipo de formación, lo que sitúa a España en el quinto puesto de un total de 33 países (donde de media los "ni-nis" representan apenas el 15,8%)"… España se sitúa como uno de los países de la OCDE con más jóvenes que ni estudian ni trabajan (Expansión – 10/9/12)
"En la habitación de Jesús no suena el despertador. El madrugón para ir a estudiar o trabajar es algo que pertenece al pasado de este joven de 28 años, parado y con un futuro incierto. Vive con sus padres y hermanos menores -de 17 y 22 años- en una modesta vivienda del barrio de Arganzuela, donde cada día transcurre igual que el anterior"… Mi vida como un Ni-Ni (El Confidencial – 16/9/12)
"Ni se forman, ni trabajan, ni buscan empleo. Son los conocidos como "ninis", un total de 1.643.928 jóvenes de entre 15 y 29 años (el 21,1% de la población española), y que cuestan más de 15.735 millones de euros anuales a las arcas públicas, es decir, el 1,47% del PIB, frente a los 10.794 millones (0,99% de 2008)"… El precio de la "generación perdida" (El Mundo – 22/10/12)
"Estamos en el centro de una debacle que resituará a nuestro país en la división de los desfavorecidos. El paréntesis de prosperidad del que hemos disfrutado se ha desvanecido, dejándonos en un escenario, lleno de incertidumbre y de tristeza, del que ya no saldremos. Así lo explica el periodista Ramón Muñoz (Madrid, 1964) en España, destino Tercer Mundo (Ed. Deusto) un libro inmisericorde en el que describe con precisión nuestro No futuro. Muñoz habló con El Confidencial, y condensó sus tesis en cinco crudos puntos" "Chabolas con wifi": así será España en apenas un par de años (El Confidencial – 12/12/12)
"Esta pequeña ciudad afronta otro año de austeridad forzada por los acreedores del rescate de Portugal, pero hay una categoría de gastos que el alcalde no está dispuesto a recortar. Se trata de los incentivos a los nacimientos, subsidios de hasta 1.000 euros (US$ 1.300) para madres primerizas, así como servicios gratuitos de guardería y exenciones tributarias para las parejas jóvenes que compran una vivienda"… La caída de las tasas de natalidad pesa sobre Europa (The Wall Street Journal – 11/1/13)
"El drama del desempleo esconde la realidad silenciada de la explotación laboral y el abuso, fenómenos que se recrudecen en tiempos de crisis" Trabajadores de usar y tirar (El País – 13/1/13)
"Miles de españoles aceptan condiciones ilegales impuestas por las compañías para conservar un puesto de trabajo" Obligados por la empresa a pasarse a la economía sumergida (ABC.es – 20/1/13)
"No importa si son mensuales o trimestrales, los números suben mientras ellos siguen ahí, estáticos. "Más y más de lo mismo". Se entrecortan las palabras. Cansancio, escepticismo, impotencia… resignación. Años en unas listas que no entienden de generaciones. Abuelos, padres e hijos aquejados por una enfermedad para la que no llega el antídoto y te consume con los años. La EPA de este jueves arroja 187.300 más al precipicio. Seis parados de esos casi seis millones relatan una caída de la que parece imposible levantarse"… Tres generaciones, en paro (elmundo.es – 24/1/13)
"La tala ilegal en el hogar de los antiguos dioses griegos, según la mitología, se ha incrementado 300%. Al aumentar un tercio el costo del combustible para calefacción, muchos recurren a la madera del monte"… Los griegos cortan sus árboles en busca de calor (BBCMundo – 3/2/13)
"Un estudio también revela que en el 9% de los hogares alguna de las personas que se había emancipado ha tenido que volver a casa. Estas son algunas de las principales conclusiones del Barómetro Madrid Vivo sobre la familia en España realizado por el Instituto Internacional de Estudios sobre la Familia "The Family Watch" con encuestas a 600 hogares de toda España y presentadas hoy en Madrid"… El 64,2 % de los padres piensa que sus hijos vivirán peor que ellos (Gaceta.es – 5/2/13)
"El sistema se tambalea con menos de 1,8 cotizantes por pensionista en un país con una tasa de paro del 26%"… Uno de cada tres españoles es pensionista o está en el paro (Negocios.com – 5/2/13)
Como dije al principio de este recorrido de cabotaje por la hemeroteca reciente: "Hay ocho millones de historias (como estas) en la ciudad desnuda…". Ahora, creo que ya son más (y "sangran" todavía)
(Algunas de mis tristes y queridas causas perdidas o la amargura de la victoria)
En el Paper – "Tiempos modernos" ("realidades cercanas" de un capitalismo sin control) Parte I, publicado en 15/7/12, dije:
(Apartado 1) – Trabajando como esclavos (el robo del futuro)
"Snippet" de verano (julio europeo)
¿Qué son los "snippets"? Snippets viene snip (inglés) y significa pequeño fragmento (extraído de algo)
Es un término del idioma inglés utilizado en programación para referirse a pequeñas partes reusables de código fuente, código binario o texto. Comúnmente son definidas como unidades o métodos funcionales que se pueden integrar fácilmente en módulos mucho más grandes, aportando funcionalidad. También se utiliza la palabra para referirse a la práctica de minimizar el uso de código repetido que es común en muchas funciones, por medio del uso de un solo método que pueda ser reutilizado.
En otros casos, he realizado mi comentario final en forma de "blog", así que esta vez (para aquellos lectores "adictos" a las nuevas técnicas de comunicación) voy a probar un formato diferente: "Snippet" – Dato o comentario – Desarrollo breve – Pregunta abierta al final (para el que quiera contestarla).
En un Paper anterior: La pandemia de las abuelas, publicado el 21/4/04, escribí:
(Pandemia: enfermedad endémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región).
El neo-capitalismo de mercado ha logrado -entre otras maravillas- "conchabar" a las abuelas (y hasta a algún abuelo) para cerrar la ecuación de dependencia laboral familiar. En vez de dos trabajadores por el precio de uno (más adelante lo explicaré), ya pueden contabilizar tres, cuatro (cuando no, cinco o seis) por el precio de uno (y ni siquiera a ese uno le pagan bien). Joder, ¡eso sí que es "crear" valor!
Bueno valor, valor, lo que se dice valor, es el que tienen las abuelas para "criar" a sus nietos, mientras los padres están en el "bosque" animado que le "ofrecen" los fundamentalistas del mercado.
