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El adiós europeo al Estado del Bienestar (Parte II) (página 2)

Enviado por Ricardo Lomoro


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9

Las actuales estrategias de la globalización de mercado y del capital están dando lugar a la concentración de sectores de gran riqueza, junto a grandes masas de miseria y a un gran número de población superflua y desprovista de derechos. Hasta 1960 había en el mundo un rico por cada 30 pobres; hoy la proporción es de un rico por cada 80 pobres.

La ideología neoliberal del mercado reduce la vida humana a un mero análisis de costes y beneficios que desemboca en un individualismo sistemático basado en el cálculo de las ventajas individuales obtenidas dentro de un grupo social. Todo ello encamina a los seres humanos hacia un neoindividualismo posesivo y consumista que configura la base antropológica y social de nuestra época.

Esta ideología se transforma en un factor poderoso de desintegración y descohesión social, ya que ha dejado carente de vínculos sociales a un amplio sector de la población mundial, que pasa a convertirse en una especie de nuevos "parias" de la civilización global. Los nuevos excluidos del mercado global tienen una característica en común: su falta de capacidad económica para el consumo, su imposibilidad de llegar a ser una especie de "consumidor universal" o transnacional; en una palabra, su "prescindibilidad" para el sistema. El consumo o, mejor dicho, la capacidad económica para consumir -basada en una lógica individualista y competitiva-, se convierte actualmente en el criterio más importante de inclusión o exclusión social. El neoindividualismo consumista quiebra la conciencia de clase social, fragmenta la sociedad e incluso "privatiza" el propio vínculo social. La desigualdad ya no representa sólo un mecanismo ideológico de relación jerarquizada que se integra socialmente mediante la existencia de derechos de contenido redistributivo y mediante la aspiración al "interés general" de las relaciones de producción capitalistas. Ahora el neoliberalismo la ha convertido en un factor determinante de la exclusión social. Quien no resulta competitivo en la lucha económica es eliminado definitivamente de ella.

Practicamos ahora un individualismo sin mala conciencia que acaba desembocando en un nihilismo destructivo, donde los objetos nos marcan exteriormente y donde se premia la posesión de riqueza, se "criminaliza" la pobreza y la ganancia privada se eleva a valor supremo. Este neoindividualismo posesivo se desdobla, a su vez, en lo que, paradójicamente, se podría denominar como "individualismo de la desposesión", que es aquel que deriva de los efectos negativos que la sociedad global arroja sobre la mayoría de las personas: ausencia de trabajo, precarización del mismo, incultura, inseguridad y desprotección institucional. Tras ello lo que existe es una ética de la desesperanza y del "sálvese quien pueda". Aunque, dado el caso, tal vez, tampoco alcance.

Una vez más, volviendo a Sabato ("España en los diarios de mi vejez"): "Porque esta crisis, que tanta desolación está ocasionando, tiene también su contrapartida: ya no hay posibilidades para los pueblos ni para las personas de jugarse por sí mismos. El "sálvese quien pueda" no sólo es inmoral, sino que tampoco alcanza. Es ésta una hora decisiva. Sobre nuestra generación pesa el destino, y es ésta nuestra responsabilidad histórica".

Lo más preocupante es que el neoindividualismo privatista aspira a convertirse en una nueva ética universal y homogénea, perfectamente difundida por los monopolios mediáticos. Su universalidad moral se difunde frente a cualquiera de las éticas. Estamos ahora ante la universalización de un individualismo que se basa en el criterio del imperio de la ley del más fuerte y abandona a los seres humanos a su insegura gestión de los riesgos de alimentación, salud, educación, vivienda, trabajo y condiciones del mismo, vejez, enfermedades, discapacidad y seguridad. El neoindividualismo destruye la dimensión colectiva, solidaria y democrática de las relaciones sociales, rompe los vínculos de integración e instala a los seres humanos en una cultura de la satisfacción y del consumo inmediato. Asimismo sacraliza la competitividad como base antropológica de las relaciones entre individuos y produce una incomunicación o una especie de "autismo" social entre los seres humanos de consecuencias hasta ahora imprevisibles.

Es el triunfo de la privacidad sobre la colectividad. Según esta lógica, la gestión de las consecuencias sociales "perversas" de la globalización (paro estructural permanente, falta de cobertura social de las situaciones carenciales o de riesgo, conflictividad y violencia social, pobreza, repliegue cultural, analfabetismo, enfermedad, radicalización étnica, inseguridad) se traslada del ámbito público al ámbito de responsabilidad individual y, consecuentemente, a la gestión individual o, en el mejor de los casos, a la ayuda familiar. La sociedad deja de ofrecer mecanismos institucionales y universales de integración social, seguridad y solidaridad y, consecuentemente, abandona a las personas a su solitario, inseguro y "mercantilizado" destino. Las soluciones colectivas y solidarias no parecen factibles. La competitividad individual dentro del mercado es la única salvación posible.

Del libro "Desigualdad y cambio industrial", de James K. Galbraith y Maureen Berner – Akal – 2004, deseo resaltar algunos párrafos y datos que pueden ayudar a esclarecer el tema, o aumentar la información para el debate de ideas.

"La demanda de inversión crea desigualdades, mientras que la demanda de consumo es igualadora…

En nuestra opinión, los teóricos que consideran que la evolución de la desigualdad está dominada por la educación y por el cambio en los niveles de cualificación corren el riesgo de situar el carro delante de los bueyes…

Ninguna política pública consigue reducir tan fielmente la desigualdad como un esfuerzo deliberado y simultáneo para combinar el pleno empleo con los derechos de negociación colectiva y los incrementos en los niveles salariales…

La desigualdad creció vertiginosamente en los años setenta y ochenta, alcanzando niveles bastante más altos que los reinantes durante la Gran Depresión (EEUU). La recuperación después de 1994 hace descender de nuevo la desigualdad, pero sólo hasta niveles que se encuentran justo por debajo de los correspondientes a los peores años en la década de los treinta…

La desigualdad mantiene una relación lineal con el desempleo

Existe una interpretación extendida de que el desempleo en Europa es atribuible a estructuras salariales rígidas, salarios mínimos altos y sistemas de bienestar generosos. Sin embargo, de hecho, los países que disfrutan de una desigualdad baja producida por esos sistemas suelen experimentar menos desempleo que aquellos que padecen una desigualdad alta. (En este capítulo) mostraremos que la desigualdad y el desempleo están relacionados positivamente en el continente europeo, dentro de cada país, entre los distintos países y a lo largo del tiempo. Las grandes desigualdades existentes entre los países europeos también parecen agravar el problema continental del desempleo, y hallamos evidencia de que, cuando estas desigualdades se toman en cuenta, la desigualdad es mayor en Europa que en Estados Unidos. Por tanto sugerimos que la llave para la reducción del desempleo en Europa consiste en medidas que reduzcan, y no incrementen, las desigualdades en la estructura de remuneración -aplicadas a nivel continental-. Esta es una característica duradera y a menudo ignorada de la política de bienestar social en Estados Unidos…

El tipo de explicaciones basadas en las "instituciones fijadoras de salarios" pone mucho más énfasis en los cambios institucionales que delimitan la fijación de los salarios, puesto que esas instituciones pueden anular las fuerzas competitivas en la evolución dinámica de la renta asociada al incremento de la desigualdad. Estos cambios institucionales incluyen el debilitamiento de los sindicatos -que erosiona el poder de negociación de los trabajadores peor pagados-, los cambios en las normas de remuneración (empleo y remuneración más contingente), y el descenso en el valor real del salario mínimo, que según argumenta Freeman (1996), puede constituir una importante herramienta distributiva.

Una clasificación convencional de los países industrializados, en función de estas dos clases de explicaciones, sitúa a EEUU, y también al Reino Unido de los años ochenta, en el ámbito del mercado laboral, mientras que se considera que los salarios del resto de los países de la OCDE están determinados institucionalmente (Blau y Kahn, 1996). La razón para esta división, se argumenta, es que el mercado laboral de EEUU, y en el Reino Unido después de los años ochenta, está caracterizado por sindicatos más débiles y por modelos de negociación colectiva menos centralizados que en los países no anglosajones de la OCDE. Sin embargo, incluso para los países de la OCDE diferentes de EEUU y del Reino Unido, la hipótesis de la oferta y demanda de cualificación ha ido ganando terreno…

Hay que enfrentarse al hecho de que la desigualdad ha crecido en los últimos años, y de forma muy pronunciada en los países más ricos…

Los países en desarrollo que se liberalizaron y globalizaron han estado sometidos a mayores oscilaciones de la desigualdad que los países que no lo hicieron… En la mayoría de los casos, las liberalizaciones más reseñables fueron seguidas por un crecimiento de la desigualdad salarial (India, Argentina, Filipinas). Sólo unos pocos países liberalizadores fueron capaces de compensar el incremento en los diferenciales de los salarios brutos con incrementos mayores de empleo de salarios relativos altos Malasia, Indonesia, Corea).

