En el área política Allende tuvo desafíos de todos los flancos. En el interior de la UP existieron escisiones, por un lado la extrema izquierda, liderada por el MIR que presionaba para que se lleven a cabo acciones más radicales, y por otro lado los moderados, que incluían los comunistas, que inducían a llevar adelante con mayor precaución sus políticas. Asimismo, la prensa de oposición, en especial el influyente diario "El Mercurio", que había recibido grandes sumas de dinero de la CIA, jugó un papel clave en la movilización en contra del gobierno. En la sociedad se convirtió en rutina las movilizaciones callejeras de sindicatos, grupos estudiantiles, asociaciones profesionales, pequeños empresarios, granjeros privados y hasta pilotos. "Tanto el gobierno como la oposición utilizaron la movilización de grandes masas como recurso para demostrar la fuerza de cada uno"[33]. Las huelgas empezaron a subir de tono pasando a convertirse algunos en serios incidentes terroristas. "Pocos pensaban que pudiera mantenerse la paz hasta 1976, cuando se erigiría nuevo presidente"[34].
El general Carlos Prats, Comandante en Jefe y Ministro de Defensa era una figura esencial de la cartera de Allende. "Prats colocaba a las Fuerzas Armadas como un actor nacional dispuesto a ponerse a tono con los desafíos de cooperación y de cambio a los que convocaba el gobierno de la Unidad Popular"[35].
El intento de golpe del 29 de junio de 1973 marco el último hito en el desarrollo de la tragedia política chilena. Este hecho dio al presidente una prueba más de que los militares ya no podían ser considerados como un árbitro neutral. "No obstante, el general Prats supo actuar en forma rápida y sencilla, demostrando así que el sector constitucional de los militares todavía era el que mandaba"[36]. Al no lograr los votos de un Consejo de Generales celebrado a principios de septiembre y "ya agotadas todas sus posibilidades, presentó su renuncia a los dos cargos que ostentaba en ese momento: el de Ministro de Defensa y el de Comandante en Jefe del Ejército. En esta última posición fue reemplazado por el general Augusto Pinochet"[37]. Estaba plenamente instaurada la dicotomía en las Fuerzas Armadas entre constitucionalistas y golpistas.
A comienzos de septiembre de 1973 la conspiración militar para deponer a Allende era previsible. Allende sabía que su poder estaba en manos de los militares. Augusto Pinochet, no perdió el tiempo y en un golpe de estado bien coordinado arremetió contra Salvador Allende. Este último recibió ofertas para marcharse al exilio pero decidió quedarse y luchar. "A un general de las Fuerzas Aéreas se dice que replicó: Dígale al general Von Schouwen que el Presidente de Chile no huye en un avión. Al igual que él sabe cómo actuar como soldado, yo sabré cómo cumplir mi deber como presidente de la República"[38].
Justo antes del mediodía los cazas Hawker de las fuerzas aéreas atacó el Palacio con bombas incendiarias. Cuando las tropas del Ejército se preparaban para asaltar el Palacio, Allende se suicidó."La trágica muerte de Allende, tras el fracaso de su experimento, marcó no sólo el fin del gobierno de la Unidad Popular, sino también el violento derrumbe de una de las democracias más antiguas del mundo"[39].
El régimen de Augusto Pinochet se instauró como un sistema burocrático-autoritario trayendo consigo la disolución del Congreso, suspensión de la Constitución, proscripción de partidos[40]imponiendo estado de sitio, limitando los medios de comunicación y tomando las universidades, entre otras medidas opresoras. "Era evidente que el objetivo principal del proyecto regenerador del gobierno era liquidar el tradicional sistema de partidos chileno"[41].
En este contexto, y luego de gobernar a través de decretos leyes, nombra una Comisión encargada del estudio de una nueva Constitución, integrada por siete miembros de confianza de la Junta encabezada por Enrique Ortúzar Escobar, razón por la que se la conoce como "Comisión Ortúzar". El resultado del trabajo se plasmó en un Anteproyecto Constitucional, que fue entregado el año 1978, para una primera revisión al Consejo de Estado, presidido por el ex Presidente Alessandri Rodríguez, quien entrega su informe en julio de 1980. Después de una segunda revisión por parte de la Junta de Gobierno, encabezada por el General Augusto Pinochet, revisión en la que se modifica el Cronograma Institucional del Gobierno Militar, se aprueba la Constitución de 1980, con un texto de 120 artículos permanentes y 29 transitorios, que más tarde, estando el país bajo Estado de Sitio, es sometida a plebiscito el 11 de septiembre de ese año, para ser posteriormente promulgada el 21 de octubre de ese mismo año. Entra parcialmente en vigencia el 11 de marzo de 1981. En lo esencial, determina un régimen político presidencialista con una participación del Estado en la economía mediante un rol subsidiario, con una fuerte protección a las garantías individuales en el ámbito de la actividad económica y del derecho de propiedad. Establece un preciso decálogo de garantías individuales que, como novedad, se encuentran protegidas por un recurso especial de rápido trámite, denominado recurso de protección. Asimismo, considera como pilar fundamental la tutela de las Fuerzas Armadas sobre la estabilidad del Régimen a través de diversas instituciones, entre las que se destaca el Consejo de Seguridad Nacional. En el ámbito económico institucional establece como fundamento la protección de la libre competencia y la autonomía absoluta del Banco Central.
En el área económica, Pinochet dejó en manos del Ministerio de Hacienda a un grupo de economistas denominados Chicago Boys quienes siendo educados bajo los principios de Milton Friedman en la Universidad de Chicago plantearon la eficiencia y equidad de la competencia de mercado y la reducción del papel del Estado para hacer funcionar las leyes de la oferta y la demanda. La meta de estos tecnócratas era abrir Chile a la economía mundial, reduciendo aranceles proteccionistas, subsidios gubernamentales y el tamaño del sector público. En un principio la economía creció, bajó la inflación, aumentó la diversificación de exportaciones y se atrajeron préstamos extranjeros tanto públicos como privados. Pero se logró a costa de reducir los salarios reales y servicios sociales. Además, benefició a corporaciones multinacionales y dado como resultado que muchas empresas locales desaparezcan y se vean muy afectadas.
En 1982 la contracción de la economía mundial provocada por la recesión estadounidense golpeó al país andino más que al resto de los países de América latina hundiendo el producto bruto chileno un 14%, mientras que el desempleo aumentó hasta abarcar una tercera parte de la fuerza laboral para 1983. Por consiguiente, Pinochet instaló un nuevo equipo de tecnócratas conservadores, que emprendieron una reestructuración económica aún más radical. Estimularon la inversión, aumentaron mucho las exportaciones, redujeron en forma drástica el desempleo y disminuyeron considerablemente la deuda externa. Pero los salarios permanecieron bajos de forma crónica y la privatización sistemática de los servicios sociales dejó a muchos chilenos pobres sin lo esencial para la vida.
Como venimos viendo, el cobre es una política de Estado para Chile debido a su importancia económica. Por ello, Pinochet en su política de regeneración formalizó la creación de una empresa minera, Corporación Nacional del Cobre de Chile (Codelco) mediante los decretos 1.349 y 1.350 en el año 1976. A consecuencia de ello, se agruparon las sociedades existentes en una sola empresa, minera, industrial y comercial, con personalidad jurídica y patrimonio propio, de duración indefinida, que se relaciona con el Gobierno a través del Ministerio de Minería.
En sus relaciones internacionales, Chile se halló en una situación de aislamiento político, pero no en una posición de aislamiento económico. La explicación de esta aparente contradicción consiste en que el modelo de desarrollo aplicado por el gobierno castrense ha significado una rápida y profunda reinserción de Chile en el sistema económico transnacional y el fortalecimiento de los vínculos privados entre grupos económicos locales y los de países desarrollados.
"Los países más variados en cuanto a orientación ideológica, desde Zambia a Bélgica, suspendieron rápidamente sus relaciones con el gobierno chileno o rebajaron el nivel de sus representaciones en Santiago"[42]. Las relaciones Estados Unidos-Chile fueron cordiales en el periodo 1974-1976, pero con el arribo de Carter a la presidencia con su política de Derechos Humanos se deterioraron los vínculos. De hecho votó en los Organismos Internacionales a favor de condenar los procedimientos del gobierno chileno. Es más, recibió oficialmente en Washington a líderes de la oposición como Eduardo Frei y Clodomiro Almeyda. El indicador que más marco la ruptura bilateral entre ambos países fue el asesinato del ex canciller Orlando Letelier y de Ronni Moffitt perpetrado en Washington en 1976.
