Los componentes ético-políticos en la ideología de la Revolución Cubana (Pte 1) (página 3)
Enviado por Raul Quintana Suarez
Iniciador de los estudios filosóficos en Cuba, influido por los aires renovadores de la ilustración europea, enfrenta Caballero asimismo en este campo a la escolástica desde su libro Philosofía Electiva, considerada la primera obra que versa sobre esta rama del saber, de autoría cubana. En la misma expresa como…"…confieso con franqueza que no hay nada que me irrite más que el método seguido por algunos de hablar de filosofía sin que los jóvenes, incluso después de haber terminado su enseñanza, sepan qué es, cuál fue su origen, a quién se comunicó por primera vez y con qué aportaciones se fue enriqueciendo así como otras nociones necesarias, mejor diría que preliminares, para los que se dedican a esta disciplina; extremos todos que hemos tenido buen cuidado de no pasar por alto. He prescindido en cambio de gran número de cuestiones inútiles y hueras que con razón podríamos llamar minucias de la Filosofía y que se enseñan comúnmente en las escuelas al explicar nuestra ciencia. ¿A qué conduce, por ejemplo, a discutir con tanto encono como profusión acerca del objeto de la Lógica? ¿Para qué nos sirve saber si lo universal depende del entendimiento o no? ¿Quién podría soportar aquellas disquisiciones sobre el principio de individuación, sobre la diferencia entre la cantidad y la cosa cuanta, lo máximo y lo mínimo, o acerca de otras mil cuestiones de igual naturaleza, de que yo mismo, que no me considero torpe y que he dedicado largas horas y mi mayor empeño en comprenderlas, no me atrevería ni a intentar dar cuenta siquiera? Y yo me avergonzaría de decir que no las entiendo, si las entendieran aquellos mismos, que han tratado de ellas". (41)
5,2.- Tomás Romay y Chacón (1764-1849)
La cosmovisión escolástica imperante en la colonia, patrocinada por la iglesia e inculcada en los contenidos y métodos educativos, no solo se revela en la enseñanza sino esencialmente en las barreras que ofrece al desarrollo de los conocimientos científicos. No es de extrañar que personalidades relevantes de la época, se enfrenten a tales concepciones que subordinan el saber a la teología.
Siendo el doctor Tomás Romay, uno de los fundadores de la medicina cubana, hombre de vasta cultura, ideas políticas liberales, que prodigó profundo amor a su tierra natal y de cosmovisión marcadamente humanista, no es de extrañar que se sumase al reformismo liberal ilustrado y emprendiese quijotesca lucha, por ver aplicada en su patria, los adelantos de la medicina moderna y execrase contra el escolasticismo imperante en las aulas universitarias.
Resulta imprescindible conocer los anacrónicos modelos imperantes en los estudios e incluso el propio ejercicio de la medicina en España y sus colonias dado que…"…el tribunal del protomedicato era el que regía todos los aspectos sanitarios del reino teniendo hacia los profesionales el poder para emplazarlos y capacidad para conocer y enjuiciar las causas civiles y criminales por los excesos cometidos en el uso de sus oficios concediéndole autoridad máxima para sentenciar sin más posibilidad de apelación que ante el mismo tribunal" (42)
Al respecto se puede agregar que…"…en Cuba los primeros datos sobre el establecimiento del Protomedicato parten del siglo XVIII, relacionados con la designación de Francisco Teneza quien juró el cargo el 19 de junio de 171 […] Los pocos médicos que estudiaban en la Universidad de San Gerónimo tenían que pasar por el tribunal que dirigía Teneza antes de comenzar a ejercer como tales, el cual analizaba su origen y filiación católica y comprobaba su conducta personal y conocimientos prácticos para poder otorgarle el indispensable visto bueno después que jurara en público y en secreto el Misterio de la Purísima Concepción de María Santísima y cumplir sus funciones cabalmente […] El atraso en la práctica médica durante el siglo XVIII no fue privativo de Cuba, ni siquiera de Hispanoamérica, pero la ciudad de La Habana tenía fama internacional de ser tan peligrosa, a causa de la fiebre amarilla (el vómito negro) y otras endemias, que incluso el Barón de Humboldt temió viajar a Cuba y postergó cuanto pudo su visita a la llamada ciudad de las flotas, también famosa por su ambiente de disipación social y moral" (43).
Activista infatigable de la medicina preventiva, introdujo en su patria el uso de la vacuna contra la viruela, que en sistemáticas pandemias diezmaba a la población; acumuló conocimientos notables en otras ramas del saber como en Química y Botánica; clamó por implementar en nuestro suelo la modernidad del conocimiento e hizo suyo los reclamos en el campo de la política del pensamiento ilustrado europeo. Inaugura la literatura médica científica en la Isla con su Disertación sobre la fiebre maligna llamada vulgarmente Vómito Negro, enfermedad epidémica de las Indias Occidentales. Son referenciales sus escritos publicados en el Papel Periódico de la Havana, fiel expresión del carácter avanzado de sus ideas para la época y más en la colonia antillana, sometida al arbitraje del más acérrimo oscurantismo.
Para éste es incuestionable que la enseñanza de los estudios de medicina en Cuba revela como…"…la filosofía renaciendo de la patria de los Séneca y Columelas arrolla las demás preocupaciones del orgullo y la ignorancia. Y hace que los nuevos habitadores de la fecunda Hesperia depongan aquel ceño desdeñoso con que miraban los profesores de una ciencia la más útil a la humanidad y que estos abjuren la ridícula superstición con que tenazmente adheridos a un sistema metafísico creían lo que no palpaban y concebían la naturaleza según las ideas de un cerebro destemplado. Pero apenas perciben la voz del grande Bacon intimando que la naturaleza no debía abstraerse sino escudriñarse y analizarse, abandonan el Peripato y todas sus cuestiones nominales, huyen de Galeno, detestan a Avicena, abominan a Averroes y arrojan más tiempo y con más ignominia que el de Tarif las cervices de sus padres. El hombre es ya el grande objeto de sus meditaciones, el cadáver del hombre el inmenso libro que con voces inefables, pero demasiado enérgicas, les manifiesta en cada página que rasga la diestra mano del anatómico el origen, los progresos y efectos de las enfermedades. La inspección de una sola viscera les enseña mas fisiología y patología que los difusos volúmenes de Enríquez, Mareja y Bravo". (44)
5,3.- Félix Varela Morales (1788-1853)
Con éste digno hombre de iglesia y humanista el pensamiento ilustrado cubano alcanza niveles de profundidad y radicalización de significativo alcance dado su audaz enfrentamiento a la escolástica, como filosofía, método y concepción del mundo; la hondura de su pensamiento ético-político y humanista; su labor como reconocido teólogo y su quehacer filosófico y pedagógico.
