Descargar

Por una radio pública modelo (página 2)

Enviado por Daniel Cheruna


Partes: 1, 2, 3, 4

La radiodifusión

A comienzos de 1916, el joven técnico ruso-norteamericano David Sarnoff sorprendió a sus jefes, Branly y Marconi con la idea de una aplicación novedosa de ciertos descubrimientos de Hertz,: se trataba de llevar la música a los hogares mediante el empleo de la "inalámbrica", junto con conferencias, noticias generales, e informaciones sobre deportes.

El proyecto de Sarnoff – paralizado por la Primera Guerra Mundial – recién tuvo aplicación en 1920, prolongando el comienzo de una era que convertiría a la radiofonía en uno de los más poderosos instrumentos de comunicación social del mundo.

Una vez finalizada la Guerra, la radio comenzó a utilizarse en mayor escala y se comenzaron a crear radioestaciones, lo cual trajo consigo la fabricación de más unidades de radio. Y esto generó una masificación del medio.

Desarrollo de la radio

El origen de las estaciones de radio en distintas partes del mundo ha sido muy diverso: estatal, privado, con fines culturales, con fines comerciales. En una primera instancia, era con fines meramente informativos; y luego comenzó a variar su rango de acción hasta llegar a cubrir los más diversos aspectos: brindar información, música, cultura, entretenimiento, etc.

En sus comienzos la radio era fuente de entretenimiento familiar, en la cual al momento de "escuchar la radio", toda la familia se ponía alrededor de ella, la encendían y escuchaban por algunas horas.

Con el pasar de los años, tomó tanta popularidad que se crearon los primeros radioteatros, precursores de las actuales telenovelas, los cuales eran seguidos por las familias durante semanas. Fueron apareciendo las primeras publicidades y la radio poco a poco fue adquiriendo un fin de lucro.

"El programa radiofónico, hecho para lo que supuestamente se considera una "masa" de oyentes, suele llegar, o es recibida por un individuo aislado, que en general no entabla ningún tipo de comunicación con el resto"

"El receptor de radio tiene la particularidad de ser manuable, de fácil ubicación. Además de ocupar su lugar en recintos cerrados (como las distintas habitaciones de una casa), se expande con sus sonidos a través del viaje en auto, en lugares como la escuela, en excursiones, en la playa o montaña, hasta en la calle o en un común viaje urbano de ómnibus acompañado de su poseedor.

LA RADIO EN LA ARGENTINA.

En la Argentina, la nueva era la inició en 1897 el físico e ingeniero italiano Teobaldo J. Ricaldoni, que realizó transmisiones radioléctricas como las que se sucedían en diversos lugares del mundo.

Las razones de seguridad invocadas durante la Primera Guerra Mundial, también tuvieron aquí su efecto, frenando el desarrollo de la radio. Pero, en 1919, quince radioaficionados argentinos reinstalaron sus antenas y retomaron sus auriculares.

Otros ensayos radiotelefónicos fueron hechos en el país en 1910, en la localidad de Bernal, por el propio Guglielmo Marconi. Este físico llegó a la Argentina en 1910 a bordo del barco Princesa Mafalda. Desde Bernal, con un cometa de 6 metros de superficie, remontó sus antenas a las alturas y se comunicó con Irlanda y Canadá. Las comunicaciones radiotelefónicas entre Italia y América del Sur se establecieron en 1930 desde el yate Electra de Marconi, fondeado en Génova. Pero ya hacía ya varios años que los aficionados argentinos practicaban transmisiones radiotelefónicas.

Primera en el mundo

La aparición del fenómeno en la Argentina es prácticamente simultánea con Norteamérica. La noche del 27 de agosto de 1920, un grupo de aficionados integrado por Enrique Susini, Miguel Mujica, Cesar Guerrico y Luis Romero, instalaba un modestísimo equipo para transmitir desde el Teatro Coliseo. Fueron quienes con el nombre de Sociedad Radio Argentina, iniciaron la radiodifusión mundial. Se trataba, según algunos historiadores, de la primera transmisión.

Aquella noche, pocos minutos después de las nueve, unas cincuenta personas (además de los tripulantes de un barco anclado en el puerto de Santos, en Brasil) escucharon Parsifal en las pocas radios de galena que existían. El presidente Hipólito Yrigoyen comentó: "Cuando los jóvenes juegan a la ciencia es porque tienen el gennio adentro".

El grupo reducido de entusiastas aficionados, desprovistos de todo interés comercial, de donde partió la iniciativa, no vaciló en sacrificar sus horas libres, empleando dineros de su propio peculio en aras de un ideal que habla de cristalizar en el correr de los años, la preponderante posición que en materia de radio ha adquirido la República Argentina frente a los demás países del continente y aún del mundo entero.

"Una audición llovida del cielo. Parsifal a precios popularísimos", tituló el diario La Razón del 28 de agosto de 1920, una crónica firmada por el crítico de música Miguel Mastrogiani. La noche anterior se había realizado la primera transmisión radial del mundo, desde el teatro Coliseo. En directo se emitió la ópera Parsifal de Wagner, con dirección de Félix Weingartner y la interpretación de la soprano argentina Sara César y el barítono Aldo Rossi Morelli.

"…Y anoche, una onda sonora onduló vermicular, de las 21 a las 24, por el espacio, como cubriendo con sutil encaje de armonías (las más caprichosas, ricas, grávidas de nobles emociones) la ciudad entera, escribió Mastronardi.

El médico y radioaficionado Enrique Susini, uno de los pioneros, un año antes había estado en Francia, interesado por los equipos transmisores utilizados por el ejército francés para las comunicaciones entre los frentes durante la Primera Guerra Mundial. De ese material, Susini trajo a Buenos Aires algunas válvulas Pathé, con las que armó un precario pero eficiente equipo. Junto a sus compañeros de hazaña, acordó con los titulares del Coliseo para colocar una pequeña antena en la terraza del teatro. Por esa idea, los cuatro amigos fueron llamados "los locos de la terraza".

La emisión del 27 de agosto de 1920, fue una de las tantas transmisiones radiales que por ese entonces se realizaban en forma experimental, tanto en Argentina como en otras partes del mundo. Sin embargo se la puede calificar de "la primera" en el sentido de que se trató de la transmisión de una obra artística completa e inauguró la regularidad y sistematización en el servicio: ambas condiciones que aún no se habían producido.

Fue Frank Conrad, ingeniero norteamericano, quien por cuenta de la Compañía Westinghouse, pero gracias a su iniciativa y esfuerzo personal, dirigió la primera emisora de radiodifusión regular y diaria en Estados Unidos bajo el indicativo KDKA de Pittsburg, y que todavía está en vigor. Recién el 2 de noviembre de 1920 se emitió allí el primer programa de radio, que transmitió los resultados de las elecciones presidenciales.

En pocos meses, LOR Radio Argentina, primera licenciataria de la radiodifusión nacional, transmitía en forma regular las audiciones que se realizaban alternativamente desde los teatros Coliseo, Colón y Odeón. Pasaban además de música, discos, noticias, recitados, propaganda y actuaciones en vivo; hasta que llegó el 12 de octubre de 1922, día en que se realizó lo que podría denominarse la "primera cobertura periodística": la asunción a la presidencia de Marcelo T. de Alvear.

Puede decirse que se echaron las bases y se dio origen al nacimiento de una industria, pues dicha transmisión, una de las primeras del mundo en su género, provocó verdadero entusiasmo y muy elogiosos comentarios en todos los círculos.

La Radio Argentina de Susini también fue pionera en otros aspectos: fue la primera en propalar un noticiario, formar un equipo de locutores, y ser inscripta como empresa en un registro internacional, al obtener la primera patente de marca en su tipo anotada y reconocida por la UIT en todo el mundo.

En 1922 la antena se trasladó a la terraza de la casa de remates de Guerrico y Williams, en Carlos Pellegrini al 1000.

En 1923 se produce otro acontecimiento pionero: comienza a funcionar L.O.X. Radio Cultura, la primera emisora comercial que financia sus espacios con material publicitario. Y el 14 de septiembre de ese mismo año, la radio se adelantó por primera vez a las agencias de prensa: Radio Sudamérica captó la emisión norteamericana del combate de boxeo entre Luis Angel Firpo y Jack Dempsey. Cuando los telegramas de Nueva York informaron la derrota de El toro salvaje de las pampas, la noticia ya era conocida.

Un año más tarde, el 1° de octubre de 1924, Carlos Gardel cantó en Radio Splendid. Al día siguiente, en otra jornada especial, se transmitió por primera vez un partido de fútbol, jugado entre los seleccionados de nuestro país y Uruguay, en la cancha de Sportivo Barracas. Había comenzxado la era de la radio.

Expansión de la radio

Si la ya histórica y crepitante emisión de "Parsifal" había concitado a medio centenar de escogidos oyentes, los nuevos cauces que comienza a abrir el medio incentivan a empresarios y a sectores de público cada vez más amplios. Con un autentico espíritu muy similar al que imperaba en los EE.UU. durante esos años, aparecen entre 1922 y1926 emisoras como Radio Sud América (subvencionada por los fabricantes de receptores), Radio Brusa, Radio Gran Splendid, Quilmes Broadcasting, Radio Nacional, Estación Flores, Radio Prieto, Radio Callao, Radio Olivos y "RADIO MUNICIPAL", LA PRIMERA EMISORA OFICIAL DEL PAÍS.

