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Seguridad, defensa y desarrollo (página 2)

Enviado por Douglas Aponte.


Partes: 1, 2, 3

El marxismo es el sistema de las ideas y concepciones de Marx. Marx continuó y dio genial cima a las tres principales corrientes ideológicas del siglo XIX, representadas en los tres países mas avanzados de la humanidad. La filosofía clásica alemana, la economía política clásica inglesa y el socialismo francés, vinculado con las teorías revolucionarias francesas en su conjunto.

Este formula una teoría determinista de la historia y un análisis del sistema capitalista, Marx formula el mecanismo político por el cual se realizará el paso de la sociedad capitalista a la sociedad comunista, la toma del poder político por el proletariado y la abolición de la propiedad privada de los medios de producción. Las corrientes anarquistas y socialistas utópicas anteriores, influidas por la teoría del "buen salvaje" de Rousseau, habían propuesto la creación de pequeñas comunidades autosuficientes en las cuales se volvería a formas de producción anteriores a la industrialización, la más famosa de estas comunidades utópicas es el Phalansterio de Fourier.

Por el contrario, Marx, En vez de pequeñas comunidades autosuficientes, Marx defiende un modelo político fuertemente estatizado. En él, el proletariado controla los medios de producción a través de un Estado omnipotente.

2.2 Las características fundamentales del marxismo son:

  • Materialismo histórico: todos los acontecimientos históricos han sido provocados por factores de orden económico y no por la influencia de los valores espirituales

  • La lucha de clases: la humanidad asiste desde sus comienzos a la lucha entre oprimidos y opresores, proletarios y capitalistas.

  • Plus valía: solo el trabajo crea riqueza, genera capital. El obrero recibe menos de lo que produce, la diferencia se la queda el capitalista.

  • Transformación social: los capitalistas son cada vez mas ricos y menos, mientras que los proletarios son mayoría y más pobres.

2.3 Las claves para explicar la enorme fuerza ideológica del modelo hegeliano-marxiano:

  • En primer lugar su concepción lineal y determinista de la historia hace que el creyente y militante marxista sienta que es el instrumento de una ley eterna de la historia y por lo tanto su lucha está abocada necesariamente a la victoria final.

  • Por otro lado el marxista tiene claro que el objetivo final de su lucha es la conquista del Estado, por lo que cualquier solución intermedia será considerada como un paso previo al control total del Estado. Esto hace imposible la coexistencia del marxismo con cualquier otra ideología, el resto de las ideologías deben ser erradicadas sistemáticamente, puesto que son manifestaciones de una etapa de la historia que se debe superar.

  • Por último el marxismo, originariamente se dirige al proletariado del Siglo XIX, una clase que ha perdido el contacto con la forma de vida campesina de sus antepasados inmediatos, que carece de propiedades y cultura y al que se promete un paraíso sobre la tierra en el que con mucho menos trabajo podrá gozar de un nivel de vida mucho

3. Comparación entre el Modelo Ius-naturalista y el Modelo Hegeliano-Marxiano:

Establece dicotomías engarzadas en la sociedad civil, la concepción de la idea iusnaturalista de sociedad civil no reconoce el enlace efectivo en la dimensión de los intereses privados, más bien confía la relación social de los individuos a la cohesión política enraizada en la construcción social de un ente soberano, una unión de libres. Por otro lado, el modelo Hegeliano-marxiano no distingue de la sociedad civil el estado de naturaleza, recupera más bien, caracteres y funciones, separando el estado de la sociedad civil en el contexto histórico y su actuación respecto al poder político.

Así de acuerdo con la lógica del modelo iusnaturalista la verdadera y propia sociedad se configura como fruto de un contrato colectivo, mediante el cual cada hombre renuncia a su aislamiento natural, a su poder soberano y exclusivo sobre si mismo, para someterse junto con los demás, que garantizando la coexistencia de los derechos de cada uno de los derechos de todos, asegura la forma misma de la sociabilidad.  El estado entonces, es un ente de razón.

Mientras que para Hegel el estado en oposición al sistema de la vida privada y a sus componentes, es por un lado "una necesidad externa", y es para ellos el poder mas alto, el que fija e impone coactivamente las condiciones jurídicas bajo las cuales pueden desarrollarse la esfera civil, el proceso social, por otro lado, el estado es su fin inmanente en cuanto se presenta como integración de los intereses y de las condiciones particulares de la realidad universal de la colectividad.

Podemos decir entonces, que "la tradición iusnaturalista concibe a la sociedad civil como antítesis del estado de naturaleza, el modelo de Marx la ve como un ámbito de las relaciones económicas que opera como base funcional del Estado".

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

  • Alexandrov y otros: Teoría del Estado y del Derecho. Ediciones Tercer Mundo, Lima, 1987. Atienza, Manuel: Marx y los derechos humanos, Palestra, Lima, 2008.

  • Bobbio bovero, Sociedad y Estado en la filosofía moderna. El modelo iusnaturalista y el modelo hegeliano-marxista, Fondo de cultura, México, 1986.

  • Poratti, Armando R., El pensamiento Antiguo y su sombra, Eudeba, Bs. As, 2000.

"comentario"

La concepción iusnaturalista como teoría del derecho ha dominado el escenario jurídico por un período incomparablemente mayor que su reciente opositor, el positivismo, ya que quizás se pueda decir que nace junto con la propia concepción de derecho. Desde la Grecia clásica – donde podemos encontrar un pensamiento coherente sobre el derecho y recomendaciones sobre lo que debería contener el derecho con los estudios de platón y Aristóteles hasta la actualidad el pensamiento iusnaturalista se hace presente en la doctrina jurídica.

El desarrollo histórico de la idea de Derecho Natural dentro del pensamiento de la humanidad, La idea iusnaturalista, es una respuesta filosófica al problema del Derecho; de ahí que su historia se inserte en la historia de la filosofíaLa idea de que por encima de las leyes humanas existen unos principios superiores ya estaba presente en el pensamiento griego, y no ha dejado de ser una constante histórica.

Su carácter filosófico hace que sea dispar, diversa y cambiante. El Derecho Natural es un auténtico derecho con las implicaciones socioculturales que ello conlleva, tiene condición de leyes morales, en cuanto que pretenden guiar la conducta humana en el seno de la convivencia social. Esto es en sentido amplio. En sentido concreto, se trata de referencias normativas, pero no jurídicas.

El marxismo surgió como una necesidad histórica. Al surgir y consolidarse el capitalismo surge y se va fortaleciendo el proletariado y en este proceso se crean las condiciones para que el marxismo aparezca.

El primero en formular una teoría sólida del cambio social dirigida a hacer posible la aplicación política práctica de las teorías igualitaristas fue Karl Marx. Marx y su colaborador Engels , creyeron encontrar el mecanismo de la evolución de la humanidad hacia un estado igualitario y sin clases sociales.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

  • Alexandrov y otros: Teoría del Estado y del Derecho. Ediciones Tercer Mundo, Lima, 1987. Atienza, Manuel: Marx y los derechos humanos, Palestra, Lima, 2008.

  • Bobbio bovero, Sociedad y Estado en la filosofía moderna. El modelo iusnaturalista y el modelo hegeliano-marxista, Fondo de cultura, México, 1986.

  • Poratti, Armando R., El pensamiento Antiguo y su sombra, Eudeba, Bs. As, 2000.

Idealismo y Realismo

IDEALISMO

Sin duda que el idealismo fue una de las corrientes filosóficas que mas predomino en Europa en su momento, sostienen que la realidad extramental no es cognoscible tal como es en sí misma, y que el objeto del conocimiento está pre formado o construido por la actividad cognoscitiva. En palabras más simples y de lenguaje común, que todos podamos entender, el idealismo es la filosofía que postula que se llega al conocimiento mediante las ideas y no de los hechos. El idealismo se formo con aquellos que, tomando la explicación no científica, pensaban que el mundo había sido creado por dios, es decir, afirmaban que, el espíritu había creado la materia, formando así el campo del idealismo.

