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Unidades militares para la atencion y prevencion de emergencias en Colombia y en el mundo (página 3)


Partes: 1, 2, 3, 4, 5

En los 7 municipios de Arauca operan más de 150 bomberiles, y el de su capital creado hace 39 años registra 13 bomberos (sólo uno voluntario) y maquinaria para asistir en las emergencias inclusive más allá de la frontera, como sucedió hace dos años cuando ayudó a combatir un incendio en la población de Guasdualito en el Alto Apure, (Venezuela). Yopal creó su cuerpo de bomberos voluntarios hace 40 años, dispone de 3 máquinas extintoras de incendios y su baluarte es una de las mejores sedes bomberiles del país. Del grupo de los cinco departamentos de la región de Orionoquía, Vaupés no cuenta con cuerpo de bomberos y en Vichada los voluntarios acuden a atender emergencias en carros prestados. En la región los bomberos a duras penas combaten incendios forestales en Arauca y Vichada en donde hace dos años ocurrió un vendaval de gran proporción.

3.2.9. Región Pacífica

De los 174 municipios que integran esta región, los 38 del Cauca dependen de proyectos, los 30 de Chocó, incluida Quibdó no tienen organizados cuerpos de bomberos y en Nariño sólo el 10% tiene cuerpo de bomberos. El Valle del Cauca tiene conformado su cuerpo de bomberos en la mayoría de su territorio. Cali fue el primero en la región en fundarlo, hace 85 años, en Popayán 63 años y en Pasto 57 años. Los recursos recibidos por tasa bomberil en Popayán este año fueron de 700 millones de pesos, en Nariño $2.239 millones de las regalías y en el Valle los bomberiles tienen presupuestados siete mil millones de pesos para sus 42 municipios . En la región son particularmente vulnerables Popayán, por estar en zona de riesgo sísmico alto, Chocó por el gran número de viviendas de madera y Nariño por estar en su territorio el Complejo volcánico de Chiles y cerro negro. Los incendios forestales son frecuentes en Nariño, Valle del Cauca y en Popayán, en donde los bomberos consumen considerable dinero de su presupuesto en sofocar los cientos de incendios forestales.

Una muestra de cómo se ingenian los cuerpos de bomberos voluntarios en el país es Cumbal, Nariño, en donde fue integrado por 17 jóvenes menores de 20 años y financiado por ellos mismos.

3.2.10. Región Amazónica

La región amazónica tiene 658.000 habitantes y 20 municipios, distribuidos en cuatro departamentos. El Amazonas fundó su cuerpo de bomberos voluntarios hace 48 años y cuenta con 3 organizados para atender todo el departamento de 109.66 km2. Al comienzo del año fueron incorporados 40 nuevos bomberos. El resumen de los otros departamento es alarmante, en San José del Guaviare atienden 4 voluntarios que ostentan una máquina..varada. Este paraíso turístico carece de unidad de rescate para emergencias que pudieren ocurrir en uno de esos lugares. El 31 de diciembre vence el contrato por $103 millones entre la alcaldía de San José y los bomberiles. La sede de Miraflores fue consumida por el fuego este año. Este departamento ha sufrido devastadores incendios forestales. En Putumayo los cuerpos bomberiles de los 13 municipios continúan esperando más acción de los alcaldes y que las petroleras que allí funcionan suscriban convenios con ellos.

En Puerto Inírida, Guainía tampoco se ha conformado. Amazonas y Putumayo no han actualizado sus sistemas de riesgo.

3.2.11. Región Andina

Bogotá

La Comisión de Presupuesto en 2006 reveló que el Cuerpo Oficial de Bomberos del D.C. tiene un atraso de 50 años en su desarrollo.La capital de la República con una población cercana a los 8 millones de habitantes fundó su cuerpo oficial de bomberos hace 118 años. Actualmente cuenta con 361 bomberos, (otras cifras los calculan en 498), ubicados en 17 estaciones ( el Estado hace 25 años no construye una estación en Bogotá) y se movilizan en más de un centenar de máquinas. Maneja un presupuesto anual de 93.000 millones de pesos, encontrándose congelada una licitación por 8.400 millones de pesos para actualizar su equipo bomberil. Falta vincular centenares de bomberos y la construcción de más de 20 estaciones. En el presupuesto del 2015 a Bomberos le asignaron 5.000 millones de pesos. En el sitio donde funcionaba la Escuela de Bomberos de Bogotá fue levantado otro edificio para la entidad. Con el crecimiento vertical de la ciudad las máquinas de escaleras quedan cortas. Para el 2016 se prevé inaugurar un edificio de 66 pisos en el centro de Bogotá.

En la región andina el cuerpo de bomberos voluntarios de Manizales tiene 90 años de fundado, Armenia 87 años, Pereira 86 años, Ibagué 73 años,Neiva 64 años y Tunja 48 años. La situación bomberil no difiere de la del resto del país, en Boyacá de los 123 municipios del departamento 8 contabilizan este servicio; en Caldas de los 27 municipios, sólo Chinchiná y Riosucio disponen de buenos cuerpos de bomberos voluntarios; en Caquetá 12 de los 16 municipios tienen cuerpos de bomberos. En Florencia el cuerpo de bomberos carece de maquinaria; en Cundinamarca de sus 116 municipios, el 33% tienen funcionando cuerpo de bomberos, el 10% los constituyó pero no funciona y el 46% de los municipios fueron sancionados por el Consejo de Estado por no crearlos; en Huila de sus 37 municipios siete no tienen máquinas de bomberos, Neiva tiene cinco máquinas de bomberos en condiciones regulares y de modelos de más de 20 años, sólo hay una de modelo reciente. En Florencia el cuerpo de bomberos carece de maquinaria. La Ciudad Milagro cuenta con dos estaciones de bomberos y una moderna máquina extintora que costó $2 mil millones, ensamblada en Medellín con certificación Nfpa 1901.

En Pereira funcionan dos estaciones de bomberos y operan con maquinaría que data de hace 40 años; en Ibagué y los 47 municipios del Tolima, las emergencias se les salió de control hace tiempos, recientemente Ibagué fue condenado por el Consejo de Estado a pagar una indemnización por uno ocurrido en 1999. Respecto a recursos en Tunja los bomberos voluntarios se financian con el 5% del recaudo de industria y comercio, más de mil 200 millones de pesos; en Manizales la sobretasa bomberil se aplica al impuesto de Industria y Comercio de sólo 15 mil de los 114 mil predios; en Florencia en 2014 a los bomberos le asignaron 200 millones de pesos para su sostenimiento, presentando un déficit de 400 millones, en Cundinamarca a finales de 2012 el gobierno departamental anunció la creación de la sobretasa bomberil; en Pereira de la sobretasa del 5.5.% que se aprobó en 2010, se espera recaudar 15 mil millones de pesos en los próximos seis años para los bomberos. Por ahora los recursos para ellos fueron de $431 millones este año y en 2015 de $646 millones.

La cantidad de bomberos continúa siendo inferior a las necesidades de cada localidad, en Manizales 16 voluntarios coadyuvan la labor de los 54 oficiales; en Neiva están disponibles 27 bomberiles; en Ibagué operan 50 bomberos voluntarios que apoyan a 22 bomberos oficiales y hay un déficit de 29 bomberiles. Para su capacitación los aspirantes a bomberiles tienen en la región la Escuela de Bomberos de Tenjo, Cundinamarca y otra en Florencia, Caquetá donde operará la primera escuela de bomberos en el sur. En materia de inclusión destaca el municipio de Pacho, en Cundinamarca en donde la Teniente Clara Alicia Sierra es la única mujer comandante de un cuerpo de bomberos, y este el primer municipio en el departamento en fundar un cuerpo de bomberos voluntarios. Los departamentos de Boyacá, Cundinamarca, Huila y Tolima son catalogados en alerta roja por incendios forestales. El 5 de diciembre se celebra el día internacional del bombero.[9]

3.3. Cruz Roja y/o Media Luna Roja:

El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, comúnmente conocido como la Cruz Roja (Internacional) o la Media Luna Roja (Internacional), es un movimiento humanitario mundial de características particulares y única en su género, por su relación particular con base en convenios internacionales con los estados y organismos internacionales por un fin netamente humanitario. Está integrada por:2

  • Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

  • Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR).

  • 188 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.

Los componentes del Movimiento, aunque conservan su independencia en los límites del Estatuto del Movimiento, actúan siempre de conformidad con sus Principios Fundamentales y colaboran entre sí en el desempeño de sus tareas respectivas y para realizar su misión común.

Los componentes del Movimiento se reúnen con los Estados Partes en los Convenios de Ginebra del 27 de julio de 1929 o del 12 de agosto de 1949 en la Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (en adelante: la Conferencia Internacional).

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) siempre ha tenido un reconocido papel en el desarrollo y la promoción del Derecho Internacional Humanitario (DIH). Consciente de los retos que conlleva su pleno respeto, el CICR creó en 1996 un Servicio de Asesoramiento en Derecho Internacional Humanitario a fin de fortalecer su capacidad de prestar servicios a los Estados en esa materia abarcando medidas concretas y necesarias para la implementación de los Convenios de Ginebra y sus Protocolos adicionales, los diversos tratados sobre armas, el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y otros tratados pertinentes.

