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Reseñas biográficas de figuras significativas en la historia de Cuba (página 7)


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Prestigioso dirigente azucarero, se destacó por su gran influencia sobre el movimiento obrero cubano y la conquista del llamado «diferencial azucarero» por lo que fue llamado el General de las Cañas. Nació el 14 de diciembre de 1911 en el municipio Encrucijada en la antigua provincia de Las Villas. Miembro del Partido Socialista Popular (Cuba) a partir de 1931. En 1938 comenzó a desempeñar el cargo de Secretario General de la Federación Provincial de Trabajadores de las Villas. También se desempeñó como Secretario General de la Federación Nacional Obrera Azucarera. En 1940 fue Delegado Suplente a la Asamblea Constituyente, y en dos ocasiones fue Representante de la Cámara de la República, hasta su muerte. En 1941 el PSP sustituyo a Jesús Menéndez como secretario general de la Federación de Trabajadores de Las Villas, ya que pasaría a dirigir la Federación Nacional de Trabajadores Azucareros (FNTA) de Cuba, desde la cual condujo importantes luchas obreras. Luego de concluida la Segunda Guerra Mundial, se opuso a la decisión del gobierno de Ramón Grau San Martín de establecer y congelar por dos años el precio del azúcar para Estados Unidos, en un nivel mucho más bajo que el que establecía el mercado internacional. Asesorado por el economista Jacinto Torras y la movilización de los trabajadores del azúcar, el líder obrero exigió y obtuvo que el sindicato participara de las negociaciones que se realizaron en Washington, logrando imponer una «cláusula de garantía» que estableció que el precio de azúcar exportada aumentaría en la misma proporción que el precio de los productos de primera necesidad que Cuba importaba de Estados Unidos. Debido a esta cláusula, los trabajadores del azúcar obtuvieron a fin de año, un salario extra del 13,42%, que se conoció como «diferencial azucarero». En 1947 el gobierno de Grau San Martín siguió las presiones norteamericanas y aceptó una reducción drástica del porcentaje establecido para el «diferencial azucarero» de ese año. En esas condiciones se agudizó las acciones de lucha del movimiento sindical hasta que el gobierno ordenó su detención, en un evidente acto de provocación debido a que Jesús Menéndez gozaba de inmunidad en su condición de representante a la Cámara por el Partido Socialista Popular. El 22 de enero de 1948 el capitán Joaquín Casillas subió en Manzanillo al tren en el que viajaba Menéndez con la intención de detenerlo. Debido a su inmunidad, el dirigente sindical rechazó la orden por ilegal y se negó a seguir al militar, dándole la espalda. Casillas entonces le dispara traidoramente por la espalda dándole muerte.

José Jacinto Milanés

Poeta, dramaturgo y ensayista. Nació el día 16 de agosto de 1814, en la ciudad de Matanzas. Primogénito de una familia numerosa y de escasos bienes de fortuna. No obstante la estrechez económica de los padres, José Jacinto adquirió algunos conocimientos superiores en la famosa escuela que en aquella capital dirigía el educador, Don Ambrosio José González. La facultad autodidacta de Milanés era tan acentuada, como su afán de aprender y de superarse intelectualmente (estudió varias lenguas) hizo posible, años más tarde, cuando ya se le conocía como un cantor popular, hacer versos en francés y cantos, en italiano. Escribió desde muy joven ensayos dramáticos. Comenzó a trabajar en Matanzas con su tío político Don Simón de Ximeno, el cual en 1832 le consiguió un empleo en el escritorio de una ferretería en La Habana. En 1833, al estallar la epidemia de cólera en La Habana, regresó a su ciudad natal. Al año siguiente llegó a Matanzas Domingo del Monte, ya consagrado y destacado en las letras patrias, que había de ser con los años, su gran amigo y consejero. En 1836, al regresar Del Monte a La Habana, lo invitó en más de una ocasión a pasar temporadas en su casa, donde se relacionó con los escritores que frecuentaban su tertulia. Allí pudo ampliar, a través de la biblioteca de Del Monte, su cultura clásica y moderna, y se inició su período de mayor actividad literaria, que abarca los años 1836-1843. Publicó en el Aguinaldo Habanero (1837) su famoso poema "La Madrugada" y otras poesías. Aparecieron colaboraciones suyas en casi todas las revistas habaneras: El Plantel (1838), El Álbum (1838, 1839), La Cartera Cubana (1839), El Prisma (1846), Flores del Siglo (1846), El Artista (1848), Revista de la Habana (1853, 1856), Revista Universal (1860). En Matanzas colaboró en La Aurora y El Yumurí. En casa de Del Monte trató Milanés a Anselmo Suárez y Romero, a Cirilo Villaverde, a Ramón de Palma y Romay, a José Z. González del Valle y a tantos otros. De las tertulias en el hogar de Delmonte nace "El Conde Alarcos "drama que se estrena en 1838 en La Habana en el "Teatro Principal", por la "Compañía Duclós" con gran éxito de crítica. Con esta obra se situó entre los primeros que cultivaron el drama romántico en lengua española. Aun no hacía dos años que "El Conde Alarcos", se hubiera estrenado, cuando Del Monte logró que Milanés fuese nombrado en importante cargo público, que hubo de desempeñar en su provincia natal, lugar al que llegó el poeta, entregándose a una laboriosa tarea de producción teatral, ya que, sus quehaceres oficiales, le dejaban casi todo el tiempo libre para desplegar sus afanes intelectuales. A partir de 1843 padecería de un mutismo que le duró hasta su muerte, convirtiéndose en un fantasma viviente en su casona, junto con su hermano Federico. sede hoy del archivo histórico de Matanzas. Algo mejorado, escribió ya algunos poemas, sin lograr igualar los de sus primeros tiempos. En 1852 su enfermedad sufre una nueva crisis que lo hizo caer en un mutismo casi completo hasta su muerte ocurrida el 14 de noviembre de 1863

Guillermo (Guillermón) Moncada Veranes

Uno de los héroes más sobresalientes de las gestas independistas cubanas en contra del colonialismo español. Nació el 25 de junio de 1840 en Santiago de Cuba, Departamento de Oriente, Cuba. Su padre, Narciso Veranes, esclavo liberto, no quiso reconocer a sus hijos, por lo que Guillermón tenía como único apellido el de la madre, Dominga Moncada. De niño aprendió a leer y a escribir. De mozo, se hizo carpintero. Sus compañeros de armas lo llamaban Guillermón, por su estatura y coraje en las batallas. Estuvo entre los primeros en incorporarse a las filas insurrectas en 1868, y gracias a su valentía ascendió a General del Ejército Libertador. En la Guerra de los Diez Años combatió bajo las órdenes del mayor general Donato Mármol. En Julio de 1869, Donato Mármol lo designó segundo jefe de uno de los batallones de la División Cuba. En julio de 1870, después de reorganizada la División Cuba por su nuevo jefe, el mayor general Máximo Gómez, Moncada quedó de jefe del Quinto Batallón. En febrero de 1871 asumió interinamente el mando del regimiento, sustituyendo a Rustán, quien se hallaba gravemente herido. Jefe de la vanguardia de las fuerzas que invadieron Guantánamo en agosto de 1871 participó en diversos combates. En junio de 1872 se subordinó al mayor general Calixto García, nuevo jefe de la División Cuba. El 9 de enero de 1874, se incorporó al destacamento que organizó el general Gómez para invadir Las Villas. Resultó herido en el combate de Naranjo-Mojacasabe, en Camagüey el 10 de febrero de 1874. El 30 de septiembre de 1874 regresó a Oriente, junto con Antonio Maceo. Rechazó el Pacto del Zanjón para convertirse en uno de los hombres de la Protesta de Baraguá el 15 de marzo de 1878, junto al General Antonio Maceo. El gobierno provisional del mayor general Manuel de Jesús Calvar lo designó jefe de la División de Guantánamo, con grado de general de brigada, para continuar la guerra, hasta que las adversas condiciones lo obligaron a deponer las armas el 10 de junio de 1878. Uno de los protagonistas de los sucesos de Santiago de Cuba el 26 de agosto de 1879, donde se inició la Guerra Chiquita. Calixto García, siendo presidente del Comité Revolucionario Cubano lo designó jefe de las fuerzas del centro y sur de la provincia de Oriente, con grado de mayor general. Libró algunas acciones en la región de Guantánamo. Comprendiendo que la causa estaba perdida, junto con el entonces general de brigada José Maceo, realizó el Acuerdo de Confluentes, mediante el cual capituló el 2 de junio de 1880. Después de embarcar hacia Jamaica, los españoles lo apresaron traicioneramente en alta mar y condujeron a Puerto Rico, de donde lo remitieron a España y a las Islas Baleares. En 1886 lo amnistiaron. Regresó a Santiago de Cuba el 22 de septiembre de ese año. Participó en los preparativos del plan Gómez-Maceo (1884-1886), en sus postrimerías, y en la conspiración conocida como La Paz del Manganeso (1890). Por sus actividades subversivas, del 1 de diciembre de 1893 al 1 de junio de 1894, el régimen español lo mantuvo preso en el cuartel Reina Mercedes, de Santiago de Cuba. Al abandonar el presidio volvió a Cuba, a su Oriente. José Martí lo designó jefe de la provincia oriental durante la preparación de la Guerra de 1895. Después de dar la orden de alzamiento a la región Este de la provincia, Guillermón se dirigió a Alto Songo, donde se alzó al amanecer del 24 de febrero de 1895. Ya la tuberculosis, mal que contrajera en las cárceles españolas, estaba en fase terminal. Sintiendo la proximidad de la muerte, confió la jefatura de su región al mayor general Bartolomé Masó, Murió en el campamento de Joturito, en Mucaral, término municipal de Alto Songo, Santiago de Cuba el 5 de abril de 1895. Sus restos reposan en el Cementerio de Santa Ifigenia, en la ciudad de Santiago de Cuba.