Para Varela en su trabajo "Proposiciones para el ejercicio de bisoños". (1812)…."…a nadie se le oculta, y por mi parte trataré de ponerlo en claro, que la Filosofía escolástica no es más que un cúmulo farragoso de errores, por lo que no puede ser mayor la equivocación de los que sostienen que es el fundamento de todas las ciencias. Los Doctores y los Santos Padres merecen muy escasa consideración cuando se enredan en las cuestiones escolásticas y se nos ofrecen como meros filósofos, sin que por esto se nos pueda argüir de impiedad, puesto que no hacemos más que seguir las enseñanzas que ellos mismos nos legaron al reconocer la plena libertad de juicio en todo lo que no se refiera a la fe y a las costumbres. Es de justicia advertir que el confuso amontonamiento de minucias y términos que censuramos no se puede achacar en modo alguno a los Santos Padres, sino a las escuelas de los peripatéticos que tan terrible peste llevaron a las ciencias". (45)
Sus avanzadas ideas políticas para su época, en el contexto cubano, aún antes que alcanzará su cota más alta, al hacer suyo el ideario independentista, se revelan en sus "Observaciones sobre la constitución política de la monarquía española" (1821) donde valora…"… que toda soberanía está esencialmente en la sociedad, porque ella produce con el objeto de su engrandecimiento, incompatible con su esclavitud, y jamás renuncia el derecho de procurar su bien y su libertad, cuando se viere defraudada de tan apreciables dones. En estos sólidos fundamentos estriba el artículo de la Constitución en que se dice que la soberanía reside esencialmente en la nación, y por lo mismo pertenece a ésta exclusivamente el derecho de establecer sus leyes fundamentales. Nada más razonable y justo; pues si el pueblo es quien ha de renunciar una parte de su libertad voluntariamente, y no por violencias tiránicas, contrarias a toda justicia y razón, a él toca exclusivamente el derecho de establecer sus leyes fundamentales […] "¿Qué libertad tendrá una nación que no posea en sí misma el poder? Y ¿qué nación podrá merecer este nombre si no es libre?…"¿Cuál es, pues, el límite que debe ponerse a la soberanía popular? El que el cuerpo representativo y todas las ramificaciones del gobierno tengan, entendido que los ciudadanos no han renunciado otra parte de la libertad ni otros derechos que los que fueron necesarios para la conservación del cuerpo social […] El gobierno, de cualquiera especie que sea, no tiene derecho de vida y muerte, en el sentido absoluto que hasta ahora se ha dado a estas expresiones, ni es señor de vidas y haciendas, como se ha dicho con agravio de los pueblos. (46)
Posteriormente, ya como Diputado a Cortes, en España, consolidado en sus posiciones abolicionistas, este presenta su audaz "Proyecto y Memoria para la extinción de la esclavitud en la Isla de Cuba" donde proclama como…"…la Inglaterra, esa misma Inglaterra que ahora ostenta una filantropía tan hija de su interés como lo fueron sus pasadas crueldades, y yo no sé si diga como lo son sus actuales, pero disfrazadas opresiones, esa misma Inglaterra, cuyo rigor con sus esclavos no ha tenido ejemplo, esa misma introdujo en nuestro suelo el principio de tantos males. Ella fue la primera que con escándalo y abominación de todos los virtuosos no dudó inmolar la humanidad a su avaricia, y si ha cesado en estos bárbaros sacrificios es porque han cesado aquellas conocidas ventajas […] Una funesta imprevisión de nuestro Gobierno en aquellos tiempos fue una causa de que no sólo aprobase el tráfico de negros, sino que, teniéndolos como un especial beneficio, asignó un premio de cuatro pesos fuertes por cada esclavo que se introdujese en la Isla de Cuba, además de permitir venderlos al precio que querían sus dueños, como si los hombres fueran uno de tantos géneros de comercio […] La introducción de africanos en la Isla de Cuba dio origen a la clase de mulatos, de los cuales muchos han recibido la libertad por sus mismos padres, mas otros sufren la esclavitud. Ambas clases reunidas forman la de originarios de África, que según los cómputos más exactos a principios de 1821, excedía a la población blanca como tres a uno. Los esclavos se emplean en la agricultura y en el servicio doméstico, más los libres están casi todos dedicados a las artes, así mecánicas como liberales, pudiéndose decir que para un artista blanco hay veinte de color […] El africano tiene por la naturaleza un signo de ignominia, y sus naturales no hubieran sido despreciados en nuestro suelo si las leyes no hubieran hecho que lo fueran…dada, pues, que la agricultura, y las demás artes de la Isla de Cuba, dependen absolutamente de los originarios de África, y que si esta clase quisiera arruinarnos le bastaría suspender sus trabajos y hacer una nueva resistencia […] Cuando se habla de libertad entre esclavos, es natural que éstos hagan unos terribles esfuerzos para romper sus cadenas, y si no lo consiguen, la envidia los devora, y la injusticia se les hace más sensible. Los blancos de la Isla de Cuba no cesan de congratularse por haber derrocado el antiguo despotismo, recuperando los sagrados derechos de hombres libres. Y ¿quieren que los originarios de África sean espectadores tranquilos de estas emociones? La rabia y la desesperación los obligará a ponerse en la alternativa de la libertad o la muerte". (47)
En el Prólogo a la publicación de la conocida obra vareliana "Cartas a Elpidio"(1835) , el historiador e investigador Eduardo Torres Cuevas valora como……¿quién mejor que él conocía que en la formación de los jóvenes, no en la educación formal que en el caso de los nacidos en buena cuna era delicada y fina, sino en la educación dentro de los principios éticos que sostiene no solo la forma en que actúan los hombres sino las causas que motivan tales actuaciones, estaba la creación de la futura patria cubana? Conocía Varela del acomodamiento de muchos de sus exalumnos, de como muchos de los exaltados jóvenes del veinte eran, ahora, hombres maduros que sonreían ante el recuerdo de sus pasadas "travesuras revolucionarias", ante una aromática taza de buen café criollo, cómodamente sentados en las salas de sus suntuosas casas, mientras dilucidan serios, "verdaderos problemas", comerciales que enriquecían sus arcas […] La trascendencia de las Cartas a Elpidio está en la forma en que Varela expresa y practica su concepción ideológica como ideología aplicada. Es un trabajo para crear conciencia patriótica utilizando un lenguaje religioso pero de connotaciones políticas". (48)
Para éste hombre de pensamiento, posee una gran relevancia el valor patriotismo en la formación de las nuevas generaciones, que siempre priorizó en su labor pedagógica en el Seminario de San Carlos y San Ambrosio.
Ya desde 1818 en sus Lecciones de Filosofía enuncia como…"…clamor que tiene todo hombre al país en que ha nacido y el interés que toma en su prosperidad lo llamamos patriotismo…"…no obstante…"…muchos hacen del patriotismo un mero título de especulación, quiero decir, un instrumento aparente para obtener empleos y otras ventajas de la sociedad. Patriotas hay (de nombre) que no cesan de pedir la paga de su patriotismo, que lo vociferan por todas partes, y dejan de ser patriotas cuando dejan de ser pagados. ¡Ojalá no hubiera tenido yo tantas ocasiones de observar a estos indecentes traficantes del patriotismo! ¡Cuánto cuidado en confundirlos con los verdaderos patriotas1 El patriotismo es una virtud cívica que a semejanza de las morales, suele no tenerla el que dice que la tiene y hay una hipocresía política mucho más baja que la religiosa. Nadie opera sin interés. Todo patriota quiere merecer de su patria; pero cuando el interés se contraer a la persona, en términos que esta no le encuentre en el bien, se convierte en depravación e infamia. Patriotas hay que venderían su patria si se les diera más de lo que reciben de ella… " (49).
Criterios que reitera en 1824, en las páginas del periódico El Habanero, por él fundado durante su prolongado exilio en Estados Unidos, tras ser condenado a muerte por el régimen despótico de Fernando VII, restaurado en el trono tras el fracaso del empeño liberal en la península, al valorar como…"…es preciso no equivocarse. En la Isla de Cuba no hay amor a España, ni a Colombia, ni a México, ni a nadie más que a las cajas de azúcar y a los sacos de café. […] Desgraciadamente, aún entre los que desean la independencia de Cuba, se ha esparcido hasta cierto punto la infundada opinión de que sólo puede efectuarse, o que por lo menos se efectuará con menos males, esperando la invasión de tropas extranjeras". (50)
Para el sacerdote y patriota…"…por un funesto error o por una malicia execrable suele suponerse que el amor a la independencia en los americanos proviene de su odio a los europeos y no que este odio se excita por el inmenso por el amor mismo a la independencia y por los esfuerzos que suelen hacer los europeos para que no se consiga. Los americanos tienen por enemigos a los anti independentistas, sean de la parte del mundo que fuesen, y apreciar a todos los que propenden a su libertad aunque fuesen hijos del mismo Hernán Cortés…" (51)
En el propio periódico publica su "Carta del editor de este papel a un amigo": donde expresa como…"…El Habanero ha encontrado buena acogida entre los independientes, y muy mala entre los partidarios del actual gobierno. Todo esto es natural, pero lo que llama mi atención es que algunos hombres de buen sentido e imparciales, dice usted que aprueban las ideas, confiesan que son exactas, pero no creen que ha sido prudente su manifestación. ¡Que fértil en recursos es el miedo! Confiesen esos señores que no tienen valor para decir la verdad o que las circunstancias en que se hallan no les permiten decirla, y no tomen por efugio la inoportunidad de la manifestación. Cuando la patria peligra y la indolencia sensible de unos, y la execrable perfidia de otros hace que el pueblo duerma, y vaya aproximándose a pasos gigantescos a un precipicio, ¿es imprudencia levantar la voz, y advertir el peligro? Esa podrá ser la prudencia de los débiles. Mi corazón la desconoce. Quiero descender al sepulcro sin que la memoria de mi vida me presente un solo instante en que yo haya tenido esa prudencia parricida. Los que ahora la echan de menos, quiera Dios que algún día lloren sus efectos funestísimos". (52)
Por su parte las autoridades coloniales manifiestan una creciente preocupación por la difusión de las ideas varelianas en Cuba. En misiva del Ministro de Estado Español al Embajador de España en Roma, con fecha 5 de junio de 1830 este le comunica como…"… entre los revolucionarios españoles que refugiados en los Estados Unidos, y poseídos de ambición, y agitados del funesto espíritu de turbulencia que los devora, no cesan de maquinar proyectos subversivos contra el suelo que los vió nacer para su desgracia, se halla el presbítero Don. Félix Varela, residente en la actualidad en Nueva York. Este mal español, y peor eclesiástico, ha mantenido relaciones íntimas y criminales con varios de los más principales agitadores de los trastornos y desórdenes que afligen los dominios de S. M. en América y como si no bastasen los que promovió en España con su carácter de diputado, y los que hoy llora la América Española, tan feliz en otro tiempo, y envidiase la tranquilidad que gozan los países que han permanecido fieles al Rey N. S., ha excitado con sus escritos a los habitantes de la Isla de Cuba y de Puerto Rico a separarse del dominio de S. M." (53)
El valioso legado ético-político que ofrece el ideario vareliano al pensamiento progresista cubano quedará plasmado en la producción espiritual de aquellas personalidades que le sucederán en el decursar histórico de nuestra patria y que alcanzará en José Martí su expresión más elevada. Descubierto por Luz y Caballero como el primero que nos enseñó en pensar, su espiritualidad trascendente es valiosa heredad para las generaciones que le sucederán y que nutren el martirologio de los que ofrendarán sus vidas en defensa de nuestra independencia y soberanía.
5,4.- Francisco de Arango y Parreño (1765-1837)
Abogado y lúcido economista, Arango y Parreño se erige como personalidad de singular relieve en la Cuba de su época. Si bien marcado por sus tendencias reformistas, que lo sitúan como abanderado del liberalismo económico, en el momento que le cupo vivir, no es capaz de rebasar en lo político, los estrechos límites que le imponen los intereses de la clase que representa. Prestigioso ideólogo de los ricos hacendados criollos, si bien defiende la esclavitud y la trata, acorde a los beneficios que esta representa en la imperante economía de plantación, es sin duda un agudo representante de la naciente burguesía, que adopta en Cuba, muy distante a lo ocurrido en Europa, particulares características.
