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La “deslocalización inversa” (la des-deslocalización: a verlas venir) (página 3)

Enviado por Ricardo Lomoro


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11

El grupo asegurador American International Group y la reaseguradora Swiss Re han calculado sus pérdidas por el desastre en US$ 700 millones y US$ 1.200 millones, respectivamente. De hecho, Moody's dijo que los reaseguradores globales, como Lloyd's de Londres, ayudarán a las empresas de seguros a limitar sus riesgos ya que absorberán "una parte significativa de las pérdidas".

Las acciones de las tres principales aseguradoras de inmuebles de Japón, Tokio Marine Holdings Inc. Mitsui Sumitomo Insurance y Sompo Japan Insurance, cayeron 23% o más desde los máximos de febrero, en los diez días posteriores al desastre. Pero las acciones se recuperaron levemente en los últimos días en medio de informes sobre progresos en el enfriamiento de la planta nuclear japonesa dañada.

Tres aseguradores de vida de Estados Unidos con significativa exposición al mercado japonés- Aflac Inc, Prudential Financial Inc. y MetLife Inc- enfrentan pérdidas "moderadas" generadas por las miles de víctimas, según Moody's. Podrían también enfrentar una pérdida de ingresos por pólizas si quienes las compraron en las zonas afectadas encuentran que otras cuentas a pagar son más urgentes.

(Por Randall Smith)

Aerolíneas/Viajes

Los ejecutivos de las aerolíneas esperan que la reciente ralentización en los viajes de los japoneses sea temporal, y que la demanda aumente a fines del año a medida que avancen los esfuerzos de reconstrucción. Pero los hoteles operados por cadenas globales en la región del Pacífico, podrían sufrir si menos japoneses viajan al extranjero.

Delta Air Lines Inc, la principal compañía aérea de Estados Unidos con presencia en Japón, estima que la suspensión temporal de los vuelos diarios al aeropuerto de Haneda en Tokio y en otros lugares de Japón reducirá en una cifra que irá de US$ 250 millones a US$ 400 millones las ganancias de 2011, dijo el presidente de Delta Ed Bastian el martes 24 de marzo en una conferencia con inversionistas.

United Continental Holdings, y AMR Corp. American Airlines, aún no han suspendido sus vuelos a Japón. "Por supuesto, nadie sabe lo que puede traer el futuro", dijo el tesorero de AMR Beverly Goulet. AMR todavía planea lanzar la semana próxima una empresa conjunta con Japan Airlines Corp.

Delta y aerolíneas de Singapur, Australia, China y Corea del Sur han anunciado que están reduciendo los vuelos a Japón. Delta quiere reducir su capacidad entre 15 y 20% hasta mayo.

(Por Timothy W. Martin y Alexandra Berzon)

Así y todo, algunos insisten en la "deslocalización" (¿por qué será?)

– Las multinacionales de EEUU recortan empleo nacional, pero contratan en el extranjero (El Confidencial – 22/4/11)

Estados Unidos reabre el debate sobre si el fenómeno de la globalización -en términos de deslocalización- beneficia o no a la economía del país, concretamente por la debacle que conlleva en materia de empleo. Los datos del Departamento de Comercio pertenecientes a la primera década del siglo XXI muestran que las multinacionales estadounidenses -que dan trabajo al 50% de la población ocupada del país- redujeron en 2,9 millones los puestos laborales en territorio nacional,  mientras emplearon a 2,4 millones de personas más en el extranjero.

Los datos fueron recogidos en el periódico estadounidense The Wall Street Journal en un artículo publicado esta semana. Las cifras contrastan con las relativas a la década de los 90, cuando el número de trabajadores que constituían dichas compañías experimentó un aumento en el total de empleados que ejercían tanto en el interior como en el exterior del país. De este modo, durante los últimos diez años del siglo XX, el incremento acumulado de empleados dentro de EEUU fue de 4,4 millones, mientras en el exterior se produjo un aumento de 2,7 millones de personas empleadas.   

  

En este sentido, The Wall Street Journal señala que la tendencia subraya la creciente importancia que están adquiriendo otras economías, con los países asiáticos al frente, para las multinacionales estadounidenses, mientras queda en evidencia la vulnerabilidad de Estados Unidos para el propio país en una época de estancamiento en la creación de empleo y salarios congelados. Los analistas más críticos apuntalan que los datos podrían reflejar una pérdida de atractivo de Estados Unidos como territorio en el que las grandes compañías puedan invertir y contratar.

De acuerdo a los últimos datos del Departamento de Empleo de Estados Unidos, su tasa de desempleo descendió en marzo con respecto al mes de febrero por cuarto mes consecutivo, desde el 8,9% al 8,8%. Sin embargo, pese al avance, la cifra continúa siendo elevada teniendo en cuenta el 4% de tasa de paro registrada en enero del 2000. El economista Matthew Slaughter señaló en los años 90 que, en las grandes compañías, "por cada empleo que creaban en el extranjero… generaban cerca de dos trabajos en EEUU para sus filas". Su teoría era válida en el contexto de la época -tal y como se refleja en los datos-, pero no tiene nada que ver con la tendencia que ha tenido lugar en los últimos diez años donde el empleo exterior ha crecido en detrimento del nacional.

Fijando la atención en las cifras de 2009, un año recesivo con frenos en las ventas y en los gastos de explotación, las multinacionales del territorio recortaron 1,2 millones de empleos -equivalentes al 5,3%- en el interior del país, mientras la reducción en el extranjero fue de 100.000 trabajadores -un 1,5%-. Muchas de las empresas que integran el panorama empresarial estadounidense no son claras a la hora de expresar a cuántas personas emplean fuera de sus fronteras. Otras, incluso, se niegan a ofrecer los datos exactos en relación a esta cuestión. 

La deslocalización ha dado lugar a que muchas empresas hagan uso de trabajadores en el exterior para reducir los costes en mano de obra. Sin embargo, los Gobiernos pretenden obtener detalles a partir de noviembre sobre las estrategias que están manteniendo las empresas en este sentido, para detectar cuáles de ellas recortan más trabajos dentro del territorio nacional y los añaden en el exterior del país. Al mismo tiempo, pretenden detectar cuáles son los motivos que conducen a esta tendencia. 

En la mayor parte de las empresas consultadas por The Wall Street Journal -entre las que se encuentran General Electric, Cisco, Oracle, Carterpillar y Microsoft-, sus directivos hacen referencia a que este aumento en el número de empleados de fuera del país responde a una estrategia de internacionalización de la empresa y no a un método para recortar gastos. La tecnológica Microsoft es la única de ellas que, durante los últimos cinco años, añadió más empleos en Estados Unidos (15.300) que en el exterior (13.000). Aproximadamente el 60% de los empleados de la compañía trabajan en el interior del país.

– Filipinas desbanca a India como paraíso de la deslocalización (El Confidencial – 6/5/11)

A principios de mes, la compañía india Tech Mahindra anunciaba la deslocalización de sus servicios de atención telefónica a la periferia de Manila. Un contrato millonario y 600 puestos de trabajo de los que se ha informado con preocupación en la prensa económica india y con asombro en la anglosajona. No es para menos: el hecho de que una multinacional del tigre asiático instale sus call centers en Filipinas es como si un restaurante italiano mandase a hornear sus pizzas a Albania. El caso trasciende lo anecdótico y muestra una tendencia. Empresas como Microsoft, Cisco, IBM, Disney, Warner Bross, Expedia o HSBC han despedido a sus telefonistas y consultores en Bangalore, Nueva Delhi o Bombay para contratar otros en este archipiélago del Sudeste Asiático. Un síntoma claro de que la batalla la está ganando el competidor más pequeño: el filipino, una economía desastrosa que, sin embargo, cuenta con un gran capital humano. Además de ser una de las naciones con menor tasa de analfabetismo de Asia (7%), es el quinto país con más angloparlantes del mundo.

De hecho, algunos estudios (como el IBM´s Global Locations Trend) aseguran que Filipinas ya adelantó en 2010 a su competidor. El ascenso ha sido vertiginoso: la industria ha crecido un 46% desde 2006, la mejor noticia que ha recibido últimamente la maltrecha ex-colonia española. Actualmente, la deslocalización de servicios (un 70% de los cuales son de atención telefónica) genera cerca de 10.000 millones de dólares al año en el país, lo que supone más de un 5% del PIB filipino. Las nóminas de más de 600.000 personas, en su mayoría con estudios, dependen del pujante sector, con sueldos que superan en un 53% la media salarial en trabajos de cualificación semejante, según datos de la Organización Internacional del Trabajo.

