Descargar

José de la Luz y Caballero: La gran síntesis conceptual de la ilustración cubana

Enviado por hpupo


    Resumen:

    En el trabajo se revelan las características que adquieren las ideas filosóficas en Cuba a finales del siglo XVIII y primera mitad del siglo XIX, época en que el tránsito desde la escolástica hacia la modernidad coincide con la realización de una gran síntesis de los conocimientos, que sólo en cuarenta años situó a la Isla en condiciones de desarrollar un libre pensamiento que se consolida en José de la Luz y Caballero (1800-1862) quien en sus aulas y a través de la prensa prepara la emancipación espiritual y práctico-material del hombre.

    En Cuba, el cultivo de un pensamiento filosófico tiene sus antecedentes históricos de gran originalidad; porque sin ser un fruto directo de la fuerza coactiva de los descubrimientos científicos en nuestro suelo, fue capaz de seguir de cerca su desarrollo fuera de las fronteras, fundamentalmente en Europa, y asumirlo de forma materialista científico-natural a través de la introducción de las ciencias experimentales exigida por el desarrollo de la industria azucarera en Cuba.

    Al primero que se le escucha anunciar las ciencias experimentales en Cuba fue al Padre José A. Caballero.

    El fue, – según Roberto Agramonte -, sin apartarse un ápice de su propio credo y dogma de presbítero (…) el pregonero en Cuba de la nueva idea racionalista y experimental, consignada a nuestra sociedad in statu nascenti en el preciso momento en que comenzaba a operarse, con el inicio del siglo, la revolución tecnológica, y con ella el nacimiento en Cuba- aunque en forma muy tenue – del hombre fáustico, dominador de la naturaleza, representado por esa notable generación cubana de a Sociedad Patriótica. Este noble presbítero es indubitablemente nuestro primer conducidor espiritual 1

    La aparición de Philosophia Electiva, que fue publicada, quizás por error o intencionalmente con el nombre de Philosophia Ecléctica, debido a que los hermanos González del Valle, intelectuales cubanos importantes para la sociedad, adeptos del eclecticismo francés de Víctor Cousin, que comenzaba su propagación en Cuba; se preocuparon por buscar puntos convergentes entre la tendencia filosófica extranjera y la nativa.

    Este intento, que por sus preceptos filosóficos al estilo del eclecticismo del filósofo clásico alemán Shelling, se convertía en Cuba en el advenimiento de una ideología conciliadora al servicio de la metrópoli española. 1

    Sin embargo el contenido de la obra no tuvo nunca esa intención, significó, a través de la elección, la apertura filosófica en Cuba a lo mejor de la filosofía universal. Por eso, el método electivo del Padre Caballero, como alternativa, frente a esta doctrina , que como filosofía política había alcanzado lauros en Europa y Estados Unidos, se arraiga en los pensadores cubanos, del siglo XIX y se convierte en una manifestación genuina universal de adquisición y procesamiento eficaz de nuevos conocimientos.

    El qué elegir del pensamiento filosófico y social universal estuvo definido desde el primer momento en el despertar filosófico en Cuba con el Padre Caballero.

    Para que la elección se convirtiera en un método, cuyos resultados tuvieran un valor objetivo y universal tuvo un fundamento ético integrativo de las ideas en la unidad o binomio de la ciencia y el patriotismo.

    Al estudiar minuciosamente las concepciones de estos pensadores cubanos, se puede descubrir una línea constante en sus pensamientos sobresale el llamado enérgico a hacer ciencia para la patria, hecho que nos hace pensar en la presencia de un paradigma valorativo en el pensamiento filosófico-social en Cuba, como una manifestación de la ética del científico, que saldando el tiempo ha llegado hasta nuestros días. Se trata de un paradigma sui generis, vinculado a una profunda educación ideo-política, impregnada desde el nacimiento de la nacionalidad cubana.

    El aferramiento del pensamiento cubano a la unidad de la ciencia y el patriotismo demostró que el juego de la verdad y el error no se da únicamente en la verificación empírica y la coherencia lógica de las teorías; se da también y de forma determinante, en la zona invisible de los paradigmas.

    Los conceptos de Ciencia y Patria, desde el punto de vista ideológico, han perneado la vida y obra de los pensadores en una unidad dialéctica, presuponiéndose y excluyéndose mutuamente en la Historia de la Ciencia en Cuba, reflejándose en la relación que se establece entre la ciencia y las convicciones y conducta llevada a cabo por el científico como receptor y productor de conocimientos con miras a resolver las necesidades sociales.

