La crisis económica de la Unión Europea: ¿Complejo de Saturno o Síndrome de Estocolmo? Parte II (página 4)
Enviado por Ricardo Lomoro
El pasado 26 de diciembre (2011) se publicaba que Japón y China habían llegado a un acuerdo para prescindir del dólar en sus transacciones comerciales. Pregunta, ¿qué ocurriría si los países con superávits actualmente "pierden el apetito" por la deuda pública estadounidense debido a que ya no tienen tantos dólares? Ocurriría que Estados Unidos tendría que ajustarse y no de forma coyuntural, lo que es una gran contradicción con ser el patrón de divisa mundial y por tanto tener déficits para abastecer al mundo de dólares. Es decir, o bien EEUU se busca unos nuevos amigos o bien el patrón dólar estaría en peligro, con todo lo que ello conlleva para el "modelo económico estadounidense". Es más, debido a que en Europa tenemos a Alemania a la batuta con un fuerte ajuste en proceso, parece que no colaboraremos en una posible solución por lo que este hipotético escenario se vuelve más peligroso.
Por otra parte, el Reino Unido, con un déficit del 10% del PIB en 2010, un 80% del PIB de deuda y un crecimiento del 0,7% en 2011, según Eurostat, conserva la triple A y no está en revisión. Francia, con un déficit del 7%, la misma deuda y un crecimiento del 1,6%, ha sido rebajada.
Del "error aritmético de bulto" en la rebaja de calificación crediticia de los EEUU a la "intocabilidad" de la calificación del Reino Unido (business as usual)…
¿Teoría conspirativa de la historia? ¿Presunción aventurada? ¿Duda razonable?… Ustedes mismos.
Por si les quedara alguna duda sobre la manipulación informativa (con premeditación y alevosía) les agrego esta "perla" obsequiada por los súbditos de Su Graciosa Majestad, pidiéndoles perdón por alterar el orden cronológico (para mantener la relación el discurso). And god save the… City.
– Expertos británicos apuestan sobre seguro a que el euro no cumplirá otros 10 años (Negocios.com – 2/1/12)
Apuestan, con una probabilidad del 99%, a que la moneda común europea no sobrevivirá otros diez años y aseguran que este mismo año podría producirse la salida de al menos uno de los países miembros de la eurozona.
Recién cumplidos los diez primeros años con el euro en circulación, los expertos del Centro de Investigaciones Económicas y Empresariales (CEBR por sus siglas en inglés) apuestan, con una probabilidad del 99%, a que la moneda común europea no sobrevivirá otros diez años y aseguran que este mismo año podría producirse la salida de al menos uno de los países miembros de la eurozona.
"Parece que 2012 será el año en el que comience la ruptura de la zona euro", advierte la institución londinense que, sin embargo, otorga a su propia predicción una fiabilidad del 60%. "No es algo definitivo, sólo le concedemos una probabilidad del 60%, pero nuestra previsión es que al finalizar el año al menos un país miembro abandonará (el euro)", aventuró Douglas McWilliams, consejero delegado del CEBR…
"Ha quedado bastante claro en el último año la virtual incapacidad política para forjar el acuerdo que permitiría la supervivencia del euro", añadió McWilliams en declaraciones recogidas por el diario "The Telegraph".
De este modo, el CEBR alerta de que las probabilidades de desaparición del euro en un periodo de diez años han escalado hasta el 99% y apunta que la crisis puede forzar el rescate de gran parte de los sistemas financieros de Francia y Alemania para compensar su exposición a la deuda soberana y sin descartar la posibilidad de su nacionalización.
Y ahora, la traca final (con música y letra): los vigilantes de los bonos (presuntos implicados)
"Standard & Poor´s ha rebajado la nota a nueve países de la zona euro y ha puesto en perspectiva negativa a todos excepto Alemania y Eslovaquia. El recorte a España es de dos escalones, hasta A, mientras que Francia pierde la máxima calificación crediticia"… S&P baja la calificación de nueve países de la zona euro: España pasa a A y Francia pierde la máxima nota (Expansión – 13/1/12)
Según explica S&P en su comunicado, la decisión de aplicar una rebaja masiva a la nota a largo plazo de los países de la zona euro se debe principalmente a que las medidas económicas y políticas acordadas por los principales líderes europeos son insuficientes para hacer frente a las tensiones sistémicas a las que se enfrenta Europa. Los acuerdos de la cumbre de la Unión Europea (UE) del 9 de diciembre se basan "en un reconocimiento únicamente parcial del origen de la crisis: que las actuales turbulencias financieras se derivan ante todo de los desequilibrios fiscales en la periferia de la eurozona", señaló la agencia.
"Standard & Poor's Ratings Services le quitó al gobierno francés su preciada calificación de deuda a largo plazo triple A, afirmó el viernes la firma, una medida que marca el largamente esperado golpe a la posición internacional de Francia y saca a la segunda mayor economía de Europa de la cima de la liga financiera de la zona euro"… S&P aplica la tijera a la calificación de deuda de ocho países de la euro zona (The Wall Street Journal – 13/1/12)
En anuncios realizados luego del cierre del mercado de EEUU el viernes, S&P informó de cambios a la calificación para 16 países de la zona euro, que incluyó la rebaja de calificación de Austria a AA+ desde triple A. S&P redujo las calificaciones de Chipre, Italia, Portugal y España en dos escalones y las de Malta, Eslovaquia y Eslovenia en uno.
"En nuestra opinión, las iniciativas de política tomadas por autoridades europeas en las últimas semanas podrían ser insuficientes para enfrentar problemas sistémicos en la zona euro", afirmó S&P en una declaración divulgada luego de las operaciones en Nueva York.
S&P confirmó la calificación a largo plazo de triple A para Alemania, con una perspectiva estable, y reafirmó las calificaciones de crédito a largo plazo para otros seis países. La firma indicó que tiene una perspectiva negativa sobre las calificaciones de 14 países de la zona euro, incluyendo a Francia, Italia y Austria.
La rebaja de calificación de Francia, un pilar del fondo de rescate del bloque monetario para países más débiles, la que tiene el potencial de causar las consecuencias más notorias.
La decisión de S&P de rebajar la calificación de Francia a AA+ ofrece una evidencia de lo mucho que la crisis de deuda soberana de la región ha contagiado a las grandes economías que se encuentran en el núcleo del bloque, arrojando dudas sobre su capacidad de apuntalar a los tambaleantes países de la periferia. También tiene consecuencias directas para el fondo de rescate de la región, cuya propia calificación triple A se deriva de las garantías de sus miembros con calificación triple A.
"El recorte en la calificación no es histórico. Es la profundidad de la crisis de la euro zona lo que es histórico", dijo Dominique Barbet, economista de BNP Paribas.
La decisión de S&P implica que el Fondo Europeo de Estabilización Financiera podría perder su calificación triple A, necesaria para tomar dinero prestado a tasas bajas que es usado para ayudar a los gobiernos del bloque en problemas. Ya que Francia es el segundo mayor contribuyente al fondo, es mucho más probable que la capacidad del fondo sea limitada o que sus costos para tomar prestado suban.
"Standard & Poor's rebajó el lunes de "AAA" a "AA+" la calificación de deuda a largo plazo del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera"… S&P rebaja la calificación del fondo de rescate de la euro zona (The Wall Street Journal – 16/1/12)
La medida era esperada luego que la firma decretara una rebaja de las calificaciones de riesgo crediticio de varios miembros de la eurozona.
La rebaja de la calificación de Francia dificulta y encarece la ayuda del FEEF a países en problemas, porque su propia calificación crediticia depende de la de sus constituyentes.
S&P advirtió con anterioridad que una rebaja de la calificación crediticia de cualquier país europeo "AAA" podría costar al FEEF su calificación de primer nivel.
Los semidioses del rating (una dudosa aura de objetividad)
En el origen de la crisis fallaron los políticos, incapaces de tomar medidas contracíclicas en el momento del boom; los bancos centrales, al olvidar su carácter preventivo y no reactivo; los supervisores bancarios con su apuesta suicida por la desregulación; los directivos de los bancos por su ambición y falta de previsión de ciclo; imprudentes ciudadanos que no dudaron en entramparse al calor del crédito barato; y, también, y las empresas de calificación.