Como la mayoría de los nuevos medios masivos, la radio fue manejada en sus primeras etapas por pioneros de muy variadas características: tecnólogos que solo veían los aspectos materiales del medio, aficionados, entusiastas e intuitivos hombres de negocios estimulados por las excelentes perspectivas comerciales del medio, y unos pocos visionarios que llegaban desde las filas del periodismo, la música y el teatro.

En 1924 un grupo de industriales, comerciantes e importadores del ramo radioeléctrico, constituyeron la Asociación Argentina de Broadcasting, con el objetivo de fortalecer el interés público por la radio. Además la entidad ayudó financieramente a Radio Sud América y Radio Argentina, que pasaban por graves dificultades económicas que ponían en peligro su permanencia en el aire. Esas subvenciones determinaron que ambas emisoras cambiaran sus nombres, pasando a llamarse LOZ Radio Monte Grande de la Asociación Argentina de Broadcasting y LOR Asociación Argentina de Broadcasting, respectivamente.

Finalmente, ante la falta de recursos surgidos de la publicidad, ambas emisoras volvieron a entrar en una etapa crítica. A fines de ese mismo año, la ex Radio Sud América desapareció. Radio Argentina por su parte, recuperó su denominación original y comenzó a funcionar con una sencillez inimaginable: toda la estación dependía de Adolfo Cirulli, un joven de 17 años que cumplía las tareas de anunciador, director técnico, operador y jefe de publicidad.

La Asociación Argentina de Broadcasting fue disuelta en febrero de 1925.

La elección del modelo

Durante la década del 30 las estaciones y los aparatos se multiplicaron a la par que se reguló el manejo institucional.

La cultura inglesa contaba con un gran prestigio en la sociedad argentina, al tiempo que Gran Bretaña le ganaba la partida a los Estados Unidos en casi todo el mundo. Sin embargo, la actividad radial en la Argentina había nacido y se había estructurado como empresa privada, con emisión centralizada en Buenos Aires y financiada mediante la publicidad, una configuración que reproducía la experiencia estadounidense.

Por otro lado, la actividad fue desde sus comienzos un foco de gran interés para las grandes corporaciones norteamericanas instaladas en la Argentina. A medida que se ponían en práctica las reglamentaciones que permitían al Estado controlar la actividad radiofónica, los sectores que soñaban con una configuración al estilo de la BBC comenzaron a acallar sus reclamos.

En los primeros años de la década ya mencionada, el proceso de industrialización amplió considerablemente el mercado publicitario, con lo que el modelo inglés, basado en una entidad nacional de carácter público sin publicidad, cedió ante la variante estadounidense, basada en redes privadas financiadas por la venta de espacios.

Su influencia en la vida cotidiana

La radio se perfeccionó, introdujo nuevos vocablos en el lenguaje común: éter, sintonía, dial, antena. Dio proyección a ídolos populares y origen a revistas especializadas, donde se veían las caras de aquellos a quienes más se los conocía por su voz que por su figura.

La radio se metió en la vida de la gente, desató sus sueños y su imaginación.

En los años 60, la invención de los transistores, que modificaron los aparatos de radio, significó el nacimiento y popularidad de la radio portátil, antecesora del actual walkman, y la incorporación masiva de las radios a los automóviles.

En un país de inmigrantes, el nuevo prodigio técnico se constituía en una sorpresiva ayuda que enseñaba a los gringos las desconocidas e imprescindibles palabras del país de adopción.

Los que necesitaban aprender a hablar encontraban en esa fuente de sonidos un entretenimiento que estimulaba la imaginación y que alguno denominó el teatro de la mente.

En 1935, después de la llegada del cine sonoro, cuando los dueños ingleses de la Editorial Haynes, impresora del matutino El Mundo, construyeron a imagen y semejanza de la BBC de Londres, radio El Mundo; ya la influencia de la radio sobre la vida cotidiana, era enorme.

Si la radio era mágica en los centros urbanos y de mayor crecimiento, ni hablar del efecto cautivante que provocaba en el campo. A partir de 1932, mediante las proezas tecnológicas de las cadenas de Radio Splendid y de Radio Belgrano ( a las que posteriormente se sumó la Red Azul y Blanca de Radio El Mundo), las transmisiones empezaron a captarse hasta en los pueblos más alejados.

El 24 de octubre de 1934, en el cine Monumental, de la calle Lavalle, se estrenó la película Ídolos de la radio, uno de cuyos atractivos principales para la gente, consistía en verle por primera vez la cara a quienes escuchaban diariamente desde el receptor.

Con patrones propios.

Como en el cine y la televisión, la radio osciló en sus comienzos entre la función meramente intermediaria y reproductora (la que preside, en cierta forma, la primitiva transmisión de operas); y la exploradora de sus propios lenguajes y de sus códigos comunicacionales específicos; determinando en gran medida, el desarrollo del radioteatro hasta alcanzar formas autónomas y muy depuradas, desde el punto de vista del empleo de la imaginación, los silencios, los efectos sonoros, los planos de la voz humana, las cortinas musicales, el desarrollo dramático, etc.

Piloteada por grandes intuitivos, por hombres de creatividad alerta y por no pocos mercaderes, la radiofonía argentina no tardó en elaborar sus propios patrones, que dieron amplia cabida a las expresiones más variadas de la cultura popular y de la cultura de élite, aunque esta última se mantuvo siempre a prudente distancia de un medio al que solo veía como eventual transmisor de formas y contenidos ya establecidos, y no como plástico generador de lenguajes y productos específicamente "radiotelefónicos".

Indudablemente masiva, la radio supo recortar, sin embargo, campos de audiencia bien diferenciados, probando su capacidad para satisfacer apetencias informativas, recreativas y educacionales de sectores muy diversos, como en cierta medida lo testimonia el amplio espectro sociocultural que va desde la audiencia de Radio El Mundo, hasta los fieles de Radio del Pueblo.

La radio fue, asimismo, el vehículo de difusión de los grandes eventos sociales e históricos ocurridos en la Argentina desde los tiempos de Alvear, tanto en el plano de los menudos acontecimientos de la vida cotidiana, como en el de los grandes hechos de trascendencia: arribo de huéspedes ilustres, festejos de Carnaval, concentraciones populares, desfiles militares, golpes de Estado, campañas electorales, revoluciones, asunciones presidenciales, festejos patrios, etc. En ese campo, como pocos medios, probó su enorme ubicuidad y su capacidad para captar el hecho "en vivo", transmitiendo al oyente una nítida sensación de contemporaneidad y participación.

CAPÍTULO 4

La radio pública

Así como la potestad sobre un bien perteneciente a una persona o ente jurídico, está protegida por el derecho privado, garantizando su uso y beneficios; la Constitución, las Leyes y Tratados Internacionales que de ella derivan, también protegen los bienes de derecho público, que como su nombre lo indica, involucran a todos los ciudadanos.

Los medios de comunicación en general son Servicios de Interés Público, por cuanto el Estado tendrá a cargo la regulación de los mismos, tanto en cuestiones técnicas como de contenido. La necesidad de que así sea parte de una planificación estratégica geopolítica, educativa y cultural.

Para que la mayor cantidad de personas puedan contar con un medio de comunicación que satisfaga sus expectativas, será menester también que el Estado reserve para sí el manejo de una emisora, en el ámbito jurisdiccional que corresponda (nacional, provincial o municipal), que cumpla con los más elevados principios comunicacionales y garantice la mayor inclusión social; empezando por aquellos temas en los que la actividad privada no interviene, sea por el motivo que sea.

LS1 RADIO DE LA CIUDAD (EX MUNICIPAL)

Radio Municipal inició su historia el 28 de diciembre de 1925, por iniciativa del entonces Presidente de la República, Dr. Marcelo T. de Alvear, a través de una ordenanza sancionada por el Concejo Deliberante, que autorizó la creación de una emisora, a los efectos de difundir oficialmente la temporada de óperas y conciertos desde el Teatro Colón.

La Dirección de alumbrado, tomó a cargo la iniciativa, e instaló el transmisor, que fue el de mayor potencia y perfeccionamiento técnico de aquel momento.

El equipo se ubicó en terrenos comunales del barrio de Núñez, mientras que el control y la sala de transmisión, se instalaron en el subsuelo del Teatro Colón, llamado "la cueva" a causa de la oscuridad.

La transmisión de LOS Broadcasting Municipal comenzó el 23 de mayo de 1927, con la transmisión de la ópera Rigoletto de Giuseppe Verdi; fue notable y permitió apreciar plenamente las voces de Toti del Monte, Miguel Fleta, Carlo Galeffi y Bertana, dirigidos por Gino Marinucci. Esa noche la onda comunal de 285 metros fue captada en África del Sur. Prontamente llegaron cartas desde Uruguay, Chile y Brasil, las que comunicaban la recepción del programa inaugural.

A la programación tradicional, se fueron sumando boletines de la presidencia, noticias comunales, actos académicos y ceremonias oficiales; lo que dio origen a programas culturales y de recreación.