La Cruz Roja también es el emblema inicial del Movimiento. La cruz roja, junto con la media luna roja y el cristal rojo sobre fondo blanco, son emblemas humanitarios reconocidos oficialmente por casi la totalidad de países del mundo y su uso está enmarcado en el Derecho Internacional Humanitario, por lo que deben ser respetados en toda circunstancia, para que se puedan desarrollar las labores humanitarias en los desastres y conflictos armados.

3.3.1. Fundación:

Henry Dunant (Ginebra, Suiza, 8 de mayo de 1828 – 30 de octubre de 1910), mientras estaba dedicado a sus negocios en Argelia, viajó al norte de Italia muy cerca de Solferino (Italia), el mismo día en que allí se enfrentaban los ejércitos austriaco, francés y piamontés. Al anochecer, sobre el escenario de la Batalla de Solferino, el 24 de junio de 1859, yacían 40.000 hombres prácticamente abandonados a su suerte.

Dunant vio cómo morían los heridos sin asistencia y, ayudado por gente de los pueblos cercanos, se dedicó a socorrerlos: convenció a la población local para que atendiese a los heridos, sin fijarse en qué bando del conflicto estaban, usando el lema "Tutti fratelli" (Todos hermanos) acuñado por las mujeres de la cercana ciudad de Castiglione dello Stiviere (Provincia de Mantua).

Había quedado impresionado. Filántropo, formado y emprendedor, el recuerdo le llevó a concebir formas de paliar situaciones parecidas, y tres años después publicó sus reflexiones. En un libro llamado "Recuerdo de Solferino", Dunant plantea la idea germinal de lo que serán las futuras sociedades de la Cruz Roja. Escribió, textualmente "cuya finalidad será cuidar de los heridos en tiempo de guerra por medio de voluntarios entusiastas y dedicados, perfectamente calificados para su trabajo"

Desde un primer momento, Dunant concibió las sociedades como entes neutrales, dispuestos a prestar ayuda humanitaria a quien la necesitara, independientemente de su raza, nacionalidad o creencias. Su idea la recogieron cuatro miembros de la Sociedad Ginebrina de Utilidad Pública que, junto con él, impulsaron el proyecto hasta la constitución formal en 1863 del Comité Internacional de la Cruz Roja.

Un año después, el Comité Internacional de la Cruz Roja logró, con el apoyo del Gobierno Suizo, convocar a una conferencia diplomática en la que doce estados firmaron el Primer Convenio de Ginebra. En él se acordó:

  • 1. Proteger a los militares heridos en campaña.

  • 2. El carácter neutral y protección del personal sanitario y de los hospitales militares.

  • 3. La adopción del emblema de la Cruz Roja sobre fondo blanco como símbolo protector.

  • 4. El establecimiento de un comité permanente que se denominó "Comité Internacional de la Cruz Roja".

3.3.2. Los emblemas:

El uso de los emblemas, tanto la Cruz Roja como la Media Luna Roja, es definido por el Derecho Internacional Humanitario (DIH), tal y como se estipuló en las Convenciones de Ginebra de 1949.

3.3.2.1. Emblemas oficiales:

a. La Cruz Roja

El símbolo de la Cruz Roja sobre un fondo blanco fue adoptado oficialmente en la Primera Convención de Ginebra en 1864, pero el emblema ya fue decidido el 28 de octubre de 1863 en la Conferencia Internacional preparatoria de la Convención de Ginebra. El emblema inicialmente propuesto como distintivo internacional era "un brazal blanco en el brazo izquierdo" sin incluir ningún símbolo (la bandera blanca era y es universalmente utilizada como símbolo de alto el fuego), desconociéndose cómo se decidió finalmente añadirle una cruz roja.

La bandera de la Cruz Roja no debe confundirse con la Cruz de San Jorge, la cual está en la bandera de Inglaterra y de muchos otros lugares. Con el fin de evitar esta confusión, al símbolo protegido algunas veces se le refiere como la "Cruz Roja Griega"; este término es utilizado también por la ley de los Estados Unidos para describir a la Cruz Roja. La cruz roja de la Cruz de San Jorge se extiende hasta el borde de la bandera, mientras que la cruz de la Cruz Roja no lo hace.

El origen de la bandera de la Cruz Roja a menudo se vincula con la bandera de Suiza, que es con los colores opuestos de ella. En 1906, para poner fin al argumento de Turquía de que la bandera tuvo sus raíces en el cristianismo, se decidió oficialmente promover la idea de que la bandera de la Cruz Roja se había formado mediante la inversión de los colores federales de Suiza. Así, debido a las crecientes presiones de diversos países para reconocer distintos símbolos según las creencias religiosas y con el fin de desvincular definitivamente la cruz roja del cristianismo, se decide incluir el siguiente artículo en el I Convenio de Ginebra del 12 de agosto de 1949:

b. La Media Luna Roja:

El emblema de la Media Luna Roja fue utilizado por primera vez en el conflicto armado ruso-turco entre el Imperio Otomano y Rusia (1877-1878), debido a que el Imperio Otomano, aunque respetaba el símbolo de la Cruz Roja, consideraba que hería las susceptibilidades del soldado musulmán. El símbolo era oficialmente adoptado en 1929 y hasta el momento 33 estados Islámicos lo han reconocido.

c.El Cristal Rojo:

Existieron problemas en relación con los emblemas de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. En algunos conflictos se ha interpretado que estos símbolos poseen un significado religioso, lo que ha provocado una interpretación errónea de la naturaleza de la organización. El 8 de diciembre de 2005, en respuesta a la creciente presión para dar cabida a la Sociedad Magen David Adom de Israel como miembro del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, un nuevo emblema sin ninguna connotación religiosa, conocido como el Cristal Rojo, fue adoptado por una modificación de las convenciones de Ginebra conocidas como Protocolo III.

d. Emblemas no reconocidos:

La Estrella Roja de David: Durante más de 50 años, Israel pidió el reconocimiento de la Estrella de David Roja, argumentando que, dado que los emblemas cristianos y musulmanes fueron reconocidos, los emblemas judíos correspondientes deberían serlo también. Estos emblemas ha sido utilizados desde 1935 por la Sociedad Magen David Adom de Israel, la sociedad de primeros auxilios nacional de Israel, pero sigue sin ser reconocida por las Convenciones de Ginebra como un símbolo de protegido.

El Movimiento de la Cruz Roja y la Media Luna Roja repetidamente rechaza el requerimiento de Israel a lo largo de los años, indicando que el emblema de la Cruz Roja no representa el cristianismo, pues es el color inverso de la bandera suiza, y también que no habría fin al reclamo de los grupos religiosos o de otro tipo sobre el número de emblemas a reconocer.7 Se razonó que la proliferación de símbolos rojos podría repercutir en la intención original de los emblemas de la Cruz Roja, que iba a ser un emblema único para marcar los vehículos y los edificios protegidos por razones humanitarias.

La Estrella de David Roja no ha sido reconocida como un símbolo protegido fuera de Israel; en su lugar, utiliza los emblemas del Cristal Rojo con la Estrella de David Roja, con el fin de garantizar la protección de las operaciones internacionales. Dependiendo de las circunstancias, se puede colocar la Estrella de David Roja dentro del Cristal Rojo, o usar el Cristal Rojo solo.

3.3.3. Principios fundamentales:

El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja realiza su labor bajo siete principios fundamentales que rigen las actuaciones de esta organización, creando un vínculo de unión entre las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, el CICR y la FICR.

Los Principios Fundamentales garantizan la continuidad del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y su labor humanitaria.

  • Humanidad: El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, al que ha dado nacimiento la preocupación de prestar auxilio, sin discriminación, a todos los heridos en los campos de batalla, se esfuerza, bajo su aspecto internacional y nacional, en prevenir y aliviar el sufrimiento de los hombres en todas las circunstancias. Tiende a proteger la vida y la salud, así como a hacer respetar a la persona humana. Favorece la comprensión mutua, la amistad, la cooperación y una paz duradera entre todos los pueblos.

  • Imparcialidad: No hace ninguna distinción de nacionalidad, raza, religión, condición social ni credo político. Se dedica únicamente a socorrer a los individuos en proporción con los sufrimientos, remediando sus necesidades y dando prioridad a las más urgentes.

  • Neutralidad: Con el fin de conservar la confianza de todos, se abstiene de tomar parte en las hostilidades y, en todo tiempo, en las controversias de orden político, racial, religioso e ideológico.

  • Independencia: El Movimiento es independiente. Auxiliares de los poderes públicos en sus actividades humanitarias y sometidas a las leyes que rigen los países respectivos, las Sociedades Nacionales deben, sin embargo, conservar una autonomía que les permita actuar siempre de acuerdo con los principios del Movimiento.

  • Voluntariado: Es un movimiento de socorro voluntario y de carácter desinteresado.

  • Unidad: En cada país sólo puede existir una Sociedad de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja, que debe ser accesible a todos y extender su acción humanitaria a la totalidad del territorio.

  • Universalidad: El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, en cuyo seno todas las Sociedades tienen los mismos derechos y el deber de ayudarse mutuamente, es universal.

Cada Sociedad Nacional de la Cruz Roja, como auxiliar del estado en el ámbito humanitario tiene funciones acordes a las necesidades del país o responsabilidades que otorgan los estados y estas pueden ser:

3.3.4. Promoción de los principios fundamentales y valores humanitarios:

3.3.5. Intervención en casos de desastre:

  • Búsqueda y rescate.

  • Atención prehospitalaria.

  • Abastecimiento de agua.

