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Desarrollo de la crisis socialista latinoamericana (página 4)


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En relación a estos hechos Cecilia Revello, Rodolfo Porrini y Alexis Schol dicen lo siguiente: "Las cartas ya estaban echadas. La derecha estaba unida en torno a una salida autoritaria que contaba cada vez más con el apoyo de la pequeña burguesía. Las Cámaras declaran ilegitimo al gobierno. Esto, sumado a la activa presión norteamericana (CIA, ITT, etc.) por terminar con el gobierno de Allende, da paso a la decisión militar de constituirse en gobierno. "El gobierno de Salvador Allende fue abatido el 11 de setiembre de 1973 por las instituciones del estado burgués capitalista: Congreso Nacional, Poder Judicial, Contraloría, partidos de oposición y Cuerpos de Oficiales de las Fuerzas Armadas, a las que respetó permanentemente." Comienza así el gobierno de la Junta Militar de Gobierno presidida por Augusto Pinochet, y que procede con violencia y brutalidad inusuales."

El gran drama del gobierno socialista de Salvador Allende radico en que fue los dos poderes del Estado burgués (poder legislativo, poder judicial) y el aparato represivo (fuerzas armadas, carabineros) de ese mismo Estado que el gobierno siempre respeto. Los que se opusieron a su gobierno y a la aplicación de su proyecto político socialista y apostaron al golpe de Estado fascista de Pinochet. La mano del imperialismo yanqui estuvo presente no solo en el final abrupto del gobierno de Allende sino en todo el periodo revolucionario incluso antes tratando que la Unidad Popular no llegara al gobierno nacional.

La lección que da la historia de este proceso revolucionario en Chile que fue vencido por la contrarrevolución oligárquica e imperialista yanqui. Nos las da el propio presidente constitucional de Chile Salvador Allende que en su último mensaje radial a su pueblo y a los trabajadores chilenos dice lo siguiente: "En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección: el capital foráneo, el imperialismo, unidos a la reacción crearon el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara el general Schneider y reafirmara el comandante Araya, victimas del mismo sector social que hoy estará esperando con mano ajena, reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios."

La República Argentina desde el año 1955 a 1973 es la Argentina con el movimiento justicialista o peronista proscripto electoralmente y su máximo líder el Gral. Juan Domingo Perón se encuentra en el exilio. En el año 1973 se realizan las elecciones nacionales en la Argentina. En la que el recién fundado Frente Justicialista de Liberación (FREJULI) que lleva como candidatos a la presidencia y vicepresidencia de la nación argentina a los Doctores Héctor J. Cámpora y Vicente S. Lima. La formula electoral del FREJULI se presenta a las elecciones nacionales con la consigna "Cámpora al gobierno, Perón al poder".

Dado que el líder justicialista no podía ir como candidato a la presidencia de la nación por estar proscripto. Esto es debido a razones "jurídicas" instauradas por la dictaduravico-militar liderada por el Gral. Lanusse. El 11 de marzo del año 1973 triunfa electoralmente la formula del FREJULI con el 49,5% de los votos. El líder radical Ricardo Balbín había salido segundo con un 21,3% y como el FREJULI no había llegado al 50% de los votos tenía que realizarse un balotaje entre la primera y la segunda fuerza política. Sin embargo, Balbín reconoció la victoria de Cámpora y renuncio al balotaje. El discurso inaugural del presidente electo Cámpora ante el congreso nacional argentino se iniciaba de la siguiente manera: "El pueblo argentino se hallaba postrado por la injusticia social, la dependencia económica y la marginalidad política. Un régimen antinacional, aliado a los imperialismos dominantes, había manejado la cosa pública con displicencia extranjerizante. Se desmantela la industria, se estanca la ganadería, se corrompe el salario. La salud, la educación y la vivienda se tornan privilegios inalcanzables y, en nombre de la libertad, son encarcelados miles de argentinos."

Para el presidente electo Càmpora el pueblo argentino había experimentado bajo la dictadura cívico-militar del Gral. Lanusse la injusticia social, la dependencia económica y la falta de soberanía política siendo esto funcional a los intereses de los imperialismos particularmente el yanqui. Una realidad política, económica, social y cultural que era la negación de lo que el movimiento justicialista pretendía para la Argentina. La Argentina bajo la dictadura cívico-militar del Gral. Lanusse en su situación económica, como social y política era calamitosa. La herencia en las esferas anteriormente señaladas que dejaba al flamante nuevo gobierno democrático del justicialismo eran muy negativas.

En relación a este punto el presidente Cámpora sigue diciendo lo siguiente: "Podrá la dictadura llenar las cárceles y los barcos, podrá gasear y apalear, torturar y fusilar, pero no conseguirá doblegar la decisión de un pueblo que quería la paz pero que empieza a prepararse para la guerra que le imponen. El pueblo ha de tener conciencia de lo que sucedió en estos años porque sus consecuencias pesan sobre el país en ruinas que recibimos como herencia. La Argentina se ha convertido en un campo de saqueo de los intereses extranjeros. Mientras avanzaban la concentración de la riqueza, la desnacionalización de la economía y el endeudamiento, la participación de los asalariados en el ingreso nacional disminuía drásticamente. Se pasó progresivamente a una situación de desempleo. El 22 por ciento de la población carece de vivienda. La mortalidad infantil es cuatro veces superior a la de los países desarrollados. Más de 200.000 niños no tienen acceso a la escuela, y el índice de deserción supera el 50 por ciento en el ciclo primario el 57 por ciento en la enseñanza media y alrededor del 70 por ciento en la Universidad. Hemos perdido nuestra ubicación entre las naciones más avanzadas y ricas del mundo para asistir al progreso de otras. En 1950, tomando como indicador la renta per cápita, la Argentina ocupaba el decimoquinto lugar y en 1969 habíamos retrocedido al vigésimo-sexto. Es que en realidad el régimen se ha sustentado sobre la desgracia material y cultural de nuestro pueblo. El régimen jugó todas sus cartas. Cuando pudo proscribir, proscribió. Cuando pudo anular elecciones, las anuló. Cuando pudo impedirlas, las impidió. Esta es la verdadera y única razón de la violencia de los argentinos."

La Argentina de 1973 en sus índices socio-económicos era un desastre. Como país era más dependiente de las empresas multinacionales extranjeras que dominaban su economía y era más subdesarrollada económicamente. En relación a su pasado más particularmente a la década de oro del primer gobierno justicialista (1946-1952) y también a otros países del mundo desarrollado. Dada esta situación económico-social que vivía la Argentina producto de un modelo económico de inspiración liberal aplicado por una dictadura cívico-militar.

La hora del pueblo había llegado a la Argentina y eso era sinónimo de gobierno justicialista. Más particularmente gobierno del Gral. Perón. Que se contrapone al gobierno de y para la oligarquía. Es así que, ya en el año 1952 el Gral. Perón decía en relación a la hora de los pueblos lo siguiente: "Es así que las transformaciones político-sociales se encauzan por los grandes movimientos populares que llevan a la hora de los pueblos. En la evolución de la humanidad esa hora llega muy de tanto en tanto y caracteriza a las grandes revoluciones. El interregno entre dos de ellas suele ser de calma y evolución. En las revoluciones los hombres son el instrumento del pueblo y las oligarquías se destruyen o desaparecen. En las épocas de calma los pueblos suelen ser instrumentos de los hombres y las oligarquías proliferan, se fortalecen y dominan."

En la Argentina desde el año 1946 al año 1955 a través del movimiento justicialista se manifestó la hora del pueblo argentino. En la cual hubo transformaciones en el orden político, económico, social y cultural en el país sudamericano. En ese tiempo histórico los hombres, como decía Perón, fueron el instrumento de los pueblos y las oligarquías se destruyeron o desaparecen al menos momentáneamente del plano político y social. Después, en la Argentina fueron tiempos de golpes de Estado cívico-militares y de gobiernos seudo democráticos. Por que el movimiento justicialista no podía presentarse a las elecciones por estar proscripto políticamente por los militares argentinos.

Estos fueron los tiempos de las oligarquías que a través de las fuerzas armadas argentinas dominaron el escenario político nacional. Es entonces que en el año 1973 se concreta históricamente una nueva hora del pueblo argentino. Pero, había una gran diferencia en la situación nacional e internacional en lo económico entre la Argentina del año 1946 y la Argentina del año 1973. Esas diferencias se centraban en la realidad económica y social que experimentaba el país como tal. En relación a este punto el profesor inglés Richard Gillespie nos dice lo siguiente: "La vitalidad económica de la Argentina a finales de los años cuarenta, que había permitido al primer gobierno peronista la concesión de beneficios a ambos polos del espectro industrial, ya no existía. Fue la crisis económica y no la prosperidad lo que saludó al peronismo, cuando, en 1973, volvió al poder: se encontró con la herencia de un importante déficit presupuestario y una tasa de inflación del 6,5% mensual (datos sobre cinco meses hasta marzo de 1973). Además, el país pronto sufrió los efectos de la decisión –tomada en julio de 1974 por la Comunidad Económica Europea- de cerrar sus puertas a la carne argentina, que afectó al 70% del comercio nacional de exportación de carne y, consiguientemente, a la balanza comercial: y de la subida de los precios mundiales del petróleo, que perjudicó a la Argentina tanto directamente, en tanto que importadora de crudos (aunque no en gran escala), como indirectamente, por la repercusión de tal aumento en sus importaciones industriales. En tales condiciones el plan de desarrollo económico peronista y la propia alianza gubernamental empezaron a desintegrarse muy pronto. Durante los treinta y cuatro meses que el peronismo estuvo en el poder, recurrió a seis ministros de Economía, lo que no pudo impedir el declinar económico ni satisfacer a la vez a los patronos y a los trabajadores inicialmente simpatizantes del régimen. Aquellos meses fueron no sólo testigos de la primera huelga general contra un gobierno peronista, sino también de la primera huelga de patronos de la historia de la Argentina; ambas demostraciones debilitaron en gran manera la pretensión histórica del peronismo de armonizar los intereses del capital y de la clase obrera."

