La Unión Europea llama a revisión al Euro la casa está en llamas II (página 4)
Enviado por Ricardo Lomoro
A diferencia de lo que se suele decir, el aumento de productividad de Europa occidental superó al de EEUU en los últimos 30 años; hoy la diferencia entre el PBI por hora de la UE y el de EEUU es inferior al 10%. En 1970 la brecha era cercana al 35%, según la base de datos Ameco de la UE. En algunos países, como Francia, la productividad supera hoy a la de EEUU.
Pero si los europeos siguen siendo más pobres es porque menos gente en Europa tiene trabajo, y los que lo tienen fueron reduciendo el tiempo que pasaban trabajando. Los estadounidenses se muestran menos convencidos de trabajar menos horas, y mantuvieron sin cambios el total de horas en los últimos 10 años, pese al crecimiento.
"Hay que preguntarse quién es el que está desubicado", dice Daly. "El ocio es un bien natural, y la teoría dice que a medida que nos volvemos más ricos consumimos más de ese ocio".
Las encuestas revelan que los europeos, en general, están dispuestos a pagar más impuestos a cambio de servicios sociales, y la evidencia anecdótica sugiere que el concepto de bienestar europeo está menos ligado a la riqueza material que en EEUU.
"Los estadounidenses se mudan de casas de 2.000 metros cuadrados a casas de 2.500 y luego a casa de 4.000. Es una mentalidad diferente", explica Kenneth Rogoff, economista de Harvard y ex economista jefe del FMI.
Guiseppe Roma, director de estudios de Censis, en Roma, dice que los consumidores europeos cada vez rechazan más las compras superfluas y compran productos relacionados con la calidad de vida. Agrega que la nueva actitud es "me importa la calidad de vida. No compraré Prada, pero sí aceite de oliva orgánico".
Sin embargo, algunos economistas sostienen que a Europa le está costando caro su modelo social. En una sociedad que se enorgullece de sus valores igualitarios, demasiada gente está desempleada o fuera del mercado laboral, lo que significa un doble gasto para las arcas públicas: no pagan impuestos y por lo general reciben beneficios. El índice de desocupación en los 15 miembros antiguos de la UE subió a 7,8% el año pasado, comparado con el 6,1% de EEUU, según informes de la OCDE.
Con un número creciente de jubilados, la desocupación está complicando los sistemas de salud y de pensiones estatales: esa carga doble, según estimaciones de la Comisión Europea, trepará a un 8% del PBI en la mayoría de los países de la UE.
Un estado de bienestar generoso no sólo tiene costos. Europa tiene menos niñez pobre, menor incidencia de analfabetismo y una población penitenciaria menor que la de EEUU, según las estadísticas de la OCDE.
Hay que producir más historia que la que se consume
Tal vez con estos líderes europeos, tan cortos de inteligencia (para el beneficio colectivo), como prolongados de avaricia, egoísmo, y golfería (para el beneficio particular), no se pueda llegar más lejos. Hasta que los ciudadanos hagan "tronar el escarmiento" (ojalá!!), habrá que continuar "tragando" el desfile de estos "personajes" de Madame Tussaud, abarrotados de cirugía plástica, siliconas, tintes y maquillaje…
Mientras, dada la orfandad de liderazgo, los ciudadanos europeos deberían tratar de afirmar que Europa no necesita que la protejan contra su propia voluntad…
Mientras, dada la orfandad de liderazgo, los ciudadanos europeos deberían intentar desistir del modelo (importado e impuesto) que la impulsa hacia una sociedad apresurada, competitiva e individualista que recela de la jerarquía y de la estabilidad…
Habrá que optar, por ser una "nación de tenderos", una "burguesía carente de objetivos históricos", o recuperar una "tradición burocrática" progresista y eficiente de la cual estar justificadamente orgulloso…
Sólo tener memoria histórica (o recuperarla): Alguna vez en Europa el Estado se colocó por encima de la sociedad, la democracia por encima del constitucionalismo y la igualdad por encima de la libertad…
Tal vez ustedes prefieran… (a modo de conclusión provisional)
Tal vez ustedes prefieran las "Latas de sopa de tomate Campbell" de Warhol a los "Potato eaters" de Van Gogh.
Tal vez ustedes prefieran la "Estatua de Lincoln" del Memorial a "El David" de la Academia.
Tal vez ustedes prefieran la "Estatua del Rockefeller Center" a "El Pensador" de Rodin.
Tal vez ustedes prefieran "Porgy and Bess" de Gershwin a la "Flauta Mágica" de Mozart.
Tal vez ustedes prefieran "West side story" de Bernstein a "La Traviata" de Verdi…
Si es así, no hay más que decir; de no ser así, por favor, piensen y, actúen en consecuencia…
Piensen si desean (como europeos) ser un suburbio de occidente o ser "dignos" herederos y "esforzados" continuadores de una de las civilizaciones más antiguas del mundo y, actúen en consecuencia…
Ante el peso de los testimonios, por favor, conecten vuestra vista con el cerebro, y vuestro cerebro con el sistema nervioso.
Aunque aturdidos, inhibidos, autocensurados, pudriéndose en las oficinas del paro, alimentándose de la sopa boba de los subsidios sociales menguantes, estudiantes eternos de las carreras y cursos eternos del reciclaje eterno de los eternamente inalcanzables puestos de trabajo que les prometen -los demagogos flexibilizadores- si aceptan el precipicio infinito del despido libre, si aceptan ser sacrificados en vano.
A los líderes irreales, políticos de plastilina, también aturdidos, por la necesidad de acumular poder, sólo decirles, que la historia enseña que la resolución de los conflictos sociales es la mejor fórmula para almacenarlo.
Serviles, ante el predominio de los "valores mercantiles"…
Lacayos, del "pensamiento único"…
Genuflexos, ante el "poder imperial"…
Vuestro tiempo gastado en tales distracciones (el "gancho" y el "ruido") parece haber concluido.
Los relojes blandos dalinianos marcan vuestro final de "perros falderos" (siguen en lugar de liderar).
Los relojes rígidos de las catedrales, ayuntamientos y estaciones ferroviarias, de la "vieja Europa", marcan la llegada de "nuevos perros guardianes" (lideran en lugar de seguir).
Seréis derrotados por vuestra insinceridad o mera estratagema… Continuará…
"Todo este acto de escribir no es más que la bandera de Robinson Crusoe en el punto más elevado de la isla" (Kafka)
Seis años más viejo (Unión Europea, la novia del espectro)
Sin duda, sigo siendo "millonario" en causas perdidas. Por otra parte, las victorias, si las hubiera, me producen amargura, desdén, melancolía, sensación de levedad…
Que haya sido mi "amada" Grecia, la cuna de la cultura occidental, la causante de la mayor crisis de la Unión Europea, me llena de desazón.
Que sea mi "admirada" Alemania, la locomotora europea, la que provoca dudas e incertidumbre sobre el proyecto europeo, me produce desilusión.
Que cuatro tiburones de mierda, ciertos gurús catastrofistas y algunos escribas tasados, puedan poner de rodillas a la UE, resulta humillante, bochornoso y letal.
El fallo estructural del euro empieza a hacerse realidad. La solución no puede ser la más racional económicamente porque algo así acabaría por definición con el euro. Aquí la racionalidad se equivoca porque solamente ve una parte de la realidad. La solución ha de ser la decisión política, dolorosa y difícil, de hacer en pocos años lo que no hemos hecho en una década. Y anunciar ya que lo vamos a hacer (del esperpento al no disparate)… Y cruzar los dedos para que nos crean.
Posdata I (un deseo): que no cunda el pánico: el Partenón no son las Torres Gemelas y Grecia no es Lehman Brothers (aunque el apoyo sólo sea moral, para evitar el riesgo moral)… Por ahora, se advierten más dudas que certezas.
Posdata II (duda existencial): ¿tienen recursos -capacidad de fuego- y decisión -voluntad política-, para enfrentarse a los "amos del universo"? To be, or not to be, that is the question… Todo lo demás, suena a dilución.
En las próximas páginas se presenta información pormenorizada de cada uno de los temas abordados. Para abreviar la lectura (en su caso) se han subrayado los párrafos más importantes y destacado en rojo los más significativos. La redacción se ha efectuado en tiempo real, por lo que sabrán disculpar algunos fallos gramaticales (tiempo de los verbos, entre otros). Ustedes leerán en tiempo pasado lo que, en alguna medida, hemeroteca mediante, ha sido redactado en tiempo presente. Son los problemas que plantea escribir sobre historia del presente (crónicas de guerra). Nuevamente disculpas.
Pasen y lean (como diría mi admirado Cesar Vidal: "sin el ánimo de agotar el tema, los hechos son los siguientes")…
La batalla de la triple "A": los sospechosos habituales (¿quiénes se benefician del ataque al euro?)