  • Alojamiento temporal de personas necesitadas.

3.3.6. Preparación para desastres:

3.3.7. Mejora de los servicios de salud en la comunidad:

  • Donación de sangre.

  • Servicio de ambulancias.

  • Hospitales e instituciones de formación.

  • Servicios médico, Psicológico, odontológico y sexual.

  • Apoyo social y acompañamiento al adulto mayor, niños y en general a personas vulnerables.

Las personas que integran la Cruz Roja no reciben dinero como sueldo, pues son voluntarios (excepto técnicos, por ejemplo, un socorrista que trabaja todo el día en la playa). Trabajan para evitar el sufrimiento humano, y por el bienestar de todos.

Además, para evitar incidentes, ninguna persona que sea remunerada por su acción en Cruz Roja puede acceder a puestos políticos en la jerarquía de la institución.

3.4. Cruz Roja Colombiana:

La Cruz Roja Colombiana es una entidad privada sin ánimo de lucro, miembro del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja desde 1922. La misión de la entidad, acorde a los principios fundamentales de la Cruz Roja Internacional, consiste en prestar atención humanitaria a personas desprotegidas a causa de contingencias ocasionales, la protección de la vida, la salud y la integridad en tiempos de conflicto armado y otras situaciones de emergencia que se presente dentro del territorio de Colombia. En las últimas décadas la entidad ha prestado ayuda humanitaria dentro del marco del conflicto armado en Colombia específicamente para los casos de violación al Derecho Internacional Humanitario (DIH).

3.4.1. Historia:

La Sociedad Nacional de la Cruz Roja Colombiana fue fundada en 1915. Un 30 de julio en el teatro Colón de la ciudad de Bogotá, la idea de crearla fue concebida por el médico Hipólito Machado, miembro de la Academia Nacional de Medicina, secundado por un alumno y por el médico Adriano Perdomo. Esta surgió luego de su participación en el II Congreso Médico Nacional de Medellín, en enero de 1913 y se hizo posible con el patrocinio del empresario Santiago Samper y de los médicos José María Montoya y Nicolás Buendía.

Como antecedente, en 1899 algunos de ellos durante la Guerra de los Mil Días con ayuda de varios médicos y otras personas, organizaron un carreta con tracción animal que hizo las veces de ambulancia que hizo posible el prestar ayuda a los heridos durante este enfrentamiento bélico.3 Reconocida en 1916 por parte del gobierno de Colombia. Fue reconocida en 1922 por la Federación de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR).

Actualmente se rige por la Ley 852 de 2003, que reglamenta las actividades humanitarias de la Cruz Roja Colombiana y la Ley 875 de 2004 sobre el uso del emblema.

3.4.2. Misión:

La misión de la Cruz Roja Colombiana es acorde a los principios del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y media Luna Roja y consiste textualmente en:

..Prevenir y aliviar, el sufrimiento y la desprotección de las personas afectadas por contingencias, con imparcialidad, sin discriminación por nacionalidad, raza, sexo, religión, idioma, condición social u opinión política; la protección de la vida y la salud de las personas y su dignidad como seres humanos, en particular, en tiempo de conflicto armado y en emergencias; contribuir a la promoción de la salud, el bienestar social y la prevención de las enfermedades; promover y defender los Derechos Humanos, el Derecho Internacional Humanitario y los principios fundamentales del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

3.4.3. Conflicto armado en Colombia:

A raíz del conflicto armado en Colombia que se ha prolongado por lo menos 5 décadas, dentro de las cuales de han presentado numerosos casos de violación al Derecho Internacional Humanitario en contra de la población civil (solamente en 2008 se documentaron 800 casos), la Cruz Roja Colombiana ha desempeñado una labor de apoyo en la prevención y asistencia de las víctimas de violaciones del DIH. También ha realizado con éxito gestiones tendientes a aclarar y subsanar las circunstancias que ocasionaron los delitos.2

En los últimos años las violaciones al DIH han sido mediadas por el narcotráfico, los grupos guerrilleros las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y el Ejército de Colombia principalmente con los falsos positivos.

Según el informe del CICR para Colombia en 2009, las violaciones al DIH sobre las cuales la Cruz Roja Colombiana ha desplegado su acción humanitaria fueron las siguientes:

  • Desapariciones forzadas

  • Homicidios y ataques directos a personas protegidas por el DIH

  • Ocupaciones de bienes civiles privados o públicos

  • Casos de violencia sexual

  • Reclutamiento de niñas y niños

  • Casos de malos tratos físicos y/o psicológicos y amenazas

  • Casos de contaminación por armas que afectan la vida de una comunidad

  • Casos de desplazamiento forzado

Áreas de trabajo[editar]

  • Dirección del Socorro Nacional

  • Dirección Nacional de Salud

  • Movilización de Recursos

  • Lotería de la Cruz Roja Colombiana

  • Banco de sangre

  • Dirección Nacional de Doctrina y Protección

  • Dirección Nacional de Docencia

  • Voluntariado

  • Dirección de Cooperación y Desarrollo[10]

3.4. OTRAS ENTIDADES DE AYUDA HUMANITARIA Y EMERGENCIAS.

3.4.1. EL EJERCITO DE SALVACION

El Ejército de Salvación es una denominación del cristianismo protestante fundada en 1865 por el pastor Metodista William Booth y por su esposa Catherine Booth. Sin embargo, es mucho más conocido como organización no gubernamental de beneficencia social privada. Su Cuartel General Internacional se encuentra en el 101 de Queen Victoria Street, Londres, Inglaterra, desde donde se dirigen sus miles de unidades alrededor del mundo (es una organización centralizada con un solo general). Por su historia y presencia social es ampliamente conocido en naciones de habla inglesa donde suelen referirlo cariñosamente como "Sally Ann" (Canadá), "Sally Army" (Reino Unido y Nueva Zelanda), y "Salvos" (Estados Unidos y Australia).

3.4.1.1. Historia:

El Ejército de Salvación fue fundado por William Booth y Catherine Booth en julio de 1865 como un movimiento evangélico denominado Christian Revival Association (Asociación Cristiana de Avivamiento) que agrupó el trabajo voluntario de creyentes procedentes de varias denominaciones protestantes de la ciudad de Londres. Ellos sentían la necesidad de alcanzar con el mensaje del Evangelio de Jesucristo a los que consideraban menos conocedores del mismo, a los que estaban atrapados en los sectores más golpeados por la pobreza, el alcoholismo, el crimen, la desocupación, el hacinamiento y toda la inmensa variedad de males sociales que la Inglaterra de la Revolución industrial había concentrado en ciertos guetos de la ciudad. Por eso muy pronto la asociación cambió su nombre por el de East London Christian Mission (Misión Cristiana del Este de Londres) la misión en el área más deprimida de Londres. Sin embargo, tras extender su trabajo fuera del extremo este de la ciudad, el nombre debió reducirse solo a The Christian Mission (La Misión Cristiana).

En el The William Booth Memorial Training College, ubicado en Denmark Hill, Londres, se preperan los futuros oficiales del Ejército de Salvación para el Reino Unido.

Hacia 1875, entre los sectores proletarios de Londres prosperaban el lenguaje y las costumbres militares, a medida que el movimiento se nutría cada vez más de conversos de esa extracción, la estructura, la disciplina, como asimismo el lenguaje y las costumbres militares fueron influyendo cada vez más entre los seguidores de Booth y en él mismo, de ese modo, en 1878, el propio reverendo Booth proponía que "La Misión Cristiana es un Ejército de Salvación" la idea cautivó rápidamente a todos y decidieron adoptar el nombre de The Salvation Army (Ejército de Salvación) para seguidamente introducir en todos sus estatutos y normativas este tipo de organización, disciplina y vocabulario "al estilo, aunque no en imitación de una fuerza militar", como explicaba William Booth en el Congreso de 1904.

3.4.1.2. Expansión mundial

De acuerdo a la información que la propia institución entrega en su anuario estadístico.1

Mapa de la expansión mundial del Ejército de Salvación.

  • 1865 – Inglaterra

  • 1874 – Gales

  • 1879 – Isla de Jersey, Escocia

  • 1880 – Australia, Irlanda, Estados Unidos de América

  • 1881 – Francia

  • 1882 – Alderney, Canadá, Guernsey, India, Suecia, Suiza

  • 1883 – Isla de Man, Nueva Zelanda, Pakistán, Sudáfrica, Sri Lanka

  • 1884 – Santa Helena

  • 1886 – Alemania, Terranova

  • 1887 – Dinamarca, Italia, Jamaica, Holanda

  • 1888 – Noruega

  • 1889 – Bélgica, Finlandia

  • 1890 – Argentina, Uruguay

  • 1891 – Zimbabue, Zululandia

  • 1894 – Islas de Åland (hasta 1950), Hawái, Indonesia

  • 1895 – Gibraltar (hasta 1968), Guyana, Islandia, Japón

  • 1896 – Bermudas, Malta (hasta 1972)

  • 1898 – Alaska, Barbados

  • 1901 – Trinidad y Tobago

  • 1902 – Granada, Santa Lucía

  • 1903 – Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas

  • 1904 – Panamá

  • 1907 – Costa Rica

  • 1908 – Corea

  • 1909 – Chile

  • 1910 – Paraguay, Perú

  • 1913 – Rusia (hasta 1923)

