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La nueva guerra y los recursos estratégicos en Colombia

Enviado por robinsson


    (Capitulo del libro en Colombia sí hay guerra, editado por insumisos latinoamericanos y dirigido por Robinson Salazar y Cesar Velásquez Monroy,

    próxima edición en )

    1. El gran negocio de la guerra
    2. El nuevo perfil del plan Colombia en la era Bush II
    3. Anexos
    4. Bibliografía

    El mundo, a partir de la década de los ochenta del siglo pasado, entró en una nueva fase de confrontación bélica que denominamos Nueva Guerra. Es nueva en la medida que supedita el carácter político-militar a los intereses económicos, no confronta a un enemigo en particular, sino que busca apropiarse de los recursos estratégicos y necesarios para el desarrollo y expansión del capitalismo; es una guerra no creada para el propósito de contrarrestar a un ejército subversivo y con proyecto antisistémico, puesto que no existe, más bien su orientación está en confrontar a todo aquello que se opone o resiste a la privatización y usurpación de recursos previamente focalizados (gas, petróleo, agua y biodiversidad), lo cual le da el distintivo de guerra privatizadora o expropiadora.

    El caudal de recursos descansa en una base amplia que liga tres elementos importantes: tecnología, comunicación digital/satelital y nueva forma de combates que evitan la confrontación directa.

    Estamos ante una nueva organización y operatividad logística que no es manejada por intereses geopolíticos y geoestratégicos, donde el territorio, el lugar, el sitio era preponderante para el dominio territorial; ahora interesa más la alianza militar para controlar, privatizar o usurpar recursos estratégicos que den más vida al capitalismo, bajo el domo convergente de la producción de las empresas transnacionales, el comercio internacional, el capital especulativo y otras formas de cooperación que se mueven alrededor de los intereses de la economía capitalista y que funcionan como poder de facto.

    Se magnifica y se observa con mayor contundencia la nueva guerra en lugares o naciones donde el Estado abandonó su papel protagónico, se erosionó el control de la violencia legítima, las fuerzas militares entraron en el circuito de la colaboración internacional y las policías antinarcóticos entraron a remplazar a la inteligencia nacional.

    Lo anterior se fundamenta en la teoría de los norteamericanos que afirma que su nación no será segura mientras no lo esté el aprovisionamiento mundial de energía, de ahí que la intención del manejo de la política internacional que coloca a la economiílla como centro de su quehacer diplomático, denominado como ejercicio "econocentrico", cuya finalidad es priorizar las relaciones y control en zonas en donde la riqueza estratégica le permite asegurar un funcionamiento como modelo capitalista y base de la industrialización (1)

    De esta tesis se desprende una afirmación clarificadora del sentido de los conflictos de hoy, en especial de Latinoamérica, que abunda en la importancia de los recursos estratégicos como signo y propósito de las nuevas guerras, donde el velo ideológico no es enarbolado, sino la defensa, mediante el imaginario antiterrorista, de las materias que permitan prolongar el control de la energía y consubstancialmente del modelo de dominación de las grandes potencias sobre las naciones pobres que concentran riquezas naturales.

    Ahora bien, EE.UU. es el principal agente protagónico de esta nueva guerra en la medida que requiere el 30% de la energía consumida por la humanidad, disputándose este consumo con la tendencia industrializante del capitalismo que día tras día incrementa el consumo de energía.

    Cifras que nos facilitan esta comprensión es el crecimiento inusitado de la población mundial que se aproxima a más 6 mil millones de habitantes en el planeta; los cuales consumen energía para desplazar a más de 520 millones de autos particulares; asimismo son mayores los hogares que cuentan con televisores, refrigeradores, aire acondicionado, calefacción, ordenadores personales que van consumiendo mayores cantidad de petróleo, agua, gas y elementos de la biodiversidad que ponen a la humanidad en un predicamento y a incitar los conflictos por controlar los recursos. A todo esto hay que agregar la industrialización acelerada de China y la India, que demandan cada día mayor consumo de energía y otros recursos como hierro, acero, aluminio, etc.(2)

    Todo lo expuesto, imposibilitó a los Estados Nacionales a actuar o usar la fuerza, en el ámbito internacional o contra otro Estado de manera unilateral, desestructurando la autonomía o poca independencia que tenían antes de los ochenta del Siglo XX, pero las vinculo a la orbita de las decisiones de los centros hegemónicos y usurpadores de recursos estratégicos.

    Otro aspecto digno de destacar en la nueva guerra, es la forma de operar en el escenario de la confrontación, no interesa el territorio, sino el recurso, que puede ser, mineral, hídrico y/o estratégico; humano o poblacional para desestructurar al enemigo, por lo que el espacio territorio no es una pieza importante en el ajedrez de la confrontación.

    Esta nueva guerra requiere de alianzas, no porque el poderío militar de los EE.UU. esté en decadencia, sino porque en el control de la energía están implicados varios estados que son parte del dominio imperial. Europa y Asia no cuentan con recursos estratégicos importantes; EE.UU. cuenta con ellos de manera limitada y Medio Oriente los posee, la zona del mar Caspio concentra una gran parte al igual que América Latina, de ahí que en esas regiones poseedora de recursos los conflictos estuvieren a la orden del día y los provocadores serán las santas alianzas de las grandes potencias.

    La alianza es pieza fundamental en la medida que la sociedad industrial acelera su desarrollo, puesto que cada incremento tecnológico abre una válvula más de consumo. Hagamos un ejercicio con el agua y el petróleo.

    Las reservas del petróleo, según cifras del Departamento de Energía norteamericano, estipula que para mediado del Siglo XXI no alcance a cubrir la demanda mundial. Si para el año 2000 eran calculadas en 1.033 billones de barriles, estos cubrirían unos 40 años más si se mantiene el ritmo de consumo de 73 millones de barriles diarios, pero si se incrementa 2% anual como prevé, se acorta la vida de la reserva. La esperanza puestas en los nuevos descubrimientos no es alegría en la medida que no existe en la actualidad la tecnología adecuada para extraerlo.

    Lo mismo sucede con el agua, la reserva potable y dulce del liquido apta para consumo humano es de 3% del total existente, la mayor parte de ese 3% esta en los glaciares y casquetes polares, por lo que el volumen accesible es de 12 mil kilómetros cúbicos, y la mitad la consume la humanidad. En los próximos años de pronostica un consumo de 100% y la escasez se asoma como nueva amenaza, amén de que este recurso por su naturaleza recorre muchos tramos de territorios que permite ser compartido por varias naciones, al ejercer el control para garantizar el abastecimiento, desanuda conflictos por el agua como ya se observa en varios lugares del mapa mundial. (3)

    A partir de 1990, con la invasión de Kuwait por parte de Irak, EE.UU. entro en la etapa de alerta y comenzó a instrumentar la nueva estrategia de guerra global, militarizando las principales regiones petroleras y de agua, lo mismo hizo Rusia con el Cáucaso y el mar Caspio y los Chinos en el mar de China meridional, cuyo fin es el de brindar una seguridad petrolera a las potencias económicas. Para el caso de América Latina, hay países que ameritaban ser incorporado al cinturón militar por las reservas de materia estratégicas, esos países son: Venezuela y México como productores de petróleo, Colombia por carbón y agua para producir energía a través de hidroeléctricas, Argentina y Paraguay por el manto de aguas del Iguazú y Centroamérica por la reserva potencial de petróleo en el Petén de Guatemala y en la región del Limón de Costa Rica, las cuales no están explotadas pero si exploradas y registrado su potencial; además, las construcciones en estudios y en curso de represas como la hidroeléctrica de Chixoy en Guatemala, Central Hidroeléctrica "Bonyic" de Panamá que se agrega a las ya legendarias de Miraflores, Madden, y Gatún; el Chaparral de El Salvador entre otras de la misma o mayor importancia que se unen a la interconexión eléctrica que se tiene pensado montar.

    El caudal de aguas que recorren las tierras latinoamericanas abren la posibilidad de abastecer de energía a las grandes empresas con hidroeléctricas, construidas por capital privado, al margen del Estado y contra las comunidades que la defienden.

    Mapa 1.

    Represas Hidroeléctricas en MesoAmérica/ Por Agustín Tevalán Hernández

    http://www.ecoportal.net/contenido/temas_especiales/energ_as/represas_hidroel_ctricas_en_mesoam_rica

    El Agua es el otro recurso que aparece como botín de la nueva guerra y presenta un cuadro desalentador, los cálculos de las Naciones Unidas indica que en el 2025, unos 2.500 millones de personas no tendrán acceso al agua potable y a los servicios sanitarios; que la distribución del agua y la población no es uniforme, en Asia se reúne el 60% de la población mundial y sólo tiene el 36% de recursos hídricos; Europa con el 13% de la población tiene el 11% de agua; América del Norte y Central con el 8% de la población dispone del 15% del agua. América del Sur, con 6% de la población universal dispone del 26% de agua y por último, Oceanía con el 1% de población cuenta con el 4% de agua. (4)

    Como nos ilustran las cifras, el agua es un recurso importante para ejercer el dominio político, dado que ese liquido nutre a muchas empresas trasnacionales ligadas a las bebidas, provee energía a través de las represas, es indispensable para la producción agrícola y vital para el consumo humano; sus aristas posicionan al agua como un recurso que genera dinero, de ahí que una de las pretensiones del Área de Libre Comercio de las América, ALCA. Estados Unidos y de las corporaciones transnacionales es provocar las privatizaciones de los recursos hídricos.

