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Historia criminal – El petiso orejudo, asesino serial (página 2)

Enviado por Roberto Yrago


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El psicópata se da cuenta de su mal, que no sufre pero que disfraza inteligentemente, porque estorba a sus propósitos, como dijo Cleckley en el título de su libro, ¨La máscara de la cordura¨.

Por último, está la incapacidad de empatía, de "ponerse" en el lugar de los otros, y la característica de que para ellos sólo existe lo inmediato, y en consecuencia nunca están ansiosos. Lo que es explicable: la ansiedad es precisamente un estado de desazón, producto de temer qué pasará en nuestro futuro, a corta o a larga data. Pero ¿cómo temer al futuro, si es algo que no existe? Frente a esto y con respecto a esa explicación por la cual el descuido y la escasa previsión que pone el psicópata al matar es consecuencia de un deseo oculto de ser descubierto; no se cuidan, por lo menos como sería de esperarse ante tan graves acciones, porque simplemente el futuro, la cárcel o la ejecución, no existen en su plan de vida. Su plan de vida es lo inmediato. No hay nada que se pueda imaginar después.

Por otra parte, los psicópatas tienen baja estimulación cortical. Ésta es otra razón para "necesitar el escalofrío", como dijo uno de ellos. Necesitan estimularse con las grandes sensaciones, los grandes peligros, y por eso matan.

Para luchar contra esta nueva aparición delictual que son los asesinos seriales, el FBI interrogó a muchos criminales encerrados en cárceles norteamericanas, y produjo el famoso perfil del serial killer, un mix de psicología, informática, ciencia y un poco de intuición. Así nació el programa VICAP, en el Departamento de Investigaciones Criminales del FBI, en Quantico, Virginia; el mismo cuyo parque vemos en los primeros treinta segundos de rodaje de "El silencio de los inocentes", con la protagonista, Jody Foster, haciendo "jogging".

¿Pero este "perfil" sirve para encontrar al delincuente? Por supuesto que no. Sí para coronar las sospechas una vez que se tiene al criminal. También el programa suministra datos para orientar la investigación, por ejemplo, si el rostro de la víctima es irreconocible, debido a golpes o a alguna mutilación, esto indica, en la mayoría de los casos, que el asesino y su víctima se conocían. Cuando el lugar de un crimen sangriento presenta indicaciones de una gran limpieza, como una bañera recién limpiada, con cuidado de toda mancha de sangre, esto indica que probablemente el asesino salió hace menos de seis meses de un establecimiento psiquiátrico. La Asociación Americana de Psiquiatría ha dicho, en 1980: "La principal característica es una alteración de la personalidad en la cual hay una historia de conducta antisocial crónica y constante en la que los derechos de los demás son violados¨.

La conducta antisocial no es debida a ningún retraso mental, esquizofrenia, o episodios maníacos. La mentira, el robo, las peleas y la resistencia a la autoridad, son signos típicos en la infancia.

También la tortura y muerte de animales domésticos. En la adolescencia son frecuentes una conducta sexual inusualmente temprana y agresiva, la bebida excesiva, y las drogas ilegales. Luego la incapacidad de mantener un desempeño consistente en el trabajo o en funciones como la responsabilidad paternal. Pasados los treinta años, algunos de los aspectos más notorios pueden disminuir, particularmente la promiscuidad sexual, las disputas, peleas, delitos de robo y hurto y vagancia". Este intento de dilucidar esas conductas nos obligan a tener en cuenta la opinión que los especialistas tienen sobre este fenómeno.

¿Hay una definición de la psicopatía? Joel Zac es el mejor expositor del tema. Psicoanalista formado por Langer, Pichon-Rivière y Liberman, en la década del cincuenta ha dicho: "la psicopatía es una organización de la personalidad históricamente determinada por una distorsión infantil de la evolución yoica, con una estructura narcisista egosintónica (su trastorno no le genera sufrimiento), con intolerancia a la frustración (bajo umbral de tolerancia) y una irresistibilidad impulsiva psicopatológicamente caracterizada por el predominio intra-psíquico de una "situación básica" ("borrosidad" y "multiplicidad de objetos") que estructura la neurosis grave de la infancia, con deterioro de la identidad, la simbolización, la socialización, el control de la agresión, la comunicación, con conductas aloplásticas (actividad consistente en la trasformación del medio ambiente) concretas resultantes de la interacción inicial del niño (luego el adolescente y el adulto) con su ámbito familiar y grupal, con un superyó lacular (en lagunas, no integrado) deficitario¨ [2].[3]

En todo lo que hemos dicho antes, Zac está casi de acuerdo. Se aparta en dos aspectos, que son más de modo que de naturaleza: "hay un predominio de la pro-yección del mundo interno sobre el mundo externo, no obstante lo cual las psicopatías pueden diferenciar, aunque con alguna dificultad la fantasía de la realidad". Y otro: "la independencia del psicópata es solamente aparente, pues más profundamente necesita transformar a los otros en dependientes de él, a través del dominio ejercido sobre sus objetos externos. Considera y toma a los otros como una prolongación de sí mismo, especialmente de su propia voluntad".

Ahora ¿son los delincuentes siempre psicópatas? En los habituales hallamos distintos grados de psicopatía, elementos psicopáticos. Y podemos decir que un número alto de estos delincuentes lo son. En cuanto a los asesinos seriales, unos pocos son realmente psicóticos: Albert Fish, Herbert Mullin, William Eirens, Ed Gein y Daniel Bercowitcz, "Hijo de Sam", entre otros. Gein, que cosía máscaras y trajes de piel humana inspira en eso al asesino de "El silencio de los inocentes", al que ayuda a descubrir el personaje de Hopkins, desde la cárcel. Pero la mayoría, como hemos dicho son psicóticos. Tres destacados médicos, criminólogos, y autores sobre el tema de los asesinos seriales, pueden ser escuchados en sus opiniones.

El doctor Stanton E. Samenov, es autor de ¨Inside the criminal mind¨ (El costado de la mente criminal, 1984) y coautor de los tres volúmenes de ¨The criminal personality¨. Para Samenov, el jurado y los espectadores no comprenden las muy complicadas y técnicas cuestiones vinculadas a estos casos. "A un criminal en serie lo motiva la emoción, lo prohibido. Busca desde su más tierna infancia actividades que lo electricen. Su objetivo final es humillar a la víctima, reducirla a la nada. Los criminales saben engañar a los psiquiatras. ¿Qué hace un psiquiatra? Pasa algunas horas en compañía del criminal antes de escribir su informe. El criminal ha tenido toda su vida para aprender a engañar a la gente, a descubrir sus puntos débiles, a comprender lo que trata de saber para contarle lo que quiere oír. Todos poseemos la capacidad para cometer un crimen, pero el individuo para quien el crimen es un estado de ánimo permanente ve la vida con otros ojos. Por ejemplo, si soy un ladrón y entro en una habitación, todo lo que se encuentra en ella me pertenece. Me basta con descubrir la manera de apoderarme de ello.

El doctor Ronald Markman es también criminólogo especializado, y médico psiquiatra y autor de ¨Alone with the devil: Famous cases of a Courtroom Psychiatrist¨ (1989). Interrogado por Stéfhane Bourgoin, dice: "la mayoría de la gente cree que la psiquiatría legal existe sólo para ayudar a los criminales a escapar de un castigo justo. ¿Alegar locura? Es un sistema de defensa en realidad poco usado. Si se considera el conjunto de los acusados que comparecen a juicio, solamente el 1% de ellos decide adoptar este sistema de defensa. De este número muy reducido, sólo del 5 al 10% consigue éxito, lo que significa que de mil casos, uno solo logra obtener este veredicto. Son los casos más célebres, más difundidos y esto lleva a pensar que este sistema de defensa es más exitoso de lo que es. En Estados Unidos, un acusado que ha alegado con éxito locura permanece más tiempo en un asilo de lo que estaría en prisión. A un demente se lo encarcela a perpetuidad, incluso cuando el máximo de la pena de su delito sea de diez años. Téngase en cuenta que hay dos clases de asesinos seriales, el psicópata de personalidad antisocial, y el psicótico, que es generalmente esquizofrénico – paranoico.

El doctor Donald T. Lunde, fue profesor de psiquiatría y de ciencias del comportamiento en la Universidad de Stanford. Fue un adelantado en estudiar a los asesinos seriales para el FBI. Lunde dice: "los esquizofrénicos paranoicos son tratables, y muchas veces se logra éxito. El psicópata no tiene tratamiento. En cuanto a los dieciséis asesinos en serie que he estudiado de cerca, todos soñaban con ver su nombre en los periódicos. Solamente dos deseaban la muerte: Ed Kemper que se entregó, y Gilmore". Samenov piensa que los descuidos y negligencias por las cuales un asesino serial es capturado no responden al deseo oculto para él de ser detenido, sino a la impunidad con que se siente protegido por la suerte. Cree que es un mito, procedente tal vez de un artículo de Freud: "algunos tipos de carácter que se encuentran en el trabajo psicoanalítico". "Berkowitz, "el Hijo de Sam", aparcó mal su coche junto a un lugar donde después, se supo, se cometió un asesinato. Un agente de policía le impuso una multa. Los detectives advirtieron esta multa e investigaron a Bercowitz, y supieron así, por un vecino, que tenía la fama de atribuir a un perro su posesión diabólica. De ahí a su captura fue cuestión de coser y cantar".