Quedó entonces demostrada su flagrante incompetencia, que le llevaba a otorgar la máxima nota a montones de basura; su falta de medios humanos y técnicos para hacer frente a la avalancha de emisiones y emisores que debían puntuar; su proverbial retardo a la hora de valorar los fenómenos que afectaban a la solvencia y liquidez de los calificados, amplificando su eco en el peor de los momentos posible; la paradoja que suponía que sus honorarios los pagaran no los mercados de cotización o los inversores sino los propios, e interesados, sojuzgados; o el poder excesivo que acumulaban, dado el carácter de oligopolio de una industria con poco más de tres actores principales.
Hubo un momento en el que pareció que se impondría una suerte de lucidez colectiva. Alguien tuvo el sueño de que era hora de minimizar su decisiva influencia, pues no en vano su criterio en forma de A, B o C resultaba determinante para que un activo fuera elegible por buena parte de las principales carteras de inversión del mundo mundial, y aumentar su fiabilidad, si de proteger a los compradores de esos títulos se trataba.
Se habló de mayores exigencias en términos de recursos y responsabilidades, de abrir el sector a la competencia, de reconvertirlo en una suerte de agencias semipúblicas, de reemplazarlas por el criterio de un pool de brokers independientes, de cambiar su sistema de remuneración. Poco se hizo.
El resultado es que, cuatro años más tarde, nos encontramos en esta materia como al principio de los tiempos de esta crisis. Los tres grandes, Moody´s, S&P"s y Fitch siguen siendo una suerte de semidioses cuya decisión determina el futuro ya no de una compañía o entidad bancaria sino de todo un país. Pulgar arriba, pulgar abajo; vida, muerte financieramente hablando.
Revestidos de un dudoso aura de objetividad se ha olvidado demasiado pronto sus errores pasados, que tanto dinero hicieron perder a millones de inversores, y se disculpa, de forma interesada por parte de los afectados, que sigan yendo muy por detrás de los acontecimientos con el consiguiente perjuicio para los propietarios de los valores sometidos a su juicio.
De todos modos, para aquellos lectores "políticamente correctos" que hayan llegado hasta aquí (cosa que dudo) y no acepten mis "teorías conspirativas", manteniendo la confianza en las agencias de calificación, tomen nota de la siguiente frase:
"Un proceso de reformas basado únicamente en el pilar de la austeridad fiscal tiene el riesgo de provocar su propio fracaso, generando una caída de la demanda interna asociada a la preocupación creciente de los consumidores por la estabilidad del empleo y la renta disponible, erosionando así los ingresos nacionales". El análisis es de Standard and Poor´s y se inserta en el documento justificativo del hachazo a la solvencia de la Eurozona asestado el viernes (13/1), en concreto, en el capítulo dedicado a España. La agencia que rebaja calificaciones con el argumento de que los países de la Eurozona difícilmente cumplirán los objetivos de déficit, admite que los tijeretazos no son suficientes para sanear las cuentas públicas, especialmente con la economía europea a las puertas de una nueva recesión. Si creen la letra (A), también deben creer la música.
Recuadro II: No sólo los PIGS están "apestados" (UK también está lleno de deudas)
– "Reino Unido es otro país periférico lleno de deudas" (Libertad Digital – 2/10/11)
(Por Toni Mascaró) Lectura recomendada
La prestigiosa financiera británica Tullett Prebon ha publicado un informe sobre la situación de la economía de su país. Sus analistas pronto descubrieron que el plan del Gobierno para reducir el déficit se basaba en unas previsiones de crecimiento económico demasiado optimistas. El informe concluye que Gran Bretaña no podrá crecer lo suficiente para salir de la crisis a menos que aplique reformas drásticas.
Cuando, a principios de año, emprendieron las investigaciones para esta serie de informes, lo denominaron coloquialmente Proyecto Armagedón, sin la intención de que fuese ése el título definitivo. Previendo las consecuencias de un crecimiento anémico en las Islas Británicas durante el próximo lustro, decidieron mantener el título para la serie de informes. Éste, el último de la serie, lleva por nombre Pensando lo impensable.
El tamaño de la deuda
El problema empieza con el abultado déficit. Para Tullett, "Reino Unido es un país europeo periférico cargado de deudas, un hecho que, de momento, sólo los mercados de divisas parecen haber reconocido".
El primer problema se encuentra a la hora de determinar el verdadero volumen de la deuda británica. Los datos oficiales del Gobierno sitúan la deuda pública en 900.000 millones de libras esterlinas (1 billón de euros), lo que representa el 60% del PIB. Pero si se sigue el método del Tratado de Maastricht utilizado para los países de la zona euro se obtiene una deuda de 1,27 billones de euros -75% del PIB-.
Sin embargo, estos datos no incluyen los pasivos no financiados correspondientes a las pensiones que son, por sí solos, mayores que toda la deuda pública oficial, ya que alcanzan los 1,35 billones de euros. A los cuales se les puede añadir los 194.000 millones de euros del programa de pensiones PFI, situando así la deuda pública total en el 167% del PIB.
Además, los costes potenciales de una intervención para rescatar al sector financiero ascenderían a 1,54 billones de euros. Esto representaría una deuda pública total del 239% del PIB.
Si tenemos en cuenta la deuda privada hay que añadir 1,38 billones de euros en hipotecas y 240.000 millones de euros en créditos al consumo. La deuda pública sumada a la privada, por lo tanto, asciende al 333% del PIB. La deuda exterior, que casi alcanza los 6,8 billones de euros supone cerca del 398% del PIB.
A pesar de ser tan elevados, "estos niveles de endeudamiento son", según el informe, "gestionables sí, pero solamente si la economía puede crecer" (cursivas en el original). Sin crecimiento hay que empezar a considerar la posibilidad de bancarrota. Y advierte de que aunque suele considerarse "que la crisis de deuda pública española sería un puente demasiado lejano para los mecanismos de rescate, (…) es muy inferior (550.000 millones de libras) a la británica".
El informe observa que un punto fuerte importante de la economía británica sigue siendo la pujanza financiera de la City. Y alerta sobre las tentaciones de emprender (o continuar) políticas que la perjudiquen. "El debate emocional sobre la banca tiende a oscurecer la realidad de que para Gran Bretaña reducir su industria de servicios financieros sería tan racional como que Arabia Saudita redujese su petróleo o que Islandia redujese su pesca".
El plan y las suposiciones heroicas
Para reducir el déficit, el Gobierno de coalición tiene un plan que consiste en "modestos recortes de gasto en términos reales y un gran aumento en los ingresos fiscales, que reducirá el déficit del 11,1% del PIB en 2009-10 al 1,6% en 2015-16".
El anterior Ejecutivo laborista ya había subido los impuestos, y el actual ha elevado el IVA del 17,5% al 20%. Se prevé que la recaudación pase el 36,8% al 38,9% del PIB entre los ejercicios 2009-10 y 2015-16. Durante el mismo periodo las previsiones para el gasto público es que se reduzca en un 3% en términos reales, pasando el 48% al 40% del PIB. Se observa que, incluso aceptando las propias previsiones del Gobierno, no se elimina completamente el déficit y, por lo tanto, sigue aumentando la deuda que, a su vez, sigue generando intereses mayores.
De los 182.000 millones de euros de déficit público que el Gobierno pretende reducir, más de la mitad (96.000 millones) provendrían de la recaudación de impuestos obtenida gracias al crecimiento económico. El problema de este plan, según Tullett, "es que depende de algunas suposiciones económicas bastante heroicas, principalmente, que se consiga crecer al 2,9% antes de 2012-13".
Así que, si la economía británica no lograra tal heroicidad y "el crecimiento fuese la mitad del objetivo oficial, los costes de los intereses y otros gastos aumentarían, la recaudación por impuestos se quedaría muy por debajo de las expectativas y el plan quedaría deshecho".
Hasta un 70% de la economía no podrá crecer
El análisis de Tullett "sugiere que el crecimiento real del 2,9% es un castillo en el aire y que cualquiera que crea esta predicción debe creer tener también una fe inquebrantable en Papá Noel y el ratoncito Pérez".
