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Historia esoterica y espiritual de chile (página 18)


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Esta narración no requeriría ningún otro comentario. Vale por si misma. Pero los lectores necesitan saber que es eso de que el difunto tenía la impresión de caminar hacia el Noreste. Cuando uno sube hacia Jerusalem, y entra en la Ciudad de David, al consultar los mapas de la santa ciudad observará que El Templo de Salomón o la llamada Mezquita de la Roca, que lo reemplaza, está construida al Noreste de Jerusalem. Es por eso que en la Masonería a los aprendices recién iniciados se les sienta al Noreste del plano del templo de Salomón. Ellos son las primeras piedras de un un nuevo templo de Dios, y como piedras vivas de ese templo místico se ubican al Noreste.

Nuestro hombre viajaba espiritualmente hacia la Jerusalem celestial, que es uno de los símbolos del Paraíso, o del cielo. Por estos mismos motivos se considera que la iniciación masonica es una representación del viaje del alma por la ultratumba. Al pasar el alma o el neófito por todas las pruebas, acompañado siempre por un Maestro Guía, termina sentándose al noreste del templo.

Uniendo esta narración con otras, obtenidas en Colombia, de las numerosas resurrecciones efectuadas por el Jesuita San Pedro Claver, en la tercera y cuarta década del siglo XVII, debe hacerse notar que casi en todos los casos, cuando las personas despertaban de la muerte, narraban que un alto y majestuoso hombre, vestido del túnica blanca, les ordenó retornar a sus cuerpos.

Es normal en la antigüedad, ver en los libros sagrados y en crónicas medievales, a Profetas o Videntes o a taumaturgos junto a los gobernantes, para aconsejarlos, corregirlos, o para invocar la acción de poderes misteriosos a favor de los mismos paises o de la familia del monarca.

Ellos eran los representantes visibles de la Gran Logia Blanca para ese pueblo y para corte real de altos funcionarios de la nación. Junto al rey Saul aparece el Vidente Samuel. Junto al Faraón aparece el vidente José hijo de Jacob. Junto a Nabucodonosor está el profeta Daniel, junto a David está Natán, discípulo de Samuel. También el ilustre Santo Tomás Moro aparece junto al famoso Enrique VIII de Inglaterra. O el médico, astrólogo y vidente Michel Nostradamus junto al rey Enrique II de Francia, en el siglo XVI D. de C.

La soledad del poder, las argucias y las envidias de la corte, los intentos de asesinato, los levantamientos populares, las repentinas plagas o guerras inesperadas, obligan a los gobernantes a confiar en hombres puros, no manipulables, prudentes, inspirados de Dios, capaces de Ver espiritualmente o Intuir los peligrosque se aproximan al reino o al monarca y su familia. Y de ser posible que puedan conjurar todos o parte de esos peligros.

De allí surge la utilidad práctica y política de las Escuelas de Druidas, o de Magos, o de Profetas, o simplemente de monjes sabios, que equilibren el poder de las facciones o grupos de poder que se forman junto al lider máximo de un país. Así se evita el encapsulamiento informativo o ceguera relativa que afecta a todo gobernante para la toma de decisiones, y que lo podría hacer equivocarse. Hoy en día se supone que las encuestas de opinión y las votaciones periódicas evitan esa ceguera relativa de los dirigentes.

Y sin embargo, aún en el siglo XIX Y XX ha sido posible observar la presencia de adivinos, profetas, mentalistas, o psíquicos, junto a la mayoría de los gobernantes del mundo. Recordemos por ejemplo a la Vidente y Astróloga Jeanne Dixon junto al presidente John Kénnedy, avisándole que no fuese a Dallas aquel 22 de Noviembre de 1963, pues sería asesinado.

Recordemos también a San Juan Bosco, el apóstol de la juventud y vidente multifacético de la Italia del Siglo XIX. Son famosas sus profecías acerca de las sucesivas muertes de los miembros de la familia del rey Victor Manuel, cuando este iba a dictar las leyes que despojarían a la Iglesia Católica de todos sus bienes materiales. Como el rey de todos modos, escuchando a los laicistas de la época, firmó esas leyes, las muertes se produjeron tal como el santo las predijo. Mediante cartas personales Juan Bosco avisó al monarca que el Señor le castigaría por quitar sus propiedades de servicio apostólico a la iglesia.

Esto ocurrió en Enero de 1855. Pero desde unos tres meses antes, el Santo VIO EN UN SUEÑO HIPERLUCIDO, A UN PERSONAJE CELESTIAL QUE LE DIJO: DIGALE AL REY QUE SI FIRMA ESA LEY, VENDRAN GRANDES FUNERALES EN SU FAMILIA, EN LA CORTE.

Juan Bosco le escribió al rey una carta con su sueño y la advertencia. Pero el monarca no creyó, a pesar de que ya en esa fecha San Juan Bosco era un sacerdote reconocido por sus obras y sus extraños poderes taumatúrgicos y cognitivo-profético sobrenaturales.

El 12 de Enero de 1855 falleció María Teresa, la madre del rey. El 20 de Enero del mimso año se murió Adelaida, la esposa del rey. El 11 de Febrero del mismo año falleció Fernando, el hermano del monarca, y el 17 de mayo falleció el hijo menor del rey. Cuatro muertes evitables si el rey hubiesen tenido temor de Dios y conocimiento de la existencia de los Vigilantes y santos que vió Nabucodonosor, de la Gran Logia Blanca, que observan desde lo invisible los pensamientos y las obras de los gobernantes, por el bien del la sociedad y el orden cósmico del planeta.

Desgraciadamente los institutos de Ciencias Políticas de las distintas universidades del mundo no cuentan estas historias. Pero por el bien de los pueblos deberían contarse. Veamos otras. Esta vez uniremos a la Rusia de los Zares con Francia, en los primeros años del siglo XX.

A fines del siglo XIX y a comienzos del XX, en Lyon vivía un Maestro experto en sanaciones por imposición de manos, y clarividente, llamado Nizier Anthelme Philippe, uno cuyos alumnos era el que después sería el famoso Papus, o el Dr. Gerard Encausse. Médico cirujano, Maestro Masón y Martinista.

La fama de vidente y de sanador de Nizier Philippe llegó hasta Rusia. Los zares le invitaron a Moscú en Septiembre de 1901. Fue presentado al Zar Nicolás II y a su esposa Alejandra por la mediación de la gran duquesa Metitza, esposa del Duque Pierre Nikolaievich, y por su hermana, la princesa Anastasia Romanovska. La primera visita fue tan decisiva que lo invitaron a que se quedara por un largo tiempo, cediéndole una casa cercana al palacio real.

Su sabiduría hizo que tanto el Zar como la Zarina le consultaran para todo tipo de decisiones, políticas, religiosas, artísticas, medicinales, etc. De inmediato en la corte surguieron los enemigos de su influencia, acusandolo de consultar a los muertos, de magia negra, y otras cosas de las que era absolutamente inocente, pues solamente el usaba el magnetismo de las manos y el poder de la oración para sanar o para tener visiones del cuerpo astral de los enfermos, o para ver su futuro. Su ascendiente incluía el uso de la palabra, con profundidad y hermosura de lenguaje.

La zarina no podía tener hijos, los tratamientos médicos de los mejores especialistas de cominezos del siglo no le servían de nada. Entonces Nazier Philippe le anunció que sí tendría un hijo varón después que él volviera a Francia. A mediados de 1902 retornó a Lyon. Efectivamente la profecía se cumplió en 1904, con el nacimiento del Zarevich.

Desgraciadamente el niño venía con la antigua tara de las casas reales de Europa, la hemofilia. Por lo tanto el muchachito, apenas comienza a caminar por si mismo, se cae al suelo y se hiere. La herida sangra sin parar. Los médicos son incapaces de hacer nada. Allí entre en escena el segundo agente mágico y profético de la época, el famoso monje Grigori Rasputin.

En 1905 lo descubre la princesa Anastasia Romanovska, ya mencionada anteriormente. Era un monje casado, con un hijo y dos hijas, predicador itinerante, con grandes poderes curativos, un tipo de personaje más parecido a un Sadhu de la India que a un sacerdote occidental, y por lo tanto no clasificable en las categorías comunes y simplistas de Bueno o de Malo, o de Mago Negro o de Mago Blanco, que se acostumbra a utilizar en estos casos.

Es un tipo de personaje comprensible sólo para los rusos, los musulmanes y los Hindúes. Por eso su carácter ha sido tan discutido y polémico en el mundo occidental. En verdad todos los pueblos orientales tienen acceso a esos raros hombres de Poder, parecidos al Profeta Eliseo o Elías de la Biblia. Pero acá no existen, o si los hay estan enmascarados o mimetizados.

Rasputín fue el digno sucesor de Monsieur Nazier Philipppe. El principito enfermo se mejoraba de inmediato al contacto de las manos de Grígori Rasputin. Nuevamente la corte le abrió los brazos al salvador de la vida del Zarevich. La influencia política de Rasputin llegó a las nubes. Causó la furia de los grupos de poder que intentaban occidentalizar la acción del Zar.