Markman dice finalmente: "en Estados Unidos se discute mucho sobre la pena de muerte. Como médico mi función es prolongar la vida, pero hay individuos que no merecen vivir, y que –es lo más importante– si recobran la libertad volverán a matar. En los comienzos de mi carrera me oponía a la pena de muerte, pero confieso que he cambiado de opinión. Uno de ellos me dijo: si me suprime la muerte, me suprime la vida". El interrogatorio grabado de Arthur Shawcross concluye con esta pregunta y esta respuesta: —¿Qué debería hacer la policía con alguien como tú? —Meterme en la cárcel para toda la vida. Si me sueltan volveré a hacerlo. Pero como sabemos, una pena de este tipo contradice el mismo sentido de la pena. Tal vez no sea la suerte lo que hace que un asesino serial sea negligente, descuidado en sus delitos, sino el hecho principal de la falta de futuro del asesino. Lo hemos dicho antes: el psicópata vive sólo el presente, no el pasado y tampoco el futuro. Ni siquiera puede imaginarlo: él es todo acto. Es por esto que no sufre ansiedad. Ésta no existe en la medida que tampoco el futuro, no hablemos del mediato, sino también del inmediato.

Estos análisis nos llevan a plantearnos si estos asesinos llevan en sus genes la semilla del mal, si son asesinos por naturaleza.

¿Es un criminal psicópata realmente distinto desde su mismo nacimiento? A la distancia de los hechos, muchos padres aseguran notar grandes diferencias en relación con el resto de sus hijos.

¿Será posible afirmar que estos niños nacieron bajo la sombra del mal? El medio ambiente como factor no explica por si solo la aparición de la conducta criminal. Si existe alguna explicación genética, es una aguja dentro del pajar; una mutación muy discreta. De hecho es muy difícil aceptar que haya familias de asesinos seriales. Aún no se tiene conocimiento del "gen asesino." Aunque las investigaciones han revelado que hay ciertas tendencias genéticas que predisponen a conductas violentas. Lo que si es que malas semillas florecen en malos ambientes.

Comenzaremos a ver las eventuales contingencias que llevan a la formación del psicópata, sin desestimar que el producto final es el ensamble de múltiples factores, incluido el entorno social y sus complementarios como la pobreza, el acercamiento progresivo de las drogas blandas a las duras, el alcoholismo, la promiscuidad y otros.

El factor químico

Altos niveles de testosterona no resultan peligrosos, en tanto no se combine esa condición con un bajo nivel de serotonina porque las consecuencias pueden ser peligrosas. La testosterona se asocia a la necesidad de dominar (muchos atletas y hombres de negocio la poseen en alto nivel). Sin embargo no todos pueden ser "el rey de la colina" dado que existen muchos mecanismos "freno", entre ellos la hormona serotonina que mantiene estables los picos de tensión emocional.

Niveles anormalmente bajos de esta sustancia provocan que la frustración lleve a la gente hacia conductas agresivas y a periodos de sadismo. La detección de desajustes químicos implica que se requiere tratamiento médico. Metales como el manganeso, hierro, cadmio y cobre han sido encontrados en altos niveles dentro del sistema de varios criminales violentos. El exceso de manganeso disminuye los niveles de serotonina y dopamina en el cerebro, situación que representa el preludio de la violencia. El alcohol acentúa la contaminación por metales en sangre.

Defectos cerebrales

De acuerdo a varios investigadores, defectos en el cerebro o lesiones graves en el mismo son un factor presente en los casos de conducta violenta y/o psicópata. Lesiones en el hipotálamo, el lóbulo temporal o en la región límbica provocan desajustes en la conducta y/o en la personalidad.

El hipotálamo regula el sistema hormonal y las emociones. El llamado "cerebro superior" tiene poco control sobre esta región. Y existe una gran cercanía física entre las regiones que controlan la sexualidad y la agresividad dentro del mismo hipotálamo. Esta región cerebral puede lesionarse a través de un accidente o por desnutrición.

El lóbulo temporal es más susceptible al daño físico debido a que la parte del cráneo que lo protege es muy delgada. Las lesiones por golpe seco o trauma provocan en el afectado reacciones emocionales violentas. Generalmente las lesiones del lóbulo derivan en problemas de epilepsia.

El investigador Pavlos Hatzitaskos demostró que una gran porción de los condenados a muerte, tuvo severas lesiones cerebrales y que 70% de los pacientes que sufrieron algún daño cerebral, desarrollarán alguna conducta violenta. La mayoría de los asesinos seriales sufrieron lesiones en la cabeza durante las golpizas de que fueron objeto, golpes completamente accidentales.

Recordemos que en el reconocimiento módico efectuado a Godino a su ingreso al presidio de Ushuaia se le reconocieron 27 cicatrices en su cabeza, fruto de las palizas de su padre y hermano.

Otros detalles

Los asesinos seriales requieren de estímulos particularmente fuertes para experimentar excitación nerviosa. Por ejemplo: un repentino y fuerte sonido no les asusta, contrariamente a lo esperado. Su ritmo cardiaco y la temperatura de la piel son sensiblemente más bajos que el promedio. El sistema nervioso autónomo de la gente más violenta es intensamente pasmoso.

Como conclusión se puede decir que aunque los factores vistos influyen decisivamente en la aparición de conductas criminales, no bastan aún para predecir por completo el asunto. Existen innumerables lesiones cerebrales que no conducen necesariamente a conductas violentas. Lo que se sabe es que de ningún patrón en particular emerge un asesino serial. Tal vez sea la combinación de una predisposición química con factores ambientales. En unos años mas es posible que conozcamos la respuesta.

Psicosis

La Realidad Trastornada

En el siglo XIX se consideraba a la psicopatología como "insanidad moral." Actualmente se le conoce como un "desorden de personalidad social" o "sociopatología." Los expertos opinan que un sociópata es el resultado de la reunión de desastrosas características personales, biológicas y sociales.

Se diagnostica al psicópata/sociópata por su conducta irracional y carente de propósito, falta de conciencia y vacío emocional. Son gente en busca de emociones fuertes, que no experimentan miedo. El castigo casi nunca da resultado, porque su impulsividad no tiene límite; no temen a las consecuencias de sus actos. Para un psicópata una relación humana no tiene significado, por lo tanto son hábiles manipuladores y explotadores. De acuerdo a estudios hechos con la técnica de análisis psicológico (DSM IIIR) entre 3-5% de los hombres son sociópatas; mientras que menos del 1% de la población de las mujeres lo son.

No todo psicópata esta motivado a matar. Pero cuando es sencillo rebajar a los demás, y se ha padecido de injusticias y rechazos, el asesinato parece una elección natural.

Factores ambientales que los psicólogos dicen, pueden crear a un sociópata:

  • Los estudios muestran que 60% de los psicópatas han perdido a uno de los padres.

  • El infante es privado de amor maternal; los padres están ausentes o alejados.

  • Un régimen incorrecto de disciplina: un padre implacable y la madre débil, el niño aprende a odiar la autoridad y a manipular a la madre.

  • Padres disfuncionales que en privado devastan al infante, mientras que a la sociedad presentan una fachada de "familia feliz."

Genética

Las pruebas indican que el sistema nervioso del psicópata es distinto. Experimenta menos miedo y ansiedad que el común de las personas. Con dos grupos de personas, unos normales y otros psicópatas, se realizó un estudio el cual consistía en hacer aprender cual de cuatro palancas encendía un cierto foco verde. Sin embargo al jalar la palanca equivocada ocurría una penalización (choque eléctrico.) Ambos grupos cometieron el mismo número de errores, pero el grupo sano aprendió rápidamente evitando los choques, mientras que a los sociópatas les tomó mucho mas tiempo lograrlo.

Justamente es esta necesidad por emociones fuertes, la que provoca que el psicópata busque situaciones peligrosas. Cuando John Wayne Gacy escuchaba el ulular de una ambulancia era capaz de seguirla, para conocer que clase de excitante catástrofe había ocurrido. También por este motivo se cree que varios criminales seriales buscaron enrolarse en la policía, probablemente por lo intenso y riesgoso de la profesión.

La genética y la fisiología son factores decisivos en el desarrollo de un asesino serial; sin embargo no son capaces de explicar todo. Los factores ambientales pueden crear o destruir por completo una personalidad psicópata. Mediante un estudio de EEG se ha descubierto que de 30-38% de los psicópatas tienen un patrón anormal de ondas cerebrales. Los infantes y los niños tienen baja actividad en sus ondas cerebrales pero esta se incrementa con la edad, no así con los asesinos seriales, en quienes la maduración toma un largo periodo de tiempo. Por eso los asesinos seriales no pasan (en la mayoría de los casos) de los 50 años.

Las ondas anormales provienen de los lóbulos temporales y del sistema límbico del cerebro, áreas que controlan la memoria y las emociones. Cuando el desarrollo de estas partes del cerebro esta frenado por causas genéticas y los padres del infante son abusivos, irresponsables o manipuladores, el escenario esta puesto para un desastre.

¿Existe tratamiento para un psicópata? La respuesta de los psiquiatras es: "NO". La terapia a partir de choques eléctricos no surte efecto; las drogas tampoco dan resultados favorables; y la psicoterapia, que implica una relación con el terapeuta esta fuera de toda consideración, porque el psicópata es incapaz de abrirse a otras personas. Ellos no quieren cambiar y la mayoría termina en prisiones, en vez de hospitales psiquiátricos.

