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La “deslocalización inversa” (la des-deslocalización: a verlas venir) (página 2)

Enviado por Ricardo Lomoro


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Medios de prestigio de EEUU dicen que con su informe, el FMI ha lanzado una bomba que indica el fin de la "Era de América" dentro de cinco años y de la que nadie se ha percatado, ya que el documento fue publicado hace dos semanas y no ha sido hasta hoy cuando el oficial chino lo ha publicado en una escueta nota.

Se trata de la primera comparación entre las dos potencias económicas en términos de economía real, ya que la PPC incluye baremos como las ganancias y el consumo de los ciudadanos en sus respectivas economías.

Otros informes pronosticaban que China no rompería la hegemonía económica de Estados Unidos hasta 2020, mientras que en ese mismo mes (abril 2011) economistas chinos aseguraban que la suma de las economías de las cuatro potencias emergentes (Brasil, Rusia, India y China, conocidos también como BRIC) superará el PIB de EEUU, en 2015.

Haber "regalado" su poder imperial (EEUU), para que un rival imprevisto (China), se transforme en el imperio dominante, con el único objetivo de mantener el "castillo de ilusiones" de 300 empresas y 500 familias, me resulta incompresible, absurdo e imperdonable (supongo que a sus nietos y los míos, cuando estudien la historia, también). El flautista de Hamelin (EEUU) ahogado por los ratones (China) a los que enseñó música y luego obsequió la flauta.

Mientras, Europa ("a beneficio de inventario"), víctima de su complejo de inferioridad (sigue pagando las indemnizaciones de guerra), se ha dejado "arrastrar" (primero) a una globalización (financiera, industrial y mercantil) en la que tenía (y tiene) todas las de perder, se ha dejado "avasallar" estúpidamente (segundo), renegando del Estado de bienestar (envidiado y envidiable), en aras de una competitividad inalcanzable (a menos que sus trabajadores toleren salarios del orden de los 200 euros mensuales), para ser "contagiados" (tercero) por la crisis financiera norteamericana (consecuencia de la avaricia, imprudencia y complicidad de los bancos europeos), para terminar "socializando las pérdidas" de las entidades crediticias (cuarto), entrando en un espiral de "deuda pública creciente" (quinto), que amenaza con destruir el proyecto de Unidad continental (sexto). Un futuro en entredicho y una Unión Europea que se resquebraja.

La perversión de la economía: cuando los gigantes meten la pata (o el sorprendente papel de los "placebos"). Verdades inconfesables: donde digo liberalismo hago intervencionismo. Un caso flagrante de distribución inversa de los ingresos: únicamente a favor de los ricos.

¿Ceguera voluntaria o corrupción?

"El mundo se está ahogando en el fraude corporativo, y probablemente los problemas son de mayores dimensiones en los países ricos, los que supuestamente gozan de buena gobernanza. Es posible que los Gobiernos de los países pobres acepten más sobornos y cometan más delitos, pero son los países ricos los que albergan las empresas globales que cometen los mayores delitos. El dinero es poder y está corrompiendo la política y los mercados de todo el mundo"… Oleada de crímenes corporativos (Jeffrey D. Sachs – El País – 15/5/11)

Sin tetas (también) hay paraíso (controversial plan)

La desregulación financiera en EEUU fue una causa importante de la crisis global que estalló en 2008, y la liberalización financiera y del mercado de capitales en otras partes ayudó a propagar ese trauma "made in USA" por todo el mundo.

La crisis demostró que los mercados libres y descontrolados no son ni eficientes ni estables. Tampoco necesariamente sirvieron de mucho a la hora de fijar precios (basta con ver la burbuja inmobiliaria), incluyendo los tipos de cambio (que son simplemente el precio de una moneda en términos de otra).

"Pero yo diría que la principal respuesta es que al inventar historias sobre nuestras dificultades actuales que absuelven a quienes nos han puesto en esta situación, eliminamos toda posibilidad de aprender de la crisis. Tenemos que culpar a quien corresponde, para dar una lección a nuestras élites políticas. De lo contrario, harán todavía más daño en años venideros". La imprudencia de las élites (Paul Krugman – El País – 15/5/11)

A pesar de esta era de beneficios privados y pérdidas públicas… A pesar que el modelo globalizador ha transformado en "untermenschen" (seres humanos inferiores), a sus propios habitantes (norteamericanos y europeos, principalmente)… A pesar de esta fórmula de suicidio económico (previo paso, por el suicidio moral)… A pesar que fueron la desigualdad y la inestabilidad, los causantes de la crisis (resultado del esfuerzo de EEUU por estimular una economía debilitada por una mayor desigualdad a través de tipos de interés bajos y una regulación laxa, que hicieron que mucha gente pidiera prestado mucho más allá de sus posibilidades), y que deshacer las consecuencias de este endeudamiento excesivo llevará años… A pesar de encontrarnos ante la generación de líderes más miope y entregada al electoralismo (previo paso, por la corrupción)… A pesar de no ser "la calle" (ni en EEUU, ni en la Unión Europea) la responsable de estos destrozos… A pesar que nunca tan pocos hicieron tanto daño a tantos… A pesar del interminable e incalificable catálogo de despropósitos… A pesar de tantos errores y disparates… A pesar de la plaga de abusos… A pesar de que casi nunca ocurre lo que uno (si es pobre) quiere (de hecho casi siempre te dan justo lo contrario cuando menos puedes asumirlo)… A pesar del pánico (el salario del miedo) que paraliza a la clase trabajadora… A pesar de los "anestésicos" (alcohol, drogas, sexo, redes sociales, sms, twitter, tablets, permisividad, relativismo, individualismo, frivolidad, indiferencia, egoísmo…) que idiotizan a la juventud… A pesar que, hoy por hoy, ni los trabajadores (apesebrados), ni los parados (mendicantes), ni los jóvenes (que ni estudian, ni trabajan, y gracias a la "nube"… ni piensan), parecen perturbar la exitosa marcha del establishment… A pesar de este tiempo de derrumbamiento y perplejidad; tiempo de grandes dudas y certezas chiquitas… A pesar que se ha disuelto el Contrato Social… A pesar que el espíritu revolucionario ha quedado extinguido en Occidente… A pesar de los pesares…

Hay que acabar con la agonía… Hay que volver a empezar (controversial plan)

Con la poca voz que tengamos, con las pocas fuerzas que nos quedan, con esperanza y sin miedo, hay que recuperar la iniciativa. Hay que recobrar la calle. Main Street puede vencer a Wall Street. ¿Cómo? Con el poder de las mayorías, con la movilización ciudadana… (algunas propuestas preliminares):

¿Qué ocurriría si la gente (la humilde gente) dejara de consumir los productos de las empresas que deslocalizan la producción? Esas empresas quebrarían.

¿Qué ocurriría si la gente (la humilde gente) dejara de consumir los productos de las empresas que despiden personal? Esas empresas quebrarían.

¿Qué ocurriría si la gente (la humilde gente) retirara los depósitos de los bancos que causaron la crisis financiera? Esos bancos se quebrarían.

¿Qué ocurriría si la gente (la humilde gente) dejara de pagar sus impuestos a los gobiernos que rescatan a los bancos culpables de la crisis? Esos gobiernos caerían.

¿Qué ocurriría si la gente (la humilde gente) dejara de votar a los partidos políticos que sostienen a gobiernos que rescatan a los bancos culpables de la crisis? Esos partidos políticos desaparecerían y los gobiernos que apoyan también.

Boicot del consumidor, rebelión fiscal, rebelión cívica… si con ello no alcanza (yo creo que sí), habrá que pasar a la resistencia y la insumisión civil (revuelta social).

Cansados de esperar, y ante la ausencia de cambios visibles, la autoridad resultará insoportable, la dependencia intolerable, la sumisión imposible. Las órdenes, incitaciones, consejos, demandas, exigencias, proposiciones, directivas, comunicaciones, crisparán, atragantarán, retorcerán los estómagos.

Entonces, habrá llegado el momento de invertir las perspectivas: someter la economía a la política, pero también poner la política al servicio de la ética, hacer que prime la ética de la convicción sobre la ética de la responsabilidad, luego reducir las estructuras a la única función de máquinas al servicio de los individuos y no a la inversa. Difícil (a los padres), pero no imposible (a los hijos y nietos).

Recuerden (jóvenes de la "generación perdida"): sin tetas (también) hay paraíso…

– Vale para todos (recuerdo cuando era casi el único "antiglobalización")

(Coda: Aunque no sea así, con el artículo que sigue, podría dar por terminado este Apartado. Creo que el "mensaje" puede resultar suficiente. Recomiendo leer con mucha atención la propuesta contenida en el Punto 4. Es la mayor crítica a la globalización que he leído de un "gran bonete". ¿Llegará algún día el "arrepentimiento" del FMI? Dicen que está en ello… Obviamente, la Unión Europea, si no muere en el intento, según mi criterio, debe (¿debería?) ser considerada como un solo país, o región económica.)