Se preocupó de que Rusia no entrara en la guerra Europea del 14, la primera Guerra Mundial. De hecho el Zar no le hizo caso a los consejos del Monje, y de hecho Rusia perdió tantas batallas que debió retirarse de la contienda, cosa que, evidentemente fue una de las causas de debilitamiento del Régimen Zarista, pérdida de prestigio que facilitó el desplome final y la revolución Bolchevique. Tambien Rasputin hizo todo lo posible para evitar las persecusiones a los Judíos, muy propias de la época. Y el dinero que recibía por el uso de sus dones, que eran millones de rublos, lo distribuía entre los pobres.

Así equilibraba el mal karma de los poderosos y de todo el país. Pero el hombre, como buen intuitivo, sabía que la catástrofe se aproximaba. Y cómo sabía que muchos nobles de la corte le odiaban hasta la muerte, previendo su propio asesinato a manos de ellos, dejó escrita una impresionante y muy exacta profecía, en una carta que le mandó a la zarina Alejandra, la cual le llegó pocos días después de su muerte.

Presiento que abandonaré la vida antes del primero de Enero, (de 1917). Si me matan vulgares asesinos, especialmente mis hermanos, los campesinos rusos, tu, Zar de Rusia, nada tienes que temer. Permanece en tu trono y gobierna. Y tu, Zar ruso, nada tendrás que temer por tus hijos, reinaran durante centenares de años en Rusia. Pero si soy asesinado por los boyardos nobles, y si vierten mi sangre, sus manos quedaran manchadas de mi sangre.

Abandonaran Rusia, los hermanos se levantarán contra los hermanos, y se mataran entre si y se odiaran. Y durante veinticinco años no habrá nobleza en el país. Zar de la tierra rusa, si oyes el sonido de la campana que te informará que Grígori ha sido asesinado, debes saber esto. ¿Fueron tus parientes quienes llevaron a cabo mi muerte Entonces, nadie de tu familia, es decir, ni tus hijos ni tus parientes quedarán con vida más de dos años. Serán esesinados por el pueblo ruso. Yo me voy, y siento en mi la misión divina de decir al Zar ruso como debe vivir después de mi desaparición. Debes reflexionar, estudiar y actuar prudentemente, piensa en tu salud y di a tus parientes que he pagado por ellos con mi sangre. Yo seré asesinado. Ya no estoy entre los vivos. ¡Reza! ¡Reza! ¡Se fuerte! Piensa en tu familia bendita. GRIGORI.

Mantuvo vivo al niño heredero del trono por doce años. Luego de su muerte, planeada y ejecutada por los nobles, en Diciembre de 1916, comenzó una crisis política que derrocó al Zar. Luego, en Octubre de 1917, vino la catástrofe final de la revolución bochevique. Y la familia del zar completa fue exterminada a balazos. Las palabras proféticas de Grigori Rasputin, instrumento de la Gran Logia Blanca, e inspiradas por Dios, se cumplieron punto por punto. Excepto en uno. La duración del régimen comunista.

Duró 73 años, casi tres veces lo que Rasputín pensaba, para desgracia del sufrido pueblo ruso y para desgracia del mundo entero, incluso de Chile, pues desde Moscú se impulsó por todos esos años, con propaganda, dinero y armas la revolución comunista para todo el orbe. Esa plaga de errores era lo que Rusia esparciría por el mundo, al decir de las palabras de María de Fatima, a los tres niños videntes de Portugal, a mediados del año 1917. Tres meses antes de comenzar la sangrienta revolución bolchevique.

Obsérvese tambien el tono de cariño y respeto con que Grígori Rasputin trata al Zar de Rusia, y el esfuerzo que hace el vidente por evitar la matanza que sobrevendría, tanto para el pueblo Ruso como para la familia del Zar. Véase la convergencia de la Inspiración divina de Rasputin y los Videntes de Fatima. El cielo y los seres trascendidos sabian la tragedia que sobrevendría y trataron de evitarla o de aminorarla.

Pero el Misterio de la Iniquidad, que es una compleja suma de pecado y de ignorancia, tiene su poder y sus tiempos de acción en los asuntos humanos. Las guerras no bien resueltas en el reino de la mente planetaria terminan siendo guerras civiles, guerrillas urbanas y campesinas, o conflictos entre las naciones.

Sri Aurobindo, contrariando el pacifismo de Gandhi, y siendo contemporáneo de éste, y desde luego, mas realista y más iluminado de Dios que el Abogado Ayunante, decía que la guerra era connatural con la evolución humana. La paz no produce cambios de conciencia. Es el dolor, la sangre, la tensión y la necesidad de sobrevivir, y la constatación de horrible fondo de la crueldad humana, o del fondo oscuro y bestial del alma humana, individual y colectiva, es casi lo único que puede despertar al hombre de su sueño y de su inercia evolutiva. Por lo tanto la guerra siempre estará con nosotros. Nuestra porfía moral es inmensa. Y nuestro aprendizaje como especie es muy lento.

Aprendemos nuevas técnicas externas con rapidez. Con ellas acortamos las distancias y dominamos la tierra y sus energías. Pero no nos dominamos a nosotros mismos. Nos enceguecemos demasiado a menudo con ilusiones y falsedades, especialmente ideológicas. Y con autoengaños de felicidad rápida y fácil. La paz y las comodidades no ayudan a la evolución, mas bien alejan de Dios y de la oración. El sufrimiento nos hace preguntarnos, como Gautama Budha, las causas del sufrimiento humano.

A este respecto, además de las causas naturales de dolor, debemos decir, en comunión con el Budismo, que el sufrimiento está siempre relacionado con el mucho desear. Quien mucho desea mucho sufre. Quien es moderado y realista en el desear sufre mucho menos. Por lo tanto la sociedad de consumo que hemos construido estimula intensos y abundantes deseos, y por tanto mucho dolor psiquico.

Cuando aparece un verdadero maestro, en vez de escucharlo y sacar provecho de su mensaje de sabiduría, lo combatimos a muerte, hasta crucificarlo, o bien impulsados por una falsa piedad lo mandamos a un hospital psiquiátrico.

O le matamos su prestigio y buena fama, atribuyéndole intenciones siniestras, y lo condenamos al silencio social forzoso. Los humanos somos una especie difícil. Y los Maestros de la Gran Logia Blanca lo saben. En una misma semana los judíos de Jerusalen aclamaron ruidosamente a Jesus en el Domingo de Ramos, y el Viernes gritaban que lo crucificaran.

El Apocalipsis nos habla de cuatro jinetes terribles a caballo, que asolan a la especie humana. La guerra, el hambre, la peste y la muerte. Aún que ese libro sagrado pone a estos jinetes hacia el futuro de la primera venida de Cristo, la interpretación Hermética nos dice que ese advenimiento futuro de esos cuatro poderes de castigo divino es incorrecto. Esos cuatro jinetes han galopado junto a la especie humana por toda su Historia.

Afirmar lo contrario es ser ingenuo y poco realista.

En realidad el Apocalipsis nos muestra un cuadro dantesco de la existencia y de las fuerzas invisibles de distinto signo que luchan PERMANENTEMENTE dentro del alma colectiva e individual de los hombres.

Angeles de luz dorada de bondad y sabiduría, y dragones rojizos de oscuridad y maldad están en guerra constante en el mundo astral, en la mente planetaria, en ciudades o polis y en cada alma. Cada persona debe discernir a que bando debe servir.

Si a la luz o a las tinieblas. Y el discernimiento en medio del humo y del fragor de la batalla cósmica no es fácil. Hay que estar muy bien informado e inspirado por el Señor para ubicarse correctamente en la existencia. A muchos les basta sólo sobrevivir materialmente.

Pero esos son los que peor se ubican, pues les engañan las promesas, las esperanzas y los deseos que hay en su mente y en su corazón. Son fácilmente manipulados por la Oscuridad.

Veamos lo que dicen algunos textos orientales, como el Tao Te King, con la palabra de Lao Tsé, para discernir y reconocer mejor a los buenos y a los malos. En ese texto de sabiduría china también se habla de política, pero en grande, en perspectiva ética y filosófica.

Cuando el Pueblo pasa hambre, es porque los gobernantes exigen demasiados impuestos. Interesante lección. Veamos otra sentencia: El Camino del Cielo quita al que tiene demasiado y da al que no tiene bastante. El camino del hombre es diferente: quita al que le falta y da al que tiene de sobra.

Otra: Cuando más prohibiciones hay, más pobre es el pueblo. Cuando más armas afiladas existen, más desorden hay en el reino. Cuando más habilidades técnicas tienen los hombres, más cosas extrañas producen. Cuando mayor es el número de leyes y decretos, mayor es el número de ladrones y bandidos. Interesante y realista. Como si hubiese nacido en pleno siglo XX o XXI. Pero Lao Tsé fue contemporáneo de Pitágoras, de Budha, de Ezequiel y de Daniel. (Como 600 años antes de Cristo).