A mediados de la década del 30, las voces de la radio fueron las de Adolfo Sauce, Nenina Padilla, José Litwin, Raúl Quiroga, Alberto Aguirre y Adolfo Messi.

En los años 40, Municipal contó con la actuación de los artistas y profesionales más representativos de la época, como Augusto Codecá, Niní Marshall, Iván Casadó, Eddy Kay y su Alabama Jazz, Raúl Sánchez Reynoso y los Santa Paula Serenaders, Blackie, Eduardo Armani, Enrique Santos Discépolo, Tania, Atahualpa Yupanqui, Ciriaco Ortiz, Horacio Salgán, Ubaldo de Lío, Aníbal Troilo, Enrique Villegas, Astor Piazzolla y Ariel Ramírez.

Los radioteatros tampoco faltaron de la programación de la emisora, protagonizados por Milagros de la Vega, Irma Córdoba, Luis Medina Castro y Roberto Escalada, entre otros.

Entre los escritores y críticos incluidos en la programación, se contaron Jorge Luis Borges, Eduardo Mallea, Ernesto Sábato, Héctor Murena, Victoria y Silvina Ocampo, Conrado Nalé Roxlo, Olga Orozco, Ricardo Molinari, Antonio Porchia, Carlos Mastronardi, Alberto Girri, el padre Quiles, Roberto Aulés, Angel Battistesa, René Palacios More, Mario Morales, Luis Alberto Ballester, Guillermo Martínez Yantorno y otros renombrados a los que se agregaron jóvenes creadores.

En la faz filosófica y científica, LS1 incluyó a Bernardo hussay y Luis Federico Leloir, premios Nobel; Francisco Romero; Teófilo Tabanera y Armando Cocca.

En calidad de músicos solistas, participaron Antonio de Raco, Pía Sebastiani, Héctor Ruy Díaz, Lía Cimaglia Espinosa, Perla Brúgola, Lydia Negri, Manuel Rego, Jorge Zulueta, todos ellos pianistas; el violinista Eduardo Acedo; el violoncelista walter Pratesi y las cantantes Brígida Frías de López Buchardo y Victor de Narké, entre otros artistas.

A estos aportes, se sumaron las tareas orientadoras de los críticos musicales. En este panorama, se destacaron Juan Pedro Franze, Ricardo Turró, Juan Andrés Sala, Kive Staif, Liberto Vanoli, Ernesto Epstein, Alberto Emilio Giménez, Pola Suárez Urtubey, Julio Palacios, Sara Sluger, Rodolfo Arizaga, Alberto Belloc, Néstor Ortiz Oderigo, Armando Krieger, Carlos Pemberton, Jorge Rocca y Enzo Valenti Ferro.

Asumieron la crítica plástica, Córdoba Iturburu y Manuel Rey Millares.

El panorama crítico, obviamente, se extendió a otros géneros creadores, como el cine y el teatro. Recordamos a Héctor Grossi, Jorge Andrés, Arturo Romay y Ernesto schoó.

En un período, la emisora, junto a la Secretaría de Cultura, editó discos de música y también de intérpretes argentinos, tarea que dirigió Carlos Osvaldo Garde.

En 1951, Radio Municipal fue cerrada por el gobierno peronista, que justificó su decisión alegando falta de presupuesto, aunque hay quienes aseguran que el verdadero motivo fue que se la consideraba una radio elitista. En 1958, retomó sus transmisiones.

En el año 1970, LS1 Radio Municipal, que transmitía desde sus estudios del Teatro Colón, ubicados en Arturo Toscanini 1168, se trasladó al Centro Cultural General San Martín, Sarmiento 1551, pisos 8 al 11; emitiendo su onda media en la frecuencia de 710 kilohercios, con una potencia instalada de 25 kilovatios diurnos y 5 nocturnos.

Su planta transmisora, se inauguró el 9 de julio de 1973 y está ubicada en Dique Luján, partido de Tigre, en un predio de 36 hectáreas, teniendo un mástil irradiante de 0,52 de onda (224 metros de altura).

La planta de FM, se encuentra en el piso once del Centro Cultural General San Martín, donde funciona la radio, y en su azotea se yergue la torre autotransportada de 45 metros, siendo su equipamiento, un transmisor Continental de 35 kilovatios y un auxiliar de 5. Este servicio se emite en la frecuencia de 92,7 megahercios.

En 1983, con el retorno de la democracia, asumió la dirección de la emisora Jorge Sethson, quien respetó los segmentos de música clásica y contrató como asesor artístico a Eduardo Lagos. Durante su gestión debutó en radio el médico y periodista Nelson Castro, en el ciclo Convocatoria. Incorporó las emisiones de UBA XXI y el plan de alfabetización y formó un elenco actoral para lectura de textos literarios, que también puso en el aire varias obras teatrales.

Cuando Carlos Grosso llegó a la Intendencia de Buenos Aires, en 1989, la dirección de Radio Municipal fue confiada al periodista José Ricardo Eliaschev, quien introdujo significativos cambios. Además de suspender las transmisiones del Teatro Colón, dispuso un giro fundamental en la programación: se incorporaron audiciones periodísticas y culturales con la participación de jóvenes, muchos de ellos provenientes de las FM de baja potencia.

Eliaschev defendió su estilo de las crítica, alegando que la radio había ganado importancia como espacio representativo de los habitantes de la ciudad. Además el periodista inauguró el sistema de canjes, para proveer a la emisora comunal de aquellas necesidades que no podía cubrir con la exigua partida presupuestaria que recibía.

En 1991, Eliaschev dejó el cargo que fue ocupado por Marcelo Simón, de larga trayectoria radial, quien reinició las transmisiones del Colón y dio prioridad a la música latinoamericana.

En 1992, la dirección de Municipal quedó en manos de Horacio Frega, quien había sido interventor de Radio Belgrano hasta su privatización.

Surge entonces, la iniciativa del Poder Ejecutivo Nacional de privatizar la frecuencia AM 710.

Alcanzada la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires, el Jefe de Gobierno nombra director de LS1, a Rubén Machado, experimentado locutor. Al fallecer éste, antes de completar su función, asume en el cargo Héctor Lapadú, político radical.

A partir del triunfo electoral de Aníbal Ibarra en la Ciudad, dirige la emisora Juan Alberto Badía.

Cambio de frecuencia

Además de haber sido prácticamente la única que disponía el Estado Nacional como para echar mano sin mayores obstáculos para su licitación, se trató de la más importante en cuanto a su ubicación en el dial, su banda ancha y potencia libre; con llegada a grandes distancias, dentro y fuera del país. La misma había sido adjudicada a la Argentina, luego del acuerdo de Río de Janeiro, donde se resolvió entregar solo un espacio con esas características a cada país de América. Y siempre desde su fundación el 23 de mayo de 1927, perteneció a Radio Municipal.

El ex presidente Menem, había urdido este plan para favorecer a un grupo de amigos que colaboraron en su campaña política para permanecer en el poder. Estaban muy interesados en hacer su negocio y finalmente a ellos se les adjudicó la frecuencia.

El proyecto oficial (decreto 374/95), contempla otorgar al grupo económico Auditas S.A., en formación, integrado por Marcelo Tinelli, Daniel Hadad, Oscar Salvi, Mabel Zocco y Raúl Edgardo Fernández, la explotación de la frecuencia 710. por otro lado, pretendía otorgar a Radio Municipal, la frecuencia AM 1650, de baja frecuencia y muy difícil sintonía, teniendo en cuenta que por lo general los receptores marcan en el dial solo hasta la frecuencia 1620.

Al conocerse la decisión, diferentes sectores sociales, encabezados por importantes referentes del mundo del arte, la intelectualidad y la política, mostraron su disconformismo organizando actos de protesta, con recolección de firmas y un multitudinario abrazo a la manzana donde funciona la emisora.

En cuanto a la presentación de recursos legales, se manifestaron los concejales Norberto La Porta, Eduardo Jozami y el defensor del pueblo Eduardo Cartañá, impidiendo la ejecución del dictamen judicial en primera instancia mediante recurso de amparo.

El ex senador Fernando de la Rúa impulsó un proyecto que tuvo media sanción a favor de anular el decreto de expropiación.

Adhireieron a la protesta la Asociación de Radiodifusoras Privadas Argentinas y la Comisión Empresaria de Medios de Comunicación Independientes, instando al gobierno nacional a acatar el fallo del juez Guglielmino.

En respuesta, el Poder Ejecutivo a través del COMFER, aceleró el proceso privatizador, contando con el favor de la corte. Pero concretamente fue un acuerdo entre el Presidente de la Nación y el entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (que paradójicamente resultó ser el mismo de la Rúa, que había apoyado su elección en la recuperación de la onda), el que puso punto final a la situación. Según este último, so pretexto de salvaguardar las fuentes de trabajo mediante la negociación por otra frecuencia mejor que la propuesta.

Así se logró acceder a la frecuencia 1110 de Radio Argentina, perteneciente a Radio Familia S.A., presidida por Ricardo Gangeme, empresa vinculada al catolicismo y la revista Esquiú, que terminó en quiebra, decidiendo la Justicia Comercial su clausura en 1990, a pesar de haber continuado sus actividades normalmente durante casi nueve años más, mediante el pago de un canon mensual al juzgado.