Teniendo en cuenta que la desigualdad estaba creciendo en todo el mundo, este resultado no puede sorprendernos: los países liberalizadores se vieron forzados a adaptarse a la pauta global. Esto nos conduce a una profunda reflexión. Parece que la modernización basada en las exportaciones es inherentemente un juego de suma cero para la distribución de la renta en los países en desarrollo. Esto es, la mejora de las distribuciones en el empleo en un país conduce a una destrucción que no es especialmente creativa y a un empeoramiento de la desigualdad en el resto de los países, a través de la redistribución de los puestos de trabajo. En una economía mundial liberalizada y globalizada, sólo una compresión en las estructuras de los ingresos puede crear un contexto adecuado para que la igualación se imponga en la escena de desarrollo global. Pero esta situación se desconoce en la economía mundial desde los años setenta…

Aunque los países ricos y otros países concretos logran mantener el control de sus estructuras salariales, nuestro análisis muestra que la tendencia que predomina en el mundo actual es hacia el aumento de la desigualdad. Las liberalizaciones han provocado casi siempre un empeoramiento y sólo unos pocos países en desarrollo han escapado a este efecto mediante la mejora de sus estructuras de empleo, lo cual es una proeza que sólo algunos pueden lograr. La experiencia de los años sesenta y principios de los setenta fue bastante diferente; en aquellos años, un buen número de países redujeron la desigualdad y muchos más mantuvieron estables sus estructuras salariales…

No podemos responder la pregunta habitual de si la igualdad es buena para el crecimiento. Sin embargo, la evidencia nos permite, aunque no firmemente, ofrecer una respuesta a la pregunta contraria. En la mayoría de los países, el crecimiento es bueno para la igualdad; de hecho, el crecimiento rápido parece ser un requisito indispensable para la igualación salarial. Por el contrario, el crecimiento débil en la mayoría de los países en desarrollo en los años ochenta fue un desastre para la igualdad.

No parece que importe en exceso si el crecimiento se logra mediante la sustitución de las importaciones o mediante el crecimiento rápido de los sectores exportadores de salarios altos. El problema es que el crecimiento rápido de esos exportadores es una solución a la desigualdad sólo al alcance de pocos países. Por tanto, una reducción de la desigualdad a nivel global requerirá una vuelta a la sustitución de importaciones y unas estructuras salariales con base nacional, o bien un ritmo de crecimiento económico mundial sustancialmente más alto…

En nuestra opinión, una condición institucional interna crucial para el desarrollo social y económico subyacente a todas las demás características institucionales deseables, tales como la educación y la esperanza de vida y la democracia, es una distribución de la remuneración justa y razonablemente estable…

La estructura de la remuneración afecta a la capacidad y a la voluntad de ahorrar e invertir. En las sociedades muy desiguales, los pobres no tienen ahorros y la clase media, siempre expuesta a la imagen de los estilos de vida bastante más opulentos que los suyos propios, consume hasta su último dólar. Esto deja únicamente a los ricos con capacidad para ahorrar. Pero los ricos en este tipo de sociedades raramente son ahorradores al viejo estilo victoriano; no son laboriosas abejas que acumulan y acumulan, que no consumen para ellos. Por el contrario, satisfacen sus propias necesidades y rehúsan confiar en los mecanismos de Seguridad Social del Estado. Por tanto, se resisten a pagar impuestos para cubrir objetivos sociales, excepto (como en el caso de las universidades públicas en muchos países de renta media) cuando los beneficios están estrechamente dirigidos a las propias elites. A menudo, los excedentes se trasladan al extranjero para escapar al alcance potencial de la hacienda pública. El resultado suele ser una deficiencia crónica de la inversión pública y de la demanda efectiva, un fuerte alejamiento de la población respecto de la política y una subversión de las formas de democracia por los intereses mercantiles.

Por el contrario, las sociedades igualitarias operan sobre la base de la carga compartida y el beneficio común. Suelen funcionar mediante grandes instituciones sociales -sindicatos y gobiernos- y confían ampliamente en las medidas colectivas de la Seguridad Social, la educación pública y los servicios públicos como el transporte y la salud. Dado que las instituciones públicas y los presupuestos suelen ser estables, las economías de los países igualitarios también suelen ser estables. Con menos disparidades internas, estamos menos consumidos por la envidia. Por tanto, los ahorros pueden ser mayores y las cargas de la deuda menores. Y dado que una fracción mayor de la ciudadanía tiene algo de tiempo y energía restante para emplear en fines públicos, las sociedades estables e igualitarias también suelen ser más democráticas…

Ciertamente, existe una economía global. Pero es de un tipo que favorece a los fuertes, los ricos, los estables, los industrialmente diversificados y los democráticos. Los países más pequeños y más pobres "vuelan" con los vientos globales, con los precios de sus mercancías, la demanda de sus exportaciones y el tipo de interés. Y cuanto más pequeñas y menos equilibradas sean sus economías, más lejos estarán de los centros de decisión y más violentamente soplarán aquellos vientos"…

Algunas explicaciones alternativas (a mi cuenta y riesgo)

Del INGENUE (modelo del FMI) al "iceberg" (modelo de Bush)

Nunca los "plumíferos" del FMI habían puesto un nombre más elocuente y significativo a uno de sus "modelos" económicos. Y eso que ya habían rondado el surrealismo en el caso del Multimod, que he denominado Multi-mad (por las que se traía y lo desacertado de sus proyecciones).

Nunca habían utilizado un sarcasmo semejante (al menos en su fonética española) para calificar a los mayores en su modelo de "exterminio" (¿acaso buscando una forma "solución final", como aquella otra de tan triste recuerdo?).

INGENUE (ingenuo): (algunos de los sinónimos, al efecto) cándido, inocente, infantil, inofensivo, incauto, infeliz, iluso, crédulo, insensato, inconsciente…

(algunos de los antónimos, al efecto) astuto, incrédulo, malicioso, desconfiado, experimentado, ingenioso…

¿Acaso no es "malicioso" decir que esa gigantesca (¿qué gigantesca?) transferencia de rentas de las clases activas a las clases pasivas reducirá el crecimiento y el nivel de vida de las generaciones futuras, al tiempo que pondrá las bases para un "conflicto intergeneracional de consecuencias imprevisibles" (¿qué conflicto intergeneracional? ¿qué consecuencias imprevisibles?)?

¿Acaso no es "astuto" decir que el actual sistema de pensiones "avanza hacia un iceberg", que la "crisis es ahora"?

¿Acaso no resulta "siniestro" insinuar siquiera (aunque sólo sea eso) que los dos principales programas del Estado del Bienestar -pensiones y sanidad- son dos "bombas de relojería en el corazón de la economía nacional"?

Y por si todo esto no resultara suficiente "amenaza" y "manipulación" (al uso), agregan una pregunta (nunca los "cínicos", habían llegado tan lejos; nunca los "hipócritas", habían manipulado más la realidad): "la pregunta es qué sucederá cuando las jóvenes generaciones se nieguen a sacrificar su nivel de vida para pagar las pensiones y/o la sanidad de los viejos o se rebelen contra una situación de trabajos forzados en beneficio de los mayores". Agregando (por si el "miedo" o el "odio" insinuado, no alcanzaran): "un escenario como este no es improbable, sino muy posible, y constituirá un serio problema social y político en un horizonte no muy lejano". "Es la guerra civil fría".

Lo dicho. La "solución final". Haga patria, mate a un viejo (la guerra civil fría). Para poder seguir "consumiendo" los jóvenes deben negarse a continuar con el modelo de reparto. Para poder seguir manteniendo el nivel de vida, las generaciones futuras, deben apostar por la "sociedad de propietarios"…

"Bombas de relojería"… "Guerra civil fría"… "Rebelión contra una situación de trabajos forzados"… "Negarse a sacrificar su nivel de vida para pagar las pensiones y/o sanidad de los viejos"…

Por mucho menos que esto, Hitler ha sido calificado como el "monstruo" mayor de la historia… Todavía se sigue pidiendo "perdón" por la llamada "solución final"… Todavía se siguen "pagando" las deudas de guerra, caliente o fría, pero siempre guerra…

Al menos, Hitler no provocó el odio entre generaciones de la misma nación. Al menos, Hitler no convocó al "parricidio" ritual… Ahora se lo "insinúa", se lo "motiva", se lo "induce". Jóvenes contra viejos. Eliminar la jubilación (no sé por qué, pienso en la "respiración asistida"). Eliminar la sanidad universal. Luego, eliminar a los pobres…La "solución final". O sea.

Explicaciones alternativas del incremento de la desigualdad (a mi cuenta y riesgo, aunque no estoy solo)

(La desigualdad no está -justamente- en el gasto del Estado del Bienestar)

Factor tecnológico: El cambio tecnológico basado en la cualificación, y especialmente el empleo de ordenadores, incrementa la prima de los trabajadores más cualificados/más formados.

Factor globalización: Los cambios en la demanda de productos, junto con el comercio o la desindustrialización, conllevan cambios en el empleo hacia los sectores intensivos en cualificación.

Factor inmigración: Incremento en la oferta de trabajadores menos cualificados.