Es importante mencionar que no debemos confundir el idealismo moral y el idealismo filosófico, ya que, el idealismo moral consiste en consagrarse a una causa, a una idea.

El idealismo filosófico es una doctrina que tiene por base la explicación del mundo por el espíritu.

Es la doctrina que responde a la cuestión fundamental de la filosofía diciendo: "el pensamiento es el elemento principal, el más importante, el primero". Y el idealismo, afirmando la importancia primera del pensamiento, afirma que es el que produce el ser o, dicho de otra manera, "es el espíritu el que produce la materia".

Tal es la primera forma del idealismo; ha encontrado su pleno desarrollo en las religiones afirmando que Dios, "puro espíritu", era el creador de la materia.

La religión, que ha pretendido y pretende aún estar fuera de las discusiones filosóficas, es en realidad, por el contrario, la representación directa y lógica de la filosofía idealista.

Pero con la intervención de la ciencia en el curso de los siglos, muy pronto se volvió necesario explicar la materia, el mundo, las cosas, de otro modo que por Dios únicamente. Porque desde el siglo XVI, la ciencia comenzó a explicar los fenómenos de la naturaleza sin tener en cuenta a Dios y prescindiendo de la hipótesis de la creación.

Para combatir mejores explicaciones científicas materialistas y ateas, se hizo necesario, pues, llevar más lejos el idealismo y negar la misma existencia de la materia.

A ello se dedicó, a comienzos del siglo XVIII, un obispo inglés, Berkeley, al que se ha podido llamar el padre del idealismo.

Dentro del idealismo podemos encontrar cuatro tipos de idealismo:

  • Idealismo Trascendental.

El Idealismo Trascendental, fue propuesto por Kant (1724-1804), en la Crítica de la Razón Pura al decir que el conocimiento no se rige por los objetos, sino que son los objetos los que se rigen por el conocimiento.

  • Idealismo Subjetivo.

El Idealismo Subjetivo, fue propuesto por Fichte (1762-1814), pues considera que el conocimiento no parte del fenómeno, sino que se vuelve creación del sujeto conocedor. Es decir, la realidad es un producto del sujeto pensante,3. Idealismo Objetivo.

El Idealismo Objetivo, fue propuesto por Schelling (1875-1854), pues considera que el fundamento de lo real es el espíritu personal o impersonal.4. Idealismo Absoluto.

El Idealismo Absoluto, fue propuesto por Hegel (1770-1831), pues considera que lo verdadero es el Todo. Pero el Todo es tan sólo la esencia que no se completa sino por su desarrollo dialéctico. Hay que decir de lo absoluto que es esencialmente resultado, que sólo en el final es lo que de verdad es; pues al comienzo lo absoluto es tan solo lo general, concepto vacío y abstracto, que culmina en otro absoluto, el absoluto lleno de totalidad de lo real. La realización de la Idea en sus tres momentos marca el final y la superación del idealismo trascendental kantiano, el subjetivo fichteano, el objetivo schellingiano por el Idealismo Absoluto hegeliano.

De esta forma algunas de las características del idealismo son:

*No conocemos las cosas tal y como son en sí (noúmeno), sino lo que aparece aquí y ahora (fenómeno).

*El sujeto construye, al menos en parte, el objeto: para Kant el sujeto es activo en el sentido de que influye en lo conocido a partir de sus estructuras a prióricas y de los procesos que en ellas descansan.

*El conocimiento es independiente de la experiencia, porque los objetos del conocimiento son los juicios a priori. Pero al conocimiento sólo se puede llegar a través de la experiencia porque el objeto del conocimiento son los juicios sintéticos.

Antes de concluir con el idealismo no podemos dejar de mencionar a Berkeley, quien ha expuesto con mayor franqueza lo que es el idealismo filosófico. Tratando de demostrar bajo su sistema filosófico destruir al materialismo, tratar de demostrarnos que la sustancia material no existe.

Como la base de los argumentos de todas las filosofías idealistas se encuentra en los razonamientos de Berkeley, hay que dar a conocer cuales son esos principales argumentos y lo que tratan de demostrarnos.

1. El espíritu crea la materia.

Sabemos que ésta es la respuesta idealista a la cuestión fundamental de la filosofía; es la primera forma del idealismo que se refleja en las diferentes religiones, en las que se afirma que el espíritu ha creado el mundo.

Esta afirmación puede tener dos sentidos:

O bien Dios ha creado el mundo, y éste existe realmente, fuera de nosotros. Este es el idealismo común de las teologías.

O bien Dios ha creado la ilusión del mundo en nosotros dándonos ideas que no corresponden a nada. Este es el "idealismo inmaterialista" del obispo Berkeley, que quiere probarnos que el espíritu. es la única realidad, mientras que la materia es un producto fabricado por nuestro espíritu.

Por eso los idealistas afirman qué:

2. El mundo no existe fuera de nuestro pensamiento.

Esto es lo que Berkeley quiere demostrarnos al afirmar que cometemos un error atribuyendo a las cosas propiedades y cualidades que les serían propias, mientras que no existen más que en nuestro espíritu.

Para los idealistas, los bancos y las mesas existen, pero solamente en nuestro pensamiento y no fuera de nosotros.

3. Son nuestras ideas las que crean las cosas.

Dicho de otra manera, las cosas son el reflejo de nuestro pensamiento. En efecto, puesto que es el espíritu el que crea la ilusión de la materia, puesto que las sensaciones que experimentamos ante las cosas no provienen de las cosas mismas sino únicamente de nuestro pensamiento, la causa de la realidad del mundo y de las cosas es nuestro pensamiento, y, en consecuencia, todo lo que nos rodea no existe fuera de nuestro espíritu y no puede ser más que el reflejo de nuestro pensamiento.

Pero como para Berkeley nuestro espíritu sería incapaz de crear por sí solo esas ideas, y como por otra parte no hace lo que quiere (como ocurriría si las creara por sí mismo), es preciso admitir que el creador es otro espíritu más poderoso. Por consiguiente, es Dios quien crea nuestro espíritu y nos impone todas las ideas del mundo que encontramos en él.

ACTUALIDAD DEL PENSAMIENTO

Hoy el idealismo está muy desvirtuado, porque con el avance de las ciencias y de la técnica en general, gana mucho más terreno lo que pueda demostrarse, lo tangible y matemático, incluso se utiliza el término idealista de manera peyorativa, dándole una connotación de lo que es ilógico, e imposible de realizarse.

El idealismo como un método científico es muy cuestionado en la actualidad, porque éste admite que lo que no puede verse puede ser comprendido; pero para el hombre de hoy lo que rige es "ver para creer", "ver para entender".

La idea sigue siendo una parte muy importante dentro de todas las ciencias, que es aceptada y colocada como importante, incluso fundamental, el problema radica en cómo pasar esas ideas a sustancias tangibles, cómo objetivarlas sin pasar al materialismo.

El idealismo contempla que el materialismo reduce el conocimiento, negando la parte espiritual, intangible; para el materialismo el idealismo es un conocimiento etéreo, abstracto, difícil o imposible de objetivar.

Siguen existiendo disciplinas filosóficas, científicas, sociales y religiosas que fundan su conocimiento en el idealismo, el mundo teórico de estadísticas, consultas y especulaciones, estas disciplinas son cada vez menos válidas y más cuestionadas e ignoradas.

Podría decirse que el idealismo es sólo un referente, una meta proyectativa, pero no un medio concreto de conocimiento y verdad. Hacia el idealismo apunta el hombre de hoy, pero sabiendo la imposibilidad de llegar hasta éste, cifra su verdad en el realismo u otros métodos empiristas o materialistas.

Ciertamente nuestro mundo no es idealista, si bien no se desconoce en absoluto, hay que admitir que no es la vía de conocimiento que satisface las expectativas y búsquedas del hombre actual.

Idealismo político

El final de la Primera Guerra Mundial implicó una revolución paradigmática en el estudio de la política mundial. Varias perspectivas sobre las relaciones internacionales competían por atención, tales como el marxismo y el nacional-socialismo (fascismo). Pero, la perspectiva conocida como idealismo político, liderada por Woodrow Wilson, comenzó a dominar los estudios sobre las relaciones internacionales.

