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Pandora – Lo que todo hombre debería saber antes de enamorarse (página 4)

Enviado por Steel Nobles


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EL DESAFIO A LA RACIONALIDAD

Es el espíritu lo que les molesta amigo Mujica. Ellos no quieren sacudidas, no quieren pasión; no quieren que se les haga sentir, ni pensar; tan sólo quieren que se les diga y repita lo que están habituados a oír. Ellos sólo creen en todo aquello que jamás han oído negar.

Miguel De Unamuno

La gran mayoría de la gente odia oír todo aquello que podría obligarla a volver a pensar nuevamente.

Stanislav Andreski

DEL DETERMINISMO.— 1 Ya dijimos al comienzo: el hombre moderno es lejos el ser que menos aprende de sus malas experiencias. Sin embargo, en el caso de Pandora, esto es una verdad dramática. Y tal como lo recordarás: es tan poderosa su cristalización y tan rígido su esquema mental, que ni las continuas experiencias traumáticas los pueden variar en lo más mínimo, y toda manifestación de cambio es sólo aparente o circunstancial.

2 Es posible que con las experiencias los varones no mostremos modificaciones profundas, y también estemos atrapados y entrampados en una forma de ser determinada y cristalizada, por lo que podría aquí admitirse y reconocerse una suerte de determinismo neuronal y cósmico. De una invariante que limita nuestra flexibilidad y plasticidad para los cambios volitivos y, por tanto, también nuestra libertad ¿Que tanta razón tiene Arthur Schopenhauer al afirmar que? "El hombre, sin duda, puede hacer lo que quiere; pero no puede determinar eso que quiere" Es material para escribir otro libro.

3 Ahora cabe preguntarse: ¿para qué me ha de servir ganarle la partida a Pandora? Para nada trascendente, como no sea tomar conciencia y darse cuenta de una vez por todas, que nuestra relación con Pandora siempre será de índole negativa, a veces matizada con cosas positivas, pero negativa al fin.

4 Con la solución propuesta en el capítulo anterior (versíc. 12), ella ya no podrá explotarte ni hacerte sufrir, aunque tampoco podrás disfrutarla si ya no sientes nada por ella.

5 Mas, de esta irónica paradoja se desprende otra nueva y gratificante paradoja: los varones siempre podremos encontrar amor y felicidad junto a la mujer verdadera; en cambio, Pandora —que no busca amar, porque ella bien sabe que el amor es un cepo— jamás podrá ser feliz ni sentirse satisfecha, sea quien sea el hombre al que atrape y devore.

6 A través del tiempo, muchos sinsabores habríamos venido padeciendo los varones a causa de ella, y con frecuencia terminaríamos cometiendo nuevos errores; sin embargo aun seguimos siendo los que podemos discernir con claridad y separar los fantasmas, de las personas de carne y hueso. Vale decir: todavía siguen siendo nuestra claridad mental y nuestro valor, la base de la verdadera justicia y de todo progreso efectivo, tangible y duradero. Y como dice D. H. Huxley en «Life and Letters»: "Lo conocido es finito, lo desconocido es infinito; desde el punto de vista intelectual vivimos en una minúscula isla en medio de un océano ilimitado de inexplicabilidad. En cada generación, nuestra tarea es recuperar cada vez algo más de tierra firme".

7 Estoy convencido de que siempre podremos lograrlo si damos oportuno agradecimiento a nuestras compañeras, las mujeres auténticas que —con su entrega, su amor, su fidelidad, su confianza, su sacrificio, su desinterés, y con el gran apoyo espiritual y material que nos otorgan espontáneamente y sin reservas a lo largo de nuestras vidas— contribuyen al desarrollo y a la salvación de nuestra especie, y también a las obras que Dios nos encomendó resguardar. Así ellas compensan maravillosamente todo dolor, toda angustia, toda desmoralización y cansancio que Pandora nos provoca.

DE LA SUERTE.— 8 La relación hombre-mujer —que tal como hemos ido apreciándola ya en innumerables y diversas exposiciones, va presentando todo tipo de dificultades casi insuperables, a nuestro cerebro— sólo se vuelve llevadera y manejable para bien, cuando la suerte o como quieras llamarle, pone a tu lado a la mujer adecuada a tus planes de vida. Digo la suerte porque en este hallar no existe acción preconcebida, y es lo más parecido a la idea del milagro que tenemos los buenos creyentes.

9 Testimonio de ello nos lo brindan aquellas pocas parejas de ancianos que, al cabo de varios decenios de feliz unión, no pueden entregarnos una fórmula, ni siquiera una explicación lógica que justifique esa armonía que sólo la muerte viene a destruir. Y es de común ocurrencia que el sobreviviente, en su angustiosa soledad termine acudiendo pronto al amoroso y misterioso llamado que el difunto cónyuge le hace desde la otra vida.

DEL INFORTUNIO.— 10 Ante las inevitables y naturales dificultades que depara esta vida, ojalá todos pudiésemos encontrar muchas buenas razones y sentidos de propósito para seguir luchando con fuerza y alegría hasta el último respiro. Luego me pregunto: ¿qué queda de esperanzador para aquellos hombres adultos que siguen viviendo autoengañados, sufriendo abusos y perjuicios de todo orden por culpa del amor que sienten hacia una mujer que, no sólo no les corresponde, sino que además los idiotiza, engaña, explota y desprecia? Una mujer que pocas veces alegra en medio de la abundante tristeza que crea. ¿Existe acaso en nuestro interior un jugador suicida, compulsivo, febril e irracional, que se aferra a la última carta hasta vivir la ruina más aplastante antes de morir? A saber, de todo hay en la viña del Señor, dice el salmo, y es verdad.

11 Lo cierto es que si el hombre normal logra convencerse de la maldad del juego en que se metió, lo más probable es que se salga de él de modo relativamente fácil; pero le resulta engorroso persuadirse porque le va a faltar la malicia necesaria, para hacerle ver esta malicia en las demás personas… y muy especialmente, en su Pandora.

DE LA RESPONSABILIDAD.— 12 No cabe duda que todos tenemos responsabilidad divina, social y familiar en toda esta historia en que participamos, y es impropio de todo buen varón eludirla, ya que "todo ser humano lleva, por entero, el sello de la condición humana" Ensayos (Michel De Montaignes). Luego, no es tan simple decir desaprensivamente: "yo estoy bien", y seguir durmiendo sobre la línea férrea creyendo que estás en el Caribe, tendido sobre una hamaca playera.

13 Pandora, si puede te va a sorprender y podrías verte angustiado buscando en alguien o en estas mismas páginas alguna razón para seguir viviendo, y hasta puede que quieras consultar siquiatra. No es por casualidad que "El factor sorpresa vale mil soldados", asegura el General Mark W. Clark.

14 La creencia de que las incompatibilidades desaparecerán solas en el transcurso del tiempo, es otra expectativa riesgosa, y no sólo para la relación con Pandora, sino para la propia armonía interior. 15 Dado que somos hombres, seres racionales, hijos del Padre, no debemos permitir que el puro azar decida por nosotros y menos aun dejarnos arrastrar a una guerra sucia donde se impondrán definitivamente la irracionalidad y la perversidad, cosas que —evidentemente— no constituyen el fuerte de un hombre normal y sano.

16 Por otra parte, tampoco un ser racional debe dejarse llevar por emociones descontroladas, sean propias o ajenas, menos todavía si éstas son de origen rabioso o histérico. En este punto fija tu atención en que: al encarar a una mujer, por indignado que estés, te conviene mantenerte siempre en estado de racionalidad. En lo que el Análisis Transaccional denomina "El Adulto", para decir lo que tengas que decir, pero de tal modo que nunca tu accionar y tus palabras precedan a nuestro sano raciocinio.

Esto no quiere decir que debas tener hielo en las venas o tragarte la amargura; por lo contrario, si tu interlocutora trata de interrumpirte, no se lo debes permitir, debes pedirle guardar silencio y que escuche con atención; o bien seguir hablándole subiendo paulatinamente el tono de voz. Si así no logras hacerte escuchar más te vale que cortes esa "comunicación" y te retires pensando en que al volver, la ocasión para abordar el problema será más propicia. Esta práctica, si es reiterada, normalmente se convierte en inhibitorio de los propios afectos, que más pronto que tarde podría librarte de quien los provoca, sin pena ni esfuerzo alguno.

DE LAS OBLIGACIONES.— 17 Jamás te convendrá dejar temas pendientes ni aceptar respuestas incompletas, vagas y confusas de parte de tu mujer, que no satisfagan a la razón mínima y elemental. 18 Si ella participa en el proceso racional, debes darle todas las facilidades para que haga sus aclaraciones y descargos. Así, al menos, sabrás lo que ella piensa sobre el asunto en cuestión, para luego establecer consenso, si procede.

19 Si no quiere escuchar, debes seguir hablándole, imponiéndote con serenidad; jamás debes permitirle que te deje "atragantado", ya que ésta constituye una vieja táctica pandoriana que sólo sirve para dos cosas. Una: eludir un tema que a ella no le conviene tratar, y menos esclarecer. Dos: para que te ahogues, y ojalá te mueras.