– Nuevas reglas para la economía global (Project Syndicate – 10/1/11)

(Por Dani Rodrik)

Cambridge.- Supongamos que los principales estrategas políticos del mundo se volvieran a reunir en Bretton Woods, New Hampshire, para diseñar un nuevo orden económico global. Naturalmente estarían preocupados por los problemas de hoy: la crisis de la eurozona, la recuperación global, la regulación financiera, los desequilibrios macroeconómicos internacionales y demás. Pero abordar estas cuestiones exigiría que los líderes reunidos se elevaran por encima de ellas y consideraran la solidez de los acuerdos económicos globales en general.

He aquí siete principios lógicos de gobernancia económica global sobre los que podrían llegar a un acuerdo (los analizo con más detalle en mi nuevo libro, The Globalization Paradox).

1. Los mercados deben estar profundamente incorporados a los sistemas de gobernancia. La idea de que los mercados se autorregulan recibió un golpe mortal en la reciente crisis financiera y se la debería enterrar de una vez por todas. Los mercados requieren que otras instituciones sociales los respalden. Se basan en tribunales, marcos legales y reguladores para establecer e implementar reglas. Dependen de funciones estabilizadoras que ofrecen los bancos centrales y la política fiscal contracíclica. Necesitan el compromiso político que la tributación redistributiva, las redes de seguridad y el seguro social ayudan a generar. Y todo esto es válido también para los mercados globales.

2. Para el futuro previsible, la gobernancia democrática quizá se organice básicamente dentro de comunidades políticas nacionales. El estado nacional vive, si no del todo bien, y sigue siendo esencialmente la mejor alternativa. La búsqueda de gobernancia global es algo absurdo. Es improbable que los gobiernos nacionales cedan un control significativo a instituciones trasnacionales, y las reglas armonizadoras no beneficiarían a sociedades con necesidades y preferencias diversas. La Unión Europea puede ser la única excepción para este axioma, aunque su crisis actual tiende a demostrar que es así.

Con demasiada frecuencia derrochamos la cooperación internacional en objetivos excesivamente ambiciosos, produciendo en definitiva resultados débiles que son el denominador común más bajo entre los principales estados. Cuando la cooperación internacional sí "tiene éxito", genera reglas que o son ineficaces o reflejan las preferencias sólo de los estados más poderosos. Las reglas de Basilea sobre los requerimientos de capital y las reglas de la Organización Mundial del Comercio sobre los subsidios, la propiedad intelectual y las medidas de inversión tipifican este tipo de extralimitación. Podemos mejorar la eficiencia y legitimidad de la globalización respaldando y no entorpeciendo los procedimientos democráticos en casa.

3. Prosperidad pluralista. Reconocer que la infraestructura institucional medular de la economía global debe construirse a nivel nacional libera a los países para desarrollar las instituciones que más les convienen. Estados Unidos, Europa y Japón produjeron cantidades comparables de riqueza en el largo plazo. Sin embargo, sus mercados laborales, la gobernancia corporativa, las leyes antimonopólicas, la protección social y los sistemas financieros difieren considerablemente, y siempre hubo una sucesión de estos "modelos" -uno diferente cada década- a los que se ungía con el gran éxito a ser emulado.

Las sociedades más exitosas del futuro dejarán espacio para la experimentación y permitirán una mayor evolución de las instituciones. Una economía global que reconoce la necesidad y el valor de la diversidad institucional alentaría y no sofocaría esa experimentación y evolución.

4. Los países tienen derecho a proteger sus propias regulaciones e instituciones. Los principios previos pueden parecer inocuos. Pero conllevan fuertes implicancias que chocan con la opinión general de los defensores de la globalización. Una de esas implicancias es el derecho de los países individuales a salvaguardar sus elecciones institucionales internas. El reconocimiento de la diversidad institucional no tendría sentido si los países no tuvieran los instrumentos a su disposición para forjar y mantener -en una palabra, "proteger"- a sus propias instituciones.

Por lo tanto, deberíamos aceptar que los países puedan propugnar reglas nacionales -políticas fiscales, regulaciones financieras, normas laborales o leyes de salud y seguridad de los consumidores- y que puedan hacerlo levantando barreras en la frontera si fuera necesario, cuando el comercio ostensiblemente amenaza las prácticas domésticas que cuentan con un amplio respaldo popular. Si los impulsores de la globalización tienen razón, el clamor por protección no cundirá por falta de evidencia o apoyo. Si están equivocados, habrá una válvula de seguridad destinada a asegurar que los valores en pugna -los beneficios de economías abiertas frente a los réditos derivados de implementar regulaciones domésticas- sean escuchados de manera apropiada en los debates públicos.

5. Los países no tienen derecho a imponerles sus instituciones a los demás. Utilizar restricciones al comercio o a las finanzas transfronterizos para defender valores y regulaciones en casa es muy diferente de usarlas para imponer esos valores y regulaciones a otros países. Las reglas de la globalización no deberían obligar a norteamericanos o europeos a consumir bienes que son producidos con métodos que la mayoría de los ciudadanos en esos países consideran inaceptables. Pero tampoco deberían permitirles a Estados Unidos o a la UE usar sanciones comerciales u otras presiones para alterar las reglas del mercado laboral, las políticas ambientales o las regulaciones financieras de países extranjeros. Los países tienen derecho a la diferencia, no a una convergencia impuesta.

6. Los acuerdos económicos internacionales deben establecer reglas para administrar la interacción entre instituciones nacionales. Basarse en los estados nacionales para que proporcionen las funciones de gobernancia esenciales de la economía mundial no implica que debamos abandonar las reglas internacionales. El régimen de Bretton Woods, después de todo, tenía reglas claras, aunque eran limitadas en su alcance y profundidad, Una discusión general completamente descentralizada no beneficiaría a nadie.

Lo que necesitamos son reglas de tráfico para la economía global que ayuden a los vehículos de diferente tamaño, forma y velocidad a navegar uno junto al otro, en lugar de imponer un auto idéntico o un límite de velocidad uniforme. Deberíamos esforzarnos por alcanzar una máxima globalización que sea coherente con un espacio para la diversidad en los acuerdos institucionales nacionales.

7. Los países no democráticos no pueden contar con los mismos derechos y privilegios en el orden económico internacional que las democracias. Lo que les otorga atractivo y legitimidad a los principios previos es que se basan en una deliberación democrática –donde ésta realmente ocurre, al interior de los estados nacionales-. Cuando los estados no son democráticos, este andamiaje colapsa. Ya no podemos suponer que sus acuerdos institucionales reflejan las preferencias de sus ciudadanos. De manera que las no democracias tienen que actuar con reglas diferentes, menos permisivas.

Estos son los principios que los arquitectos del próximo orden económico global deben aceptar. Más importante aún, deben comprender la máxima paradoja que cada uno de estos principios resalta: la globalización funciona mejor cuando no se la empuja demasiado lejos.

(Dani Rodrik es profesor de Economía Política en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard y autor de One Economics, Many Recipes: Globalization, Institutions, and Economic Growth. Copyright: Project Syndicate, 2011)…

– EEUU toca "todos los palos": propone la limitación "voluntaria" del superávit

"EEUU propuso hoy limitar el superávit o el déficit por cuenta corriente a una horquilla equivalente al 4 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) hacia 2015 como medio de acabar con los desequilibrios globales"… EEUU propone limitar el déficit o superávit por cuenta corriente al 4% del PIB (El Economista – 22/10/10)

Según fuentes de la delegación surcoreana, la propuesta no ha sido bien recibida por gran parte de los ministros de Finanzas del G20 reunidos en Gyeongju (Corea del Sur) pues no es bien vista por China y la India, en el lado de las economías emergentes, y de países industrializados como Japón y Alemania.

El ministro de Finanzas nipón, Yoshihiko Noda, confirmó la presentación de la propuesta estadounidense y la tachó de poco realista.

Tanto Japón como Alemania son economías con gran dependencia de las exportaciones y con superávit relativamente estables, por lo que ambas delegaciones se han mostrado reacias a poner límites artificiales a sus cuentas.

Por su parte, China, con un superávit por cuenta corriente superior al 4%, sigue estando en el centro del debate, ya que Estados Unidos critica que mantenga el yuan artificialmente bajo para alimentar su balanza comercial.

La reunión del G20, intentará encontrar una salida a la guerra de divisas que amenaza la recuperación global y acentúa los desequilibrios entre economías…

– Mientras, el G-Je-20 se entera que la tierra no es plana (¿pardillos o cómplices?)

"La nueva ronda de compra de bonos anunciada por la Reserva Federal de Estados Unidos para impulsar la economía generará una amplia oposición en la cumbre de la próxima semana del Grupo de las 20 principales economías del mundo"… El G-20 se opondrá a la relajación cuantitativa de la Fed (The Wall Street Journal – 5/11/10)

Europa se ha sumado a Asia y a los grandes países emergentes en sus críticas a la decisión de la Fed de inyectar dinero fresco por valor de US$ 600.000 millones, lo que pondrá mayor presión en sus divisas, creará burbujas de activos y quizás un crecimiento desequilibrado, dicen.