Los idealistas compartían una perspectiva sobre el mundo basada en ciertas creencias:

  • (1) la naturaleza humana es esencialmente altruista y, por lo tanto, las personas son capaces de ayudarse y colaborar mutuamente;

  • (2) el mal comportamiento humano es resultado de instituciones y arreglos estructurales, no proviene de la naturaleza misma de los humanos;

  • (3) por consecuencia, la guerra es evitable, ya que es producto de ciertas instituciones que la promueven, que podrían ser neutralizadas;

  • (4) la sociedad internacional debería reorganizarse para reconocer a la guerra como un problema internacional y eliminar aquellas instituciones que la promuevan, en favor de aquellas que adelanten la paz.

Los programas principales de reformas idealistas consistían principalmente en tres grupos. Un grupo abogaba por la creación de instituciones internacionales para reemplazar el sistema anárquico de equilibrio de poder, que predominaba la época anterior a la Primera Guerra Mundial. Este nuevo sistema estaría basado en el principio de la seguridad colectiva, el cual pretende que un acto de agresión por cualquier Estado sería percibido como agresión hacia todos los Estados. La Sociedad de Naciones encarnó este principio, al reflejar el énfasis idealista en la posibilidad de la cooperación internacional como mecanismo principal para resolver problemas globales. Un segundo grupo de programas idealistas subrayaba el control legal de la guerra. Se buscaba resolver disputas a través de mecanismos legales, tales como la mediación y el arbitraje. Ejemplos de estos programas fueron la Corte Permanente de Justicia Internacional y la ratificación del Pacto Kellog-Briand de 1928, el cual prohibía la guerra como instrumento de política nacional. Un tercer grupo de programas idealistas se concentraba en reducir la inversión armamentista de los Estados a través de acuerdos de control de armas y otros medios.

Suele considerarse que la primera obra representativa del idealismo es La paz perpetua, de Immanuel Kant.

La propuesta de Kant para lograr la paz perpetua se basa en la creación de una federación de Estados independientes. Cada uno de éstos, a su vez, debe ofrecer las garantías de un Estado de Derecho y sustentarse en una constitución republicana, es decir, que garantice la libertad de sus ciudadanos, asegure la dependencia de todos respecto a una misma legislación, y defienda la igualdad de sus súbditos. De estas ideas, se puede deducir una idea que aparece constantemente a lo largo de la obra: la paz no es el estado natural del hombre y, en consecuencia, debe ser instaurada.

Uno de los puntos clave que señala Kant, es que "ningún Estado debe inmiscuirse por la fuerza en la constitución y gobierno de otro". No se puede evitar que esta frase recuerde las estrategias de EEUU en Irak, donde ha establecido a su antojo un gobierno títere, que sin duda servirá a sus intereses en el mercado de los hidrocarburos como ya hicieran las Repúblicas bananeras en el mercado agrario.

EL REALISMO

"Realismo es el nombre que se da a una posición adoptada en la teoría del conocimiento o en la metafísica. En ambos casos, el realismo se opone al idealismo". El realismo a su vez concede un lugar a la duda en la vida intelectual, pero considera la vida universal como la muerte de la inteligencia.

Para el realismo el espíritu humano puede conocer al ser "en sí", y la verdad no es otra cosa, que la conformidad del juicio con la realidad.

CLASES DE REALISMO

1. Realismo Inmediato. Toda tentativa para superar la oposición entre el realismo y el idealismo, está condenada al fracaso. Nos queda el interrogante de si no podríamos llegar al realismo partiendo del idealismo. Toda la cuestión consiste en sabe si podemos encontrar el ser partiendo del pensamiento, no hay duda de que es posible, pero hallaremos el ser ideal del idealismo, no el ser real del realismo. De hecho, podemos afirmar que el realismo no se demuestra y tampoco necesita demostrarse.

"E Gilson sostiene que la noción de realismo crítico es tan contradictoria como la círculo cuadrado. Pues una crítica del conocimiento, dice, tiene como fin fundamentar a priori el conocimiento limitándolo a los fenómenos".

2. Realismo Crítico. El realismo crítico "pretende superar el realismo ingenuo y el natural. Concibe la diferencia entre los dos miembros, sujeto – objeto. Cada uno de ellos tiene su función propia". Los realistas críticos trataron de responder diciendo que los datos inmediatos de la percepción apuntan a objetos físicos fuera de sí mismo.

El realismo crítico piensa que incluso después de la investigación de Kant sobre la participación que la facultad cognoscitiva del hombre tiene en la imagen de la realidad objetiva, se puede mantener la posición fundamental del realismo.

3. Realismo e Idealismo. El realismo idealista admite que buen número de objetos no existen más que en le pensamiento. "En algunos casos lo que conocemos existen en sí, independientemente de nuestro conocimiento, de nuestro pensamiento, de toda actividad de nuestro espíritu".

ACTUALIDAD DEL PENSAMIENTO

El realismo es una de las disciplinas filosóficas que más conservan su esencia en cuanto al planteamiento del conocimiento, es una de las que menos se ha vulgarizado y continúa perteneciendo al plano intelectual. Para saberse realista hay la necesidad de indagar, cuestionar e investigar el sistema filosófico como tal, difícilmente se llega a ser realista por accidente.

Sabiendo que el realismo despoja de toda interpretación u opinión, podría afirmarse que el hombre de hoy está lejos de serlo, porque especula más que nunca, se apersona de planteamientos y da con carácter de mucha certeza visiones que pueden responder solamente a impresiones.

Del realismo se desprende la subjetividad concebida, como la manera neutral de mostrar la verdad, y que para muchos otros sistemas filosóficos no responde más que as una utopía, porque con el avance de los medios de comunicación la hominización del mundo, de la ciencia y de la sociedad la vida aparece cada vez más fragmentada, las cosas que ayer eran reales para el hombre, hoy aparecen viables de otra manera en otra cultura distinta.

El realismo ha podido ser columna del conocimiento en tanto que sin permitir la interpretación sostiene principios y postulados que habiendo sido suficientemente argumentados sostienen. La ventaja está en que el conocimiento no depende del ir y venir del tiempo y de la psicología humana, sino que se ancla en verdades universales, la desventaja se encuentra en que al parecer ortodoxa no permite un proceso ágil de conocimiento.

La pérdida del realismo ha hecho que el conocimiento sea condicionado por la cultura y el folklore y se pase al relativismo. Filosóficamente el realismo también fundamentado hipotéticamente convence mucho a la actualidad, pero en el sentido práctico ha perdido fuerza y ha pasado a ser un ideal de conocimiento.

Hoy el hombre se inclina más por visiones que le permitan mayor apertura, menos academicismo y más pragmatismo

PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA TEORÍA REALISTA.

La idea central del realismo político es que en la sociedad internacional no existe armonía sino lucha y competencia.

Las nociones básicas son:

  • el poder.

  • el interés nacional.

  • el equilibrio de poder.

Con respecto al poder, la concepción realista afirma que el interés supremo de los estados es la búsqueda del mantenimiento o el aumento del poder, es decir, que el objetivo central de los estados es adquirir el mayor poder posible ya que lo que el Estado puede hacer en la política internacional depende del poder que posea. La política internacional se define en última instancia como la lucha por el poder.

Junto al poder la otra clave es la noción de interés nacional que se identifica con la seguridad del estado. Cada estado tiene un interés nacional que salvaguardar.

Por último dado que no existe una autoridad superior que esté por encima de los estados nacionales, el único mecanismo regulador en la Sociedad Internacional es el equilibrio de poder mediante el cual es posible evitar que un estado pueda imponer su hegemonía sobre otro.