Para ilustrar tanta desconfianza en las cifras oficiales el informe empieza llamando la atención sobre una aparente paradoja. A saber: "Gran Bretaña, S.A. ha incrementado mucho su capital (deuda) sin generar ninguna mejora en absoluto en el crecimiento de su renta. ¿Por qué?".
Hay que distinguir dos tipos de endeudamiento: el propietario de un restaurante, por ejemplo, que se endeuda para invertir en más espacio para los clientes; y aquél que se endeuda para irse de vacaciones al extranjero. El informe considera que "la gran mayoría de los nuevos préstamos" han sido del segundo tipo.
Analizando los sectores de la economía británica se observa que tres de los ocho mayores (sector inmobiliario, servicios financieros y construcción), que representan conjuntamente el 39% del PIB, son incapaces de crecer ahora que el sector privado ya no se endeuda. Otros tres sectores (sanidad, educación y administración pública y defensa) "representan un 19% adicional, y no pueden expandirse ahora que el crecimiento del gasto público es una cosa del pasado".
Por lo tanto, el crecimiento queda descartado para el 58% de la economía, "una cifra que podría elevarse al 70% si, como parece probable, el crecimiento del comercio minorista se ve frustrado por las caídas de la renta real de los consumidores", advierte el estudio. No es sólo que ese 70% lo tenga muy difícil para crecer es que, "muy probablemente está listo para menguar", así que las perspectivas para el empleo son claramente negativas.
Y es que, según el informe, el aumento del paro ha quedado, de momento, inhibido de forma poco natural. "Parece ser que los bancos se han mostrado contrarios a ejecutar deudas comerciales para evitar cristalizar las pérdidas, lo cual muy probablemente significa que se está manteniendo a flote artificialmente a grandes cantidades de empresas zombis".
Por si fuera poco, tampoco ve "razón alguna para que la inflación vuelva al 2%" por lo que, con el repunte de la inflación y la pérdida de empleos, cabe esperar "caídas importantes en las rentas reales". Así las cosas, "sólo puede ser cuestión de tiempo que los mercados y las agencias de rating empiecen a ejercer serias presiones al alza sobre el rendimiento de la deuda británica. Cuando eso suceda, la libra esterlina estará muy en peligro".
Según el plan del Gobierno, la economía crecerá un 1,9% durante este ejercicio, un 2,7% en 2012-13 y un 2,8% anual hasta 2016. Tullett, en cambio, prevé crecimientos anémicos: un 0,9% este año, un 1,3% el siguiente y un 1,4% anual durante los tres ejercicios siguientes.
La previsión oficial de Londres implica que el déficit quede reducido hasta el 1,5% dentro de un lustro, pero el informe considera que sólo se habrá reducido hasta el 8,8%. El problema más grave consiste en que, según el plan del Gobierno, la deuda pública (calculada según el criterio del Tratado) seguiría aumentando durante este lustro del 70% al 80% del PIB, pero según el informe alcanzaría el 100% del PIB en el ejercicio 2013-14, y para 2016 habría alcanzado ya la cifra insostenible del 108%.
Nueve años temerarios de legado laborista
El informe sitúa el origen de este problema de gasto desbocado en la anterior Administración laborista. "La verdadera tragedia" de cómo dicho Ejecutivo llevó la economía británica fue que Brown y su equipo del Tesoro siguieron negando la evidencia "incluso después de que el mito de su genio económico hubiese explotado".
En 1997, Gordon Brown inició una reforma de la regulación del sistema financiero con la "creencia central de que el sector de los servicios financieros, liberado para prosperar, podría pagar una revolución del bienestar. El Gobierno podría estar "inmensamente relajado" de que una minoría se hiciese "asquerosamente rica" si los impuestos de esta gente financiaban un Estado del Bienestar completamente nuevo como monumento a la sabiduría de la Nueva Ortodoxia".
Concretamente, fueron dos los errores del laborismo en su fallida reforma financiera. En primer lugar, se redujo el poder regulador del Banco de Inglaterra con "la creación de un sistema tripartito" que entregó muchas de sus antiguas responsabilidades a otras instituciones. Además, el banco central quedó "obligado a fijarse sólo en la inflación de precios al consumo al establecer la política monetaria".
Así que, mientras una serie de factores coyunturales del mercado mantenían los precios al consumo a la baja, "los tipos de interés se mantuvieron bajos incluso cuando una inconfundible burbuja de activos empezó a emerger en el mercado inmobiliario". El banco central, desprovisto de su tradicional influencia, no pudo evitar que los bancos expandiesen el crédito ni subir los tipos de interés para desincentivar estos comportamientos.
"En el espacio de nueve años temerarios, la cantidad total de hipotecas financieras aumentó en casi un 150%, de 495.000 millones de libras en 1999 a 1,2 billones en 2008". La Administración laborista, según el informe, estuvo marcada por una "grotesca incompetencia que empezó con arrogancia y acabó echando las culpas a los demás".
Cuatro consecuencias del gasto
Esta "expansión temeraria del gasto público" tuvo, "por lo menos, cuatro consecuencias muy desagradables":
•Creó una "arrogancia sin precedentes" en las altas esferas del aparato del Estado, "reflejada tanto en la paga y beneficios extra de los altos cargos y en un incesante cercenamiento de los derechos y libertades del individuo".
•Pero el aumento del gasto público no sirvió para mejorar la productividad del sector público sino para reducirla. Según los cálculos de Tullett, "la productividad conjunta del sector público se deterioró en un 20% entre 1997 y 2007 porque el aumento de la producción (del 24%) se quedó muy corto frente a la expansión del gasto real (54%)". En la sanidad, la caída fue del 31%.
•Una mentalidad de "tener derecho" a todo a costa del Estado. Mientras tanto, el sector privado aumentó su productividad en un 24%.
•Los diversos sectores de la economía adquirieron una gran dependencia de la deuda.
Tullett completa su análisis sobre la pérdida de competitividad del sector público británico con datos de otros informes. El 2010 Global Competitiveness Report (GCR), elaborado por el World Economic Forum (WEF), afirma que Gran Bretaña ha pasado del 7º puesto mundial de competitividad en 1997 al 12º.
De los 139 países analizados, la efectividad del gasto de Gobierno y agencias públicas británicas se sitúa en el puesto 72º, por detrás de Ghana, Pakistán o Egipto. La calidad de las infraestructuras deja a Gran Bretaña en 33º lugar, peor que Barbados o Namibia. Las carreteras británicas ocupan el puesto 35º en calidad, por detrás de Portugal y Namibia.
Entre 1999 y 2000, el gasto en educación experimentó un espectacular incremento en términos reales del 60%, pero según el GCR, la educación británica no pasa del 28º puesto, por detrás de Líbano y Malta. En matemáticas y ciencias cae hasta el 55º, superado por Rumanía y Chipre. En cuanto a la carga de las regulaciones que soportan las empresas, se queda en el puesto 89º, por detrás de Zambia, Paraguay y Arabia Saudita. Incluso peor en cuanto a la extensión y los efectos fiscales: 95º, por detrás de Zimbabue y Angola.
Al final, la gente se dio cuenta de que una minoría estaba prosperando mientras la mayoría veía aumentar sus deudas al tiempo que su poder adquisitivo menguaba por culpa del aumento de los precios (alimentación, transporte, electricidad, agua y gas) y de los impuestos. "Esta tendencia jugó un papel principal en el derrocamiento del Gobierno de Brown", según Tullett.
Reformas y contención de daños
El informe señala "seis puntos críticos que han de quedar claros desde el principio" para que Gran Bretaña pueda salir de la crisis.
1. Parece que el público no es consciente de la gravedad de la situación. Así que uno de los primeros objetivos del Gobierno "debería ser poner fin al estado nacional de negación de la evidencia sobre la verdadera situación de la economía y acabar con el ilusorio sentido individual y colectivo de "tener derecho" que fue fomentado durante los años laboristas. Gran Bretaña no tiene derecho automático a unos niveles de vida elevados o a un Estado del Bienestar. Más bien, estos beneficios hay que ganárselos, no tomarlos prestados".