El momento bisagra en política exterior fue el conflicto en 1978 con Argentina por el trazado del canal de Beagle y la soberanía de tres islas: Picton, Lennox y Nueva. Chile y Argentina fijaron su frontera común por medio de la firma del Tratado de Límites de 1881, pero este acuerdo no mencionaba específicamente a Picton, Nueva y Lennox. En 1970 los países acordaron que el Reino Unido, a través de un tribunal arbitral compuesto por peritos internacionales nombrados por Chile y Argentina, definiera quién tendría la soberanía de las islas. Sin embargo, cuando en 1977 dicho tribunal falló a favor de Chile, otorgándole la mayor parte de las islas, el gobierno argentino rechazó la decisión, declarándola nula. La situación alcanzó su punto más crítico el 22 de diciembre de 1978, cuando Argentina alistó sus fuerzas armadas para ocupar las islas en disputa. Cuando la confrontación militar ya parecía inminente, el entonces líder de la Iglesia Católica, Juan Pablo II, ofreció enviar una misión para buscar una solución pacífica al conflicto. El delegado escogido por el Papa fue el cardenal Antonio Samoré, quien logró mediar con los gobiernos militares de Augusto Pinochet y Jorge Rafael Videla para evitar la guerra. Con la firma del Acta de Montevideo el 8 de enero de 1979, los países acordaron aceptar la mediación papal y volver al statu quo de 1977, evitando el uso de la fuerza y las medidas unilaterales[43]
Avispadamente en 1978 Pinochet llama a consulta nacional mediante un plebiscito para consultar a los ciudadanos por el apoyo o rechazo a la legitimidad del gobierno. La opción sí (apoyo) ganó por un amplio margen, aunque la legitimidad de sus resultados, han sido seriamente cuestionados pues no existían registros electorales, ni garantías mínimas de transparencia. Dicho referéndum no le basto al general a cargo de la presidencia, por lo que llamo a otro plebiscito en 1980 en donde se aprobó la Constitución de la cual ya hicimos mención, y que confirmaba al general en el mantenimiento de su cargo hasta 1990.
Pero en 1988 trajo una sensacional apuesta que el dictador perdió. Como reacción a la presión internacional para la liberación y confiando en una economía en recuperación, se arriesgó a celebrar otro plebiscito sobre su gobierno personalista. Lo que se planteaba en dicho plebiscito era si Pinochet continuaba en el poder hasta 1997. Pero el resultado fue de 44,01% por el sí y 55,99% por el no. Pinochet tuvo que aceptar el desenlace y el paso siguiente fue la convocatoria a elecciones democráticas conjuntas de presidente y parlamentarios para el año 1989.
El presidente democrático electo fue Patricio Aylwin representando la "Coalición" integrada por diecisiete partidos de centro y centro-izquierda. Su gestión desde 1990 se basó en restaurar y democratizar las instituciones públicas y consolidar la necesaria relación de subordinación de las Fuerzas Armadas al poder civil. Aunque este aspecto fue manejado con mucha cautela, evitando cualquier enfrentamiento; tenía un ejército siempre alerta liderado por Pinochet y un Congreso dominado por la derecha. No obstante el resultado del último plebiscito "afectó a las instituciones armadas, creándose una imagen negativa de su participación política en la opinión pública"[44]. "El gobierno democráticamente elegido en diciembre de 1989 tendría que enfrentar no solo esos problemas, sino que debería consolidarse como orden legítimo en cuanto proveedor tanto de prosperidad como de libertad. Solo una gran concertación política podría cuadrar ese círculo"[45].
A nivel doméstico, lo más importante fue llevar a cabo el esclarecimiento de las graves violaciones a los Derechos Humanos llevadas a cabo durante el régimen de Pinochet. El mismo se llevó a cabo mediante la denominada "Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación" o también conocida como Comisión Rettig, ya que fue presidida por el jurista Raúl Rettig. "El Informe Rettig comunicó que en Chile hubo 2.296 víctimas de violaciones de Derechos Humanos entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990"[46].
Consecuentemente, las promesas de Aylwin de democratizar las instituciones se concretaron sólo en algunas reformas del sistema político, como la ley n° 19.175 de elección directa de los representantes municipales[47]ya que su gran impedimento por lograr grandes reformas estaba en que tenía una gran oposición en el Congreso.
Para las elecciones de 1993 la Concertación se mantuvo unida, presentando al demócrata cristiano Eduardo Frei Ruiz-Tagle, quien resultó electo presidente. Con un estilo más conservador que su antecesor, un 21 de mayo de 1994 en un discurso frente al Congreso[48]el cual continuaba albergando mayoría opositora, situó las prioridades de su Gobierno en torno a 6 grandes tareas: "la consolidación del desarrollo económico, la erradicación de la extrema pobreza, el establecimiento de un régimen moderno de relaciones laborales, la construcción de sistemas de salud y educación eficientes, de amplia cobertura y preparados para las exigencias de una sociedad en rápido crecimiento y la inserción internacional del país". En el ámbito político la prioridad fue la consolidación de la democracia a partir de un Parlamento ágil y moderno.
En lo económico, el modelo neoliberal alcanzó su gran expresión durante su Gobierno, con el objetivo de generar un clima atractivo para los inversionistas y aumentar la tasa de crecimiento. Dentro de este esquema, con una economía estable y en franco desarrollo, el país experimentó una bonanza económica. Durante la gestión de Frei las privatizaciones de empresas estatales para obtener recursos adicionales destinados hacia los sectores más desposeídos se convirtió en una herramienta muy usada. Para desgracia de la economía chilena, la crisis financiera del sudeste asiático producida en 1997 incidió seriamente en varios indicadores: "En primer lugar, la promoción y diversificación de exportaciones emprendida una década atrás llevó a que Asia se transformara en el principal mercado para la exportación de productos chilenos. La fuerte contracción de las economías del sudeste asiático y la parálisis de la economía japonesa han conducido a una caída tanto de los volúmenes exportados como de los precios de importantes productos de exportación, como el cobre. En segundo lugar, la debacle de las monedas asiáticas ha acrecentado la presión de importaciones de bajo precio sobre la economía chilena"[49]. No obstante la administración Frei enfrentó la crisis con seriedad haciendo un ajuste duro pero sin disminuir un solo peso del gasto social, beneficiando a los más vulnerables. De hecho, cuando entregó su gobierno en el año 2000 Chile creció en su economía un 5,7%.
A nivel de política exterior, el gobierno del presidente Frei se dedicó a buscar nuevos socios comerciales. Esto se materializo con los países integrantes del Nafta o Tratado de Libre Comercio de América del Norte, donde firmó Tratados de Libre Comercio con Canadá (1996) y México (1998). A nivel regional, en 1996, Chile suscribió un Convenio en calidad de Miembro Asociado con el Mercado Común del Sur, Mercosur. Además, pasó a integrar el Foro de Cooperación Económica del Asia Pacífico, APEC e ingresó a la Organización Mundial de Comercio.
Las elecciones presidenciales para el periodo 2000-2006 se realizaron en dos vueltas: la Primera Vuelta tuvo lugar el 12 de diciembre de 1999 con seis candidatos. En estas elecciones, Ricardo Lagos Escobar y Joaquín Lavín alcanzaron las dos primeras mayorías con una leve ventaja de Lagos, que sería confirmada en el ballotage realizado en enero de 2000. Finalmente, el 16 de enero de 2000, Lagos obtuvo el 51,3% de los votos sobre el 48,7% de Lavín.
Dentro de sus políticas creó el "Plan Auge", una reforma para modificar el sistema de salud mediante garantías explicitas a la atención y el sistema de transporte público "Transantiago". Así como todos los gobiernos de la Concertación, Lagos siguió el modelo económico neoliberal: "Lagos está completamente cooptado por la ideología del progreso, esa que entiende el desarrollo en referencia a los países exitosos, que busca articular las distintas economías del mundo en el mercado global, a través de la globalización financiera en curso, la que dicho sea de paso ha sido modelada y estructurada a partir de la visión ideológica neoliberal. A lo largo de todos sus discursos intercala frases y preceptos que destilan dicha ideología"[50].