Esa época es la más luminosa para el alma de la humanidad y su futuro. Nacieron decenas de sabios cuya enseñanza perdura hasta hoy. Incluido Jeremías, Gomateswara, Confucio y Zarathustra. Aquí he nombrado a Ocho Grandes Maestros, nacidos en distintos países, pero casi en la misma época. Signo evidente de un Plan Divino de Encarnaciones Conjuntas, para preparar el Porvenir. Así trabajan los Miembros de la Gran Logia Blanca. Otro ejemplo es el llamado Siglo de Oro de los Españoles, el siglo XVI, en que nacieron Santa Teresa de Avila, San Juan de la Cruz, Bernardino de Laredo, Fray Luis de León, San Ignacio de Loyola. O unos pocos años antes, como es Bernardino e Ignacio.

Pero aún no terminamos con Lao Tsé y sus ideas místico-políticas inspiradas. Veremos algo acerca de los dirigentes militares y la ética de la guerra.

El que quiera guiar al Soberado con el Taó, se opondrá a toda conquista lograda con el poder de las armas. (Recuérdese a Rasputin y sus consejos) Pues las armas suelen volverse contra quien las usa. (Recuérdese el famoso refrán Quién a hierro mata a hierro muere) Donde están los ejércitos solo crecen espinas y zarzas. La creación de un grán ejército va seguida de años de miseria.

POR ESO UN BUEN GENERAL CUMPLE SU OBJETIVO Y SE DETIENE.

NO SE ATREVE A CONFIAR EN EL PODER DE LAS ARMAS.

CUMPLE SU OBJETIVO Y NO SE VANAGLORIA DE ELLO.

CUMPLE SU OBJETIVO Y NO SE JACTA DE ELLO.

CUMPLE SU OBJETIVO Y NO SE ENORGULLECE DE ELLO.

CUMPLE SU OBJETIVO COMO ALGO NECESARIO PERO LAMENTABLE.

CUMPLE SU OBJETIVO PERO NO AMA LA VIOLENCIA.

PUES AL ALCANZAR SU PLENITUD, LAS COSAS DECAEN.

ESA VIOLENCIA SERÍA CONTRARIA AL TAÓ.

Desde ésta perpectiva ética vamos a analizar la conducta de varios Generales de la Historia, algunas guerras, motivaciones y juicios de otros grandes Maestros de la Espiritualidad.

La caida de Napoleón Bonaparte y de Adolfo Hitler fueron precisamente por no ceñirse a la sabia norma del Taó aconsejada por Lao Tsé. En vez de ceñirse a la salvación y reordenamiento de sus propios países en momentos de gran crisis, como le ocurrió a Francia, tras la Revolución, y a Alemania tras su derrota en la Primera Guerra Mundial, ambos Generales iniciaron gigantescas guerras de invasión y de conquista por toda Europa, e incluso en Africa. Y fracasaron, por no detenerse, por enorgullecerse e intentar crear un Imperio.

Pero veamos ahora la conducta de George Washington y de Bernardo O"Higgins. Tras ganar la independencia de los Estados Unidos de Norteamérica le fue ofrecida la presidencia a Washington y él aceptó por dos períodos de cuatro años. Pero cuando le ofrecieron un tercer período de gobierno él la rechazó y volvió a la vida privada, pues no quería una especie de monarquía militar para su país, prefería una república federal y democrática, y actuó de acuerdo a esas convicciones.

Lo mismo ocurrió con don Bernardo O"Higgins. Tras triunfar en Chacabuco y en Maipú y afianzar la independencia de Chile se dedicó a gobernar con el autoritarismo que era normal en su época. Pero cuando vió que parte de su pueblo se oponía a su gobierno y que para mantenerse en el poder tendría que usar la fuerza de las armas, e incluso enfrentar una guerra civil y derramar sangre de hermanos, abdicó del mando en una Junta de Gobierno en Enero de 1823.

Tras un juicio de residencia que se le aplicó en Valparaíso durante seis meses, del cual salió inocente de todo cargo, se autoexilió del país para no ser causa de mayores divisiones políticas en el país. Es decir, cumplió su objetivo y se detuvo.

El General Manuel Baquedano hizo algo parecido. Ganó la Guerra del Pacífico, rechazó las ofertas de participación política, y poco tiempo después, cuando Balmaceda perdió la Guerra Civil del 91, recibió la Presidencia por algunos días mientras llegaban a Santiago los truinfadores de Con-Con y Placilla, y entregó el poder a las manos de don Jorge Montt Alvarez y se fue para la casa.

Pero desgraciadamente, don José Miguel Carrera no fue un General que se detuviera a tiempo antes que le pasara la aplanadora de la historia por encima. Luchó como un montonero en Argentina contra el pueblo y las autoridades argentinas, conviertiéndose en el terror de las pampas y de Buenos Aires.

Se alió con los indios de esa tierra y practicó el pillaje, conquistó por breve tiempo la capital de Argentina y expulsó al presidente de ese país de su su ciudad y de su palacio de gobierno.

Luego lo expulsaron a él. No pudo aceptar su eclipse y el de sus hermanos, sus propios oficiales lo entregaron a las autoridades y tuvo que ser fusilado en Mendoza para detenerlo.

Por muy patriota que fuese le faltó sabiduría y prudencia para entender su destino y evitar el peligro. Lao Tsé lo descalifica. Había demasiadas pasiones y odios en su alma, y eso lo cegó.(Y si alguien no lo cree que lea las colecciones de cartas personales de José Miguel Carrera a sus amigos y verá el inmenso odio que siente por determinados personajes…hay que recordar el refrán El Odio nada engendra, solo el amor es fecundo, salvo que engendra más odio).

Don José de San Martín fue otro hombre capaz de comprender bien su estrella y saber cuando era conveniente retirarse del primer plano de la Historia. Después de lograr la Independencia del Perú el 28 de Julio de 1821, volvió a Chile a fines de 1822, y luego pasó a Argentina, y al ver la realidad de su país y su mal estado de salud se fue a Francia a vivir una vida tranquila con la pensión que Chile le pagó por sus servicios hasta el final de sus días, falleciendo el 17 de Agosto de 1840.

Carlos Ibañez del Campo gobernó cuatro años, pero la crisis económica mundial del 29 lo sacó del poder. Y se fue del país. Volvió poco tiempo después. Y con un poco de paciencia logró llegar a la presidencia de la república de Chile con una aplastante mayoría nacional y gobernó un período presidencial completo.

Pero Chile en los años 50 no era igual que en los años 20. No pudo alcanzar sus metas sociales. Pero supo retirarse con dignidad a la vida privada y fallecer al poco tiempo.

Otro General chileno que cumplió con la norma del Tao es don Augusto Pinochet. Liberó a Chile de las garras de la revolución socialista-castrista fomentada por Salvador Allende y sus compañeros ideológicos, gobernó a Chile por 17 años mientras se sostenía un guerra de guerrilla urbana encubierta con apoyo internacional de armas y propaganda enconada de odio, y se iban creando las instituciones políticas adecuadas al retorno gradual de la democracia.

Le dio al país una nueva Constitución, un nuevo estatus económico de prosperidad y en el momento en que la mayoría de los chilenos le dijo en un plebiscito que No debía gobernar más, volvió a su rol de comandante en jefe del Ejército, según las reglas establecidas en la misma Constitución, y cumplido el tiempo reglamentario, retornó a la vida civil, con un breve paso por el Congreso Nacional.

El odio de los adversarios internos y externos de don Augusto Pinochet fue el responsable de que su figura se mantuviera en el primer plano de las noticias más tiempo del conveniente. Pero en esencia cumplió con la Norma del Tao. Una vez cumplido su objetivo se detuvo. Pero el siglo XX fue muchísimo más complejo que la sociedad rural en que se movió Lao Tsé, y por lo tanto su vida y su obra patriótica es aún materia de mucha polémica.

Pero la lucha contra el marxismo, y contra diversas formas de materialismo actual es la norma de la Gran Logia Blanca. Los grandes maestros, tanto encarnados como desencarnados, promueven activamente desde el plano mental, los valores espirituales, la ética, la justicia social, la sabiduría, la libre búsqueda de la Verdad, la fraternidad, la ciencia, la técnica con conciencia, la austeridad de vida, el cuidado del medio ambiente, el arte y la creatividad como servicio a los Dioses, a la Belleza y al Orden Cósmico, no como un servicio a las fuerzas del caos; también la religión, la vida sana y disciplinada, y una vida comunitaria consciente y responsable, orientada al bien común. Sin esos valores la polis o la civitas no puede existir ni funcionar bien.

Como un interesante ejemplo de la acción multifacética de un gran maestro encarnado se puede mostrar la vida, el pensamiento profético y la obra de Paramahansa Yogananda.

Desde muy temprana edad, Sri Yogananda alcanzó la Conciencia Divina en Samadhi yóguico, lo cual le otorgaba un estado de inspiración profética casi permanente y una intuición muy aguda.

Como el nació en 1893 y desencarnó en Marzo de 1952, le tocó, según sus propias palabras PRESENCIAR TRES GUERRAS MUNDIALES. Sus discípulos norteamericanos le preguntaron la razón de sus palabras. Entonces el Maestro les respondió que la llamada Guerra Fría entre el bloque soviético y las naciones del mundo libre, con Estados Unidos a la Cabeza, era la Tercera Guerra Mundial. Y que no era menos peligrosa y dramática que las dos anteriores.