A diferencia de la Argentina de afines de la década de los cuarenta cuando había una coyuntura económica internacional favorable a que los mercados de las metrópolis capitalistas estuviesen abiertas a comprar con buen precio los productos primarios (carnes, cereales) argentinos. La coyuntura internacional en términos económicos en el año 1973 era desfavorable para los productos exportables al mercado mundial. El mercado europeo occidental más particularmente el de la Comunidad Económica Europea (CEE) había tomado la decisión de cerrar su mercado a las carnes argentinas. A esto se añade el alza de los precios del petróleo a nivel internacional. Dada esa realidad económica internacional que repercutió internamente en la economía argentina. Es llevo a que la política del gobierno justicialista del presidente Cámpora fracasara. Es decir, la intensión de conciliar los intereses del capital con los intereses del trabajo no se pudo concretar. La conflictividad social aumento, la lucha de clases en el terreno económico fundamentalmente se hizo presente en el panorama nacional.

Esto se daba de patadas con la intensión del gobierno de Cámpora de establecer un pacto social entre trabajadores y empresarios. En relación el escritor argentino Miguel Bonasso nos dice lo siguiente: "A través del Acta de Compromiso Nacional, popularmente conocida como Pacto Social, los sindicatos concedían una tregua reivindicativa de dos años, a cambio de un aumento salarial inmediato, pero modesto, y una congelación de precios. El Poder Ejecutivo se comprometía a enviar al Congreso un paquete de diecinueve proyectos de ley de reforma económica, entre los que se destacaban: el impuesto a la renta potencial de la tierra; la nacionalización del comercio exterior; un programa de viviendas de interés social, la nacionalización de los depósitos bancarios; la creación de una Corporación de Empresas del Estado, la penalización del fraude fiscal, y la eliminación de las compañías financieras para bancarias. El Pacto Social, una creación del General y de Gelbard, apuntaba a un desarrollo capitalista autónomo. Cámpora –que era totalmente ajeno a su elaboración- lo avaló ante el Congreso admitiendo, sin embargo, el modesto alcance de los beneficios que recibirían los trabajadores. En su télex vespertino a Madrid le escribió al General: "Considero que como medida de primer tiempo encontró eco favorable"."

La alegría duro poco dado que el pacto social se hizo trizas por la situación económica internacional de crisis que repercutía en la economía domestica argentina. A diferencia del primer gobierno peronista de a fines de la década del cuarenta a 1952. Donde la coyuntura internacional era favorable al crecimiento de la economía argentina generando así divisas que hacía que en lo interno se podía aplicar desde el Estado una política de conciliación de clases. Es decir, satisfacer los intereses sociales de obreros industriales y empresarios. En 1973 la situación económica era otra y la plata no daba para concretar una política de conciliación de clases entre trabajadores y empresarios. El pacto social fracaso rotundamente.

El gobierno de Cámpora en lo que respecta a su composición en los ministerios del poder ejecutivo reflejaba la variedad de tendencias que conformaban el movimiento justicialista. Es así que, en relación a esto Richard Gillespie dice lo siguiente: "En realidad, el movimiento, aunque sólo por algún tiempo, les permitió a los Montoneros adquirir fama y fortuna y les ayudó a convertirse, indiscutiblemente, en la mayor fuerza radical de la Argentina. Durante la breve presidencia de cuarenta y nueve días de Cámpora, antes de que dimitiese para permitir que Perón tomara personalmente el timón, la composición política del gobierno reflejó de manera relativamente precisa la diversidad del Movimiento Peronista. En cuanto a los cargos más importantes, José Ber Gelbard, uno de los principales representantes del sector monopolista de la burguesía nacional, tomó las riendas del Ministerio de Economía; el de Trabajo fue otorgado a Ricardo Otero, de la Unión Obrera Metalúrgica; y la ultraderecha, en la siniestra figura de José López Rega, secretario particular de Perón, estableció una base al frente del Ministerio de Bienestar Social. Por su parte, la izquierda peronista adquirió cierto grado de influencia durante algo más de un mes en el Ministerio de Relaciones Exteriores, donde el ministro correspondiente, Juan Carlos Puig, y su secretario, Jorge Alberto Vázquez, facilitaron el establecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba, Vietnam del Norte y Corea del Norte; en el Ministerio de Educación, con Jorge Taiana en el cargo, durante un tiempo considerable mayor; y sobre todo, en el Ministerio del Interior."

De lo citado se desprende deque no es correcto calificar al gobierno de Cámpora de izquierdista o donde había una hegemonía montonera. La izquierda peronista expresado en el movimiento político montoneros tubo un desigual peso en tres Ministerios (Relaciones Exteriores, Educación e Interior) en el gobierno de Cámpora. En este sentido la izquierda peronista tenía que compartir el gobierno nacional con tendencias de derecha (José López Rega) y burguesas nacionales (José Gelbard). No era absolutamente mayoritaria.

En otros poderes de la Nación como el Congreso Nacional, en la administración provinciales y en las universidades. El peso político e ideológico de la izquierda peronista expresada en montoneros fue también desigual. Es así que, siguiendo con el mismo punto Gillespie dice lo siguiente: "Fuera del Gobierno Federal, la influencia montonera se dejó sentir en el Congreso Nacional, en las administraciones provinciales y en las universidades. Sólo hubo ocho diputados montoneros en el grupo del FREJULI, formado por 145 representantes en la Cámara de Diputado: Armando Croatto, Santiago Díaz Ortiz, Jorge Glellel, Aníbal Iturrieta, Carlos Kunkel, Diego Muñiz Barreto, Roberto Vidaña y Rodolfo Vittar. Todos ellos pronunciaron discursos radicales e impulsaron la investigación de los casos de tortura y de las actividades para policiales, pero no pudieron conseguir la puesta en práctica de las promesas electorales del FREJULI respecto a la reforma agraria, la socialización y la participación de los trabajadores, al quedar reducida la eficacia de los ocho por su aceptación de la disciplina del grupo."

Es así que, en el Congreso Nacional, en las administraciones provinciales y en las universidades se manifestó de forma clara la influencia montonera. Además, del Gobierno Federal. En el Congreso Nacional los montoneros contaban con solo ocho diputados. En el grupo del FREJULI formado por 145 representantes en la Cámara de Diputados. Una gran minoría. Esto pauto que sus propuestas electorales del FREJULI, como, por ejemplo, la reforma agraria, la socialización y la participación de los trabajadores, y otras medidas quedaran en los hechos en los papeles.

El ex presidente argentino Gral. Juan Perón regresó a su país el 20 de junio de 1973. En un hecho conocido como la masacre de Ezeiza, la izquierda peronista (montoneros) y el aparato de la derecha sindical de la CGT se enfrentaron por el control del palco de honor con un saldo de 13 muertos y 365 heridos. En relación a la masacre de Ezeiza Miguel Bonasso dice lo siguiente: "¿Qué había pasado? ¿Era provocación subversiva, como aseguraría la Comisión? ¿Un enfrentamiento entre fuerzas parejas, como reportaron no pocos periodistas? La verdad quedaría reflejada, con terrible simplicidad, en los informes posteriores de la Policía Federal, la Policía de la Provincia y el jefe de la custodia presidencial: los hombres reclutados por Osinde habían disparado a mansalva sobre la Columna Sur de la Juventud Peronista, cuando este enorme brazo de multitud, compuesto por más de 60.000 personas (entre las que había mujeres, ancianos y niños), salió de la ruta 205 e intentó rodear, por detrás, el puente del Trébol, para situarse frente al proscenio junto a las otras agrupaciones de la Tendencia."

Así que siguiendo con los testimonios de lo ocurrido en Ezeiza el ex guerrillero de izquierda no peronista Enrique Gorriarán Merlo se refiere al hecho de la siguiente forma: "Estábamos en eso cuando el 20 de junio se produjo la vuelta de Perón, Ezeiza, otra masacre. Y quizás hoy parezca un análisis esquemático, pero esto fue lo que pensamos entonces: si la derecha empieza a actuar matando a los propios peronistas, que no va pasar si nosotros asomamos la cabeza. Vimos que, independientemente de la voluntad de Càmpora y de todos los sectores progresistas del gobierno y del Congreso, Ezeiza no iba a ser un hecho aislado."