20 En síntesis: que jamás la mentira, la irracionalidad y la ira —vengan de donde vengan— se impongan sobre la razón, la justicia y los modales de buena crianza. De lo contrario terminarás viviendo en el infierno, o bien abandonando a una dama que, con un trato más asertivo y más positivo de tu parte, ella habría sido buena compañera; luego, no podrás evitar sentirte culpable, y la culpabilidad te debilitará.

21 Conviene tener presente que encender la ira en Pandora y despertar sus deseos de venganza, es tan fácil como encender una ampolleta; se puede causar sin querer, incluso sin saber. 22 En consecuencia, siempre vas a defraudarla y "ofenderla", para luego ser castigado por ella sin explicación ni consideración, a causa de faltas no cometidas y ni siquiera pensadas.

DEL «LIGHTISMO».— 23 Lo volvemos a decir: a pesar de los errores y perjuicios que históricamente los varones hemos cometido en contra de la Humanidad, aun seguimos siendo los arquitectos y constructores innegables del progreso y de la historia; y este currículo es fruto exclusivo de las excelencias del alma humana, y nunca de sus defectos, aunque las feministas, las histéricas y sus Plagas, estén cerradas o incapacitadas para reconocerlo y aceptarlo.

24 Hablando de defectos y de plaga: muy oportunamente, Enrique Rojas, célebre siquiatra español, describe en su libro «El hombre light» a un tipo indolente, epidérmico, egoísta, hedonista y materialista terminal, desprovisto de valores trascendentales, de sentimientos nobles y de moral, capaz de vender su madre al demonio y, algunas veces luce manchitas de jaguar. Es alguien similar a ese personaje de «De Rusia con amor» en que Ian Fleming dice de él: "Kronsteen no estaba interesado en los seres humanos. Tampoco conocía, en su vocabulario, las categorías de: bueno y malo. Para él todos eran piezas de ajedrez. Sólo estaba interesado en sus relaciones ante los movimientos de otras piezas."

25 El hombre light, medallista olímpico del rats race (correr por miedo o codicia); es el nuevo producto de los hogares disfuncionales de Pandora y del medio ambiente ya plagado. Él constituye para ella su top man, o sea, el goma soñado; no confundir con su príncipe azul, porque éste es demasiado onírico y surrealista como para materializarse (fenómeno que cuando ocurre, dura menos de 24 horas y carece de toda importancia).

26 El "lightismo" imperante incuba en jóvenes con graves problemas de identidad, que sólo consiguen ser al compararse con los demás desde la perspectiva arribista-consumista y sus logros mezquinos. Resultan ser productos "humanos" vacíos de espiritualidad y llenos de vanidad, con excelentes perspectivas pandorianas fundadas en su dorado axioma: "tanto tienes, tanto vales". Por eso "… no persiguen otra cosa que el poder material, brutal, bestial… esa estúpida y antigua pelea de los ambiciosos por el poder y, de los trepadores por un lugar bajo el sol…". Nos dice, Hermann Hesse.

27 En este punto creo oportuno transcribir parte de la declaración que hace el célebre escritor Luis Sepúlveda, en entrevista concedida a El Mercurio (7/12/’96); él dice: "Yo tengo no sólo una preocupación, sino un total rechazo hacia toda manifestación artística que me huela a light; a todo lo que dice ‘indaguemos hasta cierto punto porque profundizar un poco más allá podría traernos problemas’. Yo entiendo a la gente cuando libremente decide ser cobarde en su vida diaria y en la literatura, pero no me parece que haya que descalificar al resto, a los que no quieren ser cobardes…"

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RELACIÓN SEXUAL Y SOLEDAD

Ellas viven al sur, en señoríos sin hombres, donde ahogan a los hijos que nacen varones. Cuando el cuerpo pide, dan guerra a las tribus de la costa y les arrancan prisioneros. Los devuelven a la mañana siguiente. Al cabo de una noche de amor, el que ha llegado muchacho regresa viejo.

Eduardo Galeano

DE LA REPRESIÓN.— 1 Bien sabemos que desde siempre hombre y mujer viven aparejados en complementación íntima; y ésta, dependiendo del punto de vista, puede considerársela necesidad básica o relación fundamental para la existencia humana, para su reproducción y crecimiento (necesidades que homosexuales y lesbianas las desestiman). Aunque, como hemos podido constatar, la corrupción de esta necesidad o fundamento suele generarnos desequilibrios y catástrofes incontrolables;

2 Sin embargo cabe la posibilidad de que prescindamos de ella reprimiendo aquellos impulsos que la crean, para vivir en relativa soledad y limitarnos a relaciones sexuales ocasionales sólo sexistas; lo que, bien sabemos, reviste algunos riesgos somáticos. Ahora, bien visto, ésta puede ser una alternativa bastante más saludable que intentar inútilmente una relación estable de pareja con Pandora, corriendo permanentes riesgos de destrucción del alma viril y la consiguiente pandorización personal, y posteriormente universal.

3 Además, creo importante consignar que, si bien la relación sexual ocasional puede eliminar aquellos otros componentes que podrían resultar discordantes, sólo sería válida como catarsis ocasional y pasajera, ya que el acto sexual no constituye un fin en sí mismo (sexismo) por cuanto forma parte de un proceso más trascendente que comprende a las personas en su totalidad, al menos las normales. En otras palabras; si estamos obligados a elegir entre dos males, lo menos malo será… quedarnos con el mal menor.

DEL DESAMOR (2).— 4 Al correr del tiempo, la relación sexual sin amor va transformando a la pareja, tan sólo en masturbadores mutuos; los cuales terminan por levantar entre ambos un muro de repulsiones y hastíos con el inevitable y consiguiente rechazo del uno hacia el otro. Y son, incidentalmente, la indiferencia sexual y la cópula sin amor, las prácticas más recurrentes y disolutorias a las que nos introduce y condena la cautivante hija de Vulcano.

DE LA IMITACIÓN.— 5 Aunque Pandora no sea una belleza, sino más bien lo contrario, igual seduce; pues posee ese magnetismo que captura a la mayoría de nosotros, aun al margen de lo sexual. Esta propiedad, inmodificable, evidente y peligrosa, para ella se convierte en su valor primordial inevitablemente deseable. Es por tal motivo que gran cantidad de mujeres puede llegar a envidiarla o admirarla hasta ver en ella un modelo competitivo que imitar. Todo esto, debido a que —a pesar de sus múltiples defectos y carencias— Pandora encarna, magistralmente, al mayor significante (Lacán) del "ideal femenino" perfecto y definitivo que muchas desean ver en ellas mismas.

DE LA DESAFECCIÓN.— 6 De tal modo y sin proponérselo, Pandora se transforma en la pionera anónima de la "liberación" femenina actual; y es anónima porque ella casi nunca participa de hecho en movimientos de esa índole, dado que —aparte del asunto imagen del que hablamos con anterioridad— los temas feministas sólo le interesan a modo de chascarrillos que le permitan granjearse simpatías o, simplemente, llamar la atención sobre sí. Ella bromea, cuenta anécdotas y chistes en que se ríe y se burla de nosotros los varones, con una "gracia admirable".

7 Mas, los verdaderos problemas humanos —particularmente los femeninos— cuando son ajenos a su persona, en verdad no le interesan en absoluto. Entonces ¿Por qué misteriosa razón un ser como Pandora se hace obedecer, imitar, y logra conseguir posición social y económica, honores y amores que jamás mereció, para luego transformarlo todo en desastres familiares e insufribles pesadillas sociales? Muy simple: asunto de inteligencia no-humana… o simple locura.

DE LA INTELIGENCIA PANDORIANA.— 8 En ella, "el fin siempre justifica los medios", y es esta su consigna vencedora. Por fortuna, todavía constituyen mayoría las personas que no aceptan tal condición e impertinencia como práctica habitual de interacción social. Pronto se le oponen y se rebelan, puesto que Pandora suele ser en estas lides, similar a algo que se escribió sobre Rommel en Noráfrica, vale decir: "En la defensa: indomable. En el ataque: infatigable. En la victoria: insufrible" Entonces ¿Cual será nuestra salida? ¿Atacarla? ¿Defenderse? ¿Soportarla? Más adelante lo sabremos.

9 Voltaire ya observaba hacia 1764: "Cuando puedo hacer lo que quiero, ahí está mi libertad (….); pero no tengo más remedio que hacer eso que quiero". ¿Contradicción? Quizás. No obstante y por el contrario, sabemos a ciencia cierta que gracias a esa mínima libertad —fruto de la razón esclarecida— es que aun podemos acertar, enmendar rumbos, evitar situaciones indeseables, amar, ser amados y acatar las leyes de Dios y de la Naturaleza como lo más trascendente de nuestra existencia mortal. "Esto es lo que es la inteligencia; poner atención a las cosas adecuadas" (Edward T. Hall).

10 El caso es que Pandora no ejerce esta elemental expresión de inteligencia básica. Comienza por la falsa premisa de que todo va mal en la medida que la realidad y los acontecimientos no se ajusten ni sucedan de acuerdo a sus personales pareceres, necesidades y caprichos. Para Pandy es esta la prueba concluyente de los errores y defectos a corregir para beneficio de ella, por parte del resto de la Humanidad.