Estos factores provocan incrementos en la demanda relativa de trabajadores más cualificados/educados en relación a los trabajadores menos cualificados/formados. Modificación de la oferta y demanda de cualificaciones.

Descenso en la fuerza de los sindicatos

Erosión del valor real del salario mínimo

Cambios en las normas de remuneración

Los cambios en las instituciones que determinan los salarios han colocado en una débil posición negociadora a los trabajadores peor situados en la distribución de la renta.

Conclusión: Los cambios en la oferta y demanda de cualificaciones y en las Instituciones que determinan los salarios han "incrementado la desigualdad".

Los mecanismos del mercado de trabajo son los dominantes en la determinación de la dinámica de la desigualdad en el mercado de trabajo.

Para comprobar esta hipótesis puede recurrirse a los cambios en los coeficientes de Gini para los países de la OCDE, 1970 – 1990 (según las medidas de Deininger y Squire), del Cuadro 7.3, del libro de James K. Galbraith y Maureen Berner ("Desigualdad y cambio industrial"), antes citado.

Surgen algunas pautas bastante plausibles. En primer lugar, los países que exhiben los niveles más altos de desigualdad en el primer período (Francia, Portugal, Italia y España) se han convertido en países más igualitarios a lo largo del tiempo, con descensos relativos en la desigualdad que van desde el 10 por 100 en Portugal hasta más del 30 por 100 en España. Italia, Reino Unido, Países Bajos y Japón tienen en común una evolución de la desigualdad en forma de "U", con diferencias en el punto de inflexión (de desigualdad decreciente a desigualdad creciente) de un país a otro. Japón y Reino Unido fueron los primeros en cambiar en el período 1975 – 1980, seguidos de Italia y Países Bajos en el siguiente período. De los primeros, el Reino Unido exhibió la aceleración más fuerte en el incremento en la desigualdad una vez que tuvo lugar el cambio. Con la excepción de Nueva Zelanda, Reino Unido era el país en el que la desigualdad creció más, en casi cinco puntos de Gini.

Nueva Zelanda, Australia y EEUU presentan pautas consistentes en aumento en la desigualdad. El incremento de la desigualdad estadounidense comenzó en los años setenta y fue el primero en desarrollarse. Checoslovaquia y México mostraron una pauta oscilante en el tiempo, pero el contexto institucional de estos países era muy diferente del que existía en el resto. En Canadá y Bélgica, la tendencia fue hacia un descenso en la desigualdad, con un ligero incremento entre los períodos para cada país.

Desafortunadamente, no se pueden extraer conclusiones definitivas; en todo caso, estos datos simplemente diferencian las economías anglosajonas, en las que la desigualdad creció mucho más pronunciadamente que en el resto de los países.

Para aquellos lectores interesados en observar la "evolución" de los datos estadísticos reproduzco (parcialmente) el Cuadro 7.1 del libro citado: Coeficientes de Gini para 23 países de la OCDE, 1969 – 1992

edu.red

  • (1) primer año registrado 1973

  • (2) último dato registrado 1989

  • (3) último dato registrado 1988

  • (4) primer dato registrado 1974

  • (5) dato correspondiente al año 1989

  • (6) último dato registrado 1991

  • (7) primer dato registrado 1973

  • (8) dato correspondiente al año 1981

  • (9) último dato registrado 1984

  • (10) dato correspondiente al año1979

  • (11) último dato registrado 1984

  • (12) último dato registrado 1991

A falta de actualización de los datos, tal vez sea suficiente con la información periodística, para constatar los alcances del "cielo protector". Hasta donde llega la "privatización", el "conservadurismo compasivo", o como dice Bush, la "sociedad de propietarios". Ustedes juzgarán.

(BBCMundo.com – 12/01/05): "Mendigos en tierra de abundancia"

"Muchos ven a EEUU como la sociedad más rica del mundo, una tierra próspera, llena de oportunidades.

Pero, a las sombras del "sueño americano" también se registra un importante y creciente problema: la indigencia.

Se estima que alrededor del 1% de la población se queda sin hogar en algún momento a lo largo de un año cualquiera.

Las organizaciones de caridad critican al gobierno, tanto federal como de los diferentes estados, por no hacer lo suficiente para ayudar a los desamparados, y agregan que la legislación actual hace las cosas aún peor.

Paradójicamente, la ciudad con uno de los peores registros de indigencia es la misma capital estadounidense, Washington DC.

A las seis de la mañana, el centro del distrito federal está oscuro y en las calles hace mucho frío. Unos 200 indigentes convergen ante el portal de una iglesia, cálido y bien iluminado, para recibir un desayuno caliente consistente en avena y "bagels" o rosquillas, con huevos revueltos y café humeante. Es la Cocina de Miriam (Miriam"s Kitchen), una organización de caridad que ha servido desayunos gratuitos cada día, durante los últimos 21 años.

De acuerdo con su director, Scout Schingleberg, hay una serie de factores que contribuyen al problema de la indigencia en Washington DC.

"El alto costo de los alquileres, la falta de servicios sociales y el elevado índice de pobreza, se combinan de forma dramática para que Washington tenga uno de los mayores índices de indigencia per cápita del país", señaló Schingleberg.

Durante los últimos años, el número de personas sin hogar que atiende la Cocina de Miriam aumentó un 30%…La mayor parte de los nuevos indigentes ha quedado sin hogar como consecuencia de la crisis económica: algunos perdieron su trabajo; otros fueron desalojados de sus viviendas por no poder pagar rentas cada vez más altas…

EEUU es criticado por criminalizar la indigencia. Dormir en la calle es un delito en muchos estados. Los mendigos son perseguidos por la policía; a veces, incluso, son encarcelados…

Problemas prácticos nunca faltan. Pero cuando les pregunto a los sin techo de Washington qué es lo que encuentran más difícil, la mayoría habla del estigma social, la indiferencia y el rechazo público.

"La mayor parte de la gente está tan inmersa en su vida cotidiana, que si te miran y se percatan de que eres indigente, te conviertes en una especie de ser invisible"…"No es que sean malos, sino que así son las cosas. Te miran y quizás no te ven, pero en realidad no te ven"…

"Este problema seguirá creciendo hasta que la sociedad toda se dé cuenta de que hay un problema de fondo", dice Scout Schingleberg, director de la Cocina de Miriam"…

Otra forma de "abrir el melón" del Estado del Bienestar, puede ser observar la "evolución" del esfuerzo protector en Europa (lo que se quiere desmontar).

edu.red

Fuente: Eurostat e Informe sobre la Salud en el Mundo 2003, de la OMS

La "calentura" está en saber si los países desarrollados, cuyos Estados ricos han levantado sistemas protectores financiados con diversas cargas impositivas, podrán mantener su competitividad frente a los países emergentes que producen a precios más baratos porque, entre otras razones, no facilitan a sus ciudadanos ninguna red.

Los grandes empresarios y banqueros, ahora con la presión de la globalización, piensan que "no hay demasiado tiempo" para dejar en la mínima expresión el renglón de los gastos sociales.

Lo que resulta menos "comprensible" (y mucho menos, "asumible"), es que los ultraliberales practiquen la demagogia de las rebajas sin fin de los impuestos, a riesgo de destruir el equilibrio social.

No es "comprensible" (y muchos menos, "asumible"), extender la pobreza social que aportan a Occidente los modelos productivos de China, India o Corea, que sólo pueden ser calificados de desiguales y explotadores.

No es "comprensible" (y mucho menos, "asumible") entrar al futuro caminando hacia atrás.

Mientras los "profetas de la privatización" sostienen que el sistema de protección social "está abocado a la quiebra" o "está destinado a chocar contra un iceberg"… El seguro privado mira atento a los hospitales… Se inventan enfermedades para ganar dinero… Las alertas sobre riesgos de medicinas nuevas mueven a reclamar garantías… Los expertos piden cambios en las agencias de medicamentos… La preocupación por el elevado coste de los fármacos refuerza la necesidad de analizar las ventajas de los nuevos productos, más caros… y Bush reforma el Medicare (¿bendición o trampa?).

Y en el Apartado La "utopía" de la Europa social (lo que algunos llaman mito…)

A modo de conclusión, escribía:

Cuando no se puede negar lo obvio, torcer la realidad, ocultar la evidencia, demostrar lo… indemostrable, no puede hablarse del "fantasma" de los mitos perturbadores que han retornado.

Los "pragmáticos" (?) sostienen que la economía europea está en la encrucijada, que sólo puede salir del actual atolladero "articulando un cuerpo de políticas macroeconómicas coherentes (?) con la promoción del crecimiento, al tiempo que se mantienen las políticas macroeconómicas de estabilidad y se modernizan las políticas de cohesión -esto es lo que se suele llamar "las políticas sociales"- para adaptarlas al entorno actual más exigente de globalización y fuerte competencia exterior"…Y agregan: Sólo así, "Europa estará labrándose un futuro más próspero y ganando peso en el concierto internacional.

