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Historia criminal – El petiso orejudo, asesino serial (página 4)

Enviado por Roberto Yrago


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

El Dr. Lázaro N. Bendersky juzgó acertada la decisión del Juez Dupuy al disponer la internación de Escobar ¨aún cuando de la prosecusión de la investigación surgiera que no fue el autor, porque si en principio el magistrado creyó estar ante un insano, en todos los casos el Estado debe velar por la seguridad de los insanos y de toda la sociedad; es decir se los debe internar y brindarles el tratamiento médico adecuado, sean o no delincuentes¨.

En este caso el medio periodístico mitiga la conmoción pública provocada por el acto criminal, a través de una exposición mesurada citando las opiniones de expertos, que la opinión pública rescata como idóneas.

Poco más de una década, distintos escenarios sociales, diversas necesidades y estados anímicos, y esencialmente el triunfo de la corriente positivista según la interpretación de sus referentes locales más una sociedad dividida en clases bien definidas dan lugar a mostrar los hechos con variados enfoques.

En definitiva, los medios condicionan pero también son condicionados por el sentimiento de la sociedad, del cual se hacen partícipes.

En el diario Clarín del 3 de marzo de 1983 sale un artículo titulado ¨Ultimó al asesino de su hija¨. El caso, sucedido en Alemania, fue calificado por la prensa local ¨La venganza de una madre¨, aunque en términos estrictamente jurídicos podría calificarse como un asesinato con premeditación.

El artículo dice así: ¨Una mujer joven, esbelta y bien parecida, entró el 6 de marzo de 1981 en la sala de vistas de un tribunal de la ciudad de Lubeck, al norte de Alemania.

Ante los ojos de los jueces sacó una pistola del bolsillo, apuntó al acusado y apretó el gatillo ocho veces. Alcanzado por siete disparos, el hombre de 35 años se desplomó muerto. Dos años después de este caso de homicidio en la sala de un tribunal –inédito en la historia judicial alemana- Marianne Bachmaier, de 32 años fue condenada por un tribunal de Lubeck a seis años de cárcel.

Pese a que el hecho en si equivalía objetivamente a una muerte premeditada, los jueces impusieron una pena leve, pues llegaron a la conclusión de que la Sra. Bachmaier no había cometido asesinato sino solamente homicidio porque se hallaba en un estado anímico de emergencia.

En efecto: tras los disparos de Marianne Bachmaier se esconde un mundo de sufrimiento humano.

¨La venganza de una madre¨ calificaron los periódicos de masas al acto de la Sra. Bachmaier. En las calles de Lubeck se congregaron numerosas personas exigiendo la libertad de la acusada.

Pero tampoco Grabowski ( el asesino), quien había confesado haber matado a la niña, no actuó, sin dudas, por puras ganas de matar. El acusado sufría de anomalías perversas en su sexualidad. El funcionario de libertad condicional, que tenía la obligación de supervisar la vida del criminal por delitos cometidos anteriormente, falló en su cometido.

La hija de Marianne Bachmaier fue así también, indirectamente, víctima de una errónea decisión judicial.

Varios psicólogos y psiquiatras analizaron durante el proceso a Bachmaier la personalidad de la acusada. Pusieron al descubierto la vida interior de una mujer incapaz de hacer frente a excesivos sufrimientos.

Marianne que tiene otros dos hijos, tuvo una infancia sin amor y una juventud signada por frustraciones sentimentales. Si Bachmaier tiene una conducta ejemplar en la cárcel se le dispensará, sin duda, una tercera parte de la condena, es decir dos años¨.

Otro caso similar, pero siendo los protagonistas norteamericanos, provoca idéntica respuesta por parte de la sociedad.

El título del artículo periodístico, reproduciendo la noticia enviada desde Washington, USA por AFP es ¨Dicen que es una heroína¨. Subtítulo: ¨Defienden a la mujer que mató al violador de su hijo¨

¨Todo el pueblo californiano de Sonora, el pie de la Sierra Nevada, se unió en defensa de Ellie Nessler, quien en plena audiencia judicial mató al acusado de haber violado a su hijo el pasado 2 de abril.

La mujer de 35 años se ha convertido en una heroína local y su vida está en boca de todos los 2.500 habitantes de este pueblito fundado a fines del siglo XIX por buscadores de oro.

De Ellie se dice que mató para vengar a su hijo. Que estuvo casada dos veces y que crió sola a sus dos hijos, pese a que no tiene más ingresos que el subsidio familiar y lo poco que gana cortando troncos o vendiendo en los mercados.

Fue a fines de los ´80 cuando Ellie conoció a Daniel Driver de 35 años. El hombre le propuso llevar a uno de sus hijos, que entonces tenía seis años, a un campamento de vacaciones. Cuando volvió, el chico le contó los abusos sexuales de que había sido objeto. Driver desapareció en 1989, lo detuvieron por robo y lo llevaron a Sonora para ser juzgado.

Se supo que cinco años antes se había declarado culpable de agresiones similares en la región de San Francisco, por las que fue condenado a sólo cinco meses de prisión.

La familia de Ellie cuenta que el muchacho violado había sido amenazado de muerte por Driver, quien según testigos, el mismo día de la audiencia, se reía a caracajadas de sus víctimas.

Cuando se presentó para prestar declaración contra el violador, Ellie sacó una pistola de su bolso y disparó cinco veces. El quinto rito no dio en el blanco, pero los cuatro primeros alcanzaron para que muriera una hora después en el hospital.

Al día siguiente, en Sonora aparecieron como hongos las remeras y las pegatinas con inscripciones de apoyo a la mujer tales como ¨Liberen a Ellie Nessler¨ y otras más festivas, como ¨Tuviste buena puntería, Ellie¨.

El pueblo la considera una justiciera, frente a una justicia incapaz de castigar a los criminales. Tanto es así, que para pagar a los abogados se abrió una suscripción popular.

Gracias a la presión de los habitantes de Sonora fue puesta rápidamente en libertad, aunque bajo una fianza de 500.000 dólares.

Entre sus abogados se encuentra Dadi Lewis, uno de los que defendieron al ex hombre fuerte de Panamá, Manuel Noriega¨.

Estos distintos hechos están vinculados con un hecho común: el homicidio; la muerte de uno o varios a manos de semejantes y cada uno puede ser visto de distintos modos por la sociedad que los observa.

Godino fue considerado insano al igual que Escobar del caso Mondaque, pero Godino fue a parar al presidio de Ushuaia y Escobar a un nosocomio para locos.

El caso Bachmaier fue justificado por estar sumida en un ¨estado anímico de emergencia¨ y el caso Nessler se justifica por el descreimiento en la justicia.

Cada uno de los casos recibió distinto tratamiento periodístico y legal. Por lo que podemos concluir que el tratamiento periodístico puede condicionar a los lectores para que se sientan proclives a la piedad, la tolerancia o la venganza.

Hemos podido ver como el artículo de La Razón rogaba por el éxito del alegato de apelación de la Fiscalía. No se equivocaba, puesto que el Sr.Fiscal dice taxativamente que recomendaría la pena de muerte para Godino, sino estuviese amparado por la eximente de la minoridad.

En su lugar le cupo al petiso orejudo la condena a prisión perpetua con el accesorio de reclusión por tiempo indeterminado.

La cárcel de Ushuaia

edu.red

En 1881 el gobierno argentino firmó un Tratado de Límites con Chile. Un año después, inspirado en el éxito que habían tenido Francia e Inglaterra en fundar penales en lugares inhóspitos, dispuso instalar una colonia penal en el extremo sur de nuestro país. Los antecedentes mundiales fueron los presidios franceses de las Guayanas, Nueva Caledonia y Argelia y las inglesas de Australia.

La idea de instalar una penitenciaría en el extremo sur del país surgió en 1882, por el pensamiento del presidente Julio A. Roca, que pensaba de ese modo ¨ resolver el problema penitenciario, crear un elemento de población en esas lejanas regiones y asegurar la soberanía¨. O sea que, además de contribuir con una estrategia geopolítica, se lograba expulsar de la europeísta y culta Buenos Aires a delincuentes reincidentes.

Cuando en 1884 se construyó en la fueguina Isla de los Estados el faro de San Juan de Salvamento (apodado el Faro del Fin del Mundo, inspirado en la obra de Julio Verne), en la misma bahía se levantó una cárcel militar. Trasladada luego a Puerto Cook, dentro de la misma isla, en marzo de 1899 se juzgó conveniente reubicar el presidio en la Isla Grande de Tierra del Fuego, para prevenir las enfermedades causadas por la extrema humedad y frío de la isla. Además, la falta de infraestructura para el trabajo de los prisioneros hacía improductiva su prisión; la mejor dotada Isla Grande permitiría destinarlos a cumplir tareas de forestación y minería, además de ser un destino considerado más humanitario.

El 30 de noviembre de 1902, 36 de los prisioneros fueron llevados a la Isla Grande, con la mayor parte de las instalaciones, para preparar el edificio definitivo del penal. Los acompañaba el jefe del presidio y quince soldados destinados a su custodia. Una semana más tarde, los 83 presos que permanecían en Cook se amotinaron, y 51 de ellos escaparon en los pequeños navíos disponibles en la isla. El motín de Puerto Cook acabaría en desastre para los huidos: siete de ellos murieron, y 39 fueron apresados por Enrique Fliess, el teniente de fragata encargado de la base militar, o por Horacio Balivé, que capitaneaba el ARA Azopardo, un buque de la Armada que llevaba material para el nuevo faro en construcción en la Isla de Año Nuevo. Capturados y juzgados nuevamente, fueron finalmente trasladados a Ushuaia.