11 A la inversa de ser una genio, ella posee inteligencia subhumana, pero no animal —porque eso implicaría amplias inhibiciones que en su caso no aparecen— sino más bien embrionaria, simple y eficiente como la palanca y, al igual que el hombrecillo light, carente de profundidad y amplitud, carente de sentimientos nobles y de moral (fundamentos básicos del humanismo universal). Todo esto expresado en obsesiones que buscan satisfacerse en velocidad, ejerciendo presiones y coacciones cada vez mayores sobre personas que al fin ceden por fatiga.

12 Además, la inteligencia de nuestra falsa Atenea es de muy corto alcance, constituye un cúmulo de esquemas aprendidos funcionando de manera refleja, y que sólo le sirve para resolver problemillas menores, y para ser aplicada tan sólo en el momento preciso. Su simplismo, su inmediatez y su obcecación, son sus mayores y mejores aportes a su eficacia (no confundir con eficiencia)

13 En cambio su visión macro y de futuro no va más allá de la punta de su nariz y, a partir de allí, lo primordial, lo secundario y lo irrelevante, se ven todos en un mismo plano. Ante esta apreciación errónea —por ausencia de Y— con bastante frecuencia la historia y el devenir le demuestran que su inteligencia es peligrosa, incompleta; y que sus diagnósticos lo son aun más; luego —siguiendo la misma proyección— "sus remedios resultan peores que las enfermedades". En fin, nuestra salida es, una vez más, arrancar de ella y, si fuese posible, a la velocidad del rayo. Siempre nos resultará más saludable vivir en relativa soledad, aceptando la compañía ocasional y variada de otro tipo de féminas… y en aquellos mismos términos que ya expusimos en el capítulo 5, versículos 23, 25 y 26.

DEL EGOCENTRISMO.— 14 Y lo antedicho resulta inevitable porque: el libre albedrío no existe fuera de Pandora. Ella es quien, finalmente debe controlarlo y visarlo todo para autoconfirmar su ubicuidad, propiedad equivalente a la omnipresencia divina.

15 Además, y ya dijimos, ella ve a la Naturaleza como un ente lleno de defectos al que hay que corregir (pulsión histérica) de acuerdo a un modelo de perfección superior: ella. Por tales razones es que Pandora entra, tarde o temprano, en guerra con todas las personas que la rodean, aferrándose ella a esquemas dogmáticos intocables: sus ideas fijas. Por lo tanto, no es extraño que el odio, la segregación, la persecución y la violencia, pasen a constituir la única forma de lucha para defender la causa suprema de la existencia: incidentalmente, ella.

16 A raíz de todas estas presunciones inadmisibles y gratuitas que suelen tornarla persona non grata, Pandora puede terminar, si es preciso, valiéndose de apariencias y modales agradables seleccionados con sumo cuidado y muy cuidadosamente aplicados —y también de discursos seductores, lisonjeros— para capturar en beneficio propio el interés de quienes pronto serán sus huestes y satélites; su séquito vital e incondicional, su caldo de cultivo proplagario. En especial los caballeros lights, que acatan reverentes sus edictos y reciben gustosos sus "favores", sin sospechar las consecuencias. Luego, son los mismos que, después de la muy entendible, previsible e inevitable hecatombe, desean poco menos que estrangularla.

¿LIBRE ALBEDRÍO SIN COMUNICACIÓN?

DEL LIBRE ALBEDRÍO.— 17 Lo más probable es que nuestro libre albedrío esté circunscrito a un espacio pequeñísimo pero, aunque reducido, mal que mal, gradualmente él nos permitiría desprendernos y alejarnos de todo aquello que nos confunde, nos daña y debilita, aunque tal acción afecte a nuestros sentimientos más queridos y, así, adoptar —en forma oportuna, conciente y decidida— posiciones más sanas, más objetivas y constructivas sin que, a raíz de ello sintamos menoscabada nuestra capacidad emotiva-afectiva.

DE LA INCOMUNICACIÓN.— 18 De tal modo que si posees asertividad, afectos, raciocinio y tolerancia —bases del buen entendimiento entre personas—, para la musa de nuestro ensayo tales virtudes no existen, a pesar de lo bien que simula el diálogo amable, el que no pasa de ser la forma dinámica de una actitud indiferente encubierta por respuestas, preguntas y aportes, todos reflejos. El diálogo con Pandora suele resultar un auténtico monólogo. Ella sólo pregunta lo que necesita saber para su beneficio y placer personal, y concentra su atención en aquellos puntos que sólo a ella le convienen. El resto constituye una suerte de sonido background, al que Pandora contribuye entusiasmada para enseñorearse en una sociedad hipócrita, egoísta y seudocomunicada.

19 Y ya que hemos abordado el tema de la comunicación, creo oportuno acotar un asunto de candente actualidad: a pesar del crecimiento vertiginoso de los sistemas comunicacionales, se da la paradoja que las personas —en particular los miembros de la familia— jamás estuvieron tan incomunicadas y alejadas entre ellas como ahora. El dramático y evidente hacinamiento humano, especialmente en las grandes ciudades, contrasta con la soledad patética de millones de individuos que así viven juntos a sus seres queridos, a los cuales conocen menos que a sus propios compañeros de trabajo, y mucho menos que a los personajes de la guerra, del mundo financiero, del deporte, la política, la música pop, el cine, las teleseries, el jetset, la farándula, la mafia y el terrorismo.

20 No hay tiempo de uno para dárselo al otro; el otro es sólo una oportunidad para aprovecharse de él, y es sólo para eso que ahora existe el voceado libre albedrío, existe a modo de amenaza constante y estresante, sostenida por la compulsión de capturar presas para saciar por momentos el apetito constante de la ambición infinita. Muchos se han vuelto egocéntricos, indiferentes, crueles e hipócritas. Se han convertido en auténticos depredadores, en plagarios; a la vez, e irónicamente, en piezas de la misma cacería. Ya nadie sabe quién es el otro.

21 La comunicación intrafamiliar es un bien que no tiene sustitutos. Resulta ya imposible, ni siquiera imaginable, un desarrollo social armónico, constructivo y amoroso, sin comunicación intrafamiliar. Resulta imposible imaginar a la práctica de ese libre albedrío egotista, materialista, malhechor e irresponsable, tal si éste fuese el adalid del desarrollo y del bienestar humanos.

22 Se ha olvidado que la base de la sociedad es la familia, particularmente en lo que respecta a su plano afectivo y emocional. Y esta base está personificada en la mujer y, particularmente en la madre, la madre dedicada a serlo por sobre todas las demás labores. Se trata, ni más ni menos, que del verdadero y primer apostolado terrenal; pero, por desgracia, éste, su apostolado, ha sido abandonado por ellas en aras de un desarrollo ambicionante, egoísta, materialista, brutal, despiadado y criminal, de apocalíptico diagnóstico; sin embargo, y curiosamente, a nadie parece importarle en lo absoluto.

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¿EL BLUFF?

Astuto no es el que procede con ventaja; sino el que no se le nota.

Steel Nobles.

DE LA IDENTIFICACIÓN.— 1 Por fortuna y en general, puede decirse que los varones no tenemos —intelectual y emocionalmente— nada qué envidiar ni imitar del personaje estelar de esta obra. Sin embargo, llegar a identificarle en plenitud, es requisito indispensable si queremos servir al plan divino y tener un mejor pasar por la vida presente. Al final del camino, y en el peor de los casos, guardaremos de Pandy un recuerdo ingrato que nos mantendrá vacunados y lejos de su influencia (lo que es muy saludable).

2 Por desgracia no ocurre lo mismo con la mitad de las mujeres que, en más de un detalle se le quisieran parecer. De tal modo circula entre ellas ciertos hábitos perniciosos que también se han transformado en plaga como, por ejemplo: hacer profesión y apología de la intolerancia, de la mentira, de la insolencia, de la indecencia, del consumismo, del fornicio, de la desfachatez y de la infidelidad; luego, más temprano que tarde, terminan pagándolo muy caro, y sin obtener aprendizaje alguno de esta experiencia, más bien sólo indignación por "lo injusto de la vida".

DE LA IRRESPONSABILIDAD.— 3 A continuación ocurre que —a consecuencia de esta problemática encabezada por la infidelidad— se ha producido un boom bastante estruendoso de divorcios y separaciones que están aumentando vertiginosamente, y que están terminando con la familia y sus fundamentos naturales, agigantándose con sorprendente rapidez el monstruo de la juventud desamparada, desperdigada y decadente.

4 Los niños ya casi no tienen su lugar en esta tierra y, más que meros instrumentos de extorsión, suelen terminar siendo un estorbo en la vida de Pandora, la que endosa irresponsablemente la crianza de sus hijos, a la nana, a la abuela, a la vecina… o a la calle.

5 La presencia siempre creciente —entre menores de 14 años— de: la drogadicción, el alcoholismo, el porte de armas, el asesinato y el suicidio —al menos en Chile— se considera tal si fuese un problemilla de escasa importancia al lado de la omnipresente problemática macroeconómica, por citar un ejemplo. Así, muy poco y ya casi nada se puede hacer como persona frente a este materialismo ciego que conduce con mano férrea la ambición patológica del hombre light, azuzado por Pandora.