Ya este vislumbra desde fecha temprana, como en la debacle que sufre la industria azucarera en Haití, en la última década del siglo XVIII, la oportunidad para su clase y su país, que ya distingue como suyo, con sus propios intereses y aspiraciones, respecto a los de la metrópoli. Partidario de la implementación de técnicas de cultivo más productivas y eficientes; la modernización de la industria; la selección de semillas de alta calidad; liberar al comercio de trabas y gabelas restrictivas y otros estímulos a la producción agrícola más diversificada, sus propuestas se ven limitadas, como gran contradicción, por la existencia de un sistema de explotación agrícola de plantación, que si bien enriquece a la clase que representa, retarda y entorpece el desarrollo de la economía del país. En su más conocido "Discurso sobre la agricultura de La Habana y medios de fomentarla" (1792) este declara su preocupación de que…"…ya nadie niega ni duda que la verdadera riqueza consiste en la agricultura, en el comercio y las artes, y que si la América ha sido una de las causas de nuestra decadencia, fue por el desprecio que hicimos del cultivo de sus feraces terrenos, por la preferencia y protección que acordamos a la minería, y por el miserable método con que hacíamos nuestro comercio" (54).
Ello lo lleva a reflexionar, en fundamentación de sus propuestas, como…"…todos saben que la economía del trabajo de los hombres consiste en suplirlos por máquinas o bestias, y que el tiempo y la experiencia sirven para perfeccionar las máquinas, pues en los ingenios de La Habana, no se usan otras que las que llevaron de Andalucía los primeros fundados. La caña se muele con trapiches de madera y al lento impulso de cuatro palancas, igualmente de madera, oblicuamente colocadas y tiradas por bueyes". Para agregar…"…no hay molino de viento o agua, ni una idea de lo que es esto; cuando en las colonias extranjeras, además de ser estos muy comunes, usan trapiches de hierro, bien construidos; colocan las palancas o manjarrias casi horizontalmente y consiguen mayor cantidad de caña en el mismo espacio de tiempo" (55).
En el mismo empeño redacta el enjundioso "Informe del Síndico en el expediente instruido por el Consulado de la Habana, sobre los medios que conviene proponer para sacar la agricultura y comercio de la Isla del apuro en que se hallan" (1808) donde reitera sus propuestas de apertura al comercio para la colonia, suprimiendo trabas y prohibiciones; priorizar la atención al cultivo de la caña y la producción azucarera, aprovechando la debacle acontecida en la economía de la vecina isla y estimular otros cultivos y producciones complementarias.
Arango, resulta un sistemático defensor de la permanencia de la esclavitud aunque reconoce la injusticia de la misma. Al respecto, en su informe a las Cortes, el 20 de julio de 1811, expresa, utilizando como ejemplo lo acontecido en los Estados Unidos de Norteamérica como…"…el único pueblo de la tierra antigua y de la tierra moderna que, con respecto a este asunto, se ha encontrado en nuestro caso, es el angloamericano, en la memorable época de la conquista y establecimiento de su independencia, y que por tanto debemos examinar sus pasos, no para que sirvan de regla, sino de guía a los nuestros. Duró trece años la fiera y heroica lucha de ese magnífico pueblo, y el mismo Congreso que la empezó, la acabó; pero en toda ella la voz del Gobierno o de la Ley general de aquellos Estados estuvo tan silenciosa sobre el tráfico y la suerte de sus negros, como lo pedía la prudencia, como lo exigían las muy preferentes y multiplicadas atenciones de la salvación de la Patria, y como lo demandaba la imperfecta organización de la Representación nacional. Cada provincia, pues, siguió con absoluta franqueza las reglas que creyó mejores, y fueron tan diferentes, como era su modo de pensar y situación respectiva"
Para agregar:
"Finalizóse la guerra; hablóse de Constitución. Se estableció para hacerla un Cuerpo de Representantes con título de Convención, y entonces se vino a hablar de introducción de esclavos y arreglo de esclavitud. Pero ¿de qué manera? ¿Con qué circunspección, Señor? ¿Con qué miramientos por los derechos provinciales, o aún por los errores y extravíos de la opinión individual? […] La filantropía negrera nació– añade-, como V.M. sabe, en las felices regiones que gozan de los beneficios de esta Constitución: y antes de sancionarla, aun antes de que se convocara la Convención que la hizo, eran tanto los progresos que a favor de los esclavos había hecho la doctrina del Patriarca de Pennsylvania, que ya diferentes provincias de su grado habían dispuesto que se cerrara la puerta a nueva introducción de negros, y se abriesen mil caminos para hacer libres y útiles a los siervos existentes. Pues, con todo eso, Señor, bastó que en otras provincias o no hubiese igual clemencia, o lo que es más natural, no hubiese iguales proporciones para ejercitarla entonces; bastó, decimos, esta consideración para que la Constitución tan benéfica, o de principios tan liberales, no se abstuviese sólo de canonizar los de Penn, sino que se impusiera la obligación precisa de no impedir en veintiún años la introducción de esclavos. Lo más notable de esto; lo es el desprendimiento de toda intervención en la economía de la esclavitud existente" (56)
Muy distante de Varela en su visión política acerca de la realidad de su tiempo, no obstante, aún en los estrechos marcos en que lo sumió su dependencia a los intereses de la clase que representaba, pudo discernir en lo más conveniente para el progreso de su patria que ya se sentía como suya.
5,5.- José de la Luz y Caballero (1800-1862)
Una de las más relevantes personalidades del reformismo ilustrado, se destaca como filósofo, humanista y pedagogo. Su profunda eticidad le permite priorizar como uno de sus principales afanes, el formar en la juventud aquellos valores morales que el mismo, con particular virtuosidad, practica en su vida pública y privada. Intentó erradicar por todos los medios posibles las causas que generaban el bajo nivel de instrucción de su pueblo, carente de las mínimas instituciones educativas y a la falta de los centros más idóneos dedicados a la formación de maestros..
No es de extrañar entonces que una personalidad de la talla de José Martí expresase de Luz, como refiere Medardo Vitier, como… "…no vi casa en el Cayo (Cayo Hueso. N. del A) sin el retrato de José de la Luz…"…dado que…"…la devoción evidenciada entre los emigrados, según el referido testimonio de Martí, prueba que el maestro de El Salvador alcanzó resonancia moral en gran número de personas del pueblo. La verdad y el bien pueden tanto que sus ondas se dilatan de manera sorprendente. Podría pensarse que quizá ninguno de aquellos emigrados era capaz de dar razón del pensamiento filosófico ni de los criterios educacionales de Luz. Sin embargo, estaban seguros de que el austero guiador había trazado caminos de salvación. Por eso la imagen amada era en el destierro, no sólo dulce evocación sino compendio de las glorias y las penas de la patria" (57).
El 11 de septiembre de 1833 este presenta a solicitud de la Real Junta de Fomento su Informe del Instituto Cubano para reformar la Escuela Náutica de Regla fundada en 1818 por la Sociedad Económica de Amigos del País" la que se debía destinar, según la concepción lucista, a…"…abrir nuevas carreras a la juventud de nuestra patria, condenada exclusivamente al foro, la medicina o la holganza; difundir los conocimientos químicos para perfeccionar la elaboración de nuestros frutos y aprovechar nuestras ventajas naturales; facilitar la adquisición de luces para toda empresa que descanse en las nociones de las ciencias físicas y matemáticas abrigar en nuestro propio seno, sin necesidad de mendigar al extranjero, hombres capaces de no solo concebir, sino de ejecutar grandes planes aún en sus últimos pormenores; mejorar algunas profesiones de las existentes, proporcionándole otros datos que han de menester para progresar; fertilizar el vasto campo de la educación, ofreciéndole más idóneos cultivadores; contribuir al adelantamiento de las artes liberales y mecánicas entre nosotros; llevar hasta donde sea posible los benéficos intereses de S.M. en la fundación de estas escuelas prácticas; tales son en resumen las más urgentes necesidades físicas de la patria, tales las más eficaces medidas para curar algunas dolencias morales que la aquejan" (58)
Luz tenía un alto concepto de la necesidad de elevar el nivel cultural del pueblo, prioritariamente los más marginados. Al respecto escribe a su amigo José Luís Alfonso, en carta fechada el 13 de abril de 1839 sobre la función a cumplir por la única biblioteca pública entonces existente en la colonia:
"Quisiera que la biblioteca llena las necesidades de todas las clases y profesiones de modo que desde el teólogo y el jurisconsulto hasta el carpintero y el albañil encuentren en ella lo que busquen para ilustrarse en su ciencia o en su arte. No se diga que como la biblioteca la forman los literatos se olvidaron de los artesanos, que es la clase que más necesita formarse así en lo material de su oficio como en la moral para la conducta" (59)
Éste insufló al estudio y la enseñanza de la filosofía en Cuba los aires renovadores de la Ilustración europea así como las propias virtudes de su humanismo ético e insondable patriotismo. Ello se revela al expresar como…"…el estudio de la filosofía va a ser el objeto de nuestras tareas […]. Los hombres que en todos tiempos han asestado sus tiros contra las cosas más respetables, sin que esta filosofía, a quien tanto debe la especie humana, haya podido escaparse de sus mordaces diatribas, ni los que la cultivan sustraerse a su indignación y aún a su menosprecio. Con efecto, muchos hay que al oír pronunciar esta dulce voz filosofía, prorrumpen, como si los impulsara un santo celo, en imprecaciones contra ella, persuadidos de que las palabras filosofía e inmoralidad son sinónimas, que esta ciencia, fundamento de la moral, ha sido quien la ha echado por tierra; pero no des oído a los que así discurren; ellos merecen antes bien nuestra compasión, pues sus facultades están poseídas por aquel espíritu de prevención, enemigo irreconciliable del espíritu de análisis y de indagación. No faltan otros, y ésos son los peores, que trasluciendo a pesar de su prevención, los frutos que cosecha el género humano en el estudio de la naturaleza, quisieran apagar de una vez, dejándolo en perfectas tinieblas, las luces brillantes que nos han de alumbrar en la senda espinosa de la vida, e impedir que caigamos en la sima del error, cuando marchamos al templo del saber. Su empeño es desacreditar a la filosofía y a los que la profesan, no perdiendo coyuntura de inculcar sus perniciosas máximas". (60)
El Colegio El Salvador por él fundado en marzo de 1848 se convierte en un prestigioso centro educacional donde matriculan a sus hijos las más representativas familias cubanas. Ubicado en la Calzada del Cerro, en la capital, se traslada temporalmente en 1853 a la calle Teniente Rey, y retorna a su ubicación original en 1858. Este es clausurado en 1869, ya iniciada la contienda independentista el 10 de octubre de 1868, por las autoridades coloniales, por temor a las ideas progresistas que allí se siembran en la mente de los estudiantes.