    El interés que denotan los megaproyectos hidroeléctricos están delineados en tres planes de infraestructura: la North American Water and Power Alliance (NAWAPA), el Plan Puebla Panamá (PPP) y la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional de Suramérica (IIRSA. NAWAPA pretende desviar los vastos recursos hídricos de Alaska y el oeste de Canadá a Estados Unidos. El PPP por su parte, tiene proyectadas variadas obras de infraestructura a lo largo del istmo mesoamericano, incluyendo la explotación de las abundantes provisiones de agua fresca del Petén guatemalteco y del sur de México. El IIRSA, el más ambicioso de los tres, propone corredores industriales y enormes proyectos hidroeléctricos y de hidrovía por todo el continente suramericano. (5)

    Para garantizar que los objetivos del ALCA, el Plan Puebla Panamá, el Plan Colombia y el Plan antiterrorista del MERCOSUR militar norteamericano se plasmen, se han tomado las medidas necesarias para controlar el recurso a través de militarización, de ahí que la escalada que se da actualmente sea consecuencia de la nueva guerra, de ahí se desprende que el Plan Colombia, el Plan Puebla Panamá, el Plan Dignidad en Bolivia y ahora el recién instrumentado Plan antiterrorista del Cono Sur o MERCOSUR MILITAR no son planes de desarrollo regional, sino segmentalizaciones de poder que el imperio diseña para controlar y dominar esta parte del hemisferio.

    Estos planes militaristas se exhiben en áreas donde el agua abunda, el petróleo existe y el gas se asoma, tales son los caso de Colombia, México, Venezuela, Amazonas, Bolivia y el área del Iguazú, sin restar intensidad a otros lunares de conflictos confrontativo.

    Mapa 2. Recursos de petroleros

    Mapa 3. recursos hídricos y biodiversidad

    Mapa 4. Presencia y bases militares

    Mapa de recursos petroleros, hídricos, biodiversidad y territorios militarizados

    Para ver los gráficos seleccione la opción "Descargar" del menú superior

    http://www.visionesalternativas.com/militarizacion/mapas/mapahegem.htm

    Las razones de carácter militar para la ocupación de los territorios a través de los Planes mencionados, son las estimaciones que se han realizado sobre las reservas petrolíferas en Latinoamérica, las cuales nos ofrecen un cuadro de riesgo; México, por ejemplo, cuenta con un potencial de petróleo extraíble con la tecnología vigente hasta el año 2012, y el gas hasta el 2007; Venezuela tiene 30 años más para seguir explotando pero cuenta, además, con petróleo asfáltico, lo cual le prolonga más sus reservas; Colombia enfrenta escasez de autosuficiencia petrolera; Bolivia cuenta con recursos de gas voluminosos, 27 trillones de pies cúbicos (TCF) que alcanzaría para exportar hasta el 2024; y aparecen otros sitios donde puede existir grandes reservas, como el Peten en Guatemala, Costa Rica y Ecuador.

    Sin embargo, analistas y expertos plantean que la producción de gas toca techo en el 2020, donde países como Canadá asumiría la crisis en 2005 y EE.UU. dependería más del gas que del petróleo, pasando del 14% de hoy a más de 55%, si tomamos en cuenta la construcción de 272 centrales hidroeléctricas de gas en ese país. Sudamérica es, por la cantidad de recursos hídricos, un espacio de guerra en la lógica expropiadora del capitalismo vigente.

    Tabla 1.

    Reservas de petróleo mundiales* (Miles de millones de barriles)

    Arabia Saudí 265,3

    Irak 115

    Kuwait 98

    Irán 96,4

    Emiratos Árabes

    Unidos 62,8

    Rusia 54,3

    Venezuela 47,6

    China 30,6

    Libia 30

    México 26,9

    Nigeria 24,1

    Estados Unidos 22

    Argelia 12,7

    Noruega 10,1

    *Países con más de 10.000 millones de barriles Fuente: US Energy Information Administration. Enero 2001

    Otro lado de la geometría de la nueva guerra, es que la obcecada búsqueda por privatizar el agua tiene un objetivo definido, usar el recurso para lucrar ante la nueva demanda del líquido vital; además, la privatización posibilita la construcción de hidroeléctricas que incrementaría el valor de la expropiación en tanto que genera energía, misma que escasea por el desbasto de petróleo.

    Bajo esta lógica, aparecen los planes intervensionistas, Plan Dignidad, Plan Colombia y Plan Puebla Panamá; aunados a ellos los planes segmentados como la militarización y privatizaciones en el sur de Argentina, el Iguazú, las represas en Centroamérica y la focalización de los ríos que faciliten la interconexión eléctrica entre Colombia y Panamá pasando por el Darién.

    El Plan Puebla Panamá deja de ser un proyecto regional y traspasa las líneas fronterizas iniciales y se conecta con el Plan Colombia a través del proyecto que anuncia el Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central –SIEPAC- cuya orientación es la de construir una línea eléctrica de 500 Km que costaría aproximadamente $200 millones de dólares y conectaría el extremo panameño de la red de energía que enlazará Centroamérica y México con los países andinos, ya sea a través del Tapón del Darién o del Golfo de Urabá, financiado por el Banco Interamericano para el Desarrollo, BID. (6)

    La apertura del Darién para la interconexión de los dos planes militares tiene un costo de US$ 231 millones, los cuales se utilizarán para terminar de construir 110 kilómetros para unir la Carretera Panamericana, mismos que completarían los 25 mil 500 kilómetros que unirían a la América del Norte, Centroamérica y Sudamérica.

    Este anillo de inversiones para la militarización se cierra con la construcción de un megapuerto" ubicado en la salida del Canal, en el Pacífico, que tendrá un costo de 600 millones de dólares, en esa zona se puede apreciar al lado de derecho de esta vista aérea el sector de Howard y la playa de Veracruz. En el centro se construirá el proyecto. A la izquierda se encuentra el Hospital de Palo Seco. (7) la cual hará enlace con la base militar que se construirá en Nicaragua, cuyas dimensiones en el proyecto muestran que será más grande que la de Palmerola de Honduras y servirá del "gran paraguas geopolítico" de la doctrina de seguridad nacional.

    Ahora bien, el estudio elaborado por Ecology and Environment Inc. e Hidromecánicas Ltda. mostró 13 posibles rutas, y recomendó 6 como las más viables, veámosla:

    Ruta 1: Es la más corta y barata pues usa una parte de camino existente (40 Kms. afirmados entre El Tigre y Lomas Las Aisladas. Sin embargo es la que menos recursos afecta 36 hs. de bosques y 40 de tierras ya deterioradas o potreros) y no atraviesa resguardos, su mayor inconveniente es que pasa por el Parque Nacional Los Katíos, de gran valor biológico. Ese paso se evitaría con la construcción de una carretera de 90 Kms. hacia el sur. El problema de esa variante es que atraviesa 28 Kms. de pantanos, lo que incrementa costos en 30 millones de dólares.

    Ruta 2: Es similar a la anterior y aunque no pasa por Los Katíos, afecta más áreas sensibles (humedales y resguardos). Su trayecto es más largo en Colombia y en Panamá. Es 13 por ciento más costosa que la 1, atraviesa terrenos montañosos y pantanos y requiere un puente más largo para cruzar el río Atrato. La ventaja es que su paso cerca de Mutatá integraría el eje Turbo-Mutatá con Riosucio (Chocó), y daría impulso al desarrollo económico de la región. Es la segunda más opcionada.

    Ruta 3: Tiene el mismo trazado de la 1 desde El Tigre hasta el Atrato, en el parque Los Katíos. Es la menos recomendada desde el punto de vista ambiental (atraviesa unos 55 cuerpos de agua, áreas inundables, de alta biodiversidad y cubiertas de bosque y de humedales. Además, partiría en dos uno de los resguardos. Pasaría por zonas desfavorables por sus condiciones geológicas (suelos altamente erosionables y orgánicos. Es más larga que las otras y 38 por ciento más costosa que la 1; requiere 10 puentes más que ésta y el viaducto sobre el Atrato también son más extensos. Al igual que la 2, requeriría que Panamá cambiara sus planes. Es la menos opcionada desde el punto de vista de la ingeniería.