Es más. Parte este conflicto entre potencias de diferente signo ideológico fue la Guerra de Corea. Sri Yogananda le narró a sus discípulos que él mismo, por telepatía, introdujo en la mente del Presidente Harry Truman la idea de apoyar con fuerzas militares norteamericanas a Corea del Sur, para impedir el avance de las fuerzas comunistas por el Sudeste asiático, por Filipinas, Japón, las islas Aleutianas y Alaska.

Más aún, esta conocida Guerra de Corea fue considerada por Sri Yogananda como parte de una Guerra Santa, una Guerra de Dios contra las fuerzas del Maligno. Para este Maestro el comunismo representaba, igual que para la Iglesia católica, una fuerza tiránica y satánica de influencia mundial, que dañaba la comprensión de la realidad de los seres humanos, metiendo ilusiones y errores en la cabeza de millones de personas.

Y, desde luego, le preguntaron si acaso un soldado que luchara en esa guerra se mancharía de mal karma o no. En términos cristianos, el soldado se mancharía de pecado por matar a otros seres humanos. Entonces el gran yogui iluminado respondió enfáticamente: Si esos soldados mataran por el gusto de matar, si. PERO SI PELEAN SIN ODIO, CONSCIENTES DE QUE ESTAN COMBATIENDO POR LA MADRE DIVINA, ENTONCES NO ASUMEN NINGUN MAL KARMA. ESTA ES UNA GUERRA SANTA, EL VILLANO TIENE QUE SER DERROTADO, O EL MUNDO SERA ESCLAVIZADO.

Esta respuesta magistral, inspirada en la ética de Krishna en el Bhagavad Guita, entronca perfectamente con las palabras de san Agustín en el Capítulo 21 de la Ciudad de Dios, donde señala claramente una doctrina de moral cristiana permanente respecto de la tarea de soldados y policías. Dice que NO SE INCURRE EN PECADO CUANDO SE MATA EN NOMBRE DE LA LEY Y DEL BIEN COMUN, SIN PASION PERSONAL, POR LA DEFENSA DE LA FAMILIA, O DEL PAIS, E INCLUSO EN LA DEFENSA DE LA PROPIA VIDA.

Las palabras de san Agustín y de Paramahansa Yogananda arrojan una poderosa luz sobre Chile y los eventos de la lucha contra el Marxismo en los años 70 y 80 y posteriores. Es la Madre Cósmica la que impulsó a los soldados chilenos a salvar a su pueblo del sojuzgamiento al Poder Soviético- Castrista de la época. Por eso están consagrados a la Señora del Monte Carmelo, para el resguardo de la libertad y de la identidad espiritual y territorial de la patria.

Y si, desgraciadamente, se dañó a personas y a familias, se debe recordar siempre, que durante los 17 años del gobierno militar, año a año, continuaron llegando numerosas armas desde el extranjero para sostener la guerrilla interna contra chile y sus Fuerzas Armadas. Digo Continuaron pues durante la Unidad Popular llegaron 45000 armas desde Cuba y otros países de la Orbita Soviética, para crear una fuerza revolucionaria paralela. Y el ingreso secreto de armas perseveró en Chile hasta la caída de Gorbachev en la Unión Soviética, que coincidió con el final del gobierno de don Augusto Pinochet.

Hay que ser muy ingenuo para pensar que las armas que llegaban subrepticiamente al país no encontrarían personas concretas que las utilizarían y se entrenarían para usarlas. Desde 1973 a 1990 siempre hubo grupos guerrilleros chilenos actuando dentro del territorio, que realizaron graves atentados contra la vida de civiles inocentes y contra militares que cumplian con su deber de resguardar la seguridad de la comunidad nacional y la libertad de sus ciudadanos.

Eso significa que muchas de las personas a las que se violentaron sus derechos humanos no eran inocentes. Y en su conciencia lo saben, pero públicamente no lo reconocerán jamás, por ser políticamente inconveniente. Sólo algunos eran realmente inocentes y tienen pleno derecho a reclamar, tal como ya lo han hecho.

Las violaciones a los derechos humanos siempre han de ser puestas en paralelo con el permanente ingreso subrepticio de armas de guerra al país por los 17 años de gobierno militar, y los numerosos antentados sangrientos producidos durante todo este tiempo. Además, hubo una permanente salida y entrada encubierta de activistas y guerrilleros de izquierda marxista al país. La Tercera Guerra Mundial mencionada por Paramahansa Yogananda continuaba en esos años en Chile, en Colombia, en el Salvador, en Nicaragua, en Perú, e incluso en Argentina.

Los guerrilleros chilenos fueron controlados y arrinconados, pero no vencidos, en los 17 años de la reconstrucción institucional de la Nación. Afortunadamente no se adueñaron de una parte del territorio de Chile, como ocurrió en Colombia por más de 45 años. Eso porque no se les dejó en paz hasta el fin. Se les hostilizó militarmente sin descanso, se les requizó constantemente sus depósitos de armas, y no pudiesen crear un ejército paralelo.

Parte del público chileno recordará el desembarco de Armas de Guerra por Carrizal Bajo en Agosto de 1986, traidas por barcos pesqueros cubanos, en una cantidad superior a ocho toneladas. Eso es lo que se alcanzó a encontrar, otra parte del armamento se alcanzó a repartir y a utilizar en el atentado a la escolta de don Augusto Pinochet en el Cajón del Maipo, el 7 de Septiembre de 1986, llamado Operación Siglo XX, por el FPMR del Partido Comunista. Ese atentado dejó 5 muertos de la escolta presidencial, varios heridos, y la consiguiente represalia sangrienta de los militares.

Por 17 años Chile fue ASEDIADO por fuerzas paramilitares marxistas, desde afuera y desde adentro. Por lo tanto, muchos de los casos de violaciones de Derechos Humanos son el fruto amargo y doloroso de esta guerra encubierta y de este asedio constante.

Lamentablemente la memoria de los ciudadanos es débil, la mirada de conjunto sobre la realidad es casi nula y la reacción de las personas es sentimental y manipulada por información sesgada y mal intencionada.

Veamos finalmente una profecía de Paramahansa Yogananda acerca de la política Indo-Británica, pronunciada bajo inspiración divina, alrededor de 1918, poco antes de que este Maestro viajara a los Estados Unidos a cumplir parte de su misión mundial.

Uno de los amigos de Yogananda, al ver que tenía notables cualidades de liderazgo, le intentó recordar sus deberes patrióticos, pidiéndole que organizara un movimiento de rebelión contra los ingleses, a fin de lograr la independencia de la India. Yogananda lo miró profundamente y le dijo:

esa es tu tarea, no la mía. Pero aprovecho el momento para decirte que el Señor me ha dicho que la India será liberada por medios pacíficos durante el tiempo de mi encarnación en este cuerpo.

Efectivamente esta profecía se cumplió con exactitud. Yogananda falleció el 7 de Marzo de 1952, y la India alcanzó su independencia de los británicos el 15 de Agosto del año 1947, gracias al liderazgo de Mahatma Gandhi. Cinco años antes del mahasamadhi de Sri Yogananda.

Finalmente, para cerrar este capítulo debemos recordar que para los Cristianos, los Judíos, los Musulmanes, los Hindúes y los Shiks del Gurú Nanak, Dios es el Señor de la Historia. El hombre no es dueño de su vida, Dios es su Dueño y Señor. Es decir, El Señor está con la Humanidad, y la dirige según sus planes y propósitos. Por lo tanto al Señor no le son indiferentes las decisiones buenas o malas de las personas. Bueno para Dios es cuando el ser humano hace su Voluntad. Malo es no hacer su Voluntad. Para saber cuál es esa Voluntad tenemos la ayuda de los Maestros de la Gran Logia Blanca y los libros sagrados.

En resúmen, la tarea de la humanidad es edificar la Ciudad Perfecta, la Civilización Perfecta, siguiendo las leyes divinas reveladas por los grandes profetas enviados por el Señor a la tierra. Ese es el proyecto Nueva Jerusalen del Apocalipsis. O la Civilización de la Vida Divina de Sri Aurobindo. O el Proyecto social budista japonés llamado la Soka-Gakkaï. O el proyecto Nueva Humanidad de los Baha"I. No importa el nombre. Pero se trata de construir el Templo de la Fraternidad humana en armonía con Dios y con la Madre Naturaleza.

Pero se trata de un Ciudad de rectas relaciones humanas, abierta a lo Trascendente, donde la libertad no dañe la justicia, y donde la justicia no dañe la fraternidad o la amistad cívica. Ciudad donde el ser humano tenga derecho al desarrollo intregral de su ser visible e invisible, y donde el Estado no impida su evolución espiritual y su realización personal, imponiéndole conceptos falsos y doctrinas anticrísticas o agnósticos o materialistas. Y puedan expresar sus creencias metafísicas o religiosas de modo público, con respeto a las leyes y a las costumbres de una vida sana.

Una ciudad donde la Democracia no signifique el culto a la mediocridad ni la tolerancia a las conductas malsanas de sus habitantes. Una Ciudad ordenada, limpia, hermosa, donde el respeto a la autoridad y a las leyes vaya en paralelo con el respeto a las personas. Una ciudad de paz y de alegría pero no carnavalesca ni libertina.