El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, dijo el viernes que EEUU está minando los esfuerzos para crear un campo de juego conjunto en el mercado de divisas. "Lo que EEUU acusa a China de hacer, es lo que EEUU está haciendo ahora por otros medios", dijo Schaeuble sobre la decisión de la Fed, conocida como expansión cuantitativa.

La reprimenda llega después de que Schaeuble dijera que la medida no funcionará y que Alemania "se referirá críticamente" al asunto en las conversaciones bilaterales de ambos países y en la próxima cumbre del G-20 en Corea del Sur.

Lo que ha molestado a muchos líderes es que la decisión de la Fed podría suponer un drástico aumento del déficit presupuestario de EEUU, algo que los líderes del G20 habían acordado que no harían.

En la última cumbre del G20 en Toronto el pasado junio, las principales economías mundiales se comprometieron a recortar sus déficit para 2013 y reducir sus ratios de endeudamiento con respecto al PIB para 2016.

Los economistas dicen que la disputa podría reavivar una guerra de divisas, incluso a pesar de que los países del G-20 han estado buscando un cierto consenso en los últimos tiempos (2010) para atajar los desequilibrios del mercado de divisas. Las recientes acciones unilaterales de países como Japón, Brasil y Corea del Sur para frenar el valor de sus monedas han alimentado los temores de una inminente guerra en los mercados mundiales de divisas.

El ministro de Finanzas brasileño Guido Mantega calificó como "un error" la decisión tomada por la Fed, diciendo que Brasil criticará la medida en la reunión del G-20 en Seúl. "Es dudoso que la decisión de la Fed vaya a producir resultados", dijo Mantega el jueves a los periodistas. "Tirar dinero desde el helicóptero no trae nada bueno".

La decisión de EEUU "aumenta el riesgo de que el euro vaya a subir por los motivos equivocados en un momento en que el crecimiento europeo se suaviza", dijo Christian de Boissieu, un profesor de economía que es asesor del primer ministro francés.

La ministra de Finanzas francesa Christine Lagarde dijo en una entrevista con The Wall Street Journal que la nueva ronda de expansión cuantitativa de la Fed resultará en una apreciación del euro.

Debido a los tipos de interés cercanos al cero en EEUU y el rígido sistema de divisas de China, los países emergentes se enfrentan a masivos influjos de capital, lo que empuja sus divisas al alza.

Entre los países emergentes que también critican a EEUU, Corea del Sur no descarta imponer controles en el flujo de capital que entra en su economía.

Hong Kong, que mantiene su divisa fijada de facto al dólar estadounidense, dijo que los influjos de capital forzarán al Gobierno a imponer requisitos de préstamo más estrictos en las compras inmobiliarias con el objetivo de evitar burbujas de precios.

La decisión de EEUU "podría hacer que se reanudara la guerra de divisas… Está muy claro que la expansión cuantitativa de EEUU conducirá a un dólar débil", dijo Peter Vanden Houten, economista jefe para Europa de ING. EEUU necesita un dólar débil para reequilibrar su crecimiento más allá del consumo interno y hacerlo más dependiente de las exportaciones, añadió.

Hacia finales de octubre (2010) en Gyeongju, Corea del Sur, los ministros de Finanzas del G-20 trataron de rebajar las tensiones en el mercado de divisas, prometiendo mantener sus desequilibrios de la cuenta corriente en "niveles sostenibles", e incrementar la coordinación de sus políticas económicas.

– El problema del mundo es el dólar (haz lo que digo, no lo que hago)

"El dólar es nuestra divisa, pero es vuestro problema". Esta histórica sentencia lleva la rúbrica de John Connally. La formuló en 1971, al poco de ser nombrado secretario del Tesoro de Estados Unidos, para salir al paso de las preocupaciones procedentes de Europa después de que la mayor economía del mundo rompiera los lazos de su moneda con el oro y oficializara así la defunción de los Acuerdos de Bretton Woods, vigentes desde 1944.

Casi 30 años después, las palabras de Connally conservan todo su significado. El dólar, claro está, continúa siendo el emblema de EEUU, pero representa un problema cada vez mayor para el resto de las economías del planeta. ¿Por qué motivo?

Por la dólardependencia que sufre el mundo. Es decir, porque la hegemonía cambiaria que posee la divisa norteamericana desde los años posteriores al fin de la Primera Guerra Mundial ha desembocado en un planeta demasiado enganchado al billete verde y, por tanto, muy vulnerable a todo cuando acontezca con el dólar.

Las cifras así lo constatan. Según los últimos datos del Banco Internacional de Pagos (BIS, en sus siglas en inglés), el dólar está presente en el 85 por ciento de las transacciones mundiales de divisas. Y el Fondo Monetario Internacional (FMI) certifica que en torno al 60 por ciento de las reservas mundiales en moneda extranjera están denominadas en dólares.

Teniendo en cuenta que las reservas globales se han disparado de 1,3 a 8,4 billones de dólares en los 15 últimos años, en el mundo hay ahorrados alrededor de 5 billones de dólares en billetes verdes.

Además de confirmar que el globo gira al son del dólar, estas estadísticas revelan un dilema ya denunciado a mediados del siglo XX por el economista belga Robert Triffin. Sostenía que el mundo no podía tener una única divisa de referencia, porque eso obligaría a que dicho país fuera acumulando unos crecientes desequilibrios por cuenta corriente con los restantes países, que a su vez pasarían a poseer mayores cantidades de esa moneda.

La situación se prolongaría hasta que esos socios perdieran la confianza esa la divisa hegemónica y comenzaran a deshacerse de ella, con la depreciación correspondiente.

¿Es posible que este riesgo se manifieste con respecto al dólar en estos momentos? No. No sería sensato que, por ejemplo, China saliera al mercado a vender los aproximadamente 1,7 billones de dólares que tiene en su despensa (el 66 por ciento del total de sus reservas), puesto que eso equivaldría a tirarse piedras contra su tejado, ya que el valor de sus ahorros actuales caería en la misma proporción en la que lo hiciera el dólar.

Ahora bien, eso no significa que los socios de EEUU no puedan hacer nada. Sobre todo, por el malestar que genera el hecho de que, por un lado, el billete verde preserve su condición hegemónica, como es propio de la divisa de la mayor potencia del mundo, y por otro, que esa supremacía no impida que las autoridades norteamericanas emprendan políticas o medidas que persigan, precisamente, debilitar el valor del dólar para obtener así la correspondiente ventaja competitiva.

Todo ello, en un contexto en el que el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, sostiene que EEUU aún defiende la política de "dólar fuerte" instaurada en los años 90.

Esta dualidad está caldeando el ambiente. Más aún después de la última medida de la Reserva Federal (Fed), el banco central norteamericano, que recientemente decidió imprimir 600.000 millones de dólares adicionales.

La versión oficial es que lo hizo para reforzar la recuperación económica y luchar contra la deflación o caída de los precios; la oficiosa indica que con esa inyección pretende acelerar la debilidad del billete verde.

"Semejante movimiento crea problemas para el resto del mundo porque, en efecto, Estados Unidos está arrebatando crecimiento de Europa y Japón, en un ejemplo de la clásica política de empobrecer al vecino a través de las devaluaciones", certifica Keith Wade, economista jefe de la gestora Schroders.

"La decisión de la Fed complica la resolución del conflicto relativo a las tentaciones proteccionistas que pueden estar incubándose por la batalla cambiaria derivada de la marcada depreciación del dólar en las últimas semanas", agregan los expertos de Banif.

Este entorno introduce un nuevo elemento que puede modificar las directrices cambiarias de los últimos años. Hasta la fecha, EEUU, secundada por Europa, ha llevado la voz cantante y ha impuesto la tesis de que es China, con su política de apreciar de forma gradual el yuan, la que alimenta de manera principal los desequilibrios globales.

Pero esta vez la delegación norteamericana presente en Seúl deberá defenderse, puesto que incluso las autoridades europeas han criticado la última actuación de la Fed y la búsqueda de un dólar más débil.

Sobre este caldo de cultivo, la reunión de Seúl cobra una nueva dimensión. Puede acoger un acontecimiento histórico, consistente en que los mercados emergentes podrían decirle a la cara a Estados Unidos que resulta necesario orquestar un nuevo orden financiero internacional en el que el dólar deje de ser el pivote central.

Se sumaría al esperado llamamiento a que sea el mercado, y no la mano visible de las respectivas autoridades, el que determine el tipo de cambio de las divisas. Pero el consenso puede acabar ahí. Porque en todo lo demás hay fisuras. Para empezar, habría que buscar sustituto al dólar.

El sistema de los derechos especiales de giro (DEG) se antoja demasiado complejo de articular y el euro y el yuan chino no parecen estar demasiado dispuestos a ser las divisas hegemónicas. ¿Y un nuevo acuerdo cambiario, al estilo del alcanzado en Bretton Woods en 1944? Resulta complicado. Los expertos, de hecho, lo descartan por un motivo principal: la ausencia de intereses comunes.

Es más, ésta es la esencia misma de la denominada Guerra de las Divisas, en la que las naciones recurren a las devaluaciones competitivas (u otras alternativas) como armas proteccionistas con las que defender sus intereses.