    Ruta 4: Tiene el mismo trazado de la 2 (sería una variación), hasta el sur de Los Katíos, en donde se desvía al norte, y se une al corredor de la ruta 1, justo al salir del parque. Evita las reservas indígenas y varios ríos. Su ventaja es que no atraviesa ni parques ni reservas ni afecta comunidades indígenas pero, por su mayor longitud, atraviesa casi el doble de bosque primario que la 1 en los que hay gran biodiversidad. Físicamente tiene más ventajas que la 2 y la 3. Entre Mutatá y Bocachica pasaría por tierras ganaderas y podría convertirse en eje de desarrollo como la 2 y de turismo ecológico. No obstante, atraviesa áreas de conflicto social y generaría peligro de colonización en el parque.

    Ruta 5: Se la incluyó para mantener una opción de conexión con un puerto en el Pacífico, pero no es el eslabón que falta en la vía Panamericana. Si bien comunicaría el occidente y el oriente de Colombia, requiere enormes inversiones en infraestructuras. Tarda más tiempo, sus costos son mayores y es la más vulnerable a impactos directos o secundarios y abriría las puertas a la extracción indiscriminada de recursos en un área antes inaccesible. Pasa por áreas montañosas cubiertas por bosques, reservas forestales y cerca de los resguardos y de los terrenos usados por los indígenas para su subsistencia. Por sus costos, por no conectar la Panamericana y por el daño que causaría, no está opcionada.

    Ruta 6: No pasa por Los Katíos pero sí por resguardos. No afecta recursos del golfo de Urabá. Ayudaría a conectar las zonas bananeras y a Chocó con Medellín mediante la carretera al mar. Aunque tendría un tiempo similar de viaje a la 1, pese a que es mucho más larga, su construcción se dificulta por las mayores distancias entre ciénagas; requeriría 14 puentes más que la 1, incluyendo uno de 38 Kms. sobre pantanos y atravesaría terrenos de condiciones muy difíciles. Su costo sería de más del doble que la 1, y no se uniría con ninguna de las carreteras planeadas en Panamá. Los expertos creen que se debe descartar de tajo(8.

    Pero no todo es gloria y desarrollo, todo esto viene acompañado con la reubicación y supuesto desarme de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, ejercito paramilitar creado en Colombia en la década de los ochenta del Siglo XX en la región del Magdalena Medio con el objeto de confrontar a un IV Frente de las Fuerzas Armadas Revolucionarais de Colombia –FARC– y más tarde se extendió a varios puntos vitales del territorio colombiano. Hoy día se negocia el desarme y se les reubica en zonas estratégicas para la lucha contrainsurgente y la limpieza social, tales como el Departamento de Antioquia en zonas que colindan con el Departamento del Choco, mismo que es frontera con Panamá.

    Se estima que son 8 mil los paramilitares en su total, de los cuales un 40% de los desarmados se han reubicado en la punta del Chocó biogeográfico catalogado a nivel mundial como un "hotspot", líder en biodiversidad en el que de forma consecutiva las actividades de extracción mecanizada de madera, seguidas por los cultivos de palma aceitera y ahora los proyectos de infraestructura están ya de hecho convirtiendo en un territorio estéril (9); asimismo existen minas de Molibdeno, cobre, oro, plata y platino; abundante biodiversidad, el río Atrato que atraviesa al Chocó es la cabeza del proyecto norteamericano que busca el control de la Red Fluvial Suramericana (SARS-IFSA) que unirá el río Orinoco con los ríos Negro, Amazonas, Madeira, Mamoré-Guaporé, Paraguay, Tiete, Paraná y de La Plata; que permitirá el transporte de Venezuela hasta Buenos Aires (10)

    ¿Qué relación tienen todos estos proyectos con el escenario de la desmovilización paramilitar y de desplazamiento de comunidades civiles que se está dando en Urabá?. Ya han sido declarados de forma explicita los objetivos de incorporar a los "desmovilizados paramilitares" en todos estos proyectos, especialmente en las plantaciones de palma aceitera. No sería nada extraño o no es difícil imaginar que posiblemente la "protección" de la carretera y la ejecución de lideres comunitarios será una tarea adjudicada a los "nuevos reinsertados" para que no olviden su oficio de ejercitar la limpieza social; también nos quita el velo para conocer las razones que tiene el imperio para militarizar la zona de La Balsa, en Río Sucio, lugar valioso por la riqueza que guarda el Parque de los Katios. (11)

    Ahora bien, la mayor inversión pública del Estado en infraestructura se ha realizado en zonas de intensa violencia y desplazamientos forzosos, fundamental en la región que entronca el Plan Colombia con el Plan Puebla Panamá, donde los corredores viales han crecido significativamente. La interconexión de Puerto Berrio –Arboletes-Medellín; Guaviare-Arauca; Medellín-Pereira; el vínculo de los Departamentos de Chocó con Risaralda es muestra del interés económico que guarda el Plan Colombia para ofrecérselo a los inversores de las transnacionales.

    Otro punto neurálgico para el proyecto de dominio imperial es la Amazonía que está constituida en uno de los ecosistemas más ricos y diversos de la tierra con aproximadamente 7 millones 160 mil kilómetros cuadrados. La cuenca amazónica es depositaria de la mayor extensión de bosques tropicales del planeta (56%) y de una gran variedad biológica de ecosistemas, especies y recursos genéticos. Hay cerca de un millón y medio de especies conocidas y se estima que pueden ser más de diez millones. Un somero inventario nos indica la presencia de 50.000 variedades de mamíferos; 20.000 de reptiles, anfibios y aves; 21.000 de peces; 140.000 de vertebrados; 90.000 de invertebrados y artrópodos; 90.000 de plantas inferiores; 270.000 de plantas superiores y 55.000 de microorganismos. Por el Amazonas y sus más de 7.000 tributarios corren 6.000 billones de metros cúbicos de agua por segundo. Además es la zona que más oxígeno provee (40% del oxígeno del mundo) y mayor cantidad de carbono capta. Por eso se conoce como el pulmón de la humanidad (12.

    Por esos motivos y es estar ubicado en límites con Perú y Brasil, se ha reforzado el cinturón blindado militar en la región, la cual almacena la siguiente infraestructura

    * Radar y base terrestre en Marandúa, Vichada

    * Brigada 24 del Ejército en el Putumayo

    * Brigada Oriental del Ejercito en Pto. Carreño y el Dpto. de Vichada

    * Radar y base terrestre en San José del Guaviare y Escuela de entrenamiento de

    Barrancón

    * Brigada del Ejercito en Caquetá

    * Base Militar Tres Esquinas, Putumayo

    * Brigada de patrullaje fluvial en Puerto Leguízamo, Putumayo

    * Radar con base terrestre en Leticia, Amazonas (13)

    Todo ello es parte del El plan Colombia cuyo costo fue al inicio, de 7.500 millones de dólares, de los cuales e aportaron así: Estados Unidos abonó 1.500 millones, la Unión Europea 1.500 millones y los 4.500 millones restantes es un préstamo a la banca mundial que tiene que hacer el Estado colombiano, la suma de los 7.500 millones de dólares fue aplicada a la guerra interna.

    La aplicación del Plan Colombia en su aspecto militar contrainsurgente, ligado al accionar de los paramilitares y las alianzas perentorias y estratégicas en algunas zonas del Ejercito de Liberación Nacional, ELN y las FARC, hizo más complejo el panorama del conflicto y agregó otro ingrediente inédito en la guerra, el desplazamiento forzoso en varios departamentos de Colombia, siendo los más afectados, de acuerdo con un documento suministrado por la Oficina de Paz y Convivencia del Departamento del Magdalena, El Carmen de Bolívar, con un 3.9 por ciento; Santa Marta, 3.4 por ciento; Fundación, en el Magdalena, con 3.1 por ciento; Buenaventura, 2.1 por ciento; San Luis, 1.8 por ciento y Tierra Alta, Córdoba, con 1.7 por ciento.

    Los principales municipios de llegada son: Bogotá 13.19 %; Santa Marta 4%; Valledupar 2.8%; Medellín 2.7%, Sincelejo 2.5%; Quibdo 2.4%. De la misma forma explica el informe que en Colombia, 20 micro regiones expulsan el 68 por ciento y reciben el 62 por ciento de la población. Son ellas: La Sierra Nevada de Santa Marta (expulsa el 10.5% y recibe el 12%); El oriente antioqueño (expulsa el 9.4% y recibe el 9%); Montes de María (expulsa el 8% y recibe el 6%); Urabá ampliado (expulsa el 5.6% y recibe el 2.2%) y Centro del Chocó (expulsa el 4.6% y recibe el 4% (14.

    Analizadas estas cifras, se determina que por grupos poblacionales afectados, en los últimos dos años, el 47.1 % de las personas desplazadas son mujeres y el 40.4% menores de edad.