Pero eso es, cabalmente, lo contrario, de los cinco criterios que predica la "Europa social" : que la tasa de paro esté por debajo del 5%; que la tasa de pobreza -los que viven por debajo del 60% de la media nacional- sea inferior al 5%; que la tasa de analfabetos de más de 10 años sea inferior al 3%; que la tasa de los mal alojados no supere el 3%; finalmente que la ayuda pública a los países en vías de desarrollo sea mayor del 1% del PIB.

Los "pragmáticos" (?), como sucede siempre, sostienen que creer en un "mito" como éste lleva a la ruina. La Europa social hundiría a la Europa próspera, y no habría Europa social.

Los "utópicos" (entre los que me incluyo) sostienen que "no se trata de desear lo imposible, sino -tal vez- sólo de continuar lo posible".

A menos, que los "pragmáticos" se atrevan a "confesar" y "convencer" de las virtudes competitivas y redistributivas de la "carrera de la pobreza" (pobres contra pobres). Por las dudas, tomen nota:

  • La próxima vez que se ponga una camisa, un sostén o un calzoncillo, será protagonista quiera o no de un drama que afectará la vida de 40 millones de trabajadores en el mundo. Ese es el número de personas empleadas por la industria textil y de la indumentaria, que desde el 1º de enero de 2005 experimentará una verdadera revolución. En esa fecha expiró el llamado Acuerdo Multifibras, el sistema de cuotas que ha regido durante décadas las exportaciones sobre todo a los grandes mercados de EEUU y Europa. En otras palabras, gigantes como China podrán exportar sin que las cuotas les impongan límites. Habrá ganadores y perdedores, sobre todo en América Latina. Para muestra un botón. Según las estimaciones de la OMC, las exportaciones de textiles de China a EEUU pasarán de un 16% a un 50%, mientras que las de México caerán un 70%. Detrás de los porcentajes estarán los rostros de miles de personas en el mundo que perderán sus empleos y otras que lo conseguirán. En Bangladesh podrían perderse un millón de empleos (otros cálculos cifran la pérdida en 1,8 millones). Según estimaciones citadas por la Federación Internacional de Sindicatos (ICTFU), el sector textil y de la vestimenta emplea cerca de 40 millones de personas en el mundo, muchas de ellas mujeres. El sector genera según las mismas estimaciones intercambios comerciales por un monto superior a los US$ 360.000 millones al año, un 6% del comercio mundial. Según los expertos, el fin del sistema de cuotas hará que las compañías dejen de comprar textiles y vestimenta de los países menos competitivos. Es poco probable que las compañías como GAP o NIKE compren sus productos de solamente un país, pero según un representante de la Asociación de Importadores de EEUU, citado por la ICTFU, "es probable que las empresas compren sus productos de cinco o seis países para 2007, en lugar de esparcir sus compras en 50 países diferentes, como hacen hoy". Las fábricas están cerrando o amenazando cerrar en todas partes, incluyendo Turquía, México, América Central, en África, en Asia. Sólo en China los obreros están trabajando horas extras para construir nuevas plantas.

La industria textil y de la vestimenta también es una fuente importante de trabajo en Occidente. Sólo en la Unión Europea emplea a 2,5 millones de personas, según un documento de la ICTFU.

En EEUU ya se han perdido 350.000 empleos en el sector en los últimos cuatro años de acuerdo al documento.

China e India serán los grandes beneficiarios. Los productos chinos son considerablemente más baratos por varios factores, especialmente el costo menor de la mano de obra. La ICTFU habla de "salarios de miseria, que se mantienen al mismo nivel durante años y se pagan a veces con atraso de meses, además de condiciones de trabajo deplorables". China e India tienen como 600 millones de personas muy pobres, que viven con menos de un dólar al día.

Según el Banco Mundial, China pasará a controlar un 50% del comercio mundial textil en el 2010. Y diversos estudios apuntan que podrían perderse hasta 30 millones de empleos en el mundo.

Un consuelo para "idiotas": entre los ganadores estarán también los consumidores, ya que la mayor competencia llevará probablemente a una caída en los precios. Según estimaciones citadas por OXFAM, una familia en Europa paga US$ 350 adicionales en ropa de lo que debería, debido a las actuales barreras.

Nos quedamos sin trabajo, pero podemos comprar más barato lo que antes producíamos (más caro) en el empleo que hemos perdido. Esto es la "competitividad"; esto es el "librecambio"; esto es lo que se hace pero no se dice; este es el "catecismo" de los pragmáticos. Esta es la flexibilización buscada. Esta es la desregularización pretendida. Este es el cambio de estructuras propugnado. ¡Estas son las "municiones" con las que cargan las armas para "fusilar" al Estado del Bienestar!

  • (30/05/03): Esclavos a los 7 años. Dos reporteros viajan hasta Benín, en África, y Pakistán, en Asia, para comprobar la más atroz de las crueldades sobre los seres más indefensos. La realidad supera cualquier fantasía de terror.

La tragedia de ser niño en Benín, vendido por una bici o por 20 euros. El 10% de los niños de Benín, unos 300.000 viven como esclavos dentro o fuera del país. Los niños del mercado pasan 12 horas vendiendo y 6 trabajando en casa.

En Pakistán, ser niño es un infierno. Con apenas 7 años pueden ser condenados a muerte o encerrados en cárceles rodeados de adultos. Los más afortunados, son obligados a vivir el resto de su vida en centros donde duermen en el suelo, sólo pueden salir al patio durante una hora al día y son sedados para que no molesten.

  • (28/11/04): Explotado por los Reyes Magos. El periodista se hace pasar por un empresario occidental y entra en fábricas de China donde niños, jóvenes y mayores trabajan en condiciones infrahumanas. Jornadas de 14 horas, siete días a la semana, para inundar Occidente de juguetes.

En las fábricas-cárcel los empleados no pueden salir durante meses. Por una hora extra cobran 10 céntimos. El obrero memoriza un cuestionario por si aparece el inspector. "¿Has visto un menor trabajando?": Respuesta: "No". En Mou Yip, el periodista localiza a varios menores. Su cometido: fabricar miles de muñecas a un euro y medio, la unidad.

¿Y qué hacen las grandes empresas multinacionales en esta carrera -siniestra- de la pobreza?

  • (08/01/05): Nike, Puma y Kindy dejan Marruecos tras la apertura a las importaciones chinas.

H&M y Marks & Spencer también preparan el cese de la producción en el país.

Nike, Puma y Kindy, tres grandes multinacionales del sector textil, han dejado de subcontratar su producción en Marruecos como consecuencia del fin de las cuotas en el comercio textil mundial. La patronal del sector calcula en 70.000 los empleos amenazados. Marruecos puede perder el 40% del mercado europeo.

De momento, parece que empiezan a confirmarse los augurios de que el fin de las cuotas va a suponer una deslocalización masiva de producción hacia China por parte de empresas europeas y estadounidenses.

Estos son algunos ejemplos -sólo algunos- de la "paradoja de la liberalización".

Se ha invertido la estrategia de Henry Ford de pagar lo suficiente a sus trabajadores para que compren coches Ford. Las mezquinas políticas salariales -que van imponiéndose en EEUU y Europa- son parte de una economía en la que los trabajadores sólo pueden permitirse el "lujo" de comprar productos chinos.

Así y todo -una vez más- debemos soportar la misma hipocresía en el Foro Económico Mundial, en Davos, cuyo tema estrella es: "Seguridad y prosperidad, la misma moneda". Para finalizar diciendo (¡ofendiendo a la inteligencia y tomándonos por idiotas!): "Lo que se está escribiendo aquí es un nuevo pacto adaptado a los nuevos tiempos del viejo entre el capital y el trabajo".

Permítanme concluir citando a dos grandes Maestros.

Dijo Camus: "Indudablemente cada generación se cree destinada a rehacer el mundo. La mía sabe, sin embargo, que no podrá hacerlo. Pero su tarea es, quizá, mayor. Consiste en impedir que el mundo se deshaga. Heredera de una historia corrupta en la que se mezclan las revoluciones fracasadas, las técnicas enloquecidas, los dioses muertos y las ideologías extenuadas; en la que poderes mediocres, que pueden hoy destruirlo todo, no saben convencer; en que la inteligencia se humilla hasta ponerse al servicio del odio y la opresión"…

Dijo Sabato: "Tenemos que absolutamente saber que hay una manera de contribuir a la protección de la humanidad, y es no resignarse.