  • 1915 – Belice, Birmania

  • 1916 – China (hasta 1951), Mozambique, San Cristóbal y Nieves

  • 1917 – Islas Vírgenes de los Estados Unidos

  • 1918 – Cuba

  • 1919 – Checoslovaquia (hasta 1950)

  • 1920 – Bolivia, Nigeria

  • 1921 – Kenia

  • 1922 – Brasil, Ghana, Zambia

  • 1923 – Letonia (hasta 1939)

  • 1924 – Islas Feroe, Hungría (hasta 1949)

  • 1926 – Surinam

  • 1927 – Austria, Estonia (hasta 1940), Curazao (hasta 1980)

  • 1930 – Hong Kong

  • 1931 – Bahamas, Uganda

  • 1933 – Guayana Francesa (hasta 1952), Tanzania, Yugoslavia (hasta 1948)

  • 1934 – Argelia (hasta 1970), Congo (Kinshasa), Manchuria (hasta 1945)

  • 1935 – Singapur

  • 1936 – Egipto (hasta 1949)

  • 1937 – Congo (Brazzaville), México, Filipinas

  • 1938 – Malasia

  • 1950 – Haití

  • 1956 – Papúa Nueva Guinea

  • 1960 – Suazilandia

  • 1962 – Puerto Rico

  • 1965 – Taiwán

  • 1967 – Malaui

  • 1969 – Lesoto

  • 1970 – Bangladés

  • 1971 – Portugal, España

  • 1972 – Venezuela

  • 1973 – Fiyi

  • 1976 – Guatemala

  • 1978 – Islas Canarias

  • 1980 – Guayana Francesa (reapertura)

  • 1985 – Angola, Colombia, Ecuador, Islas Marshall

  • 1986 – Tonga

  • 1988 – Liberia

  • 1989 – El Salvador, Tailandia (hasta 1993)

  • 1990 – República Checa (reapertura), Hungría (reapertura), Letonia (reapertura)

  • 1991 – Rusia (reapertura)

  • 1992 – Bielorrusia (hasta 1996), Somalia (hasta 1995)

  • 1993 – Georgia, Ucrania

  • 1994 – Guam, Estados Federados de Micronesia, Moldavia

  • 1995 – República Dominicana, Estonia (reapertura)

  • 1996 – Ruanda

  • 1997 – Botsuana

  • 1998 – Honduras

  • 1999 – Isla de San Martín

  • 2000 – Macao

  • 2004 – Lituania, Rumania

  • 2005 – Islas Malvinas, Polonia

  • 2007 – Burundi, Grecia

  • 2008 – Kuwait, Malí, Mongolia, Namibia (reapertura)

  • 2009 – Nepal

  • 2010 – Emiratos Árabes Unidos, Nicaragua, Sierra Leona

  • 2011 – Islas Salomón, Islas Turcas y Caicos, Togo

  • 2012 – Camboya, Groenlandia

  • 3.4.1.3. Organización y estadísticas

    El Ejército de Salvación trabaja en 126 países (independientes y no independientes) y proporciona servicios en muchos idiomas diferentes. Para propósitos administrativos, la organización se divide geográficamente en territorios, los cuales a su vez se subdividen en divisiones. Cada territorio reconoce un centro administrativo conocido como Jefatura Territorial (THQ por sus siglas en Inglés: Territorial Headquarters). Del mismo modo, cada División tiene una Jefatura Divisional (DHQ por Divisional Headquarters). Por ejemplo, Japón es un territorio, pero los Estados Unidos de América se subdividen en cuatro territorios: Este, Meridional, Central, y Occidental, mientras que en América del Sur, Bolivia, Chile, Ecuador y Perú forman parte de un mismo territorio. Cada uno de estos territorios es conducido por un Comandante Territorial que recibe instrucciones desde la Jefatura Internacional del Ejército de Salvación (IHQ por International Headquarters), en Londres.

    Tras la Iglesia Católica Romana y las Naciones Unidas, el Ejército de Salvación podría ser uno de los más grandes proveedores mundiales de ayuda social, con gastos estimados en 3.120 millones de dólares para el 2009 solo en los Estados Unidos de América,2 involucrando ayuda para más de 30 millones de personas. Además de centros comunitarios y de auxilio en desastres naturales, la organización trabaja en campos de refugiados, especialmente entre población desplazada en África.

    Su membresía incluye más de 26.000 oficiales remunerados, además de unos 100.000 empleados y aproximadamente 4,5 millones de voluntarios. Es conducido por el General André Cox, suizo que cumple el cargo desde el año 2013, tras ser electo por el Consejo Supremo del Ejército de Salvación.

    3.4.1.4. Misión y doctrinas

    a. Declaración de Misión:

    • El Ejército de Salvación, un movimiento internacional, es una parte evangélica de la Iglesia Cristiana Universal. Su mensaje está basado en la Biblia. Su ministerio es motivado por amor a Dios. Su misión es predicar el Evangelio de Cristo Jesús y tratar de cubrir las necesidades humanas en su nombre, sin discriminación alguna.

    b. Lemas:

    • "Sangre y Fuego": Refiriéndose a la sangre de Cristo que simbólicamente limpia de pecado y al fuego como símbolo de la acción del Espíritu Santo.

    • "Corazón a Dios, Mano al Hombre": Haciendo referencia a la acción social vinculada a la fe cristiana.

    • "Sopa, Jabón y Salvación": Enfatiza la necesidad de la misericordia junto con la evangelización.

    c. Ayuda humanitaria

    Los primeros operativos importantes de ayuda humanitaria ante desastres del Ejército de Salvación se produjeron en torno a las tragedias provocadas por el huracán de 1900 en Galveston, Texas, y el terremoto de 1906 en San Francisco, California. Las campañas nacionales de recolección de ayuda financiera y material rindieron enormes volúmenes (desconocidos para la época), permitiendo al Ejército de Salvación proporcionar ayuda efectiva y eficiente a millares. Cuando la General Evangeline Booth, ofreció la ayuda de los salvacionistas del mundo al presidente Woodrow Wilson durante la Primera Guerra Mundial, el empuje del trabajo social y de la ayuda humanitaria del Ejército de Salvación aumentó notoriamente.

    El Ejército de Salvación es una de las grandes agencias no gubernamentales de ayuda humanitaria ante desastres y está generalmente entre las primeras en llegar con ayuda después de alguna tragedia (natural o artificial). Ha trabajado para aliviar el sufrimiento y para ayudar a la reconstrucción de muchas vidas. Después del Terremoto del Océano Índico de 2004, sus integrantes llegaron inmediatamente a algunos de los peores sitios del desastre para ayudar a recuperar y a enterrar a los muertos. Luego cooperaron con la reconstrucción de casas y con la fabricación de nuevos botes para pescadores artesanales que perdieron su fuente de sustento. Del mismo modo ha actuado ante otros desastres en todo el mundo, prestando ayuda lo mejor que puede, en la medida de lo posible.[11]

    3.4.2. CÍRCULO NACIONAL DE AUXILIADORES TÉCNICOS, "CINAT"

    El CÍRCULO NACIONAL DE AUXILIADORES TÉCNICOS "CINAT", entidad cívica sin ánimo de lucro, fue fundada el 3 de Enero de 1995, con personería jurídica N°367 del 15 de agosto del mismo año, graduó su primera promoción el 9 de junio de 1996 en la Plaza de Bolívar de la ciudad de Bogotá, con la presencia del entonces Alcalde mayor de Bogotá Antanas Mockus Sivickas y otras personalidades distritales a más de 1.500 Auxiliadores Voluntarios con la misión de crear en los colombianos, una nueva Cultura sobre Gestión del Riesgo de Desastres. En 1996 recibió el Primer curso de Bomberos 1 e incendio forestales el La escuela de capacitación de Puente Aranda por los Bombero Oficiales de Bogotá, teniendo como resultado el apoyo desde 1996 a múltiples Incendios forestales en el país.  

    Desde entonces se han realizado diferentes labores de apoyo al Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, Debido a la participación efectiva y buena demostración Operativa, la institución recibió la condecoración, Orden Civil al merito "JOSE ACEVEDO Y GÓMEZ" en primer grado de cruz de oro, por el Concejo de Bogotá D.C.

    De igual manera la institución recibió condecoración por la Policía Nacional y la Cámara Júnior como reconocimiento al civismo realizado en el país.

     

    CINAT, ha desarrollado grandes procesos de capacitación a múltiples estudiantes de los diferentes colegios de Bogotá, fomentando en el alumnado la Prevención y reducción de sus propias vulnerabilidades pasando ya el registro de más de 35.000 estudiantes en estos 17 años de labor. Para CINAT su marco diferencial con las otras entidades de socorro, es no solo brindar un asistencialismo sino también por medio de la capacitación reducir la vulnerabilidad para que los riesgos sean menores y así evitar los desastres, es importante resaltar que este alumnado escolar no participan de las emergencias por ser menores de edad, solo lo realiza la brigada de adultos, conformada por Brigadistas de emergencias que se entrenaron como socorristas para la atención en especial de emergencias y desastres de gran magnitud, estos voluntarios pertenecen a entidades públicas y privadas tales como el Ministerio del Interior y de Justicia, Ministerio de Defensa, Ministerio de Protección Social, Ministerio de Comunicaciones, Ministerio de Educación, Ministerio de Transporte, Ministerio de Agricultura, DIAN, DANE, Gobernación de Cundinamarca, ESAP, Instituto Nacional de Salud, Procuraduría General de la Nación, Dansocial, INPEC Nacional, Transmilenio, Fiscalía General de la Nación, Banco de Bogotá, entre otros y se creó con ellos, el Programa de la Red Nacional CINAT Colombia, que pretende unificar las labores de primer respondiente entre las diferentes entidades del país para servir de apoyo en una eventual catástrofe.