    Del total de la población desplazada del país, se estima que el 19.1% corresponde a población negra y un 4.4% a población indígena. Así, el 23.5% de la población desplazada corresponde a grupos étnicos.

    En las zonas abandonadas se están reubicando a los paramilitares que están negociando el desarme, pero algo que debemos resaltar es que no todos los paramilitares en Colombia van a ser reubicados, los más diestros y afines al gobierno de Álvaro Uribe y a la administración Bush serán contratados como efectivos por empresas privadas y por el Pentágono para integrarlos a las fuerzas civiles que resguardan la seguridad en Irak, con sueldos de 7 mil dólares mensuales, bonos, pólizas de seguro y otros beneficios importantes; asimismo serán parte de empresas similares a Executive Outcomes sudafricana, la Belarús de Bielorrusia y Sandline International las cuales ofertan su concurso para resolver conflictos que tengan que ver con la defensa de empresas extractoras de recursos estratégicos como ha sucedido en Angola, Bougainville en Nueva Guinea.

    Lo expuesto nos permite concluir parcialmente, que el desarme paramilitar en Colombia va a enrarecer el panorama conflictual y abrirá nuevos escenarios de guerra y confrontaciones armadas en los sitios fronterizos, dado que la profesionalización de los paramilitares en ejércitos privados servirá para intervenir en asuntos internos de países vecinos, vender su fuerza represora a las empresas trasnacionales para instrumentar obras de limpieza social cuando comunidades y pueblos se enfrenten a las expropiaciones y brazo ejecutor de la criminalizacion de las protestas populares en la región.

    La parte operativa de los tres Planes no ha sido tarea fácil, ha encontrado resistencia en los pueblos indígenas y las comunidades campesinas, especialmente en segmentos aborígenes, no obstante la violencia ha existido como el recurso más eficaz para resolver las diferencias y los conflictos de intereses, muchas veces al margen del ámbito estatal pero más cercano a la esfera paramilitar, a causa de que al encontrarse en una reestructuración las distintas fracciones y grupos de la vieja clase dominante, los controles político-sociales se han desajustado y no funcionan con eficacia, por lo que han echado mano a la conformación, contratación y operatividad de los grupos paramilitares para resolver toda contingencia que ponga en riesgo los intereses de las empresas y los nuevos propietarios. Es por ello que de los 22 mil 855 oficiales entrenados por el Pentágono en 2003, nueve mil 210 eran colombianos, y según expertos de la LAWGEF (15) (según destaca un informe del Grupo de Trabajo para Asuntos Latinoamericanos LAWGEF, por sus siglas en ingles) y otras entidades independientes norteamericanas, la mayoría recibió sólo adiestramiento "contrainsurgente".

    Indudablemente que todo este trabajo no es posible sin la complicidad de los gobiernos latinoamericanos, cuya pusilanimidad los ha orillado a aceptar la estrategia militar norteamericana. En Sudamérica, los 13 países tienen 1.006.500 efectivos que integran las Fuerzas Armadas, sin considerar infantería marina, lo que equivale al 81 por ciento de los militares de Estados Unidos, según un informe basado en datos oficiales.

    El Balance Militar de América del Sur, elaborado por el Centro de Estudios Nueva Mayoría de Argentina, determinó que este año el número de tropas no tendrá variantes sustanciales en la región, de acuerdo con los presupuestos aprobados en 2004.

    Brasil, donde vive la mitad de la población de la región, posee el 31 por ciento del total de fuerzas militares, Colombia el 21 por ciento y Perú el 11 por ciento, mientras que el resto de los países no llegan a reunir individualmente el 10 por ciento.

    En el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), cuya población casi duplica a la de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), existen 19 militares por cada mil habitantes, mientras que en el otro bloque regional hay 40 militares por millar de civiles.

    A pesar de que el MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) triplica en superficie al CAN (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela), el tamaño relativo de sus Fuerzas Armadas es casi tres veces menor.

    En cuanto a la composición interna de esas fuerzas, la rama mayoritaria es el Ejército, con un 70 por ciento del total, mientras que el de la Armada ronda el 18 por ciento y el de la Fuerza Aérea el 12 por ciento restante (16.

    Los militares en Sudamérica, en especial los de Colombia, no se preparan de manera autonómica, sino que aún reciben instrucciones en los EE.UU., en el año 2002 se adiestraron 34.013 soldados del mundo, de los cuales 13.076 eran latinoamericanos; los colombianos fueron capacitados para desempeñar labores en ejercicios antinarcóticos en la selva, operaciones ribereñas, inteligencia militar y despliegue de comandos inmediatos de élite.

    De esta manera funcionan el Plan Colombia y el Plan Dignidad en Bolivia, con la nueva de que ya se asoman los mismos recursos paramilitares y de violencia en el corredor del Plan Puebla Panamá, lo cual nos indica que nos acercamos a una problemática compleja donde la violencia provocada por grupos armados que actúan al margen del Estado va ir incrementándose en la medida que vayan aplicándose los recursos de la privatización de las empresas que manejan el agua, la energía y en las poblaciones donde se sitúan los bancos biológicos.

    El Gran Negocio de la guerra

    Desde la aprobación del Plan Colombia, el Congreso de los Estados Unidos restringió la presencia de militares de ese país en Colombia a 500 y un máximo de 300 contratistas privados, por ese motivo en Colombia no existe autoridad alguna para controlar la idoneidad de los contratistas, de sus pilotos, y menos del tipo de operaciones que se ejecutan en el país.

    Ni la Aeronáutica Civil, el Ministerio de Defensa o la Policía Nacional reconocen tener conocimiento de cuántos contratistas extranjeros operan en el país, y menos saben de sus actividades, sin embargo, varios documentos de inteligencia dan cuenta que la DynCorp administra al menos dos programas en Colombia, Colar (Colombian Army) y Helas (Helicopter Assimilation-UH-IN). En su labor ha contratado un centenar de pilotos.

    Para evitar, inicialmente, el desarrollo de cualquier tipo de controles colombianos, incluidos los fiscales, DynCorp contrató originalmente a los pilotos por intermedio de una empresa de servicios temporales en Bogotá, Manpower de Colombia.

    DynCorp figura en Colombia registrada como una sociedad originaria de la Gran Bretaña, con sede en Aldershot Hampshire, sujeta a las leyes inglesas. Su apoderado en Colombia es Jaime Trujillo Caicedo y el representante, Kinney Dreher.

    En el contrato celebrado con el Departamento de Estado aparece registrada como una sociedad estadounidense y sujeta a sus leyes. El contrato S-Opraq-98-C-051 relaciona a la Patrick Support Division de DynCorp Technical Services, que tiene sede en una base militar de la Florida, con la operación en Colombia.

    La práctica de subcontratar la guerra en Colombia se ha replicado, y ya empresas nacionales de helicópteros vinculan pilotos comerciales para operar en las zonas de conflicto. DynCorp viene de dos países, una de las empresas que entrena a los militares colombianos, tiene sede declarada en los Estados Unidos. En Colombia, sin embargo, figura registrada como de origen inglés y desde el 27 de octubre de 2000, DynCorp Aerospace Operations UK Ltd. se incorporó a la legislación colombiana con el objeto social de "suministrar servicios de apoyo para programas bilaterales contra los narcóticos entre el Gobierno de los Estados Unidos y el Gobierno de la República de Colombia".

    De acuerdo con uno de los contratos en poder de Periodismo de Investigación de El Espectador (PIE), el contrato de DynCorp con el Departamento de Estado se celebró para tener como base de operaciones en los Estados Unidos la Patrick Air Force Base, de la Florida, con Keith Sparqke como "gerente de locación" respecto del proyecto en Colombia (17).

    Hay otras empresas privadas, algunas de ellas íntimamente relacionadas con los círculos de poder de Washington, trabajando para el gobierno de Estados Unidos (Lockheed Martin, ARINC, Northrop Grumman, MPRI…), pero por el volumen de negocios, el paradigma lo representa DynCorp. Sus contratistas rocían campos de coca, operan aviones y helicópteros del Departamento del Estado, organizan programas de desarrollo alternativos, reparan las avionetas y asesoran en materia de inteligencia al Ministerio de Defensa colombiano. Este mini ejército norteamericano, proporciona además pilotos, técnicos, y casi cualquier clase de personal requerido para realizar la guerra en Colombia, incluyendo personal administrativo (18).