"El movimiento pendular imperante en la deuda pública desde el inicio de la crisis ha deparado en 2009 la mayor oleada vendedora desde hace una década en Estados Unidos. Esta tendencia se ha reflejado en la evolución de la rentabilidad, que ha registrado su mayor incremento desde 1999 -hay que tener en cuenta que sube cuando el precio de los títulos baja-. El rendimiento de los bonos norteamericanos se ha disparado desde el 2,21 hasta el 3,80%, un repunte de 159 puntos básicos -ó 1,59 puntos porcentuales"… Los bonos estadounidenses a 10 años sufren su peor ejercicio desde 1999 (El Economista – 28/12/09)
De este modo, la deuda norteamericana a largo plazo da carpetazo a dos años de adquisiciones ininterrumpidas. Más en concreto, pone fin a las compras que le han acompañado desde el inicio de la crisis en agosto de 2007. Ese ejercicio se saldó con un descenso del rendimiento de 67,9 puntos básicos, aunque lo más gordo vino luego, en 2008, sobre todo a partir de la quiebra del banco Lehman Brothers en septiembre. Su caída provocó un auténtico éxodo de los inversores hacia los activos más seguros, y la deuda pública se llevó la palma. Como consecuencia, la rentabilidad bajó en 181 puntos y llegó a situarse en el 2,05%, su nivel más bajo.
Un cambio de ritmo…
Pero en 2009 las compras han cedido el testigo a las ventas, un relevo que ganó intensidad conforme se fue despejando el panorama financiero y económico. La mejoría de la situación propició la operación retorno de los inversores hacia los activos con riesgo. O lo que es lo mismo, el dinero salió de los bonos y buscó rendimientos más atractivos en la renta variable y las materias primas. Así ocurrió, especialmente, durante el segundo trimestre del año, en el que el rendimiento repuntó del 2,66 al 3,53%, un aumento de 87 puntos básicos, que coincidió con una subida del 11% en el índice bursátil Dow Jones.
Tras moderarse en los meses posteriores -en la temporada estival regresaron las compras defensivas-, la oleada de ventas se ha intensificado en diciembre por dos motivos. Primero, la prolongación de la recuperación. Una sensación avalada porque en el tercer trimestre del año la economía volvió a la senda del crecimiento y porque, además, noviembre ofreció el mejor dato mensual de empleo desde diciembre de 2007. Y segundo, la progresiva retirada de estímulos por parte de la Reserva Federal (Fed), el banco central de EEUU. El más sensible de todos ellos para la deuda pública expiró a finales de octubre, que es cuando la entidad terminó de consumir los 300.000 millones de dólares que había destinado a la compra de bonos estadounidenses, un mecanismo con el que persiguió inyectar dinero de forma directa en la economía y que sirvió para sostener el rendimiento de los bonos mientras estuvo vigente.
que puede anticipar otro
La continuación de la retirada de las medidas extraordinarias por parte de la Fed prolongará en 2010, con toda seguridad, la tendencia vendedora vista este año. Dos ingredientes adicionales confirman esta sensación: la posibilidad de que el banco central norteamericano comience a subir paulatinamente los tipos de interés, algo que el mercado no espera hasta agosto, y el abultado déficit norteamericano, que supera los 12 billones de dólares y que seguirá tensionando la curva. Según las previsiones, en 2010 el desequilibrio podría crecer entre 1,5 y 2 billones de dólares, lo que obligará al Tesoro a emitir una cantidad similar en deuda.
Eso sí, las previsiones contemplan un repunte más moderado de la rentabilidad: podría despedir el próximo ejercicio en el 4,34 por ciento, 59 puntos básicos por encima del nivel actual. Además, y como EEUU va por delante en el ciclo, lo acontecido este año en la deuda pública norteamericana supone un anticipo de lo que puede ocurrir en Europa durante 2010. Si este ejercicio el bono alemán ha repuntado 36 puntos básicos, se espera una subida adicional de casi 60 puntos básicos en 2010.
"Los principales fondos de inversión del mundo están recortando su exposición a los bonos Reino Unido y EEUU ante los temores de que el aumento de la deuda pública y la retirada del apoyo de los bancos centrales a sus economías puedan suponer un deterioro de la recuperación global"… Los fondos de inversión recortan su exposición a los bonos de EEUU y Reino Unido (Expansión – 5/1/10)
Los fondos temen que un importante aumento de la rentabilidad de los bonos gubernamentales, o tipos de interés, desencadenado por la inquietud de los mercados sobre las finanzas públicas, se traduzca de forma inmediata en el encarecimiento de las hipotecas y de los créditos de las empresas.
A medida que aumenta la rentabilidad, el precio de los bonos disminuye, provocando una devaluación de las inversiones de los fondos. Pimco, uno de los mayores fondos de bonos del mundo, que gestiona unos 940.000 millones de dólares (655.000 millones de euros), advierte de que los niveles récord de emisión de bonos en EEUU y Reino Unido y el final de la relajación monetaria situarán a los mercados financieros en una situación de extrema dificultad.
Otros grandes fondos, como BlackRock, Barings Asset Management y Standard Life Investments, también han advertido de las consecuencias de una venta masiva de bonos de EEUU y Reino Unido. En cambio, muchas gestoras de bonos se muestran más optimistas sobre los mercados de la eurozona porque los programas de ayuda del Banco Central Europeo han sido menos agresivos y las expectativas inflacionistas son menores que en otras zonas.
En opinión de Richard Batty, responsable de inversiones de Standard Life Investments, "el nivel de riesgo se ha disparado en los mercados de bonos de EEUU y Reino Unido. Hay riesgo de una venta masiva en estos mercados". Paul McCulley, director gerente de Pimco, aseguró que el aumento de emisión de bonos y el final de los programas de ayuda de los bancos centrales, que han situado la rentabilidad de los bonos a un nivel inferior, son el principal motivo para reducir la exposición en EEUU y Reino Unido.
Los fondos europeos de BlackRock tienen el nivel de exposición más bajo a los mercados de renta fija de EEUU y Reino Unido de los últimos dos años. Barings también ha recortado sus inversiones en estos dos países. Aunque Standard Life Investments todavía no ha reducido su exposición allí, también ha advertido sobre los riesgos de estos dos mercados.
En el último mes, la desconfianza ante los bonos de estas dos economías ha provocado que su rentabilidad suba a un mayor ritmo que la de los bonos alemanes. La de los bonos de EEUU a diez años ha subido 63 puntos básicos hasta el 3,83% desde el pasado 30 de noviembre, mientras que en Reino Unido, el aumento ha sido de 44 puntos básicos hasta el 3,96%.
La rentabilidad de los bonos alemanes sólo se ha incrementado 23 puntos básicos en el mismo periodo, lo que supone una escalada del 3,38%. No obstante, algunos banqueros creen que la fuerte subida de la rentabilidad de los bonos en el último mes puede representar una buena oportunidad de compra. Según los analistas, este año la rentabilidad de los bonos de EEUU y Reino Unido podría incrementarse otros dos puntos porcentuales.
"El mercado de acciones de Estados Unidos podría enfrentar problemas en 2010 debido a que los billones de dólares en estímulos monetarios y gastos gubernamentales han comenzado a agotarse en la mayor economía del mundo, según algunos inversionistas y estrategas"… Los recortes de estímulos y gastos afectarían a las acciones de EE.UU. en 2010 (The Wall Street Journal – 7/1/10)
Con menos respaldo, la continuación de la recuperación de las acciones tendría que ser impulsada por un crecimiento de las ganancias. En los anteriores repuntes cíclicos de las ganancias, las empresas de bienes de consumo masivo, como las minoristas, y las de servicios financieros, lideraron la escalada. Pero esos sectores enfrentan un año difícil, debido a que los consumidores siguen altamente endeudados y los bancos continúan haciendo frente a las persistentes pérdidas por préstamos producto de la crisis financiera.
"Esta vez no podemos contar con que las acciones financieras y de consumo masivo se encargarán de proporcionar el gran impulso", escribió Brian Knapp, titular de estrategia de cartera estadounidense en Barclays Capital, en una nota a los inversionistas.
Knapp espera que el índice Standard & Poor's 500 caiga a 990 puntos durante la primera mitad de 2010, y luego se recupere para cerrar el año en 1.120 puntos. El índice cerró el 6/1 en 1.126,4 puntos.
Los informes económicos que se publicarán a comienzos del año podrían fijar el tono para el resto del año. Si superan las expectativas, podrían alentar a la Reserva Federal a comenzar a revertir pronto su ultra expansiva política monetaria.
El S&P 500 subió casi un 30% en 2009 debido a que las tasas de interés cercanas a cero y las masivas compras de bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas por parte de la Fed evitaron otra Gran Depresión. Los sectores de tecnología de la información, materiales y consumo masivo estuvieron entre los grandes ganadores, con un aumento de al menos el 45%, según FactSet Research Systems.
A medida que entramos al 2010, la mayoría de los analistas se muestra optimista sobre las ganancias. Proyectan que las ganancias de las empresas que integran el S&P 500 crecerán cerca del 25% en promedio en el año. Ese sería por lejos el repunte en las ganancias más fuerte registrado en el primer año de una recuperación desde la Segunda Guerra Mundial, destacó Knapp.
Los sectores de consumo masivo y financiero impulsaron las recuperaciones pasadas, con un crecimiento promedio anual de las ganancias del 64% y el 55%, respectivamente, durante cinco repuntes desde 1973, según estudios de Knapp.
En esta oportunidad, esos sectores podrían tener dificultades para generar tal crecimiento de las ganancias.
Hogares endeudados
El crecimiento de las ganancias del sector minorista podría ser especialmente débil debido a que los consumidores estadounidenses siguen muy endeudados, según la firma de inversiones Matthes Capital.