Tomando ahora otro testimonio sobre lo sucedido en Ezeiza citados la visión que sustenta el periodista argentino Horacio Verbitsky: "La masacre de Ezeiza cierra un ciclo de la historia argentina y prefigura los años por venir. Es la gran representación del peronismo, el estallido de sus contradicciones de treinta años. Es también uno de los momentos estelares de una tentativa inteligente y osada para aislar a las organizaciones revolucionarias del conjunto del pueblo, neutralizar al peronismo por medio de la confusión ideológica y el terror, y destruir toda forma de organización política de la clase obrera. Ezeiza contiene en germen el gobierno de Isabel y López Rega, la AAA, el genocidio ejercido a partir del nuevo golpe militar de 1976, el eje militar-sindical en que el gran capital confía para el control de la Argentina."

Siguiendo en la misma línea analítica Verbitsky sigue diciendo: "Lo sucedido en Ezeiza el 20 de junio se resume así en la grase del discurso pronunciado por Perón la noche del 21: "Somos lo que dicen las 20 Verdades Justicialistas y nada más que eso". En ellas no cabía el programa socializante que el peronismo se dio en la oposición cuando la soledad de la derrota lo redujo a paco más que su componente obrero." Verbitsky sigue diciendo: "En torno de la masacre de Ezeiza y de sus consecuencias comenzó a manifestarse la alianza entre la derecha peronista y la derecha no peronista, que tan clara se hizo durante el gobierno militar 1976-1983 y en los comienzos de la restauración constitucional."

Para finalizar con el testimonio de Verbitsky dice lo siguiente: "Que la masacre fue premeditada para desplazar a Cámpora y copar el poder. Que mientras unos montaron un operativo de guerra con miles de armas largas y automáticas, los otros marcharon con los palos de sus carteles, algunas cadenas, unos pocos revólveres y una sola ametralladora que no utilizaron. Que el grueso de la víctimas se originó en este segundo grupo."

De todos los testimonios citados sobre la masacre de Ezeiza se puede deducir que, en primer lugar, fue un producto del enfrentamiento de la derecha peronista que contaba con armas de todo tipo y la izquierda peronista (montoneros) que iba escasamente armada y con muya gente a su alrededor. Que este enfrentamiento es producto de las contradicciones políticas e ideológicas que traía en su seno el movimiento justicialista desde que fue desplazado del poder por un golpe de Estado oligárquico imperialista en el año 1955. Más particularmente cuando surgió la izquierda peronista o más particularmente cuando apareció en la escena política argentina la organización armada Montoneros a inicios de la década de los setenta del siglo XX. Que esta contradicción entre la derecha y la izquierda peronista se acentuó cada vez más cuando el movimiento justicialista y su líder el Gral. Perón tenían más posibilidades históricas de regresar al gobierno en la Argentina.

Que el Gral. Perón ante esta contradicción que experimentaba desde punto de vista político e ideológico su movimiento político opto por una posición ortodoxa de lo que era el peronismo desde el punto de vista doctrinario. Esto conducía apoyar a la derecha peronista en su manera de sentir el peronismo. Que sintetizaba en la consigna de que "Ni yanquis ni marxistas somos peronistas". Además, el accionar de la derecha peronista en Ezeiza era para desplazar al gobierno de Cámpora que para los primeros tenía un tinte político e ideológico de izquierda. Es decir, zurdo en el lenguaje de la derecha peronista. En segundo lugar, las consecuencias de la masacre de Ezeiza fueron que ahí se puso la semilla de los que fue el surgimiento de la organización terrorista y para-policial llamada Alianza Anticomunista Argentina (AAA). Que practico el terrorismo de Estado durante el tercer gobierno del Gral. Perón y bajo el gobierno de la presidenta Isabel Martínez de Perón. Que instaura la alianza de la derecha peronista y la derecha no peronista en la Argentina. Que tenían de común que eran anti-izquierdistas y golpistas. Que se consolida bajo la dictadura cívico-militar en la Argentina en el año 1976 y sigue después bajo la transición democrática generando desestabilización política.

Cámpora renuncia a la presidencia de la República Argentina el 13 de julio de 1973. Es decir, había terminado un ciclo o una etapa política de la vida argentina que había comenzado bajo la esperanza de iniciar un proceso de liberación nacional en el país. Esa esperanza estaba encarnada en lo que podía hacer Cámpora en el gobierno aplicando un programa de liberación nacional. La izquierda peronista fue la que más apoyo y se movilizo (fundamentalmente la juventud) a favor de ese gobierno calificado de popular. Pero, el gobierno de Cámpora termino rápidamente y no pudo cumplir con las expectativas depositadas por las fuerzas juveniles de izquierda peronista. Con la terminación del gobierno de Cámpora la izquierda peronista perdía una cuota importante de poder en los poderes del Estado Nacional.

En tanto, la derecha peronista se fortalecía cada vez más de punto de vista de espacios de poder ganados en los puestos claves del Estado Nacional. La salida que se produjo con la terminación del gobierno de Cámpora fue una salida por la derecha. Es decir, la derecha peronista salía beneficiada ganando cada vez más espacios de poder en el Estado Nacional. En relación a esto Gorriarán Merlo dice lo siguiente: "Cámpora terminó su periplo el 13 de julio, reemplazado por Lastiri, yerno de López Rega. Sin embargo, aún no era vox populi que, junto con Osinde y Villar, López Rega habían creado ese terrible engendro que fueron las Tres A, las que habían hecho su debut –pero sin firmar- en Ezeiza."

Lastiri yerno de López Rega asumía transitoriamente la presidencia de la República Argentina. Un individuo carente de carisma político y de trayectoria política profunda. Pero, lo más importante era que su asunción a la presidencia de la república generaba una derechización del gobierno justicialista. En relación a esto vuelvo al testimonio de Gorriarán Merlo que dice lo siguiente: "El gobierno iba hacía una derechización mayor. Incluso Alfonsín había definido el ascenso de Lastiri como un golpe de derecha. Nosotros habíamos publicado un documento en el que lo calificábamos como "autogolpe" y como avance fuerte de la derecha. También hacíamos una critica a Cámpora por el silencio que había mantenido por los sucesos de Ezeiza, que indudablemente había sido un silencio impuesto, seguramente no lo dejaron hablar. No obstante esa crítica a Cámpora, que fue muy suave, éramos conscientes –y después lo fuimos más – de que sus cincuenta días habían sido los únicos democráticos en aquella época."

Esta claro que la asunción de Lastiri como dije más arriba significaría una derechización del gobierno justicialista. Este hecho político es un golpe de derecha como lo define el político radical Alfonsin. Esto significaba que las libertades publicas para ciertas opiniones políticas e ideológicas particularmente de izquierda van hacer perseguidas y silenciadas. Por la derecha peronista consolidada en el gobierno nacional. La llamada primavera camporista había pasado a la historia. En los hechos se entraba en un territorio muy peligroso para la izquierda peronista. Por más que en ese momento la izquierda peronista no lo viera así.

El 12 de octubre el Gral. Perón asume como presidente de la Argentina por tercera vez siendo su vicepresidenta su esposa Isabel Martínez de Perón. Este hecho fue festejado por la izquierda peronista que no había tomado conciencia plena que el Gral. Perón había optado por el ala derecha de su movimiento repudiando así a la izquierda. En relación a esto Gillespie dice lo siguiente: "Cuando el 12 de octubre Perón tomó posesión del cargo de presidente, los Montoneros celebraron el acontecimiento anunciando su fusión con las FAR. Llenos de optimismo, declararon alegremente: "Perón hoy es Argentina. Es Soberanía. Es Patria." Al mismo tiempo, mediante un incrédulo editorial en su semanario El Descamisado, titulado "Y esto, ¿qué es?", pretendían que Perón no tenia nada que ver con un "Documento Reservado" de la jefatura peronista, publicado después del asesinato de José Rucci, secretario general de la CGT, verdadera declaración de guerra contra los "grupos marxistas terroristas y subversivos supuestamente "infiltrados" en el Movimiento. Sin embargo, ¡fue Perón quien anuncio públicamente el documento, y su firma la que figuraba al pie del mismo! La incredulidad ante el hecho de que Perón estuviera defendiendo a la derecha peronista y a los líderes sindicales paralizó la iniciativa de los Montoneros por espacio de varias semanas, mientras asimilaban estoicamente el castigo verbal que él les infligió. Después del discurso pronunciado por Perón el 8 de noviembre en la cede de la CGT, en el que equiparó a los llamados "infiltrados" con "gérmenes" que estuvieran contaminado al Movimiento, los Montoneros llegaron incluso a obedecer su orden no criticar a los ministros del gobierno, aceptando así el principio peronista del "verticalismo", o disciplina y autoridad de arriba abajo."