Dentro de la mente psicópata

De acuerdo al Dr. J. Reid Meloy, autor del libro ¨The Psychopathic Mind Origins, Dynamics and Treatment¨, el psicópata es solo capaz de desarrollar relaciones sadomasoquistas basadas en el poder, no el apego afectivo. Ellos se identifican con el rol agresivo, como el de un padre abusivo, y atacan al débil (ellos mismos) proyectándose en otras personas.

Según el Dr. Meloy, en la tierna infancia del psicópata, ocurre una separación de la personalidad: uno es el yo (vulnerable por dentro) y el otro (que es intruso y agresivo) esto debido a cualquier experiencia desagradable. Entonces el infante espera que toda experiencia "externa" sea dolorosa, por lo que se retrae a si mismo. Este mecanismo de autoprotección construye una "armadura del carácter" que desconfía de todo y no permite el paso hacia adentro. El niño se rehúsa a identificarse con sus padres a quienes toma por malévolos extraños.

Pronto, el niño ya no sentirá simpatía por nadie. El muro ha sido terminado y durará para siempre. Si no lo creen, lean a continuación las palabras de John Haigh: "La naturaleza humana es una molestia, me llena de irritación. De vez en cuando alguien debe desaparecer."

En el desarrollo normal, el chico crea lazos amorosos con su madre. Pero para el psicópata, la madre es tomada como un "predador agresivo, o un extraño." En el caso de psicópatas violentos, asesinos seriales incluidos, los lazos son de sadomasoquismo o agresión. De acuerdo a Meloy "este perverso y agresivo individuo depredará a otros reproduciendo los actos cometidos contra el en otros tiempos."

La víctima vista por el psicópata

Cuando están cazando a su "presa" el asesino no experimenta enojo o furia alguna. Por el contrario parece entrar en un transe. Busca víctimas altamente idealizadas a las cuales avergonzará, humillará y destruirá. Degradando de este modo a la víctima, el psicópata busca destruir al enemigo hostil que mora en su propia mente.

Son psicópatas completamente fuera de sí. Actúan sin una pizca de miedo creyéndose omnipotentes, algunas veces pretenden ser la encarnación misma del demonio. Ejemplo claro de ello es la historia de Richard Ramirez "The Night Stalker." Cierto psicópata creía ser un guerrero indio, y mientras estaba en custodia utilizó sus propias heces fecales como pintura de guerra. Finalmente hay que agregar que Gacy y Kemper adoraban a John Wayne, encarnación americana del guerrero solitario.

El psicópata conoce bien lo que es bueno y lo que no lo es dentro de una sociedad. Se comporta con tanta sinceridad que hace pensar a los demás que cree en los valores humanos. Son francamente intratables, al grado de que algunos leen libros de psicología con tal de imitar las conductas del esquizofrénico. Como sea posible tratan de manipular a sus captadores o a los terapeutas. Bundy, Kemper y Gacy fueron tratados por psiquiatras, y aún así andaban libres.

Las extrañas y bizarras fantasías del psicópata lo llevan al aislamiento y la frustración. Para el futuro asesino serial, estos violentos sueños le traen mayor soledad y aislamiento. Soledad que a su vez le provoca buscar alivio en nuevas fantasías.

En un momento dado, para mantener viva su fantasía, el asesino serial necesita vivirla. Se debate en conseguirlo tal vez por años, pero el inexorable momento llega. Llegan días de intenso retraimiento, entra en trance como preludio del crimen, y todo esto es producto de sus fantasías. La víctima entra a escena siendo un mero símbolo u objeto que jugará el desdichado papel que el psicópata le tiene preparado. Las extrañas y crueles mutilaciones que el asesino propina a la víctima son parte de un rito interno, que solo él comprende. En palabras de Dennis Nilsen: "Construía otro mundo, al cual entraban hombres del mundo real, sin embargo ellos no recibían ningún daño bajo las reglas y leyes de mis sueños. Ese es pues, mi crimen."

Aún con lo grotesco y brutal que pueda parecer el crimen, casi nunca alcanza el nivel de la fantasía misma. Usualmente termina en desilusión, pero a pesar de lo anterior la fantasía nunca se aleja, seguirá unida fuertemente a la psique del asesino. Ocurre en varios casos que el psicópata mantiene "souvenirs" producto de los crímenes, los cuales utiliza para alimentar y mantener las fantasías.

A pesar de todo lo escrito anteriormente, se considera que una cosa es fantasear que se mata a alguien y otra muy distinta es poner "manos a la obra." Esta a discusión el saber cual es la serie de detonantes para una conducta criminal. Hasta ahora se tiene seguro que las drogas y el alcohol son dos causantes importantes, como en el caso de Gacy quien incluía al valium, las anfetaminas y la marihuana en su arsenal.

De acuerdo a Ressler, los agentes "estresantes" resultan ser ciertos eventos tras los cuales el psicópata es llevado al extremo del crimen. Estos pueden ser: "conflictos con personas del sexo opuesto, con los padres, dificultad económica, problemas maritales, el nacimiento de un niño, daño físico, asuntos legales, muerte de alguien cercano, etc." Situaciones todas ellas, que someten al individuo a fuertes cargas de estrés. En tanto que el asesino se ve abrumado por la frustración, el enfado y el resentimiento, las fantasías comienzan a confundirse con la realidad hasta eclipsarla por completo.

La muerte de la madre de Ed Gein desencadenó su carrera psicópata. Por su parte, tras una fuerte discusión con su madre, Ed Kemper virtualmente enloqueció. Christopher Wilder, quien viajó a través de los Estados Unidos para violar y matar a ocho mujeres, asegura que comenzó a matar, tras ser rechazado en su propuesta matrimonial.

El estudioso del tema, Joel Norris establece que hay seis fases en el ciclo del asesinato serial:

  • La fase del aura. Que es cuando el asesino comienza a perder contacto con la realidad

  • La fase de la búsqueda. Cuando el asesino determina buscar a la víctima.

  • La fase de la caza. En este momento ya seleccionó a la infortunada víctima y ya va por ella.

  • La fase de la captura. Cuando finalmente la víctima cae en la trampa.

  • La fase del asesinato. O fase totémica, que es cuando el asesino llega a la cúspide en sus emociones.

  • La fase de la depresión. Finalmente llega la depresión tras haber cometido el asesinato.

Norris explica que cuando aparece la depresión, ésta desencadena el comienzo del ciclo de nueva cuenta (razón por la cual este fenómeno criminal es conocido como asesinato serial, porque existe un patrón definido en serie). Bundy aceptó que nunca logró obtener lo que buscaba, siempre terminaba con un sentimiento de vacío y soledad. Y da una breve descripción de lo que ocurre: "el asesino no hace mas que llevar a cabo una fantasía de carácter ritual… pero una vez sacrificada la víctima, la identidad que ésta tenía dentro de la fantasía del asesino se pierde. La víctima ya no representa lo que el criminal pensaba en un principio. La imagen de la novia que le rechazó, la chirriante voz de la odiada madre o la aplastante lejanía del padre ausente: todo permanece en vívida forma en la mente del asesino, aún tras el asesinato. El crimen no borra o cambia el pasado, porque el asesino termina por odiar mas asimismo y el clímax de unos momentos atrás no logra compensar estos sentimientos."

Esta evidente falla no revierte el doloroso pasado infantil, sino que refuerza las lesiones emocionales. La tortura y la muerte de la víctima no libera al psicópata de su estigma, sino que revive su tragedia personal.

? Referencia: www.astrea.com.ar/files/prologs/doctrina0095.pdf

Los delitos de Godino

Vamos a hacer un recuento de los crímenes cometidos por Godino, ¨ el Petiso Orejudo¨ porque deseamos que el lector se sobresalte e intente medir las emociones que le provocan. Nos parece necesario iniciar esto sin anestesia y que el impacto de estos crímenes horrendos nos excite nuestra imaginación haciéndonos emitir un juicio de valor, probablemente negativo, y que históricamente sucedió en la sociedad de la época.

El análisis de esa carrera irracional de muerte y destrucción nos da la pauta de los abismos de esa mente extraviada y a partir de ahí, si logramos despegarnos del prejuicio podremos arribar a otras conclusiones, o al menos arribar a una duda sobre si se procedió con justicia o no en la condena del petiso orejudo.

La siguiente cronología de los delitos cometidos Cayetano Santos Godino está extractada de las declaraciones efectuadas por él mismo, y algunos de ellos no contemplados en la causa.

Todos estos hechos fueron posteriormente certificados por manifestaciones de los padres de las víctimas, familiares, damnificados, agentes del orden público intervinientes en los hechos y testigos ocasionales.

En línea con los capítulos precedentes se pueden observar una serie de características comunes a los asesinos seriales; la violencia contra niños indefensos, el uso de subterfugios y engaños a los niños para captar su atención, la crueldad con los animales, la piromanía, una memoria fotográfica sobre todos los hechos cometidos, el abuso de bebidas alcohólicas, el onanismo crónico, el desafecto con sus familiares directos como el padre y sus hermanos y una cierta y módica relación con su madre, que lo visitaba cuando estaba detenido en Buenos Aires. Luego de su traslado a la Penitenciaría de Tierra del fuego no tuvo nunca una visita y durante los primeros años tuvo intercambio epistolar con su hermana Julia.

Se le suman aquellos contemplados con motivo del proceso seguido de oficio contra Godino.