Para muchos filipinos, el outsourcing -inexistente hace una década- se ha convertido en un maná que cae de madrugada, a causa de la diferencia horaria con Estados Unidos y Europa, sus principales clientes. Barrios enteros disfrutan de una insólita laboriosidad nocturna que también beneficia a compañías de taxis, restaurantes, comercios y actividades de ocio con los ritmos cambiados, como discotecas y salas de fiestas que abren sus puertas al amanecer. "Se puede considerar que es una industria mágica, que empieza cuando se pone el sol y en la que predomina la gente joven", explica Jojo Uligan, representante del Contact Center Association of the Philippines, uno de los lobbies que han aparecido para defender el negocio y que ahora exigen nuevas ventajas fiscales. Las oportunidades de inversión han empezado a atraer incluso a empresas que están ofreciendo servicios de atención telefónica en español, el idioma de los antiguos colonizadores que hoy sólo conservan un puñado de familias de clase media y alta. Tanto es así que el Instituto Cervantes de Manila dispone desde hace algún tiempo de cursos de idioma orientados especialmente a formar telefonistas.

El salario base de un operador recién contratado ronda los 13.000 pesos (unos 200 euros) más extraordinarios por noches y fines de semana. Según varios trabajadores consultados, la cifra puede llegar a multiplicarse por diez si se asciende en la jerarquía de la empresa. Se trata de sueldos más que decentes en un país donde más de la tercera parte de sus 94 millones de habitantes vive en la miseria y donde predomina una economía informal que pocas veces respeta los 10.500 pesos en los que se sitúa el salario mínimo.

En sus páginas web, las asociaciones del sector comentan y comparan los pros y contras de deslocalizar en India y Filipinas. Al parecer, los servicios tienden a ser algo más baratos en el subcontinente indio, pero la productividad es mayor en los call centers filipinos. Sus operadores, resultan más rápidos y resolutivos, en parte por su mejor acento hablando inglés y por su asimilación de la cultura estadounidense, potencia que dominó el archipiélago durante décadas y que sigue siendo un referente cultural omnipresente. Los empresarios también valoran mucho la capacidad para capear clientes iracundos. "Los filipinos son más respetuosos, más dulces y tienen más paciencia que los indios", aseguran.

Se trata igualmente de una cuestión de expectativas. En las grandes ciudades filipinas, el sector atrae a jóvenes brillantes, graduados universitarios con escasas oportunidades laborales o dispuestos a renunciar a su carrera profesional a cambio de un sueldo decente. Y es que, como contábamos en un artículo del año pasado, Filipinas es un país negado para retener el talento dentro de sus fronteras: una nación con vocación emigrante que forma a millones de personas que acaban dispersas por los cuatro rincones del planeta. Uno de cada diez filipinos trabaja en el extranjero. Ahora, gracias a la globalización y la revolución tecnológica, pueden hacerlo sin tener que emigrar. Frente a ellos, las expectativas de los jóvenes indios con estudios son algo más ambiciosas, debido al dinamismo de su economía y a las inversiones en educación científica.

Para algunas voces críticas, el éxito de los call center filipinos es otro reflejo del drama de un país destrozado por la corrupción y la ineptitud de su clase dirigente y empresarial. "Éste es un país pobre pero para nosotros también es degradante haber estudiado duro durante años y acabar resolviendo por teléfono los problemas de una señora de Texas que no sabe encender el ordenador", me decía el año pasado Bernard Karganilla, decano de la Universidad de Manila…

Tantos pecados "capitales", ¿para llegar a esto? (la paradoja de la globalización)

"El FMI cree que el país asiático será la primera economía mundial en 2016"… China desbancará a EEUU en cinco años (El País – 17/4/11)

El polvo ha ido cubriéndolo todo. La devastación urbana de EEUU tiene una particularidad: una vez vista, es imposible de olvidar. Detroit, capital de la industria del automóvil y paradigma de esa decadencia, tiene hoy menos habitantes que en 1910, barrios enteros semivacíos, edificios desocupados, un paisaje descorazonador. Washington conserva un enorme encanto y sin embargo en las afueras -barriadas de nombres sonoros, Hyattsville, Lanham, Riverdale- no es difícil encontrar esas casas llenas de polvo, con el moho avanzando de forma imparable en su interior, con ese grado de abandono que hace inútil el cartel que anuncia que algo extraño está pasando incluso aquí, en la capital de la primera potencia económica del mundo: desahucio.

A 15 kilómetros de esa casa, la flamante sede del FMI alberga una montaña de cifras en las que puede seguirse el rastro que han dejado esas cicatrices inmobiliarias de Riverdale y Detroit en la economía estadounidense, y también la otra cara de la moneda, el negativo de esa historia, que discurre al otro lado del mundo. El informe de Perspectivas Económicas del FMI constata que China va a adelantar a EEUU. La novedad está en el cuándo: el PIB chino en paridad de poder adquisitivo -un ajuste estadístico que permite comparar las cifras teniendo en cuenta lo que puede comprarse con el mismo billete de dólar en un país y en el otro- será el primero del mundo antes de lo que nadie pensaba, en 2016.

China ya superó a Japón en paridad de poder de compra hace años, aunque tuvo que esperar a 2010 para que el volumen total de su economía -sin ese ardid estadístico, en dólares contantes y sonantes- fuera el segundo del mundo. Algo parecido sucederá con EE UU: Goldman Sachs calcula que China se convertirá en la primera potencia en datos absolutos en 2027. Pero no se trata solo de China, sino de un cambio en las placas tectónicas sobre las que se asienta la economía global. India supera a Japón como tercera economía y Brasil a Reino Unido por la octava plaza ya en 2011, según los datos del FMI. Y por cierto: el año que China llega al primer puesto, España habrá perdido tres plazas a favor de Corea del Sur, Canadá e Indonesia, siempre en paridad de poder de compra. "Se trata de vaticinios. Pueden fallar. Pero las tendencias son muy claras", apunta el historiador económico Kevin O'Rourke.

Un cambio en la cabeza de la economía mundial es un evento raro que suele venir acompañado de enormes shocks. EEUU desbancó a Reino Unido hace un siglo, y ese avance estuvo vinculado a conflictos y a varias sacudidas económicas, antes del sorpasso (1873, en una crisis financiera con un extraño parecido con la actual) y después (1929 y la Gran Depresión). Esta vez no es diferente: la crisis que dio comienzo en 2007 -"causada por blancos de profundos ojos azules", según el expresidente brasileño Lula da Silva- ha dejado heridas en el sistema financiero y en el sector inmobiliario norteamericano. Ha golpeado con dureza a EEUU y a Occidente en su conjunto. Pero es una crisis de opulencia: apenas ha pasado factura en el mundo emergente, que no participó en los excesos previos a la Gran Recesión. En el peor año, 2009, el PIB estadounidense cayó el 2,5%; China creció el 8,7%. Aunque la pujanza china viene de antaño: en las tres últimas décadas EEUU ha crecido una media del 2,8%; China, del 10%.

La economía global ha llegado a algo parecido a un punto de inflexión. "Por primera vez en la historia un país relativamente pobre y que no deja flotar su moneda será la primera potencia. Eso deja incertidumbres sobre la estabilidad económica mundial: China tiene un enorme músculo financiero, pero no está claro si va a tomar las riendas o seguirá con una agenda aún muy nacional. Tampoco está claro si abandonará ese enfoque mercantilista, con el énfasis en las exportaciones. Ni si variará la naturaleza de su sistema político. Todo eso sugiere que el modelo actual de globalización va a experimentar grandes cambios", cuenta a este diario el profesor de Harvard Dani Rodrik.

Se trata de una simple cuestión de tamaño. 1.300 millones de personas arrojan cifras avasalladoras. Un total de 300 millones de chinos pasarán del campo a la ciudad y requerirán centenares de miles de viviendas y grandes inversiones en infraestructuras. El embajador estadounidense en Pekín, Clark Randt, explicaba en un cable de Wikileaks que el envejecimiento, la sombría división entre ricos y pobres, el paro elevado, las potenciales burbujas inmobiliarias y de activos y la presión de los salarios van a ser algo inevitable, y aun así, China tiene todo el futuro por delante.

Y sin embargo la historia es caprichosa. "El final de la hegemonía estadounidense ya se anunció dos veces en el siglo XX", recuerda Tom Mayer, economista jefe del Deutsche Bank. Primero fue Rusia, luego Japón: el fiasco fue total en ambos casos. Tampoco China tiene el panorama despejado. En el país impera una suerte de capitalismo manchesteriano -pésimas condiciones laborales, flujos migratorios a los centros industriales-, mientras que por otro la mano del Estado se hace notar en el trato a las empresas (caso de Google). "Esas peculiaridades dejan montones de preguntas por responder", cuenta Tomás Bailiño, exsubdirector del FMI. Eso en el rincón asiático. En EEUU las cosas son también complejas, pero de vez en cuando el tipo menos pensado desenreda la madeja económica. Un vecino de Riverdale se acerca al periodista y explica la historia del polvo acumulado en una casa desahuciada del arrabal: "El negocio de la familia empezó a ir de mal en peor y la hipoteca comenzó a subir. El sueño americano, pero al revés".

Coda: la excesiva desigualdad en la distribución de la renta no favorece la sostenibilidad del crecimiento económico; no es rentable para el conjunto de la sociedad.