Es claro que en los hechos el presidente Perón había optado claramente por declararle la guerra a la llamada izquierda peronista. Es decir, a los Montoneros. Que los calificaba de "infiltrados" y de "grupos marxistas terroristas" ajenos totalmente a la doctrina y a la práctica que sustentaba el movimiento justicialista. Esto llevaba que el Gral. Perón se sustentara a la hora de la conducción política del país en el ala derecha del justicialismo. Los Montoneros como representantes máximos de la izquierda peronista seguían teniendo la visión de que Perón era un revolucionario y un socialista nacional. Así lo catalogaban al presidente argentino. Pero, en los hechos en la realidad concreta pautaban una cosa muy distinta a la visión del Perón que ellos sustentaban. Para los Montoneros Perón no había hecho una más que alianza con el ala derecha de su movimiento político que él lideraba. Es por eso que acataban en silencio las posturas políticas que adoptaba el presidente argentino.

Los Montoneros en vez de cuestionar directamente las posturas políticas que adoptaba el presidente Perón pensaron que el mal o el error radicaban que el presidente argentino estaba rodeado de una camarilla de derechistas, burócratas y agentes del imperialismo. Que hacían que el presidente Perón lo mantuvieran aislado de las masas, de su pueblo querido. El Perón que se habían hecho en su pensamiento los Montoneros era un Perón que parecía una especie de Fidel Castro o un Salvador Allende argentino que quería realizar la revolución socialista en la Argentina. Esta visión del líder justicialista que sustentaba la izquierda peronista no se ajustaba a la realidad histórica. De que era Perón en términos político e ideológico.

En relación a esto último, el historiador argentino Jorge Abelardo Ramos dice lo siguiente: "Es un revolucionario burgués. Enfrento a la vieja estructura política de los terratenientes sin tocar su base social." Abelardo Ramos sigue diciendo: "Eso puede asombrar a quienes creen que Perón es socialista y sobre la base de esa convicción errónea son peronistas. Pero si descubrieran que Perón es, en realidad, un nacionalista popular burgués que se propuso desarrollar el capitalismo argentino." Para finalizar su testimonio Abelardo Ramos dice: "No creo que Perón haya cambiado en modo alguno su sistema de ideas y su doctrina, que es nacionalista popular."

De lo que dice el historiador argentino Jorge Abelardo Ramos se desprende que el Gral. Perón no es en lo político e ideológico un revolucionario socialista ni nada que se le parezca. No lo fue durante el período histórico que va desde el año 1946 a 1955 ni tampoco durante la etapa de exilio político. Por más que haya tenido coyunturalmente o en términos tácticos algunas declaraciones que pueden se calificadas de izquierda. Cuando surgió por ejemplo en el seno del movimiento justicialista la izquierda peronista. Más particularmente los Montoneros. O cuando se produzco la revolución cubana en el año 1959 y la revolución cultura en la República Popular China.

Pero, en los hechos y a través del tiempo Perón en términos político e ideológico como dice Abelardo Ramos siempre fue un revolucionario burgués y un nacionalista popular burgués. Que su proyecto político para la Argentina era desarrollar un capitalismo nacional. En su escrito llamado "Hacía el universalismo" del año 1974 Perón aclara lo que es doctrinariamente el justicialismo y dice lo siguiente: "El justicialismo comprende lo económico como naturalmente emanado de un proyecto histórico-político de espíritu intrínsicamente nacional, social y cristiano." Queda sumamente claro que Perón y su movimiento justicialista nada tiene que ver en lo político e ideológico con concepciones socialistas y mucho menos comunistas de raíz marxistas.

Pero, los Montoneros como máximos representantes de la izquierda peronista que parece no haber leído los escritos de Perón seguían pensando que el líder justicialista era un revolucionario socialista y que su proyecto político para la Argentina era concretar "la patria socialista". Esta contradicción entre la visión que tenían los Montoneros de Perón y el Perón de verdad de carne y hueso de a poco se hizo cada vez más manifiesta. En relación a esa contradicción Richard Gillespie dice lo siguiente: "Durante el mismo mes los Montoneros hicieron algunas críticas suaves, según empezaban a descubrir que tenían diferencias políticas con Perón. Al dirigirse a los asistentes de una jornada de formación política de la Juventud Peronista, Mario Firmenich reconoció que antes del retorno de Perón los Montoneros habían "hecho nuestro propio Perón, más allá de lo que es realmente. Hoy que esta Perón aquí, Perón es Perón y no lo que nosotros queremos". Admitió que Perón permanecía fiel a su tradicional Tercera Posición y que, para él, el "socialismo nacional" es el Justicialismo", algo que propugna la alianza de clases en vez de impulsar la lucha entre ellas. El descubrimiento de una brecha ideológica entre Perón y los líderes montoneros no condujo, sin embargo, a una retirada de su apoyo, porque los Montoneros aún se sentían estrechamente unidos a él: seguían de acuerdo con la postulación de Perón de una alianza interclasista nacional, aunque, mientras que Perón veía un fin en la conciliación de las clases, ellos creían que tal alianza, poniendo en práctica medidas antiimperialistas, iniciaría inevitablemente el proceso hacia el socialismo."

El Perón de carne y hueso además de seguir sosteniendo en términos de ideas la llamada tercera posición entendía por socialismo nacional no socialismo científico de raíz marxista sino lo que conformaba la doctrina justicialista. Es decir, independencia económica, soberanía política, justicia social e integración latinoamericana. La doctrina justicialista propugna la conciliación de clases (pacto entre obreros y empresarios) en la sociedad capitalista y no la lucha de clases y mucho menos la guerra civil. Para Perón la conciliación de clases particularmente entre proletarios y burgueses era un fin en si mismo. En tanto para los Montoneros la veían como un medio dado que adoptando políticas antiimperialistas llevarían el proceso político y económico en la Argentina al socialismo. Pero, los Montoneros a pesar de esa diferencia con Perón seguían vinculados a él. En el sentido que eran ante todo nacionalistas.

Pero, ese vínculo se haría más conflictivo al pasar el tiempo dado que las políticas que demandaban del gobierno de Perón los Montoneros en los hechos eran negadas por el propio Perón desde el poder ejecutivo. El vínculo entre Perón y los Montoneros se rompería del todo. Esto ocurrió en un acto en Plaza de Mayo festejando un primero de Mayo. La izquierda peronista había movilizado gran cantidad de personas haciendo una demostración de fuerza ante el máximo líder justicialista y la derecha peronista. Los Montoneros en los hechos rompieron con todo el plan establecido para que funcionara el acto de masas según al gusto de Perón. En lo que se refiere a las banderas, las consignas, los cánticos en la Plaza de Mayo levantados por los Montoneros no eran los oficiales. Esto no gusta al presidente Perón que esperaba otra cosa.

En relación a este hecho histórico Gillespie dice lo siguiente: "Perón estaba furioso. Y más se enfureció cuando, en el momento en que se acercaba al micrófono, fue recibido con la persistente pregunta montonera, proferido a gritos: "¿Qué pasa, qué pasa, que pasa, general, que esta lleno de gorilas el gobierno popular?" Perdido el dominio de sí, renunció a su discurso de unidad nacional y soltó contra la izquierda peronista un ataque que equivalió a una declaración de guerra. Después de sólo cincuenta segundos de elogios a la calidad del sindicalismo argentino, mientras se oían consignas gritadas contra los líderes sindicales, hizo su primera referencia a "estos estúpidos que gritan"; sin embargo, de momento, la Tendencia no reacciono. Perón prosiguió: "Decía que a través de estos veinte años, las organizaciones sindicales se han mantenido inconmovibles, y hoy resulta que algunos imberbes pretenden tener más méritos que los que lucharon durante veinte años". Poco después, tras haber oído las consignas recordatorias de dos de los líderes obreros asesinados ("Rucci traidor, saludos a Vandor"), Perón se refirió amenazadoramente a compañeros "que han visto caer a sus dirigentes asesinados, sin que todavía haya sonado el escarmiento". Respondió con dureza a los miembros de la Tendencia Revolucionaria llamándoles "infiltrados que trabajan adentro y que traidoramente son más peligrosos que los que trabajan de afuera, sin contar que la mayoría de ellos son mercenarios que trabajan al servicio de dinero extranjero"; e invocó la necesidad de recurrir a una guerra interna "si los malvados no cejan". Pero lo "malvados" ya no estaban allí: hartos de aquella diatriba, se habían retirado de la plaza de manera bastante ordenada, voceando a coro: "Aserrín, aserrán, es el pueblo el que se va" y "Si esto no es el pueblo, el pueblo ¿dónde está?", y dejando atrás a Perón y sus gritos. Dos tercios de la plaza quedaron vacíos."

Es claro según el relato de Gillespie que los Montoneros con sus cánticos le reclamaban a Perón que Perón se comportase políticamente como los Montoneros quisiesen que se comportase como un revolucionario socialista. Pero, en los hechos el Perón de carne y hueso se comporto tal como era. Un nacionalista burgués que se apoyaba en la derecha peronista para hacer funcionar su gobierno nacional. Que alababa al sindicalismo oficialista, verticalista de la CGT y despreciaba con insultos a la izquierda peronista. A los Montoneros no los hecho Perón sino que se fueron ellos cantando sus consignas y dejando la plaza medio vacía. El vínculo se había roto definitivamente esto repercutió en la visión de los Montoneros seguían teniendo de Perón. Además demostraba el desprecio que tenía el presidente argentino y se puede decir había tenido siempre no solo por la izquierda peronista sino por la izquierda en general.

