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Pensamiento fundacional cubano: forja de utopías y realidades (página 5)


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Preside la Sección de Literatura del Ateneo de la Habana y colaborador habitual en las publicaciones "El Fígaro", "El Mundo", "Diario de la Marina", "Revista Bimestre Cubana", "Revista Cubana", "Cuba Contemporánea", "Universidad de La Habana" y "Revista Lyceum". Promotor en la publicación de la Revista de Educación. Entre su amplia labor como compilador y prologuista pueden mencionarse su antología "Las cien mejores poesías cubanas" (Madrid, Editorial Reus, 1922), la selección y prólogo de la colección de prosas de José María Heredia titulada "Revisiones literarias" (La Habana, Publicaciones del Ministerio de Educación. Dirección de cultura, 1947), y la de poemas de José Joaquín Palma, "Poesías" (La Habana, Ministerio de Educación. Dirección de cultura, 1951). Tuvo bajo su cuidado y prologó la edición de las obras de Manuel de la Cruz (Madrid, Saturnino Calleja, 1924-1926,). Se destaca como conferencista. Fallece en La Habana Cuba, el 8 de noviembre de 1969.

XXX. – Ramiro Guerra (1889-1970):

"La Guerra hispanoamericana dio a los Estados Unidos, a Puerto Rico y Guantánamo, que, junto con la Enmienda Platt, les aseguraron el dominio virtual del Caribe"

Historiador, economista y pedagogo cubano. Nace el 31 de enero de 1880, en Batabanó, provincia de la Habana, Cuba. Historiador, economista y pedagogo, inicia sus estudios de bachillerato, en 1893 en el colegio de la Luz de Batabanó. Colabora con la causa independentista y, una vez terminada la guerra en 1898, termina sus estudios de bachiller, interrumpidos por la misma, graduándose en 1900.

Se incorpora al curso especial para maestros cubanos patrocinado por la universidad de Harvard, en Estados Unidos. En 1911 es elegido presidente regional para Cuba del buró internacional de documentación educativa. Obtiene el doctorado en pedagogía en la Universidad de La Habana en 1912. En 1915 es designado director de la Escuela Normal de La Habana. Designado posteriormente superintendente escolar provincial de Pinar del Río y en 1926 Superintendente general de las escuelas de la república.

Entre los años de 1927 y 1930 ejerce como profesor de geografía de Cuba. Funda, y dirige durante once años, la revista "Cuba Pedagógica" en colaboración con Arturo Montori. Autor de libros de lectura para primero, cuarto y quinto grados de la enseñanza primaria. Ocupa la presidencia de la sección de educación en el "V Congreso Panamericano del niño", en 1927; director del periódico "Heraldo de Cuba", entre 1930 y 1932, y secretario de la presidencia de la república, en 1932, durante la dictadura de Gerardo Machado, sin que ello menoscabase su integridad y su amor por Cuba y su historia.

En 1933, después de la caída de Machado, se traslada a Nueva York y después a Gainesville, Florida, donde culmina su obra: "La expansión territorial de los Estados Unidos a expensas de España y de los países hispanoamericanos". Regresa a Cuba y en 1939 se desempeña como asesor técnico de la delegación cubana a la "Primera reunión de consulta de cancilleres de las repúblicas americanas", efectuada en Panamá. Representa a Cuba en importantes eventos internacionales.

Entre 1943 y 1946 es director del periódico Diario de la Marina. Ingresa en la Academia de Historia en 1949. Entre 1955 y 1960, supervisa la publicación de la "Biblioteca Escolar Lex", colección dedicada a libros de textos primarios. Entre sus principales obras figuran: "Azúcar y Población en las Antillas" (1927); "Expansión territorial de los Estados Unidos" (1933); "Manual de Historia de Cuba" (en dos tomos. 1938); "Guerra de los diez años" (en dos tomos. 1950-1952) y como coautor en "Historia de la Nación Cubana" (10 tomos) (1952). Fallece el 29 de octubre de 1970, en Ciudad de La Habana.

Se reconoce el mérito del Dr. Ramiro Guerra y Sánchez, en su aproximación a una conceptualización de ideario educativo en fecha tan temprana como 1923, al considerar como tal al…"…concepto de educación que en diversas épocas han tenido los cubanos, a su modo de apreciar los problemas educativos, a los medios ideados para resolverlos, al ideal de educación que en cada época han concebido o han intentado realizar" (103).

Su propia obra y actividad científica y ciudadana permiten reconocer los aportes del destacado historiador, docente e investigador a la consolidación de ese ideario educativo cubano, enriqueciendo el legado ético- político y pedagógico del siglo XIX. Su patriotismo le permitió expresar en sus obras su amor por Cuba y el rechazo a todo intento por cercenar de alguna forma su soberanía, conquistada con tanto sacrificio. En su escrito "Un cuarto de siglo de vida republicana" Ramiro Guerra valora la crisis educacional aún imperante en el país, donde existen proporcional a la población, menos escuelas primarias que dos décadas atrás (104).

Es en su obra "La expansión territorial de los Estados Unidos" (1933) donde se expresa la aguda visión política del autor, al brindar una reveladora panorámica del triste papel desempeñado históricamente por Estados Unidos, en particular en sus relaciones con Cuba y en general con América Latina, en su afán hegemónico carente de toda etica.

En la Introducción a la misma, éste expresa como…"…Cuba es el país de las contradicciones trágicas. A fines del siglo XVIII, uno de sus hijos más ilustres, Francisco de Arango y Parreño, no pudo promover el rápido desarrollo de su patria, sino obteniendo de España, con ocasión de quedar destruida la rica colonia francesa de Haití por los negros sublevados, junto con algunas franquicias arancelarias de menor importancia, la concesión del comercio libre de esclavos africanos. La Perla de las Antillas se cubrió en pocos años de ingenios de azúcar y de cafetales, aumentó su población y acrecentó su riqueza grandemente, pero sólo a cambio de convertirse en una con minoría de habitantes blancos. Visitada pocos años después por Alejandro de Humboldt, mereció de éste el nombre de . El enorme crecimiento de la esclavitud lo inficionó todo. Los problemas políticos y sociales se complicaron gravemente. Las costumbres públicas se relajaron. El trabajo se envileció, tanto en las artes manuales y las industrias como en la agricultura, al extremo de considerarse deshonroso para el hombre blanco. La crueldad y el miedo engendrados por el perpetuo temor a la sublevación de los esclavos, fueron los sentimientos dominantes en la sociedad. La corrupción de la Administración Pública y del Foro, alcanzaron niveles nunca visto".

Y agrega posteriormente como…"…Arango y Parreño vivió lo suficiente para comprender el error de haber ayudado a fomentar el tráfico de esclavos en grande escala. En los últimos años de su vida apreció el peligro representado por el crecido número de esclavos en la Isla, se arrepintió de su obra y se convirtió en enemigo de la trata…Conocidos los términos del dilema, la supresión del comercio de esclavos fue una aspiración de los cubanos liberales de la época; pero la numerosa e influyente clase de los hacendados, los negreros, en cuyas manos estaba el pingüe negocio, y las autoridades coloniales, empezando por el Capitán General, que se enriquecían tolerándolo a espaldas de la ley y de los Tratados, tenían vivo interés en mantenerlo…De este Nuevo dilema, principalmente, surgió el movimiento anexionista. Si existían peligros para la independencia, al menos la libertad, la seguridad interior y la paz, podrían alcanzarse con la anexión a los Estados Unidos. Esta solución poseía una doble ventaja: satisfacía a los hacendados- que empezaban a tener la abolición de la esclavitud, bajo la presión de Inglaterra– y a los esclavistas de los Estados del Sur de la Union norteamericana. Sin embargo planteó otra contradicción de trascendencia. La anexión a la larga, acarrearía la destrucción de la incipiente nacionalidad cubana" (105).

Después de valorar la desaparición de las tendencias anexionistas, a partir de la derrota de los estados esclavistas en la Guerra de Secesión norteamericana y el fortalecimiento del movimiento independentista con la Guerra de los Diez Años (1868-1878), fracasada tras la firma del humillante Pacto del Zanjón, repudiado por Antonio Maceo en Baraguá, reflexiona sobre la obra martiana, como inspiración para la nueva contienda independentista en 1895. Al respecto reflexiona como…"…la guerra cubana de 1895 produjo, por una de las constantes paradojas de la historia de Cuba, resultados diametralmente opuestos a los imaginados por Martí. Las Repúblicas hispanoamericanas se abstuvieron de mezclarse en la lucha. Los Estados Unidos intervinieron, expulsaron a España de sus Últimas posesiones y echaron en firme los cimientos de la dominación norteamericana en el Caribe, paso previo para apoderarse de Panamá y abrir el canal interoceánico. La Guerra hispanoamericana dio a los Estados Unidos a Puerto Rico y Guantánamo, que, junto con la Enmienda Platt, les aseguraron el dominio virtual del Caribe" (106).

En la obra se pone al descubierto de forma bien documentada, como la expansión de los Estados Unidos, a partir de las 13 colonias atlánticas originales, se logra a partir del despojo, genocidio y violación sistemática de las leyes internacionales. Respecto a Cuba revela documentalmente la obsesión de nuestros vecinos por apoderarse de Cuba por cualquier medio, legal o ilegal, venta o intervención, compra o despojo, inspirados en una política amoral.

XXXI.- Lázaro Peña (1911-1974):

"Como dirigente obrero y por su condición de pobre, negro y comunista, dedica su actividad revolucionaria a mantener la unidad de los trabajadores, frente a los continuos intentos de dirigentes corruptos".