"La desigualdad en la distribución de la renta ha aumentado en los últimos años de forma significativa en muchos países. La crisis actual está ampliando esas diferencias, también en las economías avanzadas. Los economistas Thomas Piketty y Emmanuel Sáez han demostrado, en el caso de EEUU, que el valor de los indicadores de distribución de la renta es ahora equivalente a los existentes en 1928, en el umbral de esa otra crisis, parangonable a la actual, la que desencadenó la Gran Depresión"… La desigualdad no es rentable (El País – 1/5/11)

De las consecuencias que está teniendo la crisis sobre la desigualdad de la renta y de la riqueza las evidencias son numerosas. También lo son los efectos en términos de desafección, de aumento de la desconfianza, de los agentes económicos respecto de instituciones básicas del sistema económico en las economías desarrolladas. Más sugerente, por menos fácil de intuir, es la verificación de que ha sido precisamente la ampliación de esa brecha entre ricos y pobres una de las causas de la crisis. En un documento del FMI (Inequality, leverage and crises), difundido el pasado noviembre de 2010, se sostiene que el elevado apalancamiento de las familias y las subsiguientes crisis financieras surgen como consecuencia de cambios en la distribución de la renta. El análisis empírico, basado en EEUU, se centra en 1920-1929 y 1983-2008. Ambos periodos presiden un muy apreciable aumento en la participación de los ricos en la distribución de la renta y de la riqueza, un ascenso en el apalancamiento de los demás y, finalmente, una crisis financiera y real. Ello es el reflejo, según los investigadores, de cambios en el poder de negociación sobre las rentas de unos y otros.

Desde otra perspectiva, una reciente investigación de los economistas O. Dijk y R. H. Frank y el politólogo A. Levine en los 100 condados más poblados de EEUU concluye que allí donde la desigualdad en la distribución de la renta creció más rápidamente también se registraron los mayores aumentos de tensiones financieras, medidas por diversos indicadores, incluidas las quiebras.

La tesis más conocida a este respecto es la de R. Rajan, ex economista jefe del FMI y profesor de Chicago. En un artículo julio de 2010 (How inequality fueled the crisis) detalla conclusiones que ya avanzó en su libro FaultLines. Sus afirmaciones son contundentes: "Por cínico que pueda parecer, el crédito fácil ha sido utilizado a lo largo de la historia como un paliativo para aquellos gobiernos incapaces de atender directamente las más profundas ansiedades de la clase media". Según Rajan, la expansión de la propiedad de la vivienda -uno de los elementos esenciales del sueño americano- a las familias de renta baja fue la pieza clave para alcanzar los más amplios objetivos de expansión del crédito y del consumo. Fue el creciente gap en la distribución de la renta el que estimuló el boom crediticio que acabó precipitando la crisis financiera. La paradoja, que también constata este autor, es que la severidad de la crisis está contribuyendo a reducir de forma significativa ese número de propietarios por la vía más dramática de las ejecuciones hipotecarias.

"El mes pasado, más de 14 millones de estadounidenses estaban desempleados según la definición oficial, es decir, que buscan trabajo pero no pueden encontrarlo. Muchos más millones tenían que conformarse con empleos de media jornada porque no podían encontrar otros de jornada completa. Y no estamos hablando de apuros temporales. El desempleo a largo plazo, antaño raro en este país, se ha vuelto de lo más corriente: más de cuatro millones de estadounidenses llevan sin trabajar un año o más"… La Reserva Federal, intimidada (Paul Krugman – El País – 1/5/11)

"La destrucción de empleo, el repunte del precio de los productos básicos, el encarecimiento de la gasolina y, por su fuera poco, los ajustes impulsados por el gobierno para reconducir sus cuentas públicas que, en última instancia, inciden sobre todos los ciudadanos. Toda una suma de factores que reducen cada vez más la riqueza de los hogares y, como muchos coinciden, hacen plantearse si la clase media está en peligro de extinción"… El sueño americano se está convirtiendo en pesadilla para la clase media de EEUU (Michael Snyder | Business Insider – El Economista – 4/5/11)

"La clase media de Estados Unidos está siendo destrozada y sistemáticamente aniquilada", asegura en un artículo el Business Insider. Tan sólo hace falta echar un vistazo a unas cuantas estadísticas para darse cuenta de que el sueño americano se está transformando en una auténtica pesadilla.

No hace tanto tiempo, la mayoría de estadounidenses vivía en casas grandes, las familias tenían uno o dos coches, no tenían problemas para comprar la ropa y los alimentos que quisieran y, la mayoría, aspiraba a enviar a sus hijos a la universidad. Nada hacía prever que el camino que llevaba años siguiéndose iba a cambiar. La mayoría creció creyendo que si trabajaba duro no tendría ningún problema y que si hacía todo lo que el sistema establecía como bueno, habría un lugar para ellos en la clase media.

Hasta que estalló la crisis y el sistema se desmoronó. Ya no hay suficientes buenos empleos para todos. De hecho, ni siquiera hay trabajos poco cualificados para la mayoría. Lo más preocupante es cómo incide la crisis en los segmentos más vulnerables de la población, los niños y los ancianos. Según Alternet, en Estados Unidos, más del 20% de los niños vive en la pobreza. El 59% de los estadounidenses estén recibiendo dinero del Gobierno en forma de subsidios de una forma u otra.

Anexo: El sueño americano se está convirtiendo en pesadilla para la clase media de EEUU

(Resumen del artículo de Michael Snyder, publicado en Business Insider)

– 36 Facts Which Prove The American Dream Is Turning Into A Nightmare For The Middle Class (Business Insider – 4/5/11)

(Michael Snyder, The American Dream)

The U.S. middle class is being shredded, ripped apart and systematically wiped out. If you doubt this, just check out the statistics.

The American Dream is being transformed into an absolute nightmare.

Once upon a time, the rest of the world knew that most Americans were able to live a middle class lifestyle. Most American families had nice homes, most American families had a car or two, most American families had nice clothes, most American families had an overabundance of food and most American families could even look forward to sending their children to college if that is what the kids wanted to do. There was an implicit promise that this was the way that it was always going to be.

Most of us grew up believing that if we worked really hard in school and that if we stayed out of trouble and that if we did everything that "the system" told us to do that there would be a place for us in the middle class too. Well, it turns out that "the system" is breaking down. There aren"t enough good jobs for all of us anymore. In fact, there aren't very many crappy jobs either. Millions are out of work, millions have lost their homes and nearly all of the long-term economic trends just keep getting worse and worse. So is there any hope for the U.S. middle class?

No, there is not.

Unless fundamental changes are made economically, financially and politically, the long-term trends that are destroying the U.S. middle class will continue to do so.

The number of good jobs has been declining for a long time. The good jobs that have been lost are being replaced by a smaller number of low paying "service jobs".

Meanwhile, the cost of everything is going up. It is getting really hard for American families to be able to afford to put food on the table and to put gas in the tank. Health care costs are absolutely outrageous and college tuition is now out of reach for millions of American families.

Every single month more American families fall out of the middle class. Today there are 18 million more Americans on food stamps than there were just four years ago. More than one out of every five U.S. children is living in poverty. Things are getting really, really bad out there.

Every single month more American families fall out of the middle class. Today there are 18 million more Americans on food stamps than there were just four years ago. More than one out of every five U.S. children is living in poverty. Things are getting really, really bad out there.

The following are 36 statistics which prove that the American Dream is turning into an absolute nightmare for the middle class….

#1 The competition for decent jobs in America has gotten absolutely insane. There have been reports of people actually getting down on their knees and begging for jobs. Many Americans are starting to wonder if they will ever get a decent job again. According to the U.S. Bureau of Labor Statistics, the average duration of unemployment in the United States is now an all-time record 39 weeks….

edu.red

#2 According to the Wall Street Journal, there are 5.5 million Americans that are unemployed and yet are not receiving unemployment benefits.

#3 The number of "low income jobs" in the U.S. has risen steadily over the past 30 years and they now account for 41 percent of all jobs in the United States.

#4 Only 66.8% of American men had a job last year. That was the lowest level that has ever been recorded in all of U.S. history.

#5 Once upon a time, anyone could get hired at McDonald's. But today McDonald's turns away a higher percentage of applicants than Harvard does. Approximately 7 percent of all those that apply to get into Harvard are accepted. At a recent "National Hiring Day" held by McDonald's only about 6.2 percent of the one million Americans that applied for a job were hired.

#6 There are now about 7.25 million fewer jobs in America than when the recession began back in 2007.

#7 The United States has lost an average of about 50,000 manufacturing jobs per month since China joined the World Trade Organization in 2001.

#8 A New York post analysis has found that the rate of inflation in New York City has been about 14 percent over the past year.

#9 The average price of a gallon of gasoline in the United States is now up to $ 3.91 a gallon.

#10 Over the past 12 months the average price of gasoline in the United States has gone up by about 30%.

#11 Spending on energy now accounts for more than 6 percent of all consumer spending. Every time this has happened since 1970 we have also had a recession that followed.

#12 The average American driver will spend somewhere around $ 750 more for gasoline in 2011. Unfortunately, it seems likely that the price of oil is going to go up even higher. Already the price of oil is closing in on the all-time record….

edu.red

#13 In the United States, over 20 percent of all children are living in poverty. In the UK and in France that figure is well under 10 percent.