Jesús Montané Oropesa

Revolucionario cubano, asaltante del Cuartel Moncada y destacado dirigente del gobierno cubano después de 1959. Nace el 15 de abril de 1923, en Isla de Pinos. Pasó los años de su niñez y su primera juventud en su ciudad natal. Realizó varios oficios eventuales. Fue enumerador, durante el censo de 1943 en la zona de "Santa Fe" junto a Mariano Rives, que desde entonces llegaron a ser grandes amigos. En el año 1942 se graduó de bachiller en la American Central School y posteriormente se titula de profesor de inglés y estudia Ciencias Comerciales. Se graduó de contador y aprendió el inglés. Integra la Sección Juvenil del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico) y realiza actividades de propaganda. En la década del 40 integra el Partido Ortodoxo presidido por Eduardo Chibás e inicia sus actividades sindicales y revolucionarias. Por organizar el sindicato junto a Santiago Álvarez en la firma "Seguros Godoy Sayan" es despedido. Conoce a Fidel en septiembre de 1946 en la compañía General Motors donde trabaja como tesorero y jefe de personal, y junto a él participa en múltiples actividades estudiantiles universitarias de protesta contra medidas arbitrarias del gobierno de turno. El 10 de marzo de 1952 se acuartela en la colina universitaria y un mes después en unión de Abel Santamaría y Raúl Gómez García editan el periódico clandestino "Son los Mismos", transformado en "El Acusador" a propuesta de Fidel Castro. Su vinculación a Fidel, Abel, Mario Muñoz, Boris Luis Santa Coloma y otros compañeros lo mantienen en diversas actividades revolucionarias como tesorero, trasiego de armas, propaganda, organización entre otras que lo prestigian para integrar la dirección del movimiento revolucionario en gestación. Junto a Fidel participa en el Asalto al Cuartel Moncada. Tras el fracaso de la acción, parte hacia las montañas junto al máximo líder, pero por su estado físico Fidel ordena a él y otros combatientes (algunos heridos), bajar a Santiago de Cuba, donde resulto detenido días después. El 13 de octubre junto a otros 6 compañeros es trasladado al reclusorio nacional para hombres en Isla de Pinos lugar donde en compañía de Fidel y el resto de revolucionarios. El 15 de mayo de 1955 son excarcelados los moncadistas. Días después se constituye oficialmente el Movimiento de 26 de Julio y posteriormente marcha al exilio, en México. Desembarca en Las Coloradas con los expedicionarios del Granma, comandados por Fidel. Después del revés de Alegría de Pío, disperso y hambriento, es capturado por marineros de la tiranía y lo envían al Cuartel Moncada donde es insultado y amenazado. Condenado a 6 años de cárcel retorna al presidio modelo en su ciudad natal hasta que el 1ro.de enero de 1959 es puesto en libertad. Con el triunfo de la revolución desempeña múltiples funciones gubernamentales. Entre 1959-1960 (alcalde de Isla de Pinos), Director del Instituto Penal del Ministerio de Gobernación, Subdirector del INIT. En 1962 es designado subjefe del Estado Mayor General del MINFAR e inicia estudios en la escuela básica superior de guerra. El 6 de diciembre de 1963 es nombrado ministro de comunicaciones, cargo que mantuvo hasta enero de 1973. En 1965 integra el comité central del PCC. Un año después es nombrado responsable nacional de administración y finanzas de su secretariado y en el 70 ocupa la secretaría de organización del CC del PCC. En 1973 se le nombra ayudante del primer secretario del comité central, cargo que mantuvo hasta su muerte, sin dejar de cumplir otras funciones políticas y de gobierno, como miembro suplente del buró político, miembro del secretariado del CC del PCC y diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular. Muere el 7 de mayo de 1999, en Ciudad de La Habana.

María de las Nieves del Monte y Aponte

Nació en Maracaibo, actual Venezuela, el 4 de agosto de 1804. Su padre, Leonardo del Monte y Medrano, se desempeñó como Oidor de la Real Audiencia de Santiago de Cuba. En 1809, a la edad de cinco años, viaja a Cuba con su familia que se establece en La Habana donde permaneció el resto de su infancia y la mayor parte de su vida. Comenzó los estudios en el Real Seminario Conciliar de San Carlos y San Ambrosio en el que tenía por maestro al presbítero Félix Varela, destacándose en el aprendizaje. Más tarde en 1820 comenzó a estudiar derecho en la Real y Pontificia Universidad de La Habana hasta graduarse. Domingo del Monte hablaba cinco idiomas: francés, inglés, italiano, portugués y latín. Ejerció su labor como abogado entre los años 1826 y 1827, en el bufete de Nicolás Manuel de Escobedo. Formó parte del grupo de creadores de la Academia de Literatura Cubana. Poseedor de una amplia producción literaria, aunque existen muy pocos de sus artículos conservados. La mayor parte de estos fueron publicados en la Revista Bimestre de la Isla de Cuba (1831-1834), de la cual fue director. Su epistolario es publicado por Domingo Figarola-Caneda (publicó los tres primeros tomos) a partir del año 1923, con el nombre de "Centón Epistolario de Domingo del Monte". Los dos tomos restantes constaron de un prólogo de la autoría de Joaquín Llaverías, primer director del Archivo Nacional de Cuba. Editor de La Moda o Recreo semanal del bello sexo, en 1829 y El puntero literario, en 1830. Miembro de la Sociedad Económica de Amigos del País y Secretario de la Sección de Literatura desde 1830 Se le conoce como el primer crítico profesional en Cuba. Creó un famoso sistema de tertulias, en el cual se leía la obra de todos los que participaban, hasta incluso las pruebas de galera. Allí se le hacía crítica de corte constructiva que mejoraba considerablemente la redacción de las obras que eran expuestas. Entre los principales asistentes a estas reuniones se encontraban José Manuel de Cárdenas, José Jacinto Milanés y Juan Francisco Manzano, donde este último era un negro, que gracias a del Monte, pudo alcanzar la libertad. Debido a las acusaciones que le fueron impuestas con motivo de haber participado en la Conspiración de la "Escalera", abandona Cuba y fallece en Madrid, el día 4 de noviembre de 1853. Pasado un año, sus restos fueron trasladados a La Habana.

Rafael Montoro Valdés

Abogado, historiador y crítico literario. Nació en La Habana Cuba, el 24 de octubre de 1852. Entre 1862 y 1863 cursó estudios en el Colegio El Salvador, dirigido entonces por José María Zayas. Al año siguiente partió hacia el extranjero por motivos de salud, viaje en el que visitó Francia, Inglaterra y Estados Unidos. En este último país realizó estudios elementales en la ciudad de Nueva York, durante el año 1866. Nuevamente en Cuba se incorporó al Colegio San Francisco de Asís, en el que es discípulo de Enrique Piñeyro y Juan Clemente Zenea, y en el cual recibió sus primeras lecciones de oratoria a cargo de Antonio Zambrana. En 1868 visitó a Francia, y durante diez años residió en España, donde inició los estudios correspondientes a la carrera de Derecho. En Madrid participó en las labores del Ateneo, presidido en aquel entonces por Don Juan Valera, y en el que disertó sobre temas tan variados como: el realismo en el arte dramático; el positivismo y su influencia en las ciencias filosóficas y naturales; la Constitución inglesa; la poesía española y el teatro, entre otros. De igual forma, publicó diversos artículos en las páginas de la Revista Contemporánea, de El Tiempo, de la Revista Europea y de El Norte, en los cuales efectuó contribuciones relacionadas con el pensamiento filosófico, la crítica literaria y las cuestiones bibliográficas, así como aportó valiosos comentarios referidos a la economía, la política, las artes y la sociología. En dicha institución compartió sus actividades con figuras de la talla de Canovas, Azcárate y Castelar. Allí impartió un curso sobre "La Revolución Francesa", y abordó los caracteres del Krausismo y su influencia sobre otros pensadores. Durante esta etapa, estudió el pensamiento de Hegel, como parte de su formación cultural. Conoció a José Martí en una de sus visitas a la Biblioteca, y se desempeñó como Secretario de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles. De regresó a Cuba en 1878 es fundador del Partido Liberal (Autonomista), en el cual fungió como un destacado orador, y se convirtió por espacio de casi veinte años en su principal ideólogo, dedicándose por entero a su organización y defensa, en la que evidenció tanto su capacidad política como su rectitud de principios, a pesar de su posición opuesta al independentismo. En 1884 obtuvo el título de Licenciado en Derecho Civil y Canónico, en la Universidad de La Habana, y dos años más tarde resultó elegido como Diputado ante las Cortes españolas. Durante 1898 fungió como Secretario de Hacienda del breve gobierno autonomista. Al instaurarse la República, ocupó el cargo de Ministro plenipotenciario de Cuba en Inglaterra y Alemania, durante el mandato presidencial de Tomás Estrada Palma. En 1908 figuró como candidato a la Vicepresidencia de la República por el Partido Conservador y tres años después desempeñó el cargo de Secretario de la Presidencia durante el gobierno de Mario García Menocal. Con posterioridad fungió como Secretario de Estado en el período presidencial de Alfredo de Zayas y Alfonso. Desde su fundación, en 1910, figuró como Miembro de Número de la Academia Nacional de Artes y Letras, cuyos Anales dirigió en 1916, y en 1926 ingresó con igual rango en la Academia de la Historia de Cuba. Incursionó en los estudios sociológicos, económicos y políticos, así como en la crítica literaria. Publicó más de 350 artículos y trabajos en las más diversas publicaciones periódicas de la Cuba de fines del siglo XIX y primer tercio del XX. Falleció en La Habana, el 14 de agosto de 1933.