El gobierno de Lagos ostentó un gran apoyo popular, que llegó a su punto máximo en los primeros meses de 2005, donde según diversas encuestas de opinión, su gobierno alcanzaba niveles superiores al 70% de aprobación, un nivel histórico[51]Esto se debe a que a dos días de asumir el mando de la Nación, tras casi tres décadas de mantener las puertas de La Moneda cerradas, el Mandatario decide abrir el Palacio y compartir con la gente un patrimonio histórico que es de todos. El llamado era para que los chilenos también se sientan protagonistas. Así también, con su particular estilo, recién instalado en La Moneda, llama a todo su equipo de gobierno a trabajar fuera de las oficinas y a conocer de cerca las necesidades de la gente. No obstante, la gran adversidad por la que el mandatario chileno tuvo que atravesar fueron las denuncias de corrupción por presuntas irregularidades en la concesión de contratos públicos a familiares y amigos del propio presidente[52]como también que algunos ministros recibían sobresueldos como forma de complementar los salarios que recibían en virtud de sus cargos[53]
En el año 2005 se llevó a cabo una importante reforma Constitucional en la que, mediante la Ley Nacional N° 20.050 se implementó la eliminación de Senadores vitalicios; se modificó el sistema de reemplazos de parlamentarios y se modificó el Consejo de Seguridad Nacional, logrando que este organismo sea solo un organismo asesor del Presidente de la República y solo ser convocado por el.
En las elecciones del 11 de diciembre de 2005, Michelle Bachelet obtuvo la primera mayoría con un 45,95% de los votos frente al 25,41% de su más cercano rival para la presidencia, Sebastián Piñera, con quien compitió en una segunda vuelta el 15 de enero de 2006. En aquel día obtuvo un 53,5% del total de los votos contra un 46,5% de Sebastián Piñera.
Bachelet asumió como presidenta de Chile el 11 de marzo de 2006, siendo la primera mujer en la historia del país en ocupar el máximo cargo gubernamental y la cuarta de la Concertación de Partidos por la Democracia de un total de 20 años en el poder hasta 2010. Michelle Bachelet ya había tenido cargos de funcionaria dentro de la Coalición cuando Lagos la convocó durante su gestión para ser Ministra de Salud y luego Ministra de Defensa. Durante los primeros meses de su gestión, el gobierno de Bachelet se concentró en dar cumplimiento a las "36 medidas para los primeros 100 días"[54] que había prometido durante su campaña. Uno de los puntos importantes fue la conformación de una comisión especial para estudiar las modificaciones al sistema binominal. Esta comisión, compuesta por personas de diferentes partidos políticos (a excepción de la Alianza por Chile que prefirió automarginarse) fue liderada por Edgardo Boeninger. Sin embargo, su propuesta fue rechazada por sectores tanto de oposición como de la propia Concertación. Los intentos de reforma serían retomados cuando en abril de 2007, el ministro José Antonio Viera-Gallo anunciara una propuesta con cambios menores al sistema electoral, el cual se mantendría vigente pero se agregarían 20 diputados a la Cámara, los cuales corresponderían a los candidatos que estuvieron más cerca de ser electos diputados y dentro de los cuales se integrarían hasta 5 escaños a las coaliciones que hubieran alcanzado un umbral de 5% de los votos. La propuesta fue aceptada por gran parte de la Concertación y del Juntos Podemos Más, pero sería rechazada de inmediato por la UDI mientras RN condicionó su apoyo, lo que dejaría la propuesta sin posibilidad de alcanzar el quórum requerido para ser aprobada.
Su Gobierno tuvo un fuerte énfasis social, priorizándose un conjunto de reformas tendientes a la construcción de un Sistema de Protección Social. Su primera medida presidencial de importancia fue la gratuidad inmediata en el sistema de salud público a mayores de 60 años, que rápidamente entró en ejecución[55]Asimismo, se realizó una Reforma al Sistema de Pensiones que consideró un Sistema de Pensiones Solidarias y un aumento progresivo de la cobertura previsional de los sectores vulnerables, una cobertura total del sistema de pensiones del orden del 97% para los mayores de 65 años. Adicionalmente, se creó un Sistema Intersectorial de Protección Social (a través de la Ley Nº 20.379), estando compuesto por los Sistemas de Protección "Chile crece contigo" y "Chile solidario", que para 2009 incluía en el primero alrededor de 750 mil niños y niñas de hasta cuatro años y 200 mil mujeres embarazadas, y en el segundo cerca de 387 mil familias en condición de extrema vulnerabilidad a través del "Programa Puente"[56].
A pesar de sus altas cifras de popularidad al inicio de su mandato, éstas bajaron a mediados del mismo considerablemente tras una serie de protestas estudiantiles que comenzaron a producirse a inicios del mismo mes en algunos liceos de Santiago exigiendo reformas a la Educación chilena. El 30 de mayo del 2006, cerca de 800.000 estudiantes acudieron a un llamado a paro nacional convocado por las asambleas estudiantiles. Los paros reflejaron una serie de descoordinaciones entre el gabinete político y los ministerios sectoriales, y que derivó el 14 de julio de 2006, en los primeros cambios a su gabinete, removiendo a los ministros del Interior; de Economía, Fomento y Reconstrucción; y de Educación. Este movimiento generó que se gestara una nueva Ley General de Educación, la Ley N° 20.370[57]que representó el marco normativo para una nueva institucionalidad educacional, así como también, un conjunto de beneficios y aumentos presupuestarios complementarios. Así también el gobierno de Bachelet tuvo que enfrentarse con la crisis del Transantiago, en donde el sistema enfrentaba un déficit económico de magnitud que debió ser solventado por el Estado, y atravesar la crisis económica mundial del 2008. Respecto de esta última Chile salió airosa ya que "el sistema financiero estaba mejor regulado, las exportaciones más diversificadas y el endeudamiento estaba acotado. Además, el Banco Central poseía reservas por unos 25 mil millones de dólares y el Gobierno central acumulaba en las arcas fiscales casi 20 mil millones de dólares, producto de los ahorros generados por los sucesivos superávit fiscales de los últimos 5 años"[58]. Al finalizar su gobierno, alcanzaba un índice histórico que ningún otro Jefe de Estado en el país haya tenido al momento de dejar el cargo, teniendo un 84,1% de aprobación.
Conclusiones Parciales – Antecedentes históricos
En este capítulo sobre la historia de Chile se ha querido reflejar los hechos más importantes del país desde su independencia, para finalmente reflejar el devenir de su actual gobierno.
Luego de la gran esperada independencia, Chile se vio inmersa en un gran desafío: qué tipo de organización política tendría el Estado. Es aquí donde se gesta una coyuntura de lucha entre dos facciones: liberales y conservadores. El dominio, hasta pasada la mitad del Siglo XIX, de los conservadores se verá reflejado no solo a nivel político sino también en todo el tejido socioeconómico de Chile, en donde se favoreció la formación de monopolios terratenientes.
A partir de mitad del siglo XIX se empezó a producir cobre, material que será el gran protagonista de la historia económica chilena, al punto de pasar a ser una política de Estado hasta el día de hoy. La posterior industrialización del mismo trajo aparejados sustanciales cambios en la estructura social del país creando no solo el surgimiento de propietarios de minas del norte sino también clases medias y obreras nativas, los cuales trajeron consecuentemente el surgimiento de los sindicatos y nuevos partidos a la arena política.
Todo ello trajo aparejado una proliferación de partidos, generando para la década de 1960 cuatro agrupaciones importantes e ideológicamente distantes: 1) la derecha (que incluía liberales y conservadores); 2) los radicales centristas; 3) la izquierda marxista (que incluía comunistas y socialistas) y 4) los demócratas cristianos, que representaban el centro. Para que lleguen al poder los partidos debían unirse en coaliciones: el sistema político estaba y está hasta el día de hoy polarizado de tal forma que ningún partido político por si mismo puede llegar al poder. Siendo, también, importante destacar el rol del Congreso en Chile, dado que durante la gran mayoría de la historia los diferentes presidentes debían enfrentar a fuertes sectores de la oposición en el parlamento.
Chile siempre tuvo una fuerte dependencia de capitales extranjeros para su desarrollo, lo cual le trajo serios problemas en momentos de crisis mundiales, como ser la crisis de Wall Street en 1929 o la crisis asiática de 1997. En este sentido, es menester destacar la fuerte influencia que ejerció Estados Unidos durante toda la historia de Chile, siendo claros indicadores históricos: las fuertes inversiones en el sector minero, la intervención de Estados Unidos en las elecciones de 1964 para evitar que Allende ganara dichas elecciones, la administración de Nixon para desestabilizar el posterior gobierno de Allende y la influencia de Carter en los Organismos Internacionales para ir en contra de las violaciones de derechos humanos que cometía Pinochet, y el siempre importante papel que tuvo a la hora de favorecer o no el establecimiento de inversiones y capitales en territorio chileno para apoyar o desestabilizar a los mandatarios de turno según el signo político.