#14 According to the U.S. Census, the number of children living in poverty has gone up by about 2 million in just the past 2 years.

#15 The wealthiest 1% of all Americans now own more than a third of all the wealth in the United States.

#16 The poorest 50% collectively own just 2.5% of all the wealth in the United States.

#17 The wealthiest 1% of all Americans own over 50% of all the stocks and bonds.

#18 According to a new report from the AFL-CIO, the average CEO made 343 times more money than the average American did last year.

#19 In 1980, government transfer payments accounted for just 11.7% of all income. Today, government transfer payments account for 18.4% of all income.

#20 U.S. households are now receiving more income from the U.S. government than they are paying to the government in taxes.

#21 59 percent of all Americans now receive money from the federal government in one form or another.

#22 The average cost of tuition, room and board at America's public universities is now $16,000 a year. For America's private universities, that figure is $ 37,000 a year.

#23 The cost of college tuition in the United States has gone up by over 900 percent since 1978.

#24 Approximately two-thirds of all college students graduate with student loan debt.

#25 17 million college graduates are doing jobs that do not even require a college degree.

#26 According to the Bureau of Economic Analysis, health care costs accounted for just 9.5% of all personal consumption back in 1980. Today they account for approximately 16.3%.

#27 One study found that approximately 41 percent of working age Americans either have medical bill problems or are currently paying off medical debt.

#28 Back in 1965, only one out of every 50 Americans was on Medicaid. Today, one out of every 6 Americans is on Medicaid.

#29 Total credit card debt in the United States is now more than 8 times larger than it was just 30 years ago.

#30 During the first three months of this year, less new homes were sold in the U.S. than in any three month period ever recorded.

#31 Now home sales in the United States are now down 80% from the peak in July 2005.

#32 U.S. home prices have now declined 32% from the peak of the housing bubble.

#33 For most middle class families, the family home is the number one financial asset. Unfortunately, U.S. home values have declined an astounding 6.3 trillion dollars since the housing crisis first began.

#34 According to a recent census report, 13% of all homes in the United States are currently sitting empty.

#35 The housing crisis just seems to keep on getting worse. 31 percent of the homeowners that responded to a recent Rasmussen Reports survey indicated that they are "underwater" on their mortgages.

#36 Unfortunately, it looks like millions more middle class Americans could soon be in danger of losing their homes. According to the Mortgage Bankers Association, at least 8 million Americans are at least one month behind on their mortgage payments at this point.

Del Ensayo – Economías Fallidas (Variaciones sobre la "danza macabra" entre los "cándidos" adictos al crédito y los "pícaros" traficantes de dinero) (15/10/12)

Una prueba (más) del absurdo de la globalización económica (según pasan los años…)

"Honda Motor Co. planea trasladar gran parte de su producción a América del Norte en los próximos dos años, expandiendo la capacidad fabril en la región en hasta 40% para combatir el fortalecimiento del yen, que ha encarecido la exportación de vehículos a niveles prohibitivos"… Honda quiere depender menos de Japón y más de América del Norte (The Wall Street Journal – 20/12/11)

La automotriz fundada hace 63 años está acelerando el cambio tras encarar enormes retos este año. Los desastres naturales y el avance del yen aporrearon su producción interna y las ganancias globales. El fabricante hace frente a un mercado muy distinto del de apenas unos años atrás. Las automotrices estadounidenses, por ejemplo, han recuperado su vitalidad y los clientes que antes preferían modelos como el Civic, han recibido los últimos diseños con frialdad.

Honda ha retrocedido dos posiciones en años recientes entre las mayores automotrices del mundo, cayendo al séptimo lugar en ventas de unidades detrás de la coreana Hyundai Kia Automotive Group y la japonesa Nissan Motor Co. Tras encarar meses de escasez de componentes a raíz de las inundaciones en Tailandia, Honda retiró su pronóstico de ganancias para el año fiscal que concluye en marzo.

La decisión de fortalecer su capacidad manufacturera en América del Norte es motivada por el alza del yen contra el dólar, un acontecimiento que hace que Honda y otras automotrices japonesas pierdan dinero con los vehículos que exportan desde Japón al resto del mundo. Un yen más fuerte erosiona el valor de las ganancias obtenidas en dólares y euros y encarece las exportaciones.

Honda, que produjo 1,29 millones de vehículos en América del Norte en 2010, planea construir una fábrica en Celaya, México, y expandir sus siete plantas de ensamblaje, con el objetivo de fabricar poco menos de dos millones de autos y camiones al año, manifestó Tetsuo Iwamura, presidente de American Honda, la rama norteamericana de la compañía, en una entrevista con The Wall Street Journal.

La compañía prevé un aumento en sus ventas norteamericanas, especialmente a medida que el mercado de EEUU se recupera de un bajón histórico. Iwamura confirmó, asimismo, que Honda espera elevar significativamente sus exportaciones desde América del Norte a mercados de todo el mundo.

Los concesionarios de Honda con quienes se reunió Iwamura en Las Vegas la semana pasada calculan que la automotriz terminará por exportar entre 200.000 y 300.000 vehículos al año desde Norteamérica, 10 veces más que los 35.000 que ahora exporta anualmente.

El giro estratégico está "directamente vinculado con el yen", enfatizó Iwamura. "Es virtualmente imposible ganar dinero (exportando vehículos de Japón) en el corto y mediano plazo", sentenció.

Los planes de Honda podrían significar la creación de miles de empleos vinculados con la industria automotriz en Estados Unidos y México. Honda ya divulgó un plan para duplicar la capacidad de una planta de autos compactos en Greensburg, Indiana, de 100.000 vehículos al año a 200.000, una medida que añadirá 1.000 puestos de trabajo. La expansión del resto de sus plantas también generará cientos de nuevos trabajos.

El caso de Honda ilustra el tremendo impacto que la apreciación del yen, que ha subido casi 40% frente al dólar en los últimos cuatro años, está teniendo sobre las automotrices japonesas. El yen se cotizó el martes a 77,76 por dólar, frente a 120 por dólar en 2007.

"Es casi una necesidad económica que trasladen exportaciones fuera de Japón", afirmó Michael Robinet, director ejecutivo de IHS Automotive Consulting. "Es posible que otros sigan el ejemplo".

Toyota Motor Corp. acaba de reducir su pronóstico de ganancias para el actual año fiscal debido al fortalecimiento del yen. Toyota recientemente comenzó a fabricar su compacto Corolla, que se producía en Japón, en Mississippi.

Por su parte, Mazda Motor Co. también está construyendo una planta en México.

Ni Honda ni Toyota pueden dar un paso en falso. Las ganancias de Honda cayeron más de 50% en el trimestre que concluyó el 30 de septiembre (2011) y Toyota recortó su pronóstico de utilidades para el año fiscal en 54% por el efecto combinado del terremoto y el tsunami del 11 de marzo (2011) en Japón y las inundaciones en Tailandia.

La participación de mercado de Honda en EEUU había caído 1,5 puntos porcentuales a 9% hasta noviembre de 2011. La de Toyota lo hizo en 2,5 puntos porcentuales.

En México, la apertura de la nueva planta en Celaya, en el estado de Guanajuato, está prevista para 2014 y tendrá capacidad de producir 200.000 autos al año. Honda planea que la planta fabrique el subcompacto Fit, que actualmente exporta desde Japón.

El drástico fortalecimiento del yen dificulta generar ganancias con los autos pequeños cuyos márgenes ya son exiguos. Para reducir la cantidad de Fits que exporta desde Japón hasta que inaugure la planta mexicana, la compañía recientemente comenzó a enviar autos Fit de China a Canadá como medida provisoria.

Honda actualmente exporta entre 30% y 40% de los vehículos que fabrica en Japón. Sus ejecutivos han dicho que les gustaría disminuir ese porcentaje a entre 10% y 20% durante los próximos 10 años.

– La revolución de la cadena financiera global de suministro (Project Syndicate – 5/1/12)

(Por Andrew Sheng) Lectura recomendada

Hong Kong.- En marzo de 2011, las catástrofes del terremoto, el tsunami y el desastre nuclear que se abatieron sobre Japón detuvieron la producción de componentes clave para muchas cadenas mundiales de suministro. La repentina interrupción en el flujo de esos materiales esenciales para el proceso productivo obligó a reevaluar la forma en que funcionan esas cadenas de distribución. Pero esas vulnerabilidades no están confinadas al sector manufacturero. También la industria financiera ha casi sufrido recientemente el colapso de su propia «cadena de suministro».

La caída de Lehman Brothers en 2008 no solo enturbió los mercados financieros globales, sino que además prácticamente paralizó el comercio mundial cuando los bancos mayoristas se rehusaron a financiarse entre sí por miedo a la quiebra de sus contrapartes. El sencillo sistema bancario del pasado, basado en la concentración de los ahorros minoristas para financiar necesidades crediticias, ha evolucionado hacia una cadena de distribución extremadamente compleja -y global- con riesgos de interrupciones interrelacionadas comparables a las ocurridas en Japón durante la primavera pasada.