Rafael Simón Morales y González

Nació el 28 de octubre de 1848, en el barrio Río Seco, finca Santa Isabel, en San Juan y Martínez, Pinar del Río Cuba. Quedó huérfano de padre durante su infancia, lo que obligó a su madre a trasladarse a La Habana en busca de ayuda familiar. Profesor de Enseñanza Elemental, dio clases de Psicología a niños de 8 a 10 años. Se empeñó en elevar el nivel cultural de sus contemporáneos menos afortunados entregándose con pasión absoluta a fundar escuelas nocturnas para alfabetizar a artesanos y obreros. En esos años de la adolescencia y juventud de Moralitos se expandían en Cuba y particularmente en La Habana las doctrinas renovadoras de grandes personalidades de la pedagogía revolucionaria capitalista. Dichas doctrinas habían sido introducidas y enriquecidas por un grupo de adelantados cubanos, dentro de los que sobresalían: José Agustín Caballero, Félix Varela Morales, José Antonio Saco, José de la Luz y Caballero y Domingo del Monte, Rafael María de Mendive, entre otros. Uno de estos pedagogos extranjeros de mayor arraigo en Cuba lo constituyó el suizo Juan Enrique Pestalozzi. Moralitos estudió y aplicó creadoramente sus teorías durante su estancia en el Colegio Santo Tomás y se nutrió del pensamiento pedagógico más revolucionaria de su tiempo, ajustándolo a las nuevas necesidades de los años 50 y 60 del Siglo XIX. Con extraordinarios esfuerzos económicos, ejerciendo la enseñanza preceptora de hijos de familia adineradas, pudo Moralitos, en septiembre de 1860, matricular en la Facultad de Filosofía de la Universidad de la Habana. Los estudios en la Universidad los alternaba con su labor en el Colegio Santo Tomás. Por la gran demanda de que era objeto por parte de ricas familias de La Habana, para ejercer como preceptor de sus hijos, pudo dedicarse únicamente a esa labor, sin embargo prefirió poner todo su talento al servicio de la enseñanza de los obreros y planeó la apertura de aulas nocturnas. El 10 de octubre de 1868, con apenas 23 años, marcha entre los primeros hacia los campos insurrectos de la región camagüeyana. Sus méritos y dotes intelectuales le permitieron ocupar importantes responsabilidades Secretario del Interior de la Cámara de Representantes de la República en Armas. Fiel a la Constitución de Guáimaro aportó trascendentales leyes que dejaron su impronta en la historia insurreccional, entre ellas: la división territorial, la organización judicial, el régimen administrativo, la provisión de los cargos públicos y la Ley de Instrucción Pública. Siendo consecuente con su prédica legislativa, funda una escuela en la manigua, donde impartía clases a los soldados analfabetos en los propios campamentos; enseñaba a leer por medio de una cartilla creada por él donde introdujo el método silábico. En el período comprendido entre finales del año 1868 y mediados de 1872, en su condición de mambí y maestro, desarrolló en los campos de Cuba libre una actividad pródiga en obras de creación educativa, legislativa y periodística. Fundó La Estrella Solitaria, periódico que puso al servicio de todo patriota que quisiera enarbolar sus ideas sin limitación de expresión, en unos años de funestas contradicciones en el seno de las filas insurrectas. Durante estos años fructificó una inquebrantable amistad con Ignacio Agramonte, a quien consideraba, según sus propias palabras, "el hombre superior de esta guerra". Fallece el 15 de septiembre de 1872 el pequeño gran maestro y mambí Rafael Morales y González (Moralitos) en un lugar de la Sierra Maestra conocido como Piedra Blanca, cuando aún no había cumplido los 27 años de edad.

José Morales Lemus

En un caserío de la provincia oriental, en el embarcadero de Gibara, nació José Morales Lemus el 10 de mayo de 1808. Era su padre, natural de Canarias, capitán de barco, y viajaba en compañía de su esposa. A los pocos meses de nacido, quedó huérfano de madre y abandonado por su padre. De niño desvalido, pasar a ser, bajo la protección de dos paisanos del padre, estudiante, y recibir buena educación y graduarse en La Habana, primero de bachiller y luego de abogado. Más tarde, por la generosidad de otro canario, cuyos intereses administraba se convierte en dueño de una cuantiosa fortuna Cuando los desaciertos y los abusos cometidos por los gobernantes españoles Tacón y O'Donell, hicieron germinar en el corazón de algunos cubanos la idea de la anexión a los Estados Unidos, se fundó un partido anexionista, al cual perteneció Morales Lemus. Este partido cubano fracasó años después, debido a la oposición vigorosa y razonada que en el orden de las ideas le hizo José Antonio Saco. Más tarde, se forma otra agrupación, bajo la jefatura del catalán Ramón Pintó, con los mismos fines anexionistas, agrupación de la que Morales Lemus es una de las principales cabezas. Denunciada, la conspiración al general Concha, gobernador entonces de la Isla, abrió un proceso, y por último, hizo subir al patíbulo a Pintó. Morales Lemus viajó a New York, donde celebró conferencias con los que habían de ser jefes del movimiento armado. España, conocedora de lo que se tramaba, apeló a Inglaterra y a Francia para que en su favor alegaran ante el Gobierno de Washington. Así lo hicieron estas naciones, dando con ello lugar a que, en evitación de un serio conflicto con las más poderosas naciones europeas, el general americano Quitman, el hombre de la palabra comprometida, deshiciera los planes y abandonara todo espíritu aventurero. Después de este fracaso, Cuba quedó sumida en una paz todavía más despótica. Contribuyó con una fuerte suma de dinero a la fundación del periódico de tendencia reformista El Siglo, que hizo famoso el Conde de Pozos Dulce y que vio la luz pública en 1863 y que promovió la creación de una agrupación política compuesta por elementos liberales, hijos del país: el llamado partido reformista. De sus reclamaciones nada consiguieron de la metrópoli. Entonces este presentó un proyecto completo de autonomía política para la isla, inspirado en la mayor suma de libertades posibles. Pero España no lo tomó en consideración. Vuelve a Cuba, donde comienza de nuevo a ocuparse de su bufete. Al iniciarse la guerra en Yara, el 10 de octubre de 1868. España, manda de Gobernador al general Dulce. Bajo su mando ocurren los sucesos llamados del Teatro Villanueva y el Palacio de Aldama. Morales Lemus, desde los primeros días de la llegada del gobernante español, se embarcó para New York. Allí, desde su arribo, se puso a explorar el sentir del gobierno americano, esperanzado de que pudiera favorecer a los cubanos en su lucha por la independencia. Viejo, achacoso, aceptó sin embargo el cargo de representante de la revolución en los Estados Unidos. A poco de tomar posesión de la presidencia de los Estados Unidos el general Grant, Morales Lemus obtiene de él una audiencia en la cual le expone la situación de Cuba y las aspiraciones de los cubanos en armas, obteniendo solo inciertas promesas. Después de esta visita a Washington, vuelve a New York, donde lo esperaba la noticia de que en Guáimaro se había constituido el primer Gobierno cubano. También recibió las credenciales de Enviado extraordinario y Ministro en los Estados Unidos, con poderes para gestionar el reconocimiento de la independencia. Murió el 28 de junio de 1870, en New York.