Sistema político y económico
De acuerdo a su Constitución, Chile es una república unitaria[59]democrática[60]y presidencialista[61]Su territorio esta administrativamente distribuido en 15 regiones. Luego del golpe de Estado de 1973, fue suspendida la Constitución de 1925, siendo reemplazada por la Constitución de 1980, texto que fue aprobado mediante el Plebiscito Nacional de 1980. Dicha Constitución entró en vigencia el 11 de marzo de 1981.
Luego de que Patricio Aylwin ganara las elecciones en 1990, la Constitución de 1980 fue reconocida como válida por todos los sectores políticos y sociales de Chile, con la excepción del Partido Comunista y otros grupos de izquierda extra-parlamentarios. No obstante, ha existido una presión constante tanto de los representantes de la Concertación como de la izquierda extra-parlamentaria para realizar numerosas modificaciones. Aunque, durante los primeros años de los gobiernos de la Concertación, fue prácticamente imposible algún tipo de reforma sustancial del cuerpo legal debido a la oposición de los sectores de la Alianza por Chile.
De esta forma, y si bien la Constitución de 1980 sigue vigente en Chile hasta la actualidad, ha sido reformada en varias oportunidades: 1989[62]1991[63]1994[64]1997[65]1999[66]2000[67]2001[68]2003[69]2005[70]2007[71]2008[72]2009[73]y 2010[74]Su reforma más importante fue durante el gobierno de Lagos en el año 2005, donde se llegó a un acuerdo entre el Gobierno y el Congreso[75]
Sistema Electoral
En cuanto al sistema electivo existe una diferenciación entre la forma en que se elige el Poder Ejecutivo y la forma de elección del Poder Legislativo. El Poder Ejecutivo, es decir, el presidente se elige por mayoría absoluta. Para ganar, el candidato necesita el 50% de los votos, de no obtenerlo se recurre a una segunda vuelta en donde se enfrentan los dos candidatos que mayor porcentaje de votos hayan logrado previamente. Según la reforma constitucional de la administración de Lagos, el presidente debe ocupar su cargo por un periodo de cuatro años. Por otra parte, el Poder Legislativo, según la Constitución de 1980, está en manos del Congreso Nacional que está compuesto de una Cámara de Diputados con 120 miembros, y un Senado, que cuenta con 38 miembros. Los senadores elegidos durarán 8 años en su cargo y los diputados 4 años. La elección se efectúa conjuntamente con la de presidente. A diferencia de las elecciones presidenciales, las elecciones parlamentarias se dan a través del sistema binominal.
El sistema electoral, entonces, para cargos legislativos vigente es el llamado binominal. El mismo se gestó durante la dictadura militar en el año 1980 donde, como ya mencionáramos, se crea la Comisión de estudios de la nueva Constitución Política (CENC), encargada de preparar la constitución Política de 1980. Antes de esta reforma estaba vigente la Constitución de 1925, donde cada Diputado y cada Senador era elegido por sufragio directo y elección mayoritaria, es decir que cada votante elegía directamente a su representante y el de mayoría de votos ganaba. También se conocía este sistema como el sistema proporcional de cifra repartidora que aseguraba la legítima representación de las minorías.
Pero el sistema binominal es un mecanismo donde se elaboran listas de candidatos que deben tener dos postulantes al cargo como máximo. La lista de Senadores y Diputados que representen al partido político o los pactos electorales pueden incluir hasta dos candidatos. En el caso de las candidaturas independientes solo puede ir un candidato. Con fines electorales, actualmente Chile está dividido en 60 distritos y 19 circunscripciones. En cada distrito son elegidos dos Diputados y en cada circunscripción son elegidos dos Senadores. Las circunscripciones corresponden, salvo algunas excepciones, a las regiones (algunas regiones están subdivididas en dos circunscripciones). La principal característica de este sistema es dar representación parlamentaria a las dos primeras mayorías (1+1 en cada distrito/circunscripción), siempre que la lista más votada no doble el porcentaje de votos alcanzado por la segunda lista mas votada, porque de ser así quedarían electos los dos candidatos de la lista que doblo en votos a la siguiente. Controversial es, dado que en la práctica, una lista que obtiene el 34% de los votos obtiene la misma representación parlamentaria de una que alcanza el 66% de votación. Por lo tanto, ambas obtienen el 50% de los escaños.
Hoy en día hay fuertes discusiones y muchas críticas en torno al sistema binominal impuesto por el régimen militar. Este malestar se debe a que dicho régimen electoral en el Congreso muestra carencias al momento de generar una representación real, ya que no permite a pequeños partidos y a los independientes ingresar al mismo, excluyendo de las decisiones legislativas a sectores políticos que no representen a las grandes coaliciones de partidos. Ello en razón de que, en el mejor de los casos, solo permite la elección de un candidato por cada una de las dos coaliciones políticas mas votadas, y en segundo y más polémico de los casos, es que si los dos candidatos de una misma lista logran doblar en votos a los dos candidatos de la siguiente dejan afuera a todos los demás. Esto es lo que se llama "elección por arrastre". Para ejemplificarlo mejor supongamos este caso: la lista uno (con el candidato A y B) obtienen el 60% de los votos, divididos en un 45% para el candidato A y un 15% para el candidato B; la lista dos (con los candidatos C y D) obtienen un 30% de los votos repartidos con un 25% para el candidato C y el restante 5% para el candidato D; y la lista tres (con los candidatos E y F) un total de 10% de los votos, teniendo cada uno de ellos un 5%. De darse este ejemplo, aunque el candidato C obtiene más votos que el candidato B, el candidato B es elegido junto al candidato A, puesto que la lista uno doblega a la lista dos en porcentajes de votos. De esta forma la lista dos no logra ser representada, a pesar de tener un candidato con la segunda mayoría de votos. En efecto, el sistema electoral chileno no persigue la representatividad de todos los sectores políticos y partidos del país, sino la estabilidad de la institucionalidad política y la distribución del poder entre las dos mayores fuerzas políticas.
El Poder Judicial queda conformado por la Corte Suprema (el Organismo Judicial más alto), integrada por 17 jueces, y por todos los tribunales de la República, ordinarios o especiales. Los jueces son independientes y nombrados de forma vitalicia por el presidente, quien los elige de una lista presentada por los jueces de la Corte Suprema.
Partidos Políticos
La primera escisión del bipolarismo entre liberales y conservadores fue la creación del partido radical en el siglo XIX surgido del clivaje clerical-anticlerical. A partir del siglo XX se generará el clivaje izquierda-derecha estructurando el electorado en tres partes: izquierda, centro o derecha.
"Después de las elecciones de 1989, el sistema de partidos varió solo parcialmente en relación a la etapa previa a 1973 y a la tradición política chilena. Por una parte, dejó de ser un sistema de pluralismo polarizado de alta fragmentación, como fue clasificado por Sartori. Con partidos anti-sistemas importantes, con oposiciones bilaterales e irresponsables, con un centro ocupado por un partido e impidiéndose así la competencia centrípeta, con la prevalencia de impulsos centrífugos, con una estructuración ideológica congénita y con una sobreoferta política. Por otra parte, sin embargo, el sistema de partidos permaneció como multipartidista, con un número parecido al de 1973"[76]. Los principales partidos que participan actualmente en la arena política son: Renovación Nacional (RN), Partido Demócrata Cristiano (DC), Unión Demócrata Independiente (UDI), Partido Socialista de Chile (PS), Partido Comunista de Chile (PCCh), Partido Radical Socialdemócrata (PRSD), Partido Humanista (PH), y Partido Regionalista de los Independientes (PRI).
Y al momento podemos hablar de tres agrupaciones partidarias fuertes que son:
Coalición por el cambio: es una coalición electoral presidencial y parlamentaria creada en 2009 para dar apoyo a Sebastián Piñera en su candidatura, se ubica a la derecha de la arena política y surge en reemplazo de lo que se conoció como Alianza por Chile. Está formado por los partidos políticos de la Alianza que durante el mandado de la Concertación fue la principal fuerza opositora y que logró en 2010 convertirse en oficialismo. Esta fuerza está integrada por Renovación Nacional, partido al cual pertenece el actual presidente, Unión Democrática Independiente, Chile Primero, y los movimientos Norte Grande y Humanista Cristiano.
Juntos Podemos Más: Coalición creada en 2003 e integrada por partidos sin representación parlamentaria dentro de los cuales se encuentra el Partido Humanista y el Partido Comunista.
Concertación de Partidos por la Democracia: Se mantuvieron en el poder desde la vuelta a la democracia hasta las elecciones de 2010. Tratándose de una coalición de partidos de centro-izquierda data sus orígenes en 1987 para enfrentar el plebiscito pinochetista. Está compuesta por el Partido Demócrata Cristiano, el Partido por la Democracia, el Partido Socialista de Chile y el Partido Radical Social Demócrata.