Las cadenas financieras de abastecimiento y las del sector manufacturero comparten tres características clave -su arquitectura, sus mecanismos de retroalimentación y sus procesos. Su robustez y eficiencia dependen de la interacción de esos componentes.

En la arquitectura financiera actual, como sucede con otras cadenas de suministro, las redes interdependientes tienden a concentrarse en poderosos núcleos. Por ejemplo, tan solo dos centros financieros, Londres y Nueva York, dominan las finanzas internacionales, y son 22 participantes quienes realizan el 90% de todos los intercambios mundiales de divisas. Esta concentración es muy eficiente, pero también genera mayores riesgos sistémicos: si el nodo líder falla, el sistema entero puede caer.

Los mecanismos abiertos de retroalimentación garantizan la capacidad de la cadena de suministro para responder a un entorno cambiante, pero, en el caso de las cadenas financieras de distribución, los mecanismos de retroalimentación pueden amplificar los problemas hasta que el sistema completo falle. El colapso de Lehman Brothers disparó una explosión de ese tipo. El sistema financiero solo pudo salvarse gracias a los rescates gubernamentales.

Finalmente, los procesos dentro de las cadenas de aprovisionamiento y las interacciones de retroalimentación entre ellos, pueden lograr que el sistema sea mayor o menor que la suma de sus partes. Como una red completa incluye vinculaciones entre muchas subredes, las ineficiencias o debilidades individuales pueden incidir sobre la factibilidad del conjunto.

Al igual que las cadenas manufactureras de abastecimiento luego de los problemas en Japón, las cadenas financieras de suministro enfrentan presiones formidables para su reestructuración y adaptación a medida que la economía global se inclina hacia los mercados emergentes. A medida que eso ocurre, miles de millones de consumidores ingresarán a las clases medias de esos países, nuevas redes sociales evolucionarán, y el cambio climático ganará incidencia en el comercio internacional.

Además, las importantes reformas en la normativa imponen nuevos y mayores costos sobre el sector financiero. Los bancos y otras instituciones también se encuentran bajo presión para diseñar nuevos productos financieros que puedan ayudar al sector real a administrar riesgos más complejos y permitan inversiones en áreas como las tecnologías verdes y la infraestructura para las economías en desarrollo.

Además, la estabilidad financiera mundial ahora depende de una mayor cooperación internacional y la presión para el cumplimiento de las normas nacionales ha recrudecido. También resulta claro que los mercados emergentes están buscando modelos de crecimiento alternativos, ecológicos y sostenibles. Sus sectores financieros tendrán que funcionar de manera muy distinta a la del modelo actual, cuyo motor es el consumo.

En un mundo en que tanto el consumo como las finanzas deben crecer más lentamente para sobrellevar las restricciones globales ambientales y de recursos, ¿qué papel pueden desempeñar las finanzas para reducir el consumo adictivo, alimentado por un apalancamiento insostenible? Y, dado que las instituciones financieras tendrán que controlar y administrar el riesgo en una forma radicalmente distinta, tanto en forma interna como para sus clientes, ¿cuál es el rol de la distribución en un mundo en que el consumo, el ahorro y la inversión aumentarán su volatilidad?

La "producción" financiera es actualmente un proceso impuesto de arriba hacia abajo. Los instrumentos se diseñan en forma tal que su venta genera más beneficios para los ingenieros financieros que para los usuarios finales. Pero el crecimiento de las redes sociales interactivas ha inyectado un enfoque un poco más democrático a la innovación financiera. Millones de clientes bancarios con teléfonos móviles pueden proporcionar información inmediata sobre los productos y servicios que les gustan, y los que no. En el futuro, los sistemas de servicios a clientes y de gestión de transacciones recibirán más información de los usuarios con mayor frecuencia, así el diseño de los productos será más interactivo.

La estrategia actual en el sector financiero impulsa una competencia excesiva ya que la participación en el mercado se da a expensas de los rivales, a menudo minando la confianza de los clientes para obtener ganancias en el corto plazo. Sin embargo, el sector financiero, en épocas anteriores, ha demostrado que puede funcionar como un bien público y ofrecer servicios eficientes y dignos de confianza. Las cadenas exitosas de abastecimiento financiero en el futuro infundirán confianza en su oferta de servicios seguros, estables y eficientes a la mayor cantidad de clientes posible.

La innovación durante el último siglo se centró en los procesos, productos y servicios. Hoy, el sector financiero necesita una innovación de mayor magnitud, que incorpore modelos de negocios, estrategias y enfoques de gestión para recuperar la confianza en las finanzas. Así como Steve Jobs en Apple transformó la industria informática a través de productos con estilo y servicios altamente confiables, fáciles de usar y «con onda», las instituciones financieras tendrán que introducir nuevas cadenas de valor que generen confianza, adaptándose a las crecientes necesidades de los mercados.

Dados esos cambios profundos, los líderes financieros deberían pensar sobre cómo orquestar una nueva cadena financiera de suministro, la nueva «aplicación revolucionaria» para este joven siglo.

(Andrew Sheng, presidente del Fung Global Institute de Hong Kong, y asesor principal de la Comisión Reguladora Bancaria China, se ha desempeñado como presidente de la Comisión de Valores y Futuros de Hong Kong. Copyright: Project Syndicate, 2012)

– Desequilibrios globales y desigualdad interna (Project Syndicate – 10/1/12)

(Por Kemal Dervis) Lectura recomendada

Washington, DC.- A pesar de años de conversaciones oficiales sobre la necesidad de dar una respuesta global a los desequilibrios de cuenta corriente, siguió siendo uno de los principales problemas económicos del mundo en 2011. Sin duda, los desequilibrios mundiales se redujeron en tamaño en comparación con antes de la crisis, pero no desaparecieron. Ahora, algunos están volviendo a aumentar, junto con la desigualdad en muchos países. El vínculo no es casual.

A menudo se oyen llamados a la realización de un reajuste global mediante el cual los mercados emergentes con superávit de pagos -China es el país que se menciona con mayor frecuencia- estimularían la demanda interna, de modo que los países avanzados (el más grande es Estados Unidos) podrían reducir sus déficits y deuda pública con menos riesgo para la recuperación de sus economías. La demanda exterior neta que se crearía con una reducción de los superávits de la balanza de pagos en el extranjero compensaría en parte el debilitamiento de la demanda pública en EEUU y otros países con alto nivel de deuda, a medida que endurecen su política fiscal.

Sin embargo, la historia no debe centrarse solamente en los déficits de cuenta corriente en los países avanzados y los superávits en los países emergentes. Muchos mercados emergentes -como India, Sudáfrica, Brasil y Turquía- tienen en realidad déficits de cuenta corriente. También hay muchos países avanzados que exhiben un superávit de cuenta corriente: se ha hablado mucho del caso de Alemania desde el comienzo de la crisis de la eurozona, pero Japón, los Países Bajos, Noruega y Suecia se encuentran en la misma situación.

Así, mientras que el reequilibrio mundial requiere una reducción de los superávits, el problema no es simplemente una contracción de los superávits en los mercados emergentes con el fin de permitir un correspondiente descenso en el déficit de los países avanzados. Al entrar en el 2012, una reducción en el superávit de Alemania puede ser más urgente que una en China, ya que hacerlo generaría beneficios más inmediatos en Europa, donde se encuentran los mayores riesgos para la recuperación global.

Más aún, el renminbi chino está experimentando una apreciación real bastante fuerte, ya que la inflación en China está aumentando mucho más rápidamente que en los EEUU o la eurozona. De hecho, el euro "alemán" está perdiendo valor, a pesar de los grandes superávits de Alemania, porque es también la moneda de los países del sur de Europa, que tantos problemas sufren en la actualidad.

Los superávit de cuenta corriente chino y alemán se ven correctamente como un obstáculo para la recuperación, ya que restan a la demanda mundial potencial efectiva e influyen en que los "ahorros previstos" globales sean superiores a las "inversiones previstas", lo que es una receta para el surgimiento de presiones recesivas. Sin embargo, la creciente concentración del ingreso y la riqueza al interior muchos países, sobre todo Estados Unidos, debería generar preocupaciones "keynesianas" similares.

Una creciente concentración del ingreso y la riqueza puede ser vista como un desequilibrio "interno" similar en algunos aspectos a los desequilibrios de cuenta corriente "externa", ya que los grupos de mayores ingresos tienden a ahorrar una proporción mucho mayor de sus ingresos. El actual cambio de curso para gravar los mayores ingresos tenderá a provocar un aumento del ahorro total, lo que tendría que compensarse con una mayor inversión, mayores exportaciones netas, o un mayor gasto público para evitar presiones recesivas.

Si bien los niveles de desigualdad en el mundo varían mucho, parece ser general la tendencia hacia una mayor concentración en los grupos superiores, y son los cambios en la concentración los que terminan produciendo cambios en el ahorro previsto. Se debería esperar que la actual tendencia a la concentración del ingreso conduzca a una presión deflacionaria donde sea que ocurra.