Martín Morúa Delgado

Periodista y personaje relevante, no solo dentro de la política cubana, si además en la literatura y el periodismo. Nació en Matanzas el 11 de noviembre de 1857. Hijo de esclavos que compraron su libertad, antes de que este naciera. Dotado de inteligencia, tenacidad y carisma, dedicó desde joven grandes esfuerzos a su preparación cultural. Se inicio como periodista en el 1868 y un año después fundó el Periódico El pueblo, a través de cuyas páginas abogó por la defensa de los derechos de la raza negra, con lo cual inicio una larga y persistente labor dentro de la prensa. Publicó algunos versos y fundó el Círculo de Artesanos. Estuvo implicado en la llamada Guerra Chiquita, a consecuencia de lo cual se le envió a prisión y el gobierno colonial ordeno el cese de la circulación del periódico El pueblo, por lo que tuvo que emigrar a Cayo Hueso para desde allí proseguir su quehacer periodístico. Desde Nueva York dio a la imprenta los apuntes biográficos de Dos langostas que parecen hombres, folleto satírico pues Martín Morúa Delgado resulto un polemista sagaz, tanto mediante la oratoria como de la palabra escrita. En Estados Unidos ofreció otras muestras de su inteligencia y empeño. Estudió inglés, francés y portugués; se integro a los círculos que realizaban trabajos políticos a favor de la independencia y continuo fundando periódicos o escribiendo para ellos. Así lo vemos de redactor de El Separatista, La república y a partir de 1885, como director de El Cubano Libre, que se editaba en Estados Unidos. Otra faceta en su actividad literaria fue la de novelista. En 1891 publico su novela Sofía y una década después La familia Unzuazo. Como critico publicó el folleto titulado Las novelas del señor Villaverde y en la Revista cubana aparecieron otros textos referidos a temas de literatura extranjera. Fundó en 1892 la revista La nueva era, en la cual se dedica a comentar las obras de Ibsen. Este abrazo por un corto tiempo la corriente autonomista, pero pronto regreso al independentismo. Durante la Guerra del 95 emigró a Tampa y regresó a Cuba con la expedición del General José Lacret Morlot. Al terminar la guerra, la actividad periodística y política de Morúa Delgado se hizo más intensa. Fundó el Periódico La libertad; dirigió La república y colaboró en El Villareño. Delegado a la Asamblea Constituyente de 1901, y posteriormente senador de la Republica, funda el Partido Moderado en 1904, preside el Senado y es designado nombrado Ministro de la Agricultura, Comercio y Trabajo. Martín Morúa Delgado murió el 28 de abril de 1910.

Mario Muñoz Monroy

Mario Muñoz Monroy nació en Colón, Matanzas, el 26 de julio de 1912, Estudió la primera enseñanza y la secundaria en el Instituto de Colón. Obtiene el Título de Bachiller en Ciencias y Letras, a los 21 años, en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana, el 28 de agosto de 1934. Ingresa en la Universidad de La Habana, donde matricula la carrera de Medicina, en el curso académico de 1934-1935. El momento de su ingreso en la Universidad es de gran crisis política económica y social en Cuba, pues el estudiantado se encuentra en franca rebeldía contra el tirano Machado. Es uno de los líderes de la histórica huelga de marzo de 1935. En 1942 logró por fin, habiendo regresado a las aulas, hacer su ejercicio de grado el 5 de febrero de ese año. Lo hace con nota de sobresaliente graduándose el 16 de marzo. Inmediatamente comienza a ejercer la bien ganada profesión en su ciudad natal, donde llega a ser por todos estimado. No deja de pensar que la verdadera revolución no se ha hecho. Es designado médico de la Casa de Socorros de Colón, durante el gobierno de Grau, y ejerce el cargo en beneficio de la población, que lo admira y le profesa un gran cariño. Pero renuncia a su puesto, indignado, cuando politicastros "auténticos" le proponen que emplee su cargo de médico oficial para la captación de votos para las contiendas politiqueras. Nuevamente renuncia cuando, designado en el gobierno de Prío como radiólogo del Hospital de Colón, su honradez indoblegable tropieza con el oportunismo de los gobernantes de turno. Ingresa entonces en el Partido Ortodoxo; y muerto Chivas, comprende que sus entonces máximos dirigentes no son revolucionarios y se mantiene a la espera de la hora de Cuba. Al dar Batista el cuartelazo del 10 de marzo de 1952, se dispone a la lucha y encuentra en Fidel Castro el jefe capaz de iniciar la revolución y llevarla a la victoria. Es su casa un centro de conspiración, donde se congregan los conjurados. A las reuniones asisten Fidel, Abel, Haydee Santamaría, Boris Luis Santa Coloma, Julito Reyes y Mario Martínez Arará. El médico aficionado a la radio transmisión, pone sus conocimientos a disposición de la causa y construye varias plantas. Es el único médico del grupo que participa en el asalto al Cuartel Moncada. Incorporado a los asaltantes que ocupan bajo el mando de Abel Santamaría, el Hospital Civil General Saturnino Lora, de Santiago de Cuba. Fracasada la acción es hecho prisionero. Conducido por los esbirros junto a Haydee Santamaría y Melba Hernández, en calidad de detenidos por la calle Trinidad, al aproximarse a la escuela anexa a la Normal, le ordenan adelantarse sólo. Al caminar unos metros es asesinado por la espalda en presencia de Melba y Haydée.

Juan Cristóbal Nápoles Fajardo

Poeta y repentista cubano. Nació el 1 de julio de 1829. en Victoria de Las Tunas, en la antigua provincia de Oriente, región con una economía eminentemente agrícola y ganadera, Allí vivió hasta los 29 años. Es educado por su abuelo materno. Desde pequeño dio señales de tener aptitud por la poesía, por lo que su abuelo se encargó de darle a conocer los autores clásicos como Homero, Virgilio y Horacio y un amplio conocimiento de la literatura clásica española y su hermano Manuel, lo inició en los caminos de la poética y la retórica. Desempeñó algunos oficios como periodista, editor, dramaturgo y pagador de obras públicas. En 1845 publicó sus primeras décimas guajiras en El Fanal, publicación periódica de la Villa de Santa María de Puerto Príncipe, la actual Camagüey. Colaboró con la Piragua, órgano del grupo siboneyista, por lo que se plantea que fue un genuino representante del siboneyismo y el criollismo en la poesía cubana. En 1856, publicó su poemario titulado Rumores del Hormigo, considerado un clásico de la lírica en Cuba. Tomó parte en la fracasada conspiración independentista de Joaquín de Agüero, en 1851. Presentó en 1859 su obra teatral Consecuencias de una falta, drama en cuatro actos escritos en versos. No solo escribió décimas, sino también sonetos, letrillas, epigramas y romances. En 1886 se publicó una colección de sus poesías inéditas. En lo que fuera la residencia de la familia Nápoles y Fajardo, donde se reúnen los poetas para celebrarlo, se encuentra el motel campestre El Cornito, en el que nunca falta ni una guitarra ni un verso para recordar al más sobresaliente cantor de la espinela en el siglo XIX en Cuba. En 1974 se editó el volumen Poesía Completa. Se dio a conocer como El Cucalambé que, según el ensayista y poeta Carlos Tamayo Rodríguez, significa cierto baile de negros, que se corresponde con su obra, enraizada en los valores autóctonos de nuestro folclor latino africano. Viviendo en Santiago de Cuba, desapareció sin dejar huellas en la etapa final del año 1861, a la edad de 32 años. Existen varias versiones sobre su pérdida misteriosa, pero la más aceptada es la del suicidio.

Manuel Navarro Luna

Poeta y periodista cubano, representativo del vanguardismo de la década de 1930. Manuel Navarro Luna nació el 29 de agosto de 1894 en Jovellanos, Matanzas. Su padre, capitán del ejército español, es asesinado por sus compañeros de armas cuando descubre que el joven oficial abrazaba la causa de la independencia de Cuba, por lo que su madre, Martina Luna, se trasladó entonces a Manzanillo (Granma), con sus cinco hijos en busca de apoyo familiar. Navarro Luna, quien apenas tenía seis meses de edad, pasó allí su niñez y casi toda su vida. Estudió las primeras letras en una humilde escuelita de barrio fundada por su madre. A los trece años, comenzó a estudiar música y aprendió a tocar el violonchelo y el bombardino. es uno de los fundadores de la Banda Infantil de Música de Manzanillo y, más tarde, integrante de la Banda Municipal de la ciudad. La precaria economía familiar le impidió continuar estudios, pero leyó y estudió intensamente, hasta convertirse en un verdadero autodidacta. Realizó los más disímiles trabajos, como limpiabotas, mozo de limpieza, barbero, sereno y buzo sin escafandra, para pescar piezas de cobre en el fondo de la bahía de Manzanillo que luego vendía en una fundición. Desde muy joven, se involucró en las luchas obreras y fue encarcelado en varias ocasiones. En 1915, inició su labor poética reconocida cuando publicó sus primeros versos en las revistas manzanilleras Penachos y Orto. Su primer libro, Ritmos Dolientes, apareció en 1919. Fue director de La Defensa y La Montaña. Fundó, además, la Biblioteca Pública "José Martí" y una filial de la Asociación de la Prensa. En 1921, participó en la fundación del Grupo Literario de Manzanillo. En 1929, con gran esfuerzo personal, obtuvo el título de Procurador. Ese año ingresó en la organización antiimperialista Defensa Obrera Internacional y, en 1930, en el Partido Comunista. Navarro Luna desplegó una amplia actividad política contra la dictadura de Gerardo Machado. Formó parte del Comité de Auxilio del Pueblo Español a raíz de la guerra civil. En 1940, tras la elección de Paquito Rosales como alcalde de Manzanillo (primer alcalde comunista en Cuba), trabajó en el Departamento de Cultura de la ciudad. En 1949, es fiscal en la causa contra Casillas Lumpuy, oficial del ejército y autor material del asesinato del líder azucarero Jesús Menéndez. Ese mismo año asistió al Congreso Continental por la Paz, celebrado en México. Durante la tiranía de Fulgencio Batista (1952-1958), colaboró activamente con los grupos revolucionarios. A raíz de la caída del joven revolucionario Frank País, su poema "Santiago de Cuba", que circulará en volantes mimeografiados por el oriente cubano, motivó la orden de persecución contra él y pasó a la clandestinidad. Después del triunfo de la Revolución, se enroló en las Milicias Nacionales Revolucionarias y participó en la lucha contra bandidos en las montañas del Escambray y en la batalla de Playa Girón. Colaboró incansablemente en la prensa radial y escrita, y ofreció conferencias y recitales en unidades del ejército y la milicia. En 1962, viajó a la Unión Soviética como parte de la delegación cubana al Congreso Mundial por el Desarme y la Paz… Colaboró en Letras, Revista de Avance, Social, Renacimiento, Hoy, Bohemia, Verde Olivo, La Gaceta de Cuba y Unión. Fue íntimo amigo del poeta y ensayista Juan Marinello, con quien sostuvo una abundante correspondencia por más de 50 años, todavía inédita. Murió en La Habana el 15 de junio de 1966, próximo a cumplir los 72 años de edad

