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La nueva normalidad: economía desigual, pobreza, exclusión social y marginalidad (página 9)

Enviado por Ricardo Lomoro


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10

¿Para qué sirve la economía si no se produce, se crece, hay trabajo, hay inclusión social… en definitiva, hay una mejor asignación de los recursos escasos para atender necesidades ilimitadas? ¿O acaso es mejor seguir alentando (tolerando) el negocio del "humo", la economía de casino, donde cada vez menos ganan más y más ganan menos?

Ahora hay que equilibrar la austeridad con el crecimiento económico. Hay que ir más allá del corto plazo. Hay que pensar en el largo plazo. Tal vez haya que gastar diferente (y menos) y crecer diferente (y mejor).

Austeridad, "siempre", pero sabiendo con qué objeto (en qué y para qué). ¿Qué tal si se practica la frugalidad y el crecimiento? Consumo sostenible (menor consumo), con distribución de la riqueza (mayor igualdad).

Si no hay crecimiento ¿cómo se resolverá el problema de la "deuda" y más grave aún (si cabe), cómo se resolverá el problema de la "desigualdad" económica (entre personas y países)? Esta ha sido (y continúa siendo) la problemática constante del Tercer Mundo y que ahora se traslada al (ex) Primer Mundo. Curiosa (grotesca) paradoja.

Hasta dónde debe seguirse "soportando" el "dogma del librecambio": ¿hay que "empobrecerse a uno mismo", para no "empobrecer al vecino"?

Si es cierto que los americanos y europeos nos vendamos casi todo a nosotros mismos qué sentido tiene continuar obsequiando el mercado a terceros países en detrimento del empleo propio. ¿Desempleo por librecambio? Difícil de explicar. Imposible de tolerar.

¿El único futuro posible es consumir como chinos, para continuar siendo gobernados como americanos o europeos? ¿O ser gobernados como chinos para continuar consumiendo como americanos o europeos? ¿Un libre mercado de planificación central? ¿Un socialismo de mercado? Difícil de explicar. Imposible de tolerar.

"El aumento de la desigualdad, debido en parte a la reestructuración corporativa que ha eliminado empleos, está reduciendo más aún la demanda agregada, porque los hogares, los más pobres y quienes perciben ingresos laborales tienen una mayor propensión marginal a gastar que las empresas, los hogares más ricos y quienes perciben rentas de capital. Por otra parte, a medida que la desigualdad impulsa protestas en todo el mundo, la inestabilidad social y política podría representar un riesgo adicional para el desempeño económico"… (Nouriel Roubini – Expansión – 7/1/12)

Cuentas y cuentos (algunas preguntas, "políticamente incorrectas", aún sin respuesta)

¿El "cuento" de la austeridad no será una fórmula (desesperada) de la casta política como garantía para los acreedores y en beneficio de ellos mismos (que salvan su culo y preservan su coto)? Exigencias de unos y más de los mismo de otros. Algo hay que cambiar para que nada cambie… El vals del Gatopardo.

¿Y si todo esto es una estrategia de empobrecimiento del Primer Mundo para que cuando en China (y otros BRICs, que funcionan como "bandera de conveniencia"), se desestabilice (explote la burbuja), las empresas deslocalizadas puedan volver a la base (EEUU, UE) con costos del Tercer Mundo? Por favor, Bob Esponja, por piedad, "bórrame" de la mente estos malos pensamientos.

Terra incognita (propuestas preliminares)

Hay que crecer… pero de otro modo (en forma más sostenible, de manera más igualitaria y con una mejor distribución de los ingresos).

Aunque incomode a los lectores "polacamente correctos" (si es que aún queda alguno leyendo mi escrito) la experiencia indica que el cambio tecnológico que genera ahorros de mano de obra y la integración de varios cientos de millones de nuevos trabajadores en los mercados globales ha afectado la distribución del ingreso, la rentabilidad de la educación y las oportunidades de empleo en casi todo el mundo.

Pero la ortodoxia vigente en ambos lados del Atlántico, pero especialmente en EEUU, no permitirá que nada de esto cambie. La fijación en el déficit inducirá recortes en el gasto social, empeorando la desigualdad. De igual manera, la persistente atracción hacia la economía de oferta, a pesar de toda la evidencia en contra (especialmente en períodos de alto desempleo), evitará que se aumenten los impuestos a quienes más tienen.

Reorientar los marcos de políticas hacia horizontes de tiempo más largos, con un enfoque más equilibrado y orientados al futuro en términos de estabilidad y equidad (sin perder de vista la eficiencia y la innovación) parece esencial para satisfacer las necesidades, esperanzas y expectativas de las personas.

¿Será el tiempo democrático demasiado lento para reaccionar ante las crisis y demasiado corto para hacer planes a largo plazo?

No creo que estos líderes políticos vayan a reformarse hasta el punto de pensar por y para nosotros. Lo lógico es que nosotros, ciudadanos, digamos qué objetivos perseguimos y qué tipo de gobierno queremos para alcanzarlos…

Del Paper – Desigualdades en la distribución de la renta en los países desarrollados, durante la crisis financiera (¿un "daño colateral" de la depresión, o un "proyecto inconfesado" de exclusión social?) (Parte I) (15/7/2013)

Un largo viaje a ninguna parte…

Las ilusiones pasadas: breve recorrido por la hemeroteca reciente

(Nota: corresponde al momento de redacción del citado Paper)

La renta de los británicos "regresa" al 2005 (desde hace 80 años no se vivía algo similar)

"Los banqueros centrales no suelen caracterizarse por su sinceridad y mensajes claros y contundentes. Más bien, como altos cargos de la burocracia financiera, sus discursos suelen estar llenos de ambigüedades, cuando no de mentiras piadosas para no generar alarma y desconfianza en la población. Su trabajo consiste en hacer creer a los agentes económicos que ellos pueden manejar la situación, que las cosas están bajo control"… Mervyn King alerta: "La renta de los británicos regresará a niveles de 2005" (Libertad Digital – 9/2/11)

"Maquillaje" (el "efecto desánimo" altera las cifras reales del paro en los EEUU)

"Conocíamos recientemente la noticia de que la tasa de desempleo en EEUU bajó al 9% en enero, desde el 9,4% en el anterior mes, lo que supone 600.000 personas desempleadas menos. Además, la Oficina de Estadísticas Laborales (Bureau of Labor Statistics, BLS) estadounidense revisó al alza los datos de creación de empleo de los dos anteriores meses (noviembre y diciembre)"… El "efecto desánimo" maquilla el paro de EEUU (Libertad Digital – 15/2/11)

Los parados de larga duración en los EEUU (de lo cíclico a lo estructural)

"El 45% de los parados de EEUU llevan más de 27 semanas buscando trabajo. Ni el gasto público ni la política monetaria ayudan a solventar este problema"… Los parados de larga duración crecen a un ritmo sin precedentes en EEUU (Libertad Digital – 22/2/11)

En EEUU la crisis amplia la brecha entre la riqueza de los blancos y las minorías

"La brecha entre la riqueza de los blancos y cada una de las dos grandes minorías de Estados Unidos -hispanos y negros- se ha ampliado hasta niveles sin precedentes en medio de la crisis del sector de la vivienda y la recesión, según nuevos estudios"… Crece la brecha entre la riqueza de los blancos y de las minorías en EEUU (The Wall Street Journal – 27/7/11)

La prolongada anemia de la economía americana ("la Gran Japonización")

"La resistencia de la economía de Estados Unidos, que en los últimos 25 años siempre ha remontado pese a guerras, ataques terroristas y el hundimiento de las acciones, se ha debilitado tras la explosión de la burbuja inmobiliaria. El colchón que en el pasado la ayudaba a absorber estos golpes ya no está funcionando como antes"… A EEUU se le dañaron los amortiguadores (The Wall Street Journal – 31/7/11)

Recayendo en la recesión global (¿es que alguna vez habíamos salido?)