Dos eran los objetivos principales: resolver el problema penitenciario y repoblar esa región inhóspita, después de haberse despoblado de indígenas, y de esa manera afianzar nuestra soberanía. La colonización de esas tierras había comenzado en 1869 por los hermanos anglicanos.

En la isla grande e Isla de los Estados, el gobierno creó en 1884 las Subprefecturas, convirtiendo a Tierra del Fuego en gobernación y su único pueblo fue consagrado capital. Fue el comandante Augusto Lasserre quien fundó Ushuaia, nombre que en lengua yamana significa, "bahía hacia el este".

El 15 de setiembre de 1902, fue colocada la piedra fundamental del "Presidio Nacional". La construcción fue realizada con materiales de la región y con mano de obra de los penados, que habían sido ubicados en cárceles provisorias. En 1920 finalizó la construcción, que contaba de 5 pabellones de 76 celdas exteriores cada uno. Totalizaban 380 celdas unipersonales de 1,50 por 2 metros, con una puerta de gruesa madera con un orificio vidriado a un metro del suelo, que permitía vigilar desde afuera. La ventilación ingresaba por una abertura enrejada de 20 por 20 cm ubicada cerca del techo. Un verdadero encierro solitario y absoluto.

Los 5 pabellones convergían en forma radial a una rotonda múltiple, donde se concentraban todos los presos con distintos propósitos: para dirigirse a realizar distintas tareas tanto dentro como fuera del presidio, como sala de conferencias, celebrar misas, auditorio y cine. Ello, para ejercer la vigilancia de los presos cuando se encontraban en sus celdas.

Entre el pabellón 1 y 2 se levantó la cocina y entre el l y el 3, la panadería. En el comienzo de cada pabellón se construyeron unos martillos que cumplían distintas funciones, bibliotecas, enfermerías, oficinas. En un tiempo fueron alojados reclusos, lo que permitió que la población llegara a 600 penados. Cuando la población del penal excedía su capacidad, las caballerizas se transformaban en improvisadas celdas comunes, alojando cada una unos 40 o 50 reclusos.

La cárcel contaba con 30 sectores de trabajo, algunos instalados fuera del edificio central pero dentro del predio, el que no contaba con un muro que lo circundara, sólo una alambrada de 2 metros de altura coronada de 4 hileras de alambres de púas.

En 1943 se inauguró un moderno hospital que posteriormente fue el Hospital de la Base Naval y por mucho tiempo el único en la zona.

El primer nombre del presidio fue "Cárcel de Reincidentes". En 1918, "Cárcel y Presidio de Tierra del Fuego". Posteriormente, en 1934, "Cárcel de Ushuaia" y por último, en 1940, "Cárcel de Tierra del Fuego".

Fueron enviados los condenados más peligrosos del país, los reincidentes, soldados, suboficiales y oficiales juzgados por tribunales militares y confinados políticos.

El tristemente famoso presidio de Ushuaia fue ideado en el aspecto edilicio por el ingeniero Catello Muratgia.

Su piedra fundamental fue colocada en el año 1902 y el 21 de marzo de 1947 el presidente Juan Domingo Perón firmó el decreto que clausuró definitivamente al penal, orden que ejecutó su director Roberto Pettinato (padre). Los presos fueron distribuidos en distintos establecimientos carcelarios sin el denigrante uniforme a rayas, cuyo uso había sido derogado. Los guardias, en su mayoría extranjeros, volvieron a sus países de origen o abrieron negocios en la ciudad. Los muros de frías paredes, las celdas, los grilletes y todo lo que se ha conservado se han convertido en piezas de museo, donde los visitantes pueden tomar una idea de aquel lúgubre lugar al que con justicia se llamó "La Siberia Argentina".[26]

Sus primeros veinticinco presos fueron nueve mujeres y veinticinco varones, que contribuyeron a construir los cinco pabellones y trescientas ochenta celdas individuales, además de las cloacas y alumbrado de la ciudad de Ushuaia, que fue fundada en 1884.

Godino fue el preso número 90.

La cárcel llegó a albergar cerca de 600 presidiarios, antecedente elocuente del problema carcelario, que continúa hasta nuestros días.

Albergó a presos famosos junto a Godino, y tenemos por ejemplo a Simón Radowitzky, que recordamos fue el anarquista ruso que asesinó al Coronel Falcón, responsable de la represión contra las huelgas obreras, y su ayudante Lartigau con una bomba. Fue indultado por Hipólito Yrigoyen en 1930 y murió en el exilio en 1956.

También fue huésped destacado el homicida Mateo Banks, El Místico, que llegó al presidio en 1924, condenado por el asesinato de ocho personas para hacerse de sus fortunas; entre ellos sus tres hermanos, su cuñada, sus dos sobrinas y dos peones, de un establecimiento campestre.

A algunos parientes los envenenó con estricnina y a otros los mató a tiros. El motivo: quedarse con dos estancias de sus parientes, situadas en Azul, provincia de Buenos Aires.

Derivó a una crisis mística y el viejo solitario pasaba sus días rezando arrodillado, en éxtasis. Fue liberado con libertad condicional en 1944.

En el caso de Godino, la preocupación médica pasó por saber si sus risibles orejas, que le daban el mote de orejudo, serían el recipiente de su maldad, por lo cual se las operaron. Objetivamente: no surtió efecto.

A pesar de ello, los médicos deben haber quedado contentos, porque su informe individual de 1938 daba que se manifestaba como un preso ejemplar.

Godino arriba al penal de Ushuaia ya que el pedido de apelación pidiendo su encierro por parte de la Fiscalía obtuvo respuesta afirmativa por los camaristas quienes ratificaron el pedido de reclusión por tiempo indeterminado, que le vedaba al reo la posibilidad de acceder a la libertad condicional.

Justificaron su reclamo citando nuestra Constitución Nacional, que reza: ¨ la condena no significaría aplicar al reo torturas o someterlo a un tratamiento cruel ¨. Todo se reduciría a recluirlo en una cárcel higiénica, como medida de profilaxis social y sana ejemplarización.

La Constitución nacional de 1853, vigente cuando funcionaba el presidio, en el artículo 18 dice: "Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas, toda especie de tormento y los azotes. Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias para seguridad y no para castigo de los reos retenidos el ellas y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a modificarlos, más allá de lo que aquélla exija, hará responsable al juez que la autorice".

Además, decía el fiscal: ¨ el tratamiento carcelario y nosocomial no difieren fundamentalmente en lo que a esos sujetos se refiere, y siendo nuestras cárceles para seguridad de los delincuentes y no para su castigo, la cárcel es la mejor solución del momento, porque brinda mayor seguridad para la sociedad ¨.

En la actualidad y a pesar del largo tiempo transcurrido no se han encontrado soluciones integrales al problema carcelario, donde continúan vigentes las falencias y la aplicación de paliativos que no alcanzan a normalizar ese estado de cosas.

Un editorial del diario Clarín titulado ¨ Reformar las cárceles ¨ nos dice: ¨ las deficiencias de las cárceles argentinas han sido reiteradamente objeto de preocupación en esta columna, como también lo han sido de numerosos hombres de leyes, médicos, psicólogos y miembros de entidades de bien social.

La conciencia de estos especialistas y voluntarios reflejan la desazón y la consternación que desde hace mucho tiempo son patrimonio de la conciencia social frente a las paradójicas instituciones en que se convirtieron nuestros establecimientos carcelarios. Destinados a custodiar ciudadanos en espera del veredicto judicial sobre su presunta conducta delictiva o a constituirse en el instrumento para efectivizarlas, las penas de reclusión o prisión recaídas sobre los ya condenados, se han transformado en ambos casos en casas de castigo, que excede larga y duramente las prescripciones legales, las garantías constitucionales y el mismo espíritu de nuestra Ley Magna y de los valores éticos aceptados por nuestra sociedad.

Un miembro del servicio Pastoral Penitenciario del Episcopado definió la cárcel como ¨ un lugar distinto de todo, frío, inhóspito, tremendo ¨. Su finalidad de rehabilitar al recluso para su retorno a la sociedad, según la opinión de un criminólogo también consultado, ha quedado totalmente desvirtuada: ¨ No es posible ni educar ni reeducar para la libertad en un mundo lóbrego, de tensiones agobiantes, de días calcados, con pitazos entre ceja y ceja, en la convivencia forzada, el ocio, los coloquios lastimeros, los escabrosos reacondicionamientos sexuales…¨.

Godino, quien nunca tuvo acceso carnal con una mujer, sino que era un onanista crónico, termina siendo definido en la ficha personal del penal como pederasta pasivo.

Estas descripciones resumen cruda y elocuentemente las condiciones y el funcionamiento de institutos, que no sólo implican una sanción desmedida para el culpable o presunto culpable, sino que también concluyen por ser verdaderas escuelas de delincuencia.

Peor aún, si este término es asimismo empleado para designar a los institutos de detención de menores; en este caso habría que hablar ya de verdaderas universidades del delito ¨.