    DynCorp, que suministra hasta cocineros. La Arinc construye sistemas de reabastecimiento de combustible para las pistas de aterrizaje. El Grupo Rendon enseña a los oficiales de la policía y del ejército cómo explicar el Plan Colombia. ACS Defensa brinda apoyo logística y asesoramiento al personal de la embajada (implicado en el Plan). La Lockheed-Martin ofrece –entre otras prestaciones— asistencia a los helicópteros de combate y a los aviones de transporte de tropas. Northrop instaló y maneja siete poderosos radares, coordinados con un sofisticado sistema de espionaje aéreo. Esa compañía entrena además a militares y paramilitares para "operaciones especiales". Otras firmas como MariTech, TRW, Matcom o Alion, utilizan avanzadas tecnologías para fotografiar desde el espacio, interceptar las comunicaciones y analizarlas. Esa información es transmitida al Sistema de Reconocimiento del Comando Sur del Ejército de Estados Unidos (Southcom) y a la CIA, que la tratan y la redistribuyen a las instancias que eligen. Las fuerzas armadas colombianas son las últimas en ser informadas. Ver anexos 1 y 2.

    La esfera bélica de los planes en ejecución es el verdadero negocio de la guerra, puesto que detrás de cada incursión de carácter militar está una empresa y un grupo de inversionistas que lucran con el dolor de los pueblos latinoamericanos.

    El soporte militar está dividido en dos aspectos, los que proporcionan el equipo de software y el hardware. Veámoslo

    EMPRESAS INVOLUCRADAS

    Military Professional Resources Inc.

    MPRI

    DynCorp

    Lockheed Martín (sistema de radar para mejorar tareas de aviación P-3 AEW/Radares APS-138 y actualizarlos en APS45.

    Costo: 68 millones de dólares

    Ayres Corporation (Optimizar en OV11 los apararos OV10 de la Fuerza Aérea colombiana y modernizar los programa de Interdiction Aircraft, A37, OV10 y Tucan.

    Facturaron 54.5 millones de dólares, de los cuales 20 fueron para adquirir una nave AyreS2r T-65 para la dispersión de herbicidas y a la vez sirve para actuar en una guerra química con defoliantes

    Bell Helicopter Textron (facilitará 42 Helicópteros Huey II equipados con un motor T53, para uso policial y militar a cambio de 75.6 millones de dólares.

    United Technologies Corporation

    Sikorsky Aircraft

    Facturaron 234 millones de dólares

    Vendieron: 18 Helicópteros Blackhawk

    5 Helicópteros K-Max y su respectivo mantenimiento por cuatro años proporcionado por Kaman Aerospace Corporation

    Northrop Grumman Corporation

    Aporta un avión NOC/RC-7 de reconocimiento aéreo (ARL-M) a cambio de 30 millones de dólares

    Schweizer Aircraft Corporation vendió un avión de alta tecnología con sensores infrarrojos Schweizer SA 2-37 equipado

    Dupont, Monsanto y Agricultural Biological Control (Ag/Bio.Con)

    Facturan los herbicidas para fumigar plantíos de coca.

    Monto transado: Desconocido

    EL NUEVO PERFIL DEL PLAN COLOMBIA EN LA ERA BUSH II

    Con la administración Bush la guerra en Colombia entra en la fase de degradación, las confrontaciones han abierto otros frentes de combate, la trilogía de la cual nos habla Clausewitz (táctica-estrategia y determinación del centro de gravedad) se ha desvanecido, el recurso moral entra en el circulo de la corrupción y atrajo a su seno a todos los segmentos sociales de la nación. Gobierno, fuerzas militares estatal, fuerzas insurgentes, paramilitares, policías privadas, ejercito irregular de denunciantes anónimos, complicidad del delito en todos los rincones sociales y comercialización con la muerte ha llevado al país a un desfiladero que no se otea un horizonte de paz en los próximos 20 años.

    El hecho de conectar el Plan Colombia con el Plan Puebla Panamá y la ampliación o regionalización del conflicto hasta llevarlo a las fronteras de Perú, Ecuador, Brasil y Venezuela, es la égida de una búsqueda de mantener seguras las reservas de petróleo que en América Latina y El Caribe existen, las cuales cifran alrededor del 13% de las reservas mundiales, siendo México y Venezuela los dos países con mayores recursos.

    La tendencia incremental de las fricciones y desencuentros entre el gobierno de Álvaro Uribe de Colombia y Hugo Chávez de Venezuela no es más que la expresión de los intereses norteamericanos en asegurar el suministro de petróleo venezolano, sirviendo el gobierno colombiano de herramienta hostil para desarreglar las relaciones entre los dos países y abrir una brecha para agilizar la ingerencia directa en Venezuela.

    Desde septiembre del año 2003, el gobierno colombiano anunció el desplazamiento de un batallón de 400 efectivos de elite hacia las fronteras con Venezuela, mismas que se encuentran infectadas de micro células de paramilitares a lo largo de la Sierra del Perijá, actuando desde Maracaibo hasta San Antonio del Táchira, secuestrando, extorsionando, asaltando y provocando roces interfronterizos a lo largo de los 2,219 Kms de línea de demarcación. Esta movilización militar cuenta con 46 tanques AMX30 que Colombia adquirió a España; también dotó de nuevos recursos humanos y logísticos la línea que va de Castillete, Guajira hasta Río oro, en la zona de la Gabarra en el Norte de Santander para que hagan inspección, sin tener un punto fijo de vigilancia, sin embargo, sirven de soporte a las células paramilitares del Perijá.

    Como auxilio para la labor de los militares, se han establecido siete radares localizados en Turbo, Antioquia, San José del Guaviare en Guaviare, Marandúa en Guainía, la Guajira, Tres Equinas en Caquetá, el Chocó y en la zona fronteriza de Venezuela. Estos radares emiten las señales a través de coordenadas a los aviones A37, OV10, Kfir y Mirage las 24 horas del día a fin de ejercer un control sobre los movimientos en las regiones de conflicto. Indudablemente que el circulo se cierra con los 17 radares de Aeronáutica Civil para vigilar el espacio aéreo, esto sin mencionar los cinco adicionales que Aeronáutica Civil está instalando en Leticia, Amazonas, El Picacho de Bucaramanga, Cerro Belalcázar en Pereira, El Tablazo de Bogotá y Carepa en el Urabá de Antioquia.

    Como se observa, el conflicto no es focal, sino guerra nacional, aunque no se confronte bélicamente en las regiones urbanas, los remanentes de la guerra si llegan al entorno urbano, donde se ejecutan los secuestros, denuncia contra lideres comunitarios o sindicalistas, ejecuciones contra críticos del gobierno y silencio absoluto de lo que ocurre cotidianamente.

    Para agudizar la confrontación, a mediados de 2004, el presidente Bush, bajo la lógica confrontacional exigió al Congreso incrementar el número de militares norteamericanos, de 400 a 800, sin embargo le fue autorizado 500 en total, cien más de los que venían actuando, a la par brindó un apoyo económico mayor a un nuevo segmento de la guerra, el Plan Patriota, cuyo resultado es generar una metamorfosis en el Plan Colombia inyectándole $110 millones en el año 2004 y se enviarán entre 14 mil y 15 mil soldados al sur de Colombia.

    Plan Patriota tiene una definición dual, patriota en tanto profundiza el nacionalismo y coloca a Colombia como país asediado por las naciones fronterizas que dan alojamiento a las guerrillas; regional, en cuento confronta a gobiernos que no apoyan la política exterminadora de Uribe.

    El objetivo es llevar la guerra más allá de las fronteras de Colombia bajo el lema de llevar la persecución de los insurgentes en territorio interfronterizo, incluso, en estrecha colaboración con agentes y corporaciones militares de las naciones que colindan con Colombia, producto de ello son las aprehensiones de dos dirigentes de las FARC, Juvenal Ricardo Palmera, Comandante "Simón Trinidad" en enero de 2004 en Ecuador y Rodrigo Granda, "Comandante" en diciembre de 2004 en Venezuela, ambos cumplían labor de divulgación y solidaridad internacional, una, lo que ha derivado en un conflicto entre los gobiernos de Chávez y Uribe.

    Aquí se abre una ventana analítica para disolver el engrudo de la política internacional y nacional de la administración Uribe.

    La política interna no se desvincula de la externa, sino que conforman anillos concéntricos, donde los nexos o enlaces entre los círculos son las dimensiones que le da al concepto de seguridad, cuyo objetivo es complejizarlo de tal manera que incorpore el mayor numero de variables que afecten la subjetividad colectiva de la ciudadanía con el objeto de colocarlas en el terreno de la predisposición en contra de las fuerzas insurgentes.

    Las piezas discursivas buscan esa interconexión, conectan lo global con lo local, lo mismo es el terrorismo que acusa Bush en Irak que las FARC en Colombia, no hay límite, distinción ni particularidad alguna, la intención es hacer de esa amalgama una nueva amenaza en contra de la seguridad humana, resaltando los temas domésticos como el secuestro, el robo, el asesinato, el miedo colectivo y la inseguridad de los espacios públicos.

