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Estudio de las fobias humanas y su relevancia en la sociedad actual (página 6)


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7

*Polifobia:Miedo a muchas cosas. También se conoce como panofobia o pantofobia.Se trata de una condición anormal, marcada por la presencia de muchas fobias no necesariamente vinculadas entre sí. Por eso, se dice que quienes padecen de polifobia tienen miedo a muchas cosas diferentes.

*Poliosofobia:Miedo a contraer la poliomielitis.Se trata de una de las tantas fobias relacionadas con contraer una determinada enfermedad (por ejemplo, meningitofobia, carcinofobia, o albuminurofobia) y que puede llegar a hacer creer a los fóbicos que realmente han contraído aquello a lo que temen (en este caso, la poliomielitis, enfermedad causada por la infección con el poliovirus, infecta los nervios y puede causar parálisis temporal e incluso la muerte). Cabe aclararse que la poliomielitis está prácticamente erradicada debido a las campañas masivas de vacunación en distintos países del mundo. Sin embargo, ante cualquier síntoma, tales como fiebre o dolor de cabeza, el fóbico creerá que ha contraído la enfermedad.

*Politicofobia:Miedo o una fuerte aversión hacia los políticos.No necesariamente se trata de una fobia propiamente dicha (en el sentido de un pánico extremo e irracional), sino que el término se utiliza para indicar sentimientos negativos, de rechazo y de desprecio, hacia los políticos, la política y las conversaciones al respecto.

*Ponofobia:Miedo a trabajar en exceso.

*Porfirofobia:Miedo al color púrpura.

*Potamofobia:Miedo a los ríos o a las aguas fluyentes.

*Potofobia:Miedo al alcohol y a las bebidas alcohólicas. Véase también metifobia.

*Proctofobia:Miedo al recto. También se conoce como rectofobia.

*Prosofobia:Miedo al progreso.

*Pselismofobia:Miedo a tartamudear.Se trata de una de las llamadas fobias sociales, ya que normalmente quienes la padecen temen enfrentarse al público por miedo a hacer el ridículo con su dificultad. El tartamudeo es un impedimento del habla en el cual el flujo normal se interrumpe con frecuentes repeticiones y hesitaciones, o la prolongación de sonidos por la dificultad de empezar a pronunciar las palabras. Estas repeticiones pueden estar acompañadas de gesticulaciones, como guiños de ojos, temblores de labios o de la mandíbula. Es normal que los niños pequeños, entre 2 y 6 años, presenten en algún grado el tartamudeo, pero luego más adelante lo corrijan.Esta condición afecta especialmente a los hombres y puede tener un efecto catastrófico en sus vidas, debido a la frustración que implica el no poder comunicarse con los demás de una manera fluida. En ocasiones pueden hablar fluidamente consigo mismos y solamente muestran la dificultad al intentar hablar con otras personas, especialmente a los extraños, o al conocer gente nueva.Es posible sobreponerse a esta condición, e incluso mantener un trabajo que requiera confrontarse con el público. Entre los famosos que padecen o padecieron este trastorno podemos encontrar a Winston Churchill, Marilyn Monroe, James Earl Jones, Bruce Willis, Jimmy Stewart y Carly Simon, por nombrar a algunos.

*Psicofobia:Miedo a la mente.

*Pteromeranofobia:Miedo a volar.

*Pteronofobia:Miedo a que le hagan cosquillas con una pluma.Quienes padecen de esta extraña condición, pueden presentar temor o aversión a las plumas, especialmente cuando se las utiliza para hacerles cosquillas. Ciertos eventos de la niñez, como hacerle cosquillas a un bebé, pueden llegar a detonar esta fobia, debido a que el pequeño se siente atrapado. La risa del bebé ante las cosquillas puede ser malinterpretada por el adulto como signo de alegría, cuando en realidad se produce como acto reflejo, y el niño está experimentando angustia.

*Ptiriofobia:Miedo a los piojos. También se conoce como pediculofobia.

*Ptisiofobia:Miedo a contraer la tuberculosis. También se conoce como tuberculofobia. Se trata de una de las tantas fobias relacionadas con contraer una determinada enfermedad (por ejemplo, meningitofobia, poliosofobia, o cardiofobia) y que puede llegar a hacer creer a los fóbicos que realmente han contraído aquello a lo que temen (en este caso, la tuberculosis, enfermedad infecciosa bacteriana que afecta los pulmones y puede ser mortal). Si bien sigue habiendo muchos casos, especialmente en los países subdesarrollados, cabe aclararse existen en la actualidad vacunas y tratamientos con antibióticos disponibles para tratar esta enfermedad. Ante cualquier síntoma, tales como fiebre o tos, el fóbico creerá que ha contraído la enfermedad.

*Pupafobia:Miedo a los títeres o a los muñecos.Quienes padecen de esta fobia temen a las marionetas y a los títeres, así como en algunos casos también a los muñecos articulados. Se trata de un diagnóstico clínico basado en lo que Freud llamara "lo siniestro" o "lo ominoso" (Unheimlich), cuando un objeto inanimado se parece demasiado a uno mismo y nos recuerda a nuestra propia mortalidad.

*Quenofobia:Miedo al vacío o a los espacios vacíos.

*Querofobia:Miedo a la alegría.

*Quifofobia:Miedo a inclinarse o a agacharse.

*Quimofobia:Miedo a los productos químicos. Ver chemofobia.

*Quionofobia:Miedo a la nieve.Si bien quienes padecen de esta fobia comprenden que la nieve en sí no representa una amenaza a su persona, además de que los otros constantemente le aseguran de que no hay peligro, los quionofóbicos no soportan la nieve, les desagrada verla y no pueden pensar siquiera en tocarla. En algunos casos, no quieren estar solos cuando los copos de nieve están cayendo del cielo.Esta fobia está asociada con la criofobia (miedo al frío), debido a que quienes padecen quionofobia detestan el invierno porque siempre existe la posibilidad de que nieve.Los síntomas, si bien varían de persona a persona, son similares a los de otras fobias: ansiedad extrema, sequedad bucal, palpitaciones, náuseas, mareos, etc. Para tratar ésta, así como otras fobias, existe la terapia, y en algunos casos se puede recurrir a la medicación.

*Quiraptofobia:Miedo a ser tocado. También se conoce como afenfosfobia (ver), hafefobia o haptefobia.

*Quirofobia:Miedo a las manos. También se conoce como chirofobia.

*Rabdofobia:Miedo a ser severamente castigado o golpeado con una vara.

*Radiofobia:Miedo a la radiación o a los rayos x.Existe un documental del año 2005 con este título, referido a la catástrofe de Chernobyl. En efecto, la radiofiobia consiste en el miedo anormal a la radiación ionizante, y también se lo utiliza como miedo a los rayos X. Este término es usado en varios sentidos relacionados entre sí: como referencia a un desorden neurológico, como una fobia específica y (polémicamente, no en medicina) como la oposición general al uso de energía nuclear.El miedo a la radiación ionizante no es algo innatural desde el momento en que ésta puede implicar un riesgo significativo; sin embargo, este temor puede volverse anormal e incluso irracional, a menudo debido a pobre información recibida o baja comprensión, pero también como consecuencia de una experiencia traumática.En la antigua Unión Soviética muchos pacientes con enfermedades radioactivas luego del desastre de Chernobyl fueron acusados de radiofobia, tal vez en un intento de disminuir la escala de las consecuencias. Estos reclamos fueron sostenidos en algunos reportes de los expertos de la Agencia Internacional de Energía Atómica. Al mismo tiempo, la radiofobia (en el sentido de un miedo excesivo a la radiación) existía ampliamente dentro de la población afectada, por la razón de que estas personas creían que el gobierno les estaba mintiendo y subestimando seriamente el grado de peligro.Al mismo tiempo, los expertos médicos que investigaban las consecuencias psicológicas de Chernobyl han presentado evidencia que indica que ciertos síntomas psiconeurológicos -que se manifiestan en la fatiga, alteraciones del sueño, dificultades de la memoria, etc. (por ejemplo, los similares a aquellos del síndrome de fatiga crónica)- parecían no tener correlación directa con la dosis de radiación recibida, o con el nivel de contaminación del área de residencia.En los Estados Unidos ha habido intentos de restar importancia al peligro de la radiación mediante la estigmatización de los oponentes de las plantas nucleares y las pruebas atómicas, a quienes se los etiqueta como "fóbicos". Hoy el término "radiofobia" se aplica polémicamente a los argumentos en contra de la utilización de este tipo de energía.