A propósito de la transformación del sistema carcelario ¨ contará en definitiva la reversión integral de la situación del país, la refundación de nuestra sociedad sobre bases materiales e institucionales más sólidas ¨.Pero uno de los tantos caminos que deben converger para el logro de dicha meta pasa por las modificaciones inmediatas; que las autoridades a cargo del sistema penal pueden implementar desde ya con audacia, coraje y decisión.

Corresponde a la sociedad en su conjunto, a través de organizaciones representativas, de los legisladores y de los simples ciudadanos peticionantes, apoyar, exigir y colaborar para que las reformas se concreten.

El problema de las cárceles, como parte del problema de la violencia delictiva en general, es un problema de todos y no sólo de los funcionarios del área, de los infortunados reclusos o de las víctimas de los delitos ¨.Conociendo el panorama actual carcelario no se hace difícil proyectar sobre las condiciones de los presos a principios de siglo con el agravante de las condiciones climáticas extremas que azotan a Tierra del Fuego.

Trataremos de hacer una aproximación a esta mención a través del testimonio del guardiacárcel Martín Chávez, que hizo su relato de un transporte de presos a penal de Ushuaia en 1911 y recogido y publicado por el diario Clarín en marzo y abril de 1947, con motivo del cierre del establecimiento carcelario.

¨ Hacía dos meses que había sido nombrado para ocupar un puesto de celador en el penal de Ushuaia, permaneciendo adscripto al personal de la Penitenciaría Nacional de la calle Las Heras, hasta que estuviera en condiciones el transporte Chaco, que me llevaría al lejano sur.

En esa aburrida espera me consumía en la Penitenciaría, cuando una tarde fui notificado que tenía cuatro horas para arreglar mi equipaje. A las 18 horas estuve de vuelta. Media hora más tarde se realizó la acostumbrada formación para el recuento y encierro en las celdas, a los reclusos.

No veía por ninguna parte al contingente que iba a ser trasladado al sur.

Una hora más tarde me incorporé a una comisión de empleados y con más de cincuenta guardianes nos internamos en los pabellones.

Fuimos abriendo celdas, a las que penetraban dos soldados que sacaban al ¨ candidato ¨ llevándolo rumbo a la Alcaidía.

El ruido de las llaves en las fuertes puertas de hierro ponían sobreaviso a todos los ¨ vecinos ¨, que proferían voces de insultos.

Así recorrimos cinco pabellones y al regresar a la Alcaidía ya estaban allí mis compañeros de viaje, ¨62 números ¨ sentados en largos bancos colocados junto a las paredes. Se pasó lista y se les ordenó desnudarse.

Si alguno no hacía caso o demoraba en cumplir la orden, los guardianes se le acercaban amenazantes y los ¨ ayudaban ¨ a quitarse la ropa.

Sesenta y dos sombras. Sesenta y dos fantasmas quedaron en el gran salón. Dos practicantes de la enfermería revisaron el cuerpo de los viajeros. Ningún contrabando puede pasar, las limas y cualquier elemento cortante es peligroso.

Vestidos de nuevo, entra en funciones el herrero. Las argollas se cierran en el tobillo y se las une con una barra de hierro de veinte centímetros de largo, que luego se remacha a golpes de martillo. Pom, pom, pom. Resuenan los golpes como si estuvieran remachando ataúdes.

En el silencio de la noche esos tres golpes sobre el negro remache suenan como una campana que dobla por la vida de los que ya no son. El alarido del llanto los acompaña.

Algunos parecen más fuertes y miran la operación con indiferencia; es porque no conocen los grillos y caen cuando quieren dar un paso, entonces ellos también sienten los tres golpes de martillo sobre su corazón.

Luego en un carro celular, rumbo al puerto. Allí la vigilancia es más estrecha y dos guardianes se responsabilizan del penado entregado en custodia.

En 1944 se evadieron 144 penados, amotinándose en la bodega del ¨ Buenos Aires ¨.

Nunca se estableció con exactitud cuál fue el penado que logró romper los grillos y libertar de ellos a sus compañeros. Se atribuye tal hazaña a Brasch, el alemán. Lo cierto es que los 114 penados se amotinaron en la bodega y a golpes de puño se abrieron paso y se fugaron.

Entonces les era más fácil; no vestían el uniforme a rayas y podían confundirse fácilmente en las calles. Casi todos volvieron a ser detenidos.

Desde esa época se toman toda clase de medidas de precaución: guardianes en abundancia y hasta potentes reflectores que iluminan la silueta de los fantasmas que bajan a la bodega del transporte, que antes del alba, como si tuviera vergüenza de su carga, pone rumbo a Tierra del Fuego.

Se nos había informado que para llegar a Ushuaia eran suficientes quince días de navegación. Nuestro viaje duró veintinueve, en el mes de marzo de ese año.

Yo iba con la oficialidad del transporte, y un día bajé al entrepuente a ver los penados. Jamás olvidaré la impresión que recibí. Aquello era un infierno. Humedad, calor y pústulas.

En Bahía Blanca se había detenido la embarcación para cargar carbón, que iba depositando en la bodega, debajo del entrepuente donde viajaban los presos.

El polvillo de carbón se filtraba imperceptiblemente, persistente, como una maldición sobre los hombres engrillados.

Se les pegaba en la cara, lo respiraban, lo escupían, ponía máscaras en los rostros acentuando las ojeras. Fantasmas, espectros, no se lo que vi.

Salí de esa cámara de tortura con el alma dolorida, preguntándome si los directores del penal, si los jueces, los ministros, no tendrían noticias de este bárbaro suplicio. Pero el destino me reservaba comprobación más amarga aún.

En el puerto de Ushuaia nos esperaba el director del penal, algunos empleados y muchos guardianes, los que tomaron posiciones estratégicas para el desembarco de los penados. Y los espectros salieron al aire, a la luz, después de veintinueve días.

¡Como salieron! Sucios y enfermos es poco para dar una idea del estado de esos sesenta y dos hombres. Flacos, con la barba crecida, llagados los tobillos a causa de los aros de los grillos, con escoriaciones sangrantes en los muslos, la ropa deshecha como pañuelos o toallas. Habían llegado al Infierno Blanco ¨.

Una vez instalados en el presidio de Ushuaia, bajo régimen retributivo de trabajo obligatorio se les asignaba una tarea en las dependencias o talleres, atendiendo las necesidades del penal. Además prestaban servicios a toda la ciudad, construyendo calles, puentes, muelles, edificios… Se instalaron la primera imprenta, teléfonos, electricidad, bomberos etc.

Se explotaron los bosques para proveer de leña a las calderas y calefacción y la madera para la construcción. Para el transporte de los guardias, los presos y la madera fue necesario habilitar un tren de trocha angosta. Se lo ha denominado "Tren del Fin del Mundo" y en la actualidad funciona como atracción turística.

Todos los presos recibían obligatoriamente instrucción primaria. Todas las actividades se realizaban bajo una severa disciplina. A los reclusos se les proporcionaba educación primaria, en caso de no tenerla, y una retribución por los trabajos realizados. Existían rudimentarios talleres de carpintería, herrería, imprenta, mecánica y zapatería; otros reclusos trabajaban cubriendo las necesidades de la propia población del presidio. Los que se consideraban de buena conducta trabajaban en la tala de árboles para leña, y en las últimas etapas de su funcionamiento en las obras públicas para la ciudad que también estaba en construcción. Un pequeño tren que conducía hasta la actual ubicación del Parque Nacional Tierra del Fuego transportaba a los reclusos. Existen archivos fotográficos en el propio museo del Presidio que dejan constancia de que hacia la década de 1920 los presos formaban una banda de música que animaba a los habitantes en los días domingo.[27]

Muchos legajos se han perdido, destruidos por el agua en los sótanos de la Penitenciaría Nacional. A pesar de esto, se han rescatados muchas historias, algunas siniestras, en los crudos inviernos… Todo hacía que muy pocos lograran dejar ese infierno sin las secuelas de tanto sufrimiento. Nos parece que el extracto transcripto es elocuente sobre las condiciones imperantes en los traslados, a través de un observador y testigo directo.

Osvaldo Bayer, en su obra ¨ Los anarquistas expropiadores ¨ nos completa el panorama, texto que tiende a ser excusatorio de los delitos cometidos por Severino DiGiovanni y Paulino Scarfó, quienes fueron ejecutados en el último fusilamiento realizado en la Penitenciaría Nacional de la calle Las Heras.

Nos dice Bayer: ¨ Con muy poco dinero y el trabajo de los condenados se ha ido levantando esa mole de cemento y piedra, destinada a mantener bajo custodia a los criminales más feroces, y a todos aquellos llamados reincidentes, es decir los que han repetido tres veces hechos delictuosos ¨.

Los que leen ¨ La casa de los muertos ¨ o ¨ El sepulcro de los vivos ¨ de Dostoiewsky, y sufren con el autor los padecimientos de los condenados, no sospechan tal vez, que en el territorio argentino existió un lugar exactamente igual, de donde muy pocos fueron los que salieron con vida o retornaron a la sociedad con sus facultades mentales normales.

El gobierno de Yrigoyen ordenó un sumario administrativo para saber la verdad sobre los malos tratos en el penal. En el sumario se calificará a los tres carceleros informados (Alapont, Cabezas y Sampedro) de ¨ personas de malas costumbres y peores antecedentes ¨ y en base a ello se los suspende.

