En la actualidad, la contabilidad nacional se calcula con la base 2000. La siguiente será la base 2008, que deberá incluir, además de la economía ilegal, otros datos que España ya calcula, como los precios de importación y exportación, que cuentan con un índice que elabora el INE dentro de sus estadísticas coyunturales.
Desde el INE recuerdan que será muy difícil calcular el peso de la economía ilegal en el PIB, y señalan que los países de la Unión Europea (UE) tratan de buscar una misma fórmula para contabilizar la prostitución, el tráfico de drogas y el contrabando.
Aumentar el PIB
Más significativos aún serán los cambios que conlleve la base 2010, que incluirá un nuevo censo de población, el que se calcule en 2011, y modificará el peso que sobre el PIB tienen elementos como la inversión en material militar o en I+D+i. Según explicaron las citadas fuentes, la UE quiere que tanto el material militar como el I+D+i sean considerados inversión, cuando en la actualidad se contabilizan como consumos intermedios –bienes y servicios que se tienen que adquirir para producir-.
Cuando esto ocurra, es previsible que la evolución del PIB varíe sustancialmente, y es de esperar que salgan más beneficiados los países que más inviertan en I+D+i o cuyo peso militar sea mayor.
De todos modos, la mejora en el crecimiento que puedan suponer estos cambios no siempre es positiva, ya que si aumenta eleva también la aportación que el Estado miembro en cuestión tiene que hacer a la UE, que se basa en la renta nacional bruta de cada país.
Así, Holanda se ha negado hasta la fecha a incluir la prostitución en su PIB -a pesar de que esta actividad es legal en ese país-, porque le supondría un mayor peso económico y más aportaciones a la UE, y por eso está esperando a que los demás países también la incluyan.
Sea como sea, y a pesar de las dificultades que tiene contabilizar estas actividades, los países europeos deben empezar a hacerlo cuando antes, porque así se lo ha ordenado el Tribunal de Cuentas de la UE, según las mismas fuentes. Lo que cada país aporta a la UE se rige por el Sistema Europeo de Cuentas (SEC). El actual SEC tiene como base el año 95, y ahora se está elaborando el próximo, cuyo nuevo manual se redactará en noviembre de este año.
Según fuentes del INE, el nuevo reglamento deberá aprobarse por unanimidad. Y es que aunque los países valoran que determinados cambios mejoren el resultado de su PIB, también saben que supondrá mayores aportaciones a la UE.
Reportaje – Narcotraficantes y chulos, pasen por caja (El País – 20/4/09)
Tráfico de drogas o prostitución mueven dinero pero escapan de la contabilidad – La UE lo quiere contar desde 2011 y eso cambiará el peso de la economía de todos los países – ¿Pero cómo hacerlo?
(Por Fernando Peinado Alcaraz)
Los empresarios del crimen no pasan por ventanilla para presentar las cuentas de su negocio, pero de alguna forma habrá que averiguar sus ganancias porque la Unión Europea quiere conocerlas a partir de 2011. El narcotráfico, la prostitución o el contrabando, ilegales o alegales, también suman a la riqueza de un país y mantener la ficción estadística de que su actividad productiva es igual a cero euros distorsiona el resto de indicadores económicos –producto interior bruto (PIB) o tasa de paro– que están en la base de las decisiones políticas. Así lo ha planteado la UE dentro de la revisión de sus sistemas de contabilidad.
En Croacia se averiguó la cifra de prostitutas gracias a los taxistas
Algunos países han medido de forma experimental el tamaño de su economía ilegal. Las cifras oscilan entre el 2,2% de Ucrania y el 0,17% de Suecia. Son datos alejados de algunas economías del Tercer Mundo dominadas por los malhechores: en Afganistán el tráfico de heroína supone el 53% de su PIB y en Guinea-Bissau el narcotráfico aporta más al país que todo su PIB legal, según la ONU.
Revelar que tu país es la meca de los delincuentes puede ser un tanto embarazoso. ¿Nos podemos fiar de los cálculos que han hecho los Gobiernos europeos? "Es difícil juzgar si los datos que han publicado se ajustan a la realidad", reconoce Nadim Ahmad, directivo del departamento de estadística de la OCDE. "Lo más que podemos hacer cuando nos envían estos informes es comprobar que el resultado final coincide con la metodología indicada en el mismo. En todo caso, las oficinas de estadística de los países de la UE son bastante independientes".
Hasta ahora muchos Gobiernos se han resistido a contar los trapos sucios. Es el caso de España, donde no se ha hecho pública aún ninguna estimación oficial. De rondar la media europea del 1%, la participación del sector ilegal en el PIB sería similar a la del ramo de la consultoría, que engloba a empresas del tamaño de Deloitte, PricewaterhouseCoopers o Ernst and Young. Aun así, muchos creen que España es candidata a figurar en los primeros puestos del ranking por su relevancia en el sector más lucrativo de la economía ilegal, el narcotráfico. Es puerta de entrada de la cocaína y el hachís a Europa y su consumo es uno de los más elevados del mundo. Las fuentes del Instituto Nacional de Estadística (INE) consultadas dudan de la fiabilidad de las mediciones hechas hasta ahora en otros países y de que sea posible calibrar con exactitud la economía ilegal nacional: "Nunca hemos hecho una estimación porque es demasiado difícil dar una cifra precisa".
Para facilitar la tarea, la OCDE y Eurostat, la oficina europea con competencia para imponer una fórmula de cálculo común, han elaborado unos manuales con pautas. "Es cierto que es imposible dar un dato con el 100% de fiabilidad", concede Ahmad, quien reconoce que calcular el dinero que gana el crimen organizado es, sin duda, engorroso pero imprescindible para cuadrar las cuentas nacionales: "La cifra final tendrá que ser forzosamente valorada con precaución".
Como narcos, chulos o manteros no se inscriben en el Registro Mercantil, hay que ingeniárselas para encontrar otras vías que permitan ponerle cifras a su trabajo. Por ejemplo, preguntar a los taxistas cuántas prostitutas ejercen en la calle. Lo hizo en 2008 el Gobierno croata con la colaboración de la OCDE en las cuatro ciudades con más de 100.000 habitantes (Zagreb, Split, Rijeka y Osijek), lo que sirvió para corregir la estimación de 800 meretrices para todo el país, que ascendió a 3.000.
El trabajo no acaba ahí: es necesario estimar el promedio de clientes por prostituta y los precios por cada servicio. Un rastreo de las tarifas por Internet o en los anuncios clasificados puede ser de gran ayuda. También una encuesta de consumo, pero estos sondeos con preguntas comprometedoras tienen una fiabilidad relativa y en países como Suecia, que castiga hasta con seis meses de cárcel a los clientes, ninguno confesaría su delito. En Holanda, que regula la prostitución como una actividad mercantil más, los estadistas lo tienen mucho más sencillo: su valor añadido es el 0,07% del PIB.
Ciertos negocios registrados como clubes de carretera, salones de masaje o empresas de alquiler de habitaciones también ofrecen servicios de prostitución y en muchos casos son la tapadera de los proxenetas. Los manuales internacionales avisan de que sus ingresos ya han sido contabilizados de forma directa y piden precaución para no registrarlos por partida doble.
Para medir el negocio del narcotráfico, la cifra clave es un gran enigma: ¿qué cantidad de droga circula y se consume por el país? Se incauta el 10% o el 50% del total, según el mayor o menor optimismo de las fuentes consultadas, que no se ponen de acuerdo sobre el grado de eficacia de la policía.
Va a salir caro. Mucha información está ya disponible, pero otra habrá que recopilarla en muestreos, encuestas y trabajo de campo. Por eso, algunos expertos dudan de si el esfuerzo merecerá la pena. "Cabe preguntarse si tiene más sentido invertir esos recursos en la mejora de la medición del PIB clásico", opina Antoni Espasa, director del Instituto Flores de Lemus, especializado en predicción macroeconómica.
En los últimos años el empeño se ha puesto, en el ámbito europeo, en calcular la economía sumergida, un concepto mucho más amplio que el de economía ilegal, y que incluye toda la producción oculta. En España las distintas estimaciones la sitúan en torno al 20%, menos que Italia o Grecia, pero más que el 9% de Estados Unidos, y abarca desde los tomates que cultiva el abuelo en su pequeña huerta para consumo propio, hasta el trabajo del albañil o el camarero que no se declara al fisco, además, claro está, de la economía del crimen.
En teoría deberíamos conocer a cuánto asciende la economía criminal desde 1999, cuando entró en vigor el Sistema Europeo de Cuentas (SEC-95), pero Eurostat ha retrasado la obligación durante años, presionada por las grandes economías (Alemania, Francia, Italia y España). Y es que las consecuencias de incluir al sector criminal en el PIB no se limitarán a una mera revisión al alza de las cifras que miden la riqueza nacional. Tendrá trascendencia en el erario porque, cuanto mayor sea la riqueza de un país, más elevada debe ser su contribución al presupuesto de la UE. Por eso la liberal Holanda se ha negado a agregar los coffee shops de venta de marihuana o la prostitución en las cuentas de su economía. Ambos sectores, sumados al conjunto de su economía ilegal suponen el 1% del PIB holandés.