Septiembre de 1904

Primera tentativa criminal según declaraciones de Godino, efectuadas en 1912.

¨Hace 8 años, de la puerta de la casa de Belgrano 3226 tomó al menor Miguel Depaoli, que en aquella entonces tenía 17 meses de edad, llevándolo a un baldío que existe en la calle Humberto I y Liniers, donde lo lastimó a golpes de puño y después lo arrojó contra un cerco de espinas.

Que momentos después lo vió un agente, quién llevó la víctima a la comisaría 10º, donde fue retirado por sus padres¨

Enero de 1907

A los ocho años de edad se produjo un incendio en el corralón de madera que los Sres. Mazza y Oyearzábal poseían en la calle Corrientes 2777 esquina Pueyrredón de Capital Federal.

Septiembre 07 de 1908

Tomó al menor Severino González Caló, de 22 meses de edad, que estaba en las inmediaciones de la calle Boedo y Maza y lo arrojó a un bañadero de caballos existente en un terreno sito en Victoria (Hipólito Yrigoyen) esquina Muñiz, con intención e ahogarlo, pero fue sorprendido en circunstancias en que lo empujaba con una tabla, y la víctima fue salvada.

Septiembre 15 de 1908

En la puerta de la casa sita en Colombres 632, le quemó los párpados con un cigarrillo al menor Julio Botte de 2 años y medio de edad.

Noviembre 20 de 1908

Según declaración de Godino, cometió un intento de homicidio en las inmediaciones de las calles San Carlos y Loria sobre la menor Ana Nera. Colocó encima del cuerpo de la niña una piedra, de las usadas para cordones de vereda, dejándola desmayada de un golpe.

Fue sorprendido por un vigilante que lo dejó en custodia de un muchacho mayor mientras atendía a la niña. Este muchacho no identificado lo dejó ir.

Por la noche concurrió con su padre a la comisaría 10º siendo dejado en libertad.

Este fue el último hecho cometido antes de ser enviado a la Colonia Correccional de Marcos Paz, de donde recuperará su libertad en la navidad de 1911.

Enero 25 de 1912

Llevó por medio de engaños a la casa sita en Pavón 1541, que estaba desalquilada, al menor Arturo Laurora de 12 años de edad. Como este se negara a entrar y gritara lo obligó a empellones, llevándolo hasta el fondo tapándole la boca con un pañuelo; lo estranguló envolviéndole el cuello con un piolín, lo desnudó, dejándolo luego de golpearlo repetidamente con una vara de higuera, arrancada de un árbol de la misma casa.

Mayo 7 de 1912

Como a las 17 horas del día citado le prendió fuego a las ropas de la menor Reina Benita Vainicoff de 5 años y medio de edad, en circunstancia en que estaba mirando una vidriera del almacén sito en Entre Ríos 522. La niña falleció a consecuencia de las quemaduras recibidas.

Junio 16 de 1912

Intentó incendiar el corralón de materiales de construcción sito en avenida Garay 3129, derramando sobre el mostrador una botella de nafta y prendiéndola fuego, pero fue sorprendido y obligado a pagar el incendio.

Septiembre 24 de 1912

Según declaración de Godino, en el corralón existente en la calle Chiclana 3340 dio muerte a puñaladas a un caballo, propiedad de Don Paulino Gómez, avaluado en $ 250,00, en cuyo hecho intervino la seccional Nº 34. No se detuvo a Godino por falta de pruebas y sólo fue despedido del corralón donde trabajaba como peón.

Noviembre 8 de 1912

Llevó al menor Roberto Carlos Russo de 2 años y medio de edad a un alfalfar existente en el terreno comprendido por las calles Pavón, Avenida La Plata, Tarija y Quintino Bocayuva, le ató las piernas con una cinta y le ligó el cuello con un piolín, pero como fue visto por un peón lo desató he hizo creer que lo había encontrado en ese estado y salvado.

Noviembre 16 de 1912

Llevó a la menor Carmen Gittone de dos años de edad de la puerta de su domicilio en General Urquiza 1664 a un terreno baldío cercano, la golpeó y cuando se disponía matarla fue visto por un vigilante, a quien le hizo creer que estaba perdida.

Noviembre 19 de 1912

Produjo un incendio en la estación de la Compañía de Tranvías Anglo Argentina, sita en Carlos Calvo 3235, aplicándole fuego a unas escobas y otros materiales de limpieza, siendo el fuego sofocado por los empleados.

Noviembre 20 de 1912

Tomó a la menor Catalina Neulener, en la esquina de Muñiz y Constitución y la llevó por la calle Directorio hacia el oeste con la intención de darle muerte en un terreno baldío, pero como la víctima se negara a continuar y se refugiara en el zaguán de la calle Directorio 78, la golpeó hasta que fue socorrida por los habitantes de la casa.

Noviembre 21, 1912

En el interior de un corralón de materiales de construcción de Carlos Calvo 2650 prendió fuego a unos cajones que contenían azulejos, siendo el incendio sofocado por los operarios de la casa.

Pocos días después penetró en el corralón de maderas de Colombres 724 e Independencia 3678 y le prendió fuego a unos materiales que estaban cerca del portón de entrada.

Diciembre 13, 1912

Por la mañana llevó con engaños al menor Gesualdo O. Giordano de 3 años de edad a los terrenos de la antigua Quinta Moreno, calle Brasil, Rondeau, Catamarca y Dean Funes, estrangulándolo con un piolín.

Como pretendiera levantarse, le golpeó y ató los pies. Como a pesar de todo lo creyera con vida se puso a buscar un clavo, en cuya búsqueda salió a la calle. En tal circunstancia encontró al padre de la víctima que le preguntó por el niño, respondiéndole que no lo había visto y que se dirigiera a la comisaría.

Una vez encontrado el clavo, volvió con él y se lo introdujo a la víctima en la cabeza con la ayuda de una piedra.

Por este último hecho fue detenido y ya en condición de procesado se lo interna en el Hospicio de las Mercedes por orden del Sr.Juez de Instrucción, mientras se consustanciaba el juicio. Los hechos relatados a continuación fueron informados por la junta médica del Hospicio.

  • Intento de estrangulamiento del enfermo paralítico Tomás Hull, que estaba en servicio sanitario.

  • Golpes al enfermo Buttini, sin motivos aparentes.

  • Golpes e intento de estrangulamiento del enfermo Felipe Cervinara, quien se encontraba postrado en cama e impedido de defenderse.

  • Intento de envenenamiento del enfermo Juan Montes, arrojando fósforos en una taza de leche destinada al mencionado internado.

Por propias declaraciones, también ha manifestado que hacía seis años (en 1908), en las esquinas de Rivadavia y José María Moreno tomó a una niña de aproximadamente dos años de edad y la llevó a un terreno baldío de la calle Río de Janeiro y Flores, donde la enterró viva en una zanja, indicando el sitio donde ahora se encuentra una casa señalada con el Nº 120 de la primera calle nombrada, propiedad de Don Juan Bertolini, que vive en Fray Cayetano Nº 188, quien manifiesta que edificó esa casa hace cuatro años y que esos terrenos fueron rellenados con tres metros de tierra y basura. Se presume que la víctima podría haber sido María Rosa Face, una niña desaparecida que nunca fue encontrada. También se presume de otra víctima, en este caso el niño Lautaro Marchi, que no aparece mencionado en el expediente criminal.

Este es el único delito declarado por Godino que no ha sido probado, porque a pesar de las diligencias practicadas no se han presentado los padres de la supuesta víctima.

Tampoco es posible realizar excavaciones en terreno hoy edificado, por no poder precisarse el sitio exacto donde el menor supuestamente enterró el cuerpo.

Esta fue la cronología de los crímenes de Godino, y no podemos menos que horrorizarnos por ellos.

La sociedad desde siempre tiende a horrorizarse, especialmente ante los crímenes con componentes sexuales y brutalidad perversa.

El juicio a Godino provocó un enfrentamiento entre el derecho y la medicina forense.

Cada persona, de acuerdo con su sistema de valores, personalidad, cultura, sus miedos inconscientes tiene una condena o un tratamiento a flor de labios.

Los homicidas seriales, por instinto de perversidad brutal han corrido la suerte de la ejecución o prisión en todo el mundo.

Peter Kuerten (a) el vampiro de Dusseldorf, nacido en Alemania en 1883, fue ejecutado el 2 de junio de 1931 por nueve asesinatos consumados y siete intentos.

Ted Bundy fue a la silla eléctrica a las 7:16 del 23 de enero de 1989. En 20 años violó y mató a 23 mujeres en EEUU, habiendo confesado 400 crímenes.

Henri Landrú, asesino de viudas corrió la misma suerte. La policía de París halló en su casa, dentro de un incinerador, los huesos de las mujeres que había matado. Se le probaron 11 homicidios y por ello fue a la guillotina el 25 de febrero de 1922.

David Berkovich (a) el hijo de Sam, atacó en New York a 17 personas, de las cuales murieron 6. Está preso desde 1977.

Jeffrey Dhamer (a) el carnicero de Milwaukee y asesino de homosexuales, fue condenado a 900 años de prisión, muriendo dos años después de su encarcelamiento.

Andrei Chitakilo (a) el carnicero de Rostov, violador y asesino de 53 mujeres y chicos en la ex Unión Soviética fue fusilado en 1994.