Líder sindical de gran prestigio popular e incansable luchador por los intereses de la clase obrera. Fundador de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en 1939. La defensa del obrero es el objetivo de su vida. Nace en Los Sitios, barrio humilde, de la ciudad de La Habana, el 29 de mayo de 1911. "Pobre y negro, es decir, en la base doliente de una pirámide de opresiones", como solía decir acertadamente el intelectual Juan Marinello.

Huérfano de padre, hijo de una despalilladora, se ve obligado a renunciar a la escuela para ganarse el sustento familiar trabajando en una tabaquería. Por su inteligencia y su talento innato para presidir asambleas y dirigir debates, sus compañeros le eligieron para diversos cargos sindicales. Desde sus comienzos como trabajador se integra a las protestas obreras contra los bajos salarios y el maltrato.

A finales de 1929 se incorpora a las filas del entonces clandestino Partido Comunista, participando activamente en la organización de los trabajadores para luchar contra la dictadura de Gerardo Machado. Sus acciones se inician pintando lemas antiimperialistas y antimachadistas, distribuyendo manifiestos y proclamas. La intensa labor revolucionaria desarrollada por éste, lo lleva a ser elegido secretario general del Comité Seccional de Luyanó.

Por otra parte participa en la "Segunda Conferencia Nacional Azucarera" y recorre las regiones cañeras del país organizando a los trabajadores y estableciendo vínculos estrechos con la población. Al celebrarse en 1934 el II Congreso del Partido Comunista, es elegido miembro del Comité Central. Su batallar es infatigable en las defensa del proletariado por la reivindicación económica y social; tanto es así, que en 1934 es promovido al cargo de secretario general del Sindicato de Tabaqueros y designado en 1935 como miembro del comité ejecutivo de la Confederación Nacional Obrera de Cuba.

Se convierte en infatigable promotor de la unidad y organización del movimiento sindical para su mejor enfrentamiento a la patronal, estrechamente vinculada al capital foráneo y a la oligarquía nacional. Gracias a su actividad, basada en una política de principios, se efectúa el Congreso Constituyente de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), en 1939, y la fundación de la Confederación de Trabajadores de Cuba, de la cual Lázaro Peña pasa a ser su secretario general.

Otro aporte importante de Lázaro Peña es la fundación de la Confederación de Trabajadores de América Latina, con sede en México. En 1945, al constituirse la Federación Sindical Mundial figura entre sus fundadores y miembro del comité ejecutivo, al ser elegido secretario y vicepresidente.

Al triunfar la Revolución Cubana, el 1 de enero de 1959, la resurgida CTC, libre ya del dominio del "mujalismo" y de la dirigencia sindical corrupta y mediatizada, lo elige nuevamente como su secretario general; desde donde apoya, con su experiencia como dirigente, a la formación de los líderes sindicales más jóvenes así como al desarrollo económico y social del país en las difíciles condiciones de construcción de la revolución socialista. Por sus méritos y trayectoria en el seno del movimiento sindical, es incorporado en octubre de 1965 a las filas del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Ya gravemente enfermo, colabora en la medida de sus posibilidades, en la organización del XIII Congreso Nacional Obrero, del cual no pudo ver la aplicación de sus acuerdos pues murió el 11 de mayo de 1974.

Cuba se inserta en el nuevo siglo XX con una clase trabajadora incipiente debido a su casi nulo desarrollo industrial y a los estragos causados por la prolongada guerra independentista. A medida que avanza el primer cuarto de siglo, las inversiones en la industria azucarera, tabacalera y otras ramas de la economía determinan un crecimiento relativamente acelerado en nuestro proletariado. Ya existían los antecedentes del apoyo brindado por los obreros tabacaleros cubanos, establecidos en Key West, Estados Unidos, a José Martí en su organización de la Guerra Necesaria, así como la labor fundacional de Enrique Roig de San Martín, como luchador por los intereses de la clase obrera en nuestro país, desde sus posiciones anarco-sindicalistas, en el siglo precedente y de Carlos Baliño en el primer cuarto de siglo, que condujo a la fundación de los primeros sindicatos y del primer partido obrero. En las décadas del 30, 40 y 50 del pasado siglo, surgen dirigentes obreros de la talla de Aracelio Iglesias, Jesús Menéndez y Margarito Iglesias, que desarrollan su liderazgo en condiciones sumamente difíciles y en un clima de represión.

Una de las figuras más representativas del pensamiento progresista, a partir de la década de los 30, en el sector obrero lo es sin duda alguna Lázaro Peña, artífice de la creación en 1939 de la Confederación de Trabajadores de Cuba y abanderado de las más justas demandas laborales. No pocos intentos se realizaron durante los períodos de gobierno del autenticismo (1944-1952), para dividir al movimiento obrero con el objetivo de arrebatar la dirección de la CTC a los dirigentes comunistas, democráticamente elegidos por las bases sindicales, para entregárselos a líderes impuestos por las esferas oficiales, sin base popular alguna, como Eusebio Mujal Barniol y Ángel Cofiño y sus camarillas. A fines de agosto de 1947 el entonces Ministro de Trabajo, Carlos Prío Socarras, decretó el desalojo del local de la central sindical, construido a partir de colectas obreras, alegando que la intervención…"…se mantendría hasta tanto los Tribunales de Justicia fallen en definitiva cual es el Comité Ejecutivo legítimo de la Central Sindical o Confederación" (107).

Ante el hecho, el dirigente obrero Lázaro Peña, denunciaba a la prensa como…"…el jefe de la Policía y los oficiales del Ejército que lo acompañaban, han venido a notificarnos de la disposición, expulsándonos de nuestra casa, sin apoyarse en una resolución legalmente dictada. Se ha producido de un modo violento…..Sólo el interés de favorecer a los divisionistas puede haber inspirado esa arbitraria medida" (108).

Éste había sido elegido al frente de la CTC el 9 de mayo del propio año en un congreso democrático. Sólo una semana después ya éste alertaba sobre el proyecto del gobierno auténtico reelegir espuriamente otra dirección sindical, sin respaldo obrero, denunciando como…"…la división de los trabajadores sólo conviene a los imperialistas extranjeros y a los patronos que nos explotan" (109).

Otro abanderado de las luchas obreras, particularmente en el sector azucarero lo es Jesús Menéndez (1911-1948), al frente de la Federación Nacional de Trabajadores Azucareros (FNTA), quien logra tras ardua lucha, el pago del diferencial azucarero. El 20 de noviembre de 1947, en el discurso inaugural del VI Congreso de la FNTA, éste proclama…"…como las fuerzas de la reacción y con ellos los monopolios extranjeros, con el apoyo de los lacayos del interior de nuestra patria han desencadenado una ofensiva contra los salarios de los trabajadores azucareros" (110). Su vertical posición a favor de los obreros más humildes del país le costó ser vilmente asesinado por la espalda por el capitán Casillas Lumpuy, en la Terminal de trenes de Manzanillo, antigua provincia de Oriente, el 22 de enero de 1948.

La creación de la Confederación de Trabajadores de Cuba y de sus sindicatos (Posteriormente Central de Trabajadores de Cuba. N. del A.) le permite a la clase obrera fortalecer su lucha en defensa de sus intereses económicos y políticos frente a una patronal, tanto nacional como extranjera, siempre apoyada por los gobiernos de turno y sometida a una sistemática represión. Lázaro Peña, como dirigente obrero y por su condición de pobre, negro y comunista, dedica su actividad revolucionaria a mantener la unidad de los trabajadores, frente a los continuos intentos de dirigentes corruptos.

"¿Quién lo hizo, quién lo forjó incansable luchador revolucionario?"- expresa Fidel Castro en su discurso durante las honras fúnebres- lo hizo el pueblo, lo forjó su clase sufrida y explotada. Ella le dio su conciencia, le impregnó su rebeldía y lo levantó como exponente y bandera de sus aspiraciones y reivindicaciones revolucionarias. Su escuela fue la fábrica, el taller, el trabajo, la explotación, la lucha misma" (111).

XXXII.- Dulce María Escalona Almeida (1901-1976)

"Apoya la creación de los primeros Institutos Pedagógicos en 1964, con el objetivo primordial de formar profesores para la enseñanza media"

Educadora relevante dentro de la vanguardia pedagógica del Siglo XX. Nace el 15 de agosto de 1901, en Holguín, en la antigua provincia de Oriente. Desde muy temprano tuvo que ayudar a su madre viuda, en la crianza de diez hermanos varones. Su padre, Manuel, de estirpe mambisa, dejó en ella profundas huellas de amor a la patria. Su afán de superación la lleva a graduarse en 1921 en la Escuela Normal para Maestros de Santiago de Cuba y simultáneamente de Bachiller en Ciencias y Letras.

En 1924 se gradúa de Doctora en Pedagogía en la Universidad de La Habana. Se integra al "Ala Izquierda Estudiantil" y como miembro de la "Asociación Pedagógica Universitaria", participa en el "I Congreso de Estudiantes". Conoce a Julio A. Mella y colabora como Profesora de Matemática en la Universidad Popular "José Martí". Residente en Santiago de Cuba, inicia su labor magisterial en una escuelita rural.

En 1926, obtiene por oposición, la Cátedra de Ciencias, en la "Escuela Normal para Maestros de La Habana". En 1928, la asume como Titular. Es cesanteada en 1930, por firmar la proclama estudiantil contra la dictadura de Gerardo Machado y encarcelada en 1931. Funda junto a Bernal del Riesgo, la "Asociación de Amigos de la Escuela Nueva" y junto a Alfredo M. Aguayo, la "Academia Pedagógica", para mantener la superación profesional de los maestros.