Dicha investigación estuvo fundada en el impacto psicológico logrado por el diario La Protesta, de tendencia anarquista y escrito por Marcial Belascoin Sayós. Fue un folleto titulado ¨ El presidio de Ushuaia ¨, donde denuncia las torturas a que ha sido sometido Simón Radowitzky.

En el capítulo titulado ¨ La Sodoma fueguina ¨, acusa al subdirector Palacios de haber hecho cometer delitos sexuales contra Radowitzky, detallando asimismo los castigos a que éste fue sometido por los carceleros mencionados ¨.

Durante los gobiernos de José Félix Uriburu y Agustín Pedro Justo los contingentes de obreros enviados al penal fueron numerosos, y el trato hacia los mismos particularmente brutal. El director del presidio durante esa década, Adolfo Cernadas, fue acusado de torturas en varias oportunidades. Entre los enviados a Ushuaia estuvieron los líderes radicales que protagonizaron alzamientos contra los gobernantes de la Década Infame.

A pesar del escepticismo que pueda tenerse en el avance social, en la humanización de la sociedad, descartando a los hechos aberrantes de ¨ los años de plomo ¨ que han manchado la historia política reciente, presumimos que en la actualidad quizá no haya cárceles que repitan las absolutas condiciones degradantes de la cárcel de Ushuaia, unida a condiciones naturales inhóspitas y crueles.

Federico Enrique Stolte, abogado, psicólogo social (esc.Pichon Rivière) y licenciado en Psicología (UBA), defensor oficial en la Ciudad de Buenos Aires dice¨¨Dime las cárceles que tienes y te dirá la sociedad que eres¨.[28]

Con sendos informes, la Procuración Penitenciaria (PP) y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), organismo no gubernamental cercano al gobierno, cuestionaron con dureza las actuales condiciones del Servicio Penitenciario Federal (SPF), elogiado por la presidente Cristina de Kirschner y el ministro de Justicia Julio Alak como un sistema ¨modelo¨.

En su documento que elevó al Congreso, la Procuración Penitenciaria realizó un diagnóstico de la situación carcelaria a diciembre del año pasado (diciembre de 2011). Entre las principales observaciones vale destacar las siguientes: a) Maltratos: ¨Las torturas y los maltratos constituyen un problema extendido y generalizado (…) El carácter sistemático de estas prácticas no radica en la existencia de un plan deliberado de las autoridades del estado, sino en los métodos ilegítimos que se encuentran fuertemente arraigados en las rutinas de las fuerzas de seguridad¨. Y añade: ¨Durante 2011 se investigaron y documentaron 399 casos de maltrato y torturas, es decir, 205 casos más que los registrados en el año 2010. b) Violencia: ¨Las muertes en cárceles federales se ha exacerbado notablemente en el período 200/2012. Como primer dato alarmante, basta mencionar que sólo en el año 2011 se han producido 22 muertes violentas. Además en los tres primeros meses de 2012, las muertes violentas registradas ascienden a siete, lo que hace temer una proyección anual de profunda preocupación¨. C) Salud: ¨La proporción entre el número de internos alojados y el de los agentes de salud no se adecua a las necesidades asistenciales (dotación de profesionales, enfermeros, técnicos y administrativos)¨. d) Alimentación: ¨En líneas generales se corroboró la provisión de una comida deficiente, en lo que se refiere a calidad, cantidad y variedad de los alimentos¨. ¨Pese al avance de algunas políticas, como las iniciativas para disminuir el hacinamiento y la ley de estímulo educativo, no se han materializado reformas en la gestión del Servicio Penitenciario Federal y persisten prácticas de violencia arraigadas en su funcionamiento¨ indicó el CELS en su informe anual de derechos humanos.[29]

Todo ello a pesar de que se destinan $ 18.400.- mensuales por cada recluso para 9.693 presos alojados en las cárceles federales y teniendo el Servicio Penitenciario Federal un presupuesto asignado de $ 2.140 millones para el año 2012.[30]

Según Eugenio Burzaco, politólogo y jefe por dos años de la Policía Metropolitana ¨la gente lo único que quiere saber es que el que comete un delito va preso. En ese sentido la cárcel cumple tres roles: el disuasivo (el temor a ir presos hace que la gente cometa menos crímenes; el resocializador (porque para quien pasó por la cárcel la experiencia es tan traumática que no quiere volver allí) y uno no menos importante, que es la inhabilitación. Es decir, impedir que quien está en la cárcel siga en la calle delinquiendo. Porque lo que la sociedad no está dispuesta a tolerar es que las personas violentas queden impunes¨, sostiene.

Según sostiene Jorge Rizzo, presidente del Colegio Público de Abogados de Capital Federal explica el fracaso del tratamiento con los presos para lograr su reinserción en la sociedad. Dice: ¨el rol de la cárcel aparece en el artículo 18 de la Constitución Nacional. Pero eso es el ideal porque después, en la práctica, la cárcel termina siendo la universidad del delito¨. ¨Por eso hay especialistas que directamente hablan del fracaso del sistema carcelario y proponen pensar alternativas. Porque la paradoja es que en el mundo hay cada vez más gente presa, pero la resocialización va por la misma vía muerta que en Argentina. Le estamos pidiendo a la cárcel lo que no está en condiciones de hacer¨.[31]

Continuando la historia del penal de Ushuaia hasta nuestros días, podemos agregar que luego de su cierre en 1947 fueron transferidos a la Armada Argentina y desde ese momento las instalaciones del presidio fueron utilizadas, entre otros fines, como depósitos de materiales y hasta como cuadra de soldados.

En 1994 una asociación civil ushuaiense (Asociación Civil Museo Marítimo de Ushuaia) consiguió que la Armada desafectara del uso militar tanto el predio como el edificio del presidio, y gracias a la colaboración de las autoridades y el aporte de fotos y material de variados orígenes se inauguraron en el edificio dos museos: el del Presidio, y el Museo Marítimo de Ushuaia, con las maquetas navales realizadas por el Ing. Mirón Gonik, parte de la colección del Lic. Carlos Pedro Vairo; Director del Museo hasta. Otros maquetistas han tenido gran participación como Carlos Casella, Ghiringheli, Schmidt, etc. También se exponen en los pabellones muestras no permanentes relacionadas con distintos aspectos de la historia de la ciudad y sus pobladores originarios.

También funciona (desde 1996) el Museo de Arte Marino Ushuaia,11 que es el primer Museo de Arte de Tierra del Fuego. En el se puede apreciar todos los artistas argentinos con la temática relacionada al agua. Así encontramos a Berni, Soldi, Quinquela Martín, Oscar Vaz, Lacamera, Daneri, Lazzari hasta artistas contemporáneos. En otro pabellón encontramos el Museo Antártico José María Sobral. Este fue inaugurado en 1997 bajo la Dirección del Dr. Ricardo Capdevila de la Dirección General del Antártico. Presenta distintos aspectos de la Argentina en la Antártida y una gran muestra de maquetas navales de todos los países en su carrera al Polo Sur. Considerada por la guía Lonely Planet como: "Perhaps the best collection of the world" (tal vez la mejor colección del mundo) Lonely Planet "Antarctica" Capitulo Ushuaia Ediciones 2006 al 2012. La Dirección Museológica de los cuatro Museos es realizada por el Licenciado Carlos Pedro Vairo desde la inauguración hasta la actualidad (2012).

En 1997 el Museo fue declarado Monumento Histórico Nacional por el Congreso de La Nación.

En 1997 el Museo Marítimo de Ushuaia conjuntamente y con el apoyo de la Armada Argentina realizaron estudios de arqueología en los restos del Faro de San Juan de Salvamento, más conocido como Faro del Fin del Mundo por la novela de Julio Verne. Es así como se levantaron los planos (por parte del ingeniero Miron Gonik) y se realizó una maqueta a escala 1/1 en el predio del Museo, más precisamente en el lugar que ocupaba la cocina del Presidio, demolida tiempo atrás. En su interior se encuentran los restos del antiguo faro, linternas de iluminación, etc.[32]

El reconocimiento de la inexistencia de establecimientos según las palabras del Fiscal Coll, actuante en la causa Godino surge de sus propias palabras: ¨ Es necesario decir que se carece del establecimiento que el derecho penal aconseja apropiado a su caso ¨. Agregamos, lo que no hizo mella para su pedido de pena.

Estas situaciones se repiten muchos años después. En 1987 es internado en el Hospital José T. Borda el psicópata Ángel Velázquez (a) Chapita, por orden judicial.

Está enfermo de sida, provocando el repudio del personal, con un paro general de actividades.

Las declaraciones del director interino Dr. Jorge Fernández Amallo son las siguientes: ¨ La falta de instituciones para hacerse cargo de pacientes enfermos mentales con personalidades psicopáticas, acompañadas de un alto nivel de drogadicción y peligrosidad, como en el caso que nos ocupa, que generan violencia en cualquier medio, hacen que un hospital psiquiátrico no sea el continente adecuado para ellas.

