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Unidades militares para la atencion y prevencion de emergencias en Colombia y en el mundo (página 4)


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Otra área que se debatió tuvo que ver con el cuidado del medio ambiente, en particular la defensa de los recursos naturales cuya escasez podría provocar conflictos futuros.

De lo que no se habló durante el encuentro fue de cuestiones políticas.[13]

4.5.4.Gestión de Riesgo de Desastres: el Rol Clave de las Fuerzas Armadas:

Cuando se habla de la gestión del riesgo de desastres, especialmente, pero no únicamente, los derivados de fenómenos naturales, se suele pensar en sismólogos y vulcanólogos, meteorólogos e hidrólogos, ingenieros civiles, médicos y enfermeras, especialistas en ayuda humanitaria y en defensa civil, bomberos y rescatistas, urbanistas, etc., También en los diferentes niveles de gobierno (para bien o a menudo, desgraciadamente, para mal). Pero muchas veces no se piensa en las Fuerzas Armadas, y si sucede, es de manera muy insuficiente y poco concreta.

Con frecuencia he notado al respecto un gran desconocimiento, pero también, cuando se tiene cierto conocimiento por cultura general y por interés en las noticias internacionales, una gran dificultad en entenderlo plenamente. Existe a menudo algo que podría considerarse como una forma de "resistencia mental". Eso puede llevar a gruesos errores de enfoque, con consecuencias que pueden ser graves.

Sin ser exhaustivos, es necesario recordar que hay aspectos de la gestión de riesgo de desastres que en la práctica son imposibles de manejar bien sin las Fuerzas Armadas.

4.5.5. La fase de la Respuesta inmediata: algunos hechos significativos:

Los que pasamos de los 50 años podemos recordar que los primeros en llegar trayendo ayuda en varias zonas del Callejón de Huaylas en Peru, cuando se produjo el terrible sismo del 31 de mayo de 1970, fueron miembros de las Fuerzas Armadas. Es una buena ilustración

Sería bueno recordar lo que puede suceder cuando no se asocia suficientemente temprano a las Fuerzas Armadas en la respuesta a "desastres naturales" de gran magnitud, e incluso de magnitud algo menor:

Un caso muy célebre fue el huracán Katrina en los EE.UU. en 2005; la situación de caos y caída en el desorden a la que se llegó, ante la impotencia de la Policía, solo pudo ser resuelta cuando el Gobierno de dicho país hizo intervenir con mayor fuerza a las Fuerzas Armadas, más específicamente la Guardia Nacional, que llegó a desplegar 58 mil hombres y cuya actuación fue especialmente reconocida después; la importancia de asociar más a las Fuerzas Armadas en la "planificación de la respuesta" fue una de las mayores lecciones aprendidas de la catástrofe, como lo reconoció el mismo Presidente G.W.Bush. En Chile, luego del terremoto y tsunami del 2010 hubo numerosas críticas al Gobierno por no haber llamado suficientemente pronto a las Fuerzas Armadas a las zonas cercanas del epicentro, pues se produjeron saqueos e incidentes que se hubieran podido evitar o controlar más rápidamente.

A la inversa, cuando se produjo el gigantesco sismo con tsunami del 26 de diciembre de 2004 en el Océano Índico, que golpeó de manera especialmente catastrófica a la provincia indonesia de Aceh, en el norte de Sumatra, se vio a las Fuerzas Armadas nacionales, que ya se encontraban presentes en razón del conflicto separatista que entonces aquejaba a dicha provincia, jugar un rol de respuesta a la catástrofe y de ayuda inmediata que fue muy apreciado y revirtió en gran parte una imagen sobre todo represora. El liderazgo personal del Presidente Susilo Bambang Yudhoyono, un General en retiro, y del vice-presidente Yusuf Kalla en este giro tuvieron un rol clave. Al punto de que ello contribuyó a facilitar el sub-siguiente proceso de paz que puso fin a dicho conflicto. Cabe además anotar que en mayo 2009, es decir en apenas más de 4 años de existencia, el ente de reconstrucción, el BRR, que además tuvo que enfrentar a otro gran sismo 3 meses después en la zona cercana de Nias, pudo cerrar sus operaciones con éxito, y es un ejemplo de coordinación  de esfuerzos nacionales, privados, y de la cooperación multilateral y bilateral, que merece estudiarse.

4.5.6. El campo específico de la continuidad operativa:

Recordarán tal vez que en el post de abril 2013 sobre el riesgo empresarial y los "desastres naturales" mencionaba la importancia de los planes de continuidad de negocios (que no se limitan a situaciones de desastres) para hacerles frente. En el caso del Estado es mejor hablar de continuidad operativa (algunos dicen: administrativa), pues la primera expresión corresponde a actividades empresariales. La Ley 29664 del 2011 con la cual Peru crea el SINAGERD, menciona la importancia clave de la reanudación de los servicios básicos (agua, electricidad, telecomunicaciones…) en caso de desastre, lo que también es una referencia a la continuidad operativa.

Es necesaria, en la práctica una condición previa, una buena gestión de la continuidad operativa para que las entidades del Estado así como aquellas que brindan servicios básicos puedan seguir operando y "hacer lo que tienen que hacer" en la fase de respuesta inmediata a un desastre (y más tarde en las fases de rehabilitación y reconstrucción). Algunos utilizan la expresión "planes de contingencia" pero esta es excesivamente simplificadora para la complejidad real del tema.

Pues bien, en la práctica, en caso de desastres de gran magnitud, se puede tener los mejores planes, pero estos pueden volverse muy difíciles de implementar, hasta la imposibilidad material, sin el concurso inmediato y masivo de las Fuerzas Armadas. Sencillamente porque rápidamente el caos y la disrupción del orden público son tales, que la Policía ve sus capacidades ampliamente rebasadas, y eso puede durar varios días, incluyendo a bandas delincuenciales que se apoderan de zonas enteras. Traten de imaginarse al personal de emergencia de entidades públicas y de empresas de servicios básicos tratando de cumplir con sus misiones en esas condiciones de alto peligro para su seguridad. Sin coordinaciones ya bien establecidas con las Fuerzas Armadas, sería iluso pensar que es posible trabajar en condiciones razonablemente seguras, sobre todo en ciudades grandes, más difíciles de controlar. Y lo mismo le puede pasar a las empresas privadas en general: sin el control de la situación de seguridad por las FF.AA., sus planes de continuidad de negocios pueden quedar inoperativos por un buen tiempo.

En realidad, prepararse para un sismo de gran magnitud en zonas densamente pobladas debería ser visto como la preparación para una guerra. Y más aún en países con serias deficiencias institucionales y estándares constructivos reales poco convincentes.

4.5.7. La importancia de tener una doctrina clara en este tema:

Para ello no basta una afirmación en un texto de ley, ello se manifiesta a través de diferentes documentos más detallados y prácticas.

Muchos países tienen una doctrina clara, aun cuando ésta pueda conocer algunas evoluciones a la luz de la experiencia. Sencillamente porque parten de unas realidades muy concretas:

  • Las Fuerzas Armadas son las más entrenadas para operar en situaciones de caos continuo, sin parar (las 24 horas del día, los 7 días de la semana) como son los primeros días de un gran desastre, que en eso se asemejan mucho a un frente de batalla; además la destrucción luego de una gran catástrofe es muy cercana a la de un bombardeo masivo, que puede renovarse (en caso de grandes réplicas)

  • Son las que más aptitudes  tienen para reaccionar rápido y adaptarse, por ese mismo entrenamiento

  • En general disponen de equipos indispensables, como helicópteros y aviones de transporte, así como de embarcaciones de mayores dimensiones que pueden acceder por mar (o río, según los casos).

Como casos de reconocimiento expreso y práctico de este rol, podría citar ala India y a Bangladesh, que son a menudo azotados por lluvias torrenciales y grandes inundaciones. También podría citar, para mencionar a países desarrollados, a Canadá, que tiene una clara doctrina a pesar de tener Fuerzas Armadas relativamente pequeñas, adaptada justamente a este hecho y a la inmensidad de su territorio. Y también Australia, que dispone del ACMC (Australian Civil-Military Centre), que justamente está encargado de desarrollar el campo de la cooperación civil-militar en diferentes temas, como las misiones de mantenimiento de la paz en el exterior (donde Australia es muy activa), y la gestión del riesgo de desastres.

Y también está el caso francés, con el rol de la Gendarmería Nacional, que es una fuerza militarizada que depende a la vez del Ministerio de Defensa y del Ministerio del Interior, permite un fuerte control del territorio, y que es un actor clave en el "dispositivo ORSEC", que se activa principalmente en caso de desastres (también para grandes accidentes). Es conocida en la escena internacional por el GIGN, grupo de acción de élite que ha efectuado rescates en condiciones extremas (secuestro de aviones, por ejemplo). El dispositivo francés, que incluye a autoridades representantes del Gobierno Central con poderes muy extensos, los "prefectos", y a las "zonas de defensa y seguridad" que a la vez se articulan con las regiones militares, merecería ser mejor conocido acá, por tratarse también de un Estado unitario, con un proceso de descentralización, como el Perú. 

En muchos casos, el rol de las Fuerzas Armadas no se limita a la Respuesta. También están en la Preparación. E incluso en partes de la Rehabilitación (remoción de escombros, colocación de puentes Bailey, etc.). 