En el discurso leído en los exámenes de dicho centro educacional, el día 16 de diciembre de 1861, poco antes de su muerte, acaecida en 1862, expresa a sus alumnos y familiares:
"Nada más me queda hoy que deciros y me despido de vosotros hasta otro nuevo año, si es ésa la voluntad del Ser Eterno, que cuenta loa días del hombre sobre la tierra, porque ya yo, señores, me voy acercando al término que Dios concede a la vida en estos climas, como decía ese ilustre Padre Varela, cuya memoria vive conmigo y me acompaña por do quiera; ya veo formada la infausta nube de la ancianidad y diviso a lo lejos los lúgubres confines del imperio de la muerte; como él también, llegaré yo al borde del sepulcro haciendo, en el último suspiro, un voto fervoroso por la prosperidad de mi patria. Cuanto me habéis oído es fruto de una larga experiencia; es lo que pongo en práctica, parte de mi sistema, si así puede llamarse, y en cuanto es posible explicar la completa tarea de un educador. No terminaré, sin embargo, sin dirigir alguna frase a estos mis hijos que ahora mismo me rodean, sin encarecerles el cariño que de continuo les manifiesto. En vosotros cifro yo todo mi anhelo y quisiera poder amontonar sobre vuestras cabezas todos los triunfos y todas las glorias. Mucho aguardo de vosotros, y ya creo leer en vuestras fisonomías el anuncio de grandes aventuras para el porvenir. Así será, sin duda alguna, si guardáis inmaculado en vuestro pecho el sentimiento del deber, norte seguro en todas las borrascas que os pueden sorprender, único talismán con que habéis de conjurar las inconsecuencias de la vida. Sosteneos siempre con energía y sencillez, firmemente apoyados en la virtud, que nadie os mirará sin un vivo sentimiento de admiración, y al veros conservar para vuestra alma e ileso vuestro honor en los trances más difíciles, todos dirán: he aquí un hombre. Simple palabra que vale más que pomposas apologías". (61)
Tal deseo se verá ampliamente cumplido. Fueron sus discípulos en diversas épocas de su vida, personalidades que se destacarían en las futuras luchas por la independencia como Francisco Vicente Aguilera, Pedro (Perucho) Figueredo, Luís Ayestarán, Honorato del Castillo, Enrique Piñeyro, Juan Clemente Zenea, Manuel Sanguily, Antonio Zambrana, Ignacio Agramonte y tantos otros.
Para Manuel Sanguily, testigo excepcional, como uno de sus discípulos en las aulas de " El Salvador ", este…"…procuró siempre hacer comprender que el magisterio no era oficio, ni siquiera una profesión, sino un apostolado, un sacerdocio y la misión, por él mismo impuesta de formar maestros y hacer hombres, como la manera más prudente y viable de dar satisfacción a los reclamos de su tiempo […] Con las condiciones propicias y las excepcionales facultades de su individualidad es fácil comprender que será un patriota ardiente sin ser jamás un revolucionario; que nadie igualará como hombre ". (62)
El mejor homenaje a las virtudes de este hombre extraordinario lo ofrenda nuestro Apóstol José Martí cuando expresa como…"…los cubanos veneran y los americanos todos conocen de fama al hombre santo que domando dolores profundos del alma y el cuerpo, domando la palabra, que pedía por su excelsitud aplausos y auditorio, domando con la fruición del sacrificio todo amor a sí y a las pompas vanas de la vida, nada quiso ser para serlo todo, pues fue maestro y convirtió en una sola generación un pueblo educado para la esclavitud en un pueblo de héroes, trabajadores y hombres libres. Pudo ser abogado, con respetuosa y rica clientela, y su patria fue su único cliente. Pudo lucir en las academias sin esfuerzo su ciencia copiosa, y sólo mostró lo que sabía de verdad, cuando era indispensable defenderla. Pudo escribir en obras-para su patria al menos- inmortales, lo que, ayudando la soberanía de su entendimiento con la piedad de su corazón aprendió en los libros y en la naturaleza, sobre la música de lo creado y el sentido del mundo, y no escribió en los libros que recompensan, sino en las almas, que suelen olvidar. Supo cuanto se sabía en su época; pero no para enseñar que lo sabía, sino para transmitirlo. Sembró hombres" (63).
Acusado injustamente por Antonio Maceo, como aristócrata defensor de la esclavitud, evidentemente por insuficiente conocimiento, Carlos Rafael Rodríguez, muchos años después enmendaría el lamentable pero excusable yerro, dadas las circunstancias de la época, al reflexionar como…"…no podría decirse con justicia que Luz defendió los privilegios más nefastos de su época: colonia y esclavitud. En sus ideas y prédicas está patente la condenación de ambas instituciones. Por eso, al formar hombres, no inculcó en ellos las ideas reaccionarias del esclavismo prevaleciente. Por el contrario, las normas morales y sociales que predica servirán para nutrir una juventud progresista, de mentalidad amplia, que abomina de los negreros y rechaza el sistema de la esclavitud. En ese sentido no fue, como parece haber entendido Maceo, el educador del privilegio". (64)
Particularmente en sus Aforismos (65) se expresa la profundidad del pensamiento ético de Luz y Caballero como al expresar que…"…en la cuestión de los negros lo menos negro es el negro" (Aforismo 23, s/f).
Valga mencionar otros ejemplos:
—"Nos proponemos fundar una escuela filosófica en nuestro país, un plantel de ideas y sentimientos, y de métodos. Escuela de virtudes, de pensamientos y de acciones; no de expectantes ni eruditos, sino de activos y pensadores". (Aforismo 62) s/f)
— "El filósofo es (y debe ser) como la vela: arde y se consume para alumbrar a los demás. (Aforismo 73, Mayo de 1842)
—"El método es el constante apoyo de la razón, pero el talento de la observación es el germen de la superioridad. La experiencia es el punto de partida de toda especie de conocimientos. Nada robustece tanto el entendimiento como la costumbre de no admitir más que lo demostrado". (Aforismo 105, s/f)
— "¡Ah! Si los hombres influyentes estuvieran permanentemente con la imagen de la moralidad por delante, y por dentro, que los persiguiera como a mí, ¡cuánto ganaría la humanidad!" (Aforismo 191, 8 de marzo de 1846)
— "Los hombres jamás gradúan el mérito o demérito de las acciones por la utilidad que produzcan. Entonces habría una moral para cada caso, y los medios, cualesquiera que fuesen, quedarían justificados como se consiguiera el fin. Esta es la moral de la tiranía". (Aforismo 200) s/f
— "Para todo se necesita ciencia y conciencia". (Aforismo 205, s/f)
— "Que la razón de conveniencia esté siempre subordinada a la razón del deber: ésta acrisola y santifica el alma: aquélla suele adulterarla y amenguarla". (Aforismo 239, s/f)
— "Confesar la propia falta, la mayor de las grandezas" (Aforismo 253, 7 de septiembre de 1846).
— "Quien no sea maestro de sí mismo, no será maestro de nada". (Aforismo 557, s/f).
— "Ni hay otro medio eficaz de predicar costumbres que el ejemplo, ni los mejores planes de enseñanza pasan de meros pliegos de papel sin honrados y hábiles preceptores. Esperar lo uno sin lo otro, sería aguardar la cosecha sin haber labrado ni echado la semilla. Valiera más no establecer escuelas absolutamente que poner la niñez a cargo de entes inmorales o inexpertos" (Aforismo 560, s/f).
— "La enseñanza es un contrato con Dios, no con los hombres. Arte por excelencia, como que es todo de inspiración, aunque descanse en la experiencia". (Aforismo 562, agosto de 1822).
5,6.- Francisco Frías y Jacott, Conde de Pozos Dulces (1809-1877)
Pertenece éste a esa pléyade de personalidades cubanas que desempeñaron un importante papel en el desarrollo de las ciencias en Cuba. Sus ideas políticas, según el contexto histórico social y económico, que les correspondió vivir, y sus propios intereses de clase, cultura y educación, resultaron diversos: desde el reformismo liberal, el anexionismo, el independentismo e incluso el autonomismo. No obstante en la inmensa mayoría de ellos conservó su amor por su tierra natal y su afán de verla prosperar como nación y pueblo.
