Todos esperaban que alguien, en algún momento, le saliera el paso a aquella horda de asesinos, con o sin uniforme, que sembraba el terror, sobre todo en la capital. Eran los años de las batallas campales entre los grupos armados, de los choques a tiros en plena calle esas bandas de mafiosos criollos que se disputaban el control de los cuerpos policíacos y del tesoro público a punta de pistola o de ametralladora. Era el predominio del "gatillo alegre". El diario "Alerta" adquirido por Ramón Vasconcelos, logró cierta independencia de criterios y de posición política. Éste entonces era Ministro de Educación en el gobierno de Carlos Prío Socarrás, se disgustó con éste y renunció al cargo. Comenzaba la campaña de las elecciones presidenciales, ya que el mandato de (Carlos) Prío finalizaba en 1952.
El Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo) había enraizado profundamente en las masas con el lema de Eddy (Eduardo) Chibás, de " Vergüenza contra dinero". Lo mejor y más sano de la juventud cubana y los que no eran tan jóvenes, que aspiraban a cambios sustanciales en los rumbos de la nación sumida en una crisis política y sociales ya al borde del caos, se agruparon junto a la Ortodoxia y empezaron a luchar por el poder a través de las elecciones. El diario "Alerta", que publicaba semanalmente los alegatos y denuncias que pronunciaba Eddy Chibás, en su programa dominical transmitido por la emisora CMQ, derivó gradualmente su tendencia política hacia la Ortodoxia. Vasconcelos, con buen olfato político, se dio cuenta que de celebrarse elecciones en la fecha señalada (junio de 1952), el triunfo del Partido Ortodoxia sería arrollador. Por lo que este diario, ya ubicado en su nuevo edificio de Carlos III (hoy Salvador Allende. N. del E.) Y Oquendo, se convirtió en el órgano semi oficial del partido chibacista.
Noche a noche los líderes de esa organización política-ya pujante y ostensiblemente mayoritaria- coincidían en la redacción de "Alerta" y comisiones de ortodoxos, apelaban a sus páginas para divulgar actos, mítines y asambleas partidistas. Entre los que frecuentaban el diario de Carlos III estaba el joven Fidel Castro, que ya apuntaba como un indiscutible líder, inquieto, conversador y amable con todos, presto a la sonrisa y al chiste…y gran tomador de café. Con el transcurso de los días o las noches, llegó a ser uno más y habitual de la redacción. Un día apareció con un montón de cuartillas y varias fotografías.
– Aquí traigo algo sensacional – nos dijo – es una denuncia de los desmanes de Prío y de las obras de reconstrucción de su finca La Chata, utilizando a presos comunes y con fondos del gobierno.
Luego de revisar el impresionante reportaje con fotografías tomadas por el mismo Fidel desde un helicóptero, acudí a Vasconcelos, que fungía como director-propietario del diario. De primera intención éste lo analizó con cierto recelo. Políticamente le servía para combatir al régimen del cual habíase declarado opositor. ¿Pero se podría confiar en aquel joven que comenzaba a ser reconocido en el país por sus gallardas actitudes, valentía personal y honestidad revolucionaria?
Al fin logramos convencer a Vasconcelos. Salió aquel reportaje con gran destaque en primera plana, el cual causó gran sensación al recibir amplio respaldo de las masas populares. Después siguieron otros, con revelaciones y denuncias espectaculares de Fidel sobre las bandas gansteriles semi oficiales, los negocios sucios que proliferaban en el ámbito gubernamental y otros escándalos y trapisonderías.
De esa etapa recuerdo, al borde de la década del 50, que en varias ocasiones los compañeros del taller nos alertaron de la presencia de elementos sospechosos que mantenían guardia por la avenida de Carlos III. Estos ocurría precisamente cuando Fidel se hallaba en la redacción revisando las pruebas de alguno de sus trabajos o reportajes, o en el taller contribuyendo a dirigir el emplane de una crónica suya- En esta tarea era yo el responsable y la ejecutaba regularmente Cuco Valdés, experto tipógrafo (que posterior al triunfo revolucionario estaba al frente de los talleres del periódico "Juventud Rebelde"), o su hermano Juan o el gallego Benigno Seijo.
El temor muy posible de que elementos mafiosos o agentes represivos del gobierno estuvieran preparando una agresión contra Fidel cuando se retirara, siempre solo y desarmado, al finalizar el emplane de sus trabajos en la madrugada, hizo que le recomendáramos que saliera por la puerta del fondo del edificio, que daba a la calle Estrella.
La primera vez costó trabajo convencerlo:
-¿Creen ustedes acaso que tengo miedo?- argumentó airado.
Los ruegos de otros compañeros de la redacción y talleres pesaron más. Y cada vez que observábamos movimientos sospechosos, lo instábamos a salir por el fondo. Disimuladamente, dos o tres compañeros le seguían hasta que consideraban que había pasado todo peligro. De ello, porque nunca se le dijo nada, es posible que aún hoy lo ignore el propio Fidel.
Recordamos algunas vivencias simpáticas que evidencian facetas de carácter. En una oportunidad, en esos meses que el amanecer sorprendía a Fidel, junto a la primera plana, donde se montaba un nuevo reportaje, exclamó de pronto:
– Bueno…. ¿pero hoy aquí no hay café?
– Fidel, esperamos que hoy te toque pagarlo a ti – dijo un cajista de los más próximos a él.
– ¡Ojalá pudiera! -respondió – pero miren – y volvió sus bolsillos al revés – ¡no tengo un centavo!
Y nunca faltaba alguien que registrara los bolsillos propios y dijera al aprendiz de turno:
– Muchacho, ve al "Agua fría" (nombre del bar y cafetería contiguo al local del diario del A.) y trae café, pero que sea acabado de colar.
Y así aquel joven, que ya despuntaba con valores propios y que de haberlo querido tendría los bolsillos repletos de dinero, nunca renunció a su probada modestia, su honestidad personal y principios revolucionarios. Desde entonces, considerándolo uno más en la gran familia de periodistas y tipógrafos que allí laboramos, aprendimos a quererlo y admirarlo sinceramente.
Aquella etapa, una de las más inolvidables de mi vida, quedó trunca por el "madrugonazo" del 10 de marzo de 1952. Vasconcelos, uno de los más vigorosos y brillantes panfletistas de Cuba, no pudo o no supo resistir a las ofertas, o sus debilidades personales lo sumaron al carro del régimen de (Fulgencio) Batista….Después del golpe militar mi situación en "Alerta" se hizo insostenible. Ya los líderes de la Ortodoxia y las comisiones populares no frecuentaban, no podían frecuentar, un diario que se había puesto al servicio de la dictadura. En lo personal, como militante de ese partido, integrante de la organización de "Los Mil", formada por periodistas ortodoxos (cuyo carné aún conservo), me sentía muy mal. Tiempo después renuncié y pasé como redactor y agente publicitario de la revista "Carteles", desaparecida hace años. Y viajé a Venezuela con la misión de confeccionar un número especial dedicado a esa nación sudamericana" (95).
En el primero de sus artículos titulado "Prío rebaja la función de nuestras fuerzas armadas" éste expone como…"…cuando Chibás lo acusó de estar emprendiendo grandes negocios de compras de edificios de apartamentos en Estados Unidos, el presidente se cubrió el rostro como virgen vestal limpia de pecado y pedía la excomunión del inclemente fiscal. Era verdad, y un informe de la Comisión Económica delataba el torren te de millones que salían del país. Cuando lo acusó de los repartos residenciales en Guatemala y el imperio maderero, armaron la más colosal escandalera que conoce la polémica política. Ahora se empieza a conocer la verdad de aquella cívica denuncia.
La denuncia de los hechos denunciados en cada una de esas ocasiones imposibilitó la presentación inmediata de las pruebas reclamadas. Se trataba de voceros de opinión pública y no de abogados. Los corrompidos gobernantes creyeron descubrir un nuevo estilo para cubrir sus llagas: pedir pruebas de sus inmoralidades. Pensaban así escapar del anatema público escondiéndose en las mamparas de las Sociedades Anónimas.
Pues bien, vengo hoy a denunciar en todos sus aspectos las más grandes inmoralidades del señor Carlos Prío Socarrás que, por sí solo, es capaz de invalidarlo del respeto y la consideración de la ciudadanía; tan grave como construir edificios de apartamentos en Nueva York o fomentar repartos residenciales en Guatemala, con la sola diferencia que estos hechos están ocurriendo aquí en Cuba y de antemano lo reto a que me desmienta, porque esta vez en una mano tengo la denuncia y en la otra las pruebas" (96).
El 15 de agosto de 1955 se reúne en el Teatro Martí, en La Habana, el denominado Congreso de militantes Ortodoxos. La máxima dirección del PPC(O) la encabeza entonces Raúl Chibás, hermano de su fundador Eduardo Chibás, quien promociona la unidad en el seno del mismo pero por la vía pacificista y electorera. El "Mensaje a los Ortodoxos" redactado por Fidel es leído en una sesión del mismo, por la militante del 26 de Julio, María Laborde. Aprobado el mensaje por aclamación, en el que se defiende y argumenta la validez de la línea insurreccional, se incrementa la crisis y la separación posterior del partido del grupo que apoya las posiciones oportunistas de Carlos Márquez Sterling y otros.