En el Perú, se menciona, por supuesto, a las Fuerzas Armadas en la Ley 29664. Y en general sus miembros "la tienen muy clara" en cuanto al rol esencial que pueden jugar en la gestión de riesgo de desastres. El Presidente de la República lo menciona a menudo. El reforzamiento en curso de los medios navales con los buques multi-propósito que se construyen con asistencia técnica coreana forma parte de esta lógica. Pero no es el caso de la gran mayoría de los civiles, incluso los del sector público, salvo algunos interesados por las problemáticas de la defensa y seguridad nacional: en general sólo se dan cuenta cuando se produce un gran desastre. Esta realidad contrasta con la de numerosos países, donde la población ve a sus FF.AA. en ese rol con naturalidad.

La lógica de la articulación civil-militar en materia de gestión de riesgo de desastres debería ser mucho más institucionalizada en la práctica y más difundida entre la población, con una mejor planificación y preparación, en vez de tener que improvisar en el momento del desastre. Y es absolutamente indispensable, en un país sujeto a desastres naturales de gran magnitud, que las Fuerzas Armadas, que además deben asumir la Defensa y Seguridad Nacional con desafíos no sólo externos, pero también internos, dispongan de las capacidades operativas suficientes para ello, tanto en recursos humanos como materiales.[14]

Unidades militares para la atención de emergencias en el mundo

5.1. Cuerpos de Bomberos Militares (Brasil)

Los Cuerpos de Bomberos Militares son organizaciones cuya principal misión consiste en la ejecución de actividades de defensa civil, prevención y combate a incendios, búsquedas, salvamentos y socorros públicos en el ámbito de sus respectivas Unidades de Federación. Desde 1915 son considerados Fuerza Auxiliar y Reserva del Ejército Brasileño, e integran el Sistema de Seguridad Pública y Defensa Social del Brasil. Sus integrantes, así como los miembros de las Policías Militares, son denominados militares de los Estados por la Constitución Federal de 1988.

Cada Estado tiene su propio Cuerpo de Bomberos Militar (en portugués: Corpo de Bombeiros Militar – CBM), con diferentes estructuras, reglamentos y uniformes.

5.1.1. Histórica

En el Brasil, la primera organización de bomberos fue creada por el Emperador D.Pedro II en 1856. En el inicio ella no poseía carácter militar, y fue solamente en 1880 que sus integrantes pasaron a ser clasificados dentro de una jerarquía militarizada. Debido las afinidades culturales y lingüísticas con la Francia, la organización pasó a adoptar como modelo los Sapeurs-pompiers de París; los cuales eran clasificados como Arma de Ingeniería Militar, y organizados para servir como pontoneros o zapadores cuando necesario.

Con la Proclamación de la República, los Estados que poseían mejores condiciones financieras pasaron a constituir sus propios Cuerpos de Bomberos. Al contrario del Cuerpo de Bomberos de la Capital Federal, que desde el inicio fuera concebido con completa autonomía, esas organizaciones fueron creadas dentro de la estructura de las Fuerzas Armadas de los Estados, antigua denominación de las actuales Policías Militares.

En 1915 la legislación federal pasó a permitir que las fuerzas militarizadas de los Estados fuesen incorporadas al Ejército Brasileño, en caso de movilización nacional. En 1917 la Brigada Policial y el Cuerpo de Bomberos de la Capital Federal se hicieron oficialmente Reservas del Ejército; condición esa a continuación extendida a los Estados. En ese periodo los Cuerpos de Bomberos, como integrantes de las Fuerzas Militares de los Estados, participaron de los principales conflictos armados que alcanzaron el país.

Esa condición fue alterada después de las Revoluciones de 1930 y de 1932; siendo impuesto por el Gobierno Federal la desmilitarización de los CBMs en 1934. Eso tenía el objetivo de disminuir el poder de las Fuerzas Militares de los Estados, las cuales amenazaban el equilibrio del poder en el país. Con el final de la Segunda Guerra Mundial, y la consecuente caída del Estado Nuevo, las fuerzas estatales volvieron al completo control de los Estados; pasándose a permitir la militarización de los CBMs, desde que estos fueran reincorporados a la Policías Militares.

En 1967 fue creada la Inspetoria General de las Policías Militares (en portugués: Inspetoria Geral das Polícias Militares – IGPM), subordinada al entonces Ministerio de la Guerra; la cual pasó a gestionar diversos cambios en las estructuras de las policías militares (y así pues en los Cuerpos de Bomberos), insertando estandarizaciones.

Con el fin del Gobierno Militar y la institución de una nueva Constitución en 1988, los Estados pasaron a disponer de autonomía para administrar sus fuerzas de seguridad de la manera que mejor les conviniera. La mayoría optó por desvincular los Cuerpos de Bomberos de las Policías Militares. El término "Militar" fue insertado en los años 1990 para diferenciar los Cuerpos de Bomberos Militares de las organizaciones de bomberos civiles y voluntarios.

5.1.2. Inspectoria General.

La Inspectoria General de las Policías Militares (en portugués: Inspetoria Geral das Policías Militares – IGPM) es un órgano de mando del Ejército Brasileño, responsable de la coordinación y supervisión de las policías y los bomberos militares de los Estados.

Su misión es:

  • El establecimiento de principios, directrices y normas para la aplicación eficaz de control y coordinación de las policías militares bajo el mando del ejército, a través de sus comandos militares regionales, regiones, y otros mandos militares más importantes;

  • El control de la organización, legislación, efectivo y equipamiento de las policías militares, tales como:

Armas, municiones, equipos de comunicaciones, productos químicos, equipamientos individuales y colectivos, vehículos, aeronaves y embarcaciones;

  • Estudios en colaboración con la justicia y las garantías de las policías militares, y el establecimiento de la movilización militar;

  • Coordinar y supervisar el cumplimiento de la legislación federal y estatal;

  • Llevar a cabo inspecciones regulares.[15]

5.2. Unidad Militar de Emergencias de España:

La Unidad Militar de Emergencias (UME) es un cuerpo integrante de las Fuerzas Armadas Españolas creado por acuerdo del Consejo de Ministros el 7 de octubre de 2005, presidido por José Luis Rodríguez Zapatero. Posteriormente, mediante el Real Decreto 416/2006, de 11 de abril, se establece su organización y despliegue y se implanta como una fuerza militar conjunta de carácter permanente dentro de las Fuerzas Armadas, con la finalidad de intervenir de forma rápida en cualquier lugar del territorio nacional español en casos de catástrofe, grave riesgo u otras necesidades públicas.

Al año siguiente, la Orden DEF/1766/2007, de 13 de junio, desarrolla el encuadramiento, organización y funcionamiento de la UME. También establece que la UME depende orgánicamente del ministro de Defensa, operativamente del Jefe de Estado Mayor de la Defensa y funcionalmente de los órganos superiores y directivos que su normativa específica determina.

Posteriormente, el Real Decreto 1097/2011, de 22 de julio, aprueba el Protocolo de Intervención de la Unidad Militar de Emergencias y establece que la intervención de la UME podrá ser ordenada cuando alguna de las siguientes situaciones de emergencia se produzca con carácter grave, independientemente de que se trate de una emergencia de interés nacional o no:

  • Las que tengan su origen en riesgos naturales, entre ellas inundaciones, avenidas, terremotos, deslizamientos de terreno, grandes nevadas y otros fenómenos meteorológicos adversos de gran magnitud.

  • Los incendios forestales.

  • Las derivadas de riesgos tecnológicos, y entre ellos el riesgo químico, el nuclear, el radiológico y el biológico.

  • Las que sean consecuencia de atentados terroristas o actos ilícitos y violentos, incluyendo aquéllos contra infraestructuras críticas, instalaciones peligrosas o con agentes nucleares, biológicos, radiológicos o químicos.

  • La contaminación del medio ambiente.

  • Cualquier otra que decida el presidente del Gobierno en nombre del Rey.

Las actuaciones de la UME ante alguna de estas situaciones se concretan en la planificación, el adiestramiento y la intervención. Sin embargo la UME no realiza tareas de prevención y sus efectivos actuarán siempre encuadrados en la unidad a la que pertenecen y dirigidos por sus cuadros de mando.

Los militares que forman la UME disponen de una preparación específica que radica principalmente en una formación sanitaria de emergencia; también son instruidos para la actuación frente a incendios forestales, inundaciones, grandes nevadas, derrumbes, riesgos tecnológicos, etc.

5.2.1. Organización

En diciembre de 2012, estaba previsto completar el 100% del personal de la UME: 5000 militares, hombres y mujeres, entre Oficiales, Suboficiales y Militares Profesionales de Tropa y Marinería.

La Unidad Militar de Emergencias está compuesta por:

  • Mando y Cuartel General (CG), donde se integran Oficiales de Enlace (OFEN) de otros organismos

  • Unidad del Cuartel General (UCG)

  • Agrupación de Medios Aéreos (43 Grupo de Fuerzas Aéreas y Batallón de helicópteros)

  • Cinco Batallones de Intervención en Emergencias (BIEM)

  • Dos destacamentos de Intervención en Emergencias Naturales

  • Regimiento de Apoyo a Emergencias (RAEM)

Cada uno de los cinco Batallones de Intervención en Emergencias (BIEM) está compuesto por dos compañías de intervención y una de ingenieros; el Regimiento de Apoyo a Emergencias (RAEM) está compuesto por cuatro compañías: apoyo, mantenimiento, transportes y abastecimientos.