*Ranidafobia:Miedo a las ranas. También se conoce como batraciofobia.Se trata de un tipo específico de zoofobia (miedo a los animales). El origen de esta fobia por lo general se remonta a algún incidente traumático en la infancia de la persona que padece esta afección. Un miedo leve inicial puede ir desarrollándose hasta volverse una fobia con el paso de los años. El término deriva del latín "ranidus" (rana) y del griego "phobos" (miedo).

*Rectofobia:Miedo al recto o a las enfermedades rectales. También se conoce como proctofobia.

*Ripofobia:Miedo a la defecación.

*Ritifobia:Miedo a que a uno le salgan arrugas.

*Rupofobia:Miedo a la suciedad.Quienes padecen de esta fobia tienen miedo a la suciedad y a lo sucio. Se trata de una fobia obsesiva. El sujeto que es víctima de ésta cumple constantemente el acto de limpiarse a sí mismo (por ejemplo, al lavarse continuamente las manos) o del ambiente que lo circunda (por ejemplo, de su casa).La rusofobia es un trastorno de ansia que revela, del punto de vista psicoanalítico, que no somos capaces de soportar nuestras carencias, "sombras" según Jung, estos es las partes escondidas de nosotros mismos, de las cuales buscamos desembarazarnos en el rito de la limpieza. Según el psicoanálisis la rusofobia puede esconder un inconfesado rechazo de la sexualidad, del esperma, de la menstruación o del embarazo, todos ellos hechos que el sujeto vive en modo conflictivo.

*Rusofobia:Miedo a Rusia, los rusos y a todo lo relacionado con la cultura rusa.Este término no suele ser utilizado como referencia a una fobia propiamente dicha, sino a sentimientos negativos de rechazo, discriminación, desconfianza, deshumanización y hostilidad en general hacia la cultura rusa o a los rusos en general. Es, por lo tanto, una forma de xenofobia (desprecio a los extranjeros). Este término puede describir las acciones y actitudes de los individuos así como también las políticas y declaraciones de los gobiernos y otras organizaciones.En política internacional moderna, el término rusofobia se utiliza para describir clichés preservados desde la época de la Guerra Fría. Muchos prejuicios, a menudo introducidos como elementos de la guerra política contra la Unión Soviética, aún se observan en las discusiones sobre las relaciones con Rusia. La extensión de la rusofobia varía de país a país y depende no sólo de la geografía sino de las fracciones sociales. La intensidad de la rusofobia en diversos países ha evolucionado a lo largo de la historia. Los sentimientos rusofóbicos más populares son que todos los rusos son borrachos, de que hay una mafia rusa o que se trata de bárbaros asiáticos.El disgusto por los rusos es a veces un contragolpe de la política de rusificación propia de los tiempos de Rusia Imperial y la Unión Soviética, así como también de las políticas del gobierno ruso moderno. Sin embargo, algunos autores afirman que la rusofobia tiene una larga tradición y ha existido por muchos siglos, antes de que Rusia se volviera una de las mayores potencias en Europa.Es difícil trazar una distinción entre una xenofobia casual, observable para dos personas cualquiera viviendo lado a lado o incluso mezcladas e involucradas históricamente en conflictos armados. También, puede ser que no siempre sea fácil separar acciones impopulares en Rusia causadas por preocupaciones políticas racionales de sus vecinos, de las acciones causadas por una rusofobia irracional. Las opiniones al respecto son altamente subjetivas y pueden variar ampliamente entre diversos historiadores.

*Samhainofobia:Miedo a la fiesta de Halloween.Cada Halloween, millones de personas pagan para temblar de susto viendo en el cine películas de horror. Halloween es en sí mismo la celebración de lo terrorífico: las personas se disfrazan de aquellos seres que más los asustan en medio de una celebración mórbida. Decoran sus fiestas con telas de araña y lápidas de papel. En los jardines delanteros, los peatones son saludados por figuras de esqueletos y fantasmas.Mucha gente enfrenta estos miedos con entusiasmo y sentido del humor. Para algunas personas, sin embargo, el miedo no es divertido. No es una experiencia para buscarla ni una emoción para inducir. En cambio, los llena con un sentido real de amenaza. Esto es lo que se conoce como samhainofobia, es decir, el miedo a Halloween.Si bien probablemente no sea demasiado común, esta fobia se incrementa cada octubre en los países que celebran esta festividad. Algunos cristianos tienen samhainofobia porque consideran a Halloween una celebración satánica. Pero en la mayoría de los casos, las personas temen a Halloween debido a que incrementa otras fobias: a los gatos (ailurofobia), a los fantasmas (espectrofobia), a las arañas (aracnofobia), a la oscuridad (nictofobia) y a los cementerios (coimetrofobia).

*Sarmasofobia:Miedo a los juegos amorosos. También se conoce como malaxofobia.El término sarmasofobia proviene del latín "Sarmatia", una antigua región próxima al Mar Muerto. El nombre sarmasofobia deriva de la percepción que los griegos tenían en relación a las amazonas, mujeres legendarias que tenían aversión por el contacto con los hombres y que, según Heródoto y otros historiadores antiguos, habrían sido ancestros de los sármatas. Para más información, véase malaxofobia.

*Satanofobia:Miedo a Satán.

*Selacofobia:Miedo a los tiburones.Esta fobia –que se cuenta dentro de la más general zoofobia (miedo a los animales)- constituye un problema para muchos nadadores, quienes se sienten totalmente incapaces de nadar en el mar, ni mucho menos practicar buceo o pesca submarina, incluso cuando se les asegure de que se han implementado procedimientos de seguridad como redes de protección. En casos extremos, incluso la foto de un tiburón puede llegarles a provocar un ataque de pánico. Existen también algunos casos registrados en video de personas tan aterrorizadas que se niegan a nadar en piscinas que están ubicadas a cientos de kilómetros del océano, o incluso darse un baño, por miedo al ataque de un tiburón.La aparición de esta fobia afloró al poco tiempo del estreno de Tiburón, la exitosa película de Steven Spielberg. De hecho, muchas personas que sufren de selacofobia, e inclusive algunos psicólogos, atribuyen el miedo a los tiburones específicamente a dicha película. Pero el daño producido por la cinta no está limitado a haber producido pánico a miles: desde 1975, los científicos han reportado una gran matanza de tiburones en todo el mundo. Esto ha contribuido directamente a que la población de tiburones blancos descendiera, poniendo a la especie en peligro.Como otras fobias específicas, la selacofobia puede ser tratada con hipnoterapia, terapia conductual y/o medicación. Sin embargo, en ocasiones puede dificultarse encontrar el enfoque adecuado para cada individuo.Dentro de los famosos, hay dos casos conocidos de selacofobia, a saber, Brad Pitt y Justin Timberlake.

*Selafobia:Miedo a los flashes de luz.

*Selenofobia:Miedo a la luna.

*Seplofobia:Miedo a las sustancias putrefactas.

*Sexofobia:Miedo al sexo opuesto. También se conoce como heterofobia.

*Sidafobia:Miedo a contraer sida.Se trata de una de las tantas fobias relacionadas con contraer una determinada enfermedad (por ejemplo, luifobia, carcinofobia, albuminofobia) y que puede llegar a hacer creer a los fóbicos que realmente han contraído aquello a lo que temen (en este caso, el SIDA, una enfermedad que se contagia principalmente por transmisión sexual y por compartir jeringas, así como también en el parto de una madre infectada al bebé o por recibir transfusiones de sangre que no han sido debidamente testeadas).Es normal y absolutamente recomendable tomar precauciones durante las relaciones sexuales para evitar contraer el SIDA y otras ETS. Principalmente, el uso de preservativos durante las relaciones sexuales genitales, orales y anales disminuye significativamente los riesgos. Sin embargo, alguien que padezca la fobia se encontrará temiendo activamente la enfermedad incluso cuando no corra el riesgo de infectarse, y esto puede llegar a afectar su vida sexual y disminuir su calidad de vida.La fobia ha sido incrementada desde que la enfermedad pasó a estar en boca del gran público. Los casos de fobia en general se caracterizan por una gran falta de información sobre cómo el SIDA puede contagiarse o no (por ejemplo, un cartero que se niegue a entregar la correspondencia, temiendo que sus destinatarios estén infectados y de alguna manera se lo puedan transmitir). Existe el término pseudo-SIDA para referirse a aquellos casos donde la ansiedad y la depresión generan respuestas físicas similares a los síntomas del SIDA, como pérdida de peso, sudores nocturnos, letargo, pérdida de apetito y dolores de cabeza. Estos rasgos refuerzan la creencia errónea de estar infectado con el virus del SIDA.¿Cómo diferenciar una fobia de un miedo normal a contraer una enfermedad que puede ser mortal? Bien, en principio el miedo al SIDA produce una hipervigilancia, una respuesta característica ante cualquier situación temida. Esto conduce a un comportamiento del estilo "mejor prevenir que curar", que en muchas ocasiones ha sido favorable para nuestra especie humana. De hecho, el miedo es un legado evolutivo vital que ha conducido a nuestra especie a evitar las amenazas, sin el miedo, pocos sobrevivirían por mucho tiempo a las condiciones naturales.Sin embargo, existe una cantidad óptima de miedo –demasiado poco produce descuidos, demasiado puede paralizarnos. Entonces, la comunidad médica se ve en el desafío de aprender a tratar el tema del SIDA y su prevención de manera que produzca las deseadas conductas de prevención, sin llegar a generar pánico en el público. Es importante destacar que un cierto miedo a contraer la enfermedad ha generado que la comunidad en general (y algunos sectores en particular, como por ejemplo la comunidad homosexual) se vuelva gradualmente más precavida, y así las posibilidades reales de que la enfermedad se disemine, disminuyan.Pero la sidafobia, como miedo irracional y desproporcionado, genera muchas conductas de discriminación y segregación de las personas que padecen la enfermedad o se cree que puedan tener riesgos de haberla contraído. En gran parte, esto se solucionaría con más educación e información sobre cómo se transmite la enfermedad –y cómo no se la puede transmitir-.