Antonio Núñez Jiménez.

Geógrafo, arqueólogo y espeleólogo cubano. Nació el 20 de abril de 1923, en Alquízar, pueblo de la provincia de La Habana, Cuba. Desde temprana edad demostró su vocación por la Espeleología. Alumno de los reconocidos geógrafos, doctores Salvador Massip y su Sara Ysalgué. A partir del año de 1939 con 16 años comenzaron sus exploraciones, siendo la cueva de la Loma de la Candela, en Güines la primera visitada por él., En 1940 fundó la Sociedad Espeleológica de Cuba. En 1945 organizó la Expedición Geográfica a Oriente, que conllevó a importantes resultados científicos en el campo de la Geografía, Arqueología y Espeleología, como la ascensión al Pico Turquino en que por primera vez se escaló la cima del Pico Suecia. A mediados de la década del 50 descubrió en la Sierra de Los Órganos, cercana a Viñales, la Gran Caverna de Santo Tomás, que constituye la mayor caverna de Cuba, por su extensión. En 1951 obtuvo el título de doctor en Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana. Ejerció como profesor de la Cátedra de Geografía en el Instituto de Segunda Enseñanza del Vedado. En 1954 publicó un libro de Geografía de Cuba, destruido en su primera edición por la policía de la dictadura al describir las causas que originaban el saqueo a que eran sometidos nuestros recursos naturales por geófagos cubanos y extranjeros. Después que la Sociedad Espeleológica fuera asaltada por la policía, se trasladó a la ciudad de Santa Clara donde obtuvo la Cátedra de Geografía Regional (Eurasia, África y Oceanía) y Geomorfología en la Universidad Central de las Villas donde creó la Sociedad Científica de Espeleología, que estudió detalladamente la región central del país. Estos estudios contribuyeron a preparar el teatro de operaciones, a donde llegaría más tarde la Columna 8 Ciro Redondo en 1958, al mando del Che. Este lo nombra Capitán del Ejército Rebelde. Participa en la liberación de Fomento, Cabaiguán, Placetas, Remedios, Caibarién y Santa Clara, a las órdenes del comandante Ernesto Che Guevara. Al Triunfo de la Revolución Cubana en 1959 es nombrado Director Ejecutivo del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), así como presidente de la Comisión Redactora de la Ley de Reforma agraria. En 1960 es designado Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de Cuba en la URSS. Se desempeñó en la etapa de 1962 a 1972, primero, como presidente de la comisión nacional creada para la constitución de la Academia de Ciencias de Cuba, y posteriormente como su presidente. Autor principal del Mapa Carsológico de Cuba, realizado entre las Academias de Ciencia de Cuba y Checoslovaquia. Dirigió la realización del Atlas Nacional de Cuba, en colaboración con la desaparecida Unión Soviética. Participa en las expediciones soviéticas al Polo Norte en 1972 y 1982, y a la Antártida. Hizo un viaje de estudios a las Islas Galápagos, y en dos oportunidades realizó investigaciones en la Isla de Pascua. Durante el tiempo en que estuvo de embajador en el Perú estudio cientos de sitios de Arte Rupestre en ese país y exploraciones en la Cordillera de Los Andes, desde Perú hasta Venezuela (1972-1977). Formó parte de la expedición internacional conocida como En canoa del Amazonas al Caribe, creada, organizada y dirigida por él y donde participaron investigadores latinoamericanos y que recorrió veinte países de las cuencas del Amazonas y el Orinoco, y del Mar de las Antillas desde 1987 al 1988. Impartió cursos y conferencias en diversas universidades y centros científicos de numerosos países como Inglaterra, Francia, URSS, Alemania, Perú, Ecuador, Santo Domingo y otras. Ocupó relevantes cargos en instituciones estatales y científicas. En 1994 creó la Fundación de la Naturaleza y el Hombre, dedicada a la investigación y promoción de programas y proyectos. Falleció en La Habana el 13 de septiembre de 1998.

Andrés Núñez Olano

Periodista y poeta cubano. Perteneció al Grupo Minorista, movimiento cultural de avanzada. Sobresalió como sonetista y excelente cronista de su tiempo. Nació el 23 de mayo de 1900 en Unión de Reyes, en la provincia de Matanzas. Cursó estudios primarios y de bachillerato en la ciudad de Matanzas. Publicó sus primeros trabajos periodísticos entre 1917 y 1919 en El Imparcial, periódico matancero. Más tarde ingresó en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana. Sin embargo, no concluyó su carrera, pues se dedicó a tiempo completo al periodismo. Trabajó en los periódicos El Sol, Heraldo de Cuba, El Mundo, El País y Prensa Libre. Durante esa etapa, comenzó a reunirse con un grupo de noveles intelectuales, que constituirían más tarde la primera y la segunda generaciones republicanas de artistas cubanos. En 1920 se inició una peña literaria en el Café Martí, que Núñez Olano organizó junto a Rubén Martínez Villena y Enrique Serpa. A esas tertulias acudían poetas y escritores que llegarían a alcanzar notoriedad en la década que se iniciaba, como Regino Pedroso y Juan Marinello. En 1923 escribió, en coautoría con Guillermo Martínez Márquez, el libreto de la zarzuela Las naciones del golfo, que resultó muy exitosa. En 1927 estuvo entre los fundadores del Grupo Minorista, el cual reunió a la joven intelectualidad progresista. Publicó en la prensa poemas calificados como posmodernistas -que nunca llegó a reunir en volumen-, entre los cuales sobresale Luna de Barrio. Los versos de Núñez Olano, en general, evidencian la influencia del simbolismo francés y muestran peculiar sobriedad en las formas. Se distinguió por sus habilidades en la composición de sonetos y por una aguda sensibilidad. Su soneto El recuerdo inefable, recibió calurosos elogios de la crítica. Escribió además crítica literaria, teatral y cinematográfica. Jefe de redacción de Ahora y las revistas Bohemia y Carteles. Dirigió el Semanario Resumen, con una síntesis de acontecimientos y opiniones, que empezó a circular en La Habana el 22 de julio de 1935. Trabajó como redactor y traductor en El Fígaro, Social, El Sol, Chic, Revista de Avance y El Mundo. En este último llegó a ser director del rotograbado dominical. Prologó libros como la selección de obras de Rubén Martínez Villena -en compilación realizada también por él- titulada Un Nombre y otras prosas, publicada en La Habana en 1940. Sus traducciones de literatura francesa aparecieron en diferentes publicaciones. Colaboró en la revista quincenal Renacimiento y Orto; en la revista Azul, editada en La Habana, y sus poemas suyos aparecieron también en el Suplemento Literario del Diario de la Marina. En 1944 recibió el certificado de aptitud periodística que expedía la Escuela Profesional de Periodismo Manuel Márquez Sterling, de la cual llegaría a ser profesor. Ingresó en el mismo año en el Colegio Nacional de Periodistas. Profesor en la Escuela de Letras y de Artes de la Universidad de La Habana. Obtuvo en 1955 el segundo galardón de Artículo o Crónica del Premio Juan Gualberto Gómez, por un artículo publicado en El Mundo el 30 de diciembre de 1954. Asimismo es laureado con el Premio Enrique José Varona, en noviembre de 1944 y en agosto de 1956. Alcanzó el primero de esos reconocimientos por un artículo sobre el deceso del gran ajedrecista cubano José Raúl Capablanca. A partir de 1959 formó parte del Consejo Editorial de la Revista Universidad de La Habana. En 1960 trabajó para la agencia de noticias latinoamericana Prensa Latina. Colaboró en Vida Universitaria, durante la última etapa de la mencionada publicación, a partir de 1968. Falleció en La Habana el 21 de diciembre de 1968.