Airear una cifra tan incómoda como las finanzas del crimen, podría conducir a cambios aún más trascendentes. Darían alas a quienes, con argumentos estrictamente económicos, piden la legalización de la venta de drogas para aumentar la recaudación del Estado, opina Javier Díaz-Giménez, profesor de Economía del IESE, la escuela de negocios más reconocida de España.
También podría influir en la voluntad política para combatir actividades que, aun siendo ilegales, aportan sustanciosos ingresos. "Por supuesto que hay cierta connivencia", asevera Díaz-Giménez, quien señala a la prosperidad de Suiza y otros paraísos fiscales, pero también a la economía nacional. "¿Dónde prefieres tener a los malos, en Marbella o en Marsella? El sector criminal crea actividad legal. Gastan su dinero en hostelería, coches o casas y contribuyen, por tanto, a la buena salud económica de muchas regiones".
El boom de la construcción española en la última década favoreció la llegada de capitales de dudosa procedencia, según Salvador López Arnal, catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Málaga: "Estos sectores de veloz crecimiento facilitan oportunidades a quienes intentan blanquear dinero sucio, proveniente del narcotráfico o de cualquier otra actividad delictiva grave". Dentro de los 10 principales países inversores en Andalucía en 2006 se encuentran tres paraísos fiscales: Luxemburgo, Gibraltar y Antillas Holandesas. El 76% del dinero se invirtió en construcción.
La ilegalidad también da de comer a ciertos abogados sin escrúpulos: doce millones de euros de las mafias fueron blanqueados, según la Fiscalía Anticorrupción, a través del despacho marbellí del chileno Fernando del Valle, imputado en el caso Ballena Blanca. Por si fuera poco, algunos banqueros reciben con alfombra roja a los criminales. La crisis financiera está ofreciendo una gran oportunidad a los narcos para lavar su dinero, según la Oficina contra las Drogas y el Delito de la ONU. Lo ha avisado en reiteradas ocasiones su director ejecutivo, Antonio María Costa, y en enero declaró al semanario austriaco Profil: "Cuento con indicios, después de consultar con fiscales y responsables de fuerzas de seguridad estatales por todo el mundo, de que algunos bancos han recurrido al dinero del narcotráfico para evitar la quiebra". Pero Costa se negó a dar nombres pretextando que eso era el deber de las autoridades nacionales.
La narcodependencia aqueja a muchas regiones y obstaculiza la normalización de su economía. En Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), uno de los principales puntos de desembarco del hachís marroquí, el Partido Popular, en la oposición, rompió a finales de 2008 el tabú sobre las raíces de la prosperidad local. No le faltaban pruebas: Sanlúcar ha sido señalado en el anuario económico de La Caixa como el municipio de más de 50.000 habitantes con menor renta per cápita de España; sin embargo, su parque automovilístico se duplicó entre 2002 y 2007 -de 26.192 a 50.434 vehículos-.
El atlas de la economía ilegal
Cada región del mundo se especializa en un determinado sector de la economía criminal según las oportunidades de negocio. La primera economía delictiva en los países desarrollados es el tráfico de drogas, seguido a distancia de la prostitución, según la OCDE. En otras regiones, son negocios muy rentables otro tipo de actividades ilegales: en Europa del Este, el contrabando de productos falsificados o el pirateo audiovisual; en Rusia, la producción de alcohol adulterado o la caza furtiva de especies protegidas, y en algunos países de mayoría musulmana que prohíben la pornografía, su distribución es un negocio millonario. Otros delitos como la falsificación de moneda, el espionaje o los asesinatos por encargo, son todavía más dañinos pero menos relevantes para las cuentas nacionales.
La industria del narcotráfico reporta a las mafias unos beneficios de 285.000 millones de euros, según la estimación que hizo la ONU en 2005, una cifra mayor que el PIB del 90% de los miembros de la organización. Es una cifra cuestionada, pero el conocimiento de este negocio clandestino es todo un reto.
Al contrario de lo que se ha pensado durante muchos años, en el mercado de la droga no abundan los grandes monopolios, según el estudio de la Comisión Europea, El mercado global de la droga 1998-2007. Son excepcionales las organizaciones con más de 100 integrantes. A los grandes traficantes no les interesa la distribución callejera y se limitan a vender a los narcos locales para evitar riesgos: los vendedores al por menor están más expuestos a ser arrestados y son de menor confianza. Integrarlos en la organización pondría en riesgo a toda la banda.
Sólo unos pocos amasan fortunas. La revista Forbes incluye al mexicano Chapo Guzmán, el capo del cartel de Sinaloa, en el puesto 701 de su lista de los mayores millonarios del mundo en 2009. Su riqueza asciende, según la publicación estadounidense, a 1.000 millones de dólares. La mayoría de los vendedores callejeros en los países ricos no ganan más de unos miles de euros anuales.
El cultivo de coca (concentrada en Perú, Bolivia y Colombia) y opio (Afganistán), a pesar de ser significativo para su economía, apenas deja entre el 1% y el 2% del precio final de venta en las calles europeas y estadounidenses. Es en los países consumidores donde se queda la mayor parte del beneficio.
– Los tiburones financieros se transforman (El Confidencial – 5/5/09)
(Por José Luis Pérez Estévez)
Año 1986, la era de la desregulación financiera ha llegado a la City de Londres. Tiembla Wall Street, tus días de hegemonía en los mercados bursátiles están contados. Pasado. Fast forward. Año 2012. La City está desierta. A las cinco de la tarde muchos edificios se han reconvertido en tiendas de Zara y en restaurantes de comida rápida. Canary Wharf se está transformando en un parque temático donde se mostrará la evolución del homus economicus desde la Prehistoria. Futuro.
Volvamos al presente. Abril de 2009. Los afortunados empleados de la City que todavía tienen un puesto de trabajo que les pague más de 150.000 libras anuales verán sus tipos impositivos subir del 40% al 50%. Hay que ayudar a pagar una deuda que en el año 2012-13 podría ascender a los 703.000 millones de libras, el doble de lo estimado hace tan solo cinco meses.
Parece una película de suspense con muchos toques de realismo. El modelo económico promulgado por Thatcher y continuado por Blair está haciendo aguas a ambos lados del canal de la Mancha. Los británicos vieron en los servicios financieros no manufactureros la clave de su desarrollo económico. Hace escasamente unos meses el Financial Times publicaba una serie de artículos sobre el polo de atracción que estaba representando Londres para el talento de todo el mundo. Eran recurrentes los artículos sobre cómo Wall Street estaba perdiendo importancia a favor de Londres.
La crisis financiera ha dado al traste con muchas esperanzas, pero será quizás en la City londinense donde sea más palpable el desengaño. La era de la "desregulación" se ha acabado. Nadie pone en duda en estos momentos la necesidad de nuevas reglas de juego que eviten un futuro cataclismo. Las economías deberán aprender a depender menos de sus centros financieros para impulsar su desarrollo económico. Puede ser una oportunidad para otras plazas como la de Madrid.
Mientras tanto, los políticos se verán obligados a subir impuestos para pagar la factura acumulada durante estos tiempos de quantitative easing. Esto provocará que muchos abandonen la City en busca de otros horizontes con menos cargas impositivas y menos controles. Entonces sabremos que estamos listos para una nueva era. Los tiburones financieros no desaparecen. Simplemente, se transforman.
Metodología
En las siguientes páginas (como adelanto de un Ensayo de próxima publicación) podrán encontrar diversos artículos periodísticos (agrupados por Apartados específicos) y su correlato con episodios de la historia económica argentina (según mi análisis).
Para facilitar al lector la interpretación del contexto, se mantiene la estructura temporal histórica completa, en su caso, aunque se destaca (en rojo) el asunto principal de cada Apartado (según corresponda). Se ruega sepan disculpar algunas reiteraciones. En los artículos periodísticos se han subrayado los párrafos más significativos de referencia.
Tanto el Paper como el Ensayo (oportunamente) alcanzan una dimensión (espero que calidad e interés, también) mayor de lo habitual (y prudente), pero el tema se lo merece. Los "impacientes" pueden leer, solamente, la parte subrayada de los artículos periodísticos y los párrafos en rojo de la reseña histórica (reducirán la cantidad de páginas a la mitad, aproximadamente).
Establecer algún tipo de correlación entre los fracasos desmesurados, que registra la historia económica argentina y la crisis de proporciones globales, fruto de la avaricia de los bancos, el despilfarro de los consumidores, una regulación débil y algo más, puede resultar la mejor vacuna para evitar crear la siguiente burbuja. Hagamos el esfuerzo.
Fuentes: "El mito del país rico" – Economía y política en la Historia Argentina – Jorge Todesca (Emecé Editores – 2006). Hemeroteca (con indicación de medio y fecha).