6 Sin embargo, y a pesar de ello, creo que todavía podemos hacer algo importante para protegernos de la locura colectiva. En primer término: si deseas un mundo mejor para tus hijos, jamás debes dejarte impactar por "filosofías" ni modas que pretendan aniquilar aquellos principios y valores de la pareja y de la familia, que a grandes rasgos estamos bosquejando, y que yacen grabadas desde siempre y para siempre en el corazón y en la mente del Universo.

DE LAS APARIENCIAS.— 7 Podría ser que, en algún momento, Pandora luzca muy alegre su aparente éxito con los hombres; su amistad confiable en apariencia, su hacerse pasar por sabelotodo, su mostrarse como polo de atracción social y el poseer otras virtudes ininteligiblemente plausibles que constituyen la máscara que oculta su verdadera identidad: causante directa de la, hasta ahora, incontrarrestable involución humana.

8 Mas, quienes somos ya zorros trampeados y de retorno —y que la observamos desde lejos— la vemos opaca, atemorizada, sin pareja o aparejada en forma dudosamente satisfactoria; aferrada a un trabajo que detesta y que siente que le roba la energía, la libertad, la ilusión. O bien, viviendo a expensas de un light al que exprime y aborrece. Corriendo de un lado a otro sin parar, haciendo mil cosas por mecánica e inconsciente compulsión.

9 En ocasiones suele brindar la engañosa impresión de ser mujer positiva, inteligente y dinámica: pero "es más el ruido que las nueces". Pandora es esencialmente cómoda, sólo trabaja cuando es forzada por las circunstancias, o no ha capturado aun al goma perfecto que la mantenga en forma integral, segura y placentera.

DEL TRABAJO.— 10 Salvo honrosas excepciones, la incursión laboral de una Pandora-madre es pecado, un contrasentido y un desacato aleve. Ya que, no sólo quita posibilidades a sus hermanos y esposos, sino también a sus propios hijos; condenándolos a las graves consecuencias que su abandono del hogar, el desamparo, la frustración y el ocio conllevan. Luego, no tendrá escrúpulos para chillarles —toda vez que estalle— lo vagos, abusadores e irresponsables que ellos son.

11 Aunque la irresponsable no lo confiese, en estos avatares coincide con Dios, ya que El dijo al hombre, y no a la mujer: "Con sudor de tu rostro comerás el pan". Luego lo sacó del Paraíso para que él trabajara. ¡Cuidado! De esta orden, Pandora podría deducir con entusiasmada ligereza lo siguiente: el hombre debe trabajar para sí mismo, para ella y sus retoños. Y como nuestra "emperadora" se supondría eximida de sudar, deberá imponerle tributos y servidumbre obligatorios para así ella dedicarse a "pasarlo bomba" sin costo alguno y a full time.

12 Cuando Pandora está obligada a emplearse, desempeña labores comparativamente cómodas, que no demandan mayor esfuerzo y, no pocas veces dispone de subalternos a quienes tiraniza y usa hasta para resolver sus problemas más domésticos. Aun así se queja abiertamente de ser explotada y discriminada por ser mujer.

13 No pocas veces —a consecuencia de su indolencia, desatino, y de los conflictos que así ella se crea— se salva de ser despedida fornicando en forma ocasional con algún light influyente de la empresa en la que trabaja, al que, además, suele chantajear para conseguir aumentos salariales.

14 Cuando Pandora comprende que el empleo es una limitante a sus ambiciones sin límite, se hace independiente, "empresaria", para así no tener que rendirle cuentas a nadie y que otros trabajen por y para ella, sumisamente, incondicionalmente, y ojalá por poco dinero. En estos lances "empresariales" ella no exhibirá sus orgullos tontos ni le dará asco la bajeza, si lo que le conviene es llorar desgracias y miserias; o mostrarse tiernucha e indefensa, con tal de ablandarles el corazón a sus acreedores; o exacerbarles la libido, para después transar.

DEL ARRIBISMO.— 15 En ésta, su actividad empresarial, suele desvanecerse cual estrella fugaz su inicial espíritu "industrioso y emprendedor", pues al instante en que Pandora consigue cazar a ese varón adinerado, generoso e ingenuo, ella le dice adiós a todo tipo de compromiso empresarial o laboral lanzándose de lleno a la holganza y al despilfarro de la fortuna de su "bienamado", entre otros abusos de variado calibre.

16 Si las cosas se le dan favorablemente, el aburrimiento y la ociosidad suelen impulsarla a ocuparse de nimiedades como llevar perros finos a peluquerías caninas exclusivas, y a participar en actividades seudosociales prestigiantes; por ejemplo: participar en bingos, rifas, colectas, completadas, concursos, shows, etcétera —en favor de los pobres, de los viejos, de los enfermos ¡y de los niños desamparados!— con amplia publicidad y reconocimiento público, y así maquillar su conciencia con afeites baratos y bien aparentadores. Y así todos crean que ella tiene un gran corazón humano.

Pasado el tiempo se vuelve soberbia, prepotente y viciosa, despóticamente matriarcal, caprichosa igual que Salomé, y no es mucho lo que vacila para enrostrarles a las personas que mira desde arriba lo que le parece mal de ellas, allá abajo. Pronto decide exigirles, hacia su persona, conductas serviles o reverenciales más acorde a su magnánima y venerable investidura. Y que nadie se atreva a solicitarle la más mínima ayuda o favor después de haber alcanzado ella su "consagración" y su seguridad económica definitivas, porque se llevará tremenda e ingrata sorpresa.

17 Conjuntamente, Pandora suele desarrollar el mal gusto de radiar al entorno su "magnificencia", hasta que consigue suprimir en él, todo afecto y deseo sinceros de contacto con ella. Finalmente termina cercada por "amistades" lights, siúticas y arribistas que gustan de competir en la guerra del pavoneo inspirada en esas teleseries banales con cuyos personajes se identifican. 18 Quienes están social, laboral, o familiarmente condenados a padecer la presencia de la Pandora "triunfal", deben hacer ingentes esfuerzos para no estallar; aunque ella muchas veces se cree el cuento de que todo el mundo la admira e idolatra. En síntesis, la vida tomada así tan ilusamente, suele transformarse en un calidoscopio de hipocondrías que tarde o temprano culmina mal.

DE LA SIMBIOSIS.— 19 En condiciones familiarmente armónicas y naturales, la gran mayoría de las mujeres suele apoyarse confiada en la capacidad y certeza de nuestros sólidos procesos racionales y equilibrios emocionales; y nosotros, a la vez, recurrimos a su asombrosa intuición femenina. De este modo diversas empresas importantes ha llevado a cabo la Humanidad con esta maravillosa interacción de facultades; puesto que juntas constituyen la fórmula perfecta para todo desarrollo personal y social.

20 «Existe una costumbre que no deberías practicar jamás: consultar a la intuición de una mujer oportunista. Lo más probable es que ella, en su simplicidad primigenia y autorreferente, se permita brindarte de inmediato algunos consejillos frívolos o irreflexivos, nada de intuitivos y automáticamente encausados a cubrir sus propias conveniencias materiales y necesidad de diversión. Esto constituye un axioma que se puede confirmar mediante la experiencia y sus resultados, inventariando las pérdidas permanentes que haces de: tiempo, energía, salud, dinero y esperanzas, a causa y como consecuencia de gestiones o empresas inspiradas en, por o para la oportunista».

No cabe duda que en esta revelación de mi buen amigo Franco, él describe con gran precisión el espíritu "visionario" de Pandora.

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TRAMPA MORTAL: LA OBSESIÓN POR UN ENIGMA

No es la lógica ni el raciocinio lo que nos domina sino la imaginación.

Thomas Carlyle

DE LOS CAMBIOS.— 1 En estricto rigor, nada cambia en el ser. Aquello que llamamos "cambio" es la natural evolución-involución de todo lo que existe. El Universo se mueve continuamente, evoluciona e involuciona, sin embargo sigue siendo sólo Universo, con todas las características que le son propias. Igual fenómeno ocurre al ser biológico: embriona, nace, crece, madura, envejece y muere, manteniendo el mismo potencial o acondicionamiento previo, o ADN. Esto constituye la impronta del ser, y es inmutable. Y, también, el espíritu eterno encarna y desencarna, posiblemente muchas veces, pero jamás cambia; sólo evoluciona o involuciona, merced a sus capacidades conocidas o desconocidas.

2 Si existe o no existe predisposición o determinismo en el Universo, esto sólo lo sabe Dios. Pero en esta minúscula "nave espacial Tierra", los tripulantes sí tenemos una misión incuestionable: ser nosotros mismos, siempre; ser lo más feliz posible y desarrollar nuestra personal y natural condición, sin tratar de modificar a los demás; en particular a los hombres, tal cual lo pretende el feminomachismo.

DEL ENIGMA.— 3 ¿Cómo se generan el feminismo, y en particular el pandorismo? Son los senderos oscuros y tortuosos de la ignorancia, de la arrogancia, del resentimiento, del escapismo, de la ambición, de la envidia, de la histeria, de la conmiseración, del odio, de la maldad y del error en general, los que han creado, primero: el pandorismo, y a continuación el feminismo. Y Pandora es lo que es y jamás nunca será no-Pandora mientras exista el Universo, al menos este Universo.