¿Y unos pactos menos pretenciosos que los de Bretton Woods, similares a los del Hotel Plaza en 1985 o del Louvre en 1987? Los analistas tampoco lo creen probable. Hace dos décadas, esos acuerdos se sellaban en el G-5 o en el G-7. Ahora, habría que poner de acuerdo a 20 países, lo que dificulta la adopción de acuerdos.

La paradoja, por tanto, está servida: el mundo sabe que debe desengancharse de su dólardependencia, pero no encuentra el modo de hacerlo…

El "terremoto" de Japón y el "tsunami" que sacudió la cadena productiva mundial

– "Réplicas" en el mundo (los laberintos de la producción global)

"Se anticipa que las interrupciones de las actividades económicas en Japón como consecuencia del terremoto y el tsunami se extiendan por toda Asia en las próximas semanas. Esto empeora aún más el panorama económico de la región, en un momento en que ya luchaba contra los efectos del alza de los precios del petróleo y los alimentos"… Desde Japón al resto del mundo: el impacto económico del terremoto (The Wall Street Journal – 14/3/11)

edu.red

Los temores sobre el impacto que tendrá el sismo en la economía global arrasaron con los precios a futuro de los metales industriales, incluyendo el cobre, el aluminio y el níquel, y empujaron al alza el oro, considerado como un refugio.

Pese a la catástrofe, todavía se espera que Asia registre un vigoroso crecimiento este año (2011), con estimaciones para el Producto Interno Bruto de 7,5% a 8%, excluyendo a Japón. Sin embargo, los economistas ya estaban pronosticando que el crecimiento se desaceleraría respecto al año pasado (2010), cuando el PIB de la región superó 9% en un repunte de la crisis financiera mundial, durante el que los bancos centrales elevaron las tasas de interés y los consumidores comenzaron a controlar el gasto.

Algunas de las compañías japonesas más icónicas han sido duramente golpeadas. La acción de la automotriz Nissan Motor Co. perdió 9% el lunes mientras que Tokyo Electric Power Co., la propietaria de las plantas nucleares dañadas, ni siquiera operó al comienzo de la sesión.

El desastre de Japón suma otra serie de incertidumbres, por lo menos en el corto plazo. El sismo del 11/3/10 dañó instalaciones vitales de infraestructura y puede dejar a muchas fábricas sin electricidad durante varias semanas, lo que pone en peligro las cadenas de abastecimiento de los mayores exportadores del continente. Las plantas de acero, papel y electrónicos de consumo seguían cerradas el lunes (14/3).

"Los puertos están cerrados y las entregas se ven afectadas, sobre todo en la industria eléctrica: los contenedores están bloqueados en los puertos", dijo Fu Wing Hoong, el presidente de la Asociación de la Industria Eléctrica y Electrónica de Malasia, un importante productor de componentes electrónicos, incluyendo algunos que dependen de piezas fabricadas en Japón.

En las próximas semanas, las grandes tecnológicas globales enfrentarán costos más altos para estos componentes y una posible escasez de productos. Partes esenciales como chips de memoria y pantallas de cristal líquido se utilizan en electrónicos de consumo como los teléfonos inteligentes y los televisores. Una interrupción en los envíos de Japón puede perjudicar seriamente a estas compañías.

"Prevemos oscilaciones extraordinarias y escasez de suministros a corto plazo, como resultado de este terremoto", dijo Jim Handy, analista de Objective Analysis.

Varios fabricantes del sector tecnológico, incluyendo Sony Corp., Panasonic Corp. y Fujitsu Ltd., han cerrado sus plantas para evaluar los daños sufridos y planear cómo lidiar con los cortes de suministro eléctrico que podrían prolongarse varias semanas.

Un ejemplo del impacto: los precios del chip NAND flash de 32 gigabits, que compañías como Apple Inc. utilizan para teléfonos y computadoras tipo tableta, dieron un salto de casi 18% al final de la jornada bursátil de ayer, según DRAMeXchange, el mayor mercado para chips en Asia.

En la industria automotriz, los grandes fabricantes prolongarán la suspensión de sus operaciones locales al menos hasta el miércoles.

Toyota Motor Corp. dijo el lunes (14/3) que ha interrumpido la producción en todas sus fábricas en Japón a medida que trata de ajustarse a los problemas logísticos causados por el desastre. Un informe de IHS Automotive calcula que en torno a 45% de la producción global de la automotriz se ha visto afectada por el terremoto. Según un representante de la mayor automotriz del mundo en término de ventas, esta medida resultará en una pérdida de producción de 40.000 vehículos.

Honda Motor Co. dijo que extenderá la paralización de sus actividades hasta el domingo (13/3), lo que podría costarle la producción de 16.600 autos.

Nissan no volverá a reiniciar las operaciones en sus plantas cercanas al epicentro al menos hasta el viernes. Las otras cuatro, cerca de Tokio y Fukuoka, en el sur de Japón, permanecerán cerradas hasta el miércoles (16/4).

La buena noticia

Los economistas aseguraron que la buena noticia es que las grandes inversiones en proyectos de reconstrucción ayudarán con el tiempo a levantar la economía de Japón, lo que a su vez podría dar lugar a un aumento de la demanda de algunos productos asiáticos, como la madera y otras materias primas. Sin embargo, no se prevé una recuperación hasta finales de año, sino más bien una fuerte desaceleración, o incluso una contracción, en el próximo trimestre o dos.

El comercio entre Japón y otros países asiáticos puede caer de forma abrupta en el corto plazo, dijo Tim Condon, un economista de la región de Asia de ING en Singapur. Esto, sumado a otros problemas como las elevadas tasas de inflación, significa que "la próxima ronda de revisiones de crecimiento de Asia será a la baja", previó.

Japón sigue siendo un pilar de la economía de la región a pesar de cederle hace poco su puesto como la segunda economía del mundo después de Estados Unidos a China. Todavía es la mayor fuente de inversión extranjera directa para muchas partes de Asia y un generador clave de ingresos procedentes del turismo, especialmente para países como Tailandia, que recibe aproximadamente un millón de japoneses al año. Además, Japón es una fuente importante de remesas para países como Filipinas.

– El gran proveedor (el rol de Japón en las cadenas de suministros globales)

"Las crecientes dudas sobre la capacidad de Japón para contener y sobreponerse rápidamente a un desastre nuclear estremecieron los mercados financieros y la economía mundial el martes. La situación subraya un cambio abrupto en los riesgos que afronta la recuperación global"… Japón suma un nuevo riesgo para el repunte de la economía global (The Wall Street Journal – 15/3/11)

Mientras la tercera economía del mundo enfrentaba temores cada vez más agudos sobre la posibilidad de una contaminación radioactiva general e imponía restricciones como el racionamiento eléctrico, compañías desde la automotriz alemana BMW AG al fabricante estadounidense de aviones Boeing Co. se preparaban para posibles interrupciones en sus cadenas de suministro. En los mercados globales, las bolsas y los precios de las materias primas cayeron y las monedas fluctuaron violentamente en medio de las incertidumbres en torno a Japón y una escalada de las tensiones en Medio Oriente.

edu.red

"El mundo se está convirtiendo rápidamente en un lugar que infunde más temor", dijo Torsten Slok, economista jefe internacional de Deutsche Bank Securities en Nueva York. "La reacción de los inversionistas ciertamente puede amplificar el impacto sobre la recuperación".

Luego de un derrumbe de 10,5% en el índice Nikkei de Japón el martes (15/3), el Promedio Industrial Dow Jones retrocedió 297 puntos para luego repuntar y cerrar con una caída de 137,74 puntos en 11.855,42 puntos. El Nikkei acumula un descenso de 17,5% desde el terremoto del viernes.

Los precios del petróleo para entrega en abril cayeron 4% en Nueva York para ubicarse en US$ 97,18 el barril mientras que el cobre también declinó ante las previsiones de una menor demanda de Japón. En tanto, el costo de asegurarse contra una cesación de pagos del gobierno japonés subió 51% con respecto a la semana pasada, en medio de las preocupaciones sobre cómo Japón, el país desarrollado más endeudado del mundo, hará frente a los costos de la reconstrucción.

Todo esto deja de manifiesto lo mucho que ha cambiado el panorama de la economía global desde comienzos del año (2011), cuando la principal inquietud era determinar el impacto de la inflación en los países emergentes y los problemas de deuda en Europa sobre una recuperación que avanzaba a paso firme liderada por la industria manufacturera. Ahora, los economistas y las empresas tratan de evaluar las ramificaciones de la crisis en Japón y la agitación en Medio Oriente y el norte de África sobre ámbitos tan variados como la producción automotriz y el precio de los semiconductores.

Las malas noticias abundaron el martes en Japón y alrededor de Asia, sembrando dudas sobre la capacidad de Japón de recuperarse del desastre tan rápido como se esperaba.