La banalidad del mal (Los socios del silencio)
– El Congreso de EEUU rechazó elevar las provisiones bancarias (Libertad Digital – 16/3/09)
La Agencia Federal que garantiza los depósitos bancarios en EEUU podría declararse insolvente este año, tal y como avanzó LD. El Tesoro estudia prestar 500.000 millones para salvar unos números rojos que son responsabilidad del Congreso: rechazó elevar las provisiones entre 1996 y 2006.
LD (L. Ramírez / M. Llamas) La agencia federal que asegura los depósitos bancarios de los norteamericanos (el equivalente en EEUU del Fondo de Garantía de Depósitos español) no tiene suficientes fondos para encarar la debacle financiera.
El organismo admite que podría declarase insolvente este año y el Tesoro estudia inyectar 500.000 millones de dólares a través de un crédito que permita al Fondo seguir rescatando entidades y depositantes. Las bancarrotas han reducido los fondos propios del FDIC hasta los 18.900 millones de dólares en el cuarto trimestre de 2008. Una cantidad del todo insuficiente ante las nuevas insolvencias que se avecinan.
En lo que va de 2009 ya han quebrado 16 bancos en EEUU y, como resultado, se están agotando las reservas del FDIC, tal y como avanzó LD. Y es que, el reguero de cadáveres bancarios amenaza con intensificarse a lo largo del presente ejercicio. Según el FDIC, por el momento el sistema financiero estadounidense cuenta con 252 entidades en riesgo de quiebra, y cerca de 500 son vulnerables. La Agencia federal apenas dispone ya de 20.000 millones de dólares para afrontar el coste de nuevas caídas bancarias, acrecentando el temor sobre los depósitos de los estadounidenses.
Y precisamente ahora conocemos la razón por la que el Fondo carece de reservas: los congresistas de EEUU rechazaron que las entidades aportarán provisiones a la agencia que salvaguarda los depósitos en virtud de los riesgos asumidos entre 1996 y 2006.
El Fondo ha intentado en numerosas ocasiones durante los últimos años lograr la autorización del Congreso para recaudar estas provisiones en caso de que se produjera una crisis financiera. Pero los responsables políticos pensaban que el Fondo estaba bien capitalizado y que las quiebras bancarias serían muy infrecuentes, según recuerda el diario norteamericano Boston Globe.
Ahora, con la tormenta financiera dejando en la cuneta a cientos de bancos norteamericanos, el Fondo ha vuelto a proponer a las entidades que incrementen sus aportaciones, pero ahora no disponen de la liquidez necesaria para ello y no se pueden permitir sacar dinero de sus balances para inyectarlo en la agencia. El Fondo recaudó por este concepto 3.000 millones el año pasado y este año sus responsables se han propuesto multiplicar esta cifra por nueve, hasta los 27.000 millones de dólares.
Número de entidades financieras que aportan al Fondo de Garantía(1999-2008)
Fuente: FDIC
Para reducir en la medida de lo posible el impacto que este aumento de las provisiones puede tener en el sector financiero, el Fondo ha pedido ayuda a la Cámara de Representantes.
El presidente de la Comisión de Banca del Senado de EEUU, Christopher Dodd, está negociando con el Gobierno la posibilidad de que el Tesoro aporte al FDIC un crédito temporal de 500.000 millones de dólares para reforzar su balance y así poder devolver los ahorros, garantizados por ley, de los estadounidenses cuyas entidades quiebren,
Al cierre de diciembre, el Fondo tenía en sus arcas 18.900 millones de dólares (frente a los 52.400 millones contabilizados un año antes). La agencia estima que necesitará al menos 65.000 millones para capear la tormenta financiera hasta 2013.
"Han sido 5 años en los que el sector bancario ha gozado de una envidiable salud y es una pena que no se haya aprovechado para incrementar las reservas del Fondo", señala Sheila Bair presidenta del FDIC. "Esta es la razón de que nos encontremos ahora en la situación en la que nos encontramos. Una lección que debemos aprender es que hay que incrementar los fondos en épocas de bonanza para poder superar la llegada de las vacas flacas", añade la responsable de la agencia.
La situación se ha agravado después de que el pasado octubre el entonces presidente de EEUU, George W. Bush, decidiera ampliar –con el beneplácito del Congreso- el límite de cobertura de los depósitos bancarios, de 100.000 a 250.000 dólares por cliente.
No obstante, el Fondo nunca ha dejado hasta ahora a ningún afectado por quiebra en la cuneta y sus responsables aseguran que "nada va a cambiar" al respecto. La agencia sufrió una importante reducción de sus reservas en la crisis crediticia de los años ochenta, lo que obligó al Fondo a elevar las primas para maquillar la caída.
Después, la expansión de la economía alimentada por unos tipos de interés bajados de forma artificial por la Reserva Federal generaron una espiral de crecimiento que, aunque a todas luces era insostenible, los responsables políticos emplearon para defender la existencia de un ciclo económico que se expandiría para siempre. Incluso algunas voces hablaban del "fin de los ciclos económicos".
Por ello, los congresistas decidieron en 1996 que las reservas del Fondo eran suficientes y que no merecía la pena obligar a las entidades a aportar primas en función de su riesgo crediticio. El 96% de las entidades dejaron de abonar este tipo de provisiones entre 1996 y 2006. Ahora, el mandato del Congreso dice que las primas deben estar situadas entre el 1,15% y el 1,5% de los depósitos. El ratio de reserva a 31 de diciembre de 2007 era del 0,4%.
– De fiscal contra guerrilleros a inspector del rescate de EEUU (The Wall Street Journal – 16/3/09)
(Por Deborah Solomon y Liz Rappaport)
El nuevo dolor de cabeza de Wall Street trabaja en una lúgubre oficina de la planta baja del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Neil Barofsky, el encargado de supervisar el paquete de rescate financiero de US$ 787.000 millones del gobierno estadounidense, tiene una amplia autoridad, incluyendo el derecho a portar un arma y el poder de abrir procesos judiciales. Como inspector general del Programa de Alivio para Activos en Problemas (TARP, por sus siglas en inglés), está a cargo de verificar a dónde van a parar los fondos del paquete. Es así que Barofsky está generando revuelo en Wall Street y Washington, exigiendo acceso e información que muchos no están demasiado entusiasmados en proveer.
Los abogados de instituciones que han recibido ayuda gubernamental están tratando de descubrir con cuánto margen cuentan para defenderse de Barofsky, dicen algunas fuentes cercanas. Algunos funcionarios del gobierno reconocen que están preocupados por el estilo agresivo del inspector del TARP.
"Se cree Eliot Ness", se queja un miembro del equipo del presidente Barack Obama, en referencia al agente que capturó a Al Capone, el capo de la mafia en Chicago, y que fue retratado en la película Los Intocables.
Barofsky, de 38 años, se desempeñó como fiscal especializado en la lucha contra los delitos corporativos y el tráfico internacional de drogas. El inspector conserva un cuchillo de palo de Colombia como recuerdo de lo violento que se puede volver el crimen. Durante casi un año, viajó varias veces al país sudamericano para investigar a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, o Farc. Su labor contribuyó a que 50 de los miembros del grupo guerrillero fueran condenados por importar más de US$ 25.000 millones en cocaína a EEUU y otros países, según el Departamento de Justicia estadounidense. Ahora, Barofsky recorre los pasillos de Wall Street prácticamente sin restricciones. Sus poderes, otorgados a fines del año pasado por el Congreso, le dan carta blanca para investigar y auditar "la compra, gestión y venta de activos bajo el TARP".
Barofsky se toma su misión en serio. En una entrevista, dijo que su oficina tiene "el derecho a investigar y auditar cada dólar del TARP, vaya donde vaya" y procesar cualquier fraude relacionado con el programa. Considera su autoridad tan amplia que podría abarcar también a inversionistas como los fondos de cobertura. El gobierno espera que estos fondos participen de una nueva línea de crédito de la Reserva Federal, financiada por el TARP y cuyo propósito es reactivar los mercados de crédito al consumidor.
Más control
Su puesto tiene un alcance y una independencia superiores a los otros dos inspectores generales "especiales" que supervisan las reconstrucciones de Irak y Afganistán. Estos funcionarios reportan a los departamentos de Estado y de Defensa, mientras que Barofsky rinde cuentas directamente al Congreso.
Algunos dentro del gobierno temen que el estilo de Barofsky pueda espantar a quienes quieran participar de los programas de rescate gubernamental, haciéndolos menos eficaces. Representantes del gobierno dicen que han visto un aumento en la cantidad de bancos que retiraron sus solicitudes para recibir fondos del TARP después de que Barofsky anunciara que exigirá documentación sobre cómo se usarán los fondos.
"Las instituciones financieras, ya sobrecargadas por los requisitos regulatorios que se sobreponen y, en algunos casos, hasta compiten entre sí, tendrán que lidiar con otro organismo más de control estatal, y uno que puede resultar muy imponente", escribieron los socios del bufete de abogados de Nueva York Milbank, Tweed, Hadley & McCloy LLP a sus clientes el mes pasado.