Las propuestas para superar el problema se hallan en estudio, en esfera del Gobierno, que incluye al Poder Judicial. Una de ellas podría ser una extensión, un anexo en el Servicio Penitenciario Nacional u otras instituciones, para poder internar a pacientes de alto riesgo social, en un marco adecuado de seguridad; es decir a pacientes no procesados y que corresponden al fuero civil, para no caer en una figura de privación ilegítima de la libertad, o bien, en el futuro, la creación de un hospital psiquiátrico judicial ¨.

A la luz de los hechos que son motivo de este libro, pareciera que sería necesario reabrir los portones de la cárcel de Ushuaia.

Casi un siglo después, las palabras del Dr. Fernández Amallo suenan con una similitud asombrosa con otras ya citadas en el caso Godino.

A veces se hace difícil creer que los avances en la materia hayan sido tan escuetos. La orden judicial para Chapita Velázquez es similar a la de los jueces De Oro y Francisco Ramos Mejía.

Esa metamorfosis del discurso judicial no es el resultado de distintas interpretaciones de una norma jurídica, ni de la deducción de reglas que cuentan con un significado a descubrir (como cree el formalismo jurídico), ni de las decisiones individuales (como piensa el realismo) sino de un discurso que surge, se modifica y transforma a través de batallas entre las distintas instituciones actuantes.

Porque aquí también se advierte que el cruce de los distintos discursos –psiquiátrico, administrativo, en el triple espacio de la organización carcelaria, los establecimientos de salud mental y de correccionales de menores; policial, moral, educacional, político-social, habitacional-laboral, social-inmigratorio, con el drama del alcoholismo, la drogadicción, la pobreza extrema, hay momentos de avance y retroceso, hay conquistas precarias y repliegues, hay juegos de posición, oposición y relaciones de fuerza.

Así es como se advierte que el destino final del loco criminal no estuvo en los textos de psiquiatría, ni en el Código Penal, ni en las normas jurídicas por más abiertas que se consideren sus texturas, y por más que la sentencia asegure, bajo la forma de interpretación, fundarse en forma preexistente sino en los textos de discursos ausentes o mencionados al pasar.

El ampliamente documentado libro citado ¨ El Museo del Crimen ¨, que ha sido esencial a esta obra concluye de este modo: ¨ Godino no ha perdido sus mañas ¨.

La mitología sobre el motivo de su muerte es variado. Unos dicen que un día se entretuvo martirizando a unos pequeños gatitos, mascotas de la sección Carpintería del penal de Ushuaia, hasta darle muerte. Otros dicen que fue un solo gato, a quien le hundió los ojos y lo arrojó al fuego de los hornos.

A raíz de ello los reclusos reaccionaron y le propinaron una feroz paliza. Su débil cuerpo no logró recuperarse jamás y poco después dijo basta.

Sin embargo, el certificado de defunción dice que fallece a causa de una hemorragia interna causada por una gastritis avanzada.

Pero luego aparece, aunque parezca mentira, un testigo de los hechos. Santiago Vaca, salteño, en aquella entonces (2004) estaba por cumplir sus 90 años, regresó a la capital fueguina para visitar el antiguo presidio, donde estuvo preso entre 1935 y 1941, época en que compartió prisión con Godino.

Llegó a la cárcel luego de herir gravemente a un superior durante el servicio militar obligatorio, que estaba vigente en aquellas épocas.

Las penosas situaciones en que vivían los alojados en la cárcel lo lleva a planear la fuga. Dice Vaca: ¨ Por las noches los presos soportábamos unos diez grados bajo cero, aún con las estufas encendidas. Era terrible el frío que hacía adentro del presidio ¨. Junto con el chaqueño Cáceres alcanzaron a escapar pero fueron recapturados por los guardias, que los llevaron nuevamente a la cárcel, donde tuvieron que soportar nuevas palizas por el desliz.

Y en reportaje para Telam , el ex convicto cuenta que Godino limpiaba las dependencias de la cárcel y los convictos tenían fundadas sospechas de que era confidente de los guardias y eso motivó la feroz paliza que lo llevó a la muerte.

Vaca nos dice textualmente: ¨ No había chisme en la cárcel que el Petiso Orejudo no supiera y por eso los presos lo odiaban, porque suponían que era el soplón de los guardias, hasta que un día no aguantaron más y lo mataron ¨.

Murió como había vivido ¨.

¿Cómo había vivido? Nació en 1896. En 1904, a los ocho años de edad comete su primera tentativa criminal.

Entre 1908 y 1911, es decir entre los doce y quince años de edad se encuentra internado en la Colonia Correccional de Marcos Paz.

Es detenido cuando contaba 16 años, en 1912, por el crimen de Gesualdo Giordano.

En principio lo enviaron como enfermo mental al Hospicio de la Merced y posteriormente, etiquetado como preso peligroso a la Penitenciaría Nacional o Cárcel de Las Heras en la ciudad de Buenos Aires hasta 1923, para luego ser trasladado a su confinamiento definitivo en el presidio de Ushuaia de donde ya no saldría.

Al cumplir 23 años de prisión se solicitó su libertad condicional, la que es rechazada fundando su rechazo en el informe médico del 20 de agosto de 1936, donde se evaluó la conducta del recluso. En él se manifiesta que su personalidad anómala, incapaz de readaptación se ha evidenciado en los distintos establecimientos donde estuvo recluido, concluyendo que dada su peligrosidad debe permanecer indefinidamente en el presidio de Ushuaia, negándose con fecha 21 de septiembre de 1936 su libertad condicional.

A partir de ese momento estará preso hasta su muerte en 1944.

Estuvo preso 35 de sus 48 años de vida.

Nos preguntamos entonces ¿murió como había vivido? ¿Había, en realidad, vivido?

Fotografías de Cayetano Santos Godino

(A) EL PETISO OREJUDO

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Apéndice

Informes médico-legales sobre Godino

Alegatos de la Fiscalía

Sentencias absolutorias y condenatorias

A continuación transcribiremos textualmente los Informes médico-legales, solicitados por el Juzgado actuante, los cuales son elocuentes en cuanto dan consistencia a afirmaciones hechas a lo largo del ensayo.

Primer Informe médico-legal de los Dres. Neri y Lucero

Miente cuando confiesa que ataca a los niños por efecto de ¨ un ataque que le da hace como un año y medio ¨, porque hace siete y ocho años que lesionó a los niños Miguel Depaoli y Ana Nera.

Engaña a la madre del primero, mostrándose como el salvador de su hijo.

Mistifica al agente de policía que le ha sorprendido mientras golpeaba a la niña Carmen Gittone; y al padre del niño Giordano, a quien aconseja que se presente en la comisaría.

Con la misma astucia ya empleada, se salva en el proceso citado sobre tentativa de homicidio del niño Carmelo Russo.

Concurre al velatorio del niño Giordano y ¨ le toca la cabecita para ver los efectos del clavo que le introdujo ¨.Se hace leer una crónica policial sobre la muerte del niño Giordano y guarda el recorte del diario que la publica.

Declara que comete los hechos de sangre bajo la influencia de un ataque que se traduce en deseos de matar y los incendios para divertirse, para ver a los bomberos. Dice que hasta hace un año el padre era un ¨ ebrio consuetudinario que golpeaba a la madre ¨.

Si es cierto lo que dice del padre, el hecho constituye un factor de primer orden en la etiología hereditaria. Si no es cierto, la imputación es injuriosa y mide el grado ínfimo de sus sentimientos filiales.

Los hechos denotan una evidente anormalidad sea desde el punto de vista criminológico y del punto de vista psiquiátrico, lo que sólo explica por la analogía existente entre la delincuencia congénita y la locura moral.

Son actos ejecutados en plena conciencia probada por la memoria que revelan sus referencias circunstanciadas, lo que excluye la suposición de que fueran epilépticos, porque en esos actos, por ser inconscientes, la amnesia es constante. Se dirigen contra todos los niños, lo que elimina la posibilidad de provocación o de agresión o de venganza o de cualquiera de los motivos exteriores que determinan los homicidios o las tentativas de homicidio o las lesiones diversas producidas por individuos más o menos normales.

Su actitud en el velatorio del niño Giordano significa que su insensibilidad moral persistía después de cumplidos los actos de crueldad.

Se corrobora el carácter consciente de sus impulsos anormales en su mismo enunciado desproporcionados entre los actos homicidas y propósito de masturbarse, excitado por el recuerdo de las escenas de crueldad o de divertirse con el espectáculo de los bomberos apagando el incendio.

Tales propósitos para la excitación sensual por el recuerdo se habrían logrado con una sola tentativa y respecto de la concurrencia de los bomberos, no se satisficieron sino una sola vez; todo lo cual induce a establecer perentoriamente la falta de control intelectual normal suficiente para desvanecerlo o disuadirlo como propósitos superfluos; esto aparte de toda consideración moral, también ausente.

Por lo demás, la precocidad sexual y el exceso de masturbación, el sadismo imaginario o representativo que lo estimula con signos de observación frecuentes entro los predispuestos a las psicopatías o entre los degenerados hereditarios, principalmente entre los débiles de espíritu y los imbéciles.

Ha estado detenido seis veces en establecimientos públicos donde pudo y debió ser examinado por médicos que hubieran diagnosticado su anormalidad, pero el hecho de que esos reconocimientos no se hayan verificado hasta ahora, permite creer por su aspecto, por sus expresiones y sus maneras, no ha sugerido las sospechas de que sea un alienado, error común y muy frecuente en el trato superficial y transitorio de los psicópatas por efectos del desenvolvimiento mental o sea de los degenerados hereditarios, cuando sus trastornos no llegan al grado visible, ya muy impresionante de la extrema imbecilidad o de la idiotez.