Veinte o treinta empresas, como un salvaje animal totalitario, tienen el dominio del planeta en sus garras. Déspotas invisibles, controlan con sus órdenes la dictadura del hambre, la que ya no respeta ideologías ni banderas. Continentes enteros en la miseria junto a altos niveles tecnológicos, posibilidades de vida asombrosa a la par de millones de hombres desocupados, sin hogar, sin asistencia médica. Diariamente es amputada la vida de miles de hombres y mujeres; de innumerable cantidad de adolescentes que no tendrán ocasión de comenzar siquiera a entrever el contenido de sus sueños. Ya la gente tiene temor que por tomar decisiones que hagan más humana su vida, pierdan el trabajo, sean expulsados y pasen a pertenecer a esas multitudes que corren acongojadas en busca de un empleo que les impida caer en la miseria. Son los excluidos, una categoría nueva que habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía en cuyos balances no cuentan la vida de millones de hombres y mujeres que así viven y mueren en la peor miseria. Son los excluidos de las necesidades mínimas de la comida, la salud, la educación y la justicia; de las ciudades como de sus tierras"…

(De 2005 a 2013) "Y mira que ha llovido desde entonces"…

(Octubre de 2013) Desde el año 2008 en adelante, los habitantes de los países avanzados (¡vaya sarcasmo!) fueron "agraciados" con la mayor depresión registrada desde el año 1930, y "enviados" al Tercer Mundo, en un vuelo non stop.

Por el sumidero de la historia se han ido, o van en camino de ello, años de luchas y conquistas sociales, beneficios que las sociedades desarrolladas (¿debería decir, "ex"?) daban por seguros, estables y predecibles. Educación, sanidad, pensiones… todo un sistema de protección, redistribución de ingresos, equilibrio social… se ven cercenados, limitados, restringidos, condicionados, circunscriptos, trabados…

Es el "fin de la historia", pero no por el "éxito" del "neolibralismo", como proclamó Fukuyama, sino por el "fracaso", estruendoso del "mercado de manos libres", que muchos, como Fukuyama, promovieron, justificaron o toleraron.

Ahora, se trata de "pagar la cuenta". Una cuenta que contrajeron los ricos y poderosos (los de siempre. vamos), pero que deben saldar los que trabajan, los que estudian, los desempleados, los pobres, los enfermos… (los de siempre. vamos).

Una cuenta que no se originó por el alto costo del Estado del Bienestar, como tratan de hacernos creer (vivir por encima de nuestras posibilidades), sino por el alto costo de la Economía de Casino, que se niegan a reconocer (especular por encima del capital propio), y que ha sido el gran causante del déficit y la deuda pública, con el que ahora se les rescata (con el timo del riesgo sistémico y el mito de la estabilidad de los mercados). Del "espejismo" a la "crisis". Menuda receta.

Sembrar el pánico. La inseguridad sanitaria (que es lo que nos ocupa), educativa (tratada anteriormente) o jubilatoria (el próximo apartado) son los últimos eslabones de una dependencia aberrante de la economía financiera.

Hay una relación directa entre la institucionalidad de un país y su capacidad para educar a los niños, mejorar las infraestructuras, cuidar la salud de las personas y tener sistemas judiciales claros y transparentes. Es la base de todo el sistema. ¿Es razonable (justo y necesario) que algunos países europeos condenen a su población a vivir en condiciones de post-guerra, para pagar las indemnizaciones de una guerra (financiera) que libraron (y perdieron) los "amos del universo"?

No se trata de problemas de eficiencia del gasto (ya llegaremos a ello), siempre interesante, siempre conveniente, sino de sobrevivencia del sistema de seguridad pública, de mantener la estabilidad y generar prosperidad (como había sido en los últimos 70 años). Parte de lo que fue necesario para moldear la Unión Europea.

El interrogante es el siguiente: ¿La Unión Europea del siglo XXI se asemejará a Europa -la región dominante de gran parte de la historia moderna- durante la primera mitad del siglo XX, cuando experimentó dos guerras de costo y destrucción sin precedentes, o la segunda mitad, cuando las tensiones con la Unión Soviética se manejaron de manera efectiva y Europa occidental experimentó una paz y una prosperidad nunca antes vistas?

Europa no solo tuvo suerte. La historia se desarrolló como lo hizo, solo porque sus líderes políticos demostraron una gran visión y disciplina. En consecuencia, adversarios de larga data como Francia y Alemania se reconciliaron dentro de un proyecto regional -primero, una comunidad de carbón y acero, que se expandió hasta convertirse en la Comunidad Económica Europea y, finalmente, la Unión Europea- que integró al continente política y económicamente a punto tal que un conflicto violento pasó a ser impensable.

Kafka en el seguro social

La opción sanitaria europea más temible (no improbable) en la del Tercer Mundo.

Y cuenta la historia…

"En 2008, el Gobierno de México lanzó un novedoso concurso para identificar el trámite más inútil, engorroso y surrealista de los más de 4.200 que superpueblan la feroz burocracia federal. Además de un buen reguero de titulares, las más de 21.000 propuestas que recibió la iniciativa ofrecieron una espeluznante radiografía del purgatorio en el que se ha convertido la Administración Pública mexicana, donde abrir un negocio, introducir un reclamo o denunciar un robo puede convertirse en una auténtica roca de Sísifo del papeleo.

La palma (y los casi 16.000 euros de premio) se la llevó una atribulada madre soltera que, dos veces al mes, pasaba las de Caín en los pasillos del Seguro Social tratando de conseguir un medicamento para su hijo de siete años. Formalizar el pedido le tomaba un mínimo de cuatro días, en los que debía lidiar con una maraña de no menos de ocho funcionarios.

No faltó quien postulara al propio concurso como "el trámite más inútil" ante las dificultades que tuvieron para encontrar las bases de la convocatoria. Y a tenor de los resultados, algunos no dudarían en darles la razón. De las 1.200 diligencias que se propusieron eliminar en tres años, las autoridades apenas podaron 30, según el informe final de la Secretaría de la Función Pública.

A día de hoy, los mexicanos (y su productividad) siguen languideciendo en interminables colas para hacer trámites kafkianos en oficinas cochambrosas a merced de funcionarios incompetentes, despóticos o directamente corruptos. Un rosario de despropósitos que se reza en toda América Latina, con alguna honrosa excepción que viene a confirmar la triste regla"… Esta es la maldición de Latinoamérica (El Confidencial – 30/10/13)

¿A esta situación, quieren llegar los líderes europeos cuando proponen instaurar la "sociedad participativa", o la "solidaridad directa", o la "big society"?

En esa tesitura "tercermundista": ¿"la gente quiere decidir por sí misma, organizar su vida y cuidar de los otros"?

¿Privar a los sectores más necesitados de la población de un sistema sanitario amplio y eficiente, equivale a "reinventar" el Estado del Bienestar?

¿Los pacientes que concurren al hospital público a recibir atención sanitaria, se "corrompen" porque los hace dependientes de las ayudas?

¿Los enfermos conectados a la "máquina de diálisis" para su tratamiento (por ejemplo), pueden considerar al estado como una "maquinita de la felicidad"?

Dios mío: cuanta injusticia, cuanto despotismo, cuanta mediocridad moral, cuanta estupidez, cuantas mentiras, cuanta traición, cuanta corrupción, cuanta doblez, cuanta hipocresía, cuanta arrogancia, cuanta insensibilidad, cuanta cobardía…

Ante tal ignominia, afrenta, infamia, escarnio… solo puedo rogar: "Señor no les perdones, porque saben lo que hacen".

Enfermos de esperar: "Hermano Calmado"

edu.red

El afectado (Imagen: Twitter – El Economista – 30/10/13)

"Las imágenes de un hombre en un hospital del noreste de China mientras aguardaba pacientemente su turno en una sala de espera con media hoja de un cuchillo clavada en su cráneo, circulan ampliamente en las redes sociales del país, donde los internautas se preguntan cómo puede alguien actuar con tal calma.

Las fotografías pertenecen a un hospital de la ciudad de Yanji, en la provincia de Jilin, donde se ve cómo el hombre espera en la entrada de la consulta o permanece sentado de brazos cruzados, casi sin inmutarse.

Los internautas han apodado al paciente "Hermano Calmado", mientras la prensa local ha aclarado que el hombre, de mediana edad y cuyo nombre no ha sido revelado, se clavó el cuchillo de cocina en una pelea en broma con amigos.

La víctima no sentía apenas dolor cuando llegó al hospital, y al parecer el cuchillo no había llegado al interior del cráneo, por lo que no causó daños cerebrales y fue retirado con facilidad, señalaron los médicos del hospital donde ocurrió el suceso, anejo a la Universidad de Yanbian.

Al parecer "Hermano Calmado" no ha interpuesto denuncia alguna contra sus amigos, y ha evitado hacer declaraciones a la prensa, mientras que el hospital se ha negado a facilitar más datos sobre su identidad"…

¿Cuánto tiempo habrá que esperar para ver una "Imagen Twitter" semejante, de alguna "sala de urgencias" en un hospital europeo (ya no digamos en los EEUU donde no se hacen fotos tan… "manidas"?

Big society: pagar más y tener menos servicios (educación, sanidad, pensiones…).

Tan despóticos con los débiles (impositores) y tan serviles con los poderosos (ricos).

Mientras a ustedes (ilustres dirigentes) les da igual lo que piensen los ciudadanos, creo, humildemente, que hay otra forma de hacer Europa (o EEUU, en su caso).

Para los profetas del libre mercado, todos estos problemas se reducen a una simple pregunta: "¿En qué tipo de sociedad queremos vivir?" Las opciones, a juicio de la mediocre dirigencia europea (o estadounidense, tanto monta, monta tanto), son igualmente simples: las respuestas serían o "en una sociedad donde se viva en "dependencia"" o "en una sociedad basada en la "autosuficiencia"".