Un vocero del Tesoro dice que el departamento mantiene "un diálogo activo con Barofsky y su equipo. Valoramos sus aportes para ayudarnos a proteger la inversión del dinero de los contribuyentes de la mejor manera posible".
Barofsky dice que su objetivo es asegurarse de que el dinero de los contribuyentes se emplee de la forma prevista por el Congreso y perseguir a quien sea, dentro o fuera del gobierno, que malgaste esos fondos. "Los miembros del Congreso me dijeron repetidamente que quieren que sea la persona que persiga a la gente que quiere robar", dice.
El inspector general está construyendo su oficina como una fiscalía, contratando a personal con experiencia en ley penal. Dice que no porta un arma y bromea que apenas puede recordar dónde deja su celular. Pero agrega que sus agentes pueden llevar una si así lo desean.
Barofsky, que creció en las afueras de Filadelfia, dice que siempre soñó con ser abogado. Su madre todavía conserva el papelito que le tocó a su hijo en una galleta de la suerte cuando tenía 12 años. Decía: "algún día serás un gran abogado".
– Banqueros al manicomio pero ¿quién nos dará los huevos? (La Vanguardia – 16/3/09)
(Por Andy Robinson)
El dilema del G20 recuerda al chiste que cuenta Woody Allen en "Annie Hall" del hombre que explica a su psicólogo que su hermano cree que es una gallina. "¿Por qué no le mandas al manicomio?", le pregunta el médico. "Lo haría pero necesito los huevos", responde.
Por supuesto, estamos hablando de los bancos y otras instituciones financieras, responsables del extraordinario colapso del sistema financiero. A banqueros que se pagaban millones por una gestión del sistema financiero que incluía contabilizar derivados basados en hipotecas basura u otra deuda tóxica, como si fueran activos triple A, pues, habría lógicamente que ponerles la camisa de fuerza y mantenerles muy lejos de la sociedad. Pero, el problema es que la sociedad depende de ellos. Y los mercados financieros han puesto su propia camisa de fuerzas "market driven" a los bancos. Si no vuelven a prestar dinero vamos encaminados hacia otra gran depresión.
Ahí está el dilema del G20. Por un lado, saben que la lucha cada vez más desesperada contra una crisis que ya provoca contracciones espeluznantes de comercio y actividad económica a escala mundial, depende de la reactivación del crédito. Y para eso hace falta resucitar a los bancos, dándoles incentivos, inyecciones de capital, ofertas para quitarles de encima los activos tóxicos de sus balances.
Esta cumbre de ministros de finanzas del G20 ha lamentado el "progreso dolorosamente lento" -según la frase del canciller Alistair Darling- para reparar el sistema bancario. Y, mientras Estados Unidos insta al mundo a seguir su ejemplo (y, por cierto, español) de gastar un 2% de sus PIB en medidas reactivación, Robert Zoellick, el presidente del Banco Mundial, pronunció la frase más citada de la cumbre al advertir que sin la reconstrucción de la banca y la recuperación del crédito las políticas keynesianas de estímulos fiscales son "un chute de sacarina" de efectos efímeros.
Se sabe que la raíz de esta crisis sigue siendo financiera. El mayor colapso del comercio mundial desde la Gran Depresión de los años treinta, por ejemplo, "es el resultado en gran parte de la contracción de créditos al comercio tras la quiebra de Lehman", dice Gerard Lyons economista jefe de "Standard and Chartered".
Aunque a medio plazo el G20 quiere aumentar requisitos sobre la actividad de grandes bancos para prevenir una repetición de los excesos de la primera década del siglo XXI, por el momento hay que soltar más que apretar las riendas. Y puesto que los mercados, antes tan permisivos con derivados tóxicos, ahora ejercen un disciplina victoriana a los bancos, castigando a los que parecen estar menos capitalizados, aniquilando las acciones de los que aumentan su cartera de créditos, la clave regulatoria en este momento es tolerancia: "Los requisitos de capital deben subir pero no precisamente en este momento" dijo en un "briefing" en Londres esta semana Mario Draghi, número uno del Banco de Italia, presidente del Foro de Estabilidad Financiero, elegido por el G20 como el vehículo del rediseño del sistema financiero que incorporó a España y otros países a su consejo esta semana.
El G20 y FSF reiteran el compromiso por "respaldar instituciones sistémicamente importantes", es decir todos los grandes bancos, para estabilizar sistemas financieros, proteger la globalización de los bancos, recapitalizar la banca y fortalecer sus balances. Aunque, según datos del FMI, los gobiernos en EEUU y Europa han inyectado capital público en nada menos que 38 bancos, no hay mucho interés en intervenir en la gestión y, la mayor parte de las cúpulas directivas de las instituciones financieras permanecen más o menos intactas. No es Hugo Chávez sustituyendo a la dirección entera de Pedevesa sino gobiernos que nacionalizan para que todo siga igual.
Pero los cuidados intensivos prestados a los bancos a corto plazo topan con un problema político. La furia que se extiende por la opinión pública mundial. La gran mayoría en EEUU y Europa, según varios sondeos, achacan la culpa de esta crisis a banqueros privados y centrales. Por eso, el G20 sabe también que paradójicamente hay que actuar en contra de los ejecutivos bancarios a la vez que cuidarlos. El FSF y el G20 respaldan "principios que aseguran políticas más sólidas de remuneración", según Draghi, tras una década en la que los economistas consideraban inevitable que un directivo cobrase decenas de millones de dólares al año debido a la globalización del mercado de ejecutivos.
El FSF buscará formas de vincular remuneraciones a resultados. En EEUU, el Congreso ha actuado contra ejecutivos que se habían asignado finiquitos de oro incluso después del colapso de sus bancos. En el reino Unido la ministra Harriet Harman ha presentado una nueva ley con el fin único de restarle una pensión multimillonaria a Sir Fred Goodwin, el ex presidente de Royal Bank of Scotland, ahora propiedad del estado británico.
Paraísos fiscales
Asimismo, conforme el contribuyente de a pié aprende más de las elaboradas estrategias de "optimización" tributaria que muchos bancos llevaban a cabo en paraísos fiscales y centros "offshore" -entre ellos increíblemente muchos que ahora sobreviven gracias a dinero de los contribuyentes- la necesidad de actuar se hace más acuciante. De ahí -tras años en los que estas estrategias se toleraban o hasta se aplaudían- la insistencia de todos las grandes potencias de Alemania y Francia desde hace tiempo y ahora también EEUU y el Reino Unido, en tomar medidas contra el secreto bancario no sólo en las islas "offshroe" del Caribe y el Canal de la Mancha sino también en países como Suiza y Austria.
El éxito político de esta cumbre son las declaraciones públicas de algunos de estos estados o "subastados" que están dispuestos a colaborar. Pero la realidad es que las estrellas del mundo financiero y económico también son paraísos fiscales, ofreciendo servicios a evasores, desde los "nondoms" -miembros de la élite global de súper ricos de residencia fiscal en Londres gracias a exenciones- hasta las multinacionales estadounidense en Irlanda que, según me explicó Jim Stewart de Trinity en Dublin, "establecen filiales aquí muchas veces sin hacer nada", para aprovechar impuestos de sociedad del 12,5%, curiosamente la misma cifra que el previsto déficit presupuestario en Irlanda este año por el que el gobierno acaba de anunciar draconianos recortes del gasto público.
Actuar contra estos destinos de evasión fiscal sería poner en entredicho el admirado modelo de regulación "lite-touch" -toque ligero- de Londres y Dublin.
Pasa, en cierta medida, lo mismo con los "hedge funds" -fondos de alto riesgo que son símbolo de esta fase de capitalismo especulativo ya en entredicho- que los europeos pretenden incluir en un nuevo marco de regulación. Puede ser aconsejable a largo plazo, pero lo último que necesita ahora mismo el sistema financiero, la quiebra de más fondos. Hasta hay quienes creen que la psicología temeraria de los "hedge funds" es la única salvación dada la parálisis bancaria. O sea, la locura de nuestro sistema está tan arraigada que necesitamos los huevos.
– Wall Street evalúa formas de eludir los límites salariales (The Wall Street Journal – 17/3/09)
(Por Kate Kelly y David Enrich)
Algunas firmas de Wall Street están buscando maneras de eludir las nuevas restricciones del gobierno estadounidense sobre las remuneraciones de sus ejecutivos.
En respuesta a las esperadas limitaciones, los directivos de Citigroup Inc., Morgan Stanley y otras instituciones financieras que han recibido fondos estatales evalúan un alza de los salarios base en el caso de los ejecutivos y empleados que generen mayores ganancias, señalan fuentes cercanas.
Las conversaciones son preliminares, en parte porque el gobierno aún no ha divulgado normas específicas en torno al pago de bonificaciones en las empresas que han recibido dinero del Programa de Alivio de Activos en Problemas (TARP). El paquete de estímulo económico aprobado por el Congreso el mes pasado limita el pago de bonificaciones a los cinco principales ejecutivos y 25 empleados mejor remunerados de cualquier entidad que haya obtenido fondos del TARP.