*Siderodromofobia:Miedo a los trenes, a las vías férreas o a viajar en tren.Quienes padecen de esta condición pueden llegar a sufrir ataques de pánico al viajar en tren. Los siderodromofóbicos detestan y temen a este medio de transporte, cómo suena, su velocidad, etc. Se dice que Sigmund Freud –padre de la psiquiatría moderna- padecía de esta fobia. El término proviene del griego "sideros" (hierro), "dromos" (calle) y "phobos" (miedo).

*Siderofobia:Miedo a las estrellas.

*Sifilofobia:Miedo a contraer sífilis. También se conoce como luifobia

*Simbolofobia:Miedo al simbolismo.De acuerdo con Patrick J. Hayes y Kenneth M. Ford (ver link), básicamente, lo que temen los individuos que padecen este trastorno es a la idea de que los ordenadores son máquinas simbólicas: de hecho, las únicas máquinas que tanto manipulan como son manipuladas por símbolos, son "sistemas físicos simbólicos". La tensión que producen puede ser el precursor clínico de este extraño desorden conocido como simbolofobia. Los que padecen de esta fobia toman la palabra "símbolo" como simbólica para todo lo que está mal con la inteligencia artificial. Se acusa a los símbolos de rigidez, falta de sustento, incorporeidad, formalidad, serialidad, lógica, etc. Las víctimas de la simbolofobia a menudo encuentran seguridad imaginando que las computadoras son sistemas subsimbólicos, analógicos, biológicos o situados socialmente.No se ha encontrado aún una cura completa, si bien existen algunas posibilidades de tratamiento.

*Simetrofobia:Miedo a la simetría.

*Singenesofobia:Miedo a los parientes.

*Sinistrofobia:Miedo a las cosas ubicadas a la izquierda, a coger cosas con la mano izquierda o bien a los zurdos.Desde que Julio César –siendo él mismo zurdo- instruyó a los romanos para saludarse siempre con la mano derecha (se dice que lo hizo para conservar siempre sus armas en la mano izquierda, que en su caso era la hábil), en el mundo se ha tendido a ver a los diestros como "los correctos" y a los zurdos como "los equivocados". La propia lengua española marca la diferencia: alguien "diestro" es alguien hábil, mientras que lo "siniestro" tiene marcadas connotaciones negativas. De cualquier manera, nuestro idioma no es una excepción: se pueden encontrar términos peyorativos con respecto a la izquierda en casi todas las lenguas. Entre el 10% y el 13% de las personas son zurdas.Quienes padecen de sinistrofobia temen coger cosas con la mano izquierda, a la que se considera de mal agüero. Las supersticiones que la condenan han calado hondo en estas personas, hasta llegar a producirles mucha ansiedad y hasta ataques de pánico en casos graves.

*Sinofobia:Miedo a China, a los chinos o bien a la cultura china.Este término no suele ser utilizado como referencia a una fobia propiamente dicha, sino a sentimientos negativos de rechazo, discriminación, desconfianza, deshumanización y hostilidad en general hacia la cultura china o a los chinos en general. Es, por lo tanto, una forma de xenofobia (desprecio a los extranjeros). Este término puede describir las acciones y actitudes de los individuos así como también las políticas y declaraciones de los gobiernos y otras organizaciones.Las actitudes sinofóbicas a menudo toman como blanco a las minorías chinas viviendo fuera de su país. Esto sucede tanto en Asia (históricamente y en la era moderna) como en Occidente. En este sentido, el término esencialmente denota una discriminación étnica, a menudo complicada por las exigencias políticas y económicas de la inmigración. En los casos en que el sentimiento anti-China está dirigido hacia el país en sí mismo, puede calificar o no como prejuicio racial, ya que las críticas al Partido Comunista Chino no necesariamente implican un rechazo a la población china en sí. Obvios ejemplos son las protestas contra el gobierno de la República Popular China hechos por quienes apoyan la independencia de Taiwán o por los practicantes de Falun Gong, muchos de los cuales son étnicamente chinos.Internacionalmente, la economía en expansión de China, su inmensa población y su tremendo crecimiento en poder han sido el tema de muchas especulaciones y aprehensión, ya que muchos creen que China podría estar en condiciones de competir con los Estados Unidos como superpoder. Muchos se sienten incómodos con la perspectiva de la hegemonía china, como país controlado por un estado socialista de un único partido político.Hay un nuevo nivel de resentimiento de los países víctimas de la globalización en cuanto a la competencia de trabajos de manufactura intensa. Muchos países han experimentado una pérdida drástica de competitividad económica debido a que más empresas de manufacturas son reubicadas en China por su autosuficiencia, su mano de obra estable y las políticas favorables.Mientras tanto, China continúa siendo una fuente mayor de inmigrantes hacia los países en vías de desarrollo en América Latina y Europa del Este, así como también en naciones industrializadas. Sus aparentes diferencias con las culturas locales y sus frecuentes dificultades para comunicarse con la población local ha menudo contribuyen a fortalecer sentimientos sinofóbicos y en ocasiones, incluso llegan a la violencia.Dentro de la comunidad China, hay muchos que en general atribuyen estos prejuicios a una incomprensión general de su cultura, y entonces se enorgullecen de su unicidad, junto con la creencia de que su largo y duradero legado como pueblo, como centro de innovación y conocimiento terminarán por ganarle al racismo.

*Sitiofobia:Miedo a la comida o a comer.