"Las fábricas de todo el mundo están pisando el freno de la producción, en una desaceleración de la actividad económica que suscita el espectro de una recaída en la recesión"… La locomotora manufacturera global pierde impulso (The Wall Street Journal – 1/9/11)

La pobreza avanza en Estados Unidos y alcanza a un 15% de la población

"La tasa de pobreza en Estados Unidos aumentó en 2010 por cuarto año consecutivo hasta el 15,1%, lo que representa 46,2 millones de personas que viven con menos de 1.000 dólares al mes, según los datos divulgados hoy por la Oficina del Censo"… La tasa de pobreza en EEUU sube por cuarto año consecutivo (Cinco Días – 13/9/11)

La OIT y la OCDE pronostican que en 2012 se podría generar más desempleo

"La desaceleración económica mundial podría generar un fuerte incremento del desempleo en el año 2012 en el conjunto de los países del G20, según un informe conjunto de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la OCDE"… La OIT advierte de un fuerte incremento del desempleo en 2012 en el G20 (Expansión – 26/9/11)

Cuando la "oferta" elimina al empleo y luego a la "demanda" (a pesar del crédito fácil)

"Muchos estadounidenses creen que las importaciones chinas de bajo precio aniquilan empleos fabriles en Estados Unidos. La mayoría de los economistas dicen que los beneficios del comercio superan por mucho sus costos"… Las importaciones chinas afectan más de lo que se cree al mercado laboral de EEUU (The Wall Street Journal – 27/9/11)

La pobreza infantil "proyectada" en el Reino Unido (estado del malestar)

"Según un estudio realizado por el Instituto de Estudios Fiscales (IFS, siglas en inglés), una organización de investigación financiera independiente, los ingresos medios de la población bajarán un 7% hacia finales de la presente década. Como consecuencia, 3,1 millones de niños, un 23,1%, vivirán en la pobreza absoluta en 2020, frente a los 2,8 millones, un 21,1%, contabilizados en la actualidad"… La cuarta parte de los niños de Reino Unido, en la pobreza absoluta en 2020 (El Economista – 11/10/11)

Peores vaticinios de la OIT: la crisis del empleo seguirá hasta 2016

"La crisis financiera mundial ha hecho mucha mella en el empleo. La factura en puestos de trabajo ha sido alta en casi todo el mundo. Cicatrizar ésta herida costará mucho tiempo. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que harán falta cinco años, hasta 2016. Según los cálculos de la agencia dependiente de la ONU, recuperar los niveles de empleo previos al estallido financiero precisa 80 millones de empleos. Sin embargo, "la reciente desaceleración económica" hace que esto no sea posible a corto plazo, por lo que retrasa un año su pronóstico inicial de recuperación"… La OIT vaticina que la crisis de empleo seguirá hasta 2016 (El País – 1/11/11)

Mercado laboral en el Reino Unido: "cerrado por reformas" (volvemos en 10 años…)

"Reino Unido necesitará diez años de austeridad para resolver sus problemas económicos, según ha informado el think tank independiente Reform, citado por el diario británico The Telegraph"… Reino Unido necesitará diez años de austeridad para resolver sus problemas económicos (El Economista – 22/11/11)

La "percepción" de los europeos (pérdida de confianza)

"Nada hace pensar que los líderes europeos encuentren en la opinión pública europea un aliado en este proceso. Según el Eurobarómetro de noviembre de 2011, menos de la mitad de los europeos (un 47%) creen que la pertenencia de su país a la UE ha sido algo positivo (frente al 18% que piensa que ha sido algo malo y al 31% que considera que no ha sido ni bueno ni malo), y solo el 41% confía en la Unión Europea (frente a un 47% que desconfía). Si preguntamos a los europeos sobre algunas de las reformas propuestas, como un mayor papel de las instituciones supranacionales en la definición de la política fiscal, los resultados son incluso menos esperanzadores"… ¿Una Europa euroescéptica? (El País – 25/11/11)

El contrato social se está empezando a deshacer en muchos países.

"Uno de los legados de la última gran bonanza económica vivida entre las grandes potencias y los países emergentes es una brecha mayor entre ricos y pobres. La desigualdad ha aumentado al nivel más alto de los últimos 30 años en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), debido sobre todo a la creciente diferencia entre los salarios, que suponen el 75% de los ingresos de un hogar. Lo ha hecho precisamente en esos años de crecimiento, según el informe hecho público ayer por la OCDE con datos de 2008, previos a la Gran Recesión"… La brecha entre ricos y pobres se dispara al nivel más alto en 30 años (El País – 6/12/11)

Generación "ni-ni": ni estudia, ni trabaja (el problema crece en toda Europa por el paro y la falta de alternativas)

"La crisis está dejando descolgados a muchísimos jóvenes. En España, 800.000 ciudadanos entre 18 y 24 años ni estudian, ni trabajan. Representan uno de cada cinco, una de las cuotas más elevadas de la Unión Europea. En los tres últimos años han empeorado las cifras de la llamada generación ni-ni. En 2008 suponían el 13,9% de los europeos de 18 a 24 años y en 2010 eran ya el 16,5%, según alerta un reciente estudio del Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (Cedefop). Y todo indica que los datos de 2011 van a ser todavía peores"… La crisis eleva al 22% los jóvenes que ni estudian ni trabajan (El País – 16/12/11)

Esquizofrenia capitalista: las firmas gastan en maquinaria, pero no crean empleos

"En ninguna otra recuperación estadounidense desde la Segunda Guerra Mundial las empresas han sido tan rápidas en impulsar el gasto en maquinaria y software y, al mismo tiempo, más lentas a la hora de contratar empleados"… El hombre vs. la máquina, el dilema de EEUU (The Wall Street Journal – 17/1/12)

Los jóvenes se llevan la peor parte de la crisis de desempleo (la generación perdida)

"Davos está acostumbrado a las bravuconadas de los líderes políticos. Sin embargo, cuando jefes de compañías de todo el mundo acostumbrados a hablar en voz baja advierten "no de una crisis, sino de un desastre", cuando comienzan a llamar algo "un cáncer en la sociedad", uno sabe que tenemos un problema"… La bomba de tiempo del desempleo juvenil (BBCMundo.com – 29/1/12)

"La OIT calcula que 6,4 millones de menores de 25 años ya han perdido la esperanza de encontrar trabajo. En el mundo hay 75 millones de jóvenes desempleado. La cifra ha aumentado en 4 millones desde 2007"… El paro juvenil en España cuadruplica la tasa mundial (Gaceta.es – 29/1/12)

¿Por qué falla la máquina de empleos?

Las empresas producen y ganan más, pero no aumentan su personal

He aquí algunos números del desempeño de las empresas y el mercado laboral en Estados Unidos que sirven de barómetros clave de la economía del país. En los últimos 10 años:

– La producción de bienes y servicios se ha expandido 19%.

– Las ganancias de las empresas que no pertenecen al sector financiero han aumentado 85%.

– La fuerza laboral ha crecido en 10,1 millones de empleos.

– El número de puestos de trabajo del sector privado, sin embargo, se ha reducido en casi dos millones.

– Y el porcentaje de adultos estadounidenses con trabajo se ha reducido a 58,2%, un nivel que no se había visto desde 1983.

En gran parte, eso ocurre porque la economía crece demasiado despacio o como para absorber la fuerza laboral disponible, y los sectores que suelen contratar en las primeras etapas de la recuperación -como la construcción y la pequeña empresa– se vieron paralizados por el descalabro del crédito.

También hay que considerar el factor de la confianza. Si los empleadores estuvieran seguros de que podrían vender más, contratarían a más personas. Si estuvieran menos inseguros de la durabilidad de la recuperación y otros factores, estarían más inclinados a incrementar sus niveles de contratación.

Hay, además, un fenómeno que precede a la recesión y que ha persistido a lo largo de ella. Se trata de los cambios en la forma en que funciona el mercado y cómo los empleadores ven a su fuerza laboral.

Los ejecutivos lo llaman "reducción estructural de costos" o "flexibilidad". El economista Robert Gordon, de la Universidad de Northwestern, lo llama el surgimiento de "los trabajadores desechables", una abreviación de una estrategia de las empresas para reducir costos laborales dondequiera que puedan, a un nivel sin precedentes.

El economista Alan Krueger, de la Universidad de Princeton, calcula que 70% de la escasez de trabajo actual es simplemente cíclica, el resultado de una decepcionante recuperación de una profunda recesión. Sin embargo, atribuye 30% a cambios en el mercado laboral que comenzaron una década atrás o más.

Consideremos lo siguiente:

En la recesión más reciente y en las dos anteriores -1990-91 y 2001- los empleadores han sido más rápidos a la hora de despedir empleados y recortar sus horas de trabajo que en las recesiones que las habían precedido. Muchos de ellos también fueron más lentos para volver a contratar. Como resultado, la "recuperación sin empleo" se ha convertido en la norma.

En el pasado, cuando los negocios se desplomaban, las empresas reducían personal y aceptaban menos trabajo por empleado. Durante la profunda recesión de principios de la década del 70, la producción estadounidense de bienes y servicios se redujo en 5% y el empleo en 2,5%. Los economistas trataban de comprender el "acaparamiento laboral", la tendencia de las empresas a retener a los empleados que no necesitaban.

Pero ya nadie piensa así. Entre finales de 2007 (cuando el empleo estadounidense alcanzó su mayor pico) y finales de 2009 (cuando tocó fondo), la producción estadounidense de bienes y servicios disminuyó 4,5%, pero el número de trabajadores se redujo mucho más: 8,3%. El rompecabezas de hoy es entonces: ¿cómo y por qué los empleadores lograron aumentar la productividad, o la producción por hora de trabajo, como nunca antes durante la peor recesión en décadas?

En una época anterior, cuando más estadounidenses trabajaban en líneas de ensamblaje, muchos despidos eran temporales. Cuando el negocio se recuperaba, los trabajadores volvían a ser convocados, a menudo debido a garantías sindicales.

En el peor momento de la recesión de 1980-82, uno de cada cinco desempleados correspondía a un "despido temporal". En la reciente recesión, la proporción de despidos temporales nunca fue superior a uno de cada 10. Eso se debe en parte a que menos estadounidenses trabajan en fábricas. Hoy, en cambio, si un restaurante no tiene suficientes clientes, quiebra.

"Cuando los despidos son temporales, las recontrataciones pueden realizarse muy rápido", comentan los economistas Erica Groshen y Simon Potter, de la Reserva Federal de Nueva York. Cuando los despidos son permanentes, la recuperación del empleo es lenta, añaden. Si el empleador quiere contratar, debe embarcarse en la tarea de revisar currículos, lo que consume mucho tiempo.