En 1934 es nombrada Directora de la "Escuela Técnica Industrial" (para hembras), de la "Fundación Rosalía Abreu" y ejerció como profesora de matemática. En este centro es detenida, en 1935 por no firmar la Declaración que condenaba la huelga general que tiene lugar en marzo del propio año y llevada a la Cárcel de Mujeres de Guanabacoa. En 1937, regresa a la Escuela Normal para Maestros Primarios de La Habana como Profesora Titular de Matemática. Desde 1939, se gradúa como Dra. En Ciencias Físico-Matemática. Entre 1948-1950, ocupa la dirección del centro. La corrupción político-administrativa se acrecienta en el país y penetra en este centro educacional; razón suficiente para decidirse a presentar su solicitud de jubilación en 1958.

En 1959 triunfa La Revolución y con ella resurgen los ideales por los que tanto había luchado. Incorporada de inmediato a las nuevas tareas, forma parte de la Comisión de Depuración del Ministerio de Educación y poco después asume la Dirección Provincial de Educación de La Habana. Desde ella: organiza las direcciones municipales de educación y el proceso de oposiciones para cubrir las 10 000 nuevas aulas de primaria; prepara el documento que fundamenta la creación de la Comisión Nacional de Alfabetización; participa directamente en la preparación metodológica de los primeros maestros voluntarios; elabora el plan que convertiría las Escuelas Primarias Superiores (7º-8º-9º); en centros de secundaria básica; coordina el trabajo de confección de nuevos planes de estudio, programas, textos, preparación de profesores, habilitación de talleres, laboratorios y medios de enseñanza.

En 1960, ocupa la Dirección Técnica de la Segunda Enseñanza. En 1962 ejerce como Directora de la Escuela de Educación de la Facultad de Humanidades de la Universidad de La Habana. Apoya la creación de los primeros Institutos Pedagógicos en 1964: "Enrique José Varona (La Habana); "Félix Varela" (Santa Clara) y "Frank País" (Santiago de Cuba). Su objetivo primordial: formar profesores para la Enseñanza Media.

Directora fundadora del Instituto Pedagógico "E. J. Varona", cargo en el cual desarrolla un trabajo meritorio. En 1969, es designada Asesora General, al solicitar ser relevada como Directora del mismo, por problemas de salud. En 1968, ingresa al PCC. En 1972 se le otorga la Categoría de Profesora Emérita de La Universidad de la Habana. Fallece el 22 de febrero de 1976, en La Habana.

XXXIII.- Juan Marinello Vidaurreta (1898-1977):

"Constituyó uno de los investigadores más lúcidos del ideario martiano, revelando la plena articulación del mismo con el marxismo y el legado fundacional del pensamiento progresista cubano".

Destacado intelectual revolucionario. Nace el 2 de noviembre de 1898 en el poblado de Jicotea, en la antigua provincia de Las Villas. Realiza sus estudios primarios y secundarios en la ciudad de Santa Clara. En la Universidad de La Habana, obtiene los títulos de doctor en Derecho Civil, en Derecho Público y en Filosofía y Letras.

A principios de los años 20 amplia sus estudios en la Universidad Central de Madrid. A su regreso colabora con el líder estudiantil Julio Antonio Mella en el movimiento por la Reforma Universitaria, y junto a éste y Rubén Martínez Villena, en la creación de la Universidad Popular José Martí. En 1923 funda y dirige, junto con Martínez Villena, la "Falange de Acción Cubana", e integra la dirección del "Movimiento de Veteranos y Patriotas".

Participa en la "Protesta de los Trece" (1923) contra la corrupción administrativa del gobierno de Alfredo Zayas. Fundador y vicepresidente de la "Institución Hispano-Cubana de Cultura" (1926). Integra el "Grupo Minorista", que en 1927 publica una declaración contra el clima político imperante y la dependencia imperialista. Colaboró en importantes publicaciones progresistas latinoamericanas y europeas, como la "Revista de Avance" (1927-1930). Edita, con un grupo de escritores revolucionarios, la revista "Mensaje¨, en la y colabora en ¨La Carta Semanal¨, periódico clandestino de los comunistas cubanos.

Al regreso del exilio, se reintegra a las tareas intelectuales y políticas. Obtiene el Doctorado en Filosofía y Letras y se desempeña como profesor del "Instituto de Lenguas Modernas" de la Universidad de La Habana. En 1932, preside la "Liga Antiimperialista", organización fundada por Mella. Asimismo, Preside el "Primer Congreso Internacional Contra la Guerra, la Intervención y el Fascismo", celebrado en La Habana en 1934.

Viaja a España presidiendo la delegación cubana al "Congreso Internacional de Intelectuales por la Defensa de la Cultura". Ocupa el cargo de secretario general del Partido Unión Revolucionaria Comunista, a finales de la década de los 30. Es electo delegado a la Asamblea Constituyente de 1940. Preside además la "Comisión de Enseñanza Privada del Consejo Nacional de Educación y Cultura" (1941), en la que desarrolla una intensa campaña nacional a favor de una enseñanza cubana y progresista.

En las elecciones de junio de 1944 es electo senador por la provincia de Camagüey, y en 1946 ocupa la vicepresidencia del Senado. Candidato a la Presidencia de la República por el Partido Socialista Popular en 1948. La labor de Marinello como pedagogo es extensa.

Ejerce como profesor de Literatura Cubana en el "Instituto de Idiomas Modernos" de la Universidad de La Habana y en la cátedra de Lenguaje, Literatura Española y Cubana en la Escuela Normal para Maestros de La Habana. Después del triunfo de la Revolución Cubana, es designado como embajador y delegado permanente de Cuba ante la UNESCO. y toma parte en el "Coloquio sobre Lenin" convocado por esa organización internacional, efectuado en Tampere, Finlandia, en abril de 1970.

Preside la "Sociedad Cubano-Mexicana de Relaciones Culturales". Designado rector de la Universidad de La Habana, participa en la reforma universitaria y funda la Facultad Obrero-Campesina "Julio Antonio Mella". Se desempeña como presidente del "Movimiento Cubano por la Paz y Soberanía de los Pueblos" y de la Mesa Constitutiva de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en 1976. Miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y del Consejo de Estado hasta su fallecimiento el 27 de marzo de 1977.

Marinello constituye uno de los investigadores más lúcidos del ideario martiano, revelando la plena articulación del mismo con el marxismo y el legado fundacional del pensamiento progresista cubano. Supo alternar, su intensa vida intelectual y revolucionaria, de una fidelidad plena a su ideal de fuertes raíces ético-patrióticas, con su labor docente en la formación magisterial, como profesor en la Escuela Normal para Maestros de La Habana.

En su extensa bibliografía podemos citar:

"Liberación: poemas" (1927); "Juventud y vejez" (1928); "Sobre la inquietud cubana" (1930); "Americanismo y cubanismo literarios" (1932); "Poética" (1933); "Ensayo en entusiasmo" (1933); "Momento español" (1937); "Actualidad americana de José Martí" (1945); "Martí, escritor americano" (1958); "Meditación Americana" (1959); "El pensamiento de Martí y nuestra Revolución Socialista" (1962); "Contemporáneos" (1964) y "Creación y Revolución" (1973)

XXXIV.- María Villar Buceta (1899-1977)

"Su vida y obra es fiel expresión del imprescindible papel de la mujer cubana en sus aportes a la formación de nuestra identidad cultural y nacional"

Destacada luchadora revolucionaria, poetisa, periodista y bibliotecaria. Nace el 25 de abril de 1899 en Corral Falso de Macurijes, actual Pedro Betancourt, provincia de Matanzas. Hasta la edad de 11 años cursa la enseñanza primaria en el "Centro Escolar Varela". La muerte temprana de su madre la obligó a abandonar sus estudios y a enfrentar la crianza de sus hermanos menores.

A partir de 1915, comienzan a publicarse, en algunos diarios, sus primeros poemas. Hasta 1921 colabora, desde su localidad, en la revista habanera "Castalia", y comienza a trabajar como secretaria de redacción y como redactora del diario La Noche, que dirige Leopoldo Ros. Más tarde, desempeña los mismos cargos en El Heraldo de Cuba. Sus ideas le propiciaron el primer encuentro con Rubén Martínez Villena. A partir de aquí se sella una amistad y comunión de ideales entre María y Rubén, que duraría por siempre.

Desde 1920 comienzan a reuirse en el "Café Martí" jóvenes con inquietudes intelectuales y revolucionarias como Rubén Martínez Villena, Enrique Serpa, Juan Marinello, Regino Pedroso y Andrés Núñez Olano, entre otros, esencialmente poetas y críticos literarios. Hacia finales de 1922 la tertulia desaparece, pero prosigue una fraternal relación entre ellos, a la que se sumaron Emilio Roig de Leuchsenring, José Zacarías Tallet, Jorge Mañach, Félix Lisazo y Luis Gómez Wangüemert.

A partir de noviembre de 1923 los miembros del grupo reinician sus encuentros en los llamados almuerzos sabáticos. Las únicas mujeres que formaban parte del grupo eran María Villar Buceta y Mariblanca Sabas Alomá. Los minoristas, llamados así a partir de un trabajo de Jorge Mañach titulado "Los minoristas sabáticos escuchan al gran Titta", publicado en la Revista Social, correspondiente a febrero de 1924, acentuaron sus esfuerzos en la crítica política y literaria.

En 1924, "El Heraldo de Cuba", donde ésta trabaja, se convierte, al cambiar de propietario, en el periódico vocero del tirano Machado. María queda sin empleo, pero sus amigos minoristas hacen gestiones para que ella inicie sus labores en la Biblioteca Nacional. A principios de la década de los años treinta, ingresa en el Partido Comunista de Cuba.