El cambio significó una pérdida importante en el caudal de audiencia, no solo por su ubicación en el dial, en principio desventajosa; sino porque la ubicación de la planta transmisora originaria, no responde a los parámetros geográficos que requiere la nueva frecuencia. En tal sentido, se hicieron las modificaciones que se creyeron convenientes, pero los resultados no fueron los esperados; y si bien su alcance hacia algunos puntos del interior del país, es satisfactorio, aún no se han podido satisfacer todas las necesidades de cobertura en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires.

EL 75° ANIVERSARIO DE LS1 RADIO DE LA CIUDAD

Durante la gestión Badía aconteció el cumpleaños N° 75 de la emisora, inaugurando su nuevo nombre (LS1 Radio de la Ciudad) con un perfil distinto, adecuado a los nuevos tiempos y haciendo incapié en su calidad de "radio pública"; publicitándosela con el apelativo ONCEDIEZ, en referencia directa a su ubicación en el dial. Del mismo modo que su frecuencia modulada, dedicada exclusivamente a la difusión del tango y otros ritmos autóctonos de la ciudad, se conoce como "la 2×4".

Con motivo de tan importante acontecimiento, se organizó una semana de festejos, entre el 19 y el 24 de mayo de 2002, que incluyó un partido de basquet, una reunión hípica, una función de la ópera "Juana de Arco en la hoguera"; en el teatro Colón; un concierto de la Camerata Bariloche; el Sexteto Mayor y Javier Calamaro; un debate sobre la radio pública; otro sobre la ciudad y la radio que viene; una mesa redonda llamada Buenos Aires, 75 años; y otra, sobre la historia de la Radio de la Ciudad.

CAPÍTULO 5

Debate sobre Medios públicos

Dado el tema que abordo en el presente trabajo, transcribiré a continuación, un extracto del debate referido a la radio pública, que se llevó a cabo en la Galería de Arte N° 2 del Centro Cultural San Martín, en el marco de los festejos organizados con motivo de los setenta y cinco años de Radio de la Ciudad, el día 20 de mayo de 2002, con la conducción de Graciela Mancuso. El mismo se difundió en vivo, a través de la Once-diez.

Los especialistas

Alicia Petty.- Hoy que existe el monopolio de lo privado, lo ideal es una radio pública para la mayoría. Hay empresas que tienen hasta siete emisoras y se manejan con un criterio que podríamos llamar irregular.

La radio pública da lugar a las mayorías; pero también a aquellas otras alternativas, que a las privadas no les interesa.

Carlos Ulanovsky.- Cuando a instancias de esa mujer tan emprendedora y tan particular, que debió haber sido Regina Pacini de Alvear, el presidente Alvear y tres de sus ministros, en 1925, aprueban la instalación de una radio municipal, firman un decreto que es bien interesante leer un pedacito: "…El único interés de la radio debe ser difundir noticias de interés general, conferencias, conciertos vocales, instrumentales, audiciones teatrales y otras manifestaciones culturales".

Yo creo que en principio sería bueno medir contra ese decreto, cómo ha sido la evolución de Radio Municipal, hoy Radio de la Ciudad, a lo largo de estas siete décadas y media. Cuántas de esas cosas se cumplieron y cuántas se incumplieron.

Es válido preguntarse qué es público; qué es estatal y qué es privado.

Esta Radio de la Ciudad, me consta, tiene como en contadas excepciones, como ocurrió durante mi gestión también, una programación extraordinariamente libre.

Tenemos que reivindicar eso: la diferencia entre lo estatal y lo gubernamental o lo político. De ninguna manera puede estar dominada por un gobierno, un partido o una ideología.

Pepe Eliaschev.- Me parece que la Radio de la Ciudad debería ser una luminosa alternativa a toda la oferta que realizan las otras once radios privadas de AM; y un lugar para todos aquellos hombres y mujeres de radio, que siendo valiosos profesionales, se quedaron sin un lugar en el resto de las radios.

Graciela Mancuso (moderadora del debate).- Existen 40 servicios de radiodifusión nacionales en todo el país: 9 emisoras comerciales, manejadas por el Estado, en todo el Territorio Nacional.

Radios provinciales: Buenos Aires, Santa Cruz y La Rioja.

Radios AM, manejadas por municipios: Ciudad autónoma de Buenos Aires, municipio de Alvear, en Corrientes y San Rafael, en Mendoza.

59 municipios con licencia de frecuencia modulada.

Universidades con servicios de AM: Universidad de Córdoba, de La Plata, Universidad Nacional del Sur, en Bahía Blanca. Y hay 47 universidades con licencias de frecuencia modulada en todo el país.

Pepe Eliaschev.- Es importante definir el concepto de la actividad pública como prestación y no como actividad lucrativa. Las que nosotros conocemos tienen que enfrentarse a la alternativa de que el que no factura, no cuenta con los ingresos necesarios para subsistir.

Aquella Argentina de principios de siglo, fue la creadora de las grandes instituciones de la Salud Pública, la educación, la cultura y la radiodifusión.

La perversión de obligar a los medios públicos a autofinanciarse, acudiendo al mercado publicitario, en competencia con la actividad privada, tiende a desnaturalizar por definición la misión de la radio pública.

Guillermo Mastrini.- La gran transformación que sufrieron los medios en los últimos años ha sido generar industrias que venden contenidos simbólicos, por esa particularidad que tienen los medios de comunicación que no solo venden una mercancía económica.

El abandono de los medios de comunicación del estado, a través de las políticas neoliberales marcó su propia mercantilización. La introducción de publicidad en los medios del estado fue hacerles perder su especificidad; en cuanto funcionan con pautas publicitarias que son las mismas que las de los medios privados, no se distinguen de éstas y por lo tanto no se justifican.

Damián Loreti.- Suele resultar aterrador que los organismos estatales salgan a buscar publicidad.

En este marco, y en pos de una distribución pertinaz y consecuente del presupuesto público, algunos medios corrieron el peligro de desaparecer.

Recuerdo al secretario de medios de la Universidad de La Plata, preguntando cómo hacía para solucionar este tema, porque a la Universidad no le daba el presupuesto. El 95%, se destinaba para pagar sueldos.

Un diputado por Chubut, contaba que en su provincia, Radio Nacional no podía cambiar las cápsulas de los tocadiscos; por tal motivo fue la primera en obtener el decreto de excepción, utilizando el sistema de canje; sistema que creció y se impuso administrativamente, como forma de encontrar una salida a los problemas económicos.

En otros países, también se acepta la venta de publicidad en medios estatales, pero con fines específicos. No como sostenimiento de la programación total, sino limitados a través de una cuota que no pueden exceder; y eso se discute en los gobiernos parlamentarios, en los Consejos de Estado. Los gabinetes, una vez por año, les dicen a sus medios públicos lo que podrán recaudar en relación a la cuota del año anterior. El fin es no distorsionar su verdadera función y no oprimir en términos de competencia desleal a otros medios. Lo que pasa es que su fuente de financiamiento para sus objetivos centrales, está garantizada.

Esto pasa en Italia, España, la BBC, tiene algunas de sus cadenas comercializadas y otras no.

Carlos Ulanovsky.- En México, por ejemplo, existe un enorme respeto por la cultura. Hasta las latas de cerveza tienen inscripciones que promueven y defienden las tradiciones , la historia, la identidad. Recuerdo la tarea inmensa que hacía Radio Educación. Había por lo menos dos radios dedicados a temas educativos, con unos recursos impresionantes, "fastuosos", comparados con los que siempre han contado aquí las radios oficiales.

Pepe Eliaschef.- Me gusta pensar en una refundación de la república donde los medios públicos de comunicación en manos del estado, tengan por derecho propio, asegurados sus recursos públicos sin necesidad de echar mano a la venta de publicidad.

Cuando fui director de Radio Municipal, recuerdo que no había caja chica. Tuvimos que implementar un sistema de canje para poder tener los elementos básicos necesarios para el funcionamiento administrativo y la compra de combustible para las unidades móviles. Es perverso porque si yo acentúo la precariedad, obligo a la inevitabilidad de la publicidad. ¿Para qué vas a tener una radio pública, si vas a tener que salir al mercado a conseguir publicidad?.

Guillermo Mastrini.- Hay que regenerar esa identidad de la sociedad con lo público, esa es la base de la refundación. Tenemos que reconocer que ha habido una ruptura de la sociedad con lo político y lo público, en sus múltiples facetas. Necesariamente, una manera de superar esa distancia que se ha producido, es generar los lazos que permitan reidentificarse; y para eso, qué mejor que darle cabida en la participación de la creación de las políticas vinculadas a sus propios medios.

La diferencia entre el financiamiento estatal y el que surge de la venta de publicidad, es que en este último caso, el que financia es el sector privado. De la otra manera, intervenimos todos, porque consideramos que es una necesidad pública pagar la radio. Es tan necesario tener una radio pública, como tener hospitales, o como tener escuelas. Lo que pasa es que está más instalado, que no se pueden cerrar las escuelas; en cambio parece que sí, se puede cerrar la radio.