Las empresas, con sus ojos fijos en el precio de las acciones y en las ganancias, valoran más que nunca la flexibilidad encima de la estabilidad. La recesión les demostró que podían hacer más con menos trabajadores de lo que muchos de ellos creían.

En una encuesta a 2.000 empresas a principios de este año, McKinsey Global Institute, el centro de estudios de la enorme empresa de consultoría, encontró que 58% de los empleadores esperaba tener más trabajadores a tiempo parcial, temporales o subcontratados en los próximos cinco años y más de 21,5% trabajadores "tercerizados o externos".

"La tecnología", señala McKinsey, "permite a las empresas gestionar el empleo como un aporte variable. Con el uso de nuevos sistemas de programación de recursos, se pueden proveer de personal sólo cuando lo necesitan, ya sea por un día completo o unas pocas horas".

Las agencias de ayuda temporal juegan un papel cada vez más importante, desde la provisión de personal fabril y administrativo hasta enfermeras e ingenieros.

También facilitan volver a recortar en tiempos difíciles. Los trabajadores, en pocas palabras, ahora pueden ser contratados "en el momento preciso". Y aparentemente, muchos empleadores no creen que todavía sea el momento. Debido a que "pueden contratar personal temporal casi al instante, hay poca necesidad de contratar a la espera de una recuperación en los negocios".

Cuando sí reclutan personal, las grandes empresas multinacionales con sede en EEUU están en mejor condición de y más dispuestas a contratar en el exterior, en parte porque los salarios son a menudo más baratos, pero también porque es allí donde están sus clientes.

En la década de los 90, las multinacionales incorporaron en EEUU casi dos puestos de trabajo por cada nuevo empleo fuera del país; en tanto que en la década siguiente, recortaron 2,9 millones de empleos estadounidenses, mientras que aumentaron 2,4 millones en el extranjero, de acuerdo con el Departamento de Comercio de EEUU.

Hal Sirkin, de Boston Consulting Group (BCG), afirma que el aumento de los salarios en China resta un poco de atractivo al país. En 2000, los salarios de los trabajadores chinos promediaron 3% de los de sus contrapartes estadounidenses. Hoy en día, representan 9%, y la firma de consultoría espera que la cifra llegue a 15% en 2015. Sirkin predice que ello impulsará a muchos fabricantes a devolver el trabajo a EEUU. ¿Cuántos? Sirkin todavía trabaja en un cálculo.

Aun cuando el gobierno cuenta 4,68 trabajadores desempleados por cada puesto que se abre, algunos empleadores insisten en que no pueden encontrar empleados con las habilidades que necesitan a los salarios que pueden pagar.

Realidad o ficción

En toda Europa, Asia y América, las corporaciones nadan en efectivo, mientras su implacable búsqueda de eficiencia sigue generando enormes ganancias. Sin embargo, la porción de la torta que les corresponde a los trabajadores se está reduciendo, gracias al alto desempleo, a las jornadas reducidas de trabajo y a los salarios estancados.

Estados Unidos en los años 70, tenían 20 millones de empleos manufactureros, con una población total de unos 220 millones. A principios del año 2011, sólo se mantienen 12 millones de empleos en las fábricas norteamericanas, pero con una población total de 320 millones de habitantes. En los años 70, Estados Unidos controlaba el 28% de la fabricación mundial de bienes y China sólo el 4%. En enero de 2011 Estados Unidos produce el 20% mundial y China el 19%.

En enero (2011), 2,8 millones de personas estaban "marginalmente ligadas" a la fuerza laboral, frente a los 2,5 millones de enero del año anterior (2010). Dentro de este grupo se encuentra la gente que ha buscado empleo en los últimos 12 meses, pero no en el último mes.

De ellos, casi 1 millón no cree que encontrará empleo (cifra que baja desde 1,3 millones en diciembre 2010) y el resto, 1,8 millones, no han buscado trabajo en las últimas cuatro semanas por razones como estudios o responsabilidades familiares, explica el Departamento de Trabajo.

La tasa de paro que incluye a estas personas, así como a aquellos que se han visto forzados a trabajar a tiempo parcial , denominada U-6, se redujo al 16,1% desde el 16,7% de diciembre (2010).

El número de desempleados de larga duración, aquellos que llevan en el paro al menos 27 semanas, se redujo a 6,2 millones y supuso el 43,8% de los desempleados.

Paradójicamente, la realidad es que las mediciones de desigualdad de ingresos y riqueza entre países están cayendo, gracias a un crecimiento robusto constante en los mercados emergentes. Pero a la mayoría de la gente le importa más lo bien que le va en relación a sus vecinos que a ciudadanos de tierras lejanas.

A los ricos les está yendo esencialmente bien. A enero de 2011, los mercados bursátiles globales se recuperaron. Muchos países son testigos de un crecimiento vigoroso de los precios de la vivienda, de las propiedades comerciales o de ambos. Los renacientes precios de las materias primas están creando enormes ingresos para los dueños de minas y pozos petroleros, incluso a pesar de que las subas de precios de los alimentos básicos están desatando disturbios, si no completas revoluciones, en el mundo en desarrollo. Internet y el sector financiero siguen desovando nuevos millonarios y hasta multimillonarios a un ritmo asombroso.

Las causas de la creciente desigualdad en el interior de los países son bien entendibles, y ya han sido señaladas anteriormente. Vivimos en una época en la que la globalización expande el mercado para los individuos ultra talentosos, pero hace que la competencia deje afuera a los empleados comunes. La competencia entre países por individuos calificados e industrias rentables, a su vez, limita la capacidad de los gobiernos de mantener impuestos elevados a los ricos. La movilidad social está aún más afectada porque los ricos les brindan a sus hijos una educación privada y ayuda post-escolar, mientras que los más pobres en muchos países no pueden permitirse ni siquiera que sus hijos sigan yendo a la escuela.

En el siglo XIX, Karl Marx observó inteligentemente las tendencias de desigualdad en sus días y concluyó que el capitalismo no podía sustentarse políticamente de manera indefinida. Llegado el caso, los trabajadores se levantarían y derrocarían el sistema. Transcurrida la primera década del siglo XXI, aún se espera que llegue el caso… Mientras, fuera de Cuba, Corea del Norte y unas pocas universidades de izquierda en todo el mundo, ya nadie se toma en serio a Marx.

Sin embargo, en un momento en que la desigualdad alcanza niveles similares a los de hace 100 años, el statu quo tiene que ser vulnerable. La inestabilidad puede expresarse en cualquier parte. Fue apenas hace poco más de cuatro décadas que los disturbios urbanos y las manifestaciones masivas sacudieron al mundo desarrollado, catalizando en definitiva reformas sociales y políticas de amplio alcance.

Sin embargo, sería un grave error suponer que la enorme desigualdad es estable siempre que surja a través de la innovación y el crecimiento.

Lo que resulta evidente es que la desigualdad no es sólo una cuestión de largo plazo. Las preocupaciones sobre el impacto de la desigualdad de ingresos ya están constriñendo la política fiscal y monetaria en países desarrollados y en desarrollo por igual, a la vez que intentan abandonar las políticas de híper estimulación adoptadas durante la crisis financiera…

La bomba de tiempo del desempleo juvenil

El mundo, dicen, está "sentado sobre una bomba de tiempo, social y económica". El mundo está plagado de desempleo juvenil.

Los números son duros. En algunos países del mundo árabe hasta el 90% de los jóvenes en edades comprendidas entre los 16 y 24 años está desempleado. En EEUU el desempleo juvenil llega a 23%, en España al casi 50% y en el Reino Unido al 22%.

En todo el mundo hay 200 millones de desempleados. 75 millones tienen edades entre los 16 y 24 años, y cada año cerca de 40 millones de jóvenes están listos para entrar al mercado laboral.

Los líderes empresariales reunidos en el Foro Económico Mundial (enero 2012) saben que las cifras son importantes: los jóvenes que estuvieron desempleados por mucho tiempo ganaran menos dinero durante toda su vida.

Tendrán menos probabilidades de ser empleados. No tendrán las habilidades que las empresas necesitan. Es más probable que tengan problemas de salud a largo plazo. Y la situación puede degenerar en descontento social.

Hay un término para eso: la generación perdida. O como dice un profesor de una escuela de negocios "El desempleo es una porquería. El desempleo juvenil es peor aún. Los jóvenes perdieron la línea de visión hacia el futuro".

Cifras duras

•200 millones de desempleados a nivel mundial

•75 millones con edades entre 16 y 24 años.

•90% de los jóvenes en países árabes no tienen trabajo.

•23% desempleo juvenil en EEUU.

•22% en Reino Unido

•50% en España

•Cada año 40 millones de jóvenes ingresan al mercado laboral.

A los jefes les preocupan estas cosas, hasta a los de corazón más frío, porque todo lo mencionado arriba cuesta dinero.

Indirectamente, porque hay un menor demanda para sus productos y servicios; directamente, en costos de entrenamiento y de salud, e impuestos más altos.

Luego tenemos la parte demográfica. En Jordania cerca del 70% de la población tiene menos de 30 años. Si los jóvenes no están preparados para el trabajo, el país se quedará pronto sin talento, dijo un participante.