La historia (y la histeria), merece su "racconto". Aunque más valdría llamarlo "recuento" de víctimas, por supuesto.
Todo comenzó con el "feminismo" (seguro que con esto, ya perdí a las lectoras). Pero, por favor, tengan paciencia y lean un poquito más Luego ustedes deciden. Total con un clic, me mandan al carajo, y sin dolor. Sólo unos renglones más, antes de dar o quitar razones.
La "verdad" neoliberal absoluta, incontrastable, definitiva e irreversible, necesitaba que las mujeres "tomaran" el mando.
Nada es casual, nada es gratuito, nada es espontáneo (como verán más adelante, si estoy en lo correcto).
Las mujeres "debían" incorporarse al mercado de trabajo. Las mujeres debían dejar el hogar (las tareas del hogar, digamos) para "realizarse", para "encontrarse" a sí mismas, para "ser" personas
Ganar la calle (a veces se me va el lápiz, y casi escribo "hacer" la calle, aunque sea en las oficinas, escuelas, universidades, juzgados o despachos).
Para "ser" personas había que dejar la antigua piel de madre y ama de casa. Lo que "mola" es estudiar, trabajar, disponer de dinero, consumir, fumar (igual o más que los hombres), beber (igual o más que los hombres), conducir un auto propio (igual o peor que los hombres), liberarse de la "caca" de los niños (cuando no de los niños, al completo), liberarse de la "tutela" del marido, de la dependencia económica, de limpiarles la mierda, de vaciarle los ceniceros, de aguantar los ronquidos
Para alcanzar ese "status" (ofrecido, promovido, difundido, por los auspiciantes) las jóvenes se lanzaron "en masa" a las universidades. Como eran, son y serán, más inteligentes que los hombres, más perseverantes, más "empollonas", más (casi todo), no les costó mucho superar a la población masculina en los centros de estudio, superar las notas en los exámenes de sus colegas del otro sexo, ganar becas, concursos y oposiciones, pero nada es casual, nada es gratuito, nada es circunstancial
Una vez alcanzada la cualificación profesional correspondiente había que continuar en la "escala" del progreso, de la autonomía, de la independencia Para ello había que incorporarse al "mercado" de trabajo. Iba de suyo. ¡Y ahí empezaron a llegar las facturas!
Todos los halagos anteriores, todas las ofertas promocionales, todo el psicoanálisis, todo el feminismo, toda la literatura independentista, liberal y auto afirmativa las llevaba al desfiladero (por qué no decir al precipicio) del trabajo fuera de casa. ¿Y si no para qué?
Para sacudirse la esclavitud de la casa se iniciaron en la esclavitud de la empresa. Ya podía verse quién era el titular de las facturas
Sin exagerar, han cambiado las tareas "menudas" por "menudas" tareas. Y "eso", no era todo. Aún faltaba lo peor.
Cuando estaban bien "comprometidas" (¿infiltradas, suena muy duro?) cuando se habían transformado en unas "consumistas" irredimibles cuando el "look" americano les sentaba de maravillas descubrieron que ya nunca nada podría volver a ser como antes.
Los grandes almacenes, la tarjeta de crédito, la hipoteca, las letras, los viajes, los electrodomésticos, el móvil, el PC, el portátil (y la madre que los parió), ya no le dejarían volver atrás
Tienen hipotecado el destino. Sólo se puede seguir hacia adelante. ¡Sólo se puede huir al futuro!
Prisioneros de senda
Para la huida hacia el futuro el "sistema" les tenía preparado otro plato de alta cocina. La otra cuchilla de la tijera. La otra cara de la falsa moneda. La otra fase de la trampa.
Para aquellas mujeres que formaban pareja (en cualquiera de sus modalidades; hasta casándose, si aún se me permite mencionar la alternativa), la hipoteca se extendía "un poco" más allá, involucraría a los compañeros, llegaría hasta los "niños" (si es que accidental o premeditadamente, los tenían).
Aquí la ecuación se complica un poco. Necesita de cierto detalle y paciencia. Les ruego ambos.
Los trabajadores masculinos tienen bajas remuneraciones para alcanzar el nivel de consumos "satisfactorios" (en definición de los profetas del mercado). La "única" forma de completar ingresos, es con el trabajo de la mujer.
Ese es el gran término de la ecuación. Esa es la trampa de la sociedad de mercado. Para ir al "mercado" ya no basta con el trabajo del hombre, se necesita el trabajo de la mujer también.
Para "adquirir", para "participar", para "seguir" rodando, se necesita de los dos. Con un sólo sueldo no alcanza. Con el de dos un poco más, pero tampoco.
¿Cómo es eso?
Los "dueños" de la globalización, los "hacedores" de mercado, los "crupier" de la economía de casino, los "plásticos" de la economía de Madonna, los turbo-capitalistas, necesitan "crear" valor pagando por el trabajo de dos (hombre y mujer), el precio de uno (lo que antes ganaba sólo trabajando el hombre).
Tal vez si presento la "secuencia" de la dependencia, se puedan seguir más fácilmente los términos de la ecuación:
1) Antes, las empresas tenían que pagar al trabajador lo suficiente para mantener el hogar sin que su mujer tuviera que trabajar fuera.
2) Si se aumentaba la "oferta" de mano de obra esa remuneración podría rebajarse (por aquello de la ley de oferta y demanda).
3) Para aumentar la oferta -contundentemente- existía la posibilidad de atraer a las mujeres al mercado de trabajo.
4) Para ello había que:
a) motivar a las mujeres para que salieran a trabajar fuera de su casa
b) capacitar a las mujeres para que fueran útiles en las tareas de empresa
c) incorporarlas al mercado de consumo, para que nunca más pudieran volver atrás
d) convencerlas que la única forma de "ser" mujer era incorporándose al mercado de trabajo
5) Una vez alcanzado el escalón anterior ya se tenía la suficiente "oferta" y con el debido nivel de formación como para desafiar a los hombres rebajando su remuneración.
6) El siguiente paso ha sido (y es) remunerar a la mujer por debajo del hombre (para igual tarea). Según datos sus salarios son inferiores, al menos, en un 30%.
7) Con hombres y mujeres subidas al "carro" triunfal del consumismo imparable, se tenían las "dependencias" suficientes, como para asegurar una oferta de mano de obra casi "cautiva".