Por supuesto, otros factores, como las políticas gubernamentales, pueden compensar esa presión. En EEUU, las bajas tasas de interés y el consumo financiado con deuda por parte de los grupos de menores ingresos, alentados por la política del gobierno y las prácticas del sector financiero, compensaron el mayor ahorro en los grupos superiores durante los años previos a la crisis. Por lo tanto, a pesar de una concentración sin precedentes de los ingresos, EEUU exhibió un gran déficit de cuenta corriente. En China, las exportaciones netas y una fuerte inversión respaldada por el gobierno garantizaron una continua expansión. También en Alemania las exportaciones netas se incrementaron.

Sin embargo, los cambios del ingreso hacia los grupos de alto ahorro y el aumento de los superávits de cuenta corriente causan similares efectos inmediatos sobre el ahorro total mundial. Por supuesto, sólo los efectos inmediatos son similares. Mucho depende después de si un aumento en el superávit de cuenta corriente conduce a una mayor acumulación de reservas o más inversión directa en el extranjero, de cómo los diferentes grupos de ingresos repartan el gasto entre las importaciones y los bienes nacionales, y qué tipo de políticas macroeconómicas se estén llevando a cabo.

La historia completa de los desequilibrios ha de incluir la propensión a gastar en importaciones y productos nacionales en varios países, así como el balance entre ahorro público y privado. Más aún, es necesario complementar nuestras preocupaciones acerca de los "desequilibrios globales" con un análisis de cómo la creciente concentración de los ingresos puede estar provocando "desequilibrios internos" y presiones recesivas que son similares en magnitud.

Estos desequilibrios están relacionados, y ambos representan una amenaza para un crecimiento rápido y sostenible. Los desequilibrios mundiales y la creciente desigualdad interna deben ser analizados y debatidos en conjunto. Solo entonces se los podrá abordar con eficacia.

(Kemal Dervis ha sido ministro de economía de Turquía, administrador del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y vicepresidente del Banco Mundial. En la actualidad es Vicepresidente de la Brookings Institution. Copyright: Project Syndicate, 2012)…

El diccionario de la globalización: ¿daños colaterales? (Adiós hermano cruel)

El "fetiche" de la globalización. Un día soñó con parecerse a "Ricitos de Oro"… y luego al despertase vio en el espejo que era un Frankenstein… que poco a poco se transformaba en Belcebú.

¿Cómo se envía al Primer Mundo al Tercer Mundo?

Rescato cinco "titulares" (de la hemeroteca reciente) para ofrecerles un "tour" por el tercermundismo europeo. Como diría un folleto de viajes, "seis ciudades en tres semanas" y a precios rebajados… (la nausea es gratis).

– Los griegos que abandonan a sus hijos por la crisis (BBCMundo.com – 14/1/12)

Cada vez más padres en Grecia entregan a sus hijos en adopción porque la crisis económica los ha dejado sin recursos para mantenerlos.

– La bomba de tiempo del desempleo juvenil (BBCMundo – 29/1/12)

La falta de puestos de trabajo es un problema económico y social que, de no solucionarse, podría acelerar movilizaciones populares al estilo de la Primavera Árabe.

– Denuncian esclavitud moderna en el corazón de Europa (BBCMundo – 3/2/11)

Investigación de la BBC descubre cómo grupos de nómadas transportan al exterior, británicos en situación vulnerable para hacerlos trabajar como virtuales esclavos.

– Los españoles mienten para conseguir un peor empleo (BBCMundo.com – 4/2/12)

Para aumentar sus posibilidades de encontrar trabajo, cada vez más los profesionales españoles están omitiendo calificaciones en sus currículos, según se reveló en una investigación.

– Adiós Italia: la emigración de jóvenes desempleados (BBCMundo.com – 5/2/12)

El alto nivel de desempleo juvenil está forzando a muchos jóvenes italianos a buscar oportunidades en América Latina, África u Oceanía, repitiendo la tradición migratoria de generaciones que les precedieron.

Fracasos "inconmensurables" de la globalización (desde el inicio de la Gran Depresión)

1 – El contagio de la crisis financiera (sin cortafuegos)

La desregulación del sector bancario, el libre movimiento de capitales y la financierización de la economía posibilitaron que la crisis de las hipotecas subprime (titulización de la deuda), pasara desde su país de origen (EEUU), a Europa y Japón con facilidad y rapidez. No existían cortafuegos, no estaban previstos, eran contrarios al paradigma del librecambio. La "tierra plana" de la globalización facilitó la inundación.

Así una crisis (muy grave e importante) que en otras épocas (cuando no se facilitaba el libre movimiento de capitales), hubiera quedado delimitada a su región de origen (EEUU), se centrifugó por el planeta, como un virus maligno y letal, a gran velocidad.

Los bancos europeos mucho más "paletos" se dejaron cautivar por los "flautistas" de Wall Street y se contagiaron el sida financiero con entusiasmo, frivolidad y estolidez. La "oferta" era demasiado tentadora para negarse a meter en la cama. Ya los bonus pagarían el tratamiento contra el VIH.

Cuando devino la crisis de liquidez (y luego de solvencia) el gobierno de los EEUU (Departamento del Tesoro y Reserva Federal) fue más ágil, resuelto, decidido, flexible y audaz, a la hora apuntalar a los bancos emitiendo todo el dinero que hiciera falta, sin el menor arrepentimiento. Bernie y el helicóptero salieron al rescate.

La Unión Europea fue doblemente tonta, primero mantuvo relaciones carnales con los bancos de Wall Street sin la menor protección y luego no puso el dinero necesario (ni en tiempo, ni en cantidad) para pagarse el tratamiento. La Comisión Europea (dudoso gobierno económico de los países miembros de la Unión Europea) y el Banco Central Europeo (limitado por su Carta Orgánica y por la ortodoxia del gobierno alemán), llegaron al incendio sin carro de bomberos. Tampoco había agua (la cortó Alemania).

Ni cortafuegos (limitar el movimiento de capitales), ni bomberos (bancos centrales libres de actuar) ni agua (dinero suficiente para proveer la liquidez necesaria). De todos los fuegos el fuego.

La desregulación financiera en EEUU fue una causa importante de la crisis global que estalló en 2008, y la liberalización financiera y del mercado de capitales en otras partes ayudó a propagar ese trauma "made in USA" por todo el mundo.

La crisis demostró que los mercados libres y descontrolados no son ni eficientes ni estables. Tampoco necesariamente sirvieron de mucho a la hora de fijar precios (basta con ver la burbuja inmobiliaria), incluyendo los tipos de cambio (que son simplemente el precio de una moneda en términos de otra).

La crisis ha inaugurado una era de beneficios privados y pérdidas públicas… el modelo globalizador ha transformado en "untermenschen" (seres humanos inferiores), a sus propios habitantes (norteamericanos y europeos, principalmente)… una fórmula de suicidio económico (previo paso, por el suicidio moral)… facilitada por la desigualdad y la inestabilidad, que fueron las causantes de la crisis (resultado del esfuerzo de EEUU por estimular una economía debilitada por una mayor desigualdad a través de tipos de interés bajos y una regulación laxa, que hicieron que mucha gente pidiera prestado mucho más allá de sus posibilidades)… por lo que deshacer las consecuencias de este endeudamiento excesivo llevará años…

La fiesta ha terminado. Esa es la conclusión de la extraña crisis de las "hipotecas basura". Ya tiene gracia que un jubilado de Frankfurt (Alemania), París (Francia) o Madrid (España), se pueda ver afectado negativamente por el hecho de que un señor de Los Ángeles, California (Estados Unidos) deje de pagar sus créditos, pero la globalización es así. Bueno, la globalización y, sobre todo, la ingeniería financiera. El banco que le dio el préstamo a ese desconocido ciudadano estadounidense transformó esa deuda en un título negociable, que, después de pasar por cincuenta manos diferentes terminó en el fondo de inversión en el que ha metido sus ahorros el humilde pensionista de nuestro ejemplo, en la carpeta de renta fija, que como se ha visto ahora, no siempre es sinónimo de seguridad.

Ese es uno de los efectos concretos; de forma un poco más abstracta, la crisis ha sembrado la duda entre las entidades financieras, que tradicionalmente, aunque no se tengan demasiado cariño, se prestan unas a otras. Al igual que la energía, la "guita" (dinero, moneda, plata, pasta, cuartos…) ni se crea ni se destruye, simplemente se transforma. Cambia de manos. A unos bancos les sobra -ellos sabrán por qué-, así que se la dejan a los que andan escasos de efectivo.

Ahora, sin embargo, las entidades se miran de reojo, porque no saben hasta qué punto el vecino se ha pillado los dedos entrando en el juego de los productos financieros "imaginativos", como las "hipotecas titulizadas". Y, como consecuencia de ello, el grifo del dinero se ha cerrado. Se acabó esa extraordinaria liquidez que ha permitido financiar las operaciones empresariales más insospechadas.

2 – Fracaso del G-20

¿Alguien se acuerda del G-20? Cuando estalló la crisis al presidente Bush (¡un genio!) y a la banda de Wall Street se les hizo pequeño el G-8 (ó 9, ó 10). Había que "globalizar" el tratamiento de la crisis. Las Naciones Unidas era demasiado grande, demasiado inútil, muy lenta y difícilmente controlable (son tantos, tan ignorantes y tan raros… que vaya uno a saber), por lo que había que buscar algún otro "club" del que colgar el problema.