    Entre las experiencias vividas se puede mencionar, los grandes incendios forestales en Bogotá en 1996, apoyo en seguridad y logística durante varios años en todas las ferias de exposición, en el recinto ferial de Corferias, la dirección de brigadas de socorro en el Terremoto del Eje Cafetero (Armenia), coordinando labores de búsqueda y rescate de sobrevivientes, soporte y cuidado de un alojamiento de Paso, con 68 damnificados en atención de urgencias, en esta labor se realizó el rescate del cuerpo del Comandante de Bomberos voluntarios el Capitán Álvaro Moreno y dos de sus hermanas; por otra parte uno de los acontecimientos que marco historia fue la participación y rescate de la única sobreviviente después de 15 horas del atentado Terrorista de el Club el Nogal en Bogotá, el Ct. John Alexander Galindo Vega como Director Operativo de CINAT, con el apoyo de sus socorristas rescataron a la niña de 12 años de edad María Camila García Mugno, encontrarse sepultada por los escombros de dicho Club.

    El Círculo Nacional de Auxiliadores técnicos "CINAT" se encuentra hoy representada en Bogotá como su dirección Nacional, Bojacá para Cundinamarca, Pitalito y Garzón por el Huila, Medellín para Antioquia, Cali para el Valle del Cauca, Barranquilla para el Atlántico, Cúcuta para Norte de Santander, Bucaramanga para Santander, Armenia para el Quindío y Manizales para Caldas, continuando la expansión nacional en el presente año, por esta labor, la institución CINAT, en varias ciudades, organizaciones del estado y privadas, la han catalogado como la nueva Institución Nacional de socorrismo para Colombia, acompañando en su labor humanitaria a la Cruz Roja Colombiana, Defensa Civil Colombiana, Sistema Nacional de Bomberos.

    La institución ha desarrollado diferentes simulacros de evacuación y capacitación a múltiples Ministerios como el del ministerio del Interior y de Justicia, Ministerio de Educación, Ministerio de Comunicaciones en Bogotá (y territoriales), Ministerio de Defensa, Organizaciones Solidarias y entidades privadas como Corferias.

    CINAT participó en la construcción del SISTEMA NACIONAL DEL VOLUNTARIADO DE COLOMBIA, con la Ley 720 de 2001 y su Decreto reglamentario 4290 de 2005, siendo parte activa del Consejo Nacional del Voluntariado y por votación democrática, quedó en el comité coordinador del Sistema Nacional de Voluntariado.

    Sus labores en el voluntariado se han visto reflejadas en la participación del Comité Técnico, 204 Gestión en el Sector Solidario, creando con la participación de otras organizaciones la Primer Guía Técnica Colombiana GTC 193, del Modelo de Gestión Para Organizaciones de Acción Voluntaria (Aprobada por ICONTEC ). Dicha Guía fue presentada para Consulta Pública a las diferentes entidades en todo el país para su aprobación.

    Con el Unidad Administrativa Especial de Organizaciones Solidarias, se dio inicio en Bogotá un trabajo para coordinar y organizar en cada una de las 20 localidades de Bogotá, las mesas de trabajo del voluntariado Distrital, enseñando la Ley 720 y su reglamentación 4290 de 2005 e identificando por CINAT, con trabajo administrativo y de campo, un total de 5550 organizaciones sin ánimo de lucro con acción voluntaria, preparándolos para afrontar cualquier emergencia en Bogotá.

    Por Convenio con Organizaciones Solidarias, CINAT ha quedado encargado de la gestión operativa de los voluntarios en momentos de calamidades, entidades estas que no hacen parte del Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres.

    Realizó la matriz para la conformación del Sistema Nacional de Voluntariado, apoyando las acciones de Organizaciones Solidarias,, como ente regulador de acuerdo a la ley.

    CINAT ha participado de la Comisión Nacional Asesora de Educación del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres de Colombia.

     Como gran aporte para el país el pasado 19 de Mayo de 2009, el Círculo Nacional de auxiliadores Técnicos Creó el Primer Centro de Investigación para la Prevención y Atención de Desastres, Emergencias y Gestión del Riesgo de Colombia, CIPADEGER, quienes bajo la Dirección en el Comité de Expertos, el Doctor Eduardo José González Angulo, ex director del SNPAD, pretenden recibir todos los grupos de investigación del país que tengan participación en dicho tema, para el fomento y desarrollo del País.

    Actualmente CINAT y CIPADEGER son invitados a participar como exponentes y jurados del II Congreso Científico Nacional. Sobre gestión y administración de Desastres, Mérida – Venezuela.  

    La institución es integrante del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, de acuerdo al Ley 1523 del 24 de abril de 2012 de la Presidencia de La República, en el "CAPÍTULO. II Estructura: Organización, Dirección y Coordinación del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres Artículo 8°. Integrantes del Sistema Nacional. Son integrantes del sistema nacional:

     "… 2. Entidades privadas con ánimo y sin ánimo de lucro. Por su intervención en el desarrollo a través de sus actividades económicas, sociales y ambientales."  

    CINAT junto con 8 entidades se reúnen para fundar el COLEGIO PROFESIONAL COLOMBIANO DE ATENCIÓN PREHOSPITALARIA "CAPH", quien pretende mejorar y respaldar el sector pre-hospitalario en el país.[12]

    Trabajo conjunto de entidades cívico-militares para la atención y prevención de emergencias

    En la actualidad no podemos disgregar los entes civico de los gobernamentales, entre los cuales estan los militares y policiales, para la atencion y prevencion de emergencias dento o fuera del territorio nacional.

    Cada uno se prepara de diferentes maneras para un solo fin, salvaguardar la vida y bienes de los colombianos tal como lo estipula la conscitucion de 1991.

    Cada Institucion cuenta con una historia la cual debe contarse, saber de sus inicios y de su filosofia, de quienes fueron sus precursores y creadores y por ello en este trabajo se cuenta con detalle el surgimiento de cada actividad e institucion.

    4.1. EL PAPEL PROTAGÓNICO DE LOS PREPARATIVOS PARA DESASTRES.

    Las sociedades, al igual que los seres humanos, aprenden de sus propios errores y experiencias. Los países de América Latina y el Caribe, después de los desastres naturales que experimentaron en los años setenta, se convencieron de que la clave de una respuesta coordinada consistía en evolucionar de la improvisación hacia la preparación sistematizada. Esta necesidad, evidente después de catástrofes como los terremotos del Perú (1970), Nicaragua (1972) y Guatemala (1976), y los huracanes David y Frederick (1979), impulsó la gran cantidad de actividades de preparación en los países de la Región durante los años ochenta.

    4.1. LA FASE CENTRALIZADA: LOS ORGANISMOS DE SOCORRO SE FORTALECEN.

    Años atrás se consideraba que el campo de la respuesta ante desastres era del dominio exclusivo de profesionales y expertos dedicados a esta tarea. Las agencias especializadas en el socorro organizaban simulaciones, capacitaban a su propio personal, y mantenían bodegas de suministros de emergencia tales como tiendas, frazadas y medicinas. Frecuentemente estas actividades se llevaban a cabo al margen de otros organismos y sectores, y de la comunidad en última instancia, y este aislamiento les impedía desarrollar una visión del papel que debían desempeñar en los preparativos para desastres. En consecuencia, cerca de la segunda mitad de la década de los setenta, no existía el ambiente propicio para la inclusión del tema de los preparativos para desastres en sectores como el de la salud o el de los sistemas de agua potable. Una reacción típica ante este planteamiento era la de considerar los desastres como responsabilidad exclusiva de los militares, la Defensa Civil, los bomberos o la Cruz Roja. El terremoto de Guatemala fue una experiencia dramáticamente ilustrativa del abismo existente, tanto en tiempos normales como en situaciones de emergencia, entre los organismos de socorro y las instituciones a cargo de la salud y del abastecimiento de agua, ya que evidenció la necesidad de que cada uno de estos actores expandiera sus servicios fuera de los núcleos urbanos hacia las provincias y zonas rurales. La mayoría de los sistemas de defensa civil ampliaron su cobertura mediante la creación de comités locales. Sin embargo, la dependencia de una estructura centralizada mostraba como una de sus debilidades principales el mantenimiento del orden público y la seguridad en caso de emergencia. Aunque los comités locales pretendían incorporar la participación comunitaria, en la realidad conservaban un estilo vertical y centralista que dificultaba la incorporación de los principales protagonistas, que eran los miembros de la comunidad expuesta al riesgo.

    4.2. AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE FIJAN UNA POLÍTICA REGIONAL SOBRE ASISTENCIA INTERNACIONAL DE SOCORRO SANITARIO.

    El balance entre la necesidad de un país afectado por un desastre de recibir una respuesta internacional inmediata, y la pertinencia de las donaciones para resolver las necesidades reales, es delicado. Desastre tras desastre, abundan las anécdotas sobre cajas de suministros inútiles, comida perecedera o suministros médicos con instrucciones en idiomas extranjeros. Todas estas cosas competían por espacio y la pronta atención de las autoridades a cargo de la emergencia.