    Esa seguridad humana vulnerada por el narcotráfico y los terroristas, no sólo atentan contra las colectividades humanas, sino que ponen en riesgo la seguridad económica, donde el empleo, la política publica, los ingresos al fisco, las inversiones que generan empleo sufren deterioro y no se ponen al servicio de las comunidades, lo que genera desempleo, miseria, hambre y pobreza. La seguridad económica es otro lado del fenómeno que debe cuidar el Estado pero solo no puede, dado que el narcotráfico y el terrorismo actúan en ámbitos internacionales y combatir su accionar requiere la cooperación de los países aliados, de ahí la seguridad internacional es un pilar para derrotar al enemigo.

    El concepto de seguridad tiene tres dimensiones, donde las acciones para combatirlos tienen fronteras porosas entre cada dimensión. Ahora bien, mostrarlo complejo pero relacionado con ámbitos domésticos le ha permitido al gobierno de Uribe la construcción de un imaginario del miedo que se ubica como manto o domo que cubre la subjetividad colectiva de los colombianos, donde todo aquello que atente contra la seguridad (en sus tres dimensiones) pone en riesgo su salud, seguridad individual, el trabajo, los ingresos, la familia, sus desplazamientos y sus pertenencias.

    Ese discurso ha permeado a muchos sectores sociales de Colombia y lo estructuraron justo cuando los conflictos, por la desintegración de la Unión Soviética, se desideologizaron y se tuvo que reinventar un enemigo para seguir apropiándose de los recursos estratégicos, de ahí surgieron las nuevas amenazas, de las cuales, dos son las que se priorizan en Colombia: Narcotráfico y Terrorismo; en esta vertiente política surge la seguridad democrática, como un afluente del pensamiento neo-conservador norteamericano que se fecunda en Colombia.

    La Seguridad Democrática es un instrumento discursivo para acusar a todo aquel que piensa o actúa distinto al gobierno; es parte del conjunto de la caja de herramientas que contiene, además de la seguridad democrática, la ley de armas, la creación de redes de informantes y los soldados campesinos, todo ello significa que el paramilitarismo se queda y se acepta como un fenómeno de paranormalización, donde el objetivo es hacer extensional el concepto de terrorismo con el propósito de que sea tan abarcativo que cualquier conducta crítica u opositora cae dentro de ese apartado, significando un atentado contra los derechos humanos.

    Lo extensional en la definición del terrorismo le permite ver lo que no se observa; esto es, como el terrorista es un enemigo invisible, desconocido, que actúa de manera súbita y casi de manera individualizada, dificulta combatirlo. Para no perder la batalla contra un enemigo inventado, lo magnifican y cualquier persona puede ser potencialmente un terrorista, de ahí que mediante la seguridad democrática hayan asesinado miles de colombianos que se dedican a la academia, a la política y a la defensa de los derechos humanos en comunidades desprotegidas.

    Lo anterior es la explicación de lo que acontece en Colombia, donde el terror es la forma totalitaria de la guerra y de la política. Vuela por los aires la convención bélica y el código político traspasa los límites morales y una vez cruzado el umbral no parece ya posible establecer limitación alguna (19).

    Otra orientación práctica del Plan Patriota es la de cooptar el territorio del sur de Colombia, el 20% del territorio nacional, cuya localización es una zona estratégica por dos razones: 1).- Como escenario para definir la guerra en Colombia, entre asesores militares y contratistas -mercenarios- norteamericanos, aliados al ejército regular y paramilitares colombianos, que en conjunto intentan derrotar a las FARC-UP y al ELN., por temor a que se extiendan sus frentes de guerra, hacia la selva amazónica y la cuenca del Pacifico en donde les será imposible vencerlos como pretenden. 2).- Es una zona estratégica por su riqueza en recursos naturales, biodiversidad, agua dulce, oxígeno, minerales preciosos y estratégicos, especialmente petróleo.

    En la zona en mencionada existen intereses particulares de George W. Bush, propietario de la empresa petrolera Harken Energy, que desde tiempo atrás realizaba labores de exploración y de explotación del petróleo con una inversión de más de 300 millones de dólares (20); igualmente operaciones petroleras y de vigilancia en el oleoducto de la transnacional norteamericana Occidental Petroleum.

    Otra importancia de la región sur es La Base de Manta en Ecuador, la Estación de Radar en San Lorenzo, y una base militar en el Oriente que sirve para entrenamiento de soldados del cono sur, y está planeada la construcción de una nueva base militar en la isla de Baltra, ubicada en el Archipiélago de Galápagos para la utilización de la marina y aviación norteamericana. Esta guirnalda de bases se sumarían a las que se encuentran en Perú en el Alto Huallaga e Equitos, en Brasil disponen de la base de Alcántara, con las cuales cercan y monitorean a las FARC-UP y al ELN. Tres Esquinas, en Colombia; Manta, en Ecuador; Urabá y su base Reina Beatriz; Curazao con la base Hato Rey; El Salvador: Comalapa; en Costa Rica: se encuentran negociando la instalación de una base que se llamará Liberia; Honduras: Palmerola y Soto Cano.

    El escenario bélico y la ubicación estratégicas de las bases militares, son un significado e ilustración de cómo las empresas transnacionales son acompañadas por gestiones de gobiernos y Estados proclives a la guerra, negando con su comportamiento que en ningún momento el Estado abandono la economía, ni se retiró del mercado, antes por el contrario, le abre caminos, la garantiza su seguridad, violenta los derechos humanos y sociales, arremete violentamente sembrando el terror para que la ciudadanía y los trabajadores no reclamen sus derechos y sirve en la mesa a los grandes intereses empresariales.

    En conclusión, la guerra en Colombia tiene varios sentidos, la multidimensionalidad del conflicto hace que pensemos que la paz o pacificación esté lejos, los acercamientos que se dieron con gobiernos anteriores no se dibuja en el mapa mental del gobernante Uribe ni en Bush, puesto que sería reconocer a las FARC como fuerza política. Las reuniones de Tlaxcala, México y la del Cagúan se perciben como signos de debilidad del Estado ante los insurgentes, de ahí que no se convoque a una nueva mesa de negociación, sino que se aspira a la rendición del adversario, lo cual es inverosímil pensarlo.

    La guerra es frontal, amplia, extensiva y va más allá de las líneas fronterizas, dado que muchos de los recursos estratégicos no se concentran sólo en Colombia, sino que los comparte con países vecinos, de ahí que la región esta en peligro de convulsionarse y serán muchos los roces y los desencuentros entre los gobernantes andinos, las violaciones de las fronteras y las formas contestatarias que se opondrán a la explotación indiscriminada de las riquezas naturales.

    Anexos:

    Las siguientes son las firmas a las que el Departamento de Estado de Estados Unidos ha contratado para hacer trabajos logísticos y operativos en materia militar y de policía, en Colombia.

    Lockheed-Martin

    1. Apoyo logístico para las operaciones de cuatro aviones de transporte de tropa C-130B y C-130H. Cuatro técnicos entrenan y asisten a personal de la FAC. Valor: 4'216.748 dólares. Trabajan en Bogotá. No hay plan para transferir sus funciones a los colombianos por lo menos hasta el 2008.

    2. Personal para mantener y apoyar la flotilla de helicópteros Black Hawk entregados a la Policía. Valor: 2'128.663 dólares. Seis empleados. Primordialmente estacionados en la Base Aérea de Guaymaral. No hay planes de transferir el programa pues la Policía no tiene ni la capacidad técnica ni financiera para mantener los aparatos.

    3. Personal para mantenimiento y logística de los aviones del Servicio Aéreo de la Policía. Valor: 3'133.431 dólares. 150 empleados. Se está entrenando a personal colombiano para que lo hagan pero no se espera transferir el programa pronto.

    4. Conseguir instructores para entrenar a pilotos del Ejército en el manejo de helicópteros UH-60 Black Hawks. Valor: 813.000 dólares. Base en Tolemaida. Seis empleados. El trabajo ya concluyó pero no hay instructores colombianos que puedan realizar el entrenamiento en el futuro.

    5. Instructores para entrenar a pilotos del Ejército en manejo de helicópteros UH-2H Huey en misiones de combate. Valor: 3'600.000 dólares. Base en Tolemaida. Seis contratistas.

    6. Dos instructores para el entrenamiento de un Equipo de Asistencia Técnica que debe monitorear los programas de entrenamiento de pilotos de helicópteros Black Hawk y Hueys. Valor: 1'700.000. Base Tolemaida.

    7. Instalar y mantener simuladores de vuelo tipo 2b24 UH-1H Sistema de Entrenamiento de Vuelo Sintético (SFTS) que sirve para entrenar pilotos de helicópteros Huey 1 y 2. Comenzó en marzo de este año. En el 2004 se instalará otro simulador para Hueys 2. Ambos en Melgar. Deben servir para minimizar los riesgos de volar en zonas montañosas. Valor: 7'500.000 dólares. Dos contratistas permanentes para el mantenimiento y 12 más para la instalación.