Por lo tanto tenemos que recuperar no solo el financiamiento, que es fundamental para que sea independiente, sino también recuperar todos los lazos de lo público con la sociedad; y para ello, una forma es decirles: "es de ustedes".

Pepe Eliaschev.- La lucha de los que sostienen que el estado debe retener medios para la comunidad, y aquellos que creen que hay que privatizar todo, se ha planteado con fuerza en los últimos tiempos en nuestra sociedad. Las privatizaciones aquí se han dado de manera muy brutal y salvaje; ha sido directamente un saqueo.

En Estados Unidos la defensa de la corporación de la radiodifusión pública ha sido una defensa de años, a pesar del acecho de algunos sectores privatistas.

Cuando Menem privatizó, no había ninguna razón para ceder la frecuencia 710. Su argumento entonces era que se perdía plata con los ferrocarriles, con los teléfonos; era un debate válido, pero, ¿cuál era el problema de la 710?. Era una prenda. Era un pago que había que hacerle a un cancerbero, a un mercenario del menemismo: un pago a un empresario siniestro que se llama Daniel Hadad. No se le ahorró ningún dinero al Estado; se le regaló una frecuencia pública; se le quitó al Estado un bien preciado.

La lógica neoliberal incluye este tipo de grandes mentiras.

De cara al futuro, hay que recuperar lo que es la vocación de los gobiernos de una sociedad democrática, para que así como hay una determinada partida para los hospitales, para el Teatro colón o el Teatro Cervantes, también lo haya para asegurar la subsistencia de la Radio de la Ciudad.

Carlos Ulanovsky.- Debería haber un compromiso tácito de todos los que comienzan a desarrollar un proyecto radial, dentro de la programación, que obligue a olvidarse del rating. Si encima de tener ese lugar, tengo audiencia, me parece maravilloso, pero no sería el único objetivo.

Damián Loreti.- En el ámbito educativo, estoy a cargo de la dirección de la carrera de Comunicación en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, y desde mi actividad docente puedo decir que existe un interés especial por la defensa de los espacios públicos, en términos de que lo público no es lo estatal, sino concretamente, un espacio común de participación.

Guillermo Mastrini.- Aunque la sociedad no lo perciba, yo creo que uno de los problemas que hubo en la Argentina en los últimos diez años, es que no hubo discusión. En Europa hay grandes discusiones sobre qué hay que hacer con los medios públicos, con la sociedad de la información, con la diversidad cultural: cómo protegerse de la invasión de los productos norteamericanos.

Acá pasó una topadora por encima y salvo núcleos muy acotados, como por ejemplo, la lucha que sí hubo cuando se planteó la pérdida de la frecuencia 710, no existieron otros focos de resistencia.

Pepe Eliaschef.- Yo creo que los medios públicos masivos, como Radio de la Ciudad, van a tener subsistencia y se van a poder preservar en el futuro, a condición de que la sociedad los haga propios, que todos sientan de alguna manera que acá hay algo por perder y algo por ganar: los contenidos, una emisora que no te engaña, que no se vende a una campaña de publicidad o a una pauta publicitaria, es sumamente importante para toda la sociedad y no solamente para quienes trabajan en ella.

Damián Loreti.- Coincido en que los medios públicos no son de los trabajadores. Lo que sí quiero enfatizar, es que durante la década pasada, los principales focos de resistencia, al atropello de los medios públicos, tuvieron, no como actores exclusivos, pero sí como participantes muy activos, a sus trabajadores.

Carlos Ulanovsky.- Seguramente, si pudiéramos investigar finamente la historia de Radio Municipal, hoy Radio de la Ciudad, muchísima gente podría decir: para mí fue importantísimo lo que yo recibí de esa radio, por la transmisión de los conciertos desde el Colón; porque ahí escuché por primera vez a Sábato; o ahí escuché por primera vez a Piazzolla. Esa es la tarea cultural que me parece que hay que proteger.

Guillermo Mastrini.- Habría que distinguir entre gasto y servicio. La carga de la idea de "gasto" público parece referirse a algo que no sirve. Sin embargo cuando el neoliberalismo decía peyorativamente que había que reducir el gasto público, de hecho se estaba refiriendo al gasto público "social"; no cualquier tipo de gasto público, porque a los otros los han aumentado, y bastante. Entonces esa idea de gasto debe reeplazarse por la de Servicio Público. Desde la política, partir de esa diferencia semántica, sería un paso muy importante.

En cuanto a los contenidos, a mi me gustaría una radio que plantee desafíos, políticos, económicos, estéticos. Diciendo, esto es lo que nosotros pensamos, esto lo que nosotros queremos decir, porque somos distintos, porque somos específicos, porque somos lo público.

Damián Loreti.- Suscribo a lo de Guillermo y agrego, un presupuesto propio y suficiente, con control parlamentario y con participación de producción independiente, como dice la propia constitución de la Ciudad de Buenos Aires.

Pepe Eliaschev.- Yo sueño con un servicio que responda a la diversidad y complejidad de intereses que hoy en día tienen las sociedades, que busque respuestas a la problemática de la vida cotidiana, pero que además tenga el desafío de imponerse metas exigentes; que no esté pendiente de las metas del mercado, que revierta esa tendencia y se haga caso de las asignaturas pendientes, que haga lo que otros no hacen y le hable a la gente de la manera en que otros no le hablan.

Alicia Petty.- Me gustó mucho lo de plantear desafíos, una radio diferente, pero al mismo tiempo, una radio aglutinadora e integradora, democrática, pluralista y que pueda tener independencia.

Carlos Ulanovsky.- Lo que propondría también para una radio pública, sería poder armar una programación que sintetizara el orgullo argentino. Que todo aquello de lo que estemos orgullosos: aquellos creativos, aquellos artistas, aquellos intelectuales, aquellos pensadores, puedan estar en esa radio. Pero también que sea una radio experimental, de vanguardia, de locura, de cosas que no se hacen en ningún otro lado.

TIEMPO DE POLÍTICAS DE ESTADO

2° Jornada de Debate y Propuestas

El foro para la Defensa de las Industrias Culturales de Buenos Aires, organizó una jornada sobre Medios Públicos, el día 3 de septiembre a las 9,30 hs., en la sala Pablo Picasso del Paseo la Plaza. Se dividió en dos mesas redondas.

La publicación mensual R&TA; Radio & Televisión Americana, se refería e su edición del 15 de septiembre, en estos términos:

Marco legal definitivo, autarquía, independencia del gobierno de turno, recursos genuinos, reestructuración interna, transparencia, funcionarios por concurso, mayor representatividad y control de la gente, contenidos no atados al rating pero de interés masivo, alternativas a las propuestas comerciales existentes, más expansión y cobertura regional, eje para el acceso a la información, la cultura y el entretenimiento de la Nación.

Cuando se trata de hacer un "racconto", funcionarios, legisladores y especialistas no dudan en reconocer que a los medios públicos les "sobran" carencias. Tampoco reconocen que son el reflejo de un país en llamas y el fruto de una política errática que se encargó de descuidarlos sistemáticamente, desde hace años; la base de operaciones que todos los gobernantes sostuvieron sólo para lograr perpetuarse en el poder.

Al igual que los argentinos, los medios del Estado aún están de pié, golpeados, traicionados, desfinanciados hasta el hartazgo y manipulados como nunca, los espacios comunicacionales gritan auxilio: en voz baja y por detrás, hay quienes buscan eliminarlos.

El encuentro dejó en claro, que el próximo paso es dejar que el diálogo de unos pocos, contagie el interés de la sociedad por salvar los canales, las agencias y las radios que les pertenecen.

Primera mesa redonda

Sobre "Trabajo y Gestión en Medios Públicos", participaron: Marcelo Simón (interventor del Sistema Nacional de Medios Públicos); Juan Alberto Badía (Director General de Radio de la Ciudad); Jorge Dorio (Periodista de Radio de la Ciudad); Rodolfo Hermida, Director de Fomento del I.N.C.A.A. y el Ing. César Gerbasi, Gerente de Ingeniería de Canal Siete. Moderadora: Susana Salerno (Asociación Argentina de Actores).

Juan Alberto Badía: Quiero pasar como el último director elegido a dedo por el Jefe de Gobierno de turno. Por eso presento ya mismo un proyecto de ley de autarquía, que se está consensuando dentro de la radio. Si de algo servía mi gestión, era para que tuviese una ley que la defendiese en los próximos años de esta subjetividad oficialista. Pero que además la defendiese de la tendencia que aparentemente se manifiesta respecto de que los medios públicos no son útiles y necesarios.

La historia de los medio públicos en la Argentina está muy relacionada con lo oficial y muy poco con lo público.

La autarquía de la emisora sirve para despegarla de los avatares que provocan los cambios de gobierno, además de posisionarla más a favor de la gente. Es importante que atienda a las minorías, a aquello que da lugar al pensamiento.

La radio no tiene que basarse en criterios comerciales, porque se ataría a un objetivo fijo: el dinero y el rating como valor.

Mi idea de la radio pública se apoya en el respeto al disenso y en promover la participación.

Para el proyecto se están estudiando las condiciones de autofinanciamiento. Tiene restricciones que estamos estudiando para lograr total transparencia.