2. La recesión no podrá ser indolora. Hasta ahora, los bajísimos tipos de interés y el gasto público descontrolado habían conseguido que la gente no notase la caída en el nivel de vida.
3. No hay varitas mágicas macroeconómicas. Es más, "casi todas las permutaciones macroeconómicas ya se han probado, en vano". Se han mantenido los tipos de interés bajísimos durante 28 meses, el Gobierno ha tomado prestados 390.0000 millones de libras (el 27% del PIB) en tres años y se han inyectado otros 200.000 millones vía política monetaria. Pero ninguna de estas tres políticas ha reanimado a la economía. La libra ha permanecido a niveles muy bajos, pero las exportaciones tampoco han conseguido impulsar recuperación alguna
4. Las reformas tendrán que vérselas con muchos intereses creados. "En gran medida, la ideología de la "justicia" y del "tener derecho" que la psique pública ha absorbido durante los últimos catorce años constituye el principal obstáculo para cualquier recuperación impulsada por reformas".
5. Para compensar tantas penurias y sacrificios, el Gobierno debería ofrecer al público "una "agenda de la libertad" que elimine gran parte de la vigilancia excesiva en Gran Bretaña, reduzca los poderes de los gobiernos nacional y locales para interferir en la vida de los individuos, quite muchos aspectos coercitivos del Estado y promueva un mayor grado de protección al consumidor".
6. Hay que dejar de culpar a los demás y empezar a aceptar reducciones en el gasto público. Los que discrepan "deberían preguntarse exactamente qué podría pasarles a los servicios y a las pagas y pensiones públicas si la economía británica siguiese el camino de Grecia e Irlanda".
¿Dónde y cómo recortar?
El gasto público se puede dividir entre el dinero que el Gobierno se gasta en sí mismo (339.000 millones de libras en 2009-10) y el dinero que entrega a otros (349.000 millones de libras). Esta segunda cifra puede desglosarse en los intereses (32.000 millones), pensiones públicas (121.000 millones) y otras transferencias (196.000 millones). Puesto que Londres ya ha anunciado que no aplicará recortes importantes ni en la sanidad ni en la ayuda externa, si las trasferencias quedan también igual en términos reales, ya sólo quedará margen para aplicar "reducciones muy dolorosas" concentradas en una pequeña franja de servicios "desprotegidos".
A diferencia de lo que se podría pensar de un estudio tan crítico con el gasto público, no considera que el subsidio de desempleo británico sea especialmente generoso. "Pero el número de perceptores sí que parece excesivo". Tullett apoya la intención de Londres de restringir los criterios para los subsidios por discapacidad, pero ve otras posibilidades adicionales en la tecnología. La propuesta consiste "el pago en especie en vez de en efectivo" mediante "el uso de tarjetas inteligentes que el perceptor podría usar para comprar productos aprobados en los comercios participantes". Y añade: "Creemos que deben reducirse las prestaciones públicas universales y, en algunos casos, eliminarse completamente".
Otra conclusión que puede sorprender es lo mucho que Tullett desconfía de "la privatización de los servicios públicos, puesto que la evidencia de las últimas dos décadas sugiere que este proceso no aumenta la productividad, tendiendo en cambio a crear pesadas estructuras administrativas y una duplicación de las funciones. La competencia dentro de los servicios públicos es, en cualquier caso, intrínsecamente artificial".
Las valiosas reformas baratas
En el apartado de propuestas para la reforma, Tullett encuentra algún motivo para el optimismo moderado, ya que "muchas de las reformas que son necesarias si Gran Bretaña ha de recuperar su competitividad a nivel microeconómico son o bien de coste bajo" y, además, se reflejaría en aumento de la recaudación fiscal como consecuencia del crecimiento económico.
Y es que, otro de los aspectos muy negativos del legado laborista de Gordon Brown ha sido el aumento de la complejidad del sistema tributario. El informe aconseja al Gobierno de coalición que dé prioridad a "deshacer este lío inherente". Para ello, sugiere que podría desarrollarse un programa informático para agregar los diversos impuestos que soportan las pequeñas y medianas empresas. Es especialmente importante aliviar a éstas, puesto que su tamaño les impide contratar los recursos humanos y materiales suficientes para lidiar con el complicado sistema tributario.
Sin embargo, la regulación excesiva que tanto perjudica a las pequeñas y medianas empresas no se limita a los impuestos. Hay otras áreas donde la desregulación es necesaria, principalmente, en materia de normativa y seguridad laboral y sanitaria.
El informe admite que "unos estándares elevados de seguridad y sanidad son esenciales para una sociedad civilizada, como lo es la protección a los trabajadores". Pero advierte de que "los riesgos a los que se enfrentan las empresas surgen menos del Ministerio de Sanidad y Seguridad o del Departamento de Trabajo y Pensiones, que de los demandantes oportunistas". En este sentido, sólo el año pasado, al menos 30.000 "accidentes de tráfico" fueron, en realidad, simulados con la intención de cobrar fraudulentamente el seguro por daños personales.
La "agenda de la libertad"
Con todas estas dificultades, el informe concluye que el Gobierno de coalición no podrá conseguir que los británicos estén en 2015 mejor de lo que estaban en 2010, "pero ciertamente puede dejarles más libres de la intromisión estatal". Durante los últimos veinte años, con la profusión de regulaciones, se ha pasado del "Estado niñera" al "Estado intimidador", debido, "en parte, a la lógica extensión de la enfermedad nacional de la burocracia, y en parte como resultado de las doctrinas del absolutismo moral y del tener derecho".
Pero Tullett considera que también ha de liberarse al público de las "prácticas abusivas del sector privado". Cita dos abusos en concreto: la "letra pequeña" y el explotar la ignorancia del público sobre los asuntos bancarios y financieros. Y propone incluso la creación de un Tribunal del Consumidor con poderes para actuar contra los "términos contractuales onerosos irrazonables y sesgados". Ofreciendo mayores cuotas de libertad a los británicos se aliviarían los sufrimientos de la crisis y se pondrían las bases para una futura revitalización de la economía, concluye el estudio.
Recuadro III: (… y continuando por el país de las oportunidades) ¿Qué valdría Estados Unidos si fuera una empresa?
¿Quién querría comprar sus acciones? ¿Y qué recomendaría un experto en reflotar empresas a una empresa que perdió más de 2 billones de dólares en 2010?… USA, S.A. en números rojos (Libertad Digital – 21/3/11)
Éstas son algunas de las preguntas que se han planteado un grupo de analistas dirigidos por Mary Meeker. Tras algo más de un año de investigaciones, en su informe destacan tres conclusiones: primero, USA, S.A. se enfrenta a serios desafíos financieros; segundo, sus problemas tienen solución; tercero, es esencial la comunicación con los ciudadanos-accionistas.
En 1998, la prestigiosa revista Barron"s llamó a Meeker "La Reina de la Red" por su labor analizando las grandes empresas punteras de internet: Microsoft, Dell, Amazon, Google e eBay. En los últimos años, otros analistas han advertido de los peligros a los que se enfrenta la mayor economía del mundo, destacando por ejemplo, el antiguo jefe de la Oficina General Contable, David Walker. Pero es la primera vez que se presenta el análisis desde el enfoque de la contabilidad empresarial, tratando a la nación como a una empresa.
El objetivo es, principalmente, arrojar luz las principales dificultades a las que se enfrenta la economía norteamericana. Aunque el grupo de Meeker insiste en mantenerse al margen de posicionamientos políticos y de no tener una solución mágica, apunta algunas sugerencias para enderezar la situación.
El problema. El flujo de caja y el patrimonio neto son negativos y están empeorando, raramente arroja beneficios y los pasivos son enormes. La "compañía" no ha invertido lo suficiente en capital, educación y tecnología. Los prestamistas, por el momento, siguen mostrando su paciencia, pero los elevados tipos aplicados a la deuda soberana de Grecia, Irlanda y Portugal pueden ser una advertencia de lo que les espera a los accionistas de USA, S.A. y a sus hijos.