8) Otro paso más, y ya se podía pagar a dos por el precio de uno. Se necesitaban dos sueldos, para pagar las cuentas que antes se pagaban con un sólo sueldo.
9) Para que ninguna mujer "osara" desafiar el destino que se le tenía preparado en la "aldea" global, se llenaron manuales, tratados y libros, se presentaron en cuanto programa de radio y televisión fuera posible, se dieron conferencias, cursos y coloquios, alabando la "independencia" femenina. Toda mujer que no se incorporaba al "camino", poco menos que era considerada una "islámica" (que es como decir una "cautiva"). Todo hombre que se animara a "objetar" la tendencia, poco menos que era considerado un "talibán" (que es como decir un dictador primitivo y retrógrado).
10) Sólo faltaba un paso en ese "mundo de fantasía y consumo", para que la "libertad e independencia" fueran completas: no tener hijos. O tener uno sólo si fuera "irremediable"
11) Las empresas "castigan" a las embarazadas. El plan de carrera se trunca. El sueldo se reduce. El contrato no se renueva. Los permisos se retacean
12) El marido mira a su mujer con ojos acusatorios. Eh, tú, lindo momento para quedarte embarazada. Justo cuando teníamos que cambiar el auto. Justo cuando quería cambia el PC. Justo cuando quería cambiar el televisor por uno más grande que la pared. Justo cuando quería comprar el DVD. Justo cuando
13) La mujer siente que pierde su independencia. Siente que su jefe la mirará mal. Siente que se juega la renovación del contrato "basura", que tanto le costó conseguir. Siente que "otra" vez se irá al paro.
14) Será posible que este "mocoso" de mierda nos haga "bajar" de la sociedad de consumo. Tan bien que nos iba con todas esas tarjetas de crédito, con todas esas letras, con todos esos "chirimbolos" que nos hacían "creer" tan felices
15) Al fin tienen razón mis amigas (y amigos) que no quieren tener hijos. O el auto o el niño. O las vacaciones o el niño. O el ascenso en el empleo o el niño. O ser una mujer como las de la tele o una "mora" de mierda chancleteando detrás del marido. ¡Joder!
¿Exagero?
(31/3/12) Momento en que escribo este párrafo. Han pasado 8 años (que se dice fácil). En la Unión Europea (en vías de subdesarrollo) hay un paro juvenil que va desde el 30% (en los países miembros más exitosos, si es que queda alguno), al 50% en los PIGS (más "pigs" que nunca). En los graduados universitarios el paro alcanza el 30%.
La globalización, la deslocalización, la privatización, la desregulación, el librecambio, la financierización han propiciado la era de la desigualdad, han provocado una vida "low cost". El "fin de la historia" que se ofrece a la juventud es un "regreso a la edad media". No era el "camino de la servidumbre" que temía Hayek, pero sí el desenlace.
La precarización, el salario del miedo, la temporalidad, atenazan al trabajador. Las deudas los "esclavizan" y el "paro" (generalmente de larga duración) los transforma en "parias" sociales, dependientes de la caridad (familiar, al principio, y de las organizaciones filantrópicas, al final).
Los jóvenes están más expuestos a largas jornadas, a contratos temporales o informales con bajos salarios, a una protección social escasa o inexistente, y a no tener una voz en el trabajo.
La incapacidad de encontrar trabajo genera una sensación de vulnerabilidad, inutilidad y ociosidad entre los jóvenes. Por eso la brecha del empleo juvenil plantea retos importantes, pero además implica fuertes costos económicos en términos de pérdida de ahorros y capital humano, y costos sociales en acciones de prevención de la delincuencia o el uso de drogas.
Tendencias del empleo y desempleo de los jóvenes
El crecimiento de la población juvenil sigue superando el crecimiento del empleo.
El desempleo juvenil sigue aumentando en la mayoría de las regiones del mundo.
Es más probable que los jóvenes estén desempleados que los adultos.
¿Por qué son más altas las tasas de desempleo juvenil que las tasas de desempleo de los adultos?
Las tasas de desempleo juvenil están entre 2 y 6 veces más altas que las tasas de desempleo de adultos dependiendo de la región. En la mayoría de las regiones los jóvenes tienen tres veces más probabilidad de estar desempleados que los adultos.
Los jóvenes son más vulnerables que los adultos en los tiempos económicamente difíciles (La explicación: último en entrar, primero en salir).
A un joven a menudo le falta información sobre el mercado laboral y experiencia en buscar trabajo (La explicación de la falta de experiencia en buscar trabajo).
Otra posibilidad es que los jóvenes se demoran más en buscar el trabajo correcto, lo que significa que tal vez esperan más para encontrar el trabajo que cumpla sus requisitos (La explicación de "buscar hasta encontrar el trabajo correcto").
Los jóvenes que están apenas empezando en la fuerza de trabajo seguramente no tienen recursos financieros para reubicarse, nacional o internacionalmente, en búsqueda de trabajo (La explicación de falta de movilidad).
La inactividad entre los jóvenes está aumentando. Por otro lado, la fuerza juvenil, y por lo tanto el denominador del cálculo de la tasa de desempleo juvenil, está disminuyendo en muchas partes del mundo a medida que más jóvenes se matriculan en el sistema educativo o permanecen en él más tiempo o se salen de la fuerza laboral como trabajadores desalentados.
Juan Somavia, Director General de la OIT, sostiene: "Generar empleo para los jóvenes no es suficiente. En el mundo resulta difícil cuando no imposible que los jóvenes consigan trabajo. Pero además, cada vez tienen más dificultades para encontrar trabajo decente. Los jóvenes de hoy no necesitan un trabajo cualquiera, sino uno que les permita contribuir como trabajadores, ciudadanos y agentes de cambio. Este es el reto que enfrentamos".
Me gustaría decir, aunque no puedo, que los jóvenes de hoy tienen ideas claras sobre sus aspiraciones laborales y sociales, y esperan contar con opciones para alcanzar su autonomía y ser ciudadanos activos.
Me gustaría decir, aunque no puedo, que los jóvenes de hoy ejercen, con todo derecho y razón, presión social, sobre los líderes políticos y económicos, para que enfrenten el desafío de desarrollar y aplicar las estrategias que les den a los jóvenes de todo el mundo una oportunidad real y equitativa de acceder a un empleo pleno y productivo y al trabajo decente.