Kissinger, adaptó la concepción realista a la nueva realidad que supuso la era nuclear, por lo que a las ideas básicas del realismo: el poder, el interés nacional, equilibrio de poder, añadió la necesidad de la negociación para evitar la guerra total y la destrucción nuclear

Realismo político

Realismo en política internacional

El realismo como teoría política se construyó a base de entender la historia como el resultado de la tendencia natural del ser humano a codiciar el poder y desear la dominación de otros. Siguiendo este supuesto, se determinó que la posibilidad de erradicar el instinto por el poder es una aspiración utópica. Esto lleva a percibir la política internacional como una lucha interminable por el poder, de los actores en el escenario internacional que intentan dominar al mundo y a aquellos que intentan resistir este dominio externo.

El realismo político asume que el sistema internacional es anárquico, en el sentido de que no existe una autoridad superior a los Estados capaz de regular efectivamente las relaciones entre ellos. Además, supone que los Estados soberanos son los actores principales que componen el sistema internacional, en vez de serlo las instituciones internacionales, organizaciones no gubernamentales o corporaciones multinacionales. Según el realismo, cada Estado es un actor racional que busca maximizar su posición política dentro del sistema mediante la acumulación de recursos de poder militares. Estos intentos de maximizar el poder llevan últimamente a un equilibrio de poder entre los actores y a la estabilidad en el sistema internacional.

Esta perspectiva realista, también conocida como realismo clásico, comenzó a formularse en las décadas de 1940 y 1950 bajo las tensiones crecientes de la Guerra Fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. Las creencias del realismo clásico de que la estructura del sistema internacional y el deseo de acumular poder determinan el comportamiento de todos los Estados parecían muy persuasivas, considerando el ambiente de la época.

En los años siguientes, el realismo clásico comenzó a ser atacado por críticos que apuntaban hacia comportamientos en el Sistema Internacional que no podían explicarse adecuadamente por los argumentos realistas. Por ejemplo, las nuevas instituciones que cogían vigor en Europa occidental, en donde predominaba la búsqueda cooperativa de lograr ventajas mutuas en vez de intentos individuales de maximizar poder, resultaban contrarias a los supuestos del realismo clásico.

A pesar de estas críticas, el realismo continúa teniendo relevancia a través de nuevas teorías realistas ajustadas a la actualidad contemporánea. Por ejemplo, el neorrealismo o realismo estructural propone que la estructura del Sistema Internacional, en vez del deseo de acumular poder, dicta exclusivamente las decisiones de política exterior de los líderes políticos.

La obra de Hans Morgenthau y Jorge Diaz, especialmente Política entre las naciones, se considera una síntesis representativa del realismo político.

Morgenthau, se convierte en el padre del realismo moderno y explica el funcionamiento de la política internacional desde el punto de vista del realismo. El libro escrito durante el periodo comprendido de la Guerra Fría, es tan actual como en cualquier otra edición.

Hans Morgenthau define el interés nacional en términos de poder como uno de sus seis principios de la teoría realista, también cabe mencionar que considera diferentes políticas, tanto interior como exterior y estas son la manera de mantener el poder, aumentarlo y demostrarlo.

Morgenthau es un pensador del siglo XX que más ha influenciado el pensamiento contemporáneo.

Él nos dice que el realismo propone que los actores más importantes son los Estados dentro de las Relaciones Internacionales, que estos para sobrevivir necesitan estar listos para la guerra, el poder se vuelve la razón de sobrevivir y de ser, las Relaciones Internacionales se vuelven una esfera de conflicto, no de cooperación, con todo esto Morgenthau, afirma que el político que ignore los puntos anteriores estaría actuando en un terreno peligroso.

Concibe a la política como una empresa interesada en obtener y mantener el poder, la cual no dudará en pelear por este elemento.

Hans desglosa en la primera parte la maravilla de la lucha por el poder, en donde describe y dibuja las implicaciones del poder en la política, principalmente en el plano internacional. En la segunda, retoma las válvulas de escape de estas engañosas relaciones de poder, como lo son el Derecho Internacional, las organizaciones, la ética internacional.

En la Política entre las Naciones es claro que la definición de poder no se basa en lo militar, sino que más bien apunta a lo político, en términos de influencia psicológica, y realiza una clara diferenciación entre poder como influencia "político" y poder material, que podría ser militar o económico. Por otro lado, también resulta claro que su teoría, bajo una visión realista, se desprende con total claridad del primero de los seis principios, alrededor de los cuales elabora toda su teoría.

Morgenthau reconoce 6 principios del Realismo:

  • La Política, como la sociedad en general, está regida por leyes que tienen sus raíces en la naturaleza humana que es inmutable, luego entonces, es posible desarrollar una teoría que refleje estas leyes.

  • El principal indicar de la política realista es el concepto del interés definidos en términos de poder que infunde racionalismo a la política y hace posible el entendimiento teórico de la política, el realismo subraya el racionalismo, la objetividad.

  • El realismo asume que el interés definido en términos de poder es un objetivo que es universalmente válido, el poder es el control del hombre sobre él mismo.

  • El realismo político toma en cuenta la significación de la moralidad en la política, también toma en cuenta la tensión existente entre el mandamiento moral y las necesidades para una exitosa acción política.

  • El realismo rechaza comparar las aspiraciones morales de una nación particular con las leyes éticas que rigen el universo, el concepto de interés definido en términos de poder no ayuda a no caer en la excesiva moralidad o en la idiotez política.

  • El realismo se mantiene autónomo de la esfera de política internacional, el realismo político esta basado en la concepción plural de la naturaleza humana. Un hombre que solo es político sería una bestia, por su falta de conceptos morales, para lograr una teoría autónoma de comportamiento político, el hombre político debe abstraer otros aspectos de la naturaleza humana.

Doctrina de contención de la seguridad nacional de EE.UU.

La doctrina de contención, también llamada contención global fue una política adoptada por estados unidos hacia la unión soviética durante los primeros años de la guerra fría lo cual tuvo un propósito de derrotar a la unión soviética impidiendo la expansión del territorio bajo control de regímenes comunistas. Es por ello que la contención se convirtió en el principal objetivo de la política de la Seguridad Nacional de Estados Unidos a partir de un discurso pronunciado por el presidente de aquel entonces HARRY TRUMAN. Ante el congreso el 12 de marzo de 1947.

Desde los Estados Unidos se percibía esta política como un expansionismo político y económico. La intervención soviética, real o inventada, era percibida como la herramienta de expansión, que permitía sin embargo eludir un conflicto directo con Estados Unidos, que podría haber derivado en una guerra nuclear. Así comenzó una etapa de "guerra indirecta" en países en desarrollo de todo el mundo, especialmente en África, Asia, América Central y América del sur.

Todos los presidentes norteamericanos desde Truman en adelante, tanto Republicanos como Demócratas, adhirieron a la doctrina de la contención como punto central de la política norteamericana hacia la Unión Soviética, con excepción del presidente Carter que inicialmente proclamó los derechos como prioridad de su administración. La política exterior de los Estados Unidos ha logrado tener gran influencia sobre la esfera internacional, reflejando sus intereses egoístas, unilaterales y expansionistas. Desde su independencia ha tenido ocho grandes doctrinas de seguridad.

La primera doctrina, fue ampliamente elaborada por Washington en 1796 y su ayudante Alexander Hamilton. Esta doctrina, junto con la Doctrina Monroe y la del Destino Manifiesto, constituyeron un triángulo conceptual y de acción que orientó la política exterior de los Estados Unidos durante todo un siglo. La primera condición esencial en materia de seguridad sería entonces construir un estado asegurando su territorio.

En este sentido, La Doctrina Monroe fue anunciada en 1823 y procuró asegurar la influencia de los Estados Unidos en América al buscar el repliegue europeo en la región. La Doctrina Monroe era un acto político unilateral inscripto en lo que se denominaba el "imperialismo moderno de los Estados Unidos. En relación al término "Destino Manifiesto" fue utilizado por primera vez en1839 por John L. O" Sullivan, periodista, demócrata y expansionista e intentó justificar la ampliación de Estados Unidos hacia el Oeste. Articulando estas doctrinas, Estados Unidos adquirió, mediante la guerra, la diplomacia o la compra de territorios pertenecientes a los indios, Gran Bretaña, Francia, España, México y Rusia.