5.2.2. Presupuesto :

El presupuesto de inversiones de la UME, para el primer trienio de 2006 hasta el año 2008, es de 735 millones de euros destinados principalmente a la creación de dicha unidad y a labores de extinción de incendios. La previsión para 2009 es destinar los fondos disponibles en material para afrontar las amenazas de tipo NRBQ -Nuclear, Radiológico, Bacteriológico y Químico. El coste anual de la Unidad Militar de Emergencias asciende a 150 millones de euros.

5.2.3. Miembro de la Unidad Militar de Emergencias.

La Unidad Militar de Emergencias está desplegada en siete bases por toda la geografía española, de forma que pueda responder a cualquier emergencia en un tiempo breve y con toda su efectividad.

Base Aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid)

  • Mando y Cuartel General

  • Unidad del Cuartel General (UCG)

  • Regimiento de Apoyo a Emergencias (RAEM)

  • Agrupación de Medios Aéreos

  • Batallón de intervención en emergencias (BIEM I)

Base Aérea de Morón (Sevilla)

  • Batallón de intervención en emergencias (BIEM II)

  • Destacamento de intervención en emergencias naturales (UIEN) Los Rodeos, San Cristóbal de La Laguna (Santa Cruz de Tenerife)

  • Destacamento de intervención en emergencias naturales (UIEN) Gando, Telde (Las Palmas).

Base de Bétera (Valencia)

  • Batallón de intervención en emergencias (BIEM III)

Base Aérea de Zaragoza (Zaragoza)

  • Batallón de intervención en emergencias (BIEM IV)

Base de San Andrés del Rabanedo (León)

  • Batallón de intervención en emergencias (BIEM V)

5.2.4. Medios

La siguiente lista de medios terrestres y aéreos, son los que están previstos dentro del plan de creación e implantación de la UME, por lo tanto su disponibilidad es paulatina.

Agrupación medios terrestres

  • Transporte de personal y material: 372

  • Telecomunicaciones: 39

  • Máquinas de Ingenieros: 53

  • Autobombas: 140

  • Embarcaciones: 21[16]

5.3. EL DISPOSITIVO ORSEC DE FRANCIA.

El dispositivo ORSEC reemplazado los planes de emergencia para la gestión de desastres a los medios obsoletos (CMD), desde la publicación de la modernización de la ley de seguridad pública del 13 de agosto de 2004 y sus tres decretos de aplicación de 13 de septiembre, 2005 : ORSEC (Nº 2005-1157) PPI (Nº 2005-1158) y PCS de copia de seguridad a nivel municipal (No. 2005-1156). El término ORSEC es el acrónimo de Security Response Organización Civile1, anteriormente organización de rescate. Es un sistema versátil de gestión de crisis (organización de rescate e identificación de los recursos públicos y privados que podrían aplicarse de desastres).

5.3.1. Evolución del dispositivo ORSEC

ORSEC los planes antiguos habían sido originalmente creado por Orden Ministerial de 5 de febrero de 1952.

El ORSEC Nacional fue abolida por la Ley Nº 2004-811 de 13 de agosto de 2004 sobre la modernización de la seguridad civil.

De manera más general, el artículo 27 de la Ley 2004 a 811 de 13 de agosto de 2004 sobre la modernización de la seguridad civil tiene financiación completamente reacondicionado para las operaciones de socorro: Servicio Departamental de Incendios y Salvamento (SDIS), común la prefectura (estado) en el lugar de la intervención, su tamaño y el origen de los refuerzos (extra departamental o zonal extra).

Por lo tanto coexisten después de esta ley:

Dispositivo ORSEC zonal (decidido por la Zona de Defensa Prefecto y seguridad).

Dispositivo ORSEC departamental (decidido por el prefecto del departamento)Dispositivo ORSEC marítima (decidido por el Prefecto Marítimo)Plan de copia de seguridad comunitaria (decidido por el alcalde de un municipio).Dispositivo ORSEC es una medida de policía administrativa en Francia.

5.3.2.Organismo:La implementación del plan permite la organización de rescate ORSEC bajo dirección única (DOS). Esta organización se inspira en la organización original en 1952 y se divide en cinco servicios adaptados a la naturaleza y magnitud del evento:    Primeros auxilios y rescate, proporcionada por el cuerpo de bomberos y Asociaciones de emergencia    Atención y asistencia médica, proporcionada por la agencia regional de salud y el servicio de asistencia médica de urgencia (SAMU)    La policía y la información proporcionada por la Policía Nacional y la Gendarmería Nacional    Conexiones y transmisiones, proporcionados por el Servicio Interdepartamental de Sistemas de Información y Comunicación (SIDSIC)    Transporte y Obras, asegurados por la Dirección Interdepartamental de Carreteras y el Consejo General de la transferencia de competencias en las carreteras.En términos más generales el prefecto debe asegurarse de alertar a las personas, gestionar la parte administrativa de un gran evento y garantizar la crisis post misión. Por lo tanto, trabaja con otros servicios, como la Dirección Regional de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda (DREAL), dirección regional o departamental de las finanzas públicas (DGFIP), el fiscal y las organizaciones no gubernamentales y asociaciones Seguridad Civil aprobó (ANP, ADPC, Protección Civil, Cruz Roja, LPO, emergencia-Telecom, ADRASEC etc.)Gestión de las operaciones de rescate (DOS) es proporcionada por el prefecto del departamento. Para su misión tiene la DQO y, posiblemente, el PCO, se recomienda por el comandante de las operaciones de socorro (COS), un oficial de bomberos:

Departamental Centro de Operaciones (COD) instalado en la prefectura y que depende del prefecto. Este nombre sustituye al nombre antiguo puesto de mando ahora fijo (PCF). Su composición es necesariamente multi servicios y adaptado a la naturaleza del evento.

Operational Command Station (PCO) instalado tan cerca del desastre y que depende de un subprefecto. El OSP no se activa de manera sistemática en caso de accidente.

Cuando el evento afecta a varios departamentos o al menos un departamento y el mar, la zona prefecto coordina las acciones de DOS (o prefectos prefecto marítimo). Pidió a los medios adicionales departamentales y también sirve de enlace con el centro operativo interministerial de gestión de crisis (COGIC, ex CODISC o EPOC) TSDMB encuentra en Asnières-sur-Seine (Hauts-de-Seine). La zona tiene un área prefecto de Personal (EMZ) y un centro de operaciones de zona (COZ).

De acuerdo con el Decreto N ° 2005-1157 del 13 de septiembre de 2005, sobre el plano ORSEC y llevados a la aplicación del artículo 14 de la Ley Nº 2004-811 de 13 de agosto de 2004 sobre la modernización de la seguridad civil: Plan ORSEC es parte de la sistema general de planificación de la defensa y la seguridad civil. Organiza la movilización, ejecución y coordinación de las acciones de todas persona pública y privada que contribuye a la protección general de la población.

El mecanismo operativo ORSEC constituir una organización global de la gestión de eventos se adapta a la naturaleza, magnitud y evolución del evento por su carácter progresivo y modular. Organiza el intercambio de información de las partes públicas y privadas para garantizar una vigilancia continua.Esta organización global incluye disposiciones generales que se ocupan de los elementos necesarios para la gestión de cualquier tipo de evento, complementada en su caso con las disposiciones específicas para hacer frente a las consecuencias previsibles de cada uno de los riesgos y las amenazas identificadas.5.3.3. ORSEC El dispositivo comprende:

  • a. Un inventario y análisis de los riesgos y los posibles efectos de cualquier tipo de amenaza a la seguridad de las personas, los bienes y el medio ambiente, identificado por todas las personas públicas y privadas;

  • b. Una reunión dispositivo operativo este análisis y organiza reacción continuación de las autoridades se enfrentan en el evento;

  • c. Los métodos de preparación y capacitación de todas las personas públicas y privadas en su misión de seguridad civil.

Se organiza en las disposiciones generales (DG) y disposiciones específicas (DS). DG forman el núcleo del plan, incluyendo la organización de gestión de crisis, la alerta, la retroalimentación de la información, los elementos de mapa de color rojo, etc. El DS forman una caja de herramientas que incorpora elementos específicos para riesgos especiales. Incorporan elementos de la vieja PSS y el IPP.