Como expresa Fidel Castro en el Mensaje cuan…" duro es tener que escribir estas palabras desde lejos cuando el pensamiento no abandona un instante la patria martirizada y esclava por cuya redención trabajamos sin descanso…Con los ojos puestos en Cuba, y en todo en cuanto en ella se mueve, vibra y palpita; siguiendo de cerca, a pesar de la distancia, todas las actitudes e intenciones, considero que ese Congreso de militantes puede tener una importancia decisiva para la vida del Partido y la lucha por la liberación nacional…Hagamos los Ortodoxos un examen de conciencia desde el 10 de marzo aunque nos arrancaron el triunfo de las manos. De partido más radical en la oposición política nos dejamos arrebatar la vanguardia de la lucha contra la dictadura por quienes no tenían moral ni prestigio, ni pueblo. Triste ha sido ver el espectáculo de millares de nuestros mejores hombres de base militando en organizaciones subversivas de quienes hasta la víspera fueron nuestros más enconados adversarios…La hora no es de pedir sumisión a un revolucionario, a un compañero que desde hace más de cuatro años cumple su deber sin tregua ni descanso, que no ha salido a pasear al extranjero, ni a descansar, que vive honesta y pobremente, porque no se llevó ninguna fortuna arrebatada al pueblo; si no de ayudarlo, con todos los recursos a su alcance, no a él, sino a la idea decorosa de libertad que representa y que se tiene prometido realizar…" (97)
Años después, ya triunfante la Revolución Cubana, apenas a unos días de su entrada triunfal en la capital, el 16 de enero de 1959, éste pronuncia un discurso de recordación, ante su tumba, en el Cementerio de Colón donde expresa cuan…"…fácil es comprender nuestra emoción, junto a esta tumba tan llena de recuerdos. Los sentimientos son encontrados. Muchas veces habíamos venido aquí después del 16 de agosto de 1951, antes y después del 10 de marzo. ¡Y por cuantas diversas etapas hemos pasado!….La historia de la Revolución, la historia del 26 de Julio, está íntimamente ligada a la historia de esta tumba. Porque debo decir aquí que sin la prédica de Eduardo Chibás, sin lo que hizo Eduardo Chibás, sin el civismo y la rebeldía que despertó en la juventud cubana, el 26 de Julio no hubiera sido posible. El 26 de Julio fue pues la continuación de la obra de Chibas, el cultivo de la semilla que él sembró en nuestro pueblo" (98)
Ya retirado de sus cargos en el Gobierno y el Partido, Fidel Castro valoraría en una de sus reflexiones acerca del dirigente ortodoxo como…"…el primer problema a resolver era Batista en el poder. Con Chibás vivo no habría podido dar el golpe de estado, porque el fundador del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo) lo observaba de cerca y metódicamente lo ponía en la picota pública. Muerto Chibás, era seguro que Batista perdería las elecciones que debían realizarse el 1º de junio del año 1952, dos meses y medio después del golpe de estado. Los análisis de opinión eran bastante precisos y el rechazo a Batista crecía constantemente, día tras día.
Yo estaba en la reunión donde se eligió al nuevo candidato ortodoxo, más como atrevido que como invitado. Ingresaría en el Parlamento, donde lucharía por un programa radical. Nadie habría podido impedirlo. Se rumoraba entonces que yo era comunista, palabra que despertaba muchos reflejos sembrados por las clases dominantes. Hablar entonces de marxismo–leninismo, e incluso en los primeros años de la Revolución, habría sido insensato y torpe. En aquel discurso ante la tumba de Chibás hablé de forma que se comprendiera por las masas las contradicciones objetivas que nuestra sociedad enfrentaba en aquel entonces, y aún tiene que enfrentar (99).
Armando Hart Dávalos, intelectual y dirigente político cubano, valora la importancia del legado ético- político cubano al pensamiento contemporáneo cuando expresa como…"…nuestra nación posee una historia filosófica que le permite estudiar y presentar soluciones al tema de la ética sobre fundamentos científicos que es la única forma de alcanzar un nuevo pensamiento revolucionario. (Félix) Varela, con su inmensa cultura nos enseñó a pensar: Luz y Caballero, con su enciclopédica sabiduría, nos enseñó a conocer: Martí, a partir de estas fuentes, de su saber universal, su genio e imaginación creadora, nos enseñó a actuar" (100).
En nuestro libro "Vigencia de la ética humanista martiana en el pensamiento de Fidel Castro", también publicado como "Martí en Fidel", expresamos como…"…inmigraciones y nuevos asentamientos, forzados unos e impelidos otros por circunstancias económicas, socio-políticas o culturales; implantación de instituciones y costumbres foráneas; la inserción de una multidiversidad de culturas africanas, a través del bochornoso tráfico de esclavos, germen del mestizaje cultural iniciado y prolongado a través de los siglos XVI al XIX, resultaron, entre otros múltiples factores, escenario de singulares avatares, el contexto propicio a la formación de nuestra identidad, con el rol decisivo del ideario ético-político, de figuras descollantes como José Agustín Caballero, Félix Varela, José de la Luz y Caballero y José Martí, bajo la influencia de los movimientos y corrientes de ideario más progresistas y que se continúa en la etapa de la pseudo-república con sus logros y frustraciones, en el pensar y actuar de personalidades tales como Enrique José Varona, Carlos Baliño, Julio A. Mella, Rubén Martínez Villena y Antonio Guiteras, entre otras muchas, hasta alcanzar con el triunfo revolucionario del primero de enero de 1959, su más alta expresión, en el humanismo ético de Ernesto Che Guevara.
La eticidad, como fundamento clave del pensamiento cubano más progresista en las dos últimas centurias, rectora, como su basamento esencial, otros rasgos no menos significativos, como el pensar y el hacer filosófico, pedagógico y humanista. Su profundidad, autoctonía, patriotismo y creatividad conserva su plena vigencia, como expresión de continuidad y ruptura, en las raíces más genuinas de la Ideología de la Revolución Cubana, que siempre renace, no obstante las temporales distorsiones a que se ha enfrentado, producto de erróneas interpretaciones humanas sustentadas en criterios poco felices, con su fortaleza revivificadora en las ideas del Maestro, gestor de la "Guerra necesaria", negadas a vegetar como antaño, en el mármol frío de celebraciones patrioteras y convites farisaicos de "generales y doctores", como satirizara Loveira en su antológica novela de los umbrales del pasado siglo, o como fuente de banales retóricas onomásticas y politiqueras, para retomar su propia esencia, como programa de guía y lucha en la aspiración de profundas transformaciones socio-económicas, en beneficio de las más amplias masas populares" (101)
Conclusiones
¿Qué condujo a Eduardo Chibás a su trágica determinación del 5 de agosto de 1951 ante los micrófonos de la CMQ, culminada la lectura de su considerado testamento político "El "último aldabonazo"? ¿Cómo conceptualizar la posición del inmolado dirigente ortodoxo, en el espectro político imperante en la Cuba de entonces? ¿Su ejecutoria política nos revela un exponente más del llamado "populismo", tan común en la época, casi lindante para algunos investigadores, en una bien manipulada demagogia? ¿Nos revela un hombre obcecado por su desmedida y descontrolada imaginación? ¿Acaso es una nueva expresión del caudillismo en la política cubana? ¿Es por el contrario producto de una excepcionalidad entre los dirigentes políticos de la época que marca un nuevo derrotero en la historia de Cuba, desencadenante de futuros y trascendentes acontecimientos posteriores?
La excepcionalidad de una personalidad se reivindica, en nuestro criterio, no solo por su capacidad en el desempeño en determinado ámbito de la actividad humana, sino ser capaz de encauzarla a partir de un código de conducta que lo haga trascender por su ejemplaridad, a sus contemporáneos e incluso futuras generaciones. La tríada ética, cultura y valores, tan enraizada en el pensamiento progresista cubano, en su decursar de más de dos centurias, permitió forjar figuras en los diversos ámbitos de la actuación ciudadana, fuese en la colonia o la República (en sus dos etapas: pre revolucionaria y posterior al 1ro de enero de 1959), que cumplimentaron tales requisitos.
Eduardo René Chibás Ribas, como todo hombre, es producto de su época y del peculiar contexto histórico-concreto en que desarrolla su vida. Portador de virtudes y de las limitaciones humanas, o como bellamente se acostumbra a decir, de sus propias luces y sombras, éste logró aglutinar en torno a su ideario ético-político al pueblo cubano, en un momento de singular importancia en el encausamiento de sus tantas veces burlados intereses y aspiraciones, por gobiernos corruptos, indolentes o motivados por su incondicionalidad a los dictados de aquellos que siempre pendieron como Espada de Damocles, en el proceso de conformación de nuestra identidad cultural y nacional.
Tildado de "loco" por sus detractores, generalmente pertenecientes a esa pléyade de "cuerdos", carentes de toda moral en el ejercicio de la política; más de una vez traicionado, aún en vida, por sus supuestamente colaboradores más cercanos, que nunca entendieron la importancia de defender la imagen del partido por el creado, en aras de conservar su programa, al margen de componendas y alianzas deshonrosas tan en boga en la política de entonces; enfrentado por "pillos consumados" en el arte del engaño y la mentira (que hoy se intentan reivindicar como lo que nunca fueron) urdieron un plan siniestro, dirigido a atacarlo en su talón de Aquiles, su elevado concepto de la dignidad personal, sobornando a los que podían ofrecer las pruebas necesarias del latrocinio oficial e inspiración, a partir de su elevado concepto del necesario rescate del ejercicio de la política, en una generación, que surgida de la juventud ortodoxa, buscaba los mismos fines, explorando nuevos caminos. Tildado por unos como representante de un "populismo", casi rayano en la época, como sinónimo de demagogia, Chibás forjó su propia imagen, sin comparaciones engañosas, como líder popular de profundas raíces populares, rescatando del cenagal de la frustración, a un pueblo sistemáticamente engañado, manipulado y burlado en sus justas aspiraciones.