Tras el derrocamiento del tirano por el pueblo, no advino, sin embargo, el pleno triunfo del programa revolucionario. Ésta queda cesante de su trabajo en la Biblioteca Nacional y tiene que enfrentar un nuevo ciclo de penuria económica. Colabora en la revista "Masas", editada por la "Liga Antiimperialista de Cuba", con el artículo "La derogación de la Enmienda Platt: un error de cálculo diplomático". Los finales de los años cuarenta y los inicios de la década de los cincuenta resultan fructíferos en la labor poética de María Villar Buceta. Algunos de sus trabajos poéticos son publicados en la revista "Orígenes".

Luego del triunfo de la Revolución Cubana, incorporada al Ministerio de Relaciones Exteriores, realiza comentarios de libros en la revista "Política Internacional". Publica en el periódico cubano "El Mundo", artículos sobre temas artísticos y políticos. Trabaja, hasta su retiro en 1968, en la Subdirección de la Biblioteca del Ministerio de Relaciones Exteriores. En 1976, publica en la revista "Bohemia" el trabajo "Rubén: un muerto inmortal", en el que rememora cómo conoce a Rubén Martínez Villena y hace un bosquejo de la vida y obra del poeta revolucionario.

La vida y obra de María Villar Buceta es fiel expresión del imprescindible papel de la mujer cubana en sus aportes a la formación de nuestra identidad cultural y nacional durante dos centurias. Fallece el 29 de junio de 1977.

XXXV.- Salvador Massip Valdés (1891-1978):

"Su magisterio y destacada obra científica, junto a una vertical posición cívica, constituye un legado extraordinario en la formación y superación del personal docente".

Profesor Emérito de la Universidad de La Habana y eminente geógrafo. Doctor en Pedagogía y en Filosofía y Letras de la Universidad de La Habana y Máster of Arts de la Facultad de Ciencias Puras de la Universidad de Columbia. Nace el 19 de abril de 1891, en Artemisa, La Habana, Cuba. Su magisterio en el aula, y su extraordinaria obra científica, junto a una vertical posición cívica, constituye un legado extraordinario en la formación y superación del personal docente y especialmente en el campo de la Geografía.

En 1912 comienza sus actividades docentes como alumno ayudante de la cátedra de Antropología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de La Habana y más tarde como profesor de Geografía del Instituto de Matanzas y de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de la Habana, del "Smith College" de Puerto Rico, y de varias universidades en los Estados Unidos de América. Realiza numerosas investigaciones y tiene una vasta obra publicada, que sirve a la enseñanza de alumnos y a la superación de maestros y profesores.

Es autor de libros que inician una nueva etapa en los estudios geográficos además de más de quinientos artículos que sobre esta ciencia publicara, en colaboración con su esposa Sara Isalgué, durante diez años, en el periódico "Información". Por su participación en la huelga de marzo de 1935 es detenido y deportado a México, donde funge como profesor de la Universidad Nacional Autónoma. A la caída del gobierno de Gerardo Machado, se le designa Embajador de Cuba en ese país.

Al triunfo de la Revolución contribuye a la confección del Atlas Nacional de Cuba y ejerce como Presidente del "Instituto Panamericano de Geografía e Historia de la Sociedad Geográfica de Cuba"; promotor del Congreso Nacional de Geografía; miembro del "Consejo Nacional de Educación y Cultura" y Embajador de Cuba en Polonia. Como reconocimiento a su importante obra, recibe diferentes premios y distinciones. Entre sus publicaciones más importantes podemos citar: "Introducción a la Geografía de Cuba" y "Elementos de Geografía General". Fallece en La Habana el 16 de octubre de 1978,

XXXVI.- Mirta Aguirre Carreras (1912-1980)

"Nos legó con su ejemplo personal la relación indisoluble entre etica, cultura, ciencia y compromiso político".

Poetisa, crítico y ensayista cubana. Nace en La Habana, Cuba, el 18 de octubre de 1912. Desarrolla desde 1932, siendo muy joven, una intensa vida política como miembro del Partido Comunista de Cuba. Marcha exiliada a México durante la dictadura de Gerardo Machado. Delegada en 1939 al "Congreso Nacional Femenino", celebrado en La Habana, es simultáneamente miembro activo de la "Liga Juvenil Comunista", la "Liga Anti-imperialista" y responsable político de la "Sociedad Cultural Nuestro Tiempo".

Graduada de Derecho Civil, en 1941, realiza también estudios de literatura, música y filosofía marxista. Durante años tuvo a su cargo la sección de cine, teatro y música del periódico "Hoy". Labora en ese diario entre 1944 y 1953 y posteriormente de 1959 a 1960, donde escribió más de dos mil artículos. Coeditora de la Gaceta "Literaria del Caribe", desde 1944, colabora en la Revista "Lyceum de La Habana", de la cual integró su Consejo de Dirección, desde 1936.

Entre 1951 y 1954 es Subdirectora del semanario "Ultima Hora". En 1946 gana el prestigioso premio periodístico nacional "Justo de Lara". Asistió en 1948 a congresos por la paz, en París y Nueva York. Vicepresidente de la "Federation Democratic de Majors Cabanas" y miembro del "Movimiento por la Paz y la Soberanía de los Pueblos". Integra desde 1953 la comisión para el trabajo intelectual del Partido Socialista Popular, junto a Carlos Rafael Rodríguez y Juan Marinello.

Después de 1959 es Asesora de Literatura y Publicaciones, del Instituto Nacional de Cultura del Ministerio de Educación, así como de Artes Dramáticas del Teatro Nacional de Cuba, hasta 1971; Directora de la Sección de Teatro y Danza, del Consejo Nacional de Cultura y fundadora de la "Unión de Escritores y Artistas de Cuba", en 1961. Desde 1962 ejerce como Profesora en la Escuela de Arte yLetras de la Universidad de La Habana y Directora de su Departamento de Lengua y Literatura Hispánica.

Miembro de jurados en los concursos "13 de Marzo" y "26 de Julio". Desde 1976 se desempeña como Directora del Instituto de Literatura y Lingüística de la Academia de Ciencias de Cuba, donde dirige, hasta su fallecimiento, la publicación del "Diccionario de Literatura Cubana". En el Primer Congreso Nacional de Educación y Cultura, celebrado en 1971, resulta seleccionada entre los 16 educadores más destacados del país. Obtiene entre otras, la Distinción "Héroes del Moncada" y la Medalla "250 Aniversario" de la Universidad de La Habana, atendiendo a su labor docente y literaria.

Integra el Consejo de Dirección y el Consejo Científico Superior de la Academia de Ciencias de Cuba, desde 1976. A partir de 1977 dirige la Sección de Ciencias Sociales de la Comisión Nacional de Grados Científicos. Mirta Aguirre nos legó con su ejemplo personal la relación indisoluble entre etica, cultura, ciencia y compromiso político. Fallece en la ciudad de La Habana el 8 de agosto de 1980.

XXXVII.- Raúl Roa García (1907-1982).

"Conocer la obra de Roa es adentrarse en la heroica lucha de nuestro pueblo en defensa de su soberanía, a lo largo de más de cinco décadas, por quien resultó historiador brillante y protagonista consecuente".

Nace en La Habana el 18 de abril de 1907 en el seno de una familia de tradición patriótica. Después de cursar en esta ciudad sus estudios primarios y de bachillerato ingresa en la Escuela de Derecho de la Universidad de La Habana, en 1925. En su actividad revolucionaria se vincula a la Liga Antiimperialista y a la "Universidad Popular José Martí", fundadas por Julio A. Mella, en la que ejerce como profesor.

Fundador del Directorio Estudiantil de 1930 y del Ala Izquierda Estudiantil. Sufre prisión de 1931 a 1933, por su enfrentamiento a la dictadura de Gerardo Machado. Se gradúa como Doctor en Derecho Público y Civil en 1934. Por su participación en la frustrada huelga de marzo de 1935, contra el gobierno de Batista, se ve forzado al exilio en Estados Unidos. Funda junto con Pablo de la Torriente Brau la "Organización Revolucionaria Cubana Antiimperialista" (ORCA), que aboga por la unidad de las fuerzas revolucionarias.

De regreso en su patria obtiene en 1939 la Cátedra Titular de Historia de las Doctrinas Sociales, en la Universidad de La Habana. Su intensa actividad por la promoción de la cultura y su capacidad como intelectual le permiten obtener en 1947 el "Premio Manuel Sanguily", el "Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez", en 1956 y el "Premio Justo de Lara", en 1957. Al producirse el golpe de estado de Batista, el 10 de marzo de 1952, se ve forzado a marchar al exilio. En México es profesor de la Universidad de Nuevo León y director de la revista "Humanismo".

Al triunfo de la Revolución, regresa a Cuba, donde es designado representante de Cuba ante la OEA y poco después, Ministro de Relaciones Exteriores, hasta 1976. Su valiente y digna actitud de enfrentamiento, en ese cargo, a las continuas maniobras y agresiones del gobierno norteamericano contra Cuba, le ganó el honroso título de Canciller de la Dignidad. Miembro del CC del PCC desde su creación en 1965 y Vicepresidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular desde 1976.

Miembro del Consejo de Estado. Entre sus obras más significativas, aparte de sus numerosos artículos periodísticos y discursos, podemos citar: "Retorno a la alborada", "Aventuras, venturas y desventuras de un mambí", "La semilla en un surco de fuego" e "Historia de las doctrinas sociales". Fallece en La Habana, en 1982.