Eduardo Bernabe Ordaz Ducungé

Eduardo Bernabé Ordaz: Médico y combatiente del Ejército Rebelde Director del Hospital Psiquiátrico de La Habana, cargo que desempeñó durante más de cuatro décadas con exitosos resultados. Nació en Bauta, La Habana, Cuba, el 13 de octubre de 1921. Sus actividades como estudiante las inició en esa localidad y debió alternarlas con trabajos disímiles: vendedor de periódicos, limpiabotas, dependiente de bodega y mensajero, entre otros. Se incorporó a la lucha social y revolucionaria desde 1949. Tomó parte en las acciones estudiantiles contra el primer gobierno de Batista (1940.1944). Ocupó la presidencia de los centros segunda enseñanza de Marianao y miembro del ejecutivo de la Federación de Institutos de Cuba. Asistió como delegado a los congresos de esa organización. En 1942 ingresa en la Facultad de Medicina de la Universidad de La Habana, donde se graduó de médico en 1951. Fungió como presidente de la Asociación de Estudiantes de Medicina y miembro del secretariado de la FEU. En 1952 se incorpora a diferentes organizaciones revolucionarias de acción y sabotaje. También integró la comisión del frustrado ataque al campamento de Columbia y en la reparación de armas. En enero de 1958 se incorporó a la lucha guerrillera. Viaja a La Habana con la misión de organizar un hospital clandestino en la ciudad en los preparativos de la huelga de abril de 1958. Estuvo preso en 13 ocasiones en los cuerpos represivos de la tiranía. Por su participación en las actividades clandestinas y la necesidad de médicos en la Sierra Maestra, se incorpora nuevamente al Ejército Rebelde como médico de la Columna 1 José Martí, en la cual alcanzó el grado de capitán. En enero de 1959 es ascendido al grado de Comandante del Ejército Rebelde, siendo responsabilizado con la dirección del Hospital Psiquiátrico de La Habana, cargo que desempeñó durante más de cuatro décadas con exitosos resultados. Miembro de la Sociedad Cubana de Psiquiatría y Psicología, así como de otras prestigiosas organizaciones internacionales. Integró varias delegaciones a eventos nacionales y en el exterior; en cada ocasión puso en alto los logros de la Revolución en materia de Psiquiatría. Fundador del Partido Comunista de Cuba y diputado a la Asamblea Nacional desde su inicio en 1976 hasta la conclusión de la V Legislatura en el año 2003. Además, se desempeñó como presidente del Grupo Parlamentario por la Paz. Resultó elegido delegado a la Asamblea Provincial del Poder Popular en Ciudad de La Habana. Entre los muchos reconocimientos y condecoraciones a él otorgados se pueden señalar la condición de Héroe Nacional del Trabajo, las medallas XX Aniversario de las FAR, Combatiente de la Lucha Clandestina, de la Guerra de Liberación y de la Columna 1 José Martí; Lucha contra Bandidos, la Alfabetización, la Manuel Piti Fajardo, y Fundador del BON 171 de las Milicias Nacionales Revolucionarias. Eduardo Bernabé Ordaz mereció también las distinciones Servicio Distinguido de las FAR y 28 de Septiembre. Falleció el 21 de mayo de 2006, en La Habana a los 84 años de edad.

Jesús Orta Ruiz (Indio Naborí)

Poeta cubano. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura. Nació el 30 de septiembre de 1922, en la periferia rústica de la Ciudad de La Habana, en el seno de una familia campesina conservadora de las tradiciones y el folclor de origen español en los campos de Cuba. De ahí que el punto de partida de su vocación poética, que se manifiesta precozmente, no podía ser otro que la décima, folclorizada en el canto de nuestros campesinos. Ya improvisaba desde los nueve años de edad. En su adolescencia comenzó a conquistar una popularidad que lo identifica más con el seudónimo de Indio Naborí, sobrenombre que recuerda al aborigen que laboraba la tierra en oposición a los cantores populares, que en aquella época se auto llamaban caciques. Pero no conforme con ese don dado por la naturaleza y la ecología social en que nació y creció, desarrolló en él la obsesiva pasión por la lectura de la poesía y los ensayos y técnicas de la misma, actividad que lo llevó al enriquecimiento de la espinela, convertida ya en un signo de la identidad nacional cubana. La crítica literaria no demoró en reconocerle el mérito de haber logrado la fusión de lo popular y lo culto, situándolo en el neo popularismo de la Generación del 27. El poeta de tan humilde origen no tardó en ensanchar el horizonte de su poesía con el ejercicio de las más variadas formas clásicas e incluso el versolibrismo, porque, como ha dicho Martí, cada emoción trae su métrica. Por estos medios su poética se nos da en tres vertientes: campesina, social y autobiográfica, la cual ha sido objeto de autorizados reconocimientos. Su prosa, también reconocida y laureada, abarca diversos temas como prólogos, ensayos, estudios de tradiciones, folclor, literatura y una extensa obra periodística. Figura en la mayoría de las antologías cubanas del siglo XX. Sus poemas han sido traducidos al inglés, francés, italiano, ruso, checo, chino y yugoslavo. Cuenta con una extensa obra en la que figuran diez títulos en prosa y catorce poemarios. Falleció el 29 de diciembre del 2005, a la edad de 83 años.

Fernando Ortiz

Nace en La Habana el 16 de julio de 1881. A los dos años pasa a vivir en Menorca, Islas Baleares, donde cursa la escuela primaria y se gradúa de bachiller en 1895. Regresa a Cuba e inicia estudios de Derecho en la Universidad de La Habana, los que continúa, a partir de 1899, en Barcelona, donde obtiene el título de Licenciado en Derecho en 1900. Completa sus estudios en la Universidad de Madrid, donde se gradúa como Doctor en Derecho en 1901. Vuelve a Cuba en 1903 donde es nombrado en el servicio consular de la naciente República, trabajando en La Coruña, Génova, Marsella y en París. En 1905 realiza estudios de Criminología en Italia, donde establece relaciones con César Lombroso y Enrique Ferri. Al regresar a Cuba en 1906 se inicia su trabajo como abogado fiscal de la Audiencia de La Habana y obtiene por oposición, en 1909, la plaza de Derecho Público, en la Universidad de La Habana. Se vincula a la Sociedad Económica de Amigos del País y reinicia en 1910, la publicación de la Revista Bimestre Cubana. Entre 1917 a 1927 es electo representante a la Cámara. Funda con José María Chacón y Calvo la Sociedad del Folklore Cubano y dirige durante sus cinco años de existencia, la revista Archivo del Folklore Cubano. Formó parte del Grupo Minorista y desarrolló actividades contra la dictadura de Gerardo Machado. En 1931 pasa a residir en Washington, hasta la caída del tirano. Funda en 1936 la Institución Hispanoamericana de Cultura y en 1937, la Sociedad de Estudios Afrocubanos. En las décadas del 40 y 50 participó en numerosas conferencias internacionales representando a nuestro país, como figura descollante en la investigación del folklore afrocubano. En su larga y fructífera vida, que dedicó no solo a la etnología, sino que abarcó también las ramas de la sociología, lingüística, musicología, jurisprudencia y crítica, publicó más de cien títulos, entre los que podemos citar: Apuntes para un estudio criminal: Los negros brujos (1906); Los mambises italianos (1909); Entre cubanos (1914); Los negros esclavos (1916), Los cabildos afrocubanos (1921); Historia de la arqueología indocubana (1922); Glosario de afronegrismos (1924); Alejandro de Humboldt y Cuba (1930); Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar (1940); Martí y las razas (1942); Las cuatro culturas indias de Cuba (1943); El engaño de las razas (1946); El huracán, su mitología y sus símbolos (1947); Los bailes y el teatro de los negros en el folklore de Cuba (1951); Los instrumentos de la música afrocubana, en cinco volúmenes (1952), e Historia de una pelea cubana contra los demonios (1959). Publicaciones póstumas de obras inéditas de Fernando Ortiz son: Hampa afro-cubana, Los negros curros (1986), La santería y la brujería de los blancos (2000). Hasta su muerte, ocurrida el 10 de abril de 1968, investigó y divulgó los complejos procesos de transculturación que forjaron nuestra identidad cultural y nacional.