    El terremoto de México de septiembre de 1985 aún ocupaba los titulares de los noticieros cuando, escasos dos meses después, se presentó la erupción volcánica del Nevado del Ruiz en Colombia. A raíz de estos eventos traumáticos, los representantes de alto nivel de los gobiernos de las Américas se reunieron en San José, Costa Rica, en marzo de 1986, para ajustar la asistencia sanitaria internacional a las necesidades reales de las comunidades afectadas. Las recomendaciones que emanaron de esta reunión, aprobadas unánimemente por los participantes, se convirtieron en política formal regional de la OPS, al ser ratificadas por los Ministros de Salud de América Latina y el Caribe en la XXXII Reunión del Consejo Directivo de la OPS, en 1987.

    En resumen, esta política, a la cual todos los países de la Región se han comprometido a adherirse estipula que:

    • los donantes consultarán con las autoridades de salud de un país afectado o con los organismos apropiados antes de dar asistencia;

    • los países afectados asignarán máxima prioridad a la evaluación de necesidades de salud y comunicarán esa información a la mayor brevedad a la comunidad de donantes;

    • en vista de que muchos países de la Región son tanto receptores como proveedores de socorro internacional, se establecerán políticas firmes en lo que concierne a la aceptación de suministros no solicitados o inadecuados.

    4.3. LEGISLACIÓN PARA EL MANEJO DE DESASTRES EN LOS PAÍSES ANDINOS.

    La legislación aplicable al manejo de desastres en los países andinos se remonta a los años treinta y cuarenta, cuando la responsabilidad del manejo de accidentes, calamidades y epidemias se asignaba a entidades especializadas de socorro, como la Cruz Roja en Colombia o la Junta Nacional de Socorros en Venezuela en 1943.

    A partir de los años sesenta, se establecieron sistemas de defensa civil en Colombia (1965), Venezuela (1971), Perú (1972), Chile (1974), y Ecuador (1983). Hacia el final de los años ochenta se comenzaron a incorporar nuevos elementos a los sistemas normativos para el manejo de desastres, para regular y coordinar la participación del sector salud con otros sectores.

    En Colombia, por ejemplo, se creó por ley el Sistema Nacional para la Prevención y Atención de los Desastres (SNPAD), encargado de definir las responsabilidades de los organismos públicos, privados y comunitarios.

    En 1989 se emitió en el Ecuador el reglamento general del Comité Nacional de Salud para Emergencias (CONASE).

    En el Perú, en 1992 se crea el Consejo Consultivo del Sistema Nacional de Defensa Civil.

    El marco legal que rige el manejo de los desastres se modifica según las necesidades que surgen en los diversos países. Por ejemplo, como resultado de la tragedia del Nevado del Ruiz en Colombia, se establecieron fondos de emergencia para brindar crédito a los damnificados y exoneraciones de impuestos para la importación de maquinarias y equipos.

    En el Ecuador se creó, dentro del Ministerio de Bienestar Social, la Dirección Nacional de Protección contra Incendios, para garantizar la ejecución de leyes relacionadas con el tema. En el Perú se estableció en 1989 el Programa de Emergencia por Sequía, encargado de canalizar los fondos externos obtenidos por el gobierno mediante cooperación técnica. En Venezuela, en 1990 se estableció la Comisión Presidencial Permanente para la elaboración y ejecución del plan de contingencias para el control de inundaciones en la Costa Oriental del Lago Maracaibo.

    4.4. VECINOS EN RIESGO

    Chile y Perú. Son altamente vulnerables a terremotos por estar ubicados en el llamado Cinturón de Fuego. Ambos países enfrentan el reto de preparar a las comunidades fronterizas para afrontar desastres con ayuda local, mientras se obtiene el apoyo de sus respectivas capitales. Las ciudades fronterizas de Tacna, en Perú, y Arica, en Chile, contaban con planes de emergencia, aunque ninguna de las organizaciones centrales para emergencias de los respectivos países coordinó su desarollo.

    Finalmente, en 1993 se formalizó un acuerdo de cooperación fronteriza, que incluye la capacitación conjunta del perso-nal de salud, la creación de almacenes de equipo para desastres, el establecimiento de un centro coordinador de socorro en zonas fronterizas y la adopción de medidas comunes para reducir la vulnerabilidad de las seis localidades involucradas. Este acuerdo operativo es un ejemplo de organización descentralizada para el manejo de desastres en cada país.

    Colombia y Ecuador. Comparten riesgos de origen volcánico, sísmico, tsunamigénico e hidrometeorológico. Los volcanes Imbabura, Mojanda y Cachimbiro en Ecuador; Cumbal, Azufral y Galeras en Colombia y el Chile-Cerro Negro en la propia frontera podrían producir daños a ambos países en caso de erupción.

    En abril de 1990 los Ministerios de Relaciones Exteriores de ambos países firmaron un acuerdo para coordinar actividades y efectuar estudios conjuntos en las zonas fronterizas para identificar amenazas de origen natural. En caso de desastre, cada país pondrá a disposición del otro sus redes de monitoreo, comunicación y alerta, equipos de atención de emergencias e infraestructura básica de salud.

    4.5. EL ROL DE LA DEFENSA EN EL MANEJO DE DESASTRES NATURALES:

    EL CASO DE CHILE, MÉXICO Y ESPAÑA

    El tratamiento de los desastres naturales como una "nueva amenaza" a la seguridad del Estado, sitúa en perspectiva la inquietud respecto a cuál será la modalidad operativa para emplear los medios de la defensa nacional ante la ocurrencia de fenómenos de este tipo, considerando que Chile es un país susceptible de ser afectado por eventos catastróficos con gran poder de devastación.

    Para determinar lo anterior, se analizan en perspectiva comparada los casos de Chile, México y España con el objeto de establecer las principales similitudes, diferencias y eventualmente ámbitos de perfeccionamiento para el caso chileno. Palabras clave: Desastres naturales, defensa,estudio de casos.

    4.5.1. Hacia una visión moderna de seguridad:

    Ante una relación que cada vez se asume con mayor fuerza y que por cierto parece apuntar hacia la construcción y consolidación de instancias de cooperación en distintos niveles, resulta relevante establecer como punto de partida para este análisis una noción amplia y fl exible de la seguridad, que permita superar la concepción clásica en la medida que los elementos centrales de su matriz de análisis parecen del todo insufi cientes para abordar una realidad de creciente complejidad desde la perspectiva de los riesgos y amenazas que hoy afectan a los Estados.

    No cabe la menor duda que el fin de la Guerra Fría y la expansión de la globalización produce una serie de cambios que impactan directamente sobre la noción de seguridad, incorporando nuevas variables y dimensiones que superan

    las amenazas clásicas de orientación militar y estado-céntrica. Como es lógico, tal cambio en el orden internacional generó una nueva tensión desde la perspectiva teórica, en relación a la necesidad de estructurar un concepto de seguridad menos realista y con mayor capacidad de incorporar aquello que los teóricos vinculados fundamentalmente a la Escuela de Copenhague denominaron "nuevas amenazas". Tal es el caso del terrorismo, el narcotráfico, las migraciones masivas, la pobreza, la crisis medioambiental, los desastres humanitarios y, últimamente, los desastres naturales. Por consiguiente, y como resultado de este proceso de reestructuración teórica, se produce una expansión desde una noción clásica centrada en las amenazas de carácter militar, a una nueva orientación que reconoce los problemas que se producen en los distintos planos sobre los cuales se sustenta el desarrollo y sobrevivencia del Estado y sobre todo de las personas; y cuya ocurrencia está asociada a efectos nocivos sobre la seguridad de los Estados.

    Son estos cambios de orientación teórica motivados por el surgimiento de unuevo orden internacional, en el cual surge en el hemisferio americano la noción de "enfoque multidimensional", adoptado y defi nido en la Conferencia Especial de Seguridad, efectuada en México en el año 2003.

    En el caso de Chile, en general, ha persistido durante largos años una tradición que tiende a observar los problemas de seguridad a partir de un enfoque de carácter clásico y restringido, cuya aplicación tuvo su auge durante la Guerra Fría, y que dadas las particularidades de tal contexto, teóricamente tiene una fuerte influencia de la corriente realista, relevando el análisis de los asuntos de seguridad a variables tales como: el territorio como factor de poder, las amenazas externas, la política exterior, los intereses nacionales y la capacidad militar.

    En este sentido, de acuerdo a las particularidades de los contextos estratégicos que prevalecen después de la Guerra Fría y sobre todo después de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, queda expuesta la insuficiencia de este enfoque para abordar los temas de seguridad del Estado en el siglo XXI, en la medida que no reconoce más actores que el propio Estado, que no recoge la influencia de la globalización, tampoco los problemas actuales que, sin ser de naturaleza exclusivamente militar, pueden interferir en el logro de los objetivos nacionales y que sobre todo acota la relación entre amenazas y medios disponibles, casi de forma exclusiva al instrumento militar produciéndose una militarización de la noción de seguridad.

    Luego, la preeminencia de esta tradición cuyo desarrollo se ha construido desde el ámbito de la defensa, ha producido una suerte de distorsión teórico- conceptual que tiende a igualar los conceptos de seguridad y defensa que, si bien están estrechamente vinculados, son claramente distintos. Por el contrario, existen otras apreciaciones que recogiendo las características del actual escenario estratégico, que como se ha señalado antes, en general está determinado por la irrupción de amenazas no convencionales, es aplicado por las potencias globales como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Francia, e igualmente por potencias medianas como Australia y España, y cuyo principal atributo está dado por el empleo de una noción extendida de la seguridad del Estado, la cual se asocia a una condición ideal esperada que se vincula al desarrollo integral del Estado, incluyendo los ámbitos económico, social, medioambiental, diplomático, industrial, militar, etc.