El equipo de Meeker calcula que el patrimonio neto de USA, S.A. es negativo. Concretamente, -44 billones de dólares, o sea, -143.000 per cápita. Es difícil tomar conciencia de magnitudes negativas como 44 billones de dólares.
Meeker lo ilustra del siguiente modo: si un millón de dólares ocupan un pallet, mil pallets (mil millones de dólares) podrían albergarse en la superficie de un estadio de fútbol americano. Pero necesitaríamos la superficie de 217 estadios de fútbol americano para albergar un millón de pallets (un billón de dólares). O sea, más de 9.500 estadios de fútbol para albergar los 44 billones de dólares, que son el patrimonio neto negativo de USA, S.A.
El gasto está desbocado: desde 1790 hasta 1930 el gasto respecto al PIB creció un 3% anual. En 2010 creció un 24%. Si hoy USA, S.A. dejase de aumentar su deuda, tardaría 20 años en pagar todo lo que debe a día de hoy, con los correspondientes intereses.
El agujero, como ya han advertido otros analistas recientemente, no radica en el abultado presupuesto de defensa (que, en términos relativos, era mayor en 1948 que hoy) sino en las joyas de la corona del Estado del Bienestar, a saber: los programas de Medicaid y Medicare.
"Excluyendo éstos y el gasto discrecional -observa Meeker- el core business muestra una mediana del margen neto de beneficio del 4% en los últimos 15 años". Esos dos programas hoy equivalen a todo el PIB de la India.
El Medicaid, creado para combatir la pobreza, atendía en sus orígenes a 1 de cada 50 americanos. Hoy atiende a 1 de cada 6. Y no puede decirse que 1 de cada 6 norteamericanos sea pobre. El problema, insiste Meeker, es que Medicaid y Medicare se crearon sin dotarlos de financiación adecuada, a diferencia de la Seguridad Social que, de momento, cubre gastos. La inercia política ha llevado a engordar estos programas, pero los ingresos con que sufragarlos brillan por su ausencia.
El PIB norteamericano es ahora 2,7 veces mayor que en 1965, pero los gastos de estos programas son 11,1 veces mayores que entonces. Con el paulatino envejecimiento de la población y la inminente jubilación de la llamada generación de los baby boomers, estos datos no harán más que empeorar.
Según la propia Oficina Presupuestaria del Congreso, si se mantienen las tendencias, el gasto en estos programas de subsidios y los intereses de la deuda juntos serán equivalentes a todos los ingresos federales en 2025, sólo faltan 14 años.
Por si fuera poco, no es sólo que se gaste muchísimo y que, de hecho, se gaste más de lo que se ingresa, sino que encima los resultados de estas "inversiones" son muy lamentables. Así, si bien el gasto norteamericano en salud es, con diferencia, de los más elevados del mundo, la esperanza de vida es normalita para un país desarrollado.
Además de los efectos desastrosos que tiene en las finanzas nacionales, el creciente gasto en subsidios muestra una elevadísima correlación con la caída en los ahorros personales. Es decir, los norteamericanos no sólo se están arruinando como país sino que han dejado de ser un pueblo ahorrador para pasar a depender del Estado Niñera.
Las posibles soluciones. Por lo tanto, el objetivo principal en cuanto al gasto debería consistir en mejorar la productividad de esos dos grandes programas y reducir sus costes. Apuntan algunas medidas como la elevación de la edad de jubilación. Un dato: desde que se creó la Seguridad Social en 1935, la esperanza de vida ha crecido un 26% hasta los 78 años, pero la edad de jubilación sólo ha crecido un 3% hasta los 67.
Pero el propio informe admite que los americanos no están por estos imprescindibles recortes. Si bien el 80% de los americanos consideran que equilibrar el presupuesto debería ser una prioridad nacional, sólo el 12% se muestran favorables a recortar el gasto en Seguridad Social o Medicare. Quieren soluciones drásticas, pero indoloras.
Meeker reconoce que no hay forma de solucionar estos problemas por el lado de los ingresos, limitándose a subidas de impuestos, porque los tipos impositivos tendrían que elevarse tanto que estrangularían el crecimiento. Sugiere, sin embargo, eliminar deducciones y exenciones fiscales que representan hasta un billón de dólares en ingresos que la Hacienda Pública deja de ingresar. Una idea cuanto menos, contradictoria, ya que eliminar exenciones equivale a subir impuestos y, por tanto, tendría un efecto estrangulador similar al que denuncia la propia Meeker.
En cualquier caso, la mejor forma de arreglar las finanzas de USA, S.A., según estos analistas, consistiría en conseguir que la economía crezca más rápido. Y "la llave para el crecimiento es, a su vez, una mayor productividad". De hecho, la Oficina Presupuestaria del Congreso ha estimado que se podría alcanzar el punto muerto, esto es, conseguir igualar gastos e ingresos, creciendo entre el 6% y el 7% entre 2012 y 2014 y del 4% al 5% entre 2015 y 2020. Estos crecimientos serán muy asequibles para las pujantes economías emergentes como China, pero quedan muy lejos del promedio del 3% al que ha crecido Estados Unidos en los últimos 40 años. Según Meeker, esto "simplemente, no sucederá".
Entonces, ¿cómo propiciar ese mayor crecimiento de la economía norteamericana vía mayor productividad? Es en este punto, posiblemente, donde más flaquea el análisis pues consideran que esa mayor productividad la alcanzarán "invirtiendo en tecnología, infraestructura y educación". Lo cual, a primera vista parece muy razonable, especialmente teniendo en cuenta el enfoque empresarial de este grupo de analistas. Pero obvia por completo un elemento clave en la frustración de la productividad empresarial como es el desaforado intervencionismo de la administración pública en cada aspecto de la economía norteamericana. Y, además, implica aumentar todavía más el gasto público. De este modo, el análisis de Meeker enfatiza las graves dificultades financieros del Gobierno de EEUU, pero sin aportar soluciones sólidas. En resumen, muchos problemas y pocas respuestas.
La encrucijada americana
Las "reformas" (más bien contra-reformas) financieras de Clinton cuyos efectos han terminado poniendo al sistema en riesgo de colapso.
Aunque el dólar se mantiene en su tendencia de descenso suave (salvo crisis geopolíticas) tras su abandono de todo vínculo con el oro, desde el 2008 el riesgo de su condición de reserva internacional podría llevarnos a otra grave crisis financiera.
Los déficits "gemelos" y la guerra comercial china
La destrucción de empleos de calidad en los EEUU les está llevando a una insuficiencia fiscal grave de peligrosas consecuencias geopolíticas.
El "double dip" o doble crisis como punto de inflexión
Se rompió el "juguete", estamos como en el 2004 pero sin crear empleo y con la Economía Mundial desacelerándose.
S&P avisa: una entre tres de perder otra A, y entre 9 y 18 años para recuperarla(s)
"La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's considera que EEUU tiene "una probabilidad entre tres" de sufrir una nueva rebaja de "rating" entre los próximos seis a veinticuatro meses y recuerda que sólo cinco países han logrado hasta ahora recuperar la nota "AAA" tras haberla perdido, para lo que necesitaron entre nueve y dieciocho años"… S&P recuerda a EEUU que los países que han perdido la máxima nota tardaron al menos 9 años en recuperarla (El Confidencial – 8/8/11)
"Aún pensamos que los riesgos para la calificación apuntan a la baja, lo que explica nuestra perspectiva negativa", explicó el director de calificaciones soberanas de S&P, David Beers, en una conferencia organizada por la calificadora de riesgos para explicar su decisión de rebajar el "rating" de EEUU. "No prevemos un escenario en el que se produzca un rápido retorno de EEUU a la categoría "AAA"", añadió, en declaraciones recogidas por Europa Press.
No obstante, el ejecutivo de S&P precisó que en el caso de que demócratas y republicanos logren alcanzar un amplio consenso para establecer una estrategia de consolidación fiscal a medio plazo, EEUU podría recuperar entonces la máxima nota crediticia.
"No obstante, dada la naturaleza del actual debate en el país, con la polarización de las opiniones, no observamos nada en el horizonte inmediato que sugiera que estamos ante este escenario", advirtió.