Surgido de la generación del 30, nunca traiciona como tantos otros, sus ideales revolucionarios, expresados en una vida consagrada a su pueblo y siempre leales a sus principios ético-patrióticos. Escritor de hermosa prosa, pero singularmente rebelde a los cánones académicos, expresa en su propia conducta, éticamente impecable, su innata cubanía. Opuesto por naturaleza a las excesivamente formales normas protocolares, incluso cuando se desempeñaba como Representante de Cuba ante la ONU y Ministro de Relaciones Exteriores, tras el triunfo de la Revolución, en 1959. Son incontables las anécdotas al respecto.

Hombre de vasta cultura, estilo elegante, probada ética política y agudo talento, Roa nos dejó en sus escritos, constancia fiel de los hechos más sobresalientes en el acontecer cubano en cinco décadas.

El descrédito del autenticismo y de su líder Ramón Grau, en su período de gobierno (1944-48) y posteriormente el de Carlos Prío Socarrás (1948-1952), se expresa en la valoración que del mismo realizó Raúl Roa en su obra "La Revolución del 30 se fue a Bolina" donde expresa como…"…..el espíritu de Pubillones (antiguo circo cubano N. del A.) se instaló en Palacio. De fisiólogo competente, Grau devino maravilloso malabarista. Flirteaba graciosamente con las izquierdas y le hacía guiños de inteligencia a la burguesía amedrentada" (112).

Su visión certera del contexto político en que se desarrolla la oposición contra Gerardo Machado (1925-1933), con sus diversos matices ideológicos, nos da luz sobre las distintas figuras que surgen de la Revolución del 30, desde tránsfugas y traidores hasta hombres de probada lealtad a los más puros principios, que regirán los destinos del país, hasta 1958. Al respecto valora como en el contexto de la época…"…la situación económica del país es caótica. El precio del azúcar ha caído a ras del suelo. Prácticamente se han agotado las reservas fiscales. El desempleo, el despido y los salarios se despeñan en el abismo sobre las espaldas de los trabajadores. Cunde el hambre. Miles de hombres y mujeres famélicos desafían las balas de los esbirros. La miseria popular se contabiliza en términos absolutos. Se paga puntualmente, sin embargo, la agobiante deuda pública: Wall Street no espera ni condona……El campo de fuerzas que ha ido perfilándose en el curso de la situación indica ya, real o potencialmente, según el caso, las vías de desarrollo, las connotaciones ideológicas y las perspectivas, claras o bubosas de la rebelión nacional y social que viene incubándose".

Y agrega posteriormente como…"…el sector más combativo, audaz y honesto de raíz pequeño burguesa hasta entonces es la facción de fuerte inspiración patriótica, democrática y nacionalista del Directorio Estudiantil Universitario. Encabezado por Pío Álvarez, Félix Ernesto Alpízar, Floro Pérez, Willy Barrientos, Laudelino González y Salvador Vilaseca, es indudable que con su acción grupal violenta, adelantaba el desplome de la tiranía (machadista) e indirectamente socavaba los cimientos del dominio imperialista…Apenas surgido el Directorio, un puñado de logreros, oportunistas y demagogos, dirigidos por Carlos Prío, Manuel Antonio de Varona y Rubén de León, enemigos contumaces de la emancipación nacional y del movimiento revolucionario del proletariado, pujaría por adueñarse, hasta conseguirlo, de la conducción política del poderoso movimiento estudiantil impulsado por el asesinato de Rafael Trejo (1930)…Hasta el alzamiento de Antonio Guiteras en las postrimerías del machadato, no adquiere volumen político ni tinte ideológico el movimiento nacional revolucionario, aunque sus ideas han ido madurándose en el transcurso de los movimientos estudiantiles y de las luchas sociales….El sedimento nacional fascista, subyacente en la pequeña burguesía antimachadista de derecha, se movilizó al organizarse el ABC. El sector de la burguesía no azucarera opuesta a Machado está ideológicamente representado en las dirigencias del ABC y de Unión Nacionalista, que no cesará ya de actuar como pieza de recambio del imperialismo" (113).

Conocer la obra de Roa es adentrarse en la heroica lucha de nuestro pueblo en defensa de su soberanía, a lo largo de más de cinco décadas, con la garantía de la veracidad de lo narrado, por quien resultó historiador brillante y protagonista consecuente.

XXXVIII.- Blas Roca Calderío (1908-1987):

"Ha dejado de existir un hombre excepcional, de singulares virtudes y extraordinario talento. Un revolucionario ejemplar que dedicó por entero su vida a la causa de los humildes"

Francisco Wilfredo Calderío, o como más se le conoce, Blas Roca, nace en Manzanillo, actual provincia de Granma, el 24 de julio de 1908, en el seno de una familia humilde, donde se respira históricamente un ambiente patriótico y revolucionario. Con una educación casi autodidacta, pues sólo pudo cursar hasta el cuarto grado de la enseñanza primaria, lee con avidez innumerables textos de contenido social progresista. Para su sustento realiza diversos oficios, entre ellos, el de zapatero.

Aprueba en 1924 los exámenes que lo habilitan para el ejercicio del magisterio. Ejerce como maestro sustituto durante tres meses, más tiene que cesar en la profesión, por falta de la recomendación política, como era costumbre en la época, que le garantice un trabajo permanente. A los veinte años se dedica, por propia iniciativa, a estudiar textos de marxismo-leninismo. En 1929 ingresa en el Partido Comunista y dos años más tarde es encargado de su organización en la provincia de Oriente y elegido miembro de su Comité Central. Secretario general de la Federación Obrera de Manzanillo, toma parte activa en las huelgas de zapateros de 1929 y en la de estibadores de 1930.

A fines de 1933 se traslada a La Habana, donde conoce a Rubén Martínez Villena. Al año siguiente es designado secretario general del Partido Comunista y viaja a Moscú como delegado de Cuba al VII Congreso de la Internacional Comunista. Colabora en "Mediodía" y "Noticias de Hoy" y forma parte del Consejo de Dirección de la revista mensual "El Comunista". Es delegado a la Convención Constituyente (1939-1940) y diputado nacional desde 1940. Funda y dirige la Revista "Fundamentos" y colabora en "Gaceta del Caribe", "Mella" y "La última Hora".

Es electo miembro de la Asamblea Constituyente donde se enfrenta a los delegados de la derecha política y a las prejuicios anticomunistas imperantes en la época, que influyen en los restantes delegados, incluso en aquellos de pensamiento más progresista. Desde 1940 hasta el 10 de marzo de 1952, es representante a la Cámara. Allí libra tenaces combates en favor de los intereses de los obreros, los campesinos y el pueblo en general. Secretario general y primer vicepresidente del Partido Socialista Popular. Representa al partido en el extranjero y, durante la dictadura batistiana, regresa a Cuba para trabajar en la clandestinidad. A finales de 1957, el buró ejecutivo nacional del PSP decide la incorporación de sus militantes en la guerrilla, aunque ya esto venía ocurriendo por decisiones individuales en la práctica cotidiana.

Después del triunfo de la Revolución es miembro del consejo de dirección de "Cuba Socialista", miembro del Secretariado del PCC y, desde el Primer Congreso, en 1975, de su Buró Político. Preside, la comisión jurídica, que trabaja en el reordenamiento de la legislación judicial, para adecuarla a la estructura socialista del país. Participa activamente en el establecimiento del Poder Popular en la provincia de Matanzas, en 1975 y preside la Comisión Redactora del Anteproyecto de Constitución.

Un hecho que debe destacarse, por su carácter unitario, es la subordinación que hizo el PSP, voluntaria y conscientemente, al liderazgo de Fidel Castro y del Ejército rebelde, ratificada al adherirse al Pacto del Pedrero, documento que consolida la unidad revolucionaria, suscrito por el Che y el Directorio Revolucionario en Las Villas. Ya triunfante la Revolución, en aras de la unidad, el PSP renuncia a su autonomía partidista y se integra a las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), y reconoce a Fidel Castro, como máximo dirigente de la Revolución Cubana, en un momento en que aun existían determinadas desconfianzas y recelos entre las organizaciones revolucionarias, como se demostró en el enfrentamiento al "sectarismo" (1962); en el proceso seguido al intrigante nato, Marcos Armando Rodríguez Alfonso, delator a los cuerpos represivos de Batista de los Mártires de Humboldt 7, consecuencia de la cual resultaron asesinados varios dirigentes del Directorio Revolucionario (20 de abril de 1957), participantes en el Asalto al Palacio Presidencial, el 13 de marzo del propio año (114).

De este modo, el PSP se suma a la unidad de las fuerzas revolucionarias y a la estrategia y táctica de lucha que había trazado Fidel desde el Moncada y que condujo a la victoria de la Revolución el primero de enero de 1959.

"El análisis de aquella decisión fue reflejado por Carlos Rafael Rodríguez como sigue: " (115).

A causa de una prolongada enfermedad, muere el 25 de Abril de 1987, a los 78 años de edad. Por decisión de la Dirección de la Revolución es sepultado, por sus extraordinarios méritos revolucionarios, en el Cacahual, con honores de General muerto en campaña. lugar donde reposan los restos del Mayor General Antonio Maceo y del último mambí.

El 26 de abril de 1987, el Comandante en Jefe Fidel Castro, en la despedida de duelo de Blas Roca Calderío, valoró que…"…ha dejado de existir un hombre excepcional, de singulares virtudes y extraordinario talento. Un revolucionario ejemplar que dedicó por entero su vida a la causa de los humildes" (116).

Como él mismo expresara acerca de su vida, esta…"… ha sido un campo de batalla, nunca he dejado de luchar y nunca, ni en la circunstancia más adversa, he perdido la fe en el futuro. Ese ha sido mi escudo y mi bandera" (117).