Según éste escribe al director del periódico cubano "El Correo de la Tarde", en 1857…"…los mejores años de mi juventud se pasaron en los hermosos campos de la isla de Cuba. Amé sus bosques y praderas, sus arroyos, sus pájaros y collados, con todo el fervor de la entusiasta poesía. Más tarde sucedió a esa admiración la codicia del propietario, y yo también derribé los gigantes arbolados y apliqué la tea encendida a sus despojos esparcidos. Y vi como se siembra la caña, y como se exprime el jugo y de qué manera cristaliza el azúcar. Yo también cultivé los cafetos y pasé horas enteras recogiendo sus rojas cerezas. Nadie madrugó más que yo por ver, al despuntar el alba, la tendida vega, y cómo se refracta en mil prismáticos colores en naciente sol en sus gotas de rocío. ¡Cuántas veces contemplé en silenciosa admiración doblegada los frondosos platanales con el peso de sus apiñados racimos! Y vi agrietarse y abrirse las tierras al empuje de la yuca o el ñame suculentos que se desarrollan en sus entrañas cerrados […] También aprendí del rústico guajiro cuando se corta el bejuco de boniato, y le enseñé a mi turno por que se le quitan las hojas antes de sembrar. Y lo que él cree y piensa y ejecuta lo sé yo, que no me contente nunca con mirar solamente, sino que puse la mano al arado y afronté intrépido los rigores del sol tropical […]Estudié, pues, primero en los campos que en los libros, y antes en mi patria que en estas apartadas tierras, llegando por fin a la conclusión de que en ninguna parte del mundo pudiera ser más rica, más próspera y duradera la agricultura que en nuestra Isla, si a ella se aplicasen todos los resortes y conocimientos que a tanta altura pusieron la industria rural de otros países menos favorecidos". (66)
Aunque compartiese en determinada parte de su vida convicciones anexionistas, se opuso a la esclavitud y rechazó el criterio en boga entonces, que la abolición de la misma, conduciría a daños irreparables a nuestra economía, particularmente la industria azucarera. Al respecto escribe desde París, en 1858, al mismo destinatario, que…"…el cultivo de la caña y otros trabajos agrícolas de los países tropicales no demandan, ni mayor esfuerzo muscular, ni mayor inteligencia que los que necesitan el herrero, el tumbador de monte, el maquinista y el fogonero ¿Por qué, pues, no pueden los blancos reemplazar a los negros y chinos en aquellas faenas? Ya lo he apuntado: por causas que pertenecen más especialmente al orden moral; y como estas proceden a su turno de condiciones peculiares, las unas que pudiéramos llamar etnológicas o propias de la raza, y las otras económicas e industriales, por referirse a la naturaleza y organización del trabajo, como también a su remuneración, deberemos examinar unas y otras, si queremos comprender como obran en definitiva atenuando o desarmando el resorte de la voluntad, y por consiguiente, influyendo en la insuficiencia o inferioridad del hombre blanco" (67)
Durante su fecunda existencia propició el desarrollo y más eficiente implementación de los conocimientos científicos que redundaran en beneficio de su patria y en la elevación del nivel cultural de su pueblo.
5,7.- Antonio Bachiller y Morales (1812-1899)
Como profesor, historiador, periodista, humanista, bibliógrafo y americanista de vasta cultura, Antonio Bachiller y Morales (1812-1899) se destaca entre los reformistas ilustrados cubanos que realizó importantes aportes a nuestra cultura, fundamento esencial de nuestra identidad. De ideas políticas liberales debe exilarse en 1869 a causa del acoso a que es cometido por las autoridades coloniales por sus criterios opuestos al colonialismo.
Para el Apóstol, este ilustre intelectual, hombre erudito, que incursionó con éxito en diversos campos del saber, al igual que todas las relevantes personalidades que nutrieron con su saber a nuestra cultura, merece la siguiente reflexión, al conocer de su muerte, en 1899:
"Caballero cubano, americano apasionado, cronista ejemplar, filólogo experto, arqueólogo famoso, maestro amable, abogado justo, literato diligente y orgullo de Cuba […] Pero estas tumbas son lugares de cita, y como jubileos de decoro, adonde los pueblos, que suelen aturdirse y desfallecer, acuden a renovar ante las virtudes, que brillan más hermosas en la muerte, la determinación y la fuerza de imitarlas. Y la lección tiene más eficacia cuando no es el muerto uno de aquellos hombres preparados por el fuego de la imaginación o la intensidad de la conciencia, al heroísmo que lleva en su singularidad y en sus desdichas como el decreto de no imitarlo; sino un carácter manso y acaso tímido, apegado a los goces y honores del mundo, y a la calma celeste de la sabiduría, que con su labor de toda la existencia, con su resolución en un momento heroico, con su serenidad en los años de desdicha, con su paz ejemplar y el crédito de su nombre, enseña a los cobardes que para ser cauto, y hombre de casa y felicidad, no se necesita dejar de ser honrado". (68)
Anexionismo
Constituye éste una de las corrientes políticas que más conspiró contra la independencia y real soberanía de nuestra patria, en la medianía del siglo XIX y que como pesado lastre nos ha acompañado a lo largo del acontecer histórico de nuestra nación, incluso ya fundada la República, a inicios de la 20 centuria.
6,1.- Historia de una villanía.
El anexionismo tiene como antecedente el temprano y desmedido afán de expansión territorial que caracteriza a los gobernantes de Estados Unidos desde temprana fecha. En la Declaración de Independencia aprobada en el Segundo Congreso Continental el 4 de julio de 1776, redactada por John Adams, Benjamín Franklin, Robert Morris, Roger Sherman y Thomas Jefferson, se obvia hacer mención a la abolición de la esclavitud, que impera con gran fuerza en los estados sureños, para lograr el necesario consenso. El 13 de septiembre de septiembre de 1788 se aprueba la actual Constitución de los Estados Unidos, a los que se le agregan diversas Enmiendas, que permite crear por primera vez un gobierno centralizado pero perneado de profundas contradicciones, en última instancia de carácter económico, entre abolicionistas y esclavistas, solo resuelto con el resultado favorable a los primeros, culminada la llamada Guerra de Secesión en diciembre de 1865. Días antes el Presidente Abraham Lincoln logra con gran esfuerzo se apruebe por el Congreso la Enmienda Constitucional XIII que declara oficialmente abolida la esclavitud.
Si en 1776 el límite occidental de las entonces 13 colonias eran los Montes Apalaches ya en 1785 sus fronteras alcanzan las márgenes del río Mississippi en 1790 se le compra la Louisiana a Francia; el 12 de febrero de 1819 finaliza el traspaso de la Florida, hasta entonces parte del dominio español; el 1ro de marzo de 1837, culmina la anexión de Texas y el 2 de febrero de 1848, mediante el Tratado de Guadalupe-Hidalgo, se despoja a México de la mitad de su territorio que hoy conforman los estados de California y Nuevo México.
Bajo el gobierno del presidente Polk se logra la cesión por Inglaterra del el territorio de Oregón y en 1867, se le compra a Rusia, la actual Alaska. Todo ese proceso es posible por la práctica de políticas intervencionistas, genocidio de los pueblos indígenas e inmorales tratados logrados mediante el uso indiscriminado de la fuerza militar.
En cuanto a los afanes anexionistas de Estados Unidos respecto a Cuba estos son de larga data.
John Adams, padre fundador de la democracia esclavista y segundo presidente de Estados Unidos, planteó en junio de 1783 que las islas del Caribe constituían "… apéndices naturales del continente americano. Cuatro años después, otro padre fundador, Alexander Hamilton, recomendó la creación de un imperio continental americano que incorpore a la unión los demás territorios de América…" (69)
En 1805, el senador J.C. Brackenridge manifestó en un pleno del Congreso como… "… tenemos reclamaciones que presentar a España, referentes a territorios al oeste del río Norte o Bravo y mejor todavía al este… Si con una mano impulsamos fuertemente estas reclamaciones, y con la otra ofrecemos un precio, seguramente obtendremos las Floridas; todo a su tiempo" (70).
Thomas Jefferson, sucesor de Adams, manifestó en una nota enviada al embajador inglés en Washington como "… en caso de guerra entre Inglaterra y España, los Estados Unidos se apoderarían de Cuba por necesidades estratégicas para la defensa de Louisiana y de la Florida". (71)
En 1823, el filósofo esclavista John C. Calhoun, líder de Carolina del Sur que sería vicepresidente de John Quincy Adams y Andrew Jackson, defendió la anexión al expresar: "Confieso francamente haber sido siempre de la opinión que Cuba sería la adición más interesante que pudiera hacerse a nuestro sistema de Estados llenando por completo la medida de nuestro bienestar político". (72)
James Monroe, en su Mensaje al Congreso el 2 de diciembre de 1823 formula su conocida doctrina, que en esencia estipula: "América para los americanos". Se utiliza como pretexto el proyecto de algunas potencias europeas como España, Austria, Prusia, Francia y Rusia de recuperar o simplemente ocupar posesiones en América, en territorios ya liberados del colonialismo. A su vez los planes de Bolívar y del gobierno mexicano de intervenir en Cuba para apoyar su independencia, para reforzar su propia seguridad como naciones independientes.