Su desaparición física liberó la "Caja de Pandora" aún en el seno de su partido, de aquel sector que llevado por sus turbias aspiraciones, traicionó su legado. Solo entonces el inescrupuloso Fulgencio Batista pudo consumar su siniestro golpe de estado del 10 de marzo de 1952, quien a partir de la instauración de su sangrienta dictadura, propició el nacimiento de la Generación del Centenario, que con la autoría intelectual de Martí e inspirada en el ideario ético de Chibás, permitió a partir del Asalto a Moncada, el 26 de Julio de 1953, trazar un nuevo derrotero a las aspiraciones populares.
Notas
1.- La Enmienda Platt era un apéndice al proyecto de Ley de los Presupuestos del Ejército aprobado por el Congreso de Estados Unidos, e impuesto como parte del texto de la primera Constitución de la República de Cuba, elaborada por la Asamblea Constituyente de 1901, bajo la amenaza de que si no la aceptaba, Cuba seguiría ocupada militarmente. El 25 de febrero de 1901 el Comité de Asuntos Cubanos del senado norteamericano aprobó una enmienda insertada a la Ley de Gastos del Ejército cuyo texto se convertiría en inaceptable para los cubanos que habían luchado durante 30 años por independizar a Cuba de España. El Senado estadounidense aprobó la ley que contenía la enmienda presentada por el senador Orville Platt –de quien tomó nombre- el 27 de febrero de 1901; la Cámara, el 2 de marzo, y el presidente William McKinley le dio su sanción al día siguiente. La Enmienda Platt cuenta con 8 artículos. Artículo I. Trata sobre las relaciones exteriores de la Isla. Este artículo era contradictorio, pues en esencia la Enmienda Platt que lo contenía menguaba la soberanía de Cuba: Que el Gobierno de Cuba nunca celebrará con ningún Poder o Poderes extranjeros ningún tratado u otro convenio que pueda menoscabar o tienda a menoscabar la Independencia de Cuba ni en manera alguna autorice o permita a ningún Poder o Poderes extranjeros, obtener por colonización o para propósitos militares o navales, o de otra manera, asiento en o control sobre ninguna porción de dicha Isla. Artículo II. Prohibía al gobierno cubano contraer deudas por encima de su capacidad de pago de intereses y de amortización: Que dicho Gobierno no asumirá o contraerá ninguna deuda pública para el pago de cuyos intereses y amortización definitiva después de cubierto los gastos del Gobierno, resulten inadecuados los ingresos ordinarios. Artículo III. Concedía a Estados Unidos el derecho de intervenir militarmente en la Isla cuando peligraran, a su juicio, la vida, la propiedad o las libertades individuales: Que el Gobierno de Cuba consiente que los Estados Unidos puedan ejercitar el derecho de intervenir para la conservación de la Independencia cubana, el mantenimiento de un Gobierno adecuado para la protección de vidas, propiedad y libertad individual y para cumplir las obligaciones que con respecto a Cuba han sido impuestas a los Estados Unidos por el tratado de París y que deben ahora ser asumidas y cumplidas por el Gobierno de Cuba. Artículo IV. Convalidaba todos los actos realizados por el gobierno militar norteamericano: Que todos los actos realizados por los Estados Unidos en Cuba, durante su ocupación militar, sean tenidos por válidos, ratificados y que todos los derechos legalmente adquiridos a virtud de ellos, sean mantenidos y protegidos. Artículo V. Disponía que Cuba quedaba obligada a atender con preferencia la sanidad de sus poblaciones para proteger el comercio y el pueblo del sur de los Estados Unidos. Los cubanos eran presentados como horda incivilizada que vivía gustosa sin condiciones higiénicas mínimas: Que el Gobierno de Cuba ejecutará y en cuanto fuese necesario cumplirá los planes ya hechos y otros que mutuamente se convengan para el saneamiento de las poblaciones de la Isla, con el fin de evitar el desarrollo de enfermedades epidémicas e infecciones, protegiendo así al pueblo y al comercio de Cuba, lo mismo que el comercio y el pueblo de los puertos del Sur de los Estados Unidos. Artículo VI. Reflejaba el error geográfico cometido, tanto por España como por los libertadores cubanos, al considerar que Cuba era una isla y no un archipiélago. Los norteamericanos se aprovecharon de ello para disponer que el status de Isla de Pinos (actual Isla de la Juventud) sería determinado en un futuro tratado: Que la Isla de Pinos será omitida de los límites de Cuba propuestos por la Constitución, dejándose para su futuro arreglo por Tratado la propiedad de la misma. Artículo VII. Único que, de hecho y contra la voluntad del pueblo cubano sigue ejerciendo su nefasta vigencia en la Base Naval de Guantánamo, establecía la cesión de porciones de suelo cubano para ubicar estaciones navales norteamericanas: Que para poner en condiciones a los Estados Unidos de mantener la Independencia de Cuba y proteger al pueblo de la misma, así como para su propia defensa, el Gobierno de Cuba venderá o arrendará a los Estados Unidos las tierras necesarias para carboneras o estaciones navales en ciertos puntos determinados que se convendrán con el Presidente de los Estados Unidos. Artículo VIII. Disponía un tratado permanente con Estados Unidos: Que para mayor seguridad en lo futuro, el Gobierno de Cuba insertará las anteriores disposiciones en un Tratado Permanente con los Estados Unidos. (www.ecured.cu)
2.- Consultar la obra del autor "Reseñas biográficas de figuras significativas en la historia de Cuba" (soporte digital) www. biblioteca virtual.eumed.net
3.- El Gobierno de los Cien Días es el nombre por el cual suele conocerse tanto el periodo como el propio gobierno de Antonio Guitera Holmes y Ramón Grau San Martín en Cuba , desde el 4 de septiembre de 1933 hasta el 15 de enero de 1934, duración por la cual recibió esta denominación. La presión popular llevó a cabo diversas actividades, que culminaron con Huelga General debida a la demagogia y a la represión del gobierno de Gerardo Machado acabando así con el derrocamiento del gobierno. El 4 de septiembre comenzó así De facto un gobierno militar formado por no oficiales, sargentos, cabos y soldados. Tras un efímero gobierno colegiado denominado Pentarquía, formado por cinco miembros y que duró tan sólo cinco días, 10 de septiembre el se formó un nuevo gobierno de corte burgués, siendo Ramón Grau elegido como presidente del mismo, a instancias de los estudiantes universitarios. El nuevo y heterogéneo gobierno reunía tres tendencias: Guiteras era el representante del ala izquierdista revolucionaria, Fulgencio Batista era la cabeza del ala derechista tradicionalista, y Grau era el nexo entre ambas, representante del ala reformista nacional. De esta forma, el nuevo gobierno impulsó importantes medidas de corte democrático para el pueblo de Cuba, que Grau y Batista llegarían a interpretar como imposiciones de Guiteras. Batista desempeñaba el cargo autoimpuesto de coronel en jefe de todas las Fuerzas Armadas de Cuba, y que en reiteradas ocasiones no estaba de acuerdo con las decisiones de Guiteras, muchas de ellas en contra de la Oligarquía cubana y el Imperialismo y afectando por tanto los intereses de muchas compañías estadounidenses. Se dispusieron varias medidas, como la instauración de la Secretaría como Ministerio de Trabajo, el establecimiento de un salario mínimo, la determinación de que la jornada laboral fuera sólo de 8 horas, la confiscación de los bienes de Machado y sus cooperantes, la limpieza de los órganos estatales, la nacionalización del trabajo y que la mitad de los empleos fueran desempeñados por los nacidos en Cuba, la rebaja de los artículos de primer orden, la reducción de los impuestos de la energía eléctrica, la autonomía universitaria y la intervención de la Compañía Cubana de Electricidad (empresa subsidiaria de la norteamericana Electric Bond & Share), realizada personalmente por Guiteras como Secretario de Gobernación y Guerra, a través del Decreto 172. Estas medidas no fueron aplicadas completamente, debido a la efímera duración del gobierno. La administración aceptó a los reformistas por primera vez en ese país, lo que posibilitó que Guiteras pudiera llevar a cabo con mayor precisión su lucha en bienestar de la Sociedad cubana. Sin embargo, las divergencias internas del gobierno, y la poca experiencia del Movimiento obrero y las masas en su lucha por lograr sus objetivos, atentó contra la subsistencia del mismo. (www.ecured.cu)
4.- Tomado de: Humberto Vázquez García. "El gobierno de la K©ubanidad". Santiago de Cuba: Editorial Oriente; 2005. Página 15.
5.-José A. Tabares del Real en "La Revolución del 30: sus dos últimos años".
6 Eduardo Chibás en su artículo Ramón Grau San Martín publicado en la revista Bohemia, año 36, No 41 del 8 de octubre de 1944. Página 46.
7.- Tomado de: Humberto Vázquez García. "El gobierno de la K©ubanidad". Santiago de Cuba: Editorial Oriente; 2005. Páginas 17 y 18.
(8) José Tabares del Real. "La Revolución del 30: sus dos últimos años". Página 274
(9) En Hortensia Pichardo Viñals. Documentos para la Historia de Cuba, tomo IV. La Habana, Cuba; Editorial Pueblo y Educación; 2001. Página 368.