Para los políticos, la Primavera Árabe es algo que sigue fresca en la mente de la gente. Los levantamientos comenzaron en Túnez cuando Mohamed Bouazizi se inmoló.

"Se mató no porque quería hacer una protesta política. Se mató porque no tenía un empleo", dijo un gerente de fondos de inversión de Pakistán. La falta de oportunidades para los jóvenes fue uno de los catalizadores de la llamada Primavera Árabe.

Los organizadores del Foro Económico Mundial de Davos quieren demostrar que su inmensa red -una combinación única de grandes empresas, gobiernos, activistas sociales y organizaciones no gubernamentales- puede hacer una diferencia.

Se organizó un taller para identificar qué causa el desempleo juvenil y si puede existir alguna solución rápida para atacar el problema, para quienes hablaron era obvio que el problema desafía las soluciones simples.

Claro que todo desempleo tiene una cosa en común: la falta de demanda de trabajadores. Pero cada país, cada región tiene problemas diferentes.

La automatización reemplaza muchos trabajos rutinarios, no sólo en los países desarrollados.

Hay problemas estructurales, por ejemplo cuando es muy burocratizado contratar a alguien.

También puede achacársele alguna culpa al sistema educativo, que falla en darles a los jóvenes las destrezas que se necesitan para trabajos en economías avanzadas.

En Corea del Sur es al contrario. Hay tantos graduados universitarios que el país se está quedando sin gente para llenar trabajos de obreros.

Además están las destrezas vitales o la falta de ellas. Algunos jóvenes no conocen lo básico, desde vincularse con compañeros de trabajo hasta tener las habilidades empresariales fundamentales.

Pero a veces una mejor educación podría aportar una solución: en China, muchos repartidores de correspondencia sólo pueden leer chino, lo que les impide trabajar en compañías logísticas internacionales que distribuyen correos y paquetería llegada del mundo entero.

También hay problemas culturales. Algunos países gradúan grandes cantidades de mujeres en la educación universitaria, sólo para negarles las oportunidades de trabajo, con lo que desperdician sus talentos.

¿Qué hacer?

Es un tema que se presenta una y otra vez: negocios, universidades y escuelas, gobiernos y organizaciones no gubernamentales, no logran comunicarse sobre qué es lo que necesitan y qué es lo que pueden lograr.

"El sector privado podría ser un elemento de cambio", afirmó un participante, un activista de izquierda que trabaja en una campaña educativa.

"Las universidades son simplemente muy lentas", dice un industrial, "Si les digo que necesito graduados con diferentes destrezas, les toma dos o más años cambiar sus cursos. Para ese entonces la tecnología estará cambiando de nuevo".

Pero de todos modos, otro empresario advirtió que "una buena educación ya no te garantiza una buena vida".

Sean del mundo árabe, de América del Norte o de América Latina o Asia, muchos ejecutivos lamentaron la falta de impulso empresarial y de destrezas básicas de negocios y la necesidad de una cultura donde el fracaso no sea celebrado.

Un hombre que está a cargo de una empresa con varios cientos de miles de empleados en todo el mundo se quejaba de que "vivimos en un mundo en el que la creación de la riqueza no va paralela a la creación de trabajo. Esa otrora cercana conexión está rota".

Mientras algunos sugieren la creación de grandes programas, con una inversión de US$ 50.000 millones en los próximos diez años para adiestrar gente en todo el mundo, otros proponen pasos más pequeños con mayor garantía de éxito…

Del Paper – Los "nuevos" pobres, de los países ricos (un relato trágico de la crisis) Parte I (15/2/2014)

Obertura

Los "nuevos" pobres son aquellos que no vieron venir la cachetada. Aquellos que se creyeron "predestinados" a ser más ricos que sus padres. Aquellos que "hipotecaron" la mitad de los ingresos familiares (o más) para vivir en una casa, muy por encima de sus posibilidades. Aquellos que "confiaron" en el empleo continuo y el ingreso creciente.

Dicen Alberto Minujin y Gabriel Kessler, en su libro "La nueva pobreza en la Argentina" – Temas de Hoy – 1995) que, "los "nuevos" pobres se parecen a los no pobres en algunos aspectos socioculturales, como el acceso a la enseñanza media y superior, el número de hijos por familia -más reducido que entre los pobres estructurales- etc.; y a los pobres de veja data, en los aspectos asociados a la crisis: el desempleo, la precariedad laboral, la falta de cobertura de salud, entre otros"…

No es fácil captar en toda su extensión las consecuencias que la pauperización de una parte considerable de la clase media (norteamericana o europea, en el caso que nos ocupa) tiene para aquellos que la sufren en carne propia como en la sociedad en su conjunto. Es que este hecho marca un punto de no retorno, el fin de un tipo determinado de sociedad.

Hasta no hace muchos años, los ciudadanos de Estados Unidos y los países miembros de la Unión Europea, habían formado una sociedad relativamente integrada, en la que una importante clase media había surgido como resultado de un proceso de movilidad social ascendente cuya continuidad no se ponía en cuestión. Desde 1989 (caída de muro de Berlín) en adelante, y ahora, luego de algo más de seis años de empobrecimiento masivo de la clase media, no hay duda de que estos países ya no son los mismos países.

El empobrecimiento de una parte importante de las clases medias de estos países (antes considerados "avanzados") no fue un acontecimiento natural ni una catástrofe inexorable, ni tampoco un hecho que pueda ser analizado en forma aislada. Fue el resultado de una serie de factores de orden externo e interno; un proceso para cuya comprensión sería necesario referirse a la poderosa transferencia de recursos del sector público hacia el sector privado, al endeudamiento público y privado, la pérdida de derechos sociales y la falta de una intervención estatal eficaz dirigida a los sectores más vulnerables.

Simultáneamente, se conformó la contracara indisociable del empobrecimiento masivo: la globalización, la privatización, la desregulación, la deslocalización, el libre movimiento de capitales y mercancías… la "nueva" riqueza, que alcanza su apogeo en gran medida en individuos y grupos económicos muy vinculados con el poder político.

En suma: el empobrecimiento fue (y sigue siendo) un hecho económico, un hecho social y un hecho político…

El fin del sueño americano

¿Un fundamento que se desmorona?

El aumento de la diferencia de renta entre la población se ha convertido en una cuestión controvertida en EEUU, a medida que los liberales critican la disminución de la clase media y los conservadores argumentan que una economía de mercado saludable debe recompensar el esfuerzo, el espíritu emprendedor y la toma de decisiones arriesgadas. Pero en lo que concierne a la cuestión relativa a la movilidad económica, o la capacidad del individuo de ascender en el nivel de renta, la mayor parte de las personas parece estar de acuerdo: la movilidad ascendente es algo bueno.

De hecho, los conservadores siempre citan la movilidad económica como razón para no preocuparse por la cada vez mayor desigualdad de los ingresos. Si las personas tienen la posibilidad de subir socialmente, no importa que algunos sean muy ricos y otros estén muchos escalones por debajo en el nivel de renta: con la movilidad económica, las personas no se quedan atrapadas en el punto de partida.

Sin embargo, un volumen cada vez mayor de datos muestra que la movilidad económica ya no es tan común en EEUU como mucha gente piensa. Además, varios estudios muestran que la movilidad económica disminuye a medida que la desigualdad de renta aumenta, señal de que en los próximos años podría ser más difícil para las personas pasar de la pobreza a la clase media, o de la clase media hasta lo alto de la pirámide.

"Estudios recientes indican que hay menos movilidad económica en EEUU de lo que siempre se ha creído", dice un estudio de The Economic Mobility Project (Proyecto de Movilidad Económica) elaborado por The Pew Charitable Trusts, The American Enterprise Institute, The Brookings Institution, The Heritage Foundation y por The Urban Institute. "Los últimos 30 años registraron una caída gradual considerable en el crecimiento de la renta de la familia media en comparación con las generaciones anteriores. Según algunas medidas, somos, de hecho, una sociedad menos móvil que la de muchos otros países, entre ellos Canadá, Francia, Alemania y la mayor parte de los países escandinavos. Eso pone en duda la idea de EEUU como tierra de oportunidades"…

La crisis en cifras (Fuente: Departamento de Educación de EEUU)

Hay 50,5 millones de hispanos en Estados Unidos, según el censo nacional de 2010.

Entre 2000 y 2010 la población latina creció 15,3 millones, la de mayor expansión entre todos los grupos étnicos de Estados Unidos.

La población latina es mucho más joven que la blanca no hispana: hay 17,1 millones de hispanos menores de 17 años, lo que equivale a 23% de la población en ese rango de edad.

Casi 22% de los inscritos en las escuelas públicas estadounidenses es latino: uno de cada cinco alumnos entre preescolar y 12 años.

Sólo la mitad de los estudiantes latinos consigue su diploma en el tiempo estipulado; de aquellos que se gradúan en secundaria, sólo la mitad está preparado para estudios terciarios.

Sólo 13% de los hispanos tiene título universitario y menos de 4% consigue títulos superiores.

En general, los latinos tienen el menor nivel de éxito en la educación de todos los grupos étnicos de EEUU…

Niños que pasan hambre en EEUU (Fuente: Feeding America)

•16,7 millones de niños viven en hogares con "inseguridad alimentaria".