No estoy de acuerdo con vender espacios, porque se entregan contenidos.

Otro problema es solucionar cuestiones técnicas relacionadas con la planta transmisora y su antena, que por el momento, impiden que la radio se escuche sin dificultades en algunos sectores de la capital, ya que en principio el lugar geográfico que ocupa la planta es inadecuada para la frecuencia 1110, que suplantó a la 710. Se está estudiando su traslado al Parque Roca. La iniciativa que ya tiene aval de la legislatura y la Secretaría de a Hacienda porteña, se financiará con la venta de los terrenos de la actual instalación, suma que además alcanzará para aumentar el patrimonio de la comuna.

Otro de los planes que tengo es el que respecta a la eliminación de los contratos basura. Hay gente con veiticinco años de trabajo que tienen contratos trimestrales o mensuales. Además, iré en busca de la jerarquización de la profesión del trabajador de Radio. No puede ser que el ascensorista gane más que el operador que transporta, por tener el escalafón especial que consiguió el Centro Cultural donde funciona la radio.

Por último, quiero hacer público el importante convenio que hemos firmado con la BBC de Londres, por la cual la radio se convierte en socia de los proyectos británicos, pese a las diferencias presupuestarias (la cadena inglesa gasta por año 10.000 millones de euros y las radios porteñas, 3,7 millones de pesos). El acuerdo nos da la posibilidad de acceder al satélite y ponernos en Internet.

César Gerbasi: "Los medio públicos, para ser considerados como tales, tienen la obligación de penetrar masivamente.

Hoy, la única manera en que los medios públicos pueden desarrollarse es teniendo una infraestructura, una conducción, una filosofía para un consenso de trabajo que sea al margen de las cuestiones gubernamentales.

En Estados Unidos nadie cuestiona el financiamiento de los medios públicos por parte del Estado. La radio y la TV pública tienen una jerarquía e importancia tal que a nadie se le ocurre no mantenerlas, por cómo colaboran en la formación de la sociedad. Incluso en Bolivia su sostenimiento es imprescindible y no se plantea su disolución.

Los medios públicos afectan intereses, tanto si son exitosos como si no lo son".

Rodolfo Hermida: "Un medio público tiene que estar al servicio de los que no tienen voz, de los marginales de la educación, de la calidad artística. Debe defenderse la cultura.

Es necesario que el ciudadano tenga la alternativa de elegir un excelente programa en el horario en que el resto pone al aire basura. El debate de los medios públicos debe instalarse en forma permanente. El pueblo no puede estar ajeno

Es muy grave que todo pase por los vaivenes políticos y es un problema dejar esto en manos de los políticos que son muy ignorantes; atrasan 30 años.

La oferta y la demanda en los medios es perversa, no genera calidad, sino inequidad. Existe una batería de formas de financiamiento. Incluso Colombia tiene una red. Falta un proyecto. La única salida al cambio es un plan coherente".

Jorge Dorio: "Es importante construir transparencia desde adentro en el manejo de un medio del Estado. Como responsable del acuerdo con la BBC en Radio de la Ciudad, he reformulado la agenda de noticias, como una manera de mostrar la variedad de voces a las que puede hacer lugar un espacio público. Queremos levantar la voz y vamos tras la ampliación de la cobertura.

La base es explicarle a la gente desde qué lugar estamos editorializando y respetar sus intereses".

Segunda mesa redonda

Expusieron sobre el tema "Hacia una Política de Estado", el Dip. Nac. Hugo Storero (UCR – Presidente de la Comisión de Cultura); el Dip. Nac. Guillermo Amstutz (P.J. – Comisión de Comunicaciones e Informática); la Dip. Nac. Irma Parentella (Interbloque Alternativa – Comisión de Comunicaciones e Informática); el Dr. Edmundo Rébora – (Radiodifusor – Asociación Radiodifusoras Privadas Argentinas); Dr. Damián Loreti (Abogado especializado en Derecho a la Información) y el Dr. Gustavo López (Subsecretario de Gestión de Industrias Culturales – G.C.B.A.). Moderador: Pablo Rovito (Secretario General de F.A.P.C.A.).

Damián Loretti: "El eje de la discusión es ver cuál es el rol del Estado para satisfacer la necesidad de comunicación de la gente. El derecho de información está contemplado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Si bien defiendo la idea de autarquía, pongo reparos a la implementación de una radiodifusión no comercial, cómo impulsa el sector privado. hay que ver si el rol de la subsidiariedad del Estado merece seguir siendo contemplado como está. Es imposible hoy que el Estado dé presupuesto suficiente".

Edmundo Rébora. "Los medios públicos tienen una finalidad no comercial y no deben financiarse mediante la obtención de recursos publicitarios. los mercados no están en condiciones de sustentar la oferta de medios que tiene nuestro país.

Es necesario que el Estado concentre los recursos para el sistema y los gaste bien. No se podría garantizar que accedan al menos a un 30% del mercado publicitarios como en otros países europeos, porque eso podría llegar a distorsionar sus contenidos, y no tendría beneficios trascendentes.

hace falta la autarquía de los medios y una total independencia de los gobiernos de turno. Solo así podrá manejar su propio presupuesto. Si esto se logra, buena parte de la batalla estaría lograda. Entre los resultados obtenidos, habría un eventual mejoramiento en los contenidos.

El principal objetivo de los medios públicos es cubrir el bache que hoy el oyente padece. La radiodifusión pública tiene que hacer aquello que los mercados publicitarios condicionan a los medios privados".

Gustavo López: "Yo comparto que la ley de radiodifusión no salió, por las enormes presiones. pero también está la responsabilidad de los diputados, que están para soportar las presiones. No he escuchado hasta ahora ninguna expresión que diga que debe haber un sistema de medios públicos del Estado y no del gobierno. Sancionémoslo entonces. nadie dice lo contrario y si alguien cree lo contrario, será el ejecutivo de turno, traicionando los intereses de toda la sociedad. Terminemos con esta historia cíclica de error tras error.

No hay que inventar nada. Hay cantidad de proyectos presentados y debe salir el mejor. La vida siempre nos presenta oportunidades y hoy es el momento de dar revancha.

Los demás países están adelantados en el manejo de sus medios, porque trabajaron en ese sentido y no conciben los cambios como el modelo argentino. A nadie se le ocurrió en Francia que al presidente del Consejo Supremo de la TV, se lo cambie cuando asuma otro Presidente de la República.

Coincido con Rébora en la idea de un sistema de medios del Estado que no vendan publicidad y con un presupuesto garantizado. No pueden los medios privados subsistir con la publicidad; menos los públicos.

Es necesaria la producción de contenidos de calidad, regionales, convenios con las Universidades, transmitir educación a distancia. En un Estado como el nuestro, fragmentado no solo en el acceso a la información, sino también en la educación, el papel de los medios públicos tiene que ser significativo, para terminar con la brecha del conocimiento. Deben llegar con los contenidos que no ofrecen otros.

Algunos creen que la cultura es algo secundario, posible de tener en un país con recursos. Pero la discusión cultural es anterior, ya que define los modelos económicos. Los ministros de economía siempre van a decir que en un país que no come, para qué vamos a gastar en medios públicos. Lo que desconocen es que a través de un sistema, lo que se puede hacer es que la gente se entere que tienen derechos; y podemos ayudar a que cambie el modelo económico de este país; y deje de conducirnos a la miseria".

Hugo Storero: "El pronóstico será sombrío si no nos comprometemos.

Una manera de posisionar a los medios es a través de la puesta en relieve del papel que cumple la educación en la construcción de los contenidos.

Comunicar es poner en común para que el ciudadano haga uso de lo que le es propio, a diferencia del consumidor, que toma lo que el mercado le ofrece.

Los medios públicos deben ayudar a decidir a los ciudadanos".

Guillermo Amtutz: "Los medios públicos deben actuar como punta de lanza de un proyecto de Nación. No sería descabellado destinar el 10 % del dinero que los gobiernos emplean en publicidad, para los medios. Solo en Mendoza, los municipios gastan 10 millones al año. Se deben implementar nuevos mecanismos de selección de funcionarios. También debería existir una mayor participación de la gente y las instituciones, dentro de la gestión de los medios: no son propiedad de los políticos".

Irma Parentella: "Soy consciente de que este no es un reclamo presente en la sociedad argentina, porque no se han hecho los esfuerzos suficientes, como para que la gente defienda el derecho a la información, como uno de los bienes más importantes. El desinterés de la sociedad pasa porque sabe cómo ha sido hasta ahora la vinculación de los políticos con los medios y por las diversas gestiones que se realizaron en los medios estatales. La gente ve que se gasta, que el producto no es bueno y no sale a defenderlos. Debe haber mecanismos que aseguren una mayor participación de la gente. También falta un marco legal para generar proyectos".

CAPÍTULO 6

Proyecto Badía

En el capítulo anterior, Juan Alberto Badía hace público su Proyecto de Ley de Autarquía, basándose en el artículo 47" de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos aires. El mismo fue consensuado con el personal de la emisora; y coincidentemente, considero que constituye el marco adecuado para lograr las transformaciones propuestas en el presente trabajo; por lo tanto, no solo adhiero, sino que incluyo dicho material como parte de mi propuesta.