Me gustaría decir, aunque no puedo, que los jóvenes de hoy están luchando por un mundo mejor y no tragando la "sopa boba" que le ofrece la sociedad de consumo a cambio de una vida "anestesiada", "pasiva", "gaseosa", "anómica", "jibarizada" "vegetal", "tetrapléjica" y con la respiración asistida provista por la droga, el alcohol, la televisión y el fútbol.
Me gustaría decir, aunque no puedo, que la juventud de hoy está en la "calle" en estado de lucha permanente, en estado de rebelión permanente, reclamando, exigiendo o provocando el cambio de régimen político y económico hacia una sociedad más justa, equilibrada, sostenible, democrática y ética.
Pregunta abierta al final: ¿Hay soluciones para (contra) este fracaso?
(Para ayudarles a reflexionar, les dejo con una cita escrita en mi Paper del 21/4/04)
"Antes del fin"
Así se titula un libro de mi admirado y respetado Ernesto Sábato (Seix Barral – 1998); y con una cita del "maestro" (este sí, y no Greenspan), deseo finalizar el artículo, dejando para vuestra reflexión y análisis -si corresponde- lo dicho e insinuado (ojalá sea útil):
"Para conseguir cualquier trabajo, por mal pago que sea, los hombres ofrecen la totalidad de sus vidas. Trabajan en lugares insalubres, en sótanos, en barcos factoría, hacinados y siempre bajo la amenaza de perder el empleo, de quedar excluidos.
Al parecer, la dignidad de la vida humana no está prevista en el plan de la globalización. La angustia es lo único que ha alcanzado niveles nunca vistos. Es un mundo que vive en la perversidad, donde unos pocos contabilizan sus logros sobre la amputación de la vida de la inmensa mayoría. Se ha hecho creer a algún pobre diablo que pertenece al Primer Mundo por acceder a los innumerables productos de un supermercado. Y mientras aquel pobre infeliz duerme tranquilo, encerrado en su fortaleza de aparatos y cachivaches, miles de familias deben sobrevivir con un dólar diario. Son millones los excluidos del gran banquete de los economicistas
Los jóvenes sufren: ya no quieren tener hijos.
No cabe escepticismo mayor.
Así como los animales en cautiverio, nuestras jóvenes generaciones no se arriesgan a ser padres. Tal es el estado del mundo que les estamos entregando.
La anorexia, la bulimia, la drogadicción y la violencia son otros de los signos de este tiempo de angustia ante el desprecio por la vida de quienes nos mandan
Te hablo a vos
No quiero morirme sin decirles estas palabras
Tengo fe en ustedes. Les he escrito hechos muy duros, durante largo tiempo no sabía si volverles a hablar de lo que está pasando en el mundo. El peligro en que nos encontramos todos los hombres, ricos y pobres.
Esto es lo que ellos no saben, los hombres del poder. No saben que sus hijos también están en esta pobre situación.
No podemos hundirnos en la depresión, porque es de alguna manera, un lujo que no pueden darse los padres de los chiquitos que se mueren de hambre. Y no es posible que nos encerremos cada vez con más seguridades en nuestros hogares.
Tenemos que abrirnos al mundo. No considerar que el desastre está afuera, sino que arde como una fogata en el propio comedor de nuestras casas. Es la vida y nuestra tierra las que están en peligro
Si, muchachos, la vida del mundo hay que tomarla como la tarea propia y salir a defenderla. Es nuestra misión.
No cabe pensar que los gobiernos se van a ocupar. Los gobiernos han olvidado, casi podría decirse que en el mundo entero, que su fin es promover el bien común.
La solidaridad adquiere entonces un lugar decisivo en este mundo acéfalo que excluye a los diferentes. Cuando nos hagamos responsables del dolor del otro, nuestro compromiso nos dará un sentido que nos colocará por encima de la fatalidad de la historia.
Pero antes habremos de aceptar que hemos fracasado. De lo contrario volveremos a ser arrastrados por los profetas de la televisión, por los que buscan la salvación en la panacea del hiperdesarrollo. El consumo no es sustitutivo del paraíso
Tengamos en consideración entonces las palabras de María Zambrano: "No se pasa de lo posible a lo real sino de lo imposible a lo verdadero". Muchas utopías han sido futuras realidades"…
Buscando respuestas (escrito en enero de 2013)
El desempleo y la pobreza están en alza, la pregunta es: ¿cuánto dolor puede soportar una sociedad antes de que haya tenido suficiente?
Las desigualdades en la distribución de la renta en los países desarrollados, durante la crisis financiera ¿resultan ser un "daño colateral" de la depresión, o un "proyecto inconfesado" de exclusión social?
He tratado de presentarles gráficos, cifras e informes ( ), dar vuelta el telescopio para mostrarles a las personas que están al otro lado del espejo de la socialización de las pérdidas ( ) y finalmente, el lado íntimo de la crisis, algunos dramas individuales y sueños estancados ( ), que sospechables "analistas" interpretan (con cinismo e insensibilidad) como "daños colaterales" de la depresión, y que yo considero (sin esperanza y sin miedo), la consecuencia directa de un "proyecto inconfesado" de exclusión social.
Una crisis sin fondo donde las víctimas de la pobreza se instalan en una normalidad quebradiza.
La pérdida de ingresos es el comienzo del dramático tobogán hacia la exclusión social (si faltan redes de apoyo, como la familia, todo conduce a la exclusión social).
El desapego de las clases dominantes (política y empresaria) ante la desigualdad de los ingresos. Un sistema de castas con una actitud de indiferencia ante la distribución del ingreso (la sociedad mala).
Por razones de edad (68 años) y por las experiencias vividas (primero en Argentina -el país "de los senderos que se bifurcan"- y en los últimos 25 años en España -un exilio voluntario, con la ilusión de brindar a mis hijas (y ahora, nietos) la posibilidad de vivir un proyecto europeo de social democracia, craso error-, reconozco que mi análisis puede resultar sesgado. Hasta, tal vez, cegado.
Un sesgo (tal vez, ceguera) provocado por haber sido educado en los valores y objetivos de la clase media. Una clase media que primero se extinguió -no sin dolor- en mi país de origen, y que ahora asisto -consternado- al intento de exterminio (con premeditación y alevosía) en varios países europeos.