•Los estados más afectados son el Distrito de Columbia, Oregón, Arizona, Nuevo México y Florida.

•Los hogares encabezados por madres solteras son más vulnerables al hambre infantil.

Intermezzo: para que no se olvide lo inolvidable

Clase media americana: del sueño a la pesadilla (documento original)

– 36 Facts Which Prove The American Dream Is Turning Into A Nightmare For The Middle Class (Business Insider – 4/5/11)

(Michael Snyder, The American Dream)

The U.S. middle class is being shredded, ripped apart and systematically wiped out. If you doubt this, just check out the statistics.

The American Dream is being transformed into an absolute nightmare.

Once upon a time, the rest of the world knew that most Americans were able to live a middle class lifestyle. Most American families had nice homes, most American families had a car or two, most American families had nice clothes, most American families had an overabundance of food and most American families could even look forward to sending their children to college if that is what the kids wanted to do. There was an implicit promise that this was the way that it was always going to be.

Most of us grew up believing that if we worked really hard in school and that if we stayed out of trouble and that if we did everything that "the system" told us to do that there would be a place for us in the middle class too. Well, it turns out that "the system" is breaking down. There aren't enough good jobs for all of us anymore. In fact, there aren't very many crappy jobs either. Millions are out of work, millions have lost their homes and nearly all of the long-term economic trends just keep getting worse and worse. So is there any hope for the U.S. middle class?

No, there is not.

Unless fundamental changes are made economically, financially and politically, the long-term trends that are destroying the U.S. middle class will continue to do so.

The number of good jobs has been declining for a long time. The good jobs that have been lost are being replaced by a smaller number of low paying "service jobs".

Meanwhile, the cost of everything is going up. It is getting really hard for American families to be able to afford to put food on the table and to put gas in the tank. Health care costs are absolutely outrageous and college tuition is now out of reach for millions of American families.

Every single month more American families fall out of the middle class. Today there are 18 million more Americans on food stamps than there were just four years ago. More than one out of every five U.S. children is living in poverty. Things are getting really, really bad out there.

(Read more: http://www.businessinsider.com/american-dream-middle-class-2011-5#ixzz1LSS0Qizg)

36 Statistics Which Prove That The American Dream Is Turning Into An Absolute Nightmare For The Middle Class

The U.S. middle class is being shredded, ripped apart and systematically wiped out. If you doubt this, just check out the statistics below. The American Dream is being transformed into an absolute nightmare. Once upon a time, the rest of the world knew that most Americans were able to live a middle class lifestyle. Most American families had nice homes, most American families had a car or two, most American families had nice clothes, most American families had an overabundance of food and most American families could even look forward to sending their children to college if that is what the kids wanted to do. There was an implicit promise that this was the way that it was always going to be. Most of us grew up believing that if we worked really hard in school and that if we stayed out of trouble and that if we did everything that "the system" told us to do that there would be a place for us in the middle class too. Well, it turns out that "the system" is breaking down. There aren't enough good jobs for all of us anymore. In fact, there aren't very many crappy jobs either. Millions are out of work, millions have lost their homes and nearly all of the long-term economic trends just keep getting worse and worse. So is there any hope for the U.S. middle class?

No, there is not.

Unless fundamental changes are made economically, financially and politically, the long-term trends that are destroying the U.S. middle class will continue to do so.

The number of good jobs has been declining for a long time. The good jobs that have been lost are being replaced by a smaller number of low paying "service jobs".

Meanwhile, the cost of everything is going up. It is getting really hard for American families to be able to afford to put food on the table and to put gas in the tank. Health care costs are absolutely outrageous and college tuition is now out of reach for millions of American families.

Every single month more American families fall out of the middle class. Today there are 18 million more Americans on food stamps than there were just four years ago. More than one out of every five U.S. children is living in poverty. Things are getting really, really bad out there.

The following are 36 statistics which prove that the American Dream is turning into an absolute nightmare for the middle class….

#1 The competition for decent jobs in America has gotten absolutely insane. There have been reports of people actually getting down on their knees and begging for jobs. Many Americans are starting to wonder if they will ever get a decent job again. According to the U.S. Bureau of Labor Statistics, the average duration of unemployment in the United States is now an all-time record 39 weeks….

edu.red

#2 According to the Wall Street Journal, there are 5,5 million Americans that are unemployed and yet are not receiving unemployment benefits.

#3 The number of "low income jobs" in the U.S. has risen steadily over the past 30 years and they now account for 41 percent of all jobs in the United States.

#4 Only 66,8% of American men had a job last year. That was the lowest level that has ever been recorded in all of U.S. history.

#5 Once upon a time, anyone could get hired at McDonald's. But today McDonald's turns away a higher percentage of applicants than Harvard does. Approximately 7 percent of all those that apply to get into Harvard are accepted. At a recent "National Hiring Day" held by McDonald's only about 6,2 percent of the one million Americans that applied for a job were hired.

#6 There are now about 7,25 million fewer jobs in America than when the recession began back in 2007.

#7 The United States has lost an average of about 50.000 manufacturing jobs per month since China joined the World Trade Organization in 2001.

#8 A New York post analysis has found that the rate of inflation in New York City has been about 14 percent over the past year.

#9 The average price of a gallon of gasoline in the United States is now up to $ 3,91 a gallon.

#10 Over the past 12 months the average price of gasoline in the United States has gone up by about 30%.

#11 Spending on energy now accounts for more than 6 percent of all consumer spending. Every time this has happened since 1970 we have also had a recession that followed.

#12 The average American driver will spend somewhere around $ 750 more for gasoline in 2011. Unfortunately, it seems likely that the price of oil is going to go up even higher. Already the price of oil is closing in on the all-time record….

edu.red

#13 In the United States, over 20 percent of all children are living in poverty. In the UK and in France that figure is well under 10 percent.

#14 According to the U.S. Census, the number of children living in poverty has gone up by about 2 million in just the past 2 years.

#15 The wealthiest 1% of all Americans now own more than a third of all the wealth in the United States.

#16 The poorest 50% collectively own just 2,5% of all the wealth in the United States.

#17 The wealthiest 1% of all Americans own over 50% of all the stocks and bonds.

#18 According to a new report from the AFL-CIO, the average CEO made 343 times more money than the average American did last year.

#19 In 1980, government transfer payments accounted for just 11,7% of all income. Today, government transfer payments account for 18,4% of all income.

#20 U.S. households are now receiving more income from the U.S. government than they are paying to the government in taxes.

#21 59 percent of all Americans now receive money from the federal government in one form or another.

#22 The average cost of tuition, room and board at America's public universities is now $16.000 a year. For America's private universities, that figure is, $ 37.000 a year.

#23 The cost of college tuition in the United States has gone up by over 900 percent since 1978.

#24 Approximately two-thirds of all college students graduate with student loan debt.

#25 17 million college graduates are doing jobs that do not even require a college degree.

#26 According to the Bureau of Economic Analysis, health care costs accounted for just 9,5% of all personal consumption back in 1980. Today they account for approximately 16,3%.

#27 One study found that approximately 41 percent of working age Americans either have medical bill problems or are currently paying off medical debt.

#28 Back in 1965, only one out of every 50 Americans was on Medicaid. Today, one out of every 6 Americans is on Medicaid.

#29 Total credit card debt in the United States is now more than 8 times larger than it was just 30 years ago.

#30 During the first three months of this year, less new homes were sold in the U.S. than in any three month period ever recorded.

#31 Now home sales in the United States are now down 80% from the peak in July 2005.

#32 U.S. home prices have now declined 32% from the peak of the housing bubble.

#33 For most middle class families, the family home is the number one financial asset. Unfortunately, U.S. home values have declined an astounding 6,3 trillion dollars since the housing crisis first began.

#34 According to a recent census report, 13% of all homes in the United States are currently sitting empty.

#35 The housing crisis just seems to keep on getting worse. 31 percent of the homeowners that responded to a recent Rasmussen Reports survey indicated that they are "underwater" on their mortgages.

#36 Unfortunately, it looks like millions more middle class Americans could soon be in danger of losing their homes. According to the Mortgage Bankers Association, at least 8 million Americans are at least one month behind on their mortgage payments at this point…

Parte II (15/3/2014)

El "fusilamiento" del Estado de Bienestar Europeo

Aria di bravura: del Estado del Bienestar al Estado del Malestar

El lenguaje de los hechos.

Cuando no se puede negar lo obvio, torcer la realidad, ocultar la evidencia, demostrar lo indemostrable.

En las próximas páginas intentaré demostrar -ojalá lo logre- que los "neoecon" han pasado de la desigualdad a la indiferencia, de allí al odio, y por encima de todo al egoísmo…

Han logrado -y siguen- difundir el mensaje de que los dos principales programas del Estado del Bienestar -pensiones y salud- son dos bombas de relojería en el corazón de la economía de mercado (¿qué mercado?)