    8. Instalación de sistemas para la protección de fuerzas -equipos para detectar intrusos, en Villa Garzón y Guaymaral-. Valor: 3'525.077 dólares. Empleados: 25. Debe culminar en julio pero requiere mantenimiento futuro.

    DynCorp Aerospace Technologies, Inc.

    1. Pilotos, personal técnico y de mantenimiento para apoyar a la Brigada Antinarcóticos del Ejército y el programa de erradicación de la Policía. Vuelan helicópteros Black Hawks y Huey II donados por E.U. Valor: 79'200.000 dólares. Se entrenan pilotos y técnicos colombianos, pero antes de "varios años" no se ve este programa transferido. Riesgo "significativo" pues operan en zonas de conflicto.

    2. Entrenar a pilotos del Ejército en el uso de visores nocturnos para misiones en Black Hawk. El trabajo ya terminó y actualmente instructores colombianos entrenados en el fuerte Ruker, Alabama, realizan la labor. Valor: 1'292.000 dólares. Seis contratistas en Tolemaida.

    DynCorp Aerospace Operations, Ltda.

    Asesores para el programa de entrenamiento de perros antinarcóticos, especialistas en combustible, contadores, secretarias, conductores y varios más que prestan servicios al Ejército, al programa de erradicación de la Policía, al Inpec y a la sección antinarcóticos de la embajada de E.U. Valor: 4'875.017 dólares. No hay recursos para transferir el programa.

    Arinc, Inc.

    1. Mantenimiento y apoyo logístico para el avión C-26 de la Policía y para equipos de inteligencia asociados con el avión. Valor: 1'146.826 dólares. Por el momento no se puede transferir.

    2. Pilotos y personal en tierra. Entrenamiento y apoyo logístico para interceptación de vuelos del narcotráfico. Valor: 3'557.929 dólares. Pese a que están en la línea de fuego, se considera que el riesgo es bajo por que se les tiene prohibido volar en misiones de combate con el avión C-560. Las misiones aéreas y en tierra, así como el mantenimiento de aeronaves y el entrenamiento de pilotos y de operadores de censores y son tareas que podrían ser transferidas a Colombia. Esta última puede tomar dos años. Los contratistas, sin embargo, deberán seguir en el país porque los aviones siguen siendo propiedad de E.U. En cuanto al entrenamiento básico de aeronaves, no hay forma de transferir el programa a la FAC pues se necesita que los pilotos participen en cursos de seguridad aérea que se dictan con simuladores de vuelo.

    3. Construir sistemas para aprovisionamiento de gasolina en seis pistas de aterrizaje de la Policía. Valor: 1'549.309 dólares. Riesgo bajo, pero en zonas peligrosas. Finaliza este mes pero se necesitará mantenimiento futuro (del Depto. de Defensa).

    TRW

    Adquirir, instalar, integrar, ensayar, documentar y apoyar un sistema de radar para el procesamiento de información y un sistema de comunicaciones. Inteligencia antidrogas y contrainsurgencia. Valor: 4'300.000 dólares. Falta programa de transición para que la FAC asuma su mantenimiento y operación.

    Matcom

    Coordina actividades entre las Fuerzas Aéreas de E.U. y Colombia. En particular misiones de inteligencia con fines antidrogas. El contratista vive permanentemente en Colombia. Valor: 120.000 dólares.

    Cambridge Communications

    Mover radares y equipos desde Leticia hasta la base de Tres Esquinas. Valor 450.000 dólares.

    Virginia Electronic Systems, Inc. (VES)

    Instalar equipos en botes de la Armada que patrullan ríos. Valor: 150.000. Riesgo alto, pues se hace en la selva.

    Air Park Sales and Service, Inc. (APSS)

    Entregar e instalar equipos de comunicaciones para aviones de la Armada. Dar asistencia técnica al avión Schweizer SA 2-37B. Valor: 1'100.000 dólares. Cartagena, Bogotá, Apiay. Termina este mes.

    Integrated AeroSystems, Inc.

    1. Entrenar a la FAC en el uso del avión Schweizer SA 2-37B y avión con sistema de supresión de sonido al volar (LANAS). Apiay, Barranquilla, Cali. Valor: 560.000 dólares.

    2. Proveer repuestos y componentes del LANAS. Valor: 50.000 dólares.

    3. Entrenamiento a pilotos de las FAC en manejo de aviones AC-47. Valor: 35.000 dólares. Apiay. Debe terminar a mediados de año.

    ARINC Engineering Services, LLC

    Repotenciar seis aviones 0-47 de la FAC para convertirlos en aviones AC-47T. Instalación de visores nocturnos y censores ópticos. El mismo trabajo en aviones A-37. Valor: 11 millones de dólares. Operan en Barranquilla.

    Northrop Grumman California Microwave Systems

    Operan un sistema aéreo para recolectar imágenes de Inteligencia (IMINT) y Comunicaciones de Inteligencia (COMINT). En otras palabras toman fotografías aéreas en zonas de conflicto y de narcotráfico e interceptan comunicaciones. La información es transferida al Sistema de Reconocimiento del Comando Sur que sirve como plataforma y que a su vez comparte la información con las autoridades colombianas. La empresa proporciona aviones, mantenimiento, equipos y pilotos. El riesgo -como quedó demostrado con la caída de la avioneta con cuatro estadounidenses y un colombiano en territorio controlado por las Farc- es considerado "alto". Desde entonces, los pilotos que participan en el programa reciben cursos de supervivencia en la selva y antiterrorismo. Valor: 8'600.000. No hay plan de transferir estas actividades.

    Alion, LLC

    Consultores que se encargan de mejorar la capacidad del Estado colombiano para recolectar y procesar información de inteligencia. Valor: 20.000 dólares. Están en Bogotá.

    El Grupo Rendon

    Asesora al Ministerio de Defensa en manejo y desarrollo de su estrategia de comunicación. Producen documentos que luego le sirve de base al Ejército y Policía para entender y explicar el Plan Colombia. Valor: 2'400.000 dólares. Bogotá.

    ACS Defense

    1. Proporciona apoyo logístico y asesoría al personal estadounidense de la Embajada que participa en el Plan Colombia. Valor: 517.035 dólares. Bogotá.

    2. Apoyo logístico a un funcionario de alto nivel en el gobierno de E.U. dedicado al Plan Colombia. Valor: 237.810 dólares. Bogotá. INS Apoyo logístico y asesoría personal de la embajada. Valor: 196.000 dólares.

    Science Applications International Corp. (SAIC)

    Análisis de imágenes de inteligencia, pero relacionado con la seguridad de la Embajada y su personal. Valor: 255.335 dólares.

    ManTech

    Maneja bases de información de diferentes agencias involucradas en el Plan Colombia y las hace circular para otorgar información en "tiempo real" a las autoridades. Proporciona (entrena y usa) equipos para interceptar comunicaciones y recolectar imágenes. Se enfoca en el trabajo de la DEA. Valor: 2'146.692. Han estado en el país desde 1990.

    [Fuente: Diario El Tiempo, Bogotá, Col, 20jun03]

    Empresas multinacionales hacen de la guerra un buen negocio.

    La guerra, otro negocio mortal del libre mercado capitalista.

    Hendrik Vaneeckhaute

    http://www.pangea.org/hendrik/imagenes/elnegociodelaguerra.htm

    En estos meses se ha escrito mucho sobre las guerras y los intereses detrás. Materia prima (petróleo – Irak, diamantes – Angola, coltán – Congo), los intereses de las multinacionales armamentistas, la dominación del dólar frente al euro, el negocio de la reconstrucción, etc. Hasta intereses geopolíticas, como por ejemplo rodear militarmente a China (con bases estadounidenses en Afganistán, Iraq, Corea del Sur y las nuevas repúblicas de la antigua Asia Central Soviética) para controlar su crecimiento económico y abastecimiento.

    Poca atención recibió la guerra como negocio en sí: las empresas multinacionales que hacen de la guerra su negocio. En el actual campo de la guerra combaten mercenarios de todo tipo, de ‘simples’ combatientes (contratados en los estados empobrecidos), hasta experimentados veteranos, verdaderas ‘máquinas de guerra’. Empresas dirigidas por ex-generales y anteriores altos cargos políticos, vestidos en elegantes trajes que viajen en ‘Business-class’ y se alojan en las suites más exclusivas.

    Estas empresas de mercenarios son contratadas y utilizadas por las multinacionales para proteger sus intereses económicos (sobre todo instalaciones de petróleo y minas de oro y diamantes) y por estados criminales para evitar la implicación directa sus militares oficiales. De esta forma logran ocultar su implicación directa en diferentes guerras sucias y evitar ser considerados como responsables directos. También se evitan controles parlamentarios o limites presupuestarios, como es el caso con EEUU.