(10) Pepín Sánchez, "Eduardo. R. Chibás, del 10 de septiembre al 27 de noviembre de 1933"publicado en la revista Bohemia, el 30 de septiembre de 1951. Recopilado por Ana Cairo en su obra "Eduardo Chibás: imaginarios" Santiago de Cuba: Editorial Oriente; 2010. Página 36.
(11) Revista Bohemia, 23 de septiembre de 1934. Página 30
(12) Palabras pronunciadas el 27 de noviembre de 1942, aniversario del fusilamiento de los Estudiantes de Medicina. A.N.C. Fondo Chibás. Legajo 3, expediente 97.
(13) Carta de Chibás al director de Bohemia. Tomado de: Enrique de la Osa. EN CUBA. Primer tiempo 1943-1946. La Habana, Cuba: Editorial Ciencias Sociales; 2002. Página 47)
(14) El Crisol, 18 de junio de 1944. Tomado del libro de Elena Alavez Martín, "Eduardo Chibás: clarinada fecunda". La Habana Cuba: Editorial Ciencias Sociales; 2009. Página 23.
(15) El Crisol, 7 de agosto de 1944). Ibídem, página 24.
(16) Tomado de: Humberto Vázquez García. "El gobierno de la K©ubanidad". Santiago de Cuba: Editorial Oriente; 2005. Página 67.
(17) Sobre la Ley de Ampliación Tributaria. Bohemia, de marzo de 1943. Página 35.
(18).- El novelón comunista. En Prensa Libre, La Habana, 9 de noviembre de 1943, página 1.
(19) El Crisol, 7 de agosto de 1944.
(20).- El Crisol, 21 de agosto de 1944, pp. 1 y 14).
(21).- Diario El Crisol, edición 31 de agosto de 1944 páginas 1 y 14.
(22) Discurso pronunciado en el Palacio Presidencial, El País, 1 de octubre de 1944, páginas. 1 y 14.
(23) Tomado de: Humberto Vázquez García. "El gobierno de la K©ubanidad". Obra ya citada, página 18.
(24) (Eduardo Chibás. "Los gobiernos de Cuba (1933-1934). Grau San Martín", Bohemia, La Habana, 5 de junio de 1938, páginas 62, 63. Tomado del trabajo "El chibacismo ortodoxo" de la profesora e investigadora Elena Alavés Martín (soporte digital).
(25) Elena Alavés Martín. "Eduardo Chibás: clarinada fecunda". La Habana, Cuba: Editorial Ciencias Sociales; 2009. Página 43.
(26) Concepción Portuondo López. El Nacionalismo Ortodoxo. Su repercusión en la región de Santiago de Cuba. Soporte digital).
(27) Elena Alavés Martín. "Chibacismo ortodoxo". (Soporte digital).
(28) Ana Cairo (recopiladora). "Eduardo Chibás: imaginario". Página 63).
(29) El Crisol, 6 de enero de 1947.
(30) Referencia al Programa del PRC de Martí. El Crisol, 13 de enero de 1947.
(31) El Crisol, 20 de enero de 1947.
(32) Bohemia. Sección en Cuba, 9 de marzo de 1947, página 40.
(33) El Crisol, La Habana, 14 de marzo de 1947 páginas. 1 y 14.
(34) El Crisol, 14 de marzo de 1947.
(35) El Crisol, 18 de mayo de 1947.
36) En "Carta a Jorge Mañach". Bohemia, La Habana, 25 de mayo de 1947, páginas 40-41.
(37) Tomado de: Revista de la Biblioteca Nacional José Martí. No 3 y 4. Julio y diciembre del 2003. Páginas 166 a 113. Soporte digital.
(38) (Información, La Habana, 30 de diciembre de 1947.
(39) El Crisol, 24 de noviembre de 1947.
(40) "Documento público sobre la verdad ortodoxa". El Crisol, 7 de marzo de 1948)
(41) El Crisol, 27 de marzo de 1948.
(42) El Crisol, 12 de abril de 1948.
(43) Tomado de: Humberto Vázquez García. "El gobierno de la K©ubanidad". Obra ya citada, página 67.
(44) Ibídem, página. 69.
(45) El Crisol, 26 de enero de 1948.
(46) "Sobre el asesinato de Aracelio Iglesias". El Crisol, 18 de octubre de 1948.
(47) Prensa Libre, 2 de mayo de 1948. EAM p. 80).
(48) El Crisol, 19 de junio de 1948.
(49) El Crisol, 11 de julio de 1948.
(50) "El Gobierno de la Cubanidad". Obra ya citada, páginas 480 y 481.
(51) Ibídem, página. 425.
(52) Tomado de: Eduardo Chibás: imaginarios. Ya citada, página 55.
(53) Prensa Libre. 7 de diciembre de 1946.
(54) Prensa Libre, 30 de mayo de 1948, Página 7.
(55) Prensa libre. 30 de mayo de 1948. Página 7.
(56) Diario de la Marina. 9 de mayo de 1948. AC p. 70)
(57) Bohemia, 1ro de febrero de 1948. AC p. 69.
(58) Tomado de Gobierno de la Cubanidad. Obra ya citada, página 429.
(59) En la revista Fundamentos, año IX, No 83, enero de 1949, página 37.
(60) El Crisol. 9 de junio de 1948.
(61) Revista Bohemia, Año 40, No 28, edición del 11 de julio de 1949).
(62) Revista Bohemia, Sección EN CUBA. 28 de noviembre de 1948.
(63) El Crisol. 7 de febrero de 1949.
(64) Periódico Alerta. 15 de febrero de 1949.
(65) Revista Bohemia. 1 de marzo de 1949.
(66) El Crisol. 19 de marzo de 1049.
(67) Prensa Libre, 30 de abril de 1949.
(68) Bohemia. Primero de mayo de 1949. Páginas 66 y 67.
(69 Bohemia. Veinte años después. De mayo de 99. Páginas 54, 55 y 82.
(70) Bohemia, 29 de mayo de 1949.
(71) Ibídem.
(72) Bohemia, 3 de julio de 1949.
(73) Bohemia, 31 de julio de 1949.
(74) El Crisol, 4 de diciembre de 1949).
(75) Bohemia, 5 de febrero de 1950.
(76) Bohemia, 5 de marzo de 1950.
(77) Bohemia, 7 de junio de 1950.
(78) Bohemia, 13 de agosto de 1950).
(79) Bohemia. Reportaje de Isaac Astudillo. 8 de octubre de 1950).
(80) Bohemia, 17 de diciembre de 1950.
(81) Bohemia, Sección EN CUBA, en su edición del 21 de enero de 1951.
(82) El Crisol, 12 de febrero de 1951.
(83) ¡Sangre y azúcar!. Revista Bohemia, 4 de marzo de 1951.
(84) ¡A la cárcel los ladrones! Bohemia, 1 de abril de 1951.
(85) Mario García del Cueto. Encuesta ¿Qué haría usted por Cuba si fuera presidente? Bohemia, 8 de junio de 1951.
(86) "Los presupuestos nacionales, la Cuota Azucarera de Cuba. Los pesqueros cubanos". Bohemia, 1 de julio de 1951.
(87) Revista Bohemia. Sección EN CUBA. Ediciones del 22, 26 de julio y 5 de agosto de 1951. Se puede consultar la obra ya citada "Eduardo Chibás: clarinada fecunda". Páginas 150 a 152.
(88) "El viraje de Chibás. Revista Bohemia. 19 de noviembre de 1950.
(89) Fulgencio Batista. "Chibás se ha hecho un personaje a base de mendacidades, injurias y calumnias". Revista Carteles. 28 de enero de 1951.
(90) "La polémica sangrienta" de Alejandro Armengol (soporte digital)
(91) Eduardo Suárez Rivas en "Información al Senado". En "Defensa de la caficultura". Polémica con Chibás, 18 de junio de 1951.
(92) Tomado de la Sección EN CUBA, revista Bohemia, en su edición del 17 de agosto de 1951.
(93) Declaraciones vertidas el 6 de agosto de 1951, recogidas en la Sección EN CUBA de la revista Bohemia, en su edición del 17 de agosto de 1951.
(94) "Eduardo Chibás: imaginarios". Obra ya citada. Páginas 150-151.
(95) Raúl Quintana Pérez. Recuerdos no olvidados. Memorias periodísticas. Epígrafe: Cuándo y cómo conocí a Fidel. www.biblioteca virtual.eumed.net
(96) Colectivo de autores. Fidel periodista. La Habana, Cuba: Editorial Pablo de la Torriente Brau; 2006. Páginas 25 y 26.
(97 Tomado de: Heberto Norman Acosta, "La palabra empeñada" tomo 1. La Habana, Cuba: Editorial Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado; 2005. Páginas 217 a 220.
(98) Revista Bohemia. Año 51, No 3. Edición 18-25 de enero de 1959.
(99) En su reflexión "Chibás al cumplirse 100 años de su natalicio" publicada en el periódico Juventud Rebelde, el 26 de agosto del 2007.
(100) Armando Hart Dávalos. Discurso "La mejor política" pronunciado en acto con motivo de serle otorgada la categoría de Profesor de Mérito del entonces Instituto Superior Pedagógico "Enrique José Varona", el 29 de junio de 199. Tomado de: "Ética, Cultura y Política". La Habana, Cuba: Centro de Estudios Martianos; 2006. Página 103.