Para referirme, con nostalgia, al "holocausto" de la clase media (y su impacto social y económico), y por aquello de la "argentinización" de la economía de los países, antes, avanzados, y actualmente, en "vías de subdesarrollo" (*), citaré parte del artículo escrito por Marcos Aguinis en el Diario La Nación (de Argentina), publicado el 22/6/12:
(*) La progresión y el impacto de la crisis en estos cinco años, sigue la misma pauta que la de América Latina de los 80. Las causas son similares (aumento de liquidez que degenera en préstamos irresponsables y burbujas especulativas), las medidas adoptadas son similares (recorte del gasto público, aumento de la presión fiscal sobre las clases medias y bajas, e impunidad de los gestores irresponsables) y, lamentablemente, las consecuencias van en la misma dirección: más pobreza y más desigualdad.
Elogio de la clase media
"Prejuicios fósiles mantienen el desprecio por la clase media. Se la menciona con cierto pudor, porque no tiene límites claros y se la vincula con los rasgos mezquinos, crueles e insensibles de la burguesía y pequeña burguesía bien descriptos en poderosos textos de la literatura universal. Sin embargo, la realidad no es tan esquemática ni rígida. Ahora sabemos que la clase media no se reduce a sus defectos, porque defectos tienen todos los niveles.
Ya es hora de enaltecer sus virtudes, especialmente las de la clase media argentina, que llegó a ser la más importante y fértil de toda América latina. Nuestro país la desarrolló de forma excepcional. No hay otro donde haya alcanzado tanto desarrollo y gravitación en brevísimo tiempo, sobre un territorio distante y bastante desertificado
De una generación a otra, la clase media no sólo acrecentaba su volumen, sino su protagonismo. Tanto en el campo como en las ciudades empezó a consolidar valores que operaron como semillas. Esos valores dieron sustento a tres culturas: la cultura del trabajo, la cultura del esfuerzo y la cultura de la honestidad. Había consenso en que nada llegaba gratis. Ningún derecho se obtenía sin la correlativa obligación. Era posible prosperar, pero sólo mediante la actividad intensa y correcta. La deshonestidad era tan mal vista que una familia dejaba de asomarse a la vereda si alguno de sus miembros cometía un delito.
No se estableció un paraíso bíblico, porque abundaron las excepciones. Pero predominaban las tres culturas mencionadas. En el optimista clima que reinaba dentro y fuera del hogar flotaba el anhelo del progreso. Una "sana" ambición, como se dice ahora, porque la ambición a secas ha comenzado a sonar como una disonancia. Era común la ambición de tener una vida digna, constituir familias sólidas, educar a los hijos, gozar de la cultura, ascender. No se aspiraba a fortunas enormes, sino a las que permitiesen lograr los objetivos irrefutables (maravillosos) de la vida digna, la familia sólida, la buena educación de los hijos y un razonable progreso. Los menciono con insistencia, porque son los caminos que deberíamos recuperar.
Por desgracia, esas tres culturas empezaron a ser derruidas en la primera mitad del siglo XX. La cultura del trabajo fue reemplazada por la de la mendicidad, la cultura del esfuerzo por la del facilismo y la cultura de la honestidad por la de la corrupción. Lo revela con una elocuencia insuperable el tango "Cambalache", compuesto en 1935, hace casi ochenta años. Tiene una estremecedora vigencia.
Todavía resuena la burla que entonces se hacía a los inmigrantes analfabetos que se apuraban por tener un "hijo dotor". Pese a las dificultades de todo orden, los tuvieron, y en gran cantidad. El estudio era un dato cotidiano, infaltable, obligatorio. Todos los niños debían ir a la escuela y una gran parte luego pasaban a establecimientos técnicos o colegios secundarios. Hasta en el servicio militar se debía educar a los conscriptos. Al mismo tiempo, crecieron las universidades con profesionales, docentes e investigadores que asombraron al planeta y hasta obtuvieron el premio Nobel. Era un ejército de gente admirable que, en su inmensa mayoría, por supuesto, se originaba en la clase media.
En aquella época de predominante clase media se aplaudía el mérito, se elogiaba la tenacidad. No se concebía consolar al que quedaba abajo haciendo descender al que llegaba arriba, porque significaba igualar hacia la fosa y quitar incentivos (nefasta política establecida más adelante). No se le tenía miedo ni desconfianza a la competencia, porque movilizaba los resortes del esfuerzo y mejoraba los resultados del conjunto. Era una mirada opuesta a la que vino después.
Los docentes estaban bien pagados. Eran "maestros" de verdad, no simples y aburridos "trabajadores de la educación". Se esmeraban por mejorar la calidad educativa. Recibían un gran respeto por parte de los alumnos y sus padres (no era concebible que sufrieran las agresiones de los últimos tiempos). Desempeñaban roles centrales en la vida social. Como parte de esa obsesión por el estudio brotaron centenares de bibliotecas públicas, pagadas, cuidadas y ensalzadas por la misma gente. En ese ámbito circulaban los fermentos del empeño y la decencia que caracterizaban a una clase media que no dejaba de crecer. Se multiplicaban los escritores, periodistas, dramaturgos y talentos artísticos en las bellas artes, la música y el teatro. Era una primavera larga, con los altibajos de la adolescencia que caracteriza a ese período, por supuesto.
En lugar de descalificarla -como hacen ideólogos arcaicos-, deberían desplegarse los proyectos que contribuyeran a convertir la clase media argentina en el lugar hacia donde se afanen por integrarse quienes sufren pobreza y desconsuelo. No es la clase media la que tiene que achicarse, sino la clase pobre y desposeída, que ya supera la mitad de nuestra población.
Los profesionales no obtienen una retribución equitativa a sus méritos o empeños. La educación declina. Ni una sola de nuestras universidades se menciona en el ranking de las cien mejores del mundo. Las certeras bofetadas del tango "Cambalache" no son tenidas en cuenta para superarlas. A la inversa, parecieran haberse convertido en una guía de mucha gente, en especial los versos que dicen "el que no roba es un gil" y "todo es igual". No todo es igual, aunque hacia allí impulsa un igualitarismo utópico que descalifica el trabajo, no honra el esfuerzo, calumnia la competencia y defiende a los corruptos…
Un grueso sector de la clase media está compuesto por las pymes. No es frecuente escuchar que se las tenga debidamente en cuenta. Son las proveedoras de muchísimos puestos de trabajo y esa virtud no es objeto de halagos entusiastas. En ellas se ejercen la imaginación y el músculo. No viven de la limosna ni de los subsidios. Funcionan en las ciudades grandes y pequeñas, en el campo y en los lugares más alejados del país. Pero sufren una impiadosa extorsión impositiva. El dinero que se les quita no se dirige a obras de infraestructura ni a una mayor eficiencia del Estado, sino para mantener un Estado elefante, voraz, ciego, irracional y caprichoso, que desperdicia sus riquezas en burocracia, amigos, ñoquis y punteros.