En su obra más conocida "Fundamentos del socialismo en Cuba" (1943), encaminada a ser manual de instrucción revolucionaria, particularmente para los militantes del Partido Socialista Popular, que desarrollaban su actividad en casi constante clandestinidad o acoso, éste expresa en el prólogo a la primera edición como…"…al escribir estas páginas he tenido la preocupación constante de poner al alcance de miles de nuevos comunistas un manual elemental, fácil y comprensible, que les diera los elementos indispensables para comprender toda la teoría científica que sirve de fundamento a nuestros programa. Pero, al mismo tiempo, he deseado hacerlo en tal forma, que fuera útil también a todos los elementos revolucionarios y progresistas y a todos, los que sin estar aún en nuestro Partido, aspiran instintiva y confusamente al Socialismo, como máximo ideal de redención humana" (118).

XXXIX.- José Luciano Franco (1891-1989)

"Mucho agradece la historiografía cubana a los aportes de José Luciano Franco, investigador incansable de nuestras raíces".

Profesor, investigador y periodista cubano, especializado en la historia de la trata africana, las sublevaciones esclavas y la biografía del prócer independentista Antonio Maceo. Su obra abarca también la historia del Caribe. Nace en el barrio de Cayo Hueso, en La Habana, el 13 de diciembre de 1891. Su educación no fue sistemática; su madre lo instruye en las primeras letras, y en 1900, al establecerse la enseñanza pública, pudo cursar los grados cuarto y quinto de la enseñanza primaria.

En 1913 se emplea como mozo en el Departamento de Limpieza de Calles del Municipio de La Habana. A los catorce años de edad comienza a trabajar como obrero tabaquero, labor que simultanea como peón en el puerto. Estudia comercio, y cuando se crea en 1942 la Escuela Profesional de Periodismo Manuel Márquez Sterling, obtiene el título de capacidad que le otorga la institución.

Realiza estudios de Ciencia Municipal y Urbanismo, y de investigación histórica, bajo los auspicios del Historiador de la Ciudad, Emilio Roig de Leuchsenring, y del director del Archivo Nacional de Cuba, Joaquín Llaverías. Gracias a su nueva especialización, se desempeña en diversas ocasiones como jefe de departamento de la administración municipal. Esa actividad le sirve de experiencia para sus primeras producciones intelectuales: "Las Cooperativas de Consumo y los Municipios" (1932); "Coloniales" (1933); "Las democracias municipales en los Países Bajos y España" (1945) y "Las ciudades y sus problemas" (1946).

Dirige, asimismo, los "Cuadernos del Instituto Interamericano de Historia Municipal". La labor de José Luciano Franco como historiador se inicia relativamente temprano, cuando publica «Juan Francisco Manzano, el poeta esclavo y su tiempo», en los "Cuadernos de Historia Habanera" (1937). José Luciano Franco tuvo una activa participación en la "Sociedad Cubana de Estudios Históricos e Internacionales" y en la "Sociedad de Estudios africanos", creada por Fernando Ortiz.

Un hito en su producción historiográfica lo representa su "Política continental americana de España en Cuba. 1812-1830", que obtuvo el Premio de la Ciudad de La Habana en 1946. Otro relevante mérito en la historiografía de Luciano Franco lo constituyen sus trabajos sobre la vida del general Antonio Maceo y Grajales, entre los cuales se destaca ""Antonio Maceo. Apuntes para una historia de su vida"", en tres tomos. Otra parte significativa de su obra son sus estudios acerca de la trata africana, los palenques y las sublevaciones de esclavos, la Revolución de Haití y sus investigaciones sobre relevantes personalidades negras de nuestra historia como José Antonio Aponte, organizador de una de las más importantes conspiraciones gestadas en la Isla.

A partir de 1964, éste se desempeña como profesor del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona, entonces adscripto a la Universidad de La Habana, donde imparte Historia de América, Historia de las Antillas, Aportes Africanos a la Historia de las Antillas, y un curso dedicado exclusivamente a la Historia de África. A esos años le corresponde una parte significativa de su labor en investigaciones archivísticas, gracias a la cual compila de los documentos existentes en el Archivo Nacional de Cuba, material para sus libros de temas históricos "Venezuela" (1960) y "México" (1961), así como el catálogo de los fondos existentes en el mencionado archivo Nacional acerca de "Esclavitud, comercio y tráfico negreros" (1972). Resulta designado por la UNESCO, como miembro del Comité Científico Internacional encargado de la redacción de una historia general de África. Fallece en La Habana en 1989.

Mucho le agradece la historiografía cubana a los aportes de José Luciano Franco, investigador incansable de nuestras raíces. A él debemos no escasos ensayos y otros escritos, referidos a la etapa quizás menos estudiada de nuestra historia, en el decursar de los siglos XVI, XVII y XVIII; al "cimarronaje" y sus implicaciones; acerca de los primeros intentos independentistas, iniciado aparentemente por el mulato libre, Nicolás Bravo, el 9 de agosto de 1795, en Bayamo, así como……los antecedentes de la causa formada por intento de sublevación y francmasonería, contra (Nicolás) Infante, (Román de la) Luz y (Luis Francisco) Bassave, en los que están también comprometidos Manuel García Coronado, Manuel Ramírez, Manuel Aguilar Jústiz, José Peñaranda y otros. De sus textos se desprende que Román de la Luz, desde su incorporación a una logia masónica que actuaba clandestinamente en La Habana, conspiraba para llevar a cabo sus planes insurreccionales, el 7 de octubre de 1810. La tarea realmente revolucionaria y popular la llevó a cabo el capitán, Bassave, que gozaba de gran ascendencia en la población, al intentar sublevar el Batallón de Milicias, disciplinadas, de Pardos y Morenos. as como ciertos grupos de trabajadores negros y mulatos. El tribunal dictó sentencia, el 5 de noviembre de 1810, condenando a los promotores de esa conspiración a varios años de presidio en África y España" (119).

Otro mérito indiscutible de este notable investigador, como de otros tantos notables representantes del pensamiento cubano, a lo largo de dos centurias, es alternar su labor investigativa, con el ejercicio de la docencia en la formación de maestros y profesores.

XL.- Gaspar Jorge García Galló (1906-1992):

"Forma parte de la generación de educadores, que en la primera mitad del Siglo XX vincularon su labor educacional a las luchas del movimiento obrero nacional".

Político, filósofo, investigador y profesor cubano. Nace en Quivicán, provincia de La Habana, el 6 de enero de 1906, hijo de una familia pobre de origen libanés. A los diez años se ve obligado a dejar la modesta escuela pública donde cursa estudios, para ayudar al sustento familiar, empleándose como obrero agrícola azucarero, y a partir de los once años como obrero tabacalero. Entre otras ocupaciones, labora también como barbero y vendedor ambulante.

A los dieciocho años se examina con éxito como maestro habilitado. Labora alternativamente en la tabaquería "Romeo y Julieta" y en la perteneciente a Tomás Gutiérrez. Esta actividad lo vincula tempranamente al movimiento obrero cubano. En la década del veinte del siglo pasado es discípulo y compañero de Julio Antonio Mella, quien ejerce una gran influencia en su vida, al matricular en la Universidad Popular José Martí, fundada por éste.

Su labor como maestro de escuela le permite seguir superándose hasta graduarse de bachiller e ingresar en la universidad. En 1930 termina sus estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana e ingresa al Partido Comunista Durante esos años comparte sus estudios de Pedagogía con los de Derecho. En 1933 alcanza el doctorado en Pedagogía y comienza a ejercer como profesor de Ciencias Sociales en la Escuela Normal de Santa Clara.

En 1935 es cesanteado en ese centro por su activa participación en la huelga general de marzo de ese año. Retorna dadas las circunstancias a su labor como obrero tabacalero donde lidera diferentes movimientos sindicales. En 1939 aspira a ocupar la plaza de Profesor Agregado de Sociología, Psicología y Filosofía Moral, en la Universidad de La Habana, lo que le es negado, no obstante los brillantes resultados de su ejercicio de oposición, por la simple razón de que era comunista. En 1952 gana por oposición la cátedra de Lengua y Literatura Griegas de la Escuela de Filosofía y Letras de la recién fundada Universidad Central de Las Villas. Alterna su labor profesoral, de conferencista y autor de numerosos artículos en revistas pedagógicas, con las actividades sindicales, dado que forma parte de la generación de educadores, que en la primera mitad del Siglo XX vincularon su labor educacional a las luchas del movimiento obrero nacional.

Desde 1953 hasta el triunfo de la Revolución su casa sufrió reiterados allanamientos por la policía de la dictadura y es requerido, detenido e incluso encarcelado, en varias ocasiones. En 1959 es elegido decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Las Villas En 1960 forma parte del Consejo Universitario, integrado por decanos, presidentes de escuelas, rector y presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU). En 1961, Año de la Educación, representa a las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI) en la Comisión Nacional de la Campaña de Alfabetización. En esa propia década se desempeña como secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

En esos años representa en varios países europeos al Consejo Universitario de la Universidad Central de Las Villas. En 1961, ingresa como miembro, en la recién creada Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Como representante por la antigua provincia de Las Villas, en el Consejo Superior de Universidades, participa en la reforma universitaria, proceso encargado de proyectar las principales transformaciones de la enseñanza en los centros de educación superior. Desde 1963 dirige el departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana.

De 1970 a 1973 ocupa diversas responsabilidades políticas, sin dejar de impartir clases de Filosofía en diferentes organismos del Estado. En 1977 se le otorga la condición de Profesor de Mérito de la Universidad Central de Las Villas. En esos años desarrolla una encomiable labor como profesor de filosofía en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas, de La Habana. Se desempeña como funcionario del Departamento de Ciencia, Cultura y centros docentes del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Fallece el 4 de febrero de 1992 a los ochenta y seis años.