Sólo cinco países lograron recuperar el "Triple A"
Por otro lado, el director general de S&P, John Chambers, indicó que, históricamente, sólo cinco emisores soberanos entre todos aquellos que perdieron la máxima nota de solvencia lograron recuperarla, para lo que necesitaron entre "9 y 18 años".
En concreto, los cinco países que, hasta la fecha, han logrado regresar a la máxima categoría crediticia tras haber perdido la "triple A" son Canadá, Suecia, Finlandia, Australia y Dinamarca.
"Cinco (países) han recuperado su "triple A" y todos lo hicieron asumiendo, durante un periodo sostenido de tiempo, programas sustanciales de consolidación fiscal y no sólo estabilizando su deuda, sino reduciendo su peso en la misma", añadió.
Fracaso total: ni la Fed, ni el BCE, han podido evitar que la crisis cumpla 4 años
"El Banco Central Europeo (BCE) ha asegurado que comprará deuda de España e Italia. Es su última decisión para atajar los problemas por los que atraviesa la zona euro. Han pasado ya cuatro años desde que comenzara la actual crisis internacional y la actuaciones tanto de la entidad europea como la de la Reserva Federal de EEUU han estado siempre en el punto de mira. No evitaron la crisis y parecen incapaces de ponerle fin"… Las actuaciones del BCE y la Fed no evitaron una crisis que dura ya 4 años (El Economista – 8/8/11)
Oficialmente, el inicio de la crisis tuvo lugar el 9 de agosto de 2007, cuando el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal (Fed) intervinieron de urgencia para reforzar la liquidez del mercado interbancario. Jean-Claude Trichet, presidente del BCE, promovió una inyección de 95.000 millones de euros en el sistema financiero europeo. Su homólogo, Ben Bernanke, hizo lo propio en Estados Unidos, incrementando la línea de crédito a los bancos en casi 17.500 millones de euros. Aunque aquella actuación confirió carácter oficial a la crisis, sólo fue el primero de los muchos momentos históricos que se sucedieron desde entonces.
El 16 de marzo de 2008, J.P. Morgan, con el respaldo de la Fed, adquirió el banco de inversión Bear Stearns para evitar su quiebra ante la degradación del valor de sus activos. El 11 de julio de ese año, el Congreso de los EEUU aprobó la intervención del mercado hipotecario. Concretamente, la medida se aplicó sobre las entidades de patrocinio público Fannie Mae y Freddie Mac, que poseían casi la mitad de deuda hipotecaria nacional. El respaldo fue insuficiente y el 6 de septiembre el Tesoro norteamericano decretó su nacionalización.
Pero el acontecimiento que otorgó dimensiones absolutas a la crisis fue la caída de Lehman Brothers, el cuarto banco de inversión más grande de EEUU. El 14 de septiembre, el gigante financiero cayó en bancarrota (la mayor en toda la historia de Estados Unidos). Hito que se trasladó inmediatamente a la bolsa, con caídas generalizadas en la mayoría de los parqués. El miedo también planeó sobre el banco Merrill Lynch, que se postulaba como el siguiente de la lista, sin embargo la entidad fue adquirida por Bank of America que evitó así su quiebra.
La huella de estos fatídicos acontecimientos aún se deja notar sobre los principales índices mundiales, que siguen sin mostrar signos de recuperación.
El panorama en Wall Street no es demasiado alentador. La mayor potencia del mundo ve como sus principales índices acumulan fuertes caídas. Mientras que el Dow Jones ha cedido a lo largo de estos cuatro años un 16,6%, el S&P 500 lo ha hecho un 19,8%.
El caso español no es más halagüeño, y así lo muestra el Ibex 35, que salda el periodo con una bajada del 42,10%, aun así se comporta mejor que el índice de referencia de la eurozona, el Eurostoxx, que ha sufrido una caída del 44,64 por ciento. Pero sin duda el peor mazazo se lo lleva Emiratos Árabes Unidos, cuyo selectivo, el DFM National, se apunta un retroceso del 63,94%.
El rojo tiñe Europa, ya que la mayor parte de los índices europeos ha cosechado pérdidas siendo las más significativas las del Mib italiano, el OMX Helsinki finlandés y el PSI General portugués con bajadas del 60,32, 52,83 y 43,63% respectivamente.
Sin embargo no todos han sucumbido a las cifras negativas. Algunos indicadores asiáticos y latinoamericanos han aguantado el vendaval y pueden presumir de mantenerse en positivo. Es el caso del Bse Sensex 30 (principal selector indio) que ha logrado un alza del 15,58 por ciento. Más sorprendente aún es el caso de Indonesia cuyo principal índice, el Jakarta LQ-45, se suma al carro de los pocos que han sobrevivido con una subida del 55,71%.
Por otro lado, los indicadores latinoamericanos que llegan al aniversario de la crisis con buenas cifras son el Merval argentino, que repunta un 46,07% y el IPSA, el principal selectivo chileno, con un alza del 25,93 por ciento.
Una crisis camaleónica
Entre los factores que impulsaron esta crisis figuran una política monetaria expansiva que propició un aumento del endeudamiento, ya que los costes de las obligaciones financieras eran muy reducidos y la abundante liquidez hizo que los tipos de interés fueran inferiores a la inflación, con lo que los incentivos para ahorrar en vez de consumir eran menores. Una errónea evaluación del riesgo por parte de las agencias de rating y de una falta de regulación externa por parte de la Fed, y sobre todo por un exceso de avaricia por parte de los responsables de las entidades financieras.
El detonante fue la elevada morosidad de las hipotecas subprime desarrolladas a raíz del boom inmobiliario en EEUU y que se concedieron sin ningún control a clientes apodados como ninjas, personas sin renta, sin trabajo y sin activos (no income, no job, no assets). La pregunta es: ¿por qué los bancos concedieron créditos a gente que seguramente no podría pagar? Para seguir alimentando la máquina del dinero. El fin no era la concesión de créditos de vivienda en sí mismos, sino el deseo de otorgarlos para posteriormente emitir títulos respaldados por esos préstamos hipotecarios. Cuantas más hipotecas daban, más títulos podían emitir y mayor altura tomaban los precios de la vivienda, con el consiguiente efecto riqueza sobre la economía real. Sin embargo esto solo se podía sostener si el boom inmobiliario duraba indefinidamente, pero ninguna burbuja es eterna. Y ésta se desinfló el primer trimestre de 2007, cuando por la saturación del mercado cayeron los precios de la vivienda. Ante esta situación, algunos propietarios con bajo nivel de renta, al ver que el valor de la vivienda quedaba por debajo del valor hipotecado empezaron a no pagar los préstamos y a devolverles las llaves de las casas al banco. De este modo nacieron los activos tóxicos, en el sentido de que el valor subyacente de las titulizaciones de las hipotecas era mucho menor al de los bonos emitidos.
Pero, el principal problema vino a la hora de asumir e identificar el riesgo de los activos. Ya que, estas hipotecas una vez concedidas en títulos transferibles, se vendieron por todo el mundo. Quienes las contrataban en EEUU eran agentes a comisión, que cobraban en función del número de hipotecas colocadas. Los ejecutivos de estas empresas no se veían afectados por el creciente riesgo que el sistema financiero asumía. Su trabajo consistía en vender hipotecas y solo de ello dependía su sueldo. Por otra parte, los bancos a través de la titulización -convertir activos, generalmente préstamos en valores negociables en el mercado- tampoco fueron conscientes del riesgo ya que diseñaron unos instrumentos financieros llamados CDO (Collaterised Debt Obligations) con los que las entidades sacaban de sus balances activos provenientes de su negocio hipotecario, sustituyéndolos por dinero nuevo. En una operación opaca que hacía difícil saber quién era el tenedor final de ese título. Así, cuando estalló la crisis los mercados de capitales se secaron. Los bancos no sabían quiénes estaban contaminados con estas emisiones, ni en qué cuantía por lo que no prestaban dinero a nadie.
Como consecuencia de esta restricción del crédito muchos proyectos de inversión se cancelaron provocando pérdidas empresariales, caída del crecimiento económico y destrucción del empleo. Tenemos así cómo, en un tiempo récord una crisis en el sector hipotecario estadounidense se transforma en una crisis financiera y posteriormente en una crisis económica global.
Ahora la deuda es el problema
Ante esta tesitura, los Estados intervinieron a través de estímulos fiscales y dando soporte de liquidez y apoyo a los bancos. Tanto en EEUU como en Europa el riesgo de quiebra del sistema financiero propició una rápida y desorganizada ayuda a los bancos, mientras que las respuestas en política fiscal y monetaria fueron más coordinadas. En Asia la respuesta fue más tradicional y, prioritariamente, se centró en expandir el crédito y dar estímulos en ciertos sectores.
Este esfuerzo que tuvieron que realizar algunas economías para evitar el colapso de su sistema financiero -nacionalizando incluso entidades bancarias-, y desatascar el estancamiento de su sector productivo hizo que los niveles de endeudamiento de estos países se incrementaran notablemente y en un breve periodo de tiempo. Todo ello, unido a un crecimiento prácticamente nulo de su PIB, hizo que en los mercados financieros comenzara a cuajar la idea de que algunos países podrían no ser capaces de hacer frente a su endeudamiento.
Un temor que cobró forma cuando, en octubre de 2009, el nuevo gobierno griego indicó que se había disimulado el verdadero tamaño de su deuda desde hacía casi una década, los problemas se dispararon en los meses posteriores, hasta que en abril de 2010 Atenas pidió el rescate y el 8 de mayo, se concedió una línea de crédito de 110.000 millones de euros para rescatar a Grecia (80.000 por parte de la UE y 30.000 del FMI), quien ahora está pendiente de un segundo rescate. No fue la única, el 22 de noviembre le siguió Irlanda, que percibió una ayuda de 67.500 millones de euros; y el 6 de abril de este año Portugal claudicó y se le destinó un fondo de ayuda por valor de 78.000 millones. Ahora España e Italia están en el punto de mira al ubicar su prima de riesgo por encima de los 400 puntos básicos. Un nivel a partir del cual la intervención se realizó los anteriores países.
También al otro lado del Atlántico, han tenido su particular vía crucis con la deuda. Demócratas y republicanos tras una ardua negociación alcanzaron un acuerdo para elevar el techo de endeudamiento de la economía estadounidense -que se establecía como límite en los 14,29 billones de dólares- , un acuerdo que se alcanzó in extremis el pasado 2 de agosto (2011) para evitar que la primera potencia económica entrara en quiebra.
Bajo los términos de lo pactado, la autorización de endeudamiento subió de inmediato en 900.000 millones de dólares, y se añadirán otros 1.5 billones para el próximo año. A cambio se aplicarán de inmediato recortes de casi un billón de dólares, mientras un comité bipartidista tiene de plazo hasta fin de año para buscar una reducción del déficit federal en otros… 2 billones de dólares.
La batalla de la triple A en versión 2012 (hemeroteca del primer cuatrimestre)
Cronología de una demolición sistemática: viaje "arqueológico" por los titulares
Estos son los "socios" (UK) y los "aliados" (EEUU)… Así le va, a la Unión Europea
"Apuestan, con una probabilidad del 99%, a que la moneda común europea no sobrevivirá otros diez años y aseguran que este mismo año podría producirse la salida de al menos uno de los países miembros de la eurozona"… Expertos británicos apuestan sobre seguro a que el euro no cumplirá otros 10 años (Negocios.com – 2/1/12)
"Una avalancha de malas noticias redujo el valor del euro el jueves en momentos en que la moneda común siente el peso de las repercusiones de la crisis de la deuda.
El euro, que hasta fines de 2011 mostró una resistencia sorprendente frente a las turbulencias, cayó a su nivel más bajo frente al dólar desde septiembre de 2010, cotizando a US$ 1,2788. El euro acumula un descenso de 1,2% en la última semana y de cerca de 10% desde los últimos días de octubre"… Una avalancha de noticias negativas derriba el euro (The Wall Street Journal – 5/1/12)
"Los mercados de deuda de los gobiernos de la euro zona recibieron su primer golpe del nuevo año el jueves en medio de preocupaciones recurrentes sobre la solidez del sistema bancario de la región y la amenaza de una cesación de pagos de Hungría y Grecia.
Una crítica subasta de bonos francesa transcurrió sin incidentes, pero el rendimiento del bono italiano a 10 años volvió a superar el nivel crítico de 7% a medida que los inversionistas volvieron a demostrar cautela"… Los mercados de deuda europeos sufren su primer revés de 2012 (The Wall Street Journal – 5/1/12)
"La rentabilidad de la deuda periférica aumentó el jueves, dado que la preocupación por las necesidades de capital de los bancos europeos vuelve a asustar al mercado.
Estos temores sobre financiación siguen inquietando al mercado a pesar de los 489.000 millones de euros captados por los bancos europeos en la operación de recompra a tres años llevada a cabo el 21 de diciembre por el Banco Central Europeo"… Los temores bancarios ponen nerviosos a los inversionistas en renta fija (The Wall Street Journal – 5/1/12)
"Las actas de la última reunión del Comité Federal de Mercados Abiertos de la Reserva Federal de Estados Unidos fueron una noticia buena, no mala, para el dólar.
La confirmación de que el banco central estadounidense comenzará a publicar proyecciones para las tasas de interés y que las proyecciones mostrarán que la política seguirá siendo bajista por más tiempo realmente debería reducir el atractivo de la moneda estadounidense.
Sin embargo, esto no toma en cuenta al resto del mundo"… Las decisiones recientes de la Fed son buenas para el dólar (The Wall Street Journal – 5/1/12)
"El economista jefe de S&P ha alertado hoy que el mercado ya está tratando a Francia, cuya calificación de triple A está sujeta a revisión, como a una economía con una nota muy inferior, de triple B.
Francia, cuya calificación máxima "AAA" de deuda soberana está amenazada de revisión por parte de las agencias de notación, es tratada ya como un país "triple B", según el economista jefe para Europa de Standard & Poor's (S&P), Jean-Michel Six… El economista jefe de S&P dice que a Francia se la trata como a una "triple B" (Cinco Días – 6/1/12)
"El Banco Central Europeo se lanzó a los mercados de deuda soberana para comprar deuda emitida por los gobiernos de Italia y España, cuyos costos de financiación se dispararon el viernes por las preocupaciones sobre el sistema financiero de la euro zona.
El rendimiento de los bonos italianos a 10 años subió a 7,12% a media que los inversionistas buscaron mayores primas de riesgo, regresando a los costos de financiación italianos a niveles que se consideran insostenibles a largo plazo. A ese nivel, el gobierno italiano debe pagar 5,24 puntos porcentuales más que los rendimientos de los bonos alemanes con ese vencimiento"… El Banco Central Europeo interviene, pero no logra frenar el alza de los rendimientos italianos (The Wall Street Journal – 6/1/12)
"El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha perdido la fe en la capacidad de Grecia para sanearse ante los escasos progresos en la recaudación de impuestos y los magros ingresos por las privatizaciones.
El semanario alemán Der Spiegel adelantó hoy una información en la que señala que el FMI considera que Grecia no será capaz de amortizar su deuda sobre la base de los actuales planes de saneamiento que controla junto al Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión de la UE"… El FMI pierde la fe en la capacidad de saneamiento de Grecia (El Economista – 8/1/12)
"El reconocido economista jefe de Citigroup y antiguo miembro del Banco de Inglaterra, Willem Buiter, vuelve a la carga con una predicción poco halagüeña sobre el futuro de la zona euro. Con el consabido arranque de "Irlanda no es como Grecia, pero…", apunta a que el agujero de la banca que Dublín tuvo que asumir sitúa al país es una posición fiscal "muy mala" que sólo se solucionará con la negociación de un nuevo rescate.
En su opinión, es urgente solucionar la "masiva y creciente necesidad de financiación" del país, una situación que empeora con los "feroces" ajustes puestos en marcha hace tres años"… Citigroup: Irlanda podría necesitar un segundo rescate financiero (El Economista – 10/1/12)
"Fitch Ratings dijo el martes que Italia es el país que supone el mayor riesgo para el euro en la actual crisis de deuda soberana, siendo el tamaño de su deuda y la necesidad de acceder a los mercados de financiación una importante preocupación dados los actuales costes de financiación.
Italia debe hacer frente a una "enorme" cantidad de bonos que vencen en 2012, y la ausencia de acuerdo entre los líderes europeos sobre la forma de implementar un "cortafuego" en la región presiona a su calificación, dijo David Riley, responsable de calificación soberana de Fitch, durante una conferencia en Londres.
El hecho de que Italia no tenga un "cortafuegos creíble" es una preocupación seria para la eurozona, dijo Riley"… Italia representa la mayor amenaza para la eurozona, afirma Fitch (The Wall Street Journal – 10/1/12)
"Desde Brasil y México a Indonesia y Filipinas, los países emergentes se han volcado al mercado de bonos para aprovechar la creciente demanda de los inversionistas por deuda…
Las economías en vías de desarrollo en Asia, América Latina y África históricamente han sido consideradas más riesgosas que los países desarrollados de Occidente. Pero la crisis de la deuda soberana ha transformado esta forma de pensar. Ahora, muchos inversionistas están más dispuestos a colocar su dinero en Indonesia que en Italia o España, aunque los países europeos sean catalogados como un menor riesgo por firmas de calificación de crédito.
"Lo que estamos observando es una reevaluación del riesgo de crédito soberano, que es impulsada más por los fundamentos que por las clasificaciones", afirmó Eric Stein, administrador de portafolio del fondo Eaton Vance Global Macro Absolute Return Fund"… Los países emergentes aprovechan el apetito del mercado por su deuda (The Wall Street Journal – 12/1/12)
"Standard & Poor's Ratings Services le quitó al gobierno francés su preciada calificación de deuda a largo plazo triple A, afirmó el viernes la firma, una medida que marca el largamente esperado golpe a la posición internacional de Francia y saca a la segunda mayor economía de Europa de la cima de la liga financiera de la zona euro.
En anuncios realizados luego del cierre del mercado de EE.UU. el viernes, S&P informó de cambios a la calificación para 16 países de la zona euro, que incluyó la rebaja de calificación de Austria a AA+ desde triple A. S&P redujo las calificaciones de Chipre, Italia, Portugal y España en dos escalones y las de Malta, Eslovaquia y Eslovenia en uno.
"En nuestra opinión, las iniciativas de política tomadas por autoridades europeas en las últimas semanas podrían ser insuficientes para enfrentar problemas sistémicos en la zona euro", afirmó S&P en una declaración divulgada luego de las operaciones en Nueva York"… S&P aplica la tijera a la calificación de deuda de ocho países de la euro zona (The Wall Street Journal – 13/1/12)
"Si esta fuera una carrera, la libra esterlina habría sido superada recién por el dólar, así como también por el euro.
Pero la libra no debería permanecer mucho tiempo en el tercer lugar.
Lo más probable es que pronto experimente una recuperación frente al euro, incluso si sobrepasar nuevamente al dólar resulta ser mucho más difícil"… La libra pierde la carrera contra el dólar, pero no contra el euro (The Wall Street Journal – 13/1/12)
"Standard & Poor's rebajó el lunes de "AAA" a "AA+" la calificación de deuda a largo plazo del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera.
La medida era esperada luego que la firma decretara una rebaja de las calificaciones de riesgo crediticio de varios miembros de la eurozona.
El viernes, S&P rebajó la calificación "AAA" de Francia y Austria, así como de otros siete países, entre ellos Italia.
La rebaja de la calificación de Francia dificulta y encarece la ayuda del FEEF a países en problemas, porque su propia calificación crediticia depende de la de sus constituyentes"… S&P rebaja la calificación del fondo de rescate de la euro zona (The Wall Street Journal – 16/1/12)
"La idea de que los prestamistas oficiales de Grecia asuman pérdidas es indigerible políticamente y difícil en la práctica: el FMI tiene estatus de acreedor preferencial y el Banco Central Europeo dará la batalla para evitar pérdidas en su exposición de 45.000 millones de euros, ya que eso minaría su credibilidad y arrojaría dudas sobre su programa de compra de bonos soberanos. También quebrantaría las reglas que prohíben los rescates de miembros de la euro zona.
No obstante, una cesación de pagos desordenada podría ser más costosa. No solo el BCE perdería dinero en sus bonos, sino que los gobiernos del bloque tendrían que recapitalizar a los bancos griegos y proveerles del colateral adecuado para mantener su acceso a las líneas de crédito del BCE si Grecia se mantiene en la unión.
Permitir que Grecia se declare en cesación de pagos y continúe en el euro crearía un precedente que elevaría el riesgo moral. Pero si Grecia se declara en cesación de pagos y sale del euro, la moneda común podría desmoronarse con costos devastadores para todos los países"… Grecia es más preocupante que las rebajas de calificación (The Wall Street Journal – 16/1/12)
"La perspectiva económica para Europa es sombría y los riesgos para la economía mundial son altos ante la escalada de la crisis de la eurozona, lo que supone dificultades para Asia, dijo el lunes el primer vicedirector gerente del Fondo Monetario Internacional, David Lipton"… La perspectiva europea es sombría, dice el FMI (The Wall Street Journal – 16/1/12)
"El impacto de la decisión de Standard & Poor's de rebajar la calificación crediticia de Francia y de otros ocho miembros de la eurozona tiene un gran alcance, tanto dentro como fuera de la región.
Alemania mantuvo su calificación "AAA", pero es muy probable que la decisión de rebajar la calificación de Francia a "AA+" y poner al país en observación negativa signifique que Berlín tendrá que pagar más"… Impacto de la rebaja de deuda de S&P sigue expandiéndose (The Wall Street Journal – 16/1/12)
"Cuidado con las consecuencias imprevistas. La Comisión Europea quiere obligar a los emisores de bonos a que alternen las agencias de rating -un movimiento que podría dañar el mercado de bonos corporativos no financieros, cuyo valor asciende a 700.000 millones de euros, justo cuando Europa más lo necesita-. No cabe duda de que las rebajas de rating efectuadas por Standard & Poor's aumentarán el deseo de los políticos de endurecer la regulación, pero esta propuesta presenta imperfecciones"… La verdadera amenaza de los rating para Europa (Expansión – WSJ Europe – 17/1/12)
"Los ejecutivos corporativos estadounidenses creen que el euro puede caer aún más, según un sondeo publicado el viernes por J.P. Morgan.
Según la proyección promedio de ejecutivos de empresas estadounidenses, el euro llegará a US$ 1,24 este año, una caída de casi un 5% desde el nivel actual de US$ 1,2938. Los ejecutivos en Europa comparten esta visión y los japoneses creen que el euro alcanzará los US$ 1,26, según el sondeo, que incluyó las respuestas de ejecutivos de 89 empresas"… Las empresas de EEUU proyectan que el euro caerá a US$ 1,24 (The Wall Street Journal – 21/1/12)
"Aunque el Banco Central Europeo ha repartido el equivalente a tres años de analgésicos, la eurozona sigue teniendo un terrible dolor de cabeza"… El problema de deuda de la eurozona (Expansión – WSJ Europe – 23/1/12)
"Entonces, ¿qué es el euro ahora?
¿Un activo de riesgo, una moneda de financiamiento de carry trade o sólo un fracaso anticuado?"… El euro cambia, ¿pero hacia qué? (The Wall Street Journal – 24/1/12)
"Portugal está deslizándose hacia un impago inevitable de sus deudas – y cuando lo haga, dará un golpe político terminal a la moneda única, y causará daños en el sistema bancario europeo que bien podría ser catastrófico
Grecia ya está en fuera de juego – y su default ya está descontado por el mercado. Pero Portugal está precisamente en la misma posición, deslizándose hacia un impago inevitable de sus deudas – y cuando lo haga, dará un golpe político terminal a la moneda única, y causará daños en el sistema bancario europeo que bien podrían ser catastrófico. Así comienza la crónica de Matthew Lynnd desde MarketWatch Londres que reproducimos"… "Olvídense de Grecia. Es Portugal quien puede destruir al euro" (Negocios.com – 26/1/12)
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