*Socerafobia:Miedo a los propios suegros.Como todas las otras fobias, ésta es un miedo irracional creado por la mente, que se manifiesta en diversos modos. Algunos la viven como una obsesión, presente en cada momento del día, especialmente si el contacto con los suegros es frecuente; otros la viven solamente en momentos particulares, como por ejemplo durante las fiestas de Navidad, Pascua y Año Nuevo.En general esta fobia se establece desde el primer encuentro, las primeras frecuentaciones con la familia de la pareja. Este encuentro con los padres del otro es por cierto difícil para todos: ya sea para los hijos, ya sea para los padres. Para los hijos se trata de un encuentro que se asemeja mucho a un examen que es necesario superar para ser aceptados en el nuevo grupo familiar; para los padres, futuros suegros, es una fase de pasaje muy importante, durante la cual –si no se lo ha hecho antes- se adquiere por primera vez plena conciencia de la maduración biológica del propio hijo, del propio envejecimiento y el cambio de roles en la familia. Es un momento en el cual aparece en escena la separación, el momento en el cual se anuncia que el nido, ocupado hasta entonces, está por ser definitivamente abandonado.Naturalmente, no todos los hijos comprometidos o casados están entonces realmente maduros (tampoco psicológicamente) para dejar la casa paterna, así como no todos los padres están dispuestos a sacrificar el propio rol y los propios poderes confrontándose con los de su hijo o hija. Por estos motivos, al menos al inicio, la relación con los suegros es siempre un poco difícil y no hay que sorprenderse de que las personas particularmente ansiosas o con baja autoestima puedan desarrollar una verdadera fobia al confrontarse con estos "jueces".El primer encuentro, más que embarazoso y pleno de ansiedad, puede también representar un momento de profunda desilusión para los varios protagonistas. A menudo esta desilusión no es explicitada completamente, pero se la expresa a través de pequeñas frases, alusiones, comentarios en ocasiones algo provocadores, que a veces explotan de improviso en violentas discusiones familiares.Además, a menos que se los conozca desde la infancia, es obviamente difícil convivir con personas extrañas "como si" fueran realmente parientes: para un joven que entra en una nueva familia se trata de adecuarse a nuevas reglas, nuevos hábitos, nuevos gustos ya sean culinarios, televisivos o relativos al estilo de vida.La fobia a los suegros consiste entonces esencialmente en el temor, en la ansiedad que se sienten al sólo pensar en tener que encontrarse con los padres, y por extensión a la familia entera, del propio compañero. Se tiene miedo de ser juzgado, criticado, ofendido delante de otras personas o simplemente se teme no estar a la altura de las circunstancias, se teme estar demasiado lejos de las expectativas que ellos nutrían al confrontarse con el compañero considerado "ideal" por el propio hijo o hija.Si bien muchas cosas han cambiado en nuestra vida social, aún resisten ciertos parámetros de valoración en la elección efectuada por los hijos, que condicionan notablemente la relación con la familia política: la nuera, por ejemplo, debe ser bella, o al menos agradable y más jóven que el marido; el yerno en cambio debe ser más maduro que la propia hija y en lo posible más culto y rico. Estar afuera de estos parámetros tradicionales y de estos prejuicios puede ser muy difícil y frustrante para los directos interesados.A veces son los suegros que al principio asumen un comportamiento invasor y poco comprensivo, otras veces son los jóvenes que se rehúsan a entrar en puntas de pie al nuevo ámbito familiar, aceptando sus ritmos, sus ritos y sus costumbres. Más a menudo resulta que la relación entre ambas partes es difícil porque de ambas partes se elige una actitud de rigidez e intolerancia.Tal vez el secreto para establecer una buena relación con los suegros y también para superar esta fobia sea no darle demasiada importancia al grupo familiar que se va a conocer y frecuentar, sino a las personas individuales. Con cada una de ellas es importante establecer una relación personal, lo más natural posible, sobre la base de la propia intuición y a la propia sensibilidad. Seguramente, también ayude evitar comportamientos demasiado vistosos, como hablar demasiado y buscar monopolizar la atención. La clave del éxito es buscar siempre de ser uno mismo, sin querer mostrar demasiado desde un comienzo, sin querer agradar a toda costa, mostrándose diferente si uno así lo siente, pero siempre con el debido respeto por todo aquello que, sin compartirlo, es importante para la persona que uno ama.

*Sociofobia:Miedo a la sociedad o a la gente en general. Ver Fobia Social.

*Sofofobia:Miedo a aprender.

*Somnifobia:Miedo a dormir. También se conoce como hipnofobia.Las personas que padecen este trastorno suelen asociar el estado de inconciencia que se alcanza durante el sueño con la locura, o directamente con la muerte. Pueden sufrir un ataque de pánico a causa del temor a que mientras estén durmiendo les suceda algo terrible, como la posibilidad de dejar de respirar, o de que no llegarán a despertar.En algunos casos, el miedo se detona ante la creencia de que los eventuales sueños que se tendrán son en realidad delirios, y de esta manera, favorecen en caer en un estado permanente de demencia. Este tipo de fobia genera mucho estrés y un importante deterioro tanto físico como mental, por lo que no son raros los casos donde somnifóbicos terminen sufriendo alucinaciones, que a manera de un círculo vicioso, agravan aún más este de por sí serio tipo de fobia.

*Soteriofobia:Miedo a depender de los otros.

*Taasofobia:Miedo a sentarse. También se conoce como catisofobia.

*Tacofobia:Miedo a la velocidad.Una persona que padezca de esta condición puede temer a las montañas rusas u otros juegos que van rápido. En casos severos, pueden rehusarse a subir a un automóvil u otro medio de transporte.

*Taeniafobia:Miedo a la tenia o lombriz solitaria. También se la conoce como teniafobia.El origen de este término son las palabras griegas "taenio" (lombriz solitaria) y "phobos" (miedo). Se considera que la taeniofobia es una fobia específica. Esta fobia se relaciona con la helmintofobia y vermifobia (ambas significan el miedo a los gusanos, a estar infestado con ellos) y escolequifobia (miedo a los gusanos).Se trata de una de las tantas fobias relacionadas con contraer una determinada enfermedad (por ejemplo, sidafobia, dermatofobia, cardiofobia) y que puede llegar a hacer creer a los fóbicos que realmente han contraído aquello a lo que temen (en este caso, la Taenia Saginata, más conocida como lombriz solitaria, se trata de un parásito intestinal proveniente de la carne de vaca, habitualmente asintomática pero que puede producir un trastorno abdominal). Ante cualquier síntoma, como por ejemplo dolor abdominal, o náuseas, las personas que padezcan esta fobia creerán estar infectados con la Taenia.

*Tafiofobia:Miedo a ser enterrado vivo, o bien a los cementerios.El término proviene del griego "tafo" (tumba) y "phobos" (miedo). Por extensión, se utiliza el término para el miedo a las tumbas, pero más generalmente se refiere al miedo morboso a ser enterrado prematuramente. Quienes padecen esta fobia temen ser colocados en la tumba mientras aún estén con vida, como resultado de haber sido declarados muertos por error. Antes de la llegada de la medicina moderna, este miedo no era completamente irracional. A través de la historia ha habido numerosos casos de personas a las que accidentalmente se enterró vivas. El siglo XVIII ha visto el desarrollo de la resucitación boca a boca y las crudas técnicas de defibrilación para revivir personas consideradas muertas, y la Royal Humane Society había sido formada como la Sociedad para la Recuperación de Perosnas Aparentemente Muertas. Según un artículo de Wikipedia, en 1896, un director norteamericano de funerales, T.M. Montgomery, reportó que "cerca el 2% de los exhumados eran sin duda víctimas de la animación suspendida".Ha habido muchas leyendas urbanas sobre personas accidentalmente enterradas vivas. Las leyendas incluyen elementos tales como alguien que entre en estado de sopor o de coma, sólo para levantarse años después y morir nuevamente una muerte terrible. Otra leyenda cuenta de ataúdes abiertos que muestran un cadáver con una larga barba, o cadáveres con las manos alzadas y las palmas dadas vuelta hacia arriba. Es de notarse la leyenda sobre el entierro prematuro de Ann Hill Carter Lee, la difunta esposa de Henry Lee III.La literatura halló terreno fértil en explorar el miedo natural a ser enterrado vivo. Una de las historias de horror de Edgar Allan Poe, "El entierro prematuro", es acerca de una persona que sufre tafiofobia. Otros relatos de Poe sobre el entierro prematuro son "La caída de la casa Usher" y "El tonel del Amontillado".El miedo a ser enterrado vivo fue elaborado con el porpósito de que todos aquellos que pudieran sustentarlo hicieran toda clase de arreglos para que se les construya un "ataúd de seguridad", para asegurarse que esto se evitaría (por ejemplo, con tapas de vidrio para poder observar, sogas con campanas para pedir auxilio, tuberías de aire para poder sobrevivir hasta ser rescatado).Una leyenda urbana dice que el dicho "salvado por la campana" se deriva de la noción de tener una cuerda atada a una campana por afuera del ataúd, lo que podría alertar a las personas que aquel recientemente enterrado no ha muerto aún. Sin embargo, este rumor es falso.

*Talasofobia:Miedo al mar.

*Tanatofobia:Miedo a la muerte o a morir.Se la relaciona con la necrofobia (que es el miedo a las cosas muertas). Si bien es natural temerle a la muerte, las personas que padecen esta fobia tienen exacerbado este miedo, al punto que las afecta en su vida cotidiana. En casos severos, se rehúsan a salir de su casa, a participar de un funeral o incluso a hablar de la muerte. Suelen ser hipocondríacas, debido al temor a contraer una enfermedad que los lleve a la tumba.Como otras fobias, la tanatofobia suele originarse por algún acontecimiento traumático sufrido en la infancia, o bien por un miedo infantil no tratado a tiempo y que termina por desembocar en una fobia. Esta condición puede generar ataques de pánico, por lo que un tratamiento puede llegar a incluir medicamentos para controlar la ansiedad (por supuesto, deben ser recetados por un profesional).

*Tapinofobia:Miedo a ser contagioso o a contagiar alguna enfermedad.