    Los medios de la defensa y los desastres naturales de acuerdo a las visiones de seguridad Tal como ya se insinuó en el párrafo anterior, desde el punto de vista conceptual, es evidente que existen diferencias en torno de la apreciación de la seguridad en el caso chileno y mexicano, respecto de España cuyas principales definiciones son expuestas en la Estrategia Española de Seguridad; donde por lo demás, se reconoce a los desastres naturales como un riesgo a la seguridad del Estado dado sus impactos tanto sobre la vida humana como la capacidad productiva de España. No obstante, tales definiciones son expuestas con claras infl uencias provenientes tanto de la NATO como de la Unión Europea (en adelante UE) y donde las principales expresiones están plasmadas en la "Política Común de Seguridad y Defensa" de la Unión Europea.

    Es evidente que en el caso español se ha adoptado la posición europea sobre la seguridad (comprehensive approach), y que en general apunta a la "combinación, armonización e integración de todos los instrumentos del poder nacional e internacional, militar y no militar, con el fin de asegurar la coherencia en la acción del Estado a la hora de las crisis que puedan surgir".

    Adicionalmente hay que destacar que en el plano de la UE, donde España es un miembro activo, se destacan otros rasgos distintivos de la noción de seguridad, tales como la preeminencia de percepciones compartidas de amenazas y riesgos –lo que no necesariamente aplica para el caso latinoamericano– los esfuerzos colectivos para la generación de seguridad, la creciente complementación entre las capacidades civiles y militares para el desarrollo de operaciones complejas y, en el último tiempo, la tendencia a la eliminación de las barreras que separan la seguridad externa de la interna en la lógica de "Homeland Security". Luego en el ámbito de los desastres naturales en el contexto de la UE, España y los demás miembros se integran en función de la cláusula de solidaridad del Tratado de Lisboa que obliga a estos a prestar asistencia.

    Para los casos de Chile y México, se destacan como principales referentes en esta materia, la noción de seguridad expuesta en dos declaraciones suscritas por los Estados miembros de la OEA. Tales documentos orientadores son la "Declaración de Bridgetown: Enfoque multidimensional de la Seguridad Hemisférica" celebrada en Barbados en junio de 2002 y la "Declaración sobre Seguridad de las Américas", celebrada en México en octubre del año 2003.

    En el caso de la "Declaración de Bridgetown defi ne un marco general en cuanto a la naturaleza de las amenazas post-Guerra Fría que afectan la seguridad hemisférica: "Muchas de las nuevas amenazas, preocupaciones y otros desafíos a la seguridad hemisférica son de naturaleza transnacional y pueden requerir una cooperación hemisférica adecuada… estas nuevas amenazas, preocupaciones y otros desafíos son problemas intersectoriales que requieren respuestas de aspectos múltiples por parte de distintas organizaciones nacionales, todas actuando de forma apropiada conforme a las normas y principios democráticos". Por consiguiente, los Estados miembros acordaron que "La seguridad en el hemisferio abarca aspectos políticos, económicos, sociales, de salud y ambientales", luego en el ámbito de la respuesta se acordó que: "los Estados miembros deben tratar de fortalecer y, cuando corresponda, desarrollar mecanismos apropiados y pertinentes para profundizar la cooperación y coordinación a fin de abordar de manera más focalizada las nuevas amenazas, preocupaciones y otros desafíos multidimensionales a la seguridad hemisférica". De ahí la irrupción de una nueva concepción de seguridad para el hemisferio el cual, por cierto, a pesar de haber sido acordado, aún genera ciertas reticencias. Es en este contexto que surge la noción de "Seguridad Multidimensional".

    4.5.2. Los medios de la defensa y los desastres naturales en Chile, España y México:

    La relación entre los medios de la defensa y los desastres naturales representa un tema de creciente interés internacional, en la medida que la disposición de estos medios ha adquirido una importancia vital para generar repuesta inmediata a estos eventos catastrófi cos que no necesariamente pueden ser advertidos y que, al mismo tiempo, tienen la capacidad de generar una daño severo sobre las capacidades del Estado. Al respecto cabe preguntarse ¿cuáles son atributos que concurren en los medios de la defensa que permiten comprender la importancia asignada? La respuesta está fundamentalmente en su capacidad de responder en cortos periodos de tiempo, de movilizarse hacia cualquier punto del territorio nacional y la posibilidad de desplegar un volumen significativo de recursos humanos y materiales que son esenciales para prestar apoyo humanitario y recuperar de la infraestructura dañada. En ese sentido, Boria-Cruz (2008) señala que hay siete virtudes que, desde la perspectiva del manejo de emergencias, explican el creciente interés por su empleo. Al respecto, destaca que los medios de la defensa son de fácil despliegue dado que están distribuidos en todo el territorio nacional y, por consiguiente, son cercanas a cualquier lugar de desastre dentro del territorio; tienen medios de comunicación fi jos y móviles que están en funcionamiento permanente; además, poseen autonomía para desplazarse con medios propios por vía terrestre, aérea y marítima; poseen medios de gran relevancia para paliar los efectos de los desastres (puentes, botes, etc.); poseen servicios de sanidad dispuestos para ser desplegados rápidamente; poseen una gran capacidad de planeamiento como parte de sus tareas habituales y poseen capacidad de trabajo en equipo.

    En concordancia con tal tendencia, Chile, México y España han integrado los medios de la defensa a las capacidades con las cuales cuentan los Sistemas Nacionales de Protección Civil (en adelante SNPC) a objeto de ser empleados principalmente en labores humanitarias tanto en la etapa de respuesta como de recuperación a la crisis. Pero de igual forma la defensa está integrada a nivel de planifi cación y toma de decisiones mediante su participación en las instancias destinadas para tal efecto, como son la Comisión Nacional de Protección Civil, en el caso de México y España, y en el Comité Nacional de Protección Civil en el caso de Chile.

    En el caso de México, el sistema de emergencia está indicado en la Ley General de Protección Civil aprobada en junio de 2012 y donde en su art. nº 27 se establece una vinculación directa de la defensa con el SNPC a nivel de planifi cación y toma de decisiones mediante la participación de la Secretaría de Defensa Nacional y Secretaría de Marina en el Consejo Nacional de Protección Civil (máxima instancia de coordinación del SNPC). Mientras que en el nivel operativo, de acuerdo al art. nº 21 se establece la vinculación de las FAS con el auxilio a la población civil afectada por algún desastre natural. En este nivel la vinculación se produce nuevamente desde la Secretaría de Defensa Nacional y la Secretaría de Marina, las que instruyen a las FAS la aplicación de los planes de auxilio a la población civil. Tales planes corresponden al Plan DN-III-E llevado a cabo por el Ejército y Fuerza Aérea y el Plan Marina ejecutado por la Marina mexicana.

    Mientras que en el caso de España, la posición de la Defensa en torno a la SNPC está defi nida en la Ley n° 2/1985 que la vincula a nivel de planifi cación y toma de decisiones, la cual se materializa con la participación del Ministro de Defensa en el Consejo Nacional de Protección Civil. Luego, en el nivel operativo, de acuerdo a lo indicado en el art. nº 2 de dicha normativa, las FAS están incluidas en los medios de respuesta disponible para ser empleados en casos de desastres naturales, con el condicionante que tal decisión se debejustifi car en la medida que las circunstancias lo hagan necesario y de acuerdo al conducto regular correspondiente.

    En Chile, la estructura del SNPC está dado por el Decreto N°156, que aprueba el Plan Nacional de Protección Civil. Allí se constata la misma tendencia observada en el caso de México y España en cuanto a que existe una vinculación entre el SNPC y la Defensa a nivel de planifi cación, toma de decisiones y respuesta. En cuanto al nivel de planifi cación y toma de decisiones, existe una vinculación que se materializa mediante la participación de los representantes de las FAS en los Comités de Protección Civil, los cuales se constituyen a nivel nacional, regional, provincial y comunal. Mientras que a nivel de respuesta la vinculación se produce a través de los Comités de Operaciones de Emergencia, los cuales también se constituyen en cada uno de los niveles político-administrativos del país.

    En cuanto a los roles asignados a las FAS en la gestión de las crisis por desastres naturales, es relevante destacar que en las experiencias abordadas, se han ido institucionalizando en los respectivos marcos regulatorios, puntual mente en los casos de España y México, donde el rol de protección civil ante situaciones de emergencia, ha sido incluido en las misiones conferidas en las respectivas leyes orgánicas constitucionales de las FAS de esos países. No así en el caso de Chile, donde si bien está previsto el uso de los medios de la Defensa, las consideraciones normativas provienen de las leyes aplicables al SNPC propiamente tal, sin que existan especifi caciones en la legislación que directamente se aplica a las Fuerzas Armadas. No obstante, en los tres casos se advierte que en términos generales la vinculación entre los medios de la defensa y los desastres naturales está consagrada en las leyes que definen la estructura y funcionamiento de los respectivos SNPC. Tal es el caso de la Ley 2/1985 de Protección Civil en España, la Ley General de Protección Civil en México y el Plan Nacional de Protección Civil en Chile. No obstante, en los tres casos se advierte que, en términos generales, la vinculación entre los medios de la Defensa y los desastres naturales está consagrada en las leyes que definen la estructura y funcionamiento de los respectivos SNPC. Tal es el caso de Ley 2/1985 de Protección Civil en España, la Ley General de Protección Civil en México y el Plan Nacional de Protección Civil en Chile.