Las automotrices japonesas y otras empresas extendieron los cierres de sus plantas durante varios días, lo que podría trastocar la entrega de productos como los autos y los chips de memoria flash que van dentro de los iPhones y iPads. Miles de turistas han cancelado vuelos desde y hacia Japón. La aerolínea taiwanesa EVA Airways anunció, por ejemplo, la cancelación de 56 vuelos entre Japón y Taiwán, algunos hasta finales de junio.

La brusca caída en la demanda de una materia prima, el caucho, llevó a los líderes regionales de la industria a convocar a una reunión sobre el tema.

Changyong Rhee, economista jefe del Banco Asiático de Desarrollo en Manila, Filipinas, manifestó, en todo caso, que las compañías asiáticas tienen suficiente flexibilidad para ajustarse a la mayoría de circunstancias que les depare Japón.

Mientras más duren las interrupciones en Japón, mayor será el efecto en las cadenas de suministro de los fabricantes globales. Japón es el cuarto mayor exportador del mundo y representa 14% de los envíos de productos automovilísticos y 60% del silicio que se utiliza para fabricar chips. El martes (15/3), los precios de los componentes para algunas computadoras habían subido hasta 10%.

"Mi negocio se verá bastante afectado", contó Y.T. Chong, director gerente de Eita Electric, una compañía malaya que provee interruptores automáticos y otros productos para edificios altos. Muchos de los componentes se fabrican en dos plantas en Japón. "No puedo comprarlos de otro país porque son artículos que se venden bajo una reconocida marca japonesa y tienen que venir de Japón", explicó. Agregó que dos envíos valorados en US$ 200.000 están detenidos indefinidamente por problemas en el puerto de Yokohama en Japón entre otros temas.

En Alemania, BMW trata de determinar cuándo tendrá que sufrir interrupciones en su cadena de suministro, indicó su jefe de adquisiciones Herbert Diess.

Aunque la automotriz alemana tiene un buen stock de la mayoría de las piezas que recibe directamente de Japón, la situación de proveedores indirectos de componentes electrónicos para paneles digitales y sistemas de navegación, por ejemplo, es más incierta. En Estados Unidos, Boeing ya ha señalado que la producción de aviones podría verse afectada si las interrupciones en los proveedores de partes duran varias semanas.

edu.red

Aunque la devastación y las muertes causadas por el terremoto y tsunami se limitan a pocas zonas de Japón, los coletazos económicos son nacionales.

La logística de los proveedores se ha visto severamente alterada debido a restricciones a la circulación de vehículos de carga en las carreteras así como recortes impredecibles de electricidad que hacen difícil planificar.

Mientras tanto, la sombra de una crisis nuclear está provocando que muchas compañías se resistan a pedirle a su personal que se reporte para trabajar hasta que la situación se aclare.

Uno de los mayores dolores de cabeza para los gerentes de plantas el racionamiento de electricidad, que podría durar hasta finales de abril (2011), según Tokyo Electric Power Co. Los economistas de la consultora estadounidense IHS Global Insight estiman que 10% de la generación eléctrica de Japón podría quedar suspendida durante los próximos meses.

La crisis de Japón aumentaría las compras de ciertos productos. Las siderúrgicas de India Essar Steel Ltd. y Steel Authority of India Ltd. prevén que las exportaciones de acero terminado a Japón den un salto en los próximos meses a medida que el país se recupera y algunos propietarios de edificios de madera en la costa de Japón los reemplacen con estructuras más firmes. Thai Union Frozen Products PCL, uno de los mayores productores de atún enlatado del mundo, proyectó un alza de las ventas a Japón debido a los daños sufridos en las áreas donde se procesan los mariscos.

Se espera, asimismo, que el desastre japonés haga que las empresas de todo el mundo se replanteen sus planes de contingencia y su vulnerabilidad a los impactos externos. China ya está trabajando para incrementar la sofisticación de los bienes que puede producir internamente y depender menos de las firmas extranjeras.

El tsunami económico preocupa al mundo (¿quién "tiró" de la cadena?)

En su blog el premio Nobel de economía Paul Krugman se muestra "aterrorizado por las muertes y nervioso por los posibles trastornos en la producción mundial" mientras que otros economistas observan que la tragedia se añade la desaceleración china, los problemas de la eurozona y el lastre financiero del estallido de 2008.

¿Será esta crisis en Japón el golpe definitivo a una delicada economía global?

En diálogo con BBC Mundo, Kil Dosanjh, especialista en Asia del Economist Intelligence Unit (EIU), señaló que el factor nuclear será fundamental.

"Mientras haya incertidumbre a este nivel, los mercados permanecerán nerviosos. Si no hay un serio problema de radiación nuclear -y por el momento no parece haberlo- en unas semanas debería retornar la normalidad", señaló.

Laberintos de la producción

Si la crisis financiera de 2007-2008, mostró los peligros de un mundo interconectado que podía derrumbarse como un castillo de naipes, la tragedia en Japón muestra los riesgos de una cadena productiva global.

A pesar de que ha sido superado por China como segunda economía mundial, Japón sigue siendo esencial para ciertos mercados como el electrónico y el automotriz.

Japón produce un 30% de las tarjetas de memoria (que se usan en cámaras electrónicas y teléfonos inteligentes) y cerca del 15% de la Memoria Ram (computadoras).

Todo, forma parte de una cadena. Un producto como el Iphone involucra a nueve compañías situadas en seis países: China, Corea del Sur, Japón, Taiwán, Alemania y Estados Unidos.

La subeditora del Financial Times, Gillian Tett, señala en un artículo este miércoles (16/3) que el impacto es difícil de medir. "Uno de los problemas es que todavía nadie parece entender bien las dificultades que pueden surgir del eslabonamiento de estas cadenas productivas. Por ahora se piensa que el impacto será limitado, pero si el cierre de las fábricas se extiende mucho tiempo, el daño puede diseminarse", señala Tett.

Laberintos financieros

El Banco Central de Japón ya ha anunciado una inyección de US$ 700.000 millones para reactivar su economía y mantener el sistema crediticio a flote.

Japón tiene una deuda equivalente al 200% de su PIB en el marco de un mundo agobiado por la deuda soberana en los países desarrollados.

Pero, además, es el segundo tenedor de bonos estadounidenses por un valor de US$ 900.000 millones.

Si financia su reconstrucción con estos bonos, impactaría su valor, complicándole a EEUU el financiamiento de su gigantesco déficit.

Según, Kil Dosanjh, el gobierno nipón, que ha sugerido que usará sus reservas, no echará mano a los bonos.

"Esto tendría un efecto desestabilizador. Creo que el gobierno usará otro tipo de reservas a su disposición. Una cosa a favor es que la deuda japonesa no es con extranjeros sino con inversores locales. De manera que no ejercerá una fuerte presión en los mercados internacionales.", señaló a BBC Mundo Dosanjh.

El túnel y la luz

La zona más dinámica del planeta, Asia, es el destino de un 58% de las exportaciones japonesas y origen de un 61% de sus importaciones.

A corto plazo, sin embargo, la crisis puede tener algunos aspectos positivos para muchos países, incluidos los asiáticos. Japón es un fuerte importador de petróleo y materias primas. Con el repliegue de la demanda nipona, el precio del crudo y el de algunas materias primas registró un claro retroceso. La presión inflacionaria global disminuirá gracias a esto, aligerando el riesgo de un incremento de la tasa de interés para la zona euro y el Reino Unido.

La reconstrucción misma dinamizará sectores a nivel mundial y local. La demanda de cemento y acero se incrementará y el sector de la construcción podría liderar una recuperación económica japonesa. Los optimistas recuerdan que en el terremoto de Kobe en 1995 la economía se recuperó rápidamente.

Como muchas otras cosas hoy, todo dependerá del enigma nuclear.

– ¿Alguien se acuerda (ahora) del "just in time"? Barato, barato, barato y, yo no soy tonto… resulta (casi) imposible

"Las empresas de todo el mundo se están apresurando a repensar sus cadenas de suministro por el impacto que tuvo en ellas el terremoto de Japón y muchas pueden encontrar que no estaban tan bien preparadas como pensaban"… El terremoto expone riesgos para la cadena de suministros (The Wall Street Journal – 17/3/11)

Los expertos en logística dijeron que luego del sismo quedaron expuestos puntos débiles cruciales para una serie de compañías globales, como aquellas del sector de productos electrónicos, que son el motor de las economías de Taiwán y Corea del Sur, y de la industria automotriz, que ha ayudado a Tailandia a ser un importante centro exportador. En muchos casos, las compañías están ralentizando la producción para evitar quedarse sin componentes que vienen solamente de Japón. Otras se están moviendo para tratar de encontrar proveedores alternativos.

Las compañías con un amplio rango de abastecedores, y la capacidad de recurrir a grandes reservas de materias primas, están logrando posicionarse mejor para lidiar con el impacto de crisis como la generada por el terremoto japonés.

"Lo que las buenas compañías hacen es mirar la cadena de suministros como si fuera una película en lugar de una foto", dijo Yogesh Malik, un socio de McKinsey & Co. En vez de juzgar a una cadena de suministros en función de lo que los proveedores pueden entregar en un momento dado, una compañía bien preparada trata de tomar en cuenta los crecientes precios del petróleo, el activismo de los ambientalistas y los riesgos regulatorios para determinar si la cadena funcionará durante los siguientes cinco años.