*Taurofobia:Miedo a los toros.Se trata de una fobia más específica incluida dentro de la zoofobia (miedo a los animales).Sin embargo, ha de notarse que muchas veces, esta palabra se aplica inadecuadamente, no a la fobia propiamente dicha, sino a la oposición a las corridas de toros –por el contrario, su opuesto, taurofilia, implica el gusto por esta práctica-.

*Teatrofobia:Miedo a los teatros.

*Tecnofobia:Miedo a la tecnología.No necesariamente se trata de un miedo irracional, la tecnofobia también se refiere principalmente al rechazo a las nuevas tecnologías, generalmente está justificado y no necesita ser curado como sí sucede con las fobias en general.En la actualidad existen sociedades tecnofóbicas, como por ejemplo los amish en EEUU, quienes intentan vivir con tecnologías antiguas y rechazando los cambios.Generalmente, los tecnofóbicos rechazan las tecnologías modernas, y suelen justificar su manera de actuar y de pensar diciendo que la dependencia de las tecnologías modernas puede ser perjudicial para las personas, tanto desde el punto de vista emocional como también el físico. La existencia de la tecnofobia es un factor para que existan analfabetos tecnológicos (personas incapaces de manejar un ordenador o un cajero automático).La tecnofobia ha sido representada en diversas obras de ficción o cultura popular. Un ejemplo clásico es la novela de Mary Shelley, Frankenstein, que se ha convertido en todo un ícono de la cultura popular incluso entre aquellos que nunca han leído la novela. Dentro del cine, películas como Blade Runner, Terminator y sus secuelas, Yo Robot y la trilogía Matriz, ilustran perfectamente este concepto.El antónimo de la tecnofobia es la tecnofilia, es decir, el gusto por las nuevas tecnologías.

*Telefonofobia:Miedo a los teléfonos. Quienes padecen de esta condición temen hacer o recibir llamados, incluso el temor puede llegar a abarcar el timbre del teléfono. Esta fobia puede deberse a alguna de las siguientes razones:- Una mala experiencia con teléfonos en el pasado (por ejemplo, recibir una terrible noticia mientras se hablaba por teléfono, o ser amenazado, etc.).- Ser resultado de la fotofobia, es decir, el miedo a los ruidos fuertes. Es posible que la persona haya tenido una mala experiencia con sonidos repentinos en el pasado (de hecho, no hace falta que sea una experiencia recurrente, incluso una experiencia aislada desagradable puede llevar a que se desarrolle una fobia). Más adelante, este sentimiento puede transferirse a otros sonidos (como el timbre del teléfono en el caso de la telefonofobia). De esta manera funciona la mente humana: una vez que el timbre del teléfono ha sido asociado con sentimientos de incomodidad, otras asociaciones se incorporan, y el miedo a todo lo relacionado con los teléfonos tiene lugar.Para tratar la telefonofobia es necesario encontrar cuál fue el estímulo inicial, es decir, cuál o cuáles sonidos fueron tan desagradables como para iniciar la reacción en cadena que conduce a la fobia. Esto se complica debido a que una vez que uno se enfoca en el resultado final (la telefonofobia), el cerebro puede olvidar qué lo causó, e incluso el fóbico puede no tener reacción ante el estímulo original que desencadenó la fobia en primer lugar.Es posible, aún padeciendo la fobia, utilizar el teléfono, si bien resulta desagradable. De todas maneras, el fóbico puede optar por acudir a un psicólogo para tratar este problema.

*Teleofobia:Miedo a los planes definidos.

*Teofobia:Miedo a los dioses o a la religión. También se conoce como zeusofobia.Quienes padecen esta fobia temen a Dios, o a los dioses –ya que abarca tanto prácticas monoteístas como politeístas- y a las prácticas religiosas en general. A veces se la describe como una fobia social debido a las implicancias que trae.Temer a Dios es común entre los adultos religiosos de distintos cultos. Sin embargo, existe una diferencia entre un miedo saludable (lo que hace que estos individuos procuren vivir de una manera moral y éticamente balanceada, llevando también a las prácticas de oración y meditación) y uno enfermizo (en este caso se habla de teofobia). Este último puede llevar a factores que debilitan la vida cotidiana.Estos individuos viven en un constante estado mental de ansiedad y disturbio. Hay en ellos una constante preocupación, en cada pensamiento y acción que realizan, que Dios de algún modo intervendrá y los juzgará adversamente. Siguiendo la misma línea, los teofóbicos también pueden temer a la religión. Encontrarán mucho estrés en determinar cuáles creencias religiosas son ciertas y adecuadas, resultando esto en más miedo y ansiedad. De esta manera, se sienten incapaces de asistir a la iglesia o a otras ceremonias religiosas.Cuando se sufre de teofobia, los síntomas son los mismos que en cualquier otra fobia, incluyendo sudoración, mareos, taquicardia, náuseas y vivir en sensación de peligro. Para remediar estas complicaciones, el teofóbico en general debe ser expuesto con regularidad al escenario de su fobia. Esto significa, para muchos, que la terapia comience en medio de un dilema moral o ético, o incluso simplemente sentándose en la iglesia. Debido a que el desarrollo de la teofobia está a menudo vinculado con un evento traumático en el pasado, uno que involucró a Dios o la religión, la recuperación de esta fobia es un proceso progresivo que puede llevar varias semanas o meses.

*Teratofobia:Miedo a dar a luz a un niño deforme, o bien a los monstruos o a la gente deforme.Quienes padecen esta fobia temen a las personas que tienen deformidades a la vista. Este trastorno suele afectar a las mujeres embarazadas, que temen dar a luz a una criatura deforme.La palabra teratofobia proviene del griego "teras" (monstruo) y "phobos" (miedo), por lo que literalmente significa "miedo a los monstruos". La teratología es el estudio de las malformaciones y un teratógeno es cualquier cosa que pueda causar un defecto de nacimiento.

*Termofobia:Miedo al calor.

*Testofobia:Miedo a los tests o a los exámenes.

*Tetanofobia:Miedo al tétanos.Se trata de una de las tantas fobias relacionadas con contraer una determinada enfermedad (por ejemplo, taeniafobia, albuminofobia, dermatofobia) y que puede llegar a hacer creer a los fóbicos que realmente han contraído aquello a lo que temen (en este caso, el tétanos, una enfermedad nerviosa de origen bacteriano, que se contagia por el contacto con metales oxidados, como clavos, cuchillos, navajas, etc.). No se trata de una enfermedad contagiosa, además de que puede prevenírsela mediante la vacunación. Ante una experiencia tal como una herida pequeña provocada por un metal, o bien ante cualquier síntoma, como por ejemplo fiebre, o enrojecimiento en una herida, las personas que padezcan esta fobia creerán haber contraído el tétanos.

*Tetrafobia:Miedo al número 4.Se define como un persistente, anormal e injustificado miedo al número 4. Esta fobia es común en los países orientales -como China, Japón y Corea- donde el 4 es considerado un número de mala suerte. Esto se debe a que la pronunciación china para "muerte" y "cuatro" es similar (shi). Por eso, es frecuente que los hoteles y los hospitales no tengan una cuarta planta, tal como sucede con el número 13 en diversos países de occidente.Existen otras fobias relacionadas con los números, como ser la triscadecafobia, la octofobia y la hexakosioihexekontahexafobia.

*Teutofobia:Miedo a Alemania, los alemanes o lo relacionado con la cultura alemana. También se conoce como germanofobia (ver).

*Textofobia:Miedo a determinadas telas o tejidos.Quienes padecen esta fobia no temen a todas las telas, sino a algunos tejidos en particular. Por ejemplo, pueden tener fobia a tocar el terciopelo, el velcro, el nylon, etc.

*Tiranofobia:Miedo a los tiranos.

*Tocofobia:Miedo a quedar embarazada o bien al nacimiento de los niños. También se conoce como parturifobia (ver). El término tocofobia proviene del griego "tokos" (nacimiento) y "phobos" (miedo). Esta fobia se clasifica en primaria y secundaria: la primaria es el miedo al parto que aparece antes del embarazo y que puede comenzar en la adolescencia; la secundaria se debe a una experiencia previa negativa con respecto a un nacimiento traumático, práctica obstétrica pobre o falta de atención médica, depresión posparto u otros eventos igualmente perturbadores. Ambas formas de tocofobia pueden ser tratadas con la asistencia de un profesional médico entrenado o bien de un psicólogo.