Según dicen, los gobiernos y las oposiciones practican con las pensiones la política del avestruz o, lo que es lo mismo, hacen suyo el viejo lema keynesiano "a largo plazo, todos muertos". Los mayores constituyen una porción de votos cada vez mayor y lógicamente tienen pavor al cambio. Sin embargo, la pregunta es qué sucederá cuando las jóvenes generaciones se nieguen a sacrificar su nivel de vida para pagar las pensiones y/o la sanidad de los viejos o se rebelen contra una situación de trabajos forzados en beneficio de los mayores. Un escenario como éste no es improbable, sino muy posible, y constituirá un serio problema social y político en un horizonte no muy lejano. Es la "guerra civil fría" sugerida por Alain Madelin ante la resistencia de la derecha francesa a adoptar una reforma en serio de las pensiones.

Desde este enfoque, los países industrializados deberían plantearse la posibilidad de sustituir de manera progresiva el actual sistema de pensiones basado en el reparto por otro sustentado en la capitalización.

La razón (¿qué razón?) es que la cobertura pública del retiro está en crisis en todas partes.

Según dicen, cuando se creó en la mayoría de los países industrializados, el número de cotizantes era muy superior al de los que percibían prestaciones por jubilación y muy pocos vivían hasta la edad necesaria para percibir sus prestaciones, lo que garantizaba que pudiese cumplir sus promesas. A comienzos del siglo XXI la situación es distinta. La caída de la tasa de natalidad, unida al aumento de la esperanza de vida, implica que un número cada vez más reducido de jóvenes trabajadores no sólo tendrá que soportar una carga fiscal creciente para financiar las pensiones de sus mayores, sino que no recibirá los mismos beneficios. Si no se hace nada, esa gigantesca transferencia de rentas de las clases activas a las pasivas reducirá el crecimiento y el nivel de vida de las generaciones futuras, al tiempo que pondrá las bases para un conflicto intergeneracional de consecuencias imprevisibles.

¿Qué hacer?, se preguntan los "neoecon", y se contestan -para continuar "colando" el mensaje-, "De entrada, un aumento de los impuestos y/o cotizaciones a la Seguridad Social para financiar el modelo de reparto tendría efectos económicos muy negativos. La oferta de trabajo no es inelástica. De hecho, responde a los cambios en los tipos impositivos. Desde esta perspectiva, mantener el actual sistema de pensiones y el inevitable incremento de la carga fiscal necesario para financiarlo reduciría los incentivos para incorporarse a la vida laboral. Esta caída o desaceleración de la tasa de actividad, que se producirá en todo caso por razones demográficas, tendría un impacto negativo sobre el PIB y acentuaría los desequilibrios estructurales del esquema de reparto. A la vez, la subida de la imposición sobre el factor trabajo deprimiría la tasa de ahorro privado y la acumulación de capital que alimenta el crecimiento económico y de la productividad en el medio y largo plazo".

Otros -más cínicos, si cabe- sostienen que desde que la democracia moderna puso la ciudadanía como raíz de la legitimidad política han existido tensiones entre libertad e igualdad. En toda sociedad democrática -dicen-, la libertad para todos entra en conflicto con la igualdad para todos, y viceversa. Pero no importa con qué frecuencia proclamamos que todos "hemos nacido libres e iguales en dignidad y derechos", este choque de principios no ha disminuido…

Y rematan, "la dimensión óptima del Estado de bienestar en un país desarrollado y próspero es aquélla que es sostenible en el tiempo y que crea unas reglas de juego estables y predecibles para los agentes que cubre las contingencias sin desincentivar decisiones de ahorro y trabajo"…

A todos estos "escribas" de la globalización, la privatización, la financierización y el librecambio, podría contestarles diciéndoles que han sido ellos -o sus mentores, o quienes le pagan la nómina– los que han propiciado y han logrado "tirar el agua de la palangana con el bebé adentro"…

Que no son los factores demográficos los que desbalancean -el lado de la demanda- el equilibrio de la cobertura pública del sistema de la seguridad social -pensiones, sanidad y subsidio de desempleo-, sino que es el bajo nivel de ocupación y remuneración de la población en edad de trabajar -el lado de la oferta-, el que provoca -con premeditación y alevosía- la insostenibilidad del Estado del bienestar.

Pero voy a dejar que les conteste Ernesto Sábato ("Antes del fin"): "Al parecer, la dignidad de la vida humana no estaba prevista en el plan de la globalización. La angustia es lo único que ha alcanzado niveles nunca vistos. Es un mundo que vive en la perversidad, donde unos pocos contabilizan sus logros sobre la amputación de la vida de la inmensa mayoría. Se ha hecho creer a algún pobre diablo que pertenece al Primer Mundo por acceder a los innumerables productos de un supermercado. Y mientras aquel pobre infeliz duerme tranquilo, encerrado en su fortaleza de aparatos y cachivaches, miles de familias deben sobrevivir con un dólar diario. Son millones los excluidos del gran banquete de los economicistas…

Ahora, el hombre está al borde de convertirse en un clon por encargo: ojos celestes, simpático, emprendedor, insensible al dolor o trágicamente, preparado para esclavo. Engranajes de una máquina, factores de un sistema, ¡qué lejos, Hölderlin, de cuando los hombres se sentían hijos de los Dioses!

Los jóvenes lo sufren: ya no quieren tener hijos. No cabe escepticismo mayor.

Así como los animales en cautiverio, nuestras jóvenes generaciones no se arriesgan a ser padres. Tal es el estado del mundo que les hemos entregado"…

También busco respuesta en Pascal Bruckner ("Miseria de la prosperidad"): "Nunca hasta ahora se habían dado desigualdades tan fuertes con un enriquecimiento tan espectacular de fondo…

Como ya sabemos, la nueva preponderancia de los mercados financieros, la revolución tecnológica, el paso de un capitalismo empresarial a un capitalismo donde los accionistas imponen la norma en detrimento de los trabajadores explican en gran medida esta situación. De esto se deriva la congelación de las rentas del trabajo, la desconexión entre el crecimiento económico y la evolución de los valores bursátiles, la disfunción de la movilidad social y el fin del contrato de trabajo establecido tras la segunda guerra mundial, garante de la estabilidad del empleo y la protección de los poderes públicos. Como si todas las conquistas posteriores a 1945 se hubieran borrado a favor de una sociedad más fría, hostil a los débiles y sonriente para los pudientes. Parece necesario volver a empezar, iniciar una nueva lucha por la vida y la dignidad. Es un retorno a la casilla de salida, a los albores del movimiento obrero, pero sin las ilusiones que movían a los militantes y agitadores de entonces. Es el regreso de un capitalismo duro, despiadado con los inútiles, generador de empleos de baja cualificación y escasa remuneración, un sistema brutal pues carece de perspectiva de un futuro mejor"…

Además, agrego algunas palabras de Zygmunt Bauman ("Comunidad"): "En resumen: se ha acabado la mayoría de los puntos de referencia constantes y sólidamente establecidos que sugerían un entorno social más duradero, más seguro y más digno de confianza que el tiempo que duraba una vida individual. Se ha acabado la certeza de que "volveremos a vernos", de que estaremos viéndonos repetidamente y durante un largo tiempo futuro, y de que, por tanto, puede suponerse que la sociedad tiene una larga memoria y que lo que nos hagamos mutuamente nos confortará o atormentará en el futuro; de que lo que nos hagamos recíprocamente tendrá una importancia algo más episódica, puesto que las consecuencias de nuestras acciones nos acompañarán mucho tiempo después de que nuestras acciones, en apariencia, hayan finalizado, sobreviviendo en la mente y en los hechos de testigos que no van a desaparecer… Es esta experiencia la que hoy se echa de menos, y su ausencia se describe como "decadencia", "muerte" o "eclipse" de la comunidad… Los lazos comunitarios se hacen cada vez más prescindibles… Las lealtades personales disminuyen su alcance a través del sucesivo debilitamiento de los lazos nacionales, los lazos regionales, los lazos comunitarios, los lazos con el vecindario, los lazos familiares y, finalmente, los lazos con una imagen coherente de la propia identidad…

La percepción de la injusticia y de los agravios que suscita, como tantas otras cosas en la época de desvinculación que define el estado "liquido" de la modernidad, ha sufrido un proceso de "individualización". Se supone que los problemas se sufren y solucionan en solitario y son singularmente inadecuados para acumularse en una comunidad de intereses que busca soluciones colectivas a problemas individuales"…

En otro de sus libros ("Modernidad líquida"), el mismo Bauman, sostiene: "No obstante, si la idea de progreso en su forma actual nos resulta tan poco familiar que cada uno se pregunta si aún está entre nosotros, es porque el progreso, como tantos otros parámetros de la vida moderna, ha sido "individualizado"; lo que es más: "desregulado" y "privatizado". Está desregulado porque la oferta de opciones para "mejorar" las realidades presentes es muy diversa, y porque el tema de si una novedad en particular significa verdaderamente una mejora respecto de otra ha quedado librado, antes y después de su aparición, a la libre competencia entre ambas, competencia que perdura incluso después de que ya hemos elegido una de ellas. Y el progreso está privatizado porque el mejoramiento ya no es una empresa colectiva sino individual: se espera que los hombres y mujeres individuales usen, por sí mismos e individualmente, su propio ingenio, recursos y laboriosidad para elevar su condición a otra más satisfactoria y dejar atrás todo aquello de su condición presente que les repugne. Como apuntara Ulrico Beck en su esclarecedor estudio sobre la "Risikogesellschaft" contemporánea, "la tendencia es hacia la aparición de formas y condiciones de existencia individualizadas que impulsan a las personas -en nombre de su propia supervivencia material- a transformarse en el centro de su propia planificación y conducta de vida… De hecho, uno debe optar y cambiar su identidad social y a la vez aceptar el riesgo que esto implica… El individuo en sí mismo se transforma en la unidad reproductiva de lo social en el mundo vital"…

El enfoque predominante, basado en el mercado y la competencia han contribuido considerablemente a la actual deprimida situación económica y social, poniéndose de manifiesto la dificultad de atraer a los ciudadanos hacia un sistema económico hostil a la provisión del bienestar y la solidaridad social.