(101) Raúl Quintana Suárez. En "Vigencia de la ética humanista martiana en el pensamiento de Fidel Castro" o "Martí en Fidel". Soporte digital.
Bibliografía
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…………………………… La Ortodoxia en el ideario americano. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2002.
…………………………… El chibacismo ortodoxo (soporte digital)
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……………………………….8 enfoques sobre la República cubana de 1902 (soporte digital). http://www.rebelion.org
Hart Dávalos, Armando…..Ética, Cultura y Política. La Habana, Cuba: Centro de Estudios Martianos; 2006.
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Quintana Suárez, Raúl. Reseñas biográficas de figuras significativas de la historia de Cuba. Volúmenes I y II. La Habana, Cuba. (Soporte digital) biblioteca virtual.eumed.net.
Vázquez García, Humberto….El Gobierno de la K©ubanidad. Santiago de Cuba: Editorial Oriente; 2005.
Anexos
Anexo 1.-
¡El último aldabonazo!
Hace nueve siglos el Tribunal de la inquisición le gritaba a Galileo: ¡Mentiroso! ¡Mentiroso!¡Engañador! ¡Presente las pruebas de que la Tierra se mueve alrededor del Sol! Galileo no pudo presentar las pruebas físicas del hecho evidente y fue condenado, pero siguió repitiendo, firme en su convicción moral: ¡Pero se mueve! ¡Pero se mueve!
Hace cinco años acusé al Ministro de Educación José Manuel Alemán de robar los dineros del material y el desayuno escolar y de estar fomentando en Miami un imperio de propiedades inmuebles. El Ministro Alemán y todos sus corifeos atronaron el espacio gritando: ¡Mentiroso! ¡Calumniador! ¡Presenta las pruebas! Yo no pude presentar las pruebas físicas de que se estaban robando el dinero del Tesoro Nacional, pero seguí repitiendo firme en mi convicción moral: se lo roban.
Ahora acuso al gobierno de Carlos Prío de ser el más corrompido de cuantos ha tenido la República hasta el presente y a su Ministro de Educación Aureliano Sánchez Arango-que ha sustituido el BAGA por el ASA-de robarse los dineros del material y el desayuno escolar y de realizar grandes inversiones en Guatemala y otras repúblicas de América Central.
El domingo pasado desde esta misma tribuna de orientación y combate, presenté al pueblo pruebas irrefutables de la enorme corrupción del régimen de Prío: fotografías de escuelas y hospitales en la miseria, contrastando con las fincas y palacetes ostentosos de gobernantes que hace poco vivían en la pobreza. Sin embargo, a pesar de que las continuas depredaciones de Machado, Batista, Grau San Martín y Carlos Prío no se ha conseguido embotar la sensibilidad moral del pueblo cubano, lo que habla muy alto de la firmeza de sus virtudes, mis palabras del pasado domingo no tuvieron toda la resonancia que la grave situación requería. Cuba necesita despertar. Pero mi aldabonazo no fue, quizás, lo suficientemente fuerte. Y Cuba, urgentemente, necesita despertar. Seguiremos llamando a la conciencia del pueblo cubano.
Por su posición geográfica, la riqueza de su suelo y la inteligencia natural de sus habitantes, Cuba tiene reservado en la historia un grandioso destino., pero debe realizarlo. Otros pueblos asentados en islas que no gozan de situación tan privilegiada como nuestra patria, han desempeñado en la historia un papel de preeminencia singular. En cambio, Cuba ha visto frustrado su destino histórico, hasta ahora, por la corrupción y ceguera de sus gobernantes, cuyo pensamiento-salvo excepciones-ha volado siempre a ras de tierra.
La feliz conjunción de factores naturales tan propicios, unido a la alta calidad de nuestro pueblo, solo espera la gestión honrada y capaz de un equipo gobernante que éste a la altura de su misión histórica, Ese equipo no puede ser el del gobierno actual, corrompido hasta la médula, aunque se disfrace de nuevos rumbos para encubrir sus robos, contrabandos y desvergüenza. Ni la falsa oposición de Batista que alienta el regreso de los coroneles, del palmacristi, la goma y la ley de fuga, con la taimada ayuda del comunismo internacional. Ni tampoco el grupo de despechados que sigue al ex presidente Grau. El único equipo gobernante capaz de salvar a Cuba es el Partido del Pueblo Cubano(O), con su línea antipactista de la independencia política, que no admite transacciones ni componendas.
¡Compañeros de la Ortodoxia, adelante! ¡Por la independencia económica, la libertad política y la justicia social! ¡A barrer a los ladrones del gobierno! ¡Vergüenza contra dinero!
¡Pueblo de Cuba, levántate y anda! ¡Pueblo cubano, despierta! ¡Este es mi último aldabonazo!
Anexo 2.-
Presidentes de Cuba en la etapa comprendida del 20 de mayo de 1902 al 10 de marzo de 1952.
Tomás Estrada Palma (1902-1906)
Nació el 9 de julio de 1835 en Bayamo. Conspirador desde los días previos al alzamiento de Carlos Manuel de Céspedes, quien lo tuvo siempre por un personaje vacilante, su presencia en el campo insurrecto quedó limitada a funciones civiles, que le valieron su elección como presidente de la República en Armas el 29 de marzo de 1876, cargo que ocupó hasta su captura por las tropas españolas y deportado a Barcelona, desde donde emigró a Honduras tras el cese de las hostilidades. Más tarde se establecería en la localidad de Central Valley, en el condado neoyorkino de Orange. Allí lo encontraría José Martí, cuando intentaba fundir los deseos independentistas de los "pinos nuevos" con los sueños libertarios de los "pinos viejos". El 17 de abril de 1892, Tomás Estrada Palma preside la sesión del Partido Revolucionario Cubano en la que es elegido Martí como delegado de la organización anticolonial y pronuncia las palabras de clausura. Después de la muerte del Apóstol en Dos Ríos, lo sucede al frente del Partido y en la dirección del periódico Patria, no sin antes cerrar su colegio de Central Valley, hipotecar su casa y poner todos sus esfuerzos y energías a la causa. Ciudadano norteamericano e imitador de los patrones estadounidenses, desde su posición de Delegado del PRC, Estrada alimentó sus esperanzas de independencia de Cuba con el apoyo del gobierno de Washington. Una de sus pocas acciones públicas fue la de disolver el Partido Revolucionario Cubano, organización creada por Martí para luchar por la independencia de Cuba. El 20 de mayo de 1902, el bayamés Tomás Estrada Palma se convertía en el primer presidente de Cuba, después de obtener una victoria fácil al no concurrir a las urnas los partidarios de Masó, lo que significó una victoria para las aspiraciones anexionistas del gobernador militar norteamericano Leonard Wood. Después de cuatro años de gestión y alentado por sus aduladores, Estrada aspiró a la reelección. Imposibilitado de ejercer el poder por las revueltas y carente de la membresía necesaria en las dos cámaras del Congreso, el 28 de septiembre de 1906 Estrada Palma renunció ante el secretario de Estado Norteamericano William Taft, con el pretexto de sólo a los estadounidenses podía confiarles el dinero del tesoro nacional, por lo que al imperialista Teddy Roosevelt no le quedó otra opción que aplicar la Enmienda Platt. El 4 de noviembre de 1908, retirado de toda actividad pública, moría en su natal Bayamo.
José Miguel Gómez (1909-1913)
Natural de Sancti Spíritus, Las Villas, donde nace el 8 de junio de 1858 Militar y Político cubano, Segundo Presidente de la República de Cuba. Se incorpora a la revolución el 11 de septiembre de 1895 y ya en 1896 se le confiere el grado de Coronel, gracias a su desempeño heroico durante la contienda especialmente durante la toma del pueblo de Arroyo Blanco. En 1896 obtiene el grado de General de Brigada y en 1898 el de General de División, poco antes de terminada la guerra fue designado miembro por la asamblea constituyente de Santa Cruz del Sur para trasladarse a Washington a determinar asuntos importantes con el gobierno norteamericano en nombre de los representantes cubanos. La comisión ejecutiva de la asamblea en su última sesión celebrada en el Cerro, municipio capitalino de La Habana el 30 de junio de 1899 acuerda conferirle el grado superior de Mayor General del Ejército Libertador a propuesta del jefe del departamento occidental. Durante la ocupación militar del ejército Estadounidense el General Brooke lo nombra gobernador Civil de Las Villas, cargo que nuevamente ocupo en 1902 por elección popular. Forma parte de la asamblea constituyente que redacto la primera constitución de la república cubana. En 1908 es elegido presidente de la república por el partido liberal, mandato que desempeño durante cuatro años hasta 1912 en que dimitió. Su gobierno se inaugura el 28 de enero de 1908, estableciendo la paz y la cordialidad en el país, haciéndole frente a los veteranistas un grupo decidido a impedir que antiguos combatientes de la guerra accedieran a cargos administrativos, y las revueltas provocadas por el grupo de los Independientes de Color que luchaban por la igualdad y el reconocimiento de los negros dentro de la nueva sociedad cubana, este movimiento culmino en un alzamiento que tuvo que ser sofocado por la fuerza, sin embargo José Miguel Gómez con posterioridad a este hecho supo conciliar las fuerzas políticas de la nación haciendo de tal suerte que no quedaran odios ni rencores en el seno de la naciente sociedad cubana. Durante su gobierno se creó la marina nacional, se mejora las condiciones del ejército y se ejecutan las grandes obras del alcantarillado y pavimentación de La Habana, también se le presta gran interés a las comunicaciones y los trabajos sanitarios. También se crearon las Granjas escuelas para garantizar una enseñanza rural y se establecen las Academias de Arte de letras y de la historia, así como el Museo Nacional. Su gobierno fue muy criticado por algunas concesiones de servicios público y de leyes muy discutidas en la época como la autorización de las peleas de gallos y la Lotería nacional, así como por escándalos de corrupción, José Miguel Gómez recibió el mote popular de Tiburón que Cuando se baña salpica, en alusión a la repartición de cargos público entre sus allegados. Muere en Nueva York, el 13 de junio de 1921.