*Tomofobia:Miedo a las operaciones quirúrgicas.Obviamente, frente a una situación como ser sometido a una cirugía, es normal que cualquiera experimente ansiedad y hasta temor. Pero cuando se trata de tomofobia, no consiste en un nivel natural de ansiedad sino un miedo extremo, que puede causarle al paciente ataques de pánico y hasta dificultar que reciba la atención médica necesaria.

*Tonitrofobia:Miedo a los truenos. Véanse también astrafobia, astrapofobia, brontofobia (ver) o ceraunofobia.

*Topofobia:Miedo a a ciertos lugares o situaciones, como por ejemplo el miedo escénico.

*Toxifobia:Miedo a los venenos o a ser envenenado accidentalmente. También se conoce como toxofobia o toxicofobia.

*Traumatofobia:Miedo a los accidentes. También se conoce como distiquifobia.

*Tremofobia:Miedo a los temblor.Quienes padecen esta fobia experimentan miedo ante la idea de poder sufrir un terremoto o un temblor. Este sentimiento, que en cualquier persona es natural, los fóbicos lo experimentan en un grado extremo, lo que puede causar que incluso modifiquen sus lugares de vacaciones y hasta de residencia basándose en sus temores.

*Tricofobia:Miedo al pelo. También se conoce como cateofobia (ver), hipertricofobia, quetofobia o tricopatofobia.

*Tripanofobia:Miedo a las inyecciones. Ver belonefobia.

*Triquinofobia:Miedo a la triquinosis.Se trata de una de las tantas fobias relacionadas con contraer una determinada enfermedad (por ejemplo, tetanofobia, cardiofobia, sidafobia) y que puede llegar a hacer creer a los fóbicos que realmente han contraído aquello a lo que temen (en este caso, la triquinosis, una infestación que se adquiere al consumir carne con larvas del parásito). La enfermedad puede prevenirse ingiriendo la carne una vez que haya sido bien cocida (sin restos rojos en su interior). La mayoría de las veces, la enfermedad resulta ser asintomática y se resuelve sola. Sin embargo, en casos más severos, puede comprometer los pulmones, el corazón y/o el cerebro.Ante cualquier síntoma, como por ejemplo dolor gastrointestinal, diarrea o dolor muscular y articular, las personas que padezcan esta fobia creerán haber contraído triquinosis. También es común que quienes padecen esta fobia teman a la carne, por considerarla potencialmente contaminada con las larvas.

*Triscadecafobia:Miedo al número 13.Existen varias versiones con respecto a por qué el número 13 es considerado de mal agüero. La creencia es bastante antigua y existe un sinnúmero de teorías al respecto, todas las cuales han sido cuestionadas alguna que otra vez. Se ha propuesto, por ejemplo, que los miedos que rodean al número 13 son tan viejos como el acto de contar. El hombre primitivo sólo tenía sus diez dedos y dos pies para representar unidades, dice esta explicación, así que no podrían haber contado más allá de 12. Lo que hubiera más allá (el 13) era un misterio impenetrable para nuestros antepasados prehistóricos, por lo tanto, un objeto de superstición. La crítica más importante a esta teoría es la siguiente: ¿Acaso los hombres primitivos carecían de dedos de los pies?También se ha dicho que el número 13 se considera de mala suerte, originariamente debido a que hubo 13 personas en la Última Cena (Cristo y sus doce discípulos). Se dice al respecto que si 13 personas se juntan a cenar, todas ellas morirán antes de que un año haya transcurrido. La misma superstición se les ha atribuido a los antiguos vikingos y a los hindúes.Muchas ciudades no tienen una Calle 13 o una Avenida 13. Muchos edificios no tienen un piso 13, sino que se saltean del 12 al 14. Esto de hecho ha traído mala suerte a practicantes de bungee jumping al calcular mal los metros de soga que necesitaban para arrojarse de determinada construcción, con resultados fatales.Más allá de los terrores que los números acarrearan a nuestros ancestros cazadores y recolectores, las civilizaciones antiguas no eran unánimes en su temor al número 13. Los chinos, por el contrario, lo consideraban afortunado, como notan algunos comentaristas, así como también los egipcios en tiempo de los faraones. Para éstos, según cuentan las fuentes, la vida era un viaje para la ascensión espiritual que se realizaba en etapas –doce en esta vida y una decimotercera más allá, que se creía que sería una vida eterna. El número 13 por lo tanto simbolizaba la muerte, pero no en términos de polvo y decadencia, sino como una transformación gloriosa y deseable. Aunque la civilización egipcia se haya extinguido, el simbolismo conferido al número 13 por su casta sacerdotal sobrevivió, sólo para ser corrompido por las culturas subsecuentes que llegaron a asociar el número 13 con el miedo a la muerte en lugar de una reverencia a la vida espiritual posterior. Los turcos, por ejemplo, desprecian tanto al número 13 que prácticamente fue expulsado de su vocabulario.Otras fuentes especulan con que el número 13 puede haber sido vivificado a propósito por las religiones patriarcales en los días tempranos de la civilización occidental, debido a que representaba la feminidad. El 13 ha sido reverenciado en las culturas prehistóricas de adoración de la diosa, se dice, debido a que corresponde al número de ciclos lunares (menstruales) en un año (13 x 28 = 364 días). La "Madre Tierra de Laussel", por ejemplo –una talla de 27.000 años de antigüedad encontrada cerca de las cuevas de Lascaux en Francia, a la que a menudo se cita como un ícono de la espiritualidad matriarcal- representa una figura femenina sosteniendo un cuerno con forma de cuarto creciente que tiene trece muescas. Una vez que el calendario solar triunfó sobre el lunar con el ascenso de la civilización dominada por los hombres, éste fue sometido. Lo mismo habría ocurrido con el número 12 por sobre el 13, de ahí en más considerado anatema. Sea por la razón que fuere, quienes padecen esta fobia, muy común, sufren pánico frente a conjuntos de 13 elementos, o ante la vista del número 13. Evitan pronunciarlo y a veces se refieren al 13 como 12 + 1. A lo largo de la historia, numerosos famosos han padecido triscadecafobia, entre quienes se puede nombrar al compositor Arnold Schoemberg, Adolf Hitler, el compositor y cantante norteamericano John Mayer y el compositor español Joaquín Sabina, quien en su álbum Alivio de Luto no incluyó la pista 13, sino que la reemplaza por un "+uno".Existen otras fobias relacionadas con los números, como ser la tetrafobia, la octofobia y la hexakosioihexekontahexafobia.

*Tropofobia:Miedo a mudarse o a hacer cambios.Quienes padecen de esta fobia temen cambiar de casa o hacer cambios importantes en su entorno. Si bien las mudanzas son para cualquier persona una fuente de estrés y pueden crearle grandes preocupaciones, los tropofóbicos se apegan irracionalmente a lo que consideran su lugar de pertenencia y sufren mucho ante la posibilidad de tener que mudarse.

*Tuberculofobia:Miedo a la tuberculosis.

*Uranofobia:Miedo al paraíso.

*Urofobia:Miedo a la orina o bien a orinarse.Quienes padecen esta fobia tienen miedo o una incontrolable vergüenza a orinar, y esto puede incluso conllevar problemas en su vida familiar, debido a que les cuesta utilizar el lavabo que saben compartido. Este problema puede tratarse, a menudo se lo soluciona con terapia de choque, lo que expone súbitamente al paciente al origen de sus miedos.

*Vacunafobia:Miedo a la vacunación.

*Valonofobia:Miedo a los valones (naturales de Valonia, región de Bélgica).

*Venustrafobia:Miedo a las mujeres hermosas. También se conoce como caliginefobia.Esta fobia es padecida por hombres. Éstos pueden sufrir escalofríos, taquicardia momentánea, temblor en las piernas, sudoración de las manos y hasta tartamudez al encontrarse en presencia de una mujer bella.Este nuevo mal de muchos hombres salió a la luz luego de que uno de los protagonistas de un reality show en la televisión chilena confesara frente a las cámaras que lo padecía. Previo a ese momento, a muchos hombres les costaba asumir su temor a invitar a una chica a salir por miedo a ser rechazados, y que las mujeres los ponen nerviosos.Los psicólogos acuerdan que quienes padecen de esta fobia probablemente hayan tenido una experiencia traumática, como por ejemplo haber sido rechazados, agredidos o vejados por una mujer hermosa. Esto provoca una sensación de malestar general, debido a que el fóbico asocia la experiencia pasada con todo aquello a lo que le remite el recuerdo de esa situación. Este recuerdo puede no ser consciente, es decir, que el hombre no comprenda el por qué de su venustrafobia, pero se obliga a mantenerse alejado de las mujeres bellas. Es una situación bastante extraña pero que no pueden evitar pese a darse cuenta de que sus temores son irracionales e infundados.Como para otras fobias, el tratamiento consiste en enfrentar al estímulo en forma progresiva, con apoyo de un psicoterapeuta y en algunos casos medicamentos –antidepresivos y otros- que se utilizan para tratar la ansiedad.