Las conversaciones han avanzado con cautela debido a que el tema de los salarios en Wall Street se ha vuelto explosivo, como lo demuestra la indignación provocada por el pago de US$ 450 millones en bonificaciones a ejecutivos de la división de productos financieros de la aseguradora American International Group Inc. (AIG).
La mayoría de los corredores y banqueros de Wall Street reciben un salario base que oscila entre US$ 200.000 y US$ 1,5 millones en el caso de un presidente ejecutivo. Pero la mayor parte de su remuneración proviene de una bonificación, una tradición que data de los tiempos en que la mayoría de las firmas eran entidades privadas y los socios compartían los ingresos.
En momentos en que los bancos y las firmas de valores enfrentan mayor escrutinio sobre sus prácticas de compensación, un aumento significativo de los salarios básicos podría convertirse en una medida popular, dicen fuentes de la industria. Un mayor salario reduciría la importancia relativa de las bonificaciones pero ayudaría a aumentarlas, puesto que las primas se calculan como porcentaje de la compensación total de un año. "La tendencia es aumentar el salario base a la luz de la reducción en las bonificaciones", señala Scott Talbott, vicepresidente de asuntos de gobierno para el Financial Services Roundtable, un grupo del sector. "Sin el ingreso" que aportan los empleados de mejor desempeño, agrega, "estas empresas no pueden sobrevivir".
Las reglas que serán anunciadas por el gobierno podrían limitar las bonificaciones a no más de un tercio de la remuneración total anual pagada a los empleados cubiertos por las restricciones. Algunos expertos en el tema consideran que los límites a las bonificaciones constituyen un error mayúsculo, a pesar del papel de Wall Street en la recesión y la crisis crediticia. De todas formas, los críticos están listos a reaccionar ante cualquier intento por eludir los límites. El alza de los salarios base podría ser parte de "una dilatada y deshonrosa tradición de responder a cualquier intento por limitar los excesos en las remuneraciones colocando el dinero en un bolsillo diferente…", dijo Nell Minow, editor de Corporate Library, una firma de investigación especializada en asuntos de gobierno corporativo.
Morgan Stanley ha sostenido discusiones preliminares sobre el alza de salarios base, mientras que Citigroup está considerando qué ejecutivos serán sujetos a los límites de las bonificaciones, dijeron personas al tanto
– Gordon Brown entona el "mea culpa" por su papel en la crisis bancaria (ABC – 17/3/09)
El primer ministro británico, Gordon Brown, ha entonado el "mea culpa" por su papel en la crisis bancaria que ha hundido al Reino Unido, como a otros países, en la recesión. En declaraciones al diario "The Guardian", el líder laborista admite que debería haber iniciado hace diez años una campaña a favor de una regulación más responsable de los mercados financieros.
"Asumo plena responsabilidad por mis acciones, pero creo que nos enfrentamos a un problema que es de naturaleza global a la vez que nacional", afirma Brown. "Hace diez años, después de la crisis asiática cuando otros países pensaron que desaparecerían los problemas, tal vez deberíamos haber sido más duros", reconoce el jefe del Gobierno.
Brown señala que la ortodoxia de los últimos cuarenta años a favor del libre mercado conocida como "el consenso de Washington" ha tocado a su fin, pero agrega que eso no significa que vaya a volverse al intervencionismo gubernamental a gran escala. "El "laissez-faire" ha pasado a la historia. Las personas situadas (ideológicamente) en el centro izquierda y los progresistas deben tener la confianza suficiente para declarar obsoleta la idea de que los mercados son capaces de resolverlo todo por sí mismos", explica el político laborista. "Eso no quiere decir -agrega- que lo que hace el Gobierno siempre esté bien, pero sí que lo que hagan el Gobierno y los mercados tiene que apoyarse siempre en ciertos valores".
Brown critica a la oposición conservadora británica y dice no comprender cómo ese partido va a poder resolver los problemas a los que se enfrenta el país si insiste en "recortar el gasto público y se niega a invertir en el futuro". "Creo que en todo el mundo, sobre todo después de la victoria de Barack Obama (en EEUU), los ciudadanos ven que las fuerzas progresistas son las únicas que tienen respuestas para los retos a los que nos enfrentamos", afirma.
En relación con la próxima cumbre del G20 de países ricos y emergentes, programada para el 2 de abril en Londres, Brown recuerda que en los años treinta del siglo pasado se celebró también en esta capital una conferencia económica mundial para intentar resolver los problemas de la recesión. "Pero como (los participantes en aquella conferencia) no pudieron ponerse de acuerdo en nada, se impuso el proteccionismo durante el resto de la década", explica el primer ministro en clara alusión al peligro de no llegar tampoco a un consenso en esta ocasión.
-El Congreso y el gobierno de Obama tratan de calmar la tormenta de AIG (The Wall Street Journal – 18/3/09)
(Por Jonathan Weisman, Naftali Bendavid y Deborah Solomon)
Legisladores estadounidenses propusieron ayer gravar casi la totalidad de los US$ 165 millones en bonificaciones pagadas a empleados de la atribulada aseguradora American International Group Inc. (AIG) mientras la Casa Blanca trataba de encontrar responsables por los pagos.
Legisladores como el presidente del Comité de Finanzas del Senado, Max Baucus, propusieron un gravamen especial sobre las llamadas primas de retención repartidas a 73 empleados en la subsidiaria de productos financieros de AIG. Entre los que recibieron los fondos se encuentran 11 personas que ya no trabajan en la empresa. Al cierre de esta edición, los detalles diferían, pero una idea es cobrar una tasa impositiva de entre 90% y 95%. El resto de los pagos estaría sujeto a gravámenes estatales y locales. Algunos consideran la medida como una forma de presionar a los ejecutivos a que renuncien voluntariamente a las bonificaciones.
AIG ha recibido US$ 173.000 millones en ayuda estatal y el gobierno estadounidense es propietario del 80% de la firma. "Trataremos de hacer todo lo que esté a nuestro alcance para prevenir que se hagan los pagos y para recuperar el dinero que ya ha sido desembolsado", dijo el senador demócrata del estado de Nueva York, Charles Schumer.
El senador Schumer y otros parlamentarios enviaron una carta al presidente de la junta directiva de AIG, Edward Liddy, exigiendo que trate de renegociar las bonificaciones. "Para una empresa que no existiría de no ser por el rescate de US$ 170.000 millones financiado por los contribuyentes, es simplemente inaceptable desde el punto de vista moral gastar US$ 165 millones en el pago de bonificaciones", dijo la misiva.
El gobierno, por su parte, evalúa el uso de una cláusula del paquete de estímulo recientemente aprobado por el Congreso que le permitiría al secretario del Tesoro recuperar los pagos en caso de que fueran "inconsistentes con el propósito" del Programa de Alivio de Activos en Problemas (TARP) o que estuvieran reñidas "con el interés público", dicen fuentes cercanas.
Los pagos han desatado una tormenta política para la Casa Blanca. El presidente Barack Obama sabía que tenía pocas facultades para impedir que los empleados de AIG recibieran los US$ 165 millones, a pesar de que prometió, antes las cámaras de televisión el lunes, "bloquear estas bonificaciones", señalan funcionarios del gobierno.
Al final del día, la Casa Blanca reconoció que sus opciones eran limitadas. Su respuesta amenaza la agenda económica del gobierno estadounidense, en especial su capacidad para obtener nuevos fondos del Congreso para financiar paquetes de rescate.
AIG se ha transformado en un potente símbolo de los rescates que han pasado a definir la política estadounidense. Ayer, los legisladores recibieron miles de llamadas y correos electrónicos acerca de las bonificaciones otorgadas a ejecutivos de la división que provocó el cuasi colapso de la aseguradora.
En una serie de acusaciones, un funcionario de la Casa Blanca esencialmente culpó al Banco de la Reserva Federal de Nueva York, que ha tenido un papel preponderante en el rescate de AIG, por no haber informado al gobierno antes sobre los pagos. Agregó que el Tesoro desde hace mucho había pedido una lista de los pagos que se les debía a ejecutivos de AIG y otras firmas que recibieron fondos estatales, pero recibió la información recién el martes de la semana pasada. Ya era demasiado tarde para tomar una medida efectiva, aseveró.
Los planes para hacer los pagos fueron ampliamente divulgados en enero y algunas personas al interior de la Reserva Federal y el Departamento del Tesoro estaban al tanto, manifestaron fuentes cercanas. El Secretario del Tesoro, Timothy Geithner, quien previamente dirigió la Fed de Nueva York, se abstuvo de participar en los asuntos de AIG a finales de noviembre luego de saber que sería nominado como secretario del Tesoro de Obama.
Aunque el gobierno controla AIG a través de una participación de 80% y en su calidad de prestamista principal, no tiene autoridad legal para frenar los pagos por su cuenta. Estados Unidos ha inyectado US$ 173.300 millones en AIG, incluyendo US$70.000 millones del fondo de rescate del Departamento del Tesoro.