Hacer que pareciera que se hacía algo. En fin, que se tomaban decisiones por consenso (como si alguna vez EEUU hubiera tomado decisiones por consenso). Algún burócrata del Departamento de Estado encontró en su agenda, caso olvidado, uno de los tantos "clubes" diplomáticos que hacen turismo internacional con cargo al contribuyente… y así se echó mano del G-20, que desde 1999 había ejercido de "durmiente" en la escena internacional.

El Grupo de los veinte (G-20) de Ministros de finanzas y Gobernadores de bancos centrales se estableció en 1999, para reunir a las economías industrializadas y en desarrollo más relevantes y debatir cuestiones clave en la economía mundial. La conferencia inaugural del G-20 se llevó a cabo en Berlín, del 15 al 16 de diciembre de 1999, organizada por los ministros de finanzas de Alemania y Canadá.

La Cumbre de Washington celebrada el 15 de noviembre de 2008 en la capital estadounidense, es considerada como una de las reuniones más importantes del G-20, ya que trató de la reforma del sistema financiero mundial. Fue propuesta por la Unión Europea y organizada por Estados Unidos. El 2 de abril de 2009 se celebró la llamada Cumbre de Londres. En septiembre de 2009 tuvo lugar la reunión de Pittsburg, Estados Unidos, donde formalmente se decidió que el G-20 reemplazara al G-8 o al G8+5 de ahí en adelante, en lo concerniente a los planes de desarrollo mundial en conjunto.

El G-20 se convirtió desde el 25 de septiembre de 2009 en el organismo que se ocupará de la situación económica mundial, desplazando al G-8 o el G-14. En su primera definición como foro permanente el G-20 se pronunció por políticas que resguarden el empleo decente, promovió regulaciones a los bancos de inversión y paraísos fiscales y avanzó en la reformulación del FMI y el Banco Mundial. La decisión de convertir este grupo como principal fue anunciado por el presidente de los EEUU Barack Obama, frente a los países europeos que preferían un más manejable G-14.

El 26 de junio de 2010 se celebró la cuarta cumbre del G-20 de Toronto en Canadá. La conferencia del G-20 en Seúl, tuvo lugar en noviembre de 2010… la conferencia más reciente, se realizo en Cannes en noviembre de 2011.

En concreto, el G-20 agrupa 19 países entre los que se encuentran Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Japón, Canadá, Rusia (países integrantes del G-8), Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, Arabia Saudita, Sudáfrica, Corea del Sur y Turquía (las economías más emergentes del planeta). Por su parte, la Unión Europea como conjunto, representada por el presidente de turno, ocupa la vigésima silla.

Tras un tortuoso proceso diplomático, Francia, que disponía de dos sillas al ocupar la presidencia de la Unión Europea, cedió una de ellas al Gobierno español. Holanda y República Checa también participaron sin ser miembros de pleno derecho en el G-20.

¿Cuáles han sido las "decisiones" tomadas por el G-20? (al que en cuanto empezó su andadura llamé -conociendo el elenco artístico- el G-Je-20) ¿Cuáles fueron las "recomendaciones" asumidas? ¿Cuáles fueron los "cambios" provocados?

Si de este "club de la comedia" esperamos que se deriven políticas económicas globales creo que vamos apañados. Lo más adecuado sería hablar de "deposiciones" (evacuaciones de vientre) del G-20.

En el grupo de países más desarrollados, que primero fue el G-8, después el G-9, luego el G-10, y que ahora, para "pastelear" mejor, es el G-20 -donde sólo se hacen discursos fatuos y protocolares "fotos de familia"- (en realidad, poco más que un G-Je!-20), la Unión Europea es la secretaria-ejecutiva que atiende la centralita telefónica, por lo que, en la mayoría de los casos, se termina enterando por SMS. Por lo cual, la Unión Europea resulta ser uno de los más "¡Je!" de los 20.

En el próximo mundo G-2 (EEUU + China), la Unión (o des-Unión) Europea (juntando todos los trastos) podrá llegar a la butaca número 4 (después de Japón), sí y sólo sí, India lo permite, a Brasil lo pillan en Carnaval, y el precio del petróleo y el gas no aceleran a Rusia. Al final, puede que la inviten a las "fotos" del G-20.

Antes, los secretarios de Estado norteamericanos (con sorna) preguntaban: ¿cuándo necesito hablar con Europa, a quién llamo?

Ahora, lo tienen claro. Da igual. A Europa no tengo que llamarla. Que se enteren de lo resuelto por los periódicos. Esto es lo que hay. Triste pero real.

A la "inmadura" Unión Europea le ocurre lo mismo que a sus jóvenes: Ni-Ni-Ni (ni estudian, ni trabajan, ni piensan). Blanda, sobreprotegida, sin convicciones firmes. Cree en las impresiones y en las tendencias que proporcionan el gusto y el género.

¿Por qué pensamos que éramos tan ricos, tan rápido y tan fácilmente?

La Unión Europea ha entrado en una era llena de incertidumbres laborales, económicas y vitales. Se acabó lo conocido.

Reconociendo que no hay estrategias sencillas a las que recurrir ante los nuevos problemas sistémicos, indudablemente, mayores serán los daños cuanto más tarden en reconocerse, tanto por parte del sector público como del privado.

Para empezar, tal vez, los "mandamases" europeos, con toda humildad y espíritu de enmienda, podrían esclarecer a sus ciudadanos ¿por qué la Unión Monetaria Europea pasa su mayor crisis? En esta crisis ha quedado de manifiesto que existe una cadena de errores. El primero es un error técnico, en el que se venden productos que el vendedor no entiende; un error profesional, en el que se dejan de hacer tareas de control que deberían realizarse; y, finalmente, un error ético, que es el más grave. Hemos aprendido que el Estado debe impedir que se vuelva a producir esa cadena de errores.

Luego, podrían enseñar a sus ciudadanos ¿cuál es el secreto para sobrevivir a esta crisis? Ser muy austeros.

Después, podrían explicar a los ciudadanos ¿cómo ven el futuro? Tenemos que pensar que somos pobres. Debemos pensar que hemos retrocedido cinco años; no hay nada de malo en eso, por lo menos todavía estamos vivos. Los que estamos medianamente bien tenemos que ayudarnos unos a otros. Y luego, tenemos que empezar a ser competitivos, no sólo limitarnos a reclamar al Gobierno porque, al final, el Ejecutivo te quita a ti para poder darte. No todo son derechos. Además, los gobiernos deben hacer leyes suficientemente buenas para que el empresario pueda crear pronto empleo y riqueza, y también los sindicatos deben dar facilidades a los empresarios. En definitiva, debemos tomar conciencia y ayudarnos unos a otros, todos juntos. El futuro tenemos que crearlo nosotros… Ni "onda" de Elliot, ni "C" de Barak, ni mandangas… sólo sangre, sudor y lágrimas. Volver a los orígenes. Hacer "lo de siempre". Orgullosos de ser europeos

3 – El "terremoto" de Japón y el "tsunami" que sacudió la cadena productiva mundial

El desastre de Japón suma otra serie de incertidumbres, por lo menos en el corto plazo. El sismo del 11/3/10 dañó instalaciones vitales de infraestructura y puede dejar a muchas fábricas sin electricidad durante varias semanas, lo que pone en peligro las cadenas de abastecimiento de los mayores exportadores del continente.

En las siguientes semanas (o meses), las grandes tecnológicas globales enfrentarán costos más altos para estos componentes y una posible escasez de productos. Partes esenciales como chips de memoria y pantallas de cristal líquido se utilizan en electrónicos de consumo como los teléfonos inteligentes y los televisores. Una interrupción en los envíos de Japón puede perjudicar seriamente a estas compañías.

Mientras la tercera economía del mundo enfrentaba temores cada vez más agudos sobre la posibilidad de una contaminación radioactiva general e imponía restricciones como el racionamiento eléctrico, compañías desde la automotriz alemana BMW AG al fabricante estadounidense de aviones Boeing Co. se preparaban para posibles interrupciones en sus cadenas de suministro. En los mercados globales, las bolsas y los precios de las materias primas cayeron y las monedas fluctuaron violentamente en medio de las incertidumbres en torno a Japón y una escalada de las tensiones en Medio Oriente.

Todo esto deja de manifiesto lo mucho que ha cambiado el panorama de la economía global desde comienzos del año 2011, cuando la principal inquietud era determinar el impacto de la inflación en los países emergentes y los problemas de deuda en Europa sobre una recuperación que avanzaba a paso firme liderada por la industria manufacturera. A mediados de marzo (2011), los economistas y las empresas tratan de evaluar las ramificaciones de la crisis en Japón y la agitación en Medio Oriente y el norte de África sobre ámbitos tan variados como la producción automotriz y el precio de los semiconductores.