Mario García Menocal (1913-1917) (1917-1921)
Aurelio Mario Gabriel Francisco García Menocal y Deop, más conocido simplemente como Mario García Menocal. Nació en Jagüey Grande, Matanzas, el 17 de diciembre de 1866 político cubano, fue electo Presidente de Cuba en dos cuatrienios consecutivos, de 1913 a 1917 y de 1917 a 1921. Nació en el ingenio "Australia", que administraba su padre Gabriel, en la provincia de Matanzas. Tenía dos años cuando estalla la guerra de independencia. Las simpatías y contactos de Don Gabriel con los insurrectos lo obligan a exiliarse. La familia viaja a Estados Unidos y luego a México. Mario regresa a la isla en 1881 Junto Con Su Hermano Fausto García Menocal, con quince años de edad. La estancia es corta: regresa al norte al cuidado de su tío Aniceto. Y no vuelve hasta 1894. Trabaja luego en el trazado del ferrocarril en la zona de Camagüey cuando llega la noticia del levantamiento del 24 de febrero de 1895 en Oriente. Posteriormente se alza en junio de ese mismo año. Se convierte en el más joven de los Mayores Generales de la guerra de Independencia. Al terminar la Guerra Hispano-Estadounidense Menocal se hizo político conservador. Ocupa el cargo de Jefe de la Policía de La Habana y de Inspector de Obras Públicas durante la primera intervención. La primera actuación política de Menocal había sido para intentar mediar entre liberales y conservadores después de la reelección de Tomás Estrada Palma. Tampoco tuvo éxito en su aspiración presidencial contra José Miguel Gómez en 1908. Dirigente del Partido Conservador de Cuba, Mario García Menocal ocupó la presidencia del país entre 1913 y 1917 y entre 1917 y 1921. En 1917 firmó la primera Ley de Divorcio en Cuba. Después de su presidencia, Menocal siguió estando involucrado en la política, postulándose para Presidente de nuevo en 1924. Intentó un levantamiento revolucionario en 1931 y al fallar marchó al destierro en los Estados Unidos, de donde retornó cinco años después. Fallece en Cuba el 7 de septiembre de 1941.
Alfredo Zayas y Alfonso (1921-1925)
Alfredo Zayas y Alfonso, jurista cubano, orador, poeta y político. Fue fiscal, juez, alcalde de La Habana, senador en 1905, Presidente del Senado en 1906, Vice-Presidente de 1908 a 1913 y cuarto Presidente de la República desde el 20 de mayo de 1921 al 20 de mayo de 1925. Nació en La Habana en 1861 en el seno de una familia aristocrática, hijo del eminente Dr. José María de Zayas y Jiménez, jurista y educador, hermano de Dr. Juan Bruno de Zayas, médico y héroe revolucionario, caído en la Habana en 1896 como General en la Guerra de Independencia contra España y hermano del Dr. Francisco de Zayas, Embajador de Cuba en París y Bruselas. Como líder revolucionario dejó de usar el "de" en el nombre de la familia, el cual le identificaba con España y con el poder colonial. En 1895 fue detenido y deportado a España, donde paso los años de la guerra y escribió muchos poemas en la Cárcel Modelo de Madrid publicados en sus Obras Completas, Vol. 1, Poesía. Incluso el conocido Al Caer la Nieve. Muy activo en la vida literaria de La Habana y co-editor de la revista Cuba Literaria. Luego de su regreso a Cuba en 1898, se dedicó a la causa de la Independencia de los Estados Unidos que mantenía a Cuba bajo ocupación militar. Secretario de la convención constitutiva y lucho contra la Enmienda Platt, impuesta a Cuba por los Estados Unidos, y contra el arrendamiento de una base naval en Guantánamo. Fue jefe del Partido liberal (izquierda) y fue electo Vice-Presidente en 1908. Candidato triunfador del Partido Liberal en las elecciones de 1920, Zayas asumió el poder en 1921, pero encontró al país en bancarrota, con deudas de más de 40 millones de dólares y el precio del azúcar desmoronado de 23 a 3 centavos por libra. No se postuló a reelección, pero durante sus cuatro años de presidencia logró impulsar el derecho de la mujer, en particular su derecho al voto, hizo reformas en el campo de la educación y del seguro social. La corrupción durante su gobierno dio lugar a enfrentamientos con distintos sectores de la sociedad, siendo el más notorio la llamada "Trece". Durante su gobierno desempeñó un papel preponderante como expresión del intervencionismo norteamericano, el enviado Crowder, que intervenía abiertamente en las decisiones presidenciales, para escándalo público. Obtuvo un oneroso, préstamo de cincuenta millones de dólares de J.P.Morgan en vista de relanzar la economía devastada por su predecesor. Su flema le trajo el apodo de El Chino en vista de su paciencia asiática. Después de retirarse de la vida política dedicó sus últimos nueve años a la escritura y reedición de sus obras, incluso los dos volúmenes de la Lexicografía Antillana. Murió en La Habana, en 1934.
Gerardo Machado (1925-1929) (1929-1933)
Gerardo Machado y Morales nació el 28 de septiembre de 1871, en Camajuaní, antigua provincia de Las Villas, hijo de criollos que pertenecían a una clase no muy acomodada. Ingresó muy joven al llamado Ejército Libertador, en el que se fue destacando hasta llegar a ser general. Combatió en la zona de Las Villas junto a José Miguel Gómez, que años después, lo reconocería como Secretario de Gobernación. En 1917 participó en la Rebelión de La Chambelona, una pequeña guerra política que culminó con la derrota del Partido Liberal, al que pertenecía Machado. Fue un importante ejecutivo de la General Electric Co. y vicepresidente de la Cuban Electric Company. En 1924, durante la campaña presidencial, anuncia su programa electoral en que destacan los tradicionales y demagógicos proyectos en cuanto a bienestar social, educación, sanidad y viales. La consigna de su campaña era: "agua, caminos y escuelas". Fue electo Presidente de la república y asumió el cargo el 20 de mayo de 1925. Durante su gobierno destacan la construcción del Capitolio de La Habana y la Carretera Central. Su mandato se caracterizó por la represión de las fuerzas opositoras que provocó cientos de muertos, torturados, detenidos y exilados. Su carácter autoritario y despótico, que se manifestó durante la huelga de hambre de Julio Antonio Mella, le ganó el epíteto que le fue dado por Rubén Martínez Villena de "asno con garras". En 1929-1930 la gran crisis económica capitalista traslada a nuestro país sus catástróficas consecuencias. Machado quien había violado la Constitución cubana, fue reelecto en fraudulentas elecciones. El 10 de enero de 1929, Mella es asesinado por asesinos a sueldo de la dictadura, en México lo que provoca profunda repulsa popular. Los mandos militares retiraron su apoyo al presidente, decisión respaldada por los estudiantes, el Directorio Revolucionario, el ABC, los sindicatos y el pueblo en general. El régimen machadista, sostenido por los intereses y el propio gobierno norteamericano, a los que el dictador era incondicional vasallo, se sumió en tal crisis que hasta sus antiguos aliados le retiraron su confianza. Después de una prolongada huelga general donde la clase obrera desempeñó un papel fundamental, Machado renuncia el 12 de agosto de 1933 y se marcha al exilio, primero en las Bahamas y posteriormente a la Florida, en Estados Unidos, donde muere el 29 de marzo de 1939.
Miguel Mariano Gómez (1936)
Político Cubano. Presidente de la República de Cuba durante siete meses en 1936, hijo del también Presidente José Miguel Gómez. Nació en La Habana, en 1889. En 1926 fue elegido Alcalde de La Habana, hizo oposición a la dictadura del General Gerardo Machado hasta que tiene que partir al exilio en Nueva York, regresó a Cuba en 1933 después de la caída de Machado y en ese mismo año fue electo presidente de la República. Miguel Mariano Gómez fue el primer presidente de la república electo por el voto popular después del fin del gobierno de Gerardo Machado el 12 de agosto de 1933. Con el prestigio ganado durante su administración como alcalde de La Habana en donde realizó importantes obras como fueron el "Hospital de Maternidad", el "Hospital Infantil", y la "Escuela José Miguel Gómez" entre otras, inicio su gobierno con la publicación de un vasto programa el cual abarcaba una multitud de medidas de carácter económico, social, cultural y político. No obstante el extenso programa de mejoras de su gobierno no logró contar con un fuerte apoyo de la opinión pública y tuvo desde casi el primer momento una fuerte oposición política, sin que pudiese contar en el congreso con una mayoría que le permitiese realizar su programa, situación que se agravo al perder el apoyo de una parte de los elementos políticos que habían contribuido a su elección. Formándose una fuerte oposición dentro del congreso formuláronse contra él acusaciones de carácter político, de interferir con la facultades del poder legislativo, a virtud de lo cual el congreso acordó su destitución el 24 de diciembre de 1936. Falleció en La Habana en 1950. Fallece en La Habana en 1950.