En mi -modesta- opinión, la mejor manera de superar los actuales problemas consiste en promover un modelo de desarrollo para toda Europa cuyas piedras angulares estén constituidas por el pleno empleo, un alto nivel de bienestar, equidad social, sostenibilidad ecológica y una amplia cooperación internacional. Este modelo social podría convertirse en una alternativa muy atractiva y poderosa al modelo de Estados Unidos de poder militar con pobres estándares sociales. Pero no es en absoluto el resultado automático ni el fruto de los mercados liberalizados y la competencia. Su puesta en práctica deberá hacer frente a la resistencia de aquellos grupos y poderes que se benefician de la actual situación, y requiere, por tanto, una intervención política enérgica. La calidad de dicha intervención depende en su desarrollo de un amplio movimiento social y un debate público abierto, es decir, de su carácter democrático.

Las actuales estrategias de la globalización de mercado y del capital están dando lugar a la concentración de sectores de gran riqueza, junto a grandes masas de miseria y a un gran número de población superflua y desprovista de derechos. Hasta 1960 había en el mundo un rico por cada 30 pobres; hoy la proporción es de un rico por cada 80 pobres.

La ideología neoliberal del mercado reduce la vida humana a un mero análisis de costes y beneficios que desemboca en un individualismo sistemático basado en el cálculo de las ventajas individuales obtenidas dentro de un grupo social. Todo ello encamina a los seres humanos hacia un neoindividualismo posesivo y consumista que configura la base antropológica y social de nuestra época.

Esta ideología se transforma en un factor poderoso de desintegración y descohesión social, ya que ha dejado carente de vínculos sociales a un amplio sector de la población mundial, que pasa a convertirse en una especie de nuevos "parias" de la civilización global. Los nuevos excluidos del mercado global tienen una característica en común: su falta de capacidad económica para el consumo, su imposibilidad de llegar a ser una especie de "consumidor universal" o transnacional; en una palabra, su "prescindibilidad" para el sistema. El consumo o, mejor dicho, la capacidad económica para consumir -basada en una lógica individualista y competitiva-, se convierte actualmente en el criterio más importante de inclusión o exclusión social. El neoindividualismo consumista quiebra la conciencia de clase social, fragmenta la sociedad e incluso "privatiza" el propio vínculo social. La desigualdad ya no representa sólo un mecanismo ideológico de relación jerarquizada que se integra socialmente mediante la existencia de derechos de contenido redistributivo y mediante la aspiración al "interés general" de las relaciones de producción capitalistas. Ahora el neoliberalismo la ha convertido en un factor determinante de la exclusión social. Quien no resulta competitivo en la lucha económica es eliminado definitivamente de ella.

Practicamos ahora un individualismo sin mala conciencia que acaba desembocando en un nihilismo destructivo, donde los objetos nos marcan exteriormente y donde se premia la posesión de riqueza, se "criminaliza" la pobreza y la ganancia privada se eleva a valor supremo. Este neoindividualismo posesivo se desdobla, a su vez, en lo que, paradójicamente, se podría denominar como "individualismo de la desposesión", que es aquel que deriva de los efectos negativos que la sociedad global arroja sobre la mayoría de las personas: ausencia de trabajo, precarización del mismo, incultura, inseguridad y desprotección institucional. Tras ello lo que existe es una ética de la desesperanza y del "sálvese quien pueda". Aunque, dado el caso, tal vez, tampoco alcance.

Una vez más, volviendo a Sábato ("España en los diarios de mi vejez"): "Porque esta crisis, que tanta desolación está ocasionando, tiene también su contrapartida: ya no hay posibilidades para los pueblos ni para las personas de jugarse por sí mismos. El "sálvese quien pueda" no sólo es inmoral, sino que tampoco alcanza. Es ésta una hora decisiva. Sobre nuestra generación pesa el destino, y es ésta nuestra responsabilidad histórica".

Lo más preocupante es que el neoindividualismo privatista aspira a convertirse en una nueva ética universal y homogénea, perfectamente difundida por los monopolios mediáticos. Su universalidad moral se difunde frente a cualquiera de las éticas. Estamos ahora ante la universalización de un individualismo que se basa en el criterio del imperio de la ley del más fuerte y abandona a los seres humanos a su insegura gestión de los riesgos de alimentación, salud, educación, vivienda, trabajo y condiciones del mismo, vejez, enfermedades, discapacidad y seguridad. El neoindividualismo destruye la dimensión colectiva, solidaria y democrática de las relaciones sociales, rompe los vínculos de integración e instala a los seres humanos en una cultura de la satisfacción y del consumo inmediato. Asimismo sacraliza la competitividad como base antropológica de las relaciones entre individuos y produce una incomunicación o una especie de "autismo" social entre los seres humanos de consecuencias hasta ahora imprevisibles.

Es el triunfo de la privacidad sobre la colectividad. Según esta lógica, la gestión de las consecuencias sociales "perversas" de la globalización (paro estructural permanente, falta de cobertura social de las situaciones carenciales o de riesgo, conflictividad y violencia social, pobreza, repliegue cultural, analfabetismo, enfermedad, radicalización étnica, inseguridad) se traslada del ámbito público al ámbito de responsabilidad individual y, consecuentemente, a la gestión individual o, en el mejor de los casos, a la ayuda familiar. La sociedad deja de ofrecer mecanismos institucionales y universales de integración social, seguridad y solidaridad y, consecuentemente, abandona a las personas a su solitario, inseguro y "mercantilizado" destino. Las soluciones colectivas y solidarias no parecen factibles. La competitividad individual dentro del mercado es la única salvación posible…

"Manos libres" (mi versión "conspirativa" de la historia, con los debidos respetos)

Después de veinticinco años residiendo en Europa, con toda humildad y respeto, me animo a decir que el Estado de Bienestar ha sido un "placebo" que EEUU y las grandes corporaciones multinacionales norteamericanas "prescribieron" a la sociedad europea occidental en 1945, para "evitar" el avance del comunismo por la vía electoral.

En la etapa posterior a la Segunda Guerra Mundial, en una Europa devastada y hambrienta, había que evitar que la URSS ampliara sus fronteras de cualquier manera. Plan Marshall (1947-1952), OTAN (1949)… y de ser necesario una política "socialdemócrata" (falsa), que no sentían como propia, ni los EEUU (que de hecho nunca aplicó en su territorio), ni los políticos de Europa Occidental (débiles y sumisos), ni sus empresas (desbaratadas y sin mercados), dispuestos a "postrarse" ante el amigo (y salvador) americano. En el simulacro participó hasta el Vaticano (Italia, DC, mafia).

El Estado del Bienestar (en alemán Wohlfahrtsstaat), Estado Benefactor o Estado Providencia (en inglés The Welfare State), es un concepto de las ciencias políticas y económicas con el que se designaba a una propuesta política o modelo general del Estado y de organización social, según la cual el Estado provee ciertos servicios o garantías sociales a la totalidad de los habitantes de un país.

Según Claus Offe, "El Estado de Bienestar ha sido el resultado combinado de diversos factores (…) El reformismo socialdemócrata, el socialismo cristiano, élites políticas y económicas conservadoras ilustradas, y grandes sindicatos industriales fueron las fuerzas más importantes que abogaron en su favor y otorgaron esquemas más y más amplios de seguro obligatorio, leyes sobre protección del trabajo, salario mínimo, expansión de servicios sanitarios y educativos y alojamientos estatalmente subvencionados, así como el reconocimiento de los sindicatos como representantes económicos y políticos legítimos del trabajo…". Bajo ese concepto -y comenzando en 1945- se implementaron en Europa Occidental las políticas socio económicas que llegaron a ser conocida como Estado del Bienestar moderno.

Karl Popper describe -en 1956- los logros de esa propuesta en los siguientes términos: "En ningún otro momento, y en ninguna parte, han sido los hombres más respetados, como hombres, que en nuestra sociedad. Nunca antes los Derechos Humanos y la dignidad humana, han sido tan respetados y nunca antes ha habido tantos dispuestos a hacer sacrificios por otros, especialmente por aquellos menos afortunados que ellos. Esos son los hechos"…. "quiero enfatizar que estoy al tanto de otros hechos. El poder todavía corrompe, incluso en nuestro mundo. Empleados públicos todavía se comportan a veces como amos descorteses. Todavía abundan dictadores de bolsillo… pero todo eso no se debe tanto a falta de buenas intenciones como a la falta de habilidad e incompetencia".