Una Civitas donde todos los derechos de sus ciudadanos estén equilibrados con los deberes y con el sentido de la responsabilidad cívica y personal en todo lo que se haga y se deje de hacer. Una Ciudad-País o Polis-Nación que conozca su historia en el detalle y en el espíritu de los acontecimientos, que identifique los posibles errores surgidos del mal uso de su razón y de su libertad, para así no repetirlos en el futuro. Una Ciudad donde la Cultura del Espíritu se Viva y no sólo se use para impresionar a otros.

Esa es la voluntad de Dios y la de los Grandes Maestros. Y no importa que la construcción de dicha Ciudad sea como un ideal lejano, o como un logro imposible por se demasiado elevado. Lo importante del ideal planteado NO ES su logro histórico concreto, sino LA DIRECCION DEL ESFUERZO HUMANO. El ser humano necesita saber en que dirección caminar y cual es el sentido de su obra.

Los logros humanos siempre serán relativos e insuficientes, tal como son los esfuerzos de las células del organismo para mantenerlo vivo. Cada célula trabaja y muere sin saber si logró la meta o no, pero todas se esfuerzan en la Dirección Marcada por el ADN, que es la expresión material de los Arquetipos de la Mente Divina. El ADN espiritual de la humanidad está en poder de la Gran Logia Blanca, en la Comunión de los Santos, en las células psíquicas del Cuerpo Místico del Cristo Divino o del Verbo-Sabiduría de Dios.

BIBLIOGRAFIA.

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3.- Autobiografía de un Yogui por Paramahansa Yogananda. Diversas Ediciones.

4.- Encuentros con Hombres Notables. George Ivanovich Gurdjieff. Editorial Hachette. De Enero de 1972.

5.- Veinticinco Años de la Revista QUE PASA. Publicada en 1996. (Incluye cantidades de Armas ingresadas al país por grupos terroristas en 1986).

6.- TAO TE KING. Lao Tsé. Colección de los Pequeños Libros de la Sabiduría. De José J. De Olañeta, Editor, 1997.- 7.- Los Grandes Maestros Espirituales Contemporáneos. Patrick Ravignant. Colección Realismo Fantático. Primera Edición, Diciembre de 1978.

8.- Historia de Chile. Alejandro Concha Cruz, y Julio Maltés Cortéz. Cuarta Edición de Junio de 1994.- 9.- CAMINO RECORRIDO. Memorias de Un Soldado. Tomos 2 y 3 con Apéndices acerca de Actos Terroristas y Cantidades de Armas Incautadas a esos Grupos, año a año, desde 1974 a 1985. Augusto Pinochet Ugarte. Edición 1991 y 1993, del Instituto Geográfico Militar de Chile.

10.- Lo Sobrenatural en la vida de Don Bosco. Por Nice Lotus. Edición Argentina de julio 1934.

11.- Aventuras de San Juan Bosco. Padre Eliecer Salesman. Editorial Centro Don Bosco, de Bogotá, Colombia. Edición de Mayo del año 2003.

12.- La Biblia, diversas versiones.

13.- Episodios de Don Bosco. De Juan Zin y Alejo Roa. Editorial Saleciana. Agosto de 1985. 14.- Bhagavad Guita, diversas versiones.

15.- Los Sikhs. Historia, Identidad y Religión. Agustín Paniker. Editorial Kairos, Barcelona, año 2007.

15.- El Libro Tibetano de la Vida y de la Muerte. Sogyal Rimpoché. Ediciones Urano. Año 2006.- CAPITULO TREINTA.

LAS ANIMITAS CHILENAS. ¿CUESTIÓN PARANORMAL O SOCIOLÓGICA Es algo característico del Paisaje urbano y rural chileno encontrar Casitas y Monumentos de Animitas. Casi en todas las carreteras principales y caminos secundarios de la geografía nacional es posible encontrar pequeñas construcciones de cemento, como casitas de 50 o 60 cms. de alto, que tienen flores y una o varias velas encendidas, y una cruz encima. Y un nombre con una foto de un fallecido o una fallecida que a pocos metros del lugar fue atropellado, o asesinado, o se mató con su vehículo en una noche cualquiera.

Lo mismo se observa en algunos barrios bravos de cualquier gran ciudad, junto a un muro, la misma casita, y muchas placas de cerámica con agradecimientos y testimonios por favores concedidos por el ente o ánima cuyo cuerpo cayó y se desangró en ese lugar.

Son millones los chilenos que se han encomendado a algún ánima camino al trabajo, o que han rezado por el eterno descanso de esas almas del Purgatorio al pasar por delante de unos de esos monumentos, pues una de las obras de misericordia espiritual obligatorias para un cristiano es rezar u orar por los vivos y por los difuntos.

El animismo está profundamente insertado en el alma nacional. Es parte de ella misma. E incluso se prolonga hacia los que mueren ajusticiados por sentencias judiciales. El pueblo los invoca y les pide ayuda o favores de diversos tipos. Y lo curioso es que la gente ve cómo muchas veces sus oraciones a estos seres desencarnados se cumplen, igual como ocurre con la invocación a los santos de Oriente y de Occidente.

El cumplimiento de las plegarias hechas a las ánimas del purgatorio y numerosos casos de protección en situaciones difíciles, como también otras manifestaciones de esos entes, como protesta por el no cumplimiento de promesas, haciendo ruidos, o botando objetos domésticos, o apareciéndose en sueños, requiere que las religiones y la filosofía, como tambien la parapsicología, se planteen seriamente la coherencia o la incoherencia de sus respectivas doctrinas y opiniones respecto al animismo.

Es mucha la gente de iglesias que juzga los fenómenos del animismo como meras superticiones, opoyando con eso a las ideas de los materialistas, o de los escépticos comunes. Otros incurren en la costumbre de atribuir todos estos fenómenos relacionados con las Animitas al demonio o a satanás, que quiere desviar a los creyentes de la verdadera fe. Otros, jugando a favor de posturas espirituales impersonalistas hablan de Energías que sobreviven a la muerte. Pero Energías sin conciencia individual, sin voluntad propia, que al poco tiempo se disuelven y desaparecen.

Pero pocos investigan a fondo estas manifestaciones, tan numerosas y multifacéticas, de los seres del más allá. Y tambien pocos son los que integran estos fenómenos en una doctrina coherente o en una cosmovición espiritual unitaria, que nos de una explicación adecuada de la cuestión.

Desde luego, las ánimas y los fantasmas están íntimamente relacionados. La única diferencia objetiva entre los dos tipos de manifestación de ultratumba es el rango de visibilidad de uno y de otro. Las ánimas no son normalmente visibles, y los fantasmas si. Pero las ánimas, según las capacidades del observador, pueden ser ocasionalmente vistas.

En éste capítulo narraremos varios acontecimientos relacionados con esto. Uno vendrá desde Grecia, y desde la Antigüedad, según lo cuenta el investigador Plinio el Joven en sus cartas a sus amigos de Roma. Y varias propias de Chile. Y completaremos con lo que nos dicen algunas escuelas esotéricas acerca de estas cosas.

La Humanidad siempre ha tenido interés en saber que hay de real en los fenómenos de supervivencia en el más allá. Si el alma sobrevive a la muerte del cuerpo y puede manifestarse a los vivos por algún medio, son falsas todas las doctrinas materialiastas, marxismo incluido, el agnosticismo y el positivismo de Augusto Comte y sus amigos, los relativistas.

Los porfiados hechos, voluntariamente ignorados por algunos, indican que existe la supervivencia del alma después de la muerte. Veamos el testimonio de Plinio, el Joven, narrado en una carta a Sura. Testimonio de investigador que recopila datos de un filósofo griego que conversó con él:

El filósofo Athenodoro viajó a Atenas, atraido por información acerca de una casa encantada en la ciudad. La casa en cuestión se arrendaba a buen precio, disimulando su fama. Pero Athenodoro la alquiló de adrede. Y se alojó de inmediato en la casa. Dispuso que le colocaran el lecho en las habitaciones anteriores. Pidió a los criados tablillas, plumas y luz para escribir. Y una vez que se los trajeron mandó a los servidores a que se fueran al cuarto más lejano, al fondo de la casa. Y se quedó solo. Para evitar que los temores inquietaran su mente se puso a escribir. En el silencio de la noche oyó chocar hierros y cadenas. No levantó los ojos. El ruido metálico que sonaba en otro cuarto se acercó más y más. Al fin el arrastre de cadenas entró a la habitación en que el filósofo estaba, y ahora sí que levantó los ojos y vió al espectro, tal como se lo habían descrito. El espectro lo miraba directamente y con el dedo le decía que lo siguiera. Athenodoro le dijo que esperara un poco y terminar de escribir una frase. Entonces el ente hizo sonar más las cadenas y se acercó unos pasos más al lecho.

Entonces el filósofo al observar que el espectro lo seguía llamando con el dedo, se levantó, tomó la lámpara de aceite, y lo siguió. El fantasma avanzaba con pasos lentos, abrumado por el peso de las cadenas. Y salió al patio de la casa. Y en un cierto lugar del patio desapareció. El filósofo recogió unas ramas y unas hojas para marcar el lugar de la desaparición, y reconocerlo al día siguiente. Ya con la luz del sol, Athenodoro fue a hablar con los magistrados de la ciudad para que cavaran en el lugar. Lo hicieron, y encontraron un esqueleto atado con cadenas. Después de reunir con mucho cuidado todos los huesos, los enterraron públicamente, con los ritos fúnebres correspondientes. Y nunca más fue turbada la tranquilidad de esa casa. (Mencionada por Carl Grimberg, en su Historia Universal).