Matthes, con sede en San Francisco, ha pasado cerca de dos décadas analizando balances de empresas, estados de ingresos y flujos de efectivo para juzgar la valuación de las acciones. Pero, ante la peor recesión en décadas, la firma recientemente cambió su enfoque hacia los hogares estadounidenses para ver cómo están respaldando sus activos e ingresos.
Durante los primeros ocho años de este siglo, los pasivos de los hogares estadounidenses aumentaron en promedio en US$ 943.000 millones al año. Desde el inicio de la más reciente recesión hasta septiembre de 2009, los pasivos se redujeron en US$ 256.000 millones, revirtiendo apenas 3,2 meses de ese crecimiento de deuda, según Matthes.
La mayor parte de esta montaña de deudas aún está relacionada al frágil mercado de viviendas, que recibió el apoyo del Gobierno. En el momento de mayor auge inmobiliario, en 2006, los hogares estadounidenses debían US$ 9,8 billones en deuda hipotecaria. A fines de septiembre, la cifra había aumentado a US$10,3 billones, calcula Matthes.
Gasto gubernamental
Tales niveles de deuda dejan a los hogares estadounidenses con menos efectivo disponible para gastar en otras cosas. Debido a que los consumidores en general representan dos tercios del producto interno bruto de Estados Unidos, esta situación debería mellar el crecimiento económico. No obstante, el consumo personal actualmente representa más del 70% del PIB, bien por encima del promedio del 66% que se registraba desde 1929, según Matthes.
Es probable que el consumo haya permanecido alto debido a los pagos de transferencias del Gobierno, que ayudan a las personas que pasan momentos difíciles a través de los sistemas de bienestar social, dijo Matthes.
Desde 1929, los pagos de transferencias promediaron el 10,9% del gasto de los consumidores hasta septiembre. Pero la cifra de septiembre fue de casi el 22%, el mayor porcentaje de la historia, según Matthes.
Esta ayuda del Gobierno generalmente se destina a las personas más pobres, las cuales son las más propensas a gastarla, impulsando así el consumo y la economía. Pero dicho consumo beneficia a los minoristas enfocados en consumidores de menores ingresos a expensas de los rivales que apuntan a las clases media y alta, dijo Matthes.
Cuando el Gobierno comience a retirar esta ayuda, el impacto podría ser más amplio.
"En algún momento de los próximos 9 a 12 meses, el Gobierno desacelerará sus drásticos gastos, los cuales provocaron un crecimiento de la deuda de casi el 50% desde el inicio de la recesión y generaron una deuda federal registrada equivalente a la mitad del PIB", escribió Matthes.
"La magnitud de la respuesta fiscal ha sido tal que cuando retroceda el raudal de gastos del Gobierno dejará expuesto a un consumidor con una demanda de consumo orgánica bien inferior a la necesaria para alentar una recuperación económica", añadió la firma.
"Un gran agujero"
Las ganancias del sector financiero también podrían tener dificultades para crecer este año.
La mayoría de los bancos estadounidenses más grandes, como JPMorgan Chase & Co., Bank of America Corp. y Wells Fargo & Co., devolvieron decenas de miles de millones de dólares en ayuda directa del Gobierno.
El sector también se está beneficiando de una pronunciada curva de rendimientos -la diferencia entre las tasas de interés de corto y largo plazo. Eso los ayuda a generar más dinero debido a la brecha entre lo que pagan por los depósitos y las tasas que cobran a los prestatarios.
No obstante, las persistentes pérdidas por préstamos causadas por el colapso inmobiliario y la crisis financiera podrían limitar las ganancias futuras, dijo Knapp de Barclays Capital.
Los inversionistas parecen creer que los US$ 1,1 billones en pérdidas por créditos que ya fueron registradas por el sector representan la mayor parte de las pérdidas de este ciclo, añadió.
Pero el estratega destacó que la mayor parte de las pérdidas provinieron de los aproximadamente US$ 2 billones en activos que estaban disponibles para la venta y que estaban en cuentas al valor de mercado o de intermediación de instituciones.
Los bancos también tienen aproximadamente US$ 8 billones en activos en cuentas devengadas, las cuales son mantenidas hasta el vencimiento. Los bancos cuentan con reservas para cubrir sólo parte de las pérdidas sobre esos activos, reconoce Knapp.
"Las pérdidas por préstamos acumuladas restantes serán de aproximadamente US$ 750.000 millones, y las reservas son de aproximadamente US$ 200.000 millones", escribió Knapp. "Esto implica provisiones adicionales de US$ 550.000 millones para los próximos dos o tres años".
Eso reducirá las ganancias en el sector financiero, lo que limitará el repunte más amplio que esperaba la mayoría de los analistas, añadió.
En 2006, el sector financiero representó US$ 24, o un 27%, de las ganancias del S&P 500, de US$ 88 por acción. Este año los bancos contribuirán con US$ 3, estimó Knapp.
"Ese es un gran agujero", concluyó el estratega.
"La firma de ingeniería eléctrica de John Murray en esta ciudad se ha mantenido a flote en medio de la recesión en parte gracias al trabajo generado por contratos con el gobierno local. A medida que la crisis financiera amaina, sin embargo, Murray se "desvela" ante la posibilidad de que sus perspectivas empeoren, en lugar de mejorar.
El motivo: aunque Gran Bretaña sale de la recesión, enfrenta un déficit fiscal de 12,5% del Producto Interno Bruto (PIB), uno de los mayores del mundo. Para reducirlo hay que quitar miles de millones de libras esterlinas de la economía mientras que el gobierno sube los impuestos y reduce el gasto"… Gran Bretaña sale de la recesión y se alista para una era de austeridad (The Wall Street Journal – 8/1/10)
En los años que siguieron a las cuatro recesiones de posguerra anteriores en Gran Bretaña, los déficits promediaron un 5,7% del PIB en su momento más álgido. En la recesión más virulenta, a inicios de los años 90, llegó a 7,67% del PIB, casi la mitad del monto actual.
Los problemas potenciales de Murray quedaron en evidencia en una reunión del mes de diciembre con funcionarios locales en Walsall, una localidad en el centro-oeste de Inglaterra. Murray afirma que él y otros empresarios recibieron una clara advertencia: "No piensen que una vez que termine esta recesión habrá mucho dinero a disposición de las autoridades para gastar. No habrá dinero".
Este tipo de recortes son un indicio de que la recuperación del país tras la recesión probablemente sea más dolorosa que en otros lugares. Gran Bretaña pagó caro su fuerte dependencia de la industria financiera y el consumo en la primera etapa de la crisis financiera. El gobierno estabilizó la economía mediante un estímulo de miles de millones de libras.
Mientras países como Estados Unidos, Japón, Francia y Alemania retomaron la senda del crecimiento en el tercer trimestre del año pasado, Gran Bretaña cayó 0,3% y pasó a ser el último de los integrantes del Grupo de los 20 en superar la recesión. Los economistas prevén una expansión de 0,9% el año próximo, frente a 2,2% en EE.UU. y un promedio de 0,7% en la Unión Europea.
A pesar de la divulgación de algunas cifras positivas, muchos economistas temen que Gran Bretaña quede rezagada durante años mientras el gobierno y los consumidores se ajustan el cinturón. Un vocero del Ministerio de Finanzas, no obstante, afirma que algunos economistas, incluidos los del Fondo Monetario Internacional, creen que el crecimiento británico excederá al de otras grandes economías en 2010 y que el país continúa "comprometido con finanzas públicas sostenibles".
El control del déficit fiscal será un tema decisivo en las elecciones programadas para mayo y los dos grandes partidos, el Laborista y el Conservador, prometen medidas duras.
La primera semana de enero, el gobierno laborista detalló medidas para reducir a la mitad el déficit para 2014, pero postergó los grandes recortes hasta que el crecimiento cobre impulso. El opositor Partido Conservador ha prometido una "era de austeridad".
La medicina será amarga quien quiera que gane. Bank of America Merrill Lynch estima que retirar las medidas de estímulo económico conducirá a una pérdida de alrededor de 2 puntos porcentuales del PIB en 2010. En cada uno de los cinco años siguientes, Gran Bretaña tendrá que reducir el gasto público o aumentar los impuestos en una suma igual al 0,5% del PIB para ordenar sus finanzas, señala el informe.
Es probable que los efectos de estos recortes repercutan con fuerza en áreas como la que rodea a Birmingham, conocida como "el País Negro" gracias a su historial de industrias que funcionan a carbón.
El desempleo de esta zona, conocida como West Midlands, llegó a 10,1% en octubre, el último mes del cual hay datos disponibles, y excedió el promedio británico de 7,8%. A pesar de que la crisis de crédito partió en centros financieros como Londres, los sectores cíclicos como la manufactura -que sigue siendo un importante empleador en la zona- se han visto muy perjudicados.
Para los partidos Laborista y Conservador, la región también reviste otro significado. De los aproximadamente 135 escaños que harían falta para que la actual mayoría laborista se transforme en una mayoría conservadora en las próximas elecciones, 30 se encuentran en West Midlands.
Ladywood, un distrito céntrico de Birmingham, marcó un hito de la recesión en enero del año 2009 cuando se convirtió en la primera zona en la que el desempleo tocó el 10%; ahora es de 16,7%.