En relación a esto último, el propio Gillespie dice lo siguiente: "Como podía predecirse, la autopsia montonera, después de los acontecimientos del Primero de Mayo, reveló que "Algo se rompió después de 30 años". Aquel "algo" eran las mágicas relaciones revolucionarias que ellos crían prevalentes entre Perón y las masas, y que habían esperado percibir en la Plaza de Mayo. Lejos de comprometerse en un diálogo, Perón había intentado pronunciar un monólogo, un monólogo que puso al descubierto el desprecio y aversión que sentía por la izquierda. Evidentemente, nada podía ya esperarse de un Perón que, una semana después, protegido por mil soldados, daría personalmente la bienvenida en la base aérea de Morón, al visitante chileno general Pinochet y declaró que "nuestras relaciones con Chile son excelentes". Hacía sólo ocho meses del sangriento golpe de Estado de septiembre de 1973."

En el recibimiento con bombos y platillos al general fascista Augusto Pinochet que había encabezado el golpe de Estado exitoso contra el gobierno constitucional del socialista Salvador Allende el 11 de setiembre de 1973 quedaba de manifiesto en los hechos la posición de derecha que adoptaba el presidente de la Argentina Gral. Perón. La juventud radicalizada política e ideológicamente de inicios de los setenta encarnada dentro del movimiento justicialista en Montoneros. Para Perón pasaron de ser la "juventud maravillosa" de la Argentina a ser catalogados por el líder justicialista de "infiltrados".

Era claro que Perón estando en el exilio político utilizo tácticamente a la izquierda peronista para llegar al gobierno nacional y cuando lo logro y esa izquierda le reclamo una conducta socialista y revolucionaría la despreció totalmente. No quiso integrarla al movimiento que él conducía política e ideológicamente. En este sentido el escritor argentino Miguel Bonasso dice lo siguiente: "En los treinta y tres meses que separan la renuncia de Cámpora de su accidentado asilo en la embajada de México, el país perdió hombres, famas y utopías, hasta caer sin defensas en la noche de los lobos de la dictadura militar. Perón no solo se murió físicamente en ese período; también dejó de ser el estandarte de las rebeldías y las esperanzas que habían forjado el exilio y la Resistencia. Lanusse, derrotado tácticamente por el General, la JP y el Delegado, logró una victoria definitiva en el plano estratégico. El general de la oligarquía acertó en su pronóstico: una vez en el país y sometido a los fuegos cruzados de su propio Movimiento, el Mito tuvo que descender a la carnadura del hombre. En el peor momento del hombre: cuando la enfermedad y la vejez lo acosaban, hasta embotar el instinto político que había poseído en grado sumo el joven coronel de los años cuarenta. Porque el mismo líder que en el 45 incorporó a los obreros y alas mujeres a la escena política, no supo (o no quiso) abrir un espacio para la juventud revolucionaria de los años setenta."

La tercera presidencia de Perón significo que el vínculo con la joven generación revolucionaría de inicios de los setenta que conformara la izquierda peronista en Montoneros pasara del romance por parte de los Montoneros por Perón al rompimiento absoluto en términos políticos. El problema no era la juventud en sí. No era un problema generacional. Sino que la cosa era ideológica o doctrinaria y metodológica. La juventud de clase media o clase media alta que conformaban Montoneros no solo tenía a Eva Perón hecha o interpretada a su propio paladar político. Las consignas "¡Si Evita viviera, sería montonera!" o "¡Perón, Evita la patria socialista!" lo dicen todo. Como referente político e ideológico sino que habían muchos más. Esos otros referentes eran el Che Guevara y Fidel Castro. Es decir, el castro comunismo. El otro problema, era el metodológico. Es decir la metodología de lucha para llegar al poder político. El culto a la lucha armada como forma de hacer política.

Esto visto como un camino estratégico. La soberbia armada según lo denominara el periodista argentino Pablo Guissani. Estas dos cosas, las diferencias ideológicas y metodológicas de lucha política hicieron que Perón los rechazara estratégicamente. Es decir, estaban en contradicción con lo que era verdaderamente en las esferas doctrinarias y metodológicas el movimiento justicialista desde su etapa fundacional. No es que Perón no tuvo o le falló el instinto político que tenía en el periodo 1946 a 1955. La cuestión es que los rechazo por las razones ya dichas.

Es así que, volviendo a lo ideológico que esta vinculado al proyecto de país que proponían tanto el Perón de carne y hueso los Montoneros. En lo que se refiere a Perón en su discurso como presidente de la nación argentina ante el Congreso Nacional el 1º de mayo de 1974 denominado "Modelo argentino para el proyecto nacional". El presidente Perón propone un capitalismo nacional basado en la conciliación de clases. Es decir, un capitalismo de Estado. Pero nada de construir una sociedad socialista basada en la lucha de clases. La contradicción pueblo o oligarquía no esta presente en el discurso de Perón.

Puede que en el discurso solamente este presente la contradicción dependencia o liberación. Entendiendo por liberación el control por parte de la Nación de los recursos vitales de la política, economía, lo socio-cultural, lo científico-tecnológico, lo ecológico. Las fuerzas motrices para llevar a cabo este proyecto de país es una amplia alianza de clases que van de los trabajadores y empresarios. Además, del aporte generacional de los jóvenes argentinos e institucional de las Fuerzas Armadas.

Por otra parte en lo que hace a los Montoneros los mismos aclararon su visión de que proyecto de país querían en un documento de julio de 1973 redactado conjuntamente con las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) titulado "Construir el poder popular". En ese documento se presentaba como central la contradicción dependencia o liberación. Estando en el campo de la liberación el pueblo peronista y sus aliados. Es decir, una alianza de clases populares que tiene como sujeto central a la clase obrera argentina. Estos se enfrentan al imperialismo y sus aliados internos.

La oligarquía en sus diferentes fracciones. El Frente Justicialista de Liberación (FREJULI) era el instrumento político para concretar la etapa de Liberación Nacional y Reconstrucción Nacional tendiente a ir a la construcción de un Socialismo Nacional. Los aspectos centrales y radicales del programa económico y social eran luchar contra los monopolios extranjeros, redistribuir la riqueza y nacionalizar y socializar la economía. En el cual el status-rol del Gral. Perón como líder obrero era central en el transito de la etapa de Liberación Nacional y Reconstrucción Nacional al Socialismo Nacional. Por que Perón como dije anteriormente para los Montoneros era un líder revolucionario que optaba por el camino de construir en la Argentina el Socialismo Nacional.

Es claro entonces que los proyectos de país que proponían el Perón del "Modelo argentino para el proyecto nacional" y los Montoneros del "Construir el poder popular" eran en los hechos muy antagónicos. En cuanto a los fines que perseguían cada uno de los dos. Uno era construir un capitalismo de Estado. El otro un Socialismo Nacional. Entre uno y otro proyecto político el status-rol de Perón era diferente. El primero, era un Perón nacionalista burgués, el segundo, un Perón revolucionario socialista. Los hechos demostraron que el proyecto político de los Montoneros y el status-rol que le adjudicaban a Perón no se ajustaba al Perón de carne y hueso y a su proyecto político que proponía a la Argentina de inicios de la década de los setenta del siglo XX.

El presidente Perón fallece el 1º de julio de 1974 y su esposa la vicepresidenta de la nación argentina María Estela Martínez de Perón asume la primera magistratura. El balance que se puede hacer de la tercera presidencia inconclusa del Gral. Perón es que fracaso en tratar de sacar a la Argentina de la dependencia del imperialismo yanqui y del subdesarrollo económico en que se encontraba. La dependencia triunfó sobre la liberación. Además, el conflicto entre la izquierda peronista (Montoneros) y la derecha peronista aumento notablemente. Esto afecto a la incipiente democracia Argentina. El surgimiento desde los aparatos del Estado nacional de la organización de ultra derecha llamada Alianza Anticomunista Argentina (AAA) que dirigía el ministro del gobierno de Perón llamado López Rega.

Que mataba no solo a los integrantes de la izquierda peronista sino a personas de izquierda en general. En el debate esta el status-rol de Perón como presidente de la Argentina en lo que hacia a su vínculo con la triple A. En relación a esto Gorriarán Merlo dice lo siguiente: "Nosotros creíamos entonces que Perón alentaba el accionar armado de la ultraderecha, ahora lo creo más. Pero no sólo lo digo yo; Miguel Bonasso, en su libro sobre Cámpora – El presidente que no fue- , relata cómo Perón estaba considerando imitar un modelo para- policial – el Somatén- extraído del franquismo en España para aplicar en Argentina; desde antes del 25 de mayo de 1973. Yo creo que Perón pensaba realmente eso, crear una organización para-policial y dar la idea de que sus actos no eran consecuencia de la represión estatal, sino de un enfrentamiento entre derecha e izquierda con prescindencia del gobierno. El dato proporcionado por Bonasso indica que, antes de asumir, Perón ya estaba dispuesto a impulsar lo que fueron las Tres A."