Fueron pocos los escapados a la muerte o a la prisión para ser internados en psiquiátricos y como ejemplo recordamos a Albert de Salvo (a) el estrangulador de Boston, quien entre junio de 1962 y enero de 1964, supuestamente violó y estranguló a 13 mujeres de entre 19 y 75 años de edad.

En 1966 lo condenaron a prisión perpetua pero se lo declaró demente, adoleciendo de esquizofrenia y fue recluido en un manicomio. Allí contó con detalles cada uno de los 13 crímenes, pero nunca se pudo constatar si fue realmente el homicida.

Murió apuñalado por otro interno en 1973, a los 42 años de edad dejando el enigma irresoluto.[4]

Algunos pudieron escapar a las manos de la ley como fue el caso del asesino del Zodíaco, buscado durante años por la policía. El mayor sospechoso, pero a quien nunca se le pudieron probar los cargos terminó falleciendo antes de poder detenerlo con pruebas convincentes, quedando los crímenes sin resolver.

En Argentina, el último caso emblemático, pero de asesino múltiple, no serial, es el de Robledo Puch, arrestado en 1972 y purgando condena en el presidio de Sierra Chica de por vida.

Cuando se lo interrogó sobre el asesinato de dos serenos que estaban durmiendo, contestó ¿qué querían? ¿Qué los despertara?

Sus crímenes, en su mayoría inmotivados los cometió durante 1972 y 1973. El total de sus homicidios fueron 11 muertes, violaciones y robos reiterados.

La sociedad lo recuerda como ¨El ángel de la muerte¨ por su cara inocente y su pelo rubio enrulado, que ocultaba la personalidad de un perverso.

Introducción sobre el criminal

A principios de este siglo, los habitantes de la ciudad de Buenos Aires se vieron conmovidos por los crímenes de un adolescente, cuyo nombre fue Cayetano Santos Godino.

La prensa le adjudicó un mote, que a la sazón devino en su alias: ¨El petiso orejudo¨.

Había nacido un 1º de noviembre de 1896 en Buenos Aires.

La explicación de su segundo nombre, elección poco afortunada si se quiere, proviene que en ese día se conmemora a los Santos Difuntos.

Fue su destino morir en el presidio de Ushuaia, de triste fama, sito en la isla de Tierra del Fuego, el lugar más austral de Argentina, un 15 de noviembre de 1944.

No había tenido una tierna infancia ni una vida común ni feliz. Esos adjetivos no eran aplicables para quien fue el protagonista de esta historia criminal.

Tampoco lo fue su muerte. No pudo sobrevivir a la despiadada paliza que le dieron otros presos, que no fue inmotivada.

La leyenda dice que la razón fue que en uno de esos arranques atávicos torturó hasta matarlo a un gato, a la sazón mascota de la Sección Carpintería del penal. Tal motivo fue desestimado por un testigo directo, el ex convicto salteño Santiago Vaca que fue compañero de presidio de Cayetano, en reportaje a Telam en 2004 afirma que lo mataron por ser soplón de los guardiacárceles.

Cayó víctima de leyes no escritas en los presidios, como tampoco parece haberlas, pero que subsisten en la sociedad libre.

Tenía 49 años de edad y había pasado casi toda su vida encerrado. Vivió 21 años en prisión y jamás recibió visita alguna. Durante los primeros 10 años encarcelado recibió algunas cartas de su hermana Julia; luego de ello y por los próximos 11 años siguientes no recibió ninguna y a pesar de que él siguió insistiendo con sus cartas pueriles y aniñadas.

A su muerte fue enterrado en el cementerio de Ushuaia. Cuando se removió el cementerio, su tumba estaba vacía. Podemos decir que de su paso por esta tierra no quedó ni siquiera el resto de sus huesos.

Ingresó al Servicio Penitenciario de la cárcel de Ushuaia el 28 de marzo de 1923 y su ficha lleva el Nº 1619 y su número de presidiario es el Nº 90.

Su ficha en el rubro psiquiátrico describe sus funciones del siguiente modo: actitud: humilde; de fisonomía: estúpida; atención: disminuida; memoria: conservada, excelente para recordar fecha y lugares; asociación de ideas: enlentecido; imaginación: pobre; juicio: por momentos ilógico, en general ligereza, irreflexión; afectividad: inafectivo, indiferente, sentimientos morales inexistentes; voluntad: muy débil; impulsivo, inadaptado; sugestionabilidad y automatismo: picardía; sexualidad: pederasta pasivo.

El resumen semiológico del médico de la cárcel lo define como amoral, inafectivo, impulsivo, inadaptable e incorregible, siendo por lo tanto muy peligroso.[5]

Sus padres fueron Floro Godino, italiano de oficio farolero, y su madre Lucía Ruffia, italiana, ama de casa y lavandera.

El monstruo tenía padres, a pesar de la duda de la sociedad, que lo descreía. Pero eran inmigrantes de clase baja, aunque trabajadores.

El Informe General de Institutos Penales informa que: ¨Fueron nueve hermanos, cuatro varones y cinco mujeres. El primogénito murió de meses en Italia. Josefa Godino de Capalbo, italiana, analfabeta, quehaceres domésticos, falleció en el año 1914 postpartum de su séptimo hijo. Julia Godino de Fino, 51 años, argentina, casada, analfabeta, quehaceres domésticos, domicilio Gorriti 996 Lomas de Zamora; F.C.S. Rosa Godino de Bramontti, 49 años, argentina, casada, analfabeta, quehaceres domésticos, se ignora domicilio. Antonio Godino, 47 años, argentino, casado, con instrucción, obrero en fábricas de calzado. Ignora domicilio. Margarita Godino de Marioso, 45 años, argentina, casada, analfabeta, pantalonera. Ignora domicilio. Bambina Godino de Nino, 41 años, viuda, argentina, con instrucción, quehaceres de la casa, Ignora domicilio. Fue criada por una tía. Vivían en Lomas de Zamora. José Godino, 39 años, casado, argentino, con instrucción, carrero, repartidor de fideos. Ignora domicilio. Condición social humilde. Trabajadores, honestos, Hogar legítimo, completo, Padres humildes, honestos. Relativa moral. Situación económica difícil. Obreros todos¨.

Su prontuario policial lleva el Nº 7.325 S.P. (Seguridad Personal) y se encuentra en el Museo de la Policía Federal en Buenos Aires, convenientemente expurgado. Contiene unos pocos papeles y algunos recortes periodísticos de la época. Ese extracto desteñido tiene en legajo aparte algunas fotos para la mirada exclusiva de ciertos personajes.

Probablemente consideren que los archivos deben estar vedados a cierta porción de la sociedad y que la mayor parte debe conservarse como clasificada.

La carrera delictiva de Godino comienza a la temprana edad de ocho años.

Esto surge del proceso seguido de oficio contra Godino cuando contaba escasamente dieciséis.

Contando nueve años de edad, su propio padre lo lleva a la comisaría y le toman la siguiente exposición, que firma de conformidad:

¨En la Ciudad de Buenos Aires, a los 05 días del mes de abril de 1906, compareció una persona ante el infrascripto, Comisario de Investigaciones, la que previo juramento que en legal forma prestó, al sólo efecto de justificar su identidad personal, dijo llamarse Floro Godino, ser italiano, de 42 años de edad, con 18 de residencia en el país, casado, farolero y domiciliado en 24 de noviembre 623. Enseguida expresó: que tiene un hijo, llamado Cayetano, argentino de 9 años y 5 meses, el cual es absolutamente rebelde a la represión paternal, resultando que molesta a todos los vecinos, arrojándoles cascotes o injuriándolos; que deseando corregirlo en alguna forma, recurre a esta Policía para que lo recluya donde crea oportuno y para el tiempo que quiera. Con lo que terminó el acto y previa lectura, se ratificó y firmó. Fdos. Francisco Laguarda, Comisario. Floro Godino¨.

Las actuaciones de la Policía interviniente surge de la siguiente constancia: ¨Se resolvió detener al menor Cayetano Godino y se remitió a la Alcaidía Segunda División, a disposición del Señor Jefe de Policía¨.

Cuando se inicia su proceso, y a partir de ese momento, a la escasa edad de dieciséis años, fue instituido como el paradigma del criminal nato, y como tal, objeto de numerosos estudios médicos.

También dio lugar a una ardua batalla jurídica, que se extendió por más de tres años.

El litigio judicial excedió ampliamente su marco, extendiéndose a diversas consideraciones en todos los niveles de la sociedad.

El proceso de formación del discurso jurídico representa la racionalización de una sociedad, en un momento dado de su desarrollo, el conjunto de valores e ideologías de una estructura político-social, que no siempre coincide; y sobre todo en los casos límite, con el sistema jurídico que la expresa.[6]

El proceso de formación y constitución del discurso jurídico no marcha pues, a tontas y locas. Hay un principio de control, que provee en última instancia la lógica de esa estructura.

Sin embargo, a pesar de los años transcurridos, los cambios de las ideologías de las sociedades, o la muerte de ellas como a veces se pretenden, no se produce.

Las ideologías se mantienen estáticas, infiltradas por el prejuicio o por la influencia de las más oscuras y atávicas pulsiones, que sobreviven sumergidos en el subconsciente de la sociedad.

El código no escrito de los presidios dice que hay que violar y asesinar a los presos que han cometido violación seguida de homicidio. Sería una especie de Ley del talión del hampa.