Ladywood, sin embargo, mantuvo las apariencias gracias al robusto gasto del gobierno. Sus cuadras de viviendas públicas construidas en los años 60 tienen pocos graffitis o basura y se intercalan con áreas verdes bien cuidadas.
Esto refleja la generosidad del gobierno desde que el Partido Laborista del primer ministro Gordon Brown llegó al poder en 1997. El gasto fiscal como porcentaje del PIB aumentó de 38,2% a 47,3% del PIB el año pasado, según Eurostat, la agencia de estadísticas de la UE. Algunos analistas estiman que podría alcanzar 50% del PIB en 2010. En la UE, fue de un promedio de 46,8% el año pasado y en EE.UU. fue de 20,7%.
Ya comenzó una rueda inicial de frugalidad, afirma Colin Hughes, concejal de Ladywood. En 2010, el ayuntamiento de Birmingham recibirá un 5% menos que este año del gobierno central. En las reuniones de concejales ya no se sirven galletas ni se imprimen copias de la agenda. La idea de publicar un diario mensual del ayuntamiento fue archivada y las autoridades consideran cerrar un campo municipal de golf.
"Es sólo el comienzo y durante los próximos tres o cuatro años, se verán recortes en partidas de gastos importantes como asistencia social y salud", indicó Hughes.
Otro problema, aquí y a lo largo de Inglaterra es que a pesar de que el gobierno inyectó 76.200 millones de libras para rescatar a dos importantes bancos, entre otras medidas, el crédito bancario no se ha recuperado. A fines del mes pasado, el Banco de Inglaterra reportó que los préstamos a empresas se contrajeron en 4.600 millones en septiembre, el octavo mes consecutivo de declive.
Al igual que el gobierno, los bancos tienen sus propios problemas de deuda. Para cumplir los estándares internacionales de capital, los bancos británicos aún deben levantar el equivalente a 5,5% del PIB del Reino Unido para fines de 2010, según cálculos del FMI. En el caso de los bancos de EE.UU., la suma es de alrededor del 1% del PIB.
"La economía de la primera potencia mundial acaba la primera década del milenio en una situación peor que la registrada en el año 2000. Tras dos recesiones en 10 años, la creación de empleo ha sido nula. Por el contrario, los países más pobres han avanzado de forma significativa"… La década de 2000: negra para EEUU, dorada para las economías emergentes (Libertad Digital – 14/1/10)
Según datos publicados por el Washington Post, la economía estadounidense ha acabado la primera década del nuevo milenio peor de lo que estaba a su inicio.
Es la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que el país no registra un crecimiento del empleo al acabar la década.
Entre 2000 y 2009 la creación de empleo ha sido nula. El modesto aumento entre 2003 y 2007 no ha compensado la reducción causada por las dos recesiones que ha sufrido el país.
El aumento del Producto Interior Bruto (PIB) ha sido discreto, y la riqueza neta de los hogares (activos menos deudas) ajustada a la inflación es menor que al principio de la década, al bajar el precio de la vivienda y subir la deuda de los consumidores.
En la década de los 40 el empleo aumentó un 38%, en la década de los 50 aumentó un 24%, en la década de los 60 aumentó un 31%, en la década de los 70 lo hizo un 27%, en la década de los 80 volvió a aumentar un 20%, y en la década de los 90 otro 20%. En la década de 2000 el crecimiento ha sido de 0%.
Cabe matizar que la década sale especialmente mal parada por el hecho de comprender, justo al principio y al final del período, dos crisis muy duras: el estallido de la burbuja puntocom, y el estallido de la burbuja de la vivienda.
Pero no ha sido una década perdida para todo el mundo. Los países más pobres o en vías de desarrollo han experimentado una importante mejora. Como destaca el economista Tyler Cowen en su balance para el New York Times, los cuatro países más poblados del planeta (dejando a un lado Estados Unidos) han registrado un crecimiento económico notable. China e India han crecido a un ritmo vertiginoso.
El analista Allister Heath, en un artículo titulado Asian nations laugh at our incompetence ("Las naciones asiáticas se ríen de nuestra incompetencia"), contrapone el crecimiento previsto de las economías emergentes al de los países occidentales en 2010. Heath cita al economista del HSBC Stephen King, que pronostica un crecimiento del 6,2% para los economías emergentes (un 9,5% en el caso de China), y un exiguo crecimiento del 1,9% para las economías más ricas.
La economía global se concentra más alrededor de China, y el crecimiento de las economías emergentes ya no está alimentado únicamente o incluso principalmente por el consumo de Estados Unidos y Europa. Heath apunta que el flujo comercial entre economías emergentes ha aumentado, y China fue en 2009 el principal exportador del mundo, desplazando a Alemania.
"Al comenzar el año, imperaba un consenso: la deuda a largo plazo del Tesoro de Estados Unidos sería una de las inversiones menos productivas de 2010. Unas semanas después, algunos inversionistas comienzan a reconsiderarlo"… Un refugio seguro cuando hay turbulencias (The Wall Street Journal – 8/2/10)
En momentos en que Grecia está en aprietos y la situación amenaza con extenderse por toda Europa, los bonos del Tesoro estadounidense se vuelven a beneficiar de su estatus de refugio seguro. Los precios de la deuda del Tesoro se dispararon la semana pasada, lo que provocó un descenso en las tasas de interés, o rendimientos. A última hora del viernes en Nueva York, los bonos a 10 años rendían 3,55%, su nivel más bajo desde el 17 de diciembre.
Aunque el riesgo de una cesación de pagos de Grecia o cualquier otro deudor soberano sigue siendo bajo, la situación sirve como un recordatorio de la fragilidad de la recuperación de la economía global.
A medida que se extienden los temores, los inversionistas abandonaron activos de riesgo como bonos europeos y el euro y optaron por el dólar y la deuda soberana de EEUU. Si la tendencia continúa, podría ser una buena noticia para el gobierno de EEUU en momentos en que busca financiar su déficit fiscal récord.
"Durante los próximos meses, si se agrava el tema del riesgo soberano, creo que los bonos del Tesoro de EEUU de hecho podrían beneficiarse", afirmó el estratega de renta fija de Barclays Capital en EEUU, Amrut Nashikkar. Los temores sobre deuda soberana coincidieron con renovadas dudas sobre la fortaleza de la recuperación económica estadounidense, que también contribuyeron al descenso en los retornos de los bonos de Tesoro. El motivo es que una economía más débil aliviaría los temores de un brote inflacionario.
La mayoría de los observadores cree que se trata de preocupaciones a corto plazo. Afirman que la creciente deuda fiscal de EEUU y el fortalecimiento de la economía debilitarán los precios de los bonos del Tesoro. Los optimistas, sin embargo, señalan que los rendimientos probablemente alcancen un máximo de 4%. Divisan un repunte anémico, con un alto riesgo de una recaída, en momentos en que los consumidores y los gobiernos en EEUU y otros lugares intentan reducir su deuda.
"Se producirá una gran oportunidad de compra alrededor del 4% para el rendimiento a 10 años", dice Dave Chappell, gestor de portafolio de Threadneedle Asset Management en Londres, que tiene alrededor de US$ 90.000 millones bajo su tutela. "Sugeriría que quienes buscan retornos más altos se desilusionarán", añadió.
El Departamento del Tesoro de EEUU colocará US$ 81.000 millones en la primera semana de enero y se planean subastas de deuda a 3, 10 y 30 años.
– Así funciona el círculo de la especulación (El Economista – 8/2/10)
(Por Pedro Calvo) Lectura recomendada
1. Los inversores detectan una grieta o debilidad económica, empresarial, financiera o cambiaria y tratan de sacar provecho de ella. En la actualidad, los desequilibrios de las cuentas públicas y las dudas acerca de que se corrijan han actuado como 'mecha' de la maquinaria especuladora.
2. Para sacar partido de la situación los especuladores venden la deuda pública española ya existente en el mercado y compran paralelamente seguros contra el impago (CDS) de España y deuda más segura (en este caso a Alemania).
3. Las ventas de bonos provocan que el rendimiento suba, con lo que presionan al alza para que el Tesoro emita títulos que ofrecen unos intereses mayores; así se benefician de la jugada al cambiar bonos "malos", los que ya existían y pagaban unos intereses más bajos, por "buenos", los nuevos que pagan unos intereses más altos.
4. El repunte del rendimiento y los problemas del Tesoro para colocar deuda provocan que suban los precios del CDS y de los bonos alemanes, con lo que vuelven a ganar dinero con la operación inicial.
5. Los efectos de la operativa disparan el riesgo país, con lo que automáticamente se encarece la financiación del Estado y las empresas, consecuencias que propagan el impacto a las bolsas.
6. Este movimiento sirve de reclamo para atraer a otros especuladores, centrados en la renta variable, que toman posiciones cortas para beneficiarse de las caídas acusadas por el revuelo de la deuda pública; la inercia de la maquinaria especulativa se refuerza.
7. La desconfianza generada por el repunte de los intereses de la deuda pública y del CDS, las dificultades del Tesoro para emitir títulos y las caídas bursátiles retroalimentan la rueda especuladora e incrementan los rendimientos derivados de ella.
8. Las autoridades suelen responder atacando a los especuladores y culpándoles de todos los males; lejos de amilanarse, los inversores interpretan que esa crítica avala su estrategia y refuerzan su operativa.