El procesa es un muchacho que por su talla pequeña y escasa corpulencia, por su palabra de pronunciación algo infantil, su sonrisa inocente y su expresión fisonómica ordinaria, representa menos edad de la que tiene.

La falta de vello en el cuerpo y la detención del vello pubiano en el límite horizontal en vez de prolongarse hacia el abdomen en una superficie de vértice superior y mediano ratifican la impresión anterior.

Por el contrario, el bozo del labio superior, el vello de las piernas y el desarrollo de los órganos sexuales la contradicen, con la particularidad de que estos órganos son de tales proporciones que aún en los adultos es raro verse.

La flexibilidad simiana de las manos, cuyos dedos se doblegan hacia el dorso; la viciosa implantación, el tamaño y las malformaciones de la orejas, que con su talla le han valido los exactos apodos de ¨ petiso ¨ y ¨ orejudo ¨; la excavación del paladar y la asimetría no muy notable del cráneo y de la cara, corresponden a defectos originarios de desenvolvimiento físico, que en los alienados tiene el significado clínico de ser estigmas de la degeneración hereditaria. A este respecto, la doctrina psiquiátrica es demasiado amplia para ser aplicada en un caso particular y demasiado elástica para ser desvirtuada por un caso negativo.

Si en la familia de Godino se hubieran observado ejemplares, ascendientes o colaterales, de enfermedades nerviosas o mentales, el carácter hereditario de su estado sería incontrovertible.

Empero, el interrogatorio minucioso del padre y de la madre, no autorizan a establecer semejante etiología como anamnesis positiva. La madre, de aspecto bondadoso, ha tenido ocho hijos entre los cuales este ¨disgraciato figlio¨ sufrió en su primera infancia una prolongada enfermedad de enflaquecimiento extremo, acaso consecutivo a afecciones gastrointestinales propias de su edad.

La diferencia de temperamento de los padres y el grado y la forma de su sentido moral se aprecian en el calificativo fuerte o tierno con que cada uno designa al hijo procesado. Los demás y los abuelos y parientes de que se sepan, son todos morales.

A pesar de lo que se conoce de la espermatogénesis siempre anterior, nunca simultánea del acto sexual, desde los tiempos mitológicos, se afirma la defectuosidad y la predisposición psicopática de los productos engendrados durante la embriaguez y contra ese hecho de observación no hay para los tratadistas, histogénesis en embriogenia que valgan. Por otra parte, la ignorancia de las genealogías familiares es la regla en nuestro país, donde aún entre la gente más culta parece excepcional el hombre que pueda suministrar detalles sobre su bisabuelo, con la circunstancia irónica muy sabida de que en los linajes aristocráticos nada hay más discutible que la autenticidad de la sangre.

De esta suerte, por coincidir con trastornos psíquicos notorios aquellos estigmas de la degeneración hereditaria, adquieren la significación de ser síntomas somáticos o físicos de la anormalidad general y mental, que en el reconocimiento del procesado permite definir en sus elementos y en su conjunto.

Su actitud en la morgue ante el cadáver del niño Giordano caracterizó una monstruosa insensibilidad sobre la natural emoción de las circunstancias. No mostró sino la repugnancia física, con hipersecreción y espuición de salivazos, concordantes con el hecho y la inducción que antes expresó.

Algunos días después, en el Departamento de Policía, estaba de buen humor, expresivo y satisfecho con su celebridad.

Dijo entonces que ¨ sentía lo que había hecho ¨, pero inmediatamente sonrió halagado por nuestra observación sobre la publicidad de sus obras.

Para provocar una emoción contraria, le preguntamos si no tenía miedo del padre del niño Giordano y nos contestó que ¨ sí, que seguramente debía odiarle ¨.

¿Porqué? Su respuesta fue asombrosa de absurda: Porque cuando lo encontró en el portón de la quinta Morteño lo engañó, diciéndole que no estaba allí el chico y que fuera a la comisaría a dar parte de que se había perdido.

En el Hospicio, después de tantas conversaciones y reportajes, prédicas de la malsana curiosidad de que ha sido objeto, esta actitud ha perdido su prístina espontaneidad. Sin variar, se ha complicado de moral en frases: ¨ Se tiraría debajo del tren si su madre muriera ¨. ¿Porqué? ¨ Porque trata de sacarlo, porque le trae cigarrillos ¨ y luego agrega con un acento declamatorio que hasta ese momento no le conocíamos ¨¡es una madre!¨

Por un ilogismo a parecer de la mayor incongruencia, declara que no tiene cariño a su padre. Extraño, en un hijo tan amante de la madre y le expresamos nuestra incredulidad con pensamientos fáciles, en lenguaje accesible; pero en su consideración, la lógica de su sentimentalidad se restablece; no le quiere sencillamente, porque no viene a verle ni le importa que esté en el hospital. Toda su afección doméstica se reduce, pues, a un interés inmediato totalmente pueril, pero que cualquier niño, ya de siete años, normal, no manifiesta categóricamente sino con la reticencia cohibida de sentimientos verdaderos, en cuya expresión no acierta.

Con igual inocencia explica el arrepentimiento de sus actos horribles ¨ porque lo han tomado y no lo sueltan ¨. No está persuadido de su crueldad y emite esta excusa, para nosotros sintomática, de ¨ que no mataba a todos los chicos que agarraba ¨ sino que algunos los llevaba de nuevo a su casa y ¨ jugaba con ellos ¨.

Ante la observación común de que los niños y los hombres no juegan sino entre iguales de edad, de clase, de gustos y tendencias, esta circunstancia de que jugara con los pequeños contribuye a clasificarlos entre ellos.

Si recobrara la libertad se iría al campo y no repetiría los hechos ¨ porque volverían a detenerlo¨. Analizada su afición al campo se descubre que responde a su aspiración de independencia sin vigilancia.

En el Hospicio está al acecho de un descuido de los enfermeros y ya una vez ha sido sorprendido mientras maltrataba a un inerme paralítico.

Uno de sus cuñados que va a proporcionarle ¨ un defensor pagado ¨, uno de nosotros que le obsequia cigarrillos; el médico de sala que ¨ también es muy bueno porque manda que le den leche ¨ atraen sus predilecciones.

En el Departamento de Policía estaba excitado. En el Hospicio, al principio estaba deprimido y ahora, a mediados de enero, ha vuelto a excitarse y a tal punto, que según su enfermero ha sido necesario contenerlo con una media camisa de fuerza, después de una escena de amenazas y vociferaciones por cualquier motivo. El estado emocional tiene repercusión, o acaso origen, en el instinto sexual.

El impulso del procesado se acompaña, no sólo de deseos de matar, sino también de deseos no calificados, que han de creerse sexuales, en cuanto a los actos de crueldad eran seguidos de masturbación. Interrogado al respecto, se confirma en efecto, que eran deseos sexuales, indiferentes al sexo de la víctima y solo conducentes a la masturbación, estimulada por la evocación de las imágenes dolorosas, principalmente por las convulsiones asfíxicas.

Los deseos simultáneos de matar parecen independientes, según hemos conseguido percibirlos por medio del interrogatorio, de resultados muy discutibles sobre ese punto, que exige un análisis demasiado penetrante para la mentalidad del examinado.

Se cumplieran o no, el estímulo masturbatorio se producía, si bien con superior eficacia si la muerte se había logrado como en el caso del niño Giordano, el cual le procuró mayor satisfacción que los demás.

Este sadismo tenía consecuencias nuevamente masturbatorias.

En ninguna ocasión llegó la polución ni siquiera al contacto sexual con la víctima. La masturbación resumía todas sus apetencias sexuales y con el mayor extremo, tres veces diarias, dice, desde la temprana edad de ocho años.

En la esfera intelectual se comprueban fenómenos análogos que denotan, como los de la esfera moral, faltas o defectos de desenvolvimiento. Inseparables en la unidad del espíritu, ambas órdenes se tocan y confunden de tal modo que casi no es posible descubrir elementos psicológicos que no sean comunes o limítrofes de los dos.

La atención, sin embargo, no está debilitada según se estima en el número de errores que comete al contar una cantidad de puntos agrupados en forma irregular y en la continuidad de sus respuestas al interrogatorio, sin distracciones. La memoria de los hechos, del tiempo y de los lugares, se halla comprobada bajo el mayor control en el sumario, donde salvo una o dos equivocaciones sobre la sucesión de los hechos de sangre, la exactitud de sus referencias resulta siempre establecida.

Pero fuera de estos elementos primordiales, cuya observación se comprueba en los débiles de espíritu y hasta en muchos imbéciles, todas las funciones intelectuales están disminuidas y pervertidas, desde la atención razonante hasta la espontaneidad de las ideaciones.

La memoria de los nombres de lugar contrasta con las de los lugares mismos y por esta discordancia recuerda que en tal sitio ocurrió tal hecho, pero aunque sea calle de su barrio o de sus correrías diarias, ignora el nombre, lo olvida y lo confunde con los más análogos de pronunciación o de figura.

Como se comprende, caree de ideas espontáneas que no sean las derivadas de su sensibilidad demorada según lo hemos indicado, por la emotividad patológica y por la desafección.