Cada persona pública o privada identificada en el dispositivo ORSEC:   aa. es capaz de llevar continuamente a cabo las tareas que se le asignen en este contexto por el prefecto del departamento, el prefecto zona o el prefecto marítimo;    bb. prepara su propia organización de gestión de eventos y proporciona una breve descripción de la representante del Estado;    cc. designará un interlocutor oficial del representante del Estado;    disposiciones internas precisas que le permitan en cualquier momento para recibir o transmitir una advertencia;    dd. indicará los medios y la información en su poder que puede ser útil en el contexto de la misión de la protección general de la población bajo el representante del Estado y de la misión específica a ella por este último.Región dispositivo ORSEC5.3.4. El dispositivo ORSEC zona es:

El apoyo adecuado y se graduó como el área de defensa y seguridad pueden aportar a ORSEC dispositivo operativo departamental cuando sus capacidades son insuficientes para la magnitud, intensidad, cinética o el alcance del evento;Las acciones de coordinación y apoyo adecuados y se graduó a los acontecimientos que afectan a la totalidad o parte del territorio de la zona de defensa y seguridad; intervención significa que el área se puede movilizar a un evento, de conformidad con el marco definido en el párrafo primero;    las relaciones transfronterizas en la movilización de alivio.5.3.4. Las disposiciones generales de área del sistema operativo ORSEC incluyen:Los términos de organización, movilización y operación del sistema de seguimiento y coordinación de las operaciones, y en particular las estructuras que vinculan con la defensa en zona Oficial General y la seguridad y los prefectos marítimos o individuos; síntesis de los dispositivos de vigilancia y monitoreo; la organización de los refuerzos en beneficio de uno o más departamentos de defensa y zona de seguridad o en otra área; identificar las formas en que la rareza o especificidad observancia haga irrelevante un inventario departamental; los acuerdos de coordinación de información cuando los impactos de este evento común en el mar y en tierra; la definición de la aplicación de los acuerdos internacionales de cooperación operativa transfronteriza.5.3.5. Dispositivo Marítima ORSEC:

Las disposiciones generales del sistema operativo ORSEC marítimo incluyen:Normas para la movilización y el funcionamiento del sistema de gestión de las operaciones; modos de acción aplicable a los principales eventos, incluidos los destinados a garantizar el alivio a muchas víctimas y la protección de la propiedad y el medio ambiente; los procedimientos para la coordinación y el intercambio de información con el representante del Estado en los departamentos y las áreas de defensa y seguridad costera; la aplicación de los acuerdos internacionales en materia de cooperación operativa; la organización hacerse cargo de la fase de ayuda de emergencia después de su intervención.Hay cinco componentes específicos para el dispositivo ORSEC marítimo:SAR: Búsqueda y Rescate

Antipol: contaminación marina

ANED: Asistencia angustiada buque

NUCMAR: Marítimo de Incidentes Nucleares

IARC: Tráfico interrumpido[17]

5.4. UNIDAD MILITAR DE EMERGENCIAS DEL ECUADOR.

La futura Unidad Militar de Emergencias de Ecuador con ayuda de España

España ayudará a Ecuador a crear una Unidad Militar de Emergencias a partir de la experiencia del contingente español, formado por 3.900 militares especializados en actuar ante incendios, sismos, inundaciones y otras catástrofes.

El ministro español de Defensa, Pedro Morenés, y su homólogo ecuatoriano, Fernando Cordero, firmaron este miércoles en Quito una declaración en la que acordaron que Ecuador recibirá asesoramiento en esta materia por parte del ministerio español.

Morenés indicó que el proyecto se concretará por medio de visitas de militares ecuatorianos a España, donde en la actualidad están 43 oficiales y suboficiales tratando sobre este tema y recibiendo formación en universidades.

El ministerio español colaborará con el ecuatoriano en materia de desminado humanitario y de desactivación de explosivos "aprovechando la notable experiencia de España en dicha área", señala la declaración.

Morenés explicó que, junto al desminado y desactivación de explosivos, trataron también acerca de los cuerpos de operaciones especiales, ámbitos en los que España ha desarrollado "una importante capacidad" reconocida tanto en el ámbito europeo como en el de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Destacó la importancia de cooperar en estos ámbitos porque "nos estamos enfrentando a veces a riesgos y amenazas que ya no obedecen a enfrentamientos regulares entre fuerzas armadas", sino que son nuevas formas que adoptan tales amenazas.

Otro de los asuntos que abordaron fue el de las amenazas a través del ciberespacio, en el que se manifiestan "en tiempo real" y en el que "nadie está libre de los ataques, ni siquiera los países más poderosos del mundo militarmente".

El "cibercrimen", según el ministro, utiliza los medios que suministra la libertad, como internet, pero "cuando se mal utiliza esa libertad se producen auténticos estragos en la seguridad de nuestras sociedades y tenemos que ponerle coto a eso y la cooperación en este terreno es absolutamente importante", agregó.

Cordero se interesó también por el modelo del régimen administrativo social de las Fuerzas Armadas españolas, acerca del cual el ministerio español aportará información y experiencias.

Morenés se entrevistó también con el ministro ecuatoriano coordinador de Seguridad, César Navas, quien le informó sobre el modelo de seguridad integral que desarrolla el gobierno andino.[18]

5.5. Cooperación militar en casos de desastre natural en las Américas:

La visita del Secretario de Defensa de los Estados Unidos Leon Panetta a diversos países de América Latina, ha vuelto a poner sobre la mesa un tema del que se lleva hablando desde hace años y que puede ir concretándose en los próximos meses: la cooperación de los ejércitos del hemisferio americano en casos de desastre natural.

La Conferencia Ministerial de Defensa de las Américas en octubre de 2012 en Montevideo se dislumbro la creación de un mecanismo regional de cooperación militar en caso de desastres naturales en el que algunos países están interesados y que supondría un fortalecimiento de las nuevas funciones que en la región están tomando las fuerzas armadas.

5.5.1. Antecedentes de un largo proceso

En el marco de los mecanismos interamericanos de cooperación, las cuestiones vinculadas con la defensa han topado siempre con especiales problemas debido, fundamentalmente, a las enormes susceptibilidades que estos temas generaban en un mundo bipolar en la época de la Guerra Fría. Por ello, no es de extrañar que fuera a partir de los años noventa del pasado siglo cuando se empezaran a formalizar diversos foros interamericanos en materia de defensa y seguridad, y se fueran consolidando en el seno de la OEA (Organización de Estados Americanos) y fuera de ella diversos organismos vinculados con nuevas concepciones de la seguridad. Así, dentro del rimbombante concepto de "seguridad hemisférica" que surge de la Cumbre de las Américas de 1994, al año siguiente se celebra la primera Conferencia Ministerial de Defensa en Williamsburg (Estados Unidos) que avanza en ciertas concepciones más avanzadas en materia de seguridad que van, al menos en teoría, algo más allá de las ideas militaristas de décadas anteriores. Surge así en el continente un fuerte debate sobre el rol que los ejércitos deben tener en los regímenes democráticos en unos tiempos, además, en los que en la región apenas perviven conflictos violentos. Solo el largo conflicto armado colombiano supone una amenaza "clásica" a la seguridad, y las nuevas situaciones de violencia en México, Centroamérica, Brasil, Haití… apenas comienzan a abordarse desde la perspectiva militar. Por ello, la región comienza a pensar en las nuevas amenazas y en el papel que frente a ellas pueden desempeñar las fuerzas armadas.

En la Conferencia Ministerial de Defensa celebrada en Bariloche (Argentina) en el año 1996 se da un paso más en esta propuesta de nuevos roles para las fuerzas armadas de la región y se incluye en la declaración final una referencia expresa al papel de los ejércitos en caso de desastre natural, búsqueda y rescate. Y en las posteriores reuniones se va perfilando aún más este asunto, hasta llegar a la Conferencia del año 2000 en Manaos (Brasil) en la que se dice expresamente en su Declaración final que "Debe estimularse la cooperación en el área de desastres naturales, aprovechando los recursos de la ciencia y de la tecnología en la prevención de su ocurrencia y en el control de sus efectos, con el fin de evitar o disminuir los daños a las personas, al medio ambiente y al patrimonio".

Por tanto, el tema ha ido evolucionando en la agenda de estas reuniones y de lo que se tratará en Montevideo el próximo mes de octubre es de concretar un mecanismo específico que permita llevar adelante esta cooperación. Evidentemente, no todos los países de la región están interesados y hasta la fecha, al menos catorce de ellos han manifestado su apoyo.

5.5.2. Reticencias y retos de futuro

Las críticas o reticencias con que se mira este proceso vienen de varios frentes. En primer lugar, de ciertos países que, aún participando en los mecanismos interamericanos, no ven la conveniencia de un mecanismo hemisférico que involucre a los Estados Unidos y serían más partidarios de mecanismos en el seno de UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas) u otros foros. En segundo lugar, de los sectores civiles vinculados con las tareas humanitarias y de socorro en casos de desastre que no comparten la visión exclusivamente militar en las tareas de asistencia y que, aunque reconocen las capacidades y medios de las fuerzas armadas en la región para colaborar en casos de emergencia, creen que esta colaboración debe basarse en criterios claros y tener algunos límites. Es evidente que los ejércitos disponen de medios de los que no disponen otras instituciones. Y son medios públicos que deben usarse en beneficio de los ciudadanos de los países afectados por desastres ya que, afortunadamente, hoy en la mayor parte de países de la región no se usan para lo que fueron diseñados: la guerra.

Pero reconociendo este hecho y su potencialidad en casos de desastres de gran magnitud y de carácter plurinacional (pensemos por ejemplo en el Huracán Mitch en 1998 o en el terremoto de Haití en el año 2010), el papel de los ejércitos debe complementar los esfuerzos civiles, estar al servicio de ello, y prepararse adecuadamente para tareas que no le son propias y en las que a veces no cuenta con experiencia. Y, por último, esta colaboración militar en tareas de socorro no debe ocultar que el reto de la región es mejorar sus sistemas de reducción de riesgos de desastres, fortalecer las tareas de prevención y preparación, desarrollar la lucha contra la vulnerabilidad profunda que agrava los desastres, y no centrarse solo en la visión asistencial. Por mucho que esta visión de "ángeles de la guarda uniformados" sea muy del gusto de algunos militares y de algunos medios de comunicación para salvar la no tan buena imagen de los ejércitos de la región en el pasado.[19]

5.6. DESASTRES Y FUERZAS ARMADAS EN MÉXICO.

La participación de las fuerzas armadas en escenarios de emergencia o en operaciones humanitarias no es nueva, su discusión tampoco lo es. Estemos a favor o en contra, la participación de las fuerzas armadas es una realidad, especialmente en cuanto a apoyo logístico o protección se refiere.