"Suspensión de pagos de Grecia, contagio a Portugal y España… los fantasmas se agolpan a las puertas del euro. El diario británico Financial Times y El País de España verifican en sus ediciones de este martes un movimiento especulativo de los mercados financieros contra el euro"… ¿Campaña contra el Euro? (BBCMundo – 9/2/10)
Algunos analistas creen que existe un movimiento especulativo de los mercados financieros contra el euro
Según cifras del mercado de futuros de Chicago citadas por ambos matutinos, hay unos 40.000 contratos, equivalentes a unos US$ 7.600 millones, que hoy apuestan por una caída del valor del euro, intensificando la presión sobre la divisa.
En Madrid el atribulado presidente José Luis Rodríguez Zapatero habló de ataques de los especuladores "contra el euro y una mayor regulación financiera y de los mercados".
Según Neil Williams, economista jefe de Hermes, un Hedge Fund de Londres, el movimiento especulativo existe y requiere una acción concertada para neutralizarlo.
"Los especuladores están poniendo a prueba los límites del euro. Se va a necesitar una acción concertada no sólo de los países afectados sino de la Eurozona en su conjunto", indicó a BBC Mundo Williams.
La tensión se centra en la situación de cinco países de los 16 que conforman el euro, los llamados PIGS, sigla en inglés que, desafortunada casualidad o deliberada ironía, quiere decir "cerdos": Portugal, Italia, Grecia y España.
Grecia es el caso crítico: tiene que pagar casi US$ 30.000 millones entre abril y mayo, y arrastra un déficit fiscal del 12,7 %.
Italia tiene una deuda pública que supera la griega mientras que en Portugal equivale a un 77% de su PIB.
La deuda pública de España es la más baja de la Eurozona, pero su déficit fiscal es del 11,4 % y no consigue salir de una recesión interminable.
Los gobiernos en cuestión han prodigado gestos de seducción hacia los mercados financieros. La primera semana de febrero el gobierno griego anunció un duro plan de ajuste fiscal.
En la siguiente semana una misión de alto vuelo de España, encabezada por la ministra de economía Elena Salgado, intentó convencer a un nutrido grupo de banqueros y analistas de la City sobre la solidez fiscal del gobierno.
Según el Financial Times la claridad expositiva del gobierno se vio empañada por el anuncio de que emitiría bonos por casi 77.000 millones de euros, una suma superior a la que esperaban los mercados, señal de que el agujero en las cuentas es peor de lo imaginado.
Bailando un tango
Los PIGS no están peor que Estados Unidos en el terreno fiscal. La diferencia es que los datos económicos de EEUU son más alentadores y Washington tiene una máquina de imprimir dinero para salir de apuros.
El paquete de ajuste de Grecia, la visita de alto vuelo del gobierno de España a la City de Londres o el anuncio de medidas para recobrar la confianza de los inversores, recuerdan la larga batalla perdida contra los mercados librada por la Argentina de 1999-2001.
La gran diferencia es que en este caso se trata de países del euro. Entre los inversores existe una cierta expectativa de que el Banco Central Europeo (BCE), alguno de los miembros de la Eurozona o, en última instancia, la Unión Europea (UE), intervengan en caso de crisis.
"Esto sólo se soluciona si los gobiernos afectados dan señales adecuadas a los mercados y si el BCE deja claro que en caso de que persista el ataque va a comprar grandes cantidades de deuda y va a hundir a los que están especulando", opina en El País Juan Ignacio Crespo, de Thomson Reuters.
Por el momento, el BCE no ha dado ninguna señal en este sentido. Según Neil Williams, una alternativa es una señal de respaldo de los miembros más fuertes de la Eurozona.
Alemania y Francia
"La esperanza de los mercados de bonos es que Alemania y Francia, intervengan para suministrar un apoyo. Esto no será gratis. Habrá una penalidad que puede incluir una pérdida parcial de soberanía", señaló a BBC mundo Williams.
El problema es que la Constitución de la UE sólo permite el rescate de otro miembro en caso de emergencias causadas por "desastres naturales o dificultades más allá del propio control", como especifica el artículo 122.
El dilema para la UE es que en la actual turbulencia mundial la crisis puede extenderse rápidamente.
Como apunta en un artículo publicado en el Financial Times el director de Eurointellligence, Wolfgang Munchau, Bélgica tiene un nivel de deuda mucho más alto que España o Portugal, mientras otro miembro de la UE, Austria, sigue inmerso en una crisis bancaria por su exposición en Europa del Este.
"La UE tiene que mandar un mensaje urgente de que tiene una sólida política para lidiar con la crisis interna de sus miembros", concluye Munchau.
– Mira quién fue a hablar (Expansión – 9/2/10)
(Por FT – Lex column) Lectura recomendada
Problema: una inminente crisis financiera. ¿Solución? Reunir a los sospechosos habituales. El ministerio de Fomento de España acusó ayer a los medios de comunicación extranjeros de conspirar con fines especulativos. Incluso José Manuel Barroso, presidente de la Comisión Europea, se unió ayer al coro.
Casualidades de la vida, se filtró la noticia de que los inversores habían apostado 8.000 millones de dólares contra el euro, el mayor balance de posiciones cortas en la moneda única desde su lanzamiento. Pero esperen un momento: aunque ocho mil millones de dólares es una cifra muy alta, la cantidad representa sólo el 0,6% del volumen diario de los mercados que operan en euros.
En 1992, George Soros acertó al apostar 10.000 millones de dólares a que la libra esterlina abandonaría el mecanismo cambiario de Europa. La cantidad de su apuesta equivalía al 10% del volumen de entonces. Para que las operaciones de los bajistas puedan perjudicar seriamente al euro, las posiciones tienen que ser mucho mayores de lo que son ahora. En cualquier caso, los políticos europeos deberían acoger de buen grado la noticia.
En términos reales, el euro ponderado casi nunca ha estado tan caro como estaba últimamente. Para recuperar su media, necesitaría caer un 15%. Esa depreciación ayudaría a relajar algunos problemas económicos de la eurozona, aunque no las dificultades financieras más inmediatas, entre las que podría encontrarse un rescate de Grecia. Que el presidente del Banco Central Europeo Jean-Claude Trichet vuelva de su viaje a Australia se ha interpretado, aunque de forma equivocada, como que Europa ya cuenta con un plan en este sentido. Sea como fuere, una depreciación, al igual que un rescate, sólo ayudarían parcialmente.
Más de la mitad del comercio de la eurozona tiene lugar dentro de la eurozona. Un euro devaluado no mejoraría la competitividad de Portugal o, pongamos, España, con respecto a Alemania, el principal problema de su déficit por cuenta corriente. Por la misma razón, un rescate sería sólo un remedio paliativo.
No obstante, los llamados países periféricos, también conocidos como Club Med, ganarían tiempo para poder introducir las difíciles reformas necesarias para reducir sus costes internos y recuperar la competitividad. Ése es el mensaje que los políticos deberían transmitir. Incluso los mercados les están echando una mano. El acuerdo salarial pactado en Madrid con los sindicatos resulta preocupante.
(The Financial Times Limited 2010. All Rights Reserved)
– Cincuenta Grecias (Expansión – 11/2/10)
(Por FT – Lex Column) Lectura recomendada
Es probable que en la Roma de Nueva York, en la Atenas de Georgia y en el Madrid de Iowa no reine la sensación de crisis presupuestaria que últimamente domina a sus homónimas europeas, pero los estados y los municipios de EEUU podrían acabar teniendo problemas igualmente graves.
Al igual que los miembros de la eurozona, los estados de EEUU no tienen la posibilidad de devaluar su moneda y tienen que hacer un esfuerzo por mantener buenas relaciones con los sindicatos del sector público, por un lado, y con a los airados contribuyentes, por otro.
Y, al igual que los que ponían en entredicho el futuro del euro prestaron demasiada atención a la evolución de sus centros financieros sin percatarse de las debilidades de la periferia, los problemas presupuestarios de los 50 estados de EEUU y de sus 52.000 ciudades suelen pasar desapercibidos. Aunque no han despilfarrado al mismo ritmo que algunas economías del sur de Europa, los estados de EEUU gastaron a su antojo antes de la recesión.
En las tres décadas anteriores a 2008, el gasto creció a una media anual del 6,7%, muy por encima de la inflación. Incluso después de recortar aproximadamente 256.000 millones de dólares de sus presupuestos entre 2009 y 2011, varios estados registran brechas importantes. Pero el problema no queda ahí, ya que los expertos han detectado además déficit en los sistemas de pensiones que ascienden a los 3 billones de dólares, cifra que duplica su gasto anual.
Al igual que en Europa existe la "cláusula de no rescate", en EEUU hablar de una intervención federal es tabú, aunque los estados dependan de Washington. El presupuesto federal de 2011 contempla 646.000 millones de dólares de subvenciones estatales, y 85.000 millones de dólares más para el programa sanitario Medicare.
Los mercados de deuda locales también se benefician de una exención fiscal. Pero pronto se retirarán los estímulos adicionales que han cubierto los déficits, dejando unos agujeros presupuestarios que podrían inducir a las ciudades a acogerse al Capítulo 9 de la Ley de Quiebras.