Las automotrices japonesas y otras empresas extendieron los cierres de sus plantas durante varios días, lo que podría trastocar la entrega de productos como los autos y los chips de memoria flash que van dentro de los iPhones y iPads. Miles de turistas han cancelado vuelos desde y hacia Japón. La aerolínea taiwanesa EVA Airways anunció, por ejemplo, la cancelación de 56 vuelos entre Japón y Taiwán, algunos hasta finales de junio.

Mientras más duren las interrupciones en Japón, mayor será el efecto en las cadenas de suministro de los fabricantes globales. Japón es el cuarto mayor exportador del mundo y representa 14% de los envíos de productos automovilísticos y 60% del silicio que se utiliza para fabricar chips.

Se espera, asimismo, que el desastre japonés haga que las empresas de todo el mundo se replanteen sus planes de contingencia y su vulnerabilidad a los impactos externos. China ya está trabajando para incrementar la sofisticación de los bienes que puede producir internamente y depender menos de las firmas extranjeras.

Si la crisis financiera de 2007-2008, mostró los peligros de un mundo interconectado que podía derrumbarse como un castillo de naipes, la tragedia en Japón muestra los riesgos de una cadena productiva global.

A pesar de que ha sido superado por China como segunda economía mundial, Japón sigue siendo esencial para ciertos mercados como el electrónico y el automotriz. Japón produce un 30% de las tarjetas de memoria (que se usan en cámaras electrónicas y teléfonos inteligentes) y cerca del 15% de la Memoria Ram (computadoras). Todo, forma parte de una cadena. Un producto como el Iphone involucra a nueve compañías situadas en seis países: China, Corea del Sur, Japón, Taiwán, Alemania y Estados Unidos.

La subeditora del Financial Times, Gillian Tett, señala en un artículo del 16 de marzo (2011) que el impacto es difícil de medir. "Uno de los problemas es que todavía nadie parece entender bien las dificultades que pueden surgir del eslabonamiento de estas cadenas productivas. Por ahora se piensa que el impacto será limitado, pero si el cierre de las fábricas se extiende mucho tiempo, el daño puede diseminarse", señala Tett.

Los expertos en logística dijeron que luego del sismo quedaron expuestos puntos débiles cruciales para una serie de compañías globales, como aquellas del sector de productos electrónicos, que son el motor de las economías de Taiwán y Corea del Sur, y de la industria automotriz, que ha ayudado a Tailandia a ser un importante centro exportador. En muchos casos, las compañías están ralentizando la producción para evitar quedarse sin componentes que vienen solamente de Japón. Otras se están moviendo para tratar de encontrar proveedores alternativos.

Mediante la acumulación de reservas y la diversificación de proveedores, las compañías se pueden ahorrar inesperados shocks en sus suministros. Muchos productores globales se han movido en los últimos años para reducir su lista de proveedores como forma de obtener precios más bajos de los que retienen. Eso crea riesgos si la base más pequeña de abastecedores no es capaz de entregar los bienes.

La devastadora combinación que se dio en Japón de terremoto, tsunami y crisis nuclear fue una advertencia que le sirvió de recordatorio a empresas en todo el mundo de cuánto dependen del país asiático.

Por el lado de la demanda, el país representa casi 9% de la producción económica mundial y ha sido un importante puerto de entrada a Asia para todo tipo de empresas, desde bancos a minoristas. La destrucción alteró ventas, desplazó al personal y probablemente despertará una actitud cautelosa por parte de los consumidores, que durará un tiempo.

Pero es el lado de la oferta el que ha sido la fuente de las mayores sorpresas. Economistas que pensaron que tenían un buen entendimiento para poder calcular el impacto descubrieron, tras un examen más exhaustivo, que Japón era una fuente importante de toda clase de componentes avanzados ampliamente usados en Asia y otros lugares para ensamblar productos finales.

Japón fabrica el 60% de los discos semiconductores de silicio, la base de los chips de computadoras. El cierre de dos fábricas debido al terremoto eliminó una cuarta de la oferta mundial. Credit Suisse afirma que el país también fabrica 90% de una sustancia llamada resina BT que se usa para fabricar circuitos impresos.

Los inventarios de estos productos parecen mantenerse a niveles aceptables, pero otros problemas tuvieron un impacto mucho más inmediato. Automotrices de todo el mundo, por ejemplo, tuvieron dificultades para hacer frente al cierre de una fábrica de Hitachi Ltd. al norte de Tokio que fabrica sensores de aire que se usan para medir la cantidad de aire que ingresa a los motores. Hitachi fabrica 60% del suministro mundial. Esta semana, General Motors Co. fue obligada a cerrar una planta en Louisiana, y Peugeot-Citroën tuvo que reducir la producción en la mayoría de sus plantas europeas.

Los productores en una variedad de industrias aún tratan de dilucidar el posible impacto sobre sus cadenas de suministro y se esfuerzan por conseguir partes o proveedores alternativos. Muchos comprenden el impacto sobre sus propios proveedores, pero es más complicado intentar controlar los cambios causados a los proveedores de sus proveedores. En última instancia, el ritmo de la recuperación en Japón determinará la severidad de cualquier escasez y la escala del daño causado a las empresas en todo el mundo. Japón es el cuarto mayor exportador mundial y empresas como Caterpillar Inc. recurren al país como una plataforma para fabricar equipos que luego venden en China y otros lugares.

¿Alguien se acuerda (ahora) del "just in time"? Barato, barato, barato y, yo no soy tonto… resulta (casi) imposible.

4 – La insolidaridad internacional (cada cual atiende su juego, cuando no entorpece el de los demás)

Los políticos europeos, incapaces de resolver la crisis de la zona euro, han pasado a depender cada vez más del BCE, una institución fundada para promover estabilidad de precios pero que ahora apuntala las finanzas de los países más frágiles de la zona euro. La expansión de su misión tiene consecuencias profundas para Europa porque al trascender su mandato, el BCE ha asumido un nuevo papel: el de la institución más poderosa de Europa. Muchos ahora creen que el BCE es la única esperanza de supervivencia del euro.

Ante el agravamiento de la crisis en el segundo semestre de 2011 y principios de 2012 un creciente número de autoridades ha exhortado al BCE a usar su herramienta más poderosa -su imprenta– para apuntalar los mercados de deuda con la compra de cantidades ilimitadas de bonos de la zona euro, cumpliendo el papel de prestamista de última instancia.

Hasta noviembre de 2011, el banco central se había resistido, arguyendo que carecía de las facultades legales para hacerlo. De todos modos, pocos creían que el BCE permitiera el colapso de la moneda por defender ese principio.

Alemania, la mayor y más próspera economía de Europa, insiste en que los países derrochadores realicen profundos recortes del gasto público a cambio de ayuda, y se rehúsa a apoyar un mayor papel para el BCE. Su ortodoxia la ha aislado dentro de Europa así como en el comité ejecutivo del BCE. Muchos líderes europeos temen que afloren resentimientos nacionales si persiste la crisis, destruyendo no sólo el euro, sino la propia Unión Europea.

En el interior del BCE han surgido tres campos. Uno, encabezado por Alemania, se opone tajantemente a mayores compras de bonos, diciendo que el programa borra la frontera entre política fiscal y monetaria. Otro, liderado por el flanco sur de la zona euro, considera al BCE la única institución que funciona contra la crisis y la encargada de hacer todo lo que haga falta para apoyar los mercados. Un tercer grupo pragmático, que incluye a Austria y Finlandia, ha aceptado compras limitadas de bonos soberanos, pero está perdiendo la paciencia.

El rumbo final dependerá, en gran medida, del economista italiano Mario Draghi. Es incómodo que su primera gran decisión sea rescatar, o no, a su propio país, después de que el BCE se abstuvo de responder enérgicamente cuando otras economías, como Irlanda y Portugal, estaban en la mira del mercado.

"Un escenario es que la crisis llegue a un extremo donde se convierten en un gran banco central", explica Paul De Grauwe, economista europeo que opina que el BCE ha sido demasiado tímido en el combate de la crisis. "El otro escenario es que se imponga el dogmatismo y el todo el edificio colapse".

Si la entidad intensificara sus compras de bonos y no aplacara los mercados, el daño a su credibilidad sería devastador. Su gestión es un arte sutil que depende del aura de invencibilidad. Si los inversionistas pierden confianza en el poder del BCE, la credibilidad del euro sufriría un gran golpe. El BCE debe decidir si alejarse aun más de su misión central para salvar el euro.

Angela Merkel no pagará el rescate de ningún país que no pueda controlar. Todas las vueltas que se están dando a las posibles soluciones a la actual crisis de deuda pública que recorre la Eurozona están obviando de forma reiterada una cuestión clave: si alguien quiere que Alemania pague la factura tendrá que entregar parte del poder de su política económica.

En cualquier caso, se avance o no en el camino de los eurobonos, lo que parece cada vez más claro es que Angela Merkel no pondrá un euro sobre la mesa hasta que no tenga garantías plenas de que controlará la economía de la UE. En estos momentos hay varias soluciones técnicas con opciones de ser implementadas: bolsa común de deuda, quiebra ordenada e incluso monetización de deuda.

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