A continuación transcribo el texto del proyecto, que ya ha sido puesto a consideración del Jefe de Gobierno Aníbal Ibarra, quien aceptó presentarlo en la Legislatura porteña, para su tratamiento.

SE CREA LA CORPORACIÓN DE MEDIOS PÚBLICOS DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES SOCIEDAD DEL ESTADO (COMPUCIBA S.E.)

LEY N°

Buenos Aires, de de 2003

LA LEGISLATURA DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES SANCIONA CON FUERZA DE LEY:

ARTÍCULO 1° Créase la CORPORACIÓN DE MEDIOS PÚBLICOS DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES SOCIEDAD DEL ESTADO (COMPUCIBA S.E.), que tendrá a su cargo la administración, operación, desarrollo y explotación de los medios y servicios de radiodifusión sonora y televisiva del estado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El Poder Ejecutivo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires debe incorporar a COMPUCIBA S.E. todo otro servicio de radiodifusión del Estado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que, no estando incluido en el Sistema Oficial de Radiodifusión, pudiera crearse.

COMPUCIBA S.E. se crea en jurisdicción de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

ARTÍCULO 2° La actuación de COMPUCIBA S.E. estará sujeta a las previsiones de la Ley N° 20.705, la presente ley y sus disposiciones complementarias; y, en sus relaciones jurídicas externas, adquisiciones patrimoniales y contrataciones en general estará sometida a los rgímenes generales del derecho privado. Sus relaciones jurídicas laborales estarán sometidas al régimen de empleo público previsto en la Ley N° 471, sancionada por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el 5 de agosto de 2000 y promulgada por Decreto N° 1.567/00- y sus respectivos Decretos Reglamentarios.

ARTÍCULO 3 Autorízase al Señor jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a disponer la transferencia en propiedad a COMPUCIBA S.E., del activo, cualquiera sea su naturaleza, que a la fecha pertenece a LS1 Radio de la Ciudad, tales como inmuebles, con todos sus equipos y enseres muebles, archivos documentales, videográficos y cinematográficos, así como todos los bienes y derechos que posee en la actualidad, incluidas las frecuencias de transmisión asignadas.

Los pasivos no corrientes de LS1 Radio de la Ciudad, , si los hubiere, no se transferirán a COMPUCIBA S.E., incorporándose al tesoro de la Ciudad de Buenos Aires.

A solicitud de COMPUCIBA S.E., los registros correspondientes deben cancelar toda restricción al dominio que afecte a bienes transferidos por la presente Ley.

ARTÍCULO 4° Autorízase al Jefe de Gobierno a la designación de Autoridades y aprobación del Estatuto de COMPUCIBA S.E.. La dirección y administración de la Sociedad estará a cargo de un Directorio compuesto por un (1) Presidente y (4) Directores, tres (3) de los cuales serán propuestos por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, respetando su composición proporcional y los dos (2) restantes, incluido el Presidente, por el Poder Ejecutivo.

ARTÍCULO 5° Autorízase al Poder Ejecutivo de la Ciudad de Buenos Aires, el ejercicio de los derechos societarios que le corresponden al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por su participación en el ciento por ciento (100%) del capital accionario de COMPUCIBA S.E.

ARTÍCULO 6° Autorízase al Señor Jefe de Gobierno a reasignar las partidas necesarias del presupuesto general de gastos y cálculo de recursos vigente, para la integración del capital societario.

ARTÍCULO 7° Dispónese que de la totalidad de la publicidad audiovisual cursada por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de la Ciudad de Buenos Aires, el veiticinco 25% como mínimo, deberá pautarse a través de los medios de COMPUCIBA S.E..

ARTÍCULO 8 Créase el Consejo Asesor Permanente de la Corporación de Medios públicos de la Ciudad de Buenos Aires, quien tendrá a su cargo la defensa de los intereses de la comunidad con relación al cumplimiento de los objetivos de la presente Ley.

El Consejo Asesor llevará adelante su tarea con las atribuciones previstas, a su respecto, en el Estatuto de COMPUCIBA S.E. y sus dictámenes y/o resoluciones no serán vinculantes para la Sociedad del Estado.

ARTÍCULO 9 Autorízase al Señor Jefe de Gobierno a la designación de los Síndicos encargados de la Fiscalización de la Sociedad del Estado creada por el artículo 1° de la presente Ley. Ello sin perjuicio de los demás controles internos y externos que correspondan.

ARTÍCULO 10 Autorízase al Señor Jefe de Gobierno a la creación de un Estatuto Laboral Especial para todos los trabajadores de COMPUCIBA S.E., que tenga especialmente en cuenta la especialización profesional de aquellos, con categorías y niveles salariales propios de una Corporación de Medios de Comunicación.

ARTÍCULO 11 En el término de sesenta (60) días a partir de la sanción de la presente Ley, se deben dictar las normas que la reglamenten.

ARTÍCULO 12 Deróganse todas las disposiciones que se opongan a la presente Ley.

ARTÍCULO 13 Comuníquese, publíquese, dese a la Dirección del Registro Oficial y archívese.

Buenos Aires, de de 2003

Visto la Ley N° … y su Decreto promulgatorio N° … -GCBA- 2003 (B.O.C.B.A. N° … del /03); y

CONSIDERANDO:

Que por el artículo 1° de la ley N° … se creó la Sociedad del Estado "CORPORACIÓN DE MEDIOS PÚBLICOS DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES" cuyo objeto es la administración, operación, desarrollo y explotación de los medios y servicios de radiodifusión sonora y televisiva del Estado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de conformidad con lo dispuesto por los art. 47 y 32 de la Constitución de la Ciudad;

Que, por su lado, el art. 4° de la citada Ley estableció que la Dirección y Administración de la Sociedad estará a cargo de un Directorio compuesto por un presidente y cuatro directores, todos ellos designados por el Poder Ejecutivo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dos de ellos, incluido el Presidente a su propia propuesta y los tres restantes elegidos por el Poder Legislativo.

Que así mismo, en virtud de lo dispuesto en el art. 9° de la Ley N°… el Estatuto Societario podrá prever la fiscalización de la Sociedad;

Que atento a lo expuesto, resulta aprobar el Estatuto que regirá la CORPORACIÓN DE MEDIOS PÚBLICOS DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES S.E. y designará los miembros del Directorio, y a los miembros de la Sindicatura a fin de cumplimentar el proceso de su constitución y de que a la brevedad comience a cumplir con su objeto;

Por ello, y en uso de las atribuciones conferidas por el art. 104 de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires;

EL JEFE DE GOBIERNO

DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES

DECRETA

Artículo 1° Aprúebase el texto del Estatuto de la CORPORACIÓN DE MEDIOS PÚBLICOS DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES S.E. el que como Anexo I forma parte integrante del presente Decreto, y que se instrumentará mediante Escritura Pública otorgada por el Escribano General del Gobierno de la Ciudad de Buenos aires.

Artículo 2° Desígnanse los miembros del Directorio de la CORPORACIÓN DE MEDIOS PÚBLICOS DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES S.E., según el siguiente detalle:

Presidente DNI

Director DNI

Director DNI

Director DNI

Director DNI

Artículo 3° Desígnase Síndico Titular de la CORPORACIÓN DE MEDIOS PÚBLICOS DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES S.E. al Doctor … , DNI N° … y Síndico suplente al Dr. … , DNI N° …

Artículo 4° La Dirección General de la oficina de Gestión Pública y Presupuesto arbitrará las medidas presupuestarias pertinentes a fin de dar cumplimiento a lo dispuesto en el presente Decreto.

Artículo 5° Queda excluida de la Sociedad toda participación de capitales privados, siendo que el ciento por ciento (100%) del capital social de COMPUCIBA S.E. debe permanecer, mientras dure la Sociedad del Estado, en cabeza del estado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Artículo 6° El estatuto Societario se registrará en la Escribanía General del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde quedará archivado. Asimismo la Escribanía General del Gobierno rubricará los libros societarios del caso.

Artículo 7° El presente Decreto y el Estatuto Societario que por este acto se aprueba serán publicados por dos (2) días en dos (2) de los diarios de mayor circulación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Artículo 8 El presente Decreto será refrendado por el Señor Jefe de Gabinete y por los Señores Secretarios de Hacienda y Finanzas, y de Cultura.

Artículo 9° Dese al Registro, publíquese en el Boletín Oficial de la Ciudad de Buenos Aires por el término de dos (2) días, remítase a la Escribanía General del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a fin de dar cumplimiento a lo dispuesto en los artículos 1° y 7° y, para su conocimiento y demás efectos, pase a las Secretarías de Hacienda y Finanzas y de Cultura. Cumplido, archívese.

ANEXO I

TÍTULO I

DENOMINACIÓN – RÉGIMEN LEGAL- DOMICILIO – DURACIÓN

ARTÍCULO 1° Con la denominación "CORPORACIÓN DE MEDIOS PÚBLICOS DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES SOCIEDAD DEL ESTADO" (COMPUCIBA S.E.) se constituye una sociedad del Estado que se regirá por las disposiciones de la Ley nacional N° 20.705, por las que sean pertinentes de la Ley nacional N° 19.550 y sus modificatorias, y por las normas del presente Estatuto. La Sociedad del Estado creada tendrá a su cargo la administración, operación, desarrollo y explotación de los medios y servicios de radiodifusión sonora y televisiva del Estado de la Ciudad autónoma de Buenos Aires.