La división de productos financieros de AIG, creada en 1987, vendía contratos que aseguraban a los inversionistas contra una serie de riesgos, aprovechando que la deuda de la empresa tenía una calificación de triple A, la más alta. En 2007, la filial incurrió en una pérdida operativa de US$ 10.600 millones.
Los paquetes de retención estaban ligados a los niveles de salariales de 2007, según documentos de la empresa. Una portavoz de AIG se limitó a señalar que en la carta que Liddy le envió a Geithner el sábado, el ejecutivo expresó que encuentra que "los pagos son de mal gusto".
– El regulador de EEUU critica a un banco por no tener créditos subprime (Libertad Digital – 18/3/09)
¿A qué juegan los reguladores bancarios de EEUU? Tras inyectar cientos de miles de millones de los contribuyentes en grandes bancos quebrados, el FDIC carga contra una entidad de Massachusetts por no conceder préstamos a gente de dudosa solvencia.
(Libertad Digital) Joseph A. Petrucelli es uno de los banqueros más prudentes de EEUU. La pequeña entidad financiera que dirige, East Bridgewater Savings, es una de las más sólidas del país debido, precisamente, a su cautela a la hora de conceder créditos. Sin embargo, pese a su buena gestión, ha sido apercibido por el Fondo de Garantía de Depósitos (FDIC) por su excesiva prudencia.
En un momento en el que el Gobierno de EEUU ha tenido que acudir al rescate de grandes entidades en riesgo de quiebra debido a su elevado apalancamiento y exposición a activos tóxicos, no deja de llamar la atención que los reguladores públicos critiquen a una entidad cuya solvencia es intachable. La noticia, recogida inicialmente por el Boston Business Journal ha recibido la atención de los grandes medios a nivel nacional, como Fox News, ante la incoherencia de tal actitud.
El FDIC critica que East Bridgewater Savings no haya extendido suficientemente sus líneas de préstamo. Considera como una anomalía que no haya concedido créditos a clientes que la entidad calificaba de dudosa solvencia. Necesita mejorar este aspecto, según el FDIC, que basa su dictamen en el cumplimiento de la Ley de Reinversión Comunitaria. Una norma que obliga a las entidades a destinar préstamos hipotecarios a gente con escasos recursos (subprime).
Su ratio de solvencia triplica la media
Desde finales de 2003 hasta mediados de 2008, el banco comunitario de ahorros que dirige Petrucelli ha contado con un promedio de 28 centavos de dólar de fondos propios (depósitos que conserva en reserva) por cada dólar prestado. Es decir, un ratio de solvencia (porcentaje entre depósitos y créditos) que casi triplica a la media del sector bancario (unos 10 centavos por dólar prestado).
"No hay aparentes limitaciones financieras o restricciones legales que impidan la capacidad del banco para ayudar a satisfacer las necesidades de crédito de su área de influencia", según la resolución del FDIC. El banco, que ni tan siquiera cuenta con una página web para publicitar sus productos, ofrece hipotecas de tipo fijo, a diferencia de la mayoría de sus competidores. Pero ¿cuál es la solidez real de East Bridgewater Savings?
¿Créditos morosos? Cero
¿Embargos? Cero
¿Dinero destinado a provisiones en 2008? Nada
La calificación negativa del FDIC a su entidad ha causado una enorme sorpresa a Petrucelli, banquero de 62 años de edad. East Bridgewater Savings contaba al cierre de 2008 con 135 millones de dólares en activos (créditos) y 84 millones en depósitos, y unos beneficios de 87.000 dólares. Solvencia de sobra para no tener que preocuparse en absoluto de la tormenta financiera que ha barrido del mapa a los gigantes bancarios de EEUU.
Su ratio de capital multiplica por tres la media de la mayoría de bancos comunitarios (similares a las cajas de ahorros españolas) de Massachusetts. Sin embargo, a los ojos del FDIC, el East Bridgewater Savings es una entidad tacaña, precavida, excesivamente cautelosa y, por tanto, merecedora de un toque de atención.
– Un informe critica a Brown por desoír los avisos sobre los fallos del sistema financiero Cinco Días – 20/3/09)
Un informe de la Auditoría Nacional publicado hoy acusa al primer ministro, Gordon Brown, de haber hecho oídos sordos hace cinco años a los avisos de que el Gobierno no estaba preparado para la eventual quiebra de un banco como ocurrió con Northern Rock.
Según el informe, los expertos del ministerio de Finanzas, a cuyo frente estaba entonces Brown, identificaron una serie de fallos en la estructura reguladora tripartita creada por el líder laborista, pero éste no consideró tarea prioritaria intentar una solución.
Tras hacerse cargo de ese ministerio, Brown decidió distribuir la regulación de la banca británica entre tres organismos: el Tesoro, la Autoridad de Servicios Financieros y el Banco de Inglaterra, dispersión de competencias en la que algunos ven el origen de muchos de los problemas que aquejan actualmente al sector financiero.
El actual ministro de Hacienda, Alistair Darling, quiso distanciarse el miércoles del sistema más bien laxo de regulación bancaria que Brown, sin embargo, elogió en su día y al que atribuyó la prosperidad y fuerza de atracción de la City de Londres.
"Hace diez y menos años, había quien defendía mayor desregulación del sector, pero yo no estaba entre ellos", dijo Darling.
El informe de la Auditoría Nacional critica, por otro lado, que el Gobierno permitiese al banco Northern Rock seguir concediendo créditos de alto riesgo por un total de hasta 800 millones de libras (880 millones de euros al cambio actual) tras su rescate con dinero público.
Northern Rock continuó ofreciendo hipotecas por hasta un 125 por ciento del valor de una propiedad pese a que esas prácticas, calificadas de irresponsables, fueron las que motivaron su quiebra en primer lugar.
El presidente del Comité Selecto de Cuentas Públicas, Edward Leigh, se preguntó el miércoles por qué el ministerio de Finanzas no exigió poner fin inmediato a la concesión de créditos "temerarios".
Después de que estallase la crisis en el Northern Rock, el ministerio de Hacienda sólo dedicó a veinticuatro expertos a gestionar la crisis entre agosto de 2007 y la nacionalización del banco en febrero del año siguiente.
– Paul Myners: De presidir una firma en Bermudas, a luchar contra la evasión fiscal (El Mundo – 23/3/09)
Londres.- Paul Myners, secretario de servicios financieros del Tesoro británico, responsable de combatir la evasión fiscal británica, presidió su propia aseguradora domiciliada en la nebulosa fiscal de Bermudas.
Según revela "The Sunday Times", Myners, también miembro de la Cámara de los Lores, fue presidente durante unos años de la empresa Aspen Insurance Holdings (AIH). Aunque la firma tiene oficinas en Londres, donde trabaja la mayor parte de su personal de plantilla, la matriz está domiciliada en aquel país caribeño.
El periódico británico recoge que AIH obtuvo 489 millones de dólares (360 millones de euros) de beneficios en 2007 y que evade anualmente más de 100 millones de libras (144 millones de dólares) en impuestos.
Por su parte, Myners ganó en un año más de 200.000 libras (212.00 euros) de esa empresa, en la que a finales del 2007 tenía 318.338 opciones sobre acciones. No obstante, se le ofreció cuando dejó la compañía en mayo del 2007 la posibilidad de ejercer su derecho de compra de las opciones, algo que, según un portavoz del Tesoro británico, declinó, por lo que actualmente no posee ninguna acción de esa compañía.
AIH está especializada en seguros para daños causados por huracanes, inundaciones y otros fenómenos naturales. Las compañías de seguros domiciliadas en las Bermudas no pagan impuestos sobre las primas negociadas en el Reino Unido: esos ingresos se transfieren a esas islas donde se invierten libres de impuestos.
Así, si AIH hubiese estado domiciliada en Gran Bretaña hubiera estado obligada a pagar numerosas obligaciones fiscales.
Según declaró a "The Sunday Times" Richard Murphy, asesor de una ONG que combate los paraísos fiscales, la Tax Justice Network, "la única razón por la que se domicilian en Bermudas las aseguradoras y reaseguradoras es para evitar el pago de impuestos".
"Ahora resulta que el hombre a quien el Gobierno ha encargado la tarea de obligar a todas las empresas de la City a pagar sus impuestos es de hecho un experto en evasión fiscal. Es como poner a la zorra a cuidar el gallinero", comparó Murphy.
Myners, encargado también por el Gobierno británico de luchar contra las primas excesivas que pagan los bancos, recibió en su día una prima de despedida de casi 55.000 euros por los cuatro últimos meses que estuvo en AIH.
– Obama: "Tardé en reaccionar con AIG porque me gusta saber de qué estoy hablando" (El Confidencial – 25/3/09)
El presidente de EEUU, Barack Obama, justificó su tardanza en reaccionar al escándalo de las primas millonarias de los ejecutivos de la aseguradora de AIG, al asegurar: "me gusta enterarme de qué estoy hablando antes de decir nada".