Popper continua: "Pero volvamos nuestra atención a asuntos más, importantes. Nuestro mundo libre a casi, si no completamente, eliminado los grandes males que han con anterioridad asediado la vida social de los hombres"… "Veamos lo que se ha logrado, no solo aquí en Gran Bretaña a través del Estado del Bienestar sino con algún método u otro en todas partes en el mundo libre"… y da la siguiente lista de lo que él considera -desde el punto de vista liberal – "los males que pueden ser resueltos o remediados por la cooperación social" ("The History of Our Time: an optimist"s view"):

La pobreza

Desempleo y formas similares de Inseguridad Social.

Enfermedad y dolor.

Crueldad penal.

Esclavitud y otras formas de servidumbre.

Discriminación racial y religiosa.

Falta de oportunidades educacionales.

Diferencias rígidas de clase.

La guerra.

El "lamento" de Popper

Si Popper resucitara en la Europa del 2013, constaría alarmado que de "los males que pueden ser resueltos o remediados por la cooperación social", solo se podría acreditar el haber evitado la guerra (y eso está por verse…). Lo demás, ha dejado de existir. Se terminó… No va más… Kaputt. Papá Estado ha sido asesinado por su hijo empresario.

A partir de 1989 (caída del Muro de Berlín y posterior "implosión" de la URSS) todos esos "derechos y garantías" sociales, han dejado de ser "útiles y necesarios" para el sistema capitalista occidental. A partir del "fin de la historia", según Fukuyama, el Estado de Bienestar deja de ser una barrera sanitaria europea "sostenible". Entonces, se instaura un capitalismo de "manos libres", flexible, competitivo, sin sobre costos.

Los europeos, después de dos (casi tres) generaciones de creer que su vida estaba resuelta desde la cuna hasta la tumba (aunque sea a costa de mantener una resignación bovina, pastueña, apesebrada, sumisa, borreguil… ¿quieren que siga?), ahora, tarde y mal, descubren que son unos pobres habitantes del Tercer Mundo, sin derechos sociales y sin asistencia de ningún tipo. La "teta" presupuestaria solo amamanta a Europa S. A..

Ni las empresas, ni los gobiernos, los necesitan más… se acabó la "sopa boba" asistencialista. El Welfare se "privatiza". El único Wohlfahrtsstaat que interesa es el del Estado (la casta política), y eso, pura y exclusivamente, para procurar el bienestar de las empresas (los amos del universo), que es de lo que se trata. Caen el "muro" y la máscara.

Los demás, en la puta calle… al pairo… y que cada cual aguante su vela. O sea. Lamento decirlo, pero aquel que no se haya preparado para esto, lo va a pasar muy mal…

Del Paper – La era de la desigualdad (¿consecuencia directa del "imperialismo monetario"?) – Parte II (15/1/2015)

Manifiesto de un economista "defraudado" (además de "aterrado"): no se puede justificar lo injustificable (escrito a principios de 2012)

No es cierto que los pobres sean los culpables de la crisis (créditos subprime).

No es cierto que las reformas estructurales se deben limitar al sector trabajo.

No es cierto que para mejorar la competitividad los trabajadores deban aceptar contratos basura y despido libre.

No es cierto que para resolver el problema del déficit público haya que limitar el gasto en sanidad, educación, pensiones y otros gastos sociales.

No es cierto que el problema de la deuda en la eurozona sea más grave que en los Estados Unidos o en el Reino Unido.

No es cierto que no se puedan restablecer el crecimiento en el corto plazo y, al mismo tiempo, abordar los problemas de la deuda en el mediano y largo plazo, como respuesta válida a la crisis.

No es cierto que los países que manejan su política monetaria necesiten del mercado para financiar su deuda.

No es cierto que el poder lo tenga el "mercado". En los países soberanos el poder lo tiene el Estado a través de su banco central y Ministerio de Hacienda. Nunca el "mercado".

No es cierto que (únicamente) con "rigor fiscal" se sale de la crisis. Es mucho lo que está en juego. Sin una acción audaz, Europa (me animaría a decir que EEUU también) podría verse arrastrada a una espiral bajista de deterioro de la confianza, de estancamiento del crecimiento y de menor empleo. Y ninguna región quedaría inmune ante semejante catástrofe.

Es aritméticamente imposible que todos los países en la eurozona se escapen simultáneamente de la crisis de la deuda a base de deflación. ¿Vamos a morir juntos?

Coda: puede pasar lo peor o lo mejor (viejas y queridas causas perdidas)

Estos "relatos" (de cabotaje), representan una manera "solidaria" de iniciar las "Conclusiones" sobre las "Economías Fallidas". Se trata de resaltar el poder del dinero frente a la fuerza de la verdad. Denunciar que reinan los principales por encima de los principios. Afirmar que la economía (y la justicia) queda(n) huérfana(s) de esperanza.

Las mías son "advertencias", no "predicciones". Puedo estar equivocado (probablemente), pero no soy "interesado" (cómplice), ni "pluma mercenaria" (lacayo), con absoluta seguridad. A partir de esta confesión, ustedes mismos.

Una crisis camaleónica

Entre los factores que impulsaron esta crisis figuran una política monetaria expansiva que propició un aumento del endeudamiento, ya que los costes de las obligaciones financieras eran muy reducidos y la abundante liquidez hizo que los tipos de interés fueran inferiores a la inflación, con lo que los incentivos para ahorrar en vez de consumir eran menores. Una errónea evaluación del riesgo por parte de las agencias de rating y de una falta de regulación externa por parte de la Fed, y sobre todo por un exceso de avaricia por parte de los responsables de las entidades financieras.

El detonante fue la elevada morosidad de las hipotecas subprime desarrolladas a raíz del boom inmobiliario en EEUU y que se concedieron sin ningún control a clientes apodados como ninjas, personas sin renta, sin trabajo y sin activos (no income, no job, no assets). La pregunta es: ¿por qué los bancos concedieron créditos a gente que seguramente no podría pagar? Para seguir alimentando la máquina del dinero. El fin no era la concesión de créditos de vivienda en sí mismos, sino el deseo de otorgarlos para posteriormente emitir títulos respaldados por esos préstamos hipotecarios. Cuantas más hipotecas daban, más títulos podían emitir y mayor altura tomaban los precios de la vivienda, con el consiguiente efecto riqueza sobre la economía real. Sin embargo esto sólo se podía sostener si el boom inmobiliario duraba indefinidamente, pero ninguna burbuja es eterna. Y ésta se desinfló el primer trimestre de 2007, cuando por la saturación del mercado cayeron los precios de la vivienda. Ante esta situación, algunos propietarios con bajo nivel de renta, al ver que el valor de la vivienda quedaba por debajo del valor hipotecado empezaron a no pagar los préstamos y a devolverles las llaves de las casas al banco. De este modo nacieron los activos tóxicos, en el sentido de que el valor subyacente de las titulizaciones de las hipotecas era mucho menor al de los bonos emitidos.

Pero, el principal problema vino a la hora de asumir e identificar el riesgo de los activos. Ya que, estas hipotecas una vez concedidas en títulos transferibles, se vendieron por todo el mundo. Quienes las contrataban en EEUU eran agentes a comisión, que cobraban en función del número de hipotecas colocadas. Los ejecutivos de estas empresas no se veían afectados por el creciente riesgo que el sistema financiero asumía. Su trabajo consistía en vender hipotecas y sólo de ello dependía su sueldo. Por otra parte, los bancos a través de la titulización -convertir activos, generalmente préstamos en valores negociables en el mercado- tampoco fueron conscientes del riesgo ya que diseñaron unos instrumentos financieros llamados CDO (Collaterised Debt Obligations) con los que las entidades sacaban de sus balances activos provenientes de su negocio hipotecario, sustituyéndolos por dinero nuevo. En una operación opaca que hacía difícil saber quién era el tenedor final de ese título. Así, cuando estalló la crisis los mercados de capitales se secaron. Los bancos no sabían quiénes estaban contaminados con estas emisiones, ni en qué cuantía por lo que no prestaban dinero a nadie.

Como consecuencia de esta restricción del crédito muchos proyectos de inversión se cancelaron provocando pérdidas empresariales, caída del crecimiento económico y destrucción del empleo. Tenemos así cómo, en un tiempo récord una crisis en el sector hipotecario estadounidense se transforma en una crisis financiera y posteriormente en una crisis económica global.

Ahora la deuda es el problema

Ante esta tesitura, los Estados intervinieron a través de estímulos fiscales y dando soporte de liquidez y apoyo a los bancos. Tanto en EEUU como en Europa el riesgo de quiebra del sistema financiero propició una rápida y desorganizada ayuda a los bancos, mientras que las respuestas en política fiscal y monetaria fueron más coordinadas. En Asia la respuesta fue más tradicional y, prioritariamente, se centró en expandir el crédito y dar estímulos en ciertos sectores.

Este esfuerzo que tuvieron que realizar algunas economías para evitar el colapso de su sistema financiero -nacionalizando incluso entidades bancarias-, y desatascar la congestión de su sector productivo hizo que los niveles de endeudamiento de estos países se incrementaran notablemente y en un breve periodo de tiempo. Todo ello, unido a un crecimiento prácticamente nulo de su PIB, hizo que en los mercados financieros, comenzara a cuajar la idea de que algunos países podrían no ser capaces de hacer frente a su endeudamiento.

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