    Revisando las obras de ilustres cubanos como Varela, Luz y Caballero, Varona, Martí, Baliños, Raúl Roa, Blas Roca, Marinello, Medardo Vitier, Carpentier, entre otros, observamos que a pesar de ser los máximos exponentes del pensamiento científico y social en su época y, pudiendo poseer y disfrutar muchos lauros en el extranjero, siempre contaron con filtro ideológico para captar lo mejor de la cultura mundial con el objetivo de ilustrar y desarrollar el hombre que la patria necesitaba.

    • ¿Cuándo investigo lo hago pensando en que beneficio social le reporta a mi Patria o lo hago por erudición?
    • ¿Cuándo realizo una investigación lo hago con la conciencia de que debe aportar conocimientos que se inserten en los conductos espirituales de la Patria?
    • ¿Si los resultados de mis investigaciones científicas no los puedo aplicar en Cuba por el nivel de desarrollo, creo las condiciones para aplicarlos o se los entrego por dádivas al extranjero?
    • ¿De los conocimientos que he adquirido, cuáles son los que de una forma eficaz debo aplicar en Cuba?
    • ¿Qué hago con los conocimientos adquiridos por mis estudios e investigaciones fuera de mi país, los guardo para mi consumo y provecho personal o los divulgo a toda la sociedad, como agradecimiento por haberme creado las condiciones para adquirirlos?

    Dar posibles respuestas a estas interrogantes nos da la imagen no del científico que hace ciencia por ciencia, con gran erudición protegida por un egoísmo y maldad intelectual personal, sino de la presencia de la actividad científica con marcados fines sociales, al servicio de la Patria como elemento importante del ethos de la ciencia en Cuba.

    Socialmente, los científicos revolucionarios en Cuba se sitúan como elemento mediador entre su ciencia y la patria, tomando el método electivo del Padre Caballero, como forma primaria y espontánea de escoger, de resumir y consolidar, desde el punto lógico los conocimientos, ascendiendo de forma natural, a través de la solidez de los conocimientos adquiridos con la experimentación vareliana, hasta una dialéctica espontánea, aún más profunda o de mayor alcance que la de los griegos antiguos con la introducción de la practica en Luz y Caballero hasta elevarse al humanismo ético universal de José Martí, donde la Patria es la Humanidad, amparado por una monumental filosofía de la relación.

    Los griegos antiguos tuvieron una visión de conjunto del mundo, de sus concatenaciones y relaciones universales. Pero, debido al bajo desarrollo del conocimiento científico, no rebasaron los principios concretos y ontológicos como medios para explicar la unidad del mundo, los cuales eran tomados de la propia naturaleza, como el agua, aire, tierra, fuego etc; formándose en ellos una concepción dialéctico espontánea de concebir la realidad.

    El pensamiento cubano, cuyas preocupaciones complementan lo natural con las tareas urgentes del organismo social rompió con la forma escolástica del pensar y evolucionó hasta la modernidad con un gran caudal de conocimientos, tomados de muchas fuentes, principalmente la europea, implicó la necesidad de una gran síntesis cultural que en sólo cuarenta años fue capaz de transitar el camino para el cual Europa necesitó cuatro siglos del desarrollo.

    La escolástica entronizada en Cuba durante más de tres centurias es desplazada de las mentes del criollo como advenimiento a la modernidad a finales del siglo XVIII y en la primera mitad del siglo XIX.

    En estos momentos la filosofía de Descartes funciona como una guía en esta lucha de la luz contra las tinieblas. Hay tres momentos esenciales de su filosofía que vienen como anillos al dedo a los intereses del Padre Caballero y sus discípulos: la duda metódica, su concepción técnico-mecánica del movimiento, características más acusadas de los tiempos modernos y la utilización del método de experimentación en las ciencias.

    Estas aseveraciones sobre el momento en que se produce el entronque con la Filosofía moderna europea, no indican una mera asimilación y uso erudito de los conocimientos del viejo mundo, sino el desprendimiento hacia un proceso de subjetivización de la sociedad cubana, donde alrededor de una nueva ética, se comienzan a nuclear los sentimientos de nacionalidad cubana.

    La historia del pensamiento filosófico cubano – considera Agramonte- es una doble marcha del espíritu hacia la autorrealización de la idea de libertad y hacia la sustitución de una fe muerta por una fe viva.

    La filosofía cubana deja de ser ontológica y comienza a hacerse crítica y epistemológica, continuando con este carácter en lo que resta del siglo. José de la Luz y Caballero, el maestro de todas las ciencias, hará suya la sentencia de Shakespeare… You are nothing if you are not critical con. "La Ontología embozada y desembozada" titulo de uno de sus trabajos polémicos, dando a conocer que la epistemología se convierte en núcleo de la ideología, en esos momentos.