Actualmente Chile está inmerso en un multipartidismo donde la gran cantidad de partidos hace imposible la obtención de escaños necesarios para llegar al gobierno sin hacer coaliciones. "El sistema multipartidista de Chile no puede generar apoyo mayoritario salvo mediante la estructuración de coaliciones amplias. Estas se producen frecuentemente antes de las elecciones presidenciales y en el régimen presidencial no hay incentivo para mantener el respaldo de la coalición en el Congreso. Más aún, cuanto más fuerte es el poder del mandatario como actor constitucional separado, más se desincentiva la estructuración de dicho respaldo entre partidos y grupos celosos de su autonomía y de sus perspectivas electorales futuras"[77].
Así también, en términos de Giovanni Sartori se puede clasificar el sistema político chileno como sistema de partidos polarizados, dados sus polos de Derecha e Izquierda muy definidos compuestos de partidos con objetivos políticos fuertemente divergentes e incluso con claras diferencias acerca de la naturaleza misma del régimen[78]
Para concluir, podemos decir que si bien el sistema de partidos chileno ha sufrido modificaciones a lo largo de la historia lo significante es que "los partidos constituyeron la fuerza política determinante para forjar las instituciones democráticas de la nación, a la vez que fueron actores prominentes en períodos de inquietud e inestabilidad político"[79].
Datos Socioeconómicos, Principales Indicadores
Expondremos aquí un conjunto de indicadores que sirven de muestra para identificar la situación sociodemográfica y económica de Chile. Es importante destacar que comparando con datos de años anteriores, que no expusimos aquí para no extender en demasía este apartado, Chile presenta una tendencia de crecimiento sustentado a lo largo de los años.
En primer término, mostraremos un resumen de los indicadores más relevantes, los cuales fueron tomados de diferentes fuentes, pero siendo una de las principales la página oficial de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos[80]
Cuadro 1 – Indicadores de Chile
Tasa de natalidad 2011 | 14,33 nacimientos por cada 1.000 habitantes | |
Índice de mortalidad infantil 2011 | 7,34 muertos por mil nacidos vivos | |
Expectativa de vida 2011 | 78 años | |
PBI 2010 | 5,3% | |
Fuerza laboral 2010 | 7.918 millones | |
Tasa de desempleo 2010 | 8,10% | |
Población por debajo de la línea de pobreza 2009 | 11,50% | |
Tasa de inflación 2010 | 1,40% |
Actividad Económica – Producto Bruto Interno[81]
La actividad económica de Chile ha dado claras señales de recuperación, con una importante alza en la actividad durante 2010 y lo que va del 2011, dejando atrás, en parte, los efectos de la crisis Subprime que acarreó una disminución del PIB (se redujo en -1,7%) durante el 2009, y del terremoto ocurrido en febrero de 2010.
La mejora en la economía se da como resultado de las políticas monetarias y fiscales expansivas, y mejores condiciones económicas-financieras internacionales.
El PIB registró una expansión anual de 5,3% en el año 2010, con un aporte positivo en el indicador de la mayoría de las actividades. Este crecimiento, continúa dándose durante el 2011: en el trimestre enero-marzo de 2011 el PIB registró un crecimiento de 9,8%, respecto a igual trimestre del año anterior. Dicha alza, es la mayor observada para el PIB en la actual base 2003. La dinámica de la actividad interna, que se aceleró respecto a los trimestres pasados, se explica, en gran parte, por la baja base de comparación presentada en 2010, debido a la pérdida de la capacidad productiva en la zona centro sur del país, debido al terremoto y posterior tsunami ya mencionado.
El mercado laboral no estuvo ajeno a las señales positivas, mostrando una tendencia a la baja en la tasa de desocupación durante el 2010, con un valor promedio anual fue de 8,1%, y durante el primer trimestre de 2011 fue de 7,3%.
La demanda interna se expandió fuertemente, acumulando el 2010 un crecimiento de 16,4%, impulsado por la inversión y el consumo. La inversión, medida a través de la formación bruta del capital fijo aumentó 18,8%; en el alza incidió el crecimiento de maquinarias y equipos. El consumo creció 9,3%, explicado por el alza del consumo privado, principalmente, de bienes durables que aumentó 38,6%, destacándose la venta de vehículos automotores.
Por el lado de la inflación, ésta mostró alzas del 7,0% en los años 2007 y 2008, explicados por una fuerte componente externo, en relación a las alzas de los precios de los alimentos y el petróleo. Posteriormente, se revirtió dicha situación en el 2009, con una tasa de variación del -1,4%. Para el año 2010, el IPC se estabilizó dentro del rango meta del Banco Central de Chile con una variación de 3,0%.
Coeficiente de Gini
El coeficiente de Gini, creado por el estadista italiano Corrado Gini en 1912, es un método utilizado para medir la desigualdad de los ingresos. En dicha metodología introdujo el valor de 0 para expresar la igualdad total y el valor de 1 para la máxima desigualdad. Chile tiene un coeficiente de Gini de 0,55 estimado en el año 2009[82]
Cuadro 2 – Coeficiente de Gini
INGRESO | AÑO 2009 |
INDICE 20/20 | 15,6 |
INDICE 10/40 | 3,4 |
INDICE 10/10 | 46,2 |
COEFICIENTE DE GINI | 0,55 |
Los índices 10/10, 20/20 y 10/40 comparan las porciones de ingresos que concentra un extremo (superior) de la distribución de ingresos respecto del otro extremo (inferior). Así, el coeficiente 10/10 = 46,2, implica que el 10% de los hogares de mayores ingresos recibe 46,2 veces el ingreso del 10% de los hogares con menores ingresos. Del mismo modo, el coeficiente 20/20 = 15,6, implica que los hogares ubicados en el quintil de ingresos más rico percibe 15,6 veces el ingreso de los hogares ubicados en el quintil de ingresos más pobres. Y, el coeficiente 10/40 = 3,4, implica que los hogares ubicados en el 10% de mayores ingresos concentra 3,4 veces el ingreso de los hogares ubicados en el 40% inferior de la distribución.
Principales Sectores Productivos del País
Podemos relacionar los diversos sectores productivos con las diferentes regiones del territorio chileno. En primer lugar, en la región del norte se encuentra el sector productivo de minerales. En segundo lugar tenemos el valle central que permite desarrollar la agricultura y la silvicultura y por último, al sur del país encontramos el sector de energía, ganadería y pesca. Asimismo, encontramos que los sectores industrial y de servicios se desarrollan en todo el territorio chileno.
Minería: Chile es un país de grandes reservas de minerales. Dentro de la minería se destaca la producción de cobre, hierro, molibdeno, manganeso, plomo, zinc, oro y plata. De los minerales no-metálicos se destacan el salitre, azufre y las calizas. La minería ha sido desde siempre la principal actividad productiva del país siendo que el cobre es el principal recurso minero de la nación. Vale remarcar que Chile es el mayor productor mundial de este mineral.
Agricultura: La diversificación de cultivos es la característica principal de la agricultura chilena. Las tierras cultivables abarcan el 7% del área territorial, los pastos el 16% y los bosques el 21%, siendo el resto del territorio improductivo. El trigo es el cultivo más importante, le siguen el maíz, la cebada, la avena, el arroz y el centeno. Asimismo se cultivan la papa, porotos, lentejas, arvejas, garbanzos, remolacha azucarera, lino, tabaco, duraznos, naranjas, ciruelas y peras. Un cultivo que está en constante desarrollo y auge en su comercialización es la vid, ya que Chile es un importante productor de vinos finos. Conforme a datos realizados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en el año 2010 este sector representa un 5,1% del producto bruto interno (PBI) de Chile y conformaba un 13,2% de la fuerza de trabajo total del país (en el año 2005)[83].
Industria: Chile ofrece en el área industrial el nivel más desarrollado de América Latina del sector minero. Asimismo, la industria textil, siderúrgica, del papel y química son muy prósperas. Respecto de esta última cuenta con una notable producción de ácido sulfúrico, soda caústica y fertilizantes azoados. También ha alcanzado notable desarrollo la industria de los astilleros, la maderera, la harina de pescado, la elaboración de cerveza, tabaco, curtidos, calzados, así como la industria de productos alimenticios. La industria (que aquí también entra la minería) representa un 41,8% del PBI nacional en el año 2010 y la fuerza de trabajo que representa el sector es de un 23% respecto del total de Chile (en el año 2005)[84].
