Descargar

Sentido del humor

Enviado por laurago123


Partes: 1, 2

    1. Don Quijote, fiel ejemplo
    2. El loco
    3. Humor
    4. El sentido del humor
    5. Tragedia, comicidad y humor

    Don Quijote, fiel ejemplo

    Al leer a Don Quijote oímos un tipo de risa que se remonta a los sainetes medievales. Nos causa hilaridad cuando el caballero de la triste figura se pone esa bacinilla como yelmo y la persistente necedad de Sancho Panza, su fiel escudero.

    Sin embargo, al lado de aquel humor a menudo estereotipado, cruel, Cervantes nos brinda una comedia muy diferente… En uno de los capítulos un hacendando invita a Don Quijote a su finca, donde vive con su hijo poeta.

    Éste, aún más lúcido que su padre, de manera instantánea se da cuenta de la chifladura de Don Quijote y prefiere conservar la distancia con él. Don Quijote entonces le pide al muchacho que recite alguno de sus versos y en cuanto empieza a declamar, se deshace en halagos, complacido de escucharlo. Cosa que deslumbra al muchacho, porque con ello comprueba la genialidad del caballero y pronto olvida que está mal de la cabeza.

    El loco

    Ahí vale preguntarse quién es en realidad el loco, si el propio Don Quijote, o el lúcido poeta que cree en los elogios del loco. ¿Sí ven? Es lo que yo llamo otra suerte de comedia y en medio de toda una novela. Más delicada e infinitamente preciosa… No nos reímos porque a alguien lo ridiculicen, porque se burlen de él y lo humillen.

    Si no porque Cervantes escribió la máxima obra de la literatura española con sentido del humor. Octavio Paz decía a propósito, que el humor no nace con el ser humano. Que el humor es una adquisición de la cultura de la era moderna.

    El humor no es una chispa que se lanza para resolver una situación confusa en una historia sin un claro desenlace. Su discreta luz fulgura en el vasto paisaje de la vida. Detengámonos de nuevo en el episodio que les acabo de contar, como si lo viéramos en cine: El buen hombre trae a Don Quijote a su morada y le presenta a su hijo, quien ahí mismo, con gestos postizos le demuestra su falsa superioridad al invitado.

    Pero esta vez ya sabemos a qué atenernos, cuando al jovencito se le suban más los humos al oír las alabanzas de Don Quijote, por los versos declamados. Notamos que su comportamiento es pretencioso, inapropiado para su edad: Cómico, ridículo desde el principio.

    Fragmento de El Sentido del humor en el "vasto paisaje de la vida"

    Milán Kundera

    El sentido del humor es una frase que se escucha con frecuencia pero que muchas veces no se tiene clara su definición y se confunde con lo cómico.

    HUMOR

    La palabra humor proviene de la palabra latina umor y del vocablo medieval humor, siendo ambos términos médicos que significan disposición biológica o temperamento. El humor se define comúnmente, y no sólo en psicología, como estado de ánimo, disposición del espíritu o del carácter. Es por tanto, un estado emocional o afectivo de relativa larga duración que determina en un individuo el realizar ciertas asociaciones mentales con cosas agradables o desagradables, según el humor que posea un momento dado.

    Humorismo

    Es una organización afectiva, puramente subjetiva. Su objetivo es la integración, la unificación de los enlaces cómicos de la realidad, a través del conocimiento emocional e intuitivo y de una elaboración fantástica del mundo del humorismo.

    El humor es así, crítica contundente a todas las cosas de la vida, poniendo al desnudo lo ridículo que hay en ellas. Surge cuando se da la ruptura abrupta de la isotopía. El humorista se dirige a los valores visibles, a lo importante, a lo nimio, busca errores, prejuicios y nulidades, es jugar con los valores esenciales, sin apoyarse en nadie ni en nada.

    Según Freud, "la esencia del humor consiste en que uno se ahorra los afectos que la respectiva situación hubiese provocado normalmente, eludiendo mediante un chiste la posibilidad de semejante despliegue emocional". De esta manera el Yo rehúsa dejarse ofender y elude el sufrimiento mediante el humor, triunfando así el principio del placer.

    El Chiste encarna una situación insostenible, una especie de prueba de resistencia sobre la realidad. Los chistes nos hacen reír cuando sacuden la aterradora hiperseriedad. Los chistes obscenos tratan generalmente de degradar, inhibiendo los valores que conciernen al sexo. Las bromas provocan risa cuando consiguen zarandear las poses intimidatorias de solemnidad o dignidad que adopta la gente.

    La tosquedad y la torpeza pueden resultar divertidas cuando rompen la opresiva formalidad de las convenciones.

    Los juegos de palabras y los retruécanos, al jugar con la rigidez del lenguaje, producen risa.

    En la Ironía el sujeto guarda para sí su juicio desfavorable, manifestando una actitud opuesta a su juicio de valor. Su efecto cómico atenúa el sentido agresivo del ironista.

    Partes: 1, 2
    Página siguiente