En 1898 entró a funcionar la cuarta doctrina: Puertas Abiertas, cuyo objetivo fue promover los intereses políticos, económicos y comerciales de Estados Unidos en Asia. Mediante esta doctrina, Washington extendió su poder en Asia y el Pacífico, anexando Hawái y adquiriendo Guam, Wake Island y Filipinas. Alfred Mahan fue uno de los inspiradores de la doctrina de Puertas Abiertas.

Mientras se desarrollaba la Primera y Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos instauró su quinta doctrina de seguridad. En la que los, Estados Unidos actuó como un poder de última instancia que restauró el equilibrio en Europa y Asia en dos ocasiones. Tanto la decisión de Wilson como la de Roosevelt de intervenir en las guerras europeas se basó en la percepción de que Estados Unidos no podía tolerar un desequilibrio de poder en Europa, y menos si ese desequilibrio era generado por gobiernos autoritarios.

Sin embargo el fin de la Segunda Guerra Mundial no eliminó el problema del equilibrio de poder sino que introdujo nuevos actores. Fue el Presidente Truman quien articuló la sexta doctrina. La estrategia de contención intentó frenar el avance soviético, en particular el control sobre Eurasia, y su proyección del comunismo como tipo de régimen. La contención se convirtió en el principal objetivo de la política de seguridad nacional de Estados Unidos a partir de un discurso pronunciado por el presidente Harry Truman ante el congreso el 12 de marzo de 1947, durante la Guerra Civil Griega (1946-1949), cuando insistió en que si Grecia y Turquía no recibían la ayuda que necesitaban, inevitablemente quedarían bajo la influencia del campo socialista, lo que produciría en la región un efecto dominó. la esencia de esta doctrina se mantuvo durante toda la Guerra Fría.

William Clinton introdujo una nueva estrategia de Ampliación. Construida sobre principios liberales, la estrategia aseguraba que un mundo más interdependiente, más institucionalizado y más democrático sería un mundo más pacífico. Esta doctrina no tuvo un desarrollo parejo. Clinton no dudó en ser unilateral cuando vio venir que el Consejo de Seguridad no aprobaría la intervención en Kosovo. Con una crítica profunda al gobierno de Clinton, George Bush asumió la presidencia con un cierto vacío de legitimidad y de conocimiento de la política internacional.

En septiembre de 2002, el gobierno de los Estados Unidos presentó su Estrategia de Seguridad Nacional y se inaugura formalmente el período unipolar bajo la administración Bush. Esta nueva Estrategia de Seguridad tuvo como antecedente el terrorismo del 11 de septiembre de 2001. El sustento de esta doctrina seria dos estrategias. La primera es la de los ataques preventivos se centrará en la amenaza encarnada por el terrorismo internacional (y sus vinculaciones con el crimen organizado) y los denominados estados villanos o eje del mal (entre los cuales Bush destaca los casos de Irán y Corea del Norte). La segunda estrategia es la disuasión hacia potenciales adversarios.

El Presidente George W. Bush es el claro ejemplo del político con una fuerte carga moral en su discurso pero que no parece dudar en utilizar su poder de manera indiscriminada. En la Estrategia de Seguridad Nacional el enemigo ha dejado de ser básicamente un conjunto de actores estatales para pasar a ser una red. Los actores estatales calificados como enemigos, distan de tener una identidad significativa en cuanto a capacidades militares, económicas y demográficas. Su importancia como amenaza pasa a ser su control de armas de destrucción masiva y su eventual interacción con el terrorismo internacional.

Doctrina de Contención

La denomina Doctrina Truman fue la primera expresión importante de la política norteamericana denominada de "contención" haciendo referencia al comunismo durante la guerra fría. En un discurso ante el Congreso el 12 de marzo de 1947, Harry Truman hizo la siguiente afirmación: "Creo que la política de los EE.UU. debe ser apoyar a los pueblos libres que están resistiendo intentos de agresión de minorías armadas o presión exterior". Con la doctrina Truman se quiso asegurar, la influencia económica, política y militar dominante de los EE.UU. en los países de Europa Occidental valiéndose de la intervención, el ascenso del movimiento revolucionario, que se observaba en muchos de esos países, así como aislar a la URSS y hacer retomar a los cauces del desarrollo capitalista a todos los Estados democráticos.

Bajo ese pretexto, entre mediados de los años 60 hasta principios de los 80 en el marco de la Doctrina de Seguridad Nacional de Estados Unidos, se determinó la siembra de dictaduras en Centroamérica y Suramérica, transmitida principalmente desde de la polémica Escuelas de las Américas en Panamá, que instruyó a militares latinoamericanos en técnicas de contra-insurgencia, violaciones a los derechos humanos y la represión clandestina de los gobiernos autoritarios de la región.

La Doctrina de la Seguridad Nacional, fue el sostén ideológico de las dictaduras militares en América Latina y fue ideada por el gobierno de Estados Unidos como forma de ejercer un contrapeso político en la región. Las sucesivas administraciones estadounidenses temieron que la influencia de la revolución cubana de 1959 significara una expansión del comunismo en América Latina, y que el continente girara hacia la órbita soviética; dominando sobre su periferia.

La doctrina llega a formar una parte importante de la ideología de las fuerzas armadas en América Latina, quienes por primera vez extienden su papel de defensores de las fronteras nacionales con la defensa contra el propio pueblo. Además la doctrina propaga una visión amplia del enemigo: no sólo se consideran terroristas insurgentes a las personas con armas como bombas o revólveres, sino también a las personas que propagan ideas en contra del concepto de la sociedad nacional que tiene el gobierno.

Empleando esta doctrina los Estados Unidos consiguen unificar el accionar de las distintas dictaduras genocidas latinoamericanas, instaladas por la CIA, como la de Augusto Pinochet (en Chile), Alfredo Stroessner (en Paraguay), Jorge Rafael Videla, Roberto Viola y Leopoldo Galtieri (en Argentina, 1976-1983), Juan María Bordaberry en Uruguay, el general Banzer (en Bolivia, 1971-1978).

La Estrategia de Seguridad Nacional de George Bush

En septiembre de 2002, el gobierno de los Estados Unidos presentó su Estrategia de Seguridad Nacional (ESN), con una versión más militarizada y proactiva de la estrategia de la contención desarrollada por G. Kennan en 1946, y llevada a cabo Bajo la administración Truman, la ESN de BUSH inaugura formalmente el período unipolar, la cual tuvo como antecedente el terrorismo del 11 de septiembre de 2001.

A consecuencia del 11-9, el Secretario de Defensa de los EE.UU. D. Rumsfeld destacó los siguiente: 1) el reconocer el peligro que representa para la seguridad nacional de los EE.UU. y del propio hemisferio la interacción entre terrorismo – Estados Villanos (en este listado el Secretario de Defensa colocó a Irak, Irán, Siria, Corea del Norte y Cuba) así, como la proliferación de armas de destrucción masiva; 2) el rol de las "áreas no gobernadas" como epicentro de actividades del crimen organizado, el narcotráfico y el terrorismo; 3) el rol clave de la estabilidad política y económica como forma de limitar el peso del crimen organizado y el terrorismo.

De manera que, la ESN de los estados unidos en el periodo de Bush, estaba dividida en dos grandes temas. El primero es la seguridad y el segundo la economía, donde el principal compromiso del gobierno, es defender a la nación de sus enemigos y expandir por todo el globo su hegemonía hablando en nombre de la democracia, el libre mercado, la lucha contra la corrupción y el respeto de los derechos humanos; en realidad, la causa de los Estados Unidos va más allá de la defensa del país; el objetivo es hacer uso de esa posición singular para garantizar décadas de estabilidad, bienestar, paz y libertad.

Por tanto, la posición de GEORGE BUSH fue mantenida mediante dos estrategias: La primera en el ataque preventivo basado en una contención agresiva y la segunda estrategia es la disuasión hacia potenciales adversarios centrada en la amenaza encarnada por el terrorismo internacional.