Entre sus publicaciones podemos mencionar (independientemente de sus numerosos artículos en la prensa, a lo largo de su vida): "Biografía del Tabaco Habano", prologado por el Comandante Che Guevara; "Martí, americano universal"; "Breve esbozo biográfico de Jesús Menéndez"; "El Partido de Nuevo Tipo"; "Bosquejo histórico del desarrollo de la educación en Cuba" y "Filosofía, ciencia e ideología".

XLI.- Vicentina Antuña (1909-1993):

"Su mayor mérito es el de haber contribuido a la formación humanista de varias generaciones de profesionales, artistas e intelectuales".

Pedagoga y filósofa. Una de las primeras educadoras que alcanza la condición de Heroína del Trabajo de la República de Cuba. Recibe la "Orden José Martí," la más alta condecoración que concede el estado cubano a personalidades relevantes nacionales y extranjeras así como la condición de Profesora de Mérito de la Universidad de La Habana.

Nace el 22 de enero de 1909, en Güines, provincia de La Habana. Se gradúa de doctora en Pedagogía y Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana. Tiene a su a su cargo la dirección técnica de varios cursos en la Universidad Popular José Martí, fundada por Mella, que funcionó en el Sindicato de la Madera desde 1936 hasta 1939. Durante la dictadura de Fulgencio Batista, colabora con el Movimiento 26 de Julio. Por su proyección personal e idoneidad es fundadora y secretaria del "Movimiento por la Paz", desde 1948.

Inicia su vida laboral en 1933 ejerciendo como maestra en la Escuela Anexa de la Universidad de La Habana, y desde 1934, como profesora de la bicentenaria Universidad de La Habana. Profesora de Lengua y Literatura Latinas, Jefa del Departamento Filológico de la Escuela de Letras de la Universidad de La Habana, centro del que llegó a ser su Directora. Impartió latín en la Facultad de Letras de la Universidad.

Su amplio dominio de las lenguas clásicas y de la pedagogía de la lengua materna se evidencia en los textos publicados a lo largo de su vida por distintas editoriales para asignaturas que abarcan las disciplinas de Español, Lectura, Lectura Literaria, Escritura, Redacción y Composición, Literatura General e Infantil y Metodología de la Enseñanza de la Lengua Materna, vinculadas a la educación preescolar, primaria, secundaria básica, preuniversitaria, superior y en especial relacionadas con la formación y el perfeccionamiento del personal pedagógico.

La forma de proyectarse en los análisis de los libros de estas materias que se revisaban en la Subcomisión del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas del Ministerio de Educación, y las soluciones que daba a las cuestiones dudosas o polémicas, demostraban sus conocimientos y capacidad. Como profesora y dirigente universitaria, no solo se ocupaba del desarrollo de los programas a su cargo, sino también de la preparación y formación integral de los estudiantes. Ninguno de sus alumnos se graduó sin conocer la rica tradición de la Universidad de La Habana, la única existente entonces en toda Cuba.

En el aspecto humano, realiza obras de asistencia social entre sus vecinos más necesitados y con cuantos a ella se acercaban en busca de ayuda. No hacía diferencia alguna entre los que la trataban. No escatimó la oportunidad de enaltecer el trabajo de los que con ella colaboraban.

Preside nacionalmente la investigación sobre el español hablado en Cuba, desarrollada por numerosas instituciones y dirigida por el Instituto de Literatura y Lingüística y las Facultades de Artes y Letras de las universidades del país. En sus dos últimos años de vida, ya muy enferma, no deja de atender sus obligaciones en la Comisión Cubana de la UNESCO, en su Cátedra Universitaria y en la Subcomisión de Español-Literatura de Ciencias Pedagógicas.

Se considera a Vicentina Antuña, una promotora cultural, animadora tanto de tertulias y círculos estudiantiles como de importantes proyectos de difusión de las artes en la antigua Sociedad Lyceum, a cuya directiva perteneció. Fundadora del Consejo Nacional de Cultura, organismo creado al Triunfo de la Revolución Cubana, se destaca por su activa incorporación en el movimiento a favor del desarrollo del arte y la cultura para todos, iniciado por el naciente proceso revolucionario.

Su mayor mérito es el de haber contribuido a la formación humanista de varias generaciones de profesionales, artistas e intelectuales que han brindado valiosos aportes al universo cultural. Fallece el 8 de enero de 1993, en La Habana.

XLII.- Carlos Rafael Rodríguez (1913-1997)

"Talentoso escritor, economista, profesor y dirigente político mantuvo siempre la lealtad a sus convicciones revolucionarias, aún en las circunstancias más complejas".

Político, profesor y economista. Nace en la ciudad de Cienfuegos, antigua provincia de Las Villas, Cuba, el 23 de mayo de 1913. A los seis años de edad ingresa en el Colegio Montserrat (Orden jesuita) de su ciudad natal, y continúa los estudios secundarios en Champagnat (Hermanos Maristas). Se gradúa en la Universidad de La Habana, de Derecho y de Ciencias Políticas, Sociales y Económicas, en condición de primer expediente. De un total de 33 asignaturas, recibe 33 calificaciones de sobresaliente, 31 premios ordinarios y 4 extraordinarios, así como el "Premio Nacional González Lanusa In Memoriam", al mejor estudiante de Derecho.

A los 17 años se incorpora a la lucha que libraba el Directorio Estudiantil en Cienfuegos contra la dictadura de Gerardo Machado, por lo cual sufre prisión en 1931. El 4 de septiembre de 1933, al ser depuesto el Gobierno Provisional de Carlos Manuel de Céspedes, forma parte del triunvirato que ocupó la alcaldía cienfueguera. En 1935 integra el Comité de Huelgas Universitario, que dirige las luchas estudiantiles.

Por desavenencias con la política entreguista de los dirigentes del Directorio, en Cienfuegos, en aquel entonces, renuncia a su cargo de Alcalde y pasa a formar parte del Ala Izquierda Estudiantil, bajo la dirección del Partido Comunista de Cuba, organización a la que ingresó en 1936. Entre 1938 y 1940 codirige la revista "El Comunista". Al graduarse, en 1939, se dedica enteramente a la lucha revolucionaria y asume la dirección del Partido Unión Revolucionaria Comunista, que posteriormente se transformó en Partido Socialista Popular.

Ministro sin cartera en el gobierno constitucional de Fulgencio Batista, de 1940 a 1944. Como miembro fundador del Partido Socialista Popular (PSP), formó parte de su Buró Ejecutivo Nacional, al que perteneció hasta su disolución en 1960, y de cuyo Diario Noticias de Hoy, ejerce como director. Tiene una participación destacada de promoción cultural y política desde la institución "Nuestro Tiempo", bajo la rectoría del PSP. Además de los órganos de prensa mencionados, y en diversos períodos, ha sido subdirector de la publicaciones partidistas "Mediodía", director de "Dialéctica" y codirector de la revista "Fundamentos".

Dirige la lucha clandestina del Partido contra la tiranía de Fulgencio Batista. En junio de 1958 se le orienta incorporarse a las guerrillas lideradas por Fidel Castro en la Sierra Maestra, como representante del PSP. Regresa a la Habana dos meses después, para coordinar la ayuda que brindarían los miembros de su Partido a las tropas rebeldes, que se proponían realizar la invasión a occidente, bajo el mando de los Comandantes guerrilleros Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos. Retorna nuevamente a la Sierra Maestra donde permanece durante los últimos meses de la lucha insurreccional.

A partir del triunfo de la Revolución ocupa las responsabilidades de Director del Periódico Hoy, órgano del Comité Nacional del PSP, de 1959 a 1962; miembro de la Dirección Nacional de las Organizaciones Revolucionarias Integradas y posteriormente de la Dirección Nacional del Partido Unido de la Revolución socialista de Cuba, entre 1960 y 1965; miembro del Consejo de Dirección de la revista "Cuba Socialista", entre 1961 y 1967; Presidente del "Instituto de la Reforma Agraria" (INRA), entre 1963 y 1965 y Ministro-Presidente de la "Comisión Nacional de Colaboración Económica y Científico Técnica" desde 1965 hasta 1976. Autor de ponencias y discursos en foros internacionales como la ONU, CEPAL y FAO, así congresos de partidos comunistas en el extranjero.

El 2 de noviembre de 1976 es elegido por la Asamblea de Cienfuegos diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular. El 3 de diciembre de 1976 es electo por la Asamblea Nacional del Poder Popular, vicepresidente del Consejo de Estado y vicepresidente del Consejo de Ministros, lo que determina su salida del secretariado del PCC.

La hoy Biblioteca Especializada en Economía Internacional, que surge a la par del "Centro de Investigación de la Economía Internacional (CIEI)" en 1965, recibe en su XV aniversario la donación por Carlos Rafael Rodríguez, de sus colecciones personales. Entre sus obras más reconocidas podemos mencionar; "Cuba en CEPAL". La Habana, Cuba. Editorial Ciencias Sociales. 1970; "Letra con filo", en 3 tomos. La Habana, Cuba. Editorial Ciencias Sociales. 1983 y "Palabras en los setenta". La Habana, Editorial Ciencias Sociales, 1984.

Talentoso escritor, economista, profesor y dirigente político mantuvo siempre su inalterable lealtad a sus convicciones revolucionarias, aún en las circunstancias más complejas. Fallece en La Habana el 8 de diciembre de 1997.