4 Si algún elemento componente del Universo cambiara, este elemento dejaría de existir en él, tal como el ser humano que transciende cómo espíritu (muerte del cuerpo físico) accede a otra dimensión, a una "realidad aparte", de la que sabemos muy poco… casi nada. Así, trascendido en su espíritu, el ser humano propiamente tal, ya no forma parte de la humanidad, ni forma parte de este Universo. Este es el mayor, verdadero e insondable enigma de la Humanidad "…verdades que tanto en lo referente a su existencia como a su esencia permanecen encubiertos para toda inteligencia finita". W. Brugger (Diccionario de filosofía).

Dicen que el hombre, a diferencia de las bestias, es el único animal que mete sus extremidades en el mismo hoyo. ¿Será, acaso, porque no ha desarrollado sus trascendentales potenciales? o ¿será que algo o alguien se los mutiló?

5 Tal como ya dijimos en capítulo 2, subtítulo "del alerta", el ser humano es perfecto, sólo que a causa de su autodesconocimiento, no está bien desarrollando —y con frecuencia, ni siquiera lo mínimo para ser en verdad feliz— sus insospechados e incalculables potenciales. Y sin embargo, para desarrollarlos no necesita cambiar nada en él, basta que se conozca mejor a sí mismo y se acepte tal cual es; y de igual modo, a sus semejantes, y a sus compañeras. En este punto la educación del futuro jugará su verdadero papel, el único importante para el ser humano, y para el hombre en particular. Además, resulta contribución vital para este desarrollo suyo, el que haya tenido, o tenga, por madre a una mujer virtuosa, a una Mujer de Dios; y luego tome por pareja a una mujer igual, o parecida. Así la vida presente será muchísimo mejor para él; y también para quienes constituyan su núcleo familiar, social, y laboral.

DE LA CRISTALIZACIÓN.— En verdad existe bastante razón en esto del error reiterado por parte de nosotros los varones, más todavía cuando enfrentamos a Pandora, ya que este sino ahí si que adquiere relieves dramáticos. Por lo tanto intentaremos proyectar un poco más de luz sobre este sino nuestro, tan frustrante y desmoralizante.

6 Por ejemplo: nosotros nos complicamos demasiado tratando de explorar y entender a Pandora, al punto de llegar a considerarla finalmente un misterio indescifrable a la luz de la razón. Motivo por el que a muchos nos asusta. Es como si alguien nos avisara desde otra dimensión, que vicisitudes inimaginables pueden ocurrirnos junto a ella. Tal vez sea nuestro "ángel de la guarda" o algo parecido el que nos da unos golpecitos en el subconsciente con el fin de despertarnos.

7 Mas, porfiadamente recaemos y volvemos a recaer, y nos empeñamos en descifrar el angustiante enigma de Pandora, inclusive partiendo de supuestos autocomplacientemente racionales pero engañosos como: "ella es así porque no ha evolucionado; no se ha desarrollado; está insegura; está desorientada; está medio loca; ha sufrido demasiado; le falta que la amen más; no sabe lo que quiere… Si algo de esto cambiara, seguramente…". Pensando así cedemos, caemos y terminamos más frustrados y desorientados que antes, porque nada de esto le ocurre a Pandora.

8 Ella no solamente no cambia (1) —y a diferencia de nosotros los varones— tampoco evoluciona, ni involuciona . Ella está completamente cristalizada, y de por vida. Mejor dicho, Pandora es cristalizada y, en consecuencia, no formaría parte de este Universo moviente, evolucionante, involucionante… y menos de Dios que es sólo perfección y amor. Entonces ¿qué es, o quién es esta extranjera? ¿Un invento caprichoso de los dioses griegos? ¿O acaso… un súcubo? Si la respuesta a esta última pregunta resulta afirmativa, eso significaría que el demonio en carne y hueso viene a este Universo —y en particular a

nuestra Tierra— a tener comercio carnal con varón bajo la apariencia de mujer ¿Y, con qué fin? En todo caso, interpreta la palabra demonio como mejor te parezca, y obtendrás respuesta cierta. Al menos, para mí, es el símbolo de la maldad y la perdición.

9 Por amor, muchas veces negamos la realidad pandórica y nos obnubilamos hasta la idiotez, y la paradoja jamás termina, "…Es como descifrar signos, sin ser sabio competente…", nos canta, Violeta Parra.

10 Por lo mismo no resulta extraño que seres altamente capacitados para investigar —como somos los varones— seamos incapaces de ver y comprender que lo que hace Pandora durante unas pocas semanas es suficiente para saber lo que viene haciendo desde siempre y que es lo mismo que hará hasta el fin de sus días, sin sufrir las más mínimas variaciones.

11 Así podemos apreciar que Pandora es lineal, absolutamente más reiterativa

que nosotros, y más previsible, aunque te parezca contradicción. Pero en verdad ella es prisionera de un programa simple y de un método rígido, y actúa en forma idéntica siempre. Si tienes dudas haz recuerdos —hasta donde la memoria te lo permita— de tu experiencia junto a Pandora, sea ésta tu esposa, amiga, colaboradora, o pariente.

12 Descubrirás que a ella le es imposible abandonar sus malos hábitos y vicios, y, menos aun, modificar su ser esencial. En el caso de vicios comunes y aceptados, puede verse con claridad en el alcoholismo, el tabaquismo, la codicia, la promiscuidad sexual, el engaño… y la maldad hecha a conciencia.

13 De modo que si ves en Pandora un enigma por descifrar, debes saber que, en el fondo, es una minucia lo que te impide verla tal cual es. Y si, además, imaginas que ella puede cambiar, por tu bién no lo sigas imaginando porque alimentarás ilusiones tan estériles como peligrosas. Más temprano que tarde éstas van a envolverte y absorberte con grave riesgo de perder tu cordura… y tu vida. Si piensas que en virtud de añejas prácticas machistas la puedes modificar, quiere decir que ya estás… listo como presa.

14 Para tu consuelo o desconsuelo, si nosotros no conseguimos verla tal cual ella es, puede que subsistan dos motivos. Uno: nuestros nobles sentimientos bloquean a la razón. Dos: vemos sólo lo que queremos ver. Lo cual,

(1) Mayor información con respecto a los supuestos cambios de carácter, se encuentra en el último capítulo, titulado: DEL CARÁCTER.

irónicamente, siempre coincide con el ángulo único que ella quiere mostrarnos. Si te quedaron claros estos últimos versículos, después no te lamentes de ser víctima de engaños que pudiste evitar y no quisiste por tu propia tozudez, o bien a consecuencia de ese cóctel de seductoras emociones que no manejas, y que casi siempre se convierte en veneno mortal. Como dicen los que saben: flotarán las piedras, mas la ingenuidad nunca acabará.

LAS CLAVES: REVELACIONES SORPRENDENTES.

DE LA PERVERSIDAD.— 15 Ya que hablábamos de la tozudez y de la ingenuidad que a veces nos vuelve despreciables, debo contarte algo digno de tenerse presente. Un amigo que sabía lo que yo investigaba, me invitó a un asado. Su concurrencia mayoritaria: féminas.

Llevé una grabadora de bolsillo. Cercana la noche y habiéndose "regado" un tanto los ánimos, brincó el tema al tapete. Una dama muy fumadora, feuchita, simpaticona y muy sexy, de edad indefinible, pronto tomó el pandero y dijo: "…el trabajo de dueña de casa es esclavizante y una termina medio loca. En cambio, ganar dinero, a una le da la seguridad de no depender de ‘gallos’. Luego, es fácil darse cuenta que ustedes (los varones), cuando no pueden ser machistas se desarman igual que merengues (risitas surtidas)… Creo que no hay ninguna mujer mayor de veinte que no sepa manejarlos.

Todas sabemos que para que se porten bien, hay que tratarlos mal; mientras peor una los trata, más se agarran. ¡Increíble!, hay gallos que se ‘enrollan’ y lloran como ‘cabros’ chicos a consecuencia de las leseras que una hace. Después andan haciéndonos regalitos. A veces me da lata. ¿Qué quieres que te diga? Es culpa de ustedes. Son así".

15 Impresionado por tan candoroso aunque veleidoso y descarado discurso, decidí investigarla. Ella tenía a su haber: tres matrimonios anulados, dos intentos de suicidio, dos hijos que no veía hacía años (uno en Colombia, otro en Chile). Además, en Colombia estuvo presa por hacer malabares con cheques. Por otra parte: de vuelta en Chile, un "amigo" casado le instaló negocio en Providencia. Y, a modo corolario: ella estaba en la mala con la mitad de su familia, debido a que había conseguido que una prima la avalara en el arriendo de un departamento; la prima lo estaba pagando desde hacía cuatro meses. Estas y otras menudencias supe por una amiga de ella, a la que nunca le devolvió las prendas de vestir que le había prestado. "¿Te has preguntado, a veces, por qué no lo intenta, alguien, más delicadamente?" (Lily Tomlin).

DEL AUTOCONTROL.— 16 En el alma humana no existe nada que sea más difícil de manejar que los afectos y, en particular, las bajas pasiones. Si no consigues ejercer cierto dominio sobre ellas, lo más probable es que las bajas pasiones te manejarán hasta convertirte en hombre "evolucionado", como le llaman —las feministas y sus gomas— al varoncito alcahuete y "sin pantalones".