En los prolongados interrogatorios a que lo hemos sometido, ni una sola vez conseguimos el propósito de despertar su curiosidad, a fin de que se le ocurra una pregunta que significa siempre una idea, una función intelectual superior.

En el estado mental de los imbéciles, de los idiotas y los dementes, la consecuencia, el último término de estos trastornos y defectos, viene a ser la ausencia de toda forma de la personalidad, dócil a la inclinación del momento, sin raíces de familia y de trabajo, sin acentos de afectos y de acción y sin modos de ambiente y de vida interior.

En el hecho, el sumario y el interrogatorio lo definen: no hay personalidad, sino la de un vagabundo.

El diagnóstico:

El diagnóstico se impone: los estigmas psíquicos y físicos, a saber: las malformaciones y la inadaptabilidad doméstica, escolar y social lo clasifican como un degenerado hereditario.

La desafección o propiamente inafección, falta de afectos, la extrema limitación de la inteligencia y todas las cualidades de la personalidad sentimental y racional y los trastornos y perversiones de la conducta, lo definen como un imbécil.

Los términos anteriores, la impulsividad mórbida pero consciente, el carácter delictuoso de sus actos y su aberración sexual lo califican de loco moral.

Se diferencia del epiléptico, homicida o incendiario por la conciencia y la memoria del impulso destructor; del maníaco razonante por la diversidad de los síntomas denominados de obsesión y de impulsión y del psicópata criminal o delincuente congénito por el grado de imbecilidad y por uniformidad de delitos y los móviles.

Las conclusiones:

Las conclusiones del estudio expuesto son categóricas:

1º. El procesado Cayetano santos Godino es un alienado mental e insano o demente en las acepciones legales.

2º. Es un degenerado hereditario, imbécil, que sufre de locura moral por definición, muy peligrosa y

3º. Es irresponsable.

En estas tres afirmaciones quedan contestadas las preguntas primera, tercera y cuarta que V.S. tiene a bien dirigirnos.

La segunda, sobre si el examinado tiene condiciones para el trabajo, está subordinada a dos condiciones en cuanto pueda relacionarse, sea con el trabajo libre, sea con el trabajo en reclusión. Para el primero, su ineptitud está probada y explicada. Para el segundo, es posible que bajo un régimen inteligente se aplique con éxito a los trabajos subalternos de cultivo agrícola o de manufactura fácil, compatible con la actividad limitada de los imbéciles.

La quinta, sobre si debe ser aislado, suscita una inmediata contestación afirmativa, prevista por la ley civil, que autoriza la reclusión de los alienados peligrosos (artículo 516 del Código Civil), entre los cuales el procesado está calificado por el juicio correspondiente de internación, que puede y debe ser iniciado a la brevedad.

Segundo Informe médico-legal de los Dres. Cabred y Esteves

En las emociones de ternura y afección, presenta una laguna muy grande. No siente cariño hacia los miembros de su familia; parece tener una excepción con la madre, a quien dice que quiere, pero sus demostraciones a este respecto son muy escasas.

Cuando aquella lo visita, la recibe fríamente y es necesario que se acerque a él y le abrace para que é haga lo mismo.

No le causa extrañeza ni contrariedad el hecho de que su madre deje pasar los días reglamentarios sin visitarle. No se acuerda espontáneamente de ella, de su padre y de sus hermanos. Tampoco recuerda haber tenido amigos.

En cuatro meses que lleva de permanencia en el pabellón, no se ha vinculado con ninguno de los compañeros, y si lo ha hecho con uno de éstos, ha sido para conseguir que maltrate a otro asilado más fuerte que él y a quien tiene odio o miedo.

El sentimiento de piedad falta en Godino, como se comprueba por el número y clase de sus víctimas; por la manera en como ha llevado a cabo sus homicidios, por los actos posteriores a estos y por la falta de remordimiento.

En efecto, después de internado en este asilo ha puesto nuevamente de manifiesto la ferocidad de sus instintos. Por un motivo nimio, acometió a traición al enfermo paralítico Tomás Hull, en el momento en que éste se encontraba en el servicio sanitario y cuando Godino creía no ser observado por el personal de vigilancia. Sujetó al alienado por el cuello y le dio varios golpes de puño en la cara, sosteniendo enseguida una lucha con el enfermero que se interpuso, a quien aplicó un fuerte puntapié en el vientre.

Algún tiempo después, el enfermo Felipe Cervinara, que estaba en cama muy debilitado e incapaz de defenderse hizo a Godino una ligera observación sobre la luz de la sala que ambos ocupaban, lo que bastó para que se lanzara sobre él, sujetando con su mano izquierda la derecha del enfermo y con su propia derecha le apretó fuertemente el cuello. La oportuna intervención de un enfermero, impidió la estrangulación de Cervinara.

Carece de sentimientos religioso. No sabe lo que es Dios y si hay una vida futura. A mayor abundamiento, damos a continuación el resultado de uno de los muchos interrogatorios a que lo hemos sometido; sus respuestas, iguales a todas las referentes a este punto, indican el estado de su sentido ético.

Dres. ¿ Es Ud. un muchacho desgraciado o feliz?

Godino: feliz.

Dres. ¿No siente Ud. remordimiento de conciencia por los hechos que ha cometido?

G: No entiendo lo que Uds. me preguntan.

Dres: ¿No sabe lo que es remordimiento?

G: No Sres.

Dres.: ¿Piensa Ud. que tiene derecho a matar niños?

G: No soy el único, otros también lo hacen.

Dres. ¿Porqué mataba Ud. a los niños?

G: Porque me gustaba.

Dres, ¿Porqué buscaba Ud. los terrenos baldíos o una casa deshabitada para cometer sus atentados?

G: Porque así nadie me veía.

Dres: ¿Porqué Ud. huía después de matar a los niños y de producir los incendios?

G: Porque no quería que me agarrara la policía.

Dres. ¿Con qué objeto fue Ud. a la casa del niño Giordano el mismo día que lo mató?

G: Porque tenía deseos de ver al muerto.

Dres. ¿Con qué objeto le tocó Ud. la cabeza al muerto?

G: Para ver si tenía el clavo.

Dres. ¿Piensa Ud. que será castigado por sus delitos?

G: He oído decir que me condenarán a veinte años de cárcel y que si no fuera menor de edad me pegarían cuatro tiros.

Dres. ¿Se animaría Ud a matar algunos niños o idiotas del Hospicio de las Mercedes?

G: Sí Sres.

Dres: ¿En qué parajes los mataría?

G: En la quinta del Establecimiento porque así no me verían.

Dres: ¿Cómo haría Ud. para matarlos?

G: Les pegaría con un palo en la cabeza y lo dejaría al lado del niño para hacer creer que el palo se había caído de casualidad en la cabeza.

Dres: ¿ Dónde le gusta más a Ud. vivir: en este asilo e en la cárcel?

G: En la cárcel.

Dres: ¿Porqué?

G: Porque aquí están los locos y yo no soy loco.

La conducta de este sujeto, antes y después de su internación en el Hospicio de las Mercedes muestra que su voluntad se caracteriza por la energía, y que tiene además conocimiento de sus determinaciones.

En esos actos se ve la voluntad recorrer las etapas de la deliberación y de la decisión, antes de llegar a la tercera o sea la de la ejecución.

Así se ha observado que tanto en sus tentativas de homicidio como en los hechos consumados ha estudiado previamente a sus víctimas, eligiendo los incapaces de defenderse, más por sus pocos años y otros, como Laurora, por su timidez; que para estrangular llevaba siempre un fuerte cordón; que ha adoptado una serie de cautelosas medidas, caramelos a los niños, elección de terrenos baldíos y de casas deshabitadas, tendientes a asegurar la mejor realización de sus actos; que cuando estas precauciones no resultaban suficientes abandonaba a los niños; que en la ejecución de algunos de sus homicidios procuraba llegar a la finalidad de sus deseos, no sólo estrangulando con el mencionado cordón, sino también perforando el cráneo, para lo cual se alejaba momentáneamente de su víctima en busca del instrumento necesario; que después de realizados o fracasados sus siniestros propósitos trataba de eludir la responsabilidad ora dándose a la fuga, aunque sin perder la serenidad, ora simulando ante la familia del herido el papel de denunciante o de salvador.

Detrás de este impulso homicida o incendiario, no existe embriaguez alcohólica ni epilepsia ni idea delirante ni alucinación o ilusión de sus sentidos ni propósito alguno interesado.

Los actos son producidos por una tendencia anómala, destructiva y sanguinaria de su mentalidad inferior y en su realización encuentra placer.

Es la ausencia del sentimiento de piedad, de sensibilidad moral o de sentido ético, lo que explica el mecanismo de sus impulsos, pues debido a ello, cuando surge el deseo de matar o de incendiar, no aparecen en su conciencia tendencias antagónicas y por eso no se produce la interferencia inhibitoria o suspensión del acto.

Falta así la función frenadota de los sentidos.

Su anómala constitución psíquica y en el medio que ha vivido, el conventillo y la calle, que le ha puesto en contacto con elementos de índice moral muy bajo, permiten explicar la siniestra y activa aplicación que ha tenido su morbosa actividad, haciendo de él un inadaptable a la vida social.