En el ámbito internacional, la oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidad ha desarrollado las directrices para definir la participación del ejército en operaciones de ayuda humanitaria y así garantizar su imparcialidad y neutralidad.

Las Directrices para la Utilización de Recursos Militares y de la Defensa Civil Extranjeros en Operaciones de Socorro en Casos de Desastre o Directrices de OSLO como se les conoce, de desarrollaron en los primeros años de la década de los 90, el documento final fue resultado de un esfuerzo de coordinación que concluyó con la celebración de una Conferencia Internacional llevada a cabo en Oslo, Noruega en enero de 1994. Estas directrices han sido revisadas y actualizadas en respuesta cambios organizacionales, a cambios en la terminología utilizada en campo y, principalmente, al gran despliegue de recursos militares visto en respuesta a los desastres sufridos en el año 2005.

En México no desconocemos la participación de las fuerzas armadas durante los desastres, es una imagen común. Son reconocidas como el brazo operativo del Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC), en cumplimiento de una de las funciones más importantes, la de proteger el territorio nacional de los riesgos a los que está expuesto. Misión militar, lo reconozcan o no quienes critican o no ven con buenos ojos su participación en tareas que no tienen un propósito bélico.

Hay incluso quienes creen que un militar en México no cubre con los perfiles necesarios para responsabilizarse de las tareas de Protección Civil en el país –en cualquiera de sus tres niveles de gobierno- utilizando como argumento, argumento pobre por cierto, el contar con un enfoque reactivo al problema de los riesgos y las emergencias cuando en realidad deberíamos estar enfocados al manejo integral del riesgo. En mi opinión, no hay nada más lejano de la realidad.

Si el enfoque es reactivo, de debe a que así está diseñado el SINAPROC en el país y las normas que lo regulan. Pero es en el marco de este esquema de coordinación y colaboración que lo caracteriza que las fuerzas armadas han sabido imprimir un enfoque de riesgos a su responsabilidad.

La SEDENA lo hace a través del Plan de Auxilio a la Población Civil en caso de Desastre, mejor conocido como Plan DN III E, un Plan elaborado a mediados de los 60 y llevado a la acción en respuesta al desbordamiento del Río Pánuco en 1966. Se trata de un instrumento que establece los lineamientos generales para el Ejército y la Fuerza Aérea, para realizar actividades de auxilio a la población civil afectada por cualquier tipo de desastre. La SEMAR por su parte cuenta con un instrumento similar propio, desarrollado a partir de la creación del SINAPROC en 1986 denominado Plan Marina.

La coordinación entra autoridades civiles y militares en México es reconocido en el ámbito internacional y cada año expertos de los temas humanitarios participan en encuentros para conocer la naturaleza de esta dinámica en el país. La verdad es que no hay secretos, las fuerzas armadas trabajan con objetivos claros y definidos, con la certeza de que una misión debe concretarse, con respeto y disciplina. Reconocen el liderazgo de las autoridades civiles y tienen bien definido su tramo se responsabilidad.

Habiendo crecido entre militares, no puedo dejar de reconocer el esfuerzo que hacen todos los días en cumplimiento de su trabajo, en el cumplimiento de su misión, el garantizar la seguridad interna en el país, auxiliar a la población en casos de necesidades públicas y en el caso de un desastre, contribuir en el mantenimiento del orden, la atención de la población en riesgo y la protección de sus bienes.

Pero no solo responden operativamente como hemos visto en imágenes de televisión, el trabajo de protección de las personas, de sus bienes, de la planta productiva del país y de los servicios públicos requiere de un trabajo de análisis preventivo de los riesgos orientado a que, en caso de presentarse un incidente, se logre una recuperación temprana, mitigando el impacto negativo de los desastres, garantizando la continuidad y el funcionamiento de la sociedad y de sus instituciones.

La coordinación cívico-militar es posible, lo será siempre que los objetivos de la misión sean claros. Algo que muchos de los actores involucrados en los desastres no terminan de entender.[20]

5.6.1. Plan de Auxilio a la Población Civil en Casos de Desastre:

La Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) de México estableció el Plan de Auxilio a la Población Civil en Casos de Desastre, denominado PLAN DN-III-E, instrumento operativo militar que establece los lineamientos generales a los organismos del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, para realizar actividades de auxilio a la población civil afectada por cualquier tipo de desastre.

Este Plan fue elaborado y aplicado a partir de 1966 como consecuencia del desbordamiento del Río Panuco, su denominación data del mismo año, a raíz de su inclusión en la Planeación de Defensa Nacional como anexo "E" y aunque en posteriores revisiones del plan de defensa, se ha presentado la disyuntiva de darle otro nombre, el Alto Mando de la SEDENA decidió continuar designándolo como "PLAN DN-III-E", debido a la identificación que bajo esta denominación tienen autoridades civiles, medios de comunicación y población en general.

5.6.2. Historia

Luego de iniciada la Segunda Guerra Mundial el Ejercito Mexicano llevó a cabo una serie de modificaciones en miras de volverlo un instituto armado moderno, entre esa serie de acciones, la de implementar planes estratégicos en miras de minimizar las consecuencias de diferentes acciones que pusieran en riesgo la seguridad nacional fueron las más importantes, es así como nacen los Planes de Actuación, los cuales son modificados en 1966 convirtiéndose en los Planes de Defensa, los cuales cubrían desde el caso de una guerra extranjera, hasta el caso de una situación desastrosa entre la población, es así como se crea el Plan Director de Defensa Nacional No. III el 18 de septiembre de 1965, del cual se desprende el anexo E con el título de Plan de Auxilio a la Población Civil en Casos de Desastre conocido por sus siglas DN-III-E "popularmente DN-Tres".

El cual se implementa por primera vez al año siguiente en un desbordamiento del río Pánuco, este sistema de protección se mantuvo durante los siguientes años, pero internamente se le denominó y baso en otros documentos, pero por la gran popularidad que había ganado el nombre entre la población civil, se le mantuvo con el nombre de Plan DN-III-E.

Luego del terremoto en la ciudad de México en 1985 se creó el Sistema Nacional de Protección Civil, en el cual la Secretaria de Marina Armada de México creo el Plan Marina para cubrir las zonas costeras donde esta mejor equipada para actuar que las fuerzas de la SEDENA

5.6.3. Acciones generales del Plan DN-III-E

El plan DN-III-E se basa en cinco puntos básicos los cuales son:1

  • 1. Búsqueda y rescate de personas.

  • 2. Evacuación de comunidades en riesgo.

  • 3. Administración de albergues.

  • 4. Recomendaciones a la población.

  • 5. Seguridad y vigilancia de las áreas afectadas.

La participación militar durante la aplicación del plan DN-III-E, se realiza para atender tanto fenómenos naturales como antropogénicos, siendo los principales:

5.6.4. Fenómenos Geológicos

Volcán Popocatépetl

Debido al incremento de actividad del volcán Popocatépetl en diciembre del 2000, el personal militar mantiene actividades de supervisión en las áreas de riesgo, ubicadas alrededor del volcán, con la finalidad de prever la aplicación del "Plan Popocatepetl", en dicha área, se encuentran ubicadas comunidades pertenecientes a los estados de: Puebla, Morelos, México, Tlaxcala y el Distrito Federal. Actualmente se mantiene el Semáforo de Alerta Volcánica en Amarillo Fase 2 (Situación de Alerta), manteniéndose un radio de seguridad de 12 Kilómetros.

5.6.5. Fenómenos Hidrometeorológicos.

Apoyo proporcionado en los Sistemas Invernales:

  • Nevadas.

  • Bajas Temperaturas.

  • Heladas.

Durante estos eventos, en las zonas centro y norte del país, se registran temperaturas muy bajas, provocando que la población de escasos recursos sufra daños en su salud, debido a las condiciones climatológicas extremas. Esto hace necesaria la participación del personal militar en apoyo de las autoridades civiles, en la realización de actividades de evacuación de personas a los refugios temporales establecidos para su resguardo.

Asimismo, el personal militar lleva a cabo actividades de remoción de nieve y hielo de carreteras y techos, control del tránsito vehicular, además de proporcionar bebidas calientes a las personas que se encuentran varadas en sus vehículos debido a las nevadas.

5.6.6. Sistemas Tropicales

Cada año, en nuestro País, la temporada de estos sistemas inicia el 15 de mayo y termina el 30 de noviembre, caracterizándose por el registro de lluvias de diversas intensidades y de los sistemas tropicales, los cuales se citan en forma progresiva como:

  • Onda Tropical.

  • Disturbio Tropical.

  • Depresión Tropical.

  • Tormenta Tropical.

  • Huracán en sus siguientes categorías:

  • Categoría I, Huracán Normal (169 – 153 K.P.H.).

  • Categoría II, Huracán Fuerte (154 – 177 K.P.H.).

  • Categoría III, Huracán Muy Fuerte (178 – 209 K.P.H.).