    Luz y Caballero representa la consolidación de la ilustración cubana, en el se vincula de manera inteligente la ideología y la política bajo el manto de una teoría del conocimiento empirio-racionalista desarrollada.

    Luz, y Caballero fue discípulo de Varela, aquella figura de la rebeldía empinada, quien dedicó con acierto todos los momentos de su vida y su pensamiento a la causa libertad. La forma académica serena y a la vez intrépida de arremeter contra los intereses de la metrópoli española lo destierran de Cuba y desde Estados Unidos recomienda a su discípulo José de la Luz "cautela, cautela" para continuar la obra.

    Luz le presta una esmerada atención al trabajo en los valores subjetivos de la juventud, descendiente de los terratenientes criollos, en la cual, los acontecimientos y tareas sociales la vida ha depositado la tarea de hacer la Historia.

    Luz, muy informado en el campo de la pedagogía, le presta especial atención y con mucha razón a las dos propiedades que posee la conciencia, el conocimiento y la comunicación, sin los cuales es imposible fundir en el hombre la verdad científica con el sentimiento de patriotismo.

    Desarrolla toda una teoría empirio-racionalista del conocimiento, de gran envergadura en su época, con la cual polemiza y supera al psicologismo subjetivista del eclecticismo francés.

    En la esfera de la comunicación, utilizó el proceso de persuasión como estandarte en la prensa y desde las aulas, dirigido a despertar el espíritu emancipador en la juventud y sus familiares de una forma silenciosa y serena.

    La profundización en la esfera epistemológica tiene una gran connotación para los intereses de la intelectualidad progresista que se educa en las aulas de sus seminarios.

    Prácticamente la misión de la vida de Luz fue introducir las ciencias naturales, no como entes aislados, sino situarlas en la enseñanza, en tal posición de primacía que su aprendizaje determinara el robustecimiento del espíritu y de la moral del hombre, que lo pusiera en condiciones de curar los males del organismo social. El consideraba que el hombre es alma, sentimiento y físico, todo unido en una pieza.

    Este pensamiento fue el hilo conductor de su concepción del mundo como totalidad. Un pensamiento de corte naturalista al estilo de Feuerbach, muy utilizado por joven Marx en uno de sus primeros trabajos: Manuscritos Económicos y Filosóficos de 1844, lo que posee gran valor metodológico para la concepción unitaria del hombre contraria a la concepción escolástica-religiosa de la contradicción espíritu – cuerpo y la separación de consiguiente corrupción. A pesar de ser una concepción asumida por el pensamiento filosófico en Cuba, significó además, romper con el paralelismo psico-físico; problema al cual se había enfrentado la filosofía durante mucho tiempo y que tuvo una solución importante en Benito de Spinoza en Holanda.

    Por tanto, para Luz, el hombre tenía que ser estudiado por una sola ciencia. En esta época en Cuba, la concepción unitaria de la ciencia desmantelaba las ideas pedagógicas escolásticas de la primacía de la lógica con relación a la física, y enfrenta toda una polémica que sacudió a América Latina durante varios años contra el pernicioso eclecticismo de Víctor Cousin.

    La filosofía de corte idealista subjetiva de Cousin, antes de arribar a Cuba, había obtenido glorias en la época de la "restauración" francesa al servicio de la reacción, destructora de los logros de la Ilustración, era acogida por el régimen colonial y sus adeptos como la necesaria para ahogar los libre-pensamientos de los criollos y conciliar con un "calmante" las contradicciones en Cuba. O sea que detrás de ella se escondían fines ideo políticos que de establecerse, como filosofía oficial, prorrogaría el dominio espiritual de la Isla con sus consecuencias sociales.

    Luz fue capaz de derivar de esta única ciencia un sólo método para adquirir el conocimiento, en el cual se vinculen orgánicamente la experiencia como punto de partida, con el raciocinio que analiza y que tuvo como centro el proceder de la inducción baconiana que va desde los hechos aislados a la síntesis en conclusiones generales.

    El método empirio-racionalista, como le llaman varios autores*, se acerca a una concepción avanzada de la práctica que rebasa el sentido simplista, como el conocimiento profundo del hombre y la sociedad.

    La presencia de un sólo método es muy importante para la unidad de los puntos de vista del paradigma científico en formación en la época que Luz mismo pregonaba como la de la gran síntesis.

    Lógicamente, toda la concepción del hombre , la ciencia y el método desemboca en la verdad, que al ser resultado de la identidad del concepto y el objeto, que conduce se comporta como una verdad única. Esta verdad es la configuración ecléctica de la síntesis escogedora de lo mejor de todos los sistemas. Una verdad única en la concepción del mundo de un hombre significa solidez de los conocimientos, inquietud y acción práctica con conocimiento de causa. El concepto de verdad como conclusión se convierte en la célula de la unidad entre ciencia y patriotismo.