Reflejo de esa política expansionista se revela en la nota con fecha 28 de abril de 1823 enviada por el entonces Secretario de Estado, John Quincy Adams, durante el gobierno del Presidente Monroe, al embajador norteamericano en España donde le expresa como…"…el traspaso de Cuba a Gran Bretaña sería un acontecimiento muy desfavorable a los intereses de esta Unión […] La cuestión, tanto de nuestro derecho como de nuestro poder para evitarlo, si es necesario por la fuerza, ya se plantea insistentemente en nuestros consejos y el Consejo se ve obligado, en el cumplimiento de sus deberes hacia la nación, por lo menos a emplear todos los medios a su alcance para estar en guardia contra él e impedirlo…Estas islas (Cuba y Puerto Rico. Nota del Autor) por su posición local son apéndices naturales del continente norteamericano y una de ellas, la isla de Cuba, casi a la vista de nuestras costas, ha venido a ser, por una multitud de razones. De trascendental importancia para los intereses políticos y comerciales de nuestra Unión…Cuando se echa una mirada al curso que tomarán los acontecimientos en los próximos 50 años, casi es imposible resistir la convicción de que la anexión de Cuba a nuestra República Federal para la continuidad de la Unión y el mantenimiento de su integridad […] Hay leyes de gravitación política como las hay de gravitación física, y así como una fruta separada de su árbol por la fuerza del viento no puede aunque quiera, dejar de caer en el suelo; así Cuba, una vez separada de España e incapaz de sostenerse por sí sola, tiene que gravitar necesariamente hacia la Unión Norteamericana, y hacia ella exclusivamente, mientras que la Unión misma, en virtud de la propia ley, le sería imposible dejar de admitirla en su seno" (73)
6,2.- José Antonio Saco (1797-1880)
Figura controvertida y brillante polemista, se destaca Saco como sociólogo, profesor, periodista, historiador y economista De profundo amor por su país natal, denunció como pocos, las lacras impuestas a esta por el poder colonial, más incluso hasta su muerte, nunca fue capaz de reconocer al independentismo como la única vía válida para erradicar tales ominosas secuelas, no obstante ver frustradas una y otra vez sus peticiones de reformas para la entonces colonia, ante las autoridades coloniales. Coetáneo de Félix Varela, con quien funda el periódico El Mensajero Semanal, en Estados Unidos, durante su exilio en dicho país y amigo cercano de Luz y Caballero, con quien comparte su rechazo al anexionismo como corriente política del pensamiento, de gran fuerza en Cuba entre 1845-1865 así como en la hondura ética de su pensamiento.
No obstante su gran mérito histórico consiste en su rechazo al anexionismo, reconocido entonces por destacadas personalidades afines a los ricos hacendados criollos. Partidario del abolicionismo combatió con igual pasión a la infamante trata. Al respecto valora que…
"Bajo tres aspectos principales se puede considerar la abolición del tráfico de negros en Cuba: agrícola o material, moral, y político. En cuanto a éste, sin examinarle de lleno, me contentaré con hacer aquellas reflexiones que basten para despertar la atención de España y de su gobierno sobre los peligros que amenazan a Cuba. Acerca del moral, guardaré un profundo silencio: he preferido combatir el interés con el interés, pues siendo esta arma la que más hiere el corazón, el triunfo es más seguro". (74)
Para este…"…todos saben que, en punto a esclavos, hay dos especies de abolición: una del tráfico con la costa de África, y otra de la misma esclavitud. Aunque ambas tiene relación entre sí, jamás deben confundirse, y bien puede la primera tratarse, y aun lo que es más, realizarse, con absoluta independencia de la segunda. […] Pero esta distinción, tan marcada por la historia contemporánea, no basta siempre en Cuba para poner a cubierto de los tiros de la calumnia, al hombre honrado, al patriota puro, que levanta la voz para advertir los peligros que amenazan a la patria. El criminal interés de unos, aprovechándose de la credulidad de otros, confunde e identifica las dos cuestiones; y no pudiendo defender el tráfico de negros, porque los tratados y las leyes lo prohíben, y la ilustración del siglo lo resiste, hacen aparecer a quien lo ataca como abolicionista de la esclavitud cubana, como conspirador sanguinario, que empezando por dar de un golpe la libertad a todos los esclavos acabará por degollar a los blancos de su propia raza, y proclamar la independencia…." (75)
Para Saco la abolición de la esclavitud, más que perjuicios reportará beneficios a los dueños de plantaciones, criterio sumamente audaz para la época. Por ello expresa como…"…yo estoy tan íntimamente penetrado de los inmensos beneficios que ha de producir a Cuba la abolición del tráfico africano, que lejos de temer que con ella mengüen nuestros frutos, firmemente creo que aumentarán. Cerrada que sea la puerta a la introducción de esclavos, los colonos que vayan a Cuba, si se les deja, como siempre debe dejárseles, la libre facultad de aplicarse a lo que quieran, se dedicarán a la profesión que más ventajas les ofrezca. Pero entre tantas como Cuba presenta, la agricultura se llevará la preferencia, pues a ella convida la fertilidad de sus campos, y el premio con que paga las fatigas del labrador industrioso. Inculta yace todavía la mayor y mejor porción de las tierras cubanas: sus propietarios, imbuidos hasta aquí en el error de que sin negros no se pueden cultivar, y careciendo muchos de medios para comprarlos, ningún beneficio sacan de ellas". (76)
Se enfrenta a los más destacados anexionistas, que tratan sistemáticamente de ganárselo para su causa. Para Saco…"…a mi personalmente una revolución en Cuba, lejos de causarme ningún daño, me traería algunas ventajas. Desterrado para siempre de mi patria, por el despotismo que la oprime y aún errante en mi destierro, la revolución me abriría sus puertas para entrar gozoso por ellas; pobre en Europa y abrumado de pesadumbres por mi condición presente y un triste porvenir, la revolución podría enriquecerme y asegurar sobre alguna base estable el reposo de mi vida […] Si pues tanto me da la revolución (Saco entiende presumiblemente por "revolución" la anexión a Estados Unidos. Nota del Autor) ¿por qué no marcho bajo sus banderas? Sé que algunos dirán que mis opiniones son retrógradas; otros, que soy un apóstata; y aún no faltará quien pregone que he vendido mi pluma, para escribir contra la anexión […] Contemplando lo que Cuba es bajo el gobierno español y lo que sería incorporada a los Estados Unidos, parece que todo cubano debiera desear ardientemente la anexión, pero este cambio tan halagüeño ofrece al realizarse grandes dificultades y peligros. La incorporación solo puede conseguirse de dos modos: o pacíficamente o por la fuerza de las armas. […] Por lo que a mí toca y sin que se crea que pretendo convertir ningún cubano a mi opinión particular, debo decir francamente que, a pesar de que reconozco las ventajas que Cuba alcanzaría formando parte de aquellos Estados, me quedaría en el fondo del corazón un sentimiento secreto por la perdida de la nacionalidad cubana" (77)
Gran polemista y brillante argumentador de sus criterios expone como…"…dos son los móviles principales que impelen a una parte del pueblo norteamericano a la adquisición de Cuba; el deseo de engrandecerse y el interés de la esclavitud. ¿Pero acaso ni el uno ni el otro han cesado ya con el drama sangriento representado en Cuba? (Consultar referencia bibliográfica al final de la cita. N. del A.). Ellos existen lo mismo que antes, y aunque es probable que dormiten por algún tiempo, creo que despertarán con más fuerza cuando se les presenta una ocasión favorable. En años anteriores las esperanzas de muchos hijos de la república americana (se refiere a Estados Unidos. N. del A.) se cifraban en adquirir el hemisferio en que habitan desde el polo del norte hasta el istmo de Panamá; pero no contentos con tan vasto territorio, hoy proclaman en sus periódicos y juntas públicas que conquistarán todo el nuevo mundo. Un país donde se propagan ideas tan peligrosas es una amenaza inmediata a todos los pueblos vecinos. Obsérvese la marcha del engrandecimiento territorial de los Estados Unidos. Sus primeras adquisiciones fueron por título legítimo, pues compraron la Luisiana (Se respeta la ortografía original. N. del A.) a la Francia y las Floridas a España; más de Tejas ya se apoderaron de un modo infame. Cuando se trató de resolver la cuestión del Oregón, bien quisieron apropiárselo todo, y sólo el temor de una guerra con la Gran Berta fue lo que hizo entrar en razón. Provocaron después las hostilidades contra Méjico, y por una de las guerras más inicias lo despojaron de gran parte de su territorio. Por último, los repetidos amagos contra Cuba, las dos invasiones en ella en el corto espacio de catorce meses, y las maquinaciones que se están fraguando contra la infeliz nación mejicana, manifiestan hasta donde llega la criminal ambición de una democracia desenfrenada…" (78)
José A. Saco mantuvo, hasta su muerte, firmes prejuicios acerca de las consecuencias que acarrearía para su patria una revolución. Estos estaban sin duda fundamentados en que nunca pudo desprenderse del criterio que caracterizó a la clase de los ricos hacendados criollos durante décadas: el temor a la sublevación de los negros esclavos tal como aconteciese en Haití así como sus arraigados intereses de clase. Ello lo lleva a valorar como…"…no hay país sobre la tierra donde un movimiento revolucionario sea más peligroso que en Cuba. En otras partes, aún con sólo la probabilidad de triunfar se pueden correr los azares de una revolución, pues, por grandes que sean los padecimientos, siempre queda el mismo pueblo pero en Cuba, donde no hay otra alternativa que la vida y la muerte, nunca debe intentarse una revolución, sino cuando su triunfo sea cierto como una demostración matemática. En nuestras actuales circunstancias, la revolución política va necesariamente acompañada de la revolución social; y la revolución social es la ruina completa de la raza cubana…" (79)
Desoídas las peticiones reformistas, por la tozudez del gobierno español; inexistentes las condiciones que favorecían las posiciones anexionistas, terminada la Guerra de Secesión en Estados Unidos y ganando espacio en las ideario político la inevitabilidad del abolicionismo, tanto desde las motivaciones económicas como morales, progresivamente se van dando las condiciones para el predominio de las ideas independentistas en el pueblo cubano, incluso en un importante sector de los hacendados criollos, en la región oriental, con sus propias peculiaridades.