Servicios: El sector servicios representa el turismo, comercio, transportes, comunicaciones y finanzas, entre otros. Dicho sector es muy importante en Chile ya que no solo representa el 53,1% del PBI del país andino para el año 2010 sino también representa un 63.9% del total de la fuerza de trabajo chilena (para el año 2005)[85].
Ganadería y pesca: En la Patagonia chilena la riqueza ganadera es muy importante. Podemos encontrar cría de ganado vacuno, ovino, caprino, y porcinos. La pesca se ha desarrollado notablemente siendo el salmón, camarón, langostino, merluza, centolla, cholga, y chorito las especies más rentables.
Energía: Los recursos energéticos más importantes son el petróleo y el gas natural, que aportan el 60% de la energía bruta. La energía eléctrica, obtenida mayoritariamente a través de la transformación de la energía hidráulica, aporta un 24% de la producción. Las centrales hidráulicas generan aproximadamente el 70% del suministro eléctrico del país. Este tipo de energía es un recurso muy abundante, especialmente en la zona austral del país, por las abundantes lluvias, la formación de lagunas glaciares y la creación de embalses, estos últimos localizados sobre todo entre las regiones del Libertador General Bernardo O"Higgins, Maule y Biobío.
Deuda Pública y Externa
Respecto a la deuda pública, en 2010, Chile sufrió un incremento de 3% respecto del año anterior alcanzando un 9,2% del PBI nacional. Así también, la deuda externa del 2010 creció un 17,2% respecto del año anterior, llegando a ser de 84 mil millones de dólares[86]
Comercio Exterior
Exportaciones
En el año 2010 el valor de las exportaciones aumentaron un considerable 31,5% respecto del año anterior, obteniendo un ingreso de 71 mil millones de dólares. Los principales productos que se exportan son el cobre, frutas, productos de pesca, papel, químicos y vino. Sus principales socios importadores son: China (23,2%); Estados Unidos (11,3%); Japón (9,2%); Corea del Sur (5,8%) y Brasil (5,1%)[87].
En el primer trimestre del 2011, las exportaciones en dólares corrientes continuaron mostrando cifras positivas en el valor de los envíos, registrando un monto de más de 19.000 millones de dólares FOB, con una variación de 21,5%, respecto a igual trimestre del año anterior, influenciada por el despliegue de la demanda externa. Las exportaciones mineras representaron el 62,3% de los envíos, seguida de las industriales, con una participación de 28,3% del total de exportaciones. Las exportaciones mineras se expandieron 17,6% y los embarques de cobre aumentaron 15,2%.
Las exportaciones mineras presentan desde 1996 una tendencia creciente gracias a la puesta en operación de varias empresas mineras e inversiones en el mejoramiento de las tecnologías de obtención durante el período 1990-2000. De esta manera se observa que la tasa de crecimiento de las exportaciones mineras entre 1996 y 2010 fue de 13,3%. Los envíos mineros tuvieron su punto más alto de participación en 2007 con un 66,3% del total nacional, de las cuales el 87,2% correspondieron al cobre.
Importaciones
Para el año 2010 se registró un valor de 55 mil millones de dólares en importaciones, asignando una suba de 38,3% respecto del año 2009. Los principales productos que se importan son el gas natural; petróleo; químicos; equipos eléctricos y de telecomunicaciones; maquinaria industrial y vehículos. Y sus socios exportadores son: Estados Unidos (16,8%); China (11,8%); Argentina (10,9%); Brasil (6,7%) y Corea del Sur (5,1%)[88].
Distribución geográfica y etaria
En 1974, la Comisión Nacional de Reforma Administrativa (Conara) estructuró la división político-administrativa de Chile en 13 regiones. Pero en el año 2007 se agregaron 2 regiones más: la Región de los Ríos[89]y la Región de Arica-Parinacota[90]La adición de estas dos regiones no solo se debe al objetivo político de atenuar los efectos del fuerte centralismo chileno sino también por la necesidad de satisfacer los requerimientos de la población de cada una de estas nuevas regiones. Por ejemplo, la XIV Región de Los Ríos quería acrecentar las inversiones en desarrollo silvoagropecuario, forestal y acuícola, además de los servicios y el turismo. Y la XV Región de Arica y Parinacota deseaba potenciar el turismo, los servicios y la actividad minera.
Con respecto a la población, según el informe 2008 del Instituto Nacional de Estadísticas de Chile, el país cuenta con 16.763.470 habitantes, siendo que por cada cien hombres hay ciento dos mujeres. En cuanto a la localización urbana-rural de la población, se estima que 86,9% reside en áreas urbanas y 13,1% en áreas rurales.
En cuanto al índice de población regional, las regiones de Valparaíso, del Biobío y Metropolitana concentran el mayor número de habitantes del país: en ellas reside el 62,5% de la población (10.457.788 personas). Mientras que al extremo sur del país se ubican las regiones menos pobladas. Se estima que entre las regiones Aisén y de Magallanes y de la Antártica Chilena, reside sólo 1,6% de la población del país.
Respecto a la distribución etaria vislumbramos un dato interesante, pues Chile se encuentra en una etapa avanzada de transición hacia el envejecimiento demográfico de la población, ya que los adultos mayores (personas de 60 años o más de edad) paulatinamente han adquirido mayor importancia porcentual (12,4%); en tanto que los menores de 15 años, han disminuido su aporte porcentual al total de población (23,3%). Mientras que la franja entre 15 a 59 años abarca el 64,3%. Esto se debe, principalmente, al descenso experimentado por la fecundidad, así como a la disminución de la mortalidad general.
Todos estos son datos, como dijimos anteriormente, suministrados por el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile en su informe del año 2008[91]Y comparados con el último censo realizado en el país la tasa de crecimiento poblacional fue de 10,89% Según un informe de PNUD del año 2009[92]la población total ascendería a 17.134.700. Ahora bien, esta información no contiene datos completos, es decir por regiones, por lo que solo lo informare como un dato más recolectado. En el siguiente cuadro resumimos los valores poblaciones indicados en el informe 2008 mencionado.
Cuadro 3: Informe de Instituto Nacional de Estadísticas de Chile, año 2008
REGIÓN | HABITANTES | |||||||||||||
I | DE TARAPACÁ | 300.301 | ||||||||||||
II | DE ANTOFAGASTA | 561.604 | ||||||||||||
III | DE ATACAMA | 276.480 | ||||||||||||
IV | DE COQUIMBO | 698.018 | ||||||||||||
V | DE VALPARAÍSO | 1.720.588 | ||||||||||||
VI | DEL LIBERTADOR GENERAL BDO. O´HIGGINS | 866.249 | ||||||||||||
VII | DEL MAULE | 991.542 | ||||||||||||
VIII | EL BÍOBÍO | 2.009.549 | ||||||||||||
XIX | DE LA ARAUCANÍA | 953.835 | ||||||||||||
X | DE LOS LAGOS | 815.395 | ||||||||||||
XI | AYSÉN DEL GENERAL CARLOS IBÁÑEZ DEL CAMPO | 102.632 | ||||||||||||
XII | DE MAGALLANES Y LA ANTÁRTICA CHILENA | 157.574 | ||||||||||||
XIII | REGIÓN METROPOLITANA DE SANTIAGO | 6.745.651 | ||||||||||||
XIV | DE LOS RIOS | 376.704 | ||||||||||||
XV | ARICA Y PARINACOTA | 187.348 | ||||||||||||
TOTAL POBLACIÓN | 16.763.470[93] |
Desarrollo Humano
El Índice de Desarrollo Humano (IDH), que depende del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), es un indicador estadístico que está compuesto por tres variables principales. La primera hace referencia a la esperanza de vida al nacer (salud), la segunda al nivel de educación, y la tercera al nivel de vida (ingresos) medido a través del Producto Bruto Interno (PBI) per cápita. Entre 1980 y 2010 el IDH de Chile creció en un 0,9% anual, pasando desde el 0,607 hasta 0,783 en la actualidad, lo que coloca al país en la posición 45 de los 169 países para los que se disponen datos comparables. El IDH de América Latina y el Caribe como región ha pasado del 0,578 de 1980 al 0,706 en la actualidad, por lo que Chile se sitúa por encima de la media regional
Los resultados durante el año 2010 respecto de esperanza de vida de aproximadamente 78 años, un nivel de alfabetización de 96,9% y un PBI per cápita de 14.800 dólares estadounidenses[94]"La mirada retrospectiva favorece a Chile. En 1980 tenía la séptima ubicación en la región, con un PIB per cápita de US$2.824, siendo superado por Venezuela, México, Argentina, Brasil, entre otros. Desde esa fecha, el PIB por persona de los chilenos ha crecido 560%"[95].