El escándalo de American International Group (AIG) fue uno de los asuntos que salió a la luz durante la conferencia de prensa que Obama concedió hoy para, fundamentalmente, defender sus planes económicos con los que afrontar la crisis.
Algunas de las preguntas que le formuló la prensa versaron sobre el silencio inicial que mantuvo el Gobierno cuando salió a la luz el cobro de 165 millones de dólares en bonificaciones para los directivos de AIG, compañía que recibió ayudas multimillonarias del Estado. "Bien. Tardamos un par de días porque me gusta saber de qué estoy hablando antes de decir nada, ¿vale?", dijo Obama al periodista que le preguntó por su tardanza, que le hizo incluso reaccionar más tarde que el fiscal general de Nueva York, Andrew Cuomo.
El asunto del gigante asegurador salió también a la luz cuando Obama quiso justificar la necesidad de otorgar un mayor poder a la Reserva Federal y al Tesoro para que puedan intervenir instituciones no bancarias, como AIG.
Precisamente, el Secretario del Tesoro, Timothy Geithner, y el presidente de la Fed, Ben Bernanke, acudieron hoy al Congreso para formular esta petición.
En la conferencia de prensa, Obama explicó que en la actualidad las autoridades supervisoras pueden asumir la gestión de un banco, pero no de una empresa aseguradora, como AIG, lo que ha dado como resultado situaciones "sin control", y citó como ejemplo el pago de las bonificaciones millonarias. "Tenemos que poder asumir el control de cualquier entidad susceptible de poner en peligro la estabilidad del sistema financiero. Ahora mismo no tenemos ese poder", dijo el presidente.
"El país se mueve en la dirección correcta"
El presidente de EEUU, Barack Obama, reconoció hoy que en los dos meses que lleva en el cargo han llovido ya críticas sobre su gestión, pero se mostró convencido de que, pese a los errores, el país se mueve "en la dirección correcta".
En una conferencia de prensa televisada, la segunda desde que llegó a la Casa Blanca, Obama elaboró lo que llamó "la filosofía de la persistencia", que consiste en trabajar de manera insistente en los problemas de la nación, aunque se cometan errores y haya críticas. "Soy un gran creyente en la persistencia. Especialmente en los asuntos domésticos, incluso cuando somos conscientes de que cometemos errores y no siempre tenemos la respuesta adecuada", dijo.
Advirtió además de que "en los meses y años venideros, en tanto en cuanto ocupe este cargo, insistiré en la filosofía de la persistencia", que le llevará a trabajar con determinación pese a las controversias que genere.
Obama puso como ejemplo las duras críticas que se formularon contra el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, por su tardanza en elaborar un plan de rescate bancario, que finalmente fue presentado el pasado lunes. También mencionó la reacción adversa que generó el mensaje en vídeo que envió al pueblo iraní, y las críticas por su tardanza en poner freno a la influencia de los lobbies en Washington. "Estoy seguro de que habrá más críticas, y que tendremos que hacer más ajustes, pero nos estamos moviendo en la dirección correcta", apuntó.
– El supervisor de la Bolsa de EEUU sembró el germen de la crisis financiera (Libertad Digital – 25/3/09)
La crisis financiera ha desatado una ola de opiniones en contra del mercado y a favor de aumentar los poderes de los Gobiernos, pero esta teoría es una trampa mortal. En realidad, el sector público ha sido el principal causante de la crisis.
LD (L. Ramírez) La próxima reunión del G-20 que se celebrará en Londres aumentará el poder de los organismos supervisores, lanzará un mensaje planetario de defensa del intervencionismo del sector público en la economía y mandará a los defensores del mercado libre al ostracismo. Llama la atención que el país que avise sobre este error sea Rusia, la cuna del comunismo.
Los nuevos gurús de la teoría economía serán keynesianos como el reciente Nobel Paul Krugman y aumentará la discrecionalidad de los Gobiernos para planificar la administración de los recursos, nacionalizando los sectores que se estime necesario y permitiendo aumentar los déficits públicos que, en último término, serán financiados mediante subidas de impuestos.
Este escenario se logrará gracias a la demonización del mercado, atribuyéndole todas las maldades posibles y haciéndolo responsable de la crisis financiera, aunque este enfoque sea incorrecto y, en muchos casos, defendido por autoridades que han sido las verdaderas responsables de las burbujas en el precio de los activos. Y esto ha ocurrido bajo el amparo de las leyes, aunque los políticos que han operado al margen de las normas han visto como les ha salpicado la corrupción, especialmente a los elegidos por el presidente Obama para su "cambio democrático".
Hasta ahora LD ha avanzado que el Congreso de EEUU rechazó elevar el colchón de los bancos para afrontar las crisis, que el organismo supervisor de los mercados bursátiles (SEC, en sus siglas en inglés) conocía el fraude de Bernard Madoff desde 1999 y que las hipotecarias estatales Fannie Mae y Freddie Mac inflaron el valor de las cedulas hipotecarias, incrementaron sus beneficios más de un 80% y, meses después, se declararon en quiebra.
Además de explicar cómo los Bancos Centrales han mantenido los tipos de interés artificialmente bajos, favoreciendo la expansión crediticia sin un respaldo de ahorro voluntario real y favoreciendo que se realizaran inversiones ineficientes. No hay que olvidar que el tipo de interés es el precio del dinero y que es fijado por una autoridad pública, siendo el sector financiero un sector en el que el precio de equilibrio lo fija un organismo, no el mercado.
Pues bien, ahora sabemos que la SEC dio privilegios a los bancos de inversión para que triplicaran su apalancamiento (deuda) a partir de 2004, factor indispensable para que se produjera la crisis crediticia. Estas cinco entidades han quebrado y han sido nacionalizadas.
En concreto, se trataba de Goldman Sachs, Merril Lynch, Lehman Brothers, Bearn Stearns y Morgan Stanley. Estos bancos de inversión solicitaron a la SEC que les permitiera violar con total impunidad los criterios de capital vigentes, con el objeto de poder prestar más dinero sin que existiera un respaldo de activos en sus balances.
Claro que entonces (en 2004) los tiempos eran "buenos". Tanto, que los grandes bancos de inversión pidieron una exención sobre los límites de deuda que podían realizar. De esa manera, liberarían billones de dólares que podrían ser usados para invertir en productos derivados.
Casualmente, Henry Paulson era consejero delegado de Goldman Sachs. En 2006, dejó la compañía para convertirse en secretario del Tesoro bajo la Administración Bush. La legislación fue aprobada en la SEC por unanimidad. Se defendía que las viejas reglas fueron diseñadas pensando en los malos tiempos, para proveer cobertura en caso de que algo saliera mal.
En aquella época algunos consideraban que los ciclos económicos habían dejado de existir y que sólo se podía crecer. Esta visión era consecuencia de una falta de conocimiento de la teoría austriaca del ciclo económico, que es la única que estudia y certifica la importancia del capital. Los monetaristas y keynesianos analizan el capital como un ente abstracto, mediante una foto fija, que no aporta información para prever la evolución económica, las crisis y las recesión.
Por otra parte, la nueva legislación adoptada por la SEC implicaba también que, para la valoración de los riesgos de la inversión, se tomaría en cuenta los modelos matemáticos de la propia firma. Esto significaba básicamente que la agencia renunciaba a su papel de supervisor, generando una externalización (outsourcing) en la evaluación de los riesgos hacia las mismas firmas de inversión.
Los bancos de inversión tomaron ventaja de las nuevas reglas y los índices de apalancamiento crecieron en las grandes entidades. Por poner solo un ejemplo, en Bearn Stearns, el cociente de apalancamiento se disparó hasta a 33. Es decir, la firma requería un dólar por cada 33 dólares de deuda.
La SEC tomó una decisión que tendría consecuencias nefastas y que fue el germen de la crisis financiera actual.
Con estos antecedentes sorprenden las declaraciones efectuadas por Lee Pickard, cargo directivo de la SEC que admite sin tapujos que "las pérdidas en las que han incurrido Bearn Stearns y otros bancos de inversión no fueron causadas por rumores o una crisis de confianza, sino por los inadecuados ratios de capital y la escasez de reservas, que les obligó a incurrir en un endeudamiento masivo". Si lo sabían, ¿por qué no lo evitaron?
– Una SEC debilitada recibiría un mayor rol de supervisión (The Wall Street Journal – 27/3/09)
(Por Kara Scannell)
El plan de regulación financiera del gobierno de Estados Unidos ampliaría la autoridad de la Comisión de Bolsa y Valores de ese país (SEC) para incluir la fiscalización de asesores de fondos de cobertura, firmas de capital privado y capitalistas de riesgo.
Sería una nueva responsabilidad para una agencia que ha tenido dificultades para cumplir con las que ya tiene en la actualidad y que ha sido criticada por falta de conocimientos sobre el mercado.
La SEC fue públicamente amonestada por el Congreso por no percatarse de las señales que podrían haber conducido al fraude de inversión de US$ 65.000 millones perpetrado por el financista Bernard Madoff.