La sociedad carcelaria lo acepta como algo natural y la sociedad libre lo consiente con su silencio, o expresamente lo aprueba.

En el juicio de Godino se confrontan las pertinentes teorías y postulados emanados de distintas disciplinas e instituciones, además de las ineludibles normas procesales, opiniones psiquiátricas y los textos jurídicos.

Se enfrentan concepciones religiosas, políticas, morales, ideológicas históricas y periodísticas.

En esa batalla jurídica hubo una medición de fuerzas, abstraída en última instancia del ser desquiciado pero igualmente humano, que era Godino.

Posiblemente tal dictamen le hubiese favorecido, porque en ese momento histórico se consideraba a los ¨no humanos¨ como irresponsables exentos de culpa, y por ende de castigo.

Se había superado el momento histórico en que se enjuiciaba y colgaba de la horca hasta morir a un cerdo por el delito de infanticidio. Tampoco se apuñalaba a un caballo por haber cometido homicidio, al despedir al jinete inexperto que se habría quebrado el cuello en la caída. Estos castigos a los ¨no humanos¨ eran contemplados por la legislación de Gran Bretaña.

Obviamente, la superación de tal instituto representó un avance sobre la racionalidad de la sociedad en un momento de su desarrollo.

Pero no alcanzó para la eliminación de la pena capital, a pesar de sus detractores.

El llamado a las emociones de la opinión pública, en especial en los casos en que está relacionado al crimen de niños alguna connotación sexual, es suficiente acicate para que la sociedad urbana pida la pena de muerte.

La pena de muerte es una constante en el subconsciente de la sociedad.

Lo que es común es advertir la subyacente frustración de parte de la sociedad burguesa por la elusión de la pena de muerte en razón de ser menores de edad. No importa la edad, la historia de los personajes, su eventual mente extraviada, sino que lo importante es matarlos en bien y defensa de la sociedad. Sin embargo, según el relevamiento hecho por The New York Times [7]diez de los doce estados que aplican la pena de muerte en EEUU tienen tasas más bajas de homicidios que el promedio nacional, y por otro lado, la mitad de los estados en que la pena de muerte está en vigencia tiene un índice de homicidios por encima del promedio nacional.

Esto surge de un análisis estado por estado, del que resulta que en los últimos veinte años el índice de homicidios en los estados con pena de muerte fue de entre un 48% y un 101% más alto que el de los estados que no aplican esa pena. Steven Messner, criminólogo de la Universidad de New York dice: ¨ Las cifras hacen que resulte difícil pensar que haya algún tipo de efecto disuasivo por la pena de muerte. Sean cuales fueren los factores que influyen en el índice de homicidios, no parecen tener relación con la ausencia o la presencia de la pena capital en un estado¨. En Milwaukee, el fiscal de distrito de los últimos 32 años, Michael McCann, agrega otro argumento contrario a la pena de muerte: que ¨ la pena de muerte se aplica de manera injusta a las minorías. Es muy raro – o imposible- que se ejecute a un hombre blanco y rico¨dice McCann. Y sigue: ¨Quienes hace mucho que trabajan en la Justicia y tienen en cuenta una serie de estudios y su larga experiencia personal, saben que la Justicia penal es mucho más dura con los negros, sobre todo en los casos de pena capital. Dichas afirmaciones las ha expuesto literalmente en su libro ¨Contra la pena de muerte¨.

Si a través de la evolución biológica, buscamos en las especies animales hechos equivalentes al delito y la pena, encontramos que cuando un ser viviente reacciona contra una causa exterior que le perjudica, procede como si la considerara responsable del daño causado.

La idea de la responsabilidad nace simplemente, de atribuir el acto perjudicial a un ser u objeto.

En esto se inspiraban las leyes que, hasta hace un par de siglos, castigaban a objetos inanimados, a animales y aún a cadáveres, atribuyéndoles la responsabilidad del daño que supuestamente habían producido.

Mas tarde, la venganza como represión individual del delito sustituyó la forma refleja inmediata por las formas mediatas a largo plazo, persistiendo la atribución de responsabilidad a través del tiempo.

En cambio, Godino fue considerado imbécil incurable, irresponsable de sus actos, por la ciencia médica, y demente en el sentido jurídico, pero ello no bastó para que se lo eximiera de pena, y fue alcanzado en última instancia, por una condena de reclusión por tiempo indeterminado, a cumplir en el presidio de Ushuaia.

La requisitoria del Dr. Coll dice: ¨Los sujetos como Godino, que no tienen delirio, no deben estar en un manicomio de criminales, sino en una cárcel moderna¨.

En lugar de declarar que Godino es loco, y que por consiguiente, exento de pena, es necesario manifestar que se carece del establecimiento, que el Derecho Penal aconseja como apropiado para su caso.

Empero, a falta de ello, debe estar en la Penitenciaría, donde difícilmente se corregirá con el actual régimen carcelario, como tampoco se corrigen otros sujetos semejantes¨.

Pero no está finiquitado este punto ya que en segunda instancia se dirá lo siguiente:

¨La condena….no significa aplicar al reo torturas o someterlo a un tratamiento cruel. Todo se reduce a recluirlo en una cárcel higiénica. ¿Qué injusticia habría en tal consecuencia?¨.

La (i)racionalidad del discurso jurídico está evidenciada a través de las manifestaciones de la Fiscalía, según vemos ordenadamente:

1º Hay que enviar al reo a una cárcel moderna,

2º Esa cárcel moderna no existe en el país

3º Todo se reduce a una cárcel higiénica

4º Esa cárcel higiénica que no existe, y donde difícilmente se corregirá, al igual que otros sujetos semejantes, será el presidio de Ushuaia.

5º Conclusión : ¿qué injusticia hay en ello?

Cabe acotar, y no es un tema menor, que le fue conferida esa pena en lugar de la pena de muerte, en consideración a su minoridad. El 12 de noviembre de 1915 la Excelentísima Cámara de Apelaciones falló en forma definitiva, lo que fue comunicado al Jefe de Policía don Eloy Udabe en nota firmada por el Juez de Sentencia Dr.Ramos Mejía, que decía textualmente: ¨Tengo el agrado de dirigirme a V.S. comunicándole que el procesado por homicidio Cayetano Santos Godino ha sido condenado por sentencia definitiva del 12 de noviembre de este año, a sufrir la condena de penitenciaría por tiempo indeterminado¨.[8]

Continuamos con el petitorio de pena por parte de la Fiscalía del Dr.Coll, debido a que la transcripción textual da la posibilidad al lector de analizar si la misma contiene o no prejuicios, ideologías e incoherencias, que quizás puedan observarse en la sociedad en que hoy vivimos.

¨La minuciosa investigación del sumario demuestra que varios de los delitos cometidos por el procesado, fueron llevados a cabo antes de que tuviera diez años de edad. En consecuencia, ellos no pueden imputársele, lo que no obsta para evidenciar su responsabilidad moral.

Si el procesado fuera mayor de edad correspondería la pena de muerte.

En ese sentido, la opinión pública sería unánime.

Científicamente, la eliminación del sujeto peligroso por tendencias ingénitas al orden social, a la vida de los semejantes, está plenamente justificada. La pena aplicables es, pues, la subsidiaria de la muerte en razón de la minoridad¨.

El Ministerio Público invoca a la opinión pública, que supuestamente él interpreta, coincidente con la pena de muerte para el monstruo.

El mismo Ministerio no invoca a la ciencia médica (y un camarista se anima a despreciarla- Ver Apéndice), que diagnosticaba la demencia y imbecilidad absoluta del procesado.

El llamado a las emociones de la opinión pública, en especial en los casos en que está relacionado al crimen de niños con alguna connotación sexual, es suficiente acicate para que la sociedad urbana pida la pena de muerte.

La pena de muerte es una constante en el subconsciente de la sociedad.

Traeremos a colación otro caso histórico, referido al homicidio del Coronel Falcón, jefe de Policía y de su secretario Alberto Lartigau y unido al afán de venganza de la sociedad representada por la fiscalía, pero con obstáculo legal de la minoridad.

El homicidio fue perpetrado por el anarquista ruso Simón Radowitzky, que utilizando una bomba de fabricación casera y arrojada dentro del vehículo que transportaba a los nombrados por la vía pública.

¨Dos símbolos del orden público mueren desangrados con sus piernas destrozadas por clavos y recortes de hierro, a manos de un inmigrante ruso, ignorante y anarquista, un lumpen politizado¨. Esta fue la exteriorización mediática de los hechos.

Desvinculando el hecho de sus connotaciones históricas y específicamente políticas y de las distintas valoraciones que quiera dársele a este doble homicidio, tema excluido del presente trabajo, se encuentran similitudes en la relación pena de muerte-minoridad.

Pero es bueno saber las instancias que rodean al caso Radowitzky.

El coronel Ramón Lorenzo Falcón fue un político, militar y policía argentino. Primer cadete del Colegio Militar, egresó con honores en 1878. En 1898, luego de haber participado en la Campaña del desierto se retira con el grado de coronel, siendo luego elegido diputado nacional.

En 1906 se lo nombró como jefe de policía de la capital federal, debido a su perfil de hombre duro, capaz de reprimir con mano de hierro cualquier disturbio que alterase el status quo del oficialismo conservador y oligárquico, que en ese momento gobernaba los destinos de Argentina. Ese mismo año de 1906, bajo la excusa del estado de sitio implantado por el gobierno como consecuencia del alzamiento radical, ordenó la represión de los actos organizados por los sindicatos para conmemorar el 1º de mayo. La carga de la caballería policial dejó un tendal de muertos y heridos.