*Verbofobia:Miedo a las palabras. También se conoce como logofobia.

*Vestifobia:Miedo a la ropa o a vestirse.

*Vicafobia:Miedo a las brujas y a la brujería.

*Virginitifobia:Miedo a la violación.De más está decir que una violación real es una situación terrible y que aterrorizaría a cualquier mujer que la padeciese. Incluso la posibilidad de sufrir un ataque de esta categoría causa temores a todas las mujeres, y estos miedos son perfectamente naturales. La diferencia entre el miedo normal y el miedo de una mujer que padece de virginitifobia es que esta última tendrá miedo todo el tiempo, de día y de noche pensará en la posibilidad de ser víctima de violación, cualquier lugar le parece peligroso y se siente permanentemente amenazada. De esta manera, la fobia puede afectar su vida cotidiana, ya que puede rehusarse a salir con hombres o incluso a salir de su casa, llegando a aislarse socialmente.

*Vitricofobia:Miedo al padrastro.

*Xantofobia:Miedo al color amarillo o a la palabra "amarillo".

*Xenofobia:Miedo u odio a los extranjeros, o bien a un sentimiento de odio, repugnancia u hostilidad hacia los mismos.Este término no suele ser utilizado como referencia a una fobia propiamente dicha, sino a sentimientos negativos de rechazo, discriminación, desconfianza, deshumanización y hostilidad en general hacia los extranjeros. Existen tipos específicos de xenofobia cuando el desprecio es hacia individuos de determinada nacionalidad. Así, se puede hablar de germanofobia, sinofobia, francofobia, anglofobia, rusofobia, etc.La diferencia entre la xenofobia y el racismo radica en que alguien de distinta raza no necesariamente tiene diferente nacionalidad, si bien en algunos contextos ambos términos han sido usados indistintamente.Para la xenofobia existen dos objetos principales: el primero es un grupo de población presente en una sociedad al cual no se considera parte integrante de la misma, a menudo se trata de inmigrantes recientes pero con frecuencia la xenofobia se perpetúa por siglos. Esta forma de xenofobia puede elicitar reacciones de hostilidad y violencia, como puede ser la expulsión masiva de inmigrantes, o en casos extremos, genocidio.La segunda forma de xenofobia es cultural, y los objetos de esta fobia son los elementos culturales considerados foráneos. Todas las culturas están sometidas a la influencia externa, pero la xenofobia cultural está a menudo localizada en una dirección determinada, por ejemplo, los préstamos de palabras extranjeras en un lenguaje nacional. Si bien esto raramente lleva a agresiones hacia las personas, puede resultar en campañas políticas para la purificación lingüística y cultural.Los efectos de la xenofobia son analizados por muchos investigadores sociobiológicos. Algunos lo ven como una respuesta biológica innata por parte del organismo humano evolucionado en la competencia intergrupal. De hecho, más de doscientos experimentos psicológico-sociales  han confirmado la conexión íntima entre familiaridad y afición.En los últimos años del siglo XX, con la crisis económica, la xenofobia se ha manifestado muy agresivamente en toda sociedad y comunidad donde cohabitan grupos étnicos distintos, que no estén lo suficientemente integrados en la comunidad autóctona. De esta manera, se han multiplicado los actos xenófobos tales como pintadas, folletos, campañas, discursos e incluso actos de violencia como linchamientos y matanzas. La xenofobia se basa en los prejuicios históricos, religiosos, culturales, lingüísticos y nacionales para justificar una total y obligatoria separación entre los grupos, para de esa manera no perder "la propia identidad". Además, existe un fuerte componente económico, debido a que se rechaza a los inmigrantes viéndolos como competidores por el empleo y otros recursos. De esta manera, los extranjeros suelen desempeñarse en empleos precarios y mal pagos.A menudo, los propios medios de comunicación transmiten al público la idea de que las culturas extranjeras son "inconciliables" con la propia, y esto contribuye a que sólo se acepte al extranjero cuando éste se asimila a la cultura local, renunciando a la propia.

*Xerofobia:Miedo a la sequedad.Quienes padecen de esta fobia temen a la sequedad y la aridez, especialmente a ciertos lugares como los desiertos.

*Xilofobia:Miedo a los objetos de madera. *Xirofobia:Miedo a las navajas barberas.Quienes padecen de esta fobia temen afeitarse (las mujeres temen rasurarse las piernas o las axilas) con las navajas de afeitar. Tienen miedo de cortarse o de lastimarse con el filo. En el caso de las mujeres que padecen esta fobia, pueden evitar el contacto con las navajas recurriendo a la cera de depilar, pero a los hombres, en cambio, esta fobia les puede complicar su vida cotidiana.El origen de esta fobia suele remitirse a un incidente en la infancia, un corte profundo o una lastimadura manipulando navajas. Este episodio puede haber resultado traumático y desde entonces, la persona asocia las navajas con sentimientos negativos de temor. Esta fobia se relaciona con la belonefobia, que es el miedo a los objetos punzocortantes en general. También, puede tener que ver con la hemofobia, que es el miedo a la sangre.

*Zelofobia:Miedo a los celos. Quienes padecen de esta fobia temen a los celos y a la envidia, tanto a padecerlos como a ser víctima de estos sentimientos.

*Zemifobia:Miedo a los topos.

*Zoofobia:Miedo a los animales.Este término puede utilizarse con dos sentidos. Por un lado, es un término genérico para expresar la clase de fobia específica donde el paciente teme a los animales, ya sea a algunos en particular o bien a los animales no humanos en general. Por otro lado, la zoofobia puede referirse al simple disgusto o rechazo hacia los animales.Ejemplos de zoofobias específicas podrían ser entomofobias (miedo a los insectos), tales como la apifobia (miedo a las abejas), aracnofobia (miedo a las arañas) o mirmecofobia (miedo a las hormigas). También existe el miedo a los reptiles (herpetofobia), o a las serpientes en particular (ofidiofobia). Incluso hay personas que temen a los animales domésticos, como el perro (cainofobia) o el gato (ailurofobia). Algunas clases de zoofobia son temores extremos a animales que se sabe pueden llegar a ser peligrosos, como los toros (taurofobia) o los tiburones (selacofobia). Sin embargo, la zoofobia no debe ser confundida con un miedo razonable a los animales peligrosos o amenazadores, como un oso salvaje o una serpiente venenosa. Pero también existen fobias a animales que se saben inofensivos, como las gallinas (alektorofobia), los peces (ictiofobia) o los topos (zemifobia). La zoofobia, como cualquier trastorno de este tipo, puede causar diversos síntomas propios de la ansiedad, tales como la taquicardia, la sudoración de palmas, sequedad bucal, temblores, etc. Incluso puede llegar a desembocar en ataques de pánico, más allá de que el fóbico reconozca que sus temores no tienen fundamento. Puede tratarse con terapias cognitivo-conductuales usando métodos de exposición y técnicas de manejo de la ansiedad. En muchos casos, la medicación con ansiolíticos o antidepresivos puede ser de ayuda, especialmente en las instancias iniciales de una terapia.

Fisiología, Psicología y Bioquímica de las Fobias

El mecanismo que desata el miedo se encuentra, tanto en personas como en animales, en el cerebro, concretamente en el sistema límbico, que es el encargado de regular las emociones, la lucha, la huida y la evitación del dolor, y en general de todas las funciones de conservación del individuo y de la especie. Este sistema revisa de manera constante (incluso durante el sueño) toda la información que se recibe a través de los sentidos, y lo hace mediante la estructura llamada amígdala, que controla las emociones básicas, como el miedo o el afecto, y se encarga de localizar la fuente del peligro. Cuando la amígdala se activa se desencadena la sensación de miedo y ansiedad, y su respuesta puede ser la huida, la pelea o la rendición. Recientemente se ha encontrado que la sensación de miedo está mediada por la producción o actuación en la amígdala cerebral de la hormona vasopresina mientras que la sensación contraria lo está a la de la hormona oxitocina, también en la amígdala. Es de destacar que el etanol inhibe la producción de vasopresina. Es interesante señalar que el miedo al daño físico provoca la misma reacción que el temor a un dolor psíquico.