Evidentemente ya rebasada la primera mitad del siglo XIX se encuentra presente en los componentes que conforman el pensamiento cubano más progresista, un aire renovador, que reclama espacio para ideas cualitativamente distintas, que trascienden en sólidos fundamentos ético-políticos, que ya anidados en la conciencia del pueblo más humilde estimulan el inicio de las ya inevitables contiendas independentistas.
Referencias bibliográficas
(1) Discurso pronunciado por Fidel Castro, el 10 de octubre de 1868, en La Demajagua, provincia de Oriente, actualmente Granma, al conmemorarse el centenario del inicio de las luchas por nuestra independencia. www.gobierno.discursos. cu
(2) Ernesto Che Guevara. En: Notas para el estudio de la ideología de la Revolución Cubana. (Revista Verde Olivo, 8 de octubre de 1960. Escritos y discursos, tomo 4, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana 1977, páginas 201-211.
(3) Discurso pronunciado por Fidel Castro el primero de enero de 1959, en el Parque Céspedes, Santiago de Cuba www.gobierno.discursos. cu
(4) Eduardo (Eddy) Chibás en su último discurso pronunciado el 5 de agosto de 1951 en su programa radial dominical transmitido por la emisora CMQ que se le conoce como "El último aldabonazo". Se puede consultar el trabajo del autor: "Eduardo Chibás: al rescate de la una ética política". Ver bibliografía.
(5) Fidel Castro. Discurso pronunciado el 17 de noviembre del 2005, en el aula Magna de la Universidad de La Habana, con motivo del 60 aniversario de su ingreso como estudiante en ese alto centro de estudios. www.gobierno.discursos. cu.
(6) Discurso pronunciado por Fidel Castro en la ciudad de Camagüey, el 4 de enero de 1959. www.gobierno.discursos. cu.
(7) Antoine-Louis-Claude Destutt, marqués de Tracy, nacido en París el 20 de julio de 1754 y muerto en la misma ciudad el 9 de marzo de1836. Aristócrata, político, soldado y filósofo francés de la Ilustración, quien utilizó el término de "ideología", en su obra Eléments D'Idéologie (1801-1815), en cuatro volúmenes, con el significado de ciencia de las ideas, en el sentido amplio de estados de conciencia. (Tomado de wikipedia.com.)
(8) V.I. Lenin en su obra "Materialismo y empiriocriticismo". La Habana, Cuba: Editora Política; 1982.
(9) Karl Marx en su "Prologo a su libro Contribución a la crítica de la economía política Marx". Obras Escogidas, tomo único. Editorial Progreso, Moscú, 1980.
(10) José Martí en "Nuestra América". Obras Completas. Tomo 6. Páginas 15 a 23.
(11) Discurso pronunciado por Fidel Castro, al regreso de un viaje al extranjero, en concentración en la entonces Plaza Cívica, actualmente Plaza José Martí, La Habana, Cuba, 8 de mayo de 1960. www.gobierno.discursos. cu
(12) Miguel Limia David en su escrito La ideología de la Revolución Cubana. Tomado de Revista Cubana de Ciencias Sociales No.28, 1994, Págs.10 a 16.
(13) Darío Machado. En su escrito "Lo Local y lo comunitario en la construcción del socialismo en los inicios del siglo XXI en Cuba". Publicado en la Revista Cuba Socialista Habana, Cuba. Edición de enero del 2009.
(14) Tesis y Resoluciones del I Congreso del PCC. La Habana, Cuba. Editora Política. 1976.
(15) Tomado de: Ideología. Wikipedia.com.
(16) Karl Marx y Federico Engels en su obra "La Ideología Alemana. Crítica de la novísima filosofía alemana en las personas de sus representantes Feuerbach, Bruno Bauer y Stirner y del socialismo alemán en las de sus diferentes profetas". Editora Política. La Habana, 1980. La obra fue publicada íntegramente por primera vez en 1932, tras dos publicaciones incompletas en 1902 y 1926
17) F. Engels en Origen de la familia, la propiedad privada y el estado". OE de Marx y Engels, tomo único. Editorial Progreso, Moscú. Página 609).
(18) www. Definición de… World Press. (soporte digital)
(19) Tomado de: wikipedia.com.
(20) Idea ampliamente argumentada en sus obras y particularmente en el Manifiesto del Partido Comunista. En Obras Escogidas tomo único. Editora Política. La Habana, Cuba. 1980.
(21) www.uca.edu.ar/uca/common/grupo20/files/Politica.ppt.
(22) Tomado del libro Teoría socio-política. Selección de temas. Tomo I. Editorial Pueblo y Educación. La Habana, Cuba. 2002. Parte I. "La política y su concepción marxista-leninista. De Dr. Cosme Cruz Miranda. Escuela Superior del PCC "Ñico López". Página 11.
(23) Karl Marx y Federico Engels en el Manifiesto del Partido Comunista" (ya citada).
(24) Protesta de Baraguá.
"La desunión, la dispersión y el caudillismo arrinconaron la Guerra del 68 hasta el callejón del Pacto del Zanjón, donde el colonialismo español pretendió una injusta paz en los precisos instantes en que los mambises reasumían la iniciativa en Oriente y Las Villa. La Revolución había perdido mucho vigor. Pero Maceo se sobrepone por encima de todos. Proclama su posición irrevocable de combatir. Su conducta ejemplar arrastra a jefes, oficiales y soldados. Reanima el patriotismo y la entrega a la causa patria. Antonio Maceo (desde el mismo inicio de la acción liberadora) conoce de la existencia en miembros del Ejército Libertador, colaboradores y partidarios, de fuertes tendencias divisionistas, propugnadoras de la indisciplina y la anarquía en las filas revolucionarias. Él, soldado por excelencia, orden y disciplina personificadas, se aparta de tales fracciones y se dedica de forma total a combatir (en todo momento y en el lugar que le corresponde) a las fuerzas armadas de la metrópoli que sembraban muerte, hambre y terror a lo largo de toda la Isla. La Revolución había perdido mucho vigor. Pero Maceo se sobrepone por encima de todos. Proclama su posición irrevocable de combatir. Su conducta ejemplar arrastra a jefes, oficiales y soldados. Reanima el patriotismo y la entrega a la causa patria. Antonio Maceo (desde el mismo inicio de la acción liberadora) conoce de la existencia en miembros del Ejército Libertador, colaboradores y partidarios, de fuertes tendencias divisionistas, propugnadoras de la indisciplina y la anarquía en las filas revolucionarias. Él, soldado por excelencia, orden y disciplina personificadas, se aparta de tales fracciones y se dedica de forma total a combatir (en todo momento y en el lugar que le corresponde) a las fuerzas armadas de la metrópoli que sembraban muerte, hambre y terror a lo largo de toda la Isla. El 15 de marzo se realizó la entrevista entre los generales Antonio Maceo y Arsenio Martínez Campos. El general Martínez Campos llegó a Mangos de Baraguá conducido por José Cefí Salas y después de realizar su presentación y la de sus acompañantes, pronunció breves palabras de introducción a la conferencia. Por su parte, el general Maceo presentó a sus acompañantes y de inmediato comunicó a Martínez Campos que no estaban de acuerdo con el pacto firmado, ya que con el mismo no se lograba la independencia de Cuba, ni la abolición de la esclavitud". La viril actitud del General Antonio se constituyó en trascendente símbolo de dignidad y patriotismo. (Tomado de ECURED.cu.).
(25) Enmienda Platt.