Un proceso tecnocrático de formulación de políticas socio-económicas, debería tener contestaciones, más racionales, más diversas, más complejas, más flexibles, más amplias… menos "dogmáticas", menos "incuestionables", menos "radicales".

Relación costo/eficiencia del sistema de salud (buscando unas bases sólidas de financiación a largo plazo, en contra de las políticas fiscales irresponsables)

¿Debe la sanidad pública ser el paraíso del "gratis total"?

¿Debe la sanidad pública ser una carrera loca (de los políticos demagogos) por tener el establecimiento hospitalario más grande y más moderno, con la aparatología y tratamientos, más sofisticados, sin medir costos, ni beneficios?

¿Deben los médicos de la sanidad pública sobremedicar, ordenar análisis innecesarios, exámenes redundantes, tratamientos prolongados con inciertas probabilidades de éxito, intervenciones quirúrgicas avanzadas…, solo para mantener a pleno funcionamiento, instalaciones hospitalarias sobredimensionadas, aparatología de última generación y dotaciones profesionales subutilizadas?

¿Resulta razonable que el 40% del gasto sanitario de una persona, se haga en los últimos 6 meses de vida? ¿Para qué? ¿En beneficio de quién?

¿Existe algún cálculo (o interés en hacerlo) sobre el derroche en tratamientos inútiles que sangran a la sanidad pública?

¿Se realiza alguna evaluación económica de medicamentos como factor de sostenibilidad de la sanidad pública?

¿Cuántas intervenciones médicas son innecesarias?

¿Un sistema gratuito que permite al usuario disponer de toda la cantidad de servicios que desee sin sobrecoste, no incitan a los usuarios a sobreutilizar los servicios?

¿Esa hiperfrecuentación, no satura los servicios de atención médica y genera un incremento desmesurado en el número de recetas?

¿Cuántos laboratorios médicos crean patologías para vender más? ¿Cuántos medicamentos van en busca de la enfermedad y no al revés? ¿De verdad son seguros los medicamentos que nos recetan?

Larga vida: ¿cuánto costará mantener a tantos mayores en condiciones adecuadas? ¿Compensa vivir cien años?

Ahora, veamos qué ocurre con los que viven del lado "bueno" de las vías del tren

¿Es posible que en el país más rico y poderoso de la tierra (de momento) haya más de 45 millones de habitantes sin "cobertura sanitaria"?

¿Resulta creíble que si EEUU no reforma la sanidad y las pensiones, no podrá costear su deuda pública?

¿Hasta cuándo los americanos ricos podrán "seguir a lo suyo": sosteniendo que la pobreza y la salud "no" son "problemas sociales"?

¿Estaría la gente de la derecha americana dispuesta a dejar morir por falta de asistencia a aquellos que no están asegurados aunque no sea culpa suya?

¿Por qué en los EEUU solo los pobres mueren jóvenes? ¿Será un daño colateral?

¿Por qué en los EEUU los ricos son más sanos? ¿Será un hecho de la naturaleza?

Entre revocar el "Obamacare", como llaman despectivamente los republicanos a la Ley de Cuidado de Salud Asequible, y "el peligro de un "socialismo" disfrazado que abultará el déficit nacional" (sic)… ¿puede ser que más de 129 millones de estadounidenses menores de 65 años… estén en riesgo de perder su seguro de salud porque tienen condiciones pre-existentes"?

En realidad, la mayoría de los estadounidenses no asegurados tienen pocos ingresos y no pueden permitirse un seguro, o bien son rechazados por las aseguradoras porque padecen enfermedades crónicas. Las personas que no pueden permitirse la asistencia sanitaria básica por lo general no la consiguen y a veces mueren como consecuencia de ello.

Es importante señalar que el número de estadounidenses sin seguro de salud alcanzó un máximo histórico en 2010, Alrededor de 50 millones de residentes de Estados Unidos (uno de cada seis) pagan de su bolsillo los gastos médicos en que incurren. La recesión de 2008 no es la única razón para esta escalofriante cifra; también hay que culpar a decisiones políticas de larga data.

La Ley de Salud Asequible, impulsada por Barack Obama y aprobada por el tribunal constitucional de EEUU, introduce los mayores cambios en el sistema sanitario del país en una generación. La ley extiende la cobertura sanitaria a millones de estadounidenses (aproximadamente el 15% de la población) que actualmente no tienen seguro y cambiará la forma en la que los ciudadanos compran sus seguros médicos y lo que las aseguradoras deben cubrir.

La sanidad en EEUU seguirá siendo de pago. Los pacientes siempre tienen que pagar por la póliza, o bien a través de lo que le descuenta su empleador de la nómina o bien contratando él mismo un seguro privado. Además, normalmente se abona un copago cuando se visita al médico o se compra un medicamento incluso con receta.

En el Día de Todos los Santos

Inicio la redacción de esta Sección el 1 de noviembre de 2013 (Día de Todos los Santos); es una tradición católica instituida en honor a todos los santos, conocidos y desconocidos, según el papa Urbano IV, para compensar cualquier falta a las fiestas de los santos durante el año por parte de los fieles. En diversos lugares del mundo se celebra la tradición de honrar y traer a la memoria a las personas que han muerto.

¿Los "caminos" de Dios? ¿un acto premeditado? ¿un hecho fortuito? ¿un día como cualquier otro? Ustedes califican. Para mí, es una señal, una advocación.

El título que tenía previsto para esta parte era: "Encefalograma plano"

La arrogancia, irresponsabilidad y frivolidad, con que los líderes políticos están tratando y resolviendo los temas de la sanidad pública, me lleva a preguntar: ¿son así de imbéciles o lo parecen? ¿son conscientes que están en el cargo por el voto de los ciudadanos? ¿acaso recuerdan quién les paga el sueldo (al menos el oficial)?

Si se implementan con rigurosidad e inmediatez las medidas de "sostenibilidad" previstas en la sanidad pública (y todo hace pensar que así será), podría diagnosticarse una "muerte cerebral" del sistema (ocurre cuando no llegan al cerebro ni el flujo sanguíneo ni el oxígeno, lo que provoca que éste deje de funcionar; no obstante, el resto de los órganos pueden seguir funcionando por asistencia mecánica incluso varios días después de que el cerebro haya "muerto").

Estos "insensatos" dejan abandonados a niños, ancianos, deficientes mentales, lisiados, dependientes, moribundos, personas sin recursos, padres que necesitan enviar a sus hijos a la guardería para ir a trabajar (después de haber alentado la natalidad), parturientas, enfermedades raras, asistencia psiquiátrica,… y así, hasta "vaciar" el "manual de anatomía", mientras "podan" de raíz, el vademécum.

Una sanidad "low cost", dónde a los ancianos se les tome la tensión con el abrigo puesto (de prisa, de prisa), dónde los médicos de familia atiendan (pero nunca escuchen o contengan) un paciente cada 15 minutos (de prisa, de prisa), dónde el acceso a las consultas externas y pruebas especiales, sea una travesía del desierto o una "lotería" (aguante o sorteo), dónde las "listas de espera" se prolonguen hasta la extenuación o la baja por fallecimiento (una buena fórmula económica).

Para restar un poco la dramatismo al texto, y en celebración de "San la Muerte" les dejo algunos "epitafios" para que los pacientes puedan despedirse del Servicio Público de Salud: "Perdón por no levantarme" (Groucho Marx)"Ya decía yo que ese médico no valía mucho" (Miguel Mihura)"Perdónenme el polvo" (Cesar Vallejo)"Si no viví más fue porque no me dio el tiempo" (Marqués de Sade).

Otros "epitafios" (anónimos): Te dije que estaba enfermo Bueno, esto es un asco – No estaré de vuelta, tras este mensaje – Esto es todo, amigos – Idos, estoy dormido.

Tal vez, sea lo único que nos quede (a los sufridos contribuyentes) del sistema público de sanidad: "la envidiable salud de los decesos".

Más allá de la economía financiera: las otras deudas

Después de semejante "catilinaria", algunos podrán pensar que estoy haciendo una defensa "acérrima" del servicio social de salud. No es el caso.

Después de tamaña "catarsis", algunos podrán suponer que la única forma de "universalizar" el cuidado sanitario, es a través del sector público. No es el caso.

Después de tanto "discurso", algunos podrán imaginar que la única medicina "altruista" es la que se practica en los hospitales del estado. No es el caso.

Siguiendo el principio, "todo el mundo está cubierto, pero no todo está cubierto", los gobiernos deberían investigar qué servicios son más eficaces en función de los costes y cuáles no deben ser financiados con fondos públicos, debido a que son costosos e ineficaces. La lista de los servicios asegurados siempre puede elevarse en sintonía con las rentas y los ingresos del gobierno, en cada momento y circunstancia.