Ante la libertad de las empresas y los residentes para trasladarse a cualquier otro estado, existe un límite para los recortes de servicios o las subidas de impuestos antes de que esta opción gane atractivo. Hace poco, Timothy Geithner, el secretario del Tesoro estadounidense, se tomó a risa la posibilidad de que EEUU perdiera su rating AAA, pero la mayoría de sus estados ya lo han hecho, y algunos podrían encontrarse pronto en situación de impago.
(The Financial Times Limited 2009. All Rights Reserved)
"Los euroescépticos están de enhorabuena en estos días en que el euro corre el riesgo de desplomarse. Parece que algunos llevaban años esperando una ocasión así para poder reprender a Europa entera con un sonoro: "¡Te lo dije!". Editoriales y comentaristas de algunos de los diarios más prestigiosos de Gran Bretaña han aprovechado la coyuntura para alardear de haber optado por quedarse con la libra y permanecer fuera de la Eurozona. "El euro es una empresa fallida" afirmaba el miércoles el editorial de The Times"… Los euroescépticos se frotan las manos: "¡Te lo dije!" (Cinco Días – 12/2/10)
"La moneda única no sobrevivirá al renacer de los intereses nacionales de los miembros de la Eurozona. Permítannos dar gracias a que nunca nos unimos", escribía el columnista del Telegraph Simon Heffler.
El Times (11/2) llevó su euroescepticismo aún más lejos y dio la precaria situación del euro como una buena razón para votar conservador. El Partido Laborista y el Liberal Demócrata están oficialmente a favor de la moneda común. "Los males de Grecia ilustran el gran problema de la unión monetaria: los contribuyentes de otros países de la eurozona pagarán los errores de unos pocos. Gran Bretaña padece sus propios problemas pero los votantes británicos tienen al menos el poder de castigar a los políticos que los han creado. Unirse al euro significa renunciar a ese derecho democrático", argumentaba el editorial.
Los euroescépticos afirman que no es justo que países ahorradores como Alemania tengan que pagar por rescatar a los que han tomado decisiones insostenibles como está sucediendo con Grecia o como podría suceder con España y Portugal. "¿Preguntó a alguien Grecia cuando comenzó a hacer préstamos sin control?" se cuestiona el Telegraph.
Cualquier euroentusiasta (entre los que me incluyo) se habrá sentido aliviado al saber que los 16 países de la Eurozona no participarán del "sálvese quien pueda" que reina en Gran Bretaña y el 11/1 llegaron al compromiso de que respaldarán a Grecia para garantizar la estabilidad de nuestra moneda común. "Grecia es parte de la Unión Monetaria. Grecia no se quedará sola pero hay que cumplir las reglas y sobre esta base habrá una declaración", aseguró Angela Merkel.
¿Acaso no es este gesto frente a Grecia una buena razón para sentirse protegido dentro del Euro? ¿Es Gran Bretaña un país tan sólido económicamente como para estar seguro de querer aislarse en un mundo global en crisis como el nuestro?
Brown le ha dado la vuelta a la moneda. "Grecia estaría pasando por problemas aún más graves si estuviera fuera del euro. Sin el euro sus depósitos serían aún menores y el riesgo real de bancarrota, aún mayor. Lo que está hoy claro es que con el altísimo déficit de Gran Bretaña, la devaluación de la libra y la creciente inflación, este país no cumpliría hoy los requisitos del tratado de Maastricht. Como cualquier otra forma de seguro si no la tomas a tiempo, cuando la necesitas ya es demasiado tarde. Irlanda y España fueron sabias por entrar en el euro cuando las condiciones eran buenas", ha asegurado Brown.
Como dijo ayer Jaques Cailloux, el economista jefe del Royal Bank of Scotland "Estar endeudado dentro del euro da menos miedo que estar endeudado fuera". Estoy de acuerdo.
"Tras una semana en la que los europeos hemos sido el centro de atención mundial, el mundo continúa girando alrededor del sol. Los chinos siguen intentando contralar el exceso de liquidez y han vuelto a aumentar el coeficiente de reservas bancario.
El crédito bancario en China modera su crecimiento pero siguió aumentando próximo al 30% anual por lo que aún hay margen para normalizar su tasa a su promedio de la última década y por lo tanto la política monetaria está aún muy lejos de ser restrictiva.
Las agencias de calificación por fin han amenazado a EEUU y a Reino Unido, advirtiéndoles que o toman medidas contundentes para retornar a la estabilidad presupuestaria o su AAA está en cuestión. Pero lo más interesante de la pasada semana ha sido el testimonio de Bernanke en la Comisión Bancaria del Senado"… EEUU y el espejo griego (Expansión – 15/2/10)
La Fed sigue definiendo su estrategia de salida y Bernanke añadió otra novedad importante.
Explicó a los senadores la introducción de la facilidad de depósito por la que remunerará el exceso de reservas de los bancos, al igual que lo hace el BCE, e informó que ya han experimentado el drenaje de liquidez por repo inverso, similar también a las subastas de drenaje que realiza ocasionalmente el BCE, y ha funcionado con éxito por lo que el arsenal para normalizar su base monetaria ya está preparado.
Pero Bernanke sorprendió con el anuncio explícito por el que la Fed procederá a transformar el exceso de reservas de depósitos a la vista a certificados a plazo, lo cual es una señal inequívoca de su estrategia futura. Con este cambio, la Fed limita los riesgos de que las entidades decidan transformar toda esa liquidez en crédito y asistamos a una salida inflacionistas de la crisis. Es cierto que las entidades pueden vender sus certificados en el mercado y hacerlos líquidos pero entonces habría un efecto trasvase de la liquidez del sistema y limitaría el potencial inflacionista del mismo.
Pero un análisis detallado del balance de la Fed, ayudará a entender mejor la medida. En el gráfico 1 se puede observar cómo el tamaño del balance más que se ha duplicado desde la quiebra de Lehman pero todo el aumento se debe al exceso de reservas que los bancos mantienen en la Fed. Excluyendo el exceso de reservas, la base monetaria tan sólo ha aumentado un 10% desde entonces, por lo que EEUU sigue en la trampa de la liquidez, ya que a pesar de que Bernanke ha emulado al helicóptero de Friedman, el dinero sigue embalsado en el sistema bancario sin llegar con normalidad a empresas y familias por los canales del crédito que continúan obstruidos.
Pasivo de la Fed. Fuente: Federal Reserve
Pero donde si ha habido cambios significativos es en el activo, cómo se puede observar en el gráfico 2. Desde la quiebra de Lehman, la Fed ha comprado al Tesoro deuda por valor de 300.000 millones de dólares, 165.000 a las agencias nacionalizadas Fannie y Freddie, por lo tanto también es deuda pública, un billón en titulizaciones, la mayoría de ambas agencias y por lo tanto también es deuda pública.
Activo de la Fed. Fuente: Federal Reserve
Si los bancos deciden reducir su posición estructural en liquidez, cuando la Fed comience a instrumentalizar su estrategia de salida, la autoridad monetaria se vería obligada a vender activos en mercado por lo que activaría de nuevo la deflación de activos, descapitalizaría a los bancos y provocaría la temida W.
Por lo tanto, Bernanke, con buen criterio, anuncia una normalización lenta y gradual de su balance para permitir que el sistema bancario se recapitalice orgánicamente, normalice el crédito y acaben las presiones deflacionistas que siguen amenazando a la economía estadounidense.
Las titulizaciones, a diferencia de la deuda pública, se amortizan mensualmente con las cuotas de los préstamos hipotecarios que contienen por lo que ayudará a reducir el balance de la Fed gradualmente. Buena parte de la deuda pública y de agencias es a corto plazo y vence por lo que con no renovar el principal también disminuirá el balance.
Tanto la estrategia cómo los instrumentos están bien diseñados y la Fed ha demostrado que tienen la experiencia suficiente para implementarla con éxito, pero eso no significa que vayan a acertar con el sendero crítico en cada momento y que el impacto sobre los mercados y sobre la economía real vaya a ser neutral.
La administración Obama mantiene un déficit público del 10% para este año por lo que sus necesidades de financiación aumentarán en esa proporción y la Fed ya no será el principal comprador en sus subastas, por lo que tan sólo el hecho de dejar de monetizar deuda tendrá un impacto negativo sobre los tipos de interés a largo plazo. Bien es cierto, que el diseño de estrategia de salida permitirá a la Fed seguir controlando los tipos a corto y que la pendiente de la curva de tipos está en máximos históricos por lo que mantiene su capacidad para controlar los tipos de largo plazo y evitar una crisis de la deuda cómo sucedió en 1994. Sólo una sorpresa de inflación podría dar al traste con la estrategia, pero en EEUU la inflación "ni está, ni se la espera" por algún tiempo, por lo que la Fed dispone de mucho margen de maniobra.
"El problema es que si controlas los tipos de interés y mantienes excedido el sistema de liquidez, el ajuste monetario lo acabará haciendo el dólar, por lo que mantenemos un escenario de debilidad del billete verde en los próximos años, hasta que este proceso de normalización vaya finalizando"…
EEUU sigue siendo el líder de productividad e innovación mundial y el dólar es la moneda de reserva internacional, por lo que no es ni comparable al caso griego. Pero, los estadounidenses harían mal en no sacar lecciones de la crisis de la deuda en Europa. Los inversores están preocupados por las ingentes necesidades de financiación de los tesoros y los EEUU van a tener muchos problemas para financiar su deuda pública que si sumas a Fannie y Freddie se aproxima al 100% de su PIB y es muy similar a la griega.