En 1907 tuvo otra infeliz intervención cuando desalojó a las familias obreras que reclamaban por la falta de intervención gubernamental para detener el aumento unilateral de los alquileres aplicado por los locadores sobre sus míseras viviendas de estado lamentable. Con la ayuda del cuerpo de bomberos y utilizando mangueras de alta presión realizó el desalojo siendo que los ex inquilinos tuvieron que alojarse en campamentos preparados por los sindicatos anarquistas.

La gota que hizo desbordar el vaso fue lo que terminó denominándose la Semana Roja.

El 1º de mayo de 1909 la FORA (Federación Obrera de la República Argentina) de extracción anarquista organiza los actos conmemorativos del Día del Trabajo, protestando contra la desocupación, los bajos salarios y la indiferencia del gobierno ante los problemas sociales que los aquejaban.

El coronel Falcón ordena la represión indiscriminada para disolver el acto en la plaza Lorea. El saldo es de 11 muertos y más de una centena de heridos, muchos de ellos graves; estimándose que el saldo de muertos alcanzó a los 80 obreros aproximadamente,

Falcón redobla la apuesta y dispersa por la fuerza a la masa de 60.000 obreros que acompañan los féretros hacia el cementerio de la Chacarita. La policía rechazó a balazos a 4.000 obreros que llegaron por sus propios medios a la necrópolis.

A ello le sucedió la clausura de los locales de los sindicatos anarquistas y socialistas y de sus órganos de prensa La Protesta y La Vanguardia. Grupos parapoliciales de civiles y policías incendiaron las instalaciones del diario anarquista La Protesta al grito de ¡Viva la Patria!

Mientras tanto la Bolsa de Comercio, la Cámara de Cereales y múltiples asociaciones patronales organizaron un acto de apoyo a Falcón, que estaba siendo felicitado por el presidente José Figueroa Alcorta, apoyando su accionar represivo.[9]

A eso le sucede una huelga general convocada por la UGT socialista y la FORA anarquista, con término cuando Falcón renunciara a su cargo.

La resspuesta del gobierno fue la confirmación de Falcón con todos los honores.[10]

Radowitzky, participante de los actos en la Plaza Lorea y en las reuniones anarquistas, que condenaban la acción de Falcón y la actitud del gobierno que le aseguraba impunidad sobre los hechos incurridos, se plegó a la decisión de emprender la acción directa con el ajusticiamiento de Falcón, lo que deriva en el atentado de marras, con éxito.

Lo que es análogo en ambos casos es advertir la subyacente frustración de parte de la sociedad burguesa por la elusión de la pena de muerte en razón de ser menores de edad. No importa la edad, la historia de los personajes, su eventual mente extraviada, sino que lo importante es matarlos en bien y defensa de la sociedad.

Para que puedan ver y analizar dichas analogías referimos a continuación los juicios emitidos en razón del juzgamiento del anarquista Radowitzky.

¨Identificado y reconocido el crimen por el reo, sólo le queda esperar el día y la hora en que será fusilado. Porque eso de que apenas tiene 18 años no lo cree nadie. Tener 18 años significa ser menor de edad. Y todos los diarios, sin excepción, señalan que Radowitzky es un hombre de más de 25 años de edad.

El Fiscal Dr. Beltrán termina su presentación pidiendo la pena de muerte para el anarquista y sólo se le opone el inconveniente de no poder verificar su edad por falta de documentación identificatoria.

Pero el Dr. Beltrán encuentra un método original para allanar la dificultad y es haciendo calcular la edad del preso por ¨peritos médicos¨.

Algunos calculan que tiene 20 años de edad y otros 25. Entonces el Fiscal dice: 20+25= 45 siendo la mitad 22 y medio años de edad.

Radowitzky tiene 22 años y medio y está listo para el pelotón de fusilamiento.

Un primo del anarquista entrega al Comisario Inspector Vieyra la partida de nacimiento de Simón, escrita en caracteres cirílicos, que atestigua que Simón Radowitzky nació en la aldea de Santiago, Provincia de Kiev, Rusia, el 10 de noviembre de 1981, confirmando su edad de 18 años y 7 meses.

Este documento no será reconocido por los jueces debido a su falta de legalización, pero sí tiene influencia directa sobre sus ánimos, ya que no se atreverán a enviar al patíbulo a un menor de edad.

El procedimiento judicial garantiza ¨in dubio pro reo¨.

Ello le valdrá salvarse del fusilamiento y es condenado a reclusión por tiempo indeterminado, con el accesorio de reclusión solitaria a pan y agua durante 20 días, todos los años al aproximarse la fecha del crimen.

Es interesante destacar que la fecha del crimen es 1909 y el historiador Osvaldo Bayer hace una relación Radowitzky-Godino, sin mencionar a éste último por su nombre, pero dejando de manifiesto su toma de posición.

El crimen cometido por el anarquista está bien y justificado; el crimen de un demente e imbécil absoluto como Godino está mal.

Bayer dirá: ¨Empezaba la larga noche para el muchacho anarquista. Pasará 21 años- de los cuales 10 los hará en el calabozo- aislado entre la basura de la sociedad: asesinos de niños, sanguinarios individuos que matan sin pestañear por robar, ladrones, degenerados. Diecinueve de esos años los pasará en Ushuaia, un presidio que no necesitó de calificativos para infundir miedo¨[11]

Evidentemente el historiador no tiene coincidencia con la apreciación del Sr. Fiscal, en cuanto a las condiciones higiénicas de la Penitenciaría, aunque si coinciden en que era un lugar adecuado para apiñar ahí a la ¨basura¨ de la sociedad.

Es decir, que el historiador se representa como algo diferente a un doble homicidio premeditado, con muerte de dos personas por desangramiento a las muertes por estrangulamiento de Godino. En el primer caso era por motivaciones políticas de un anarquista de diecisiete años; la otra por un imbécil y loco perverso de dieciséis.

El asesino Radowitzky tenía, supuestamente para él y el historiador aludido, un alto objetivo político válido (remarcamos válido); en cambio no tienen disculpa los homicidios cometidos por el dictado de una mente enferma, declarado demente e incapaz por los médicos.

También se encuentran coincidencias sugestivas en los informes médicos, influidos por las ideas biologistas de Cesare Lombroso, en auge para la época.

Se dirá de Radowitzky: ¨La fisonomía del asesino tiene caracteres morfológicos, que demuestran bien acentuados todos los estigmas del criminal. Desarrollo excesivo de la mandíbula inferior, prominencia de los arcos cigomáticos y superciliares, depresión de la frente, mirada torva, ligera asimetría facial, constituyendo los caracteres somáticos que acusan a Radowitzky el tipo de delincuente¨.

De Godino, en el primer informe médico legal, emitido por los médicos legistas de turno en Tribunales, Dres. Negri y Lucero, dirán: ¨…la flexibilidad simiana de las manos cuyos dedos se doblegan hacia el dorso, la viciosa implantación, el tamaño y las malformaciones de las orejas, que con su talla le han valido los exactos apodos de ¨petiso¨y ¨orejudo¨, la excavación del paladar y la asimetría no muy notable del cráneo y de la cara, responden a defectos originarios del desenvolvimiento físico, que en los alienados tiene el significado clínico de ser estigmas de la degeneración hereditaria¨.

Evidentemente los médicos no han gastado en elogios para ninguno de los dos seres humanos analizados, aunque pareciera por lo explicado por el historiador, que uno es algo más humano que el otro.

Los excesos de la doctrina lombrosiana empiezan a ser advertidos en la época, pero de cualquier modo seguían vigentes e influyentes en los juicios penales.

La teoría biologista de Lombroso, explicitada a través de su obra ¨L´uomo delinquente¨se extendió a otras áreas, y encontrará un parentesco entre la locura y el genio, lo cual dará lugar a su segunda obra reconocida ¨El hombre de genio¨.

Esta obra tendrá notoria influencia en la Argentina, ya que no es casual que el primer texto psiquiátrico argentino es ¨La neurosis de los hombres célebres¨ de José Ramos Mejía. Su primera parte fue publicada en 1878 con prólogo de Vicente F. López.

Tampoco es casual que este libro encarne la justificación ideológica de la clase gobernante, que era la oligarquía.

Ramos Mejía se destaca, en efecto, por su singular producción intelectual más que por su trayectoria política, aunque este prohombre del régimen roquista fue diputado nacional y presidente del Consejo Nacional de Educación, entre otros cargos.

Resultó un pilar importante de la consolidación de la ideología oligárquica y su racismo histórico puesto con ropaje de positivismo cientificista. Atribuyó al tribunal del Santo Oficio un sano papel de selección de la especie. Luego de ¨demostrada¨ la especial proclividad de los judíos a la degeneración, la locura, la sordomudez y otras taras congénitas, agradeció a la Inquisición española haber eliminado biológicamente las oleadas de locura antigua e impedido que entroncaran con las modernas¨ estimuladas por causas tan grandes como la Revolución Francesa¨.[12] y [13]

La búsqueda inclaudicable de figuras carismáticas, que se encarna en ¨los hombres de talento¨, representados por los la élite que gobierna y en oposición al ¨aluvión inmigratorio¨, quienes sólo saben trabajar con el exclusivo afán del lucro y tipificados con el slogan ¨hacer la América¨.