En realidad lo que me interesa y defiendo, es un "servicio" sanitario, lo más amplio y colectivo posible. Con las mejores prestaciones médicas, y al menor costo fiscal. Me da lo mismo, si es público en su totalidad, o prestado por el sector privado con la propiedad del estado, o totalmente privado con una membresía abonada con un "cheque sanitario". Me importa la calidad y el alcance (cobertura) del servicio, no su propiedad o la modalidad de prestación. Que los ciudadanos de un país, por el solo hecho de serlo, tengan acceso a un control y cuidado su salud, razonable, sin el límite que impongan sus propios recursos económicos.

Sospecho de los políticos que usan la sanidad pública como arma electoral (demagógica y clientelar), sospecho de los médicos que se rasgan las vestiduras en defensa de la sanidad pública y por la tarde trabajan en sanatorios privados (a los que han criticado por la mañana), sospecho de los médicos que derivan sus clientes privados (que atienden por la tarde), al hospital público (donde trabajan por la mañana), para realizar exámenes y pruebas costosas, internaciones prolongadas, o intervenciones quirúrgicas de riesgo.

Sospecho de los hospitales privados que subcontratan con el sector público la prestación de determinados servicios sanitarios (generalmente los de menor costo y mayor arancel), sospecho de la industria de equipamiento hospitalario y de los laboratorios medicinales, que "incentivan" a funcionarios y profesionales para sobredimensionar instalaciones y equipos, y para incrementar la factura sanitaria.

Así y todo, creo que sin que el estado haga dejación de sus responsabilidades para con los contribuyentes, se puede encontrar una combinación público/privada que optimice los recursos y maximice las prestaciones, al mínimo costo y con un aceptable nivel de calidad, asegurando el manteniendo de una cobertura amplia y generosa para la totalidad de la población. Algunos países lo están logrando.

En las próximas páginas, ustedes encontraran amplia información y la opinión de "los que saben", para que puedan sacar sus propias conclusiones, en un asunto de tan sensible, y con la intención de enriquecer un debate conveniente y necesario.

Un recorrido de cabotaje, por la hemeroteca (2011 – 2013)

Las peripecias del Obamacare (el jardín de senderos que se bifurcan)

"Tras siete horas de debate, los republicanos han conseguido tumbar la reforma sanitaria, tal y como prometieron. La Cámara de Representantes de EEUU, bajo control republicano, aprobó hoy revocar la reforma del sistema de salud aprobada en 2010, cumpliendo así una de sus promesas electoral. Los demócratas que controlan el Senado no prevén debatirla y, de todas maneras, el presidente Barack Obama ha prometido vetarla si llega al Despacho Oval"… Los republicanos cumplen su promesa: revocan la reforma sanitaria (Libertad Digital – 20/1/11)

Con 245 votos a favor y 189 en contra, la revocación se aprobó en la Cámara Baja sobre líneas partidistas, tras un debate que repitió, casi palabra por palabra, los mismos argumentos del año pasado.

Sólo tres demócratas apoyaron la medida, y un legislador se abstuvo de votar. El debate se dividió entre los demócratas que se proyectaron como paladines de la clase media, los trabajadores y jubilados, y los republicanos que advirtieron de la excesiva injerencia del Estado en el sector privado.

La votación, puntualizada con vítores y abucheos en la galería de visitantes, puso fin a siete horas de debate que reflejó las viejas pugnas ideológicas entre demócratas y republicanos sobre cómo resolver las disparidades del complejo y costoso sistema de salud en Estados Unidos.

Promulgada por Obama el 30 de marzo de 2010, la reforma sanitaria es una de sus principales victorias legislativas y supone la mayor transformación del sistema de salud desde la década de 1960.

Para los demócratas, revocarla es moral y fiscalmente irresponsable, porque da marcha atrás a una medida que amplía la cobertura médica, reduce los costos de salud y provee incentivos fiscales a los negocios que proveen ese beneficio a los trabajadores. La solución es corregirla y no desbaratarla por completo, aseguran.

Este voto "significa que más de 129 millones de estadounidenses menores de 65 años… perderán su seguro de salud porque tienen condiciones pre-existentes", se quejó la líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, haciéndose eco de un análisis divulgado por el Departamento de Salud.

Pero, desde un mismo libreto, los republicanos replicaron que "Obamacare", como llaman despectivamente a la Ley de Cuidado de Salud Asequible, no es más que un "socialismo" disfrazado que abultará el déficit nacional.

La reforma "es la joya de la corona" del "socialismo" de Obama y los republicanos lucharán hasta colocar en la Casa Blanca a un presidente que la revoque, dijo la republicana de Minnesota, Michelle Backmann, respaldada en 2010 por el movimiento conservador Tea Party.

En comentarios recogidos por la prensa nacional, el legislador demócrata de Tennessee, Steve Cohen, hizo referencia al ministro de propaganda nazi, Joseph Goebbels, al acusar a los republicanos de mentir sobre el alcance y contenido de la reforma.

"Ellos dicen que el Gobierno tomará control del cuidado de salud, y es una gran mentira, como la de Goebbels (contra los judíos). Repites la mentira suficientes veces y al final la gente termina creyéndosela", afirmó Cohen.

Este voto, aseguran los republicanos, es apenas el primer paso para reemplazar la reforma con una que verdaderamente reduzca los costos de salud y proteja los empleos. En un mensaje a sus votantes en Ohio, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, dijo que la reforma es "un laberinto de exigencias y aumentos de impuestos" que incrementa los costos de salud y perjudica a la pequeña empresa.

A sabiendas de que la medida morirá en el Senado -porque los demócratas no tienen intención de votarla-, los republicanos de la Cámara Baja prevén debatir inmediatamente una iniciativa para que varios comités comiencen a elaborar una alternativa a la reforma sanitaria.

La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) señala que la revocación añadirá 230.000 millones de dólares al déficit en diez años, pero los republicanos aseguran que ese análisis se basa en fallidas premisas.

Una encuesta adelantada hoy por NBC News y Wall Street Journal muestra a una nación dividida sobre el asunto: el 39 por ciento de los estadounidenses cree que la reforma sanitaria es una buena idea, e igual porcentaje opina lo contrario.

Además, el 46 por ciento de los mil votantes encuestados entre el 13 y 17 de enero pasados se opone a la revocación de la reforma, y el 45 por ciento la apoya, según la encuesta que tiene un margen de error de hasta unos 3,1 puntos porcentuales.

La relación entre salud, empleo y jubilación en edades avanzadas

– Salud, mortalidad y participación en edades avanzadas (I) (Fedea – 24/3/11)

(Por Sergi Jiménez) Lectura recomendada

Uno de los temas potencialmente más controvertidos es la relación entre salud, empleo y jubilación en edades avanzadas. En un reciente estudio internacional de 12 países, coordinado por David Wise (Harvard y NBER) estudiamos la relación entre salud, participación y programas de retiro, con especial énfasis en el papel del programa de invalidez en edades avanzadas (50 y más) y con la pretensión de analizar qué porcentaje de las diferencias entre países se pueden explicar por las diferencias en los programas de protección social. En esta primera entrada, resumimos la evidencia obtenida (aunque poniendo algo más de énfasis en el caso español, que se estudia específicamente) sobre mortalidad, que quizás es el indicador más fiable a la hora de comparar el estado de salud entre poblaciones. En posteriores entradas presentaremos la relación entre participación laboral en edades avanzadas y mortalidad y la relación entre salud e invalidez.

Mortalidad

1) La mortalidad se ha reducido notablemente en los últimos 50 años en prácticamente todos los países avanzados. Cabe reseñar que aunque están bien documentadas las diferencias según el nivel de educación (ingreso), los hábitos y (menos) las condiciones laborales, la caída afecta a todos los individuos de toda condición.En las figuras 1 y 2 presentamos la evolución de la tasa de mortalidad a los 65 observada en el conjunto de países estudiados de 1950 (año para el cual el dato español era el más alto) a 2008. Observamos dos periodos bien diferenciados, siendo el año pivotal 1970. Antes de ese año, la tendencia no era clara en muchos países, observándose en algunos casos incluso un ligero repunte de la mortalidad (Alemania, Italia, Holanda entre ellos). Después de 1970, destacan dos hechos: la continua reducción de la mortalidad y la fuerte convergencia de las tasas de mortalidad en edades avanzadas, que pasan de un rango 2.3-4.5% en 1970 a 1.2-1.8% en el entorno de 2006.

Figura 1. La caída de la mortalidad a los 65, en países seleccionados.

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Figura 2. La caída de la mortalidad a los 65 en países seleccionados (II).

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2) Una forma alternativa y original de ver los datos se presenta en la figura 3, que muestra a qué edad un hombre estadounidense en el año Y tiene un nivel de mortalidad equivalente al de un individuo de 65 años de edad en 1960. Como se puede observar en 2006 el individuo de mortalidad equivalente tiene 9.2 años más (lo que implica que se le pagarán prestaciones casi 10 años más).

Figura 3. Edad de mortalidad equivalente. EEUU. 1960-2006.