"Ley del Congreso de Estados Unidos impuesta como apéndice a la Constitución cubana a principios del siglo XX, bajo la amenaza de que de no aceptarse la isla permanecería ocupada militarmente. El 25 de febrero de 1901, el Comité de Asuntos Cubanos del senado norteamericano aprobó una enmienda insertada a la Ley de Gastos del Ejército, cuyo texto era, desde todo punto de vista, inaceptable para los cubanos que habían luchado y vertido su sangre durante treinta años por obtener la verdadera independencia. El artículo primero de la enmienda prohibía al gobierno de Cuba la concertación de tratados o convenios con gobiernos extranjeros que menoscabaran la independencia cubana y significaran la cesión de parte de su territorio. Este es, en sí mismo, contradictorio e hipócrita, pues si Cuba aprobaba la Enmienda Platt lo infringía al firmar un convenio que menoscababa su soberanía. El artículo segundo prohibía al gobierno de Cuba contraer deudas por encima de su capacidad de abonar los intereses y amortización de las mismas. El artículo tercero -considerado el nervio de la Enmienda Platt- concedía a los Estados Unidos el derecho a intervenir militarmente en la isla en caso de que peligraran, a su juicio, la vida, la propiedad o las libertades individuales. El artículo cuarto convalidaba todos los actos realizados por el gobierno militar norteamericano. El artículo quinto disponía que Cuba quedara obligada a atender con preferencia la sanidad de sus poblaciones para proteger el comercio y el pueblo del sur de los Estados Unidos. Este artículo era particularmente vejaminoso para el pueblo cubano, al que se trataba de presentar como una horda incivilizada que vivía gustosa en ausencia de mínimas condiciones higiénicas que sus "protectores" se veían en la necesidad de imponerle. El artículo sexto refleja el error geográfico cometido tanto por España como por los libertadores, de considerar a Cuba una isla y no un archipiélago. Los norteamericanos se aprovechan de ello para disponer que el status de Isla de Pinos (actual Isla de la Juventud) se determinara en un futuro tratado. El artículo séptimo -también de capital importancia y el único que, de hecho y contra la voluntad del pueblo cubano, sigue ejerciendo su nefasta vigencia en la Base Naval de Guantánamo, establecía la cesión de porciones de suelo cubano para la ubicación de estaciones navales o carboneras norteamericanas. El artículo octavo disponía que los artículos anteriores debieran ser incluidos en un tratado permanente entre Cuba y Estados Unidos. El 2 de marzo de 1901, el Congreso norteamericano otorgó su aprobación definitiva a la enmienda, que fue sancionada de inmediato por el Presidente, convirtiéndose en ley de los Estados Unidos". (Tomado de: www.cubagob.cu/otras_info/minfar/enmienda_platt.htm)
(26) Protesta de los 13.
"Un grupo juvenil, sin definición política ni rumbo ideológico todavía, tuvo noticia de que en el salón de actos del local de la Academia de Ciencias de Cuba, situada en la calle Cuba entre Amargura y Teniente Rey; iba a efectuarse un homenaje a la educadora uruguaya Paulina Luissi, organizado por el club femenino cubano que dirigía Hortensia Lamar; a la ceremonia asistiría el Secretario de Justicia del gobierno, que encabezaba Alfredo Zayas, Erasmo Regüeiferos, quien había refrendado el decreto presidencial adquiriendo el convento, y que estaría a cargo del discurso central del acto. Pareció al grupo ocasión apropiada para impulsar una indignación que conmovía al país entero. A media tarde los jóvenes penetraron en el paraninfo de la Academia de Ciencias sentándose en el centro del público, integrado en su mayoría por mujeres. Desde allí siguieron el desarrollo del acto. Después de las palabras iniciales y cuando se anunció que el Secretario de Justicia hablaría en honor de la escritora invitada, Rubén Martínez Villena dirigiéndose a la presidencia alarmada, se puso de pie seguido por el grupo de amigos que le acompañaba, solicitó permiso a los organizadores y asistentes al acto y pronunció un breve pero tajante discurso, en el que denunciaba el turbio negocio en el que estaba implicado el funcionario del gobierno. (Tomado de ECURED.cu)
(27) Federación Estudiantil Universitaria).
"Organización que agrupa a los estudiantes universitarios cubanos, representa sus intereses y hace valer sus derechos. Con la fundación de la Universidad de la Habana el 5 de enero de 1728 se inicia en Cuba la historia de la Educación Superior; lacrada al inicio por los vicios coloniales del poder, el racismo y la esclavitud imperantes en la naciente sociedad. Carlos Manuel de Céspedes, Ignacio Agramonte y José Martí simbolizaron el exponente supremo representativo de los universitarios en esta época, identificados por su preparación, inteligencia y sentimientos independentistas. El período de la República Neocolonial caracterizada por la corrupción, represión y politiquería de los gobiernos de turno obligan a que el estudiantado progresista se lance a las calles en busca de legitimizar sus derechos y ganar el protagonismo nunca antes alcanzado. Así nace la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), el 20 de diciembre de 1922 liderada por el joven revolucionario Julio Antonio Mella". (Tomado de: ECURED.cu.)
(28) Primer Partido Comunista de Cuba.
"Un día antes de la clausura del Tercer Congreso Obrero Nacional, en Camagüey, el 6 de agosto de1925, el Comité Ejecutivo de las Agrupaciones Comunistas de Cuba emitió una convocatoria para la celebración del congreso que debía dejar constituido el Partido Comunista de Cuba. El documento fijaba el encuentro entre los días 16 y el 20 del mismo mes, pero se impuso la necesidad de sesionar en solo dos días, ante la hostilidad del gobierno de Gerardo Machado. Para su fundación los delegados se reunieron en una vieja casa de la calle Calzada, del Vedado capitalino, numerada entonces con el 81, en el lugar donde hoy se erige la sala teatral Hubert de Blanck. Corrían tiempos difíciles: desgobernaba a Cuba el tirano Gerardo Machado, quien había prometido a Wall Street que una huelga en la Isla no duraría un cuarto de hora y que ya en agosto de 1925 comenzaba su vasto expediente de crímenes políticos, con el asesinato de un periodista opositor, Armando André, y un obrero comunista, Tomás Grant. Carlos Baliño, como el delegado de mayor edad, procedió a recibir las credenciales, el 16 de agosto de 1925, del Primer Congreso Nacional de las Agrupaciones Comunistas de la Isla de Cuba. Además de él, representaban a los comunistas de la capital el maestro canario José Miguel Pérez, el líder estudiantil Julio Antonio Mella y el dirigente sindical cigarrero Alejandro Barreiro, entre otros.Venancio Rodríguez era el delegado de la agrupación de Guanabacoa; Miguel Valdés, del Sindicato de Tabaqueros, y Emilio Rodríguez, de la de San Antonio de los Baños. Por la Sección Hebrea y su Juventud Comunista, estaban Yoshka Grinberg, Yunger Semiovich (seudónimo de Fabio Grobart) y Félix Gurbich. Los manzanilleros carecían de dinero para trasladarse a La Habana y no pudieron concurrir, por lo que Mella y Barreiro asumieron su representación en el evento". (Tomado de ECURED.cu)
(29) Consultar la obra del autor "Pensamiento fundacional cubano: utopías y realidades" (soporte digital). www.monografías.com y Fundamento ético, político y pedagógico del pensamiento cubano.www.ese-publishing.com.
(30) Carlos R. Rodríguez. Discurso pronunciado el 16 de septiembre de 1964. Publicado bajo el título Aspectos de la economía política cubana en la época actual. Editorial Nacional de Cuba. 1965).
(31) Confeccionado a partir de datos tomados del libro de Diana Iznaga. "La burguesía esclavista cubana". La Habana, Cuba. Editorial Ciencias Sociales. 1987, Páginas 162 y 201.
(32) Datos tomados de la obra "Historia de Cuba. La colonia. Evolución económica y formación nacional. De los orígenes hasta 1867" Instituto de Historia de Cuba. Editorial Pueblo y Educación-Editora Política. Página 227).
33) José Luciano Franco. "Comercio clandestino de esclavos". La Habana, Cuba: Editorial Ciencias .Sociales. 1985. Página 126, 131 y 132.
(34) Ramiro Guerra, Manual de historia de Cubo, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1971.p. 483.
(35) Pedro Deschamps Chapeaux "Etnias africanas en las sublevaciones de los esclavos en Cuba (Parte I)". Tomado de Cuba. Una identitá in movimento. Archivo cubano. Soporte digital.
(36) "En defensa del esclavo" aparecido bajo el seudónimo de El amigo de los esclavos en las ediciones de los días 5 y 6 de mayo de 1791 del Papel Periódico de la Havana). Tomado de: Historia del Pensamiento cubano. Volumen 1. Tomo2. La Habana, Cuba. Editorial Ciencias Sociales-Imagen Contemporánea. 2006.
(37) José Agustín Caballero. "Discurso sobre la Física". Papel Periódico de la Havana. 1ro de septiembre de 1791. Pensamiento cubano del siglo XIX. Tomo I. Isabel Monal y Olivia Miranda. Editorial C. Sociales, 2002. Página 107).
(38) "Biblioteca Virtual de Filosofía y Pensamiento Cubanos" http://biblioteca.filosofia.cu/ Guadarrama González, Pablo. "Etapas principales de la educación superior en Cuba", Revistas de Historia de la Educación Latinoamericana. Tunja. 2005. Nro. 3. págs. 49-72.
(39) Tomado de: Historia de la educación en Cuba. Tomo IV. Autores. Doctores Enrique Sosa Rodríguez y Alejandrina Penabad Félix. Editorial Pueblo y Educación-Ediciones Boloña. Publicaciones de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana. 2003. Introducción página III.
(40) José Agustín Caballero. "Sobre la reforma de los estudios universitarios" (6 de octubre de 1795). Discurso pronunciado en la Clase de Ciencia y Artes de la Sociedad Patriótica de La Habana, el 6 de octubre de 1795. Misma obra. Página 109).
(41) José Agustín Caballero. "Philosofía Electiva". Pensamiento cubano. Siglo XIX. Isabel Monal y Olivia Miranda. Editorial Ciencias Sociales. Tomo I. 2002. Página 118)
(42) González Lezcano, Regina y Almeida López, María Guadalupe. En su escrito "El Protomedicato. Memorias del III Congreso de Historia del Derecho Mexicano. UNAN, México, 1984. Página 10. Soporte digital
(43) Historia de la Educación en Cuba. Tomo IV. De Enrique Sosa Rodríguez y Alejandrina Penabad Félix. Editorial Pueblo y Educación-Ediciones Boloña, 2003. Página 37.
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