Los mencionados hombres de talento no necesitaban trabajar porque para ellos trabajaban los peones en sus estancias de la Pampa húmeda, mientras ellos se daban al ocio productivo. Los líderes de masas, las personalidades carismáticas, el caudillaje han sido una constante de la historia argentina.

José Ingenieros, exponente del ascenso social de las clases medias, a través de su esfuerzo personal logra insertarse en las élites bajo la protección de Ramos Mejía, que era Profesor de Medicina Legal y lo hizo nombrar como jefe de clínica en su cátedra de enfermedades nerviosas en la Universidad de Buenos Aires. Su ascenso social profesional se apoyó en un intenso esfuerzo personal, cuyo resultado fue una extensa obra, que le ganó un lugar en la historia del ensayo en Argentina. Pero antes de este resultado, la decisión de esforzarse en sus estudios marca el pasaje de su etapa de ¨niño terrible¨socialista¨ a la del profesional positivista con creciente éxito social. Juan B. Justo atribuyó sus posiciones extremas a su juventud, lo que luego fue designado como ¨sarampión juvenil izquierdista¨. José Ingegnieros castellanizó su apellido a Ingenieros, porque presuntamente ¨sonaría¨ mejor en el ambiente de la clase donde pretendía inmiscuirse, lo cual logró con éxito.

Sin llegar a las alturas racistas de Ramos Mejía fue influenciado por éste en su obra sociológica donde expresa con soltura su desprecio por los ¨prejuicios democráticos¨ y su convicción de que la ciencia implica tareas de élite necesariamente impopulares. Su situación de ascenso social y de cooptación de los sectores dominantes según sus méritos profesionales parece explicar porqué, a pesar de su positivismo básico, simpatizaba en apariencia incongruentemente, con la teoría nietzschiana del superhombre, como justificación del ascenso a las élites por superioridad personal.[14]

Referido a las teorías lombrosianas no se han superado totalmente aún y la idea es retomada por el Dr. Vallejo Nágera, psiquiatra español,[15] autor de los libros ¨Los locos egregios¨ y ¨Concierto para instrumentos desafinados¨.

Dice: ¨Un mito occidental asocia la locura con la genialidad, un absurdo que encontró supuestas confirmaciones científicas en los disparates de Cesare Lombroso, médico italiano, que afirmó que la mayoría de los grandes hombres padecieron trastornos neurológicos o psiquiátricos. El genio, dijo, era la faceta afortunada de una psicosis degenerativa y, no contento con ello, creyó encontrar una estrecha relación entre el genio y la epilepsia, como si la enfermedad fuera un tributo inexorable que los talentosos debían pagar. Un disparate¨.

Puede aceptarse con relación a Lombroso, que casi el único aporte que efectuó a la ciencia médica, es destacar la importancia del valor biológico humano, y como desarrollo de esa idea, la correlatividad entre algunas conductas criminales y la existencia de ciertas anomalías morfológicas.

El ¨contacto inmediato entre genialidad y locura¨ fue una idea shopenhauriana (de Schopenhauer); utilizaba como prueba el ejemplo que le brindaba el Torcuato Tasso de Goethe: ¨No sólo pone ante los ojos el sufrimiento, el martirio esencial del genio como tal, sino también su continuo paso a la locura¨. Paradójicamente, el propio Schopenhauer fue incluido por Cesare Lombroso –Genio y Locura, 1864- en la lista de ¨locos geniales¨ encabezada por Tasso.[16]

La estetización de la política atrajo a algunos literatos y artistas, que la adoptaron como una causa propia e intentaran hacer de su vida y de la política una aventura estética más excitante que aceptar lo cotidiano, para ellos demasiado gris y prosaico.

El esteticismo vinculó a esos artistas, por un lado con el decadentismo sensual y contemplativo que desdeñaba a la política y , por el otro, con el activismo frenético, el heroísmo trágico, el romanticismo de la acción.

De este modo Barrès participó de la aventura del general Boulanger; D¨Anunnzio de la toma del Fiume; Lugones –lector de ambos- del golpe militar de Uriburu y Fernando Pessoa justificó la dictadura de Oliveira Salazar.

Esa genealogía de las ideas (relativismo) podía aparentar una similitud con el origen social de las ideologías en Marx. Pero había una diferencia nítida entre ambos autores: Nietzsche creía en la legitimidad de la división de clases, calificaba de resentimiento todo intento de los plebeyos de levantarse contra sus amos y acusaba al ¨prejuicio democrático¨ de obstaculizar la investigación acerca del origen aristocrático de los valores idea retomada por Ingenieros.

No fueron estas cuestiones las únicas donde el relativismo de Nietzsche se contradecía; la posibilidad de ir ¨más allá del bien y del mal¨ no le habría sido otorgada a todos por igual, sólo era para aquellos que disponían de la voluntad de poder.

Pero también los esclavos –los cristianos y los socialistas- luchaban por la vida, una voluntad contra otra. Era preciso, para el modelo nietzschteano, aceptar una sola de las voluntades en pugna: la de los supuestamente mejores; de ese modo el relativismo quedaba relativizado.

La voluntad de poder, fuerza vital, biológica, energética, psicológica, libidinal, cultural o espiritual –según las distintas lecturas- impulso irresistible que movía a los hombres, no podía considerarse una interpretación entre otras sino un hecho objetivo, más aún, la clave última de toda realidad humana. Contra ella no era posible oponerse; por lo tanto los valores de justicia y, consecuentemente, el derecho carecían de fundamento alguno.[17]

Por el camino de Schelling y Schopehauer retomó Nietzsche la teoría de la relación entre locura y genialidad. Se volvió un partidario tan encendido de ese concepto que hasta llegó a enredarse en discusiones epistolares, en 1884, con el Dr. Joseph Panneth, amigo de Freud. Nietzsche ofreció la locura como una prueba indubitable de su teoría, transformándose en fetiche de ese culto.

El otro demiurgo de culto a la locura, Foucault, consagraba la de Nietzsche como un enfrentamiento con la realidad.

También era de procedencia nietzschieana la tradición literario-filosófica de reivindicación de los criminales, que cultivarían en el siglo veinte los surrealistas Bataille, Genet y Foucault.

Nietzche había observado, antes que ellos, rasgos de criminalidad en los grandes hombres y, asimismo, ubicaba a los criminales strictu sensu en las filas de los ¨hombres fuertes¨.

El delincuente –decía en El Ocaso de los dioses- es el grande hombre que se encontró en condiciones desfavorables, un hombre fuerte que ha enfermado.

Un asesino de papel, Raskolnikov, admirado por Nietzsche, encabezaba la serie de los superhombres del mal.

Este tipo de observaciones le valió el comentario adverso de August Strinberg que, influenciado por el criminólogo Cesare Lombroso, le reprochaba su alabanza a los criminales.

El filósofo le respondió, el 7 de diciembre de 1888, apelando al caso de un criminal parisino, Prado, asesino de una prostituta y que, según él, ¨(…) por el dominio de si mismo, su espíritu e incluso su arrogancia (…) es superior a sus jueces y sus abogados¨.

También quedó fascinado con el estudiante Henri Chambige, que había matado a su amante en Argelia. En carta a Burckhardt de 1889, ya en pleno delirio, se identificaba con esos asesinos.

El capítulo V de Zaratustra, ¨Del pálido delincuente¨ estaba inspirado en el revolucionario francés Barthèlemy, que asesinó llevado por la pasión y fue ahorcado.

Como epílogo podemos afirmar que el caso Godino provocó una confrontación entre diversos discursos, que excedió a las interpretaciones de las normas jurídicas.

Se puede decir que hubo un enfrentamiento entre distintas concepciones de una misma realidad; desde el punto de vista de las más variadas ciencias, tales como la psiquiatría, la sociología y las ciencias jurídicas.

También referidas a las Instituciones tales como los reformatorios y correccionales de menores, los nosocomios e institutos neuro-psiquiátricos y las cárceles.

Como información divulgada por los medios de comunicación de masas, en sus variadas facetas de orientadores de opinión, simples canalizadoras de las noticias o empresas comerciales de periodismo amarillista, buscadores de sensacionalismos.

La condena a Godino fue el resultado de la combinación de múltiples factores, explícitos o latentes y por ello es que la condena no estuvo basada exclusivamente en lo jurídico sino en la relación de fuerzas de los factores enfrentados.

Cada suceso que conmueva a la sociedad hará reproducirse a este modelo, y ello es y será angustiosamente actual, porque la tecnología avanza sin obstáculos, pero el ser humano parece estancado desde el origen de los tiempos.

Godino desde su infancia era predestinado a ser carne de presidio. Cuando regresa desde el correccional donde había sido internado a solicitud de su padre, y también pidiendo su liberación, dará recomienzo a sus andanzas dirigiéndose a su fin predeterminado.

Cuando ya se encontraba detenido y confesados exhaustivamente todos los hechos delictivos de su corta pero intensa carrera dio lugar a que los médicos legistas efectuaran extensos informes sobre su personalidad.

La opinión pública estaba estupefacta y exigía castigos ejemplares, sostenidos y alentados en las noticias de los periódicos sensacionalistas y en fiscales comprometidos con la ideología aristocratizante y despreciativa de las clases bajas y más aún del lumpenaje, no compartían la opinión de los médicos porque se tomaban como justificativos, disculpas para el individuo, sin tener en cuenta su condición de demente.

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