Obsérvese que en esta narración, de gran objetividad y antigüedad, están expuestos los elementos esenciales de la mayoría de las manifestaciones de ultratumba. Un ánima puede andar vagando en la forma de un fantasma a causa de una muerte violenta inesperada y por no haber recibido las ayudas sacramentales de su religión, cualquiera que sea. En el relato no hay influencias cristianas. Y sin embargo en los paises cristianos se presentan fenómenos idénticos al que ha sido expuesto por el investigador. Y se sabe que lo que ocurre en este tipo de fenómenos en Grecia, también ocurren en la India, en Persia, en Mexico, y en Chile.

De esos elementos constantes observados por diversas y numerosas personas en todo el mundo y en todas las épocas, podemos inferir leyes y modelos de actividad paranormal, como tambien la base de la fé animista común de los pueblos de toda la tierra. Estos fenómenos son el fundamento de la creencia en la supervivencia del alma. Y los teóricos del dogma de algunas iglesias deberán algún día dejar de hechar siempre la culpa al diablo de estas cosas paranormales. Algunas veces puede que sea el maligno, pero siempre que la persona fallecida haya efectuado prácticas o pactos con ese angel caido durante la vida, como es el caso de la Quintrala en Chile.

También debe descartarse la autosugestión o el autoengaño. Algunas veces puede ser cierta. Pero es imposible que todo el mundo antiguo y moderno, que percibe estas manifestaciones esté autosugestionado.

Veamos otro caso de una poderosa animita, pero ahora uno narrado por el Dr. Andrés Barros Perez- Cotapos, el gran investigador de lo parapsíquico en Chile, en su libro Sucesos Paranormales.

Hace aproximadamente quince años (en 1976 porque la primera edición de este libro fue en 1991), un trágico accidente segó la vida de un joven estudiante en una calle colateral de un balneario vecino (a Viña del Mar). Parientes o amistades del muchacho erigieron la consabida animita a un lado del camino. Se notó bastante amor y preocupación en el trabajo, ya que fue bastante elaborado. Una hermosa cruz coronaba la capillita. Ella había sido pintada con flores que recordaban algo del estilo de la selva negra o de los diseños costarricenses.

Pasaron tranquilamente unos cinco años y la capillita empezó a denotar un creciente deterioro. Los colores de las flores dibujadas en la cruz se deslavaron, iniciándose un tránsito al olvido.

Un joven matrimonio llegó a vivir al lugar. El marido era ingeniero de una industria regional y la esposa, una joven de ascendencia germana, amante de la naturaleza. A las semanas ya se notaba un cambio radical en la casa arrendada.. Un jardín rediseñado y cuidado, un hermoso césped que comenzaba a emerger de la tierra y una casa alegre y colorida con cortinas multicolores muy bien combinadas.

La pareja vivía tranquila y felizmente. Al llegar a la casa observaban con cierta pena el creciente deterioro de la animita. Fue este el motivo que llevó a la joven para tomar la descolorida cruz y llevarla a casa para repararla. Efectivamente, la repintó con esmero tratando de conservar, por respeto, el antiguo diseño. El trabajo quedó hermoso y ambos esposos concibieron la idea de dejar la cruz en un lugar destacado del jardín. La hubicaron primorosamente y la rodearon de flores naturales. El espacio adquirió de inmediato su propia personalidad, resaltando nítidamente.

Llegó la noche y la pareja se acostó a dormir. Habían pasado un par de horas cuando el marido se despierta sobresaltado al escuchar pasos en el living de la casa. Para no intranquilizar a la esposa, se levanta sigilosamente sin encender la luz, agarra un revólver que tenía en la cómoda y sale en puntillas de la pieza. Al acercarse al living el silencio es sepulcral. La revisión es prolija. La puerta de calle está con pestillo, igualmente las ventanas. Se convence que nadie ha podido entrar y piensa lógicamente que lo que ha escuchado, lo ha soñado muy vividamente.

Vuelve a su dormitorio y encuentra a su mujer despierta e inquieta. ¿Viste a alguien Pregunta.

No responde el marido. Debe haber sido un sueño. Todo está en regla, nadie ha podido entrar – añade el ingeniero.

Es extraño que ambos hayamos sentido esos pasos, musitó la joven.

Las palabras de la joven fueron la clave para que el marido comprendiera que lo vivido no había sido un sueño. Ambos lo habían sentido, se trataba entonces de algo real. La mente racional del ingeniero se confrontaba con lo inexplicable. Después de un rato ambos se durmieron profundamente.

Pero de repente la mujer despierta a su marido y le dice: Esteban, alguien anda por el living. Se levantó de un salto de su cama y corrió al living. Ahora todas las luces estaban encendidas. Inclusive el televisor, mostrando puras hormiguitas, pues a esa hora de la madrugada no había programa alguno en el aire.

Revolver en mano recorrió toda la casa. Todo estaba en orden. Salió al jardín y rodeó toda la casa. El perro ovejero lo salió a saludar con un gemido amistoso. De pronto se apagaron todas las luces. Pensó que había sido su esposa y volvió rápidamente al interior de la casa. Su mujer no se había movido del dormitorio. Para no inquietarla más, sólo le dijo que todo estaba en orden y que debían continuar durmiendo.

Transcurrió otro día laboral. Al regresar a casa el esposo encuentra a Roswita muy inquieta.

Esteban, confesó. No sé si estaré sugestionándome, pero he sentido todo el día que alquien estaba en la casa y me observaba. Incluso giré la cabeza varias veces para mirar quién era la persona que me observaba. Para calmar a su mujer el marido salió con ella a caminar tomados de la mano, por las calles del pueblo.

La velada fue tan tranquila que se olvidaron del problema.

Se acostaron y se durmieron por varias horas, y de repente ambos cónyugues se despiertan sobresaltados, pues ahora escuchan fuertes pasos que avanzan por el pasillo hacia el dormitorio. Esteban empuñó el revolver que había dejado a la mano, y su mujer se apretujó contra él, pues los pasos llegaron hasta la puerta del dormitorio y entraron al cuarto. Había luna llena, por lo tanto el dormitorio estaba iluminado de luz blanca y clara. La visibilidad era casi perfecta. Los pasos llegaron hasta los pies de la cama, y sin embargo no se veía a nadie.

Esteban no sabía qué hacer. Mantuvieron la actitud espectante por un momento, luego el marido encendió la lámpara del velador. El cuarto estaba vacío de otras personas. Apagó la luz. Y trató de tranquilizar a su mujer, diciéndole que al parecer los nervios les estaban jugando una mala pasada. Se volvieron a recostar.

De pronto, sintieron que un borde de la cama matrimonial se hundía igual que se alguien se hubiese sentado en la cama. Esteban, trémulo, deslizó un pié bajo las cobijas y trató de golpear a eso que estaba allí, pero su extremidad no tocó nada.

Trató de serenarse y se abrazó a su esposa para tratar de dormirse nuevamente. Y de pronto ambos sintieron que alquien tomaba las ropas de la cama y las arrojaba al suelo. El grito de Roswita debe haberlo oido todo el vecindario, mientras Esteban se ponía a orar en voz alta. Una vez más el líving se llenó de ruido de pasos, pero ahora con ruido de muebles que se mueven por la habitación.

A la media hora el silencio y la tranquilidad volvieron a la casa y los esposos se pudieron dormir, sin haberse levantado a recorrer la casa como la noche anterior.

Como de costumbre en la mañana, Roswita se levantó hacia la cocina para preparar el desayuno mientras su marido se duchaba. Entonces la mujer nuevamente entró en crisis de pánico y volvió a gritar y a llorar desconsoladamente. El marido, envuelto en una sábana y empapado de agua corrió hacia donde estaba su esposa y la encontró en medio del living, aterrada.

No era para menos, el cuarto estaba en completo desorden. Los muebles corridos de su lugar habitual, los cojines en el suelo, floreros y lámparas volcados. Daba la impresión de que había pasado un tornado por dentro de la habitación.

La razón materialista no tenía lugar en esta historia. Abjurando de su compostura y de su mente científica, Esteban escapó al jardín, arrancó la cruz tan bellamente restaurada que hubicara tan prolijamente en el mejor lugar del jardin y corrió con ella hasta la mitad de la calle, depositándola en el ábside de la capillita de la animita de donde había sido tomada.

Luego volvió a la casa a ayudar a su mujer a ordenar la casa y a asearla. Muy a desgano fue a trabajar, llamó varias veces a su mujer durante el día. Pero todo estaba sin novedad.

A partir de esa noche todo estuvo en paz en la casa del ingeniero y de su mujer. Nunca más volvieron a ser perturbados por la animita del joven del relato. El matrimonio recobró la alegría y el encanto de sus vidas normales. Unos ocho años después, en una conversación de sobremesa, contaron al autor del libro su extraña, pero significativa experiencia con una animita irritada que quería recobrar lo que era suyo.