17 Por esa razón, ahora más que nunca se vuelve imprescindible dominar el arte paliativo de autoenfrentarnos, y controlar nuestras emociones hasta reprimirlas si es preciso, ya que las mismas pueden ser tóxicas y hasta mortales cuando en ellas está involucrada Pandora. Las emociones que nacen del amor de pareja pueden ser muy nutritivas y constructivas sólo cuando en ellas se involucran hombres y mujeres normales y sanos. Para el caso, poseemos gran capacidad de autopersuasión que, por negligencia muchas veces, no empleamos y terminamos actuando con una torpeza que nos denigra ante Dios y ante nosotros mismos, y que con frecuencia nos vuelve despreciables como hombres ante los ojos de las mujeres normales y, en particular, los de Pandora.

LA URGENCIA: AUTORREPRESIÓN ASISTIDA.

18 Si ya estas perdidamente enamorado de Pandora, entonces ya no sirve para nada el simple y frágil resguardo que te recomendé tomar al acercarte a una mujer que te atraiga, a fin de conocerla mejor antes de entregarte por entero a tus dulces emociones. Ahora estoy hablando de una situación de riesgo vital para tu persona.

19 Cómo principal medida, te sugiero reprimirte hacia ella en todos los aspectos, ya sean éstos materiales o emocionales; y, muy en particular, abstenerte de tener sexo con ella, ya que ésta es la trampa infalible que Pandora usa para someterte… o aniquilarte. Cuando te sugiero abstenerte sexualmente, sé muy bien que te estoy sugiriendo un "imposible". Sin embargo es lo que tendrás que hacer a la brevedad posible —y te cueste lo que te cueste— pues, de lo contrario terminarás viviendo un calvario de pesadilla, en absoluto descontrol, y que no se lo deseo ni a mi peor enemigo.

20 Segunda medida: si estás dispuesto a evitártelo, pero te sientes muy debilitado y te traiciona tu voluntad, saca fuerzas de flaqueza, y en breve plazo visita al siquiatra. Para que él entienda bien tu grave situación, y sepa "de la chichita con la que te curaste", confiésale que estás enamorado de una mujer demonio. Y para que no piense que estas loco, regálale este libro y solicítale —con mucha amabilidad— que lo lea lo antes posible, ojalá antes de diagnosticarte y tratarte. Mientras tanto, y a modo de medida precautoria, pídele receta de algún antidepresivo para controlar tu libido y, simultáneamente, equilibrarte en un estado anímico más acorde con la dura batalla que deberás librar contra ti mismo y contra Pandora ¡Dios quiera que no tengas que batallar contra el siquiatra!.

Post data: Lo ideal y perfecto sería prescindir de ayudas externas. Es cierto. Sólo que para ello tendrías que ser un hombre: Preclaro, Inquebrantable y Libre. Estas son las características exclusivas y naturales de un XY consumado, del hombre del futuro o del hombre original. Y son por añadidura, las tres características que Pandora y las feministas odian ver en ti. Son las características que por milenios ciertas mujeres nos han ido extirpando en forma sistemática y con éxito probado.

16

"MORIR CON LAS BOTAS PUESTAS"

Y alcancé a ver una mujer sentada sobre una bestia salvaje de color escarlata que estaba llena de nombres blasfemos y que tenía siete cabezas y diez cuernos. Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y estaba adornada con oro y piedras

preciosas y perlas, y tenía en la mano una copa de oro que estaba llena de cosas repugnantes y de las inmundicias de su fornicación.

Revelación, la Biblia

DE LOS ROLES.— 1 Enquistada en el sistema social, Pandora siempre nos está observando y adopta y desarrolla nuestras peores costumbres; las que ella misma inspiró en muchos de nosotros. Primero ella comenzó a fumar a escondidas de sus padres, a emborracharse, a drogarse, a trasnochar y practicar el postmodernísimo fornicio "emancipador" actual; auspiciado y amparado por sistemas educacionales erróneos. No nos extrañemos entonces que hoy use pantalones, juegue fútbol, practique boxeo y desarrolle músculos iguales a los de Arnold Schwarzeneger para disminuir, inconscientemente, su dotación de hormonas femeninas que tanto molestan en el proceso de masculinización de ellas.

2 A ratos, pareciera ser que esta desviación masculinizadora y frenética de ciertas mujeres fuese una fórmula secreta de ellas para obtener urgentes logros trascendentales ignorados por la Humanidad. Sólo que aun no parece claro si ellos son en beneficio propio (lo que no se nota) o en beneficio de alguna entidad antihumana, organizada, y oculta en su madriguera extradimensional.

3 De cualquier modo estas prácticas implican despersonalización, o sea, un no ser, un dejar de ser; lo que tiene un altísimo costo final para Pandora. Además, y como ya decíamos, ella es la fuente de inspiración de cientos de millones de mujeres que —extraviadas sus directrices naturales— buscan "evolucionar" cuestionando los últimos vestigios de su feminidad, y al final terminan rechazándose a sí mismas por entero ¡Esto es demencial!

4 Por tal razón, todo esfuerzo podría ser poco para enseñarles que su deber esencial es asumir, fomentar y dignificar la propia identidad. En otras palabras: ser cada día mejores como mujeres y —tal cual ya quedó genética, intelectual y espiritualmente demostrado en cap. 7, vers. 6 a 13— jamás como hombres, porque este afán subrepticiamente las conduce a la pérdida total y definitiva de su identidad genérica y a la consiguiente e inevitable frustración. El daño sicológico derivado de esta práctica es profundo, inconmensurable, a veces definitivo, y afecta en forma disolutoria a toda la vida humana y a la vida en general.

DE LA VIOLENCIA (2).— 5 Es del todo indudable y ya nadie lo discute: el machismo como somatización (Soma) del varón es la peor y más herética expresión de la deserción genérica masculina. Es la consecuencia natural, inevitable y lógica del hombre expulsado del Paraíso por culpa y a consecuencia de las gestiones llevadas a cabo por Pandora-Eva, en contra de nuestra naturaleza y nuestra condición social y de persona ¿Primera pulsión histérica dedicada a demoler la Obra Divina?

6 El macho hipócrita, grosero, bueno para dar bofetadas, inculto, promiscuo, vicioso e irresponsable —que tiene diversas y contundentes razones para serlo— hoy se siente amenazado a consecuencia de la milagrosa, incomprensible y porfiada espiritualización o agnificación (de Agni) del hombre común y corriente. Quedando, en consecuencia, Pandora y su Plaga como los exclusivos exponentes de la bestialidad humana.

7 Por lo mismo, a nadie extrañe que en esta exacerbación de la violencia física, Pandora, por su menor envergadura, saque la peor parte y los resultados sean notoriamente más dramáticos y dignos de publicarse con letras rojas y de molde.

8 Ahora: ¿cuántas veces recurren varones a la policía a denunciar estos mismos malos tratos, sufridos de mano de Pandora? Imagino que muchos deben haberse denunciado, aunque, como es de esperar, ellos no trascienden como noticias estremecedoras de la conciencia pública.

9 Cuando Pandora deja las huellas de sus uñas en el rostro de su "bienamado", esto constituye un hecho folklórico, que el "agraciado" debe aceptar con estoicismo, como "hombre", ya que es muy probable que este tipo de agresión sea motivo de celebración para muchos plagarios. Hasta ahora no existe institución, norma ni educación en Chile para corregir esta aberración. Tampoco existen instancias legales imparciales que se hagan cargo y resuelvan en justicia. Si existe Ministerio de la Mujer, resulta injusto y discriminatorio que no exista Ministerio del Hombre ¿Quién debe poner las cosas en su lugar? Desde una perspectiva global y panorámica se hace cada día más notorio que a nuestros países (y tal vez planetariamente) les faltan madres, madres iguales a la Mujer de Dios, surgida a partir de la pareja original de Adán y Eva; que ame y respete a todos sus hijos e hijas por iguales.

DE LA IMPECABILIDAD.— 10 Que quede muy claro y bien escrito: no deseo ni pretendo impulsar a nadie a agredir a Pandora. Sería delincuencial, inútil e imposible dada la noble y consistente estructura espiritual de nuestro Eterno masculino. Si bien en el plano confrontacional también poseemos más inteligencia y más fuerza física que ella, estoy seguro que igual no ganaremos nada si nos transformamos en agresores. Aunque nuestra cultura terrenal pudiera ser escasa, igual nos frenan nuestros nobles sentimientos, nuestro espiritual ser interior, Agni (nuestro yo verdadero), venido del firmamento por voluntad divina y malpreciados en la Tierra por Pandora.

11 Intentar luchar contra nuestra olímpica contendora, bajo los términos que ella impone, es para enloquecer de manera irremediable a cambio de nada; y es lo que ha ocurrido hasta ahora. En el mejor de los casos terminaremos estresados y deprimidos, ya que combatimos y triunfamos sólo si las causas son buenas e implican el bienestar común ¡Incluido el de Pandora! En cambio, así ella sólo ve confirmada su posición y pronto acrecienta sus ambiciones de dominación y opulencia hasta sentarse, al igual que una faraona, sobre su Plaga o bestia aniquiladora —como aquella de la cita bíblica con la que abrimos este capítulo—, para luego así intentar el asalto final contra nosotros, los adormilados, despreocupados y "castrados" varones.