    Según ‘Fortune Magazine’ las empresas de ‘seguridad militar’ (con sede en el Reino Unido o Estados Unidos) pertenecen al grupo de las 100 empresas con mayor crecimiento. Se estima que el negocio en todo el mundo es de 100.000 millones de dólares anualmente.

    Unos ejemplos.

    MPRI, Military Professional Resources Incorporation, ‘trabaja’ o ‘trabajó’ (entrena militares, hace inteligencia con alta tecnología y participa en combates) en Colombia, Croacia, Bosnia, Congo, Nigeria y Guinea Ecuatorial (entre otros estados). La empresa es dirigida principalmente por ex-generales del ejército estadounidense. En Croacia, por ejemplo, entrenó al nuevo ejército en 1994, por petición y bajo contratación del ministerio de defensa de EEUU. Meses después, el ejército croata invadió (con conocimiento previo del gobierno de EEUU) las ‘zonas de seguridad de NNUU’ en Krajina y efectuó la limpieza étnica de la zona. (Unos 200.000 servios fueron desplazados y centenares asesinados). La impunidad (y el silencio mediático) con la cual se ‘limpió étnicamente’ esta zona bajo control de los ‘Cascos Azules’ de NNUU (y con el silencio cómplice de Europa y EEUU), dio paso al ejército serbio de hacer lo mismo en Srebrenica.

    Dyncorp, una empresa con sede en EEUU (aunque a veces se presenta como empresa británica), es una de las mayores y más antiguas. La empresa fue creada en 1946, bajo nombre 'California Easter Airways Inc.' y desde 1987 lleva su nombre actual. Prestó sus 'servicios' en la guerra de Corea, en Vietnam, en la guerra del Golfo (1991), en la guerra contrainsurgente en El Salvador, en Bosnia y actualmente por ejemplo en Colombia y Irak. Los ingresos de DynCorp superan los mil millones de dólares. En 1999, empleados de DynCorp en Bosnia fueron acusados de comprar y traficar niñas, para utilizarlas como esclavas sexuales. Y en Colombia (en el 2000) estaba involucrado en el tráfico de heroína.

    Colombia es uno de los estados de mayor negocio de guerra. Dentro del llamado ‘Plan Colombia’, diferentes empresas estadounidenses de mercenarios forman parte de los múltiples ‘ejércitos’. Los paramilitares (que a su vez representan diferentes intereses regionales), el ejército colombiano, los entrenadores oficiales del ejército estadounidense, la CIA y las diferentes multinacionales se combinan en la medida que conviene en las diferentes guerras que se liberan. Una contra la guerrilla, otra contra la población campesina en zonas de interés económico, otra contra el movimiento social y sindical y otra contra la oposición política. Las diferentes empresas estadounidenses, bajo contrato del gobierno estadounidense, prestan su ‘apoyo’ militar a través de un número no-determinado de mercenarios utilizando el más sofisticado material. (En el 2002, casi la mitad de los fondos destinados al Plan Colombia, en realidad fueron utilizados para la contratación de estas empresas.) Fueron mercenarios estadounidenses (entre ellos al menos un militar en activo) que guiaron al helicóptero colombiano que dejó caer las bombas sobre Santo Domingo, causando una masacre de 18 personas, ente ellas 7 niños. Fue una empresa privada británica, contratada por BP, que se sirvió del apoyo de paramilitares para asegurar la ‘seguridad’ de la empresa. Son empresas estadounidenses con personal ‘militar’ que fumigan con glifosato, causando enfermedades diversas (hasta la muerte) en la población rural y el desplazamiento masivo de campesinos.

    ‘Executive Outcome’, es otra empresa de ‘seguridad’ militar. Nació después de la caída del régimen de Apartheid en Sudáfrica. Ex-militares formaron un ejército privado al servicio de las multinacionales. Protegieron, por ejemplo, las minas de diamantes y campos de petróleo en Angola en los años ’90. Llegaron a ser activos en más de 30 estados. Cuando la empresa fue prohibida en Sudáfrica, simplemente se trasladó a Gran Bretaña, donde goza de buena salud e impunidad.

    Bibliografía

    1/ Klare T. M. 2001,Guerras por los recursos, Editorial Tenencias, España, pp.25.

    2/ Ibidem, pp. 34-35.

    3/. Maurits W. 1989, Mac Kienzie, 1996. En Klare T., Op. Cit, Pág. 286,

    4/ Datos obtenidos en varias publicaciones del sitio Tema especial el agua: http://www.ecoportal.net/content/view/full/212)

    5/ Marrero Ruiz Carmelo, 2004, El Agua y el ALCA. www.ecoportal.net, http://www.ecoportal.net/content/view/full/36376

    6/ InterAction, 2004, Línea de Transmisión Eléctrica en el Tapón del Darién, http://www.ecoportal.net/content/view/full/36961

    7/ SOMARRIBA JOSE ,2004,Especial para La Prensa, 30 diciembre http://mensual.prensa.com/mensual/contenido/2004/12/30/

    8/Justicia y Paz, ¿A quién beneficiará la Panamericana? Indymedia,2004, http://colombia.indymedia.org/news/2004/12/19861.php

    9/Antropacifico, texto sin fecha

    http://purace.unicauca.edu.co/antropacifico/contexto.pdf

    10/ Pinzón Sánchez, Alberto. 2004, La Amazonia en el Plan Colombia, citado por Stella Calloni en La Triple Frontera en la mira de los planes, Resumen Latinoamericano / Diario de urgencia n. 373 14 de enero de 2004,

    http://www.latinoamerica-online.info/soc04/natura06.04.html

    11/Para mayor información sobre Los Katios

    http://www.unesco.org/delegates/colombia/katios.htm

    12/ Guillermo Navarro Jiménez, 2001, Plan Colombia: ABC de una tragedia Ediciones Zitra, Quito, febrero del 2001, Págs. 134-135).

    13/ Salazar Robinson, 2003,LA REMILITARIZACIÓN DE AMÉRICA LATINA

    (Especial para ARGENPRESS. Publicado el 22 de abril http://www.encuentropopular.org/areas/militarizacion/artic001.htm)

    14/Organización Internacional para las Migraciones-OIM-(2003) Colombia, http://www.oim.org.co/scripts/boletin_prensa.php?id_art=34

    15/ LAWGEF, 2003, http://www.pacificar.com/vernota.hlvs?id=3985

    16/Periódico 2001, 2005, Caracas, Venezuela, edición electrónica

    http://www.2001.com.ve/20050119/titular_avances.asp

    17/Periódico El País de Uruguay,2003, versión electrónica." EE.UU., entreno militares de América Latina", www.elpais.com.uy/suple/americadel sur/03/09/30/spas_latin /

    Sandra Bibiana Flórez ,2001, Mercenarios en Colombia: una guerra ajena, http://www.rebelion.org/ddhh/colombia120901.htm

    18/ Fabio Castillo, 2003, Colombia: Los negocios en la guerra, http://www.rebelion.org/plancolombia/castillo190103.htm

    19/ Walzer M. 2001. Guerras justas e injustas. Paidos, pp.227.)

    20/Harkenenergy, 2005, Dallas, TX.January, 27, http://harkenenergy.com/newsreleases/archives.html#28

    Bibliografía complementaria

    Ianni O, Khatchik Der Ghougassian y Saint Pierre H.2003, Escritos sobre terrorismo, Prometeo, Argentina

    Laqueur Walter, 2003, Una historia del terrorismo, Paidos, España

    López E. Fabián Sain M, comp., 2003, Nuevas amenazas, Universidad Nacional de Quilmes, Edit. Argentina.

    N. Chomsky, P. Aderson, R. Dahl, Atilio Boron;2004, Nueva hegemonía mundial. CLACSO, Argentina.

    Petras James, 2003, El nuevo orden criminal, Zorzal, Argentina

    Ramentol Santiago, 2004, Teorías del desconcierto, Edit. Tendencias, España

    Rotker Susana, 2000, Ciudadanías del miedo, Nueva Sociedad, Venezuela

    Robinson Salazar Pérez

    Investigador en la Universidad Autónoma de Sinaloa

    Doctor en Ciencias Políticas y Sociales y en Antropología

    Investigador en la Universidad Autónoma de Sinaloa/México

    Autor del libro Diálogos por la Paz;

    Convergencias democráticas en América Latina

    Coordinador de Comportamiento de la sociedad civil latinoamericana

    Sujetos y alternativas contra hegemónicas en el espacio Andino Amazónico

    Lectura crítica del Plan Puebla Panamá

    Venezuela: horizonte democrático e l Siglo XXI

    Democracias en riesgo en América Latina

    América Latina: Conflicto, violencia y paz en el Siglo XXI

    Director de la Red de Investigadores Latinoamericanos por la Democracia y la Paz

    www.insumisos.com