  • Categoría IV, Gran Huracán (210 – 249 K.P.H.).

  • Categoría V, Súper Huracán (mayor a 250 K.P.H.).

Ejemplos:

  • Huracán Jimena

  • Huracán Rick

  • Huracán Wilma

La Secretaría de la Defensa Nacional, por conducto del personal militar ubicado en las diferentes partes del país, procede a aplicar el Plan DN-III-E, en coordinación con las autoridades civiles, ya sea en forma preventiva (evacuando personas) o auxiliando a la población civil cuando los efectos del fenómeno hidrometeorológico ya han causado daños:

Para el efecto, el personal militar, organiza y establece: en R-66

5.6.7. Albergues Militares.

Se proporciona alojamiento, comida y actividades de entretenimiento a la población civil afectada.

5.6.8. Centros de Acopio.

Almacén de Alimentos Selección y Organización Por medio de los cuales, recepciona, organiza y distribuye los víveres recibidos para beneficio de los damnificados.

5.6.9. Puente Aéreo.

  • Puente Aéreo Ala Rotativa

  • Puente Aéreo Ala Fija.

Conformado por aeronaves de Ala fija y Ala Rotativa, pertenecientes a la Fuerza Aérea Mexicana, y por medio de las cuales, organizara el traslado de personal, víveres y material al área afectada. De igual forma se aprovecharan para la evacuación de personas.

5.6.10. Células de Servicio Médico y Odontológico.

Servicio odontológico a la población civil

Conformado por personal de Médicos, Odontólogos, Enfermeras y personal especialista, los cuales imparten consultas a la población que las requiere.

5.6.11. Cocinas Comunitarias.

Preparación de Alimentos.

Conformadas por plataformas con equipos de cocina con capacidad para elaborar y distribuir higiénicamente los alimentos en corto tiempo.

Células de Búsqueda, Salvamento y Rescate

5.6.12. Áreas afectadas

Encargadas de evacuar a la Población Civil de aquellas áreas afectadas o de difícil acceso, a los diferentes albergues o a las casas de familiares o amigos que se encuentran en áreas seguras.

5.6.13. Células de Limpieza.

Remoción

Encargadas de evacuar de las calles y avenidas, la basura generada por el paso del fenómeno.

5.6.14. Células de Saneamiento.

Saneamiento Desinfección

Encargadas de evacuar de las calles y avenidas, los desechos orgánicos generados por el paso del fenómeno, realizando además actividades de fumigación.

5.6.15. Células de Ingenieros

Reconstrucción Limpia

Encargadas de las actividades de restablecimiento de las vías de comunicación y remoción de escombros.

5.6.16. Células de Seguridad

Seguridad Resguardo

Encargadas de proporcionar seguridad en las zonas evacuadas, con el fin de garantizar la tranquilidad de la población que ha dejado sus domicilios, asimismo proporcionan seguridad a instalaciones importantes, tales como bancos, centros comerciales, museos, etc.

5.6.17. Coordinación con Autoridades civiles.

Asimismo, el Personal Militar participa con las Autoridades Civiles, en las diferentes Juntas de Coordinación que se llevan a cabo con el propósito de coordinar las actividades de auxilio a la población civil, o para llevar a cabo la entrega de responsabilidades (una vez pasada la emergencia) a dichas autoridades, respecto al manejo de Albergues, Centros de Acopio y Actividades de Seguridad.

5.6.18. Acciones destacadas

5.6.18.1. Operación Tabasco

Artículo principal: Inundación de Tabasco y Chiapas de 2007

A finales del mes de octubre del 2007, los efectos del frente frío No. 4 que originó una gran cantidad de lluvias en el estado de Tabasco, aunado a la situación de los ríos y presas de la región y marea alta que impidió el desfogue normal del río Grijalva sobre el océano Atlántico, originó anegaciones en más del 70% del estado de Tabasco. Por lo anterior, la SEDENA aplicó el Plan DN-III-E

5.6.18.2.Trabajos de Ingenieros.

Se realizaron trabajos de ingenieros para la recuperación inmediata de la principales vías de comunicación, que fueron empleadas como rutas principales de abastecimientos y evacuación, la limpieza de sitios públicos y jardines.

Unidades de maquinaria pesada desalojaron 45,000 metros cúbicos de lodo, basura y enseres domésticos en mal estado.

Además se instalaron 3 puentes metálicos militares desmontables de 30 metros cada uno.

5.6.18.2. Acciones de salud.

Se diseñó un Plan de Salud que incluyó campañas de vacunación, retiro de animales muertos, basura y escombros acumulados.

Se proporcionaron 21,611 consultas médicas, 911 curaciones, 2,820 medicamentos repartidos y 923 inyecciones, de los cuales 32 toneladas de medicamentos fueron proporcionados de los Almacenes de Sanidad de la Secretaría de la Defensa Nacional.

5.6.18.3. Plan logístico.

A fin de garantizar la entrega organizada y oportuna de insumos prioritarios a la población afectada, se ejecutó un Plan Logístico, empleando medios terrestres, aéreos y acuáticos para la distribución de comida, ropa y material de abrigo.

5.6.18.4. Acciones de seguridad

En forma simultánea, en coordinación con las fuerzas locales y federales de seguridad pública, se implementó un Plan de Seguridad, con el propósito de resguardar los centros comerciales, sucursales bancarias, puntos de repartición de alimentos y a la totalidad de las viviendas localizadas en las zonas evacuadas, empleando para tal efecto, 372 elementos organizados en 12 grupos.

5.6.18.5. Acciones de búsqueda, salvamento y asistencia.

Se rescataron y evacuaron 32,777 de personas por vía terrestre, anfibia y aérea

Asimismo, la Secretaría de la Defensa Nacional, instaló 33 albergues, 6 cocinas comunitarias, 50 cocinas de campaña, las cuales distribuyeron 2,143,712 raciones calientes y se activaron 3 centros de acopio en donde se recibieron 4,356 toneladas de víveres y material diverso.

5.6.18.6. Alertamiento

Se reforzó con efectivos militares ubicados en los Estados aledaños al estado de Tabasco, con el propósito de desarrollar las actividades de auxilio a la población y permitir la organización de las Autoridades Civiles para responder a la emergencia.

  • 8,700 Efectivos.

  • 335 Vehículos.

  • 20 Aeronaves.

  • 23 Embarcaciones.

Se diseñó e implementó un Plan de Evacuación, por vía terrestre, anfibia y aérea hacia los albergues militares, refugios temporales y casas de familiares

5.6.19. Fenómenos Químico-Tecnológico.

5.6.19.1. Incendios Forestales:

El incremento en la temperatura, originado por los cambios climatológicos, aunado al descuido de algunas personas, ha generado en diversas regiones del país, fuertes incendios forestales que han afectado grandes extensiones de terreno, inclusive aquellas áreas consideradas como reservas ecológicas.

La Secretaría de la Defensa Nacional, a través del personal militar, ha participado en la sofocación de este tipo de incendios, en apoyo a las autoridades civiles correspondientes, como son la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR). Para el efecto, el personal militar participante cuenta con el material, equipo y medios necesarios para cumplir con las actividades de combate contra incendios.

Actualmente, la Secretaría cuenta con Helicópteros MI-8 y MI-17, pertenecientes a la Fuerza Aérea Mexicana, los cuales se encuentran equipados con helibaldes con una capacidad de 2,400 litros de agua.

5.7. LA ESTRATEGIA NACIONAL DE SEGURIDAD Y DEFENSA CHILENA.

Chile es un país de tamaño medio en el umbral del desarrollo, con amplios, complejos y diversos territorios y espacios oceánicos, distantes de los centros económicos y políticos del mundo. Posee baja densidad de población. Son de destacar las siguientes características:

a. Sistema político democrático.

b. Alto capital institucional: el desempeño de las instituciones públicas en relación con la eficiencia gubernamental, la calidad regulatoria, la rendición de cuentas y el control de la corrupción se sitúan en un óptimo nivel dentro de Iberoamérica y en niveles competitivos en el contexto de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo). Parte importante es la alta valoración social de que gozan las Fuerzas Armadas y las del orden y seguridad pública.

c. Identidad nacional aglutinadora, producto del patrón de formación de su pueblo, experiencia histórica, singular medio geográfico, acervo cultural y tradiciones.

d. Territorio con variada y extensa geografía, diferenciación climatológica, rica biodiversidad y abundantes recursos naturales, destacando la minería y con relevancia de los silvo-agropecuarios y los de la Zona Económica Exclusiva y la plataforma continental. Dispone de cuantiosos recursos hídricos y reservas naturales de agua con desigual distribución y baja capacidad de almacenamiento. Enfrenta un importante desafío de desarrollo y seguridad relacionado con la matriz energética, siendo fuertemente dependiente de importaciones de gas y petróleo. El crecimiento económico duplicará la demanda de energía eléctrica en los próximos 12 años, agrabando la vulnerabilidad.

e. Economía que impulsa al desarrollo basada en el mercado de forma abierta y exportadora, capaz de atraer capitales internacionales y de generar inversiones chilenas en el extranjero. En los últimos 20 años, Chile ha crecido a un promedio de 5,03 por ciento y en 2011 alcanzó un PIB histórico de 259.603 millones de dólares, con un ingreso per cápita de 16.723 dólares, exportando 80.568,3 millones y presentando una balanza comercial positiva de 15.855. Podría alcanzar el pleno desarrollo en el periodo que cubre la ENSYD, pero mantiene niveles de desigualdad social que afectan a algunos de los indicadores.