La clase media parece condenada hoy en día. Durante el "Rodrigazo" se publicó en el entonces diario La Opinión un artículo cuyo título se hizo famoso: "Réquiem para la clase media". Fue acertado. La clase media declinó tanto que ya ni es atractiva para los que buscan conseguir votos"
De un "bi-bis", a los "ni-nis" ("¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia?" – Cicerón – 55 AC)
Mi experiencia "bi"-nacional, está en camino de "doblar" la frustración, el dolor y el espanto, en un patético "bis". Por eso, y porque mis fuerzas ya flaquean, deseo dejarle a los ni-nis algunos interrogantes, con la esperanza que sean ellos los puedan dar respuesta (y si es posible -también, deseable- el debido escarmiento).
¿Por qué este engaño, práctica generalizada en (casi) todos los países avanzados, en (casi) todos los sectores económicos (transables y no transables), y en (casi) todas las mayores corporaciones globales?
¿Por qué dicen flexibilización y/o productividad y/o competitividad, cuando quieren decir mano de obra de usar y tirar y/o despido libre y/o salarios tercermundistas?
¿Cómo se le explica a alguien a quien se le permitió vivir aceptablemente bien y que ahora vive muy parcamente o simplemente mal, que nunca va a volver a vivir cómo vivió?
Esta crisis es la primera en la que las expectativas para su después no son las de volver a una situación mejor a la existente antes de que esta crisis comenzase.
En esta hora de post burbuja (antes que formen otra, y tengamos que volver a pagar sus pérdidas), ¿no habrá llegado la hora de hacer un acto de justicia y responsabilidad, y que cada palo aguante su vela?
¿Se puede salir de la crisis haciendo más grande el problema?
¿No han sido ya, demasiado los "polvos" (en todas sus acepciones), para estos lodos (en su interpretación más cenagosa)?
¿Cuánto tiempo más puede durar el asalto a la clase media y a los pobres por los intereses especiales de los ricos (procurando hacer sostenible lo insostenible)?
¿Puede ser que la "nueva pobreza" no tenga contestación social?
¿Es posible esperar de aquellos que "ni" estudian "ni" trabajan, alguna forma de reacción social? ¿Para cuándo el "estallido" social (esperable y deseable)?
¿O al final (como antes en Argentina y ahora en Europa, EEUU, o Japón), ganarán aquellos que los han condenado a No estudiar y No trabajar, volviendo a ganar logrando, esta vez (para mayor escarnio), que No piensen? IPhone, tweets, drinks…
"Antes que sea demasiado tarde", vuelvan los jóvenes a releer al Maestro Sábato: "Tengamos en consideración entonces las palabras de María Zambrano: "No se pasa de lo posible a lo real sino de lo imposible a lo verdadero". Muchas utopías han sido futuras realidades"… luego, por favor, "piensen" y "actúen" en consecuencia. Eso espero.
En el Paper – Los "nuevos" pobres, de los países ricos (un relato trágico de la crisis) (I), publicado el 15/2/14, decía:
Obertura
Los "nuevos" pobres son aquellos que no vieron venir la cachetada. Aquellos que se creyeron "predestinados" a ser más ricos que sus padres. Aquellos que "hipotecaron" la mitad de los ingresos familiares (o más) para vivir en una casa, muy por encima de sus posibilidades. Aquellos que "confiaron" en el empleo continuo y el ingreso creciente.
Dicen Alberto Minujin y Gabriel Kessler, en su libro "La nueva pobreza en la Argentina" – Temas de Hoy – 1995) que, "los "nuevos" pobres se parecen a los no pobres en algunos aspectos socioculturales, como el acceso a la enseñanza media y superior, el número de hijos por familia -más reducido que entre los pobres estructurales- etc.; y a los pobres de veja data, en los aspectos asociados a la crisis: el desempleo, la precariedad laboral, la falta de cobertura de salud, entre otros"
No es fácil captar en toda su extensión las consecuencias que la pauperización de una parte considerable de la clase media (norteamericana o europea, en el caso que nos ocupa) tiene para aquellos que la sufren en carne propia como en la sociedad en su conjunto. Es que este hecho marca un punto de no retorno, el fin de un tipo determinado de sociedad.
Hasta no hace muchos años, los ciudadanos de Estados Unidos y los países miembros de la Unión Europea, habían formado una sociedad relativamente integrada, en la que una importante clase media había surgido como resultado de un proceso de movilidad social ascendente cuya continuidad no se ponía en cuestión. Desde 1989 (caída de muro de Berlín) en adelante, y ahora, luego de algo más de seis años de empobrecimiento masivo de la clase media, no hay duda de que estos países ya no son los mismos países.
El empobrecimiento de una parte importante de las clases medias de estos países (antes considerados "avanzados") no fue un acontecimiento natural ni una catástrofe inexorable, ni tampoco un hecho que pueda ser analizado en forma aislada. Fue el resultado de una serie de factores de orden externo e interno; un proceso para cuya comprensión sería necesario referirse a la poderosa transferencia de recursos del sector público hacia el sector privado, al endeudamiento público y privado, la pérdida de derechos sociales y la falta de una intervención estatal eficaz dirigida a los sectores más vulnerables.
Simultáneamente, se conformó la contracara indisociable del empobrecimiento masivo: la globalización, la privatización, la desregulación, la deslocalización, el libre movimiento de capitales y mercancías la "nueva" riqueza, que alcanza su apogeo en gran medida en individuos y grupos económicos muy vinculados con el poder político.