DE LA MECANICIDAD.— 12 Resulta evidente que Pandora, en su fuero interior, jamás acepta ninguna derrota y —contra todo lo que te puedas imaginar, y aunque tengas a tu favor los fundamentos y la razón en el desencuentro que desencadenó la guerra— ella siempre saldrá refortalecida y confirmada en su impulsividad, irracionalidad y mecanicidad.

13 De momentos pareciera que su mente en un punto se bloquea y pronto reacciona obedeciendo a mensajes subliminales remotos desprovistos de toda humanidad y voluntad divina, de toda razón y espiritualidad (manifestación del seudo Soma). Más —como la lealtad y la honestidad le son del todo ajenas— ella rechazará y saboteará cualquier reencauzamiento en la relación de pareja, vía sendas de comunicación, amor, razón, justicia, y de legítimas responsabilidades ordenadas a nosotros por Dios, pues, Pandora siempre preferirá "morir con las botas puestas" antes de reconocer y enmendar sus viejos y cristalizados defectos, maldades, vicios y errores porque ella no es mujer, y menos Mujer de Dios. Ella no puede y jamás podrá actuar en forma diferente.

14 No obstante, y por el contrario, como si todo desencuentro fuera ya insuficiente, en muchos de ellos, y para no litigar inútilmente, Pandora te aplicará su recurrida "ley del hielo" (desafección programada) mientras realizas tu trabajoso y comprometido ordenamiento racional, con el propósito de encontrar una justa solución al conflicto —amablemente y lo antes posible— a fin de evitar un mayor deterioro en tu relación con ella. Todo este esfuerzo tuyo es energía y tiempo perdidos. Es tu locura; y al final: tu derrota. En reciprocidad, ella sólo y siempre buscará manipular —calladamente, desapercibidamente, pacientemente, maquiavélicamente— tus sentimientos y necesidades; los mismos que despertó en ti para tu perdición, beneficio de ella y de aquel posible poder oculto que la controlaría inexorablemente.

15 En consecuencia, y tal como ya ocurrió en el Jardín del Edén, siempre será tu sexualidad la que encabezará la lista de recursos que ella usará para sabotear tu empeño por conseguir que la luz se abra paso entre las tinieblas. A continuación vendrán tus deleites favoritos, tus valores intransables y todo aquello que te enorgullezca, te dignifique y le otorgue buen sentido a tu existencia. Es por estas razones que se ha ido creando ese paulatino, prudente y espontáneo distanciamiento entre hombres ya experimentados, y Pandora. "Cada día hay menos hombres", se queja ella con más razón de la que supone.

DE LA AUTOSALVACIÓN.— 16 Antes de proseguir, es preciso repuntualizar lo siguiente: el tan criticado machismo del varón —latamente expuesto en este libro— no constituye una característica genérica intrínseca y, mucho menos, conciente. Pertenece más bien al perfil de un somatizado, de un plagario. Como diría Isabel Allende: de un troglodita (?).

17 Será bueno tener siempre presente que el machismo alevoso está encarnado sólo en Pandora, la que —sin autorreconocerse machista, porque tal condición no va con la imagen ultrafemenina que ella pretende proyectar (porque para lo otro están las feministas)— resulta ser la primera culpable de toda violencia en la pareja humana, tal cual lo denuncia el filósofo John Baines en su libro "¿Existe la Mujer?"

Por causas inexplicables, no se ha despertado en nosotros ni la menor conciencia sobre esta problemática, y menos una voz de alarma que convoque a organizarnos y defendernos del enemigo número uno de la razón, de los sentimientos nobles, de nuestro Eterno masculino, de nuestra libertad, y de nuestra cromosomática Y… Así también del Eterno femenino y de la Mujer de Dios; vale decir, a defendernos de doña Pandora.

18 Especulativamente: si no tomamos conocimiento de esta realidad, para emprender en forma oportuna alguna acción por salvarnos a nosotros mismos, a las nobles Mujeres de Dios y con ello a toda la humanidad, es posible que a mediados del siglo XXI, Pandora quede sola sobre un planeta devastado esperando la venida desde el cielo, de "superhombres" verdes, mezcla de Hulk y Kevin Costner, con antenitas muy simbólicas sobre sus cabezas, a modo de promitentes hacedores de todas las gracias que ella aun imaginará —y esperará disfrutar— con su mente todavía envenenada por la vieja serpiente del Paraíso. Serán aquellas mismas extrañas gracias que —por sus propias declaraciones— nosotros nunca tuvimos, no tenemos… ni jamás tendremos, a causa de ella, ante ella misma y ante sus seguidoras. Pensándolo bien, parece que los hombres, seamos como seamos, siempre somos y seremos demasiado rascas… para el linaje olímpico de Pandy.

17

CLAVES: LAS DEBILIDADES DE UNA BRUJA

¿Entonces, cual fue tu medio de transporte? Fundamentalmente, el miedo.

Carl Reiner y Mel Brook

(CAPÍTULO NO APTO PARA APRENSIVOS)

DE LA ABSORCIÓN.— Es paradojal ver que, Pandora, la dama de hierro, se quiebra precisamente en el punto que los varones somos más fuertes: en el espíritu o Agni, y ello se debe a su carencia de estructura espiritual (espíritu de costilla) y por falta de Y, Pandora posee una imaginación incontrolable que la aterra, la debilita y a veces la descontrola en extremos insospechados, volviéndola dependiente (¡quién diría!) de nosotros, de nuestra razón, de nuestro espíritu universal, de nuestro equilibrio interior, de nuestro valor… de nuestra polivalencia y multifacética ya largamente hasta aquí demostrada.

2 Sabemos que la dependencia es común a todo ser viviente, por tal razón debemos aceptarla sin crearnos mayores problemas. Pero a ella, paradojalmente, su inevitable dependencia de nosotros aquí en nuestro planeta, le provoca inseguridades y la mortifica —con toda razón—, por tal motivo la desconoce mientras espera, ahora ya impaciente, anularnos y absorbernos en forma total y definitiva. Para tal fin asume y se comporta como maestra de las fuerzas negativas y destructoras.

3 De ahí surgen, una vez más, aquellas manipulaciones que Pandora hace de esas ya conocidas, naturales y ardientes pasiones que ella misma nos despierta, y nos las exacerba hasta el paroxismo. Por ejemplo, ella dice: "Hoy me volvió a llamar Manolo… El ya sabe que salgo contigo… No sé qué hacer", te dirá, refiriéndose a su ex; o bien se hará la difícil, la distante, la que ha perdido interés en ti. A fin de variarte el menú de laceraciones, puede que te haga "juegos telefónicos"; por ejemplo: no levantar el auricular para hacerte pensar que nunca está en casa; tampoco te devolverá con prontitud las llamadas; hará que un varón conteste. Rechazará una de cada tres citas y, como si todo esto fuera poco, gemirá el nombre de otro mientras le haces el amor. Inventará alguna historia etcétera., etcétera; todo proveniente de su software o falso espíritu. 4 Entonces, lo más probable es que si reaccionas a estos bien programados zarpazos serás motejado de agresivo, además de celoso, y si quieres evitarte más recriminaciones, tendrás que aceptarlos y sufrirlos piolita, con "filosofía", y convertirte —por omisión, y en cualquier instante— en su alcahuete y goma consagrado.

En síntesis: Pandora no tiene escrúpulos al clavar sus garras en las mismas heridas que ella nos abrió hace milenios; ella bien sabe que ese es el método más simple y efectivo para debilitar, dominar y exprimir. Creo propicia la oportunidad para citar parte de la letra de una canción, interpretada por José Luis Rodríguez, la que podría convertirse en el himno oficial de todos los gomas de la Tierra.

… no soy aquel a quien le dices "mi dueño"

yo soy sólo un perro al que haces saltar,

el que tiembla cuando sientes ganas

de un hombre que te haga sentir de verdad.

Dueño de ti, dueño de qué, dueño de nada.

Un Arlequín al que hace temblar, tu piel sin alma.

Dueño del aire y del reflejo de la luna sobre el agua

.Dueño de nada, dueño de nada.

5 No es por casualidad que, a través de las leyendas, los mitos y la historia, el "inextricable" espíritu de Pandora esté siempre férreamente ligado a la magia negra, a la superchería y a todas las formas siniestras de creencias en que se mezclen el dolor, la irracionalidad y el terror, con el egoísmo, el odio y el poder y, por ello, conociéndola, es fácil ver en ella la imagen de la bruja (del latín. bruscus. Persona que tiene pacto con el demonio).

EL KARMA PANDORIANO

6 Recordemos que Pandora no sólo está en guerra contra nosotros los varones, contra la Naturaleza y contra el Bien Moral, sino, además, contra Dios. Por tanto, aunque ella le rece a Él cientos de Padrenuestros y haga mandas por docenas para ablandarlo, y así conseguir que Dios no se le oponga, sino más bien le facilite alcanzar los objetivos de ella; Él, en verdad no la escuchará, menos cuando con hipocresía invoca su Santo Nombre, para jurar en falso. ¿Por qué ella no les reza a Atenea y a Vulcano… o al mismo demonio? Así vista su hermenéutica, la oración de Pandora se transforma en una especie de danza del vientre que intenta seducir a Dios.