Tiene aspiraciones precisas respecto de su futuro, particularmente en relación con su desarrollo, calidad de vida y cohesión de la sociedad, inserción internacional y necesidad de integración física y social de su territorio, así como la del país con la región:

aa. Pretende transformarse en un país desarrollado, con crecimiento económico sostenido por la acción de un sector privado emprendedor, ambiental y socialmente responsable. Precisa contar con disponibilidad energética.

bb. Igualdad de oportunidades, por la cohesión social.

cc. Territorialmente integrado, superando las dificultades que enfrentan determinadas zonas que presentan problemas de conectividad física. Se intenta generar incentivos para aumentar su densidad de población y con ello fortalecer la seguridad.

dd. Integración en la región y en sus áreas de interés, con énfasis en Argentina, Brasil y los miembros de la Alianza del Pacífico (Perú, Colombia y México). Aspira a que se superen las diferencias, ser una importante plataforma de conexión con Asia–Pacífico, robustecer más los vínculos con Norteamérica, especialmente Estados Unidos y perfeccionar su asociación con la Unión Europea (UE). La cooperación con Centroamérica debe ser retomada.

5.7.1. Nación segura.

A efectos de la ENSYD, hay tres dimensiones:

aaa. Soberanía: es básica, particularmente en cómo ejerce sus derechos sobre el territorio nacional, con los siguientes intereses: ejercicio efectivo de la soberanía, jurisdicción y control en los espacios terrestres, marítimos, aéreos e insulares; presencia activa en el territorio antártico y el mantenimiento del sistema del Tratado Antártico; y preservación de la cohesión social y de la identidad nacional.

bbb. Prosperidad, con la meta de alcanzar el desarrollo durante el tiempo cubierto por la Estrategia, con avances en el desarrollo sostenido, armónico, sustentable y equitativo; economía social de mercado basada en el emprendimiento, el conocimiento y la innovación; flujo de bienes y de servicios libre y seguro; y satisfacción de las necesidades energéticas.

ccc. Seguridad: busca satisfacer los intereses en el ámbito de la soberanía y de la prosperidad sin constituir una amenaza para nadie y aspira a que los riesgos y amenazas no interfieran sus objetivos nacionales. Buscará la seguridad por medio de la cooperación internacional, aunque reservándose el derecho a la legítima defensa. Constituye un interés en sí que la violencia, el narcotráfico y el crimen organizado no degraden la gobernabilidad del país. Los intereses específicos son la protección de las personas frente a amenazas transnacionales, catástrofes y pandemias y de la población, territorio y recursos con énfasis en áreas de importancia geoestratégica.

El Norte Grande del país constituye una de las zonas de especial valoración por su posición geográfica y significación para el desarrollo, con frontera con tres países, que lo vinculan en forma privilegiada con las grandes rutas comerciales de la subregión centro-Oeste de Sudamérica. Los puertos del Norte grande tienen un rol para el crecimiento y un gran potencial como parte del sistema de corredores bioceánicos para el comercio con el Asia–Pacífico. Esto dificulta el control sobre el flujo de personas, bienes y servicios, traduciéndose en un aumento de la inmigración ilegal, el tráfico de drogas y el contrabando. Los vastos recursos de esa región, especialmente mineros, son una fuente vital de riqueza. Allí se aprecia la estrecha vinculación entre desarrollo, seguridad y defensa.

La zona austral se caracteriza por su fragmentación geográfica, con potencial ligado a los recursos de agua dulce, riqueza turística, forestal y ganaderael valor de los espacios y ubicación próxima a los pasos interoceánicos, sumada a su proximidad y proyección a la Antártida. Tanto por su distancia al centro político y económico del país, como por su baja densidad de población, requiere especiales medidas de seguridad y es un escenario propicio para la cooperación bilateral en el marco de una asociación estratégica, que requiere la recuperación de infraestructuras críticas de transporte, telecomunicaciones, energía y otros servicios vitales frente a graves daños; el fortalecimiento de la cooperación internacional y la relevancia internacional.

5.7.2. RIESGOS Y AMENAZAS A LA SEGURIDAD DE CHILE

Chile es un país más seguro por el desarrollo económico que ha alcanzado, la fortaleza de sus instituciones y la estatura estratégica que ha conseguido, pero al ser una sociedad abierta e interconectada con el mundo conlleva una mayor exposición a amenazas de naturaleza transnacional. Se encuentra en una región de paz, aunque no necesariamente pacífica, pues subsisten fenómenos de violencia que incluyen la acción de organizaciones armadas. Se identificaron los siguientes riesgos y amenazas:

i. Crisis o ataque al territorio nacional con severas consecuencias para la población, integridad territorial, ejercicio de la soberanía y objetivos de desarrollo. Requiere contar con una capacidad militar creíble para disuadir y adecuada para actuar en legítima defensa. Mantener en el tiempo una baja probabilidad de conflictos armados interestatales supone intensificar la cooperación e integración entre los países y fomentar las medidas de confianza mutua, así como contar con las necesarias capacidades estratégicas nacionales.

ii. Terrorismo: es un blanco marginal internacional, pero organizaciones extranjeras podrían utilizar su territorio para desarrollar acciones o atacar intereses de otros estados. También es posible que sus intereses en el mundo puedan sufrir los efectos de organizaciones internacionales.

iii. Narcotráfico: es la actividad más importante del crimen organizado en la región, siendo la cocaína su principal expresión, representando una amenaza directa a la seguridad de Chile. La cercanía geográfica a los principales centros productores en el mundo, las facilidades de penetración por la frontera Norte, la apertura del comercio internacional del país y la creciente capacidad económica de la población, lo convierten en un blanco atractivo para el tránsito y comercialización. En 2005-10 se registró un incremento de más del 130 por ciento de las incautaciones de pasta base de cocaína y creció más de un 100 la cantidad de extranjeros recluidos por infracciones a la ley de drogas. El Plan Frontera Norte Segura apunta a enfrentar un amplio espectro de delitos en esas zonas, con tres líneas de acción: control, la observación y la acción preventiva; movilidad y reacción; e inteligencia. Incorpora y relaciona espacios marítimos, aéreos y terrestres, así como pasos habilitados y no habilitados en la línea fronteriza. Integra medios humanos y tecnológicos para la observación, alerta y acción policial, y medios de las Fuerzas Armadas en tareas de apoyo. El año 2011 se dio inicio a un plan de inversiones; y 2012 se focaliza en la organización de los procesos de trabajo y coordinación entre los distintos actores, establecimiento de sistemas de vigilancia, capacitaciones y otras acciones. Comenzará su operación es 2013, considerando un gasto de más de 7.000 millones de pesos (1 peso equivale a unos 600 dólares) en 2011; más de 10.000 millones para 2012; más de 17.000 en 2013; y cerca 590 millones en 2014, sumando más de 35.000 millones (58,2 millones de euros).

iv. Tráfico de armas y proliferación de las de destrucción masiva: para Chile, el de las livianas y pequeñas reviste especial preocupación. El problema se ha visto agravado por el tráfico ilegal de materiales precursores y la disponibilidad de información tecnológica para su fabricación. La posibilidad de que el transporte de dichos materiales pase por zonas, especialmente marítimas, de soberanía nacional o están jurisdicción o vigilancia de Chile obliga a ejercer un control más estrecho.

v. Catástrofes: ha sufrido severos perjuicios por esta causa, con significativas pérdidas de vida y grandes daños. En Chile han ocurrido tres de los diez más grandes terremotos de que se tiene registro en el mundo. Masivas fallas se presentaron en la trasmisión eléctrica, comunicaciones y agua potable. Erupciones volcánicas han despoblado centros urbanos y otras de gran impacto son de origen hídrico o meteorológico. Catástrofes por la intervención humana son de carácter estacional, como la mayor parte de los incendios forestales. Se precisa un esfuerzo multisectorial, demandando integrar a las distintas reparticiones estatales y a actores de la sociedad civil. Es imprescindible aprovechar distintas capacidades, con especial relevancia las de las Fuerzas Armadas y la contribución del sector privado. Se está perfeccionando un nuevo Sistema Nacional de Emergencia y Protección Civil para regular la prevención y los procedimientos y hacer más eficiente la respuesta, determinando las facultades excepcionales de los órganos públicos e incorporando a las Fuerzas Armadas. En 2011 se diseñó el Mapa Nacional de Riesgo, a fin de facilitar la planificación y prevención.

vi. Ciberataque: los métodos intrusivos se han incrementado notoriamente en Chile y se considera una amenaza a la seguridad, porque en la medida en que se avanza al desarrollo las actividades comerciales, financieras, económicas, estatales y estratégicas contemplan un uso cada vez más intensivo del ciberespacio, que afecta con diverso nivel de impacto la seguridad, en particular para los sistemas de defensa. Está entre los países con mayor penetración digital y uso de tecnología informática en Iberoamérica, estando a la cabeza de la conectividad. En promedio, las principales organizaciones en Chile sufren una cifra total aproximada de 400 ataques al mes.