Varios años de recortes presupuestarios han dejado a la SEC con escasez de personal, mientras las industrias que debe supervisar han experimentado un crecimiento.
El expansivo plan del gobierno proyecta nuevas responsabilidades para muchas agencias gubernamentales, pero lo que no está claro es si la actual estructura podrá absorberlas.
El gobierno ya ha buscado aumentos de presupuesto para algunas de las agencias, incluyendo a la SEC, pero el Congreso está resistiendo un incremento del gasto debido a la posibilidad de un pronunciado déficit.
La expansión de la SEC se sumaría a la ya amplia agenda delineada por la presidenta de la agencia, Mary Schapiro. La funcionaria dijo al Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes este mes que la agencia necesitaba financiamiento extra para cumplir con sus objetivos de mejorar la regulación, incluyendo una mayor responsabilidad en la junta directiva y una mejor supervisión de los asesores de inversión.
El jueves, Schapiro le indicó al Comité de Banca del Senado que la agencia necesitaría más recursos para asumir responsabilidades adicionales, incluyendo la supervisión de los fondos de cobertura. Schapiro dijo que la SEC está considerando pedir al Congreso que requiera que los fondos de cobertura y sus asesores se registren con la agencia.
La responsabilidad de supervisar a los fondos de cobertura probablemente correspondería al grupo de evaluación de la agencia, que ha sido el blanco de críticas. El escándalo Madoff; expuso debilidades estructurales en las que el personal de una división no necesariamente compartía información con empleados de otras divisiones. Schapiro ha prometido corregir las flaquezas del grupo de evaluación centrándose en entrenar mejor a los examinadores y en reclutar a personal con más experiencia.
"El programa de evaluación de la SEC tiene que ser radicalmente reformado respecto del proceso instituido a mediados de los años 90, que ha sido un fracaso", dijo Harvey Pitt, ex presidente de la agencia.
El personal de la SEC, junto con su presupuesto, se ha mantenido estable o ha disminuido. Entre 2005 y 2007, la agencia perdió 10% de su plantilla. El personal de evaluación de la SEC, que inspecciona las firmas de corretaje y los asesores de inversión, se redujo en 7%. En la división encargada de hacer cumplir las normativas, el personal cayó 10%. Al mismo tiempo, el mercado ha crecido. Tan sólo el número de asesores de inversión registrados es de aproximadamente 11.000, mientras que el personal de la SEC es de 3.600.
Las funciones de la SEC han aumentado de otros modos. En 2006, el Congreso le asignó la supervisión de las firmas de calificación de crédito, pero la agencia no recibió financiación extra.
– ¿Quién controlará las agencias de "rating"? (El Confidencial – 28/3/09)
(Por Raquel Guerra – Bruselas)
Es hora de que paguen los culpables. o al menos de que se les castigue. De ahí que las reformas que planea la Unión para el sistema financiero internacional toquen de lleno a las agencias de "rating". Las razones de Bruselas para señalar a estas agencias -siendo Standard & Poor"s, Moody"s y Fitch las que dominan el sector- se debe su insuficiente capacidad de predicción para detectar el epicentro de la actual crisis financiera.
Aunque difieren en la dureza con la que deben ser fustigadas, todas las instituciones europeas coinciden en la necesaria regulación que debe recaer sobre las agencias de calificación crediticia. Esta renovación se viene arrastrando desde el G-20 de Washington y llegará al que tendrá lugar el próximo 2 de abril en Londres, donde la Unión Europea (UE) teme que EEUU no respalde sus ambiciones: aumentar el control, la calidad, la independencia y la transparencia de las agencias de "rating".
La primera instrucción del Parlamento europeo (PE) para que las agencias de "rating" puedan ejercer su actividad en la UE es transferir los poderes de registro y supervisión al Comité Europeo de Reguladores Bursátiles (CESR, en sus siglas en inglés) y no a las autoridades nacionales. La idea, apoyada este lunes por la comisión de Asuntos Económicos del PE, surgió del informe que el grupo de expertos, presidido por Jacques de Larosière, transmitió a la Comisión europea a finales de febrero con la intención de encaminar la renovación del sistema de supervisión financiera de la Unión. "Con este voto, la Comisión (de Asuntos Económicos) ha mostrado su voluntad de establecer una regulación europea efectiva", afirmó Jean-Paul Gauzès, el eurodiputado de centro-derecha francés encargado de dirigir el informe al Parlamento.
Peligros de sobrerregulación
Sin embargo, algunos expertos que analizan el ímpetu reformador de la Unión advierten del peligro de sobrerregulación. Lo que sugieren es una regulación mejor, y no más legislación, ya que la situación actual se originó en parte por el incumplimiento de la normativa existente. Nicolas Veron, investigador del think tank europeo Bruegel, estima que las propuestas del grupo Larosiére en esta materia "aún dejan muchas cuestiones importantes abiertas". Otra corriente de pensamiento defiende, de forma resumida, la introducción de más regulación sin que ello conlleve más costes.
Uno de los puntos que levanta más controversias es la propuesta para la creación con fondos europeos de una nueva agencia de calificación europea "independiente y sin ánimo de lucro", que se ocuparía de "re-calificar" los resultados generados por las agencias de "rating" y asegurar que no están sujetos a conflictos de intereses. De este modo, todas las calificaciones, incluso las emitidas por instituciones no sujetas a las normas europeas o por agencias de terceros países, necesitarían el respaldo de agencias de la Unión.
La UE apuesta por hacer hincapié en la calidad de la calificación, de modo que la gran mayoría de las propuestas se anclan en este eje. Las agencias de calificación deberán utilizar estándares de evaluación sólidos y no podrán ofrecer servicios de consultoría ni calificar instrumentos financieros si no disponen de información fiable y precisa para los inversores. Estarán obligadas a publicar informes anuales de transparencia y a crear mecanismos internos que supervisen la calidad de sus calificaciones, según el borrador del informe del PE.
Tirón de orejas para los ejecutivos
Otra exigencia de gran actualidad a razón de los diversos escándalos que acumula esta crisis, se refiere a las funciones y remuneraciones de sus ejecutivos. Las agencias de calificación crediticias deberán contar con al menos tres directores independientes cuya remuneración no dependa del beneficio de la agencia. Ocuparán su cargo durante un único periodo máximo de cinco años y sólo se aceptarán dimisiones en caso de conducta profesional inadecuada. Además, las agencias de "rating" deberán publicar el listado de entidades a las que califiquen y de las que reciban más del 5% de sus ingresos. En el caso de los bancos, no podrán emitir calificaciones si sus analistas poseen vínculos financieros con la entidad.
La posición española, proclive a endurecer el control sobre las agencias de "rating", se sitúa junto a la de Italia, Grecia, Portugal, Francia y Malta. Curiosamente, las principales agencias han rebajado recientemente las calificaciones de la deuda pública de varios de estos países. La postura más blanda hacia estas agencias la representan Reino Unido, Luxemburgo, Holanda y Dinamarca, pues consideran que se trata de una intromisión excesiva por parte de la Unión en los mercados financieros.
– Reunión del presidente con los banqueros – Los bancos de EEUU expresan su apoyo a los planes de Obama (El Mundo – 28/3/09)
Los consejeros delegados de los grandes bancos tras la reunión. | Af
Washington.- Los grandes banqueros estadounidenses han dado su apoyo al plan del presidente Barack Obama para librar de los activos tóxicos a las instituciones financieras, pero han afirmado que no hubo acuerdo en todos los puntos.
"El mensaje clave es que estamos todos juntos en esto", ha apuntado, acompañado por otros ejecutivos bancarios, John Stumpf, presidente ejecutivo de Wells Fargo.
La reunión se ha realizado apenas días después de la aprobación de un nuevo paquete de medidas para comprar los activos tóxicos de la banca por un valor superior al billón de dólares.
El jueves, el Gobierno también anunció su plan para modificar las normas financieras, incluida la creación de un único regulador para controlar cualquier firma cuya caída pueda amenazar al sistema.
Los comentarios de los banqueros sobre la reunión fueron eclipsados por las declaraciones sobre la evolución del negocio bancario en marzo.
El presidente ejecutivo de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, afirmó que "marzo fue un poco duro" y su par de Bank of America, Ken Lewis, agregó que el "libro de operaciones de marzo no fue tan bueno" como en los primeros dos meses del año, comentarios que se dejaron notar en Wall Street.
La reunión en la Casa Blanca se produjo en la antesala de una cumbre del G20 de la próxima semana, donde se espera que Obama presente a los demás líderes mundiales sus planes para sacar a la economía estadounidense de la recesión.
Obama enfatizó en la importancia de hacer algo con los activos tóxicos, según el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs. "El presidente comenzó hablando de la importancia de hacerse cargo de los activos tóxicos y de que los bancos comenzaran a prestar dinero de nuevo", dijo Gibbs.
"Es apropiado decir que estuvieron de acuerdo en la necesidad de poner al día el marco regulatorio", añadió.
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