XLIII.- Julio Le Riverend (1912-1998)

"Nuestra patria constituyó para Estados Unidos una neocolonia administrada por dóciles gobiernos, fieles guardianes de sus intereses"

Historiador, profesor, investigador y economista reconocido internacionalmente. Nace en La Coruña, España, el 22 de diciembre de 1912. Su padre, como diplomático cubano, en al momento de su nacimiento ocupa el cargo de primer Cónsul de Cuba en La Coruña, España. En 1925 matricula en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana. Durante los años que mediaron entre 1928 y 1932 acude regularmente a la Biblioteca Nacional, donde María Villar Buceta le brinda asesoría sobre investigación histórica. Ingresa en las filas del Ala Izquierda Estudiantil, a inicios de 1930, vinculada al Partido Comunista.

Durante su estancia en Francia ingresa en la Unión Latinoamericana de Estudiantes, cuya Secretaría General asume con posterioridad, así como en el Partido Comunista francés, al cual permaneció adscrito hasta 1933. Participa en acciones contra el régimen dictatorial de Gerardo Machado, producto de lo cual es detenido y finalmente toma el camino del exilio, radicándose en París. Regresó a Cuba en 1934.

El 6 de marzo de 1937, matrícula en la Universidad de La Habana, para obtener los títulos de Doctor en Derecho Civil y en Ciencias Políticas, Sociales y Económicas. En 1940 obtiene el título de Doctor en Leyes. Ejerce como abogado de oficio en la Audiencia de Santiago de Cuba, hasta 1943. En esta etapa de su vida inicia su vinculación con dos importantes instituciones culturales: la "Sociedad Cubana de Estudios Históricos e Internacionales", dirigida por Emilio Roig de Leuchsenring y la "Sociedad Hispanoamericana de Cultura", promovida por Fernando Ortiz. Asiste al primer Congreso Nacional de Historia (1942).

Le es concedido el título de Historiador por la "Escuela Nacional de Antropología e Historia de México", en 1946. Nombrado Consultor del "Instituto Internacional de Estudios Afroamericanos", en 1943. En 1949 asume por oposición a la plaza de Profesor de la Cátedra de Geografía Económica e Historia del Comercio, en la Escuela Profesional de Comercio de La Habana, la cual desempeña a partir de 1949. Durante la década de 1950 mantuvo su actividad académica, vinculado estrechamente con la Sociedad Económica de Amigos del País.

Ocupa, por oposición, la dirección del Patrimonio Nacional del Tribunal de Cuentas, en 1952, cargo que desempeña hasta 1959. Paralelamente, participa en acciones de oposición al régimen de Fulgencio Batista, por lo cual se ve obligado a exiliarse en México. Regresa a Cuba en 1959 y reinicia su labor docente como Profesor de Economía en la Universidad Central de Las Villas, a la vez que labora en el Banco Nacional de Cuba como Consejero del BANFAIC. Entre 1961 y 1964 imparte cursos de Historia Económica de Cuba y de Historia de Cuba, en la Universidad de La Habana.

Desempeña el cargo de Director del Archivo Nacional de Cuba y del Instituto de Historia de Cuba, de 1962 hasta 1972. Forma parte de la Comisión Organizadora de la Academia de Ciencias de Cuba, en 1962, y en su condición de Vicepresidente de dicha institución representa al país en diversos intercambios científicos. Dirige la Biblioteca Nacional "José Martí", desde 1977 hasta 1988. Forma parte del Consejo de Dirección del "Centro de Estudios Martianos". Designado Asesor del Ministerio de Cultura, en 1978.

Desempeña la Presidencia de la "Unión Nacional de Historiadores de Cuba", desde su fundación en 1981 hasta 1995. Los últimos años de su vida los dedica a la investigación, como resultado de lo cual vieron la luz diversos libros, ensayos y artículos, labor que compartió con la asesoría a diferentes instituciones científico-docentes del país. Fallece en La Habana el 12 de mayo de 1998.

En una de sus obras más conocidas "La república- Dependencia y revolución" (1966) que abarca la etapa de 1899 a 1958 hace un recorrido histórico, político y económico por el complejo decursar de la república dependiente con un análisis de las causales que entorpecieron y limitaron su plena soberanía. En la misma expone como…"…el desencadenamiento y desarrollo de la intervención norteamericana en la contienda entre España y la dominación colonial española, marca el inicio de una etapa en que desaparecen de la política norteamericana hasta los más débiles vestigios de consideración política hacia las fuerzas revolucionarias cubanas. Con anterioridad al año 1898, aunque no en muchas ocasiones, hubo momentos en que la política del gobierno norteamericano parecía orientarse hacia el reconocimiento de la beligerancia de los cubanos. A fines de 1897 y a principios de 1898, las posibilidades de una decisión tal, desaparecen totalmente y entran a jugar como fuerzas fundamentales en la política norteamericana los viejos impulsos anexionistas, esta vez orientados por grandes intereses económicos que no solamente defendían las inversiones ya realizadas sino, sobre todo, pretendían abrir al inversionista financiero norteamericano el Mercado de Cuba que se consideraba pleno de perspectivas. Esta política queda claramente definida durante las negociaciones del Tratado de París, firmado el 10 de diciembre de 1898, del cual no solamente son excluidos los delegados del pueblo de Cuba sino que los territorios arrebatados a España, quedan sujetos al poder militar y norteamericano" (120).

La inserción de nuestro poderoso vecino, en plena fase imperialista, expansionista y hegemónica, requería de nuevos mercados para la exportación de mercancías y capitales así como fuente segura de obtención de materias primas y mano de obra baratas. Desde ese momento nuestra patria constituyó para Estados Unidos una neocolonia administrada por dóciles gobiernos, fieles guardianes de sus intereses siempre prestos a reprimir con violencia cualquier oposición popular a sus fatales designios.

XLIV.- Hortensia Pichardo Viñals (1904-2001)

"Sus principales aportes a la educación se presentan en los trabajos de investigación sobre temas cubanos en mapotecas y archivos".

Doctora en Ciencias Históricas, Pedagogía y en Filosofía y Letras. Profesora de Mérito de la Universidad de La Habana, Especialista en Ciencias Geográfico-Históricas. Heroína del Trabajo de la República de Cuba. Nace en La Habana el 22 de enero de 1904. En la década de 1940 se inicia su desempeño como profesora de Historia de Cuba en el Instituto de Segundo Enseñanza de la Víbora. Imparte posteriormente las asignaturas Técnica de la Investigación Histórica e Historiografía Cubana en la Escuela de Historia de la Universidad de La Habana.

Sus principales aportes a la educación se meterializan en los trabajos de investigación sobre temas cubanos, en mapotecas y archivos de Estados Unidos, en el Archivo Nacional de Cuba,, en la biblioteca de la Sociedad Económica de Amigos del País, en el Archivo municipal y en el Museo de Santiago de Cuba, cuyos resultados publica junto a su esposo Fernando Portuondo, y los cuales constituyen referente obligado para profesores y estudiantes entre ellos: "En torno a la conquista de Cuba"; "Compilación de los escritos de Carlos Manuel de Céspedes"; "Mercedes Matamoros, su vida y obra" y "Documentos para la Historia de Cuba", en cinco tomos.

Escribe además para niños y jóvenes. Igualmente redacta importantes obras sobre Carlos Manuel de Céspedes y José Martí. Participa en numerosos eventos nacionales e internacionales representando a la Sociedad Cubana de Estudios Históricos, de la que es miembro titular. Colabora en numerosos medios de prensa entre ellos: en "Alma Cubana", "Revista Bimestre Cubana", "Islas", "Lyceum", "Bohemia" y "Anuario Martiano".

Obtiene a lo largo de su vida los siguientes reconocimientos: "Orden Carlos J. Finlay", "Orden Ana Betancourt", "Orden Frank País de Primer grado", "Orden Carlos Manuel de Céspedes", "Orden Félix Varela", Medalla "Fernando Ortiz", Medalla "Alejo Carpentier", Medalla "150 Aniversario del natalicio del General Máximo Gómez", "Distinción Por la Cultura Nacional", "Premio Nacional de Ciencias Sociales", "Premio Nacional de Historia", "Réplica del Machete de Máximo Gómez" y Miembro de Honor de la "Asociación de Pedagogos de Cuba". Fallece en La Habana el 21 de junio del 2001.

XLV.- Raúl Ferrer Pérez (1915-2003)

"Obrero de origen, maestro de vocación y hombre de un bien definido ideario educativo, desplegó una importancia labor en aras de garantizar el acceso a la educación al pueblo".

Nace el 4 de mayo de 1915 en el pueblo de Meneses, en la antigua provincia de Las Villas. En 1933 se gradúa de Bachiller en Ciencias y Letras en el colegio de los Hermanos Maristas. Por necesidades económicas comienza a trabajar como obrero azucarero en el central Vitoria, en Yaguajay, y participa en el sindicato de trabajadores del central como miembro del ejecutivo sindical.

En 1935 recibe el título de Profesor de Educación Física en la ciudad de Santa Clara. Al año siguiente concurre al I Congreso Azucarero Provincial como delegado de los obreros azucareros del central Vitoria. En 1937 se traslada a La Habana para iniciar un cursillo pedagógico en la Escuela Normal Rural José Martí. Seleccionado como Maestro Cívico Rural, inicia su labor pedagógica en el central Narcisa (hoy Obdulio Morales).

En 1941 organiza la Federación Nacional de Maestros rurales, en la que ocupa cargos como dirigente, desde el municipio la provincia hasta el Ejecutivo Nacional. La Federación de Maestros asume la dirección de la revista "La Escuela Rural" y lo designa como jefe de redacción. Organiza la lucha por demandas salariales para los maestros y conserjes, por la creación de un mayor número de aulas, por el desayuno escolar para los alumnos de primaria y por los derechos de los maestros.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
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