La extirpación de la amígdala parece eliminar el miedo en animales, pero tal cosa no sucede en humanos (que a lo sumo, cambian su personalidad y se hacen más calmados), en los que el mecanismo del miedo y la agresividad es más complejo e interactúa con la corteza cerebral y otras partes del sistema límbico.

El miedo produce cambios fisiológicos inmediatos: se incrementa el metabolismo celular, aumenta la presión arterial, la glucosa en sangre y la actividad cerebral, así como la coagulación sanguínea. El sistema inmunológico se detiene (al igual que toda función no esencial), la sangre fluye a los músculos mayores (especialmente a las extremidades inferiores, en preparación para la huida) y el corazón bombea sangre a gran velocidad para llevar hormonas a las células (especialmente adrenalina). También se producen importantes modificaciones faciales: agrandamiento de los ojos para mejorar la visión, dilatación de las pupilas para facilitar la admisión de luz, la frente se arruga y los labios se estiran horizontalmente. Como el sistema límbico fija su atención en el objeto amenazante, los lóbulos frontales (encargados de cambiar la atención consciente de una cosa a otra) se desactivan parcialmente. Durante un ataque de pánico la atención consciente queda fijada en el peligro, y si los síntomas fisiológicos como el ritmo cardíaco o la presión sanguínea son interpretados por el sujeto como una confirmación de la realidad de la amenaza se produce una retroalimentación del miedo, que impide una ponderación del auténtico riesgo. Esto sucede, especialmente, en el caso de las fobias: la atención del fóbico es incapaz de prestar atención a otra cosa y magnifica el peligro ante la incomprensión de los presentes.

La consolidación en la memoria de un episodio de miedo intenso (o de un trauma) no es inmediata. Según los investigadores Min Zhuo, Bao Ming Li y Bong Kiun Kaang la activación de los receptores NMDA (que son las moléculas que reciben las señales bioquímicas que provocan un efecto fisiológico concreto) provocan que en esos receptores se produzca una huella en las células cerebrales. En concreto, sería la subunidad molecular llamada NR2B la que serviría de marca de memoria. En experimentos realizados con ratones, el bloqueo de la NR2B en la corteza prefrontal produjo la desaparición de la reacción a un miedo previamente experimentado.

Tratamientos para Fobias

Las terapias psicológicas que pueden ser beneficiosas para las personas con una fobia son: Desensibilización Sistemática, Medicamentos ansiolíticos, La exposición graduada, Psicoanálisis, Programación Neuro-Lingüística, entre otros.

TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS

Son medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso central reduciendo la angustia y la ansiedad del paciente. Se utilizan, por lo tanto, para tratar los síntomas de nerviosismo, insomnio, ansiedad… La gran mayoría de medicamentos usados con este fin son las denominadas benzodiazepinas.

Betabloqueantes.

Aunque estos fármacos suelen usarse para tratar la hipertensión arterial, en dosis bajas controlan las repercusiones físicas de la ansiedad y pueden ser tomados inmediatamente antes de encontrarse con la gente o de hablar en público.

Antidepresivos.

Existe un tipo particular de antidepresivos, los llamados "Inhibidores de la Mono Amino Oxidasa" (IMAO) que han demostrado que reducen o incluso hacen desaparecer la ansiedad y el pánico, aunque suele ser necesario que transcurran varias semanas antes de que el tratamiento funcione. Sin embargo, este tipo de fármacos presenta inconvenientes que pueden llegar a ser importantes. Los IMAOs tienden a bajar la presión arterial lo cual puede hacer que el que los toma se sienta débil. Además, algunos alimentos como algunos quesos, algunas cervezas y vinos tintos, productos de la levadura, chocolate, habas y escabeches pueden dar lugar a peligrosas reacciones hipertensivas, de forma que los pacientes que tomen este tipo de fármacos deben llevar a cabo estrictas dietas en las que no figuren estos alimentos.

Existen en la actualidad algunas mejoras en los inhibidores, llamados RIMAs (Inhibidores Reversibles de la Mono Amino Oxidasa tipo A) que parecen no causar estas reacciones adversas. Los antidepresivos clásicos no parecen funcionar bien en la fobia social.

Sin embargo, los antidepresivos más recientes (conocidos como ISRS – Inhibidores Selectivos de la Recaptación de la Serotonina) han demostrado ser útiles en el tratamiento de la fobia social, aunque pueden dar lugar a dolores de cabeza y vértigo en las primeras semanas de tratamiento. Con este tipo de antidepresivos usted podrá comer lo que desee.

Tranquilizantes.

Fueron usados en el pasado fármacos como el valium para tratamiento de cualquier tipo de ansiedad. Hoy en día sabemos que son adictivos y que no ayudan a largo plazo y que por tanto no deberían ser empleados en el tratamiento de la fobia social

Existen actualmente muchos fármacos de la familia de los ansiolíticos que se han demostrado eficaces para el tratamiento de la fobia social, aunque muchos de ellos cuentan con un gran inconveniente que son los efectos secundarios que tienen. Nombraremos aquí, tres de los más utilizados y cuyos efectos secundarios no revisten demasiada importancia:

Prozac: es el fármaco más popular de la historia moderna, popularizado en estados unidos como la "píldora de la felicidad", está indicado para el tratamiento de las depresiones graves, así como para el de la fobia social.

Hace cuatro años, el prozac, causó un fuerte impacto en estados unidos. Diseñado originalmente para tratar la depresión, los médicos vieron que alteraba algunos rasgos de la personalidad, como las actitudes depresivas, la agresividad, la irritabilidad, y desde luego, la timidez. La clave de tal "revolución" estribaba en la acción específica de este medicamento sobre dos neurotransmisores del cerebro, la serotonina y la norepirefrina.

Estas sustancias las producen las neuronas para transmitir los impulsos nerviosos, y forman parte de una gran familia química dentro del cerebro en la que se han catalogado decenas de neurotransmisores que circulan dentro de nuestra cabeza.

Hipérico: se trata de una especie de "prozac" pero en versión natural y que por lo tanto cuenta con menos efectos secundarios. Está de moda en Alemania y ya se ha convertido en un símbolo para la cultura naturista germana. Se trata de un extracto de una planta milenaria, la hierva de san juan. Al igual que el prozac está indicado para problemas depresivos y fobias.

Seroxat: este medicamento ha sido muy comentado en todos los medios informativos durante la segunda mitad de 1998, siendo catalogado en muchas ocasiones casi como una "Píldora milagrosa contra la fobia". Su fórmula química original se denomina "PAROXETINA" y es un inhibidor de recaptación de serotonina (ISRS). Está indicado para combatir las depresiones y timidez patológica o fobias sociales.

Lo cierto es que se trata de un medicamento comercializado en todo el mundo para tratar la depresión, pero los psiquiatras del Reino unido han descubierto que es efectivo para combatir la ansiedad y las fobias sociales.

Los estudios realizados en 861 pacientes en todo el mundo durante 40 semanas indicaban que aquellos que ingerían 20 miligramos de paroxetina mejoraban ostensiblemente de sus fobias sociales. El hecho de que la paroxetina o seroxat se presentara como una solución para la esta enfermedad mental, radica simplemente en que las personas afectadas por fobia social, son tímidas por naturaleza, por eso a veces se hace difícil distinguir dónde se encuentra la línea que separa la timidez de la fobia social.

Otros fármacos eficaces en el tratamiento de fobias sociales son: TRANKIMAZIN – RIVOTRIL – LEXATIN – TENORMIN… etc.

Los tratamientos farmacológicos que acabamos de exponer, deben ser administrados bajo supervisión médica y nunca por propia iniciativa y en consecuencia sin control.

TRATAMIENTO PSICOLÓGICO

Debemos ponernos en contacto con un psicólogo que nos ayude a seguir un tratamiento personalizado, en cualquier caso la mejor terapia de este tipo a seguir es la llamada cognitiva-conductual. Esta terapia consiste en la exposición controlada a aquellas situaciones que causan ansiedad y demás síntomas descritos. Con esto se consigue que la ansiedad causada por las distintas situaciones, vaya disminuyendo paulatinamente hasta llegar a un nivel controlable por el paciente. El psicólogo enseña al paciente unas técnicas basadas en habilidades sociales para que este pueda controlar la ansiedad sin que lleguen a aparecer los síntomas fisiológicos, una vez conseguido esto a través de un proceso de meses de tratamiento, el paciente podrá enfrentarse a aquellas situaciones que antes creía no poder afrontar. Otras terapias muy comunes y eficaces son la terapia de exposición y cognitiva.

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