Lisandro Otero

Novelista, diplomático y periodista cubano. Nació el 4 de junio de 1932 en La Habana. Realizó estudios de literatura en la Universidad de La Sorbona, en París, y de filosofía en la Universidad de La Habana. Se graduó de periodista profesional en la Escuela Manuel Márquez Sterling. El 9 de febrero de 1949 se inicia en el periodismo publicando en el periódico El país- Excelsior una crónica sobre el compositor Handel. Durante los años 1949-52 ejerce como crítico musical en dichos diarios y a partir de 1952 cubre el sector cultural con crónicas literarias, de ballet y de artes plásticas. El 18 de marzo de 1951 publica su primera colaboración en la revista Bohemia: una entrevista al compositor Igor Stravinsky. Desde diciembre de 1954 hasta junio de 1956 actúa como corresponsal en Europa del periódico Excelsior y de la revista Bohemia. Sus crónicas sobre la guerra de liberación de Argelia le valen, en 1957, el Premio Nacional de Periodismo "Juan Gualberto Gómez". De 1956 a 1959 actúa como reportero de la famosa sección noticiosa de actividades políticas "En Cuba" en la revista Bohemia. En 1956 y 1957, a su retorno de una estancia en Europa, retoma la responsabilidad de la crónica cinematográfica en el periódico El país. En 1957 y 1958 trabaja como reportero en el Diario Nacional. Tras el triunfo de la Revolución en 1959 pasa a laborar como Jefe de Redacción de servicios especiales en el periódico Revolución. Colaborador en periódicos como Le Monde Diplomatique, ABC de Madrid, The Washington Post y El Nacional de Caracas. Recibió el Premio Casa de las Américas de novela en 1963 y el Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez, de la República de Cuba. Se le ha conferido en dos ocasiones el Premio de la Crítica, de Cuba. Se desempeñó como Presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y Director de Información y Relaciones Culturales con el extranjero en la Cancillería cubana, con rango de Embajador. Ha desempeñado funciones diplomáticas como Consejero Cultural en Chile, Gran Bretaña y Rusia. Impartió conferencias en numerosas universidades, como La Sorbona de París, Heidelberg, San Marcos, Londres, Estrasburgo, UNAM de México y Burdeos. Al fundarse la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en 1961 y comenzarse la publicación de su órgano La gaceta de Cuba, actúa como Jefe de Redacción del diario cultural, simultáneamente con sus funciones en Revolución hasta 1963. En 1963 es designado director de la revista Cuba, cargo que desempeña hasta 1969. En 1967 y 1968 desempeña la función de director de la revista Revolución y Cultura, publicada por el Consejo Nacional de Cultura, simultáneamente con sus funciones al frente de la revista Cuba. De 1976 a 1980 desempeña las tareas de Director de Prensa en el Ministerio de Relaciones Exteriores. En 1985 fue designado miembro del jurado del concurso internacional de periodismo "José Martí", convocado por la Agencia Prensa Latina. En 1994 pasa a laborar en el periódico Excelsior, de México. A partir de 1997 y hasta 2000 ejerce la dirección editorial del periódico. A partir del 2001 funge como editorialista en la Organización Editorial Mexicana, cadena de sesenta periódicos de la cual El Sol de México. Obtuvo la medalla de Combatiente de la Lucha Clandestina, la medalla del XXX Aniversario de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y la medalla del XX Aniversario del Asalto al Moncada, otorgadas por el Consejo de Estado de Cuba. Miembro de la directiva de la Asociación de Academias de la Lengua, en Madrid. Fallece el 3 de enero de 2008, en La Habana.

Frank País García

Nace en Santiago de Cuba, el 7 de noviembre de 1934. A pesar de su juventud fue uno de los principales líderes de la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista. A raíz del golpe de estado del 10 de marzo de 1952. cursaba estudios en la Escuela Normal de Santiago de Cuba, donde se tituló finalmente como maestro. Desde los primeros años de su carrera ocupó diferentes responsabilidades hasta llegar a ser Presidente de la Asociación de Estudiantes de la Escuela Normal. Perteneció a la FEU de Oriente en la época de estudiante. Al producirse el asalto al Cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953, recorre la zona al concluir los combates tratando de encontrar supervivientes y ayudarlos. En 1954, al graduarse de maestro normalista, creó una escuela para la superación de los obreros. Fundó la organización revolucionaria Acción Revolucionaria Oriental. que propugnaba la lucha armada como solución al problema de Cuba… Junto a Fidel, firma la llamada Carta o Pacto de México que consistió en un documento donde el Movimiento Revolucionario 26 de Julio y el Directorio Revolucionario se comprometían a desarrollar acciones coordinadas para la caída de la Tiranía. Asumió la jefatura nacional de Acción del Movimiento 26 de Julio. Incorporado de lleno a la lucha revolucionaria, en estrecha vinculación con el joven abogado Fidel Castro, líder del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, Frank tuvo a su cargo la responsabilidad de los preparativos para apoyar en Santiago de Cuba la llegada del yate Granma a las costas cubanas, con un levantamiento armado que se efectuó el 30 de noviembre de 1956 y combate en las calles esperando la llegada de Fidel y sus hombres. La presión sobre él y la búsqueda es intensa pues la Tiranía decide eliminar al Jefe de Acción y Sabotaje del Movimiento Revolucionario 26 de Julio. Durante todo el tiempo garantizó el envío de suministros de armas, medicinas y hombres hacia la Sierra. Frank y sus compañeros mantuvieron durante seis horas el control absoluto de la Ciudad Héroe y aunque el arribo a Cuba no ocurrió sino dos días después, los jóvenes santiagueros siguieron trabajando con afán, a pesar de las pérdidas de valiosas vidas en esos hechos, para desde la retaguardia apoyar al naciente Ejército Rebelde. Su activa participación en importantes tareas clandestinas dentro de la región oriental del país y su incorporación a la Sierra Maestra para entrevistarse con el Comandante en Jefe Fidel Castro, fueron determinantes para el avance de las tareas programadas por ambos. El 30 de julio de 1957 se ve obligado a abandonar a pie la residencia de Raúl Pujol, uno de sus refugios en la clandestinidad, al producirse una casual redada policial en la zona. Reconocido por un confidente de la dictadura, que acompañaba a los militares, ambos son golpeados. Cuando finalmente ametrallaron a Pujol, ya el joven estaba sin conocimiento. A Frank lo empujaron hasta el callejón del Muro y allí le acribillaron a balazos. "Aquí todo el mundo tiene que tirar, delante de todo Santiago", vociferaba el coronel José María Salas Cañizares, jefe de las fuerzas represivas en la ciudad. Los esbirros vaciaron sus armas sobre los cadáveres. Arrojaron cerca del cuerpo sin vida de Frank una pistola 45 con dos peines; luego se vio que eran de un calibre distinto.

Amelia Peláez del Casal

Amelia Peláez del Casal nació en Yaguajay, antigua provincia de Las Villas en 1897. Artista plástica cubana. Renovadora del lenguaje tanto en la pintura como en la cerámica. Estudió en San Alejandro y fue alumna predilecta del maestro Leopoldo Romañach, otra relevante figura de nuestras artes plásticas. Amelia realizó su primera exposición en 1924, y tres años más tarde viajó a Europa y vivió durante algún tiempo en París, donde continuó estudiando. Allí toma clases también con la célebre pintora, escenógrafa y decoradora rusa, Alexandra Exter y en 1933 presenta su exposición personal en la Galería Zak. A su regreso a Cuba en 1934, la autora de La Costurera y otras renombradas obras convirtió en taller su casa de La Víbora, y tuvo una activa participación en el movimiento de los artistas cubanos modernos. Al año siguiente gana premio en el Salón Nacional y expone muchas de las obras realizadas en París en el Lyceum. En 1938, en la naturaleza muerta va incorporando elementos de la arquitectura tradicional cubana. En 1943 se exhiben obras ejecutadas desde 1929 en la retrospectiva que organiza la Institución Hispano-Cubana de Cultura, La Habana. El estilo único y personal de Amelia Peláez no solo está presente en su labor pictórica, sino también en sus trabajos en cerámica, que inició en 1950 y a los que se dedicó intensamente hasta 1962. Los asistentes a las Bienales de Sao Paulo y Venecia celebradas en ese período, pudieron apreciar varias de las piezas surgidas de sus hábiles y creativas manos. La pintura de murales también fue otra de las facetas de su arte. Uno de ellos sigue suscitando la admiración de quienes transitan por la céntrica Rampa capitalina o sus alrededores: el situado en la fachada del hotel Habana Libre, realizado en 1957. El último de los murales en que participó fue el de creación colectiva realizado con motivo de la inauguración, en la capital cubana, del XXIII Salón de Mayo de París. Con su incursión en la cerámica, Amelia inició en Cuba el lenguaje entre signos, que devino muy fuerte y con entonación en azules, y contribuyó a legitimar la cerámica cubana. Sus piezas son verdaderos sueños hechos realidad. Amelia también dedicó su atención a la realización de murales, algunos de excepcional relevancia entre los que se destaca el mural de la fachada del majestuoso Hotel Habana Libre, el cual es admirado por todo aquel que visita nuestra ciudad. Uno de sus contemporáneos, y otro grande de la plástica, René Portocarrero, puso especial énfasis en el color al hablar de la obra de Amelia. Dijo que ella fue la primera que supo recoger nuestro color local y trasladarlo a cuadros de enorme belleza y a obras maestras en la plástica. El nombre de Amelia Peláez también se vincula al tema de la naturaleza muerta. Fallece en La Habana en 1968.