    Según Luz, el espíritu del hombre es el punto de aplicación de muchas fuerzas contrarias, necesario es que entre ellas haya una que no sólo la contrapese a todas, sino que las arrastre y las domine, y esta debe ser la fuerza de la verdad.

    Para Luz el que siente la fuerza de la verdad y el impulso de propagarla no hay ningún miramiento que lo detenga, la verdad es por naturaleza expansiva: una vez dado el impulso nada puede contenerla como la salida de un proyectil una vez desarrollada la fuerza de la pólvora.

    Luz y Caballero encuentra en la Educación la palanca impulsora de los cambios que debían operarse en la juventud proponiéndose de una forma suí generís la vinculación de tres sujetos, que laboran al unísono en el proceso de su realización.

    Muy interesante es su concepción inusual de la práctica y su vínculo con la teoría, que todavía causa asombro a muchos estudiosos del pensamiento filosófico cubano

    Analizamos que el método para Luz y Caballero no es sólo el medio para la adquisición de los conocimientos sino un catalizador para la activación social del hombre. El mismo método lleva intrínseca su proyección hacia la praxis.

    Se trata de la fundamentación de un método empirio-racionalista, conformado por la observación, la experimentación e inducción, y en última instancia la deducción, en el cual se tiene en cuentas los aspectos sensoriales, racionales, empíricos y teóricos.

    ley invariable de la razón humana: empezar por lo concreto para elevarse a lo abstracto; la práctica antes que la teoría, para después con el progreso de las ciencias ser fecundada de nuevo por la teoría" 1

    Esta tesis de Luz ha llamado la atención a muchos investigadores en el campo de la herencia filosófica cubana, quienes desentrañando tal enigma la han valorado:

    Partiendo de ella, Pablo Guadarrama, por ejemplo afirma que Luz

    no veía el sujeto del proceso del conocimiento como algo pasivo, sino que al tanto de las ideas de la filosofía clásica alemana, veía el significativo lado activo que constituía el sujeto. Alcanzó una visión definitiva dialéctica del proceso del conocimiento."2

    En correspondencia con ello, la investigadora alemana Birgit Gerstemberg valora que por supuesto…Este pensamiento interesantísimo no contiene el término práctica en el sentido del marxismo, sino que la explica como las leyes del mundo moral y que es de suma importancia para su ética y la teoría de la historia y más se acerca a la comprensión, que dentro de los procesos básicos de la sociedad están los fundamentos de la teoría (3 )

    Zaira Rodríguez completa la interpretación de este concepto:

    Luz no se limita a subrayar el punto de partida empírico del conocimiento, sino que acierta a comprender el papel de la práctica y de su interrelación con la teoría (…) Luz y Caballero considera que la teoría y la práctica deben ir unidas, ya que no sólo la práctica determina la teoría, sino, que a su vez las ideas influyen en las acciones 1

    En el Discurso Académico del 16 de Diciembre de 1861, para que el lector valore por sí mismo estos acercamientos de Luz a la relación teoría-práctica:

    La práctica en su más alta significación, no en el empirismo vulgar de algunos, sino en el profundo conocimiento científico del hombre y de la sociedad, constituye uno de sus principales elementos. La práctica, lo mismo que la teoría, vale poco por sí sola, pero ambas activamente unidas y armonizada pueden producir brillantes resultados2)

    Según Luz, recalcamos la unidad teoría-práctica conduce a brillantes resultados, no sólo dentro del conocimiento como obtención de la verdad sino en sus resultados finales obtenidos al participar en la solución de los problemas del organismo social.

    … no deberíamos decir- advierte Luz- que la teoría está en pugna con la práctica, sino más bien que es incompleta o falsa, sino abraza los hechos que debe comprender, o lo desfigura a su tamaño, pues la teoría no debe ser más que la expresión general o clave que a todos los hechos encadena. Pero no es posible que la razón descubra desde un principio, no ya los hechos todos, que esos se revelen a sí mismos, y les revelen las circunstancias, o les arranca el ingenio a la misma naturaleza, pero aún las relaciones de los hechos; luego hasta en sus mismas teorías ha de ser forzosamente progresiva. Con sobrado fundamento, pues, habló el que dijo que los hechos eran más preciosos cuando contradecían, que cuando confirmaban doctrinas recibidas, no siendo en rigor nuestras teorías más que unas aproximaciones al conocimiento real de las cosas. (el subrayado es nuestro HPS) 1

    Estas incursiones de Luz en el campo del conocimiento científico, están dirigidas a resaltar el valor que posee el basamento progresivo de la teoría como actividad teórico-cognoscitiva para penetrar en los hechos contradictorios y darle soluciones aproximadas que constituyen el fundamento la actividad humana práctica.