Es necesario mejorar sustantivamente ciertas condiciones del país que lo hacen más susceptible a sufrir los efectos de los riesgos y amenazas a su seguridad o a crear las condiciones para aumentar su probabilidad de ocurrencia. Las vulnerabilidades que se identifican no se enfrentan con políticas de seguridad, sino normalmente con las públicas de otro tipo y carácter. Las principales que podrían incidir en la seguridad son:

1. Energética: el desafío es contar con recursos energéticos suficientes para apoyar su desarrollo, siendo un país expuesto. Su matriz depende mayoritariamente de recursos naturales de los cuales el 72 por ciento proviene del exterior. La dependencia del transporte terrestre para alcanzar los puntos de consumo y abastecer zonas geográficas extremas del país es muy alta y no hay capacidad de almacenamiento para periodos de carestía. Es sensible a la estabilidad en las fuentes de producción y la seguridad de las rutas internacionales por donde se transporta. De no superarse perjudicará la competitividad y generará un importante problema de seguridad, pudiendo convertirse en una amenaza. Debe enfrentarse reforzando las reservas de seguridad de hidrocarburos, permitiendo enfrentar en forma autónoma situaciones de carestía de hasta 90 días; con el desarrollo de recursos propios; y con la integración energética regional.

2. Desigualdad social: sigue presentando niveles importantes, cuyos efectos se traducen en una creciente inquietud de grupos sociales. El Estado debe desplegar iniciativas para la gobernabilidad política y la estabilidad social.

3. Población insuficiente y mal distribuida: con una densidad de 25 habitantes/km2., se sitúa en el lugar 157 del mundo. Los flujos migratorios han desembocado en una concentración en zonas urbanas, particularmente de la región central. Áreas del territorio, especialmente en los extremos, presentan una densidad inferior a 6 habitantes/km2. Los desequilibrios constituyen vulnerabilidades frente a presiones demográficas y penetración de organizaciones transnacionales o, en el caso de organizaciones criminales, disponer de espacios propicios para sus actividades ilícitas.

4. Restringida visión geopolítica de la integración territorial: algunas áreas presentan problemas de conectividad física e integración social, generando dificultades para que reciban todos los beneficios del desarrollo o se incorporen a la actividad productiva nacional. Superarlo contribuiría a aumentar los niveles de seguridad del país.

La superación de los desafíos de seguridad debe articularse entorno a tres ejes:

1. La amplitud de los problemas de seguridad, las múltiples interacciones que existen entre ellos, su evolución durante los próximos años y el diseño, implementación y control de las políticas públicas para enfrentarlos, requieren una respuesta integral. Supone perfeccionar la coordinación entre ministerios. Se propone implementar una estructura institucional que garantice la articulación de la gestión y seguimiento. Debe fortalecerse el Sistema de Inteligencia Nacional para potenciar su habilidad para anticiparse a los escenarios adversos.

2. Es esencial que la seguridad se entienda como una responsabilidad compartida por la sociedad y el Estado, con una estrecha vinculación entre el sector público y el privado, así como de participación ciudadana.

3. En conformidad a las definiciones adoptadas respecto de los intereses de seguridad de Chile en el mundo, se apoyarán las acciones que apunten al fortalecimiento de las medidas, mecanismos y órganos de cooperación multilateral y bilateral. La cooperación internacional se concibe como un imperativo de la respuesta nacional en el ámbito de la seguridad.

La ENSYD entiende la seguridad de manera amplia y la enfrenta de modo multisectorial, lo cual supone considerar:

1. Coordinación de los organismos del Estado: se promoverá una relación de trabajo afín a una concepción matricial o en red, donde existan claros protocolos para la acción, que deberán definir flujos de información, reglas de operación y procesos o rutinas a cumplir.

2. Complementariedad en el uso de las capacidades entre competencias institucionales diferenciadas, específicas y medios característicos de las Fuerzas Armadas, Fuerzas de Orden y Seguridad y otros organismos con funciones en este ámbito. Es fundamental para diseñar proyectos de inversión y asignar recursos, así como para evitar la subutilización de capacidades y la duplicidad de medios.

3. Ciclos integrales para la respuesta a los problemas de seguridad, abordando la solución mediante medidas de prevención, anticipación, alerta, reacción y mitigación o reparación. Implica una planificación que reduzca la incertidumbre, evite la improvisación y establezca liderazgos en todos los niveles de la administración. Se potenciará la capacidad del Estado para adelantarse a la configuración de los escenarios de seguridad futuros. Se fortalecerán las capacidades que permitan a la sociedad y al Estado resistir ante amenazas y desafíos, así como prevalecer y recuperarse de sus efectos cuando se presenten. Se requiere disponer de medios e instituciones resilientes, flexibles y adaptables.

En la coordinación es donde adquiere toda su relevancia la acción interministerial en los asuntos de seguridad. El eficaz cumplimiento de las tareas nacionales de seguridad contribuye al propósito de la ENSYD. Las principales a las que se deberá dar cumplimiento y seguimiento son:

1. Proteger a las personas y a la población frente a riesgos y amenazas, incluyendo desastres naturales y antrópicos, así como ante pandemias.

2. Defender al país frente a agresiones armadas.

3. Contrarrestar los factores propios de vulnerabilidad.

4. Impulsar políticas integradas de desarrollo, seguridad y defensa en las regiones del Norte Grande, Aysén y Magallanes.

5. Asegurar la infraestructura crítica de transporte, telecomunicaciones y energía durante emergencias y reforzar la capacidad de resiliencia del país y de sus instituciones frente a situaciones que produzcan grave daño.

6. Colaborar internacionalmente frente a ataques terroristas, narcotráfico y crimen organizado transnacional, con énfasis en los países vecinos y adecuando las normas y medios nacionales a tales efectos.

7. Enfatizar la cooperación internacional para favorecer la estabilidad regional, con énfasis en Centroamérica y El Caribe, así como contribuir a la seguridad general del Pacífico Sur.

8. Participar en operaciones de paz, acciones internacionales y de ayuda humanitaria frente a desastres naturales en el exterior.

9. Incrementar la presencia y actividad de Chile en la Antártida.

10. Fortalecer el Sistema Nacional de cara a la seguridad ampliada y desarrollar contramedidas para enfrentar la proliferación de tecnologías peligrosas y ciberataques.

5.7.3. ESTRUCTURA INSTITUCIONAL

El proceso de la ENSYD se separa en dos fases: una destinada a elaborar el marco general de la seguridad ampliada a nivel nacional y otra que produzca las distintas políticas sectoriales derivadas de ese marco. La Constitución Política contempla un Consejo de Seguridad Nacional asesor del presidente de la República, que puede convocarlo discrecionalmente. La integración, facultades, orientación y normas de funcionamiento de ese organismo se apartan de los requerimientos emanados de la ENSYD y responde a objetivos diferentes. Las tareas que emanan de la Estrategia requieren funciones particulares de coordinación y gestión en materias de seguridad y defensa dentro del ámbito del Estado, que no están entre las atribuciones propias del Consejo. Se hace necesario contar con organismos específicos de coordinación interministerial en las materias indicadas.

1. Comité Interministerial de Seguridad: fortalecerá la capacidad de acción presidencial, así como la articulación entre los diversos sectores de la Administración. Coordinará y orientará las acciones que correspondan para una eficiente y eficaz gestión de la ENSYD. Estará al frente el presidente de la República y, en su ausencia, el ministro del Interior y Seguridad Pública y lo integrarán de forma permanente éste y los titulares de Relaciones Exteriores, Defensa Nacional, Hacienda, Energía, Transporte y Telecomunicaciones y Obras Públicas. Convocará a otras autoridades cuando lo estime conveniente. Le corresponderá:

a) Servir de instancia de coordinación interministerial.

b) Conocer las políticas o estrategias sectoriales y los instrumentos de coordinación, como convenios y protocolos.

c) Conocer la información de inteligencia sobre las materias de seguridad pertinentes.

d) Conocer de las proposiciones del Grupo de Trabajo de Seguridad Público-Privado y de la Comisión de Participación Ciudadana y solicitar opinión sobre materias de su competencia.

e) Conocer y aprobar el informe anual sobre el estado de avance de la Estrategia vigente elaborado por el secretario ejecutivo.

La responsabilidad final en la ejecución de las distintas actividades que involucra el cumplimiento de las tareas nacionales de seguridad corresponderá a los ministros sectoriales.

2. Consejero Nacional de Seguridad, como autoridad permanente designada por el presidente, de quien dependerá. Sus principales funciones serán:

a) Proponer acciones para el cumplimiento de las tareas nacionales de seguridad y hacer su seguimiento.

b) Identificar vacíos o superposición de tareas y duplicidades de recursos y capacidades que se materialicen en función de la ENSYD.

c) Informe anual sobre el avance en la implementación de la ENSYD y sus tareas para aprobación del Comité y su presentación al presidente de la República y al Congreso Nacional.

d) Recabar inteligencia oportuna y actualizada para el ejercicio de sus funciones, así como para informar al Comité Interministerial.

Contará con una Secretaría Ejecutiva permanente y, hasta que se norme su funcionamiento, estará conformada por personal de Presidencia, ministerios del Interior y Seguridad Pública, Relaciones Exteriores, Defensa Nacional y Hacienda, así como de la Agencia Nacional de Inteligencia.

3. Grupo de Trabajo de Seguridad Público-Privado con representantes de sectores del Estado y del sector privado para debatir las formas de cooperación y solución de problemas de seguridad específicos.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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