En suma: el empobrecimiento fue (y sigue siendo) un hecho económico, un hecho social y un hecho político
(B) – La exclusión social (la cara más fea de la crisis del Primer Mundo)
La crisis de los rehenes (un camino a ninguna parte)
Llega el Apartado más triste del relato, difícil, desagradable, angustioso, doloroso, penoso, sangrante, desolador, desconsolador, cuando los "grandes números" se transforman en "dramas personales", en nombres, caras, voces, desdichas, tragedias, calamidades, desventuras, miedo, espanto, horror, desesperación, depresión, pánico
Desempleo y la falta de oportunidades económicas, caída de los salarios reales y de los ingresos familiares, grandes brechas de riqueza, altos índices de pobreza, crisis educativa, niveles de desigualdad tercermundista, cupones de comida, carencia de sanidad pública, desahucios, villas miseria, inseguridad alimentaria infantil, fracaso escolar tristes records del país más poderoso de la tierra, sufridos por su propia gente.
Gente que alguna vez creyó en "el sueño americano" que se imaginó libre por siempre de padecer las lacras del Tercer Mundo, y que hoy vive la pesadilla de una post guerra sin haber tenido ninguna guerra, que hoy arrastra la desesperanza de su propia vida, las dudas sobre las posibilidades de sus hijos y el recelo por el futuro de sus nietos.
Gente que hasta ayer tenía un empleo (o dos, contando el de su mujer), un salario razonable y seguro (o dos, contando el de su mujer), casa propia (con deuda hipotecaria a largo plazo), probablemente dos automóviles (uno todo terreno, para ir al súper), colegio o universidad para los hijos, plan de pensiones, seguro de salud, club, gimnasio, vacaciones, viajes, ocio, esparcimiento, hobbies, todos los electrodomésticos y chucherías electrónicas novedosas que las grandes tiendas ofrecían, más teléfonos móviles que miembros del hogar, varios ordenadores en fin, todo aquello que satisfacía el consumismo glotón y confirmaba el "american way of life".
Casi todo ello (en muchos casos pueden quitar el "casi") se ha ido perdiendo. El empobrecimiento ha desestructurado lo cotidiano; ha derribado con la violencia de los hechos, proyectos y expectativas que daban sentido a las propias acciones. No es sorprendente, entonces, que también ponga en jaque las creencias que el individuo se ha forjado por años acerca de sí mismo, sobre el lugar que ocupaba en el mundo, en síntesis, sobre su propia identidad. Los empobrecidos se preguntan quiénes son en esta sociedad. Les preocupa saber si siguen siendo de clase media a pesar de todo, lo cual les lleva a preguntarse qué es ser de clase media, en definitiva.
¿Un pasado mejor, una antigua jerarquía en el trabajo, un título profesional, que no se borran, alcanzan como requisito para mantenerse en la clase media? ¿Quién cambió: ellos, el resto de la sociedad, ambos? Y si toda la clase media se empobreció: ¿acaso no se sigue siendo de clase media, solo que masivamente devaluados? ¿Cuál es la frontera? ¿Hay un límite objetivo o en última instancia todo depende de cómo se ve uno? ¿Quién decide si sigo siendo o ya no soy: yo mismo, mis amigos, la sociedad? Si ya no soy de clase media, ¿Qué soy?
"El empobrecimiento va erosionando poco a poco los basamentos en los que se sostiene la propia identidad social; es decir la percepción de una ubicación en la estructura social y de un posicionamiento con respecto a otros grupos sociales que forman parte de esa misma sociedad. Se trata de una preocupación central entre los nuevos pobres Sin embargo, el interrogante sobre la propia identidad difícilmente pueda concluir en una respuesta acabada, y menos que menos común para todos los empobrecidos. La hibridez propia de la nueva pobreza, la coexistencia en la misma persona de hábitos, relaciones sociales, títulos y creencias propias tanto de su pasado no pobre como de su presente pobre, posibilitan que una misma persona pueda considerarse como perteneciendo todavía a la clase media, si toma en cuenta lo que aún posee y no dejará nunca de poseer -"soy un profesional, a pesar de todo"- , o bien como un expulsado, si toma en cuenta lo que perdió" (La nueva pobreza en la Argentina – Alberto Minujin & Gabriel Kessler)
Si el empobrecimiento erosiona de algún modo la propia identidad social, es interesante ver específicamente por qué vías lo hace. En muchos casos, la crisis de identidad aparece en relación directa con la caída de poder adquisitivo, la contracción del consumo. Esta es una visión muy extendida de lo que definiría a la clase media: el consumo. Una identidad que se sostiene en base al acceso a bienes y servicios que permitían algo más que lo puramente ligado a la supervivencia. Identidad construida en base a determinada ropa, salidas, vacaciones, electrodomésticos, automóvil
La clase media aquí se define entonces en la cotidianidad, en los hábitos de consumo, de frecuentación de lugares y en la manipulación de bienes. Quizá parezca a simple vista una identidad "superficial", más ligada a una cuestión de imagen y al consumismo que a un sentimiento profundo. Sin embargo, es esta propia cotidianidad, ligada a los hábitos, a la casa, a todo aquello con lo que uno se relaciona cada día, lo que constituye gran parte de la identidad de la clase media, en tanto identidad.
Identidad cotidiana , que no exige ningún compromiso ni rito particular para reafirmar su pertenencia, como sí se le requiere, por ejemplo, a quien se considera feligrés de una determinada religión o miembro de una agrupación política. Se es de clase media por el solo hecho de vivir como se vive. Y éste es también su talón de Aquiles en la caída: los cambios en los hábitos cotidianos implican la desestructuración de las bases de identidad.
Otra forma de erosión de la identidad, es la terrible sensación de que aquello que se es, que siempre se ha sido y de lo que se está orgulloso, ha perdido todo su prestigio social. Para algunos de ellos, la identidad aparece puesta en tela de juicio al ver retrospectivamente que todos los ideales y valores alrededor de los cuales estructuraron su vida no han dado los frutos esperados. Lo que aparece en escena es la sensación de haber hecho una elección equivocada, o en su caso, la sensación de que "cuando te tocaba, te escamotearon el premio".
Hasta ahora me he referido a nuevos pobres que sufren la depreciación salarial, pero que todavía están ocupados; distinta es la erosión de la identidad que se produce al sufrir el desempleo. A veces el cuestionamiento de la identidad viene dado por la mirada de los demás, hasta la de los más cercanos. A veces, la mirada de los demás interviene para calificar de modo positivo o negativo una misma conducta, dependiendo, justamente, del grupo social donde se la ubica. En la construcción de la identidad intervienen también prejuicios, estereotipos, imágenes de clase que sirven no solo para construir una imagen de los otros, sino, por sobre todo, para establecer una frontera entre esos otros y uno mismo. La pobreza implica una marca, un estigma que los nuevos pobres luchan por evitar.