Una manera ideal de llevar a cabo la ESN consistía en el análisis de las regiones con problemas, comenzando por el conflicto entre Israel y Palestina, luego sobre India y Pakistán y, en tercer lugar, aparece el Hemisferio Occidental. La ESN de Bush menciona las coaliciones flexibles con aquellos que comparten las prioridades y valores de los EE.UU. El objetivo de las alianzas es promover "seguridad, prosperidad, oportunidad y esperanza".

Por otra parte, La administración Bush dio a conocer en Febrero del 2003 la Estrategia Nacional contra el Terrorismo, la misma se centraba en las denominadas "4D": derrotar, denegar, disuadir y defender. Asimismo, realiza una división entre "terrorismo de alcance global" (citando el caso Al Qaeda) y "regional" (citando expresamente a Abu Sayaf en las Filipinas y las FARC en Colombia). En este sentido, marca como prioritario operar activamente en el Plano diplomático, económico y militar para derrotar a estos grupos.

Por consiguiente, al declarar una guerra y no una política a seguir, Bush creó un clima interno en el cual los requerimientos de seguridad se impusieron a los derechos y libertades individuales. A su vez, el 11/9 produjo tres tipos de unilateralismo: (a) el derecho al ataque preventivo, (b) la negativa de otorgarles derechos a los prisioneros de Afganistán y (c) la invasión a Irak.

La Doctrina Bush tiende a ver al mundo como una lucha entre el bien y el mal, en función de estas observaciones, podemos concluir que más allá de la administración Bush existen factores culturales, estructurales e institucionales que predisponen a Estados Unidos a seguir en su búsqueda de supremacía.

REFERENCIA BIBLIOGRAFICA

Britto García, L. (2005). La ONU y la doctrina de seguridad estratégica de estados unidos. Disponible en: http://www.voltairenet.org/La-ONU-y-la-doctrina-de-seguridad.

Calle, F. y Merke, F. (2005). La Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos en la Era Unipolar. 2005. Agenda internacional N°3. Disponible en: http://www.agendainternacional.com/numerosAnteriores/n3/0307.pdf

Ruiz, J. (2006). La encrucijada de la seguridad en América Latina: Entre la tentación autoritaria y la participación comunitaria. En: Cardona, D. Encrucijadas de la seguridad en Europa y las Américas. Centro de Estudios Políticos e internacionales. Bogotá: Universidad del Rosario.

Schmitt, Carl. "El Imperialismo Moderno en el Derecho Internacional", reproducido por Héctor Orestes Aguilar, ed. Carl Schmitt, Teólogo de la Política (México: Fondo de Cultura Económica, 2001).

"Comentario"

La política exterior de los Estados Unidos conforme ha ido evolucionando a lo largo de los años ha logrado tener mayor influencia sobre la esfera internacional. A través de la historia se puede observar que en su política exterior se han visto reflejados sus intereses unilaterales y expansionistas, no obstante, dichos intereses siempre han sido disfrazados bajo el discurso de que lo que se pretende es proteger a la humanidad, defender la paz mundial y la seguridad internacional.

Existe consenso entre quienes estudian Relaciones Internacionales en afirmar que esa nación desde su independencia ha tenido ocho grandes doctrinas de seguridad, expresadas en discursos presidenciales, otras en forma de mensajes al Congreso e incluso hasta en telegramas.

En este contexto, es útil para entender COMO EE.UU. tomó también al propio hemisferio americano, como escenario para la contención del comunismo para lo cual intervino en Sudamérica y Centroamérica, promoviendo regímenes dictatoriales de derecha o dirigidos por militares en otros países Latinoamericanos.

Más aún, en la actualidad, esos intereses egoístas se han demostrados abiertamente ante la comunidad internacional, posterior a los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, ocurridos contra Estados Unidos, cuando el presidente de ese momento dio a conocer su primera Estrategias de Seguridad, dentro de lo que se plasmó la Doctrina Bush, donde según él, se promueve un único modelo, colmado de un conjunto de estrategias de guerras ilimitadas, unilaterales, ofensivas y preventivas.

Propuesta de Bolívar y Monroe

1.- BOLÍVAR Y EL ANTAGONISMO CON LOS EE.UU

La contradicción habida entre Simón Bolívar y el gobierno de los Estados Unidos representado por Mr. James Monroe radicó en dos hechos esenciales (uno económico y otro político) que estaban implícitos en el surgimiento y ulterior desarrollo del imperialismo estadounidense: la esclavitud negra y el federalismo provincial. Estos dos trascendentales acontecimientos que estuvieron en el trasfondo de toda la "coyuntura histórica" de la independencia americana y de sus desarrollos posteriores, fueron palpados y experimentados directamente durante toda su vida por el Libertador. Y fueron los que en últimas le hicieran mirar con más atracción hacia el "modelo" de estado surgido de las revoluciones políticas y económicas que se estaban desarrollando en Francia e Inglaterra, y no en el modelo de estado de la democracia ultraliberal, esclavista y federal de las 13 colonias norteamericanas.

La experiencia de Simón Bolívar contra la esclavitud negra no es sólo el fenómeno socio-racial y económico que él personalmente palpó en las permanentes fugas y cimarronajes, o en las sangrientas insurrecciones y rebeliones de esclavos tan frecuentes desde el siglo anterior a lo largo y ancho de la Nueva Granada, Venezuela y el Caribe, y que él llamó la "guerra de colores".

Fue su genuino y más profundo antiesclavismo el que lo llevó a congeniar y fraternizar con el presidente haitiano Alejandro Petión, a enfrentarse desde un principio a los esclavistas venezolanos, neogranadinos, peruanos, y sus aliados norteamericanos, y a granjearse su enemistad al decretar en 1816 en las solitarias playas de Ocumare la libertad total de los esclavos. Al implorarla en el Congreso de Angostura el 15 de febrero de 1819 y en el congreso de Cúcuta en 1821.

A decirle sarcásticamente a Santander en 1826, que su proyecto de Constitución para Bolivia sería "visto con horror por los intolerantes amos de esclavos". Al oponerse a la burla truculenta de los esclavistas y federalistas, contenida en la fórmula de "la libertad de vientres" propuesta por los partidarios del vicepresidente Santander en la Convención de Ocaña de abril de 1828, y que cinco meses después motivó el atentado asesino de los santanderistas contra su vida.

La contradicción económica, social e ideológica que siempre estuvo dinamizando la lucha de liberación de los países de la Patria Grande contra el colonialismo imperialista de la época fue la lucha del proyecto ilustrado defendido por Simón Bolívar de la libertad, la soberanía popular y democracia directa enfrentado al "modelo de democracia ultraliberal del estado esclavista y federado de las 13 colonias norteamericanas", defendido a muerte como modelo a ser implementado en nuestros países por el vicepresidente Santander, los esclavistas de Popayán o Cartagena, coaligados con los hacendados gamonales y curas de Cundinamarca, todos ellos sostenidos por el gobierno de los Estados Unidos.

Cuando Bolívar invita a las naciones hispanoamericanas al Primer Congreso Americano en el Istmo de Panamá en 1826, para compaginar su proyecto de organización política regional, nace su concepción de dar origen a la nación más grande del mundo más que por su extensión y riquezas, por su libertad y gloria, como reza la histórica Carta de Jamaica. Bolívar indico que era una idea noble intentar formar una sola nación del conjunto de naciones del nuevo mundo porque tienen un mismo origen, lengua, costumbres y religión. Indico que una vez que la independencia de Venezuela este asegurada, "…debemos perseguir con el más vivo interés la realización del Pacto Americano, fundiendo nuestras repúblicas en un solo cuerpo político, para presentar una América al mundo, de una majestad y grandeza sin paralelo entre las naciones del viejo mundo", y agrego: "Que bello seria si el Istmo de Panamá seria para nosotros lo que el de Corinto fue para los Griegos".

2.- DOCTRINA DE BOLÍVAR

Simón Bolívar, el Libertador, desde Kingston, Jamaica, el 6 de septiembre de 1815 escribía la que es conocida como Carta de Jamaica en donde se exponen las causas y argumentos que justifican la independencia de los territorios españoles de América así como su posterior unidad. En este documento se encuentran las bases de la doctrina Bolivariana resumida en la máxima unidad e independencia.