El Reino Unido está en una situación financiera similar a la estadounidense, pero ni son el líder mundial en productividad e innovación ni la libra es moneda de reserva, por lo que la obsesión de los medios y la sociedad británica contra el euro, y la campaña electoral, hace que las perspectivas para Gran Bretaña sean muy preocupantes.
¿Se imagina usted que gana 5.500 euros a la hora? Tenga en cuenta que no es por cada hora de trabajo, sino por cada hora del día. O sea, también cuando duerme. Cuando come. Cuando está en la ducha. Y cuando nada en la playa junto a su mansión en los Hamptons, la zona de Nueva York en la que veranean los millonarios de Wall Street. Ahora, pongámoslo un poco más difícil: ¿Se imagina ganar eso durante 12 meses consecutivos?"… "Enemigos" del euro: así son, así actúan (El Mundo – 14/2/10)
Probablemente, no. Pero ese dinero, es decir 2.913 millones de euros, es lo que ganó en 2008 John Paulson, el fundador y gestor del hedge fund Paulson & Co. En ese año, su fondo, que hasta entonces había tenido un comportamiento mediocre, ganó 10.900 millones de euros. Más que el PIB de Bolivia, un país de 10 millones de habitantes.
Ahora, Paulson es uno de los tiburones financieros que está detrás del ataque contra la deuda griega, portuguesa y española de las últimas dos semanas. Es, sin embargo, muy complicado saber cuál es su verdadera parte de culpa del desplome del euro y la subida del precio de la deuda española. Los hedge funds no están regulados, y nadie sabe lo que decide Paulson en su oficina en la esquina de la calle 57 y la Avenida de Madison, en Manhattan, desde la que se ve una de las pistas de patinaje de Central Park, y cuyas paredes están adornadas con originales del pintor y escultor Sandy Calder.
Otro "especulador" es Brevan Howard, el mayor hedge fund de Europa, dirigido por Alan Howard, un hombre que bate records de discreción en un sector caracterizado por su nula transparencia.
También podría haber actuado Moore Capital, gestionado por Louis Moore Bacon, cuñado de uno de los pioneros del sector de los hedge funds, Julian Robertson, el hombre que, con su ataque especulativo contra el baht tailandés en 1998, desencadenó la crisis que provocó la suspensión de pagos de Rusia y Corea del Sur y llevó al mundo al mayor cataclismo financiero hasta el estallido de la crisis subprime. Una crisis que fue precisamente la que permitió a Paulson aquel año dorado de 5.500 euros a la hora.
Cómo invierten
Los hedge funds son fondos de inversión de alto riesgo. Su principal característica es que están exentos de restricciones a la hora de invertir, a diferencia de los fondos tradicionales. Además, buscan obtener rentabilidad en cualquier momento del mercado, incluso cuando éste cae, por lo que su riesgo es mucho mayor y, por ello, generalmente están reservados a inversores con alta cualificación y patrimonio.
Los fondos que están, supuestamente, llevando a cabo estos ataques contra el euro suelen ser denominados macro, porque su estrategia se basa en seguir los grandes acontecimientos de la macroeconomía mundial, en contraposición a otros, como los "direccionales" (que invierten en Bolsa), los especializados en renta fija o variable o los fondos de fondos (como los famosos feeders que invertían el dinero de sus clientes en el fondo de Bernard Madoff).
Otra característica de estos vehículos es el apalancamiento, una forma educada de decir hipoteca hasta las cejas. Un hedge fund normal puede operar con unos activos que suponen 10 veces su base de capital. O sea, que por cada millón que recibe de los inversores, obtiene, endeudándose, otros 10. En ese contexto, una caída del 10% del valor de los activos del fondo lo deja sin base de capital, es decir, en quiebra. En esta industria, ganar 5.555 euros a la hora es casi tan fácil como perderlos.
En el mes de enero, estos fondos han tomado posiciones en divisas a través de contratos de futuros, unos instrumentos derivados que permiten ganar dinero tanto si una moneda sube como si baja. En este caso concreto, los inversores han negociado cerca de 6.000 millones de euros a través de 40.000 ventas de futuros, según las cifras del Chicago Mercantil Exchange (CME) que recogía esta semana Financial Times.
Aunque este dato es sólo una pequeña parte del total negociado en el último mes, ya que existen otras muchas plataformas de negociación a las que, por cierto, concurren no sólo especuladores, sino también bancos centrales, bancos comerciales y Gobiernos. Según varios brokers consultados, sólo en la segunda semana de febrero la venta de euros a través de estos derivados ha superado con creces los 100.000 millones.
El mercado de divisas por excelencia es el Foreign Exchange (Forex), que, posiblemente, es también el centro de negociación financiera más grande del mundo, con un volumen diario de tres billones de dólares. A diferencia de otros mercados, como la Bolsa o el de renta fija, el Forex no está organizado. Es decir, es una especie de conexión virtual entre miles de agentes económicos que comparten a través de un sistema electrónico intercambios billonarios de divisas.
Contra quién especulan
No sería del todo correcto decir que estos fondos están invirtiendo "contra el euro", puesto que siempre que se vende una divisa, se hace en referencia a su par. Por ejemplo, puede negociarse un contrato de euro-dólar, de dólar-yen o de libra-franco suizo, pero nunca de una sola moneda. Francisco López, especialista en divisas de X-Trade Brokers añade que "cuando una divisa baja siempre sube su contraria, por lo que en vez de decir que se está apostando contra el euro, podría hablarse de apostar a favor del dólar".
El mecanismo para negociar monedas requiere de un profundo conocimiento del mercado y disciplina. Si, por ejemplo, el euro cotiza a 1,3670 dólares y el inversor cree que va a caer, venderá un contrato de futuros a ese precio. Con ello, se compromete a vender euros a ese cambio en una fecha futura determinada. El inversor ganará si, para entonces, el euro está por debajo (puesto que está vendiendo más caro algo que vale menos). Pero si ocurre lo contrario, las pérdidas pueden ser ilimitadas. Soledad Pellón, analista de IG Markets, recuerda que en muchos casos estas operaciones no tienen un carácter especulativo, sino que son utilizados por empresas y bancos para cubrirse ante el riesgo de depreciación de una divisa.
La cuestión es que cuando estos gestores invierten, lo hacen con volúmenes enormes de dinero. Eso convierte a esta gente en creadores de mercado más que en meros inversores. Si todas sus operaciones apuntan en una dirección, arrastran al resto de inversores a hacer lo mismo. Y así se desploma cualquier mercado.
Además, si alguna vez ha habido un ataque real a una moneda, es el que protagonizó George Soros en 1992 con su fondo Quantum. Ante la recesión que padecía Reino Unido, se endeudó en 15.000 millones de euros para tomar posiciones de compra en dólares y de venta en libras. Posteriormente, aireó su creencia de que la libra iba a ser devaluada, provocando una oleada de ventas de esa moneda. El inversor húngaro logró unas plusvalías de 800 millones de euros con esa jugada y provocó, además, que Gran Bretaña gastara inútilmente 50.000 millones para vender dólares y tratar de estabilizar su divisa. Soros, por cierto, es otro de los que ahora está vendiendo euros para beneficiarse de su caída frente a otras monedas internacionales.
Las posiciones en divisas representan sólo una parte de lo que estos fondos de alto riesgo invierten diariamente. Por ejemplo, entre 2005 y 2008, Paulson compró masivamente Credit Defualt Swaps (CDS), en esencia seguros contra la suspensión de pagos de los bonos basados en hipotecas. Era una estrategia muy arriesgada. Si esos bonos suspendían pagos o si se reducía su solvencia, como Paulson esperaba, podía ganar la fortuna que ganó. Pero si la burbuja no explotaba a tiempo, su hedge fund podía hundirse en pérdidas, y los inversores acabarían retirando su dinero.
Y el margen era escaso, porque los hedge funds siempre están al borde de la ruina o de la lluvia de millones. Por de pronto, sus comisiones son astronómicas. Normalmente, se guían por la regla 2-20. Eso significa que cada año cobran el 2% del capital invertido más el 20% de las plusvalías de la inversión. Pero algunos de ellos han llegado a cargar a sus clientes hasta la mitad de la revalorización de sus carteras.
Con semejantes comisiones se explica que, por ejemplo, James Simons, gestor de Renaissance Technologies, ganara en 2008 más de 1.600 millones de euros gracias al desplome de la banca. Y la lista de especuladores millonarios que se han hecho de oro con la crisis financiera continúa con otros nombres como John Arnolds o Raymon Dalio. Para hacerse una idea, con el beneficio del Santander en 2009 -8.943 millones de euros – sólo se podría pagar el sueldo de los 7 mejores gestores de hedge funds del año 2009.
Aún así, el mito de estos gurús financieros con pocos escrúpulos también tiene una gran parte de sonados fracasos. Según los datos que ofrece la propia industria, cerca del 15% de los hedge funds que se crean terminan desapareciendo al año siguiente. Muchos de ellos, además, lo hacen con pérdidas millonarias, como Long Term Capital Managment (LTCM), el hedge fund más grande la Historia, con una inversión de más de 100.000 millones. La Reserva Federal tuvo que rescatarlo y en 2000 fue liquidado sin que sus partícipes recuperaran toda la inversión. Curiosamente, el fracaso de este fondo se debió a una mala inversión en deuda pública. Sólo que no era ni griega ni española, sino rusa.