El Poder Ejecutivo de la Ciudad deberá incorporar a COMPUCIBA S.E. todo otro servicio de Radiodifusión del Estado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que, no estando actualmente incluido en su sistema oficial de radiodifusión, pudiera crearse.

ARTÍCULO 2° El domicilio legal de la Sociedad se fija en la Ciudad de Buenos Aires, en el lugar que determine el Directorio. Podrá establecer delegaciones, sucursales y representaciones en todo el país.

ARTÍCULO 3° La duración de la Sociedad se establece por tiempo indetermina-do.

TÍTULO II

OBJETO

ARTÏCULO 4° CORPORACIÓN DE MEDIOS PÚBLICOS DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES SOCIEDAD DEL ESTADO (COMPUCIBA S.E.) tiene los siguientes objetivos:

  • 1.  Asegurar la distribución de información plural, veraz e imparcial.

  • 2.  Promover y desarrollar el respeto por los derechos humanos consagrados en la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires y en las declaraciones y convenciones incorporadas a la misma.

  • 3.  Respetar y promover el pluralismo político, religioso, social, cultural, lingüístico y étnico.

  • 4.  Garantizar el derecho a la información de todos los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires.

  • 5.  Garantizar la representación de todas las corrientes de opinión en los debates sobre temas de actualidad y relevancia públicas.

  • 6.  Promover el desarrollo y la protección de la identidad ciudadana, en el marco pluricultural que caracteriza a la Ciudad de Buenos Aires.

  • 7.  Promover la producción de contenidos audiovisuales ciudadanos de alta calidad.

  • 8.  Promover la formación cultural de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires en el marco de la integración regional y nacional en la República Argentina.

  • 9.  Promover la integración cultural y territorial de la Ciudad de Buenos Aires, respetando su organización local.

  • 10.  Garantizar la cobertura de los servicios de radiodifusión en todo el territorio de la Ciudad de Buenos Aires.

Para la concreción de los objetivos enunciados COMPUCIBA S.E. tiene que dar cumplimiento a los siguientes deberes:

  • ? Tener en cuenta equilibrada y adecuadamente los diversos criterios en el conjunto de cada programa en que se traten asuntos de interés público.

  • ? Garantizar en tiempos preelectorales, el derecho a exteriorizarse por parte de todos los partidos que hayan presentado listas para el comicio.

  • ? Conceder tiempos adecuados de emisión de igual extensión a los representantes de las organizaciones de trabajadores y de empleadores.

  • ? Dar a conocer el dictado de leyes, decretos y otros comunicados importantes para el interés público.

  • ? Realizar emisiones destinadas a la enseñanza, teniendo en cuenta los planes de enseñanza y formación.

  • ? Abstenerse de favorecer unilateralmente a ningún partido o grupo político, como tampoco a ningún interés especial de tipo económico.

  • ? Seleccionar y brindar noticias e informes, con arreglo a la verdad y de modo responsable, en lo posible distinguiendo las notas de información del tratamiento editorial y de opinión.

  • ? Está prohibida la apología del odio racial, nacional, religioso y cualquier propaganda a favor de la guerra.

  • ? Apoyar los principios que impulsan los procesos de integración ciudadana, sin perjuicio del deber de veracidad y derecho de crítica en el tratamiento de las informaciones.

  • ? Distinguir la emisión de publicidad del resto de la programación emitida.

  • ? Respetar el honor, la intimidad y los derechos que la constitución reconoce a los habitantes de la Ciudad.

  • ? Respetar los derechos de la juventud, la infancia y la ancianidad.

  • ? Considerar permanentemente el rol social del medio de comunicación como fundamento de su creación y existencia.

  • ? Difundir las creaciones artísticas, culturales y educativas que se generen en los distintos puntos de la ciudad y de nuestro país, incluso en forma gratuita.

  • ? Garantizar una adecuada cobertura y difusión de las actividades de los poderes del Estado tanto en los ámbitos nacionales y/o provinciales, cuanto locales y de las organizaciones no gubernamentales.

  • ? Generar espacios de participación y emisión de opiniones y propuestas sobre las programaciones.

  • ? Celebrar convenios de cooperación y apoyo recíproco con entidades públicas o privadas, nacionales e internacionales.

TÍTULO III

CAPITAL – CERTIFICADOS – OTROS RECURSOS

ARTÍCULO 5° El capital social se fija en la suma de PESOS CUATRO MILLO-NES QUINIENTOS MIL ($ 4.500.000), el cual se integrará de la siguiente forma: la suma de PESOS QUINIENTOS MIL ($500.000) DENTRO DE LOS TREINTA (30) días de sancionado el Decreto de aprobación del presente Estatuto y los PESOS CUATRO MILLONES (4.000.000) restantes durante el ejercicio 2003. La totalidad del Capital Social será suscripto e integrado por el ESTADO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES, a través de la SECRETARÍA DE CULTURA DEL GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES.

ARTÍCULO 6° El capital social está representado por Cien (100) certificados nominativos no endosables de PESOS CUARENTA Y CINCO MIL ($ 45.000) de valor nominal cada uno. Cada certificado nominativo no endosable otorga derecho a UN (1) VOTO.

ARTÍCULO 7 El capital social podrá ser aumentado por decisión de la Asamblea Ordinaria hasta el quíntuplo de su monto, sin requerirse conformidad administrativa, o por la Asamblea Extraordinaria, pudiendo delegarse en el Directorio la determinación de la época de emisión, forma y condiciones de pago, conforme lo previsto en el artículo 188 de la Ley Nacional N° 19.550.

ARTÍCULO 8 Los certificados nominativos que se emitan, fueren provisorios o definitivos deberán contener las menciones previstas en los artículos 211 y 212 de la Ley Nacional N° !9.550; y en particular serán firmados por el Presidente y el Síndico Titular de la Sociedad, expresando: a) la denominación y el domicilio de la Sociedad; b) el capital societario; c) el número de certificado, su valor nominal y la cantidad de votos que le corresponden; d) deberán extenderse siguiendo numeración correlativa. Los certificados se registrarán en el Libro de Registro de Certificados que deberá llevarse al efecto.

ARTÍCULO 9 La sociedad contará, además de las partidas atribuidas en la Ley de Presupuesto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cuyos importes deberán ser suficientes para cubrir todas las erogaciones necesarias al efecto de mantener operativos los medios y servicios integrantes de la Sociedad del Estado, con los siguientes recursos:

a) Los fondos que se obtengan con el producido de las operaciones

que realice de acuerdo a su objeto;

b) El producto de comercialización de publicidad. Al efecto deberá tenerse par-

ticularmente en cuenta lo específicamente establecido por el artículo Séptimo

de la Ley de Creación de COMPUCIBA S.E.;

c) Los honorarios y/o comisiones y/o cualquier otro tipo de retribución por el asesoramiento, gerenciamiento, supervisión, dirección de programas y prestaciones de todo tipo de servicios que preste la Sociedad a terceros en cuestiones vinculadas a su objeto;

d) Emisión de bonos y otros títulos de deuda;

e) Donaciones y legados;

f) Todo otro recurso lícito, que resulte de actos celebrados conforme los objetivos de la Sociedad y su capacidad jurídica.

ARTÍCULO 10° Las emisoras de COMPUCIBA S.E. están exentas del pago de los gravámenes y tasas establecidos en la Ley de Radiodifusión.

TÍTULO IV

DIRECCIÓN, ADMINISTRACIÓN Y CONSEJO ASESOR

ARTÍCULO 11° La Dirección y Administración de la Sociedad estarán a cargo de un Directorio integrado por un (1) Presidente y cuatro (4) directores. Deben ser personas de la más alta calificación en materia de Comunicación Social y poseer una democrática y reconocida trayectoria.

El directorio será designado por el Poder Ejecutivo de la Ciudad de Buenos aires, integrándose de la siguiente manera:

1. Dos (2) miembros por el Poder Ejecutivo de la Ciudad, uno de los cuales se desempeñará como Presidente.

2. Tres (3) miembros a propuesta de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, quienes serán designados manteniendo la composición proporcional de la Cámara.

El presidente del Directorio es el representante legal de COMPUSIBA S.E.

El mandato del Presidente del Directorio y de los Directores es de cuatro (4) años y podrán ser reelegidos por única vez

ARTÍCULO 12° Sin perjuicio de la aplicación de las incompatibilidades o inhabili-dades establecidas para el ejercicio de la función pública, el ejercicio de los cargos de Presidente y Directores de COMPUCIBA S.E. es incompatible con el desempeño de cargos político partidarios directivos y/o electivos, o cualquier forma de vinculación societaria con empresas periodísticas y/o medios electrónicos de comunicación social creados o a crearse y/o de prestaciones de servicios vinculadas a los que presta COMPUCIBA S.E..

Partes: 1, 2, 3, 4
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente