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Reseñas biográficas de figuras significativas en la historia de Cuba (página 4)


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Intérprete y compositor cubano. Recibió en vida numerosos homenajes y reconocimientos, por su singularísimo modo de cantar y comunicar sentimientos al estilo de los más auténticos trovadores, de profunda raíz criolla repleta de lozanía. Su presencia siempre es recordada como el Rey de la Melodía. Desde muy joven su vida se interrelacionó con la música. Trabajó como zapatero, para lograr su sustento económico que alternaba como vendedor de periódicos y otros oficios que ofrecían el sustento a su humilde familia residente del habanero barrio de Los Sitios, En 1928 compuso la Guantanamera pero no es hasta casi una década después que dicha melodía cobra cierta popularidad cuando es incluida como tema de despedida de la orquesta de Alejandro Riveiro en la que cantaba Joseíto Fernández. Mientras la agrupación musical interpretaba la citada melodía, él iba improvisando distintas décimas en cada presentación. Las improvisación a partir de la música de la guantanamera alcanza realmente amplia difusión cuando es utilizada en un programa radial, conocido como la Guantanamera, donde se relatan noticias de actualidad, incluidos hechos de sangre, motivados por crímenes pasionales, muy divulgados entonces en las páginas de la llamada crónica roja, muy propios de la prensa anterior al triunfo de la Revolución. A partir de 1963 la Guantanamera comenzó a adquirir una connotación significativa a nivel internacional tras haber sido cantada, con la inclusión de varios de los Versos Sencillos de José Martí, por el trovador norteamericano Pete Seeger en un concierto efectuado en el Carnegie Hall de Nueva York. Algún tiempo después, un trío de cantantes norteamericanos hizo la primera grabación comercial de La Guantanamera, la que con el decursar de poco tiempo se convirtió en un verdadero éxito internacional. Desde entonces muchos cantantes y agrupaciones tanto cubanos como de diferentes países han incluido en sus respectivos repertorios esta creación musical de Joseíto Fernández. Sello identificativo del acervo musical cubano, su Guajira Guantanamera ha tenido a través del tiempo más de 150 versiones en prestigiosos vocalistas e instrumentistas, entre ellos Pete Seeger, Benny Moré, Démis Roussos, Paul Mouriat, Richard Clayderman, Libertad Lamarque y José Feliciano. Callado y respetuoso desde niño, el Rey de la Melodía -como le llamaban- cantaba ya a los doce años escondido de su madre, contraria entonces a carrera tan indigna para un caballero. Joseíto Fernández sobresalió por su sencillez y por el trato respetuoso hacia todos los que se relacionaban con él. Falleció en La Habana, el 11 de octubre de 1979.

Raúl Ferrer Pérez

Nació el 4 de mayo de 1915 en el pueblo de Meneses. En la antigua provincia de Las Villas. En 1933 se graduó de Bachiller en Ciencias y Letras en el colegio de los Hermanos Maristas. Por necesidades económicas comenzó a trabajar como obrero azucarero en el central Vitoria, en Yaguajay, y participó en el sindicato de trabajadores del central como miembro del ejecutivo sindical. En 1935 recibió el título de Profesor de Educación Física en la ciudad de Santa Clara. Al año siguiente concurrió al I Congreso Azucarero Provincial como delegado de los obreros azucareros del central Vitoria. En 1937 se trasladó a La Habana para iniciar un cursillo pedagógico en la Escuela Normal Rural José Martí. Seleccionado como Maestro Cívico Rural, inició su labor pedagógica en el central Narcisa (hoy Obdulio Morales). En 1941 organizó la Federación Nacional de Maestros rurales, en la que ascendió como dirigente, desde el municipio y la provincia hasta el Ejecutivo Nacional. La Federación de Maestros asumió la dirección de la revista La Escuela Rural y lo designó como jefe de redacción. Organizó la lucha por demandas salariales para los maestros y conserjes, por un mayor número de aulas, por el desayuno escolar para los alumnos de primaria y por los derechos de los maestros. El 10 de agosto de 1949 recibió el título de Maestro Normalista. En 1951 inició estudios preparatorios con el fin de acudir a las oposiciones para plazas de maestros en el distrito Escolar de La Habana. En 1952, año del golpe de Estado de Fulgencio Batista, trasladó su domicilio a la capital y presentó solicitud de participación en el Concurso Oposición de Maestros de la Dirección Escolar de La Habana. Ocupó un lugar preferente en el escalafón de maestros, y el 23 de febrero de 1953 fue nombrado maestro de sexto grado en una escuela de varones. En 1959 ocupó el cargo de secretario de Relaciones Internacionales del reorganizado Colegio Nacional de Maestros Normales y Equiparados, entre cuyos acuerdos estaba la publicación del periódico El Magisterio Cubano, del que fue subdirector. Intervino en el II Congreso de Educación Rural, y trabajó en la organización del I congreso Nacional de Consejos Municipales de Educación, las comisiones de alfabetización y las Brigadas Técnicas de alfabetización. El 12 de abril del mismo año publicó su ensayo pedagógico La Nacionalización de la Enseñanza. Al reestructurarse en 1961 la Comisión Nacional de Alfabetización, Raúl Ferrer fue designado vice-coordinador nacional. En 1968 fue presidente de la delegación cubana al I Seminario de la CREFAL sobre alfabetización funcional en América Latina, efectuado en Quito, Ecuador. En 1970 presidió la Comisión Organizadora del Pre-seminario de Educación Permanente auspiciado por la UNESCO y el MINED. En 1972 presidió el Seminario Latinoamericano de Educación de Adultos orientado por la CREFAL. Asimismo, publicó su libro Una década de educación de Adultos. En 1976 editó, a solicitud de la UNESCO, Educación de Adultos en Cuba. En 1980 ocupó el cargo de Asesor Internacional de la UNESCO en la Cruzada de Alfabetización, en Nicaragua, y fue designado Director del Seminario Internacional de Alfabetización y Educación de Adultos, en la República Popular de Angola. Entre 1981 y 1983 desempeñó funciones diplomáticas en países europeos. En 1984 ocupó el cargo de Especialista de Publicaciones Literarias en el Ministerio de Cultura y presidió la Comisión Nacional del Programa de Fomento de los Hábitos de Lectura y Promoción del Libro. Falleció el 12 de enero de 2003.

Pedro (Perucho) Figueredo

Revolucionario cubano escritor del famoso himno de Bayamo. Nació el 18 de febrero de 1818 en la ciudad de Bayamo antigua provincia de Oriente, actual Granma. Es considerado cubano de la mayor estirpe revolucionaria y participante activo de las guerras independentistas cubanas. Hijo de una acaudalada e ilustre familia, cursó sus primeros estudios en la misma ciudad de Bayamo. Se traslada a La Habana a cursar los estudios superiores. Ingresó en el Colegio de San Cristóbal donde tuvo por maestro al revolucionario cubano José Antonio Saco. En 1840 se gradúa de bachiller en Derecho y luego termina estos estudios en la Universidad de Barcelona, España en 1843. Ese mismo año regresa a su ciudad natal luego de haber viajado por distintas ciudades de Europa, donde instala un bufete y contrae matrimonio con la criolla Isabel Vázquez Moreno, mudándose a una finca que posee aledaña a la ciudad. Su carácter integro y liberal sufre por las injusticias del colonialismo español imperante en su patria. Renuncia a su profesión de abogado y se dedica al canto, y al estudio de la música y la literatura dada sus vocaciones artísticas. Por denunciar la incapacidad de un alcalde es encarcelado y le son confiscados sus bienes. En 1851 se ve involucrado en las frustradas acciones de Narciso López y Joaquín de Agüero y tiene que trasladarse a La Habana donde funda el Diario Correo de la Tarde. En su casa en Bayamo se realiza la primera junta revolucionaria de Oriente en 1867 y se llevan a cabo los principales preparativos para un alzamiento que culminaron con el levantamiento revolucionario independentista del 10 de octubre de 1968. Es conocido también por ser al autor del Himno Nacional cubano. Este himno se da a conocer públicamente el día 20 de octubre de 1868 al ser cantado por primera vez en Bayamo, entonces temporalmente ocupado por los independistas cubanos. Al realizarse la Asamblea de Guáimaro el 10 de abril de 1869 es designado Subsecretario de Guerra y Mayor General del Ejército Libertador cargo que desempeñó hasta el 12 de agosto de 1870 en que prácticamente indefenso al estar enfermo de tifus e incapaz de movilizarse por graves úlceras en los pies es capturado por las tropas españolas, en la finca Santa Rosa, de la jurisdicción de las Tunas, al ser cobardemente delatado por Luis Tamayo quien anteriormente había servido bajo su mando. Conducido a bordo del cañonero Alerta a Manzanillo, y de allí a Santiago de Cuba, apenas llegó a esta ciudad, es juzgado de forma sumaria y condenado a muerte por fusilamiento. El 17 de agosto de 1870 se cumple la sentencia.

Carlos Juan Finlay

Nació el 3 de diciembre de 1833 en Puerto Príncipe, actual ciudad de Camagüey, en la provincia del mismo nombre, Cuba. Médico epidemiólogo. Su nombre de pila era Juan Carlos, pero firmaba Carlos J. Graduado del Jefferson Medical College (Filadelfia, EE.UU.), en 1855. Entre 1859 y 1861 realizó estudios en Francia. En 1872, fue elegido Miembro de Número de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, y, en 1895, miembro de Mérito. Se desempeñó como Secretario de Correspondencia (a cargo de las relaciones internacionales) de esa institución, por espacio de casi 14 años. Desde 1868 llevó a cabo importantes estudios sobre la propagación del cólera en La Habana. Sus estudios mostraban que la propagación del cólera se realizaba por las aguas de la llamada Zanja Real. Esas investigaciones epidemiológicas de Finlay no fueron publicadas entonces debido a la rígida censura de tiempos de guerra establecida por las autoridades coloniales. Se temía que la diseminación del cólera se atribuyese a la desidia del gobierno colonial. Sin embargo, la Real Academia de Ciencias de La Habana logró publicar este importante trabajo de Finlay en 1873, cuando ya había pasado la epidemia. También estudió el muermo, y describió el primer caso de Filaria en sangre observado en América en 1882. Incursionó ocasionalmente en cuestiones científicas de un carácter más teórico y práctico en el campo de la Oftalmología, que era la especialidad de su padre. Paralelamente, se dedicó a investigar la etiología de la fiebre amarilla, partiendo de la considerable experiencia acumulada en Cuba en la caracterización y el diagnóstico de esta enfermedad, algunos de cuyos síntomas fueron descritos originalmente por médicos cubanos. En representación de la Academia de Ciencias, colaboró activamente con la primera comisión investigadora de la fiebre amarilla enviada a Cuba por el gobierno estadounidense, en 1879. El principal aporte de Finlay a la ciencia mundial fue su explicación del modo de trasmisión de la fiebre amarilla. Predominaba la versión anticontagionista de este mal, la cual lo atribuía a ciertas condiciones del medio natural o a la presencia de un miasma (algo así como efluvio contaminante). El 18 de febrero de 1881, en una conferencia sanitaria internacional celebrada en la capital de los Estados Unidos, a la cual asistió como miembro de la delegación española, en representación de Cuba y Puerto Rico, explicó que, al no ajustarse el modo de propagación de la fiebre amarilla a los esquemas del contagionismo y del anticontagionismo, era preciso postular un agente cuya existencia sea completamente independiente de la enfermedad y del enfermo, capaz de trasmitir el germen de la enfermedad, del individuo enfermo al sano. El 14 de agosto de 1881, presentó ante la Real Academia habanera su trabajo La identificación precisa del posible agente trasmisor que abrió la posibilidad de comprobar experimentalmente la teoría de Finlay. En 1893, 1894 y 1898, Finlay formuló y divulgó, las principales medidas a tomar para evitar las epidemias de fiebre amarilla, las cuales tenían que ver con la destrucción de las larvas de los mosquitos trasmisores en sus propios criaderos, y fueron, en esencia, las mismas medidas que, desde 1901, se aplicaron con éxito en Cuba, y luego en Panamá.. En 1902, al proclamarse la independencia de Cuba, Carlos J. Finlay nombrado Jefe Superior de Sanidad, y estructuró el sistema de sanidad del país sobre bases nuevas. Desde este cargo le tocó encarar la última epidemia de fiebre amarilla que se registró en La Habana, en 1905, y que fue eliminada en tres meses. Falleció en La Habana Cuba, el 19 de agosto de 1915.

José Fornaris Luque

Uno de los tantos patricios bayameses que tuvo gran incidencia en las creaciones literarias de la época, tal es el caso de la composición de la primera canción trovadoresca cubana "La Bayamesa". Nació en la ciudad de Bayamo, el 18 de marzo de 1827. Era hijo de Don José Bueno de Jesús Fornaris y Fontaine y Doña María Gertrudis Luque. A los ocho años se trasladó a la ciudad de Santiago de Cuba para cursar estudios secundarios en el Seminario San Basilio El Magno. En 1840 ingresó en el colegio de San Fernando, en La Habana. Luego pasó a la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, donde obtuvo el título de Licenciado en Leyes en el año 1852. De regreso a Bayamo tomó posesión del cargo de Regidor del Ayuntamiento, que le había tocado por herencia de su padre. Su bufete fue muy concurrido, tomando parte en pleitos y juicios, los que los proyectaron como un abogado de mucho talento. Participó en la conspiración de 1851, junto a su paisano y familiar Carlos M. de Céspedes. En 1853 se hizo sospechoso conjuntamente con otros bayameses de tomar parte en una conjura contra España. Las autoridades coloniales los vigilaban estrechamente, por cuanto en las paredes y muros de la ciudad aparecían sarcásticos epigramas condenando al despotismo hispano. El teniente gobernador de Bayamo, coronel Toribio Gómez, pensando que era obra de los poetas invitó a un festejo real a Céspedes, Fornaris y Francisco del Castillo. Durante el convite fueron combinados a improvisar. Los versos de Fornaris retrataron las circunstancias del momento, suavizando el caldeado ambiente existente. Sin embargo, las versificaciones de sus compañeros fueron explosivas, condenando al régimen colonial y señalando el derecho de Cuba a ser libre y soberana. En horas de la madrugada los tres poetas fueron puestos presos y conducidos a Santiago de Cuba. Después de cinco días de prisión, fueron desterrados a Palma Soriano. En los dos meses que estuvieron confinados jugaban ajedrez y cultivaban la poesía. Por el natalicio de la princesa María Cristina de Borbón fue suspendida la pena. En noviembre de 1853 apareció acuchillado un retrato de la reina Isabel II, situado en el salón principal de la Sociedad Filarmónica, durante el desarrollo de un baile. El Gobierno Español lo consideró el principal sospechoso y ordenó su destierro a México. Una vez en La Habana le fue conmutada la pena por la permanencia en la capital. En 1870 viajó por España, Francia e Italia. En Paris se ganó la vida trabajando como profesor en varias materias, entre ellas literatura, historia, gramática, latín y griego. Dedicó todo su talento a la literatura y el periodismo. Escribió ensayos que vieron la luz en el periódico habanero La Prensa y en la revista El Iris. A petición de su pariente Francisco del Castillo compuso junto a Carlos M. de Céspedes la emblemática canción La Bayamesa, pieza antológica del cancionero cubano. Cantada por primera vez el 27 de marzo de 1851 en la ventana de Doña Luz Vázquez y Moreno, En enero de 1855 publicó Cantos del Siboney, donde presentó la vida apacible de los primeros habitantes de Cuba. En 1856 fundó en La Habana el periódico La Piragua. En este mismo año asumió la co-dirección de la revista Floresta Cubana, donde se publicó en la sección Crónica la versión auténtica de la canción La Bayamesa, a consecuencia de las falsas versiones que existían. De sus obras la más conocida es La Bayamesa, compuesta conjuntamente con Carlos Manuel de Céspedes y Francisco del Castillo, y estrenada por el tenor Carlos Pérez. Terminó su vida en Cuba consagrado a la enseñanza y a las letras. Murió el 19 de septiembre de 1890, en La Habana

José Luciano Franco

Profesor, investigador y periodista cubano, especializado en la historia de la trata africana, las sublevaciones esclavas y la biografía del prócer independentista Antonio Maceo. Su obra abarca también la historia del Caribe. Nació en el barrio de Cayo Hueso, en La Habana, el 13 de diciembre de 1891. Su educación no fue sistemática; su madre lo instruyó en las primeras letras, y en 1900, al establecerse la enseñanza pública, pudo cursar los grados cuarto y quinto de la enseñanza primaria. En 1913 se empleó como mozo en el Departamento de Limpieza de Calles del Municipio de La Habana. A los catorce años de edad comenzó a trabajar como obrero tabaquero, y al mismo tiempo como peón en el puerto. Estudió comercio, y cuando se creó en 1942 la Escuela Profesional de Periodismo Manuel Márquez Sterling, obtuvo el título de capacidad que otorgaba la institución. Realizó estudios de Ciencia Municipal y Urbanismo, y de investigación histórica, bajo los auspicios del Historiador de la Ciudad, Emilio Roig de Leuchsenring, y del director del Archivo Nacional de Cuba, Joaquín Llaverías. Gracias a su nueva especialización, se desempeñó en diversas ocasiones como jefe de departamento de la administración municipal. Esa actividad le sirvió de experiencia para sus primeras producciones intelectuales, Las Cooperativas de Consumo y los Municipios (1932) y Coloniales (1933), a las cuales siguieron Las democracias municipales en los Países Bajos y España (1945) y Las ciudades y sus problemas (1946). Dirigió, asimismo, los Cuadernos del Instituto Interamericano de Historia Municipal. La labor de José Luciano Franco como historiador comenzó igualmente temprano, cuando publicó «Juan Francisco Manzano, el poeta esclavo y su tiempo», en los Cuadernos de Historia Habanera (1937). José Luciano Franco tuvo una activa participación en la Sociedad Cubana de Estudios Históricos e Internacionales y en la Sociedad de Estudios africanos, creada por Fernando Ortiz Fernández. Un hito en su producción historiográfica fue Política continental americana de España en Cuba. 1812-1830, que obtuvo el Premio de la Ciudad de La Habana en 1946. Otro hito en la historiografía de Franco lo constituyeron sus trabajos sobre la vida del general Antonio Maceo y Grajales, entre los cuales se destaca Antonio Maceo. Apuntes para una historia de su vida. Otra parte significativa de su obra son sus estudios acerca de la trata africana, los palenques y las sublevaciones de esclavos, la Revolución de Haití y sus investigaciones sobre relevantes personalidades negras de nuestra historia como José Antonio Aponte, organizador de una de las más importantes conspiraciones gestadas en la Isla. Al triunfo de la Revolución Cubana de 1959, Franco se desempeñó como profesor del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona, de la Universidad de La Habana, donde impartió Historia de América, Historia de las Antillas, Aportes Africanos a la Historia de las Antillas, y un curso dedicado exclusivamente a la Historia de África. A esos años corresponde una parte significativa de su labor en investigaciones archivísticas, gracias a la cual se pudo compilar los documentos existentes en el Archivo Nacional de Cuba para las historias de Venezuela (1960) y México (1961), y el catálogo de los fondos existentes en el Archivo Nacional acerca de "Esclavitud, comercio y tráfico negreros" (1972). Formó parte, designado por la UNESCO, del Comité Científico Internacional para la redacción de una historia general de África. Fallece en La Habana en 1989

Francisco de Frías Jacott

Agrónomo, investigador, divulgador científico y reformador agrario, cuya familia tuvo destacada participación en la investigación científica. Nació en La Habana, Cuba, el 24 de septiembre de 1809, Se opuso al colonialismo español, vinculándose a las posiciones políticas de José Antonio Saco. Realizó estudios científicos en París, desde 1842 hasta 1844, en los cursos de agricultura del Conservatorio de Artes y Ciencias y del Jardín de Plantas así como en los de geología y química, en la Sorbona (con Prévost, Dumas y Pagen. Entre 1857 y 1860, asistió, en el Conservatorio de Artes y Ciencias, a las clases de química aplicada a la industria, a las de química agrícola y a las de zoología aplicada a la agricultura y a la industria. Su prestigio profesional se dio a conocer mediante el programa de desarrollo agropecuario, promovido entre 1857 y 1858 a través de un grupo de cartas suyas publicadas en el periódico habanero el Correo de la Tarde, las cuales fueron editadas, en Francia durante 1860, como parte de una compilación de sus escritos. Dicho programa tenía la intención de establecer las bases de una identidad nacional agrotecnológica y otra agrocientífica, que contribuyeran al logro de un equilibrio social y económico en el seno de una sociedad dominada por una minoría de grandes hacendados y comerciantes, la cual era, además, sostenedora de formas encubiertas del tráfico de esclavos. El propósito de lograr la identidad agrotecnológica a través del incremento de una población rural, culturalmente apropiada y con buena disposición laboral, era loable como alternativa justa y democrática, sin embargo, resultaba discriminatorio hacia los negros y chinos, cuando solo le concedía a los blancos (criollos e inmigrantes) el derecho a participar en dicha identidad. En relación con la identidad agrocientífica, ésta se sustentaba en los ejemplos de Álvaro Reynoso y del propio Conde de Pozos Dulces, ambos formados en Francia, los cuales servían para atraer a los jóvenes de sectores acomodados hacia estudios de ingeniería agronómica. Impartió clases de agricultura en la Cátedra de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de La Habana, creada en 1865, aunque su función docente se centró en el trabajo de divulgación científica efectuado a través de la prensa. En 1861 propuso la creación del Instituto Agrónomo Cubano, luego de haber rechazado la invitación de las autoridades coloniales para que ocupara la dirección de la Escuela Especial de Agricultura, de la Escuela General Preparatoria de La Habana. Resultó uno de los principales defensores de la existencia del Instituto de Investigaciones Químicas de La Habana, desde que éste fuese fundado por José Luis Casaseca en 1848, y después que Álvaro Reynoso lo convirtiera en Estación Agronómica, en 1859. De especial importancia para la vida política y científica del país, tuvo la responsabilidad desempeñada por él como Director y fundador del periódico El Siglo, desde 1863 hasta 1868, desde el cual apoyó la actividad del Partido Reformista. Miembro de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de La Habana, como Socio de Número (1851) y de Mérito (1865), en la cual ocupó la Presidencia de su Sección de Agricultura y Estadística, entre 1867 y 1868. De igual forma, la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana lo nombró Socio de Número, en 1868. Dadas sus simpatías por el movimiento anexionista de los Estados Unidos de América, es deportado en 1853 a la villa de Osuna, en Sevilla, España, donde, luego de una amnistía, llegó a ocupar en 1854 la Vicepresidencia de la Junta Revolucionaria Cubana de Nueva York. Fallece el 25 de octubre de 1877 en París, Francia

Antonio Gumersindo Garay y García

Músico cubano que, aun sin contar con formación académica, supo ganarse un sobresaliente lugar en la trova tradicional. Nació el 12 de abril de 1869, en Santiago de Cuba. Creador de más de 600 obras que retratan la idiosincrasia cubana; entre sus temas destacan su admiración por su tierra natal, los paisajes, las mujeres y el amor. Entre sus creaciones encontramos: Amargas verdades, Mujer bayamesa, Guarina, La tarde, Perla, Retorna y Tormento fiero. Incluso recuerda el trovador que su madre lo dormía de niño cantándole La Bayamesa, de Céspedes, Castillo y Fornaris. Años después, en 1918, Sindo legaría a nuestra historia musical su propia Mujer Bayamesa. En sus años de infancia, en pleno apogeo de la primera guerra contra el coloniaje español, más de una vez llevó importantes mensajes de los patriotas cubanos. Es famosa la anécdota de que siendo un adolescente cruzó varias veces la bahía de Santiago de Cuba, una de las más amplias del país, con órdenes y documentos de los patriotas cubanos contra España. A los 16 años poseería su primera guitarra, regalada por su hermano. Con esa misma edad comenzaría a autoalfabetizarse al no poder contestar una carta de amor de una muchacha. Con solo 12 años, a orillas del río Guaso nació su primera composición: una cuarteta musicalizada para recordar a una mujer. Sobre su vida vale decir aprendió toda suerte de acrobacias circenses y que más de una vez se ganó el sustento con ese trabajo. Por otro lado jamás aprendió una nota musical. Sin embargo sus obras han sido consideradas por prestigiosos músicos, como lecciones de armonía y composición y recibió numerosos elogios por su increíble capacidad como creador. Sindo Garay conoció a muchas importantes personalidades. De muy niño Guillermón Moncada lo sentaba en sus piernas para oírlo cantar junto a su hermana, muy niña también. Y a lo largo de su vida también conoció entre otros al gran violinista Brindis de Salas, al tenor Caruso, Julio Antonio Mella y es probablemente el único que tuvo la oportunidad de estrechar las manos de José Martí y después las de Fidel Castro. La Bayamesa, título muy utilizado por diversos autores cubanos en innumerables obras, es quizás su canción más conocida. Cuenta Sindo que luego de una noche de serenata, al despertar en casa de un amigo, en cuyo patio había un paredón aún ennegrecido por el incendio de Bayamo, lo asaltó la inspiración y allí mismo, en un simple papel cartucho anotó los versos de su inmortal obra. Guitarra mediante llegaría después la melodía. Paradójicamente, el estreno de esta canción se realizó para la taquillera y el pianista del cineteatro Bayamo, únicos asistentes esa noche. El 17 de julio de 1968, moría a la edad de 101 años, uno de nuestros más grandes trovadores.

Rafael García Bárcena

Poeta, filósofo y revolucionario cubano. Nació el 7 de junio de 1907 en Güines, antigua provincia de La Habana. Allí inicia los estudios en el colegio presbiteriano Kate Plumer Bryan Memorial, más conocido como Colegio Americano, hasta que a los 16 años se traslada a la capital y los continúa en la Academia Newton. En 1925 se gradúa como Bachiller en Ciencias y Letras en el Instituto de La Habana. Comienza estudios de medicina en la Universidad de La Habana, pero los abandona por los de Filosofía y Letras, que culmina en 1938. Desde muy joven cultiva asiduamente la poesía y es laureado en varias ocasiones. Hace oposición activa a Gerardo Machado y su prórroga de poderes, militando desde 1927 en el primer Directorio Estudiantil Universitario, y en 1930, cuando dirige su órgano de prensa Cuba Libre y escribe proclamas y declaraciones. En una de ellas titulada «A las armas» llama a oficiales y soldados a rebelarse contra las injusticias de Machado. Se alza como guerrillero contra la dictadura en 1931, hasta que en pocos meses cae prisionero del ejército y es recluido en el Castillo del Príncipe. A raíz de esta experiencia publica en El Mundo el reportaje «105 días huyendo», denunciando la represión política bajo Machado. El 4 de septiembre de 1933 firma con otros, incluido el Sargento Batista, en el Campamento Militar de Columbia, la proclama que instaura la Pentarquía, luego transformada en el gobierno revolucionario de Grau y Guiteras. Toma parte activa en la definición revolucionaria de este gobierno y se opone a la gestión intervencionista de Sumner Welles. .Participa en la fundación del Partido Revolucionario Cubano (PRC) en 1936 y colabora con las organizaciones Izquierda Revolucionaria y Frente Cubano a fines de los años 30. En 1946 es partícipe de la polémica que divide al PRC en «auténticos» y «ortodoxos», adhiriéndose a los segundos liderados por Eduardo Chibás. En 1946 funda la Revista Cubana de Filosofía, la cual dirige desde sus inicios hasta el número 10, de enero-junio 1952. Es uno de los fundadores de la Sociedad Cubana de Filosofía. En 1950 le es otorgado el Premio Nacional de Filosofía. Cuando se produce el golpe de estado de Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952, renuncia a su cargo en la Escuela Superior de Guerra y concurre a la Universidad de la Habana para oponerse al cuartelazo. El 20 de mayo, menos de tres meses después del cuartelazo, funda en la Universidad el Movimiento Nacionalista Revolucionario, que intenta derrocar a Batista por medios violentos. El 5 de abril de 1953 es detenido junto a otros jóvenes miembros de su organización, acusado de organizar y dirigir un intento de tomar por asalto el campamento militar de Columbia Torturado y condenado a dos años de prisión en Isla de Pinos. Lo indultan y es puesto en libertad el 5 de junio del año siguiente. En octubre parte al exilio. Después de 1959 fue nombrado Embajador de Cuba en Brasil. En 1961 enfermó gravemente y se trasladó a La Habana, donde murió de un derrame cerebral el 13 de junio de 1961.

Alejandro García Caturla

Destacado compositor cubano que trascendió por incorporar a la música sinfónica el legado africano. Nació en la ciudad de Remedios, antigua provincia de Las Villas, el 7 de marzo de 1907. Siendo aún muy pequeño y casi sin poder alcanzar el teclado, sentado en las piernas de su manejadora negra, reproducía en el piano las melodías que escuchaba. Luego se nutrió de conocimientos durante su juventud mientras participaba en fiestas rituales afrocubanas en su ciudad natal. Su pasión por la música se hizo evidente desde entonces y por eso llegó a dominar fácilmente la técnica del violín. Realizó los primeros estudios musicales con Fernando Estrems y posteriormente con María Montalván y Carmen Valdés. Se traslada a capital para cursar estudios de Derecho en la Universidad de La Habana, para complacer a su padre. En 1924 funda, con sus condiscípulos, una orquesta con formato de jazz-band nombrada Caribe. En ese año también ingresa en la Orquesta Sinfónica. La obra de Alejandro García Caturla es reconocida tanto en Cuba como en el exterior. Poseía prodigiosa habilidad para aprenderlo todo con extraordinaria facilidad, incluido los idiomas. A la vez continuaba realizando estudios de música, tratando de estar al día acerca de lo que en esos años 1925-1927 se hacía en Europa. En 1925 se incorpora a la Orquesta Filarmónica y su director Pedro Sanjuán Nortes le impartía entonces clases de armonía, composición e instrumentación. Por esta época los maestros italianos Tina Farelli y Arturo Bovi guiaron su voz de barítono atenorado en la Academia de Canto de La Filarmónica Italiana. La revista Social publicó la partitura de su Danza lucumí, que luego formó parte del tríptico orquestal, Tres danzas cubanas. A Caturla le tocó vivir en una época marcada por la sociedad dividida en clases, a la cual se enfrentó con singular pasión y coraje. Se manifestaba siempre muy independiente en todos los actos de la vida. Hombre de pensamiento muy avanzado, desafió los prejuicios burgueses de entonces y se casó con una mujer negra, a la cual profesó un amor muy especial. Caturla se nutrió desde edades tempranas de los variados componentes del espectro musical circundante. Óperas y bembés, arias, danzones y criollas, fueron asimilados por el desprejuiciado talento artístico del compositor desde niño y adolescente, siempre abierto a las más inimaginables sonoridades. En realidad, Caturla conjuga varias cosas; estudia Derecho en la Universidad de La Habana, dirige un jazz band, profundiza conocimientos musicales, escribe crítica, canta en ocasiones y comparte con los intelectuales del Grupo Minorista. Más allá del entorno de su natal Remedios, el joven doctor Caturla, era ya, para sorpresa de muchos de sus conciudadanos uno de los compositores sinfónicos cubanos de mayor relieve, insertado plenamente en el ámbito musical de España, Francia, Alemania, Norteamérica y otras naciones. De un primer atentado a tiros en Palma Soriano escapó ileso el probo juez Caturla. No así de un segundo, en suelo natal El día 12 de noviembre de 1940 fue asesinado, a los 34 años de edad, por alguien a quien horas más tarde debía condenar y que con dos disparos a quemarropa puso fin a la vida de tan genial exponente de la música cubana.

Gaspar Jorge García Galló

Político y profesor cubano, formó parte de la generación de educadores que durante la primera mitad del Siglo XX vincularon su labor educacional a las luchas del movimiento obrero nacional. Nació en Quivicán, provincia de La Habana, el 6 de enero de 1906, hijo de una familia pobre de origen libanés. A los diez años se vio obligado a dejar la Escuela Pública para incorporarse al trabajo como obrero agrícola azucarero, y a partir de los once años trabajó en labores del tabaco. También fue barbero y vendedor ambulante, entre otras ocupaciones… A los dieciocho años se examinó de maestro habilitado y posteriormente se graduó. Laboró en la tabaquerías Romeo y Julieta y en la de Tomás Gutiérrez. Esta condición lo vinculó al movimiento obrero cubano. En la década del veinte del siglo pasado fue discípulo y compañero de Julio Antonio Mella -quien ejerció una gran influencia en su vida- en la Universidad Popular José Martí. Su labor como maestro de escuela le permitió seguir superándose hasta hacerse bachiller e ingresar en la universidad. En 1930 terminó estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana. Durante esos años simultaneó sus estudios de Pedagogía con los de Derecho. En 1933 alcanzó el doctorado en Pedagogía y comenzó a ejercer como profesor de Ciencias Sociales en la Escuela Normal de Santa Clara. En 1935 fue cesanteado en ese centro por su activa participación en la huelga general de marzo de ese año, donde el magisterio cubano desempeñó un papel relevante en la actividad revolucionaria. En la tabaquería, a la que siempre retornaba, lideró diferentes movimientos sindicales. En 1939 aspiró a ocupar una plaza de profesor en la cátedra de Filosofía de la Universidad de La Habana, pero no alcanzó su propósito. En 1952 ganó por oposición la cátedra de Lengua y Literatura Griegas de la Escuela de Filosofía y Letras de la recién fundada Universidad Central de Las Villas. Alternó su labor profesoral, de conferencista y autor de numerosos artículos en revistas pedagógicas, con las actividades sindicales. Desde 1953 hasta el triunfo de la Revolución su casa sufrió reiterados allanamientos y fue requerido, detenido y encarcelado en varias ocasiones. En 1959 fue elegido decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Las Villas En 1960 formó parte del Consejo Universitario, integrado por decanos, presidentes de escuelas, rector y presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU). En 1961, Año de la Educación, representó a las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI) en la Comisión Nacional de Campana de Alfabetización. En esos años representó en varios países europeos al Consejo Universitario de la Universidad Central de Las Villas. En el I Congreso de la UNEAC (Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba), en 1961, ingresó como miembro. En 1962, en representación de la provincia de Las Villas en el Consejo Superior de Universidades, participó en la reforma universitaria, en la que tuvo la responsabilidad de proyectar las principales transformaciones de la enseñanza en los centros de educación superior. Desde 1963 comenzó a dirigir el departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana, tras una intensa preparación y después de haber impartido cursos sobre marxismo-leninismo. De 1970 a 1973 ocupó diversas responsabilidades políticas, sin dejar de impartir clases de Filosofía en diferentes organismos del Estado. En 1977 se le otorgó la condición de Profesor de Mérito de la Universidad Central de Las Villas. En esos años desarrolló una encomiable labor como profesor de filosofía en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas, de La Habana Murió el 4 de febrero de 1992 a los ochenta y seis años.

Vicente García González

Conocido como el León de Santa Rita, participó de las guerras independentistas cubanas. Nació en la calle Real de Las Tunas el 23 de enero de 1833. Se crió en un ambiente acomodado y realizó sus primeros estudios en Las Tunas y luego viajó a Santiago de Cuba, donde estudió en el Seminario San Basilio el Magno. Desde muy joven mostró su interés por la causa independentista, pues no soportaba la explotación que sufría su pueblo. En 1867 se celebró una reunión en la que se habló del movimiento que se prestaba en Bayamo y en Camagüey. El hecho concitó un gran entusiasmo entre los tuneros al ver que no era ellos los únicos que pensaban en la libertad de la patria. Se nombró una junta y Vicente García quedó electo como jefe supremo. El 4 de octubre presidió una reunión en el Mijial, donde explicó la situación de Las Tunas, que contaba con más de cien hombres armados y en Holguín se encontraba Luis Figueredo con un grupo de hombres armados. A partir de ese momento los tuneros intensificaron los preparativos para el inicio de la guerra. El 10 de octubre se produjo el alzamiento de Carlos Manuel de Céspedes en el ingenio La Demajagua, donde dio la libertad a sus esclavos. El 13 de octubre Vicente García intento ocupar por las armas contra su ciudad natal y la tomó casi totalmente, menos la iglesia, lugar en que los españoles se habían refugiado. Los bravos hombres se marcharon a su cuartel y de una vara de bambú, ondeó la bandera cubana. Para contrarrestar el ataque los españoles enviaron columnas para que defendieran ese territorio, ya que era una plaza estratégica. El 16 de agosto de 1869, participó en el asalto a la ciudad tunera siendo esta incendiada en medio del fragor de la pelea. Circuló entre las tropas el rumor de que venían columnas en apoyo a los españoles y el general Quesada retiró sus tropas, y los españoles se adjudicaron la victoria. Vicente García, el 23 de septiembre de 1876, llevó a cabo una de las operaciones más gloriosas en la Guerra de los Diez Años. Pelearon durante 8 horas y lograron que el fuerte bastión español en Las Tunas depusiera las armas. Los mambises permanecieron tres días en el fuerte de Las Tunas, pero no pudieron sostener por más tiempo la ocupación, entonces decidieron incendiarla, para que no sirviera de refugio a la metrópoli española. En diciembre de 1876, desde Las Tunas salió en campaña hacia Las Villas, pero muchos de sus soldados comenzaron a desertar. El General cubano marchó hasta Santa Rita en Camagüey. Allí acamparon las fuerzas de Vicente y se produjo un intenso movimiento político que se le imputa a Vicente García. En aquel lugar se trató de nombrar a Vicente García General en jefe, a lo que él se negó. Cuando se efectuó la Protesta de Baraguá Vicente García se mantuvo firme, apoyando al General Antonio Maceo al no estar de acuerdo con una paz sin independencia para Cuba. El 16 de marzo de 1878, es electo Vicente García General en jefe de los Ejércitos de la República y Maceo su segundo al mando. Cuando fracasó la guerra por las condiciones adversas imperantes, las tropas de Vicente García capitularon con todos los honores militares el 6 de junio de 1878. Los españoles lo asesinaron, con vidrio molido que le dieron en un plato de quimbombó (comida típica cubana) y que le ofreció el espía español Ramón Dávila. El 4 de marzo de 1886 falleció el glorioso general cubano.

Calixto García Íñiguez

Héroe de la independencia cubana. Combatiente de las tres guerras por la independencia de Cuba. Libró múltiples combates y sobresalió por su sólida formación militar, adquirida de forma autodidacta. Se alzó el 13 de octubre de 1868 en la finca Santa Teresa, Jiguaní, junto a Donato Mármol. Participó en la toma de Bayamo y en su posterior defensa. En noviembre de ese año, estando subordinado al teniente general. Luis Marcano, fue ascendido a coronel. El 15 de febrero de 1869 dirigió su primer combate en Loma de Piedra. En ese mes pasó a ser segundo jefe de la Brigada de Jiguaní, bajo el mando del mayor general Máximo Gómez, con grado de general de brigada- El 20 del siguiente mes sustituyó a Gómez en la jefatura de la División Cuba, que abarcaba los distritos de Baracoa, Guantánamo, Santiago de Cuba y El Cobre, manteniendo el mando de la División de Holguín. En noviembre, al desaparecer el Departamento Provisional del Cauto, se convirtió en jefe de toda la provincia oriental pues se le subordinaron los distritos de Jiguaní, Bayamo, Manzanillo y Las Tunas. El 6 de septiembre de 1874, hallándose acompañado solamente por unos 20 efectivos, el enemigo logró cercarlo en San Antonio de Baja, cerca de Veguitas, en Bayamo. Ante tal situación prefirió morir antes de caer en manos de los españoles y se disparó en la boca. Su frente quedó marcada para siempre por la salida del proyectil. Gravemente herido fue hecho prisionero y enviado a las cárceles de Pamplona y Alicante, en España, donde permaneció cuatro años. Como resultado del Pacto del Zanjón (10 de febrero de 1878), fue puesto en libertad el 29 de mayo de 1878. Marchó a Nueva York, Estados Unidos, con el firme propósito de preparar una nueva guerra. Allí presidió desde septiembre de ese año, el Comité Revolucionario Cubano dándose a la tarea de organizar lo que se conoció como la Guerra Chiquita Después de varios intentos frustrados, logró desembarcar por la Playa Cojímar, al oeste de Santiago de Cuba, el 7 de mayo. Al percatarse de la falta de condiciones para la lucha, y sintiéndose enfermo y aislado, capituló el 3 de agosto en Mabay, cerca de Bayamo. Fue deportado a España, donde residió hasta que comenzó la Guerra del 95, en que se trasladó a Nueva York. Iniciada la Guerra del 95, logró desembarcar el 24 de marzo de 1896, al frente de 78 expedicionarios, por Maraví, a 10 kilómetros al noroeste de Baracoa. El 28 de abril de 1896 es designado jefe del Departamento Oriental; pero no ocupó el cargo hasta finales de mayo. Estableció una región de operaciones que abarcaba Bayamo, Manzanillo, Las Tunas, Palma Soriano, Holguín y Niquero. Al intervenir los norteamericanos en la Guerra Hispano-Cubana, les presentó un plan para derrotar a los españoles en poco tiempo. Este, a pesar de ser aprobado, no fue aplicado en todas sus partes por las fuerzas invasoras norteamericanas, lo cual provocó que inicialmente sufrieran importantes bajas, por lo que se vieron obligadas a recurrir a Calixto, quien con sus indicaciones logró encauzarlas por los caminos de la victoria. Indignado por la decisión de los norteamericanos de impedir la entrada de los cubanos a Santiago de Cuba una vez consumada la victoria, renunció al cargo de jefe del Departamento Oriental y marchó con sus tropas hacia Jiguaní. EL 21 de julio escribió una carta al jefe de las fuerzas norteamericanas, General. William R. Shafter, revelándole con crudeza las verdaderas intenciones de la ocupación del país. Elegido delegado a la Asamblea de Representantes de la Revolución Cubana de Santa Cruz del Sur, se le designó para presidir una comisión que viajó a Washington con la misión de procurar el reconocimiento de ese órgano, así como los recursos financieros necesarios para el licenciamiento de los miembros del Ejército Libertador. Encontrándose en esa gestión, contrajo una fuerte pulmonía a consecuencia de la cual falleció el 11 de diciembre de 1898

Mario García Menocal y Deop

Político cubano, electo Presidente de Cuba en dos cuatrienios consecutivos, de 1913 a 1917 y de 1917 a 1921. Nació en Jagüey Grande, Matanzas, el 17 de diciembre de 1866 en el ingenio "Australia", que administraba su padre. Tenía dos años cuando estalla la guerra de independencia. Las simpatías y contactos de su padre con los insurrectos lo obligan a exiliarse. La familia viaja a Estados Unidos y luego a México. Mario regresa a la isla en 1881 junto con su hermano Fausto García Menocal, con quince años de edad. La estancia es corta y regresa a los Estados Unidos al cuidado de su tío Aniceto. Y no vuelve hasta 1894. Trabaja luego en el trazado del ferrocarril en la zona de Camagüey cuando llega la noticia del levantamiento del 24 de febrero de 1895 en Oriente. Posteriormente se alza en junio de ese mismo año. Se convierte en el más joven de los Mayores Generales de la guerra de Independencia. Al terminar la contienda independentista, éste inicia su vida política como miembro del Partido Conservador. Ocupa el cargo de Jefe de la Policía de La Habana y de Inspector de Obras Públicas durante la primera intervención. La primera actuación política de Menocal lo constituyó su intento de mediación entre liberales y conservadores después de la reelección de Tomás Estrada Palma. Tampoco tuvo éxito en su aspiración presidencial contra José Miguel Gómez en 1908. Dirigente del Partido Conservador de Cuba, ocupó la presidencia del país entre 1913 y 1917 y entre 1917 y 1921. Su mandato se caracterizó como era habitual en la República mediatizada, por la corrupción y la incondicionalidad a los intereses foráneos y la oligarquía criolla, de la que el mismo formaba parte. En 1917 firmó la primera Ley de Divorcio en Cuba. Después de su presidencia, Menocal siguió estando involucrado en la política, postulándose para Presidente de nuevo en 1924. Intentó un levantamiento revolucionario en 1931 y al fallar marchó al destierro en los Estados Unidos, de donde retornó cinco años después. Fallece en Cuba el 7 de septiembre de 1941.

Víctor Manuel García Valdés

Notable pintor cubano. Nació en 1897 Llevado a La Habana, por su familia a los 6 años, él demostró ya una actitud precoz para dibujar. A la edad de 12 años, él comenzó a estudiar en la escuela de arte de San Alejandro. Cuando contaba solo 14 años, comenzó a actuar como profesor oficioso de clases de dibujo elementales. Estudió con Leopoldo Romañach, otro famoso artista plástico cubano, a los 19 años, Sin embargo, realizó su primera exposición personal en 1924 cuando contaba 26 años. En 1925, viaja a Francia. Estando en Montparnasse un grupo de artistas franceses lo aconsejó firmar sus pinturas solamente como Víctor Manuel (hasta ese momento, él utilizó su nombre y apellido). Él vuelve a Cuba en 1927, y participa en una exposición en Asociación de los pintores y de los escultores de La Habana, que se considera uno de los puntos de partida del vanguardismo en la pintura en Cuba. En este tiempo, se dedicó, por casi dos años, a entrenar a otros pintores cubanos gratuitamente. Luego, regresa a Europa, visitando España y Bélgica. Retorna a Cuba en 1929. En este año crea su pintura más famosa: La Gitana tropical, considerada por los críticos como genuina expresión del vanguardismo cubano. En esa época su estilo está ya definido y también los temas de sus retratos, casi siempre femeninos y de paisajes, todo enmarcado por un cierto "posimpresionismo", que va pasando de la austeridad cromática a los rojos y verdes que invaden sus obras de los años 40. Obtiene un primer premio en 1935, en una exposición de arte en La Habana en la Sociedad Lyceum, y continúa exhibiendo sus trabajos en Cuba y en el exterior. Organiza exposiciones personales en la Universidad de la Habana (1945), la Asociación de Repórters (1951) y la Galería Lex (1956). Expone frecuentemente en los salones nacionales, y finalmente, en 1959, se organiza una exposición retrospectiva de su obra. Fallece en La Habana en 1969.

Gertrudis Gómez de Avellaneda

Gertrudis Gómez de Avellaneda: destacada poetisa camagüeyana, que llenó de orgullo a Cuba, por su obra literaria, que resalta su amor hacia su tierra y sus sentimientos más románticos. Su infancia transcurrió en Puerto Príncipe (hoy Camagüey), donde nació el 23 de marzo de 1814. A pesar de que recibió una educación informal, motivada por su condición de mujer y por la falta de centros de enseñanza adecuados, su extraordinaria genialidad se manifestó precozmente. Gertrudis Gómez de Avellaneda , cuyos méritos literarios se disputan Cuba y España, está enlazada a la evolución del romanticismo español pero pertenece también a la historia literaria de Hispanoamérica y, sobre todo, de Cuba, su Patria de nacimiento, donde se hizo mujer, donde inició su producción literaria y a la que siempre se sintió ligada, sentimiento que se pone de manifiesto en muchas de sus composiciones poéticas. Su personalidad está enmarcada entre los poetas líricos más destacados de la primera generación de románticos cubanos. Esta corriente se impone en la literatura hispanoamericana insular, impulsada por el crecimiento de la opresión colonial y por la agudización de las contradicciones políticas y sociales que estimularon los sentimientos nacionalistas y patrióticos. La nota que distinguió a esta primera generación de románticos es la libre expresión del sentimiento, abandonado a la efusión espontánea de la inspiración, pero atenta a la musicalidad de la versificación y a los adornos retóricos de la forma. La obra de Gertrudis está marcada con la nota distintiva en la que los sentimientos amorosos, nacionalistas y de libertad cobran fuerza inusitada. Cuando en 1836 tuvo que abandonar su patria, por razones familiares, contaba con 22 años de edad y en el momento de la partida sintió el arraigo al suelo natal y que expresa en su conocido soneto "Al partir". En gran número de composiciones se refiere a Cuba, ya sea para dedicar un romance descriptivo a las bellezas de la Isla, para ensalzar la belleza de la cubana o para expresarlas emociones de su vuelta a la patria, cuando retorna después de veintitrés años de ausencia, a la que siempre llama "dulce patria" y "tranquilo edén" de su infancia. Fueron muchos los halagos que recibió La Avellaneda al regresar a su patria. La destacada poetisa Luisa Pérez de Zambrana le ciñó una corona de laurel como reconocimiento a sus valores. Durante el tiempo de residencia en Cuba (1859-1864) contribuyó al movimiento de renovación poética, fundó y dirigió una revista: "Álbum cubano de lo bueno y de lo bello" y colaboró junto a los mejores escritores del país en la labor reformadora iniciada por la Revista de La Habana. Ganó un lugar en La Real Academia de la Lengua Española, que no pudo ocupar por su condición de mujer. Dejó al morir, en 1873, una profusa obra lírica que constituye uno de los monumentos más preciados de la cultura cubana, con indiscutible proyección universal.

Máximo Gómez Báez

Máximo Gómez Báez nació en Baní, provincia de Peravia, en la República Dominicana. A los 16 años se unió al ejército dominicano en la lucha contra las invasiones haitianas de Faustine Soulouque, logrando obtener el grado de alférez. Luchó con las tropas anexionistas en la Guerra de Restauración Dominicana. Originalmente, Gómez había ido a Cuba como oficial de caballería del Ejército español, pero en Cuba, el espectáculo desolador de la esclavitud de los negros y los desmanes de los funcionarios españoles contra los criollos, provocaron cambios profundos en su conciencia. Cuando se produjo el alzamiento del 10 de octubre de 1868 (Grito de Yara), decidió, junto a sus amigos de logia, alzarse en armas en Jiguaní. También se unieron desde el inicio otros dos oficiales dominicanos: Modesto Díaz y Luis Marcano. Entrenó a las tropas mambises en el uso del machete como arma de combate, protagonizando la primera carga con esta arma el 4 de noviembre de 1868 Durante los primeros meses de la Guerra Grande, Gómez se desempeñó en el departamento de Oriente, en el que alcanzó en breve tiempo el grado de Mayor General del Ejército Libertador. Al morir el Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz, en los potreros de Jimaguayú, Gómez es llamado por el secretario de Guerra de la República de Cuba en Armas para ponerse al mando de las tropas de Camagüey. Luego de sus resonantes éxitos en los campos del Camagüey, del que los mambises eran prácticamente dueños, con excepción de las ciudades de Puerto Príncipe (hoy ciudad de Camagüey), Florida y Nuevitas, Gómez fue enviado a organizar las anárquicas tropas de Las Villas, más al Oeste, con vistas a llevar a cabo la invasión del Occidente. Su gestión en Las Villas fue infructuosa, por el intenso regionalismo dominante y por la coincidencia de este movimiento con las sediciones de Lagunas de Varona primero, y de Santa Rita unos meses más tarde. Su acción militar más destacada fue la llamada invasión a Occidente. A partir del fugaz gobierno del presidente de la República de Cuba en Armas, Juan Bautista Spotorno, Gómez aplicó con toda severidad el decreto que llevaba su apellido (decreto Spottorno), de aplicar la pena de muerte a todo militar cubano que presentase proposiciones de paz que no estuvieran basadas en la independencia de Cuba. Al ser derogado por la Cámara de Representantes el decreto Spottorno, un grupo no despreciable de oficiales intermedios del Ejército Libertador comenzó a presentarse a las autoridades españolas, acogiéndose al Bando emitido por Martínez Campos de "amnistía y reconciliación". No obstante, luego de la captura por los españoles del entonces Presidente Cubano Tomás Estrada Palma y la floja gestión del gobierno ante las indisciplinas de Vicente García y otros oficiales cubanos sediciosos o "pacificadores", Gómez aceptó finalmente parlamentar con el general y Capitán General de Cuba, Martínez Campos. Corría el inicio de 1878, y en los Mangos de Baraguá se producía la famosa protesta de Antonio Maceo. Gracias a la gestión de Gómez, primero ante la Cámara cubana y luego ante Martínez Campos, se envió a Maceo al exterior bajo salvoconducto de inmunidad diplomática, más para contrarrestar su patriótica intransigencia y salvarle la vida, que para recaudar hombres, armas o municiones, como rezaba la orden del gobierno cubano en armas. Frustrados todos los intentos por continuar la lucha, el Generalísimo se retiró a Jamaica. Posteriormente se traslada a Costa Rica, donde restableció el contacto con Maceo y años después con José Martí, cuya labor organizadora para la "Guerra Necesaria", terminó por conquistarlo. En Montecristi, en la República Dominicana, Gómez firmó junto con Martí el histórico documento conocido como Manifiesto de Montecristi. En abril de 1895 llegaron Gómez y Martí a Cuba, desembarcando en Playitas de Cajobabo, costa sur de Guantánamo. En otra expedición arribaron a Cuba los hermanos Maceo, por Duaba, cerca de Baracoa. Pocas semanas después, tras ser constituida la jerarquía militar del Ejército Libertador, con Gómez como General en Jefe y Antonio Maceo como Lugarteniente General, caía Martí en Dos Ríos, con gran pesar de Gómez. A finales de ese mismo año comenzaría la Invasión a Occidente, una ingente gesta militar libertadora librada por Gómez y Maceo desde Mangos de Baraguá hasta Mantua, hasta donde llegó Maceo en octubre de 1896. Mientras Maceo avanzaba más al oeste, Gómez, libró en Camagüey y Las Villas, una victoriosa campaña. En la frontera de Las Villas con Matanzas, Gómez llevó a cabo el célebre "Lazo de la Invasión", que le permitió avanzar hacia el oeste. En La Habana, además de recibir su segunda y última herida de bala, llevó a cabo una estrategia de movimientos extremadamente eficaz para eludir el combate abierto. Volvió a retirarse al Este, para reunirse con los patriotas en la histórica Asamblea de la Yaya, que se produciría a comienzos de 1897. El Viejo, o Chino Viejo, como era conocido Gómez por sus íntimos, se llenó de pesar al conocer de la caída en combate de Antonio Maceo y junto a él de su bravo y querido hijo, Francisco "Panchito" Gómez Toro. Inmediatamente designó como Lugarteniente al experimentado Mayor General Calixto García Íñiguez, quien sería el encargado de llevar las acciones de guerra en todo el departamento oriental. Gómez se mantuvo durante todo 1897 operando entre Las Villas y Las Tunas, mientras en Occidente actuaban los generales Lacret y Mayía Rodríguez. El Generalísimo se hizo célebre por la severa disciplina que imprimió a sus tropas. Al producirse la intervención norteamericana en la guerra, Gómez se hallaba hacia el centro del país, en su tarea de diezmar las decadentes tropas españolas y a punto de avanzar por segunda vez a La Habana. Reaccionó airado ante la prohibición de entrar en Santiago de Cuba a las tropas cubanas, emitida por el general estadounidense Shafter. En 1898 se trasladó a La Habana para la Quinta de los Molinos, donde fue recibido por una multitudinaria manifestación de simpatía. Al establecerse la Asamblea del Cerro como Gobierno Provisional, Gómez entró a formar parte de ella, pero se negó a dirigirla, alegando su carácter puramente militar y su condición de extranjero. Entró en contradicciones con varios de sus diputados, varios de los cuales militaban entre las filas de los reformistas y los autonomistas, y cuya mayoría era de extracción burguesa. El 12 de marzo de 1899, la Asamblea del Cerro acordó la destitución de Máximo Gómez como General en Jefe del Ejército Libertador, y la eliminación definitiva de ese cargo. Las discrepancias habían llegado a su clímax y se resquebrajó la imprescindible unidad. Al conocerse la noticia, la Asamblea se disuelve ante la magnitud de la protesta popular. El pueblo de Cuba queda sin representante ante las injerencias estadounidenses. Por su condición de extranjero se negó a postularse como candidato a la presidencia, ante las inminentes elecciones de 1902, en las que Tomás Estrada Palma figuraba como candidato preferido de los ocupantes estadounidenses. Gómez apoyó públicamente la candidatura de Bartolomé Masó. A partir de ese momento, Gómez, se retiró a una villa en las afueras de la capital. El Generalísimo Máximo Gómez Báez falleció el 17 de junio de 1905, sin fortuna personal, en su villa habanera, a la edad de 68 años.

José Miguel Gómez

Natural de Sancti Spíritus, Las Villas, donde nace el 8 de junio de 1858 Político cubano. Veterano de las luchas independentistas como General del Ejército Libertador. Se incorpora a la revolución el 11 de septiembre de 1895 y ya en 1896 se le confiere el grado de Coronel, gracias a su desempeño heroico durante la contienda, especialmente durante la toma del pueblo de Arroyo Blanco. En 1896 obtiene el grado de General de Brigada y en 1898 el de General de División. Poco antes de terminada la guerra es designado por la asamblea constituyente de Santa Cruz del Sur, para trasladarse a Washington a determinar asuntos importantes con el gobierno norteamericano en nombre de los representantes cubanos. La comisión ejecutiva de la asamblea en su última sesión celebrada en el Cerro, en La Habana, el 30 de junio de 1899, acuerda conferirle el grado superior de Mayor General del Ejército Libertador. Durante la primera ocupación militar norteamericana, el General Brooke lo nombra gobernador Civil de Las Villas, cargo que nuevamente ocupó en 1902, esta vez por elección popular. Forma parte de la asamblea constituyente que redactó la primera constitución de la república cubana. En 1908 es elegido presidente de la república por el partido liberal, mandato que desempeñó durante cuatro años. Su gobierno se inaugura el 28 de enero de 1908. Durante su mandato caracterizado por la corrupción, típica de los gobiernos en la recién inaugurada República, tiene lugar el levantamiento armado de miembros del Partido de los Independientes de Color, que luchaban por la igualdad y el reconocimiento de los negros dentro de la nueva sociedad cubana. Este movimiento culmino en un baño de sangre y el asesinato de sus dirigentes. Durante su gobierno se creó la marina nacional, se mejora las condiciones del ejército y se ejecutan las grandes obras del alcantarillado y pavimentación de La Habana, y se le presta gran interés a las comunicaciones y los trabajos sanitarios. y se establecen las Academias de Arte de letras y de la historia, así como el Museo Nacional. Su gobierno resulta muy polémico por las concesiones otorgadas en obras de servicios públicos y de leyes muy discutidas en la época, como la autorización de las peleas de gallos y la lotería nacional, así como por escándalos de corrupción. Por ello, José Miguel Gómez recibió el mote popular de Tiburón que "se baña pero salpica", en alusión a la repartición de cargos público entre sus allegados. Muere en Nueva York, el 13 de junio de 1921.

Juan Gualberto Gómez

Destacado patriota y periodista. Nació el 12 de julio de 1854, en Sabanilla del Comendador, hoy municipio Juan Gualberto Gómez, provincia de Matanzas, en el ingenio azucarero "Vellocino de Oro", propiedad de Catalina Gómez. Sus padres, Fermín Gómez (Yeyé) y Serafina Ferrer (Fina), eran esclavos, que lograron comprar la libertad del niño antes de su nacimiento. Por su notable inteligencia y fácil aprendizaje, a pesar del sacrificio económico que les significaba, sus padres lo enviaron a estudiar a La Habana, al colegio Nuestra Señora de los Desamparados, dirigido por Antonio Medina y Céspedes, un maestro afroamericano inspirado en la obra de José de la Luz y Caballero. En 1868 estalló la llamada Guerra de los Diez Años. El clima de violencia que empezaba a imperar, decidieron a los padres de Juan Gualberto, apoyados económicamente por Catalina Gómez, a mandarlo a Francia a estudiar el oficio de constructor de carruajes. En julio de 1872 llegaron a París, Francisco Vicente Aguilera y el general Manuel de Quesada, para recolectar fondos para los independentistas en Cuba. Al necesitar de un traductor, Juan Gualberto fue contratado, estableciendo su primer vínculo político. En 1875 nace la Tercera República Francesa y Juan Gualberto suspendió sus estudios al obtener un puesto como periodista en la revista Revue et Gazette des Theatres, que será el comienzo de su carrera periodística. A finales de 1878 retornó Juan Gualberto a La Habana, donde conoció a José Martí. A partir de entonces nace una común empatía fundada en ideales compartidos que estrecharía su amistad y sus objetivos por la independencia de Cuba. Funda el periódico La Fraternidad en 1879, cuya publicación se interrumpe al ser deportado, debido a su simpatía y vinculación a los clubes revolucionarios y movimientos conspirativos de esa época. A su regreso a Cuba en 1890, José Martí lo designa como su delegado en la Isla para los preparativos de la guerra. A él le correspondió dar la orden de alzamiento armado el 24 de febrero de 1895, Apresado poco tiempo después es nuevamente deportado y preso en Ceuta. Miembro de la Asamblea Constituyente, se destacó por su oposición a la aprobación de la ignominiosa Enmienda Platt. Después de que el 20 de mayo de 1902 se declarase a Cuba una República, supuestamente independiente, escribió como periodista revolucionario, artículos y crónicas en los que criticó las posturas proanexionistas, postura consecuente con el legado martiano, que mantuvo hasta su muerte. Ejemplo de honestidad, vivió en su modesta vivienda en La Habana, ejerciendo el periodismo y consecuente crítico a las maniobras politiqueras y entreguistas de los gobiernos de la época. Muere el 5 de marzo de 1933, en la capital cubana, a los 80 años de edad.

Miguel Mariano Gómez

Político Cubano y presidente de la República de Cuba durante siete meses, en 1936. Hijo del también Presidente José Miguel Gómez. Nació en La Habana, en 1889. En 1926 fue elegido Alcalde de La Habana Opositor a la dictadura del General Gerardo Machado tiene que partir al exilio en Nueva York Regresó a Cuba en 1933 después de la caída de Machado y en ese mismo año es designado presidente de la República, con el apoyo del ya jefe del ejército, Fulgencio Batista. Con el relativo prestigio ganado durante su administración como alcalde de La Habana en que se realizaron importantes obras como un hospital de Maternidad y un hospital infantil" entre otras. Su gobierno no logró contar con un fuerte apoyo de la opinión pública, dado el carácter espurio de su elección y tuvo desde casi el primer momento, una fuerte oposición política, sin que pudiese contar en el congreso con una mayoría que le permitiese realizar su programa, situación que se agravo al perder el apoyo de una parte de los elementos políticos que habían contribuido a su elección, particularmente por las contradicciones surgidas con su propio mentor, Fulgencio Batista, quien en un primer momento favoreció su ascenso a la presidencia y verdadero poder detrás del trono En el seno del congreso, en trama urdida por el propio Batista, formuláronse contra él acusaciones de interferir con la facultades del poder legislativo, a virtud de lo cual se acordó su destitución el 24 de diciembre de 1936. Falleció en La Habana en 1950.

Mariana Grajales Coello

Su ejemplo ha devenido símbolo de la mujer cubana. Nació en Santiago de Cuba, Oriente, el 12 de julio de 1815 de padres dominicanos: José Grajales y Teresa Coello, tal como aparece inscrito en el libro de bautismo de la parroquia santiaguera de Santo Tomás, ubicada en lo que es hoy parte del centro histórico de la Ciudad de Santiago de Cuba, aunque la mayoría de las fuentes citan al 26 de junio de 1808 como la fecha de su nacimiento. Recibió instrucción elemental, hasta donde era posible en la Cuba colonial para los negros y mulatos libres, aún con relativa independencia económica. Recibió una educación ética, en el seno de su familia, favorable para transmitirla posteriormente a sus hijos. El 31 de marzo de 1831 se casó con Fructuoso Regüeiferos, con quien tuvo cuatro hijos: Felipe, Fermín, Manuel y Justo. En 1840 enviudó. En 1843 se unió a Marcos Maceo, nativo de Santiago de Cuba y nacido en Venezuela, residente en Cuba desde 1825. El matrimonio se establece en la finca propiedad de Marcos, ubicada en Majaguabo, San Luis. En 1845 nació el primogénito: Antonio Maceo. Posteriormente nace: José, Rafael, Miguel, Julio, Tomás y Marcos Maceo Grajales, así como dos hembras: Baldomera y Dominga. Aunque la familia contaba con una casa en Santiago de Cuba, su residencia fija era en su propiedad rural, donde vivían con relativa libertad y no sentían el despotismo hispano y la discriminación racial imperante. El 12 de octubre de 1868, dos días después de iniciada la guerra, Mariana reunió a todos los hijos y les hizo jurar, ante un crucifijo, que lucharían hasta la muerte por la independencia de la patria. Todos participaron en la Guerra del 68: Felipe es fusilado siendo capitán; Fermín murió en combate, en Cascorro el 18 de abril de 1874; Manuel cayó en el combate de Santa Isabel, con grado de sargento; Justo, siendo capitán, es hecho prisionero y fusilado cerca de San Luis, Oriente. De los Maceo, el primero en caer es su esposo Marcos, quien con grado de sargento murió en el combate de San Agustín de Aguarás el 14 de mayo de 1869. Rafael, quien había alcanzado el grado de general de brigada, es hecho prisionero al concluir la Guerra Chiquita y enviado a las cárceles de Chafarinas, en Marruecos, donde murió el 2 de mayo de 1882; Miguel cayó junto a su hermano Fermín, en Cascorro, con grado de teniente coronel; Julio, siendo subteniente, murió heroicamente en la acción de Nuevo Mundo el 12 de diciembre de 1870. Concluida la contienda del 68, a Mariana solamente le quedaban cuatro hijos varones: Antonio y José, quienes caerían gloriosamente en la gesta del 95; y Tomás y Marcos, quienes sobrevivieron a la contienda. Baldomera y Dominga también se incorporaron a la guerra, trabajando en los hospitales de campaña. Además de madre ejemplar, Mariana simboliza a la mujer mambisa, pues a pesar de su avanzada edad, curó heridos en los hospitales de campaña y arengaba a los convalecientes incitándolos a que, una vez restablecidos, regresaran con más bríos al campo de batalla. Alentó la rebeldía de Antonio en su histórica Protesta de Baraguá el 15 de marzo de 1895. Murió en el exilio el 27 de noviembre de 1893. Sus restos fueron trasladados a Cuba el 24 de abril de 1923 y se le dio sepultura en el Cementerio Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba.

Ramón Grau San Martín

Nació el 13 de septiembre de 1882 en La Palma, Pinar del Río. Graduado de médico en 1908, obtuvo la Cátedra de Fisiología de la Universidad de La Habana en 1921. En 1930 se unió a los estudiantes en la lucha contra el dictador Gerardo Machado, por lo que estuvo recluido en el Castillo del Príncipe y posteriormente en el Presidio Modelo de Isla de Pinos entre los años 1931 y 1932. Tras una amnistía partió hacia Miami. Al caer la tiranía de Gerardo Machado, el 12 de agosto de 1933, se dispuso a regresar para incorporarse a sus actividades científicas y docentes. Uno de los firmantes de la Proclama al Pueblo de Cuba tras el movimiento militar del 4 de septiembre de 1933, integró el llamado gobierno de la Pentarquía, designado por la denominada Agrupación Revolucionaria de Cuba. El 10 de septiembre, se desintegró la pentarquía y asumió la presidencia de la República, presidiendo un gobierno conocido después como de los Cien Días, cuyas medidas populares y progresistas se debieron a la ejecutoria de Antonio Guiteras. Este gobierno se caracterizó por la manifestación de tres corrientes político-ideológicas diferentes y que motivó en su seno, profundas contradicciones. Grau expresaba las tradicionales posiciones reformistas y conservadoras; Batista las posiciones de extrema derecha, incondicional a los intereses extranjeros, y Guiteras, las posiciones revolucionarias más radicales. Por iniciativa de este último, se tomaron medidas de gran arraigo popular, como la nacionalización de la Compañía Cubana de Electricidad, entonces propiedad norteamericana, y otras de amplio beneficio para la clase obrera, como la jornada laboral de 8 horas. Expresión de tales contradicciones, lo constituyeron las sangrientas medidas represivas que adopta Batista contra huelgas obreras organizadas por los sindicatos en demanda de mejoras salariales y toda manifestación de descontento popular. En aquellas circunstancias, el Partido Comunista no supo distinguir las diferencias existentes entre las tres corrientes que se manifestaban en el seno del gobierno y no valoró adecuadamente el papel revolucionario que asumía Antonio Guiteras. Posteriormente, promovido y apoyado por la embajada norteamericana, Batista, que ocupaba el mando del ejército, lleva a cabo un nuevo golpe militar, el 15 de enero de 1934 poniéndose fin al Gobierno de los Cien Días. Al producirse el golpe militar contrarrevolucionario, Grau, Carlos Prío y otros miembros del DEU asumieron una posición cobarde y no ofrecieron resistencia al mismo, mientras que Antonio Guiteras pasó a la clandestinidad con el objetivo de reorganizar el movimiento revolucionario. Cinco días después, Grau partió hacia México para instalarse posteriormente en Miami. Bajo sus indicaciones, sus seguidores en Cuba crearon el comité gestor del futuro Partido Revolucionario Cubano (Auténtico). En Diciembre de 1938 regresó a Cuba y resultó electo delegado a la Asamblea Constituyente de 1940, presidiendo sus sesiones durante cierto tiempo. Capitalizando como propias las medidas revolucionarias dictadas por Guiteras una década antes, es electo con gran apoyo popular como Presidente constitucional de la República, mandato que ejerce desde el 10 de octubre de 1944 hasta el 10 de octubre de 1948. Su programa de corte reformista, supuestamente revolucionario en teoría, solamente quedó expresado en la demagogia verbal. Su mandato se caracterizó por un auge inusitado de la corrupción administrativa y del gansterismo, tolerado por las autoridades. También desató una violenta represión contra el movimiento obrero y campesino. Durante la segunda dictadura de Batista (1952-1958), fue aspirante a la presidencia en dos ocasiones en las amañadas elecciones organizadas por la dictadura para legitimarse. Falleció el 28 de julio de 1969 en la Ciudad de La Habana.

Fabio Grobart

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