"No es cuestión de si algo va a salir mal, sino de cuándo va a salir mal", dice Malik.

Otro aspecto a considerar es que las compañías frecuentemente compran partes de un productor que depende de materias primas o componentes pequeños que vienen del extranjero, por ejemplo de Japón. Muchas empresas están tratando de determinar cuánta exposición tienen a ese tipo de cuellos de botella escondidos.

La división tailandesa de Honda Motor Co. anunció el jueves (17/3) que estaba pidiendo información a sus proveedores respecto a la disponibilidad de componentes electrónicos fabricados en Japón. El principal ejecutivo de la compañía en Bangkok, Atsushi Fujimoto, dijo que la automotriz tenía suficientes partes como para mantener la producción en marcha en Tailandia hasta mediados de abril (2011) y está considerando utilizar proveedores alternativos si sus plantas japonesas siguen cerradas.

También en Tailandia, el director gerente de Mazda Motor Corp., Yuji Nakamine, dijo que el fabricante de autos está esperando información desde Japón respecto a los suministros de componentes y está desacelerando la producción cerca de Bangkok. "Todos los fabricantes japoneses están afectados pero necesitamos más tiempo para obtener detalles más claros de nuestros proveedores", dijo.

En Taiwán, mientras tanto, Nan Ya Printed Circuit Board Corp. está buscando nuevos proveedores de bismaleimida triazina, una resina utilizada en la fabricación de los circuitos que se encuentran en muchos teléfonos inteligentes. Su principal proveedor, Mitsubishi Gas Chemical Co., suspendió la producción en Japón el miércoles. Nan Ya "está acelerando las pruebas de un sustituto", dijo una persona al tanto de la situación. "Normalmente tomaría entre tres y cuatro meses, pero esta vez probablemente tome un mes", explicó.

Advanced Semiconductor Engineering Inc., una gran compañía taiwanesa de empaquetamiento de chips, dijo que estaba negociando para asegurar nuevos suministros de compuestos para moldes plásticos, que son utilizados para envasar a los semiconductores, de China y Corea del Sur.

Incluso las compañías que dicen que no fueron afectadas por la crisis japonesa dicen que no lo han sido "hasta ahora" o "todavía". El fabricante surcoreano de chips de memoria Hynix Semiconductor Inc. dijo que tiene una reserva suficiente de discos de silicio para continuar operando normalmente a corto plazo. "Pero si la situación se extiende más, podría impactar no solamente a Hynix sino a toda la industria de fabricación de chips", dijo una portavoz.

Mediante la acumulación de reservas y la diversificación de proveedores, las compañías se pueden ahorrar inesperados shocks en sus suministros. Muchos productores globales se han movido en los últimos años para reducir su lista de proveedores como forma de obtener precios más bajos de los que retienen. Eso crea riesgos si la base más pequeña de abastecedores no es capaz de entregar los bienes.

Recientes hechos como las turbulencias políticas en Medio Oriente y en el norte de África, la erupción volcánica del año pasado en Islandia y la decisión china en septiembre pasado de reducir la exportación de minerales de "tierras raras", utilizadas en muchos procesos industriales, deberían haber puesto en alerta a las empresas. "El incremento de los riesgos y las interrupciones en las entregas están viniendo hacia nosotros a un ritmo furioso y es absolutamente crítico que las compañías estén preparadas con planes de contingencia detallados", escribió recientemente Jeff Karrenbauer, presidente de Insight Inc., una consultora con base en Virginia que se especializa en cadenas de suministro y logística.

Hasta cierto punto, el desastre en Japón es un caso especial. El país había logrado hacerse un nicho como fabricante de primer nivel de muchos componentes y materiales avanzados, y las empresas japonesas frecuentemente dominan sus industrias. Japón entrega 78% del suministro global de materiales de electrodos para baterías de iones de litio, casi todas las películas polarizadas de protección para pantallas de cristal líquido y grandes cantidades de otros materiales de alta tecnología, de acuerdo con Credit Suisse AG.

Sin embargo, las crecientes preocupaciones sobre el suministro de esos bienes están mostrando cómo los desastres pueden desencadenar shocks de la oferta en la economía global.

La sueca Volvo Cars, una división de Zhejian Geely Holding Group Co., dijo (17/3) que tiene solamente una semana de suministro de componentes japoneses y que a menos que la compañía pueda comprar más pronto, la producción recibirá un golpe importante.

– La industria mundial acusa la sacudida (no sólo la banca subestima los riesgos)

– El efecto económico del terremoto en Japón: un análisis por industria (The Wall Street Journal – 25/3/11)

(Por Andrew Dowell)

La devastadora combinación que se dio en Japón de terremoto, tsunami y crisis nuclear fue una advertencia que le sirvió de recordatorio a empresas en todo el mundo de cuánto dependen del país asiático.

Por el lado de la demanda, el país representa casi 9% de la producción económica mundial y ha sido un importante puerto de entrada a Asia para todo tipo de empresas, desde bancos a minoristas. La destrucción alteró ventas, desplazó al personal y probablemente despertará una actitud cautelosa por parte de los consumidores, que durará un tiempo.

Pero es el lado de la oferta el que ha sido la fuente de las mayores sorpresas. Economistas que pensaron que tenían un buen entendimiento para poder calcular el impacto descubrieron, tras un examen más exhaustivo, que Japón era una fuente importante de toda clase de componentes avanzados ampliamente usados en Asia y otros lugares para ensamblar productos finales.

Japón fabrica el 60% de los discos semiconductores de silicio, la base de los chips de computadoras. El cierre de dos fábricas debido al terremoto eliminó una cuarta de la oferta mundial. Credit Suisse afirma que el país también fabrica 90% de una sustancia llamada resina BT que se usa para fabricar circuitos impresos.

Los inventarios de estos productos parecen mantenerse a niveles aceptables, pero otros problemas tuvieron un impacto mucho más inmediato. Automotrices de todo el mundo, por ejemplo, tuvieron dificultades para hacer frente al cierre de una fábrica de Hitachi Ltd. al norte de Tokio que fabrica sensores de aire que se usan para medir la cantidad de aire que ingresa a los motores.

Hitachi fabrica 60% del suministro mundial. Esta semana, General Motors Co. fue obligada a cerrar una planta en Louisiana, y Peugeot-Citroën tuvo que reducir la producción en la mayoría de sus plantas europeas.

Los productores en una variedad de industrias aún tratan de dilucidar el posible impacto sobre sus cadenas de suministro y se esfuerzan por conseguir partes o proveedores alternativos. Muchos comprenden el impacto sobre sus propios proveedores, pero es más complicado intentar controlar los cambios causados a los proveedores de sus proveedores.

En última instancia, el ritmo de la recuperación en Japón determinará la severidad de cualquier escasez y la escala del daño causado a las empresas en todo el mundo.

Japón es el cuarto mayor exportador mundial y empresas como Caterpillar Inc. recurren al país como una plataforma para fabricar equipos que luego venden en China y otros lugares.

Algunas empresas que fabrican maquinaria de construcción podrían recibir un impulso en momentos en que el país se sumerge cada vez más en el desafío de la reconstrucción. Algunos estiman que la factura final podría ascender a US$ 200.000 millones. El gobierno japonés pagará una gran parte, pero empresas aseguradoras podrían tener que hacerse cargo de hasta un 20% del total.

He aquí cómo se vieron afectadas las industrias más importantes de Japón:

Chips

Los fabricantes de chips para computadoras enfrentan varios problemas. Asumiendo que aquellos que se encuentran en la zona del terremoto pueden reanudar sus operaciones en esas fábricas, lo cual no puede darse por hecho dados los problemas de suministro eléctrico, sufrirán la posible escasez de materias primas y clientes cuyas plantas podrían estar también paralizadas.

Uno de los mayores interrogantes es el suministro de las llamadas obleas o wafers de silicio, discos del tamaño de un plato que constituyen la base de la fabricación de microchips. La firma de investigación IHS iSuppli estima que Japón concentra en torno a 60% de la producción mundial de este componente; dos fábricas, que representan 25% de los envíos de wafers de silicio, fueron cerradas después del sismo.

"Se trata de un desafío a largo plazo", dijo Paul Reilly, vicepresidente ejecutivo y director general de finanzas de Arrow Electronics Inc., uno de los mayores distribuidores de chips. "Estamos siguiendo de cerca la situación".

La mayoría de fabricantes de chips suelen acumular varias semanas de inventarios de estas obleas. El impacto potencial sobre este sector depende de cuándo los fabricantes de wafers puedan regresar a su producción tradicional y la rapidez con que puedan reaccionar las fábricas alternativas.

Estas incertidumbres afectan a otros miles de componentes, cada uno con diferentes niveles de inventario, previsiones de reinicio de la producción y fuentes alternativas de manufactura.