Digo significativa experiencia porque tiene carácter de Signo y de Mensaje. Los seres invisibles, habitantes de SU mundo, tienen sus leyes y formas de vida, con valores un poco distintos de los que tenemos acá, pero en el fondo muy parecidos. A las ánimas, habitantes del mundo invisible no les son indiferentes las intromisiones de nosotros en su territorio. Les preocupa nuestra ignorancia y nuestra patudez o arrogancia.

Nos creemos dueños de nuestro mundo y capaces de autodeterminarnos en él, sin importarnos los seres biológicos que destruimos, los ambientes que invadimos, o los seres invisibles que molestamos.

Cuando escribo este comentario tengo in mente no solo este episodio impresionante, de la cruz robada a un ánima. Sino que pienso en miles de casos parecidos en todo el mundo civilizado y contemporáneo. Los antiguos, más temerosos de Dios que nosotros, y más obedientes a las reglas de una sana cortesía y respeto en el trato con los entes invisibles, no cometían tan a menudo esta clase de errores. Su cosmovisión abarcaba todos los aspectos de la realidad, los visibles y los aparentemente no visibles. Y por eso no se creían tan autónomos. Se sabían dependientes de los decretos y sentencias de los Dioses.

Si la entidad ofendida en este caso no hubiese sido un simple joven fallecido en trágicas circunstancias, sino que con un ser más grande en la escala del Ser Absoluto, recordemos a Daniel, en Babilonia. O el choque de poder entre Moisés y el faraón. Probablemente la cosa hubiese sido más grave. Una enfermedad, una pérdida del trabajo, una mutilación física, una plaga de langostas, una cadena de muertes inexplicables, un aborto, o cualquier otra señal fuerte, que los demás verían como casual, pero el ofensor del tabú sabría perfectamente que está siendo castigado por un ser superior, para equilibrar el cosmos perturbado por el pecado y para corregir al insubordinado.

Nuestra irreverencia para con las cosas sagradas debe ser corregida si queremos transformar espiritualmente el mundo y nuestra vida. Los hombres sabios en divinidad y las mujeres inspiradas de Dios han de ser respetadas por todos, como tambien las enseñanzas de los antiguos Maestros y Profetas. Sin esas doctrinas y su correspondiente ética tradicional el mundo y la ciudad no pueden ser salvados o sanados o trasmutados en algo mejor, y el mundo seguirá igual o peor.

La actitud del filósofo Athenodoro, descrita por Plinio el Joven es ejemplar. El quería saber más acerca de los seres invisibles y las casas encantadas. Pero su investigación de los campos ocultos de la realidad no lo volvió irreverente. Una vez observado y comprendido el fenómeno fantasmal de esa casa, respetuosamente pidió los servicios religiosos correspondientes al caso. Y todo se solucionó armoniosamente.

Un caso casi idéntico al de nuestro filósofo le sucedió a un chileno notable, a mediados del siglo XX, llamado Jorge Délano Frederick, el popular dibujante Coke, creador del Topaze. Un día se encontró una calavera en un cementerio, y se la llevó para la casa. Y la puso en un lugar de honor en el escritorio.

Desgraciadamente para él, a partir de ese momento su domicilio comenzó a ser molestado por toda clase de fenómenos raros. Ruidos, sombras, pérdidas de objetos, movimiento de cosas sin explicación, golpes a las puertas y a las ventanas, todos los días.

Los fenómenos que Coke presenciaba no le inquietaban mucho porque entre sus aficiones de ratos libres estaba la parapsicología, el espiritismo, la hipnosis, y los exorcismos. Pero a las demás personas de la casa si les afectaba.

El hombre trató de calmar a la entidad de varias maneras, sin lograrlo. Hasta que un día hizo como Athenodoro. Fue al mismo cementerio donde había tomado la calavera, llevándola en una bolsita. Y la dejó en el mismo lugar, entre unas piedras, en una tumba abandonada. Santo remedio. Nunca más fue molestado él ni sus parientes. La Paz y la Armonía volvieron a su hogar.(Datos aportados por César Parra y por el dibujante Percy Eaglehurst, en la Guía Mágica de Santiago, 2005) La semejanza de los fenómenos y sus circunstancias implican la existencia de Leyes que los seres humanos del mundo profano no conocen bien. Pero las religiones y los grupos esotéricos las han conservado en la memoria de la humanidad. La existencia de esas leyes ocultas indican que el Orden cósmico se proyecta más allá de lo físico. Decir Leyes es hablar de un Voluntad Ordenadora, de un Logos o Razón cósmica, que mantiene la existencia en funcionamiento, tras la pantalla de los fenómenos visibles. Eso es lo que hace el Verbo de Dios o el Cristo Divino.

Por eso los exorcismos funcionan. Los demonios son los anarquistas del mundo invisible, y las ceremonias restablecen el orden invisible y psíquico de la realidad que ha sido perturbado por ellos o por algún humano imprudente. (O por un grupo de humanos ignorantes que buscan emociones fuertes).

La ciencia, la religión y la filosofía deben ir de la mano, unidas, no divididas. Así piensan los Rosacruces, los Teósofos y los Masones de buena cepa. Y así pensaban los antiguos adeptos. La ruptura cultural y espiritual del Renacimiento y de la Revolución francesa debe ser zurcida y corregida. El alma y la moral de los pueblos lo pide y lo necesita. Aún estamos cosechando los amargos y oscuros frutos de aquellas épocas de torpeza humana en occidente.

Veamos ahora otros casos de animitas poderosas:

Said Salomón Merlez era un joven muy vital y generoso, nacido en Copiapó, en 1972. Estudió una carrera de ingeniería que cortó en su último año porque decidió entrar de lleno en el mundo del espectáculo, especialmente en la Televisión y la animación de eventos sociales de entretención masiva.

Había estudiado en un colegio católico donde se le había inculcado la caridad, el espíritu de servicio a las personas. Por eso en sus horas libres animaba gratuitamente eventos de beneficencia.

Pero por un misterioso designio de la Providencia Divina, en el año 2002, mientras iba en automóvil por la carretera Panamericana 5 norte a la altura de los Vilos tuvo un grave accidente que lo dejó con un TEC abierto e insconciente. Pocos días después falleció. Y comenzó el milagro. O más bién, los milagros. Varios amigos lo vieron visitar sus casas después de fallecido, con figura visible, otros lo sintieron sólo como una presencia en sus domicilios.

Es normal en las personas que fallecen jóvenes el tener un fantasma visible y poderoso, con una alta carga de vitalidad. Pero los fantasmas de personas que han fallecido hace más de un siglo, como ocurre en los castillos de Gran Bretaña, es normal se vayan diluyendo en la atmósfera, y se van desapareciendo gradualmente, quedando al final sólo una pequeña masa de materia fosforescente sin forma definida.

En el caso del Negro Said le construyeron una casita de animita en la carretera casi al mismo tiempo que lo sepultaban en el cementerio de Copiapó, pues era muy querido y admirado por la gente.

Sus devotos descubrieron que la generosa actitud que lo caracterizaba en vida, continuaba en él después de la muerte. Las peticiones de favores se multiplicaron y también los buenos resultados de la intercesión de este joven que tenía 30 años al abandonar su cuerpo.

En el momento de escribir este capítulo la devoción al Negro Said sigue en aumento, y los testimonios de su ayuda multiforme también. Su tumba en el Cementerio de Copiapó y su animita en la carretera tienen centenares de escritos y placas de agradecimientos del simple pueblo chileno, semiculto en materias religiosas, pero intuitivo respecto de la grandeza de alma de algunos de los que se han ido al Otro Lado de la Realidad.

Para un esoterista este fenómeno que presenta el espectro o animita de Said Salomón no es raro ni sorprendente, pues se trata de un alma que perdió su cuerpo en plena juventud y expansión creativa del ser. Su alma no quería descansar, el eterno reposo no le interesaba. Quería realizarse en la vida, y al no tener un cuerpo físico esa voluntad de servicio y de realización personal permaneció con él, y se expandió más aún.

Por eso se quedó en un plano intermedio para ayudar a los demás, como soldado obediente al Señor y a los Santos. En la jerarquía celeste los santos son como los oficiales del ejército, y el Señor es como el general en jefe. Las almas buenas y serviciales son como la tropa del ejército de Dios en el mundo invisible.

El Señor se lo llevó para ofrecerle otros campos de servicio y de realización personal. Y él aceptó feliz del cambio de situación. En algunas iglesias se dice que estas almas que desencarnan jóvenes se transforman en ángeles que trabajan para el Señor en el jardin invisible del mundo. Lo dicho por este autor es lo mismo, con otras palabras.

Tambien vale la pena destacar en las animitas y en los santos desencarnados la capacidad o el poder de manejar la materia para provocar efectos espectaculares. En algunos casos sólo para impresionar como es el encender luces, apagarlas, mover los muebles, volcar floreros y lámparas, como se narró en el caso de la animita irritada porque le habían robado su cruz.

Los milagros de la Señora de Lourdes, por ejemplo, son también portentosos en el mismo orden de realidades materiales, pero con más delicadeza, pues se maneja la materia del interior de las células vivas, para provocar la sanación de un enfermo grave o terminal.