La idea de una federación americana aparece en el Acta de Unión suscrita por Francisco de Miranda, en París el 22 de diciembre de 1797. Posteriormente, el peruano Juan de Egaña publicó sus memorias sobre la federación en general, en 1810. Será Bolívar, sin embargo, quién más iba a profundizar en este proyecto, y llevarlo a la práctica. En un documento de su gobierno del 31 de diciembre de 1813, se afirma que el presidente de Venezuela no sólo desea fortalecer su alianza con Nueva Granada, sino de unir a ambas regiones en una sola nación. De esta unión surgiría nuestra fuerza. Los enemigos de la causa americana temblarán ante un poder tan formidable. La declaración continúa así: El Congreso de los Estados Unidos aprobó una resolución el 5 de diciembre de 1811, proclamando que miraba a la emancipación de Venezuela como un suceso muy alentador. Más adelante sigue: Si España pudo someter a la América desde Nuevo México a los Estrechos de Magallanes, por qué no se ha de realizar una unión permanente entre Venezuela y Nueva Granada? Es más, por qué no unir a toda Suramérica bajo un único gobierno central? Un gobierno central podría dirigir sus enormes recursos hacia un sólo objetivo, el de resistir todos los ataques foráneos, mientras, a lo interno la cooperación mutua nos llevaría al pináculo del poder y la prosperidad. Estas son las aspiraciones de aquella nación del norte que G. Washington condujo a la victoria. Sus políticas se han de unir a las nuestras y sus recursos unidos a los nuestros, como una barrera infranqueable, se deben oponer a las ambiciones de Europa.

En otra parte de este texto de 1813, decía Bolívar: A Europa le interesa el equilibrio entre sus naciones, que le ha costado mucho derramamiento de sangre, "hay otro equilibrio, el que nos importa a nosotros: el equilibrio del universo. "Todas las otras partes del mundo deben establecer un equilibrio entre ellas y Europa, para destruir su preponderancia. Yo llamo a esto el Equilibrio Universal, y debe entrar en los cálculos de una política americana."

Vamos a resumir este texto en sus puntos esenciales: Primero: el Congreso de los Estados Unidos aprobó una resolución donde expresa que le complacía los sucesos de la emancipación de Venezuela. Segundo: Suramérica podría integrarse bajo un único gobierno central. Tercero: las políticas del gobierno de los Estados Unidos se han de unir a las nuestras y sus recursos unidos a los nuestros se opondrían a las ambiciones de Europa. Finalmente, dice Bolívar, este equilibrio del universo "debe entrar en los cálculos de la política americana."

Este documento, que fue leído ante el Congreso de Venezuela el día 2 de enero de 1814, en la Iglesia de San Francisco, recoge cinco ideas germinales de Bolívar. Estas se convertirán en puntos cardinales de su política exterior y que él va a ir ampliando. Estas son: (a) La unión de Venezuela y Nueva Granada. (b) La federación de todos los países de Suramérica. (c) El deseo de unir políticas comunes y recursos con los Estados Unidos. (d) Una política de equilibrio universal para oponerse al predominio de Europa sobre los otros continentes. (e) El deseo de obtener el reconocimiento de los Estados Unidos de Norteamérica y de otros países liberales.

En sus "Reflexiones sobre el estado actual de Europa en relación a América" (1814), Bolívar elogia a los ingleses que "han triunfado de un modo raro y extraordinario sobre el despotismo y la arbitrariedad de Bonaparte." Pero ahora es el zar Alejandro de Rusia quien puede amenazarla y ella no querrá que América permanezca bajo la dependencia de alguna potencia continental." Es por esta razón que "la emancipación de América siempre ha estado en los cálculos del gabinete inglés. La Gran Bretaña, colocada entre el antiguo y el nuevo continente, va por este nuevo equilibrio del universo a llegar al último punto de grandeza a que ningún pueblo del mundo había osado aspirar."

El duque de Wellington había concluido su campaña peninsular de cinco años contra las tropas de Napoleón (1809-1813). En 1812 había entrado en Madrid y en el mes de junio de l813, su ejército salió triunfante de la sangrienta batalla de Vitoria, auxiliado por los combatientes españoles. Así fueron expulsados los franceses de la Península ibérica. Napoleón no se había repuesto de su campaña de Rusia (1812), cuando sufrió la derrota de la batalla de Leipzig, el 13 de octubre de 1813. Seguidamente, Rusia siguió avanzando desde el oriente entre 1813 y 1814. El zar entro a París en el mes de febrero de 1814. Sus ambiciones que se manifestaron muy pronto, al socaire de sus triunfos militares, despertaron los recelos de austríacos, prusianos e ingleses. En América Bolívar reconoce que "el emperador Alejandro se ha puesto a la cabeza de los aliados para destruir a Napoleón". Pero "Inglaterra es la única nación marítima y no va a prestarse para que España vuelva a afianzarse aquí su dominación.

Bolívar pudo desarrollar mejor sus ideas sobre una federación americana en su exilio de Kingston. Ahora reconoce, en la Carta de Jamaica, que no se puede formar "de todo el mundo nuevo una sola nación". Sin embargo, sí es posible fundar una organización mundial que se dedique a conservar la paz entre las naciones. "¡Qué bello sería que el Istmo de Panamá fuese para nosotros lo que Corinto para los griegos! Ojalá que algún día tengamos la fortuna de instalar allí un augusto congreso de los representantes de las repúblicas, reinos e imperios a tratar y discutir sobre los altos intereses de la paz y de la guerra con las naciones de las otras tres partes del mundo." Estas ideas las seguirá profundizando en su proyecto del Congreso de Panamá, en donde va a hacer grandes contribuciones al derecho internacional público. Con razón se ha dicho que el Libertador fue uno de los precursores de la Liga de las Naciones y de la ONU. Naturalmente, sabemos que la capital del mundo no está en Panamá, sino en Nueva York, donde se reúnen los representantes de todos los estados. No obstante, este hecho no le resta ningún mérito al genio del Libertador.

Pero todavía hay mucho camino que andar, sigue Bolívar en su Carta de Jamaica: La América no estaba preparada para desprenderse de la metrópoli. "Estábamos abstraídos y ausentes del universo en cuanto es relativo a la ciencia del gobierno y administración del estado. Jamás éramos virreyes ni gobernadores, sino por causas muy extraordinarias. Las leyes favorecían casi exclusivamente a los naturales del país originarios de España en cuanto a los empleos civiles, eclesiásticos y de rentas. Todavía es difícil presentir nuestro futuro en nuestra situación actual. ¿Quién se atrevería a decir, tal nación será república o monarquía, ésta será pequeña o grande?" El espíritu de partido agita a nuestros estados. "Seguramente la unión es la que nos falta para completar la obra de nuestra regeneración. Sin embargo, nuestra división no es extraña, porque tal es el distintivo de las guerra civiles formadas generalmente entre dos partidos: conservadores y reformadores."

Pero ese no era el proyecto del naciente Imperio norteamericano. Jefferson había descubierto sus designios anexionistas sobre Cuba en 1820. John Quincy Adams, Secretario de Estado de Monroe, tomando en cuenta su interés en Texas indico que los Estados Unidos no deben renunciar a su futura libertad de acción y debe mantener una política flexible frente a cualquier contingencia. Entonces el Presidente Monroe en su mensaje al Congreso manifiesta: las naciones de América no están para la colonización de potencias europeas y que cualquier intervención sobre ellas será considerada "una inamistosa actitud contra los Estados Unidos". Asi nace la Doctrina Monroe en 1823.