Federico Laredo Brú (1936-1940)
Federico Laredo Bru nació en San Juan de los Remedios, antigua provincia de Las Villas el 23 de abril de 1875. Presidente de la República de Cuba (1936-1940) Se Graduó de derecho en la Universidad de La Habana, poco después se incorpora al ejército libertador en donde alcanza el grado de coronel, al finalizar la guerra fue presidente de la audiencia de Santa Clara y más tarde fiscal de la audiencia de La Habana y del tribunal supremo de justicia, bajo el mandato del presidente José Miguel Gómez es nombrado secretario de gobernación y durante el gobierno de Carlos Manuel de Céspedes ocupa el mismo cargo, fue Vicepresidente en el gobierno de Miguel Mariano Gómez y cuando este renuncia asume la presidencia de la República. Durante su mandato se firma la ley de nueve centavos sobre el saco de azúcar que había costado la presidencia a su predecesor, fija la Zafra (azucarera) a casi tres millones de toneladas al año y con un precio por encima de los 1.7 centavos la libra. Realiza importantes reformas como la Autonomía de la Universidad de La Habana crea los institutos de segunda enseñanza así como el consejo corporativo de educación, Sanidad y Beneficencia, crea las escuelas rurales y el Instituto Cívico-Militar, los hogares infantiles campesinos así como la Dirección Nacional de Deportes. En el área de la salud también durante su gobierno se crea el Servicio Técnico de Salud Pública y el Consejo Nacional de Tuberculosis. En la economía surge la Ley de Coordinación Azucarera en 1937 para defender a los pequeños colonos Laredo Brú promueve la organización de una asamblea constituyente en 1939 para redactar una nueva Carta Magna, todos los partidos fueron convocados a designar nuevos delegados a la constituyente y el Dr. Ramón Grau San Martín fue elegido presidente de la misma, poco después seguido a la renuncia del Dr. Grau la asamblea elige al Dr. Carlos Márquez Sterling como nuevo presidente a la asamblea, la constitución fue promulgada el 5 de junio de 1940. Conocida en la historiografía cubana como la Constitución del 40, fue considerada como una de las mejores y más progresistas constituciones de la época. También pasará tristemente a la historia por ser el presidente que negó la entrada a Cuba a los pasajeros del San Luis, un crucero con más de 900 refugiados judíos que en 1939 habían obtenido visa de entrada en Cuba y tuvieron que regresar a la Alemania Nazi, donde la gran mayoría terminó su vida en los campos de concentración. Falleció en La Habana en 1945.
Fulgencio Batista y Zaldívar (1940-1944) (1952-1958)
Fulgencio Batista y Zaldívar nació en Banes, antigua provincia de Oriente, Cuba, el 16 de enero de 1901. Hijo de Belisario Batista y de Carmela Zaldívar, cubanos que lucharon por la independencia de España, a Batista. Su madre lo nombró Rubén y le puso su apellido, Zaldívar, tras la negación por parte de Belisario Batista de inscribirlo bajo su propio apellido. En el año 1901 fue bautizado en la iglesia Santa Florentina en Fray Benito, antigua provincia de Oriente. De origen muy humilde, comenzó a trabajar a edad temprana, desempeñando diversos oficios en su juventud. A la edad de 20 años marcha a La Habana e ingresa al ejército dentro del cual alcanzaría el grado de sargento-taquígrafo del Estado Mayor del Ejército. Tras el derrocamiento del gobierno del general Gerardo Machado en 1933, se formó un nuevo gobierno presidido por Carlos Manuel de Céspedes y Quesada, pero el descontento persistió en una parte de la sociedad. Un grupo de militares, entre los que se encontraba Batista, y algunos sectores democráticos firmaron un manifiesto pidiendo la elaboración de una Nueva Constituyente que sustituyera a la de 1901 (en la cual, entre otras cosas, aparecía reflejada la Enmienda Platt). A la caída de Machado en el año 1933, participó en varias conspiraciones que culminaron en el Movimiento Cívico-Militar del 4 de septiembre de aquel año. Se estableció entonces una Junta de Gobierno, la llamada Pentarquía (constaba de 5 miembros, uno de ellos el Dr. Ramón Grau). También formaba parte del Gabinete el revolucionario el Dr. Antonio Guiteras Holmes. A propuesta de Sergio Carbó, Batista fue nombrado Coronel-Jefe del Ejército en aquel mismo año. De 1934 a 1940 dirigió con mano dura la represión contra los movimientos comunistas y socialistas de las centrales azucareras. En 1940 se creó finalmente la constituyente en la cual participaron, políticos procedentes de distintos sectores. En las elecciones de 1940, Batista se presenta como candidato de la Coalición Socialista-Democrática y es elegido presidente, inaugurando su mandato el 10 de octubre de 1940. Ya en esta etapa su gobierno se caracterizó por su carácter reaccionario, represivo e incondicional al capital extranjero. El 10 de marzo de 1952, a escasos 4 meses de las elecciones presidenciales, dio de nuevo un Golpe de Estado, alegando una serie de razones poco justificables, valiéndose de su liderazgo dentro de las Fuerzas Armadas y estando respaldado por ciertos sectores políticos del país y la oligarquía nacional, tradicionalmente supeditada a intereses foráneos. Su gobierno se caracterizó por la más feroz represión contra el pueblo, desenfrenada corrupción y asesinatos y torturas contra sus opositores, además de su incondicionalidad a los intereses norteamericanos. El primero de enero de 1959, Batista huía de Cuba por avión a Santo Domingo ante el triunfo de la Revolución Cubana y el avance incontenible de las guerrillas al mando de Fidel Castro. con una fortuna próxima a los US$ 100.000.000, exiliándose primero en la República Dominicana, luego en la isla Madeira, (Portugal) y por último en España. Falleció en 1973 a causa de un infarto en la localidad de Marbella. Está enterrado en el cementerio de San Isidro, en Madrid.
Ramón Grau San Martín (1944-1948)
Nació el 13 de septiembre de 1882 en La Palma, Pinar del Río. Graduado de médico en 1908, obtuvo la Cátedra de Fisiología de la Universidad de La Habana en 1921. En 1930 se unió a los estudiantes en la lucha contra el dictador Gerardo Machado, por lo que estuvo recluido en el Castillo del Príncipe y posteriormente en el Presidio Modelo de Isla de Pinos entre los años 1931 y 1932. Tras una amnistía partió hacia Miami, y allí fue uno de los fundadores de la Junta revolucionaria. Al caer la tiranía de Gerardo Machado, el 12 de agosto de 1933, se dispuso a regresar para incorporarse a sus actividades científicas y docentes. Fue uno de los firmantes de la Proclama al Pueblo de Cuba del golpe del 4 de septiembre de 1933 e integró el llamado gobierno de la Pentarquía, designado por la denominada Agrupación Revolucionaria de Cuba. El 10 de septiembre, se desintegró la pentarquía y asumió la presidencia de la República, constituyendo un gobierno conocido después como de los Cien Días, cuyas medidas populares y progresistas se debieron a la ejecutoria de Antonio Guiteras. Presidido por Ramón Grau San Martín este gobierno se caracterizó por la manifestación de tres corrientes político-ideológicas diferentes y que motivó que fuera un gobierno realmente muy contradictorio. Durante los casi 4 meses que se mantuvo en el poder el llamado Gobierno de los Cien Días se produjeron constantes pugnas entre los simpatizantes de estas tendencias, tratando cada una de ellas lograr la hegemonía. Otra de las características de este gobierno es que por iniciativa de Guiteras el gobierno adoptó medidas que tuvieron mucho arraigo popular destacándose entre ellas la implantación de la jornada laboral no mayor de 8 horas en todo el país; la asignación de un salario mínimo a cada trabajador; la nacionalización de la Compañía Cubana de Electricidad que era de propiedad norteamericana; la rebaja de las tarifas eléctricas a la población; la legalización de los sindicatos y aprobar la autonomía universitaria. Otra característica de este contradictorio gobierno fueron las sangrientas medidas represivas que adopta Batista contra toda manifestación de descontento popular. En aquellas circunstancias el Partido Comunista no supo distinguir las diferencias existentes entre las tres corrientes que se manifestaban dentro del Gobierno de los Cien Días y por lo tanto, no pudo analizar adecuadamente el papel revolucionario que desempeñaba en el gobierno, Antonio Guiteras. Posteriormente, para no tener que intervenir directamente, los norteamericanos se pusieron de acuerdo con Batista para que este llevara a cabo un nuevo golpe militar, el cual se efectuó el 15 de enero de 1934 poniéndose fin así de esa forma, al Gobierno de los Cien Días. Al producirse el golpe militar contrarrevolucionario Grau, Carlos Prío y otros miembros del DEU asumieron una posición cobarde y no ofrecieron resistencia, mientras que Antonio Guiteras pasó a la clandestinidad con el objetivo de reorganizar el movimiento revolucionario. Cinco días después, Grau partió hacia México para instalarse posteriormente en Miami. Bajo sus indicaciones, sus seguidores en Cuba crearon el comité gestor del futuro Partido Revolucionario Cubano (Auténtico) , por el que se introdujo nuevamente en la política. En Diciembre de 1938 regresó a Cuba y resultó electo delegado a la Asamblea Constituyente de 1940, presidiendo sus sesiones durante cierto tiempo, mientras su bloque político fue mayoritario. Fue presidente constitucional de la República, desde el 10 de octubre de 1944 hasta el 10 de octubre de 1948. Su programa de corte reformista, revolucionario en teoría, nunca fue llevado a la práctica, ni siquiera con sus limitaciones, y solamente quedó expresado en la demagogia verbal. En su mandato creció la corrupción administrativa y el gansterismo hasta límites insospechados. También desató una violenta represión contra el movimiento obrero y campesino. Durante la segunda dictadura de Batista (1952-1958), fue aspirante a la presidencia en dos ocasiones en las amañadas elecciones organizadas por la dictadura para legitimarse. Falleció el 28 de julio de 1969 en la Ciudad de La Habana.