Se deduce de lo dicho por Gorriarán Merlo y por Bonasso citado por el primero que Perón es el autor intelectual y real fundador de las tres A y López Rega su instrumento práctico para llevar adelante los fines de la organización terrorista. El terrorismo de Estado empezó con la tercera presidencia de Perón y no cuando este murió. Es entonces salvo la primera camporista el terrorismo de Estado por parte de las Tres A era moneda corriente bajo la tercera presidencia de Perón. El secuestro, el asesinato y la desaparición de ciudadanos pertenecientes a la izquierda era cosa de todos los días y esta violencia planificada venía o partía desde los aparatos del Estado nacional argentino. Perón hacía que no sabía o no se enteraba pero en los hechos tenía plena conciencia de lo que estaba pasando.

El gobierno de Isabel Martínez de Perón fue más de derecha de lo había sido el de su difunto marido. En lo que se refiere a la lucha contra la izquierda peronista y la izquierda en general en la cual la practica del terrorismo de Estado mediante las Tres A aumentaba cada vez más. Se puede afirmar que fue total y absoluta. La siniestra figura de López Rega apodado "El brujo" fue en aumento e influencia en seno del gobierno de la presidenta argentina. En el plano económico se quiso superar la crisis que experimentaba la Argentina con medidas de corte neoliberal. Los trabajadores protestaron contra la puesta en práctica de esas medidas económicas. Esto llevo a que los trabajadores argentinos produjeran lo que fue llamado el "rodrigazo". En mención al ministro de economía del gobierno de la presidenta Isabel.

El 24 de marzo de 1976 el gobierno de Isabel Martínez de Perón fue derrocado por un golpe cívico-militar de derecha y neoliberal en lo económico. Asumía una junta militar encabezada por el Gral. Videla. Haciendo una síntesis del retorno del peronismo al gobierno nacional en la Argentina. El historiador uruguayo Vivián Trías dice lo siguiente: "El fracaso del peronismo en su segundo ciclo, es la clave de la actual crisis argentina. La muerte del caudillo es un factor del mismo, pero no de lo más determinantes. Nunca, ningún gobierno argentino gozó de tanto apoyo popular, ni acumulo tanto poder en sus manos. ¿Por qué fracaso? Porque careció del programa de soluciones profundas estructurales que la Argentina reclamaba. Sus ambiguas referencias al "socialismo nacional", no bastaban. Defraudó a las juventudes, desconcertó a la clase obrera y en su última fase, bajo la débil conducción de Isabel Perón, no atino sino a aferrarse al neoliberalismo con que sus adversarios se hundieron una y otra vez. Sobrevino el caos y las Fuerzas Armadas volvieron al poder en marzo de 1976."

Después de haber realizado el análisis del marco histórico de fines de los sesenta y principios de los setentas en América Latina en la cual surgió la crítica a la sociología crítica o comprometida. Pasaré a hora a centrar mi estudio en las críticas a la corriente sociológica más arriba señalada. Los cuestionamientos realizados hacía esta corriente sociológica: A) En lo que respecta a la forma de vehículizar su metodología de análisis. Sobre este punto se criticaría a esta corriente sociológica por profesar en forma excesiva el análisis ensayístico, si bien tal género de expresión literaria permite desarrollar toda una serie de hipótesis y visiones generales. Pero por otro lado carece de una sistemáticidad científica que lo puede vincular a la realidad empírica como forma de demostrar lo válido y lo erróneo de los planteos elaborados.

B) Ala teoría de la dependencia en sí. En este sentido se criticaría a esta teoría por ser, economicista, por estar ausente en el análisis la lucha de clases, por contener y llevar posturas nacionalistas en lo ideológico, por reducir los problemas económicos de América Latina a factores de carácter exógeno, por inspirar a movimientos de carácter guerrilleros en nuestro continente. A estas críticas se les pueden sumar otras más que agranda el espectro. En relación a este punto Heraldo Muñoz dice lo siguiente: "El enfoque de la dependencia ha sido, particularmente en años recientes, objeto de múltiples criticas y críticos, coinciden, hemos estimado conveniente – para propósitos de análisis – agruparlas en nueve principales puntos o problemas: a) el término dependencia carece de la necesaria especificidad como para ser operacional, b) los teóricos de la dependencia conceptualizan y estudian la dependencia bajo el capitalismo, pero no discuten la dependencia en sistemas socialistas, c) los escritos sobre la dependencia tienden a presentar esquemas mecánicos en que factores "externos" en vez de "internos" son los determinantes, d) los teóricos de la dependencia ignoran las clases sociales y la lucha de clases, e) la teoría de la dependencia pretende reemplazar las concepciones marxistas y leninistas del imperialismo, f) la teoría de la dependencia es de carácter nacionalista y propone un desarrollo capitalista autónomo en vez de estrategias para llegar al socialismo, g) algunos analistas presentan a las estructuras de la dependencia como estáticas y persistentes en vez de dinámicas, h) algunos estudiosos de la dependencia confunden los conceptos marxistas de "proceso de circulación" con "proceso de producción", e) la teoría de la dependencia carece de "objetividad" académica y es de naturaleza ideológica."

Lo que señala Muñoz repite lo que indique y agrega críticas nuevas a la teoría de la dependencia. Es hora de pasar a encarar una por una las críticas señaladas. La primera, es que el término dependencia carece de un contenido específico como para ser operacional. Es relación a esto que Munoz dice lo siguiente: "Esta critica ha sido formulada especialmente por académicos de los países avanzados algunos de los cuales –incluyendo a Philip O" Brien, David Ray, y Robert Packenham – argumentan que existe una falta de precisión, de claridad conceptual en las prioridades o relaciones especificas que caracterizan el término "dependencia". Algunos académicos, a manera de solución, han procedido a cuantificar y "probar" la teoría de la dependencia, como si solo el medir constituye la condición necesaria y suficiente para el logro de precisión conceptual."

Esta crítica al termino dependencia parte del hecho de que la misma para ser valedera en términos científicos tiene que ser cuantificable. Es decir, tiene que haber exclusivamente una aproximación cuantitativa al fenómeno estudiado. En este sentido reducen los estudios sobre la dependencia a que el mismo sólo es un nuevo concepto y que no esta enmarcado en un marco teórico mas macro. Es decir, vinculado críticamente a la teoría marxista del imperialismo. La segunda, que los teóricos de la dependencia conceptualizan y estudian la dependencia bajo el capitalismo pero no discuten la dependencia bajo el socialismo.

En relación a este segundo cuestionamiento Muñoz dice lo siguiente: "Académicos tales como Ray, Packenham y otros, han hecho precisamente eso al definir la dependencia principalmente en términos de poder y restricciones a la autonomía nacional, y al concentrarse en indicadores tales como flujos de comercio, inversión de capital extranjero, ayuda exterior, etc., para determinar cuantitativamente el "grado de dependencia" que experimenta una determinada nación. Evidentemente, después que el concepto de dependencia es depurado de toda relación con análisis de clases y de modos de producción, es lógico que pueda ser aplicado a las relaciones entre estados socialistas. Por supuesto, esta variación no es lo que los teóricos de la nueva dependencia entienden por el término "dependencia". Es todo caso, algunos comentaristas de la dependencia piensan, por ejemplo que Cuba debería ser incluido en la lista de países dependientes debido a su "manifiesta y profunda dependencia frente a la URSS". Este argumento, se apoya en datos sobre transferencia de armamentos y asistencia económica soviética a Cuba, fuera de cifras sobre el gran volumen de intercambio comercial que existe ente los dos países."

La definición que hacen algunos académicos como Ray, Packenham de la dependencia circunscrita en términos de poder y restricciones a la autonomía nacional, y al concentrarse en indicadores, como flujos de capital, inversión de capital extranjero, ayuda exterior. Para determinar cuantitativamente el "grado de dependencia" que experimenta una determinada nación. Es lógico que pueda ser aplicado a las relaciones de estados socialistas. Como el caso del vínculo entre Cuba con la URSS. Esta concepción de la dependencia esta depurada de toda relación de análisis de clases y de modos de producción. Es bajo esta perspectiva que se puede aplicar o estudiar la dependencia entre estados socialistas. De lo contrario se haría muy problemático el asunto. Dado que la dependencia como situación que mantienen dos países tienen muchos componentes. Es decir, muchas dimensiones a tener en cuenta a la hora de hacer el análisis concreto,

El tercer cuestionamiento, es que los escritos sobre la dependencia tienden a presentar esquemas mecánicos en que aspectos "externos" en vez de "internos" son determinantes. Algunos académicos han criticado el análisis que se hace de la dependencia diciendo que la causa del subdesarrollo de ciertos países es producto de factores externos. No teniendo en cuenta los elementos internos. En relación a esto Muñoz dice lo siguiente: "José Luis de Imaz ha criticado el enfoque de la dependencia argumentando –entre otras cosas- que el concepto de dependencia pretende explicar demasiado, asignando la mayor parte de la culpa por el subdesarrollo latinoamericano a factores "externos". Sorprendentemente, a pesar de la evidencia masiva de la literatura sobre la nueva dependencia que demuestra todo lo contrario, este punto de vista está muy difundido entre algunos críticos de la dependencia. Por ejemplo, Arnold Van Niekerk, Guy Erb y otros apoyan la idea de que los que han contribuido al desarrollo de la teoría de la dependencia, consideran que la dependencia es un problema de carácter "externo". Por el contrario sin embargo, los teóricos de la dependencia visualizan la dependencia desde una perspectiva histórica-estructural que sobrepasa la distinción analítica entre factores internos y externos que tiende a ocultar la unidad estructural que existe entre ellos. La concepción dialéctica de la dependencia, por lo tanto, supera las dicotomías "externo-interno", "desarrollo-subdesarrollo", relacionándolas en una sola estructura mundial: el sistema capitalista internacional."