Nótese que, no en vano se emperifolla, se perfuma y se acicala bien sexy toda vez que acude a la Iglesia. Por eso, síquica y "espiritualmente", esta "piadosa devota" vive sumida en angustias misteriosas inexplicables. 7 Atribulada en gran parte de su existencia, y en su afán de escapar de su interior caótico, con frecuencia busca refugio en escapismos con efecto boomerang como: el alcohol, la droga y el fornicio. Así resulta que, tras cada evasión, la realidad despiadadamente se le acerca y la angustia la consume, y más cuando se mira en el espejo. Pronto sobreviene el colapso total y cae hecha un estropajo de huesos, sobre el diván del siquiatra.

Tendida sobre el diván del galeno, parece una enferma del alma, pero no lo es de ningún modo; es sólo una androide abollada, chisporroteada, contrariada, furiosa y extenuada, pues: ningún hombre cabal acepta "jugar los juegos que ella inventa".

En verdad no existen hombres para ella. 8 Además, es una convencida —pero, no por reflexión, sino por programación— de que Dios está equivocado y que las personas no son lo que deberían ser para ella, especialmente nosotros los varones. Sin embargo, el profesional emprende la infructuosa tarea de fabricarle un alma postiza, suministrándole drogas, electrochoques, placebos y mentiras piadosas; intentando —a veces con desesperación— transformarla en una Frankenstein espiritual socialmente aceptable. En circunstancias que la experiencia enseña que estas terapias suelen ser peligrosas cuando el diagnóstico está errado. Y peor aun si éstas se aplican a una posesa, o a un súcubo, ya sea éste: natural o artificial.

9 Si hasta el mismísimo Freud cayó derrotado al no vislumbrar cura para este "mal" de Pandora, y que él lo denominó: histeria. Para tu convicción, lee acerca de sus largos, extenuantes y frustrantes lances con Dora, su histérica más célebre, y a la que terminó abandonando definitivamente. "Mis histéricas me decepcionan" se quejaba, él.

10 Freud, seguramente sufría de "siquiatrismo" (quien no encaje en la norma, en algún grado es sicópata). Por tal razón no pudo descubrir en su "irracional" Dora, a la artificial y demoníaca Pandora.

De tal manera, resulta vital conocer y aceptar la naturaleza de seres potencialmente peligrosos para nuestra salud y supervivencia, por ejemplo: barracudas, arañas, serpientes, vampiros, panteras, sanguijuelas, virus, etcétera; luego de identificarlos claramente, debemos dejarlos en paz, y ponernos a resguardo de sus impulsos naturales.

11 Y, querer e intentar modificar la Naturaleza es: ¡una pulsión histérica! ¡Y el padre del psicoanálisis nunca se dio cuenta de su propia pulsión! En consecuencia, y yendo a otro plano ¿Será la manifestación histérica un pic de otra racionalidad, a la que acceden voluntaria y secretamente sólo las olímpicas con garantía de fábrica? Lo ignoro, aunque a modo de hipótesis me seduce bastante ¿O acaso será aquella posesión maléfica, de la que hablábamos con anterioridad, padecida por ciertas féminas, y que para liberarlas y salvarlas sea necesario el servicio metafísico de exorcistas? Por su factibilidad me inclino más por esta hipótesis.

12 Si al examinar a la paciente el siquiatra diagnostica: histeria; él debería de inmediato derivarla al señor cura, o a algún taller de reparaciones en los suburbios del Olimpo, comprendiendo y aceptando que no se trata ya de una vulgar sicopatía; y que, con este diagnóstico, el "mal" del que ella sufre pasa a constituir tesis en otro fuero, en el que la siquiatría tiene menos ingerencia que el exorcismo, o la gasfitería. Siendo el caso ¿Crees que tú, con tu condición y capacidad naturales y normales, podrías exorcizar, desembrujar, o reparar a la musa de estas pesadillas?

13 De todos modos: las cárceles, los manicomios y los cementerios, suelen ser, en muchas ocasiones su último y prematuro albergue y, todo ello a causa de un oscuro e insondable modo de ser que —al enfrentar ciertas realidades propias e inevitables en la experiencia humana— colapsa como Drácula a pleno sol, brindando espectáculos sobrecogedores. A la luz de las experiencias de Pandora, un hinduista podría exclamar, jubiloso: ¡Hare Crishna, Hare Rama! ¡La ley del karma es implacable!

DE LOS TERRORES.14 Ya decíamos, a nuestra "heroína" le es imposible alejarse del mundanal estruendo y sentir paz, pues, vivir sola o acompañada le resulta insoportable, y su desesperación por dominar al hombre —para luego dominar al mundo, o al menos su entorno inmediato— la enloquece y la consume hasta los huesos. Por consiguiente necesita más y más estruendo, y la ayuda urgente de titanes, de sirvientes fieles e infatigables, de guardianes que la protejan de ser asaltada en su propio domicilio, de sufrir agresiones brutales, de ser aniquilada por una sociedad —para ella— fea, belicosa, torpe, injusta y rebelde. Puesto que, en el plano de su "imaginario" (J. Lacan), el mundo para ella luce sombrío, lleno de acechanzas escondidas entre los pliegues de su fantasía-ilusión; de su sugestión-alucinación; de su realidad incompatible con el desarrollo humano.

Así es como espíritus desencarnados, demonios y monstruos inefables se confunden en forma dantesca con sicópatas homicidas, violadores, estafadores, varones indómitos y enemigos feroces de todo orden —que casi siempre vienen durante la noche, acompañando al relámpago, al trueno y al viento—, y para derrotarlos es preciso matar o morir por ella en forma incondicional (detonantes histerizantes de los demonios). Finalmente, sus pics histéricos, y sus inseguridades y afanes la tornan tan ingrata y destructiva que: sicólogos, siquiatras, esposos, amantes, amigos, familiares, hijos-plaga y mascotas diversas, difícilmente logran soportarla por tiempo prolongado; o bien huyen a perderse, o se revientan junto a ella.

15 Resulta notable la habilidad con que Pandy finge no padecer temores. Su actitud frente a la vida, a veces parece brillante y ejemplarizadora para muchas jovencitas; mas, en su "cerebro" siempre crepita el mismo infierno.

DE LA FRUSTRACIÓN.— 16 Dicho sea de paso, sus "titanes" deberán ser humildes, masoquistas y morbosos, ya que se enfrentarán a furias incomprensibles, imprevisibles e incontrolables, que los harán objeto de represalias fríamente elaboradas y despóticamente aplicadas. No obstante —ya satisfechos todos sus requerimientos "justicieros"— Pandora igual sigue sufriendo angustias inexplicables y males imaginarios o reales que suelen impulsarla hacia la hiperquinesia, hacia la droga, hacia el brujo, hacia el siquiatra… o hacia aquellas sectas anestesiantes del alma, que resultan peores que las drogas.

Y, en muchas ocasiones termina aceptando las golpizas y la presencia repulsiva de su esclavo-guardián predilecto que la odia, por el que ella pide al mismo Dios que aborrece, que éste no muera antes que ella porque es su única tabla de salvación para no hundirse definitivamente en el pantano de la soledad, la miseria, la enfermedad o desgaste, el dolor y la amargura. En verdad es una bruja, una perversión de la feminidad. Ojalá, en un tiempo cercano, Pandora encuentre un brujo que la convierta en mujer antes de que sea demasiado tarde para todos ¿Podría ser John Baines?.

17 Según Carlos Castaneda, en palabras de doña Soledad: "Una mujer cambia fácilmente con el poder de un brujo". Eso sí, el brujo es diferente a Pandora, tiene algo de Merlín; lo vemos más ligado a la magia blanca, al estudio del alma y a los misterios cósmicos, en sus afanes sinceros y alegres de encontrar a Dios, y el Paraíso perdido. Por lo menos al brujo jamás se le ve abocado a la explotación de mentiras, de bajas pasiones y daños morales; menos todavía a la aniquilación de la especie humana

18 Ya dijimos, no es error de la madre Naturaleza ni es injusticia divina el que existan las marcadas diferencias genéricas, más allá de los argumentos histéricos de las feministas, que para liberar sus frustraciones espirituales, intelectuales, genéticas, sociales, celestiales y terrenales no encuentran actividad más relevante que ensañarse con los monigotes y amanuenses de Pandora y los miembros de su Plaga. ¡Qué poca delicadeza! ¿Serán ciegas las feministas, que no ven que de la Plaga provienen sus únicos posibles compañeros? Además: ¿no ha sido creada la Plaga, precisamente para justificar y potenciar a Pandora y a sus seguidoras? La Plaga no puede existir sin Pandora; ni ella, sin su Plaga. Pandora y Plaga son principio y fin de un mismo ser: el demonio; o, si prefieres: el mal. De no mediar el advenimiento del Apocalipsis depurador (Agni redivivo), nuestra querida nave espacial Tierra se transformará en un infierno habitado por íncubos y súcubos, todos comandados por ángeles caídos (Henoch).

 

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