Carlos Prío Socarrás (1948 AL 10 DE MARZO DE 1952)
Carlos Prío Socarrás nació en Bahía Honda, Pinar del Río, Cuba, el 14 de julio de 1903 Presidente de Cuba desde 1948 gracias a su partido, Partido Revolucionario Cubano Autentico hasta que fue depuesto por un golpe militar liderado por Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952, tres meses antes de que se convocaran nuevas elecciones Su gobierno se caracterizó por tener fuertes lazos con los Estados Unidos de América. Se suicidó el 5 de abril de 1977. Era hijo de Francisco Prío-Rivas y María de Regla Socarrás-Socarrás. Su infancia y juventud trascurrió en La Habana, capital del país, donde cursó sus estudios primarios y universitarios y se licenció en Derecho. Fue precisamente durante sus cursos en la Universidad de La Habana cuando se involucró en distintas actividades políticas, que le llevaron a convertirse en dirigente del Directorio Estudiantil Universitario (DEU), organismo que ejerció una fuerte crítica y oposición directa contra el régimen dictatorial del presidente de Cuba, Gerardo Machado, director de los designios del país desde 1925 hasta 1931. Se exilió en los Estados Unidos. Regresó a Cuba en 1939, momento en el que su país eligió una nueva Asamblea General; como resultado de esta elección fue elegido por primera vez senador, cargo que renovó en las elecciones de 1944. Paralelamente, ocupó el liderazgo de su partido en 1940. A lo largo de la década de los cuarenta, Carlos Prío desempeñó los cargos políticos más importantes de su carrera. Desde 1945 hasta 1947 ocupó el puesto de Primer Ministro; durante el siguiente año fue ministro de Trabajo, y un año después, en 1948, participó en las elecciones presidenciales de Cuba por su partido, Partido Revolucionario Cubano Auténtico. Finalmente resulta ganador con amplia mayoría. Tras su elección, se le consideró suficientemente importante para recibir el saludo del presidente de Estados Unidos Harry Truman. Su periodo presidencial estuvo marcado por un aumento de la corrupción y de la violencia que existía entre las diferentes facciones políticas. El gobierno de Carlos Prío Socarrás terminó el 10 de marzo de 1952 con el golpe militar del general Batista. Prío se marchó a Estados Unidos con su familia sin defender su gobierno ante el golpe militar. De este modo comenzó el segundo de sus exilios a Estados Unidos, pues regresó de nuevo a Cuba en 1959, estancia que duró apenas dos años, tras los cuales viajó de nuevo a los Estados Unidos… Instalado en Miami, participó en varios intentos de derrocar a la Revolución Cubana y se erigió como supuesto portavoz de toda la comunidad de exiliados políticos cubanos hasta su muerte. No regresó jamás a su país natal. Pasó los últimos años de su vida como diseñador y hombre de negocios en Miami donde muere en un atentado en su propia casa, el 5 de abril de 1977, producto de rencillas entre grupos contrarrevolucionarios.
Anexo 3.-
Fragmentos tomados del escrito "El chibacismo ortodoxo" de la profesora e investigadora Elena Alavés Martín, notable estudiosa de la vida y pensamiento del líder ortodoxo.
"… El ideario chibacista podía sintetizarse en los siguientes puntos: 1. La Guerra del 95 solo alcanzó en apariencia el logro del poder político. No hay por tanto plena soberanía nacional.
2. La hegemonía económica no se logra. Por tanto no hay plena soberanía nacional.
3. Cuba, factoría norteamericana, se inicia en el siglo XX.
¿Cómo lograr la absoluta soberanía nacional? 4. ¿Cómo dar continuidad al genuino proceso de liberación nacional, para alcanzar la absoluta soberanía? En su empeño por romper ese nudo gordiano es que Eduardo Chibás transita hacia el recién reestructurado Partido Revolucionario que, como su nombre lo indica, pretende buscar sus raíces en el partido fundado en 1892 por José Martí para la Guerra Necesaria y que ahora pretende asumir, con el apelativo de Auténtico, las proyecciones ideológicas de la obra martiana. Es el alba de ese proyecto político.
Los meses transcurren con asombrosa vertiginosidad.
Chibás asume con verticalidad de principios la vorágine política que lo envuelve. Está decidido a luchar consecuentemente por el proyecto de Constituyente primero, elecciones presidenciales después. Desde las filas del ya organizado Partido Auténtico inicia junto a este la doble campaña electoral: la de la Constituyente y la presidencial.
El 3 de noviembre una nota informativa del periódico Información da a conocer que los miembros más relevantes del PRC (A), presididos por Ramón Grau San Martín se reúnen en el domicilio de Chibás -17 y H- y acuerdan, entre otras cuestiones, combatir toda componenda electoral.
En la noche del 13 de noviembre de 1939 Chibás es atacado y baleado en Marianao por unos desconocidos.
Dos días después, el miércoles 15, el pueblo concurre a las urnas. Se eligen 81 delegados de las más diversas tendencias políticas para la Asamblea Constituyente. De los once partidos existentes, solo nueve participan en la contienda electoral, al no tener representatividad tanto el Agrario como el Popular. En aquella trascendental elección las mayores votaciones dentro del "Autenticismo" correspondieron a Grau y Chibás. Además, el Partido Auténtico obtiene 18 delegados dentro del grupo llamado Bloque de Oposición formado por el ABC, el Partido Demócrata Republicano y el Partido Acción Republicana.
El Bloque, presidido por el doctor Ramón Grau San Martín, alcanza la mayoría de la Asamblea con 45 delegados. La Coalición Socialista Democrática, presidida por el ex jefe del Ejército, el coronel Fulgencio Batista, desde entonces de triste recordación para el pueblo cubano, comparte los 36 delegados que logra impostar en la Constituyente con el Partido Liberal, Unión Revolucionaria Comunista, el Conjunto Nacional Democrático, y el Nacional Revolucionario Realista.
Mediante unas elecciones generales ocupa la presidencia de la República Fulgencio Batista, quien nunca olvidó sus compromisos con la metrópoli estadounidense y cuyo gobierno constituyó un engendro donde se combinaban de manera consciente la palabrería democrática con el robo al erario y la explotación cada vez más opresiva a la clase trabajadora, sin olvidar el nunca contenido régimen de terror impuesto por José Eleuterio Pedraza.
Con la ascención al poder del Partido Revolucionario Cubano (Auténticos) por aplastante mayoría de votos en octubre de 1944, el 20 de mayo el doctor Ramón Grau San Martín ocupa la presidencia de la República. Eduardo Chibás, ya representante a la Cámara Legislativa desde las elecciones generales de 1940, ahora obtiene por abrumadora mayoría de votos el acta de senador de la República….Aquí es preciso puntualizar que los conceptos expresados de socialismo y antimperialismo no rebasan los límites de la socialdemocracia. Tampoco se aleja de sus principios éticos que calan hondo en el pueblo. Sin embargo, pronto se verá defraudado.
El detonante de la crisis institucional es el proyecto de reelección presidencial que se alienta en Palacio, incuestionablemente inconstitucional, cuando la corrupción pública es evidente al surgir gigantescas fortunas entre los personeros gubernamentales, y se multiplican y hacen públicos affaires internacionales como el escandaloso trueque de arroz por azúcar, que depara una jugosa comisión al ministro de Comercio Inocente Álvarez. El presidente Grau, en una maniobra para salvar su imagen, lo destituye, pero sin el menor pudor lo designa de inmediato ministro de Estado.
La situación se torna crítica. El insobornable líder no acepta la descomposición política desde el poder y fustiga el apogeo del juego en La Habana y Marianao. Ya el fraude y el agio rivalizan con el cada vez más depauperado nivel de vida del pueblo. Esta amarga realidad, tras un breve lapso del arribo al poder del Partido Auténtico, va agostando en Chibás sus ilusiones sobre una "revolución auténtica". Al entrar en crisis ese partido, los anhelos populares transitan hacia el llamado chibacismo en el que laten y fructifican la voluntad de cambio y regeneración sustanciales en su mandato. ….La profunda inestabilidad nacional es evidente. Cabía una opción: rescatar el partido desde sus propias filas o bien, la posición más certera, crear un partido nuevo capaz de propender a la hazaña de conquistar la independencia económica, la libertad política y la justicia social, con el respaldo necesario del pueblo.
La forja de un nuevo partido implica un proceso laborioso y difícil. Comienza el 14 de julio de 1946 cuando desde la provincia de Oriente el máximo dirigente Auténtico local doctor Emilio Ochoa, presidente de la Asamblea provincial convoca a esta y a la municipal para promover la candidatura presidencial de Eduardo Chibás, la segunda figura "Auténtica". Los acuerdos de Oriente repercuten con fuerza en La Habana y, sorpresivamente, algunos Auténticos lanzan la candidatura de Carlos Prío Socarrás, por el mismo partido, para acceder a la máxima magistratura de la nación.
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