He puesto sólo dos ejemplos, pero existen miles de casos impresionanates, antiguos y modernos, tanto de manipulación grosera de materia, como los hacen las animitas de bajo rango, o de manipulación fina, o microscópica, en la recuperación casi instantánea de enfermos de todo tipo, logrados desde la otra cara de la realidad.

Esos numerosos casos OBLIGAN a cambiar nuestro concepto de la realidad material y de las leyes que operan en el mundo natural. Y obligan al investigador honesto a retomar y revisar las cosmovisiones religiosas o espirituales de la realidad. Obligan porque lo que se explica en las Universidades está mal explicado.

Son sólo hipótesis de trabajo que han fallado en la explicación completa del mundo. Y por lo tanto deben ser reemplazadas por nuevas hipótesis, nuevos modelos de la realidad, y nuevas teorías, que incluyan las razones de los milagros, los poderes de la mente, las causas de los prodigios observados en el mundo entero, pero evadidos por los científicos de nivel medio y por los teóricos positivistas del mundo político y académico.

Ya el Dr. Alexis Carrel, premio nobel de medicina de 1912, nos advertía de la necesidad de revisar los conceptos biológicos al estudiar el fenómeno humano, y abrirnos a la comprensión derivada de teorías más incluyentes, que abarcaran aspectos más profundos de la realidad que conocemos en forma imperfecta, en su libro capital, pero no el único, llamado La Incógnita del Hombre. Y otro menos conocido, llamado Viaje a Lourdes.

En ambas el científico se enfrenta a la existencia objetiva de los milagros y la operación de fuerzas inteligentes invisibles en el mundo de hoy y de siempre. Y su consejo es que se debe olvidar al materialismo y volver al espiritualismo de las cosmovisiones religiosas, pues son más integrales e incluyentes que las ordinarias del mundo académico.

Despreciar o discriminar datos de las fenomenologías parapsíquicas no es una actitud verdaderamente científica. Es mero prejuicio e ignorancia, y a veces miedo. Miedo a que al desmoronarse el edificio intelectual creado por el ego, ya no existan las cómodas, pero falsas seguridades que se tenían antes. Y que tambien se desmoronen las estructuras de las convicciones políticas de cada uno.

O que se descubra que realmente somos pobres ignorantes y pecadores, y que como políticos, o como docentes, o como periodistas, hemos engañado y matado la fe de muchos jóvenes con nuestro escepticismo ateo, o con nuestras dudas malsanas, y que con nuestras palabras y autoridad intelectual los hemos impulsado indirectamente a acciones violentistas, o al libertinaje, y a veces a la muerte sin razones morales suficientes.

Veamos ahora el poder del amor que trasciende a la muerte, en medio de una Fiesta de Navidad. En una ciudad de la zona central de Chile. Relata esta historia de los años "80 del Siglo XX, Claudia, una de las protagonistas y testigo presencial de los hechos.

Toda la familia se reunía en la víspera de la navidad en casa de los Tatas, el Abuelo y la Abuela, entre las 21 y las 22 horas. Se comenzaba a cenar a las 22 horas, se cantaban villancicos a Iesus, María y José. Y a las doce de la noche, cuando el viejo reloj de péndulo de la casa daba las doce campanadas de la media noche se abrazaban y abrian el medio centenar de regalos que se habían acumulado bajo el arbol navideño.

Año a año se repetía el mismo ritual familiar. Pero el año 1984 el rito cambió porque el viejo reloj que daba las doce campanadas se hechó a perder, y al llevarlo al relojero se supo que se había quebrado una pieza clave del mecanismo, y por su antigüedad ya no existían repuestos. De modo que allí quedó, en el mismo lugar de la casa, como pieza de museo y de recuerdo. Hubo que usar los relojes comunes y corrientes para dar la señal de los abrazos y de abrir los regalos de amor de la familia.

A mediados de 1989 vino otro acontecimiento a alterar la rutina de esa tradicional vida familiar. El Abuelo falleció y por lo tanto no estaría presente en la sagrada ceremonia de la Noche Buena. De todos modos pusieron su sillón en el lugar que siempre ocupaba en esa noche cada año. Pero nadie se sentó en él.

Cenaron a las 22 horas como de costumbre. Cantaron como siempre. Y al ponerse a mirar los relojes de muñeca en el minuto exacto de la medianoche, EMPEZO A SONAR EL VIEJO RELOJ DE LA PARED, CON SUS DOCE CAMPANADAS, QUE HACÍA SEIS AÑOS QUE NO FUNCIONABA. Grande fue la sorpresa. El susto y la alegría. Entendieron que el Tata se hallaba presente en medio de su familia en esa noche mística. Repartieron los regalos con un extraño temblor en el alma. Habían sonado las doce campanadas exactas, pero las agujas del reloj marcaban otra hora.

Dos días después volvieron a llevar el viejo reloj a otro relojero. Nuevamente el diagnóstico fue el mismo de hace seis años; no se podía hacer funcionar de ningun modo. Estaba quebrada una pieza clave y no era reparable. Pero desde el otro lado de la realidad, desde la dimensión paralela a la nuestra, el alma del abuelo si pudo hacerlo funcionar y hacer sonar las doce campanadas en el plano físico, aunque llevaba más de cinco meses fallecido.

Esta manifestación es altamente significativa. Se trata de una fecha sagrada convencional. Celebramos el advenimiento del Emanuel, que es Dios en Medio de Nosotros. Por lo tanto el Abuelo, siendo cristiano, desde el más allá se ofreció a Cristo para darle a su familia una señal de la presencia de Dios en medio de ellos, e hizo sonar las doce campanadas del viejo y paralizado reloj. Así dijo, sin palabras: Dios y yo, por el poder del Amor, estamos en medio de vosotros. Es un señal significativa en la línea de la gran promesa de Iesus resucitado, mencionada al final del capítulo 28 del Evangelio de Mateo: Mirad, yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del tiempo.

Tal como dice la Biblia, en el Cantar de los Cantares, Porque Fuerte como la Muerte es el Amor. Claudia contó esta historia al Dr. Andrés Barros Perez-Cotapos, nuestro principal parapsicólogo nacional, y él la escribió en su libro Sucesos Paranormales, publicado en 1991.

Veamos ahora una historia chilena semejante a la que contó el filósofo Athenodoro y Plinio el joven.

Un destacado profesional de Santiago, que no quiso que se revelara su nombre, vivió una singular experiencia durante unas vacaciones en el fundo de su padre, al sur de la capital, mientras cursaba sus estudios universitarios en los años "60 del siglo XX. Le llamaremos Rolando.

El joven pasaba los veranos muy satisfactoriamente en el campo. Su padre le había asignado un cuarto del segundo piso de la casona patronal. Una cierta noche se durmió temprano. Y despertó justo a la media noche. En la penumbra de la habitación, y a los pies de su cama apareció una figura vaporosa de bordes difusos, y al centro un hombre mayor de rostro muy serio, pálido, enteramente vestido de negro, que lo miraba fijamente por varios segundos y luego se esfumó.

A la hora del desayuno contó a su padre lo sucedido. Este le dijo que tal vez era un sueño, que no se preocupara. Pero a la noche siguiente el fenómeno volvió a repertirse, exactamente a las doce de la noche. Esta vez el padre de Rolando le dijo a su hijo que pasaría la noche en el mismo dormitorio para ver a ese caballero con sus propios ojos.

Así lo hizo, pero justo unos minutos antes de la media noche, el progenitor se durmió profundamente. Y cuando el ente apareció delante de Rolando no pudo verlo. El hijo se molestó con su padre, pues se filtraba una duda en los comentarios del padre, sugiriendo una alucinación. Un amigo de Rolando se ofreció para dormir en el mismo dormitorio, igual que el padre, en la cama del lado. Pero nuevamente un raro adormecimiento tomó al amigo minutos antes de la aparición del fantasma-anima en pena. Sólo Rolando lo vió, justo a la media noche. Luego sucedió lo mismo con un primo que se ofreció a acompañarlo en esta investigación parapsicológica. El padre fue cambiando de actitud y le sugirió a su hijo que tal vez esa ánima era don Pedro, el antiguo dueño del fundo, que había fallecido a los pocos meses después de finiquitar la venta.

Tras siete noches de apariciones del mismo personaje de oscuro y mustio aspecto, Rolando se decidió a preguntarle al personaje porqué se aparecía de esa manera, saber que necesitaba. Entences, justo cuando el personaje se apareció a los pies de su cama, el joven, armándose de valor, le dijo: ¿Don Pedro, que desea usted de mi. Entonces, la entidad, mientras se iba esfumando le dijo nítidamente: Rueguen por mi alma.

Al día siguiente en el desayuno, al contar la respuesta que le dio don Pedro, el papá de Rolando cambió completamente de tono. Y le dijo: Esta si que te la creo absolutamente. Pues tu no sabías que don Pedro murió lleno de deundas y amargado con la vida y enojado con Dios, rechazando la asistencia de un sacerdote, y le pidió a su familia que no le hicieran misa. Y la esposa le hizo caso, y fue sepultado sin servicios religiosos.

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