Cómo son
A pesar de la imagen de tiburones multimillonarios que se han ganado, no todos los gestores estrella de hedge funds tienen en su garaje un Ferrari o visten los trajes más exclusivos. Entre otras cosas porque el coche que conducen puede resultar definitivo para que un inversor con varios millones de euros decida confiarles su dinero.
Uno de los gestores más reputados de España reconoce que muchos clientes preguntan qué coche tiene antes de decidir si se invierte o no en su fondo: "Es una pregunta típica que sirve para hacerse una idea de tu estilo de inversión. Obviamente, si conduces un Ferrari pensarán que eres un gestor más agresivo que si tienes un Renault".
También sorprende la procedencia profesional de muchos de ellos. John Carlson, gestor de Fidelity Emerging Market Debt era meteorólogo antes de dedicarse a la inversión y Evan Dick, de la firma Highbridge, se dedicaba al surf cuando fue reclutado para la firma de inversión.
Pero en cierto modo todos guardan ciertas características comunes y algún tipo de extravagancia. En su libro Hedgehogging, Barton Biggs les describe como "obsesivos y maniáticos" y cita algunos ejemplos singulares, como el de un gestor de la firma Henderson que utiliza siempre la misma ropa para trabajar. ¿El motivo? "No hay tiempo para distraerse con decisiones absurdas".
Ricos y especuladores
George Soros
El enemigo de la libra. No es la primera vez que el inversor húngaro George Soros aprovecha la caída de una moneda para enriquecerse. Antes de apostar contra el euro, lo hizo con la libra en una jugada especulativa que le reportó unos 800 millones de plusvalías.
John Paulson
5.550 euros a la hora. El gestor de Paulson & Co. ganó en 2008 más de 2.000 millones invirtiendo a favor de la caída de los bancos. Ahora, su fondo es uno de los más activos en la negociación contra el euro. Ocupa el puesto 33 en la lista de hombres más ricos de Forbes.
Paul Tudor Jones
El más activo en divisas. El dueño de Tudor Investment Corporation es uno de los gestores más activos en el mercado de divisas. Su fondo invierte mayoritariamente en divisas y acciones estadounidenses. Su fortuna personal supera los 1.500 millones.
Louis Moore Bacon
Moore Capital Management. Este inversor está especializado en activos macro como deuda pública, divisas y riesgos de impago (CDS). Tiene la propiedad más extensa en Estados Unidos, valorada en más de 125 millones de euros.
"A pesar de las dificultades que atraviesan los países meridionales de la zona euro, los malignamente llamados PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España) por la prensa británica, la divisa europea se postula como un creciente activo de reserva en el mundo. Son ya muchos los analistas financieros que han perdido su confianza en el dólar y apuestan firmemente por el euro como moneda internacional de referencia"… Los billetes de euro en circulación superan al dólar (Libertad Digital – 16/2/10)
La debilidad del dólar, provocada en gran medida por la política expansiva de la Reserva Federal (FED) durante los últimos años, está llevando a todos los países del mundo a buscar alternativas y diversificar sus reservas de dinero. Greenspan primero y Bernanke después encontraron la gallina de los huevos de oro inflando el crédito barato. Cuando esta burbuja estalló hace un par de años todo lo que la FED hizo fue intentar reinflarla expandiendo aún más la disponibilidad de dólares en los mercados.
A finales del año pasado las reservas de divisas, el FOREX, eran de 7,5 billones de dólares en todo el mundo. China es el primer tenedor de dólares del planeta. El Gobierno de Pekín acumuló dólares hasta hace dos años en que paró la adquisición de más billetes verdes. Pero las reservas chinas han aumentado en este tiempo un 8%, lo que implica que los chinos han diversificado en otras monedas necesariamente fiduciarias, porque Pekín dejó de comprar oro cuando superó los 1.000 dólares la onza. Y es aquí donde aparece el euro, única moneda que, por eliminación, se erige como sucesora del dólar.
Es en los países desarrollados donde el dólar más ha notado la presencia del euro. No en vano, dentro del G7 hay tres países de la zona euro: Alemania, Francia e Italia. Aún así, las grandes reservas de Japón y el Reino Unido, que están nominadas mayoritariamente en dólares, inclinan la balanza ligeramente hacia el billete verde.
La clave está en China, ya que si se desprendiese de sus dólares ocasionaría la debacle económica de los Estados Unidos. Para Washington que los chinos sigan teniendo el dólar como activo de reserva es una cuestión estratégica, de seguridad nacional. Ésa es la razón por la que Estados Unidos sigue apoyando diplomática y militarmente a Taiwán.
En términos de circulante, el euro ya ha superado al dólar. No se disponen de datos posteriores a 2008, cuando se produjo un gran desapalancamiento debido a la crisis. Con toda seguridad este desapalancamiento ha sido más pronunciado en los Estados Unidos que en la zona euro por culpa de las inyecciones continuas de dinero en el sistema por parte del presidente de la FED, Ben Bernanke.
Hay que indicar que, a pesar de que la masa de billetes de euro es mayor que la de billetes de dólar, aproximadamente sólo el 15% de los euros impresos se utilizan fuera de la zona euro. Los dólares, sin embargo, son ubicuos. Se estima que entre un 50% y un 70% de todos los dólares físicos se encuentran fuera de Estados Unidos.
El petróleo y el resto de materias primas se venden y facturan básicamente en dólares. El 50% del comercio mundial se realiza en dólares, pero hay signos de que el euro va ganando posiciones. Irán por cuestiones políticas ya factura su petróleo en euros, y el comercio exterior de la zona euro se realiza mayoritariamente en la divisa europea.
No hay que olvidar que la zona euro y sus países adyacentes (en términos agregados) es la primera potencia económica del mundo por lo que, si esta tendencia se mantiene, es muy posible que el comercio internacional vaya, poco a poco, pasándose al euro.
Pero las divisas, aparte de servir para comprar y vender cosas, tienen una función de almacenamiento de valor. Aquí el euro se ha beneficiado de un mercado financiero ajustado a él y comparable con el dólar en términos de liquidez. Se emiten más bonos internacionales en euros que en dólares por razones obvias de depreciación del segundo en los últimos años.
La moneda europea, además, no sólo es la oficial en 16 países de la Unión Europea sino que su influencia se extiende por todo el continente. 12 divisas europeas y africanas están atadas al euro, y hay cuatro países que lo han adoptado de manera unilateral. El euro, que encara un importante desafío tras la crisis de deuda pública que sufre en estos momentos las economías del sur de Europa, goza de una excelente salud en el panorama de divisas internacional.
"Los BRIC (Brasil, Rusia, India y China) están descontentos con el dólar como moneda de referencia, pero no consideran que el euro pueda sustituirlo, sobre todo, por la falta de un mercado de deuda pública integrado. Ésta es la conclusión a la que ha llegado un reciente estudio realizado por el Real Instituto Elcano"… La pugna entre el euro y el dólar vista desde los países emergentes (Expansión – 17/2/10)
Este informe, elaborado por el profesor de la Universidad de Oxford Brookes Miguel Otero, está centrado en cómo las élites financieras, sobre todo de Brasil y China, perciben la rivalidad entre el dólar y el euro en la lucha por convertirse en la moneda internacional del sistema. Para ello, el autor, aparte de la labor de investigación necesaria, ha realizado más de 40 entrevistas al entorno financiero de estos países emergentes (desde altos funcionarios de los Ministerios de Finanzas, bancos centrales hasta ejecutivos de banca privada) y las conclusiones resultan muy interesantes.
No es la primera vez que el dólar está cuestionado como moneda ancla del sistema económico mundial. Ya en los años 70 hubo voces en contra de su hegemonía, con el colapso del sistema Bretton Woods, y también a mediados de los 80, con su depreciación frente a otras monedas internacionales de segundo rango como el yen japonés y el marco alemán. Sin embargo, este análisis resalta la peculiaridad del momento actual principalmente por tres razones.
En primer lugar, "el dólar tiene ahora en el euro una moneda rival con bases económicas suficientes para contestarle el trono", explica.
En segundo lugar, "los países emergentes, como China y Brasil, que en los próximos años pueden hacerle sombra a EEUU como locomotoras de la economía mundial, no son fieles aliados como lo eran Alemania y Japón en los años 80", añade.
Y finalmente, "la crisis financiera que estamos padeciendo hoy se ha generado en Wall Street y no en la periferia del sistema, como se ha dado en tantas ocasiones en las últimas décadas", concluye.
Por lo tanto, "no es de extrañar que los BRIC se sientan con más derecho que nunca para criticar la posición del dólar como moneda ancla del sistema", sentencia el informe. De hecho, desde que en marzo de 2008 el primer ministro chino, Wen Jiabao, cuestionase públicamente la moneda estadounidense en el congreso nacional anual del Partido Comunista Chino, altos funcionarios de los BRIC han aprovechado cualquier oportunidad (en el FMI, el Banco Mundial o el G-20) para cuestionar el estatus del dólar.
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