De lo citado se desprende, que la critica que hacen algunos académicos (José Luis de Imaz, Arnold Van Niekerk y Guy Erb) en resumidas cuentas es que el concepto de dependencia a la hora de aplicarlo le asigna la mayor parte de la culpa al subdesarrollo latinoamericano a factores externos. Es decir, que la dependencia es un problema de carácter externo. Pero, por el otro lado, los teóricos de la dependencia visualizan la dependencia desde otro ángulo de análisis. Es decir, desde una perspectiva histórica-estructural que sobrepasa la distinción analítica entre factores internos y externos que tiende a ocultar la unidad estructural que existe entre ellos. Es una concepción dialéctica de la dependencia que supera las falsas dicotomías "externo-interno", "desarrollo-subdesarrollo", relacionándolas en una sola estructura mundial: el sistema capitalista internacional.

El cuarto cuestionamiento radica en que las teorías de la dependencia ignoran las clases sociales y los conflictos de clase. En relación a este cuestionamiento Muñoz dice lo siguiente: "Esta crítica, dirigida especialmente a Gunder Frank, ha surgido predominantemente de sectores de izquierda que afirman que los principales análisis de la dependencia han descuidado, e incluso omitido, el estudio de problemas de clase tanto en los países subdesarrollados como en los desarrollados. Según Agustín Cueva, por ejemplo, "estos autores reemplazan explotación y lucha de clases por un sistema indeterminado de contradicciones nacionales y regionales que presenta serios problemas desde un punto de vista teórico. En general, es el análisis de clases y conflicto de clases que constituye el Talón de Aquiles de la teoría de la dependencia." Por otro lado, Fernández y Ocampo, en un artículo en que defienden la aplicación de la tesis Maoista de la "nueva democracia" a la realidad latinoamericana, acusan a los analistas de la dependencia de enfatizar excesivamente el problema de la lucha de clases en vez de la cuestión del imperialismo: "La creencia en el predominio del capital industrial le permite a los dependentistas considerar la lucha contra el imperialismo como secundaria a la lucha de clases y la batalla contra el capitalismo." Aunque Frank ha admitido un cierto descuido de interrogantes de clase en su análisis del "desarrollo del subdesarrollo", parecería que la mayor parte de los teóricos de la dependencia –incluyendo al mismo Frank- consideran el conflicto de clases y el análisis de clase como un componente vital de la llamada "teoría de la dependencia"."

Los ataques que venidos de diferentes académicos contra le teoría de la dependencia más específicamente contra la interpretación y aplicación que hace de esta teoría Gunder Frank apunta a que no tienen en cuenta a la hora del análisis la explotación y la lucha de clases. La no aplicación de estos conceptos o categorías de análisis es sustituido por un sistema indeterminado de contradicciones nacionales y regionales cuestionables desde un punto de vista teórico. Gunder Frank además de aceptar cierto descuido de interrogantes de clase en su análisis del "desarrollo del subdesarrollo" manifiesta con otros teóricos de la dependencia de que consideran el conflicto de clases y el análisis de clase como un elemento central de la llamada teoría de la dependencia.

A continuación Gunder Frank visualiza el problema de la siguiente manera: "El esfuerzo por describir la estructura colonial metrópolis-satélite y el desarrollo del capitalismo, me ha conducido a dedicar poca atención especifica a su estructura de clase y desarrollo. Esto no significa que este análisis colonial pretenda sustituir al análisis de clase. Por el contrario, el análisis colonial pretende complementar el análisis de clase y descubrir y enfatizar aspectos de la estructura de clases en estos países subdesarrollados que muchas veces han quedado poco claros."

Gunder Frank profundizo sus análisis sobre el problema de clase y sobre otros temas, en un ensayo de respuesta a sus críticos titulado en forma muy simbólica, "La dependencia está Muerta, viva La Dependencia y la Lucha de Clases", en su libro Lumpenburguesía: Lunpendesarrollo donde afirmaba que: "…es más importante definir y entender el subdesarrollo en términos de clase…Sin embargo… el subdesarrollo en una región dependiente como América Latina no puede ser entendida excepto como el producto de una política burguesa formulada en respuesta a intereses de clase y conflictos de clase que son a su vez determinados por la dependencia del satélite latinoamericano con respecto a la metrópolis colonialista e imperialista."

Es claro que en ciertos teóricos de la dependencia como Gunder Frank el análisis de clase juega un rol critico en la perspectiva teórica de la dependencia. El quinto cuestionamiento se centra, en que la teoría de la dependencia pretende reemplazar a la teoría marxista-leninista del imperialismo. En relación a esto Muñoz dice lo siguiente: "Esta critica, proveniente principalmente de sectores de izquierda, se relaciona en cierto modo con la critica anterior sobre el conflicto de clases, y ha sido dirigida primordialmente a Frank y a Cardoso. Según Fernández y Ocampo, por ejemplo, la teoría de la dependencia es, primero, "una revisión del Marxismo", segundo, "no explica la naturaleza y persistencia del subdesarrollo en América Latina" y, finalmente, "ignora la teoría del imperialismo como guía para la revolución en los países atrasados de América Latina". José F. Ocampo, en otro trabajo, acusó específicamente a Frank de afirmar que "el imperialismo no existe y que las alianzas no constituyen un principio básico en la política marxista."

Hay cierto número de académicos que contraponen de una manera antagónica la teoría de la dependencia con la teoría marxista-leninista del imperialismo. Es decir, que se da la espalda la una a la otra. Pero, hay otras opiniones al respecto sobre este tema. Es así que, Muñoz dice lo siguiente: "Sin embargo, con el desarrollo de la discusión sobre la dependencia y a la luz de las criticas, los teóricos de la nueva dependencia clarificaron o modificaron sus afirmaciones teóricas, declarando que la teoría de la dependencia se basaba en la metodología dialéctica y solo podía ser entendida en términos de la teoría del imperialismo."

En base a las criticas que radican en el antagonismo entre las dos teorías mencionadas. Los teóricos de la nueva dependencia clarificaron o modificaron sus afirmaciones teóricas, declarando que la teoría de la dependencia se basaba en la metodología dialéctica, y sólo podía ser entendida en términos de la teoría del imperialismo. En otras palabras, que no había tal contradicción antagónica entre una y otra teoría sino que mantenían un fuerte vínculo de entendimiento. Es en relación con esto último que Munoz dice lo siguiente: "De cualquier manera, un examen cuidadoso de la literatura sobre la dependencia leva a la conclusión que, según lo allí expresado, el imperialismo y la dependencia están mutuamente, íntimamente y lógicamente relacionados. Cardoso, por ejemplo, en su trabajo "Notas Sobre el Estado Actual de los Estudios de la Dependencia", vincula muy explícitamente a la teoría de la dependencia con la metodología dialéctica en general y, más específicamente, con la teoría del imperialismo. En las palabras de Cardoso mismo, la teoría de la dependencia "no es una alternativa a la teoría del imperialismo sino un complemento de ésta"."

De lo citado, se desprende que los conceptos imperialismo y dependencia están mutuamente, íntimamente y lógicamente relacionados. Es decir, uno y otro se complementa. Por último, en relación a esto Muñoz dice lo siguiente: "Finalmente, la conexión orgánica imperialismo-dependencia ha sido destacada por varios otros académicos incluyendo a dos Santos, Quijano, Marini, e Ianni (quién a menudo habla de la "dialéctica imperialismo-dependencia"). En resumen, Cardoso parece haber estado en lo correcto cuando afirmó que los teóricos de la dependencia nunca pensaron en "substituir, criticar como no relevante, etc, la teoría del imperialismo ya sea en términos teóricos o en su análisis general"."