Renesas Electronics Corp. tiene ocho plantas en el área afectada por el terremoto en diferentes etapas de recuperación. La compañía es el mayor productor de microcontroladores, chips utilizados para controlar operaciones electrónicas en miles de productos, incluyendo autos y electrónicos de consumo.

ON Semiconductor Corp. también vende una amplia variedad de chips para distintas aplicaciones. Cuenta con seis fábricas en la zona del epicentro que han sufrido con los apagones.

Toshiba Corp. y su socio SanDisk Corp. lograron en gran parte esquivar los problemas en sus fábricas de chips de memoria flash utilizados en productos tan populares como el iPhone y el iPad de Apple Inc. Pero otra planta de Toshiba sufrió daños, junto con otra especializada en las pantallas de cristal líquido.

Texas Instruments Inc. aportó uno de los informes más detallados del impacto del terremoto, en el que comunica que una fábrica en Miho que representaba 10% de sus ingresos de 2010 probablemente no recuperará su plena capacidad hasta septiembre.

(Por Don Clark y Lorraine Luk)

Electrónicos

Japón es la cuna mundial del negocio de los electrónicos, donde se producen muchos de los ingredientes clave de los aparatos más populares, como las láminas de silicio utilizadas para chips de memoria y baterías. Aun así, los mayores fabricantes de consolas de videojuegos, televisores y otros electrónicos de consumo siguen sin saber con exactitud en qué medida sus consumidores sentirán los efectos del terremoto.

Los fabricantes de electrónicos de consumo aún no han recortado sus metas de producción como consecuencia del desastre. Pero incluso compañías que aseguran no haber sufrido ninguna clase de interrupción en sus operaciones se muestran cautelosas y añaden la frase "por ahora" a sus evaluaciones.

Nintendo Co., por ejemplo, está a punto de lanzar un producto importante, la presentación el 27 de marzo en Estados Unidos de su consola portátil en tres dimensiones Nintendo 3DS. El gigante asegura que ninguno de sus empleados resultó herido y todas sus instalaciones siguen intactas.

"Las operaciones, incluyendo los envíos de productos a futuro, no se han visto afectados de manera significativa, por ahora", señaló Nintendo en un comunicado.

Otros aparatos populares, como el iPad 2 de Apple, dependen de componentes de Japón que podrían enfrentar una escasez. El iPad 2 contiene cinco componentes que vienen de Japón, incluyendo los chips de memoria flash de Toshiba Corp. y una brújula electrónica de AKM Semiconductor, según un análisis del producto llevado a cabo por IHS iSuppli. Con todo, la firma asegura que Apple podría encontrar las partes con proveedores de otros países.

Apple no quiso revelar si ha sentido el impacto de la situación en Japón. El suministro de iPads 2 sigue siendo escaso. Actualmente, el sitio de Apple muestra retrasos de hasta cinco semanas para la entrega del aparato.

Sony Corp. dijo que las operaciones en 9 de sus 25 fábricas en Japón, que producen desde baterías y chips a equipos de audio, estuvieron temporalmente paralizadas, al menos en parte, debido a daños causados por el terremoto y problemas de suministro eléctrico. Tres de ellas han reiniciado sus operaciones, si bien sólo parcialmente. La empresa calcula que podrá reiniciar la actividad en otras 6 plantas que siguen cerradas por escasez de partes a partir del primero de abril.

Aun así, Sony informo que no cree que los envíos internacionales de televisores y consolas PlayStation 3 se vean afectados ya que son fabricados fuera de Japón.

Pero incluso las fábricas que no se vieron directamente afectadas por el desastre han sufrido debido a los apagones de electricidad y problemas de infraestructura. Sharp Corp. dijo que su planta de ensamblaje de televisores en Tochigi empezó a reanudar sus operaciones el 15 de marzo, aunque sus jornadas de trabajo se han reducido.

(Por Nick Wingfield y Yukari Kane)

Autos

Por más de dos décadas, Japón y sus fabricantes de autos han estado en ascenso, quitándole participación de mercado a sus rivales estadounidenses y europeos, estableciendo estándares de calidad y obteniendo grandes ganancias.

Sin embargo, luego del terremoto, Japón se encontrará con que su posición ha sido desafiada. Por el resto del año y posiblemente por más tiempo, los fabricantes nipones tendrán que concentrar sus energías y recursos en reconstruir sus plantas locales, dando a sus rivales de Estados Unidos, Corea del Sur y Europa oportunidades de sacar ventaja en otros lugares, especialmente en los mercados emergentes incluyendo a China e India.

En Estados Unidos, el panorama ya cambió, y los más grandes fabricantes japoneses están a la defensiva. Toyota Motor Corp., luego de los problemas que tuvo con la calidad de sus productos el año pasado, está perdiendo participación, que le ha sido quitada por Hyundai Motor Co. Pero Ford Motor Co. y General Motors Co. también están fortalecidas.

El sismo está causando dificultades a los fabricantes europeos y estadounidenses que dependen de algunas partes fundamentales fabricadas en Japón, principalmente electrónicas. Pero el impacto debería ser de corto plazo porque la industria automotriz y sus proveedores tienen significativas operaciones regionales. Una gran mayoría de los autos vendidos en América del Norte son fabricados allí. Lo mismo ocurre en Europa, China, América del Sur y otros mercados.

Como resultado, la mayoría de los fabricantes podrán volver a funcionar normalmente con bastante rapidez mientras que Japón se rezagará.

El terremoto también es una amenaza para la mayor fortaleza de la industria automotriz japonesa: las exportaciones. En 2010, 4,9 millones de nuevos vehículos fueron vendidos en Japón pero los fabricantes exportaron un total de 9 millones de unidades. Ningún otro país que fabrica vehículos es tan dependiente de las exportaciones. Pero ahora que muchas plantas están ociosas, el negocio exportador está para quien lo tome, al menos temporalmente.

Más adelante, a medida que más fábricas sean construidas en mercados con mano de obra barata, las exportaciones niponas sentirán más presión. Las compañías de Japón tendrán que evaluar si pueden continuar exportando desde sus plantas locales que presentan altos costos. La respuesta podría encontrarse en Tailandia, donde Nissan Motor Co. se está preparando para hacer lo que alguna vez fue impensable: exportar pequeños autos a Japón.

(Por Neal E. Boudette)

Acero

En 2010, Japón superó a China para convertirse en el principal exportador de acero del mundo. A pesar de la caída esperada en las exportaciones de acero japonés como resultado del terremoto, es poco probable que el mercado mundial de este producto vea una volatilidad prolongada en los precios y el suministro.

Esto se debe a que las acerías en Estados Unidos, Europa, Asia y otros lugares, todavía están sintiendo los efectos de la recesión global y están sub-utilizadas. Grandes siderúrgicas de 64 países están operando a aproximadamente 82% de su capacidad, de acuerdo con la Asociación Mundial del Acero.

Estas plantas están incrementando su producción. Los astilleros de Asia, que dependen de las acerías japonesas, han pedido a la compañía surcoreana Posco, la tercera fabricante de acero del mundo por volumen, que incremente su producción destinada a embarcaciones para compensar posibles interrupciones en el suministro. Y los fabricantes de acero de China y Taiwán dicen que sus plantas pueden proveer a las compañías que dependen de proveedores nipones.

Los analistas de la industria predicen que la producción japonesa podría caer hasta 20%, o 24 millones de toneladas anualizadas, en los próximos tres meses. Nippon Steel Corp y JFE Steel Corp, las dos principales siderúrgicas de Japón, dijeron que sus altos hornos que habían sido temporalmente cerrados por el terremoto ya están operando de nuevo. Pero la energía sigue siendo el gran problema que enfrentan todas las acerías japonesas. Estas plantas, fundamentalmente aquellas que funden acero reciclado para fabricar un nuevo producto, consumen enormes cantidades de electricidad y han sido afectadas por los cortes del suministro generados por el vacío que dejó la crisis nuclear en la red de suministro.

Río Tinto, el segundo proveedor mundial de mineral de hierro transportado por mar, no espera que bajen las ventas, aún cuando Japón el segundo importador podría recortar las compras en el corto plazo. Otras siderúrgicas compensarían la demanda, según Sam Walsh, director de las operaciones de mineral de hierro en Australia de Rio Tinto. A largo plazo se espera que la reconstrucción de Japón use grandes cantidades de acero.

(Por Robert Guy Matthews)

Manufactura

Las consecuencias del terremoto posiblemente crearán algunos problemas menores en todo el mundo para los fabricantes y compradores de maquinaria. Pero a largo plazo, algunas grandes compañías industriales dicen que la masiva reconstrucción en Japón podría llevar a un crecimiento de su actividad.

Empresas con sede en Japón, incluyendo Komatsu Ltd, Hitachi Construction Machinery Co. y Kobelco Construction Machinery Co. son los principales fabricantes globales de excavadoras y las exportan a todo el mundo.

Algunos concesionarios de Estados Unidos han advertido que las entregas de excavadoras desde Japón, al menos en el corto plazo, podrían demorar 60 o más días más de lo habitual.