Conclusiones parciales – Sistema Político y Económico
Esta sección del trabajo ha intentado dar cuenta de los datos estructurales más relevantes de Chile tanto en términos económicos como políticos. Del mismo modo, intentaremos llegar a determinadas conclusiones.
El actual sistema político chileno se rige a través de la constitución de 1980 gestada bajo el régimen autoritario de Pinochet que, si bien ha sido enmendada en varias oportunidades desde la vuelta a la democracia, aún siguen existiendo disposiciones que deben ser sometidas a serias reformas. Tal es el caso del sistema electoral binominal que muestra profundas carencias al momento de generar una representación real, ya que no permite a pequeños partidos y a los independientes ingresar al sistema político. Asimismo, desde el comienzo de la democracia hasta la actualidad este sistema benefició a sectores de la derecha quienes siempre abogaron a favor de este sistema electoral. Vemos así como el sistema electoral influye sustancialmente en el sistema de partidos chileno, el cual está inmerso en un multipartidismo polarizado, donde la gran cantidad de partidos hace imposible la obtención de escaños necesarios para llegar al gobierno sin hacer coaliciones. Es que el sistema electoral chileno no persigue la representatividad de todos los sectores políticos del país, sino la estabilidad de la institucionalidad política y la distribución del poder entre las dos mayores fuerzas políticas, excluyendo de la competencia a sectores políticos que no representan a las grandes coaliciones de partidos.
No obstante, todos los partidos políticos de Chile constituyeron la fuerza política determinante para forjar las instituciones democráticas de la nación y fueron actores prominentes en períodos tanto de inestabilidad, proscripciones como estabilidad política.
El año 2009 sin dudas no fue el mejor para la economía chilena ya que debido al terremoto ocurrido en concepción y a los rezagos que dejo la crisis mundial 2008-2009 se generó un brusco descenso en el margen de maniobra resultante de los elementos estructurales, la coyuntura y por supuesto de las percepciones del gobierno chileno[96]Contrariamente, la economía chilena creció, logrando aumentar su producto bruto interno (PBI) de un -1.7% del año 2009 a un 5.3% en el año 2010. Del mismo modo en 2010 alcanzó un PBI per cápita de 14.800 dólares por lo que también trajo aparejado un aumento del índice de desarrollo humano (IDH) alcanzado en 0.783, lo que supera la media regional del total de América Latina que es 0.706, según PNUD.
Pero a pesar de este desarrollo en indicadores claves, existe también otra realidad que es la pésima distribución de riqueza que tiene Chile. Según el índice de Gini el 10% de los hogares de mayores ingresos recibe 46,2 veces el ingreso del 10% de los hogares con menores ingreso, lo cual no solo demuestra que Chile es una de las economías con mayor desigualdad en el mundo (en América Latina es la segunda después de Brasil) sino también que su distribución de ingreso es muy poco estable a largo plazo.
Otra falencia de la economía de Chile es su necesidad de importar comida y combustibles (sobre todo gas) lo que deja al descubierto no sólo la carencia de recursos naturales con que el país cuenta sino su déficit en la balanza de pagos.
Política exterior de la última década por administración
Esta sección del trabajo intentará ahondar en las relaciones exteriores de Chile en el período comprendido entre 2000 y marzo de 2010 con el objetivo final de delinear las tendencias de la política exterior del país andino durante la última década, dejando para el punto 6 el desarrollo sobre política exterior de Chile durante la actual presidencia de Piñera.
Administración de Ricardo Lagos Escobar 2000-2006
"El eje principal de la política exterior de Lagos era "Crecer con igualdad" a través de la cual buscaba una globalización con rostro humano, la cual suscitara el apoyo amplio de la ciudadanía con el propósito de lograr un sistema internacional de comercio más equitativo y transparente"[97].
Los objetivos planteados para su Política Exterior al principio de su mandato eran: 1) responder a criterios permanentes como elementos fundamentales de la continuidad histórica, en ciertos principios como el apego al Derecho Internacional, la intangibilidad de los tratados, entre otros; 2) procurar la paz y la seguridad regional; 3) promover, consolidar y defender la democracia y derechos humanos; 4) promover una inserción económica externa balanceada; 5) considerar prioritariamente la identidad latinoamericana, lo que no significaba que su política exterior deba estar amarrada a un compromiso regional incondicional sino reconocer los múltiples elementos en común que reúnen a Chile con otros países de la región; 6) priorizar sus relaciones con los países vecinos; y 7) prestar especial atención a los países que sin ser de la región latinoamericana comparten con Chile intereses concretos económicos o políticos, sin por ello descuidar las relaciones con las potencias claves del sistema internacional[98]
El eje de la política exterior de Lagos se basó en un multilateralismo global tratando de aumentar su capacidad de influencia tanto a nivel global como regional. Así lo demostró Lagos en un discurso expresando: "nadie es tan pequeño como para ser irrelevante, ni nadie es tan poderoso como para prescindir del resto"[99].
En materia económica y comercial, intentó lograr un el regionalismo abierto llevando a cabo tratados de libre comercio con diversos países. "En materia económica la opinión pública internacional se presentaba como favorable. La adhesión del país a las políticas económicas del consenso de Washington le otorgaba una imagen privilegiada dentro de Organismos Financieros Internacionales tales como el FMI"[100]. El mandatario dejó en evidencia su pragmatismo en política comercial al abrir su campo de acción sobre América, Asia Pacífico y Europa.
Nivel Global
Asia Pacífico
Con respecto a la relación con Asia Pacífico destacamos, por un lado, la firma de TLC"s con Corea del Sur en 2003 y con la República Popular China en 2005, y, por otro lado, a que se materializaron múltiples encuentros de consultas políticas con diversos países del sudeste asiático, configurándose una nueva agenda temática en donde es de destacar el abordaje conjunto de temas como el combate a la corrupción, medio ambiente y cambio climático, la promoción de la democracia, el fortalecimiento de las buenas prácticas de gobierno y el respeto y promoción de los derechos humanos.
Asimismo, durante la administración de Lagos, Chile tuvo la oportunidad de ser anfitrión de la Cumbre 2004 del Foro de Cooperación Asia Pacífico (más conocido como APEC) en el cual se sumaron los líderes de veintiuna economías miembros de la organización. Este hecho no solamente le entregó una privilegiada imagen al país sino que también mostró al mundo el compromiso que Chile tiene con Asia Pacífico.
Unión Europea
En lo referente a la Unión Europea (UE) logró la firma de un TLC con dicho conglomerado político en el año 2002. Y aprovechando la existencia de lazos consolidados con los países europeos también llevo a cabo, a nivel bilateral, acciones conjuntas en diversas áreas destacándose, por ejemplo, la participación chilena en temas como el Diálogo de Civilizaciones con España, la Iniciativa de lucha contra el hambre y la pobreza con Francia, España y Alemania y la postura común junto a Francia y Alemania respecto de la situación en Irak.
Nivel Hemisférico
Estados Unidos
Una de las cuestiones de mayor importancia dentro de la agenda internacional fue concretar tratados comerciales con los Estados Unidos, por lo cual Chile mostró su apoyo a muchas de las políticas propuestas por este país. Es así que durante la cumbre de Mar del Plata en 2005, al igual que Colombia y México, Lagos mostró su apoyo a la propuesta del ALCA, aunque la misma terminó siendo rechazada por falta de adeptos. Además, apoyó la declaración unilateral estadounidense para intervenir en Haití en 2004, y luego de los ataques terroristas de 2001 Chile fue uno de los grandes aliados al momento de efectuar votaciones dentro del Consejo de Seguridad. Sin embargo, Chile tuvo un momento difícil para su diplomacia: se encontró con la disyuntiva política al momento de tener que decidir si apoyaba o rechazaba al proyecto de resolución presentado en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por los Estados Unidos, Gran Bretaña y España para lanzar una acción militar conjunta contra Irak. Para ese momento, Chile estaba negociando el TLC con los Estados Unidos. No obstante, Chile optó por el rechazo ante la resolución propuesta, lo cual si bien le trajo una demora en el término de la negociación del TLC, el país fue reconocido por mantener la coherencia en su política internacional cuyos objetivos principales son procurar la paz y la seguridad y promover la democracia y los Derechos Humanos. "Finalmente la búsqueda de contentar ambas posturas generó percepciones negativas tanto en quienes apoyaban la moción como en quienes se oponían a ella, pero esto no impidió que en 2003[101]se produjese la firma del TLC que Chile tanto anhelaba"[102].
Nivel Regional
Perú
En el ámbito público, Perú estaba molesto ante el anuncio de la compra de aviones F-16 por parte de Chile a Estados Unidos. Asimismo, la definición del límite marítimo era un punto que podía convertirse en fuente de conflicto en cualquier momento.