Lázaro Peña

Líder Sindical cubano. Fundador de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en 1939. La defensa del obrero fue el objetivo de su vida. Nace en Los Sitios, barrio humilde, de la ciudad de La Habana, el 29 de mayo de 1911. "(…) Pobre y negro, es decir, en la base doliente de una pirámide de opresiones", como solía decir acertadamente el intelectual Juan Marinello. Huérfano de padre, hijo de una despalilladora, se vio obligado a renunciar a la escuela para ganarse el sustento familiar trabajando en una tabaquería. Por su inteligencia y su talento innato para presidir asambleas y dirigir debates, sus compañeros le eligieron para diversos cargos sindicales. Desde sus comienzos como trabajador se integra a las protestas obreras contra los bajos salarios y el maltrato. Tanto que a finales de 1929 se incorpora a las filas del clandestino Partido Comunista, participando activamente en la organización de los trabajadores para luchar contra la dictadura de Gerardo Machado. Sus acciones se inician pintando lemas antiimperialistas y antimachadistas, distribuyendo manifiestos y proclamas. La intensa labor revolucionaria desarrollada por este lo llevan a ser elegido secretario general del Comité Seccional de Luyanó. Por otra parte participa en la segunda Conferencia Nacional Azucarera y recorre las regiones cañeras del país organizando a los trabajadores y estableciendo vínculos estrechos con la población. Al celebrarse en 1934 el segundo Congreso del Partido Comunista, es elegido miembro del Comité Central. Su batallar es infatigable en las defensa del proletariado por la reivindicación económica y social, tanto es así que en 1934 es promovido al cargo de secretario general del Sindicato de Tabaqueros y es designado miembro del comité ejecutivo de la Confederación Nacional Obrera de Cuba que para 1935 pasa a dirigir. Sería su guía certera, en la unidad y reconstrucción del movimiento sindical quien reorganizaría y haría crecer las filas del proletariado cubano, todos estos esfuerzos tienen sus frutos con la celebración del Congreso Constituyente de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en 1939 y en enero de este mismo año el día 28 se celebra el primer Congreso Nacional, que deja fundada la Confederación de Trabajadores de Cuba, de la cual Lázaro Peña pasaría a ser su secretario general. Otro aporte importante en la vida de este gran hombre fue el fundar la Confederación de Trabajadores de América Latina, con sede en México. En 1945 al constituirse la Federación Sindical Mundial está entre los fundadores y desde entonces ocupa cargo en ella como miembro del comité ejecutivo al ser elegido secretario y vicepresidente. Al Triunfar la Revolución el 1 de enero de 1959, la CTC resurgida y pujante lo elige nuevamente como su secretario general; desde donde estuvo siempre apoyando con su experiencia como dirigente de las masas populares, al desarrollo económico y social del país en la construcción de la revolución socialista. Por sus méritos y trayectoria en el seno del movimiento sindical, es incorporado en octubre de 1965 a las filas del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Ya enfermo de una grave dolencia, se convocó el XIII Congreso Nacional Obrero del cual no pudo ver la aplicación de sus acuerdos pues murió el 11 de mayo de 1974.

Luisa Pérez de Zambrana

Escritora cubana del siglo XIX y una de las más distinguidas representaciones del romanticismo en la literatura cubana. Nació el 25 de agosto de 1835 en el Cobre, Santiago de Cuba Estudió las primeras letras con sus padres. Su primer poema impreso, «Amor Materno», escrito a los catorce años de edad, fue publicado en el periódico El Orden en 1852, conjuntamente con unos versos de Manuel Borges Navarro dirigidos a la poetisa, en los que se hacía resaltar sus posibilidades como escritora. Tras la muerte de su padre (1852), su familia se trasladó a Santiago de Cuba. Allí amplió sus relaciones intelectuales y colaboró con alguna frecuencia en El Orden, El Diario, El Redactor y Semanario Cubano (1855). En Brisas de Cuba (La Habana, 1855) y en La Abeja (Trinidad, Las Villas, 1856) aparecieron también sus colaboraciones. Su casa en Santiago de Cuba se convirtió en centro de reuniones y veladas artísticas. Por esos días fue declarada socia de mérito de la Sección de Literatura de la Sociedad Filarmónica. Su primer libro es enviado a los más importantes intelectuales del país. Leído por Ramón Zambrana y tras una carta que éste envió a la poetisa a propósito del libro, comenzó una correspondencia que culminó en matrimonio. Se trasladó con su esposo a La Habana. Su nombre ganó popularidad. Colaboró en Kaleidoscopio -revista fundada y dirigida por Zambrana-, La Habana, Cuba Poética, Álbum cubano de lo bueno y de lo bello, La Verdad Católica, etcétera. En 1860, en el acto de homenaje del Liceo de la Habana a la Avellaneda, le tocó el honor de ceñir la frente de la poetisa con la corona de laurel. Publicó algunos capítulos de su novela Angélica y Estrella en los folletines de El Siglo (1864) y de El Mercurio (1876). Su episodio histórico «La hija del verdugo» apareció en Revista del Pueblo (1865). En Diario de la Marina publicó la primera parte de la novela Los Gracos. Colaboró además en Cuba literaria, La Reforma (Guanabacoa, la Habana) y Ofrenda al Bazar de la Real Casa de Beneficencia (1864). Frecuentaba las tertulias celebradas en la casa de Nicolás Azcárate. Tras la muerte de su esposo (1866), quedó en una precaria situación económica con sus cinco hijos. Entre 1866 y 1899 fallecieron éstos. En 1908 el Ayuntamiento de La Habana le concedió una pensión que alivió insuficientemente sus necesidades materiales. Ya casi olvidada, el Ateneo de la Habana le ofreció un homenaje en 1918 con la participación de Enrique José Varona y José María Chacón y Calvo. Falleció en 1922.

Niceto Pérez

La selección del 17 de mayo para firmar la Ley de Reforma Agraria, no fue un hecho fortuito, sino un tributo de homenaje que el Gobierno Revolucionario, instaurado en aquel año de 1959, quiso rendir al cumplirse en esa fecha el aniversario 13 del asesinato de un hombre que se negó a abandonar la tierra que trabajaba. Padre de cinco niños y miembro de la Asociación Campesina de El Vínculo, Niceto ocupaba ocho caroes (0,8 caballerías) de tierra poco fértil en la que malamente podía producir para la subsistencia familiar. Por ello trataba de  aliviar su precaria situación económica trasladando las mercancías de otros vecinos hacia la plaza de Guantánamo, en un carretón tirado por caballos. Sobre las tierras de El Vínculo, realengo de unas mil 700 caballerías donde habitaban más de cuatro mil familias dedicadas al cultivo de café, cacao y otros frutos, confluían no sólo la voraz mirada del terrateniente Lino Mancebo, conocido como el "virrey de La Maya", sino también las de los propietarios de la Guantánamo Sugar Company y la Compañía Ermita S. A. Mancebo ordenó a sus matones obligar a los campesinos a abandonar el lugar. Ellos se apresuraron a cumplir el mandato, para lo cual recurrieron a la destrucción de sembrados y viviendas, y a amenazas de muerte. Semanas antes, el 24 de abril de 1946, Luis Mancebo (Pucho), acompañado por una pareja de la Guardia Rural y varios secuaces de su padre, se había presentado en la finca María Luisa, propiedad de Niceto, a quien amenazaron con matarlo si no se marchaba. Al día siguiente lo visitaron nuevamente e invitaron a conversar con Mancebo, cita a la que acudió con una pareja de guardias rurales, a la cual afortunadamente había pedido protección, porque ante su negativa a abandonar la finca el terrateniente trató de agredirlo. El 17 de mayo de 1946, con paso tambaleante y cubierto de sangre. Niceto caminaba hacia su casa, un humilde bohío ubicado en la finca María Luisa, en el realengo El Vínculo, Pocos metros antes de llegar, cayó muerto; pero las fuerzas le habían alcanzado para formular la denuncia: "¡Los rurales –cuerpo militar denominado Guardia Rural-, Pucho Mancebo y Coque, el mayoral, son los asesinos!". Miles de vecinos de El Vínculo acompañaron el cadáver hasta el cementerio de Guantánamo, en estrecha unión con los campesinos de este último territorio y de Yateras, y trabajadores de la región. Una nutrida caballería de la Asociación Campesina del Realengo 18 y sus colindantes acudió también, y en el guantanamero parque José Martí se realizó un mitin de masas en el cual el campesinado recibió el solidario apoyo de la clase obrera. La condena fue unánime y la situación se tornó tan tensa que las autoridades judiciales se vieron obligadas a procesar a todos los implicados, incluidos Lino Mancebo, autor intelectual, y Alejandro Coque, quien realizó el mortal disparo. Aquel asesinato no fue un hecho aislado. Sus antecedentes se remontan a los primeros años de la década del 20 del pasado siglo, cuando entre campesinos y terratenientes ocurrieron fuertes enfrentamientos. Estos se agudizaron a finales de ella y alcanzaron su punto culminante en la siguiente, con la lucha protagonizada por los habitantes del Realengo 18 y Caujerí. Niceto no fue un líder campesino sino un honesto campesino que, haciendo valedera la consigna "¡Tierra o sangre!", proclamada en el Realengo 18 en 1934, defendió hasta las últimas consecuencias su pequeña propiedad y devino bandera de lucha del campesinado cubano.

José Miguel Pérez (El Isleño)

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