    En cuanto a la organización de los medios de la Defensa en casos de crisis por desastre natural, para concurrir en el rol de apoyo del SNPC, en España y México han optado por el empleo de unidades especializadas de carácter conjunta, de reacción rápida y con autonomía de medios. Tal es el caso de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en el caso español y la Fuerza de Apoyo en Casos de Desastres (FACD) en México. Por el contrario, en el caso de Chile se aplica la asignación de los medios de acuerdo a la contingencia según la localización, tipo de desastre y objetivo defi nido por el SNPC. No obstante, hay que destacar que las unidades especializadas dispuestas en el caso español y mexicano, no son la única instancia prevista, dado que está incluida la posibilidad que ante una crisis que sobrepasa las capacidades de tales unidades, se puede proceder al empleo generalizado de los medios disponibles. Consideración que implícitamente también está incluida en el caso chileno.

    En lo que respecta a cómo se desarrollan las relaciones institucionales para movilizar los medios de la Defensa en casos de desastre natural, en general los tres casos de estudio se desenvuelven de manera similar. Tanto en el caso de Chile como de México y España, los medios de la Defensa son requeridos en el contexto del SNPC desde los órganos estatales encargados de la gestión de la emergencia, a los respectivos ministerios del Interior respecto de los cuales dependen jerárquicamente. Luego son los jefes de estas carteras quienes plantean formalmente el requerimiento de los medios de la Defensa a los ministros de Defensa (mando orgánico de las FAS), quienes fi nalmente instruyen a los Jefes de Estado Mayor (mando operativo) la movilización de los medios de la Defensa que se hayan estimado conveniente a objeto de concurrir a prestar apoyo ante una emergencia determinada. Medios que, como ya se ha indicado antes, pueden concurrir tanto en la modalidad de unidades militares especializadas en emergencias, como es el caso de España y México, como a partir de la asignación de medios de acuerdo a las características del desastre, como es el caso chileno.

    Sin embargo, hay que puntualizar que existen algunas diferencias en el caso mexicano, por cuanto en ese país existen dos mecanismos distintos de movilización de los medios de la defensa. Por un lado, opera la movilización de los medios del Ejército y Fuerza Aérea por instrucción de la Secretaría de Defensa Nacional (mando orgánico) a los mandos territoriales (mandos orgánicos), dependiendo de la ubicación geográfi ca de la emergencia. Y por otro, el sistema contempla la movilización de los medios de la Marina en el marco de un proceso que involucra la Secretaría de Marina, el Estado Mayor General y el alto mando institucional.

    También hay que destacar que tanto en Chile, como México y España se aplica una mirada internacional sobre el empleo de los medios de la Defensa y los desastres naturales, en el sentido que la movilización de medios militares en tareas de ayuda humanitaria se ha valorado como una instancia de cooperación internacional. No obstante, los contextos en los cuales se propicia tal vinculación tienden a ser distintos. En el caso de España, tal cooperación se desarrolla en el contexto europeo con un fuerte énfasis en la articulación de los medios civiles y militares a nivel multinacional ante situaciones de emergencia generadas por el hombre, en clara referencia a la amenaza terrorista. Mientras que en el caso de México, la cooperación se desarrolla en el plano bilateral, siempre y cuando el estado afectado por un determinado desastre solicite tal apoyo. Se destaca la colaboración de los medios mexicanos en la zona centroamericana afectada fundamentalmente por huracanes. Luego, Chile, desde la experiencia del terremoto del 27 de febrero de 2010, ha estado avanzando en el plano de la cooperación internacional en esta materia, tal como lo demuestra el ejercicio conjuntocombinado "solidaridad" desarrollado recientemente en Mendoza.

    En los tres casos de estudio existe un reconocimiento institucional de los desastres naturales como amenazas o riesgo no convencional a la seguridad de la población y por ende del Estado. Luego, en ese contexto, se constata que en los tres casos se incluye el empleo de los medios de la defensa para la respuesta ante situaciones de desastres naturales. Por cierto tal labor se desarrolla en el contexto de los Sistemas Nacionales de Protección Civil que cada Estado se ha dado y donde el rol asignado a tales medios es fundamentalmente de apoyo.

    De igual forma se destaca que en los tres casos hay una adhesión a las orientaciones que se han defi nido en esta materia en instancias internacionales de infl uencia regional, como es el caso de la Unión Europea y NATO respecto de España y la Organización de Estados Americanos (OEA) respecto de México y Chile, que adicionalmente también adhiere a las defi niciones hechas en esta materia en la UNASUR.

    Sin embargo, a pesar de tal adhesión a las definiciones internacionales, en el plano local se considera que aún persisten desafíos en torno a la institucionalización del rol de los medios de la defensa en casos de crisis asociadas a desastres naturales en Chile. El mayor desarrollo normativo constatado en el caso mexicano y español, deja expuesta tal defi ciencia. De igual manera, se observa con especial atención la opción mexicana y española en cuanto a organizar sus medios a partir de unidades especializadas como instancia de primera respuesta. Como es el caso de la Unidad Militar de Emergencias en España y la Fuerza de Apoyo en Casos de Desastres en México. Tal interés se explica en la medida que la implementación de este tipo de unidades permite que los medios restantes, con los cuales cuenta la defensa, mantengan su orientación hacia las amenazas convencionales.

    Finalmente, en cuanto al desarrollo teórico, de las tres experiencias analizadas se destaca el caso español a partir de su "enfoque integral", noción que aún está en proceso de maduración y que al mismo tiempo está vinculado a los avances que se están produciendo en Canadá, Reino Unido y Estados Unidos por mencionar algunos. Luego el valor de la experiencia española está dado por los esfuerzos de traspasar el desarrollo teórico en materia de seguridad al plano institucional, ya sea mediante el perfeccionamiento del marco regulatorio como el rediseño del sistema e instituciones vinculadas a la protección civil, incluida la defensa. Ello se refleja en las definiciones expuestas en su Política de Defensa y Estrategia de Seguridad.

    Por su parte Chile de acuerdo a la experiencia generada en el terremoto del 27 de febrero de 2010, si bien existe consenso en torno de la importancia de los medios de la defensa para la respuesta y recuperación en caso de desastre, la discusión parece apuntar fundamentalmente a los roles y límites institucionales defi nidos para el empleo de tales medios en el contexto de operaciones internas. Al menos así parece haber quedado en evidencia en la discusión pública generada a partir del concepto de "seguridad ampliada" expuesto en el borrador de "Estrategia Nacional de Seguridad y Defensa" (ENSyD).

    Siempre en el plano de los desafíos que se abren para Chile en esta materia, se afirma que en el futuro Sistema Nacional de Protección Civil que actualmente está en discusión en la Cámara de Diputados, parece apuntar a la conformación de un "sistema integrado" que articule las diversas capacidades con las cuales cuenta el Estado –incluida las militares– lo cual parece del todo positivo. No obstante, aún falta avanzar de forma sustancial en la aplicación operativa de la lógica integral.

    En este sentido, se destacan los desafíos que se propician para el caso chileno en cuanto a la articulación del sistema a partir de una multiplicidad de actores con objetivos, culturas y procedimientos diversos e incluso competitivos. Igualmente los desafíos se hacen extensivos al ámbito del entrenamiento con el propósito de generar capital humano civil-militar sufi ciente y adecuado para este tipo de tareas. De acuerdo a la experiencia proporcionada por crisis anteriores, queda de manifi esto la necesidad de avanzar hacia el desarrollo de lenguajes comunes o compatibles que faciliten la coordinación y comunicación en operaciones de este tipo.

    4.5.3. ¿Cuál es la tarea de las fuerzas armadas en tiempos de paz?

    La Conferencia de Ejércitos Americanos (CEA) La CEA fue creada en 1960 por iniciativa de EE.UU., como contrapartida al Pacto de Varsovia, el acuerdo militar de los países comunistas del Bloque del Este.

    En la actualidad se ha transformado en un espacio de debate e intercambio de experiencias entre los países del continente americano.

    Los miembros de la Conferencia de Ejércitos Americanos (CEA) culminaron en octubre de 2009 en la capital Argentina su 28ª cumbre, en la que buscaron ampliar su cooperación en tareas de ayuda humanitaria.

    Del encuentro en Buenos Aires en octube de 2009, participaron los jefes de los ejércitos de Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, El Salvador, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.

    En esa oportunidad cinco países que forman parte de la CEA, entre ellos Venezuela, no participaron de esta reunión.

    Ése fue el eje del encuentro que mantuvieron en Buenos Aires los comandantes de los ejércitos de 15 países del continente americano.

    El jefe del Ejército argentino, Luis Pozzi -presidente de CEA y anfitrión del evento-, destacó el lugar de las fuerzas armadas fuera del campo de batalla.

    "Los ejércitos americanos tienen un rol en la construcción de la paz", afirmó.

    En ese sentido, el militar resaltó el importante papel que juegan las fuerzas armadas para ayudar en casos de desastre natural y para mantener la paz en zonas en conflicto.

    Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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