Caterpillar fabrica excavadoras, máquinas cargadoras y tractores en Japón que, en su mayoría, exporta a China y otros países de Asia. Todavía no ha tenido ninguna interrupción significativa a su cadena de suministro en Japón o en otros países.

A largo plazo, los ejecutivos de Caterpillar esperan que la reconstrucción incremente la demanda del sector de la construcción y de equipos de generación de energía si como consecuencia del terremoto se usa menos la de origen nuclear. El desastre también podría ayudar a Japón a salir de años de estancamiento económico, dijo el presidente ejecutivo de Caterpillar, Doug Oberhelman.

Deere & Co depende de Hitachi para recibir importantes componentes utilizados en sus excavadoras. Deere dijo que espera algunas demoras en las entregas de algunas de ellas. Tres de las plantas de Hitachi en Japón reanudaron la producción, pero otras dos siguen ociosas y no se sabe cuándo volverán a funcionar.

(James R. Hagerty)

Alimentos

Los temores de contaminación por radiación en el suministro de Japón probablemente perjudicarán las exportaciones de alimentos del país, incluso cuando los expertos aseguran que el riesgo es casi inexistente para su producto más popular, los mariscos.

Japón depende mucho de las importaciones de alimentos por lo que las exportaciones son relativamente pequeñas. Según la Organización de Comercio Exterior de Japón, el país exportó unos US$ 3.270 millones en alimentos en 2009, de los cuales US$ 1.470 millones, o 45%, provenían de los productos de mar y sus versiones procesadas.

Muchos países han cancelado sus importaciones de alimentos japoneses. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA) ha prohibido los lácteos, así como algunas frutas y vegetales de las áreas afectadas en Japón. La agencia también dijo que comprobará la calidad de todos los alimentos, incluyendo los productos de mar, en busca de contaminación por radiación.

Singapur ha suspendido sus importaciones de lácteos, frutas y vegetales, productos de mar y carnes de las cuatro prefecturas consideradas en riesgo de contaminación. Australia ha emprendido medidas similares, mientras que Corea del Sur y Tailandia han incrementado sus pruebas sobre los alimentos japoneses.

En EEUU, los productos de mar, snacks y frutas y vegetales procesados constituyen las importaciones más comunes de Japón, si bien apenas representan 4% de las importaciones totales de alimentos. En 2010, las exportaciones japonesas de productos de mar a EEUU sumaron US$ 246,3 millones, una pequeña fracción de los US$ 14.730 millones en productos de mar provenientes de todo el mundo que EEUU importó el año pasado.

De hecho, muchos de los alimentos japoneses más populares son producidos en el extranjero. Por ejemplo, los fideos Nissin y Maruchen y la salsa de soya Kikkoman se hacen en varias plantas en EEUU para su distribución en el país.

A su vez, Kobe, cuna de la reconocida clase de carne de res, se encuentra a casi 650 kilómetros al sur de la atribulada central nuclear de Fukushima, por lo que se considera que está fuera de peligro.

(Por Elizabeth Holmes)

Químicos

Las empresas petroquímicas japonesas sufrieron pocos daños permanentes por los desastres naturales de Japón. JX Nipón Oil & Energy Corp., Mitsubishi Chemical Corp. y otros fabricantes en la zona de impacto suspendieron sus operaciones para evaluar la situación y lidiar con los apagones eléctricos, lo cual podría seguir siendo un problema en los próximos meses. Pero muchas plantas están de nuevo en funcionamiento e incrementando lentamente su producción para compensar por el tiempo perdido.

Las grandes excepciones son Maruzen Petrochemical Co. y Cosmo Oil Co., que cuentan con refinerías químicas en Chiba que sufrieron incendios y probablemente permanecerán cerradas por un período prolongado.

Japón consume gran parte de su producción de petroquímicos básicos como el etileno y el polietileno -ingredientes clave para diferentes clases de plásticos- y exporta la mayor parte del resto a sus vecinos asiáticos. Sin embargo, es poco probable que cualquier declive en la producción nipona de estos commodities químicos provoque escasez a largo plazo en el mercado local o el Asia oriental, un importante mercado, debido a que cuentan con abundantes reservas, aseguraron productores y corredores.

Más importante en el comercio global son las resinas epoxi y otros plásticos de alta gama utilizados en productos como motores eléctricos, circuitos para computadoras y chapas de autos. General Motors Co. y otras automotrices en EEUU ya están reduciendo la producción de algunos de sus modelos por la falta de algunos componentes de Japón. Los fabricantes de computadoras también podrían sentir la presión. Según un análisis, Japón es la fuente de 90% de las resinas epoxi utilizadas en los circuitos impresos de todo el mundo.

Reconstruir los hogares y reponer los autos en las zonas principalmente rurales que fueron devastadas por el terremoto y el tsunami incrementará la demanda en Japón de petroquímicos, desde el butadieno, para fabricar componentes de la carrocería de un auto, a plásticos y disolventes utilizados en la construcción. Sin embargo, el rápido envejecimiento de la población de Japón significa que, pese a cualquier repunte por el esfuerzo de reconstrucción, la industria química enfrenta un mercado local cada vez más pequeño.

(Por Ben Lefebvre)

Energía

Las fallas expuestas en el sistema nuclear de Japón podrían dar un nuevo impulso a los combustibles fósiles, a medida que disminuyen las posibilidades de un renacimiento atómico.

Los reactores nucleares inutilizados por el sismo representan alrededor de 8% de la capacidad de generación eléctrica de Japón y no volverán a funcionar en años. El gas natural llenará la mayor parte de ese vacío, lo que hará que el consumo de combustible aumente aproximadamente un tercio, informó la Agencia de Información de Energía.

Japón ya es el principal importador de gas natural licuado (GNL) del mundo, y la perspectiva de un alza en la demanda ya está despertando al mercado de este producto de su adormecimiento generado por la recesión. Embarques extra de GNL ya están en camino a Japón y Rusia ha prometido que enviará más gas natural a Europa a través de gasoductos, lo que libera más GNL que irá en barcos a Japón.

La crisis podría resultar en una reducción de la oferta en el mercado mundial de GNL a partir de 2012, de acuerdo con la empresa de consultoría en temas energéticos IHS Cambridge Energy Research Associates. Exxon Mobil Corp, Royal Dutch Shell PLC y otras importantes empresas energéticas occidentales que han hecho grandes apuestas al gas porque habían quedado marginadas de muchas oportunidades de negocios con el petróleo, se van a beneficiar.

Todo esto ocurrirá a expensas de la energía nuclear. La crisis de Japón perjudicó las esperanzas inmediatas de un nuevo amanecer para esta industria. Ahora Europa, China y Estados Unidos están analizando de cerca sus programas nucleares y los inversionistas se están retirando de las empresas de servicios públicos que dependen en forma significativa de la energía atómica.

Aunque la crisis afectará a la energía nuclear durante, quizás, una década, a largo plazo su escasas emisiones de gases de efectos "invernadero" le asegurarán un rol en el sistema energético mundial, dice Bill Colton, vicepresidente de Exxon para planificación corporativa estratégica. "No pienso que la sociedad vaya a alejarse tan fácilmente" de este tipo de energía, dijo.

Japón consumirá más petróleo a medida que enciende sus generadores eléctricos que utilizan diesel, pero el incremento será en gran medida compensado por una reducción de la actividad económica, y por lo tanto los precios del petróleo crudo no tendrán un aumento tan importante. La industria refinadora, sin embargo, se verá sacudida porque Japón demandará más derivados del petróleo, ya que más de la cuarta parte de sus refinerías no están funcionando.

(Por Ángel González)

Finanzas

Los bancos globales probablemente sufrirán pérdidas por los préstamos respaldados por inmuebles que fueron devastados. Y la ola de ventas en la bolsa junto con la volatilidad del tipo de cambio que se produjeron luego del desastre podría afectar sus resultados operativos. Pero también están posicionados para beneficiarse de un esfuerzo de reconstrucción que seguramente requerirá mucho crédito.

Willem Buiter, economista jefe de Citigroup Inc, que tiene 5.000 empleados en Japón, la plantilla más numerosa para un banco estadounidense, predice "un boom masivo en el mercado inmobiliario y en la infraestructura por la reconstrucción".

Las compañías de seguros ayudarán a refinanciar ese esfuerzo al hacerse cargo de entre 10 y 20% de la cuenta a pagar por daños a las propiedades que puede llegar a los US$ 200.000 millones, pero sus pólizas podrían subir a medida que el desastre pone en evidencia la importancia de asegurar las propiedades.

Los pagos que se pueden demandar a las aseguradoras en caso de terremoto tienen un tope de US$ 7.000 millones. El gobierno japonés absorbe cualquier pérdida por encima de ese umbral.

No existe un respaldo así para los daños sufridos por las propiedades comerciales, y el costo de la interrupción de los negocios es otro factor impredecible, de acuerdo con Moody's Investors Service. La mayoría de los fabricantes estadounidenses, por ejemplo, tienen algún tipo de cobertura para los casos de interrupción de los negocios, que podría hacer que los aseguradores tengan que pagar en caso de que haya interrupciones como consecuencia del sismo en la cadena de suministro.

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