Bolivia
Lagos tuvo que enfrentar presiones cada vez mayores por parte de Bolivia en su búsqueda de negociar una salida al mar. Este planteo constante, donde también se involucraba a Perú, tuvo un alto grado de exposición mediática que logró flexibilizar la posición de Lagos dejando abierta a futuro la posibilidad de un mayor acercamiento entre países. "A pesar de las molestias vecinales, Chile durante el gobierno de Lagos mostró claramente su vocación latinoamericanista, entregando la prioridad a su participación en los encuentros regionales"[103].
Argentina
Respecto del país trasandino, se originaron problemas en torno a las relaciones comerciales que existían entre ambos en relación al gas. Esto tuvo su punto de partida cuando Argentina canceló unilateralmente la venta de gas natural a Chile, dejando al país trasandino sin el combustible que producía cerca del 40% de la electricidad chilena. Un dato importante, y que no hace más que resaltar la difícil relación bilateral entre Bolivia y Chile, fue que, precisamente, Bolivia le vendió gas a la Argentina con la condición de que este país no le revenda a Chile. En 2004, al iniciarse los cortes de gas, la situación energética en Chile se agravó. El gobierno de Ricardo Lagos aprobó la licitación de plantas para procesar gas licuado, con el fin de terminar con la dependencia energética que lo ligaba a la Argentina[104]
Organismos Internacionales
Naciones Unidas
Chile fue elegido miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU durante los años 2003-2004. Así también, el gobierno de Ricardo Lagos fue bien reconocido en la materia de seguridad participando en varias operaciones de paz, auspiciadas por la ONU, entre las cuales, mencionamos Timor Oriental (2000), Chipre (2003), y Haití. Dichas participaciones culminaron en el establecimiento del Centro Conjunto de Operaciones de Paz, un organismo doméstico cuyo desempeño tiene el fin de mantener permanentemente la coordinación interna, favorecer la relación ministerial y del resto de los actores involucrados.
Organización Mundial del Comercio
Con la misma prioridad estratégica por el multilateralismo, Chile exhibió en la administración Lagos una activa participación en el establecimiento de reglas comerciales universales en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y en la definición de regímenes comerciales más abiertos en los planos regional, subregional y bilateral. Todo ello, entendido como pasos previos y fundamentales para el funcionamiento estable y sin sobresaltos de su economía, una de las más abiertas a los ciclos del comercio internacional.
Organización de los Estados Americanos
Durante la administración de Lagos existió un efectivo compromiso hemisférico, que se viera reflejado a través del Organismo Internacional de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y su participación en la IV Cumbre de las Américas, realizada en el año 2005 en Mar del Plata, Argentina. Chile trabajo con el Organismo en materias como la agenda de gobernabilidad democrática, el desarrollo económico y la inclusión social. Así también, Chile apoyó decisiones para fortalecer la capacidad de la OEA de generar iniciativas e instrumentos preventivos para superar crisis en Estados miembros y otras como el combate a la corrupción, seguridad ciudadana, derechos humanos y gobernabilidad democrática. Un claro indicador del éxito de Chile dentro del organismo es que en el año 2005 se eligió a José Miguel Insulza como Secretario General de la OEA.
Comunidad Andina de Naciones
Respecto a la Comunidad Andina (CAN), Chile en el 2004 participó como observador en la XV reunión del consejo presidencial andino, pero aun no es miembro asociado.
Mercosur
Sobre el Mercosur durante la gestión de Lagos existieron negociaciones para cambiar el status de país asociado a miembro pleno del Mercosur pero no pudo concretarse nada por temas arancelarios que resultaban (y resultan) un obstáculo más que importante para Chile, que prefirió mantener su autonomía comercial con respecto a este bloque.
Administración de Michelle Bachelet 2006-2010
Durante el gobierno de la primera presidenta mujer de Chile, la política exterior de Chile presentó variaciones en dos factores: por un lado, a diferencia de Ricardo Lagos, le dio más preeminencia a lo político que a lo económico, y, por otro lado, se dio un énfasis más profundo a los vínculos (sobre todo en temas energéticos) con la región que a nivel global. Así lo expresó la administración de Bachelet a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores: "Nuestra prioridad en materia de política exterior está constituida por el fortalecimiento de la relación con los países vecinos y con la región, pues es a partir de esta zona que queremos proyectar nuestra identidad y enfrentar en conjunto los temas de la agenda internacional. América Latina continuará siendo el área prioritaria de atención política, a partir de la cual se profundizarán cada vez más los lazos en otros ámbitos, tales como los económicos, comerciales, sociales y culturales"[105].
Nivel Global
Asia Pacífico
Uno de mayores avances en el año 2006 fue la entrada en vigencia del TLC con China, firmado en el 2005 durante la anterior administración. China se ha convertido en un aliado económico primordial que permitió a Chile superar rápidamente la recesión por la crisis económica de 2009, dado que el 92% de las exportaciones chilenas que llegan al país asiático lo hacen libre de aranceles[106]
Asimismo, en el año 2008 la Presidenta sostuvo un encuentro bilateral con su homólogo chino, Hu Jintao, en donde destacaron el fuerte incremento que han experimentado ambos países en su relación comercial desde la firma del Tratado de Libre Comercio. Este TLC permitió elevar el intercambio comercial a más de 14 mil millones de dólares en el 2009. Así también, en ese encuentro, firmaron un acuerdo para el comercio de Servicios, el primero que firma China con un país de América Latina, que otorga el marco jurídico a la venta de consultorías en ingeniería, arquitectura, turismo y otros rubros como servicios legales, análisis de mercado, distribución, trámites comerciales o diseño[107]
Con Singapur en noviembre del 2008 se firmó un "Memorándum de Entendimiento sobre Cooperación e Intercambio Educacional", el que fue suscrito por la ministra de Educación de Chile, Mónica Jiménez, y por el ministro de Relaciones Exteriores de Singapur George Yeo, en representación del Ministerio de Educación de su país.
Durante la administración de Bachelet entró en vigor el tratado de eliminación de aranceles con Brunei, Nueva Zelanda y Singapur. El acuerdo se dio tras dos años de negociaciones durante el gobierno de Lagos[108]
Chile llevó a cabo vínculos bilaterales con India en el 2007 mediante un "Acuerdo de Alcance Parcial" (AAP) bajo términos económico-comerciales, siguiendo la línea de política exterior que el país andino practica insondablemente con los grandes mercados asiáticos. El acuerdo implicó que un 98% de las exportaciones chilenas a India gocen de preferencias arancelarias, mientras que un 71% de las exportaciones indias a Chile tendrán las mismas ventajas. Chile rebajó arancelariamente 296 productos a India, mientras que India concedió 178 productos a Chile. Este mercado es importante para Chile ya que durante el año 2006 las exportaciones de Chile a la India sumaron US$ 1.604,9 millones, cifra que representó un incremento del 223,9% en relación al año anterior[109]
En noviembre del 2009 Bachelet presenció la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) desarrollado en Singapur, bajo el lema "Crecimiento Sostenido, Conectando la Región". Aquí, la mandataria instó a mantener en marcha los programas de estímulo para evitar una nueva crisis económica y un incremento del desempleo que podrían llevar a un colapso social[110]Y dentro del marco de APEC, la Presidenta Michelle Bachelet y el Mandatario chino Hu Jintao establecieron una reunión bilateral donde se firmó un acuerdo de cooperación aduanera que implica intercambiar información e implementar medidas de asistencia técnica mutua, entre ambas administraciones aduaneras[111]
Así también, en noviembre del 2009 los países miembros del llamado Acuerdo P4 -Brunei, Nueva Zelandia, Singapur y Chile- se reunieron con el Mandatario estadounidense y acordaron comenzar a negociar un territorio de libre comercio común en el área[112]
Durante la administración Bachelet se dió suma importancia a las negociaciones y tratados con los países del Asia Pacífico, incluso reforzando acuerdos con naciones como Vietnam, China y Corea del Sur. Así también, en este camino Chile se ha colocado en una posición de liderazgo al servir de puente para que naciones latinoamericanas se incorporen a los acercamientos y acuerdos con los asiáticos.
Europa
Con Europa, Bachelet reforzó los vínculos que ya se habían profundizado durante los anteriores gobiernos de la Concertación. Esto se materializó cuando en 2006 la Presidenta, reciente en su cargo, se presentó a la IV Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina, el Caribe y la Unión Europea, instancia que integran 58 países que buscan desarrollar una asociación estratégica bi-regional, en temas políticos, económicos y culturales.
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