Considerarse "clase pobre" o aun perteneciente a la clase media tiene consecuencias distintas, como por ejemplo con relación a autopercibirse como objeto legítimo de políticas públicas. Muchas familias que sufren una verdadera situación de pobreza, llegan a considerar que, de todos modos, "su situación es transitoria", que no era a ellos a quienes se debía ayudar, sino a los "verdaderos pobres".
Entran en juego aquí muchos factores: en primer lugar la sensación de estigma frente a medidas de tipo asistencialistas. Muchas familias en muy mala situación llegan a sentirse muy incómodos ante una medida de "darles" y, más aun, algo tan íntimo como es la elección de la dieta familiar. Pero además, sin excepción, lo que los nuevos pobres exigen es trabajo, trabajo bien remunerado, que permita restablecer el piso mínimo de justicia que exigen de su sociedad: "que si trabajas te alcance para vivir".
Permanecer en la clase media ayuda a resguardar la identidad ante el dislocamiento generalizado de la cotidianidad. La inscripción dentro de la categoría colectiva puede actuar como un eje estructurante de demandas: el desfase entre aquello a lo que la propia condición -en tanto profesional, trabajador o miembro de la clase media- debería permitir acceder y lo que realmente hoy se tiene se transforma a veces en la base legítima de una serie de reivindicaciones, aunque no lleguen al terreno de lo público y de la acción colectiva. Sin embargo, permanecer exige también un esfuerzo, a menudo sobrehumano, de resguardo de ciertas prácticas cuya supresión confirmaría que la expulsión de clase ha acontecido.
En el otro extremo, estar fuera de la clase media puede tener un efecto dresestructurante, sobre todo en aquellos que no han podido encontrar un nuevo refugio. Pero en muchos de los que se ven como "ex clase media" o directamente ya dentro de la "clase baja" o "trabajadora", llevará también a una mayor resignación frente a la vivencia de las limitaciones y carencias hoy socialmente aceptadas como propias de tal grupo.
Un ideal tambaleante: el progreso
Los estadounidenses han sido educados con la idea de progreso como un destino, un puerto de llegada que daba sentido a gran parte de sus acciones y, sobre todo, a sus sacrificios. En la base de sus creencias más profundas el futuro y el progreso aparecen casi fusionados, como si fueran lo mismo: el progreso aparece como el signo de los tiempos, como si todo debiera progresar, perfeccionarse, mejorar con el correr de los años. Mirar hoy el pasado y caer en la cuenta de que, por más sacrificios y ahorros que se hayan hecho, por más que se hayan cumplido las reglas, el "saldo da en rojo", es uno de los más duros golpes para los que han caído: el empobrecimiento es la afrenta más grande que pueda hacerse a la idea de progreso, es su mayor desmentida.
Renunciar a la idea de progreso es demasiado doloroso: implica resignarse a la inexistencia de algún principio de justicia que rija el mundo, algo que se mantenga en pie a pesar de las vicisitudes circunstanciales que la mano del hombre inflija. El progreso funciona como principio de justicia y equidad de base de todo orden social: una creencia que promete que a mayor esfuerzo, a mayor mérito y sacrificio, corresponderán mayores logros
Out of order: el ascensor social está averiado (asalto a la ilusión)
"La idea de ir a la universidad -y la expectativa de que la próxima generación estará mejor educada y será más próspera que su predecesora- ha sido durante años una de las ambiciones innatas de la clase media del país"… EEUU: el ascenso social va en descenso (The Wall Street Journal – 17/12/12)
Algunos comentarios "de película": sobre cómo, un señor bajito "venido a más", le cuenta la "triste realidad" a una clase media americana, "venida a menos"
"Robert Reich siempre fue el más bajito de la clase. Por eso tiende a levantar la voz y a crecerse en público con su sentido del humor. En tiempos de crisis, sus delirantes clases sobre la riqueza y la pobreza en Berkeley rompieron los confines universitarios. Cientos de jóvenes hacían cola todas las semanas para escucharlo. Le invitaron a trasladar el aula al foro del movimiento Occupy, que hizo suyos algunos de sus originalísimos e ilustrativos dibujos La verdad "incómoda" de la economía (Elmundo.es – 9/2/13)
¿Externalidad positiva?: la crisis vuelve a reunir bajo un mismo techo a toda la familia
"Es Estados Unidos se denomina generación sandwich a aquellos trabajadores entre los 40 y 59 años de edad que viven bajo el mismo techo con, por lo menos, un padre anciano y un hijo mayor de 18 años, brindándoles apoyo económico y cuidado físico y emocional"… La generación sandwich se multiplica en EEUU (BBCMundo – 9/2/13)
Así paga el Nobel de la Paz a su mejor "héroe" de guerra (Yes, we can)
"El Navy SEAL que acabó con la vida del líder de Al Qaeda dice en su primera y única entrevista sentirse abandonado por el Gobierno de Estados Unidos" El hombre que mató a Bin Laden está en el paro y sin seguro médico (El País – 12/2/13)
¿Cómo "cotizará" en Wall Street que en EEUU haya 17 millones de niños con hambre?
"Según las últimas estadísticas, casi 17 millones de niños en EEUU no siempre tienen acceso a suficiente comida saludable"… Ser niño y pobre en EEUU (BBCMundo – 15/3/13)
La batalla de la Colina de la Hamburguesa
"Los trabajadores de comida rápida de McDonald's y otras grandes empresas de comida rápida están en huelga para lograr un aumento de sus salarios. Según los grupos de protesta, los empleados están buscando un salario de 15 dólares por hora, casi el doble del salario mínimo"… ¿Cuánto costará un Big Mac si McDonald's accede a duplicar el sueldo de sus empleados? (El Economista – 30/7/13)
"Valemos más" "Valemos más" Valemos más" (salario de sobrevivencia)
"María del Carmen Camacho tiene diez años trabajando para un McDonald"s en el centro de Chicago y aunque en ese tiempo le han duplicado lo que gana por hora, al final de un buen mes dice que no logra ganar más de US$ 1.000, muy por debajo del nivel oficial de pobreza"… Las penurias de ganar el sueldo mínimo en EEUU (BBCMundo – 2/8/13)
En el Paper – Los "nuevos" pobres, de los países ricos (un relato trágico de la crisis) (II), publicado el 15/3/14, decía:
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