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Para el caso de España, tal y como ilustran las figuras 4 y 5, las ganancias por el mismo concepto son parecidas. En 2006, la mujer de mortalidad equivalente a la de 65 (60) en 1960 tiene 74.8 (71.5) años de edad, es decir, 9.9 (10.5) años más. Alternativamente, el hombre de mortalidad equivalente a la de 65 (60) en 1960 tiene 72.7 (68.6) años de edad, es decir 7.7 (8.6) años más. Nótese, el diferencial entre hombres y mujeres ha seguido, aparentemente, aumentando en los últimos 45 años (aunque probablemente la tendencia en la década más reciente refleje una cierta compresión). En consecuencia mientras que los hombres reciben pensión un promedio de 8 años más, las mujeres reciben 10.

Figura 4. Edad de mortalidad equivalente. España. Mujeres. 1960-2006

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Figura 5. Edad de mortalidad equivalente. España. Hombres. 1960-2006

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Estas tendencias, tal y como ilustra la Tabla 1 para el caso de los hombres, no son exclusivas de EEUU y España. Al contrario, se observan en la mayoría de países avanzados, siendo las ganancias mayores para los japoneses y americanos y relativamente menores en los países nórdicos, esto último debido a que su nivel de mortalidad ya era relativamente bajo en 1960 (nota: la cifra para España es en este caso algo menor que en el gráfico anterior a causa de la diferente metodología de cálculo).

Tabla 1. Ganancias en mortalidad equivalente de 1960 a 2005.

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Mortalidad y estado de Salud

3) Sería razonable esperar que la caída de la mortalidad especialmente en edades avanzadas fuera acompañada de una notoria mejoría de la salud declarada. Así ocurre en la mayoría de países estudiados. Como botón de muestra mostramos esta vez el caso de Suecia (similar al caso americano), donde la caída de la fracción con estado de salud aceptable o malo (y por tanto la subida de aquellos con buena salud) va en paralelo con la caída de la mortalidad.

Figura 6. Mortalidad vs estado de salud aceptable o malo. Hombres. Suecia.

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Sin embargo, en el caso español (también para UK) encontramos que la caída de la mortalidad no va acompañada con una caída de la fracción con salud "menos que buena"

Figura 7. Mortalidad vs fracción con estado de salud "menos que bueno". España. Hombres de 60 a 64.

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En García-Gómez et al (2010) no encontramos ningún aumento de "achaques" (enfermedades) que ayude a explicar esta diferencia en el nivel y la persistencia de la declaración del estado de salud. ¿Quizás sea porque cuando se nos pregunta a los españoles por el estado de salud tenemos una cierta tendencia a sobrevalorar nuestros "achaques"? Sin duda, una buena pregunta sin, de momento, una respuesta adecuada.

Como ya he comentado, dejamos para una segunda entrada la relación entre mortalidad y participación en edades avanzadas, aunque el lector interesado puede avanzarse y consultar la evidencia para España (aunque sin el detalle que presentaré en el próximo post).

Bill Gross (el mayor gestor de bonos del mundo) opta: "deuda", por sanidad y pensiones

El co-fundador de Pimco, la gestora de bonos privada más grande del mundo, Bill Gross ha vuelto a dictar sentencia. Si desde hace tiempo ya avisaba sobre el peligro de los bonos del Tesoro norteamericanos, llegando incluso a desechar por completo estas inversiones de su cartera, ahora advierte sobre el posible impago de deuda de EEUU"… Bill Gross: "Si EEUU no reforma la sanidad y las pensiones, no costeará su deuda" (El Economista – 31/3/11)

"Tápense sus narices, porque todavía no han olido lo peor" advirtió Gross en su último informe donde compara a los miembros del Congreso con la mofeta Pepé Le Pew al afirmar que cada "dos a seis años, los legisladores se maquillan y pretenden abordar un cambio para corregir lo nunca corregido y conseguir una disciplina fiscal". Sin embargo, para Gross el problema es claro: las obligaciones relacionadas con programas sanitarios como el Medicare y el Medicaid, así como la Seguridad Social, suponen el 75 por ciento del presupuesto fiscal de EEUU. "Si no atacamos estos programas oleremos 1 billón de dólares en déficit presupuestario hasta donde nuestras narices puedan oler", afirmó.

Gross se hace eco en su informe del informe realizado por Mary Meeker y respaldado por figuras como Paul Volcker o Michael Bloomberg que analizan las cuentas de EEUU como si fuera una empresa. El documento, bautizado bajo el título "EEUU Inc." pone de manifiesto que si el país fuera considerado una compañía, una vez que nuestros "activos" se contabilizaran correctamente, contaría con un patrimonio neto negativo de entre 35 y 40 billones de dólares. Al respecto, Gross aseguró que en dichas condiciones, ningún prestamista estaría prestando dinero a una empresa.

Finalmente, el co-fundador de Pimco afirma que EEUU podría acabar por no poder costear sus obligaciones de deuda, de alguna u otra forma. Gross plantea varios escenarios como, por ejemplo, un impago "engañoso" a través de una caída del dólar, como lo que "está teniendo lugar justo enfrente de nuestras narices" en estos momentos, asegura.

Otra forma de presunto impago que plantea Gross es de forma "sigilosa" a través de tipos de interés y un rendimiento de los bonos del Tesoro "muy por debajo de los niveles históricos" De esta forma, el gobierno paga a los ahorradores estadounidenses menos rendimientos por sus inversiones en deuda del Tesoro con "la esperanza de que estos no se quejarán", añadió.

Los americanos a lo suyo: la pobreza y la salud "no" son "problemas sociales"

– Libres para morir (El País – 18/9/11) Lectura recomendada

(Por Paul Krugman)

Allá por 1980, justo cuando Estados Unidos realizaba su giro político hacia la derecha, Milton Friedman prestaba su voz al cambio con la famosa serie de televisión Libres para elegir. En un episodio tras otro, el genial economista identificaba la economía del laissez-faire con la elección personal y la asunción de poder, una visión optimista de la que se haría eco y que amplificaría Ronald Reagan.

Me refiero, como supondrán, a lo que ha pasado durante el debate presidencial del Partido Republicano del lunes. Wolf Blitzer, de la CNN, le preguntó al representante Ron Paul por lo que deberíamos hacer si un hombre de 30 años que hubiese decidido no contratar un seguro sanitario de repente se encontrase en la necesidad de pasar seis meses en cuidados intensivos. Paul contestó: "En eso consiste la libertad, en asumir nuestros propios riesgos". Blitzer volvió a insistirle y preguntó si "la sociedad debía limitarse a dejarle morir". Y la multitud estalló en vítores y gritos de "¡sí!".

El incidente subrayaba algo que no creo que la mayoría de los analistas políticos hayan asimilado plenamente: en este momento, la política estadounidense es básicamente una cuestión de opiniones morales diferentes.

Ahora bien, hay dos cosas que deberían saber sobre el intercambio entre Blitzer y Paul. La primera es que, después de que la multitud interviniese, Paul esencialmente intentó eludir la pregunta, afirmando que los médicos afectuosos y los individuos caritativos siempre se asegurarían de que las personas recibiesen la asistencia que necesitasen; o, al menos, lo harían si no los hubiese corrompido el Estado del bienestar. Lo siento, pero eso son fantasías. Las personas que no pueden permitirse la asistencia sanitaria básica por lo general no la consiguen -y siempre ha sido así- y a veces mueren como consecuencia de ello.

La segunda es que muy pocos de los que mueren por falta de asistencia sanitaria se parecen al individuo hipotético de Blitzer, que podía contratar un seguro y debería haberlo hecho. En realidad, la mayoría de los estadounidenses no asegurados tienen pocos ingresos y no pueden permitirse un seguro, o bien son rechazados por las aseguradoras porque padecen enfermedades crónicas.

Entonces, ¿estaría la gente de la derecha dispuesta a dejar morir por falta de asistencia a aquellos que no están asegurados aunque no sea culpa suya? La respuesta, si nos basamos en la historia reciente, es un sonoro "¡sí!".

Piensen, en particular, en los niños. Al día siguiente del debate, la Oficina del Censo publicaba sus últimos cálculos sobre ingresos, pobreza y seguros sanitarios. El panorama general era terrible: la debilidad económica sigue haciendo estragos en las vidas de los estadounidenses. Un dato relativamente esperanzador, no obstante, era la asistencia sanitaria a los niños: el porcentaje de niños sin cobertura sanitaria era más bajo en 2010 que antes de la recesión, gracias en gran parte a la ampliación en 2009 del Programa Estatal de Seguros Sanitarios Infantiles, o S-CHIP, por sus siglas en inglés.

Y la razón por la que el S-CHIP se amplió en 2009 pero no antes fue, por supuesto, que el expresidente George W. Bush bloqueó los intentos anteriores de incluir a más niños (con los vítores de muchos derechistas). ¿He mencionado que uno de cada seis niños de Texas carece de seguro sanitario, la segunda tasa más alta del país?

Así que la libertad para morir se extiende, en la práctica, a los niños y a los desafortunados, así como a los poco previsores. Y el hecho de que la derecha apruebe esa idea indica un cambio importante en la naturaleza de la política estadounidense.

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