    Aquí se pueden destacar tres ideas importantes subrayados en la cita textual de Luz y Caballero que merecen un comentario analítico y después una reflexión general.

    Primero: Las teorías poseen un carácter sintético e integrador de los datos obtenidos de los datos obtenidos de los hechos, donde siempre actúa como elemento mediador de la práctica.

    Segundo: Las teorías poseen un carácter progresivo, en dependencia de la aproximación a del pensamiento a nuevas relaciones que son plasmadas en nuevas verdades.

    Tercero: Las teorías deben partir del análisis de los hechos contradictorios y no de ideas preconcebidas. Para de este modo signifiquen una aproximación a los hechos y por tanto a la práctica.

    En resumen, Luz destaca estos tres momentos importantes de la teoría y su relación con la realidad como instrumentos metodológicos en su lucha contra la especulación idealista del eclecticismo de francés liderado por Víctor Cousin que dándole preponderancia a la mezcolanza de ideas preestablecidas y presentándolas como "novedosas" pretendía instalarse en la mentalidad del naciente cubano. Si esta falsa Filosofía ganaba terreno en Cuba, se convertía en perfecta sierva de la política colonial.

    Luz durante toda su vida lleva consigo un objetivo oculto: concebir teóricamente las ideas de tal forma que conduzcan progresivamente a las acciones.

    Es decir Luz se propone la creación de un sujeto activo de tipo especial, la juventud, descendientes de los terratenientes criollos, dentro de los marcos de un país, que como el mismo expresara es la producción guarapo, el tabaco y el café es la actividad fundamental que permitirá ponerlo a la altura del desarrollo de Europa

    Este sujeto especial, no fue pospuesto directamente para la Revolución social que vendría seis años después de su muerte en 1868.

    Datos de los autores.

    Héctor Manuel Pupo Sintras

    Licenciado en Filosofía por la Facultad de Perfeccionamiento y Recalificación de Profesores de Filosofía del Instituto Superior Pedagógico de la Habana "Enrique José Varona" en 1980, Doctorado en Filosofía por el Instituto de Filosofía de la Academia de Ciencias de Cuba, en 1993 y Escuela de Idiomas Manuel Ascunce Domenech. 1981 a 1982. Es Profesor Auxiliar. Tiene 33 años de experiencia en la docencia, de ellos 25 en la Universidad de Holguín.

    Su investigación fundamental está dirigida al Pensamiento Socio-filosófico cubano del siglo XIX, especialmente a la Filosofía de José de la Luz y Caballero. Investiga además en el campo de la Lógica Dialéctica, la Dialéctica Materialista. Investiga y coordina el Proyecto de Formación y sociología de los valores.

    Ha realizado numerosos estudios en el área de la metodología de la investigación, valores, computación, Historia de la Filosofía, etc. Se destaca además por la impartición de cursos de postgrados en Diplomados, Maestrías y Especialidades en el Módulo de Lógica Investigativa y tiene un número importante de publicaciones. Ha recibido premios en eventos nacionales e internacionales.

    M.Sc. Bertha Alarcón Almenares

    Licenciada en Pedagogía y Psicología la Facultad de Pedagogía del Instituto Superior Pedagógico de la Habana "Enrique José Varona" en 1981, Maestría en Ciencias de la Educación Superior por la Cátedra "Manuel F. Grant" de la Universidad de Oriente en el 2000, y Escuela de Idiomas Manuel Ascunce Domenech. 1981 a 1982. Es Profesor Auxiliar. Tiene 25 años de experiencia en la docencia universitaria.

    Su investigación fundamental está dirigida a los Problemas actuales de la didáctica y a la Educación sexual en adolescentes y jóvenes. Investiga además en el campo de la formación de valores en la juventud.

    Ha realizado numerosos estudios en el área de la metodología de la investigación, valores, computación, Historia de la Pedagogía, etc. Se destaca además por la impartición de cursos de postgrados en Diplomados, Maestrías y Especialidades en el Módulo de Lógica Investigativa y tiene un número importante de publicaciones. Ha recibido premios en eventos nacionales e internacionales.

     

     

     

    Autor:

    Dr. C. Héctor Manuel Pupo Sintras

    M. Sc. Bertha Alarcón Almenares

    Docentes investigadores de la Universidad de Holguín. Cuba