Aparentemente esta doctrina luce diseñada para reforzar el desarrollo independiente de Latinoamérica. No es así. El motivo real era poner las bases de la política internacional hegemónica norteamericana en el continente. Los Estados Unidos nunca estuvieron a favor de los principios de soberanía, justicia, libertad e igualdad que servían de base a la Unidad Latinoamericana por los cuales Bolívar y los precursores de la independencia como Miranda, O'Higgins, San Martin, Monteagudo tanto lucharon. Bolívar lucho por la unidad y mutua defensa de nuestras repúblicas, objetivos a los cuales se agregaron, la liberación de Cuba y Puerto Rico, todavía bajo coloniaje español. Estados Unidos no quería enredos permanentes con los nuevos estados, mucho menos la liberación de Cuba y Puerto Rico y que su política de completa neutralidad en la guerra de independencia la iba a mantener.

Bolívar fue fundador del panamericanismo en su más elevado sentido y fue precursor de la Liga de las Naciones, de la OEA y de la ONU. Su concepción del Congreso de Panamá fue muy superior al sistema de congresos de los aliados europeos. Se entiende por panamericanismo o integración panamericana, el movimiento diplomático, político, económico y social que busca crear, fomentar y ordenar las relaciones, la asociación y cooperación entre los países de América en diversos ámbitos de interés en común. El término se diferencia de americanización, que es la admiración por la cultura y el estilo de vida estadounidenses.

3.- JAMES MONROE

Quinto presidente de los Estados Unidos de América, último de la generación que protagonizó la Revolución por la Independencia (Westmoreland, Virginia, 1758 – Nueva York, 1831). Se unió al ejército de George Washington en 1776. Terminada la guerra contra Gran Bretaña con el reconocimiento de la independencia de los Estados Unidos, Monroe hizo una brillante carrera política: fue miembro del Congreso Continental (1783-86), senador (1791-94), embajador en París (1794-96) y en Londres (1893-06), gobernador de Virginia (1799-1802 y 1811), secretario de Estado (1811-17) y de Guerra (1814-15) y, por fin, presidente de Estados Unidos (1817-25).

Desde que se opuso a la aprobación de la Constitución de 1787, Monroe fue un calificado defensor de la autonomía de los Estados frente al poder del gobierno federal, siguiendo la línea del Partido Republicano que fundaran Jefferson y Madison (antecedente del actual Partido Demócrata). Pero, una vez elegido presidente (1816), se consideró más hombre de Estado que de partido y trató de representar a toda la nación. En consecuencia, durante sus dos mandatos se apaciguaron las tensiones políticas entre federalistas y republicanos.

Aunque cuestionó la competencia del Congreso para restringir la esclavitud en los diferentes Estados, aceptó el equilibrio pactado entre los intereses del Norte y los del Sur por el Compromiso de Missouri (1820), que dividía el país en Estados esclavistas y Estados abolicionistas. La Administración Monroe fijó también las fronteras con el Canadá británico (Convención de Londres, 1818) y extendió el territorio estadounidense mediante la compra de Florida a España (1819).

Pero es recordado, sobre todo, por haber acuñado la doctrina Monroe, sintetizada en la máxima: «América para los americanos» (1823). Dicha idea, pronunciada en el contexto de los intentos españoles por reconquistar las colonias que había perdido en el continente americano, iba dirigida sobre todo contra las tentaciones de otras potencias europeas (fundamentalmente Gran Bretaña) de extender su influencia sobre América ocupando el vacío que dejaba el hundimiento de los imperios español y portugués (de hecho, se formuló como respuesta a la invitación británica para iniciar una política conjunta en Iberoamérica).

La idea presidiría la política exterior de Estados Unidos hasta nuestros días, considerando todo el hemisferio americano como zona de influencia exclusiva, en la que cualquier intromisión de las potencias europeas sería considerada un acto hostil.

Monroe afirmó en dos de sus discursos más relevantes que las potencias europeas no podían colonizar por más tiempo América, y señaló que éstas no deberían intervenir en los asuntos de las recientemente emancipadas repúblicas latinoamericanas. Previno a los estados europeos contra cualquier intento de imponer monarquías en las naciones americanas independientes, pero añadió que Estados Unidos no emprendería ninguna acción en las colonias europeas existentes ni en la propia Europa. Este último punto confirmaba las ideas expuestas por George Washington en su discurso de despedida presidencial de 1796, en el que recomendaba encarecidamente que Estados Unidos no entablara complicadas alianzas en política exterior.

Nombre que reciben los planes y programas políticos que inspiraron el expansionismo de los Estados Unidos de Norteamérica, tras la incorporación de importantes territorios que habían pertenecido al imperio español y en su dialéctica con las realidades imperiales entonces actuantes –Gran Bretaña, Rusia, Francia, entre otros, sintetizados por el presidente James Monroe en su intervención del 2 de diciembre de 1823 ante el Congreso Norteamericano, y que se pueden resumir en tres puntos:

  • 1. No a cualquier futura colonización europea en el Nuevo Mundo,

  • 2. Abstención de los Estados Unidos en los asuntos políticos de Europa y

  • 3. No a la intervención de Europa en los gobiernos del hemisferio americano.

4.- ANTECEDENTES DE LA DOCTRINA MONROE

En 1815 Napoleón Bonaparte es definitivamente derrotado por una alianza de potencias europeas entre las que destacan Inglaterra, Rusia, Prusia y Austria. A consecuencia de estos eventos, se reúnen los vencedores en un congreso, en la capital del imperio austriaco, para Restaurar la Europa pre revolucionaria y firmar la Paz de Viena. Es a partir de entonces que los Estados Unidos deciden volver la espalda al Atlántico, manifestando abiertamente su rechazo hacia las políticas europeas.

Por su parte, los europeos establecerán un nuevo sistema de congresos que garantizaría la paz en el continente; se trataba de un procedimiento colectivo para resolver problemas y garantizar la aplicación de acuerdos (Pereira 2001). Este Sistema de Congresos empieza a funcionar en 1818. En el cuarto de ellos, celebrado en Verona -de octubre a noviembre de 1822- España será el tema prioritario por haber triunfado en este país un gobierno liberal, la mayor amenaza a los ojos de los líderes de la Restauración. Francia está decidida a intervenir para derrocarlo y obtiene el apoyo de las demás potencias, a excepción de la Gran Bretaña que se opone radicalmente. En el acta final del Congreso de Verona se aprueba la intervención armada de Francia en nombre de la Alianza. Como resultado de estas acciones, el 7 de abril de 1823 Fernando VII es restituido como monarca absoluto.

Inglaterra verá con temor estos acontecimientos; las potencias de la Santa Alianza podrían apoyar a España en la recuperación de sus colonias en América, envueltas por entonces en guerras de independencia. Esto perjudicaría el rentable comercio que los británicos habían establecido con ellas desde el inicio del proceso independentista (Pereira 2001). Por ello, ofrecen a Estados Unidos la elaboración de una declaración conjunta de oposición contra la intervención europea en América.

Si bien los norteamericanos se negaron a aceptar la fórmula de una declaración conjunta con Inglaterra, el día 2 de diciembre de 1823, James Monroe, presidente de los Estados Unidos, presenta en su discurso anual algunos pasajes sobre relaciones exteriores que dejarán clara la posición de los Estados Unidos en política exterior.

En el Congreso de Verona, celebrado desde mediados de octubre al 14 de diciembre de 1822 (que se suele interpretar como la última reunión de la Santa Alianza Europea, constituida inicialmente en París el 26 de septiembre de 1815 entre el rey de Prusia y los emperadores de Austria y Rusia), se decidió ayudar al restablecimiento del absolutismo en España, facilitando que Fernando VII recuperase el poder con la ayuda de los Cien mil hijos de San Luis que pusieron fin al trienio liberal, previa una nueva ocupación militar francesa de España (abril a octubre de 1823). Temerosa la Gran Bretaña de una ofensiva absolutista franco española en las repúblicas hispano americanas que durante el trienio liberal español habían avanzado en su consolidación nacional, el ministro de exteriores británico, George Canning, propuso al embajador norteamericano en Londres, Richard Rush, una declaración conjunta que frenase tal potencial intervención, de la que ofrecemos su texto traducido al español:

Propuesta de declaración conjunta británico-norteamericana sobre las colonias de España en América (dirigida por el ministro George Canning al embajador norteamericano en Londres, Richard Rush, el 16 de agosto de 1823)

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