El sexto cuestionamiento se centra en que la teoría de la dependencia es de carácter ideológico nacionalista y propone un desarrollo capitalista autónomo en lugar de estrategias para construir el socialismo. En relación a esto, Muñoz dice lo siguiente: "Este cargo, proveniente por lo general de círculos académicos de izquierda, ha sido dirigido principalmente a Cardoso y a analistas ortodoxos de la dependencia tales como Helio Jaguaribe. Agustín Cueva ha sido claro y categórico en su critica, afirmando que "los exponentes de la teoría de la dependencia revelan un anhelo nostálgico por un desarrollo capitalista autónomo frustrado, que es precisamente lo que hace a la teoría de la dependencia tan nacionalista en su ideología." La afirmación de Cuevas es claramente injustificada cuando se refiere a la mayoría de los tóricos de la dependencia, incluso si uno considera la tesis de Cardoso sobre el "desarrollo dependiente-asociado."

De lo citado se desprende que desde ciertos círculos académicos de izquierda han lanzado críticas personalizadas en Cardoso o Helio Jaguaribe. En la cual se centran en calificar a la teoría de la dependencia de manifestar un anhelo nostálgico por un desarrollo capitalista autónomo frustrado lo que hacía a dicha teoría tan nacionalista en su ideología. Esta crítica parte de Agustín Cueva y tiene valides si se toma en cuenta la tesis de Cardoso sobre el "desarrollo dependiente-asociado". Es así que tomando Brasil como un estudio de caso, Cardoso observa que: "Actualmente, para la General Motors, Volkswagen, General Electric, o Sears Roebuck, el mercado latinoamericano sino el mercado particular de cada país donde esas compañías producen en America Latina, es la meta inmediata en términos de ganancia. Por lo tanto, al menos hasta cierto punto, un cierto tipo de inversión extranjera necesita alguna clase de prosperidad interna."

La internacionalización del marcado domestico, ha sugerido Cardoso, creará las condiciones para la continua prosperidad de una porción creciente de la sociedad brasileña. En relación a su manera de concebir la dependencia que se contrapone a otros académicos que son abanderados de dicha teoría. El propio Muñoz dice lo siguiente: "Cardoso ha declarado claramente que su tesis del "desarrollo dependiente-asociado" se contrapone con la tesis de Gunder Frank sobre el "desarrollo del subdesarrollo" ya que, a pesar de la dependencia, postula un tipo de desarrollo compatible con los intereses de las corporaciones transnacionales que podría extenderse en America Latina. La conclusión que se desprende de la tesis de Cardoso es que una transformación socialista no es la única respuesta o alternativa al subdesarrollo latinoamericano, ya que puede ocurrir un "tipo de desarrollo capitalista dependiente en sectores del Tercer Mundo integrados a nuevas formas de expansión monopólica"."

La tesis de Cardoso de "desarrollo dependiente-asociado" es antagónica con la tesis Gunder Frank sobre el "desarrollo del subdesarrollo" ya que a pesar de la dependencia, postula un tipo de desarrollo compatible con los intereses de las corporaciones transnacionales que podría extenderse en America Latina. La conclusión que se desprende de la tesis de Cardoso es que una transformación socialista no es el único camino o alternativa al subdesarrollo latinoamericano. Ya que puede ocurrir un tipo de desarrollo capitalista dependiente en sectores del Tercer Mundo integrados a nuevas formas de expansión monopólica.

Es así que, dicha alternativa mantiene la dependencia de los países del Tercer Mundo hacía las metrópolis capitalistas. Además, de tener un costo social muy alto para los sectores que conforman el pueblo. En relación, a esto Muñoz dice lo siguiente: "Es necesario reconocer que Cardoso admite que, "a pesar del desarrollo económico interno, países vinculados al capitalismo internacional por este tipo de lazos siguen económicamente dependientes, en la medida en que la producción de bienes de producción (tecnología) esté concentrada en la economías capitalistas avanzadas (principalmente en EE.UU)". Además, Cardoso ha señalado que este tipo de desarrollo dependiente implica un sinnúmero de serios costos sociales a los sectores populares."

El hecho que haya desarrollo económico interno, países vinculados al capitalismo internacional por este tipo de relaciones siguen siendo, para Cardoso, económicamente dependientes. En la medida en que la producción de bienes de producción (tecnologías) este concentrada en las economías capitalistas avanzadas (fundamentalmente EE.UU.). Además, Cardoso admite que este tipo de desarrollo dependiente implica una variedad de costos sociales a los sectores populares. Por el otro lado, André Gunder Frank y otros son de la opinión que: "Ningún país que ha estado firmemente vinculado a la metrópolis como satélite a través de su incorporación en el sistema capitalista mundial ha adquirido el rango de país económicamente desarrollado, excepto haciendo abandono del sistema capitalista."

En la posición contraria a Cardoso, Gunder Frank sostiene fundamentalmente la idea de que para que un país sea económicamente desarrollado tiene que ser abandono del sistema capitalista. Este es el camino de los países que conforman el Tercer Mundo. Que en la mayoría de los casos son colonias de las metrópolis capitalistas. Per, para ciertos académicos que son teóricos ortodoxos de la dependencia como Helio Jaguaribe el socialismo no es la única solución a la dependencia, su alternativa que elige es la llamado "desarrollismo nacional". Es una estrategia basada fundamentalmente es un capitalismo de Estado nacional. En relación a esto Muñoz dice lo siguiente: "Quizás las criticas a Cardoso pueden ser aplicadas más fácilmente a teóricos ortodoxos de la dependencia como Helio Jaguaribe, quien concibe dos caminos hacía la autonomía y la independencia: uno reformista y el otro revolucionario. Ya que para Jaguaribe el socialismo no es la única solución a la dependencia, su alternativa predilecta es lo que él denomina "desarrollismo nacional", una estrategia basada en "diversas combinaciones de capitalismo nacional y capitalismo estatal."

La séptima critica, radica en que algunos analistas presentan a las estructuras de la dependencia como estáticas persistentes en lugar de dinámicas. Es así que, Muñoz dice lo siguiente: "Esta crítica ha sido dirigida principalmente a Gunder Frank por otros teóricos de la dependencia tales como Theotonio Dos Santos. Según Dos Santos, parte del problema de Frank es su concepción errónea de la contradicción y la dialéctica que ignora la continuidad y universalidad del cambio: "De ahí se deriva el carácter estático en el sistema de Gunder Frank. Las contradicciones de America Latina son, para él, las mismas desde su descubrimiento hasta hoy. Los cambios que han existido, y el mismo Frank admite que son importantes, en su análisis aparecen como "irracionales" o mejor, como resultado de factores aleatorios. Pero, si la estructura de nuestros países es la misma y ha permanecido igual en todo este periodo. ¿Cómo se explican estos cambios que se han producido en America Latina?"."

De lo citado, se desprende que la critica de presentar a las estructuras de la dependencia como estáticas no dinámicas. Están dirigidas fundamentalmente contra Gunder Frank. Por parte de otro teórico de la dependencia como Dos Santos. Que citado por Muñoz en la cual dice que Gunder Frank que tiene una visión estática de las contradicciones que experimenta America Latina. Que son las mismas desde la etapa del descubrimiento del continente hasta el siglo XX. Los cambios que han existido y el mismo Gunder Frank admite que son importantes en su análisis aparecen como "irracionales" o mejor como resultado de factores aleatorios.

De modo similar Fernando H. Cardoso ha escrito que: …la presunción de una "falta de dinamismo" estructural en las economías dependientes debido al imperialismo, malinterpreta las verdaderas formas de imperialismo económico y presenta un entendimiento político equivocado de la situación. Doy por contado que existe diferentes variedades de dependencia en America Latina, y que en algunas de ellas el desarrollo produce un cambio en las relaciones de poder internas, desplazando los viejos grupos de poder oligárquicos y reforzando tipos más "modernos" de control político."

Para Cardoso hay diferentes variedades de dependencia en America Latina, y que en algunas de ellas el desarrollo produce un cambio en las resoluciones de poder internas, desplazando los viejos grupos de poder oligárquicos y reforzando tipos más "modernos" de control político. Además, para el sociólogo brasileño la presunción de una "falta de dinamismo" estructural en las economías dependientes debido al imperialismo, malinterpreta las verdaderas formas de imperialismo económico y presenta un entendimiento político equivocado de la situación.

En lo que se refiere a Dos Santos la interpretación sobre la dependencia es dinámica y de carácter histórico. En así que, Muñoz dice lo siguiente: La interpretación misma de Dos Santos sobre la dependencia es dinámica y de carácter histórico. En su opinión, existen varios tipos de dependencia que pueden ser asociados con diferentes fases históricas: la dependencia colonial, la dependencia financiera –industrial y la dependencia tecnológico-industrial o nueva dependencia. En los periodos caracterizados por las dos primeras variantes de la dependencia, la producción en las regiones subdesarrolladas se orientaba hacía la exportación de bienes (oro, plata y productos tropicales durante la etapa "colonial"; minerales y bienes agrícolas en la fase "financiero industrial"). En otras palabras, la orientación de la producción estaba condicionada por la demanda que se originaba en los centros hegemónicos. En contraste, -sostiene Dos Santos – en el tercer periodo de "nueva dependencia", que evolucionó después de la Segunda Guerra Mundial, -basado en la inversión por parte de empresas multinacionales-, la producción industrial comienza a ser condicionada de varias maneras por las exigencias del mercado internacional de bienes y capitales."

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