Su precocidad delictuosa es muy grande y demuestra también el carácter patológico de la misma, pues en 1904, a los ocho años realiza su primera tentativa de homicidio.

Este tipo psicológico tan inferior, es un producto de la degeneración.

El degenerado es, efectivamente, según la clásica definición de Morel, un ser que se desvía morbosamente del tipo normal de la humanidad. Debido a ello hay una degradación que reduce la mentalidad humana a sus elementos más simples, o sea los instintos.

Desde este punto de vista, Godino es un monstruo moral, verdadero salvaje, que como un salto atrás en la evolución, reaparece ávido de sangre, en nuestro medio civilizado.

En psiquiatría, esta profunda degeneración mental se clasifica con los nombres de idiotismo, de digenesia psíquica y de frenastema.

La anatomía patológica, al estudiar el cerebro de estos seres, comprueba grandes anomalías en el peso, en la morfología, en el número y disposición de los elementos de este órgano (células y fibras), lesiones que están generalmente en relación con el grado de déficit psíquico.

El carácter degenerativo de tales lesiones, explica igualmente la incurabilidad del idiotismo. Este comporta varios grados: el profundo, el mediano y el leve, que permiten clasificar, también en tres grupos especiales, a estos degenerados inferiores. El primero lo conforman los idiotas propiamente dichos, el segundo los imbéciles y el tercero los débiles mentales. Godino es un imbécil y por lo tanto un alienado.

Como tal es absolutamente irresponsable de sus actos.

Como su peligrosidad es grande, se impone la necesidad de mantenerlo hospitalizado por tiempo indefinido. En efecto, el tratamiento médico pedagógico y la vigilancia continua, mejorarán un tanto su anómala constitución psíquica y evitarán nuevos homicidios.

Pero teniendo en cuenta lo congénito de su invalidez cerebral y su monstruosa aberración, no cabe esperar una regeneración suficiente que permita algún día, sin grave riesgo, devolver a la sociedad, a este degenerado constitucionalmente antisocial.

Conclusiones:

El estudio que antecede autoriza, pues, a formular las siguientes conclusiones con que se contestan uno por uno, los puntos sobre los cuales tienen los suscriptos el deber de informar.

1º. Que Cayetano Santos Godino se halla atacado de alienación mental.

2º. Que su alienación mental reviste la forma de imbecilidad.

3º. Que esta imbecilidad es incurable.

4º. Que Godino es totalmente irresponsable de sus actos.

5º. Que presenta numerosas anomalías físicas y psíquicas.

6º. Que carece de condiciones para el trabajo disciplinado.

7º. Que tiene noción de la responsabilidad de sus actos, lo cual se observa en muchos alienados.

8º. Que es un impulsivo consciente y extremadamente peligroso para los que lo rodean.

9º. Que debe permanecer indefinidamente aislado en el mencionado manicomio en que se encuentra, en la Sección de Alienados llamados delincuentes o en una sección de esta clase que se establezca en un asilo especial para idiotas.

El alegato de la Fiscalía

Sr. Juez:

El caso de Cayetano santos Godino ha conmovido hondamente a la sociedad porque sus crímenes hieren los sentimientos más puros y delicados del espíritu: el amor a la niñez.

Godino es un asesino de niños ¿Se puede ello concebir?

La monstruosidad es tal que solo la mente, ante la realidad de los hechos, puede aceptarla y aún así, sólo en la patología, búscase una aproximada explicación.

Efectivamente, lo que puede llamarse la criminalidad ordinaria aún en aquellos hechos que por su alevosía o premeditación impresionan mayormente, tiene su rigen en la exaltación de las pasiones, pasiones o intereses comunes a los hombres que arraigan en todo corazón humano. Pero estos hechos desorientan al legisla, al antropólogo desde que no hallan en su propio espíritu el reflejo de los móviles.

Es un caso totalmente objetivo, único, no obstante el parentesco que lo liga a esa extensa familia humana en la que el instinto sexual predomina de tal manera que empobrece los demás aspectos de la personalidad, a la cual gobierna por entero.

Pero no debo adelantar juicio, pues este tipo de criminal, a fuer de simple y primitivo, levanta la discusión de todas las teorías, las que fundamentan la materia penal como la responsabilidad y la que sintetiza todos los problemas: el régimen carcelario.

No ha de extrañar, entonces, que el criterio sea controvertido. Más aún, no debe existir disparidad, porque aparte de un principio admitido por todas las escuelas que se ha dado en suponer la creación de las más modernas teorías de Derecho Penal: ¨La Defensa Social¨, en cuanto a las demás, todas las hipótesis pueden sustentar la ley, siempre que ésta no se adultere.

Las leyes, surgiendo de los hechos sociales, basadas en los principios reinantes en esa época se expresan por vocablos que tiene un sentido ajustado al concepto de tiempo en que se dictaron, pero las ciencias que siguen su marcha de investigaciones no se cuidan de esa inmutabilidad de la ley; por eso es que al andar de pocos años, han cambiado los principios que fundamentan las leyes, sin que su forma varíe.

Tal sucede, por ejemplo, con las ideas de responsabilidad y de locura, cuyo estricto significado legal y científico debe acordarse para la resolución de este caso.

Esta es la tarea que se presenta a la consideración de V.S., tarea de legista moderno que no ha de sacar sus conclusiones de los viejos textos, achaque que sufren los magistrados de parte de los médicos y psiquiatras que estudian estas cuestiones, sino de acuerdo con la ciencia penal, abarcando ampliamente los conceptos, a fin de no caer, como los especialistas, en exceso de hipótesis, puesto que en ellas no pueden concretarse leyes positivas.

Considero inútil hacer un relato detallado de los delitos.

Aunque es de práctica que la requisitoria fiscal describa los horrores del crimen, V.S. me eximirá de ello pues considero que el Ministerio Público no debe ahondar aún más la conmoción social que los hechos produjeron, haciendo un comentario patético de ellos.

Sería eso admisible si la palabra fiscal hablara al Jurado y necesitara impresionar el corazón de los jueces profanos teniendo de su parte a la opinión pública; pero siendo nuestro procedimiento judicial más avanzado y concorde con la ciencia penal, entiendo que el Ministerio Público al dirigirse al Juez de derecho, necesita ser más convincente que impresionante, argumentando con los señores médicos de Tribunales, Doctores Negri y Lucero y los especialistas Dres. Cabred y Estéves.

Es de suponer, ante esta última designación, que V.S. dedujo que el procesado padecía de enajenación mental.

Mereciéndome el más alto respeto la opinión de V.S. así como también la preparación de los médicos que han informado, debo manifestar que considero fuera de lugar la cuestión de la responsabilidad planteada.

Pasaré a exponer las conclusiones de esos informes, a fin de estimar después su valor, bajo el punto de vista del derecho penal.

El informe del Sr. Víctor Mercante manifiesta que la educación refleja, o sea del ambiente, ha sido negativa a Godino, influyendo perniciosamente en la formación del carácter, el medio social, la educación escolar y sistemática no ha podido influir tampoco por su inadaptabilidad al medio escolar, por carecer de atención espontánea siendo ésta la denominada inestable. Por ello sus conocimientos son escasos.

Las condiciones físicas son igualmente deficientes.

Es notable la infantilidad física de algunos caracteres, junto a otros que parecen de una adultez prematura.

Su mano al escribir algunas palabras es firme y corre rápida, no obstante su falta de educación. Sus sentidos revelan un grado de agudeza superior a la educación que ha recibido. La memoria es excelente, revelando en los ejercicios de la tabla de figuras de Pizzoli un promedio superior al que arrojan nuestras estadísticas en grados superiores.

La capacidad de reaccionar es la de un tipo normal, sin dislogias, absurdos ni procesos difíciles, de suerte que Godino distingue perfectamente los hechos malos de los buenos, pero le falta la aptitud de sentirlos, es decir, emoción afectiva.

La capacidad de imaginar, experimentada en la tabla 18 de Pizzoli es perfecta.

En forma que desde el punto de vista de la inteligencia, excluye toda la probabilidad de una imbecilidad o de un fronterizo de esta familia.

En cuanto a la capacidad afectiva, puede decirse que es tipo característico de idiotez afectiva total, el signo de criminales peligrosos, estigma de degeneración moral.

Consideraciones deductivas:

Expuestos los hechos y su prueba, con especialidad la pericial, por la índole del sujeto procesado corresponde apreciar las observaciones y afirmaciones científicas aducidas, sea para admitir o rechazar sus conclusiones, sea del punto de vista esencialmente jurídico de las leyes positivas.

Admitido como está, incontestablemente, que los magistrados pueden discrepar con las conclusiones de sus peritos, siendo las afirmaciones de éstos una prueba que puede ser contestada o controvertida, de la cual tiene la libertad de apartarse si no estuvieren de acuerdo con las teorías o doctrinas que sostienen, estudiaré las siguientes cuestiones:

  • 1. El sujeto criminal

  • 2. Imbecilidad y locura moral

  • 3. La responsabilidad

  • 4. La alienación mental y la ley penal.

  • 5. El concepto moderno de la pena y la psiquiatría criminal.

El sujeto criminal

Los horribles hechos criminales cometidos por Godino, su reiteración y manifestación precoz de sus instintos, así como el examen somático, nos revelan evidentemente al degenerado (en la acepción común del término) al tipo anormal congénito.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
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